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DESPOJARSE

Jonathan Valdez
Editorial
Somos el Consuelo

somoselconsuelo@gmail.com

© 2018 por Jonathan Ezequiel Valdez

Todos los derechos reservados.


Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Se prohíbe la reproducción total o parcial
de este libro sin autorización escrita por los
editores.

© 2020 por Editorial Somos el Consuelo

DESPOJARSE
ISBN 978-987-42-8636-9

2° edición
Diseño de cubierta: Leonardo Luna
Tamaño: 14.8 x 21 cm
Diseño de interior: Jonathan Valdez

Impreso por Cedros del Libano.


Buenos Aires, Argentina, 2019
DESPOJARSE
Jonathan Valdez
A todos los que luchan por encontrar
su propia corriente.
A los enlutados, a los enamorados
y apasionados.
A los perdidos y a los que tienen
en sus ojos el fuego del destino.
Nota del autor

Así como el río, dulce y refrescante,


un movimiento constante que se renueva.
Te animo a que en cada palabra
puedas nadar y beber apropiándote
de ellas hasta formarlas parte de tu vida.
Así como un río, la poesía,
contiene en sí mismo distintas profundidades.
Deseo que puedas aventurarte a ir más allá
de cada frase, de cada imagen porque
en lo simple se encuentran
los detalles que enriquecen y alumbran.
Así como un río, te invito a despojarte
y a encontrar en la lectura sitios
que aún no has explorado.
Pero estoy seguro que encontraras algún
que otro paisaje familiar, y allí los colores
salpicarán una perspectiva distinta.
El agua es vida, también así la poesía.
Y cada persona lo tiene alojado en su depósito
y es por eso mismo que me anime a compartirlo
con usted querido lector.
El río no es mío.
Todo es suyo.
VERBORRAGIA
Despojarse

Abril, abrir

La tierra se abre para beber las infinitas aguas


y así fecundar la primavera.

El Sol contempla las flores


y estas devuelven su atención
exhibiendo sus infinitos colores en pétalos.
¿No es la creación un reflejo
de tus infinitos lenguajes?

Sin pensar y hablar llegaste,


y te precipitaste
como miles de cascadas,
y bebí hasta saciarme.

Rugiste como un león al cual no tuve miedo


porque lo espantaste.

Tu voz me ensambló a la verdad,


a tu palabra la cual sostiene y sujeta la creación.

Si las estrellas son obra de tus dedos,


yo soy tus pensamientos materializados,
tu poesía.

¿Y si mi caminar fuese al compás de tu corazón?


¿Y si mi mirar fuese la armonía de tu corazón?
¿Y si mi hablar fuese la canción de tu corazón?
¿No soy yo tu música?

Dejaría que escribieras en mi ser


y en mi pecho miles de notas,
con tal de escucharte cantar.

Y si yo fuese música quisiera que fuese


una espontánea para deleitarte en un sinfín de días.

Incontables son las canciones


que nacen de mis entrañas para llenarte.

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Jonathan Valdez

¿Y si en vez de pedirte tan solo pudiera darte?


Si vos fueses la tierra y yo el río que calma tu sed,
¿no sería esa la máxima expresión de mi amor?

Si la tierra produce alimentos,


flores, árboles y vida, un movimiento
continuo que embellece al mundo,
yo de igual manera daría a luz incontables palabras
que puedan de alguna manera ilustrar
el lienzo que mi alma pinta para vos.

Abril, el mes de la sorpresa,


del amor, de la entrega, de la tierra que soy yo.
Que no se formó por tus manos,
sino por tus pensamientos, por tu aliento de fuego
que me baña por completo.

Abril donde las puertas se abrieron


y las nubes dejaron penetrar
destellos de tu sonrisa a mi alma.

Yo sonrío pensando en ti, y en nada más que en ti.


Porque mi corazón no es mi tesoro,
es tuyo.
Así como tu corazón es el mío.

Pero aun así, amándonos,


somos libres.
Porque esa es la verdadera expresión de tu ser.

Tu naturaleza es el amor,
la paz y la libertad.
Y en todas tus facetas
te pienso y te amo.

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Despojarse

Aljaba

No entiendo mucho tu arte, ni el proceso


que conlleva formar una saeta.

Pero en tus manos estoy dispuesto a ser formado.

No hay manera de mirar hacia atrás


cuando se está en pleno vuelo.

Simplemente veo el destino y viajo,


ya no peleo con el viento.

Él sopla mi corazón y me dejo llevar,


me impulsa, me envuelve
y marca mi camino.

Surcando los aires hasta llegar


al fin del plan divino
¿O será tan solo el principio?

Tensas el arco llamado amor


y tomas de tu aljaba a tus hijos.

Aquellos que se dejaron formar


son saetas que no lastiman.

Ellos sanan y no juzgan.


Ellos escuchan y aman.

Son tus palabras vivas


que violentan al mundo
y a las corrientes filosóficas,
que no son mas que ríos artificiales,
que simulan saciar la sed diciendo
“sé tu mismo”

pero sabemos que ser uno mismo


implica amarse a uno mismo.

El egocentrismo se opone al verdadero amor.

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Jonathan Valdez

Porque el verdadero amor


es el que ama hasta morir.

Es el que ama sin esperar recompensa.

Porque la recompensa de ellos


es el mismo acto de amar.

Somos parte de tu aljaba llamada justicia.

Saetas de paz.

Para eso, estamos siendo formados...

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Despojarse

Como hojas

Hojas en movimiento
por el viento que fluye,

y nos hace bailar al compás


de su inefable sonido.

Sonido que nos guía,


y al bailar tan ligero como la hoja

nos fundimos al viento,


y nos volvemos uno.

Ya no tenemos el control.

El Viento es quien lo tiene.

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Jonathan Valdez

Decodificadores

Hablamos de lo que no sabemos.


Decimos lo que simplemente sentimos.

En el aire flotan palabras en códigos.


Nuestro espíritu lo presiente,
espera y espera.

En el aire flotan compases y melodías.


Nuestro espíritu lo presiente,
espera y espera.

En el aire están los mensajes


y las verdades para este tiempo.
Nuestro espíritu lo presiente,
espera y espera.

Generaciones enteras permanecieron


inertes por no apoderarse
de las herramientas necesarias
para traducir lo intraducible.

Creyeron ser luz


estando debajo de la mesa.
Creyeron ser sal pero estuvieron
guardados en un puñado de manos cuadradas.

Sin embargo, los hijos del fuego,


los que tienen corazones purificados,
serán los decodificadores de todas las verdades
que se agolparon en los cielos de bronce.

Su obediencia será su herramienta,


su don será el canal donde los ríos desembocarán
para saciar los corazones anhelantes de vida.
Porque todo lo que es eterno es vida.

Ellos, los hijos del fuego,


viven para decodificar las palabras inefables,
y traer frescura a la tierra violentada.

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Despojarse

Los hijos del polvo,


los que se visten de luto.

Son los que miran solamente el piso,


y bailan sin razón alguna,
viven de fiesta en fiesta
porque su vida es hojarasca.

Nacer del fuego es morir para vivir


pero es necesario,
para dejar de ser parientes del lamento.

El fuego viene a causa de las impurezas,


pero debemos estar tranquilos,
porque el fuego no puede matarnos,
solo nos forja para ser
la expresión verdadera de la eternidad.

Los decodificadores
son entendidos en el tiempo,
ellos mueren para vivir,
teniendo un lema como estandarte.

Seremos sus palabras, seremos su corazón.

Somos la generación guardada en su puño.

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Jonathan Valdez

Eco

Desde que mis ojos vieron los tuyos.


Desde el momento en que mis manos
tocaron las tuyas.

Desde el instante en que mis oídos


se adaptaron a tu dulce voz.

No he deseado ser más que el eco de tu corazón,


de tu palpitar.

Ser tu huella, ser lo que veo de vos.

Tus palabras viajan desde hace miles de años,


porque el sonido de ellas
está envuelto en amores,
como la envoltura de un chocolate,
así están envueltas,
llenas de eternidad.

Cada palabra todavía resuena


porque siguen vivas, porque están vivas.

Ellas golpean mi pecho y desmenuzan


las corazas que me impiden amar.

Quiero ser el eco de tus palabras,


el eco de tu mirar, el eco de tu caminar.

Quiero amar sin límites, quiero amar


hasta que duela no amar.

Correré detrás de tus palabras,


hasta ser parte de las vocales o del
idioma en el que hables.

Quiero ser tus palabras vivas,


tus versos, tu corazón.

