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EL PROBLEMA ÉTICO

UN PROBLEMA COTIDIANO  

En la vida cotidiana nos enfrentamos frecuentemente con circunstancias que nos obligan a hacer un alto en el camino. No se
trata de situaciones que exijan conocimientos predeterminados, pericia o habilidad. Se trata de acontecimientos hacia los
que sentimos que solamente una reflexión detenida y juiciosa nos permitirá salir adelante. Estos eventos de la vida cotidiana
tienen sus rasgos distintivos. Normalmente implican decisiones con respecto a nuestras acciones, a nuestra relación con
terceras personas y, sobre todo, al cálculo de las consecuencias que se desprendan de nuestras decisiones, de nuestras
acciones. 
También sucede que la aparición de estos eventos parece desencadenar toda una serie de circunstancias nuevas de tal
magnitud y secuelas para la vida, que nos hacen asumir actitudes hacia el futuro cada vez más responsables y consientes. En
pocas palabras, estamos hablando de situaciones que pueden implicar problemas éticos. 

UNA NOCIÓN  
Pero ¿Qué es en concreto la ética? 
La ética se encarga de juzgar y tratar de determinar cuál es el comportamiento más correcto o adecuado que debemos tener
los hombres para vivir de la mejor manera posible y para aspirar al mejor futuro como individuos y como especie. 
La ética es un discurso racional que nos debe dar las herramientas para conducir del mejor modo nuestra vida. Es una
reflexión que debemos abordar y llevar a cabo para cumplir nuestras más altas aspiraciones como humanos. 
Para ilustrar esta cuestión, vamos a remontarnos a un acontecimiento histórico que se encuentra en el origen mismo de la
reflexión ética. Este acontecimiento esta relacionado con la vida, o en forma más precisa, con los acontecimientos que
condujeron a la muerte de un hombre: Sócrates de Atenas.  
El principal objetivo de la vida de Sócrates fue el de llevar una vida virtuosa, pese a que esto iba en contra de sus
contemporáneos, para quienes lo fundamental, como ha sucedido antes y sucede hoy, es el apego a las cosas materiales, a la
riqueza.  
Sócrates se opuso a este estado de cosas. De hecho, se empeñó durante su vida por encontrar la condición propia del
hombre; se empeñó por determinar la forma de nuestra naturaleza para, de ese modo, determinar la mejor manera de ser lo
que somos. Sócrates emprendió la búsqueda del verdadero hombre, del hombre ideal. 
Esta búsqueda afanosa lo llevo a no ser agradable a los ojos de sus contemporáneos y, en definitiva, lo llevo a la muerte.
Pero incluso, en ese desenlace fatal, Sócrates se mantuvo firme en su creencia, en la convicción de su reflexión. Y dio con
su vida un gran ejemplo de responsabilidad, sabiduría y virtud. 

PREGUNTA: ¿De qué cosas se ocupa la ética?

 La ética se ocupa de juzgar y tratar de determinar cuál es el comportamiento mas adecuado que debemos tener los
hombres para vivir de la mejor manera como individuos y como especie

 La ética se ocupa de darnos las herramientas para conducir del mejor modo nuestra vida, y de lograr nuestras más
altas aspiración

