Estados de ánimo.

Una mirada desde el Coaching*

+Resignaciòn: estado de ánimo que tiene la creencia oculta de que nada de lo que se haga
puede cambiar una determinada situación. La persona resignada cree que es realista y
tiene numerosos juicios para fundar su realidad. De esta manera, la persona resignada se
percibe atrapada y que no puede hacer nada para cambiar la situación.

Algunas consideraciones:
• Juzgo que algo en el futuro no puede cambiar.
• Las cosas no van a cambiar, no importa lo que hagamos.

+Posibilidad: mientras la resignación de define por la clausura de posibilidades futuras, la

posibilidad se define por la identificación de amplios espacios de intervención a través de un
cambio de observador sobre la manera en que la persona se para frente al futuro y percibe
su espacio de posibilidades. El estado de ánimo de posibilidad es una mirada en donde el
futuro se percibe como un vasto espacio de posibilidades de acción y donde las acciones
poseen una gran capacidad generativa y por lo tanto de construcción de nuevas realidades.
En algunas ocasiones las personas verbalizan: “ya he probado todo y no tengo los
resultados que quiero!”. En este ejemplo hay una creencia que es que como ser humano es
posible haber probado todo los comportamientos y acciones posibles. Si examinamos este
juicio en detalle, podríamos ver que es fácticamente imposible haber probado todas las
acciones posibles.

+Resentimiento: estado de ánimo que tiene una conversación subyacente en la cual

interpretamos que hemos sido víctimas de una acción injusta y en la que alguien aparece
como culpable por lo que nos sucede (una persona, un grupo de personas, toda una
categoría de individuos, o incluso la vida misma o el mundo entero).
En este estado de ánimo es frecuente que la persona haga una declaración en donde el
pensamiento es : “aquel que cometió la injusticia, pagará por ello.” Aparece así el deseo de
venganza como subproducto habitual del resentimiento. Este estado de ánimo, se asemeja
mucho a la ira. La principal diferencia reside en que la ira se manifiesta abiertamente y el
resentimiento permanece escondido. Permanece como una conversación privada.

“El resentimiento es un estado de ánimo que esclaviza a quien lo padece.” Nietzsche

+Aceptaciòn: a este estado de ánimo, lo podemos definir como lo diametralmente opuesto

al del resentimiento. Exige una expresión de reconciliación. Decimos estar en paz cuando
aceptamos vivir en armonía con las posibilidades que nos fueron cerradas. Estamos en paz
cuando aceptamos las pérdidas que no está en nuestras manos cambiar. No debe creerse
que aceptar implica no hacer nada, de hecho diseñar un reclamo (en términos legales
puede significar desde recurrir a un profesional hasta llegar a interponer una demanda ,
luego de etapas posibles de negociaciòn y mediación por ejemplo, ver alternativas nro. 4 y
5).- La diferencia estará dada por la actitud y conversaciones internas que tenga la persona,
al emprender la acciòn, cuando esta fuera necesaria. Por supuesto, que en muchas
ocasiones, seràn necesarios procesos de ser escuchado, de hacer catarsis y de elaboración
del conflicto y/o duelo en muchos casos, como paso previo al presente estado de
aceptaciòn.
Existen diferentes alternativas para pasar del resentimiento a la aceptación:
1. Examinar los fundamentos de los juicios que tenemos.
2. Declaración personal que dé por cerrado el pasado.
3. Diseñar una conversación de reclamo.
4. Declaración de perdón.
5. Declaración de término de relación

Fuente parcial: Escuela de Formaciòn de Líderes. Buenos Aires.Argentina.