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Introducción al Maquetismo y Modelismo

Bienvenidos a este rincón de la red para los que quieran entrar en el fascinante mundo de la
construcción de maquetas o modelos a escala.

Novedades (Febrero/2015)

Empezamos una serie dedicada a las maquetas en escalas pequeñas. En el apartado Mejora
y detallado está el primer artículo:

1. 1. Vehículos militares a escala pequeña

En el Glosario se puede encontrar la definición de las palabras más desconocidas, con


enlaces a la Wiquipedia en español.

Desde el mapa del sitio se puede acceder al índice temático de los artículos publicados
hasta la fecha.

Novedades (Enero/2015)

Estrenamos el nuevo año con la ayuda de una serie de artículos donde su autor nos explica
cómo conseguir una zona de trabajo transportable para hacer nuestras maquetas, y que
podremos llevar a nuestro rincón preferido; algo muy útil para los que no disponen de un
espacio permanente. Además se incluyen unos extras que podemos hacer, con o sin zona de
trabajo transportable.

Lo + básico > Maquetismo en cualquier lugar

1. ¿Por qué necesitamos una zona de trabajo transportable?


2. Cómo hacer una zona de trabajo transportable
3. Usar la zona de trabajo transportable
4. Hágaselo usted mismo
5. Complementos para la zona de trabajo

Sin novedades (Noviembre y Diciembre/2014)

Es una pena decirlo, pero de nuevo nos vemos forzados de nuevo a realizar una larga pausa.

Los deseos para estas fiestas los guardamos aquí... 


Y queremos volver el año que viene con más tiempo y nuevos artículos para todos.

Novedades (Octubre/2014)

Pese a lo comentado el mes pasado, se han revisado, corregido erratas, y ampliado el tema
más básico sobre las escalas de las maquetas, dando un vistazo a lo que se ofrece en el
mercado.

Escoger una escala:

1. ¿Cuáles son los pros y contras de las distintas escalas?


2. Aviones, helicópteros y aeronaves
3. Carros de combate y vehículos militares
4. Automóviles y otros vehículos civiles
5. Motocicletas y otros vehículos similares
6. Barcos y similares
7. Figuras
8. Lo que ofrece el mercado

Novedades (Septiembre/2014)

Con lo que se publica este mes, damos por terminado el tema más básico sobre las escalas
de las maquetas.

Volver poco a poco tras 10 años en primera línea.


A pesar de haber vuelto, la pausa involuntaria y forzosa nos ha hecho pagar su precio, como
perder las primeras posiciones en Google, o que el servidor de la dirección
http://maquetismo.fateback.com nos mantiene bloqueado el acceso a los aficionados, y sin
dar una explicación.
Así que ahora estamos en esta dirección: http://usuaris.tinet.cat/maquetas/

Novedades (Agosto/2014)

Este año no paramos por vacaciones. Continuamos el capítulo dedicado a los temas más
básicos, reflexionando sobre el tema de las escalas de las maquetas.

Novedades (Julio/2014)
En esta ocasión abrimos un breve capítulo dedicado a los temas más básicos, reflexionando
sobre el tema de las escalas de las maquetas.

Novedades (Junio/2014)

Estamos de vuelta.

Ha pasado un largo período de tiempo sin novedades, por motivos de fuerza mayor. Y
ahora, presentar el primer artículo de la nueva temporada.

En el apartado Dioramas nos estrenamos con un diseño simple y sencillo de realizar:

 Una base para realzar una maqueta

Desde aquí se quiere ayudar y dar las bases para cualquier aficionado, sea del tema que sea
y trabaje con el material que prefiera, aunque el mercado se orienta en su mayor parte a las
maquetas de plástico.

A través de los distintos apartados se darán a conocer las técnicas básicas para el trabajo
con todo tipo de materiales, las herramientas y su uso, los pegamentos, las pinturas, etc.

Cómo realizar el montaje de los modelos básicos de maquetas y como mejorarlas, pues tal y
como salen de la caja tienen piezas de tamaño excesivo y con frecuencia carecen de
numerosos detalles. Además de cómo pintarlas y darles un buen acabado.

Se dedica un apartado exclusivo para el tema de las figuras y otro para la construcción de
dioramas donde exponer las maquetas.
Lo + básico

¿MAQUETISMO O MODELISMO?

Para empezar se intenta explicar cómo denominar este (nuestro/vuestro) hobby. Para ello se
transcribe un artículo aparecido en el foro de Panzernet.

Modelismo-maquetismo, por Miguel Jiménez Miguel Jiménez Mig

Esto no está sacado de ningún libro en concreto pero este es el concepto básico que se
estudia en una universidad de Bellas Artes:

El modelismo a escala es una interpretación de la realidad de un modelo original pero en


una escala inferior o superior a la normal para ser utilizado como original o modelo a
seguir.

En una escala de «realismo» del 1 al 10, considerando que el objeto real es «1» y una
interpretación abstracta en 2 dimensiones es «10», un modelo a escala puede ocupar la
posición 4 o 5 en esta escala de valores, siendo una reproducción realista del modelo el
valor más cercano a «1».

El modelismo es diferente al maquetismo, realmente nuestra afición es el maquetismo.

El maquetismo es la representación de un modelo real mediante una maqueta técnica que


puede representar al modelo con más o menos precisión, pudiéndose centrar en algunos o
todos los aspectos del modelo original.

Por ejemplo, una maqueta de una urbanización donde solo se representan las calles y
volúmenes, o una maqueta de la estructura de un edificio.

La maqueta puede ocupar una posición de «7» u «8» en la escala de «realismo».

Por lo tanto, podemos deducir que lo que hacemos todos los días con nuestros modelos de
Tamiya o Italeri es maquetismo y no modelismo.

Tan solo hacen modelismo aquellas personas que hacen modelos para ser utilizados como
un original, es decir, los que hacen masters.

Cuando compramos una caja de Tamiya deberíamos decir «hemos comprado una
maqueta» y no un modelo.
El modelo seria el master que tiene Tamiya en su fábrica.

Pero el concepto de modelismo a escala surgió cuando en un principio casi no existían


maquetas y la gente debía hacerse sus propios modelos.

Hay una gran diferencia de conceptos entre MODELO, ORIGINAL y MAQUETA.

Cuando usamos una pieza para usarla de modelo para hacer una maqueta, realmente
deberíamos decir que estamos usando un original para hacer un modelo que quizás después
sirva para hacer maquetas a partir del modelo.

Aunque hoy en día, todos estos términos se utilizan de maneras muy diversas para definir
distintas cosas, pero desde un punto de vista artístico lo correcto es lo anteriormente citado.

Cuando nos referimos como «modelo» a una chica o chico que visten de moda en una
pasarela, nos referimos que «modelo» es el referente a seguir para después producir la
moda de la temporada.

En modelismo, el modelo seria la reproducción de un «original» real, como un tanque.

Si el modelo que hacemos es en una escala diferente al del original, entonces hablaríamos
de modelismo a escala.

Si de ese modelo a escala se obtienen «copias» diríamos que esas copias del modelo son
maquetas del original.

«Teoría de la escultura», Universidad de Bellas Artes de Salamanca

Mig Jiménez

Comentario final:

En nuestro caso, refiriéndonos a la construcción de maquetas, diremos que cuando estamos


montando un kit, el producto obtenido es una maqueta.

En los casos en que es necesario realizar una investigación histórica para construir una
pieza estaríamos realizando un modelo. Toda la información así obtenida, incluyendo
planos, datos técnicos, y el propio modelo constituirán una guía para la construcción
posterior de maquetas que pueden reproducir todo o parte de los diferentes aspectos del
modelo.
ANTES DE EMPEZAR...

El montaje y la pintura de maquetas y figuras son aficiones que nos pueden hacer pasar
horas muy entretenidas y crear, con el paso del tiempo, una colección de maquetas, figuras
y dioramas. Pero para poder disfrutar de esta afición hay que tener en cuenta determinadas
precauciones.

Destacaremos las siguientes:

Utilizaremos sustancias con componentes químicos que son tóxicos. Las pinturas, el polvo
que suelta la resina cuando es tratada, los disolventes como el alcohol o el aguarrás, que
preparan las pinturas para su uso con aerógrafo o a pincel, o incluso las gotas de pintura en
suspensión que quedan en el aire mientras se utiliza el aerógrafo... Todo esto lo podemos
respirar y puede ser muy perjudicial para la salud. Para evitar todo ello hay que trabajar en
lugares abiertos y con buena ventilación. Cuando se esté pintando con aerógrafo o
utilizando resina, es recomendable ponerse una mascarilla de tal manera que al respirar no
traguemos esas sustancias.

Evitar fumar o encender fuego cerca del lugar donde se esté trabajando. Algunas sustancias
que se utilizan son inflamables y, por ello, peligrosas.

Cuidado al usar las cuchillas u otras herramientas de corte. Podríamos provocarnos


dolorosos e importantes cortes.

El pegamento de cianocrilato es particularmente peligroso, ya que seca en muy poco tiempo


y es difícil de retirar de la piel. Mucho cuidado con tocarnos los ojos mientras estamos
pegando algo.

No chupar los pinceles. Utilizar un paño que no suelte pelo.

Lavarse las manos después de trabajar. Si es posible, utilizar guantes de plástico o látex.

Cubrirse los ojos con gafas, sobre todo cuando se esté cortando, limando o utilizando
materiales metálicos.

En general hay que usar, como siempre en la vida, el sentido común y evitar los peligros de
cualquier actividad, incluida el maquetismo.

No es querer meter miedo ni quitar las ganas de disfrutar haciendo maquetas, es sólo
advertir sobre las precauciones que hay que tomar para poder disfrutar plenamente de esta
afición.
LA INMENSIDAD DEL MERCADO

Hace años la producción de maquetas a escala estaba controlada por unas pocas marcas que
ofrecían maquetas de plástico inyectado, y dado que el número de novedades no eran
demasiadas, el aficionado podía adquirir los modelos específicos para su «colección» sin
problemas. Eso ya es historia.

Después se pasó a un período de dudas, inestabilidad y desorientación sobre los gustos de


los aficionados, que propició la aparición de las resinas a gran escala; al mismo tiempo
desde Extremo Oriente nuevas marcas de varias naciones en auge se sumaron al mercado.

Las orugas de eslabón individual y los fotograbados junto a los nuevos materiales como
vinilos, provocaron en los establecimientos especializados una incapacidad para adquirir
todo el producto ofertado; además, el apartado de pinturas siguió un rumbo similar.

El resultado fue un auténtico caos y falta de información, que ha llegado hasta nuestros
días. Nunca se sabe del todo qué productos se pueden adquirir y en muchos casos no se
encuentran fácilmente, sólo un peregrinaje de tienda en tienda permite recopilar lo
necesario, incluso contando con la ayuda de Internet.

Prácticamente todos los vehículos o aviones que se nos ocurran están fabricados en algún
tipo de material, o lo estarán pronto.
La calidad ha subido hasta alturas casi insuperables (y aún existen casos contrarios, con
productos de baja calidad para el exigente mercado actual); también los precios han seguido
caminos paralelos (y eso antes de la dichosa «crisis».).

El apartado de las figuras y complementos se divide y subdivide, aportando más ofertas y


también confusión.

Todo ello lleva a preguntar: ¿existen tantos aficionados en el mundo?

En cualquier caso, lo único cierto es la amplitud de opciones donde elegir.

Prácticamente se pueden encontrar todos los elementos necesarios, tanto para completar las
maquetas como para confeccionar cualquier diorama; solo hace falta que la capacidad
económica del aficionado sea suficiente para soportarlo.

Hágaselo usted mismo...


Pero si no queremos depender de los caprichos del mercado o de la economía, siempre
podemos recurrir a nuestra habilidad y construirnos las piezas que necesitemos nosotros
mismos («scratchbuilding»), incluso toda la maqueta completa.

DIFÍCIL CONVIVENCIA

...o como empezar en esta afición y no morir en el intento.

Todo aficionado, una vez inmerso en esta afición, va adquiriendo conciencia de lo difícil
que resulta mantener las maquetas en buen estado de presentación, limpieza y su
mantenimiento periódico, que incluye muchas veces alguna reparación, alguna restauración
integral o reconstrucción, o dar pie a una aventura de mayor envergadura (entrar en el
mundo del «scratchbuilding», o dicho en cristiano, el «hágaselo usted mismo»).

Los principales y a veces condicionantes aspectos para mantener una buena colección
podrían resumirse en los siguientes:

 Tener un lugar apropiado para trabajar (tema tratado primero en Técnicas básicas > El
lugar de trabajo, y después en la serie Lo + básico > Maquetismo en cualquier lugar).
 Un lugar para la exposición, bien sean estanterías (abiertas o cerradas), vitrinas, etc.
 Mantener todo ello en orden y limpio... y mucha «habilidad» para protegerlo de las
«manitas» de los pequeños (hijos, sobrinos, nietos, etc.) y de las mascotas, según el caso.
 Y también de cualquier persona (esposa, pareja, madre,...) que en un intento de mostrar
buena voluntad hacia nosotros se ofrecen para limpiar y ordenar estos «espacios».

Cuestión de sexo...
Pese a pecar de «machista», la verdad es que no abundan las féminas maquetistas si lo
comparamos con el total (no conozco a ninguna personalmente, aunque haber, hay). Y por
supuesto, se puede aplicar lo mismo a los varones no-aficionados.

¿Quién no ha quedado desolado al ver a una de sus piezas más queridas rota en varias
partes, algunas de ellas desaparecidas por la enérgica acción de un... plumero?

¿Quién no ha recordado a Herodes cuando alguno de los pequeños tomó por «juguete» una
vieja maqueta descatalogada y difícil de encontrar?

¿Quién no tiene una mascota, y se ha acordado de quien se la regaló, cuando el pobre


animalito hace caer alguna maqueta demasiado accesible o ha curioseado por entre nuestro
expositor?

Ese es el momento cuando hay que explicar amablemente a la «autoridad familiar» que se
le permita a uno mismo mantener la limpieza y el orden de estos «espacios»; cuando hay
que educar convenientemente al «peque» en la idea de que tal «juguete» no lo es, y que se
trata de algo «valioso» para nosotros.

Y también, en su caso, la mascota debe ser advertida, como corresponda, para que se aleje
de estos lugares;  mejor aún, evitar que pueda acceder a ellos (aplicable también a los
«peques»).

Ante todo esto, también surge el problema de escoger adecuadamente el espacio para el
montaje y la exposición, como si de un museo se tratara. Así iremos organizando el espacio
disponible, nunca suficiente, exponiendo piezas que estarán por un tiempo a la vista, para
luego pasar a ser guardadas cuidadosamente en cajas.

Nada mejor que seguir algunos consejos elementales para facilitar la convivencia:

1. Respecto a la zona de trabajo, terminada la labor, guardar todo sobre lo que se esté
trabajando en cajas, lejos del acceso de «visitas» no deseadas.

2. Respecto a la zona de exposición, lo ideal es contar con vitrinas que, aunque no


contengan toda la colección, permitan presentar un buen número de maquetas o dioramas,
manteniendo el resto en cajas a buen recaudo, debidamente identificadas.

La ubicación de las piezas dependerá del grado de «tolerancia» que se consiga ante la
«autoridad familiar».
Es importante reconocer aquí que variar la exposición de forma periódica permite mantener
una rotación de toda la colección, aprovechando para pasar una inspección y limpieza para
luego ser guardada para una posterior exposición.

Los lugares de exposición deberán ser considerados «de acceso restringido», sobre todo
para que no lleguen los «peques» ni las mascotas.

3. Respecto a la limpieza, debe hacerse con extremado cuidado. Es una oportunidad para
examinar detalladamente las maquetas y ver qué necesidades de mantenimiento o refuerzo
necesitan.

La limpieza se hará inicialmente «soplando» aire para luego, con un pincel viejo, pasarlo
por los rincones más inaccesibles. Por último volver a «soplar». 

No debe descartarse un lavado. En este caso hay que prestar atención a que las calcas se
hallen debidamente protegidas y utilizar una solución de agua y detergente (mejor jabón de
glicerina, pues los detergentes comunes suelen contener productos químicos muy agresivos
que pueden afectar a la pintura) para lavar todos los detalles con un pincel. Tras enjuagar
detenidamente, se secará bien al sol, o bien con un secador de pelo a mínima potencia.

Por último realizar una revisión exhaustiva para detectar alguna pieza despegada o rota para
poder repararla adecuadamente.

4. Mantener un control periódico de la zona de exposición, realizando como mínimo una


limpieza mensual, aunque dependerá siempre del grado de exposición (más o menos
abiertas).

Con todo ello podremos disfrutar, además  de nuestra afición, de los «peques», de las
mascotas y del entorno familiar en general.

EL «EFECTO ESCALA» Y LOS COLORES

Nota:
Hay que tener en cuenta que las muestras de color de esta página son solo aproximaciones
de los colores reales, y también influirá la calidad gráfica del ordenador.

Un tema a menudo pasado por alto es el efecto de la escala en la pintura. La pregunta a


responder es: ¿Debería compensarse el «efecto escala» al pintar una maqueta?

Para responder esta pregunta debemos recordar que las maquetas son copias de objetos
reales. Es cuestión de perspectiva. Por ejemplo, un modelo a escala 1/35 visto desde 30 cm.
debería verse como el objeto real desde una distancia de 10'5 metros. Y así mismo, un
modelo a escala 1/48 o uno a escala 1/72 vistos a 30 cm. de distancia deberían verse como
si el objeto real estuviese a 14'4 y 21'6 metros, respectivamente.
En un día cualquiera, las imágenes que percibimos en nuestros ojos nos dan una impresión
visual de tamaño, distancia y color. Al mirar objetos a gran distancia nos da la impresión de
que tales objetos, en cierta forma, han cambiado sus colores. Este efecto es conocido como
«perspectiva atmosférica». La atmósfera no es totalmente transparente. Vemos las cosas
mirando a través de un filtro, por así decirlo.

Los objetos vistos desde lejos no son perfilados y claros. Aplicándolo a las maquetas,
mientras más pequeña es la escala, más lejana parece. A escalas como 1/144, la
«perspectiva atmosférica» contribuiría a la «des-intensificación» del color. En las escalas
mayores, como 1/24, el color sería más cercano al real.

Esto tiene que ver con la «intensidad» de la pintura. Básicamente, la «intensidad» es la


cantidad de gris en un color. La «intensidad» de un color como el rojo abarca desde el rojo
puro, en el lado más intenso, hasta el gris rojizo en el lado menos intenso.

Para un purista, debería añadirse gris para rebajar la «intensidad» de un color dado. Sin
embargo, si uno intenta rebajar la «intensidad» de un color sutil, como un azul cielo claro,
el gris tendería a desbaratar el delicado equilibrio del color y posiblemente alterar el
«matiz».

Debe tenerse en cuenta que existen varias clases de gris y que algunos de estos también
darían un efecto discrepante en cuanto al color final. El problema se resuelve mejor
utilizando el color blanco como medio de «des-intensificación».

Verde oscuro a escala 1/1, 1/35 y 1/72

| |

A primera vista parece que por añadir blanco se alteraría el valor (la claridad o la
oscuridad) y no la «intensidad»; o sea, que realmente no se «des-intensifica» el color. Ésta
es una posibilidad. Sin embargo, los colores de camuflaje tienen una «intensidad» muy
baja. Básicamente esto quiere decir que la mayoría de colores de camuflaje están ya en el
lado más gris de la escala. Por consiguiente, sumar gris no es la solución a la «des-
intensificación».

Si el color en escala real ya contiene un exceso de gris, añadiendo blanco en lugar de gris se
añade una sombra más ligera al gris, lo cual a su vez reduce la «intensidad» del color. La
adición de blanco no cambia el color real («matiz»). El blanco reduce el valor del color,
pero esta es su ventaja.

Se sabe que las grandes áreas de color a la luz del día tienden a verse más claras que las
pequeñas porciones del mismo color, a causa de que las áreas mayores reflejan más luz.
Todos estos factores tienden a surtir efecto ventajosamente en el «escalado» del color.

La cantidad de blanco necesario para lograr el resultado deseado puede variar de persona a
persona, pero daremos una referencia bastante cercana al ideal:
 para la escala 1/32 (y su equivalente 1/35), un 7%
 para la escala 1/48, un 10%
 para la escala 1/72 (y su equivalente 1/76), un 15%
 para la escala HO (y su equivalente 1/87), un 20%

Hay que remarcar que los ejemplos citados corresponden principalmente a colores de
camuflaje.

Azul claro a escala 1/1, 1/35 y 1/72

| |

El color blanco puede ser utilizado directamente sin más cambios. Debido a la
yuxtaposición, los colores claros darán la apariencia de ser algo más oscuros cuando estén
situados al lado de colores oscuros. Si uno pinta totalmente de blanco un modelo, por poner
un ejemplo, sería mejor «romper» el color blanco con gris añadido aquí y allá. Si no, se
obtendría un resultado final monótono, que técnicamente puede ser correcto pero
ópticamente poco real.

La misma situación se aplica a las superficies de aluminio. Sirve el mismo ejemplo dado
para el color blanco; añadiendo gris al aluminio se obtendrán mejores resultados que
añadiendo blanco. A parte de estos dos ejemplos, todos los demás colores pueden ser «des-
intensificados» de forma segura añadiendo el color blanco.

Más o menos...
Los porcentajes y los ejemplos de pintura de esta página son para dar una guía práctica. Es
responsabilidad de cada uno realizar sus propias pruebas antes de la aplicación real de la
pintura.

BUSCANDO LA PERFECCIÓN
LAS MAQUETAS (o KITS) DE PLÁSTICO

El nivel de acabado que podemos encontrar en las maquetas de plástico es notable. Basta
con echar una mirada a alguna página web o revista especializada para darnos cuenta de la
perfección a la que se ha llegado, con técnicas de pintura muy depuradas en las que se
consiguen acabados de gran realismo y fidelidad. Incluso los más pequeños detalles quedan
fielmente reflejados gracias a la perfección del fotograbado.
Muchos aficionados principiantes quedan un tanto perplejos al observar la perfección que
presentan determinadas maquetas. Semejante realidad les lleva a dos actitudes: la de
renuncia o la de curiosidad.

Nunca debemos optar por la primera; hay siempre que pensar que si lo ha logrado una
persona, uno también es capaz de hacerlo.

Para ello lo primero que necesitamos es sentir curiosidad; experimentar los sistemas o
procedimientos que se han seguido en esa obra, pensando que el maquetismo o modelismo,
aunque exige unas habilidades manuales (y artísticas) innegables, no es una actividad sólo
abierta a unos pocos privilegiados. Con interés y trabajo todo se puede alcanzar; sólo hay
que seguir los consejos y cumplir etapas por las que ya han pasado esos aficionados.

Por muy complicado que nos parezca una tarea, no hay que desanimarse. Hay que seguir un
proceso lógico: investigar sobre planos el desarrollo; qué materiales se han utilizado; ser
meticulosos en el montaje; y, ante un reto importante, investigar que herramientas existen
para solucionar determinados problemas.

MANIPULACIÓN DE MATERIALES

El tradicional defecto que venía representado por la irrealidad de algunas piezas ahora está
resuelto con la gran oferta de complementos y añadidos, sean en plástico, en resina o en
metal. Además, la buena calidad de las piezas para conversiones, realizadas en resina y/o
metal, propician la realización de múltiples variaciones sobre los mismos modelos.
También es cada vez más frecuente encontrarse con transformaciones muy notables. El
aprendizaje del manejo de las planchas de plástico como material base para todo tipo de
trabajo es esencial. Contribuye a ello la notable oferta de diferentes accesorios en plástico
inyectado, en resina y en metal, de modo que apenas es necesario complementarlos con
diferentes tipos de alambres de distintos metates: hilos de cobre, latón o acero, con los que,
bien manipulados, podremos conseguir cualquier pieza.

Las facilidades de que actualmente gozan los aficionados son muchas, pero un buen
detallado en fotograbado exige un trabajo extra de gran precisión; una resina, por muy
buena que sea, siempre podrá mejorarse con piezas añadidas por nosotros.

Latón...
Un material ideal para la realización de piezas pequeñas y fácilmente maleables es el latón
con el que se realizan los collarines de algunas botellas de vino y cava/champán.

HACIA LA PERFECCIÓN

Aunque el superdetallado y la transformación sean los tipos de trabajo más habituales una
vez superado el nivel de aprendizaje, cada vez es más frecuente encontrar piezas
enteramente construidas por los aficionados.

Es lo que se conoce como scratchbuilding o, abreviando, scracht, aunque el termino en


castellano más correcto sería «construcción integral».

El planteamiento en un principio puede asustar a los menos experimentados, pareciendo


una tarea casi imposible. Fue así durante años, pero actualmente es mucho más accesible
gracias a las nuevas herramientas, materiales y técnicas.
Necesidad de método y de información

La preparación de un modelo de construcción total tiene también su método que


normalmente comienza por la realización de un despiece en papel sobre unos planos;
elaboración y ajuste de las piezas previas; y traslación a lámina de plástico para su cortado.

Una buena norma que el aficionado debe seguir es no tirar nunca una pieza, sino guardarla
adecuadamente almacenada, ya que en el momento más inesperado puede surgir la
necesidad de su uso. También es una buena medida recopilar kits que otros amigos no
quieran por viejos; siempre se les podrá sacar algún partido.

La gran cantidad de accesorios existentes nos facilitará mucho la labor de superdetallado o


de construcción integral, Pero en la labor por realizar hay que recapacitar y plantearse muy
bien las necesidades, habilidades y objetivos. El maquetismo y el modelismo son una
actividad muy satisfactoria, mas puede llevarnos a la ansiedad si nuestras ambiciones están
muy por encima de nuestras posibilidades.

Buscando el color perfecto

No hay que volverse loco buscando y discutiendo sobre los colores perfectos de «tal» o
«cual» camuflaje (sea avión, carro de combate, barco, uniforme, etc.) ya que debido a las
condiciones ambientales, dilución y origen de la pintura, métodos de aplicación, etc. estos
podrán variar de un vehículo a otro.

Incluso en vehículos civiles (automóviles, motocicletas, etc.) podemos discutir si tal color
«Rojo Ferrari» es, o no, suficientemente rojo.

El objetivo principal a la hora de pintar una maqueta es que a su autor le guste el


acabado.

Así de simple. Con lo que si se quiere pintar un carro de combate, un avión (o un


submarino, rememorando la vieja película «Operation Petticoat») o cualquier otro tipo de
maqueta, de color rosa para que haga juego con el coche de la Barbie, uno mismo (lo único
importante es que quede bien, es decir, con su envejecimiento correspondiente...).
Incluso uno puede inventarse algunos camuflajes, ya que por las fotos e imágenes
conocidas de tantos y tantos conflictos repartidos por todo el mundo, existen infinidad de
variantes y algunas de ellas muy originales, por lo que el camuflaje que uno haga podría
haber sido realizado perfectamente por alguna tripulación durante «su» guerra.

Probar cosas nuevas

Para los maquetistas interesados en la Segunda Guerra Mundial, los vehículos de combate
alemanes constituyen una fuente casi inagotable de material.

La multiplicidad de modelos, las diferentes variantes de los mismos, la riqueza de sus


esquemas de camuflaje, la abundancia de material de referencia, y el mito y la leyenda que
acompañan a algunos de estos vehículos y sus tripulantes constituyen un tema apasionante.

Dentro de la amplia gama de términos que conforman el glosario de características de estos


vehículos, no hay una palabra de despierte tantas sensaciones de aprehensión y frustración
en un modelista como la de Zimmerit (ver la serie de artículos Mejora y detallado > El
zimmerit).

Este tipo de sentimientos se ven alimentados no solo por la compleja variedad de patrones
de Zimmerit (ver el artículo Mejora y detallado > El zimmerit. Patrones) utilizados por el
ejército Alemán durante la guerra, sino probablemente también debido a la confusión
generada por la gran cantidad de maquetistas que proclaman el haber encontrado el modo
más fácil y los materiales más adecuados para simular el Zimmerit a escala, mostrando unos
montajes espectaculares.

Desde ese mismo momento uno empieza a preguntarse qué método seguir (en Mejora y
detallado > El zimmerit. Cómo reproducirlo. Opciones pueden verse unas cuantas formas
de reproducirlo, cada una con sus propias ventajas e inconvenientes).

Y ahí empieza el calvario para uno. Ensaya de todo.

Uno prueba el pirograbador, y solo se obtienen resultados desastrosos.


Uno experimenta con la masilla. Para uno no es fácil obtener una capa fina y uniforme y
que luego no se estropee durante el trabajo, y cuesta quedar satisfecho con el acabado final.

Uno hace pruebas con plastilina, engrudo, arcilla, etc. y se llega hasta la locura de intentar
hacerlo con cualquier cosa cuya textura asemeje patrones de Zimmerit.

Al final, con una profunda frustración, uno decide tratar de conseguir alguno de los
productos que algunas marcas comercializan para los patrones de Zimmerit, pero la realidad
es que en algunos casos es difícil de conseguir, y en otros muchos sale caro, sumado al
hecho que el acabado y el resultado final que se obtiene no siempre es suficientemente
realista, según la opinión de algunos aficionados experimentados (opiniones no siempre
bien intencionadas).

Si bien es cierto que es muy importante la calidad y las características de los materiales con
que se trabaje, no lo es menos la facilidad con que uno se adapte al uso de los mismos. Así
tenemos que con los mismos materiales que un maquetista consigue trabajos
espectaculares, otro maquetista encuentra serias dificultades para realizar un trabajo
aceptable.
Cuando todo falla...
Y si al final uno acaba demasiado estresado, puede recurrir al «kit de emergencia»:

CONCLUSIÓN

Solo queda decir que este breve artículo no pretende descalificar las técnicas y los
productos conocidos (y en ese caso, ¿para qué molestarse haciendo este sitio web?), sino
simplemente animar a todo maquetista a desarrollar sus propias técnicas y a tener
curiosidad por probar cosas nuevas.

Maquetas de plástico
Vehículos militares

Las maquetas de vehículos militares (carros de combate, vehículos blindados, etc.) gozan
de una enorme popularidad, siendo objeto de las primeras experiencias por parte de los
maquetistas noveles.
Aunque...
...antes de que nadie diga nada, sí, las maquetas de aviones también tienen mucha
popularidad y hablaremos de ellas también, pero personalmente soy más «fan» de los
vehículos militares.

Generalmente, se empieza con las escalas más pequeñas: 1/72 o 1/76, para después fijarse
casi definitivamente en 1/35, con alguna incursión en otras escalas como la 1/48 o la 1/25.

Las opciones existentes dan lugar a diversos niveles de acabado. Se pueden realizar
magníficas maquetas con sólo montar y pintar bien tal y como vienen en la caja. Con la
experiencia acometeremos tareas más difíciles empleando los fotograbados de latón y las
resinas.

Tratamientos específicos

Es esencial al iniciar la construcción de una maqueta de un vehículo militar tener muy claro
el fin de la misma, pues de ello dependerá el tratamiento a realizar.

Normalmente suelen darse dos supuestos: El primero sitúa el vehículo como un elemento
aislado para ser exhibido en colección.

La tendencia habitual en estos casos es no alterar excesivamente la forma del modelo,


procurar resaltar los detalles y una pulcra ejecución del montaje, para después, con la
pintura, realizar una técnica embellecedora que realce los detalles peculiares del modelo en
cuestión.

A estas maquetas se les suelen dar «envejecimientos» y algo de polvo, pero sin pasarse,
pues lo importante es el vehículo en sí y sus formas características.

El otro supuesto sería el encaminado a ubicar la maqueta en un terreno o un diorama. En


este caso habrá que determinar el grado de deterioro del vehículo y el terreno por donde
transcurre la acción, para en su caso modificar las suspensiones de modo que se adapten de
forma realista a las irregularidades del suelo.
Las maquetas más modernas suelen tener las suspensiones móviles, lo que ayuda a
colocarlas en la forma correcta. En caso de rigidez de estas piezas, será necesario realizar
cortes y adaptaciones hasta conseguir nuestro objetivo. En este supuesto habrá que tener en
cuenta el comportamiento y la mecánica de los diferentes sistemas de amortiguación: por
ejemplo, se adaptan de forma muy diferente unas ruedas con suspensión independiente de
las que tienen un eje común.

Pintura y deterioro

El tratamiento de la pintura también estará influido por el ambiente. El grado de desgaste es


muy variado según los climas. Los desiertos, las zonas tropicales o las húmedas y frías
tundras provocan efectos muy diferentes sobre la conservación de la pintura de los
vehículos.

