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EN NIÑOS. SA.GA.
1. ALCANCE
Enmarca todas las actividades ambulatorias desde la evaluación inicial del paciente de 5 a 18
años, sintomático respiratorio con y sin factores de riesgo para presentar asma bronquial, para
establecer el diagnostico y el tratamiento tanto en la consulta externa como en urgencias.
2. OBJETIVO
Esta guía está dirigida al personal de salud en contacto con los pacientes
en cuestión, médicos generales, médicos pediatras, neumólogo pediatra,
personal de enfermería de la red IPS Colsubsidio de primero, segundo y
tercer nivel.
4. JUSTIFICACIÓN
El asma es un serio problema de salud pública alrededor del mundo, afectando a cerca de 300
millones de personas de todas las edades. Es la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en
pediatría a nivel mundial, su prevalencia ha aumentado a través del tiempo y sigue siendo una de
las principales causas de ausentismo escolar y hospitalización en niños.(1-2)
En la Universidad de Arizona, Martínez y col. Observaron que El 35% de los asmáticos desarrollan
sibilancias antes de los 3 años, el 60% de los anteriores está libre de síntomas en la edad
preescolar. El 15% inicia las manifestaciones después de los 3 años y el 29% continua con
sibilancias después de los 6 años. En Colombia, la prevalencia total del asma es del 24,04 en niños
de 1-18 años. Por ciudades, Bucaramanga y Medellín presentan las cifras más altas, con el 28,8 y
25,1% respectivamente (tablas 1 y 2).(1, 3)
La enfermedad mal controlada ocasiona serias limitaciones en la vida diaria y puede llegar a ser
mortal, aunque esta ha disminuido en el grupo de menores de 4 años, y se ha mantenido estática
para el grupo entre 5 y 15 años, durante las últimas 2 décadas.(3-4)
La enfermedad puede ser heredada de manera poligénica o multifactorial. Más de la mitad de los
niños asmáticos tienen antecedentes familiares de la enfermedad, predomina en el sexo
masculino en niños pequeños y en escolares y adolescentes se hace predominante en el sexo
femenino. La gravedad de la enfermedad se ha relacionado con la aparición de sibilancias antes de
los 3 años, episodios múltiples y la presencia deotras manifestaciones atópicas.
5. SELECCIÓN DE LA EVIDENCIA
Esta guía fue elaborada bajo la metodología de medicina basada en la evidencia (MBE) y contó
con la participación de un grupo interdisciplinario de pediatra, enfermera y epidemiólogo clínico,
con validación por grupo par y personal administrativo.
Para la realización de esta guía se realizó una búsqueda de la literatura en las siguientes bases de
datos MEDLINE, Embase, LILACS y otros buscadores de internet luego se tomaron las guías de
práctica clínica con grado de evidencia adecuados y se llevó a realizar una adaptación, utilizando el
documento ADAPTE. También se utilizaron metaanálisis, revisiones sistemáticas, ensayos clínicos y
la opinión de expertos y por último se llevó a cabo la revisión por pares académicos.
Esta guía será actualizada en 2 años teniendo en cuenta el avance en el tema a nivel internacional.
La socialización e implementación de la guía será realizada de forma presencial y virtual en la
página de aula virtual. Se cuenta con el material bibliográfico completo para soportar las
recomendaciones.
Palabras clave para la búsqueda: asma, sibilancias, tratamiento preescolar, escolar, adolescente.
6. GLOSARIO
Curva Flujo Volumen (Espirometría): es una prueba de función pulmonar que evalúa el volumen de
aire que puede movilizarse dentro y fuera de los pulmones luego de una inspiración y espiración
forzada. Registra el volumen de aire que se respira a través del tiempo.
Capacidad Vital Forzada (CVF): es el máximo volumen de aire que se puede espirar cuando el
sujeto exhala lo más rápido y fuerte posible, después de una inspiración máxima.
Volumen espiratorio Forzado en el primer segundo (VEF1): mide el volumen de aire que se puede
soplar en el primer segundo de la capacidad vital forzada.