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DIVERSOS CONCEPTOS DE LIBERTAD
PSICOLOGÍA:  LIBERTADY AUTONOMÍA; Algunos conceptos de lo que es la libertad son los siguientes:
La libertad es la ausencia de necesidad de obrar. Con esto queremos decir que acción libre es la que el ser humano realiza
sin estar determinado por ninguna causa que lo obligue a obrar. Para aclarar esta definición, conviene advertir que
“necesidad” es lo que hace que un ser obre de una manera y no de otra.
La anterior definición nos sirve de base para comprender otra, según la cual la libertad es la indiferencia en el
obrar. Según esto, el hombre actúa libremente cuando ninguna de las motivaciones tiene fuerza suficiente par forzar su
decisión.
Esta definición, como la anterior, tiene un carácter negativo. Nos dice que la voluntad no se halla forzada a obrar, pero no
nos dice en que consiste la libertad.
Sin embargo, encontramos un carácter completamente positivo en la siguiente definición: la libertad es la
autodeterminación de la voluntad, es decir, la libertad se entiende como el acto por el cual el hombre se determina por sí
mismo si hallarse determinado por ningún factor extraño. A esta definición responde esta frase de Bossuet: “Mientras más
busco en mí mismo la razón que me determina, más siento que no tengo otra que mi libertad, de lo cual concluyo
claramente que mi libertad consiste en tal elección”. Kant acepta este concepto positivo de la libertad con una ligera
modificación. Para él, la libertad es “la autonomía de la voluntad”.
Los planteamientos más recientes en el campo de la autonomía se deben a Jean Piaget y a su discípulo Lawrence Kohlberg.
LA AUTONOMÍA SEGÚN PIAGET
Piaget estudió el desarrollo cognitivo de los niños analizándolos durante sus juegos y mediante entrevistas, estableciendo
(entre otros principios) que el proceso de maduración moral de los niños se produce en dos fases, la primera de heteronomía
y la segunda de autonomía:
 Razonamiento heterónomo: Las reglas son objetivas e invariables. Deben cumplirse literalmente, porque la
autoridad lo ordena, y no caben excepciones ni discusiones. La base de la norma es la autoridad superior (padres,
adultos, el Estado), que no ha de dar razón de las normas impuestas ni ha de cumplirlas en todo caso. Existe una
tendencia demostrada a las sanciones expiatorias y a identificar el error como una falta, así como a la búsqueda
indiscriminada de un culpable (pues una falta no puede quedar sin castigo), de manera que es admisible el castigo del
grupo si el culpable no aparece. Además, las circunstancias pueden llegar a castigar al culpable.
 Razonamiento autónomo: Las reglas son producto de un acuerdo y, por tanto, son modificables. Se pueden someter
a interpretación y caben excepciones y objeciones. La base de la norma es la propia aceptación, y su sentido ha de ser
explicado. Las sanciones han de ser proporcionales a la falta, asumiéndose que en ocasiones las ofensas pueden quedar
impunes, de manera que el castigo colectivo es inadmisible si no se encuentra al culpable. Las circunstancias no pueden
castigar a un culpable.
La autonomía es un concepto de la filosofía y la psicología evolutiva que expresa la capacidad para darse normas a uno
mismo sin influencia de presiones externas o internas. La autonomía como problema de cómo se comporta el hombre ante sí
mismo y la sociedad. Se ha estudiado tradicionalmente en Filosofía bajo el binomio libertad-responsabilidad, de manera que
su opuesto sería el binomio determinismo-irresponsabilidad.
Los análisis sobre la libertad (o libre albedrío, como se denomina dentro de la tradición cristiana) recorren la Historia de la
Filosofía desde sus inicios, y cobran especial importancia a partir de la introducción de la noción de pecado durante la
expansión del Cristianismo. Eso explica que la cuestión de la libertad no haya sido analizada con la misma abundancia
durante la antigüedad que durante las épocas posteriores.
 PREGUNTA: ¿El carácter positivo de la libertad es?
 La ausencia de necesidad de obrar.

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 La autodeterminación de la voluntad.
 La ausencia plena de voluntad y racionalidad.

LA LIBERTAD Y LA MORAL

LA DECISIÓN LIBRE Y EL SENTIMIENTO DE LA LIBERTAD

Cuando algún agente interno o externo consigue anular la voluntad del hombre, éste es como un muñeco en manos de las
fuerzas que lo manipulan, de los instintos o deseos que lo dominan.