Un efecto muy extendido es hacer grandes manchas o churretes de óxido en los carros y en
algunos vehículos; esto es contraproducente. Sólo se producen manchas de aceite,
combustible o grasa.

Para que una parte oxidada de los vehículos chorree tiene que haber permanecido durante
mucho tiempo al aire libre, como les ocurre a los situados en frentes de guerra estáticos en
épocas de lluvia; a los depositados en almacenes de chatarra; o a los vehículos destruidos y
abandonados en medio del campo, que incluso pueden haber sido presa del fuego. Estos sí
son presa fácil del óxido que de forma abundante invade el metal desprotegido.

Por tanto, determinar el grado de deterioro de un vehículo es importante. Pero siempre


tendremos en cuenta sus funciones y se procurará ser mesurados en los tratamientos, si bien
es cierto que la fisonomía de la máquina tiene que contar su propia historia. De la habilidad
y conocimiento de las técnicas adecuadas para conseguir este «envejecimiento» dependerá
el atractivo final de la maqueta.

ESCOGER UNA ESCALA

Queremos empezar una nueva maqueta, y ya no es la primera, pero ¿qué escala vamos a
escoger? Dependerá del tema del modelo a reproducir; también dependerá de qué
características uno encuentra más interesantes.
Algunos aficionados prefieren trabajar con una única escala de forma permanente, incluso
sin tener en cuenta la temática. Esto permite las comparaciones de tamaño y deja combinar
varios modelos en un diorama. También reduce el tiempo que uno puede perder buscando
una maqueta al visitar cualquier tienda o catálogo, pero solo uno mismo puede decidir si
eso es una ventaja o no.

Asimismo, aunque muchos suelen construir un diorama pequeño con una maqueta o dos,
pocos son los que construyen escenas grandes con gran cantidad de maquetas.

Algunos aficionados, sin embargo, prefieren trabajar con una escala u otra, según sus
preferencias en ese momento, y esa es también una decisión correcta. A diferencia de los
aficionados a los ferrocarriles o al radio-control, todas las maquetas no necesitan ser de la
misma escala. A muchos suele gustarles el cambio ocasional de escala, lo cual da más
variedad y aumenta las opciones, pues hay más modelos donde elegir y se puede
aprovechar lo mejor de cada escala.

Escalas "equivalentes"

¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Aquí ofreceremos algunas opiniones, sin tener en consideración el tema del precio, porque
aparte de ser muy subjetivo, las maquetas de escalas mayores muchas veces cuestan menos
si tenemos en cuenta las horas de trabajo, comparadas con sus equivalentes en escalas
pequeñas, simplemente porque las maquetas de escalas más grandes tienden a ser más
complicadas y ofrecen más oportunidades de superdetallarlas. Por ello el precio final no es
probablemente un factor tan importante como pueda parecer. Lo realmente importante es
durante cuánto tiempo disfrutaremos al construir, modificar y pintar cada una de nuestras
maquetas.

¿El tamaño importa?

Claro que sí. Que sea más grande no es siempre que sea mejor, y que sea pequeño puede ser
incluso más que atractivo, puede ser lo más práctico.

Veamos una comparativa sencilla. En la foto se pueden ver distintas maquetas de un mismo
avión (un N.A. P-51 Mustang), creadas por un mismo autor, que muestran con mucha
claridad las grandes diferencias que se producen al utilizar distintas escalas. Desde delante
hacia atrás, las escalas de la maqueta son: 1:144, 1:72, 1:48, 1:32, y 1:24.

El mismo avión a distintas escalas


ESCOGER UNA ESCALA - AVIONES, HELICÓPTEROS Y AERONAVES
¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Aviones a distintas escalas

ESCALA 1:24

Pros: Maquetas grandes, realmente grandes. Con espacio de sobra para los detalles. Las
piezas son más fáciles de manipular que en las escalas más pequeñas. Quedan
impresionantes cuando se han terminado. Se pueden combinar con maquetas de automóvil
o ferroviarias en un diorama (si es que tenemos el espacio suficiente para uno de ese
tamaño)

Contras: Maquetas grandes, realmente grandes. Pueden verse "desnudas" si no se detallan.


Relativamente pocos modelos disponibles en los catálogos. Pocos accesorios disponibles en
el mercado para superdetallar o decorar.

En resumen: Grande, si tenemos espacio y el modelo que uno desea está disponible en el
mercado.

ESCALA 1:32 Y 1:35

Pros: El tamaño es espectacular. Las piezas son más fáciles de manipular que en la escala
1:48. Tienen posibilidades de combinarse en dioramas con maquetas a escala 1:35, si uno
es un poco flexible en la exactitud de la escala y se escoge con cuidado el modelo. Las
maquetas a escala 1:35 encajan perfectamente, por supuesto.

Contras: Las maquetas terminadas son un poco grandes para el tamaño estándar de
muchos modelos de estanterías y muebles. Hay relativamente pocos accesorios para
superdetallar o decorar. La cantidad de maquetas es algo limitado.
En resumen: Lo mismo que para la escala anterior, grande si tenemos espacio y el modelo
que uno desea está disponible en el mercado.

ESCALA 1:48

Pros: A menudo algo más fácil para manipular que a escala 1:72, y hay más detalles a esta
escala. Se dispone de mucha variedad de figuras y de accesorios para dioramas. Es la escala
preferida de los aficionados, sobre todo con experiencia. Existen maquetas de la mayor
parte de modelos de Mono motores, y de muchos multimotores. El mercado de accesorios
de superdetallado y de calcomanías es grande y sigue creciendo. Da facilidades para
realizar dioramas.

Contras: La cantidad de maquetas es más limitado comparándola con la oferta a escala


1:72.

En resumen: Si no uno no tiene decidida una escala para la próxima maqueta de avión, la
escala 1:48 es probablemente una elección segura, a no ser que el modelo elegido sea muy
grande. Además, como los kits suelen ser de fabricación más reciente que sus iguales a
escala 1:72, el detallado y ensamblado a menudo son más correctos y fáciles.

ESCALA 1:72

Pros: Es donde hay más variedad de modelos disponibles, y por un amplio margen.
Relativamente fácil de almacenar y exhibir. Especialmente con kits más nuevos, menos
necesidad de añadir detalles comparados con sus equivalentes a escalas más grandes. Un
mercado muy grande de accesorios de superdetallados y de calcomanías. Puede combinarse
con figuras y vehículos a escala 1:72 en dioramas. Hay una amplia cantidad de kits para
principiantes.

Contras: Algunas piezas muy pequeñas suelen estar reproducidas demasiado gruesas y
fuera de escala. El trabajo de superdetallado puede ser una tarea muy delicada. Muchas
maquetas viejas (y algunas de nuevas) presentan problemas de ajuste de las piezas.

En resumen: Si el aficionado quiere maquetas de todo tipo, de temas poco conocidos, o


tiene un espacio de almacenamiento reducido, la escala 1:72 es la mejor elección. También
es la escala más práctica para modelos de aeronaves muy grandes.

ESCALA 1:144 Y ESCALAS MÁS PEQUEÑAS

Pros: Hay mucha variedad en aviones de líneas comerciales y otros modelos de aeronaves
muy grandes. Fáciles de almacenar y exhibir. Buena cantidad de calcomanías para aviones
de líneas comerciales disponibles en el mercado.

Contras: El detallado y el trabajo de pintura tienen sus problemas. Las maquetas tienen
pocos detalles. Opciones limitadas a la hora de construir dioramas. Nivel relativamente bajo
de superdetallado, a menos que uno tenga habilidades casi de cirujano.
En resumen: Las escalas pequeñas son geniales para entusiastas de los aviones de línea y
entusiastas de aeronaves realmente grandes, pero exigen ser mucho más hábiles en el
montaje y la pintura.

Helicópteros a distintas escalas

ESCOGER UNA ESCALA - CARROS DE COMBATE Y VEHÍCULOS MILITARES


¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Carro de combate a distintas escalas

ESCALA 1:16 Y 1:25

Pros: Las maquetas a esta escala son muy grandes, enormes, impresionantes. Grandes
posibilidades para hacer superdetallado. Dan la opción de realizar dioramas con maquetas
de automóviles o aviones, pero habrá que contar con mucho espacio. Algunos modelos
pueden tener piezas móviles, ser motorizados e incluso ser utilizados como modelos de
radio-control (RC).
Contras: Será necesario construir uno mismo las piezas para el superdetallado en la
mayoría de ocasiones. Muy pocas opciones en el mercado a la hora de elegir una maqueta.

En resumen: Como pasa con la escala más grande de los aviones (ver artículo anterior),
uno debe asegurarse de tener el suficiente espacio para manipularlo y exponerlo. Puede ser
necesario fabricarse algunas partes de la maqueta.

ESCALA 1:35

Pros: La escala con mayor variedad de maquetas y accesorios disponibles. Cuenta con un
enorme mercado de piezas para superdetallado, transformación, accesorios, calcomanías,
etc. De tamaño grande, pero suficiente como para superdetallar, pero lo bastante pequeña
como para exhibir en un estante.

Contras: Mayoritariamente es una escala en la que solo hay carros de combate y vehículos
militares, así es que mientras en el mercado hay muchas opciones para realizar dioramas,
hay poca relación con otros tipos de maquetas, excepto por una compatibilidad limitada con
la aviación a escala 1:32 y 1:35.

En resumen: Es elección más sencilla para construir la mayoría de maquetas sobre temas
militares, y un excelente compromiso entre lo suficientemente grande como para verlo y lo
bastante pequeño como para exhibirlo. Hay que tener cuidado con las maquetas más
antiguas, algunas permiten un acabado fantástico, pero muchas son imposibles de conseguir
un buen montaje.

ESCALA 1:48

Pros: Ofrece excelentes posibilidades para realizar dioramas, especialmente por la gran
variedad de piezas creadas para aficionados a los ferrocarriles a escala 1:48 (escala O).
Tiene un potencial aceptable para el superdetallado.

Contras: Hay relativamente pocos modelos de maquetas y pocos equipos de superdetallado


disponibles en el mercado, aunque parece ser que está aumentando y mejorando poco a
poco.

En resumen: Pudo haber sido un competidor en el tema de vehículos militares si no


hubiera sido por los principales fabricantes Tamiya e Italeri, que en su tiempo decidieron
especializarse en la escala 1:35. Pero últimamente esta escala ha vuelto al gran mercado, y
ya no solo se utiliza para complementar dioramas con aeronaves.

ESCALA 1:72, 1:76, Y 1:87

Pros: Buena variedad de modelos. Es una escala muy popular, sobre todo en Europa. Tiene
un potencial excelente para hacer grandes dioramas, especialmente en la escala 1:87, donde
se pueden encontrar construcciones y vehículos a escala HO utilizados en el modelismo
ferroviario, que pueden ser modificados o adaptados fácilmente.
Contras: El superdetallado en esta escala es difícil y requiere de mucha habilidad. Hay un
mercado menor de piezas para el superdetallado y accesorios que en la escala 1:35.
También es una escala con pocos aficionados fuera de Europa.

En resumen: Buena escala para aficionados con el espacio limitado. Y, porque no decirlo,
pueden hacerse dioramas en más cantidad y de mayor tamaño con estas escalas.

ESCALA 1:144 Y 1:285

Pros: No necesita mucho espacio. A menudo relativamente sencillos de montar.

Contras: El detallado es limitado. El tamaño tan pequeño impone alcanzar un compromiso


entre la fidelidad de la escala y la fidelidad con el modelo original.

En resumen: En su mayor parte son utilizados por jugadores de "wargames" (juegos de


guerra).

ESCOGER UNA ESCALA - AUTOMÓVILES Y OTROS VEHÍCULOS CIVILES


¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Automóvil en distintas escalas

ESCALA 1:20, 1:18 Y MAYORES

Pros: Las maquetas a esta escala son espectaculares. Tienen mucho potencial para crear
réplicas superdetalladas.
Contras: Muy pocas opciones en el mercado a la hora de elegir una maqueta. A la hora de
pintar se requieren habilidades más exigentes. También exige un alto nivel de
superdetallado para conseguir un buen acabado, pero en muchas ocasiones será necesario
construirse uno mismo las piezas.

En resumen: Como suele pasar con las escalas más grandes,  si se tienen las habilidades
suficientes para un buen superdetallado y acabado de pintura, se pueden obtener resultados
asombrosos en estas escalas.

ESCALA 1:24 Y 1:25

Pros: Es en estas dos escalas donde hay la mayor variedad de maquetas. Por su tamaño
permiten realizar un buen superdetallado, y son lo bastante pequeñas como para exhibir una
pequeña colección. Pueden combinarse en dioramas con aviones a escala 1:24. Es la mejor
elección para los aficionados noveles.

Contras: La confusión que provocan dos escalas tan cercanas, pero que representan una
diferencia de tamaño de un 4% (cuatro por ciento), lo que quiere decir que hay que ser muy
cuidadoso a la hora de intercambiar o combinar piezas entre ambas escalas.

En resumen: Son las escalas de referencia para los aficionados a las maquetas de
automóviles y otros vehículos civiles.

ESCALA 1:43

Pros: Hay una buena selección de distintos modelos, temas y épocas, así como también
equipos para realizar transformaciones, superdetallado, etc. Es el mejor tamaño a la hora de
tener una colección extensa en exhibición.

Contras: Para los noveles, que sean mayoría las maquetas de resina en lugar de plástico
inyectado puede ser un pequeño problema a la hora de montarlas y superdetallarlas. La
oferta de modelos es menor en relación a las escalas 1:24 y 1:25.

En resumen: Es una buena elección si se dispone de poco espacio, pero se necesita mayor
habilidad y trabajo que en las escalas 1:24 y 1:25.

¿Y la escala 1:48?...
En esta lista podría incluirse esta escala para los vehículos militares derivados de vehículos
civiles, fácilmente transformables, en una escala que empieza a tener su éxito, pero con los
mismos pros y contras que ya se han comentado.

ESCALA MENORES A 1:43

Pros: Permiten realizar dioramas espectaculares, combinados con otras maquetas Hay una
buena selección de distintos modelos, sobre todo camiones, maquinaria pesada y similares.
Contras: Muy poca oferta. Las piezas pueden ser diminutas. Muy difícil lograr una buena
fidelidad de escala, sobre todo por problemas con el grosor del material en que se moldean
las piezas.

En resumen: Es una buena elección para construir camiones, maquinarias pesadas y


similares; y excelente para realizar dioramas. El superdetallado de automóviles en estas
escalas es difícil y requiere de mucha habilidad.

¿Y los vehículos civiles de uso militar?...


Es el mismo comentario de antes. Tenemos las escalas 1:72, 1:76, 1:87-(HO), donde
podemos encontrar vehículos militares fácilmente transformables.

ESCOGER UNA ESCALA - MOTOCICLETAS


¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Motocicletas en distintas escalas

ESCALA 1:8 Y MAYORES

Pros: Las maquetas a esta escala son espectaculares. Tienen mucho potencial para crear
réplicas superdetalladas.

Contras: Muy pocas opciones en el mercado a la hora de elegir una maqueta. A la hora de
pintar se requieren habilidades más exigentes. También exige un alto nivel de
superdetallado para conseguir un buen acabado, pero en muchas ocasiones será necesario
construirse uno mismo las piezas. 

En resumen: Como suele pasar con las escalas más grandes, si se tienen las habilidades
suficientes para un buen superdetallado y acabado de pintura, se pueden obtener resultados
asombrosos en estas escalas.
ESCALA 1:12

Pros: Es en esta escala donde hay la mayor variedad de maquetas. Por su tamaño permiten
realizar un buen superdetallado, y son lo bastante pequeñas como para exhibir una pequeña
colección. Es la mejor elección para los aficionados noveles.

Contras: Hay relativamente pocos equipos de superdetallado disponibles en el mercado.

En resumen: Es la escala de referencia para los aficionados a las maquetas de


motocicletas.

ESCALA 1:18

Pros: Hay una buena selección de distintos modelos. Es el mejor tamaño a la hora de tener
una colección extensa en exhibición.

Contras: Hay relativamente pocos equipos de superdetallado disponibles en el mercado.

En resumen: Es una buena elección si se dispone de poco espacio. Es la única escala que
puede combinarse con automóviles.

¿Y otras escalas?...
Sí, hay más escalas, pero en esta serie de artículos solo se han escogido las más comunes.
Como ya se ha comentado en el artículo anterior (Automóviles) podrían incluirse algunos
vehículos militares (motocicletas y similares) fácilmente transformables como vehículos
civiles.

ESCOGER UNA ESCALA - BARCOS Y SIMILARES


¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Barcos a distintas escalas


ESCALAS MAYORES A 1:350

Pros: Dejando un lado lo espectacular de su tamaño, y que nos puede ocupar todo el
tiempo disponible, es la oportunidad de construir una verdadera réplica del modelo original.

Contras: Muy pocas opciones disponibles en el mercado. Se necesita mucho espacio desde
el mismo momento de iniciar el proyecto, y el exigente superdetallado puede llegar a ser
complejo.

En resumen: Como suele pasar con las escalas más grandes,  si se tienen las habilidades
suficientes para un buen montaje, superdetallado y acabado de pintura, se pueden obtener
resultados asombrosos en estas escalas. Así que si se dispone del espacio, del tiempo y del
talento suficiente, uno se debería poder a prueba al menos en una ocasión. Los grandes
barcos bien construidos son dignos de exposiciones y de museos, y es ahí donde muchos
deberían terminar.

ESCALA 1:350

Pros: Fantásticas posibilidades de superdetallado. Una vez terminados quedan


impresionantes.

Contras: Pocas opciones disponibles en el mercado. Las maquetas terminadas siguen


siendo muy grandes.

En resumen: Siguen siendo impresionantes una vez terminadas, y son más manejables que
las escalas mayores.

ESCALA 1:700 Y 1:720

Pros: En estas dos escalas hay una buena variedad de maquetas. Su tamaño es el mejor
para ser  exhibidas o realizar dioramas.

Contras: Son suficientemente grandes como para querer hacer el superdetallado, pero el
trabajo de superdetallado puede resultar difícil por la cantidad de pequeñas piezas.

En resumen: Si uno no está del todo convencido de querer construir un barco, vale la pena
fijarse en la oferta en estas escalas. Si uno quiere hacerse con una colección de barcos, debe
escoger la escala 1:700.

ESCALAS MENORES A 1:700

Pros: El tamaño excelente para dioramas, colecciones, incluso para "wargames" (juegos de
guerra).

Contras: Algunas maquetas suelen tener acabados muy pobres o fuera de escala, dado el
tamaño de las piezas y la dificultad para hacer el superdetallado.
En resumen: Encontraremos maquetas de barcos y similares a escalas poco usuales, 
simplemente por el tamaño final de la maqueta una vez terminada, así que es mejor no
dejarse llevar por la escala sinó por el gusto de realizarla.

¿Y otras escalas?...
En esta lista podrían incluirse las escalas 1:35, 1:48 y 1:72, sobre todo por ser las escalas
preferentes en vehículos militares y carros de combate. En estas escalas podemos encontrar
algunos barcos de pequeño tamaño (lanchas torpederas, lanchas de salvamento marítimo,
lanchas de desembarco, etc.), y no tan pequeños (submarinos de distintos tipos y tamaños),
con los que confeccionar espectaculares dioramas.

De plástico...
Recordar que estamos hablando de maquetas de plástico. Si entramos en el tema de barcos
de madera, la variedad de escalas y tamaños aumentaría considerablemente.

A modo de ejemplo mostramos esta foto de una maqueta del portaaviones USS Enterprise,
a escala 1:72 (lo que representa una maqueta de algo más de 3,5 m de longitud), construida
utilizando piezas y accesorios de otras maquetas. Fue realizada por 28 aficionados
norteamericanos, y se necesitaron unas 7.000 horas de trabajo. Su destino final: ser
exhibida en un museo en Estados Unidos.

Espectacular portaaviones a escala 1:72


ESCOGER UNA ESCALA - FIGURAS
¿Cuáles son los pros y los contras de las distintas escalas?

Principales escalas en figuras

ESCALA 1:22.5, 1:16, 1:14 Y MAYORES

Pros: Ofrecen la posibilidad de conseguir magníficas figuras con un acabado muy realista y
detallado.

Contras: Pese a las pocas opciones disponibles, los dioramas son demasiado grandes. Pero
dentro del maquetismo ferroviario hay piezas a ciertas escalas que pueden ser utilizadas. La
oferta del mercado es limitada.

En resumen: Estas figuras pueden ser absolutamente fantásticas. Son lo bastante grandes
como para mostrar unos increíbles detalles y un acabado de pintura de experto. Su tamaño
ayuda a la hora de pintar, pero hay que tener mucha práctica a la hora de hacer
modificaciones o autoconstruir algunas partes.

Bustos...
Dejamos a un lado los bustos de figuras.
ESCALA 1:32 (54 mm) Y 1:35 (51 mm)

Pros: Hay una gran oferta de figuras, en especial en temas militares. Muchas opciones para
realizar magníficos dioramas.

Contras: A la hora de pintas los ojos o detallar la piel no es suficientemente grande. Hay
que tener práctica a la hora de pintar, en especial telas estampadas, camuflajes y detalles.

En resumen: Es el tamaño ideal para realizar dioramas, pero es pequeña para mostrar
figuras solitarias.

DE LA ESCALA 1:48 (36 mm) HASTA LA ESCALA 1:87 (20 mm)

Pros: Hay mucha oferta de figuras, en especial en temas militares. Muchas posibilidades a
la hora de realizar dioramas grandes.

Contras: Pintar caras que resulten realistas es difícil. Muchos de los detalles son
demasiado grandes para esas escalas.

En resumen: Las escalas para los dioramas más grandes, para desplegar grandes ejércitos
de cualquier época, y con muchos accesorios disponibles.

LAS ESCALAS EN MILÍMETROS DE LAS FIGURAS

Ya hemos visto que al hablar de figuras se utiliza normalmente una medición en milímetros
(mm). Esta escala se basa en la altura de una figura humana erguida, de 170 cm de altura,
medidos desde los ojos hasta el suelo.

Altura de la figura en mm (en paréntesis, la referencia equivalente):

 20 mm (1:76, 1:72)
 54 mm (1:35)
 70 mm
 80 mm
 90 mm
 110 mm
 120 mm (1:16)
 150 mm (1:12)
 200 mm (1:9)

¿CUÁL ES LA OFERTA DEL MERCADO?

Veamos un resumen de lo que nos ofrece el mercado, teniendo siempre en cuenta que solo
se trata de una orientación, pues las ofertas de los fabricantes cambian y se amplían con el
paso del tiempo. 
Escala (en paréntesis, el
Tipos de maquetas Principales fabricantes
tamaño de una figura en mm)

1:800 (2,125 mm) Barcos en plástico Academy

1:720 (2,36 mm) Barcos en plástico Italeri

Barcos en plástico (y aviones


1:700 (2,42 mm) Dragon, Fujimy, Hasegawa
transportados en los barcos)

1:570 (2,98 mm) Barcos en plástico Revell

1:400 (4,25 mm) Barcos en plástico Academy, Tauro

Barcos en plástico (y aviones


1:350 (4,85 mm) Tamiya, Revell, ICM, Minicraft
transportados en los barcos)

1:200 (8,5 mm) Aviones comerciales Hasegawa, Dragon

Airfix, Academy, Dragon,


1:144 (11,8 mm) Aviones de todo tipo Italery, Revell, Matchbox,
Minicraft

1:125 (13,6 mm) Aviones comerciales Heller

1:100 (17 mm) Aviones comerciales Revell, Academy

1:76 (22,36 mm) Vehículos militares Fujimi, Matchbox

HO/OO (22,36 mm) Vehículos militares Airfix

Aviones y aeronaves de todo Todos ofrecen productos en


1:72 (23,61 mm)
tipo, vehículos militares, figuras esta escala

1:50 (34 mm) Helicópteros Heller

Aviones y aeronaves de todo Todos ofrecen productos en


1:48 (35,41 mm)
tipo, vehículos militares, figuras esta escala

1:43 (39,53 mm) Automóviles Heller, Airfix


Vehículos militares, figuras Todos ofrecen productos en
1:35 (48,57 mm)
helicópteros esta escala

Hasegawa, Revell, Academy,


1:32 (53,125 mm) Aviones de todo tipo
Tamiya, Airfix, Matchbox

1:25 (68 mm) Automóviles y camiones AMT, Monogram

1:24 (70,83 mm) Automóviles y camiones Heller, Airfix, Italery, Revell

1:20 (85 mm) Automóviles Tamiya

1:16 (106,25 mm) Automóviles Fujimi, Revell, Italeri

1:12 (141,66 mm) Automóviles y motocicletas Revell, Tamiya

1:9 (188,88 mm) Motocicletas ESCI, Dragon

1:8 (212,5 mm) Motocicletas Revell, Heller, Academy

Maquetismo en cualquier lugar

En este artículo su autor da ideas para preparar una zona de trabajo transportable para
realizar nuestras maquetas en cualquier lugar.

¿Por qué necesitamos una zona de trabajo transportable?

El sueño de la mayoría de maquetistas es tener un espacio construido especialmente para


nuestra afición, donde poder trabajar tranquilamente y siempre que nuestro tiempo libre nos
lo permita.

Para la mayoría esto es nada más que un deseo, sobre todo en el caso de vivir en un piso
muy pequeño o que nunca hayan tenido un espacio adecuado donde poder construir y pintar
una maqueta.

Muchos aficionados disponen del tiempo para hacer alguna maqueta, pero mucho menos
del que les hubiera gustado por la falta de un espacio adecuado para ello.

El único lugar disponible suele ser la mesa del comedor, espacio que suele ocupar la familia
y que solo queda libre después de la hora de comer o de cenar. Para hacer allí alguna
maqueta se debe primero dejar el espacio libre, después poner algo que proteja la mesa, y
realizar media docena de viajes a la habitación donde está el mueble en que se guardan la
maqueta en que estemos trabajando, las herramientas, etc.

Si se necesita hacer cualquier trabajo de pintura, después habrá que sacar las pinturas,
pinceles, diluyentes, llenar botes con agua, buscar trapos o papel de cocina para limpiar,
etc.

Al final de la jornada, la mesa estará llena de herramientas y de piezas de la maqueta que


deberán ser cuidadosamente guardadas, o arriesgarse a perder alguna pequeña pieza que
difícilmente podrá recuperarse.

Algunas veces nos dará la impresión de que perdemos más tiempo en preparativos, o
recogiendo y guardando todo, que trabajando en la maqueta. El proceso entero suele tener
tantos inconvenientes que muchas veces uno ni se tomará la molestia de hacerlo.

Comprar una casa más grande no es una solución práctica. Apropiarse de una habitación o
una parte de ella para uso permanente puede ser causa de conflictos familiares, y tampoco
suele dar resultado.

Así pues, solo queda una solución: construirse una zona de trabajo transportable para
realizar nuestras maquetas. La idea es tener algo que permita empezar y dejar de trabajar en
pocos minutos y en cualquier parte de la casa. Para reducir el coste se puede utilizar
maderas y otros materiales sobrantes que tengamos en casa o que se pueden conseguir a
bajo precio.

Un diseño básico

El resultado de la idea de realizar una zona de trabajo transportable puede verse en la foto.

Básicamente es una plancha de madera aglomerada delgada que tiene una tira de madera
alrededor de tres bordes para retener cualquier pieza que pueda caerse, y una tira gruesa de
madera que cubre la parte trasera donde, gracias a los agujeros realizados con un taladro, se
sujetan las herramientas y una lupa con luz.
Es un diseño muy simple, y hay cosas que se podrían hacer mejor o solamente de manera
distinta. Su autor nos explica como la se hizo en el próximo artículo.

Zona de trabajo transportable


Cómo hacerla

Esta zona de trabajo se basa en una tabla de madera conglomerada de 85 x 52 cm y de 9


mm de grosor. En este caso las medidas vienen fijadas por dos motivos: la anchura está
limitada por la longitud máxima posible para que quepa dentro de un estante, en la parte
superior de un armario en concreto; y la profundidad está limitada por la máxima anchura
posible para pasar por la puerta.

O sea, que cada uno tiene que adaptar estas medidas a sus posibilidades. Solo recordar que
la zona de trabajo tiene que poder ser desplazada de un lugar a otro de la casa. El grosor de
la madera también puede ser más fino si se utiliza madera contrachapada y así ahorrar algo
de peso.

Alrededor de los bordes laterales y delantero se encolan y atornillan listones de madera de


28 x 18 mm. Estos bordes tienen dos propósitos. El primero es dar a la zona de trabajo
mayor rigidez. El segundo es evitar que herramientas y pequeñas piezas salgan del tablero
cuando está siendo trasladado.

Un error que tiene este diseño, y que solo se detectó una vez terminado, es que la tira
delantera estorba a la hora de trabajar con herramientas de corte, por lo que es
recomendable que este borde no tenga más de 10 mm de altura.

En la parte trasera de la tabla se pega y atornilla un listón de madera de 75 x 75 mm.

Éste listón es clave para la zona de trabajo. En él se han taladrado casi 50 agujeros de
diámetros y profundidades distintos, que servirán para sujetar las herramientas que
normalmente se utilizan.
Inicialmente había muchos menos, pero con el tiempo se han añadido de manera que ahora
están casi todas las herramientas en la zona de trabajo y ya no hay que ir a buscarlas a la
caja de herramientas.

Solo hay un inconveniente, con tantas herramientas cuesta mucho más levantar la tabla. Así
que cada uno deberá encontrar el compromiso correcto entre tener las herramientas que
puede necesitar y mantener el peso de la zona de trabajo dentro de lo razonable.

El hueco más importante está en el centro, que se ha hecho del tamaño adecuado para
sujetar una lupa con luz.

Añadir mejoras

En cuanto a la lupa con luz, el cordón eléctrico era demasiado corto y para enchufarlo a una
toma de corriente se necesitaba utilizar un cable alargador. La solución fue sustituir el cable
original por otro mucho más largo. Esta tarea puede hacerla uno mismo si tiene
conocimientos básicos de electricidad, o puede pedir ayuda a un electricista. Hay que
utilizar un cable de igual o mayor calidad que el cable original.

También se han colocado dos clavos grandes, uno en cada extremo del listón, para enrollar
el nuevo cable eléctrico y quede así bien recogido.
Se ha forrado la parte inferior de la tabla con una plancha autoadhesiva de fieltro, con lo
que se puede poner la zona de trabajo sobre cualquier mesa o superficie plana. Así ya no es
necesario usar un mantel o similar como protección.

Y para terminar, se han añadido dos pequeñas asas para ayudarse a la hora de cargar con la
zona de trabajo, aunque al final no han resultado ser útiles.

Zona de trabajo transportable


Usar la zona de trabajo

La mayoría de las veces cuando quiero trabajar con alguna maqueta, simplemente saco la
zona de trabajo del estante de la parte superior del armario donde está guardada, y la pongo
sobre una mesa. Normalmente es la mesa del comedor, pero si está ocupada, puede
colocarse en algún otro rincón de la casa.

El hueco donde se guarda la zona de trabajo

En esta otra foto se puede ver el aspecto general de la zona de trabajo, con todo el material
listo para el traslado hasta el lugar de trabajo.

Listo para el traslado.

Antes de empezar solo será necesario colocar la lupa con luz en su lugar, enchufarla y ya
estará todo preparado para trabajar.

La experiencia enseña qué herramientas se usan más a menudo y les buscaremos un lugar
en la zona de trabajo. El resto de herramientas, menos utilizadas, se guardarán en una
pequeña caja de herramientas para tenerlas a mano cuando se necesiten. Las pinturas y el
resto de material relacionado también se guardan en otra caja. Y ambas están almacenadas
en el mismo armario y así se puede disponer de todo ello en cuestión de minutos.

Otras cajas con material

Hágasela usted mismo

Hacer esta zona de trabajo transportable ocupó alrededor de un día de trabajo y el esfuerzo
mereció la pena. Así, aun teniendo solo una hora libre, puedo sacarla del armario y hacer
algún pequeño avance sobre mi última maqueta.

Si algún aficionado anda escaso de espacio y no puede tener una zona de trabajo
permanente, recomiendo que se haga una zona de trabajo transportable. Pero no es
necesario seguir todos pasos que se han explicado al pie de la letra, puesto que la zona de
trabajo que se expone está hecha según mis necesidades y con los materiales que tenía
disponibles en ese momento.

Si uno va a construirse una zona de trabajo transportable, primero debería dedicar un poco
de tiempo a planificarla, tomando nota de qué herramientas utiliza regularmente y cuáles
son las necesidades que deberá cubrir la estación de trabajo.
Pensar también en que al ser transportable será necesario mantener el peso total al mínimo
posible, pero si se necesitan hacer varios viajes de un lado a otro para instalar la zona de
trabajo, entonces su mayor ventaja estará perdida.

