MDC Especializada en la Comunidad Sorda

TEMA 7

RECURSOS Y MATERIALES QUE OFRECEN LAS INSTITUCIONES

CULTURALES

Objetivos:

Conocer los recursos y materiales y su gratuidad o pago

Generar capacidad crítica para implementar nuevos recursos

Los programas públicos realizados por los lugares de cultura son el eje fundamental de sus
estrategias para atraer a más visitantes al centro y así mismo, obtener más información de las
necesidades de cada uno de ellos. Es un trabajo en dos direcciones, tanto ofrecer al público
una mayor atención personalizada como mejorar e implementar proyectos que cubran
necesidades sociales.

Estos recursos y materiales deben estar en continua revisión, ya que como hemos visto en
capítulos anteriores los públicos van cambiando, y la integración de distintos colectivos cada
vez está más normalizada. Según avanzan otros sectores sociales, los mediadores culturales
tienen mayores herramientas para realizar su trabajo, por lo que el reciclaje y la formación
continua es básica para la adecuación de los programas.

Cumplir el reto de acercarse individualmente a cada persona es difícil, pero pueden agruparse
en distintas programaciones intereses de los grupos más representativos de los agentes
participantes, y ampliar la oferta de actividades, favoreciendo el acercamiento de colectivos
nuevos a la institución.

En los últimos años se han desarrollado programas de todo tipo, bien es cierto que hay dos
líneas importantes de trabajo, una dedicada más específicamente a los profesionales del
ámbito cultural, talleres, conferencias y temas actuales, y otra enfocada al público general, a
partir de actividades categorizadas principalmente por edades.

Los programas didácticos se realizan tanto de manera presencial en la institución, como a

través de colaboraciones con la educación formal en el que el personal de museo se traslada a
la escuela o mediante plataformas on line.

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1- Maleta didáctica

Se trata de un recurso de introducción a la visita al lugar de cultura, considerado como una

síntesis didáctica y de acompañamiento para mostrar el recurso. Los recursos didácticos puede
ser audiovisuales, textos, imágenes, que engloba este tipo de recurso es que son portátiles, es
decir, llevan el mensaje del lugar de cultura a otras instituciones, colectivos, que desean
acercase a la institución. De este modo se abren además nuevas vías de motivación e interés
en los futuros visitantes.

La maleta es una selección de objetos, originales o copias, con documentación de la

institución, que se lleva a la escuela u otro tipo de centro. Las maletas didácticas pretenden ser
un instrumento de apoyo para el trabajo del profesor en el aula, ofreciendo materiales que
recogen un conjunto amplio y diverso de posibilidades para abordar la obra, época o tema
tratado.

Las actividades que integran las maletas didácticas intentan cubrir contenidos de distintas
áreas para formar en los alumnos una visión global y promover la adquisición de
conocimientos asociados con la reflexión y con el ejercicio de habilidades técnicas e
intelectuales.

Puesto que no sólo los conceptos sino también los procedimientos y las actitudes son materia
de aprendizaje, se sugiere una amplia variedad de opciones didácticas y situaciones
comunicativas.

No hay un destinatario único individual, sino un grupo de personas, que gracias al contenido
de la misma podrán conocer un determinada técnica u obra de arte o conocer cualquier hecho
cultural.

La maletas didácticas destinadas a explicar temas y etapas de desarrollo antropológico y

etnológico tienen asegurado el éxito, ya que ponen en contacto directo las piezas reales con el
público. Cerámicas, textiles, herramientas, fotografías, sirven para recrear escenas del pasado
y motivar la futura visita a la institución.

La maleta didáctica más antigua que se realizó en nuestro país fue la del Departamento de
Educación del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, que ofrece una serie de
reproducciones y herramientas sobre el proceso de realización de una escultura policromada.

Os adjuntamos un link del museo Thyssen que explican sus maletas didácticas.

http://www.youtube.com/watch?v=2qnTB1kK71U

El préstamo de las maletas suele realizarse mediante la firma de una hoja de préstamo que le
será enviada cuando se confirmen las fechas, y bajo la responsabilidad de las instituciones que
lo solicitan. Las maletas se devuelven en las mismas condiciones de conservación en que le ha
sido entregada. Si no fuese así, dicha entidad o institución se compromete a correr con los
gastos correspondientes a su restauración.

