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Dia 2:
¿Puede una computadora o máquina mantener una conversación con un humano?
Sí, es posible mantener hoy en día una conversación medianamente lógica con una
computadora, siempre hay un limite para las respuestas que puede llegar a dar la
máquina, debido a que, nosotros, los seres humanos mediante una conversación
expresamos una infinidad de sentimientos y expresiones únicas, mientras que, la
computadora, lo único que puede hacer es simular o intentar continuar una
conversación con datos almacenados y procesados mediante algoritmos que fueron
diseñados desde hace décadas (Test de Turing) y que día tras día logran ser puestos
a prueba para tener como una meta o un software tan capaz y tan "humano" para
poder conversar con un humano como el sistema operativo visto en la película .
Día 3: ¿Cree usted que sea posible crear un vínculo romántico con una máquina?
A día de hoy, no es posible determinar o establecer un vínculo romántico con una
máquina, pero eso no quiere decir que, en un futuro, la humanidad no vaya a ser
capaz de sentir y recibir reacciones emocionales por parte de un sistema. Como
bien sabemos, el humano es susceptible a estímulos tan sensibles y a veces tan
incomprensibles como lo son la atención y el afecto que no muy difícilmente
pueden ser programados.
Día 4: ¿Cómo cambia lo que siente el cerebro con un amor como el que se presenta en la
película Her? ¿Qué es el amor en el cerebro?
Jeff Hawkins fue en científico que explicó cómo el centro era capaz de recordar momentos
al hacer una posible predicción. Según Hawkins “el cerebro funciona sobre la base de la
memorización y el reconocimiento de patrones, de forma que la tarea que realiza el
cerebro” (Hawkins,2005). Opino que este científico trata de aportar a la inteligencia
artificial, pero a su vez trata de justificar varias acciones del cortex que se reflejan en la
memoria, Hawkings también trata de copiar dichas acciones del cortex en un ordenador.
Por lo que parece ser le resulta fácil. Esta podría ser una manera de engañar al cerebro o
atajo ya que, esto a los ojos de otra persona podría resultarle atractivo. Pienso que es un
excelente aporte, aunque realmente deja al lado los sentimientos reales de las personas.
Muchas veces los seres humanos confundimos estos temas relacionados con el amor pero
al haber la posibilidad de encontrar estas características de un posible amor en un cerebro
podría ser un arma de doble filo ya que no son se están percibiendo sentimientos reales por
parte de un ordenador, claramente.
Dia 6:
El filósofo estadounidense John Searle planteó el problema de otra manera respecto
a que si las maquinas pueden pensar por sí solas, a él le parece que sí, he averiguado
y leído varios artículos de este mismo autor respecto a este tema y muchos explican
como las maquinas van a terminar reemplazándonos o complementándonos, otros
artículos se van a una opinión más extrema y piensan que las maquinas van a
terminar dominando el mundo, siendo nosotros los subordinados, en conclusión
pienso que las maquinas ya piensan por si solas, con el avance de la inteligencia
artificial y con el afán de los humanos de que muchas de las actividades las hagan
las máquinas, bien sea para que las personas hagan menos esfuerzo o para que las
grandes industrias hagan de sus procesos algo más perfecto y sin tanta mano de
obra, algo que las grandes industrias verían con visto bueno ya que generaría menos
costo.
William Ross Ashby, resultó ser muy sobresaliente en los avances de la cibernética y
la teoría de sistemas, importantes porque dieron lugar a la IA. Sus estudios
inicialmente tenían inclinación por la psiquiatría. Más adelante publicó su obra
“Proyecto para un cerebro” donde describió su homeostato, un aparato capaz de
adaptarse al medio, comportamientos tales como la habituación, el refuerzo y el
aprendizaje a través de su capacidad de mantener la homeostasis en un entorno
cambiante. En ese tiempo fue descrito como “lo más cercano a un cerebro sintético
construido por el hombre”.
Me parece llamativa la forma en la que piensa e intenta integrar sus conocimientos
psiquiátricos para darles lugar a avances cibernéticos y volverlos más accesibles a
otros círculos profesionales fuera de la cibernética que se interesaran por esto. Aún
no estaba tan arraigada la obsesión por igualar/superar al hombre, únicamente la
idea de querer comprender el cerebro.