7. MARCO TEÓRICO
El asma es una enfermedad multifactorial, de base genética, sobre la que influyen factores
ambientales diversos. En la niñez debe ser considerada como un síndrome, es decir, una
enfermedad caracterizada por signos y síntomas similares, pero de causa no bien especificada, lo
cual dificulta una definición adecuada.(3-4) Sin embargo, el tercer consenso internacional
pediátrico (1998), define el asma como “la existencia de sibilancias recurrentes y/o tos persistente
en una situación en la que el asma es probable y se han descartado otras enfermedades menos
frecuentes”. Esta definición es más adecuada para el lactante y preescolar, en los que en raras
ocasiones es posible utilizar una definición más restrictiva.(6)
A partir de los tres años de edad el cuadro clínico del asma se hace más claro y es después de los
6-7 años de edad es cuando se puede aplicar una definición más fisiopatológica como la de GINA:
Inflamación crónica de las vías aéreas en la que se desempeñan un papel destacado determinadas
células y mediadores celulares. La inflamación crónica causa un aumento asociado en la
hiperreactividad de la vía aérea que conduce a episodios recurrentes de sibilancias, disnea,
opresión torácica y tos, particularmente durante la noche o la madrugada. Estos episodios se
asocian generalmente a un mayor o menor grado de obstrucción al flujo aéreo, a menudo
reversible de forma espontánea o con tratamiento.(1)
Fenotipos de asma
Aunque la fisiopatología del asma está lejos de ser comprendida en su totalidad, sí parece haber
diferentes fenotipos clínicos de del heterogéneo grupo de niños que comparten un cuadro clínico
de obstrucción bronquial recurrente con sibilancias, que han sido caracterizados en diferentes
países (tabla 2).
Fuente: Guía de práctica clínica en el tratamiento del niño con asma. 2010.(3)
Realizada Revisada Aprobada
Nombre: Clara Martínez, Martha Gamarra, José
Nombre: Ana Isabel Roselli Nombre
de la Hoz .
Fecha Marzo 27 de 2012 Fecha Fecha
GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA: ASMA Código:
EN NIÑOS. SA.GA.
Evaluación clínica
El asma es una enfermedad por lo general episódica con períodos de exacerbación que alternan
con otros de pocos síntomas o ausencia de los mismos. Por este motivo el examen físico del
sistema respiratorio puede ser normal sin que esto descarte el diagnóstico. Los episodios
recurrentes de dificultad respiratoria con sibilancias y espiración prolongada son el marcador
típico del asma.(3)
Sibilancias: el niño con episodios francos de sibilancias a repetición documentados por un médico,
tiene asma hasta demostrar lo contrario. La descripción de los padres es menos confiable, el
médico debe esforzarse en aclarar si el ruido del pecho del niño es más bien un silbido o más bien
congestión del pecho que los padres identifican más como un ronquido, además puede haber
confusión con ruidos originados en el tracto respiratorio superior como la respiración ruidosa con
frecuencia presente en el lactante menor o la causada por rinitis o hipertrofia de amígdalas y
adenoides en el niño mayor. De esta manera salvo que la descripción de los padres sea muy clara
siempre habrá un margen de duda al respecto.(4)
Aunque los síntomas de asma son similares en cualquier edad, existen en la infancia rasgos que la
distinguen de la forma del adulto. Las diferencias son más relevantes en el lactante y el preescolar
y afectan al diagnóstico, a la valoración de la gravedad, al grado de control, la evolución y el
tratamiento.(3)
Diagnóstico de asma
El asma usualmente se puede diagnosticar a partir de la sintomatología y de la historia clínica del
paciente. Se debe considerar el diagnóstico de asma si está presente cualquiera de estos signos o
síntomas(3):
Episodios frecuentes de sibilancias, por lo general en más de una ocasión por mes
Tos nocturna, particularmente durante episodios sin infecciones virales
Tos o sibilancias inducidas por el ejercicio, el llanto o la risa
Ausencia de variación estacional en las sibilancias
Síntomas que ocurren o empeoran por humo, olores fuertes, cambios de temperatura
Historia de que el resfriado “se va al pecho” o que dura más de diez días
Síntomas que mejoran cuando se inicia tratamiento para asma
El flujo espiratorio pico (PEF) y la espirometría son las pruebas de función pulmonar más útiles
para realizar el diagnóstico. Hay datos que indican que la vigilancia de la función pulmonar puede
mejorar el control del asma como parte de un plan de acción escrito de autotratamiento y que
estas pruebas pueden ser útiles en los niños con escasa percepción de los síntomas. Sin embargo,
se ha observado que los niños se inventan y comunican de forma errónea los datos del flujo
máximo.(2)
La espirometría es el método de preferencia para medir la limitación al flujo de aire y, sobre todo,
la reversibilidad de la obstrucción. El aumento en VEF1 ≥ 12% o ≥ 200 ml, luego de la