Somos libres en la medida en que podamos decidir. Pero no todas nuestras decisiones son tomadas libremente. Hay
decisiones forzadas, necesarias. Cierta situación o circunstancia nos impone a veces una decisión que, de no darse esas
circunstancias o situaciones, no hubiéramos tomado. Entonces justificamos nuestros actos diciendo que los hemos hecho
“sin querer”, “a la fuerza”.
 Pero también realizamos muchos otros actos por decisión libre, sin ser forzados por ninguna circunstancia. Son los actos
que realizamos “porque queremos”. Y solamente cuando realizamos esta clase de actos brota en nosotros “el sentimiento de
libertad” que se manifiesta, en primer lugar, como un sentimiento de dominio personal sobre las cosas que hacemos y sobre
los actos que ejecutamos. Es entonces cuando nos “sentimos libres”, es decir, cuando nuestro ser y nuestros actos no se
sientan sometidos ni dominados por nada extraño a nosotros mismos.
 Este sentimiento de la libertad se hace más fuerte en las situaciones adversas, cuando nuestra libertad se siente amenazada,
restringida o arbitrariamente anulada.
 Generalmente, la rebeldía es una actitud dirigida contra todas aquellas situaciones que atentan contra nuestra libertad
porque, en cierto modo, nuestra libertad se identifica con lo más íntimo de nosotros mismos.
 A la luz de estos datos, la libertad se manifiesta como un hecho en el que nos sentimos involucrados. Eso, al menos, lo que
pensaba Bergson: “la libertad es, pues, un hecho: el mas claro de los hechos confirmables”.
 PRIMER ACERCAMIENTO AL TÉRMINO DE LIBERTAD
Establecer el concepto de libertad equivale a definirla, o sea, a determinar su esencia, decir lo que es. Esto es difícil; incluso,
algunos filósofos lo consideran imposible. Jaspers, por ejemplo, ha dicho, que la libertad es “inaccesible a toda
investigación”.

 Sin embargo, aun suponiendo que sea imposible determinar o expresar verbalmente en qué consiste la esencia de la
libertad, sí es verdad que podemos tener una idea aproximada de ella. Más aun, cualquier hombre que experimenta el
fenómeno de la libertad, tiene de ella cierto conocimiento.
 En la vida cotidiana la libertad tiene, en primer lugar, un sentido de independencia. Es libre el hombre que al obrar no
depende de fuerzas extrañas a sí mismo. Para el hombre de la calle, ser Libres es lo contrario a estar prisionero o hallarse
dominado: tener posibilidad de realizar cualquier desplazamiento, no sentirse sometido a presiones sociales, económicas o
políticas. A este concepto de la libertad en la vida cotidiana responden expresiones como estas: “estoy como pez en el
agua”, “me he liberado”, etc.
 PREGUNTA:
¿Qué podría ser la libertad?
 La libertad es como un sentimiento de dominio personal sobre las cosas que hacemos y sobre los actos que ejecutamos
Son los actos que realizamos porque queremos, sin importar el otro.

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ÉTICAS MATERIALES Y FORMALES
EL FUNDAMENTO DE LA ÉTICA Y LA MORAL
El problema sobre el verdadero fundamento de la conducta moral se plantea del siguiente modo: ¿se funda la moral en un
deber formal, en un imperativo ético universal o en unos bienes o fines objetivos?
La posición clásica entre materia y forma en la moralidad fue propuesta por Max Scheler (1875-1928), quien invento la idea
de los sistemas materiales, con contenidos, para oponerse a los sistemas formales sin contenido.
En nuestros días, parece preferible modular esta oposición entre “materialismo formal” y “formalismo moral”, hablando de
éticas teleológicas o de la finalidad y éticas deontológicas o del deber. Dentro de estas éticas se encuadran el hedonismo,
eudemonismo, el utilitarismo y la teoría de los valores.

EL HEDONISMO
El hedonismo de Epicuro (341-271 a.c) dice que le bien y el fin supremo de la vida humana es el placer.
Frente a otros tipos de hedonismo, como el de Aristipo de Cirene, que sólo consideraba los placeres que satisfacen los
instintos, Epicuro sostiene que la búsqueda de los placeres se hace sólo por medio de un cálculo racional y ponderado de los
mismos, sabiendo distinguir con prudencia el orden de la naturaleza y los deseos desordenados.
Igualmente, existen placeres como la amistad, la conversación amena y otros semejantes, que no son puramente corpóreos o
de la sensibilidad. Para él, el modelo del hombre feliz y bueno es el sabio.