Habrá que pensar donde nos pondremos a trabajar con las maquetas y tener en cuenta los
requisitos de luz natural o artificial y la cercanía de una toma de corriente eléctrica.

Así pues, antes de empezar a construir la zona de trabajo será necesario dar respuesta a
estas preguntas:

 ¿Cuál es el objetivo de construir una estación de trabajo?


______________________________________________________________
 ¿Cuánto puedo gastar?
______________________________________________________________
 ¿Cuánto tiempo puedo invertir en construirla?
______________________________________________________________
 ¿Qué herramientas y materiales necesitaré para construirla?
______________________________________________________________
 ¿Dónde se guardará la zona de trabajo (esto puede limitar el tamaño)?
______________________________________________________________
 ¿Cuánto peso puedo llevar cómodamente (esto limitará el peso total y el contenido)?
______________________________________________________________
 ¿En qué lugares podré colocarme a trabajar con mis maquetas?
______________________________________________________________
 ¿De qué modo podré sujetar la zona de trabajo mientras se lleva de un lado a otro?
______________________________________________________________
 ¿Qué herramientas necesitaré tener regularmente a mano?
______________________________________________________________
 ¿Qué iluminación necesitaré?
______________________________________________________________

Una vez tengamos las respuestas a todas las preguntas, estaremos en el buen camino para
conseguir nuestra zona de trabajo transportable.

Complementos para la zona de trabajo

Tapas de botes

Las tapas de los botes son excelentes para guardar pequeñas piezas mientras se trabaja y
evitar perderlas por la zona de trabajo.

También son útiles para mezclar pinturas y preparar lavados. Además, son geniales como
peanas para sujetar las partes de la maqueta que se van a pintar. Para ello se rellena la tapa
con un bloque de plastilina o una pasta similar, que sujetará la pieza.
Envases variados

Los envases de plástico utilizados en alimentación son útiles, después de limpiarlos, para
guardar conjuntos de piezas de la maqueta o herramientas.

Por ejemplo, en las fotos podemos ver un recipiente de plástico que venía en una caja de
galletas saladas, o una cajita de madera que traía unos bombones.
Recipiente de plastilina

Buscando un recipiente ideal para depositar cantidades muy pequeñas de pegamento o de


pintura, finalmente encontré una solución.

Se coge una cantidad de plastilina o una masa similar y se hace una bola. Después se corta
un pequeño cuadrado de papel metálico, del utilizado en cocina. Cuanto más grueso sea el
papel metálico, mejor. Y si no es lo bastante resistente, simplemente con doblarlo una o dos
veces será suficiente.

Con el rabo de un pincel o cualquier objeto similar, o incluso con un dedo, presionamos la
hoja de papel metálico sobre la plastilina hasta formar un pequeño agujero (sin que se
rompa el papel). Puede hacerse tan ancho y profundo como uno quiera. Al final disponemos
de un recipiente ideal para depositar unas pocas gotas de pintura o de pegamento, y cuando
ya no se necesite, simplemente se retira el papel metálico y se substituye por otra hoja.

Sujeta-alfileres

Es muy corriente el uso de alfileres, palillos y finas varillas de metal (latón, cobre, etc.)
para una gran cantidad de usos, incluyendo el aplicar pequeñas cantidades de pegamento.
La mejor forma de sujetarlos y tenerlos a mano es sobre un trozo de corcho blanco.
Técnicas básicas

INTRODUCCIÓN
HERRAMIENTAS Y COMPLEMENTOS

Una pieza puede ser retorcida y arrancada de su soporte con la mano, una rebaba alisada
incluso con la uña, todas las piezas pueden ser pegadas con cualquier pegamento, y pasarse
uno un buen rato. El objetivo de las herramientas consiste en hacer que todas estas
operaciones sean más refinadas, a fin de obtener la máxima limpieza en el detalle y que la
semejanza con el original sea lo más perfecta posible.

Todo maquetista necesita una serie de herramientas. Dependerá del material con el que
vayamos a trabajar, y según la labor que vayamos a realizar, se deberán utilizar de forma
preferente unas herramientas más que otras. Muy genéricamente se exponen aquí las más
características y de uso común en los trabajos con todo tipo de materiales.

Las herramientas de uso general son: alicates de punta fina, destornillador, tijeras, alicates
de corte, cuchillas de hoja retráctil y de mango, limas y lija. El complemento más habitual
es el pegamento.

Para los montajes en material plástico, las herramientas más usuales son: tijeras, cortaúñas,
alicates, cuchillas de hojas intercambiables, soldador de corte, pequeñas sierras manuales,
limas y lijas, brocas, pegamentos y adhesivos de distintos tipos (plástico, epoxídico,
cianocrilato, cola blanca), masillas, pinzas, lupa, mordazas, minitaladro, fresas, sierras
circulares, láminas de plástico, etc.

En los montajes con madera lo habitual es disponer de las siguientes herramientas: sierras
de mangos, caja de hacer ingletes, seguetas o sierras de arco, cepillos para madera, lijas,
limas y escofinas, taladradoras y brocas, soldadores, alicates, pinzas, destornilladores,
mordazas, cuchillas, gubias, tornos, materiales adhesivos tipo cola blanca de carpintero y
cola de contacto para la madera, masillas, etc.

EL LUGAR DE TRABAJO

Lo perfecto sería disponer de una habitación completamente dedicada a la construcción de


maquetas y dioramas. Sin embargo, casi todo el mundo tiene que conformarse con una
mesa. Un escritorio con cierre es muy apropiado, ya que permite guardar gran cantidad de
pequeños útiles bien ordenados y puede cerrarse tras cada sesión para proteger la maqueta
mientras se construye. Es recomendable forrarlo de cartón para protegerlo de cortes y
salpicaduras.

Si no se dispone de una superficie permanente, podemos construirnos una bandeja portátil


de trabajo hecha de madera, aglomerado o contrachapado; incluso una bandeja normal
puede servir. El tamaño debe ser suficiente para albergar unas cuantas herramientas, las
piezas de la maqueta y un espacio para su construcción. Clavando o encolando un reborde
de madera por tres de los lados, tendremos una zona de trabajo fácilmente transportable a
cualquier lugar de la casa.

La iluminación también es fundamental. Si se puede, es preferible trabajar con luz natural.


En caso contrario, con una lámpara de mesa o flexo, preferiblemente con bombilla de color
azul, situada por encima y procurando no hacernos sombra.

Las herramientas, pinceles y demás utillaje necesario para realizar las maquetas deberán
encontrarse al alcance de la mano.
Guardaremos las piezas pequeñas en las cajas de cartón de las propias maquetas
adecuadamente etiquetadas y ordenadas en estantes o cajones. Los frascos de cristal o
plástico son muy útiles para guardar elementos de construcción de dioramas (arena, etc.).

HERRAMIENTAS BÁSICAS
PARA MARCAR

Un lápiz HB afilado sirve para marcar. Para madera de balsa lo mejor es un rotulador al
agua de punta fina. Los rotuladores resistentes al agua escriben sobre acetato transparente.
Los bolígrafos pueden borrarse fácilmente con el dedo.

Una cuchilla o punta afilada («scriber») también sirve


para marcar sobre madera.

Para trazar curvas sirve cualquier tipo de compás, con tal de que la articulación sea firme y
la punta afilada para evitar deslizamientos o movimientos inoportunos.

Regla y escuadra para marcar, verificar y usar de guía para cortar. Si es metálica y flexible,
mejor.

PARA CORTAR

Las tijeras son sin duda una herramienta universal que también tiene
usos en maquetismo; pueden resolver nuestros problemas cuando no se tiene otra cosa a
mano. Son indispensables para cortar papel, cartón y plástico fino.

Una buena cuchilla de hojas intercambiables está entre las herramientas más útiles que
puede tener el maquetista por su comodidad y precisión. Dispone de gran cantidad de hojas
de tipos diferentes para cada uso. Muchos usan dos mangos, uno fino para trabajos
delicados y otro grueso para trabajos que exijan fuerza. Hay en el mercado juegos muy
completos con varios mangos y hojas.

También podemos contar con una cuchilla de hoja retráctil, más


sencilla y barata. Se utiliza en toda clase de trabajos generales que no requieran una
especial precisión de detalle. Resulta cómoda de usar y se puede llevar encima sin riesgo,
debido a su hoja retráctil. Las cuchillas deben estar siempre afiladas. Si se embotan, pueden
afilarse o cambiarse.

Una sierra miniatura acoplable a un mango grueso de cuchilla permite dar cortes precisos
en madera y plástico.

Un punzón portabrocas y sus diminutas brocas pueden usarse sobre plástico, metal o
madera. Es útil para abrir perforaciones de 1mm o menos, indispensable para el trabajo en
maquetas grandes.

Un minitaladro eléctrico es la versión rápida y mejorada del portabrocas, además de admitir


otros accesorios como sierras de disco, pulidoras, fresas, etc... Es un producto relativamente
caro y su manejo requiere cierta experiencia.

PARA LIJAR

Son aconsejables un surtido de limas pequeñas de


grano fino para acabar y conformar madera, metal y plástico: de 100 a 150 mm (plana, de
cola de ratón y de media caña) para uso general más un juego de limas de aguja de
diferentes formas para trabajos de precisión.

También es necesario contar con varias lijas al agua y de grano intermedio o fino.

PARA SUJETAR

Unos alicates universales de punta plana y de punta redonda son útiles para manipular
piezas pequeñas, cortar y dar forma a alambre o varillas metálicas.

Las pinzas de puntas en ángulo permiten coger piezas menudas, aunque las planas son más
económicas y mejores para sujetar.

   
Las pinzas de tender son magníficas para sujetar piezas más grandes. También ayudan a
sujetar piezas temporalmente las cintas adhesivas o las tiras de goma.

Las pinzas de cocodrilo montadas en una base permiten sujetar piezas pequeñas en
cualquier ángulo. Con un par pueden sujetarse dos piezas para pegar. Suelen acompañarse
de una lupa.

OTRAS HERRAMIENTAS

Una lupa. Hay muchos tipos, desde la de bolsillo hasta la montada en un soporte móvil.
Hay también monturas para sujetarla a la cabeza que permiten retirarla de la cara cuando no
se usa.

Soldador de corte. Lleva en la punta un cabezal para poder instalar e


intercambiar los distintos tipos de hoja que vayamos necesitando. Tiene la ventaja de
poderse utilizar tanto para dar cortes en caliente al plástico como para grabarlo tan sólo, de
forma similar a un pirograbador.

Pirograbador. Parecido a un soldador, alcanza temperaturas bajas y está diseñado para


grabar en plástico o madera. La punta de aguja es muy apropiada para imitar la textura del
pelo y la piel en las figuras.

Destornilladores. Es interesante contar con uno o dos


destornilladores pequeños. Útiles para todo tipo de trabajos, desde abrir un bote de pintura
hasta tallar la masilla. Existen juegos de microdestornilladores o destornilladores de
relojero, pero no son esenciales.

Palillos. Sirven para mezclar, aplicar pegamento, modelar masilla, etc


LOS PLANOS

Las instrucciones, esquema o planos de montaje de las maquetas consisten en una serie de
despieces que hay que estudiárselos con detenimiento. En general son muy precisos y raro
es el esquema de montaje que puede tener pequeñas diferencias con el resultado final.

También puede ser necesario revisar bien las instrucciones de montaje para decidir qué
versión nos interesa montar y eliminar las piezas opcionales que no vamos a utilizar,
evitando así errores y obteniendo, de paso, un surtido de piezas que guardaremos para un
futuro uso.

LA ESCALA

Se llama escala a la relación entre el tamaño del objeto real y su reproducción, que se
expresa de diversas formas. Así, 1/72 (ó 1:72) significa que 1 mm en la maqueta
corresponde a 72 mm en el original. La escala de las figuras puede indicarse de la misma
manera, aunque suele ser habitual utilizar su medida en milímetros, sobre todo las de
plomo. La de los ferrocarriles se expresa mediante un código de letras.

Algunos aficionados coleccionan maquetas de una sola escala, que conservan así la misma
relación de tamaño que los originales y dan una mayor vistosidad. Otros construyen un
mismo modelo a diferentes tamaños, de los que los mayores están mucho más detallados.
Las escalas reducidas son muy populares, porque salen baratas y permiten reunir una
colección considerable en muy poco sitio.

Las maquetas a la venta se atienen a una serie de escalas normalizadas, de forma que las
piezas de diferentes marcas conservan la compatibilidad. También pueden reunirse figuras
y vehículos de escalas próximas; por ejemplo, los vehículos a escala 1/35 y las figuras de
54 mm irán perfectamente en un mismo diorama.
En los primeros tiempos del maquetismo se podían encontrar (y todavía hoy) modelos de
escalas poco comunes o, simplemente, fuera de escala.

Dada la gran variedad de escalas, y que por lo general hay escalas que son características e
incluso exclusivas de unos temas concretos, las resumiremos en la tabla siguiente:

TEMÁTICA Escalas más comunes Escalas poco habituales

AVIONES y medios aéreos 1/144, 1/72, 1/48, 1/32 1/350, 1/100, 1/50, 1/24

1/700, 1/600, 1/350, 1/3000, 1/2000, 1/1200, 1/720, 1/450,


BARCOS y medios navales
1/100, 1/50 1/200, 1/35, 1/72

CARROS DE COMBATE y
1/76, 1/72, 1/35 1/87, 1/48, 1/32, 1/30, 1/25, 1/16, 1/9
vehículos militares

AUTOMÓVILES, CAMIONES y 1/48, 1/43, 1/28, 1/20, 1/18, 1/16, 1/12,


1/32, 1/25, 1/24
vehículos similares 1/10

MOTOCICLETAS 1/8, 1/12, 1/16 1/9, 1/6, 1/15, 1/24

FIGURAS (en plástico) 1/87, 1/48, 1/35, 1/72, 1/76, 1/32, 1/18, 1/16, 1/9, 1/6

300mm, 200mm, 110mm, 80mm,


120mm, 90mm, 75mm,
FIGURAS (en plomo) 51mm, 40mm, 36mm, 28mm, 24mm,
54mm, 25mm, 20mm
12mm

Es siempre conveniente comprobar con un plano si el modelo elegido


está a la escala correcta. Para ello debemos conseguir la mayor documentación posible. A
veces a un modelo le faltan o le sobran algunos milímetros o simplemente está a una escala
diferente a la esperada.

Una herramienta útil para estas comprobaciones es un calibre o pie de rey.

Calculo de la escala

Para pasar de las medidas originales a una escala 1/35, por ejemplo, procederemos de la
forma siguiente: convertir los metros de la pieza original en milímetros. Dividir esos
valores entre la escala, en este caso 35, y obtendremos las dimensiones que deberá tener
nuestra maqueta.

Cambio de una escala por otra

Esta situación suele ser más corriente. Disponemos de un plano a 1/72 y queremos
comprobar o construir el modelo a escala 1/35. En estos casos procederemos de la forma
siguiente: dividir las escalas entre sí, dándonos como resultado un coeficiente.
Multiplicamos este coeficiente por todas las medidas a 1/72, y así obtenemos las mismas a
escala 1/35.

Para pasar de una escala mayor a una menor (de 1/35 a 1/72, por ejemplo), el
procedimiento es el mismo, excepto que en vez de multiplicar hay que dividir el
coeficiente.

ELEGIR UNA ESCALA

Sobre el tema de la escala ideal hay opiniones para todos los gustos, aunque muchas veces
están condicionadas a la capacidad económica y al espacio disponible.

A nivel orientativo, las escalas que suelen utilizarse y de las que los fabricantes ofrecen más
variedad de productos son las que se detallan en las tablas siguientes:

ESCALAS
Más económicas. Mucha variedad. Calidad variable según marcas
PEQUEÑAS

ESCALAS
Precio y calidad altos. Variedad más que suficiente
MEDIANAS

Precio alto y calidad normalmente excelente. Poca variedad en comparación


ESCALAS GRANDES
con las demás

MODELOS ESCALA

Aviones 1/48

Barcos (en plástico) 1/700

Carros de combate 1/35

Coches 1/24 ó 1/25


Motos 1/12

Figuras 1/35 ó 54mm

En el mundo del maquetismo hay modelos de todos los precios. Esto normalmente depende
de dos circunstancias: la escala y el fabricante del producto.

Cada escala tiene alguna particularidad. Las maquetas más pequeñas no pueden tener el
nivel de detalle de las escalas grandes, convirtiéndose en meras formas moldeadas o
impresas en la pieza. Pero bien realizadas son de una gran efectividad. Las escalas mayores
son mucho más espectaculares y agradecidas, pero también son mucho más exigentes por lo
que respecta a tiempo, paciencia y experiencia para terminarlas.

Por ello, un consejo para los principiantes podría ser el de empezar siempre por modelos
pequeños y a escala pequeña.

Un factor de elección de escala es el espacio para exponer y conservas las maquetas


acabadas. Una veces por tamaño y otras por cantidad de piezas, debemos evitar que
nuestros modelos acaben almacenados en el interior de un armario o en cajas de cartón.

A modo de ejemplo, en un estante de 80 por 30 cm, que son unas dimensiones corrientes
para una librería, se podrían guardar:

MAQUETAS CANTIDAD

Aviones a 1/72 Entre 10 y 12

Aviones a 1/48 Unos 6

Carros de combate a 1/35 Unos 7

Carros de combate a 1/72 Entre 28 y 30

Coches a 1/24 Unos 6

Motos a 1/12 Unas 6

Barcos de plástico a 1/700 Entre 10 y 12

Figuras a 1/35 Entre 30 y 35


Todo ello depende del tipo de maqueta, y no digamos ya si incluimos peanas o dioramas, lo
que reduce bastante el número.

Otro factor que puede determinar la elección de una escala es la existencia de accesorios o
complementos para decorar o ambientar las maquetas, y que pueden ir desde calcas y
transferibles hasta figuras y construcciones. Muchos acompañan los vehículos con una
figura, pues eso es lo que realmente da a las maquetas la dimensión real de la escala.

FIGURAS DE PLOMO

A diferencia de las maquetas de plástico, la construcción y el coleccionismo


de soldados de plomo (o de metal blanco, como se confeccionan actualmente) se encuentra
principalmente en las escalas 45 mm, 54 mm, 75 mm, 90 mm y 150 mm. Estas miniaturas
se coleccionan individualmente, o en pequeñas viñetas de dos o tres figuras, ya que su
complejidad y precio no favorece la realización de grandes formaciones.

Para comprobar la escala de estas figuras se mide la distancia que hay entre el suelo y los
ojos de la figura. Con diferencia, es 54 mm la escala más difundida, cubriendo
prácticamente todos los ejércitos y épocas históricas del mundo, por lo que la
especialización en un tema es posible. En escalas de 75 mm en adelante, la calidad de las
piezas es muy alta, siendo muy importante un perfecto acabado.

LAS LIJAS
PAPEL DE LIJA

Se usa en todos los campos del maquetismo para conformar y acabar


superficies. Cada tipo de material exige un producto distinto, pero todos ellos se clasifican
en función del tamaño del granulado. Las gradaciones normales son extra gruesa, gruesa,
media, fina y extrafina. También se clasifican por la separación entre partículas. Una lija de
grano muy apretado es rápida, pero se embota rápidamente. Los materiales de grano abierto
son más adecuados para el acabado de superficies lisas.
Las lijas pueden pegarse o enrollarse alrededor de piezas de metal, madera o cartón de
forma adecuada a la situación en que vayan a usarse.

Lija de agua

Está recubierta de un abrasivo sintético sobre una base impermeable. Puede usarse mojada
o seca para dar acabados lisos sobre madera o plástico. El agua actúa como lubricante y
mejora el acabado. Hay que retirar de la superficie el barrillo que se produzca durante el
trabajo y mojar la lija en agua periódicamente para lavarla y desembotarla.

Las gradaciones más finas son excelentes para plástico, sobre todo porque tardan bastante
más en embotarse.

DAR UN BUEN ACABADO

Si se lija pasando progresivamente grados cada vez más finos es posible lograr un acabado
extraordinariamente suave y uniforme.

Para lijar piezas pequeñas, extenderemos un trozo de lija de agua, mojada, sobre una
superficie plana. Apoyaremos encima de la pieza un dedo mojado en agua y moveremos la
pieza sobre la lija.

Para lijar superficies lisas y evitar los huecos dejados por la presión de los dedos,
sujetaremos el trozo de lija a un taco de madera o similar. Lo mantendremos plano al llegar
a los bordes para no redondear la pieza.

LOS PEGAMENTOS

Hay gran diversidad de pegamentos disponibles en la actualidad. Los de tipo general dan
uniones muy fuertes entre materiales distintos, mientras que los especializados unen
materiales específicos con resistencia de soldadura.

Es corriente que el aficionado novel monte sus primeras maquetas con cualquier pegamento
que tenga a mano, que generalmente no es el adecuado, y en vez de unir solo sujetan las
piezas que con cualquier roce se van desprendiendo.

A continuación se describen las características de los pegamentos más convenientes y sus


aplicaciones.

PEGAMENTO UNIVERSAL

Es muy utilizado en general y también tiene sus aplicaciones en maquetismo. Consigue


uniones entre papel, cartón, tela o madera, y por ello es utilizado principalmente en la
confección de dioramas.

Evitaremos inhalar estos productos pues son tóxicos.


PEGAMENTO DE POLIESTIRENO

Es el más usado en la construcción de maquetas de plástico. Se vende


en forma de líquido transparente o viscoso en tubo. Ambos son muy disolventes, sobre todo
el de tubo que, si se aplica en exceso, puede eliminar todo el detalle de una superficie,
perforarla o deformarla aun después de pintada.

Nunca debe usarse con poliestireno expandido (corcho blanco), ya que lo disuelve.

Evitaremos inhalar estos productos pues son tóxicos.

PEGAMENTO ABS

El ABS (estireno acrilobutílico) puede pegarse con un disolvente. A diferencia de otros


adhesivos es capaz de unir otros plásticos como el poliestireno y los metacrilatos. Se aplica
como el pegamento de poliestireno.

PEGAMENTO PARA METACRILATO

Se fabrica en varias viscosidades. El más útil es uno muy fluido que


se aplica a pincel. Al pegar piezas transparentes hay que tener cuidado para no mancharlas
con el pegamento, que debe aplicarse de forma que no queden burbujas de aire.

Limpiaremos primero la unión. Aplicaremos pegamento a las dos superficies y esperaremos


unos 30 segundos antes de unirlas. Dejaremos secar al menos 3 horas.

COLA BLANCA

La cola blanca o acetato de polivinilo, es un adhesivo para madera perfecto para


construcciones que mezclen varias clases de este material. Pega muchos otros materiales
rígidos y flexibles, como papel, cartón, poliestireno expandido (corcho blanco) y en general
todo tipo de materiales porosos.

Aunque puede pegar plástico, las uniones no son duraderas. Es habitual su uso para pegar
piezas transparentes.

Se utiliza directamente o diluida en agua. La extenderemos uniformemente sobre ambas


superficies con un pincel. Uniremos los dos componentes y los sujetaremos durante 24
horas. Eliminaremos el exceso de cola con un trapo húmero y lavaremos el pincel en agua.
La cola blanca se ablanda si la maqueta se mete en agua.

Sus aplicaciones son la elaboración de construcciones, casas, calzadas, decorados, etc., y


para pegar maquetas a sus peanas.

PEGAMENTO DE CIANOCRILATO

Estos pegamentos son casi universales y como tales tienen numerosas aplicaciones. Su
principal ventaja está en su extremada rapidez de endurecimiento (de 10 a 15 segundos).
Son caros, pero para lograr una buena unión basta una cantidad mínima del líquido. La
unión será peor si la cantidad es grande.

No sirve para rellenar huecos, por lo que las uniones deben encajar
perfectamente. En caso contrario, utilizaremos el cianocrilato para unir las piezas y
reforzaremos luego con un adhesivo rellenador, como el époxy.

Las superficies deben estar limpias y sin rastro de grasa. Si son suficientemente grandes,
aplicaremos el pegamento con moderación, directamente del tubo. En piezas pequeñas es
preferible aplicarlo con un palillo o echar una gota en un cartón y meter en ella la pieza.
Empaparemos los materiales porosos en agua para evitar que el pegamento penetre
demasiado en ellos. Si una unión no pega, separaremos las piezas y dejaremos secar unos
10 minutos antes de volver a intentarlo, aplicando menos adhesivo.

Evitaremos el más mínimo contacto con los ojos o los dedos. Al quitar la tapa, y sobretodo
al desprecintar la boca del tubo, no dirigirla hacia la cara.

PEGAMENTOS DE CONTACTO

Hay una amplia familia de pegamentos de tipo general basados en el empleo de caucho
sintético. Por su composición son pegajosos e inflamables, y su utilización no es
recomendable para los niños.

Forman una película flexible y pueden ablandarse con ciertos


disolventes. Los emulsionados en agua son conocidos como pegamentos de látex.

Estos adhesivos se extienden en forma de capa delgada y uniforme sobre ambas superficies
y se dejan hasta que al tacto se notan secos; basta ahora unirlas para que queden pegadas
inmediatamente. La fuerza de la unión aumenta conforme el solvente se evapora, hasta
pasadas unas 24 horas.

PEGAMENTOS ÉPOXY

Formados por dos componentes, son adhesivos muy versátiles de tipo general que rellenan
muy bien y unen tanto materiales porosos como no porosos. Los dos componentes se
mezclan formando una pasta que, una vez fraguada, forma una unión muy resistente e
impermeable. Una buena unión con époxy es tan resistente como una soldadura. No es
adecuado para materiales flexibles.

TIPOS DE PINTURA

Las pinturas se clasifican de acuerdo con el medio que aglutina los pigmentos. Cada tipo
tiene un disolvente característico. El óleo, por ejemplo, pertenece al grupo de las pinturas al
aceite, porque los pigmentos están suspendidos en aceite de linaza; se disuelve en líquidos
del tipo del aguarrás.

Aunque hay pinturas específicas para pintar maquetas, pueden emplearse también las
pensadas para lienzo, la casa, vehículos, etc... según el material de que se trate y el efecto
perseguido.

Veremos algunos tipos de pinturas y sus características.

Pintura Características

Se presenta en pastillas y tubos.


Se aplica en capas transparentes que van subiendo de color.
Acuarela Acabado mate.
Aplicar sobre superficie absorbente.
Diluyente y quitapinturas: agua.

Se presenta en pasta, líquido, polvo y pastillas.


Se aplica en capas que van subiendo de color con el número de capas.
Témpera
Acabado mate.
Diluyente y quitapinturas: agua.

Se presenta en líquido.
Se aplica en capas transparentes que van subiendo de color con el
Tinta número de capas.
Acabado mate.
Diluyente y quitapinturas: agua.
Se presenta en pasta, polvo y pastillas.
Se aplica en capas opacas que van subiendo de color.
Colores de carteles
Acabado mate.
Diluyente y quitapinturas: agua.

Se presenta en tubos, botes y aerosoles.


Acabado brillante o mate.
Acrílico
Diluyente: agua.
Quitapinturas: alcohol etílico. Insoluble en agua.

Se presenta líquido o gelatina de color opaco.


Se aplica en capas transparentes que van subiendo de color.
Látex Acabado mate.
Diluyente: agua.
Quitapinturas: alcohol etílico. Insoluble en agua.

Se presenta en tubos.
Acabado satinado.
Óleo
Diluyente: aceite de linaza, aguarrás.
Quitapinturas: decapante (el decapante puede atacar el plástico).

Se presenta en tubos, botes y aerosoles.


Acabado brillante o mate.
Esmalte
Diluyente: aguarrás.
Quitapinturas: decapante (el decapante puede atacar el plástico).

Se presenta en polvo o líquido.


Tinte para madera al Se aplica en capas que van subiendo de color con el número de capas.
agua Acabado mate.
Diluyente y quitapinturas: agua.

Se presenta en líquido.
Tinte para madera al Acabado mate.
alcohol Diluyente: nafta.
Quitapinturas: nafta o aguarrás.

Un barniz es un líquido transparente aplicado como última capa para proteger la pintura o
darle un acabado brillante. La laca es un barniz a base de resinas.
PINTAR CON PINCEL

Los pinceles son parte esencial del equipo del maquetista. Cada trabajo, desde el detalle
fino hasta la aplicación de pegamento, exige un tipo y grado diferente. En cualquier caso, es
mejor comprar los de mejor calidad. Un buen pincel dura muchísimo más que uno malo,
que además no podrá mantener la punta y soltará pelos.

Un buen pincel de marta es lo mejor para pintura en general. Hay buenos pinceles de nylon
y mixtos de marta y pelo. Para algunos efectos de deterioro y para imitar reflejos hacen
falta a veces pinceles rígidos de cerda, y hasta las brochas caseras pequeñas serán útiles
para pintar áreas extensas. A medida que se vayan estropeando los pinceles mejores, los
usaremos para aplicaciones menos delicadas.

Distintos tipos de pinceles

   
De punta plana y de punta redonda

 
De punta redonda para trabajos finos

La forma y el tamaño del pincel son algo personal. Los detalles suelen hacerse con un «00»,
aunque los mayores forman punta igual de bien y hay quien los encuentra más cómodos.
Los fondos planos es mejor darlos con un pincel grande. Algunos usan para esto uno de
punta plana, pero los redondos dan una buena forma de cuña y funcionan igual en cualquier
dirección.

Limpieza y conservación de los pinceles

Aclarar los pinceles entre aplicaciones en disolvente y escurrir en un paño suave antes de
volver a coger pintura. Al final de la sesión deben limpiarse todos en aguarrás limpio o
agua, según la pintura; a continuación lavarlos en agua templada con detergente líquido,
flexionándolos levemente con los dedos. Secarlos con un paño y con los dedos húmedos
rehacerles la punta.
Meter los extremos en tubos de plástico y guardarlos en un vaso apoyados por el rabo o
planos en una caja.

PALETAS

Una paleta es una superficie en la que se mezclan los colores, que tradicionalmente tiene
forma oval o rectangular y es de madera. Pero sale más barato improvisarla. Si estamos
trabajando con pinturas espesas al aceite, tenemos suficiente con una tabla delgada, plana y
de superficie lisa no absorbente. Un trozo de contrachapado o una baldosa vidriada son
perfectos. Incluso una cartulina puede ser suficiente. Con pinturas líquidas es mejor usar
recipientes pequeños de plástico, metal o cerámica.

PINTAR CON AERÓGRAFO

Aplicar pintura con aerógrafo tiene varias ventajas: da un buen acabado, muy uniforme; una
vez preparado todo, el procedimiento es rápido; la pintura seca enseguida; y no hay riesgo
de tocar con los dedos lo que acaba de pintarse.

Hay tres sistemas de pintado: aerosoles, pulverizadores y aerógrafos, que varían en precio y
complicación, y que vamos a explicar brevemente.

AEROSOLES

La forma más elemental de pintar a pistola es usar un aerosol, que no


es sino una lata de pintura a presión. Este sistema no permite el control del flujo de pintura
ni de la presión de salida. Como los envases son irrellenables, es imposible mezclar
pinturas, quedando reducidas las posibilidades de elección al catálogo de cada fabricante.

No necesitan limpieza. Cuando se acaba de pintar no hay más que darles la vuelta y apretar
la válvula, dirigida contra un periódico viejo, hasta que deja de salir pintura. Esto basta para
limpiar la boquilla. Si ésta se atasca durante el uso, se resuelve echándola a un recipiente
con disolvente. Podemos conservar como repuesto las boquillas de los botes vacíos.

Hay que guardar los aerosoles lejos del calor y no arrojarlos al fuego ni perforarlos cuando
se acaben.
PULVERIZADORES

Un pulverizador mezcla la pintura con el aire externamente,


haciéndolo pasar a presión sobre una boquilla unida al depósito de pintura. Esto fuerza salir
a la pintura en forma de diminutas partículas. La anchura del chorro puede variar entre unos
20-50 mm girando la boquilla del depósito de pintura; la presión del aire se controla con un
botón situado en la pistola.

Es un instrumento barato y fácil de usar para principiantes. En combinación con las


Técnicas de tapado permite reproducir una cantidad considerable de acabados y efectos.
Aunque perfecto para aplicar capas uniformes de pintura, no está preparado para realizar
líneas delgadas ni motivos complejos. El acabado del trabajo puede ser tan bueno como el
de un aerógrafo si la boquilla se ajusta con cuidado.