administración de broncodilatador indica la reversibilidad a la limitación al flujo aéreo, lo cual se
correlaciona con el asma.(1, 3-4)
El diagnóstico de asma en niños puede tener mayor dificultad que en adultos porque las sibilancias
episódicas y la tos son síntomas muy comunes (especialmente en niños menores de tres años de
edad). Además, en menores de seis años de edad es muy difícil hacer pruebas de función
pulmonar. Cuanto más pequeño sea el niño, es más probable que un diagnóstico diferente pueda
explicar las sibilancias recurrentes. El diagnóstico diferencial en el niño menor de 5 años se debe
realizar con:
Infecciones
Infecciones recurrentes del tracto respiratorio
Rinosinusitis crónica
Tuberculosis
Problemas congénitos:
Traqueomalacia
Fibrosis quística
Displasia broncopulmonar
Malformaciones congénitas que causan estenosis de la vía aérea
Síndrome de disquinesia ciliar primaria
Deficiencia inmune
Enfermedad cardíaca congénita
Problemas mecánicos:
Aspiración de cuerpo extraño
Reflujo gastroesofágico
El asma sigue siendo una enfermedad que se subdiagnostica, por lo que se considera de utilidad el
uso de un cuestionario sencillo para facilitar el diagnóstico en niños o adolescentes con síntomas
que podrían ser debidos al asma y no han consultado por ello. Dicho cuestionario, denominado
EBS (Easy Breathing Survey), está validado en niños entre los 6 meses y los 18 años de edad y
consta de cuatro preguntas:
La respuesta positiva a una de las cuatro preguntas tiene sensibilidad de 100% y especificidad de
55% en el diagnóstico de asma.(3)
La radiografía de tórax no es una prueba de rutina en la evaluación del paciente con asma, salvo
en los pacientes con sintomatología atípica o cuando sea necesario excluir otros diagnósticos.(3)
El diagnóstico funcional del asma en el niño colaborador (mayor de 6 años) es similar al del adulto.
La espirometría forzada con prueba broncodilatadora es la prueba más útil para el diagnóstico y
seguimiento del asma. La relación FEV1/FVC se correlaciona mejor con la gravedad del asma que
el FEV1 en el niño.
Se considera una prueba broncodilatadora positiva cuando el incremento del FEV1 sobre el valor
basal es mayor o igual al 12%, no pudiendo exigirse la condición de superar los 200 ml por ser
menor el volumen pulmonar y dependiente de la talla del niño.(3)
Las clasificaciones tradicionales basadas en el asma del adulto son difíciles de aplicar en niños,
sobre todo en los menores de 6 años. El asma en el niño es fundamentalmente episódica, en
ocasiones con crisis graves, pero con pocos síntomas entre las exacerbaciones. El nivel de
gravedad depende de los síntomas (número de crisis y situación entre las crisis:
fundamentalmente tolerancia al ejercicio y síntomas nocturnos), la necesidad de broncodilatador
de rescate y los valores de la exploración funcional respiratoria. En niños pequeños en los que no
sea posible realizar un estudio de la función pulmonar (menores de 6 años) se clasifica la gravedad
de acuerdo con la sintomatología exclusivamente. Se puede utilizar la Clasificación del Asma en el
Niño recomendada en el Consenso Internacional Pediátrico.(3)
Es necesario saber que dicha clasificación solo se hace en la primera evaluación del paciente, ya
que en adelante lo fundamental es clarificar si el asma se encuentra controlada o no controlada, y
de esto dependerá el tratamiento.(3)
En el niño se definen dos patrones principales: asma episódica y asma persistente. El asma
episódica puede ser ocasional o frecuente, dependiendo del número de crisis que presente. El
asma persistente en el niño no puede considerarse como leve, sino que al menos es moderada o
grave.(3-4)
Es importante reconocer que la severidad del asma envuelve tanto la severidad de la enfermedad
de base como la respuesta al tratamiento. Por lo tanto algunos pacientes con asma podrían
presentar síntomas severos y obstrucción marcada de la vía aérea pero estar adecuadamente
controlados con dosis bajas de tratamiento. Por lo que se decide realizar la clasificación del control
del asma, los cuales deben ser evaluados en la valoración inicial en los mayores de 6 años y
periódicamente durante el tratamiento.(1)
La tabla 4 describe las características clínicas del asma controlado, parcialmente controlado y no
controlado. En la práctica clínica esta clasificación debe usarse en conjunto con la evaluación de la
condición clínica del paciente y los riesgos potenciales y beneficios de cambio de tratamiento en
los mayores de 6 años o en los menores de años en las citas subsiguientes de control.(1)
La meta del cuidado del paciente asmático es lograr y mantener un adecuado control de las
manifestaciones clínicas por periodos prolongados. El paciente adecuadamente controlado puede
prevenir la mayoría de las crisis, evitar la presencia de sintomatología diurna o nocturna y lograr
mantener su actividad física sin problemas.