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Despojarse

Cinceles

Sigo estupefacto, viviendo algo surreal,


algo que está por encima de toda realidad.

En mis palabras, en mis hechos, en mi vida


en mis sueños, y en mis preocupaciones,
en todo veo el trazo de tus cinceles,
cinceles que se llaman
voluntad, propósito y eternidad; que da forma
a mi corazón, como un trozo de madera
inacabado de tal manera que solo el gran Artesano
podría embellecerlo.

Dejando las marcas de tus manos en las mías,


y de esa manera todas las caricias
que brotan de ellas,
son como un perfume llamado consuelo.

Dejando las marcas de tus pies en los míos,


y de esa manera atravesar el valle de sombra
caminando tranquilo, custodiado por brazas de fuego.

A mis pies les pusiste como nombre paz.


Y en mi cuerpo tu impronta.

Tus promesas no respetan fronteras,


ni idiomas ni normas,
porque tus promesas tiene nombre
y se llaman Gracia
y la gracia no puede ser robada,
porque se desprende de tu mismo aliento.

Y ¿quién podría tan siquiera aspirar tu aliento


y seguir en pie?
Aun así quisiera sentirlo,
y dejarme envolver por tu amor.

Bebe de mis labios las palabras


que nacen en sincero amor.

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Jonathan Valdez

Sigo embriagado, sigo perdido y no importa.

No quites el rocío de mis labios con el cual te digo te


amo.

Ni la dulzura de la miel ni el aroma de mil jardines


se compara con estar a tu lado y poder aspirar
la misma creación que de tu mismo ser nació.

Todos los jardines se encapsulan en tus besos.

Toda la dulzura en tus palabras.

Déjame quedarme en el centro de tu voluntad,

porque nada me deleita mas que estar afinado


a tu melodía llamada propósito.

La felicidad se perpetúa solo cuando estoy contigo.

Despiértame con una caricia, con un beso.

Cántame canciones de cuna antes de dormir.

Funde mi corazón en el tuyo,


porque ya no necesito nada.

Solo a ti.

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Despojarse

Ombliguísmo

No dejaré que aniden en mi mente lo que no conviene.


Ellos, los cuervos que empollan pensamientos
mezquinos.
Se alimentan de nuestro ego.
Su momento favorito del día es cuando;
viendo la necesidad,
esquivamos la mirada y miramos
a nuestro ombligo,
y eso nos entretiene.

¿Hasta cuándo dejaremos


que nuestros pensamientos
totalmente ególatras nos dominen?

Ellos, los cuervos, anidan y se alimentan de la carroña;


de nuestra carne, de nuestra falta de amor,
de preocupación e indiferencia.

Buscamos solución en filosofías baratas,


en terapias, en libros escritos por personas
con las mismas falencias que las nuestras dejando
a un lado al libro sagrado, una herencia divina
que tenemos olvidada.

Un libro con vida que habla


de un pasado presente,
y un futuro cercano.

Nos resistimos a leerlo porque nos habla de un amor


libre de ego y eso no lo podemos procesar,
no es parte de nuestra naturaleza caída.

La esperanza es que podemos ser libres del ombliguísmo.

¿Hasta cuándo dejaremos que nuestros


pensamientos totalmente ególatras nos dominen?

La libertad tiene nombre y es Jesús,


la decisión también y se llama Cruz.

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Jonathan Valdez

Reconciliación
para mi viejito

¿Por qué se esconde tu corazón del mío?


La distancia pareciera irremediable grandes porciones
de tierra nos separan pero aunque estuvieras en frente
de mis ojos, la distancia se volvería latente,
como siempre.
¿No tengo yo tus ojos?
¿No tengo yo tu postura y tu color de pelo?

Vamos, mírame y conversemos.


Dejemos que fluya nuestro amor.
¿Qué es lo que te impide brindarte?
¿Tu infancia fue un tormento?
¿Un sueño pasajero pero que te visita a diario?

Renueva tu mente como yo la renuevo


cada día para amarte.
Te miro y ya no recuerdo el martirio
que sufría mi identidad.
Porque te miro a través de un amor que murió, para dar
vida.
Perdón, te pido perdón por no entender antes.
Me dejé socavar por las acusaciones que forjé en mi
dolor.
Pero sé que en lo profundo de tu ser
no eres más que un niño que busca ser amado,
porque todo hijo busca sentirse amado y protegido.
Y te entiendo. Yo también fui ese niño.
Pero ya no sufro más.
La misericordia se renueva cada mañana,
y puedo sentir su abrazo.
Te veo y me veo, y quiero que sepas que te entiendo.
Y te amo, pero dejá que el amor sea amor, que fluya.
Déjate limpiar, y serás ese hombre libre,
que ama y se brinda más allá de sus posibilidades.
Siempre lo anhelaste,
siempre lo anhelaste y llegara ese día.

Lo sé, en mi espíritu lo sé.


Porque te veo y me veo.

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Despojarse

Somos

Somos peces en la corriente del sonido.


Somos aves planeando por el cielo de la Gracia.
Somos leones defendiendo el río que sacia nuestro ser.
Pero ante todo somos hijos, somos hermanos.

Somos luz y fuego.


La sal que da sabor a la vida y la conserva.

Es un ida y vuelta entre el cielo y la tierra,


entre abrazos y sonrisas, entre lágrimas y algarabía.
Toda la vida es un somos; ellos, yo, la creación.
Todos somos uno.
Somos parte de la misma sinfonía.
La canción escrita por Dios.
Somos sus instrumentos, susceptibles cuerdas a su voz.
Íntimos.

Sentimos la yema de sus dedos acariciar nuestro pecho


y así brotan y se desbordan un sinfín de palabras,
que desde la eternidad se agolparon en nuestros labios
para decir incontables Te amo, Abba.
Podríamos pasar horas y días intentando
describir lo indescriptible.
Eso es eternidad ¿verdad?
Y eso es lo bello de perderse.

La eternidad no respeta el tiempo.


Así como el amor no respeta fronteras
El minutero es el invento de los apurados.
Pero yo no lo necesito, porque no me interesa medir
el tiempo de las caricias, ni de los besos.

Solo sé que quiero querer más.


Que queremos querer más.
Esa es nuestra meta, nuestro sueño.
Ya no es imposible, perdón, quise decir, nunca lo fue.
Porque siempre estuvo al alcance
de una simple y eterna frase.
Te amo.

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Jonathan Valdez

Lazos de un linaje

Somos cuerdas amarradas


las unas a las otras, donde todos tiramos
con el mismo ímpetu y armonía.

Y cuando algún hermano deja de tirar,


corremos a levantar sus brazos.

Los lazos que formamos


no nacen por intereses.

Nacen por una sangre milenaria


y enteramente divina
que en la pureza de corazón
fortalece los lazos sin forzarlos uno mismo.

La pureza es nuestro emblema.

Somos cuerdas de amor y libertad.

Libre del individualismo,

porque el cielo es familia.

Y eso es lo que somos.

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Despojarse

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HALLAZGO
Jonathan Valdez

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Despojarse

La vida escondida

Podemos conocer todas las métricas que existen,


reconocer el ritmo y sus rimas.
Podemos haber leído incontables párrafos,
pero no haber entendido nada.
Porque todo va más allá que la mera ciencia exacta.
Podemos estudiar la vida, pero nunca emularla.
Al igual que la poesía se la entiende mejor cuando se la
vive.

Cuando leemos los versos y nos adentramos,


sintiéndonos parte de cada línea.
Ser parte de cada vocal, de cada consonante.
Todos estamos cargados de música,
de canciones, de melodías.

Porque así fuimos hechos, en la musicalidad de lo eter-


no.

En nuestro interior hay un ritmo invisible,


la sangre fluye, el corazón bombea, los pelos crecen;
los huesos se mueven, son compases indeseados
pero que de todas maneras se producen.

Escribimos melodías en nuestra alma, en el día a día.


Cada mañana al mirarnos al espejo,
al cepillarnos los dientes,
al ver a la persona que amamos.
Y ni hablar si estamos enamorados,
las canciones se disparan y se vuelven infinitas.

Hay canciones que nos persiguen, algunas alegres,


otras más melodramáticas, pero al fin y al cabo
vamos escribiendo en corcheas, en negras, en semifusas
armoniosamente bien o totalmente desafinados.

Pero eso somos, músicos, poetas que no deben dejar


que su vida se escriba por personas
que no sueñan, que marginan al distinto,
a los que buscan su propia voz.