EL EUDEMONISMO
El eudemonismo de Aristóteles (384-322 a.c) pregona la felicidad como meta suprema de toda la actividad moral del
hombre.
Según este filósofo, el hombre, como animal racional que es, debe ser feliz realizando y perfeccionando lo que le es más
propio y lo define específicamente: la actividad intelectual. El bien supremo al que debe tender todo hombre es la búsqueda
de su propia perfección, la cual reside en el ejercicio continuo de las virtudes o capacidades que le son propias.
Una vida sin virtud no puede ser una vida feliz ni moralmente buena. La virtud es, según Aristóteles, el equilibrio puesto en
el desarrollo de nuestras capacidades sin pescar por exceso ni defecto: es la ley del término medio. Por ejemplo, entre la
temeridad y la cobardía estaría la valentía.
Los pensadores cristianos a través de San Agustín y, sobre todo Santo Tomás de Aquino, plantean su versión del
eudemonismo griego situando la búsqueda y contemplación de Dios como el bien y la felicidad suprema del hombre durante
esta vida y después de ella.
El cristiano alcanzara la felicidad y la perfección ejercitándose en las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y
templanza, y en las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

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LAS ÉTICAS MATERIALES DEL SIGLO XIX
EL UTILITARISMO
Para el utilitarismo de Jeremy Bentham (1748-1832) y de John Stuart Mill (1806-1874), el principio que debe guiar toda
acción moral, si quiere ser moral, es que sea útil, es decir, que produzca felicidad. La ética utilitarista tiene su origen en una
teoría ilustrada y humanista de la acción moral del hombre.
Ni Bentham ni Stuart Mill admiten una versión egoísta y antisocial del comportamiento útil del hombre. Defienden la
utilidad pública, la felicidad para la mayoría y no consideran el sacrificio como un bien moral en sí mismo. Solamente
consiente en el sacrificio voluntario si entre sus consecuencias está la producción de beneficios para la mayoría o para otros.
El utilitarismo es, por tanto, una ética de al felicidad y del bienestar, y se podrá alcanzar si los políticos y los ciudadanos son
tan ilustrados que hacen leyes justas en los social y en lo económico y someten sus deseos egoístas al beneficio de las
mayorías.
Se puede asegurar que “la aritmética de la felicidad utilitarista” –máxima felicidad y mínimo dolor para todos- no es
equivalente a la aritmética parlamentaria ni a la distribución de la riqueza, y que estas dos ultimas deben ajustarse a la
primera.

LA FENOMENOLOGÍA DE LOS VALORES


La fenomenología de los valores de Max Scheler (1875-nun19n) fue u intento valioso de ética material basada en el método
fenomenológico de Husserl, que estableció una axiología o sistema de valores ordenados jerárquicamente.
Los valores, para Scheler y su escuela, son objetos captados a priori, independientemente de la experiencia. Se diferencian
de los bienes empíricos en que son sus depositarios. Como se trata de esencias ideales, puede ser captados mediante una
intuición emocional y no mediante un razonamiento.
Aunque Scheler ataco duramente el formalismo kantiano y de los neokantianos por carecer de contenidos objetivos
empíricos, “su materialismo moral” cayo en un objetivismo idealista y apriorista, negando al sujeto humano la posibilidad
de crear valores: su deber moral es conocerlos y realizarlos en la historia personal y colectiva. De todos los tipos de valores,
los valores morales (bueno-malo, justo-injusto) son el eje sobre el que se promueven todos los demás –religiosos,
espirituales y vitales-.
Frente al materialismo moral con toda axiología, Nietzsche proclamó la trasmutación de todos los valores religiosos y
morales de la historia oficial de occidente. Su tesis vitalista e irracionalista es que los valores espontáneos de lo vital son lo
único en lo que debe creer el superhombre, prototipo del ser amoral, más allá del bien y del mal, más acá de la razón
tradicional.
En resumen, todas las éticas materialistas son teleológicas, porque asignan una finalidad a la actividad moral del hombre,
sea el placer, la felicidad, la utilidad o los valores.