La evaluación debe incluir el control de las manifestaciones clínicas y de los riesgos futuros
esperados para el paciente como: exacerbaciones, pérdida de función pulmonar y efectos
adversos del tratamiento. En general, el lograr un buen control clínico del asma resultará en una
disminución del riesgo de exacerbaciones.
8. Recomendaciones generales
El objetivo de esta relación consiste en que los pacientes ganen conocimiento, confianza y
destreza para que asuman un rol más participativo en el manejo de su enfermedad. Se deben
tratar en conjunto las metas de tratamiento y desarrollar por escrito planes de control donde se
revisen periódicamente, el automonitoreo, el tratamiento y el control del asma. Esta aproximación
se ha relacionado con una reducción en la morbilidad. Recomendación A.(1)
Para que la educación sea eficaz, el médico debe interactuar con el niño y su familia, con el fin de
establecer una verdadera alianza terapéutica que garantice el cambio de hábitos y modificaciones
de conducta que permitan una mayor autonomía del niño. Cuando la edad lo permita, el paciente
se debe integrar en la toma de decisiones. Los planes de acción deben quedar escritos y deben
revisarse periódicamente en la consulta externa. Recomendación B.(1, 3)
La educación debe ser una parte integral de todas las interacciones entre el profesional de salud
con el niño y su familia y esta debe ser individualizada. La adecuada comunicación es esencial para
asegurar una buena adherencia al tratamiento y a las recomendaciones brindadas. En la primera
consulta el núcleo familiar debe recibir información sobre la enfermedad, los tratamientos
disponibles y las estrategias para evitar los factores desencadenantes de una manera simple. La
participación del niño con sus opiniones acerca de la enfermedad, el tratamiento y las metas
propuestas es muy importante.. Recomendación B.(1)
En cada control es importante investigar las dudas en cuanto a los síntomas y el tratamiento, así
como revisar la técnica de uso del inhalador y la inhalo cámara y la adherencia al manejo
farmacológico y no farmacológico Recomendación A.(1, 3)
Con miras a lograr mejor control y disminuir la necesidad de uso de medicamentos, los pacientes
deben aprender a identificar y evitar los factores que puedan desencadenar los síntomas, tarea no
siempre fácil por la multiplicidad de los mismos.(1)
Prevención primaria:
-Lactancia materna, con efecto protector en los primeros dos años, efecto que no parece perdurar
en niños mayores. Recomendación B
Prevención secundaria
Busca disminuir la frecuencia de presentación y el empeoramiento de los síntomas con algunas
medidas de manejo del ambiente:
Los alérgenos animales, fundamentalmente de gatos u perros, son causa de síntomas de asma. No
obstante no se ha demostrado que el retirar la mascota del hogar mejore el control del asma.
Recomendación C
Además de la prevención primaria y secundaria, hay otras medidas que se han cuestionado en los
pacientes con asma:
Uso de AINES y acetaminofen: no hay evidencia que su uso en niños predisponga a
broncoespasmo. Recomendación B
Vacunación antiinfluenza: no existe evidencia sólida para apoyar la vacunación universal
contra influenza en pacientes con asma. Recomendación B
Obesidad: la reducción de peso en los pacientes obesos ha demostrado una mejoría
notable en la función pulmonar, los síntomas y el estado de salud. Recomendación B
La actividad física es una causa frecuente de exacerbación de síntomas, sin embargo los pacientes
asmáticos no deben evitar el ejercicio. La sintomatología puede prevenirse con el uso de B2
agonista inhalado de acción rápida previo al ejercicio.
Los programas educativos que permiten a los pacientes adecuar su medicación utilizando un plan
de acción escrito han mostrado ser más eficaces que otras formas de autotratamiento.