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Jonathan Valdez

Hay un libro el cual ya está escrito, desde tiempos anti-


guos,
donde el lenguaje era uno solo, y era increado,
porque solo lo manejaba el Creador de todas las cosas.
Donde está escondida nuestra verdadera vida,
la vida que fue diseñada en el sinfín del tiempo.
Solo que encontrarla implica crear nuestra propia co-
rriente,
y no dejarnos llevar por las que ya existen.

Debemos buscar nuestros propios versos, y unir nuestros


pensamientos a la voluntad máxima, erigir nuestra voz,
armonizándolo con el que habló todas estas cosas
antes de que fuesen.

Ese es el mayor arte, conocer la profundidad


del lenguaje increado.

Tomando vuelo, y a su vez estar totalmente arraigado


al suelo, específicamente en nuestras rodillas.
Y elevar en frases espontáneas lo que nuestro ser íntimo
anhela decir cada día, pero que incluso nosotros
mismos desconocemos.

Conociendo el libro, donde está escrito


todo lo que debemos hacer y ser.
Porque en todo eso, aunque pareciera complejo,
encontramos la verdadera libertad.
De ser lo que anhelamos ser, pero que todavía
desconocemos.

Tomar vuelo, arraigado al suelo, en nuestras rodillas.

Hablando el idioma increado,


nutriéndonos de la voluntad máxima.
¿Qué poesía mas bella que esta encontraremos?

Nuestra vida escondida en sus manos.

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Despojarse

Al silencio

Me atraes al silencio; a la soledad, lejos del bullicio.

Y aunque me resisto, cuando escucho los matices


de tu voz quedo totalmente perplejo.

Intentar recordar lo sustanciosa que es tu voz


es como mirar a simple vista y tratar de reconocer
la infinidad de colores que contiene un arco iris.

Desde lejos, al verlo, recuerdo tu promesa;


tu pacto con nosotros, y pienso en ti...

Cuando veo las hojas del otoño


en presagio del invierno, pienso en ti...

La soledad no siempre es mala, pero es ahí


cuando se aquieta el alma y emerge
lo que en movimiento pasamos por alto.

Sentado sobre los incontables granos de arena;


el silencio me mira, me examina,
y por fin da su veredicto.
Sus palabras me golpean sin violencia.

Mis lágrimas salen sin que yo quiera,


bailando en mis mejillas.
Aún tibias, caen en la arena y el silencio comienza
a tomar forma de manos que se dejan regar por ellas.

No hubo palabras de por medio, solo comprensión.

Es como si supieras que todas estas gemas


estaban impacientes por salir, pero el afán lo impedía.

Por eso me llamabas al silencio, a la soledad.


Solo para estar conmigo
y así decirme
—Tranquilo, yo estoy.

33
Jonathan Valdez

Almud

Si busco invertir mi vida en los deseos


que no trascienden el tiempo, estoy desperdiciando mi
vida.

Si miro la coraza de las personas, de mi entorno


y eso me basta, estoy desperdiciando mi vida.

Busco afanosamente encontrarme conmigo,


pero ¿podría yo saber el motivo por el cual existo,
sin antes consultarlo con aquel que creó todo ser vivo?,
estoy desperdiciando mi vida.

Si busco abnegarme de todo bien material,


pero en el proceso interno
me pierdo, estoy desperdiciando mi vida.

¿Podría confiar netamente en mi corazón?

Si bien sé que engañoso es, más que todas las cosas.


Caminando como un transeúnte por la vida,
sin mirar tan siquiera las letras chicas que
el día a día, en forma de señales nos muestra,
el camino que nos lleva al sinfín del tiempo.

Tocamos lo eterno cuando nuestro respirar tiene sentido.


Y el único que da sentido al todo es el Espíritu de la
Verdad.

La verdad que se expuso en un madero, a la vista de


todos.

Cuando la inocencia cargó con la culpa,


la mugre y el ego de toda una humanidad.

Sin embargo, la verdad no se escondió,


sino que se expuso ante todos, y aun habiendo
pasando miles de años, sigue estando expuesta.
Despreciada por muchos, amada por otros.

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Despojarse

Cada hecho nos conduce a otro hecho,


y debemos estar despiertos para reconocer
cuando el propósito de cada situación nos conduce
a descubrir el corazón del creador.

Para ello debemos dejar que la verdad nos atraviese.

Abrazar la verdad es desprenderse


de una mentira a la cual estuvimos aferrados.

Deseos con intenciones que giran en torno a nosotros,


sin pensar un segundo en nuestros mas próximos,
el prójimo.

Podemos recorrer el mundo en busca de verdades,


y almacenarlas en un almud.
Las verdades son faroles que tienen
que ser develadas y selladas en nuestro andar.

Todo propósito tiene tanto sentido como aquel que está


dispuesto a desprenderse de su vida para vivir el plan
divino.

¿Cuál es el plan divino?

Amarás
a tu prójimo
como a ti mismo.

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Jonathan Valdez

Corazón bombeado

Con cada paso que daba, bombas caían del cielo.


Bombas que explotaban ante mis ojos,
embadurnando de barro mi cuerpo.

Mis pies se volvían lentos, mi mirada perdida


y la vida parecía esfumarse como un espejismo vivo.
Cada bomba era una realidad distinta.

Colores opacos, sin vida, brotaban de ellas


cada vez que tocaban la tierra intentando
tragarme por completo.
Si me resistía, más me atraían.
Bombas que destrozaban mi cuerpo.
Pero aquellas bombas a las que tanto temía,
no podían tocar mi alma, y eso me otorgaba consuelo.

¿Quién podría tocar mi alma?


Ninguna realidad.

¿Y qué hay de vos corazón, viejo amigo?

¿Cómo logras seguir con vida si eres simplemente carne?

Será tu instinto o simplemente las ansias de seguir con


vida.
Lo que te impulsa a seguir luchando es tratar
de encontrar la sustancia por la cual fuiste creado,
y eso te mantiene vivo, latiendo
al compas de la esperanza.
Fe, la fuerza avasalladora,
la que te protege; oh Corazón.

Las bombas, que no son más que mentiras,


y jamás podrán matarte.
Podrán lastimarte, pero matarte jamás.
Porque la fe, es tu escudo, la coraza.
Y la esperanza siempre te invita a dar un paso más,
a que la sangre fluya y corra por las venas.
Vida, vida y nada más que vida.

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Despojarse

Encrucijada

Amarra tu lengua y apacigua tu espíritu.


Busquemos la fuente,
la sabiduría para derramarlo en nuestro depósito.

Callemos nuestros labios pedantes, huyamos


de la vanidad, que no nos asalte.

Debemos aprender a digerir la verdad,


masticar y sentir su sabor;
aunque en un principio pareciera amargo,
es dulce al llegar a lo más profundo de lo que somos.
Ilumina las habitaciones de nuestro corazón
y expone lo que debemos arreglar, ordenar y limpiar.

Nuestra tarea es aprender a convivir con ella.


Es paciente pero tajante.

Es la encrucijada que vivimos a diario.

Si aferrarnos a una verdad que duele pero moldea


o ponernos una máscara y vivir lo que no es verdadero.

Las mentiras son una realidad ficticia


que nos impide ser quienes deberíamos ser.

Sea en cuestión de minutos, en una hora o mañana,


en algún momento de nuestra vida abriremos la boca
hablaremos lo que está guardado en nuestro corazón
porque de lo que abunda en nuestro corazón,
de lo que nos alimentamos a diario,
de eso mismo hablarán nuestros labios.

¿Quién puede domar su lengua?


Quien la conquista puede tambien
conquistar su destino.

Para lograrlo debemos limpiar y acomodar


lo que no está en su sitio.

37
Jonathan Valdez

Eso es lo que hace la verdad cuando la dejamos


entrar a nuestras vidas.

Quiebra toda estructura y quebraja


todos nuestros conceptos
prefabricados, abre la brecha para que
los ríos de la pureza nos inunden.

No luchemos contra la verdad,

dejemos que nos conquiste

porque solo así conquistaremos la vida.

La real.

38
Despojarse

Engranajes

Puedo estar hablándote y no estar diciendo nada.


Tus oídos están tapados de ego puro.

Tu ser no es más que un molde, una copia erosionada


de personas oportunistas que no tienen misericordia,
que si pueden pisarte, te pisan con
tal de escalar posiciones.
Yo fui uno de esos; así que te entiendo,
no podría juzgarte.

¿Me estás leyendo?

Me llevó mucho tiempo entenderlo, peor aún


muchas lágrimas y frustraciones de por medio.

Un día después de luchar contra mí mismo me dejé ir.