PREGUNTA: ¿Qué teorías pertenecen a la ética material?

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El eudemonismo, irracionalismo, la fenomenología de los valores, el hedonismo

El eudemonismo, el utilitarismo, la fenomenología de los valores, el hedonismo.

LAS ÉTICAS FORMALES O DEONTOLÓGICAS

EL FORMALISMO DE IMMANUEL KANT

Kant reacciono contra todas las éticas de la felicidad al considerar que no garantizaban la condición básica de toda
racionalidad moral o práctica: la universalidad. Es él máximo representante de la ética deontológica, “ética sin contenidos”,
puramente formal.

Las características fundamentales del formalismo moral de Kant son las siguientes:
El criterio de moralidad consiste en obrar por respeto a un deber
El imperativo categórico es la formulación de la ley moral por medio de la razón práctica. Es decir una ley universal y
absoluta que se puede formular de esta manera: “actúa de tal manera que tu forma de obrar se pueda tomar como norma
universal de comportamiento”.
La autonomía del hombre es una condición esencial de toda actividad moral. Toda persona es siempre un fin de sí
mismo; el reino de los fines se constituye precisamente en función de las personas como seres libres y racionales.
Frente a una moral heterónoma que impone sus leyes desde fuera, Kant preconiza una moral autónoma, racional y libre.

 EL FORMALISMO EXISTENCIAL: Las características esenciales de la moral existencialista de Sastre son formales
porque no admiten ninguna ley heterónoma, ningún valor superior al sujeto humano que éste debe realizar. Lo único
importante en la moral es la libertad radical y absoluta; no existe ninguna naturaleza humana que se deba obedecer como ley
natural, sino solamente un proyecto vació que cada uno realiza desde su “compromiso libre” consigo mismo y con los
demás.
 EL FORMALISMO ANALÍTICO: La filosofía moral planteada por los filósofos analíticos del lenguaje se orienta en
tres direcciones: intuicionismo (More), emotivísimo (Stevenson) y prescriptivismo (Hare).
Entre todas esas tendencias, la que en la actualidad ha resistido mejor las criticas ha sido el prescriptivismo de Richard
Merving Hare, que ha desarrollado “la pragmática lingüística”, es decir, el estudio del lenguaje en relación con los hechos.
Por ejemplo, cuando yo digo “me comprometo a”, estoy adquiriendo una obligación mediante el lenguaje. Según Hare, el
discurso moral es esencialmente prescriptito, ya que por su forma y por su función se refiere a hechos que deben ser
ejecutados por uno mismo o por el interlocutor. Así, todas las proposiciones morales son:
Imperativas: “haz esto”, “no hagas aquello”.

Normativas: “debes hacer”, “tienes la obligación de”

Valorativas: “bueno-malo”, “justo-injusto”.

 Lo formal de la teoría de Hare consiste en que las proposiciones morales prescriptitas son universalizables y racionales.

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 PREGUNTA: ¿Cómo cataloga la moral Kant?
Una moral racional, autónoma, y libre.
Una moral autónoma, normativa y valorativa

EL ÁMBITO DE LA ÉTICA

En el caso de la ética, la filosofía se refiere a casos concretos. Estos son tal vez los únicos casos concretos de los que
tradicionalmente se ha ocupado el pensamiento filosófico, pues a diferencia de las cuestiones epistemológicas o metafísicas,
que tratan problemas alejados de nuestra vida cotidiana, los asuntos éticos son, ellos mismos, nuestra vida cotidiana, en
cuanto entendamos a ésta como la vida que llevamos a cabo en medio de grupos humanos, en nuestro barrio, en nuestra
ciudad, en nuestro país.