Recomendación A
8.3 Tratamiento
En términos generales, el control del asma se evalúa con los siguientes estándares:
Terapia farmacológica
Los fármacos se clasifican en de control o mantenimiento y de alivio, también llamados de rescate.
La terapia inhalada es la piedra angular en el tratamiento de niños asmáticos de todas las edades.
Se recomienda el uso de inhalocámara de 500 ml con mascarilla para los niños menores de cuatro
años, y de 750 ml con boquilla en los mayores de cuatro años.
Los medicamentos inhalados son de efecto rápido, con pocos efectos secundarios, muy eficientes
y seguros. Los inhaladores de dosis medida (IDM) aplicados con espaciador o inhalocámara, son
los ideales para el tratamiento debido a su mayor depósito efectivo pulmonar, menor riesgo de
efectos secundarios y menor costo (tabla 5).
Tratamiento de mantenimiento
Los objetivos de manejo, tanto para controlar los síntomas diarios (dominio de control actual)
como para prevenir las exacerbaciones y la pérdida progresiva de función pulmonar (dominio de
riesgo futuro), pueden alcanzarse en la gran mayoría de los pacientes con un tratamiento
adecuado:
El tratamiento farmacológico debe ajustarse al nivel de control del paciente, sin olvidar la opción
terapéutica más efectiva, y más segura que logre cumplir el objetivo propuesto, que debe ser
valorado de forma periódica.
Glucocortioides: en niños mayores de tres años la eficacia de los glucocorticoides inhalados está
suficientemente demostrada, por mejoría del proceso inflamatorio y de los parámetros clínicos y
funcionales y constituyen la primera línea de tratamiento. Recomendación A.
Antagonistas de los receptores de los leucotrienos: su eficacia está demostrada en el control del
asma infantil, aunque la capacidad anti inflamatoria y la respuesta clínica son menores que la de
los glucocorticoides inhalados, la asociación con estos mejora el control de los síntomas y puede sr
útil para reducir el número de exacerbaciones inducidas por infecciones virales en niños con asma
intermitente.
Cromonas: La eficacia del tratamiento a largo plazo no es superior a la del placebo, por lo que no
se utilizan en población infantil. Recomendación A
Teofilinas: como tratamiento de mantenimiento en monoterapia son menos efectivas que los
glucocorticoides inhalados, si bien, su función antiinflamatoria hace que puedan utilizarse de
forma asociada al glucocorticoide inhalado en casos de asma persistente grave. Recomendación C
Anticuerpos monoclonales anti-IgE: diversos estudios han mostrado eficacia terapéutica en niños
mayores de 12 años con asma atópica persistente moderada o grave insuficientemente
controlada. Recomendación C
Medicamento Dosis diaria baja(µg) Dosis diaria media (µg) Dosis diaria alta (µg) ¤
¤ Los pacientes considerados de alta dosis diaria, excepto aquellos que lo utilicen por periodos cortos,
deben ser remitidos a un especialista para la evaluación, para considerar combinaciones alternativas de
los controladores. Las recomendaciones de dosis diaria alta son arbitrarias. El uso prolongado se asocia
con mayor riesgo de efectos secundarios sistémicos
* Aprobado para usar vez al día en los pacientes leves
Fuente: Guía de práctica clínica en el tratamiento del niño con asma. 2010
A continuación se explicarán los pasos del modelo de tratamiento según el nivel de control del
asma (tabla 7).(1, 3-4)
En los raros casos de intolerancia a los agonistas adrenérgicos B2 de acción corta, se recomienda
utilizar un anticolinérgico inhalado como medicación de alivio.
En este nivel también pueden utilizarse como tratamiento alternativo los antagonistas de los
receptores de los leucotrienos o antileucotrienos (montelukast, zafirlukast y pranlukast).
Están especialmente indicados como alternativa en pacientes que no pueden o no desean recibir
glucocorticoides inhalados, que tienen efectos adversos con los mismos o que tienen dificultades
con la técnica de inhalación.
Con esta combinación disminuyen los síntomas, mejora la función pulmonar y se reducen las
exacerbaciones y el uso de medicación de alivio de forma más pronunciada que aumentando la
dosis de glucocorticoides. No obstante, es necesario hacer una adecuada evaluación
individualizada del riesgo/beneficio con ambas estrategias. Los B2 de acción prolongada nunca
deben utilizarse en monoterapia.