Mastiqué el polvo y puedo decirte que su sabor


no es agradable.

Es un mal necesario para aquellos que creen tener el


mundo comprado, una falsa fe en sí mismos que no es
más que un deseo de ser reconocidos
sin importar el qué, ni el cómo.

Lo más triste es que las opiniones ajenas no son más que


las caretas impuestas que buscamos para ocultar
quiénes somos realmente.

Yo tenía decenas de ellas guardadas detrás de mi espejo.


Para ser aún más sincero intentaba ocultarme
todo el tiempo para no ver mi propio rostro.

Y cada vez que una persona se infiltraba en mi corazón


y conocía quien realmente soy, corría, huía,
sin motivo alguno.

Me encontré viviendo de personajes totalmente ficticios.


El premio Oscar debería llevar mi nombre.

39
Jonathan Valdez

Así que te entiendo, no te juzgo.

Pero te advierto que la vida es como un motor


donde nadie es el centro ni el eje,
porque todos somos engranajes
cumpliendo una determinada función.

Y eso es lo que nos cuesta asimilar,


saber que no somos el centro.

Algo pasa cuando entendemos la función


por la cual fuimos creados;
todo cobra un sentido y ya no necesitamos
vivir de personajes porque sabemos de dónde
vinimos y hacia dónde vamos.

¿Me estás leyendo?

Quiero que sepas que todo proceso


es necesario para que, como piezas en esta vida;
en el propósito divino, puedas ser útil,
eficaz pero no necesariamente ser el centro.

El centro del universo está compuesto


por un único Verbo.
Y por él se sostuvo desde tiempos antiguos.

Lo bueno de todo esto es saber


que todo proceso tiene un fin

y todo fin es bueno cuando estamos


en el sendero correcto.

40
Despojarse

Ciclos

Sin ser exigente, me dejo ser.


Sin ser metódico, me dejo fluir.

Mutando en cada paso en un renuevo


constante de mente.

Lo que ayer me condicionaba hoy


ya no tiene poder en mí.

Soy espontáneo porque la creación lo es.


Se rompen los ciclos impuestos
por mentiras que simulaban ser una verdad
pero la verdad libera no esclaviza.

¿Cómo podría forzar a mi cuerpo


a que haga crecer mis cabellos?

¿Cómo podría ordenar a mis tejidos


cicatrizarse después de una herida?

Simplemente no lo hago porque mi cuerpo


responde ante tal urgencia.

Asimismo, es contrario al diseño original


que nuestra mente siga surcando
por ciclos humanísticos
cuando en realidad fuimos hechos
a la imagen Sempiterna.

Los ciclos existen solo para aprender,


y una vez aprendido,
seguimos el curso hacia el real destino.

Lo puro.

Lo incorruptible.

Lo inconmovible.

41
Jonathan Valdez

Exteriorizar

Escondemos lo peor de nosotros


como se esconde la basura
debajo de la alfombra y poco a poco el olor
a madera podrida, a causa de tantas mentiras
queda al descubierto y nos vemos como quien
por primera vez, luego de no verse por mucho tiempo
en el espejo; el reflejo de nuestro íntimo ser,
lo peor de nosotros.

¿Quién no pensó en nunca develar ciertas debilidades?

¿Quién no deseó ser fuerte aunque


nuestras convicciones nos fallen?

Pero nada se puede ocultar aunque no todo


se puede exteriorizar.
El miedo a que nos juzguen prevalece
y nos escondemos debajo de las sabanas,
esperando, meditando,
si seremos mejores que antes.

Tendremos que aprender a aceptarnos o jamás


podremos vivir acorde al diseño original.

La esencia de la eternidad está envuelta en amor

y el amor echa fuera el temor, el temor a ser


uno mismo no es más que mirarse el ombligo
sin mirar a quien nos creó,
a quien tiene solamente pensamientos de bien
y no de mal.

Entender esa verdad y caminar sobre ella,


es caminar teniendo en claro quiénes somos,
hijos ante todo, con fallas y desacierto.

Tenemos toda una vida para aprender


a ser mejores de lo que ayer fuimos.

42
Despojarse

Exteriorizar lo malo es tan bueno como el cálido


amanecer después de pasar una noche fría
en soledad acompañado de nuestros pensamientos.

Así y solo de esta manera viviremos libres


sin cargar nada en nuestras espaldas.

Nunca la cruz nos pareció tan gratificante


como ahora para quienes aman la libertad.

Locura para quienes no lo entienden,


gloria para quienes amamos al Rey,

al verbo que se hizo carne,


que caminó y respiró el mismo aire
que hoy respiramos.

Dejemos que la luz nos alcance.

Dejemos que la luz nos abrace.

Dejemos que la luz nos capture para ser luz.

43
Jonathan Valdez

El encuentro

Todo lo que toco estropeo, intento ser sincero


y me estropeo o eso es lo que creo.

Te miro y me encuentro,
te hablo y me encuentro.

¿Seremos uno?

La duda sigue estando en mí.


Si lo que toco estropeo, no quisiera tocarte.
El miedo me embarga y aun así quisiera
tomarte de la mano.

Cierro los ojos y siento las yemas de tus dedos


acariciando los míos, mi cabeza da vueltas.

No quiero abrir mis ojos pero quiero verte.

Siento el aliento de la esperanza en mis labios,


rogando al cielo espero no haberte estropeado.
Abro los ojos, y te veo, quieta, solemne.
Entera, sin heridas, sin manchas.

Veo en tus ojos un destello del sol;


quisiera nadar en tu mirada.
Se me escapa una sonrisa, quisiera abrazarte
¿Estaré pidiendo mucho?

Me resisto a cerrar los ojos por miedo a que


te esfumes en segundos.
Sostengo la mirada que se funde en la tuya,
en algún momento tendré que dejar de ver.

Me resisto.

Cierro los ojos, y al abrirlos.


Ya no estás.

44
Despojarse

La desesperanza quiere besarme pero no cederé.

Siempre creí que todo lo que tocaban mis manos


se estropeaba pero esta vez no fue así, estoy flotando.

¿Dónde estás? ¿Te volveré a ver?

La esperanza me envuelve, me abriga y el miedo se va,


y la soledad se hace a un lado.

Luego siento una caricia en mi mejilla


y una dulce melodía me seduce, y me invita a bailar.

La paz me abraza y lo entiendo.

Nunca te fuiste, siempre esperaste este momento


y bastó solo un instante para amarte,
mi corazón quedó al descubierto al ser sincero.

Comienzo a caminar y me detengo frente a un espejo,


me sorprendo al ver en el reflejo rastros
de aquel encuentro.

En mis ojos te veo.

Soy sincero, quiero ser sincero porque solo así


podría encontrarte, quiero abrazarte.

Pero esta vez pareciera que no funciona


o no estaré entendiendo.

¿Será que siempre fuiste parte de mí?

Y si así fuese, que espero que así sea,


me basta, soy feliz.

45
Jonathan Valdez

Labios sellados

Nuestros labios están sellados.


El fin del mundo se acerca.
El miedo se vuelve compañero.

Pero... ¿quién podrá romper el sello de los labios?


La fuerza reside en tu esperanza.

Quién sino tú mismo fue el que selló tus labios.


El miedo, aquel que sin darte cuenta se vuelve amigo;
dando consejos al decir
“dormir es mejor que vivir”.
Insoportable congoja son las lamentaciones fúnebres
como presagio del dolor que se avecina.

La carne se resiste.

Abre tu boca, no hay magia de por medio solo palabras


que fluyen con la esencia del alma.
Ellas, sí, las palabras, viajan buscando tierra para poder
germinar y crecer.
Viajan y viajan, incansablemente hasta encontrar
la tierra prometida y así crecer hasta ser un árbol fuerte.
Palabras libertadoras, creadoras que consuelan,
y penetran el pecho de aquellos que las anhelan.

Pero escupe lo que pudre tu ser, aquellas que en un día


de furia tu garganta vuelca sobre tierra,
como un vómito que yacía en tu interior.
Aquellas palabras oscuras son armas destructoras
de corazones y de esperanza.

Escúpelas, deshazte de ellas pero vuélcalas hacia la nada


misma, no sea que tratando de limpiarte lastimes a
alguien.

46
Despojarse

La palabra hablada tiene poder


porque por ella fue creado el mundo visible.

Y nosotros al ser imagen y semejanza


portamos el poder
de bendecir o maldecir.