AERÓGRAFOS

Un aerógrafo, a diferencia del más elemental pulverizador, mezcla la pintura y el aire


internamente, lo que le permite una atomización mucho más fina y controlable. La variedad
de efectos posibles es enorme, ya que dispone de ajustes independientes de presión de aire
y de flujo de pintura. Normalmente tienen boquillas intercambiables para los diferentes
trabajos y aplicaciones. Hay dos tipos: de acción simple y doble.

Aerógrafo de acción simple

Es el tipo más popular. Lleva un botón para liberar el aire y un mando


independiente, por lo general un tornillo situado bajo la boquilla de pintura o en la parte
trasera del aparato, para fijar la anchura del chorro. Es muy adecuado para un principiante,
pues se puede dejar fijo el volumen de pintura y concentrarnos en el control del aire. Este
último puede modificarse con la mano libre mientras se pinta, pero hace falta mucha
práctica. Es un instrumento capaz de realizar un trabajo excelente. Las posibilidades de
elección en cuanto a precios y calidades son muy amplias.
Aerógrafo de doble acción

En un aerógrafo de doble acción un mando único situado en la parte


superior controla los flujos de aire y pintura. Como basta un dedo para manejarlo, la
versatilidad del instrumento es grande. En general disponen de algún medio para fijar la
anchura del chorro. Son más caros y exigen más práctica aunque el gasto extra puede estar
justificado para quien sea capaz de trabajar con él lo suficiente como para llegar a dominar
todas sus posibilidades.

DEPÓSITOS PARA AERÓGRAFOS

Hay muy diferentes tipos de depósitos, desde vasos de cristal que se conectan a la parte
inferior del aerógrafo hasta copas diminutas, fijas o intercambiables, para pequeñas
cantidades de pintura. Los aerógrafos pueden funcionar con cualquier tipo de depósito,
mientras que por lo general los pulverizadores sólo admiten vasos de cristal. El poder
cambiar de depósito es una ventaja considerable, pues una vez aplicado un color, basta
acoplar otro depósito con disolvente para limpiar y a continuación otro con el nuevo color.

SUMINISTRO DE AIRE

Tanto los pulverizadores como los aerógrafos necesitan una fuente de aire a presión para
trabajar.

Propelente líquido

Es simplemente un bote de gas líquido. Fácil de transportar, seguro


mientras se sigan las instrucciones del fabricante (no perforar, no exponer al fuego) y
económico para un uso intermitente. No obstante, si se usa mucho sale más económico
adquirir un compresor.

Como no tienen indicador de llenado, conviene contar siempre con alguno de repuesto.

Es conveniente contar con un regulador para ajustar el flujo de gas no solo para economizar
propelente sino que es imprescindible en ciertas técnicas de pintura que exigen un buen
control.

Un acabado brillante exige una presión media, una presión alta seca los solventes de la
pintura, y una presión mínima no logra pulverizar bien el color dando un efecto de relieve.
Propelente «casero».
Un regulador adaptado a un neumático permite aprovechar el aire a presión encerrado en su
interior. No es muy cómodo, pero sí útil si se presenta la necesidad de terminar la maqueta
o limpiar el aerógrafo cuando las tiendas están cerradas y no se dispone de ninguna botella.
El regulador debe estar en condiciones de soportar una presión de hasta 2,5 bares, y deberá
irse ajustando a medida que el aire se gaste.

Compresores

A la larga el compresor es el procedimiento más eficaz de suministrar


aire a presión a un aerógrafo. La inversión inicial es alta, pero es el único gasto a realizar y
disponemos de aire de forma ilimitada. Hay muchos tipos diferentes, pero el más apropiado
lo podemos encontrar en las tiendas especializadas.

MANEJAR UN AERÓGRAFO

El aerógrafo hay que cogerlo como un bolígrafo o una pluma, dejando descansar el dedo
índice sobre el botón de mando. Procuraremos tener cuidado con la manguera del aire para
que no tire del instrumento.

Cuando no estemos usando el aerógrafo es conveniente apoyarlo en un soporte, bien


comprado, o bien construyéndonos uno con un trozo de tubo metálico pegándolo a un pie o
directamente a la mesa de trabajo, a modo de portaplumas.

MANTENIMIENTO

Limpieza del pulverizador

Cualquier tipo de pulverizador de pintura debe limpiarse en cuanto termina su utilización.


Pondremos el pulverizador en funcionamiento con un poco de disolvente en el depósito;
dirigiremos el chorro hacia un periódico viejo, y así dejaremos limpios los conductos
interiores. Por último desenroscaremos la boquilla de pulverización y limpiaremos la
pintura de la rosca.

Limpieza del aerógrafo

Es muy importante limpiar el aerógrafo en cuanto deja de usarse, ya que basta una cantidad
mínima de pintura seca para perjudicar su funcionamiento. Limpiaremos el depósito con un
trapo, lo llenaremos hasta la mitad de disolvente y pulverizaremos hasta que salga solo aire;
colocaremos a continuación un trapo sobre la boquilla y soltaremos aire haciendo que
vuelva por el depósito para limpiar los conductos.
Hay que repetir el proceso tras cada sesión de trabajo. No obstante, cada cierto tiempo
deberemos desmontarlo y sumergir la aguja y la cabeza en disolvente, dejándolas toda la
noche en un recipiente de poco fondo. No hay que apoyar nunca la aguja de punta.

Reparar la aguja

Si se nos doblara la punta de la aguja, la sujetaremos contra una superficie plana siguiendo
el ángulo de la punta y pasaremos la uña por la punta mientras giramos la aguja.

Hay más información sobre el uso de los aerógrafos en los apartados:

 Técnicas básicas > Cómo usar un aerógrafo


 Pintura y acabado: Cómo usar un aerógrafo
1. Primeros pasos
2. Técnicas de tapado
3. Efectos especiales
4. Ejemplo práctico

MATERIALES (I): Plásticos

Es el material más utilizado en maquetismo. Destacaremos los más comunes como pueden
ser:

Poliestireno

Casi exclusivamente utilizado en la confección de equipos de montaje (kits) moldeados por


inyección, aunque también se vende en láminas lisas y grabadas, varillas y tiras para quien
prefiere construir sus propias piezas.

El poliestireno sin modificar es un material duro y quebradizo que se emplea en la


fabricación de piezas transparentes.

El material básico se ablanda por adición de caucho para obtener lo que se conoce como
poliestireno de impacto, fabricado en gran variedad de colores pero no transparente.

ABS (Estireno acrilobutílico)

Tras el poliestireno es el material más usado en el moldeo por inyección y vacío. Es más
caro, pero extraordinariamente resistente, lo que permite confeccionar piezas más ligeras.

También se fabrican planchas y una serie de elementos como vigas, perfiles en H,


angulares, tubos, etc.
Acetato

Comercializado en hojas transparentes sirve para construir ventanas, parabrisas y cúpulas


de aviones. A veces se emplea en el moldeo por inyección. Es muy resistente al impacto.

Metacrilato

Conocido como plexiglás, se comercializa en forma transparente, translúcida y opaca, en


una gran diversidad de colores. Es muy quebradizo, pero se dobla y modela fácilmente
calentándolo. Son los plásticos más caros por lo que suele limitarse su uso a la confección
de cajas expositoras para maquetas.

Plásticos expandidos

El poliestireno expandido, conocido como corcho blanco, se emplea mucho en la


realización de paisajes. Sólo se corta bien con una cuchilla muy afilada.

El poliuretano expandido, más rígido, se emplea en forma de placas y láminas. Es fácil de


cortar y trabajar y permite la imitación de relieves suaves.

MATERIALES (II): Papel y cartón

Los periódicos y los materiales artísticos, de embalaje y de escritorio, son las formas de
papel y cartón más accesibles. El papel de estraza y los sobres de manila son
particularmente baratos y útiles en maquetismo.

Papel de forro

Es un papel barato, blancuzco, fabricado en rollos y que se usa para forrar las paredes antes
de empapelar. Es uno de los pocos tipos de papel que puede adquirirse fácilmente en rollos
muy largos.

Papel de calco

Es un papel traslúcido. La transparencia depende del grosor, y se usa con frecuencia para
simular otros materiales. Su aplicación más usual es el calco de planos.

Papel artístico

Papeles para acuarela y demás trabajos artísticos. Se fabrican en muy diversas calidades.
Aceptan bien la pintura, sobre todo la acuarela. Sus texturas encuentran aplicaciones en
modelismo.
Papel de seda

Es útil para confeccionar todo tipo de accesorios para figuras y para tapar las maquetas
mientras se pintan.

Papel y cartón ondulados

Hay tres tipos, de una o dos caras y multicapa. El de una cara se dobla y enrolla fácilmente,
mientras que los otros sirven para construir elementos estructurales planos ligeros y
resistentes.

Cartón de montaje

Se emplea para enmarcar y se fabrica en numerosos grosores y colores. El color suele


limitarse a una cara.

Papel maché

Se llama así a una mezcla de papel reducido a pulpa, agua y cola celulósica de empapelar
que endurece la pasta cuando el agua se evapora. Para formar una pasta homogénea de
modelado, cortar el papel en trocitos. Para construir una forma hueca, cortarlo en tiras,
montarlas en un bastidor y aplicar abundante cola por encima. Será fácil formar capas
uniformes si se cambia el color entre dos sucesivas. Una vez seco el papel maché, debe
impermeabilizarse la superficie con pintura o barniz.

Cómo preparar papel maché.


Cortar el papel en trocitos, echarlos en un recipiente y añadir agua caliente. Remover hasta
lograr una consistencia uniforme; dejar reposar al menos una hora. Añadir poco a poco la
cola removiendo hasta lograr una pasta homogénea.

MATERIALES (III): Madera

Hay una variedad de maderas con diferentes características y aplicaciones, pero en el


campo del maquetismo las utilizaremos con preferencia para hacer peanas, o en dioramas
para realizar pequeñas construcciones.

Madera de balsa

Es una madera ligera, blanda y fácil de cortar y conformar que puede pegarse con
pegamento para balsa y con otros adhesivos. Es el material más empleado en la
construcción de aeromodelos, y también puede emplearse para construir modelos a escala.

La balsa se comercializa en tres formas básicas: chapas, tiras y bloques.

La balsa también presenta más variaciones de densidad que ninguna otra madera, y es tanto
más fuerte cuanto más densa.
Contrachapado

Es una madera artificial formada por la unión de chapas encoladas con la veta alternando
perpendicularmente. Es un material fuerte y menos expuesto a deformaciones que la
madera natural.

Los contrachapados de abedul y caoba son los más adecuados. El primero es más fuerte, y
el segundo por su color rojo es más decorativo.

Aglomerado

Barato y fácil de encontrar, es el más estable de todos los tableros artificiales. Se fabrica
comprimiendo una mezcla de astillas y cola. No tiene veta y, por tanto, no está expuesto a
deformación. No obstante, los bordes pueden romperse si no se protegen con una moldura
de madera.

MATERIALES (IV): Resina

La resina es una alternativa al plástico inyectado.

No hace mucho unas pocas firmas empezaron a experimentar con este material
revolucionario que ha llegado a ser uno de los más destacados en el mundo del
maquetismo, en especial para confeccionar kits de modificación, mejora o transformación
de maquetas comerciales de plástico; aunque también existen kits completos.

También es muy apreciado para la creación de figuras con alta calidad de detalle en todas
sus formas y que no puede lograrse con ningún otro material.

Comparado con el metal no sufre las picaduras, no presenta costuras ni deformaciones del
molde, no exige imprimación, no sufre oxidación, es limpio, ligero y se puede cortar,
grabar o perforar fácilmente.
MATERIALES (V): Metales
Estaño

El estaño es el material ideal cuando se necesitan estructuras con muchas


curvas y recodos, o cuando se tiene que construir un ensamblaje delicado con gran
resistencia, como pueden ser una antena tipo «pata de gallo», o una barandilla de formas
irregulares.

El estaño es un metal relativamente blando, y se puede cortar con sierra, tenazas finas o
tijeras. Se puede lijar o limar y queda muy brillante.

El alambre de estaño se puede «templar» (hacer más blando y flexible) calentándolo con un
soplete hasta que adquiere un brillo rojo y apagado, y después dejándolo enfriar.

Se puede pegar con pegamento cianocrilato o époxy, pero ninguna junta encolada tiene
nunca la resistencia de una soldadura.

Hilo metálico

El hilo metálico puede ser tanto alambre como hilo de cobre. Se emplea generalmente para
reproducir tirantes o riostras de aviones, antenas, obenques y cabos en modelos navales,
conducciones eléctricas, etc., según el tipo y dimensiones de la maqueta.
Fotograbado

Se trata de una plancha de metal plano llena de piececitas


que parecen un circuito impreso de electrónica, con elementos finísimos.

Es un método muy eficaz para reproducir piezas finamente acabadas, a la escala precisa,
que aportan detalles precisos para convertir una maqueta en una réplica prácticamente
idéntica del modelo original.

Un dibujo esquemático con los números sirve para identificar cada una de las piezas que
están unidas entre sí o a la matriz por pequeños trozos de metal que hay que cortar con unas
tijeras de acero de punta afilada. Nunca debe utilizarse una cuchilla, pues se deformaría la
pieza.

Para eliminar el resto de metal innecesario también utilizaremos las tijeras. Las pequeñas
rebabas se eliminarán con una lima fina o de relojero.

Las piezas tienen un desarrollo plano como un antiguo recortable de papel, y para que tome
forma hay que darle los dobleces necesarios. Como el material es muy fino, utilizaremos
unos alicates de punta plana, otros de punta redonda, una regla de metal o similar y unas
pinzas.

Para hacer los dobleces sujetaremos la pieza con una prensa de mordazas
cuadradas, dejando al descubierto únicamente la parte a doblar. Presionando ligeramente
con un trozo de metal o madera sobre la pieza conseguiremos el resultado buscado. Para
piezas pequeñas podemos utilizar unos alicates de punta plana. Nunca hay que hacerlo con
las manos.

Este material solo puede pegarse con cianocrilato. No hay que usar pegamento en exceso.
Con una gota basta. Incluso en algunas ocasiones se puede utilizar una gota de barniz
brillante.
MATERIALES (VI): Masillas

La masilla o body-putty, comúnmente abreviada putty, es una pasta compuesta por un


polímero (normalmente poliestireno) y un disolvente (triclorotileno) cuyo uso principal es
tapar holguras o errores en la unión de las piezas, repasar detalles o realizar pequeñas
transformaciones en las maquetas. Su aplicación, por tanto, hace que ésta gane en
apariencia, realismo y precisión.

El body-putty se presenta comercializado en tubos. La capa superficial de estas masillas


seca muy rápidamente al contacto con el aire, debido a la evaporación del disolvente,
inutilizándose para su aplicación. Por lo tanto, resulta muy difícil el aprovechamiento total
del material contenido en el envase, aunque también es un producto de los más baratos de
adquirir.

Masillas plásticas

Las masillas plásticas de un solo componente disuelven normalmente en acetona industrial


pura. Generalmente son viscosas y poco moldeables con las manos. Se emplean
exclusivamente para rellenar huecos o emplastecer los modelos, aunque cada marca
comercializada tiene sus peculiaridades.

Masillas époxy

Son masillas muy versátiles, de dos componentes, usadas en la industria, el bricolaje, etc.

Se presentan en forma de dos barras o tiras diferentes de colores claros. Las características
de todas las marcas son similares entre sí, variando únicamente el color, cantidad y tipo de
envasado.

Hay que utilizar igual cantidad de los dos componentes y amasarlos bien, obteniendo de su
mezcla una masilla perfectamente manejable y que disuelve con agua, por lo que su
utilización es cómoda y no requiere ningún producto especial. El tiempo de secado oscila,
según marcas y temperatura ambiente, entre dos y diez horas.

Son compatibles con el plástico, metal, madera, etc., y antes de su secado total pueden ser
talladas con cualquier herramienta de moldear. Una vez secas resisten la exposición al agua
y al calor, y se pueden limar, taladrar, serrar o pintar sin ningún problema.
Este tipo de masillas son ideales tanto para los trabajos básicos de relleno de juntas como
para la creación de figuras y piezas de todo tipo, sobre todo de formas redondeadas o
irregulares de cierta complicación.

Es uno de esos materiales tan flexibles y maleables que es útil para aplicaciones múltiples
con tan sólo el límite de la habilidad e imaginación del modelista.

TRABAJAR EL PLÁSTICO
MARCAR

Los cortes y dobleces pueden marcarse en plástico opaco con un lápiz blando, pero habrá
que usar tinta china, rotulador o un grabador para marcar en plástico transparente. En
metacrilato, que suele comercializarse con un papel protector, las marcas pueden hacerse
sobre éste con un lápiz, o sobre el plástico con un grabador.

Para marcar un corte perpendicular en un cilindro, lo envolveremos en una tira de papel de


bordes rectos, guiando el lápiz o grabador sobre el borde del papel.

Si tenemos que cortar un objeto tridimensional irregular, marcaremos primero a mano


alzada o pegaremos cinta de enmascarar siguiendo la línea de corte; no la despegaremos
hasta no haber completado el corte y acabado.

CORTAR

Para cortar las piezas de las maquetas, apoyaremos el árbol de inyección en


una tabla y cortaremos con una cuchilla dejando un muñón que lijaremos una vez separada
la pieza.

Para cortar tiras o placas de plástico, utilizaremos una cuchilla afilada guiada siempre por
una regla. Primero deberemos marcar el corte ligeramente para ir aumentando la presión en
sucesivas pasadas de la cuchilla.

Para cortar placas o piezas rectangulares grandes en poliestireno o ABS


gruesos, marcaremos la línea de corte con una cuchilla; haremos coincidir el corte con el
borde de la mesa y quebraremos la pieza, que se partirá limpiamente.
Para cortar los plásticos quebradizos como el metacrilato o el acetato, utilizaremos una
sierra pequeña o de marquetería. Para ello sujetaremos la pieza, preferiblemente con un
banco de mesa, interponiendo una madera para protegerla. Serraremos llevando la
herramienta por el lado inservible.

Las curvas amplias es mejor cortarlas a mano que con tijeras o cuchilla; en este último
caso marcaremos primero ligeramente para que la hoja no se desvíe al apretar.

Para cortar curvas cerradas, dibujaremos la curva y haremos una serie de cortes tangentes
a la misma, eliminando lo que vaya sobrando. Daremos el acabado a la curva con una lija.

Para hacer perforaciones pequeñas puede utilizarse un punzón portabrocas, girándolo


hacia adelante y hacia atrás, aplicando la presión justa para perforar. Sujetaremos la pieza a
una madera inservible y la cubriremos con un cartón; si trabajamos con metacrilato,
lubricaremos con aceite fluido, que al mismo tiempo pulirá la perforación.

Para hacer aberturas más grandes usaremos un taladro manual, una segueta de calar o
haciendo una serie de taladros pequeños y uniéndolos luego.

Acabaremos los bordes con lima y lija finas; y para no redondear los cantos, pegaremos la
lija a una pieza de madera de tamaño adecuado.

Para hacer una abertura rectangular marcaremos primero las esquinas y trabajaremos a
continuación a partir de ellas para evitar las señales de la cuchilla. Si las esquinas son
curvas, las abriremos primero con un punzón portabrocas o taladro, teniendo mucho
cuidado con su correcta alineación con las secciones rectas.

Para cortar un disco grande, después de marcar el exterior del círculo con un compás o
bigotera de marcar, haremos cortes radiales y eliminaremos el material sobrante cortándolo
a pulso. Suavizaremos el borde con una lija enrollada en torno a una forma cilíndrica.

Vacuformes

Separaremos los componentes de la plancha con tijeras o cuchilla. Podemos


apoyar el cuerpo de la pieza en una tabla que sobresalga de la mesa de trabajo y rayar la
línea de corte de forma continua hasta que pueda separarse a mano.

Recortaremos las rebabas de los bordes y acabaremos puliendo con una lija fina pegada a
un cartón.

Debemos verificar continuamente el buen ajuste de las piezas.


Plásticos expandidos

El poliuretano expandido y las hojas delgadas de poliestireno se pueden cortar con una
cuchilla bien afilada. Las piezas gruesas de poliuretano se pueden cortar con una sierra para
madera.

DESBASTADO

Todos los plásticos rígidos, a excepción del polietileno, pueden desbastarse


con limas y abrasivos finos. Las rebabas se eliminan cortándolas con una cuchilla lo más
cerca posible del borde de la pieza, dando un acabado con lija o lima finas. Las limas se
obstruyen fácilmente con el plástico, pero se limpian en seguida con un cepillo metálico.

Las piezas grandes y las placas gruesas de metacrilato se pueden pulir con un disco
abrasivo, sin apretar para no calentar el plástico.

GRABAR Y REALZAR SOBRE PLÁSTICO

Para grabar plásticos puede utilizarse un pirograbador con control de temperatura. Los
ribeteados, remaches, etc., pueden imitarse realzando el plástico por debajo. Señalaremos
primero los realces con un lápiz, pegaremos a continuación con cinta la plancha de plástico
boca abajo a un cartón y apretaremos sobre las marcas del lápiz con un bolígrafo sin tinta o
punzón.

PLÁSTICO ESTIRADO

Las varillas de plástico calentándolas pueden estirarse hasta el diámetro de


un cabello, lo que permite simular cabos de aparejos de barcos, antenas de vehículos, etc...
El mejor material para ello son las varillas del árbol de inyección de las maquetas.

Para ello, giraremos la varilla de plástico unos 25 mm por encima de la llama de una vela o
similar. Cuando la varilla esté blanda y brillante, la retiraremos y estiraremos hasta alcanzar
el diámetro necesario. Para confeccionar filamentos finos estiraremos la varilla nada más
retirarla del calor, con suavidad y dejándola colgar verticalmente unos segundos hasta que
el plástico se enfríe y endurezca.
CURVAR EL PLÁSTICO

Las tiras y varillas de plástico se curvan pasándolas bajo una forma redondeada sujeta
contra una superficie plana o rodando un cilindro por encima. Cuanto más se apriete, más
pronunciada será la curva. El plástico muy delgado puede enrollarse en torno a un pincel.

Un método más controlable es aplicar una gota de adhesivo líquido a la zona que quiere
doblarse. Dejaremos ablandar unos minutos y doblaremos con suavidad.

Para doblar varias piezas al mismo ángulo, haremos una plantilla rudimentaria clavando
una serie de puntas a una plancha de contrachapado; pegaremos con cinta una punta de la
varilla a un clavo; aplicaremos un poco de solvente en el punto exterior de la doblez y,
mientras se ablanda, la giraremos en torno al siguiente clavo sin estirarla; pegaremos una
vez más justo tras la doblez y repetiremos el proceso hasta terminar.

El calor y el agua también pueden usarse para curvar plástico. Sujetaremos la pieza con
cinta adhesiva a una matriz y la sumergiremos en agua muy caliente; dejaremos que se
ablande y se enfríe en agua sin separarla aún de la matriz.

También podemos utilizar un soldador eléctrico que dejaremos sujeto para tener las manos
libres y poder mantener el plástico justo encima de la punta, pero sin tocarla. En cuanto esté
blando, doblaremos el plástico en torno a una horma o plantilla para conseguir la mayor
exactitud.

En lugar del soldador podríamos utilizar una lámpara tipo flexo con una bombilla potente y
que dé calor (una bombilla de unos 100 vatios, pero no de bajo consumo...).

TRABAJAR EL PAPEL Y EL CARTÓN


MARCAR

Ni el papel ni el cartón representan ningún problema a la hora de marcar los cortes y


dobleces. Nos bastaremos con un lápiz.

CORTAR

Para cortar utilizaremos una cuchilla afilada guiada siempre por una regla. Si se trata de
papel grueso o cartón primero marcaremos el corte ligeramente para ir aumentando la
presión en sucesivas pasadas de la cuchilla.

Las curvas amplias es mejor cortarlas a mano que con tijeras o cuchilla; en
este último caso marcaremos primero ligeramente para que la hoja no se desvíe al apretar.
Para cortar curvas cerradas, dibujaremos la curva y haremos una serie de cortes tangentes
a la misma, eliminando lo que vaya sobrando. Daremos el acabado a la curva con una lija si
fuera necesario.

Para hacer perforaciones pequeñas en papel y cartulina pueden hacerse con una
perforadora de oficina o un sacabocados para cuero. Pero para tamaños entre 6 y 20 mm
podemos construirnos un sacabocados casero. Para aberturas más grandes podemos utilizar
una cuchilla montada en un compás.

Para cortar un disco grande haremos cortes radiales con una cuchilla
montada en un compás y eliminaremos el material sobrante cortándolo a pulso.
Suavizaremos el borde con una lija enrollada en torno a una forma cilíndrica.

Para hacer una abertura rectangular marcaremos primero las esquinas y trabajaremos a
continuación a partir de ellas para evitar las señales de la cuchilla. Si las esquinas son
curvas, las abriremos primero con un sacabocados, teniendo mucho cuidado con su correcta
alineación con las secciones rectas.

Cómo construir un sacabocados.


Partiremos de un tubo metálico del tamaño apropiado que afilaremos limando por el
interior, si lo que nos interesa es hacer un agujero, o por el exterior, si nos interesa el disco
recortado.

UNIR PIEZAS DE PAPEL O CARTÓN

Para hacer una buena junta, empezaremos por montar una pieza de papel sobre otra,
asegurándolas con pegamento o cinta adhesiva. Si deben quedar alineadas trazaremos una
paralela al borde en una pieza y uniremos la otra a tope con dicha línea. Para unir dos
bordes a tope, colocaremos boca abajo las piezas, las sujetaremos con cinta adhesiva y a
continuación pegaremos otro trozo de cinta a lo largo de la unión.

Las uniones a tope de cartones se hacen igual, pero reforzando la costura si fuese necesario
con una tira de cartón pegada por encima. Las esquinas a tope se refuerzan con un trocito
de cartón grueso o madera de balsa, o aplicando por debajo más pegamento.
Si las dos piezas a unir tienen un dibujo o relieve, montaremos una pieza
sobre otra alineando el dibujo o relieve. Cortaremos las dos piezas a lo largo del centro del
solapamiento y eliminaremos lo que sobre.

TRABAJAR LA MADERA
MARCAR

Para marcar sobre madera puede usarse un lápiz o rotulador fino, pero una cuchilla evitará
que la veta desvíe la sierra.

Para marcar ángulos rectos usaremos una escuadra apoyada en uno de los lados cortados
por el fabricante, que siempre serán exactos. Sujetaremos la parte larga de la escuadra
contra el borde apretando bien y marcaremos a lo largo del otro.

Para marcar un bloque que deba serrarse por un extremo, usaremos una escuadra y
marcaremos las cuatro caras. También podemos utilizar una plantilla. Sobre un cartón
dibujamos con un transportador el ángulo, lo cortamos y lo utilizamos a modo de plantilla.
Para prolongar la línea de corte por las demás caras de un bloque, utilizaremos una
escuadra.

Las curvas y círculos se marcan con compás, a mano o con plantilla. Para no dañar la
madera de balsa blanda con la punta del compás, pegaremos un trozo de cartón en el centro
de cualquier curva con cinta adhesiva.

Si tenemos que cortar un objeto tridimensional irregular, marcaremos primero a mano


alzada o pegaremos cinta de enmascarar siguiendo la línea de corte; no la despegaremos
hasta no haber completado el corte y acabado.

Uso de plantillas.
Dibujaremos la forma a cortar en papel o cartón a modo de plantilla. Con un lápiz afilado o
una cuchilla, recortaremos el dibujo sobre la madera. En el caso de piezas rectas, las
marcaremos con alfileres a través de la plantilla y las uniremos con una regla.
CORTAR

Madera de balsa

La madera de balsa es muy fácil de tallar con la condición de usar una cuchilla muy afilada
para no astillarla. Para cortar tiras es mejor hacerlo clavando repetidas veces la cuchilla, sin
deslizarla. Las piezas mayores las cortaremos con una sierra miniatura.

Si los cortes hay que hacerlos «a la contra» (perpendicular a la veta de la madera)


utilizaremos una cuchilla para cortar chapas de menos de 5 mm de grueso. Guiándola con
una regla metálica empezaremos el corte a partir de los dos bordes para evitar que se astille.
Para piezas más gruesas usaremos una sierra miniatura.

Para cortar en diagonal, si usamos una cuchilla, colocaremos la regla de


forma que la veta la dirija contra ella. Esto es más fácil en una cara de la chapa que en la
otra; deberemos fijarnos en ello antes de empezar a cortar. Cuando utilicemos una sierra
miniatura podemos cortar en cualquier dirección si la pieza es gruesa.

Para hacer cortes curvos, sujetaremos la cuchilla de forma que la veta la aleje de la línea de
corte en vez de acercarla. Si la pieza es gruesa, la sujetaremos con un tornillo y cortaremos
por medio de una segueta de hoja estrecha.

Para cortar bloques perpendiculares, sujetaremos la pieza en el tablero de trabajo y con una
sierra de dientes finos empezaremos a cortar moviéndola hacia atrás y guiándola con el
dedo pulgar hasta que el corte quede establecido.

Para realizar cortes curvos, sujetaremos la pieza con un tornillo o una cárcel; haremos el
corte con una sierra de marquetería.

Otras maderas

Casi ninguna madera puede cortarse con una cuchilla normal de maquetista, aunque todas
pueden serrarse. Las tiras, chapas y listones se cortan con una sierra miniatura o un
serrucho fino, al igual como se explica para la madera de balsa.

Usaremos toda la longitud de la hoja, dando movimientos lentos y firmes y guiándola con
el dedo índice para evitar desviaciones.

El contrachapado muy fino puede cortarse con una cuchilla fuerte de las utilizadas para
cartón. No usar una cuchilla fina pues se rompería y el corte quedaría siempre irregular.
Los cortes curvos se hacen con segueta, siguiendo las explicaciones para la madera de
balsa.

Para hacer perforaciones pequeñas de menos de 2 mm debe utilizarse un punzón


portabrocas, girándolo hacia adelante y hacia atrás, aplicando la presión justa para perforar,
ya que de otra forma podríamos doblar la broca.

Las perforaciones hasta 6 mm se hacen con un taladro manual. La mayor precisión se


consigue aplicando una velocidad elevada y una presión baja. Podemos usar una escuadra
para conservar el ángulo de perforación.

Para hacer aberturas más grandes usaremos un berbiquí y broca. Las brocas de berbiquí
llevan una punta que guía la herramienta. Para evitar el astillado de la madera, la sacaremos
cuando la punta asome por el otro lado y empiece a perforar por éste.

A partir de cierto diámetro los orificios deben abrirse con sierra, bien con
hojas circulares que pueden montarse en el portabrocas del taladro o con sierra eléctrica o
manual. Antes de empezar a cortar hay que hacer un orificio para pasar la hoja de la sierra.
En cualquier caso el corte de sierra debe acabarse con una lima fina de cola de ratón o con
una lija enrollada a una varilla.

Para hacer una abertura rectangular haremos un taladro en cada ángulo


teniendo mucho cuidado con su correcta alineación con las secciones rectas. Cortaremos
con una hoja lo más ancha posible para que no se desvíe.

DESBASTADO

Todas las maderas desbastarse con escofinas y limas. Es preferible sujetar las piezas a un
tornillo de banco interponiendo un trozo de madera blanda para que las mordazas no dejen
ninguna marca.

Para limar una forma convexa trabajaremos la lima plana en la dirección de


la veta, girando la pieza hasta completar la curva.
Para limar una curva cóncava utilizaremos escofinas y limas de media caña y cola de ratón,
trabajando al hilo en los dos sentidos y combinando los movimientos hacia adelante con los
laterales. Por último pasaremos una lima fina sujeta por los dos extremos para eliminar las
marcas de la escofina.

CURVAR

Las tiras y chapas de madera se curvan empapándolas en agua o con vapor.


La madera de balsa ya tiene cierta flexibilidad natural.

Los listones de madera de balsa pueden exponerse al vapor mientras se van curvando con
los dedos; luego la sujetamos al tablero de trabajo con alfileres verticales mientras se seca.
Como la balsa tiene tendencia a abrirse al secar es aconsejable curvarla más de lo necesario.

Para curvar piezas gruesas abriremos unas muescas con sierra y sujetaremos la parte
curvada a un bastidor.

UNIONES Y ENSAMBLAJE

Madera de balsa

La mayor parte de los ensamblajes son variantes de la unión a tope. Utilizaremos cola
blanca porque los clavos o tornillos pueden romper las piezas.

Para asegurar una buena unión a tope, pondremos los bordes en contacto y los pegaremos
provisionalmente con cinta adhesiva. Abriremos la unión y extenderemos cola blanca. Tras
eliminar el exceso de cola, apoyaremos las piezas en una superficie plana y con peso
encima hasta que sequen.