Para que comprendamos el porqué de la búsqueda de Sócrates y el afán con que el intentó resolver una cuestión a las claras
mas importante que su propia vida, será necesario que nos aproximemos a lo que se considera como la “cuestión ética”.
Ya hemos dicho que se trata de una reflexión que busca determinar nuestro comportamiento, no tanto para resolver las
razones por las cuales realizamos un acto, sino con el fin de predeterminar, de la mejor manera, dichos actos.
EL PROPÓSITO DE LA ÉTICA
Algunos filósofos, como Immanuel  Kant, piensan que los actos verdaderamente virtuosos, verdaderamente éticos, son
aquellos que se realizan sin un fin particular, sin ningún interés personal, sino buscando la realización de nuestra especie.
Según ellos, nuestra individualidad sólo se vera realizada si guiamos nuestros actos persiguiendo el mas alto de los fines,
que es la felicidad de todos los hombres, y por lo tanto, dejando de lado las pequeñeces y  miserias propias de nuestra
subjetividad.
 En cambio otros filósofos, los llamados pragmáticos o utilitaristas, como John Stuart Mill, piensan que en la medida en que
se cumplan nuestras propias metas, en esa medida se contribuirá al bienestar de todos lo hombres, siempre y cuando el
bienestar personal esté perfectamente identificado con el bienestar universal. No se trata de conseguir la felicidad personal,
sino de contribuir con nuestros actos a la felicidad de toda nuestra comunidad, y por tanto de lo que entendemos por
humanidad.
 En síntesis, podemos decir que uno de los propósitos primordiales de la ética es constituirse en una reflexión tendiente a un
fin, y que las discrepancias radican en lo que se entienda por fin.
 Para los griegos, el fin era la felicidad, que a su vez era el resultado de un modo de vida razonable. Para los filósofos
modernos el fin era lograr la libertad y el bienestar de todos los hombres, a través de la intervención decidida y atenta de la
razón. Según la mayoría de contemporáneos, el fin significaría encontrar el equilibrio perfecto en el intercambio entre
individuos y sociedad respecto a nuestras esperanzas y anhelos.
 Esta diversidad de propósitos, sin embargo, no significa que cualquier postura individual o cualquier característica o
costumbre social sean de por sí validas y aptas para pensar y actuar. El que la reflexión ética surja del individuo no quiere
decir que cualquier razón puede permitirnos hacer lo que queramos en nuestra relación con los demás, en nuestro actuar
social.

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 PREGUNTA: ¿Cuál es el propósito primordial de la ética?
Es el de lograr la libertad y el bienestar de todos los hombres
Es constituirse en una reflexión tendiente a un fin.
Es el de llegar a la felicidad

7 Lección: La Actitud de la Ética

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LA ACTITUD ÉTICA

¿EXISTE UNA POSTURA ÉTICA UNIVERSAL?

Con respecto a la ética, no sólo encontramos distintas concepciones acerca del fin que persigue. Si nos salimos del ámbito
de nuestra cultura occidental, nos daremos cuenta de que lo que consideramos como valor, como bien o como fin adecuado
para la humanidad, cambia según las diversas culturas, los pueblos y las costumbres. Por lo tanto, vale la pena preguntarse
si existe una ética de carácter universal que dé razón del comportamiento de los hombres en general.

Por lo mismo, es muy fácil caer en la tentación de utilizar esta circunstancia para concluir que no es posible la ética y que
cualquier acto o cualquier motivación para actuar es valida. Pero la diversidad de posturas y concepciones éticas, antes de
justificar una vida irreflexiva con respecto a los demás, nos previene sobre la responsabilidad que tenemos de perpetuar
nuestra naturaleza y nuestra especie.
El punto es que somos individuos inmersos en un medio social y de nosotros depende directamente el destino de dicho
medio. Debemos, por lo tanto, hacer claridad sobre lo que es un actuar ético adecuado y para ello haremos mención de
aquellas posturas que pueden confundirse con una actitud ética.
RELATIVISMO ÉTICO
Consiste en afirmar que para decidir sobre el fin mas adecuado para nuestros actos, para decidir qué es lo bueno, lo justo o
lo mejor, debemos situarnos en un contexto especifico y determinado y actuar conforme con lo que en dicho contexto se
considera adecuado, sin efectuar una reflexión y sin atender a una razón universal.