Pero recuerda siempre


que en esto hemos conocido el amor,
que así como una persona hace cientos
de años dio su vida por nosotros,
así debemos darla,
y eso implica hablar verdad,
hablar amor porque las palabras atan o liberan.
Todas ellas residen en nuestro corazón.

Vida o muerte.

Amor o amor

47
Jonathan Valdez

Los hijos del viento

Todos escuchan su sonido, pero nadie sabe adónde va,


ni de dónde viene, pero corremos detrás de su sonido,
apacible y armonioso; libre de orgullo,
porque nunca es visto,
solo lo sentimos como un alivio cuando el calor nos azota.

Quiero ser el viento.

Soy el viento cuando no busco las miradas.


Soy el viento cuando dejo de ser el centro.
Soy el viento cuando dejo que otros sean mayores que
yo.
Soy el viento cuando me esfuerzo e igual hago silencio.

Trabajando en mi templo, en mi corazón.


El silencio es el fuego que pule las intenciones.
Los granos de arena fueron el alimento para ellos,
los hijos del viento.
Y yo quiero ser uno como ellos pero no puedo
forzar mi nacimiento.
Y espero, aguardo el momento, dejo de ser yo para ser el
viento.

Tiempo atrás fui hoja, me desprendí del árbol


creyendo poder serlo, es decir, como un árbol.
Pero mi independencia causó mi sequedad
y fui perdiendo el verdor.
Veo bailar a las hojas hermanas en las ramas del árbol
y quisiera ser parte.
Mientras me seco en el asfalto gris.

La lluvia me moja y ya no me alimenta


porque no estoy conectado al árbol, solo me causa frío.

48
Despojarse

La tierra del piso se transforma en lodo que comienza


a vestirme.
Perdí el verdor y estoy muy pesada como para volar.
Pero en los cielos, las nubes se agolpan y
comienzan a llorar por mí.
Sus lágrimas me bañan y me limpian y de lejos la voz del
viento se hace sentir, como trueno,
como galope de mil caballos, cada vez más cerca
y solo pienso en morir.
Mientras ese pensamiento comenzaba a entretejerse en
mí,
el viento me asaltó.
Y no sé cómo ni cuándo pero estoy en el aire
y me voy desmenuzando.

Estoy muriendo pero no me duele, me libera.

Finalmente el tallo se esfumó y nací,

soy un hijo del viento.

Soy el viento cuando no busco las miradas.


Soy el viento cuando dejo de ser el centro.
Soy el viento cuando dejo que otros sean mayores que
yo.
Soy el viento cuando me esfuerzo e igual hago silencio.

Trabajando en mi templo, en mi corazón.

El silencio es el fuego que me forja.

Para ser un arma de paz, de amor y dominio propio.

Nací del viento porque el viento así lo quiso.

49
ADMIRACIÓN
Despojarse

Águila guerrera (para mi querida Pastora, Mary ferryra)

Para encontrarte debo buscarte en las alturas


y para entenderte debo fundirme en el viento.

Tus ojos como rubí, saben mirar, saben apreciar.


Porque naciste a partir de un suspiro,
del deseo mas íntimo de un Padre eterno.

Los tiempos decidieron que este sea el momento,


y hoy mis ojos pueden verte.

Oh Águila guerrera,
quien con sus alas cubre a sus hijos,
quien con sus alas juega con el viento.

Las alturas son tu hogar y los destellos


del sol tus vestidos.

¿Qué regalo más bello que tu sonrisa?


Qué tesoro más imponente es tu corazón.

La sabiduría es tu insignia, donde tus luchas


fortalecieron tu andar,
los galones que cubren tus cabellos
son las marcas del mismo amor que te creó.

Como hijo, sigo tus aleteos, volar tan alto como vos.

Oh águila guerrera, corazón bañado en ríos de pureza.

Para encontrarte debo buscarte en las alturas


y para entenderte debo fundirme en el viento.

Oh águila guerrera,
quien con sus alas cubre a sus hijos,
quien con sus alas juega con el viento.

53
Jonathan Valdez

Conversemos

Tus ojos me hablan,


y me invitan a ser parte de la conversación.

Nunca entendí cómo una mirada


puede decir más que las palabras.

Sin embargo, te miro.


Analizo la textura de tus ojos;
los infinitos colores,
son como hojas de otoño.

Te sigo contemplando
y no quiero dejar de mirarte.
Hay más de lo que mi mente puede procesar.

Mi alma lo sabe bien.

Mi corazón atesora cada segundo,


cada movimiento,
cada vestigio de tu corazón,
los almaceno en lo secreto
de mí ser; donde la llave es tu mirar.

Tus ojos me invitan a bailar y juntos,

bailamos.

54
Despojarse

Con el alma en la mano

¿Podrías escuchar lo que jamás pude decirte?

Más de una vez quise confesarte la admiración


que siento por vos, pero mi orgullo
se tragó cada palabra.

Más de una vez quise abrazarte


y expresarte todo mi amor,
pero la razón buscó la excusa
perfecta para no hacerlo.

Más de una vez quise decirte que te amo,


pero el miedo puso grilletes en mis labios.

Mi lengua se ha vuelto paralítica, ya no sabe


articular aquella bendita palabra.

Con el alma en la mano, te hablo.


Por favor, sé paciente conmigo;
hago de lo simple algo complejo.
Pero te amo, y pongo mi vida al ser sincero.

Toma mi mano y caminemos juntos.

Los recuerdos guardados, como libros empolvados,


cobran vida y comienzan a jugar en una armonía
nunca antes vista.

Volvamos a nuestro hogar,


seamos niños otra vez.

Corramos,
que las promesas nos alcancen.

55
Jonathan Valdez

Te vi

Te vi, en un rincón de un cuarto mirándome.

Te vi, y simplemente me quedé estático,


sin poder mover una fibra de mi cuerpo.

Te vi, y no pude decirte nada, tan solo pude mirarte.


La reverencia asaltó mi corazón.

Mi respiración llegó a un estado crítico.

Mis pulmones se rehusaban a seguir recibiendo aire.

Mi corazón no se atrevía a seguir bombeando.

La sangre que fluye por mis venas quedó en pausa.


Cerré mis ojos, no me atrevía a abrirlos.

Te vi, te vi y la grandeza que portabas, y que aún portas,


golpeó con furia mi atrevido deseo.
Quedé tirado en mi cama sin poder balbucear nada.

Te deseaba con todas mis fuerzas, como quien desea


respirar
mientras el agua ahoga los sentidos.

Con todas mis fuerzas te deseaba pero la reverencia


que mi cuerpo, mi mente y mi alma experimentaron,
me dejó abrumado.

A tal punto que los minutos se transformaron en horas,


ya no podía hacer ni un movimiento.

Mi cerebro en su intento de recobrar el control


de la situación enviaba señales a mis piernas,
pero estas no respondían.

56
Despojarse

Seguían en su lugar, quietas,


reverenciando esos ojos

que me miraron con fijeza,


sin titubear, con amor

pero con la autoridad del verbo,


del amor hecho carne;
la sustancia del que todo lo creó con su voz.

Te vi, y no puedo dejar de mirarte, porque en todo te veo.

Sé que no podría sondearte jamás,


tu inmensidad me hace sentir pequeño
tpero tu presencia me hace sentir valiente.

¿Cómo podría preparar mi corazón?

Tanto amor no cabe en mi pecho.

Mis ojos vieron lo que nadie vio,

mis ojos conocieron lo inmensurable

y ya no quiero ni deseo mirar otra cosa

que tus ojos porque los encontré.

Te vi.

57
Jonathan Valdez

Cantora

Cantora risueña,
que disfruta del sol;
adornando la primavera
con sus melodías de flor.

Frunciendo el entrecejo,
interpreta lo que en el aire flota,
lo que cielo habla en códigos,
su noble corazón decodifica.

Tus lágrimas bañaron


la vieja guitarra del sabio.
Cuerdas gastadas por
danzar en tus dedos.
Aquellas melodías que
alguna vez invocaron la tristeza,
hoy consuelan y otorgan libertad.

La sabiduría reposa en tu hombro;


y en tus ojos habita el amor.
De tu boca brota la esperanza;
y en tu andar la libertad.

En un abrazo otorgas el perdón.


El silencio se funde siempre de a dos.
Ya que ningún sonido es mejor
que el de dos corazones reconciliados.

Cantora de la vida.
Cantora del cielo.

Las estrellas adornaron tus labios;


y las constelaciones habitan en tu poesía.
La inspiración fluye como agua de vida;

58
Despojarse

vida que brota de tu interior, inagotable


es aquel don que el cielo mismo te otorgó.