En el caso de piezas gruesas sujetaremos los bordes juntos y los cepillaremos o lijaremos
antes de unirlas.

Reforzaremos las uniones en ángulo recto encolando escuadras. Las juntas a inglete son
más limpias y también pueden reforzarse con escuadras.

Otras maderas

Las uniones a tope para otros tipos de madera se fortalecen con sendas piezas de
contrachapado encoladas y atornilladas en caras opuestas. Las uniones en ángulo a tope se
refuerzan encolando una tira de madera en el ángulo y encolando y clavando una pieza de
contrachapado en la parte superior.
Los empalmes a inglete mejoran con la ayuda de clavos o
puntas finas. Las clavaremos inclinadas, y utilizaremos un martillo ligero. También
podemos reforzar los empalmes practicando en la esquina unas aberturas inclinadas
encajando en ellas unas lengüetas encoladas. Dejaremos secar y limaremos hasta dejarlas al
ras.

TRABAJAR LA RESINA

Todos los consejos explicados en el apartado Trabajar el plástico pueden aplicarse al


trabajo con piezas de resina. Aquí solo se comentarán algunas peculiaridades de este
material.

CORTAR

Las piezas de resina suelen llevar adherido un soporte o trozo de resina


ajeno y pegado a la pieza, que puede constar de una o dos partes (la primaria y la
secundaria), que generalmente se ubica en la zona más fácil de quitar.

Hay que tener en cuenta que aunque es tan blanda como el plástico, es más quebradiza. Así
que hay que trabajar despacio.

Siempre hay que empezar por quitar el soporte secundario. Para ello utilizaremos unas
tenacillas de corte si la pieza es grande, o mejor, una sierra de segueta de dientes finos y
serrando a diferentes ángulos para no estropear la pieza.

 
Después de quitar el soporte secundario empezaremos a trabajar el primario. Hay que
quitarlo en pequeñas porciones, utilizando una cuchilla bien afilada, cortando rebanadas
hasta que queden unos 3 mm del soporte.

Para quitar el resto se utilizará papel de lija. Si el soporte es pequeño se


lijará suavemente. Si la pieza es grande, se sujeta el papel de lija sobre una base plana, y
sosteniendo firmemente la pieza con los dedos se presiona sobre la lija la parte a rebajar.
Hay que cambiarla de posición, rotándola, para lograr una superficie uniforme. Durante
este proceso hay que ir comprobando el encaje de la pieza.

Seguridad ante todo.


Siempre hay que seguir unas mínimas normas de seguridad, y en especial hay que tener
cuidado con los dedos y los ojos, trabajar en un lugar bien ventilado y utilizar una
mascarilla para evitar respirar el polvo de la resina.

TRABAJAR EL METAL
MARCAR

Los cortes y dobleces pueden marcarse con una regla metálica y un trazador
o pieza metálica puntiaguda. Para resaltar la marca puede frotarse con grafito (mina de
lápiz) para que destaque sobre el resto del metal.

Para las curvas se utiliza un compás o bigotera, marcando el centro de la curva con un
granete o sobre un trozo de cinta adhesiva. Para marcar se puede usar un lápiz afilado,
rotulador o tinta china.

Para marcar un corte en un cilindro, lo envolveremos en una tira de papel de bordes rectos,
guiando el lápiz o marcador sobre el borde del papel.

También puede colocarse la pieza sobre la mesa de trabajo y sujetar el lápiz


o marcador sobre un trozo de madera o similar a la altura necesaria, mientras se hace girar
la pieza.
CURVAR Y DOBLAR

Para dar un doblez en ángulo recto, se fija la pieza de metal con un tornillo
de banco entre dos plantillas de madera alineadas con la línea de doblez. Si la chapa es
gruesa se golpea con un mazo; si es fina, se presiona con una madera o regla metálica.

Si el ángulo no es recto o si en vez de doblar hay que curvar conviene construir una
plantilla de la forma adecuada. Los metales flexibles han de doblarse algo más de lo
teóricamente necesario para contrarrestar su ligero desdoblamiento una vez sacados de la
plantilla.

El alambre delgado se dobla bien con alicates. Si es suficientemente


largo, se sujeta con una mano cogiendo la herramienta con la otra. Los trozos cortos exigen
el uso de dos alicates, uno para sujetar y el otro para doblar. Para que la curva sea apretada
es necesario aplicar la presión muy cerca de las mandíbulas del alicate y hacer fuerza.

El alambre grueso y las varillas se curvan sujetándolas a un tornillo de mesa y obligándolas


con un martillo a doblarse en torno al extremo de una mandíbula, de forma que el ángulo
pueda verse desde arriba.

Para doblar según un ángulo fijo o para repetir un doblez puede


construirse una plantilla, como la del dibujo. Tomando como base una madera, en ella se
encaja en un taladro abierto una clavija de metal de diámetro ligeramente inferior al de la
curva a doblar. Se dibuja en la base el ángulo a doblar. Pueden insertarse tantas clavijas
como sea necesario. Es conveniente verificar la exactitud de los dobleces y corregir las
desviaciones.

Para hacer una espiral, se enrolla apretadamente el alambre en torno a una clavija.

CORTAR

Las chapas más delgadas se cortan con tijeras corrientes; las más gruesas, con tijeras para
metal. Hay que usar todo el filo de la tijera, pero sin cerrarla del todo porque suele
estropearse el corte. Si es necesario pueden alisarse los bordes con una lima para metal.
Para cortar perpendicularmente un tubo o varilla hay que establecer primero
el corte en todo el perímetro, empezando a cortar por la primera de las marcas.

Si se trata de tubo fino de aluminio, se apoya en el tablero la punta de una cuchilla y


haciendo rodar el tubo contra el filo rodeando todo el perímetro; después se corta con los
dedos y se recortan los extremos con la cuchilla o con una lima.

Casi todos los alambres se cortan con alicates utilizando el cortador central o los dos
laterales. Los hilos muy finos se cortan con tijera.

Para los cortes curvos interiores se utilizara unas tijeras de mandíbulas


curvas o sujetando la chapa al tornillo de banco y cortándola con sierra de calar o segueta.

Para los cortes curvos externos, después de marcar el exterior de la curva o círculo con
una bigotera de marcar, eliminaremos todo el material sobrante. Luego seguiremos la línea
de corte con las tijeras. El borde será más uniforme si el corte final se hace sin
interrupciones.

PERFORACIONES

Para hacer perforaciones pequeñas se usa un sacabocados.


Hay que apoyar la chapa en un corte transversal de madera, pues las caras laterales toleran
una deformación del metal excesiva. Se marca el centro del taladro. Se coloca el
sacabocados y se golpea con suavidad utilizando un mazo o martillo. Tras verificar la
exactitud de la marca, se da un golpe fuerte y seco. Para aplanar la deformación, se pone la
chapa sobre una tabla lisa y se aplana con un mazo.

Existen sacabocados de cuchilla intercambiable que permiten hacer taladros pequeños sin
deformación.
Para hacer aberturas más grandes usaremos una broca de sierra a velocidad
baja, una sierra de calar o haciendo una serie de taladros pequeños y uniéndolos luego.

Para hacer simples agujeros pueden utilizarse brocas de acero y una taladradora manual o
eléctrica a velocidad lenta. Hay que tener bien afiladas las puntas de las brocas.

Antes de taladrar hay que marcar el centro para fijar la broca con un granete o similar.

Si es necesario perforar una pieza gruesa, se empieza haciendo una perforación pequeña en
el centro y se va agrandando poco a poco cambiando de broca. Será necesario lubricar bien
para evitar calentamientos.

Lubricantes.
Para lubricar el aluminio se utiliza parafina; para los demás metales, aceite fluido; el latón
no necesita ser lubricado.

SOLDADURA

En este apartado nos referiremos a las soldaduras más simples de


estaño, adecuadas para unir latón, cobre, acero y hojalata. Para ello se utilizan soldadores
eléctricos de potencias que van de los 15 a 240 vatios.

Primero hay que limpiar las superficies frotando con lija y sin tocar con los dedos. Después
se aplica un fundente que elimina el óxido en pasta o líquido, aunque también puede ir
incorporado al material de soldadura.

A continuación se cubre la punta del soldador y las dos superficies con una delgada capa de
soldadura; es lo que se llama «estañado».

Después se ponen las superficies en contacto y se calienta la soldadura hasta que se funde a
lo largo de toda la unión. Si la soldadura se agrupa en gotas es probable que las piezas estén
sucias.

Para soldar alambre, se sujetan las piezas a soldar con un trozo de cable eléctrico
enrollándolo entorno a la unión y se aplica fundente. Luego se aplica el soldador caliente
por un lado y la soldadura por el otro. Hay que utilizar solo la cantidad necesaria para
asegurar la unión.
LIMADO Y DESBASTADO

Se usa una lima plana para bordes rectos y una lima de media caña para las formas curvas.
Puede frotarse los dientes con tiza para evitar que el metal se pegue a los dientes.

Si es posible hay que sujetar la pieza a limar con un tornillo de banco para evitar
vibraciones.

Para limar, se coge la lima con una mano y se guía la punta con la otra, aplicando presión
mientras se mueve hacia adelante, y volviendo hacia atrás sin apretar.

Si se trata de una pieza redonda, se pasa la lima moviéndola continuamente


sin separarla de la superficie, aplicando una presión uniforme para no producir áreas planas.
Primero con una lima gruesa y luego con una fina, dando un acabado con una lima envuelta
en lija sujeta por los dos extremos.

Figuras de metal

Hasta las mejores figuras de metal pueden tener rebabas de la línea de separación del
molde. Pueden ser suficientemente blandos como para poder ser limpiados con una
cuchilla, aunque siempre será mejor usar una lima de aguja en las zonas más intrincadas.

Hay que seguir la línea cuidadosamente a través de las diferentes texturas, y estar atento a
los cambios bruscos de dirección.

Es necesario trabajar con buena luz para asegurarse de que no se dejan marcas de lima. Si
aparece alguna, debe eliminarse con lija fina envuelta en torno a una lima.

Cualquier fallo aparecerá a través de la pintura.

USO DE LA MASILLA

Acabado el montaje, antes de pintar hay un trabajo previo que en la práctica se reduce a
enmasillar las eventuales fisuras, huecos, uniones, etc... de las distintas piezas, en especial
las realizadas en varias partes por exigencias de la fabricación.

Su empleo es, a menudo simple, pero debe ponerse una cierta atención en ello, ya que una
vez colocada, sólo con el lijado o con el disolvente apropiado es posible «manejarla», y aún
siempre dentro de determinados límites.

Para colocarla en su lugar el mejor útil es una pequeña espátula metálica de las usadas en
dibujo. En su defecto un destornillador de punta plana puede servir.
La masilla debe ser empleada con una cierta parsimonia, no olvidando que cuando seca
tiende a contraerse y disminuir de volumen, y que para rellenar un agujero de notables
dimensiones será conveniente ponerla abundante, ya que es posible que una vez seca no
llegue a cubrir el hueco que debía rellenar.

Es importante un uso cuidadoso de la masilla, sin excesivos miramientos, pero eso sí, con
una notable atención al cómo y cuándo la utilizamos en la maqueta que estamos realizando.

Aplicar masilla

Se aplica dando pasadas cortas y en capas finas.

Si la fluidez de la masilla lo permite, puede eliminarse el sobrante pasando el dedo


inmediatamente después de aplicarla. Si se trabaja con masillas epoxídicas, puede pasarse
el dedo mojado en agua repetidas veces por la zona hasta conseguir el aspecto deseado.
Esto nos ahorrará un buen trabajo de lija.

Si el hueco a cubrir es más grande de lo habitual, es preferible aplicar varias capas dejando
secar entre una y otra antes de intentar tapar la primera. En sitios pequeños o de difícil
acceso puede aplicarse la masilla con la punta de una cuchilla o con un pincel, siempre que
éste haya sido mojado previamente en acetona.

Una vez enmasillado, es conveniente dejar secar durante unas horas antes de lijar.

Se empieza a lijar utilizando una lija de grano medio y terminando por una de grano fino o
muy fino. Las lijas al agua se pueden incluso mojar para rebajar su poder abrasivo o untar
de jabón para que actúe de lubricante. En ocasiones, la pasta de dientes o el mismo alcohol,
aplicados con un trapo, sirven para pulir las zonas lijadas.

En zonas especialmente difíciles donde no se pueda acceder con la lija, se puede eliminar el
sobrante con un pincel de cerda dura mojado en acetona, con el que se peinará la zona hasta
dejarla en las condiciones deseadas.

Más.
Enmasillar una maqueta es solo una de las más básicas aplicaciones de este material. En
otros artículos (Montaje > Enmasillar una maqueta) se verán con detalle otros usos, como
crear piezas, modificar figuras, crear texturas o imitar acabados...

CÓMO USAR UN AERÓGRAFO


INTRODUCCIÓN

En los apartados Técnicas básicas > Pintar con aerógrafo y Pintura y acabado > Pintar con
aerógrafo se explica cómo pintar con pulverizador o aerógrafo.

Aquí se ampliará esa información, y en el apartado de Pintura y acabado se darán consejos


prácticos para aprender a manejarlos.

HERRAMIENTAS Y COMPLEMENTOS

Para pintar con aerógrafo es necesario contar con algunas cosas más:

 Aguarrás puro (esencia de trementina, no usar productos equivalentes)


 Disolvente nitrocelulósico
 Acetona pura industrial
 Disolventes comerciales
 Cinta para enmascarar
 Líquido para enmascarar
 Una regla metálica
 Una cuchilla afilada
 Envases de cristal con tapa (como los de alimentos infantiles)
 Tijeras
 Rollo de papel de uso doméstico o papel higiénico
 Cartulina blanca
 Papel de periódico
 Algodón
 Palillos redondos
 Varillas de madera o cristal (de unos 5 mm de diámetro, para usar como agitadores)
 Bolas de rodamiento (pequeñas, para usar como agitadores)

DILUIR LA PINTURA

Hay que responder tres preguntas básicas:

¿Cómo?

Hay que utilizar siempre una medida constante: cuentagotas de cristal, jeringuilla
desechable para insulina o cualquier otro elemento que permita dosificar correctamente
tanto el color como los disolventes.

Importante.
Un aspecto fundamental es la pulcritud. Si se quiere obtener resultados óptimos, es conveniente
proceder de la manera siguiente:

 Necesitaremos cuatro envases, uno vacío y otros tres con disolvente.


 Se arrojan los restos de pintura en un primer envase.
 Seguidamente se coge disolvente con el gotero de un segundo envase y se vacía en el
envase primero (hacerlo tres veces).
 Se repite el mismo proceso cogiendo el disolvente con el gotero de un tercer envase y
vaciándolo en el segundo. Así el gotero dosificador quedará perfectamente limpio.
 En un cuarto envase tendremos sólo disolvente limpio para diluir la pintura.

¿Cuanto?

Una norma básica es diluir la pintura al 50% con disolventes para usos generales. Los
efectos especiales pueden requerir disoluciones aún mayores.

Para saber si hemos alcanzado la consistencia óptima un truco muy sencillo es introducir el
rabo de un pincel en la pintura y dejar resbalar una gota por la pared del recipiente; si deja
un rastro bien definido de color la disolución será correcta; si se obtiene un trazo acuoso
semitransparente debe añadirse más pintura; de todas formas la práctica indicará las
disoluciones más idóneas para el modelo de aerógrafo que se esté utilizando.

¿Con qué?

Dependerá del tipo de pintura que se use. Tal y como se explica en Técnicas básicas >
Tipos de pintura, los acrílicos necesitan agua y los esmaltes aguarrás o nitrocelulósico, éste
último más adecuado para pinturas brillantes y para maquetas no construidas en plástico.

Para las construidas en plástico es preferible el aguarrás puro por tener un tiempo de secado
más largo y porque no afecta al plástico.

LIMPIEZA

Absolutamente siempre se debe mantener limpio el aerógrafo. Cada vez que se cambie de
color se pulverizará disolvente para eliminar los restos de la pintura anterior. Para esto sí
resulta muy útil el disolvente nitrocelulósico.

Para una limpieza más concienzuda, que se hace necesaria cada cierto tiempo, es necesario
desmontar el aparato. Se sumergen las piezas metálicas en acetona pura durante media
hora, eliminando los restos de pintura que hayan podido quedar con un palillo de madera al
que se habrá colocado en la punta un algodoncito impregnado también en acetona.

Nunca hay que utilizar objetos metálicos (alfileres o similares) para limpiar restos de
pintura del aerógrafo, pues solo se conseguirá estropearlo en poco tiempo.
Jamás hay que forzar la apertura del aerógrafo con alicates o herramientas similares, ni
utilizar la fuerza bruta. Es mejor sumergir en acetona el aerógrafo hasta que se disuelvan
esos restos de pintura que nos impiden desarmarlo.
SEGURIDAD

La mayoría de los esmaltes para el maquetismo no son tóxicos, aunque no puede decirse lo
mismo de los barnices. De todas formas, siempre hay que pintar en un lugar despejado, bien
ventilado, sin que haya ningún fuego o ascua cerca del área de trabajo (eso incluye los
cigarrillos) y utilizar una mascarilla siempre que se pulverize barnices o esmaltes.

Este tema continua en el apartado sobre Pintura y acabado:

 Cómo usar un aerógrafo


1. Primeros pasos
2. Técnicas de tapado
3. Efectos especiales
4. Ejemplo práctico

Montaje

ELEGIR UNA MAQUETA

Dentro de este mundillo existen tres materias primas fundamentales sobre las que se
realizan las maquetas comercializados en cajas de montaje (kits): plástico, madera y metal.
Y no es extraño encontrar kits en los que se combinan dos o más de estos materiales.

Las diferencias entre estos materiales son obvias en sus características, precios y también
en la forma de trabajar con ellos, y por tanto, las herramientas y utillajes necesarios.

MODELOS EN METAL

Suelen ser exclusivos de unas pocas marcas que los hacen


más que nada por prestigio. Suelen estar realizados a escalas grandes para poder incluir
gran cantidad de piezas y detalles, a cambio de tener altos precios.
Normalmente se presentan las piezas perfectamente conformadas, necesitando únicamente
eliminar algunas rebabas. No suelen requerir trabajo de pintura salvo para detallar y
mejorar el aspecto general; pero será preferible tratar la superficie con pulimento para
metales.

Las piezas más corrientes de encontrar en el mercado son motocicletas y automóviles


deportivos de todas las épocas.

MODELOS EN MADERA

Las maquetas comercializadas en su gran


mayoría son barcos, siendo difíciles de encontrar algunas otras piezas como cañones, armas
de época o máquinas de guerra antiguas. Y poca cosa más.

Los precios de estas maquetas suelen ser medio-altos, pero su calidad suele ser también
alta.

Generalizando, las piezas suelen venir troqueladas sobre una plancha de madera de la que
es necesario desprenderlas con sierra o cuchilla, y prácticamente todas, troqueladas o ya
conformadas, requieren un repaso más o menos a fondo para obtener un perfecto ajuste y
acabado.

MODELOS EN PLÁSTICO

Este sector es el que más opciones tiene en cantidad, variedad y precios. Podemos encontrar
equipos realmente económicos junto a piezas realmente caras. En cualquiera de los dos
casos, al abrir la caja encontraremos únicamente plástico, aunque en algunos casos
encontraremos que incluyen pequeñas piezas de metal.

Para un principiante, la elección de una maqueta se debe a muchas razones, y elegir una
maqueta en concreto puede ser a causa de influencias comerciales, prensa, cine o televisión,
al querer hacer la maqueta de aquella nave espacial, helicóptero extraño o coche futurista
del protagonista de una serie o película.
Si no tenemos algún tema concreto al que dedicarnos,
podemos dejarnos aconsejar por los encargados de las tiendas de maquetismo y modelismo,
o por aficionados, aunque estos últimos siempre tendrán una opinión más «interesada».

Si en cambio tenemos alguna idea fija del tema, empezaremos por consultar catálogos y los
contenidos de los estantes de las tiendas especializadas.

Es conveniente examinar, si se puede, la maqueta antes de comprarla. Los fabricantes


suelen mantener una constante de calidad en todos sus productos, aunque bien es cierto que
las excepciones abundan y antes o después podemos encontrarnos con una pieza
considerada «mala».

Para conseguir esa distinción entre «buena» y «mala», observaremos las distintas piezas o
grupos de piezas clave de una maqueta.

Aviones y helicópteros

 El plástico transparente de las cabinas no debe presentar manchas ni arañazos y estar en


perfectas condiciones de transparencia
 Los remaches (si existen en la realidad) apenas deben notarse
 Las uniones del fuselaje y encastre de las alas deben poder ajustar sin holguras ni
escalones entre ellas
 Los alojamientos de los trenes de aterrizaje no deben ser huecos
Barcos

 Las piezas pequeñas (antenas, armamento secundario, detalles) deben ser finas y estar
bien moldeadas
 La textura de los distintos materiales con los que se construye un barco real (madera,
hierro) deben poder reconocerse en las piezas de la maqueta a escala

Carros de combate y vehículos blindados

 Las cadenas deben estar bien moldeadas y presentar detalle por ambas caras
 Las planchas de blindaje deben estar a la escala correcta (suelen estar
sobredimensionadas)
 Tanto en la parte superior como en la inferior no deben aparecer huecos que no
correspondan a la realidad (suelen existir en equipos con opción de ser motorizados)

Automóviles y camiones

 No deben existir rebabas en las piezas, sobre todo en las zonas más visibles
 Parabrisas y demás transparencias deben estar en perfecto estado y ajustar bien
 Los cromados deben tener el brillo y aspecto más similar a los reales
 Suspensión y dirección deberían tener posiciones opcionales
Motocicletas

 Todo lo indicado en el apartado de automóviles


 Las calcas deben ajustarse perfectamente a las formas de la moto

Añadiremos para todas las marcas que nos faciliten unas hojas de instrucciones de fácil
comprensión, con dibujos explicativos y, en general, un aspecto fino en detalles y pulcro en
diseño.

MONTAR UNA MAQUETA

         

La regla principal y casi única antes de empezar a montar una maqueta es la de armarse de
paciencia; habilidad, técnica e inventiva son óptimas prerrogativas del
maquetista/modelista, pero deben ir siempre unidas a una paciencia extrema. Paciencia en
la realización material de la maqueta tan bien hecha como se sepa.

Las más de las veces construir una maqueta, incluso las de escalas mayores, quiere decir
rastrear piezas de pocos milímetros, acabarlas, pintarlas y a menudo añadirles cualquier
detalle que les falte. Además entre un encolado y otro, o entre una capa de pintura y otra,
esperar pacientemente para estar del todo seguro de que todo está ya seco, tal y como debe
ser (para algunas pinturas, más de 12 horas).

La primera operación a efectuar al abrir la caja es comprobar la presencia de todas las


piezas, calcas, instrucciones, etc... Como algunas maquetas pueden estar compuestas por
centenares de piezas o tener piezas muy pequeñas, es conveniente poner mucha atención
cuando se abra la caja para evitar la pérdida de alguna de ellas.

Estudiar con detenimiento el esquema de montaje o plano; en general es muy preciso y raro
es encontrar un plano que tenga pequeñas diferencias con el resultado final. Aprovechar
para examinar las piezas comparándolas con el plano, para verificar que no se haya roto
ninguna, en cuyo caso se tomará nota para, durante el montaje, repararla o substituirla.

También debe tomarse nota de las piezas «opcionales», es decir, de las piezas que sirven
para una u otra versión de acabado de las que ofrece la maqueta. No es extraño encontrar
entre las piezas sobrantes una que no fue colocada en su momento y que pertenece a la
versión que justo se le acaba de dar el último toque.

Estas piezas sobrantes pueden guardarse en una pequeña caja, o mejor aún, en una serie de
cajitas con departamentos para seguir un cierto orden al almacenar las piezas por tipos
(bombas, anclas, cañones, etc.)

Durante este examen se encontraran las imperfecciones, líneas de molde y rebabas que
deberán ser eliminados.

Para una secuencia lógica de montaje, la hoja de instrucciones enumera las distintas fases,
una a una; es lógico que, mientras están encolándose las piezas de la fase 1, puede
tranquilamente dedicarse a la fase 2 o a la fase 3, sin que esto comporte problemas. Pero
atención, aunque el pegamento que se use sea de secado rápido, es mejor dejar reposar un
conjunto encolado un cierto período de tiempo, incluso dos o tres horas, para estar total y
absolutamente seguros de una perfecta unión.

Si alguna vez ocurre el montar una pieza equivocada, no hay nada irreparable. Si el
pegamento no está aún seco será suficiente con desmontar la pieza y, una vez seco todo el
pegamento, pulir las rebabas y repetir la operación. Si el pegamento está casi seco, una gota
de diluyente o de pegamento líquido puede ayudar a separar la pieza sin excesivos daños, y
por tanto posibles de reparar.

No insistir en el error y reparar lo antes posible.


Esta es una regla básica que debe tenerse siempre en cuenta. No contentarse con un buen
montaje cuando éste puede resultar óptimo.

Algunos expertos recomiendan lavar las piezas con agua y jabón para eliminar cualquier
rastro de grasa del propio plástico o simplemente del manejo con las manos. Esto es
utilizable en piezas grandes, pero reconozco que nunca lo he hecho, pues toco las piezas lo
menos posible con las manos.

Esta son las reglas generales para ensamblar cualquier maqueta, pero dada la gran cantidad
de géneros y tipos, seguidamente se darán algunas indicaciones más específicas sobre
distintas clases de maquetas. Para ello se seguirán los siguientes apartados:

 Automóviles, motocicletas, camiones y otros vehículos


 Aviones, helicópteros y otros medios aéreos
 Barcos y naves acuáticas
 Carros de combate y vehículos militares
 Figuras
 Otros modelos
MONTAR UN AUTOMÓVIL

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar una maqueta, explicaremos los
pasos para montar una maqueta de un automóvil.

Ante todo, y como siempre, debemos desplegar las piezas y estudiarlas, tratando de
identificar aquellas que pertenecen al interior, suspensión, motor, etc., a fin de hacernos con
una idea clara de los elementos de que están compuestos la maqueta y su original.

Sacados de la caja los distintos elementos de la maqueta, serán separados del árbol de
inyección por medio de una cuchilla, para las piezas medianas o grandes, o alicates de corte
para las piezas más pequeñas.

Eliminar las posibles rebabas o imperfecciones de inyección que puedan impedir una
perfecta unión de las distintas partes.

Si la maqueta tiene el motor visible o puede serlo dejando abierto el capó empezaremos a
construirlo en primer lugar.

 
Siguiendo el esquema de montaje construiremos el interior del vehículo, pegando los
asientos y demás elementos al chasis con pegamento líquido, procurando aplicarlo con
cuidado para que no ataque al plástico y nos arruine la maqueta.

Montaremos las piezas correspondientes al salpicadero, que deberemos pintar antes de


pegarlo, ya que una vez en su lugar será imposible de alcanzar con el pincel. Los colores
más corrientes para esta zona son negro mate, aluminio y blanco. En el apartado de Pintura
y acabado > Pintar una maqueta con pincel > Automóvil lo veremos con mayor detalle.

Respecto al pintado de las piezas, hay que tener en cuenta que el pegamento no actúa sobre
la capa de pintura, y que por ello deberá rascarse la pintura de las partes que reciban el
pegamento.

Mientras dejamos secar todo el conjunto, y según la maqueta que hagamos, podemos pasar
al acristalado del automóvil. Pegaremos las piezas transparentes que representan los
parabrisas y ventanillas utilizando una gota de pegamento de cianocrilato. Al usar este tipo
de pegamento deberemos tomar las máximas precauciones, pues sus vapores pueden
empañar el plástico transparente si se aplica en exceso.

Pasaremos ahora a completar los bajos del automóvil. Cortaremos y afinaremos las piezas y
las iremos colocando en su lugar. Los cortes se repasarán con lija hasta hacer desaparecer
cualquier rastro de plástico extra del árbol de inyección. También se eliminarán las rebabas.
Para ello podemos usar la lija o en el caso de piezas muy pequeñas y frágiles, raspando con
una cuchilla.

Es fundamental que todas las ruedas apoyen bien. Para lograrlo tendremos que tomar
ciertas precauciones al montar la suspensión, muelles, ejes, neumáticos, etc... comprobando
repetidamente su simetría y equilibrio antes y después de pegar las piezas.
 

Uniremos las piezas que forman la suspensión con mucho cuidado, utilizando si es
necesario pegamentos como el cianocrilato o el époxy para conseguir una mayor
resistencia.

Hay maquetas que cuentan con partes móviles, como pueden ser las ruedas que giran
libremente o la propia dirección; como no aportan ninguna ventaja, es preferible pegarlas.

Los neumáticos pueden tener en el centro la marca de la unión de las dos mitades del
molde, que quitaremos lijando o cortando, aun a riesgo de estropear algo el dibujo. En este
último caso, lo grabaremos de nuevo siguiendo las técnicas que se explican en el apartado
de Mejora y detallado > Mejorar un automóvil > Ruedas y neumáticos.

Cuando terminemos de montar el chasis del vehículo con todos sus elementos excepto las
ruedas, que montaremos después de pintar el chasis, deberemos dejarlo secar bien, por lo
menos toda una noche, antes de manipularlo de nuevo, y nunca estará de más reforzar los
puntos críticos o débiles con una gota de cianocrilato.

Puesto que debe pintarse el interior del vehículo, dejaremos sin pegar la parte superior o
carrocería a la inferior o chasis, así como las piezas especialmente pequeñas y delicadas,
como pueden ser retrovisores exteriores, limpiaparabrisas, cristales de faros y luces, etc.,
para evitar roturas.

Tras la fase de pintado del interior del vehículo, que veremos en el apartado de Pintura y
acabado > Pintar una maqueta con pincel > Automóvil, encajaremos con cuidado el chasis
y la carrocería, procurando no forzar ninguna pieza del chasis, que son las más expuestas a
ello. Pegaremos ambas mitades con pegamento líquido aplicado a pincel con la mayor
limpieza posible.
Para sujetar la unión utilizaremos gomas elásticas de forma que presionen las piezas de
forma uniforme, evitando que se abra la carrocería por alguno de sus lados. Ya seco el
conjunto repasaremos la unión con lija fina al agua.

En este momento pasaremos a la fase de pintado del vehículo, chasis, carrocería, ruedas y
las piezas pequeñas que hemos dejado para el final, que veremos en el apartado de Pintura
y acabado > Pintar una maqueta con pincel > Automóvil. Una vez acabada será el momento
de colocar los faros transparentes que pegaremos con cola blanca y las calcomanías. Por
último pegaremos las ruedas con pegamento de cianocrilato.

En el apartado de Mejora y detallado > Maquetas de automóviles se verán trucos y técnicas


para mejorar nuestras maquetas.

MONTAR UN AVIÓN

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar una maqueta, explicaremos los
pasos para montar una maqueta de un avión.

Ante todo, y como siempre, debemos desplegar las piezas y estudiarlas, tratando de
identificar aquellas que pertenecen al interior, motor, piezas opcionales, etc., a fin de
hacernos con una idea clara de los elementos de que está compuesto el modelo y su
original.
Sacados de la caja los distintos elementos del modelo, serán separados del árbol de
inyección por medio de una cuchilla, para las piezas medianas o grandes, o alicates de corte
para las piezas más pequeñas.

Eliminar las posibles rebabas o imperfecciones de inyección que puedan impedir una
perfecta unión de las distintas partes.

Un montaje «en seco», uniendo las piezas principales permitirá comprobar que todos los
elementos están en orden y que no hay problemas de ensamblaje.

Siguiendo el esquema de montaje comenzaremos a construir el fuselaje, constituido


generalmente por dos semifuselajes.

Antes de empezar a hacerlo debemos observar cuales son las piezas que deberán ser
montadas en su interior, como son la carlinga del piloto -o pilotos-, instalaciones de armas
(ametralladoras, bodega de bombas), la rueda de cola o el tren de aterrizaje delantero, según
sea el caso. Algunos modelistas prescinden de las figuras de los pilotos que suelen incluirse
en las cajas.

Todas estas piezas deberán ser cortadas, lijadas, pegadas y pintadas, según el plano, antes
de empezar con el fuselaje, pues una vez cerrado quedaran zonas inaccesibles al pincel. No
hay que olvidar de pintar también los laterales del fuselaje hasta donde se vea. Terminados
de pintar estos elementos, se pegan a una de las secciones del fuselaje, cuidando que estén
en su correcta posición para cuando se unan las dos mitades. En el apartado de Pintura y
acabado lo veremos con mayor detalle.
Respecto al pintado de las piezas, hay que tener en cuenta que el pegamento no actúa sobre
la capa de pintura, y que por ello deberá rascarse la pintura de las partes que reciban el
pegamento.