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2- Visita online
Desde hace unos años el uso de la tecnología se hace más presente en los lugares de cultura.
Por un lado hace accesible el lugar a personas que viven en otra localidad distinta a la de la
institución, así como a personas que por problemas de movilidad reducida no pueden acceder
a la institución de manera adecuada. La posibilidad de interpretar en distintos idiomas la visita
online apoya la accesibilidad a personas de otros países en su lengua nativa.

Las visitas online propician además una planificación previa, que ayuda al visitante a controlar
los tiempos, y la selección de obras que quiere conocer. Es importante generar una visita
online de calidad, ya que como en otras ocasiones hemos expuesto, la originalidad de la obra
se pierde en su reproducción, por lo que se hace necesario el uso de imágenes de alta calidad.
Así mismo en muchas ocasiones no se aprecian bien las inscripciones, el tipo de pincelada,
siendo muy notable la diferencia entre la realidad y la imagen digital.

Es imprescindible realizar un recorrido online idéntica al habitual en la institución, para no

desorientar al público cuando visite presencialmente el espacio.

La visita online no suple la visita in situ, las obras, el ambiente, la experiencia en un lugar de
cultura es única, y jamás nos transmitirán los mismos sentimientos si lo vemos a través de la
pantalla del ordenador. El impacto emocional de ver los objetos en realidad es muy superior a
verlos por ordenador.

El recurso de la visita online es útil tanto en la visita previa como en la posterior, ya que
muchas personas por comodidad no toman apuntes de obras, o autores que les interesan, y el
catálogo no soluciona sus dudas, ya que no recuerdan el nombre y el uso de motores de
búsqueda no cumple sus objetivos. Realizar la visita online ayuda a que dichas personas con
memoria fotográfica encuentren la obra sobre la que quieren profundizar.

La visita virtual además les proporcionará de forma inmediata un nivel de detalles textual
generalmente por encima del que le ofrece la exposición real. Esta visita online puede ofrecer
a los visitantes recursos complementarios como:

- materiales educativos para descargar o imprimir

- oportunidad de interactuar con otros usuarios y/ o expertos en un tema concreto, con foros
de debate, formulación de preguntas a los especialistas de la institución, etc.

- participación en actividades, cursos, talleres, concursos.

La idea de que a través de la creación de webs o visitas online se alcanza a todo tipo de
públicos es errónea, ya que no todas las personas tienen acceso a internet ni conocen su
funcionamiento.

Un buen ejemplo de recurso online es la web del Museo del Prado, que presenta una galería
de imágenes donde seleccionar las obras a estudiar, pero al mismo tiempo plantea tres
recorridos por las salas del Museo, en los cuales se hace una selección de obras dependiendo
de las horas que se desee estar conectado.
http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/

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3- Materiales audiovisuales.
El uso de materiales tecnológicos genera participación, socialización, educación, proyección,
apertura, dinamización... Es durante la última década del siglo XX y los años que llevamos del
XXI cuando se asiste a su entrada total en los espacios culturales, la de los fenómenos
multimedia, la de la integración en los espacios (ya sea de forma virtual o real) de recursos
basados en la informática.

Documentales de la actualidad, informes monográficos, películas de contenido histórico o

informativo del centro, cuya finalidad será educativa, divulgativa, informativa, editorial,
recreativa o utilitaria.

En la creación de cualquier exposición presencial se busca un conjunto de elementos que

puedan estimular al máximo la capacidad receptora del visitante. Un objetivo es enseñar a leer
documentos gráficos e imágenes en general. Es muy útil su utilización para alumnos
especialmente poco motivados o con dificultades.

Documentales de la actualidad, informes monográficos, películas de contenido histórico o

informativo del centro.

Por ejemplo para aquellos lugares con riesgos para la conservación la muestra de videos con
detalle, hace que el poco tiempo que estará el visitante en el propio recurso sea más intenso,
ya que tendrá localizado los detalles más importantes, y será una experiencia más
satisfactoria. Así en la visita a recursos como las cuevas de Altamira que no puede extenderse
más de 20 minutos, los visitantes que previamente hayan visto un video podrán localizar
rápidamente aquello que es más relevante.