Otra alternativa en este nivel es aumentar la dosis de glucocorticoides hasta dosis moderadas. Esta
es la opción preferida en niños. Recomendación A
Paso 4: medicación de alivio (“rescate”) más dos o más controladores. En la medida de lo posible
los pacientes que no logran el control con tratamientos del paso 3 deben ser referidos a un
pediatra. . El tratamiento de elección en estos pacientes es la combinación de un glucocorticoide
inhalado con un LABA, o la asociación además con antileucotrieno o una teofilina de liberación
continuada
En los niños menores de 5 años, con mal control del asma con los medicamentos aliviadores, está
indicado el uso de una dosis baja de esteroides inhalados o un modificador de leucotrienos.
Recomendación B
Seguimiento
El tratamiento inicial se debe mantener al menos durante tres meses antes de establecer su
efectividad en alcanzar el control. si con buena adherencia y adecuada técnica con el uso de dosis
baja de esteroide inhalado, en este tiempo no se logra el control, la mejor opción es duplicar la
dosis de esteroide. La adición de un modificador de leucotrienos también debe ser considerada,
como tercera línea.(3)
Fuente: GINA. GLOBAL STRATEGY FOR ASTHMA MANAGEMENT AND PREVENTION. 2011
no logran control adecuado en el paso 4 (aliviador más dos o más controladores) se consideran
como asmáticos de tratamiento difícil. Estos pacientes pueden tener respuesta escasa a esteroides
inhalados, por lo que requieren dosis altas, la diferencia de las que necesitan los pacientes con
control fácil. Sin embargo, no hay evidencia para respaldar la continuidad de dosis altas más allá
de seis meses.
Debido a que son muy pocos los pacientes completamente resistentes a los esteroides, estos se
mantienen como la terapia básica, mientras se investigan o se tienen en cuenta otras
posibilidades, tales como:
Comorbilidades: otras enfermedades que tengan los pacientes pueden agravar su asma:
sinusitis crónica, reflujo gastroesofágico y obesidad con apnea obstructiva del sueño han
sido diagnosticadas en pacientes con asma de control difícil, así como trastornos
psicológicos y psiquiátricos
Hay pocos estudios sobre el tratamiento de niños pequeños en crisis asmática, por lo que este se
basa en la experiencia clínica y en la extrapolación de datos obtenidos en niños mayores.
INMINENCIA DE
LEVE MODERADA SEVERA PARO
RESPIRATORIO
SINTOMAS
SIGNOS
Frecuencia Ligeramente
respiratoria aumentada Aumentada Muy aumentada
Movimiento
paradójico
Uso músculos toraco-
accesorios y tirajes No Común Usualmente sí abdominal
Inspiración y
Sibilancias Fin de espiración Toda la espiración espiración Ausentes
Ausencia por
Presente 10 - 25 Presente > 25 fatiga
Pulso paradójico Ausente < 10mmHg mmHg mmHg respiratoria
FUNCION
<50% ó <100
FP% >80% 50-80% <L/min
Normal (no
PaO2 (aire ) necesario) >60 mmHg <60 mmHg*
Fuente: Pediátrica. Guía de práctica clínica en el tratamiento del niño con asma. 2010.(3)
Los pacientes deben tener la educación suficiente que les permita el reconocimiento de la
exacerbación o crisis, y como comenzar el manejo en la casa .En los episodios leves se debe iniciar
el tratamiento en el hogar con agonistas adrenérgicos β2 de acción corta con inhalocámara (2-4
puffs cada veinte minutos durante una hora). Se continúa de forma frecuente, según la gravedad y
respuesta del paciente. Si no se logra tendencia clara a la mejoría, el cuidador del niño debe
agregar prednisolona oral (1 mg/kg) y debe buscar evaluación médica. Los pacientes con episodios
moderados y graves deben ser tratados rápidamente en el servicio de urgencia. Se analizarán los
medicamentos de utilidad en estos pacientes: agonistas adrenérgicos β2 de acción corta,
levosalbutamol, bromuro de ipratropio, glucocorticoides, metilxantinas, antibióticos, salbutamol
intravenoso, sulfato de magnesio, adrenalina, antileucotrienos, heliox y óxido nítrico inhalado. El
esquema de manejo se presentará en el Anexo 2.