Es el momento de encajar las dos mitades del fuselaje perfectamente centradas, fijándolas
con gomas elásticas, cinta de celo, pinzas de tender o cualquier otro sistema que mantenga
las piezas unidas. Después pasaremos por las juntas un pincel fino con pegamento líquido
para realizar la unión y dejaremos secar muy bien (un par de horas).

Algunos aviones necesitaran un lastre en el morro para que una vez terminado no caigan
sobre su cola. Para ello pondremos unos perdigones, plomo o algo similar sujeto con
plastelina o encolado con pegamento tipo époxy que no ataque al plástico.

Si se da el caso que el morro de la cabina sea acristalada, podemos dar forma al plomo para
pegarla en cualquier parte de la superestructura (ametralladora, asiento del ametrallador,
visor de bombardeo, etc.)

Mientras se está secando podemos pasar a las alas, que constituyen un elemento importante
y muy delicado; a menudo están bien realizadas, pero el punto de contacto con el fuselaje
debe ser más que perfecto, ya que precisamente de éste puede depender una torsión o
deformación del modelo, difícilmente corregible.

Una vez pegadas las secciones de las alas, que pueden estar formadas por dos o más partes,
se reforzarán las uniones en los bordes con pegamento líquido.

Para unir las alas al fuselaje, se prepararán las superficies con pegamento líquido, y tras
comprobar su perfecta unión, mantendremos las alas bien presionadas durante unos
minutos. Suelen tener muescas o marcas en la propia estructura para encajar la pieza en la
posición adecuada. En caso contrario, deberemos poner mucha atención para hacerlo de
manera correcta.

Dejaremos secar bien la maqueta para después poder manipularla para montar los planos de
profundidad de cola, de igual manera que con las alas. Habrá de tener cuidado con su
perpendicularidad y su posición respecto a las alas.
Las alas de cualquier avión tienen un cierto ángulo, llamado diedro, en el punto de contacto
con el fuselaje. En el plano este diedro se ve claramente en la vista frontal del modelo, ya
que constituye una característica específica de cada aparato.

Durante el montaje, y puesto que es fácil falsear este diedro con una gota de pegamento de
más o una unión con algún mínimo fallo, conviene tenerlo presente y si se presenta,
repararlo rápidamente.

Dejaremos secar bien y pasaremos a trabajar con el resto de piezas que forman la maqueta.

Cortaremos y afinaremos las piezas y las iremos colocando en su lugar. Los cortes se
repasarán con lija hasta hacer desaparecer cualquier rastro de plástico extra del árbol de
inyección. También se eliminarán las rebabas. Para ello podemos usar la lija o en el caso de
piezas muy pequeñas y frágiles, raspando con una cuchilla.

Una vez completamente montado el conjunto principal del avión, pasaremos a darle un
lijado general, sobre todo en aquellas zonas donde las piezas no hayan encajado bien,
dejando escalones entre sí.

Pasaremos ahora a preparar el tren de aterrizaje. Suele estar compuesto de varias piezas,
que dado su tamaño y fragilidad dejaremos para la última fase del montaje.

Las ruedas del tren principal suelen estar realizadas en una sola pieza o en dos mitades que
deben ser unidas, solo en los modelos más grandes suelen realizar las ruedas con el buje
central sobre el que se coloca la cubierta realizada en plástico blando tipo goma.

Uniremos las piezas que forman el tren de aterrizaje con mucho cuidado, utilizando si es
necesario pegamentos como el cianocrilato o el époxy para conseguir una mayor
resistencia.
A continuación pegaremos el resto de las piezas, siendo importante que queden
perfectamente centradas, simétricas y a la misma altura, tanto por lo que respecta a las
patas, ruedas, como a las compuertas del tren de aterrizaje.

Dejaremos sin pegar las piezas especialmente pequeñas y delicadas para evitar roturas
durante el enmasillado y posterior lijado.

Una vez hayamos completado el montaje, convendrá dejarlo secar bien, por lo menos toda
una noche, antes de manipularlo de nuevo. Lo dejaremos descansar sobre una caja o similar
de manera que no se fuercen las piezas más recientemente pegadas, especialmente el tren
de aterrizaje.

Ahora pasaremos a enmasillar las partes que lo requieran, como pueden ser la unión de los
fuselajes, el encastre de las alas y alerones, bordes de ataque de las alas, morro, cabina,
pozos de los trenes de aterrizaje. Para mayor comodidad, enmasillaremos por separado
piezas como bombas, depósitos de combustible, etc.

Tras dejar secar durante unas horas, pasaremos a lijar empezando con una lija de grano
medio y terminando con una de grano fino o muy fino. En zonas especialmente difíciles de
alcanzar con la lija, podemos eliminar la masilla sobrante usando un pincel de cerda dura
mojado en acetona con el que «pintar» la zona hasta dejarla en condiciones.

Ya solo nos quedará el pintado y la colocación de las calcomanías que veremos en el


apartado de Pintura y acabado, así como en el apartado de Mejora y detallado se verán
trucos y técnicas para mejorar nuestras maquetas de aviones, helicópteros y similares.

MONTAR UN CARRO DE COMBATE

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar una maqueta, explicaremos los
pasos para montar una maqueta de un carro de combate.
Ante todo, y como siempre, debemos desplegar las piezas y estudiarlas, tratando de
identificar aquellas que pertenecen a cada apartado, y en especial a las piezas de versiones
opcionales, a fin de hacernos con una idea clara de los elementos de que está compuesto el
modelo y su original.

Sacados de la caja los distintos elementos del modelo, serán separados del árbol de
inyección por medio de una cuchilla, para las piezas medianas o grandes, o alicates de corte
para las piezas más pequeñas.

Eliminaremos las posibles rebabas o imperfecciones de inyección que puedan impedir una
perfecta unión de las distintas partes.

Un montaje «en seco», uniendo las piezas principales permitirá comprobar que todos los
elementos están en orden y que no hay problemas de ensamblaje.

Siguiendo el esquema de montaje comenzaremos a construir el chasis. Algunos modelos


vienen preparados para llevar un pequeño motor eléctrico, y por ello aparecen ranuras en el
chasis. Es casi obligado el tapar esos agujeros por dentro con pequeños trozos de plástico
para después enmasillarlos. En el apartado de Técnicas básicas veremos como trabajar con
las masillas.

Junto con el chasis montaremos el tren de rodaje formado por unos conjuntos de ruedas de
distintos tamaños y formas: ruedas tractoras, ruedas tensoras, rodillos. Hay que tener en
cuenta que en los modelos reales algunas ruedas son enteramente metálicas, cuando otras
suelen llevar un revestimiento de caucho como los neumáticos. En este último caso, las
lijaremos un poco para redondear los bordes

Algunos fabricantes dan la posibilidad de dejar el tren de rodaje móvil. Podemos hacerlo
así, aunque siempre aconsejamos dejar todas las piezas bien fijadas.

En muchas ocasiones es preferible pintar el tren de rodaje y la parte del chasis donde tiene
que ir fijado antes de su montaje, pues quedarán zonas de difícil acceso para el pincel.
Respecto al pintado de las piezas, hay que tener en cuenta que el pegamento no actúa sobre
la capa de pintura, y que por ello deberá rascarse la pintura de las partes que reciban el
pegamento.
Es fundamental que los trenes de rodaje estén perfectamente equilibrados y paralelos, ya
que de no ser así al montar las cadenas nos encontraremos con problemas que pueden dar al
traste con el acabado de la maqueta.

Mientras se está secando podemos pasar a construir la torreta del carro de combate.
Normalmente se suministran las piezas de forma que tanto el cañón como la torreta sean
movibles y tengan el radio de giro como el modelo original.

Las bocas de los cañones, ametralladoras y otras posibles armas aparecen macizas, por lo
que es necesario ahuecarlas para darles sensación de profundidad. Para ello haremos girar
la punta bien afilada de una cuchilla o pequeña broca sobre la boquilla.

Una vez montada la torreta iremos añadiendo los detalles como escotillas, periscopios,
cajas de herramientas, etc... Por lo que respecta a las escotillas, es preferible dejarlas
cerradas o poner una figura de las que suelen incluirse en la caja.

Si las dejamos abiertas se verá el interior del carro. Como los fabricantes no suelen
suministrar piezas para los interiores, deberemos ser nosotros los que lo construyamos. Esto
lo veremos en el apartado de Mejora y detallado, pero por su dificultad es un trabajo para
maquetistas expertos.

Pasaremos ahora a trabajar las distintas piezas y accesorios que van sobre la caja del carro
de combate: cajas de herramientas, ruedas de repuesto, luces, cables, etc... Todas estas
piezas deberán ser cortadas, lijadas, pegadas y pintadas, según el plano. Hay maquetistas
que prefieren pintarlas por separado y pegarlas al final de la fase de montaje, mientras que
otros prefieren pegarlas primero y pintarlas después.
Es el momento de encajar la caja del carro de combate al chasis. Los problemas de unión ya
deberían haberse detectado durante el montaje «en seco» previo, pero siempre puede
ocurrir que una vez pegadas las piezas aparezcan pequeñas deformaciones que pueden
estropear la unión. Las solventaremos con lija y masilla.

Para la unión de estas piezas puede ser recomendable utilizar pegamentos tipo époxy o
cianocrilato, para conseguir una mayor fuerza y dureza en la unión.

En algunas maquetas esta unión deberá hacerse después de haber colocado las cadenas,
pues luego sería casi imposible situarlas correctamente.

Respecto a las cadenas, suelen ser de una sola pieza fabricadas de goma, con un sistema de
anclaje por pivotes macho-hembra o similar. En este caso, la unión debe ser soldada con
calor; para ello apoyaremos el punto de unión sobre un soporte que las sujete, calentaremos
sobre una llama la punta de un destornillador o de un clavo y, con cuidado, tocaremos los
pivotes para fundirlos. Reforzaremos la unión con pegamento de cianocrilato.

Uno de los principales problemas que podemos encontrarnos es que la cadena se nos quede
demasiado larga o demasiado corta. En el primer caso, cortando y pegando algunos
eslabones podremos arreglarlo. Pero en el caso contrario, deberemos recurrir a utilizar la
cadena de otra maqueta o conseguir eslabones extra para completarla. En el apartado de
Mejora y detallado intentaremos dar soluciones a este problema.

En maquetas grandes pueden venir los eslabones sueltos para construir nosotros mismos las
cadenas. En este caso nos armaremos de paciencia e iremos uniendo los eslabones con
pegamento de cianocrilato por bloques, siguiendo la forma de las ruedas.

Una vez preparadas las cadenas, las montaremos en su lugar con mucho cuidado,
procurando no forzar los ejes para no dañarlos.
Ya solo nos quedará el pintado y la colocación de las calcomanías que veremos en el
apartado de Pintura y acabado, así como en el apartado de Mejora y detallado se verán
trucos y técnicas para mejorar nuestras maquetas de carros de combate, vehículos militares
y similares.

MONTAR UNA MOTOCICLETA

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar una maqueta, explicaremos los
pasos para montar una maqueta de una motocicleta. Las motocicletas son en apariencia
sencillas pero siempre tienen un cierto grado de dificultad en su montaje.

Ante todo, y como siempre, debemos desplegar las piezas y estudiarlas, tratando de
identificar aquellas que pertenecen a suspensión, motor, etc., a fin de hacernos con una idea
clara de los elementos de que están compuestos la maqueta y su original.

Sacados de la caja los distintos elementos de la maqueta, serán separados del árbol de
inyección por medio de una cuchilla, para las piezas medianas o grandes, o alicates de corte
para las piezas más pequeñas.
Hay que eliminar las posibles rebabas o imperfecciones de inyección que puedan impedir
una perfecta unión de las distintas partes.

Como la mayoría de partes de estos modelos son visibles, deberán ser pintadas antes de
pegarlas, ya que una vez en su lugar serán imposibles de alcanzar con el pincel. En el
apartado de Pintura y acabado lo veremos con mayor detalle.

Respecto al pintado de las piezas, hay que tener en cuenta que el pegamento no actúa sobre
la capa de pintura, y que por ello deberá rascarse la pintura de las partes que reciban el
pegamento.

Y lo mismo ocurre con las piezas cromadas. Se deben rascar las zonas donde vayan a unirse
por medio de pegamento.

Empezaremos por construir en primer lugar el motor y las piezas accesorias que lo
acompañan.

Mientras dejamos secar todo el conjunto, podemos preparar el montaje del eje delantero y
la rueda trasera, comprobando repetidamente su perfecta unión antes y después de pegar las
piezas.

Los neumáticos pueden tener en el centro la marca de la unión de las dos mitades del
molde, que quitaremos lijando o cortando, aun a riesgo de estropear algo el dibujo. En este
último caso, lo grabaremos de nuevo siguiendo las técnicas que se explican en el apartado
de Mejora y detallado.
En la foto podemos ver la diferencia entre el neumático tal cual
viene en la caja (derecha) y otro neumático una vez lijado y envejecido (izquierda). Como
se trata de un neumático de competición no tiene el dibujo o rayado de los neumáticos que
solemos ver por la calle.

Siguiendo el esquema de montaje uniremos las piezas que forman el chasis de la


motocicleta, que también habremos pintado previamente, al conjunto formado por el motor,
la transmisión y otros accesorios.

Uniremos las piezas que forman el eje delantero (suspensión, rueda, frenos, etc.) y la rueda
trasera al conjunto del chasis con mucho cuidado, utilizando si es necesario pegamentos
como el cianocrilato o el époxy para conseguir una mayor resistencia.

Hay que tomar ciertas precauciones al montar todo el conjunto de suspensión, muelles,
neumáticos, etc... comprobando repetidamente su simetría antes y después de pegar las
piezas.

Hay maquetas que cuentan con partes móviles, como puede ser la dirección o la cadena de
transmisión; como no aportan ninguna ventaja, es preferible dejarlas fijas.
 

Cuando se haya terminado el montaje el chasis de la motocicleta con todos sus elementos
se debe dejar secar bien, por lo menos toda una noche, antes de manipularlo de nuevo y
nunca estará de más reforzar los puntos críticos o débiles con una gota de cianocrilato.

El siguiente paso es preparar las piezas del carenado o carrocería de la motocicleta, que se
habrán pintado previamente. Se deben encajar al conjunto del chasis con cuidado
procurando no forzar ninguna pieza.

Finalmente se pegarán las piezas especialmente pequeñas y delicadas, como pueden ser
retrovisores exteriores, cristales de faros y luces, etc... utilizando cola blanca y finalmente
se colocarán las calcomanías.
 

En el apartado de Mejora y detallado se verán trucos y técnicas para mejorar nuestras


maquetas.

MONTAR UN BARCO

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar una maqueta, explicaremos los
pasos para montar una maqueta de un barco.

Madera o Plástico.
Tradicionalmente el modelismo naval utiliza la madera como materia prima fundamental,
encontrando un fuerte rechazo por parte del aficionado hacia las maquetas de plástico. Sin
embargo, no podemos pasar por alto la existencia de estas maquetas, de calidad
extraordinaria por su fidelidad al modelo original.
Son estas últimas sobre las que trabajaremos, dedicando algunos artículos a las maquetas de
barcos de madera más adelante.

Ante todo, y como siempre, deberemos desplegar las piezas y estudiarlas, tratando de
identificar aquellas que pertenecen a cada apartado, y en especial a las piezas de versiones
opcionales, a fin de hacernos con una idea clara de los elementos de que está compuesto el
modelo y su original.

Sacados de la caja los distintos elementos del modelo, serán separados del árbol de
inyección por medio de una cuchilla, para las piezas medianas o grandes, o alicates de corte
para las piezas más pequeñas.

Eliminaremos las posibles rebabas o imperfecciones de inyección que puedan impedir una
perfecta unión de las distintas partes.

Un montaje «en seco» uniendo las piezas principales permitirá comprobar que todos los
elementos están en orden y que no hay problemas de ensamblaje.
Siguiendo el esquema de montaje comenzaremos a construir el casco, que en general viene
formado por dos semicascos cortados en sentido vertical y longitudinal. Uniremos las dos
partes con papel adhesivo para mantener una unión firme en toda la longitud de la quilla,
roda y codaste, y eliminar así posibles holguras.

Con un pincel y pegamento líquido repasaremos todas las uniones por dentro y por fuera
del casco. No quitaremos la cinta adhesiva hasta estar seguros que las piezas están bien
pegadas.

Deberá ponerse mayor atención con las maquetas con cascos de tamaño considerable (hasta
40-50 cm de longitud), pues en estos casos se debe comprobar que los semicascos no han
sufrido deformaciones. En ese caso deberán asegurarse las uniones con refuerzos internos,
como trozos del árbol de inyección convenientemente cortados y colocados formando una
«T», en el interior del casco para que lo mantengan en la forma deseada.

Las maquetas de barcos están caracterizadas por las diversas técnicas constructivas, según
se trate de un modelo antiguo o moderno. Veremos ambos casos por separado.

 Montar un barco antiguo


 Montar un barco moderno

MONTAR UN BARCO (II)


BARCOS ANTIGUOS

Los barcos antiguos suelen disponer de solo dos cubiertas, la


considerada cubierta de batería, destinada a acoger el sistema ofensivo y defensivo
(cañones, culebrinas, etc.) y la cubierta superior o alta. Entre ambas están previstos pasos
por medio de escotillas y escaleras diversas.
Una vez completado el caso deberemos examinar las piezas destinadas a la parte inferior
que deberán ser pintadas antes de colocarlas en su lugar, ya que la cubierta superior cerrará
luego todo el conjunto.

Respecto al pintado de las piezas, hay que tener en cuenta que el pegamento no actúa sobre
la capa de pintura, y que por ello deberá rascarse la pintura de las partes que reciban el
pegamento.

Una vez colocada la cubierta inferior se colocarán todos los detalles previstos.

Completada la cubierta inferior pasaremos a la superior. Sobre ella tendremos más


armamento, todo el conjunto de la superestructura, distintas chalupas, las lanchas y sus
aparejos, los espejos de popa y proa y todo el conjunto de los palos, jarcia y velas
(arboladura).

Gran parte de las piezas deberán ser previamente pintadas,


mientras algunas, como las chalupas y las anclas, podremos esperar a colocarlas después de
haber montado los palos y la jarcia.

Los palos no tienen ninguna dificultad constructiva, lo importante es montarlos bien, con
todos los detalles previstos y comprobar que han sido colocados en su debido lugar,
perfectamente perpendiculares a cubierta, sin ningún ángulo, salvo los previstos en el plano
como por ejemplo para el botalón.

Ha llegado el momento de la jarcia, que es el complejo de cabos que sirven para el control
de las velas y que en las maquetas se presentan generalmente bajo la forma de un conjunto
de hilos, troquelados tipo red, que iremos cortando según las instrucciones e indicaciones
del esquema de montaje.

La jarcia.
La jarcia es propiamente el conjunto de cabos fijos, obenques, estais y burdas que fijan los
palos en su posición precisa; la maniobra para las velas, se efectúa generalmente con los
cabos llamados de maniobra. Casi siempre la maniobra se deberá dejar en color claro, pues
en la realidad eran cuerdas de cáñamo; y la jarcia en color negro, correspondiente al
alquitrán con que era protegida de los ataques de la mar.
Para unir la jarcia al casco se realiza mediante la «vigota-
acollador», un detalle constructivo especial para los modelos de plástico que reproduce,
generalmente en una única pieza, estos puntos de contacto entre el casco y la jarcia. Es una
especie de cuchara encolada por una extremidad al casco o a la cofa del palo y por la otra a
cada cabo de la jarcia.

Para reproducir con suficiente exactitud este conjunto de cabos y al mismo tiempo dejarles
una tensión justa, será oportuno perforar la parte superior de la vigota e insertarle la
extremidad de la jarcia. Una gota de pegamento del tipo époxy colocada en el agujero
mediante un palito será más que suficiente para fijarla.

El cabito o jarcis no podrá ser cortado enseguida; será mantenido en su posición por medio
de una pinza o un pedazo de cinta adhesiva. Cuando la unión esté seca podrá ser cortado al
ras.

Otros cabos de maniobra podrán ser pegados por el mismo sistema. Haremos un pequeño
agujero en la pieza a la que deberá ser encolado. Insertaremos el cabo y a continuación un
trozo de plástico junto al borde para que lo mantenga fijo en su posición. Para terminar
aplicaremos una gota de pegamento a la unión.

Por último se colocarán las velas. Todo el conjunto viene,


por lo común, incluido en la caja de la maqueta bajo la forma de una delgada hoja de
plástico amarillento que, en relieve, representa las velas hinchadas por el viento.

En cualquier caso es oportuno disponer algunas velas plegadas y algunas desplegadas, para
dar mayor realismo a la maqueta. En este caso será de gran ayuda alguna buena ilustración
que muestre claramente como deben ir colocadas las velas. Esto se verá con más detalle en
el apartado de Mejora y detallado.

Las velas.
Con un poco de habilidad, sobre todo si se trata de las primeras maquetas, se pueden
emplear las que vienen en la caja, obteniendo un cierto realismo; pero lo mejor es
sustituirlas por velas de tela de las usadas en los modelos de madera. El diseño de cada vela
está indicado en el esquema de montaje y por tanto no es difícil cortarlas en las justas
dimensiones.

Solo nos quedará el pintado que veremos en el apartado de Pintura y acabado, aunque
algunos detalles ya lo estarán, como los palos, las distintas cubiertas, la superestructura,
etc., según el tipo de barco.

En el apartado de Mejora y detallado se verán trucos y técnicas para mejorar nuestras


maquetas de barcos antiguos.

MONTAR UN BARCO (III)


BARCOS MODERNOS

Los barcos modernos necesitan menos trabajo por lo que


respecta al conjunto de superestructuras con palos, jarcias, velas y cosas similares, pero esto
no quiere decir que sean más sencillos de realizar.

Debido a su propia construcción no siempre reproducible con plástico inyectado, es


necesario un mayor trabajo de acabado; pero gracias a la incorporación del fotograbado se
ha facilitado esta tarea.

Completado el casco del modo habitual se pasa a la única cubierta sobre la cual tienen su
alojamiento las distintas partes, como el puente de mando, torretas, plumas, etc.

Piezas móviles.
Recordar que, en general, algunos detalles son móviles, en especial las torres y los
correspondientes cañones; como no aportan ninguna ventaja, es preferible pegarlas.

De antemano se debe elegir como realizar el modelo. Si está navegando podrá tener los
cañones en posición de tiro y todos orientados por el través, sea de babor o de estribor; si
está fondeado o amarrado, los cañones podrán tener la habitual posición trincados a crujía y
a menudo con la boca de fuego del cañón tapada.
Debe ponerse mucho cuidado en la simetría de todas las
piezas. Dos ametralladoras o dos cañones deben tener los tubos perfectamente alineados y
paralelos para no dar una mala imagen del modelo.

Dada la escala en que se trabaja, los detalles pequeños en extremo quedan mal reproducidos
en plástico. Éstos deben modificarse o incluso sustituirse por otras piezas nuevas, pues las
originales estarán fuera de escala y resultaran antiestéticas.

Por ejemplo deben modificarse las antenas de radar de los modernos buques de guerra. Las
varillas de las antenas, palos y estructuras de celosía deben ser sustituidos con hilo de
plástico estirado del espesor oportuno o por piezas de fotograbado. Se pueden tomar como
referencia las piezas suministradas con la maqueta, realizándolas de idéntica medida pero
de menor sección.

Un comentario aparte merecen aquellos modelos como los


portaaviones que, aparte del modelo en sí, incluyen también modelos de aviones o
helicópteros que llevan a bordo. Es obvio que aunque el modelo del barco tenga unas
ciertas dimensiones, los aviones serán extremadamente pequeños.

El necesario trabajo de acabado no puede ser exagerado hasta el punto de alcanzar todos los
modelos presentes en la caja. Así, el mejor sistema está en el justo término medio,
reproduciendo solo algunos aviones y helicópteros y no todos los disponibles a bordo.

Cuidaremos la estructura general de las aeronaves y reproduciremos los detalles principales


más característicos. Habrá que agujerear las tomas de aire de los motores, afinar las alas,
timones verticales y estabilizadores, reproducir las tapas del tren de aterrizaje o las palas de
los rotores de los helicópteros, etc.

Modelos «water-line»

Estos modelos de maquetas vienen con el casco acabado en correspondencia con la línea de
flotación.
Realizados en gran parte a escala 1/700 y 1/1200, por tanto
de muy limitadas dimensiones, es mejor no profundizar en los detalles y más bien procurar
acabar al máximo posible las piezas suministradas en la caja.

En general deberá sustituirse completamente con trozos de plástico estirado o piezas de


fotograbado el conjunto de palos y algún puente, mientras que las chimeneas deben
agujerearse.

Al mismo tiempo pueden sustituirse planchas y partes del puente de mando con cartulina o
plasticard que se confeccionarán tomando como base las piezas suministradas en la caja de
la maqueta.

En este caso será de gran ayuda una buena documentación que muestre claramente como
son esas piezas. Esto se verá con más detalle en el apartado de Mejora y detallado.

Debido a la limitación de detalles


reproducibles en plástico, con un poco de paciencia y trabajo de retocado se pueden realizar
óptimos modelos, aunque actualmente la oferta de piezas de fotograbado mejoran en mucho
la reproducción de estas maquetas.

Solo nos quedará el pintado que veremos en el apartado de Pintura y acabado, aunque
algunos detalles ya lo estarán, según el tipo de barco.

En el apartado de Mejora y detallado se verán trucos y técnicas para mejorar nuestras


maquetas de barcos.

ENMASILLAR UNA MAQUETA

En el apartado Técnicas básicas > Uso de la masilla, se explica a grandes rasgos cómo el
uso de la masilla o putty. Aquí daremos un repaso haciendo hincapié en algunos detalles
para obtener un perfecto acabado previo a la fase de pintura.

Una vez terminado el montaje de la maqueta, al menos en su mayor parte, y después de un


lijado general para eliminar las rebabas pequeñas, se aplicará la masilla en los lugares
precisos con una pequeña espátula o similar.
AVIONES Y SIMILARES

En los aviones nos encontraremos con dos o tres puntos clave que necesitaran ciertas
cantidades de masilla: la unión de las dos mitades del fuselaje, la unión de las alas al
fuselaje, etc.

Si el avión tiene remaches o líneas de paneles en relieve, y deseamos conservarlos, será


necesario aplicar la masilla con cuidado, dejándola secar unos 10 ó 15 minutos, para
después ir igualando a base de pincel duro y acetona, evitándonos así el repaso con la lija y
sus posibles consecuencias.

Si el modelo no tiene esos relieves grabados se puede lijar con tranquilidad utilizando
siempre papel de lija al agua del más fino, teniendo en cuenta que el acabado de un avión
normalmente tendrá que ser lo más pulido posible.

Si por el contrario se busca obtener un acabado más basto o el modelo tuviera múltiples
rendijitas, será conveniente darle un «lavado» de masilla muy diluida con acetona,
consiguiendo así reproducir la textura de la tela o simular fuertes deterioros o erosiones en
la superficie del aparato.

VEHÍCULOS

En los chasis y guardabarros de algunos vehículos, sobre


todo en aquellos que pueden ser motorizados, aparecen a veces huecos o vacíos, algunos de
dimensiones respetables que deben ser tapados, pues no corresponden a la realidad.

Si el tamaño lo permite, serán rellenados aplicando masilla directamente del tubo. Si no,
tras pegar una lámina de plástico igualaremos después los escalones y rendijas que puedan
quedar con la masilla, lijándola una vez seca.

Si el lugar es de difícil acceso, «lijaremos» la masilla de los rincones aplicando acetona con
un pincel duro.

Si se busca obtener un acabado basto, reproducir texturas o simular fuertes deterioros o


erosiones, puede aplicarse un «lavado» de masilla muy diluida con acetona.
Cuidado.
La acetona debe ser utilizada en cantidades mínimas ya que de lo contrario podría alterar la
textura del plástico hasta estropear por completo la maqueta.

FIGURAS

En la mejora y/o transformación de figuras es donde más uso tienen las masillas.
Desde los más simples retoques en las uniones de brazos, piernas y torsos, hasta tallar una
figura exclusivamente con plástico y masilla, técnica reservada para maquetistas expertos.

Naturalmente estas técnicas no son exclusivas de vehículos,


aviones o figuras y pueden aplicarse a cualquier otro tipo de maqueta.

Para empezar a iniciarse será preferible experimentar sobre una figura o maqueta que no
sirva, pues las masillas no son un producto milagroso y el éxito en el acabado dependerá en
mayor grado de la habilidad y/o paciencia del aficionado.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN CARRO DE COMBATE

En esta serie de artículos vamos a mostrar como realizar una maqueta de un carro de
combate. Para ello construiremos y pintaremos un carro de combate «King Tiger» (Panzer
VI B) que combatió en las filas alemanas desde mediados a finales de la Segunda Guerra
Mundial.
Para esta serie de artículos nos hemos decidido por una maqueta del fabricante Dragon a
escala 1/35 por su calidad y tamaño. La elección de la escala viene dada por ser la más
común y a la que más partido se le puede sacar.

El tren de rodaje

La construcción de cualquier carro de combate comienza con el tren de rodaje. Es un


trabajo tedioso ya que normalmente son muchas las pequeñas piezas que hemos de cortar,
limpiar y pegar.

Una vez que hemos hecho esta parte del trabajo, pasaremos a unirlas a la parte inferior del
casco del carro. En lo posible, si lo indican las instrucciones o bien si vemos que las piezas
encajan perfectamente, no utilizaremos pegamento en esta fase. En cualquier caso, antes de
pegar las piezas hemos de comprobar el encaje perfecto entre ellas.

En la fotografía podemos ver como se ha montado todo el tren de rodaje sin usar
pegamento en lo posible, alineando las ruedas, lo que nos va a servir para dos cosas:

 Facilitar la colocación de las cadenas


 Posibilidad de solucionar posibles problemas en el encaje de las ruedas con el terreno, si
decidimos colocar la maqueta sobre una base o diorama.
EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN CARRO DE COMBATE (II)

A partir de aquí seguiremos con la construcción de nuestro carro de combate. La unión de


las piezas no tiene más problema que lo indicado anteriormente:

 Seguir las instrucciones que nos da el fabricante


 El corte y la limpieza de las piezas
 Antes de pegar ver si encajan las piezas correspondientes
 Poner poca cantidad de pegamento

Cuidado con esto último. El pegamento para maquetas lo que hace es fundir un poco las
dos piezas, por lo que si nos equivocamos podemos haber arruinado nuestro trabajo antes
de empezar.

PIEZAS DE FOTOGRABADO

En nuestro caso, hemos seguido pegando piezas y tenemos la estructura inferior del carro
de combate terminada sin más dificultad.

En la foto pueden verse las tomas de aire traseras del carro de combate. Este es el aspecto
que tienen.
Pero normalmente estas tomas de aire van tapadas con rejillas para evitar que hojas o
piedras penetraran en los motores. Esto lo imitamos con los fotograbados, que son piezas
metálicas que nos sirven para mejorar la maqueta.

Hay miles de fotograbados en el mercado para mejorar carros de combate o cualquier otro
tipo de maquetas. Si estamos empezando en el mundo del maquetismo no hay que
preocuparse demasiado por ellos ahora. En este momento hay que aprender otras cosas. Las
mejoras las dejaremos para cuando sepamos hacer bien lo básico.

En este caso el fabricante ha incorporado los fotograbados, por lo que vamos a usarlos. Los
separamos con muchísimo cuidado de la matriz. Después, con unas tijeras, cortamos las
pequeñas rebabas que han quedado. Solo podremos pegar estas piezas con cianocrilato.

Con cuidado...
Hay que tener mucho cuidado con el pegamento de cianocrilato. Fragua muy rapidamente y
la pieza queda pegada casi instantaneamente, por lo que hay que situarla en su lugar con
seguridad. En caso de ponerlo de forma errónea podemos echar a perder el fotograbado.
Y cuidado también porque se nos pueden pegar los dedos, nos puede caer en la ropa y lo
peor, que nos toquemos los ojos con los dedos impreganados de este pegamento: en este
caso iremos directamente a un médico.

Y este es el aspecto que presentan las tomas de aire una vez colocados los fotograbados. La
diferencia es significativa.
EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN CARRO DE COMBATE (III)
PIEZAS QUE NO ENCAJAN

Una vez que hemos terminado de pegar todas las piezas, tanto de la estructura inferior
como de la estructura superior, puede que en algunos lugares nos queden pequeños huecos,
aunque dada la calidad de esta maqueta en particular casi no hay.

