La Plaza De Bolívar se encuentra ubicada en el barrio La Candelaria, donde
normalmente se encuentran actividades residenciales, de comercio (local y metropolitano), servicios financieros, oficinas gubernamentales y equipamientos culturales, religiosos y educativos. Posee un diseño urbano reticular, por lo que la configuración de las manzanas y de la plaza toma una forma cuadrada y aunque limita con la carrera 7ma se pierde su caracterización lineal, y aparecen curvas, lo cual vuelve menos estricto el trazado en esta sección. Es un lugar de gran carácter turístico, ya que como se mencionó anteriormente se encuentra en la candelaria y por ser así tiene gran cantidad de iluminación en el día y en la noche, ya que recorren muchas personas y también se hacen eventos en este lugar. Sus límites son la carrera séptima, la carrera octava la calle 10 y la calle 11, y aunque es gran transitada y es uno de los lugares más importantes de Bogotá. No posee zonas verdes, todo lo contrario tiene un carácter muy fuerte ya que todo es en piedra y ladrillo, por lo que todo se mantiene muy constante; La plaza posee una topografía inclinada y se puede notar cuando se transita a pie desde la séptima hasta la octava, cabe resaltarlo ya que no cuenta con vías vehiculares, y las calles se adaptan a los andenes. En la plaza se encuentra la estatua de Bolívar, la cual se ubica sobre una placa, esta está situada en todo el centro de la plaza por lo que crea espacios de permanencia, ya que se puede ver como un “punto de encuentro” que para llegar a esta se tiene que tener en cuenta los accesos que tiene la plaza, la carrera séptima que es la principal, ya que es totalmente abierta y se da de una manera directa hacia la plaza y la carrera octava donde los accesos son menos amplios y se dan de una forma más transparente. La plaza es y ha sido en el espacio-tiempo histórico y espacio-tiempo actual un campo de batalla ideológica y escenario de cooperación para la búsqueda de escenarios de acuerdo y paz, por lo que alrededor de ella se encuentran edificaciones históricas, con un gran carácter cultural, y de orden privado que generan varios espacios públicos. Se encuentra rodeado por el palacio municipal al occidente, La catedral al oriente, El capitolio nacional al sur y el palacio de justicia al norte. El Palacio Municipal contiene ruinas del anterior edificio (las Galerías Arrubla) en la modulación de sus columnas y en su actividad comercial, es una galería en donde solo se permite el acceso a las dependencias de la Alcaldía Mayor de Bogotá y a un nuevo punto de información turística localizado en la parte sur del edificio, si hablamos en términos de la plaza, este costado es el que tiene menor actividad, sin embargo este edificio genera espacios públicos, ya que al ser un espacio cubierto, genera un ambiente más acogedor, que no se encuentra con la apertura de la plaza. El Palacio de justicia ubicado al norte, fue diseñado para acceder a él desde la plaza y hoy en día este acceso está anulado con unas barandas localizadas en la plataforma, con lo cual el acceso al edificio se hace por la Cra. 8ª, no es un edificio cerrado por lo que posee conceptos como lo público y lo privado, esto tienen que ver no solo con los dominios públicos y privados que existen en la plaza sino también con las formas de control social; este edificio maneja el mismo concepto que el del Capitolio Nacional.
Todos los edificios que se
encuentran en la plaza poseen la misma altura, por lo que en si la plaza es muy rectangular y los usuarios pueden recorrerla en cualquier sentido, gracias a esto la plaza es tomada por los edificios que hacen que al estar presente allí solo se pueda apreciar lo que se encuentra en la plaza, no se dan visuales hacia ningún otro lado que no sea lo que se encuentre dentro de esta, y aunque suene a algo angosto, esto no se da por la amplitud que tiene la plaza y que los edificios no son tan altos, por lo que se da una conexión entre los usuarios, el cielo, y las calles, creando así el carácter del lugar, dando la relación entre los usuarios y la plaza. La Plaza de Bolívar contiene todas las clases y grupos sociales, distribuidos de distintas maneras. Algunos de los usuarios frecuentes la utilizan como lugar de paso para ir a otros destinos, otros como su lugar de trabajo (ventas ambulantes y prestación de servicios), otros para descansar y otros como sitio de encuentro con amigos y familiares. Al abordar el análisis de la plaza como un hecho de vacío urbano de la ciudad, ésta presenta una unidad que se compone de varios elementos, por lo tanto la plaza no obedece a un solo proyecto de diseño, sino que es el resultado de un lugar que atrae a la gente y es capaz de generar dinámicas, ya que el lenguaje de los edificios se encarga de evocar los eventos históricos y la síntesis de múltiples decisiones con respecto a su diseño y transformaciones físicas en el tiempo histórico.