Aún así, se ha de tener en cuenta que comunicar contenidos culturales es algo que va mas allá
de la pura experimentación tecnológica. En efecto, un proyecto en donde se prime los efectos
de espectáculo sobre el contenido provoca una confusión del producto final. El uso de las
nuevas tecnologías, así como de cualquier aparato externo a la colección es algo auxiliar que
sirve para la mejor compresión de las ideas expresadas en la colección. Sí no se realizara de
este modo, el resultado a nivel artístico podría ser excelente pero su objetivo como producto
cultural no se habrá cumplido.

Los audiovisuales están dotados de una naturaleza y de un ritmo muy diferente a la realidad
espacio-temporal del recorrido efectuado por el público en la exposición. Por ello, debe
evitarse su instalación en puntos que obliguen al visitante a cambiar de improviso sus pautas
de apreciación.

Podemos definir una serie de características comunes para la mejor apreciación:

• Deben ser accesibles y no entorpecer la circulación dentro del área de exhibición.

• Tienen unas características específicas de iluminación, que no coinciden con los de
los objetos expuestos, por lo que es necesario adaptar un espacio especial para ellos.
Este problema se ha visto resuelto últimamente con las pantallas de plasma que
permiten la correcta visualización de la proyección incluso en condiciones mínimas de
luz.

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• La duración de los audiovisuales debe tener en cuenta las condiciones físicas y de

cansancio de los visitantes. A partir de 15 minutos se deben colocar bancos con
respaldo. Como decíamos en temas anteriores una proyección debe durar sobre 12
minutos, un tiempo mayor incide en perder el ritmo del discurso expositivo.

Otro de los aspectos más interesantes que presentan las nuevas proyecciones de los museos
es el aprovechamiento de la emotividad. Las proyecciones audiovisuales pueden utilizar la
técnica narrativa, la dramática, o ambas a la vez. Pueden utilizar solo la imagen, o también el
sonido, bien como una banda sonora o las palabras. Como ocurre con las películas comerciales,
se pretende de este modo interiorizar en el espectador la significación de los objetos.

La principal ventaja de utilizar estas “películas” en los museos, radica en la posibilidad de

ofrecer una información en un medio que todos conocemos, pero teniendo en cuenta que el
lenguaje verbal del audiovisual divulgativo debe acomodarse a la imagen y, como el de los
textos escritos, tiene que ser claro, próximo al lenguaje cotidiano.

En cualquier caso, lo más importante en todo momento será no perder la verosimilitud en pos
de la espectacularidad.

Advertimos que este tipo de recursos audiovisuales llevan consigo una serie de
inconvenientes; por una parte, con este tipo de proyecciones no interactivas, el visitante que
ha llegado tarde no conoce en qué momento de la proyección se encuentra, provocando un
cierto desconcierto y desinterés. Además, en el caso de reproducciones con sonido, éstas solo
permiten el uso de una lengua, lo cual en ocasiones revierte en problemas de comunicación
para extranjeros o personas con discapacidad auditiva.

Otro elemento que ha sido de gran utilidad a lo largo del tiempo, y que ha sido utilizado desde
mitades del siglo pasado han sido las bandas sonoras. Este elemento, que no utiliza la imagen,
tan solo el sonido, sirve para contextualizar los objetos de la colección mostrada. Grabaciones
de locuciones contemporáneas sobre los hechos o ideas relatados en la exhibición, o sonidos
que remiten a los objetos mostrados, se utilizan fundamentalmente en museos de historia y
etnografía. En su aplicación podemos encontrar algunas de las dificultades ya comentadas en
el uso de audiovisuales, puesto que es evidente que los sonidos pueden disturbar en la visita a
otros usuarios del museo que se encuentren en otras salas. Para evitar estos problemas se han
ideado una serie de soluciones: la utilización de auriculares, que algunos visitantes no
consideran higiénicos y las campanas de sonido, que aíslan el sonido en una zona
predeterminada de la sala en las que se sitúa el visitante y así atender a un fragmento sonoro
explicativo, de ambientación o la narración de un vídeo reproducido en una pantalla de
televisión, evitando la molestia a otros visitantes.

Los modelos de pantallas táctiles son muy diversos, e incluso existen combinaciones con
pantalla de plasma y algún objeto que sirva para interactuar con la aplicación. Además de
utilizarse para la orientación, en otras ocasiones permiten contextualizar los distintos objetos
de una sala de exposición, tanto la función de la pieza como usos diarios o históricos. Cuando
estas pantallas tienen una información valiosa para entender el discurso museográfico, es

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posible que se generen problemas de masificación, porque sólo una persona las puede
emplear en cada momento.

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