Revisaremos toda la maqueta en busca de esos huecos. En nuestro caso encontramos uno en
la parte inferior izquierda de la torreta.

Protegemos la pieza con cinta de enmascarar dejando libre sólo la zona que tenemos que
arreglar.

Con masilla rellenamos con generosidad el hueco.


Dejamos que se seque y cuando esté compacto comenzamos a lijar con una lima, como
siempre con mucha delicadeza y mucho cuidado, para no lijar el plástico, sólo la masilla.

Iremos afinando con papel de lija de distintos granos hasta alisar la superficie de tal manera
que parezca que nunca hubo ese hueco.

Para al final obtener un acabado como este.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN CARRO DE COMBATE (IV)


FASE DE MONTAJE TERMINADA

En estas fotografías se puede ver como queda el carro de combate después de haber sido
totalmente ensamblado, dejando aparte los detalles que por su delicadeza o tamaño deben
ser pintados aparte, como las herramientas, cables de arrastre, cadenas, etc.
Es conveniente comprobar que las ruedas estén perfectamente alineadas, tal y como se ve
en la foto.

Seguidamente pasaremos a la fase de pintura...


EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN CARRO DE COMBATE (XIV)
MONTAR LOS DETALLES

Las cadenas

Pasaremos ahora a una fase tediosa pero muy importante:


las cadenas.

Dependiendo de la maqueta, estas pueden venir eslabón a eslabón o enteras en plástico.


Además, en el mercado se pueden encontrar cadenas en resina, metálicas o en plástico,
eslabón a eslabón por separado, aunque suelen ser bastate caras.

En la caja de la maqueta vienen de plástico eslabón a eslabón.

Tras separarlas de sus soportes una a una (unos 180 eslabones), con mucho cuidado se
quitarán las rebabas que hayan quedado en cada una de ellas.

Con pegamento para plástico (para piezas de resina o


metálicas utilizaremos cianocrilato) las iremos pegando de dos en dos. Cuando terminemos
repetiremos el proceso de cuatro en cuatro, de ocho en ocho, y así hasta que tengamos la
cadena terminada.

Normalmente en las instrucciones de la maqueta nos vendrá indicado cuantos eslabones


componen la cadena.

Antes de montarlas pasaremos a pintarlas.

Una vez seca la pintura pasaremos a un punto un poco complicado: colocar las cadenas.
Si están demasiado rígidas les daremos un poco de calor con un secador de pelo.

Poco a poco iremos metiendo la cadena a través de las ruedas, y uniremos por la parte
inferior el principio con el final de la cadena.

Para imitar el peso de la cadena, y por tanto


la caida sobre las ruedas, pondremos un poco de pegamento de cianocrilato sobre cada
rueda y presionaremos la cadena contra la rueda ayudándonos con un listón o cualquier
objeto similar del tamaño adecuado.

El aspecto que se busca es el de una pesada cadena metálica apoyada sobre las ruedas.

En el último artículo de esta serie hay unas fotos para ver el aspecto final que podría tener
el carro de combate.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN AVIÓN

En esta serie de artículos vamos mostrar como realizar una maqueta de un avión. Para ello
construiremos y pintaremos un bombardero en picado alemán «Stuka» (Junkers Ju-87),
que combatió en la Segunda Guerra Mundial, en todos los frentes, desde el principio hasta
el final de la guerra.

Era un avión lento que creaba el pánico entre las tropas enemigas cuando caía en picado y
el aire pasaba a través de la bocina que se integraba en su morro. Fundamentalmente fue
usado como bombardero en picado y caza-carros.
Para esta serie de artículos nos hemos decidido por una maqueta del Ju-87D fabricada por
Hasegawa a escala 1/32. Un molde muy bueno, con los paneles incisos y de una altísima
calidad en el detallado. La elección de la escala viene dado para no perder detalle en la
construcción y el pintado, pero se mostrarán técnicas que serán aplicables a todas las
escalas.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN AVIÓN (II)

La calidad de la maqueta es muy buena, por lo que no hay grandes problemas con el
montaje. Sólo es importante, como en todas las maquetas, seguir las instrucciones que la
acompañan, leerlas antes de empezar y no saltarse ninguna.

Lo que se explicará en esta serie de artículos sirve tanto para este modelo como para
cualquier otro. La técnica es la misma y sólo variarán los colores a utilizar.

Para separar las piezas de su soporte lo haremos con una tenaza pequeña, a ras del soporte.
Después, con una cuchilla y mucho cuidado, quitaremos los restos de plástico que hayan
quedado en la pieza. Para terminar se repasaran con lija hasta hacer desaparecer cualquier
rastro de plástico extra.
LOS INTERIORES

En la fotografía se ve como se ha montado la carlinga del avión.

Cuidado con el pegamento...


Las piezas se pegarán con pegamento para maquetas.
Tendremos cuidado de no poner una cantidad excesiva del mismo, ya que este tipo de
pegamento diluye el plástico y podemos encontrarnos con problemas irresolubles.
En el caso de que una gota se caiga sobre el plástico en un sitio no deseado, esperaremos a
que seque y después lo lijaremos, nunca en el mismo instante en que haya caído.
Cuidado también con los dedos, que pueden quedar marcados en el pegamento.

En este punto deberíamos pasar a la fase de pintura de los interiores, puesto que muchos de
los detalles ya no serán accesibles una vez montado el fuselaje.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN AVIÓN (III)


UNIR EL FUSELAJE

Ahora viene una de las partes más complicadas de toda maqueta de avión: el pegado del
fuselaje.

Hay que tener mucho cuidado para que...

 Las dos partes encajen bien


 La carlinga encaje con las dos partes
 No quede una parte un poco más alta que la otra
 Ser rápidos, puesto que el pegamento se seca pronto

Para ello deberemos tener a nuestro alcance algunos «sargentos» o cualquier otro sistema
de pinzas, o incluso gomas elásticas, que servirán para presionar las dos partes mientras se
seca el pegamento.
PEGAR ALAS Y ESTABILIZADORES

Dos de las partes más difíciles de encajar de forma adecuada son las alas y los
estabilizadores traseros. Tanto en los aviones actuales como en los antiguos, estas piezas
deben colocarse de forma perfectamente simétrica, ya que en caso contrario un lado del
avión se verá más alto que el otro y el efecto es muy negativo.

Hay multitud de formas para conseguir que queden simétricos. Una de ellas es la que
aparece en la fotografía a modo de ejemplo.

Para asegurarse de que los dos estabilizadores están a la misma altura colocaremos debajo
de ellos dos botes de pintura iguales, de tal manera que ambos estabilizadores queden a la
misma altura. Y podemos situar encima de ellos otros dos botes con la función de ejercer
peso sobre los estabilizadores.

Dejaremos secar bien antes de manipular la maqueta.

De igual manera actuaríamos con las alas, de forma que al secarse la unión queden
perfectamente simétricas.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN AVIÓN (IV)


ENMASILLAR

Una vez que se haya terminado el proceso de pegar todas las piezas pasaremos al también
proceso de enmasillado.

Por buena que sea una maqueta (casi) siempre encontraremos que hay partes que encajan
no demasiado bien, que se forman pequeños huecos y, sobre todo, que en las uniones
sobresale un poco de pegamento seco y las dos partes pegadas quedan a distinta altura.
Todo esto tiene solución. Para ello está la masilla.

Lo primero que hay que hacer es revisar toda la maqueta y ver donde están los posibles
puntos conflictivos. Hay que observar sobre todo las uniones de las dos mitades del avión y
la de las alas con el fuselaje.

Tomaremos cinta de enmascarar, que cortamos en pequeños trozos y los iremos pegando,
con mucho cuidado, justo al lado de la parte que se vaya a enmasillar.

Aquí puede verse como se ha dejado libre la línea en la que el ala se une al fuselaje,
tapando todo lo demás.

Hay que tener cuidado con la masilla, pues puede disolver el plástico.

Una vez seca procedemos a lijarla, primero con una lima y después con papel de lija al
agua. En ambos casos hay que tener cuidado, ya que los detalles que sobresalen del fuselaje
son muy pequeños y si lijáramos con fuerza podríamos eliminarlos. Aunque este problema
tiene solución, es mejor ser cuidadosos.

Si hemos tenido cuidado al lijar las uniones de todas las piezas quedaran de tal manera que
al pasar un dedo por la unión no debería notarse la masilla. De no ser así deberemos seguir
lijando con papel de lija al agua hasta igualar ambas superficies y eliminar posibles restos
de masilla.

Seguidamente pasaremos a la fase de pintura...


EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN AVIÓN (XI)
LAS PIEZAS TRANSPARENTES

Separar las piezas transparentes (cristales) de su soporte es una tarea delicada.

Si para separar cualquier pieza de su soporte ya hay que andar con cuidado por su
fragilidad, aún más una pieza transparente. De no hacerlo puede ocurrir que en el punto de
unión del plástico transparente con su soporte aparezcan unas manchas blancas, por haber
«forzado» o doblado un poco la pieza, y que son muy difíciles de eliminar.

Para separarlas correctamente utilizaremos una tenaza pequeña o una cuchilla muy afilada.
Cortaremos al ras del soporte y con mucho cuidado separaremos la pieza transparente.

Después lijaremos, con mucho cuidado también, la zona del corte para que quede
completamente lisa.

Pulimento «casero»...
Si las piezas transparentes no son todo lo «transparentes» que debieran (por tener arañazos,
por ejemplo) pueden mejorarse aplicando una pequeña cantidad de pasta de dientes sobre
un trozo de papel tisú (servilleta de papel o papel de baño) y frotar sobre la pieza
transparente, hasta conseguir devolverle el brillo y su transparencia. La pasta de dientes es
abrasiva y actuará como una lija. No hay que olvidar limpiar bien las piezas antes de
pintarlas.

Una vez que nuestras piezas están lijadas, pulidas y limpias procederemos a pintarlas, y
después veremos como deben pegarse de manera que no pongamos en peligro su
transparencia.

EJEMPLO PASO A PASO: MONTAR UN AVIÓN (XIII)


CÓMO PEGAR LAS PIEZAS TRANSPARENTES

Las piezas transparentes tienen un problema a la hora de pegarse al resto de piezas: los
pegamentos (incluidos los especiales para maquetas y los de cianocrilato) emiten unos
gases que hacen que el plástico transparente quede traslúcido, estropeando la pieza
definitivamente. Además, si cae una gota, o un poco de pegamento se pegara al cristal, sería
complicado arreglarlo.

Por este motivo es recomendable utilizar cola blanca, aunque también podemos encontrar
líquidos específicos para esta función como Kristal-Klear.

La familia y uno más.


La familia de productos comentados de Microescale la forman los ya nombrados Micro-
Set, Micro-Sol, Micro-Mask y Kristal-Klear.

(No, no tenemos ninguna preferencia, simplemente son muy conocidos).

La cola blanca tiene como inconveniente que tarda mucho en secar, pero una vez seca no se
nota, y si hemos cometido un error podemos despegar la pieza sin ningún problema.

Para aplicar la cola blanca podemos utilizar un pincel o un simple palillo de dientes. Se
toma una pequeña cantidad que se distribuye por el borde del fuselaje, justo donde irán
situadas las piezas. Solo queda colocarlas presionando un poco y dejar que se seque.

Hasta aquí ha llegado la fase de preparar y montar las piezas de esta maqueta.

En el último artículo de esta serie hay unas fotos para ver el aspecto final que podría tener
el avión.

Pintura y acabado
INTRODUCCIÓN

La pintura es un paso crucial en el acabado de la maqueta, y es necesario conocer los


factores que afectan a su aspecto.

El color no es algo fijo, y la luz juega un papel decisivo en


su percepción, subrayando los contornos de los objetos al sumir en sombras unas partes y
aclarar otras. Los colores parecen más intensos bajo la luz del sol que a la sombra.
Igualmente, un objeto reflejará los colores del entorno y, si pretendemos dar a la maqueta
un aspecto realista, deberemos esforzarnos en reproducir todos estos colores.

El color cambia con la distancia: los objetos cercanos son más intensos que los lejanos. La
atmósfera difunde el color, neutralizándolo y haciéndolo más grisáceo. Como la maqueta se
observa desde más cerca que el original, es preciso añadir algo de blanco o gris claro al
color base para lograr el mismo efecto. La distancia también modifica el aspecto del
acabado.

Las superficies lisas brillan porque reflejan la luz en una dirección, mientras que las más
ásperas la dispersan y aparecen mates. La atmósfera también dispersa la luz, por lo que una
superficie brillante parecerá satinada, y aun mate si se mira de lejos. Por tanto, al reducir el
tamaño en la maqueta es preciso emplear pinturas o barnices mate, o añadir a la pintura un
agente matizador.

El color se ve también afectado por el tiempo y el desgaste. Así, unos vaqueros azules se
blanquean al lavarlos; un carro de combate se oxida expuesto a los elementos.

Una maqueta realista debe ir pintada en función de esto.

Aunque no hay fórmulas que garanticen una pintura realista, hay una regla de cajón: si
parece bien, es que está bien.

Hay que tener en cuenta que siempre se debe empezar con una maqueta bien preparada.
ANTES DE PINTAR
PREPARACIÓN

Todos los materiales deben prepararse antes de ser pintados para dotarlos de una superficie
limpia y suave; algunos necesitan imprimación para que la pintura agarre.

Cartón

Las piezas de cartón deben sellarse con barniz. Éste levantará la superficie, que lijaremos.
Si es necesario, aplicaremos una segunda capa para dejar una base lisa para la pintura.

Madera

La madera, incluida la balsa, debe lijarse y tratarse con tapaporos antes de pintar. Después
de lijar, quitaremos el polvo con un pincel suave, ayudándonos con el aire del aerógrafo si
fuera el caso. Aplicaremos a continuación un tapaporos para que la pintura no se absorba.
Una vez seco, lijaremos para dar la base.

Metal

Tras haber eliminado cualquier fundente usado para soldar, lavaremos la maqueta en agua
templada y un poco de detergente líquido. Frotaremos con un cepillo de dientes viejo.
Finalmente la aclararemos y secaremos.

El metal debe imprimarse para evitar la oxidación. Lo mejor es tratar los no-férricos con un
minio al cromo. Los barnices de acetato de celulosa y poliuretano son también adecuados
para metales blancos. El acero y la hojalata se tratan con una imprimación normal para
metales.

Plástico

La superficie de una maqueta se uniformiza enmasillando y lijando. A continuación se


limpia con un pincel suave, ayudándonos con el aire del aerógrafo si fuera el caso.
Lavaremos a continuación con agua templada y un poco de detergente líquido, frotando
cuidadosamente con un pincel suave viejo. Secaremos al aire o con un paño suave y que no
suelte pelos. No tocaremos la maqueta una vez lavada; podemos sujetarla con un paño o
con guantes de algodón.

El plástico más utilizado en las maquetas no necesita imprimación.

Poliestireno expandido

Este material debe recibir una imprimación que lo proteja de los disolventes y pinturas, que
lo destruyen. Después lijaremos suavemente la superficie, cuidando de no atravesar la
imprimación.
COLOR BASE

La base proporciona una superficie adecuada a las capas que ha de llevar encima y evita
que se vea a través de la pintura el color del material. Por eso el color de la base debe
parecerse al de la pintura final. Si hay que utilizar varios colores, elegiremos como base un
gris neutro o blanco. En acabados metalizados, usaremos blanco para plata y acero y
amarillo para oro, latón y bronce. Por lo general la base es del mismo tipo que la pintura.

La base revelará todos los defectos de la superficie: rellenaremos o lijaremos y pintaremos


o aplicaremos una segunda mano de base.

La base también ayuda a obtener acabados muy brillantes. Lijaremos suavemente cada base
antes de dar la mano final de pintura brillante.

PINTAR CON PINCEL

Pintaremos siempre en un lugar limpio y sin polvo. Antes de empezar, limpiaremos la mesa
de trabajo y la cubriremos de periódicos.

Es fundamental planificar para no tener que tocar la superficie pintada. Debemos decidir el
orden que seguiremos y construir útiles para sujetar cada pieza. Podemos usar desde
palillos para las pequeñas hasta alambres para las más grandes.

MEZCLAR Y DILUIR LA PINTURA

A veces la pintura se emplea tal como viene en el envase, pero en otras se diluye, sea para
restar intensidad al color, sea para lograr que fluya más suavemente en la superficie de la
maqueta. Una pintura muy diluida se denomina lavado.

Los mejores resultados se obtienen con colores acrílicos.

El óleo es el tipo de pintura que más se vende en tubos. Depositaremos cantidades de


pintura del tamaño de un guisante alrededor de la paleta y mezclaremos en el centro, poco a
poco. Para diluir un poco, mezclaremos el pigmento con aceite de linaza; para hacer un
lavado, usaremos aguarrás. En general basta con la cantidad de diluyente que puede coger
el pincel, aunque para hacer un lavado de una gran superficie es mejor echarlo con un
cuentagotas en un recipiente pequeño y añadir pintura hasta alcanzar la intensidad deseada.

Usaremos muy poco óleo cada vez; la pintura durará fresca varios días. Si se forma una
telilla por encima, la perforaremos para aprovechar la pintura de debajo. Cuando ya sea
inutilizable, rasparemos la paleta con un cuchillo sin afilar y la limpiaremos.

Las acuarelas en tubos se mezclan como el óleo, pero se diluyen con agua. Suelen
aplicarse como lavados transparentes.
El esmalte viene en botes que hay que remover bien antes de usar porque si no disminuirá
su poder para cubrir y los colores mates secarán dejando rayas brillantes.

Para mezclar los colores verteremos un poco de cada uno en la paleta y mezclaremos con
un pincel en el centro. Es conveniente utilizar una paleta distinta para los colores
metalizados.

El esmalte es demasiado grueso para fluir bien, y debe añadirsele un poco de diluyente con
el pincel en la paleta o en un recipiente.

Hay que tapar el bote lo antes posible, limpiando el borde de la tapa para que cierre bien. Si
se forma nata sobre la superficie, la retiraremos con una varilla de agitar la pintura y la
tiraremos; es conveniente filtrar el resto antes de usarlo con una media de nylon fina o
similar.

APLICAR UNA CAPA UNIFORME

Para lograr un acabado uniforme hay que dar dos manos de pintura diluida. Para ello
cargaremos el pincel solo hasta la mitad y escurriremos el exceso en la paleta. Aplicaremos
empezando por los detalles poco accesibles, rellenando el resto, alisando las estrías de la
pintura antes de que empiece a secar para que el pincel corra sin tropiezos. Procuraremos
no rozar contra ningún borde, porque eso depositaría en la superficie adyacente un goterón.

Trabajaremos sistemáticamente y cubriendo cada zona lo más rápidamente posible, dando


pinceladas suaves para no hacer rayas en la pintura.

Una vez seca la primera mano, podemos dar directamente la segunda, aunque si la
superficie ha quedado marcada por polvo o rayas debe pulirse ligeramente con una lija de
agua fina.

FUSIÓN DE COLORES (ver Fundido)

Se llama fusión a la transición gradual de un color a otro. Tendremos que usar esta técnica
para reproducir los tonos de la piel y de la ropa en las figuras, también para acentuar
sombras o colores delicados. El óleo es la pintura más fácil de fundir, aunque también
pueden conseguirse resultados con acuarelas y acrílicos.

Hay que aplicar muy poca cantidad y trabajar desde el límite de un color hacia el otro,
pintando con el pincel en bisel.

REALCE (ver Pincel seco)

El realce sirve para destacar bordes y subrayar detalles y texturas. Utilizaremos un tono
pálido de cualquier color, aunque muchas veces se resuelve todo con blanco porque la
cantidad aplicada es mínima. Cogeremos muy poca pintura pura con la punta del pincel y
escurriremos la mayor parte en el borde de la paleta. A continuación recorreremos la
superficie sin apretar, dejando que los relieves recojan la mínima cantidad de pintura.

PINTAR CON AERÓGRAFO

Al pintar con aerógrafo deberemos tomar ciertas precauciones porque la mayoría de las
pinturas son inflamables y tóxicas a la inhalación.

No pulverizar, pues, contra una llama; ni fumar en la misma habitación mientras se pinta ni
después; y abrir las ventanas para que haya ventilación. Para mayor seguridad, utilizaremos
una mascarilla.

Antes de empezar protegeremos la zona de trabajo de las salpicaduras con papel de


periódico. No nos olvidaremos de tapar también la pared de detrás de la mesa.

Es aconsejable utilizar una cabina de


pintado. Esto evitará las salpicaduras al exterior y protegerá la maqueta del polvo durante el
secado. Si la colocamos sobre un soporte giratorio podremos pintar todos sus lados sin
necesidad de tocarla.

Para construirnos la cabina de pintado podemos usar una caja de cartón suficientemente
grande, con un lado abierto, y ligeramente humedecida con agua para evitar el polvo. Para
el soporte giratorio podemos partir de un círculo de aglomerado que atornillaremos sin
apretar en una base del mismo material usando una arandela de separación que permitirá el
giro.

DILUIR LA PINTURA

Cualquier pintura puede pulverizarse, salvo los colores en polvo que son demasiado
espesos. Debe diluirse hasta que tome la consistencia de la leche, bien en una paleta o bien
en el propio depósito. Se vierte en éste con un pincel o un cuentagotas. Si está demasiado
líquida, la pintura se correrá por la superficie de la maqueta, y si está demasiado espesa,
atascará el aerógrafo que escupirá y no pintará uniformemente. Si la pintura tiene coágulos,
la colaremos por una media de nylon fina o similar.
APLICAR UNA CAPA UNIFORME

El procedimiento es idéntico independientemente de que usemos un aerosol, un


pulverizador o un aerógrafo.

Situando la salida de la pintura a una distancia de 15 a 20 cm de la superficie (unos 30 cm


para un aerosol) lo moveremos a velocidad uniforme a lo largo de la maqueta, con la
boquilla dirigida siempre hacia ella. Empezaremos cada pasada antes de la maqueta,
apretando la válvula al acercarnos, y no la soltaremos hasta que la hayamos pasado.

Si se forman chorretones es que se está aplicando demasiada pintura. Moveremos el aparato


a un ritmo uniforme, no demasiado lento ni tampoco muy cerca. Dejaremos secar y
repasaremos con lija de agua fina.

Esta técnica da una capa uniforme en una superficie plana, aunque en una maqueta normal
habrá que empezar por pintar los rincones y huecos poco accesibles para asegurarnos de
que quedan cubiertos.

ACABADOS METALIZADOS

Muchas maquetas (aviones y armas, por ejemplo) deben recibir un acabado metalizado.

PINTURA

La pintura metálica, en tonos oro, plata, aluminio y cobre, es muy versátil, ya que puede
mezclarse con cualquier otro color. Para lograr un acabado bien liso sobre una superficie
grande (un coche o un avión, por ejemplo) es preferible pulverizar que aplicar a pincel.

PAPEL METÁLICO

Los paneles metálicos delgados dan un efecto muy real. Puede usarse papel metálico
especial para maquetistas, autoadhesivo y pensado para seguir las curvas sin arrugarse, o
papel de aluminio de cocina. Para pegar éste último, usaremos un adhesivo especial o
aplicaremos barniz mate a la superficie de la maqueta y colocaremos el panel cuando esté
pegajoso.

El metal tiene textura, y si los paneles se colocan en posiciones diferentes, el tono y el color
variaran de unos a otros, como en los modelos reales. También puede variarse el color
aplicando a pistola pintura metalizada a la hoja metálica antes de cortarla. Para que el
resultado no quede «a cuadros» envejeceremos la superficie para darle un tono uniforme.

Si vamos a acabar toda la maqueta con hoja metálica, quizás sea más fácil cubrir las partes
principales, como las alas o el fuselaje de un avión, antes de montarlas. Ocultaremos las
uniones entre componentes con pintura. No olvidaremos pintar los interiores antes de
aplicar la hoja. Si los rebordes y remaches están mal moldeados, los limaremos y
grabaremos unos nuevos en el plástico.
Cómo aplicar la hoja metálica

 Presentaremos sobre el modelo un trozo de hoja algo mayor que el área a cubrir;
presionaremos con el dedo, desde el centro hacia afuera
 Cortaremos el sobrante siguiendo las líneas del panel, procurando no rasgar la hoja
 Tras pegar la hoja bruñiremos con un paño suave
 Repetir el proceso con el resto de los paneles

Quitaremos los paneles mal aplicados con una cuchilla, y probaremos a usar otros menores.
Una vez bruñida, una junta a tope no debe notarse. Las arrugas pequeñas pueden eliminarse
con el rabo de un pincel.

PASTA METÁLICA

Existe en oro, cobre y plata y diferentes acabados, y en algunas marcas pueden mezclarse
para variar el color, por ejemplo para oscurecer los alrededores de la salida de gases de un
reactor.

Para aplicar la pasta, cogeremos un poco en un trozo de cartón y la extenderemos poco a


poco con un trapo enroscado al dedo o una esponja. La capa ha de ser delgada y uniforme.
Daremos una segunda mano más delgada, puliendo hasta alcanzar el brillo deseado.

Las piezas pequeñas se trataran igual, aunque también puede diluirse la pasta con aguarrás
y aplicarla con un pincel.

No olvidemos limpiar perfectamente las partes que luego hayan de recibir el pegamento.

ACABADOS METALIZADOS
EJEMPLO DE USO DEL PAPEL METÁLICO

Aquí tenemos un ejemplo de la aplicación de papel metálico sobre una maqueta de un


avión. Concretamente se trata de un P-51 (North American P-51B «Mustang») de las
Fuerzas Aéreas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, modelo que solía
tener un acabado metálico.

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar un avión, tendremos preparados
el fuselaje y las alas.
Si los rebordes y remaches están mal moldeados, los limaremos y grabaremos unos nuevos
en el plástico.

Empezaremos pegando los primeros paneles en las zonas más grandes, para ir avanzando
hasta cubrir todo el avión.

Aquí podemos ver las alas tras poner el primer panel...

y tal y como quedan una vez terminado el trabajo.

Naturalmente no habremos olvidado pintar los interiores antes de aplicar las hojas.

En el caso concreto de este modelo, algunas partes van pintadas y por tanto no se cubrirán
con papel metálico.

Cuando este todo el conjunto seco será el momento de montar las alas y el fuselaje.
Ocultaremos las uniones entre componentes con pintura. Habrá que tener en cuenta que las
zonas donde debamos aplicar pegamento deberán estar limpias de papel o pintura.
CARTAS DE COLORES

A la hora de pintar una maqueta nos encontraremos con la necesidad de tener que usar unos
colores específicos debido a que nuestra maqueta es una réplica de un avión, coche, carro
de combate, etc... que en realidad existe o existió con esos mismos colores.

Para ello tenemos una cantidad de marcas con una amplia gama de colores a fin de poder
satisfacer las exigencias de la gran mayoría y cubrir las necesidades de cualquier
aficionado.

El primer paso es la búsqueda del color real y adecuado a nuestra maqueta. Los fabricantes
de maquetas suelen incluir referencias de colores de determinadas marcas, útiles aunque a
veces inexactas.

No podemos fiarnos de aquellas instrucciones en las que se nos diga que las manchas son
en verde oscuro, pues existen muchas tonalidades distintas de verde oscuro.

Hay que procurar siempre recurrir a las cartas de colores de los fabricantes para localizar
los esquemas y tonos correctos.

Ejemplo de guía de colores de la marca Tamiya

Como nos encontraremos con varios cuadros de colores, y con colores de idéntico nombre
que pueden tener tonalidades levemente distintas según el fabricante, deberemos recurrir
con frecuencia a las cartas de conversión de colores. Para ello aconsejamos estas
direcciones:
 Un estupendo artículo sobre conversión de cartas de colores, el Urban Fredriksson's Color
Reference Charts (Part I) y el Urban Fredriksson's Color Reference Charts (Part II)
publicados en la web del IMPS de Suecia.

Para solventar estas diferencias muchas veces los aficionados recurren a las mezclas para
conseguir el tono adecuado. La experiencia, como en casi todo, nos irá enseñando a
conseguir esos colores.

En definitiva, pues, los colores tienen que ser lo más aproximado posibles pero sin llegar a
la obsesión.

El efecto escala...
No hay que olvidar el efecto de la escala a la hora de pintar, tal y como se explica en el
artículo Lo + básico > El efecto escala y los colores.

TÉCNICAS DE TAPADO

La técnica del tapado consiste en cubrir una parte determinada mientras se pinta la de al
lado para evitar que la pintura la alcance.

Se emplea tanto para pintar con aerógrafo como con pincel, y sirve tanto para proteger una
zona acabada como para decorar.

Otra posibilidad es la confección de plantillas. Una plantilla es una máscara de tapado con
un dibujo recortado en su centro. Se usan en especial para personalizar vehículos y pueden
confeccionarse con muy diversos materiales.

CINTA ADHESIVA

La cinta adhesiva es lo más corriente para lograr un borde


nítido, tanto recto como curvo.

La cinta adhesiva de papel es flexible y tiene el grado de adherencia justo. Los bordes
pueden resultar un poco imperfectos pero basta con cortar la cinta por el centro para
hacerlos nítidos.

La cinta aislante de plástico da un borde mucho mejor. Hay que asegurarse antes de que se
despega bien y sin dejar restos.

PAPEL Y CARTÓN

Las máscaras de estos materiales son fáciles de hacer y de cambiar de sitio, y constituyen
un buen procedimiento para repetir motivos decorativos. Si la plantilla se sujeta firmemente
a la superficie, el borde quedará nítido, pero si se levanta un poco al pintar a pistola, parte
de la pulverización caerá bajo ella y el borde será difuso.

Para tapar zonas internas, como tomas de aire de un motor o barquillas del tren de
aterrizaje, puede utilizarse papel tisú (también conocido como Kleenex). Se moja y se
aprieta en el sitio con el mango de un pincel o herramienta similar. También podemos
utilizar algodón del que se adquiere en las farmacias.

PRODUCTOS LÍQUIDOS

Hay líquidos de marcas comerciales útiles para proteger de la pintura áreas


pequeñas como cristales o ventanillas.

También la cola blanca es muy eficaz sobre pintura metálica, fácilmente rayada por otros
productos.

Estos líquidos se aplican a pincel sobre una superficie limpia. Una vez secos, pueden
recortarse con una cuchilla. Después de pintar, se quitan cuidadosamente con cinta adhesiva
o levantando el borde con una cuchilla. Si es necesario pueden ablandarse con agua
templada.

TÉCNICAS DE TAPADO: EJEMPLOS


PINTAR UN BORDE RECTO

Tras pintar todo de un color, normalmente el más claro, dejamos secar durante 24 horas.

Pegamos la cinta siguiendo el límite del segundo color, frotando bien para que la pintura no
pueda penetrar la cinta. Cubrimos el resto de la maqueta con papel para evitar que se
manche.

Pintamos con el segundo color a pistola o a pincel. En este último caso hay que dar las
pinceladas hacia fuera de la cinta para que no quede un borde grueso. Dejamos secar bien.

Quitamos la cinta hacia atrás y a un pequeño ángulo de lo recién pintado, enrollándola. El


resultado es un borde perfecto.

Ejemplo de borde recto en el casco de una embarcación


PINTAR BANDAS

Las bandas y líneas que decoran o perfilan determinadas partes son esenciales en el
acabado de numerosos vehículos. Pueden hacerse usando cinta delgada y diversas técnicas
de tapado. Las cintas de dibujo son especialmente útiles.

Para pintar una banda, pegamos una cinta de la anchura de la banda y otras dos a tope a los
lados. Quitamos la del centro y pintamos. Cuando esté seco, despegamos las bandas
laterales.

Otro sistema puede ser pintar la maqueta del color de la banda, siempre más claro. Tras
dejar secar durante 24 horas pegamos la cinta donde debe ir la banda. Seguidamente
pintamos la maqueta del color definitivo y tras dejar secar quitamos la cinta para que quede
la banda del color base.

Una variación de este último sistema se hace pulverizando hacia el centro de la cinta, de
forma que la pintura se extienda a ambos lados; al quitar la cinta, quedará un borde nítido
que se difumina a los lados, motivo muy típico en coches personalizados.

Ejemplo de bandas pintadas sobre un automóvil

PINTAR LÍNEAS

Dibujar las líneas exige más destreza que los demás métodos, pero muchas veces es la
mejor técnica para delinear paneles, porque las cintas tienden a arrugarse en las esquinas.

Es mucho más fácil dibujar en superficie mate y, si se quiere un acabado en brillo, es mejor
pintar en mate y al final aplicar un barniz brillante.

Antes de dibujar se debe sujetar la maqueta con firmeza, por ejemplo con gomas elásticas a
una base de goma-espuma o de madera.