Cantora que eleva su voz.


Tu alma se une al compás eterno.
Los ángeles atentos escuchan
aquella canción que brota
en sincero amor.
Amor que se impregnó,
como perfume fundido en tu piel.

Por donde quiera que la vida te lleve,


tus canciones resonarán eternamente
porque supiste apreciar lo bueno,
lo sincero.

Si algún día intentaran callar tu voz,


no sabrían a quién están callando;
ya que un millar de ángeles
acudirían en rescate
para que nadie te impida
cantar tus alegorías.

Cantora que vuelve


la vida aun más bella.
Cambias los aires lúgubres,
en habitaciones fraternales,
donde volvemos a ser niños
que juegan en el regazo del Padre.

Cantora de la simpleza y los detalles.


Cantora querida.
Nunca te canses de cantar.

59
Jonathan Valdez

Pintora

Él comenzó a trazar las líneas mas finas que nunca


antes existieron.
Llenó sus dedos de colores y en cada rincón de tu ser
él comenzó a pintar.
Cuando separó el cielo del mar también separó otra
sustancia que solo se produce cuando un sentir muy
fuerte
se agolpa en nuestro ser: las lágrimas.

Él las atesora cuando se aventuran por tu mejilla, y sin


que te des cuenta las coloca en su cuadro favorito.
Cuando te escucha reír, los ángeles no se atreven
a emularl porque el suspiro del pintor queda eternizado.

Cuando te ve crear se ve a sí mismo creando;


tus manos pintando son también las suyas.
Él tomó del mar tus ojos, de la miel tus cabellos,
tu piel de las nubes y tu corazón del suyo.

Naciste pintando paisajes con tu voz, y en el secreto,


te dejaste esculpir.
Su voz se mimetiza con la tuya, y los que
te conocemos lo sabemos.
La soledad es tu aliada porque su voz
siempre te acompaña.
Y él sigue trazando líneas finas en tu ser.

Decidiste capturar imágenes.


Decidiste retratar imágenes.
Decidiste cantar imágenes.

Porque eres un reflejo de lo que él es.

En la eternidad él creó la única pintura


capaz de crear otras pinturas,
pero estas tienen vida propia.
Por eso te creó, pintora.

60
Despojarse

El vocero

Tu voz resuena embravecida como un millar


de olas que golpean con furia las rocas;
pero con la tranquilidad del andar de las nubes.

Siempre dispuesto a ser la voz de la sabiduría,


porque ella es tu amiga.

Tus manos son el bálsamo para los cansados


porque encuentran aliento en tus palabras.

Es el hálito mismo del creador que fluye de tu boca.

¿Quién no se sentiría honrado de caminar a tu par?


¿Quién se atrevería a juzgar tu andar?

Si cuando te miramos vemos la firmeza


de la verdad en tus pies.

Incansable vocero.

Incansable amador de lo eterno.

Qué gusto es el mío, al llamarte amigo.

Feliz y siempre presto,


para nadar en el río de la pureza.

No te canses de anunciar las buenas nuevas,


porque tus ojos verán la recompensa,
tus pies caminarán sobre las promesas,
y estaré ahí para alegrarme también.

61
Jonathan Valdez

Piel de marfil

De tu mejilla nacen hoyuelos bella piel de marfil.


La comisura de tus labios como un arco se tensa.

Dispuesta a disparar aquellas sonrisas


que dejaron de existir.

Aquel aliento que escapa de tu boca.


Aquella frase que clavaste en mi pecho.

Más que una pérdida, fue un epitafio;


tierna caricia, como recuerdo eterno.

Fría como el metal, el fin del juego


Piel de marfil, regresa a su origen.

El sollozar de una niña ante dicha pérdida;


las aves se unieron a la voz de la inocencia.

Con expectación el cielo contempló


aquel salvaje corazón que se rehusaba a morir.

Poetisa, guerrera, tú adornabas la belleza.

Las nubes ahora forman tu vestido,


y tus besos son gotas de rocío.

Soy la hoja que la desea cada mañana,


soy la tierra hambrienta de ella.

62
Despojarse

Cedro del Líbano

Mientras acaricias las cuerdas de tu guitarra,


ellas cantan lo que tu alma expresa.
Del lunar de tu oído izquierdo se desprenden melodías
que giran a tu alrededor, juegas con ellas
y te recreas en el amor verdadero.

Tus ojos como cedros del Líbano, color de la guitarra


que reposa en tus manos, aprecian la infinitud de la
creación.
Y en todo eso que ven tus ojos te enamoras
cada vez más de aquel que te amó primero.
Fuiste creada a partir de la melodía del corazón de Dios.
Sus labios entonaron todos tus detalles
sin faltar ninguno.
Es por eso que de tu ser brotan canciones,
porque fuiste creada en un mar de poemas escritos por
los pensamientos de tu amado.

Quien dice amarte debe saber apreciar tus alas,


porque solo así sabrá que fuiste creada para volar.
Tus cabellos son como montañas donde los dedos
de tu amado deciden transitar.
Y sé que así es porque lo veo en tu sonrisa.
Donde descansa tu pureza, y transforma
los corazones al contemplarla.

¿Cómo podría cuidarte?


Amándote despojadamente.
Hablando el lenguaje que creaste al zambullirte en la
fuente de los amores que tiene por nombre plenitud.

Al mirarte aprendo.
Al mirarte siento que estoy cada vez más cerca
de conocer el centro del verdadero amor.
Te miro y aprendo.
Te miro y aprendo...

63
Jonathan Valdez

Seremos

Déjame explorar en tus ojos;


y sentir en el contacto de tus manos la libertad.
No soy dueño de mi cuerpo,
aunque ese es mi anhelo.
Sí soy dueño de un amor el cual protejo.

Invítame a bailar, pero no al ritmo


que la vida ofrece.
Impongamos el tempo y creemos
juntos nuestra sinfonía.

Aprópiate de mis versos, son tuyos.

Aprópiate de mis sueños,


de los cuales ya no soy dueño,
porque son de ambos.

Te espero, ¿me esperas?


Te pienso, ¿me piensas?
Te extraño, ¿me extrañas?
Te amo, ¿me amas?

Hay algo lo cual me aterra.


Y es verte partir pensando que ya no te volveré a ver.
Aunque cada día al despertar, lo primero que mis ojos
ven son los tuyos y quisiera no dormir jamás.

Seré por siempre aquel aventurero


que no tiene miedo de explorar tus ojos.

Seré el artista que no deja de componer


sinfonías a tu lado.

Seré tu compañero, seré tu amante;


seremos por siempre un poema vivo.

64
Despojarse

65
CIUDADANO
Despojarse

Abba

¿Por qué buscamos lo complicado?


¿Por qué buscamos lo incierto?
¿Por qué buscamos lo abstracto y eso nos atrae?
Siempre nos atrae lo inexplicable.

¿Por qué nos divierte estudiar el origen de las palabras


para encontrar mayores significados?
Símbolos esculpidos por mentes mortales
¿Por qué vivimos buscando?
Es como un eterno juego.

Nos aventuramos para encontrar ese tesoro


por el que tanto nos afanamos.
Pero como un niño que nunca deja de ser niño,
que corre, que salta, que baila, que grita y que
vuelve a jugar, que se ensucia sin importar
su apariencia porque es lo que es, un niño;
de esa misma manera mi corazón salta, grita, ríe,
perdona, pero no se ensucia sino que se deja limpiar
por las palabras que viajan en la inmensidad
del tiempo desde el corazón de un padre amoroso.

Abba, una palabra que me encapsula, que me atrapa,


que me envuelve.

Abba. Una sola palabra que basta para satisfacer


por completo mi ser.
Es una delicia, es profunda, es amplia, es insondable.

Abba. Mis labios se sienten poseídos por esa palabra.


Abba, Abba.

Una frase se desprende de mi pecho,


como si por mucho tiempo estuviera
esperando este momento.

69
Jonathan Valdez

Soy ese niño incansable que no hace otra cosa más


que pensar en su creador y como creación
solo puedo decir Abba.

Todo se resume en esa palabra;


cuando la soledad me golpea,
cuando la realidad me escupe,
cuando las miradas distantes
ni siquiera me miran y me pasan por alto.

Solo hay una palabra que es el refrigerio de mi alma,


Abba.

Mi ser se renueva, vuelve a tomar el vigor,


la fortaleza vuelve a su origen, al inicio y al fin;
ser un niño y estar entre sus brazos.

Abba.

Una palabra me encapsula,


me atrapa, me envuelve,
me toma por completo, me posee.
Abba.