Por lo tanto, el fin es relativo para cada medio o contexto, para cada grupo humano, y entonces las posibilidades de
interacción entre individuos de distintos grupos no será posible. El relativismo nos confina a interactuar solamente con
individuos de nuestra cultura y por lo tanto niega la humanidad, la diferencia y la variedad.
SUBJETIVISMO ÉTICO
Para el subjetivismo ético es impensable la comunicabilidad de las cuestiones éticas y, por lo tanto, la ética es un asunto
puramente personal. Esto es así porque consideran que con las cuestiones éticas sucede lo contrario que con las científicas,
para las cuales hay la posibilidad de aspirar a un acuerdo universal, pues los experimentos y el conocimiento que de ellos se
desprende es el mismo, sin importar el ámbito social o cultural en el que se den. En cambio, las posturas éticas están ligadas
a los medios culturales en los cuales se desarrollan.

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El subjetivismo es, para muchos autores, la consecuencia directa de la preponderancia que tiene la racionalidad en la cultura
occidental y el valor que se le da, puesto que el juicio de esta racionalidad sobre las cuestiones morales es necesariamente
negativo, ya que difícilmente podemos medir y sopesar las distintas posturas éticas para sacar de ellas una postura
“científica”.
En conclusión, la reflexión ética debe superar estas posturas y erigirse como una manifestación universal de la humanidad.
PREGUNTA: ¿Por qué para el subjetivismo ético es importante las cuestiones científicas?
 
 

Las cuestiones científicas nos da las herramientas para decidir que es lo bueno, lo justo o lo mejor, ya que nos permite
situarnos en un contexto específico y determinado.

Las cuestiones científicas nos da las herramientas para decidir que es lo bueno, lo justo o lo mejor, ya que nos permite
situarnos en un contexto específico y determinado, y actuar conforme a dicho contexto es adecuado.

Las cuestiones científicas tienen la posibilidad de aspirar a un acuerdo universal, pues los experimentos y el
conocimiento que de ellos se desprenden es el mismo, sin importar el ámbito o social en el que se desarrollan

8 Lección: La Acción Responsable del Hombre

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ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA PERSONA


Para conformar la estructura esencial de la persona y por tanto de la personalidad, son necesarios tres elementos que están
ligados íntimamente generando una unidad: la reflexión completa, la autoposesión y la autodeterminación.
· La reflexión completa: nos indica que todos los actos del hombre son intencionales porque pretenden algo; el hombre
trasciende la simple intencionalidad por la posibilidad del conocimiento, pues “conoce”, “conoce que conoce” y “se conoce
conociendo”.
· La autoposesión: el conocimiento nos permite ser dueños de nosotros mismos- “se conoce conociendo”- , nos hace
capaces de intimar con nosotros mismos; el ser dueños de nuestros actos, por conocerlos, nos hace responsables de ellos y la
responsabilidad implica el dominio de nuestros actos. Este es el constitutivo esencial de la persona.
· La autodeterminación: la autoposesión le brinda al hombre la posibilidad de determinarse en la búsqueda de su propia
realización personal. La autodeterminación nos habla de que somos seres de “libertad abierta” –podemos decir sí o no-, que
es lo contrario al carácter repetitorio del animal que responde por simple estimulación.
La conciencia del hombre genera la libertad y ella nos hace obligatoriamente responsables de nuestros actos, que son la
exteriorización de la personalidad.
El hombre nace persona, es decir, que por esencia está dotado de un potencial energético que lo proyecta al mundo y a los
demás seres, y va haciendo su personalidad en la medida que desarrolla sus potencialidades.
Personalidad, en ultimas, es el “ser personal del hombre en acción”. Un ser que es único por ser de “mi particularidad”, pero
que a la vez comparte todos los aspectos del genero humano.