El salbutamol en IDM se aplica en dosis de 2-4 puffs cada veinte minutos por dos horas,
espaciando las dosis de acuerdo con la gravedad y la respuesta del paciente. El salbutamol
nebulizado se administra en dosis de 2,5 mg (< 2 años de edad) y 5 mg (> 2 años de edad), cada
veinte minutos por dos horas, espaciando luego la dosis de igual forma que con el IDM.
Levosalbutamol
Es una molécula modificada con el fin de minimizar los efectos adversos. Estudios aleatorizados
controlados en niños comparan el levosalbutamol con el tratamiento combinado de salbutamol
racémico con bromuro de ipratropio, en los que no se ha demostrado ningún beneficio comparado
con dicha combinación, en la necesidad de hospitalización o en la dificultad respiratoria. Sin
embargo, sí existen datos que sugieren que el efecto broncodilatador del levosalbutamol es
superior al del salbutamol (usados ambos como únicos medicamentos).(3)
Bromuro de ipratropio
Se ha demostrado su al asociarlo con agonistas adrenérgicos β2 de acción corta, durante los
episodios moderados a graves aunque los datos en niños pequeños son contradictorios y
limitados.
La dosis para nebulizar es de 250-500 μg (20-40 gotas) y con IDM es de 40-80 μg (2-4 puffs) cada
4–6 horas.
No reemplaza a los agonistas adrenérgicos β2 de acción corta y no se recomienda como
monoterapia. La adición de bromuro de ipratropio al β2 de acción corta agrega poco beneficio en
términos espirométricos.
Glucocorticoides
Han demostrado su eficacia usados en forma temprana. Se prefiere la vía oral a la parenteral. No
hay suficientes datos que soporten el uso de corticoides inhalados en crisis asmáticas. La dosis
recomendada de prednisolona es de 1-2 mg/kg/día, de deflazacort 0,22-1,65 mg/kg/día, de
metilprednisolona 1-2 mg/kg/dosis cada 6 horas y de hidrocortisona 10 mg/kg/dosis inicial y se
continúa con dosis de 5 mg/kg/ cada 4-6 horas. Si se piensa suspender antes del día diez, no es
necesaria la disminución progresiva.
En los pacientes que usan corticoides inhalados de mantenimiento se debe continuar a la dosis
que venía recibiendo antes de a la exacerbación. El corticoide nebulizado (budesonida) o inhalado
no debe reemplazar al corticoide oral o parenteral en el tratamiento de pacientes en crisis. Todo
paciente que consulta por crisis de asma se considera que tiene asma no controlada y debe iniciar
un corticoide inhalado.
Metilxantinas
No hay datos que confirmen mayor beneficio de su uso, comparado con los agonistas adrenérgicos
β2 intravenosos: se ha demostrado leve disminución en el requerimiento de oxígeno y en la
estancia en UCI (Unidad de Cuidado Intensivo). En ataques graves puede administrarse aminofilina
intravenosa en bolo de 5 mg/kg/, seguida de infusión continua (0,9 mg/kg/hora) hasta alcanzar
niveles séricos de 5–15 μg/ml.
Antibióticos
La administración de antibióticos es excepcional, ya que la mayoría de estos episodios son
desencadenados por infecciones virales. Sin embargo, algunas crisis de asma en niños mayores lo
son por infecciones de gérmenes atípicos. Hay algunos estudios sobre el papel inmunomodulador
de los macrólidos en asma.
Salbutamol intravenoso
El tratamiento intravenoso en niños con asma grave es controversial. Hay pocos informes de
respuesta clínica en pacientes que no hayan mejorado con micronebulización continua con
betamiméticos. Incluso, se ha llegado a proponer en vez de la infusión continua sola, la utilización
de bolo endovenoso de salbutamol (15 μg/kg por cinco minutos), seguido por infusión continua (1-
5 μg/kg/min) con el fin de potenciar la micronebulización continua con agonistas adrenérgicos β2,
con mejores resultados clínicos (disminución de requerimientos de ventilación mecánica) y con
menores efectos secundarios, por lo tanto no se recomienda su utilización de rutina.
La hipocaliemia es el principal efecto adverso de estos medicamentos, por lo que los pacientes
deben estar estrictamente monitorizados.