Me amarro a esa palabra.

Solo en esa palabra lo tengo todo,


porque en esa palabra te tengo a ti.

Mi bello Abba.

70
Despojarse

Balbucea mi nombre

Muéstrame tu esencia y acaricia mis orejas.


Regálame tu aroma para recordarte en tu ausencia.
Balbucea lentamente mi nombre y emprendamos
juntos el viaje tan deseado entre los mortales.

¿Cuánto tiempo llevas esperándome?


Mi sombra se revela, escapa y se aleja.
Mi nombre ya no resuena en tus labios húmedos.

¿Te has cansado de esperar?


A lo lejos escucho el crujir de dientes,
castañean por el frío o será por la rabia contenida.

La desazón por la pérdida o la frustración


por las malas decisiones.
A pesar del tiempo que pasamos juntos,
siempre escapo de tus manos.

Perdón si me resisto, perdón si me alejo.

Es el miedo a morir y perderme en tus amores.


Pareciera irónico pero mi cuerpo lo predice,
se estremece al oír tu nombre a pesar de que sea
solo un susurro.

¿Tu espera valdrá la pena?


¿Dejarás que acaricie tu rostro?

Soy aquel que teniendo todo busca el fango


para teñir sus vestiduras de barro.
Acaricia mis orejas y balbucea lentamente mi nombre.

El fuego consumirá lo impuro


y así podré estar eternamente contigo.

71
Jonathan Valdez

El Dios del Consuelo

Dios mío, que indagas los corazones


anhelantes de esperanza.

Espíritus quebrantados
escondidos en recintos oscuros.

Extiendes tus dominios en amores


que se entregan
como sacrificio vivo
para salvar almas en pena.

Oh insondable es tu palabra
que resquebraja los corazones
que de barro se hicieron hierro.

Viertes luz al entendimiento entenebrecido.

Desierto que pesa y pone a prueba


corazones dubitativos.
Oasis que se presentan
para recobrar la fuerza de los viajeros.

Viajeros que van en busca del Dios del consuelo.

72
Despojarse

Cuando sea

Cuando sea niño querré ser poeta.


Cuando sea grande quisiera leer los poemas.

Cuando sea anciano querré ser pintor.


Y cuando me muera quisiera que expusieran
todas mis obras.

Cuando vean en cada cuadro los trazos de mis manos


agarrotadas por la vida pero con la firmeza
de haber amado sin temor.

Sabrán que el mayor arte es el plasmar nuestra vida


en los corazones de quienes nos rodean
y dejar en ellas nuestra huella.

El arte de darse, el arte de amarse


es el que realmente vale.

Más que mil escritos, más que mil cuadros.

Más que todas las canciones


que la tierra pudiera haber escuchado.

El arte de darse.

El arte de amarse;
es el que realmente vale.

73
Jonathan Valdez

Creador, creación

Cuando miro el horizonte y veo cómo nace el Sol;


me siento pequeño, aunque sus destellos dan calor a mi
cuerpo sé que se encuentra a millones de kilómetros.

No puedo dejar de mirar el horizonte.


Sigo buscando ese algo que mi alma anhela encontrar.
Las palabras aún lo desconocen y por eso
es imposible describirlo.

Miro el cielo y me pierdo en él.


Miro el mar y el vértigo de saber que
es infinito me absorbe.

Pienso en mis sueños, en mis anhelos y sé que son


tan finitos como un hilo de algodón.
¿El corazón es tan solo carne o hay algo más?

Una brisa susurra Eternidad en mis oídos y su eco


se expande en cada rincón de mi cuerpo.
Mi piel comienza a erizarse, ni los destellos del sol, ni
su calor, jamás pudieron producir el fuego que en éste
instante recorre todo mi ser.
Eternidad. Eternidad.

Mis ojos buscan incansables; mi corazón


se vuelve salvaje,
como si supiera que una persona muy amada
viene al encuentro.

Y así fue...

Corrientes eléctricas recorren mi espina dorsal.


Todo mi cuerpo está en shock pero no me da miedo.
Es una paz que me envuelve por completo
y no la entiendo, pero la amo.

Aunque mis ojos no ven nada siento


al fuego consumiendo mi voluntad.

74
Despojarse

Siento al viento que violenta mi ser; es una frescura


que desintegra toda pesadez y limpia toda la mugre
que aún estaba alojada en los rincones de mi alma.

Miro al sol y aún está lejano.


La noche me abraza y la luna me sale al encuentro.
Toda lejanía se vuelve cercana.
La creación me habla de un creador
y ya nada me parece lejano.

El mar ya no me produce vértigo,


ni el cielo me parece algo imposible
porque sé que la eternidad; que el mismísimo
creador vino para quedarse en mi corazón,
y me basta.
Me basta para vivir.

Cada vez que respiro, cada vez que miro la creación,


todo me recuerda a él.
A ese encuentro que quebró cada limitación
de mi mente para no volver a ser el mismo jamás.
Ya no puedo ser el mismo.

El creador ama a su creación


y nosotros somos su creación favorita,

formados por sus manos por su mismo aliento.

75
Jonathan Valdez

Ser Fe

Dibujar en cemento
escribiendo versos en el cielo.

Bailar en todo tiempo,


ser sincero es el reto.

Encuéntrame en las hojas,


búscame entre las ramas del árbol
que apaña la sabiduría escondida.

Como oro y plata,


es el rostro de las almas
que se han dejado purificar.

Ser.
Fe.

Fuego verdadero.
Ser fiel en todo tiempo.

Ser fe es el fuego verdadero.

76
Despojarse

Despojarse

Quisiera correr con la certeza y la seguridad


de que llegaré a destino pero por donde intento
caminar solo hay explosivos;
decenas de heridos balbuceando maldiciones
porque ya no pueden correr ni caminar;
es decir, perdieron la capacidad de soñar.

¿Y cómo podríamos vivir sin sueños?

La oscuridad se vuelve cada vez más espesa a medida


que más lugar le doy a mi autosuficiencia.

La credibilidad que doy a las palabras;


que como si fuera lodo arrojaron sobre mí
es una carga que no puedo llevar.
Sus opiniones me entierran vivo pero es así
porque yo dejo que así sea.

Estando bajo tierra, el aire del cielo ya no llega


a mis pulmones.
Mis ropas no son más que trapos de vergüenza
y timidez envuelta en lástima propia.

De lejos, como un murmullo apenas perceptible


comenzó a sonar el canto de cientos de aves.
“Despójate”

Intenté de incontables maneras despojarme


de mis harapientos trapos, de la tierra que arrojaron
sobre mí pero fue inútil, mis fuerzas tenían un límite,
y de los confines de mi ser grité por auxilio.
Me rendí.

Y en un abrir y cerrar de ojos del canto que


emitieron las aves comenzaron a crearse raíces,
es como si se hubiese
materializado la libertad misma
y me estaban envolviendo por completo.

77
Jonathan Valdez

Cada raíz quitaba distintos trapos y me vestía con el


follaje
del árbol que se iba formando y yo era parte de él.

Las palabras que una vez


me enterraron desaparecieron.
Las raíces cobraron una altura
que nunca antes conocí.

Mis brazos se volvieron ramas,


mis ojos se volvieron el fruto,
y mis labios el sabor de ellos.

El latir de mi corazón se transformó


en las hojas que regalaban una esplendorosa
sombra a los viajeros.
Ya no me encontraba corriendo, no hacía falta.

El río traía las promesas verdaderas;


las del cielo,
mi trabajo tan solo era beber de ellas.

Los frutos saciaron a mis hermanos, a ustedes.


Las hojas de mis ramas vistieron a los desnudos,
A los desposeídos, los heridos.
Ellas dieron sombra en los días agobiantes,
su fragancia era paz.

Mis ramas fueron el refugio y el descanso de muchos,


y en todo esto entendí que despojarse de uno mismo
es ser uno con el cielo y el cielo ve muy distinto a noso-
tros.

Pero estamos en camino; aprendiendo a ser


buenos y saludables árboles.

78
Despojarse

Siento que...

Siento que escribo


los versos más bellos
invocándote mientras
aún estoy dormitando.

Pero al abrir mis ojos


las palabras se esfuman;
sueño que te sueño,
y olvido que te olvido,
simplemente me pierdo
en tu recuerdo.

79
Jonathan Valdez

El soneto del consuelo

Consuelo es el que sana,


movilizando nuestro ser,
es paz que sacia el alma
embriagándonos de fe.

El consuelo siempre llega


en abrazos y tiernas caricias
y en palabras que animan.
No hay protesta que impida

es que siempre es bienvenida.