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LA ACCIÓN RESPONSABLE EN EL HOMBRE
El hombre tiene que hacer su vida “respondiendo” a las necesidades propias de la persona, por lo cual, el “problema moral
es el problema de la acción responsable”.
La responsabilidad es el carácter de respuesta que tiene toda acción animal o humana, pero, a diferencia del animal, el
hombre es doblemente responsable, porque, además de responder a sus necesidades tiene que responder de sus respuestas,
es decir, que la “responsabilidad” es de su esencia.
El hombre como persona tiene que responder de lo que hace, de sus actos, y las respuestas del hombre conforman los
problemas prácticos en la vida: problemas que se plantean en las relaciones afectivas, en las relaciones con el mundo y con
las cosas; en las relaciones de unos individuos con otros; en el juzgar las acciones de los demás.
Problemas cuya solución no sólo afecta al sujeto que se los plantea, sino también a otras personas que serán afectadas por
las respuestas y acciones.
PREGUNTA: ¿Cuáles son los elementos constitutivos de la persona?

La reflexión completa, la autoposesión, la libertad.

La autoposesión, la autodeterminación, la reflexión completa

9 Lección: La Conducta Moral

Intento: 42
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LA CONDUCTA MORAL

En las situaciones concretas de la vida, surgen problemas concretos que piden hechos y soluciones concretas. La actitud del
hombre frente a tales hechos concretos determina su comportamiento, el cual, al no ser simplemente el resultado de un
estimulo, pues su respuesta es consciente, viene a ser una conducta moral, que produce de la misma raíz de la persona.

El hombre se enfrenta a la necesidad de “ajustar” su conducta a normas de comportamiento humano y no solamente por
responder a un estimulo. Esas normas al ser aceptables íntimamente por los individuos y ser reconocidas por los demás son
“obligatorias”, por lo cual el comportamiento moral del hombre obedece a una “decisión reflexiva” y no puramente
“espontánea” o “natural”.
MORAL PRÁCTICA Y MORAL REFLEXIVA
De lo expuesto anteriormente, concretamos dos cosas:

 
·        Por un lado, que tenemos los “actos” o “modos de conducta humana” ante los “problemas morales”.

·        Por otro, que tenemos los “juicios” o “normas” con los cuales dichos actos son “aprobados” o “desaprobados”
normalmente.

 El hombre se encuentra en la vida real con problemas prácticos y para resolverlos, recurre a normas prácticas.
 La conducta practico-moral se ha dado desde los inicios de la humanidad y, milenios después, la reflexión sobre esta
conducta moral del hombre continua: el hombre no solo obra moralmente sino que reflexiona sobre su comportamiento
práctico pasando así del plano de la moral práctica al de la teórica. El paso de la moral práctica al de la moral reflexiva  se
llama ética o estudio de los problemas teórico-morales.
 PREGUNTA: ¿El comportamiento moral del hombre obedece?

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Una decisión reflexiva.

Unas normas prácticas.

Una decisión espontánea o natura

LOS PROBLEMAS DE LA MORAL TÉORICA O ÉTICA


El problema de qué hacer en cada situación concreta es un problema practico-moral y de ninguna manera teórico-ético. En
cambio, tener que definir qué sea lo bueno, la libertad o la responsabilidad, constituye un problema ético, es decir, un
problema general de carácter teórico que, a decir verdad, no deja de tener consecuencias practicas.
 
 Al señalar un camino, la teoría puede influir en el comportamiento moral- practico, pero el problema práctico no se
identifica con el problema teórico, pues, en el problema de qué sea lo bueno, las respuestas varían: la felicidad, el placer, lo
útil, etc. Junto a este problema central existen otros problemas éticos tales como: el fundamento del acto moral, la
responsabilidad, la libertad, la obligatoriedad y las diversas formas de valoración.
 Los problemas teóricos y los prácticos en el terreno moral se diferencian, pero no se hallan separados, porque las
soluciones que se den en los primeros pueden influir en los segundos y, además, porque los problemas prácticos son la
materia de reflexión.
 PREGUNTA: ¿En que se basa el problema ético?

· En tener que definir qué sea lo bueno

En tener qué hacer en cada situación concreta

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