Sulfato de magnesio
La experiencia sobre la seguridad del uso de sulfato de magnesio en niños es limitada. Hay datos
que sugieren que puede proveer broncodilatación adicional cuando se da en conjunto con
broncodilatadores estándares y corticosteroides. La terapia con sulfato de magnesio puede
disminuir la necesidad de intubación endotraqueal y ventilación mecánica.
Se sugiere que su uso temprano mejora la función pulmonar y las tasas de hospitalización. Sin
embargo, su indicación se restringe a pacientes asmáticos en crisis grave que no responden al
tratamiento convencional. La dosis es de 30-50 mg/kg/bolo.
Adrenalina
No hay estudios que muestren beneficios de la epinefrina inhalada comparada con los β2
selectivos. Además, se asocia con más efectos adversos. Se usa por vía subcutánea en reacciones
anafilácticas.
Antileucotrienos
Los cisteinil leucotrienos han mostrado ser potentes mediadores de la inflamación y
broncoconstrictores en pacientes con asma, lo que se demuestra por niveles elevadamente
marcados durante los episodios agudos. Con base en diversos estudios se sugiere el uso de los
antileucotrienos para el tratamiento del paciente crónico, con pocos estudios en el asma aguda y
solo uno en la niñez.
El montelukast oral (4 mg) ha mostrado más efectividad que el placebo en niños entre 2-5 años de
edad con crisis leves a moderadas, disminuyendo significativamente la dificultad respiratoria
durante las primeras cuatro horas y sin requerir cantidades extras de esteroides. Sin embargo, su
papel en el asma grave o con esteroides orales es desconocido.
Heliox
La combinación de helio y oxígeno disminuye el esfuerzo respiratorio y mejora la ventilación por
medio de la reducción de la turbulencia del flujo, dado que produce disminución de la densidad
del gas en la vía aérea.
Sus efectos no son trascendentales, constituyendo solo una medida transitoria mientras las otras
medicaciones actúan, sin datos que soporten su uso de rutina en caso de urgencia. Su uso se limita
por no poderse usar con concentraciones de oxígeno inferiores a 40%. Si se utiliza para nebulizar
los agonistas adrenérgicos β2, se deben usar flujos más altos porque las mezclas afectan el tamaño
de las partículas aerosolizadas.
8. ACTIVIDADES
Enfermería
- Tener conocimientos básicos sobre el asma y sobre el tratamiento farmacológico y no
farmacológico
- Identificar la sintomatología de las crisis asmáticas
Realizada Revisada Aprobada
Nombre: Clara Martínez, Martha Gamarra, José
Nombre: Ana Isabel Roselli Nombre
de la Hoz .
Fecha Marzo 27 de 2012 Fecha Fecha
GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA: ASMA Código:
EN NIÑOS. SA.GA.
Médico general
- Diagnóstico inicial.
- Clasificación.
- Detección de factores de riesgo para neumonía grave
- Remisión manejo urgencias según criterios.
- Explicar de una manera adecuada dosis, horario, vía de administración y días de
tratamiento.
Vacunación
- Vacuna conjugada antineumococo contra siete serotipos
- Mínima edad para recibir la primera dosis: seis semanas.
- Prematuros: a la edad cronológica, como todas las vacunas
- Mayores de siete meses que no recibieron vacuna previamente: dos dosis, con dos meses
de diferencia. Refuerzo a los doce a quince meses de edad
- De 12-23 meses: dos dosis, con dos meses de diferencia
- De 24–59 meses: se recomienda en niños con alto riesgo de infección invasiva por
neumococo (enfermedad de células falciformes; otras hemoglobinopatías; disfunción del
bazo y asplenia; positividad para HIV; enfermedad crónica cardíaca; enfermedad crónica
pulmonar excluyendo asma, excepto si usa dosis altas de esteroides; diabetes mellitus,
fístulas de LCR, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, falla renal y síndrome
nefrótico): dos dosis con dos meses de diferencia234
- Niños sanos (de 24- 59 meses): una dosis
- Prioridad: en niños de 24-35 meses y en niños de guardería. La vacuna es segura e
inmunogénica en todos los niños sanos de 24-59 meses de edad.
10. Anexos
Anexo1. Diagnóstico de asma en niños mayores de 5 años
Realizada Revisada Aprobada
Nombre: Clara Martínez, Martha Gamarra, José
Nombre: Ana Isabel Roselli Nombre
de la Hoz .
Fecha Marzo 27 de 2012 Fecha Fecha
GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA: ASMA Código:
EN NIÑOS. SA.GA.
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