Fortalece al débil que
tiempo atrás estaba ciego.

Recibamos el consuelo
que de muchas maneras llega,
dejando en nosotros su huella.

80
Despojarse

Entregarse

Cuesta mucho entregarse por completo.


A pesar de que la entrega es por aquello
que creemos amar y por lo que estamos dispuestos
a pagar el precio que sea y así conquistar dicho sueño.

Sacrificar el tiempo de ocio alimentando la carne;


haciendo crecer la pereza y empobreciendo el don.
Gracia regalada que debe ser administrada
con sabiduría y temor; como a una tierna planta.

Entregarse es parte de crecer, es confiar


en lo que debemos hacer y creer que su final
será como lo imaginamos.

Cada vez que vemos el desenlace de lo que genera


aquello en lo que debemos entregarnos;
sea música, sea arte, sea aquello que nos hace vibrar,
nos devuelve una especie de destino y pertenencia.

Hay mezclas de emociones cuando se comienza


un nuevo viaje.

El desafío es disfrutar de las paradas


que todo viaje tiene; para aprender y meditar
si la siguiente ruta que debemos tomar es la correcta
y así poder llegar a la meta impuesta.

Entregarse y consagrarse a los planes


que trazamos no es algo fácil pero tampoco imposible.

Debemos tener en claro que los sueños se pueden volver


tangibles si dejamos a un lado placeres pasajeros.

Si entregarse es la solución debemos entregarnos


por completo, porque solo cuando nos rendimos
y morimos por los sueños podremos vivir realmente.

Unimos la voluntad del cielo a nuestro corazón,


la Tierra.

81
Jonathan Valdez

Ya no golpeo el aire

Ya no puedo mirar atrás, retroceder no es una opción.


De hecho, nunca tendría que haberlo considerado.

Resistir el golpe, caminar erguido.

Mirar el cielo y sentir su deseo de hacerme más fuerte.

Las heridas que hace tiempo supuraron,


hoy son las marcas de un amor.

Un amor que soplaba vida desde mis labios hasta la fibra


mas íntima de mi ser.

Un amor que responde a mi llamado en la angustia,


y a mis sonrisas solitarias.

Un amor que me vistió de alegría cuando era imposible


tan siquiera pensar en sonreír.

Un amor que me cubrió para protegerme, haciendo de las


alas del Águila guerrera mi refugio.

Un amor que me vistió con las prendas de la realeza


para poder tener el derecho de entrar en la habitación
de un Padre Omnipotente y
así escuchar de sus propios labios,

“Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia”.

Un amor que me invita a caminar todos los días total-


mente despojado de mí mismo para amar como amó mi
Maestro.

82
Despojarse

Un amor que es como un océano de fuego,


en el cual podes zambullirte
y bucear hasta las profundidades
más recónditas y nunca sentirte solo ni vacío,
siempre pleno.

En cada braceada exploro,


son mares de amores.

El fuego me limpia
y hace de mis heridas pasadas
insignias de amor,
de honor y lucha.

Esta es mi lucha,
ya no golpeo el aire
sino que golpeo mi carne, mi ego,
mi orgullo, mi vanidad,
mi lástima propia.

Las golpeo constantemente


hasta transformarlas
en un amor extravagante
en un deseo incansable
de hacer el bien y de no cansarme;
no quiero cansarme,
no puedo cansarme.

Mis fuerzas se renuevan


como las del águila,
que se deja llevar por las alturas;

83
Jonathan Valdez

surcando en el aire
hasta el ojo de la tormenta
solo para alcanzar mayor altura.

Los cielos son infinitos;


por lo tanto,
las alturas son mi anhelo,
mi camino.

Mi espíritu con el tuyo son uno.

Conversando dicen somos uno.

84
Despojarse

Soy poesía

Porque fuimos creados a partir


de un pensamiento
y un deseo del corazón de Dios.

Él es el mayor poeta porque


soy sus palabras en vida.

Soy una poesía hecha carne.

Llevo vocales en mi andar


consonantes que se articulan en mi hablar.

Soy un adjetivo.

Soy el motivo de su inspiración.

Soy cientos de verbos.


Pero solo Él es el verdadero.

Soy un verso que se escribe cada día.

Cuando respiro y pienso.


Cuando lloro y río.
Cuando elijo amarlo cada día
como si fuese el último.

Porque de eso se tratará la eternidad;


de un sinfín de amores,
tanto así que no caben en nuestras cabezas
analíticas, críticas y racionales.

El amor no se mide, ni se estudia,


se vive.

85
Jonathan Valdez

86
Despojarse

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88
J O N A T H AN V A L D E Z

Me considero una persona de mente inquita.


Soy alguien que está en una búsqueda constante de inspira-
ción. De chico me recuerdo escribiendo pequeños poemas
pero no fue hasta mis 14 años que la música apareció en
mi vida y me unió de una forma especial a Dios. Cuando Él
llegó a mi vida llegaron también los sueños y cuando llegan
los sueños también aparecen las distintas situaciones de la
vida o personas que quieren matar esas semillas eternas.

Los procesos de Dios para formar mi corazón no tar-


daron en llegar pero en realidad fueron mis sueños los
que comenzaron a expandirse y a ser transformados.
Si algo arde en mi corazón; es el deseo de que cada per-
sona pueda vivir la voluntad eterna de Dios sin im-
portar su realidad presente, extendiendo el reino de
Dios a través de los sueños que Él depositó y purificó.

Así nació Somos el Consuelo y en ese proceso aún me


encuentro, persiguiendo su voz e intentando ser cada
vez más parecido a quien me llamó, reflejando la be-
lleza de vivir una relación personal con Dios por me-
dio de las disciplinas artísticas y de mi propia vida
siendo la expresión del cielo aquí y ahora, en la tierra.

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89
Somos el Consuelo

Somos el Consuelo es un movimiento creati-


vo de artistas que fomentan el despertar de líde-
res y referentes que, a través del arte y el disci-
pulado, logren modelar y expresar el corazón de
Jesús, así como él modeló y expresó el corazón del Padre.

Como artistas fuimos llamados a expresar la belleza


de Dios y su constante amor por la humanidad y la crea-
ción. Creemos firmemente que las creaciones artísticas;
sea poesía, una pintura o una canción, son simplemen-
te puentes, puntos de conexión entre Dios y la humani-
dad. Por eso, es de vital importancia para nosotros vivir
diariamente una relación íntima con el Espíritu Santo y
enfatizar continuamente en éste punto para que aprenda-
mos a ser amados por Dios y luego nosotros de la misma
forma amar a nuestro prójimo, de esa manera podremos
vivir continuamente inspirados, en movimien-
tos. Solo así seremos efectivos. Creando puen-
tes entre el cielo y la tierra a través de la genui-
na adoración expresada en las distintas disciplinas
artísticas, llenando la tierra del conocimiento de su Gloria.

Creemos que cada persona posee una manera par-


ticular de ver a Dios y eso es lo que arde en nuestros
corazones, el deseo de dar al mundo la visión correc-
ta de quien es Dios y lo que Él dice que somos. Sien-
do nosotros la expresión del cielo, aquí en la tierra.

90
ÍNDICE

11 Verborragia

13 Abril, abrir
15 Aljaba
17 Como hojas
18 Decodificadores
20 Eco
21 Cinceles
23 Ombliguísmo
24 Reconciliación
25 Somos
26 Lazos de un linaje

29 Hallazgo

31 La vida escondida
33 Al silencio
34 Almud
36 Corazón bombeado
37 Encrucijada
39 Engranajes
41 Ciclos
42 Exteriorizar
44 El encuentro
46 Labios sellados
48 Hijos del viento

91
51 Admiración

53 Águila guerrera
54 Conversemos
55 Con el alma en la mano
56 Te vi
58 Cantora
60 Pintora
61 El vocero
62 Piel de marfil
63 Cedro del Líbano
64 Seremos

67 Ciudadano

69 ABBA
71 Balbucea mi nombre
72 El Dios del consuelo
73 Cuando sea
74 Creador, creación
76 Ser fe, fuego
77 Despojarse
79 Siento que…
80 El soneto del consuelo
81 Entregarse
82 Ya no golpeo el aire
85 Soy poesía

89 Acerca del autor

92
93
94
editorial

SOMOS EL CONSUELO

La expresión del cielo en nosotros,


la tierra

otros títulos

El artista - Nair García


Rey Viento - Brenda Dumrauf Tamashiro

somoselconsuelo@gmail.com

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