Las líneas pueden dibujarse con tiralíneas, estilógrafo tipo Rotring o incluso
con lápiz de dibujo HB. El tiralíneas es de anchura ajustable, barato y compatible con
cualquier clase de tinta o pintura. Pero para manejarlo bien hace falta mucha práctica; se
carga con cuentagotas o pincel. El estilógrafo tiene una punta intercambiable y de anchura
fija. Es fácil de usar, pero caro y no acepta más que tintas especiales.

Las líneas rectas se trazan con ayuda de una regla de canto biselado. Cuando se usa un
tiralíneas tradicional se coloca boca abajo, de forma que el borde biselado quede en el aire,
separado de la base para evitar la formación de borrones. Si se está dibujando con
estilógrafo puede usarse la regla en su posición normal, pero teniendo cuidado de
mantenerlo perfectamente vertical. En ambos casos hay que desplazar éste a velocidad
constante y no pararse.

Las curvas se trazan a compás, apoyando la punta en un trozo de cinta para no estropear la
pintura. Hay también plantillas para curvas de radio no constante y para circunferencias y
elipses.

Plantilla comercial para dibujar paneles

USO DE PLANTILLAS

Recortamos el dibujo en un papel o cartón. Pintamos a través de la abertura para


hacer una imagen positiva, o sobre lo recortado para hacerla negativa.

Pintura de llamas

Cortamos la forma de las llamas en el borde de un cartón. Sujetamos ante la maqueta la


plantilla y pintamos con pulverizador o aerógrafo, dirigiendo el chorro hacia la plantilla.
Bajando la máscara y volviendo a pintar con el mismo color o con otro tono podemos crear
un efecto tridimensional.
CÓMO PINTAR CAMUFLAJES
INTRODUCCIÓN

La finalidad del camuflaje es hacer a un objeto difícil de reconocer, sea pintándolo de un


color parecido al del terreno, sea rompiendo su contorno.

En el caso de los aviones, que deben operar contra muy diversos fondos, incluyendo el
cielo, es algo muy difícil de lograr.

Este problema es responsable de abundantes experimentos de color, forma y acabado.

A veces se usa un solo color, aunque lo normal es recurrir a un mínimo de dos para romper
el contorno. El límite entre unos y otros puede ser nítido o difuso.

Aunque las autoridades militares especifican con exactitud las pautas a seguir, la
disponibilidad de materiales, el método de aplicación y, a veces, una interpretación errónea
de las instrucciones dan lugar a incontables variantes.

Hay muchas diferencias en los detalles de los distintos tipos de camuflaje posibles, pero las
técnicas básicas que se explican se adaptan a cualquier situación.

CAMUFLAJE DE BORDES RECTOS

Los aviones y barcos de la Segunda Guerra Mundial solían


usar un motivo de dos o más colores y bordes rectos y nítidos. No debe pintarse este tipo de
camuflaje a mano, sino siguiendo las técnicas de tapado con cinta adhesiva.

Si se usa pincel, lo más fácil puede ser pintar todo del color más claro, para a continuación
dar encima las manchas más oscuras.

A escalas muy pequeñas el grosor de la pintura puede ser inaceptable. En estos casos
taparemos primero las áreas oscuras y pintaremos las claras, invirtiendo el proceso. De esta
forma la capa de pintura será de grosor uniforme.

Con aerógrafo no tendremos este problema ni en escalas pequeñas.


CAMUFLAJE MONOCOLOR

Otro procedimiento de camuflaje es pintar el vehículo de un


color parecido al del paisaje. En la maqueta puede aplicarse a pincel o pistola, salvo que el
original indique otra técnica. Algunos carros de combate, por ejemplo, se «pintaron» con
escobas, la única herramienta disponible. El acabado tosco resultante se imita mejor con un
pincel duro.

El mismo principio de un solo color se usó en algunos


aviones con variantes: un color para la parte superior, que se veía contra el suelo, y otro
para la parte inferior, que se veía contra el cielo. Los límites podían ser ondulantes o rectos,
nítidos o difusos.

Para ello aplicaremos las técnicas de tapado, aplicando primero el color más claro.

CAMUFLAJE ONDULADO

Los bordes del camuflaje ondulado pueden ser nítidos o


difusos, según el original o la escala de la maqueta. Aun si el original tenía bordes difusos,
a una escala reducida (1/72 o inferior) aparecerán nítidos.

Para hacer un borde nítido hay que pintar primero el color más claro. A continuación se
señala el borde del camuflaje con un lápiz o se traza a pulso con pincel, y seguidamente se
rellena de color desde los bordes al centro.

Otra alternativa es cubrir el borde con cinta ancha de enmascarar. Se dibuja encima el borde
del camuflaje antes de frotarla y se recorta por la línea sin rayar la pintura. Se quita a
continuación el sobrante y se frota bien por el borde para evitar que traspase la pintura.
Para lograr un buen borde difuso el mejor procedimiento es
a pistola. Usando un aerógrafo ajustado a un chorro muy fino y dibujándolo a pulso,
siguiendo una guía pintada a lápiz si fuese necesario. A continuación se rellena de color el
resto.

Si la pistola no permite un ajuste fino, se puede recortar el borde del camuflaje en un cartón
y se sujeta un poco por encima de la superficie para que se extienda por debajo un poco de
pintura.

Cuando se vean algunas técnicas de pintura más avanzadas se explicará como lograr unos
bordes difusos aplicando la pintura con pincel.

CAMUFLAJE MOTEADO

Este camuflaje, muy frecuente, se imita aplicando con el


aerógrafo una serie de pequeñas manchas de color. La representación más real se logra con
un chorro fino.

Si disponemos de un pulverizador en lugar de aerógrafo, confeccionamos una plantilla


calando en una cartulina perforaciones irregulares y bastante pequeñas. Sujetándola justo
por encima de la superficie y cambiándola de posición tras cada rociada obtendremos un
resultado similar.

Puede intentarse también con un pincel duro de cerda, pero aplicando poquísima pintura
para que no se forme una textura apreciable. También puede utilizarse un trozo de esponja
sujeto con unas pinzas.
CAMUFLAJE LOSANGEADO (LOZENGE)

Este camuflaje alemán de la Primera Guerra Mundial es uno


de los más difíciles de reproducir. Está formado por diminutos polígonos irregulares
coloreados, estampados en las lonas con que se tapaban los aviones, y a veces pintados en
piezas de metal o madera.

Los fabricantes suelen incluir hojas de calcomanías con el esquema de camuflaje ya


dibujado.

Por su especial diseño en el artículo que viene a continuación se explica con detalle como
se puede realizar.

CAMUFLAJE DE INVIERNO

Los vehículos terrestres y los aviones se camuflaban


específicamente para el invierno. Los métodos iban desde la pintura en fábrica hasta los de
emergencia, como echar por encima cubos de pintura al agua. El uso y el deshielo de la
primavera lo iba reduciendo a una serie de rayas y manchas.

Para reproducir este «camuflaje», se pinta primero la maqueta del color o camuflaje
originales y luego se pulveriza una capa ligera de gris claro mejor que de blanco. Cubrir a
manchas, centrando el chorro en el centro de los paneles para sugerir el deterioro de los
remaches y bordes.

Técnica «inversa».
Para reproducir el camuflaje de invierno también puede seguirse el método «inverso». Es
decir, pintar la maqueta de color blanco (mejor si es un blanco «sucio»), y después ir
«ensuciando» con el color original las zonas en que el camuflaje blanco habría
desaparecido. Esta técnica puede ser más recomendable para vehículos «abandonados» a la
intemperie en pleno invierno, donde predominaría la nieve.

El camuflaje aplicado a mano puede simularse rayando sobre una pintura algo diluida.
OTROS DIBUJOS EN CAMUFLAJES

Hay camuflajes formados por bandas, rayas cruzadas, líneas


serpenteantes y retorcidas, etc... empleados en todo tipo de vehículos. Todos pueden
reproducirse a pulso con un aerógrafo, o a pincel utilizando las técnicas ya comentadas en
otros apartados.

CÓMO PINTAR UN CAMUFLAJE HEXAGONAL (LOZENGE)


INTRODUCCIÓN

La guerra aérea en el período 1914-1918, por su leyenda y anécdotas, forma como un


pequeño mundo aparte que se hace aún más grande si nos centramos exclusivamente en el
aspecto de las insignias y camuflajes, en el que no entran los imposibles ni los esquemas
fijos.

Es un tema de estudio difícil por su lejanía y porque, sobre todo en las filas alemanas, cada
piloto solía llevar su aparato a «su manera», aunque consistiese simplemente en una inicial
de su nombre o ribetear de rojo, por ejemplo, toda la cola del avión.

En una época en la que la habilidad y la sangre fría estaba


muy por encima de las cualidades del aparato, éste era tan solo una forma de «acreditación»
ante el adversario.

De ahí las formaciones de combate tan desiguales entre sí y variopintas en colorido. La


personalidad de cada piloto se reflejaba en su máquina.

Sin embargo, los «modestos» se conformaban con los camuflajes de fábrica, cada cual más
extraño, destacando el lozenge o hexagonal como esquemas de pintura debidos a la carestía
de materias primas en Alemania hacia 1917.

A pesar de que fue muy usado, es en maquetismo, por su dificultad de pintado y variedad
de colorido, el gran ausente.
CÓMO CONFECCIONARLO

El sistema de pintar el lozenge hexagonal es sencillo pero


muy lento.

Antes de empezar con el camuflaje hay que pintar con un color mate no muy oscuro, que
puede ser alguno de los utilizados en el lozenge, las superficies que van a recibir los
hexágonos, como son la parte superior de las alas, planos de cola y el fuselaje por todos sus
lados.

Primero hay que dibujar una zona con hexágonos dispuestos en colmena en un papel aparte,
calculando su tamaño y procurando que sea más grande que cualquier pieza del avión, para
cubrirlo todo.

Cuando el tamaño importa


Distribución de colores y tamaño aproximado de los hexágonos:

Escala> Hexágono
1/72 > 2 mm de lado
1/48 > 3 mm de lado
1/32 > 4,5 mm de lado
1/24 > 6 mm de lado

Después se fija la plantilla por sus extremos con cinta adhesiva a otra hoja de papel,
quedando al descubierto la zona donde va a ir el lozenge.

Luego procederemos a colocar una hoja de papel de calco normal encima de la pieza y, por
último, la zona de hexágonos ya preparada. Se irá calcando poco a poco todo el dibujo con
un lápiz fino y, al retirar el papel, veremos que encima de la pintura mate se ha quedado
grabado el dibujo.

Después con una regla se corrigen los fallos.


A continuación, y con un pincel muy fino se van rellenando
los dibujos por colores. Las irregularidades que quedan en unos hay que procurar
corregirlas al pintar en los de al lado y siguiendo un esquema de coloración fijo, como se
muestra en las fotos.

La forma de pintar todas las partes es la misma excepto en el fuselaje donde hay que
calcular antes para que todo cuadre.

El mejor consejo es tomarlo con calma porque el resultado merece la pena, en especial a
escala 1/48 o superiores, que es donde los resultados son más llamativos y más agradecido
es el tamaño.

Otra opción...
Es utilizar las calcas que suelen acompañar las maquetas. Más fácil, rápido y limpio,
siempre que tengan un mínimo de calidad y pongamos especial cuidado a la hora de
ponerlas.

CÓMO USAR UN AERÓGRAFO (II)


APRENDIZAJE

El tiempo y la práctica es todo cuanto se necesita para llegar a manejar y dominar la pintura
con aerógrafo.

Como método de aprendizaje alguna vez se ha sugerido lo siguiente:

Con una regla y un lápiz se trazan en una hoja de papel rayas paralelas separadas entre sí
unos 4 cm

Se diluye la pintura elegida para practicar y se pulveriza sobre el papel, al principio


siguiendo las líneas dibujadas previamente desde unos 5 a 7 cm de distancia.
Se debe conseguir mover el brazo paralelo al papel, no la mano, y también poner cuidado
para que el movimiento que se describa sea una línea recta, no un arco, ya que si fuera así
se tendría una acumulación de pintura excesiva en alguna zona del trazo.

Hay que practicar también que el brazo comience a moverse antes de apretar el disparador
y dejar de pulsar cuanto se esté llegando al final, pero sin detener el movimiento del brazo,
siempre paralelo al papel hasta llegar al final de la línea.

Cuando se domine esta técnica, lo que costará unos cuentos folios hasta llegar a una
habilidad razonable, se puede pasar al ejercicio siguiente:

Con una regla y un lápiz se trazan en una hoja de papel rayas paralelas separadas entre sí
unos 4 cm.

Ahora se trata de hacer un trazado que vaya uniendo alternativamente la línea superior con
la inferior, formando una línea quebrada, de modo que se obtendrá un dibujo a pistola con
forma de dientes de sierra.

Se debe ser muy crítico en conseguir que los picos no sobrepasen los límites superior e
inferior marcados por los trazos a lápiz.

Antes de pasar al ejercicio siguiente es aconsejable dominar los anteriores propuestos.

Tras preparar más hojas igual que antes, ahora se trata de trazar círculos que unan la línea
superior e inferior, cuidando de no sobrepasar los límites.

Practicando estos ejercicios en poco tiempo se habrá adquirido la habilidad suficiente como
para comenzar a hacer pruebas sobre una maqueta, preferiblemente vieja, antes de
arriesgarse a hacer experimentos sobre un modelo que puede ser irreemplazable.
EMPEZAR A PINTAR

Tras cargar el aerógrafo con la pintura que nos servirá de base para los colores definitivos,
hay que probar sobre una cartulina si la pintura está correctamente diluida.

A continuación se espolvorea la maqueta desde una distancia de 15-20 cm en cortas


pulsaciones y moviendo el aerógrafo en vaivén, procurando evitar la acumulación de
pintura.

No hay que olvidar que en un primer momento lo que se busca es cubrir por entero muy
ligeramente con el tono base. Dejar secar unos 10 minutos.

Esta primera capa servirá para conseguir que la pintura quede bien repartida y su agarre a la
superficie sea mejor.

A continuación llega el momento de aplicar el color o los colores finales de la maqueta,


comenzando siempre por el tono más claro, independientemente de la ubicación del mismo.

Siempre, antes de aplicar la pintura hay que probarla sobre una cartulina.

En el caso de camuflajes en varios tonos, se da una base total del primer color, para luego
enmascarar si es necesario y aplicar sucesivamente los demás. Empezar siempre por el más
claro de los colores.

CÓMO USAR UN AERÓGRAFO (III)


LA TÉCNICA DEL TAPADO

En el apartado de Pintura y acabado > Técnicas de tapado se explica la que quizás sea más
ingrata y tediosa tarea de la pintura con aerógrafo. Sin embargo, pasarla por alto supone
arruinar por completo un posible resultado final satisfactorio.

Es, además, una de las pocas áreas del maquetismo en que la exageración paga dividendos.
Así, pues, no hay que temer ser tachado de extravagante si para pintar una franja de 2 cm de
ancho sobre una pieza tapamos el resto de la maqueta.

A todos les puede ocurrir que al retirar el papel y la cinta que limitaba un área se
encuentran con que, asombrosamente, la pintura es capaz de viajar distancias sorprendentes
con tal de posarse en el sitio más inoportuno.

Una vez hecho este comentario previo, es el momento de ocuparse de los aspectos del
tapado.

Hay que observar, preferiblemente en fotos, si los límites del camuflaje entre los diversos
colores son líneas duras o por el contrario blandas e indefinidas.
límites definidos

límites difuminados

En el primer caso se delimitan las zonas a pintar en los restantes tonos, según el patrón, si
éste existe, con ayuda de un lápiz de dibujo de mina blanda, muy afilado.

Con la ayuda de la regla metálica y una cuchilla afilada, se recortan unas tiras de unos 2
mm de cinta de enmascarar. Con ellas se irá delimitando los bordes de las zonas que
permanecerán en el color base o primer tono del camuflaje, siguiendo las líneas que se han
dibujado con el lápiz. Las áreas ya definidas se cubrirán con líquido de enmascarar,
quedando expuestas aquellas destinadas a recibir el/los siguientes colores.

Otra opción es cubrir la pieza con cinta ancha de enmascarar. Se dibuja encima el borde del
camuflaje antes de frotarla y se recorta por la línea sin rayar la pintura. Se quita a
continuación el sobrante y se frota bien por el borde para evitar que traspase la pintura.

Para evitar que los colores de las superficies pintadas «contagien» otras zonas ya pintadas
se pueden cubrir con cinta y papel de periódico adherido a ella de modo que cubra la zona
mientras se pintan los colores en cuestión.

En el caso de aviones, hay que fijarse también en qué forma y dónde limita el color de
arriba con el de abajo, pues normalmente, aparte de ser más o menos duro, ocupa unas
zonas bastante definidas y que varían de un modelo a otro.

De nuevo se hace totalmente necesario disponer de una buena documentación que debe
estudiarse concienzudamente.

Si los bordes del camuflaje son poco definidos, deshilachados, o cualquier otra cosa menos
netos, se puede optar por aplicarlos a mano libre, ajustando el chorro del aerógrafo casi al
mínimo y tirando muy de cerca (2 cm o menos), dibujando literalmente los límites que
luego con el aerógrafo un poco más abierto y desde un poco más lejos se rellenaran de
color.
Otra posibilidad es utilizar las técnicas expuestas en apartado Pintura y acabado > Cómo
pintar camuflajes.

En los camuflajes moteados o de finísimas líneas ondulantes la consistencia de la pintura


deberá ser un poco menor que para los trabajos normales. Es imposible recomendar una
dilución determinada, pues hay demasiadas variables en juego (densidad de la pintura,
espesor del pigmento, calidad del disolvente, estado de conservación del aerógrafo, etc.).

camuflaje de líneas

camuflaje moteado

Sin embargo, sí hay unas recomendaciones básicas para obtener buenos resultados:

 Si disponemos de regulador de presión, bajarla a valores sobre los 2 Kg/cm 2 e incluso


menor. Esto ayudará a hacer fluir convenientemente la pintura más líquida y, al ser menor
la presión, evitar que la pintura chorree y resbale. (La presión a que normalmente se
trabaja oscila entre los 2,5 Kg/cm2 y 3 Kg/cm2)
 Tanto en los moteados como en las lineas ondulantes hay que partir de un reglaje del
aerógrafo muy abierto, e ir cerrándolo hasta llegar al espesor que convenga para el caso.
Con toda probabilidad, durante el transcurso del trabajo tendrá que abrirse y regularse de
nuevo, debido al tiempo de secado, normalmente muy rápido en los esmaltes, lo que
ocasiona que el aerógrafo deje de tirar.
 La distancia en este tipo de camuflaje es muy corta, de unos 2 cm, y debe de tenerse en
cuenta que sobre todo en las motas sólo con alejarse un poco se obtiene una mancha más
grande y de bordes más difusos, de modo que, variando esa distancia, se pueden obtener
efectos muy interesantes.
 La presión sobre el disparador, en el caso de los moteados, será poco menos que
instantánea.
 En líneas entrelazadas no hay que intentar hacerlas todas de una vez, pues lo más seguro
es que no se consiga. Es conveniente hacer paradas frecuentes comprobando la marcha
del trabajo.
Como recordatorio final, hay que cubrir todas las piezas transparentes
con líquido de enmascarar, pero renovándolo con frecuencia, pues no es bueno que
acumule demasiada pintura ya que al desprenderlo podrían saltar trozos de pintura que
arruinarían el trabajo.

También hay que cubrir los huecos y las pequeñas piezas ya pintadas que se han montado
previamente en la maqueta. Para ello también puede utilizarse el algodón.

Un truco.
Antes de aplicar líquido de enmascarar en una pieza transparente, como puede ser la
carlinga de un avión, se frota con un dedo untado de aceite de cocina. Esto ayudará a retirar
el líquido protector y que la pintura no salte.

Paneles, franjas y bandas de identificación.

En todos los ejércitos del mundo se han utilizado y se usan


un tipo de señales de reconocimiento inmediato que caracterizan al modelo en cuestión
como perteneciente a determinada unidad, teatro de operaciones, señal de reconocimiento
para las fuerzas propias, y un largo etc... de funciones que realizan estas marcas que se
denominan de tipo táctico.

Bajo el punto del aficionado que va a usar el aerógrafo para pintarlas son importantes varias
consideraciones:

 Hay que tener en cuenta que invariablemente éstas marcas se aplican al final, una vez que
todas las pinturas de camuflaje han ocupado su lugar.
 Recordando en lo dicho anteriormente, hay que limitar con gran generosidad la zona a ser
pintada. Insistir bien en los bordes de la cinta para evitar que la pintura pueda filtrarse por
debajo con consecuencias desagradables.
 Para obtener una mayor luminosidad (no siempre deseable) en las zonas de
reconocimiento tenemos que dar una capa previa de blanco mate; una vez seca se pintará
del color o colores.
CÓMO USAR UN AERÓGRAFO (IV)
EFECTOS ESPECIALES

Una vez establecidas las bases para el manejo de los aerógrafos, se explicarán algunas
técnicas avanzadas para dar ese toque personal a cualquier maqueta. Naturalmente cada
maquetista desarrollará sus técnicas personales que la experiencia le irá aportando.

Humos, oxidación, escapes

Una técnica de gran efecto y querida por muchos


aficionados son las marcas de oxidación, estelas de los escapes y de las bocas de fuego de
las armas.

Tres errores básicos se repiten en la realización de estos efectos; color inadecuado, forma
incorrecta e intensidad (casi siempre por exceso).

Para comprender el error del color, solo hay que observar un buen número de fotografías de
distintos modelos. El color negro puro es poco frecuente; incluso en los casos en que se
encuentre en el modelo real, resulta excesivamente intenso al pasarlo a la maqueta. Es
deseable utilizar la gama de los grises oscuros.

En aviones, sobre todo los pintados en colores muy oscuros, la decoloración producida por
los gases de escape a elevada temperatura es de color claro; en estos casos se usaran grises
más claros con tintes marrones y violetas muy suaves.

También en los aviones, las zonas afectadas por las estelas de oxidación se repiten en un
mismo tipo de aparato, fenómeno relacionado con el flujo de aire a lo largo del fuselaje. Es
claro que debe tenerse muy en cuenta este aspecto.

En cuanto a la intensidad, siempre es preferible pecar por defecto que por exceso, aunque
es cierto que tal decisión vendrá de la observación del original. En todo caso siempre es
aconsejable reprimir el entusiasmo ya que luego resulta muy difícil volver atrás.

Pulverizar en ángulo agudo respecto a la zona de escape


Y respecto a las bocas de fuego de las armas, en ningún caso se trata de chorreones o
estelas negras. En todo caso puede usarse un color gris oscuro, tirado «de frente» a la boca
del arma a muy corta distancia y con el aerógrafo cerrado casi al máximo. Esto producirá
una zona aproximadamente circular que corresponde a la afectada por la llamarada del
arma al disparar.

Luces y sombras

Se trata de otra técnica especial que posee un desarrollo prácticamente ilimitado. Es


evidente que para efectos muy sutiles el pincel resulta excesivamente basto, así como la
textura de las pinturas normalmente utilizadas.

Tanto en el fundido y gradación de diversos tonos como en el resalte de detalles y la


acentuación de los relieves y depresiones, el aerógrafo permite depositar pequeñas
cantidades de pintura a lugares clave, con efectos muy sutiles.

En todo tipo de vehículos hay un buen número de zonas como escotillas, compuertas,
estructuras, etc... que pueden beneficiarse de estos efectos. Sobre ellos se aplicará el color
base mezclado (casi imperceptiblemente) con negro para las sombras y blanco para las
luces, pulverizando desde muy cerca, con el aerógrafo muy cerrado y en pulsaciones muy
cortas.

Dos mejor que uno.


A pesar de todo, hay que decir que los mejores resultados se obtienen aplicando una técnica
híbrida entre pincel y aerógrafo.

Envejecimiento

Sobretodo en el caso de carros de combate y demás


vehículos de uso muy intenso, podemos utilizar el aerógrafo para aplicar el «ensuciado» o
envejecimiento. Sin desterrar para nada el pincel, el aerógrafo también resulta
imprescindible para la mayoría de los camuflajes alemanes, especialmente los de las
Waffen SS, o para simular los efectos de empolvado que se produce en los vehículos
durante su marcha.

Todos han podido observar las nubes de polvo que levantan los carros de combate al
avanzar. Para aplicar este efecto, basta con colocar el aerógrafo a una distancia
relativamente grande (entre 12 y 15 cm) y medianamente abierto aplicar una pintura de
color adecuado (gris polvo, arena muy pálido), o incluso una combinación de varios tonos,
para conseguir un resultado perfectamente verosímil.

Para insistir en determinadas áreas se puede acercar el aerógrafo, resultando una capa de
polvo uniforme que tan pronto como los tripulantes o eventuales pasajeros lo tocan, cambia
la uniformidad de aspecto. Para reproducir este efecto final será necesario el retoque con
pincel para romper la uniformidad.

En el caso de vehículos con ventanas o parabrisas no debe olvidarse el uso


de los limpiaparabrisas. Para ello deberán confeccionarse unas plantillas, teniendo en
cuenta el tamaño de las escobillas y el arco que dibujan sobre el cristal, para colocarlas
«antes» de empezar a aplicar la capa de «polvo».

Metal al descubierto

El caso de aviones enormemente descascarillados y con la pintura mostrando enormes


desgastes, como resultado de una prolongada exposición a los elementos, no es muy difícil
de reproducir, sobre todo si se tiene una idea concreta de lo acentuado que debe ser el
efecto final.

Para empezar se pintará el modelo completo en color aluminio, al que se habrá añadido una
cierta porción de gris muy claro para restarle el exceso de brillantez y obtener un acabado
metálico más real. También podría servir una mezcla al 50% de color gris pálido neutro y
color plata.

Después se aplica líquido de enmascarar con un pincel fino en zonas irregulares y pequeñas
que serán las zonas más expuestas a la abrasión, para lo que se hace imprescindible el
estudio de fotografías del modelo a escala real.

Líquido para enmascarar «casero».


Si no disponemos de líquido para enmascarar, podemos utilizar gotas de cola blanca sin
diluir.

Se puede acentuar la aplicación del líquido en casi todo el avión si se escoge un modelo que
realmente aparezca muy desgastado.

Ahora, con el color base correspondiente a las superficies superiores, una vez seco el
líquido, se procede a pintar la maqueta tal y como se habría hecho normalmente.
Al secarse se retirará el líquido de enmascarar con la punta de un palillo e irán
descubriéndose las zonas que dejarán el metal a la vista.

Llegados a este punto se tiene un aspecto que puede resultar atractivo pero irreal, pues ha
ocurrido «todo a la vez». Para resolverlo se pueden seguir dos caminos:

 Aclarar ligeramente el color base y tirar con el aerógrafo muy suavemente en zonas
concretas para obtener un efecto transparente en el que se insinúe el metal debajo y en
otras se vea claramente el color aluminio.
 Con pintura de acuarela, de un tono próximo al color base y con una esponjita pequeña
frotar algunos sitios para conseguir el efecto descrito arriba. Este último método tiene la
ventaja de poder rectificarse en caso de no quedar satisfecho con el resultado,
simplemente lavando el modelo con agua.

Para terminar, sea cual sea el paso seguido, se sellará para siempre el trabajo con ayuda de
barniz brillante, que de paso servirá para prepararlo de cara a la aplicación de calcomanías.

CÓMO USAR UN AERÓGRAFO (V)


EJEMPLO PRÁCTICO

Aquí se puede ver un ejemplo de la aplicación de las técnicas de pintura con aerógrafo y de
las técnicas tapado explicadas anteriormente.

Se trata de la maqueta de un avión norteamericano Northrop F-5E Tiger II, a escala


1/144.

Este modelo es de los utilizados como «enemigo» en los entrenamientos de pilotos de


combate del USAF y del USN. Forman escuadrones «agresores» simulando los aviones
soviéticos a los que se asemejan en dimensiones y función. Por ello luce un camuflaje de
dos colores además de mezclar las insignias de la USAF con las de las fuerzas aéreas a las
que «representa».

Tras seguir los consejos detallados en el apartado Montar un avión, se tendrá preparada la
maqueta para empezar a pintar.

Después de tapar los huecos y la cabina se aplica una imprimación de color claro a todo el
avión.
Seguidamente se aplica el color más claro de los dos que componen el camuflaje.

Para recrear el dibujo del camuflaje que utiliza este modelo en concreto se parte de una
copia de los planos del avión donde se ha dibujado y recortado el esquema del camuflaje.

Se colocan las plantillas y se cubre el resto de la maqueta siguiendo los consejos ya


explicados en el apartado sobre Técnicas de tapado. Hay que repetir el proceso tantas veces
como sea necesario.
Tras aplicar el segundo color del camuflaje con el aerógrafo se obtiene un perfecto acabado
tal y como refleja la foto.

Tras pintar el resto de la maqueta y colocar las calcomanías en su lugar se obtiene un


magnífico modelo a pequeña escala.

TÉCNICAS DE PINTURA CON PINCEL

En muchas ocasiones una simple mano de pintura o incluso hasta mínimos retoques serán
suficientes para dejar presentable y en buenas condiciones un aceptable número de
maquetas, sobre todo las que representan vehículos civiles.

Sin embargo, y sobre todo si nos tira más el material militar, la cosa se complica.
Excepto cuando lo queramos hacer de «exposición» o de «desfile», tendremos que tener en
cuenta y tratar de imitar los efectos producidos por el uso y las condiciones a que se ven
sometidas estas máquinas.

Tras explicar las técnicas para pintar o decorar una maqueta, llega el momento de hacer una
aproximación a las distintas técnicas de pintura con pincel más utilizadas en maquetismo:

 pincel seco,
 lavado,
 difuminado,
 fundido,
 otras.

En la práctica.
Más adelante veremos cómo se aplican estas técnicas en lo que se podría llamar efecto
realidad, o simplemente envejecimiento.

Pincel seco

Esta técnica se basa en la superposición de colores, que consiste en aclarar una superficie
previamente pintada de un color oscuro, para resaltar todos los detalles o envejecer el
modelo.

Una vez cargado el pincel con pintura se escurre bien y se limpia el resto con un trapo seco
hasta que apenas queden restos de pintura sobre el pincel.

Los dos factores que controlan el efecto de ésta técnica son la cantidad de pintura en el
pincel y la consistencia de la misma pintura. Si se deja el pincel con demasiada pintura,
únicamente se conseguirá «manchar» la maqueta. Por el contrario, si hay demasiada poca,
el pincel pasará sobre la superficie sin dejar rastro alguno de pintura.

Es preferible practicar antes sobre un papel o cartulina blanca para coger soltura, pudiendo
considerar óptimo el resultado cuando se consiga dejar sobre el papel una suave y uniforme
sombra de color.

Para gustos...
...colores. Hay quien opina que esta técnica es obsoleta y está cayendo en desuso puesto
que no aporta realismo sino todo lo contrario.
Desde aquí la recomendamos para los que empiezan, para aprender a sacar luces, sobre
todo después de dar unos lavados, pero sin abusar de ella, pues está ampliamente superada
por otras más completas.
Lavado

Esta técnica consiste en diluir cierta cantidad de pintura en mucha mayor cantidad de
aguarrás u otro disolvente, para aplicarla y dejarla correr libremente sobre la superficie de
la maqueta, ya pintada con su color básico, acumulándose la mezcla en las esquinas,
recovecos y zonas con dibujo.

La principal aplicación de esta técnica es para simular desgastes, acumulaciones de polvo,


óxido, grasas o aceites, y también para alterar los colores de base envejeciéndolos.

Pueden darse lavados con cualquier tipo de pintura, teniendo en cuenta que debe usarse el
diluyente adecuado. Las pinturas que diluyen con agua producen un efecto final más suave.

Difuminado

Esta técnica permite simular a pincel trazos de borde más suaves y difuminados, como los
que se pueden conseguir con un aerógrafo.

Sobre el color de base, bien seco de varios días, se aplica de forma moderada aguarrás
limpio a fin de preparar la superficie. Apenas se evapore se dan las pinceladas de color,
retocando después los bordes con un pincel limpio, humedecido ligeramente de aguarrás.

Esta técnica se utiliza, entre otros, en el sombreado de figuras y en la realización de


pequeñas manchas o culebrillas de camuflaje en carros y aviones de combate.

Fundido

Esta técnica, también conocida como «pincel fresco», es utilizada fundamentalmente para
enriquecer de matices un color base.

Consiste en la fusión de los colores antes de que el diluyente de los mismos se evapore, de
forma que se entremezclen o fundan entre sí.
Una vez aplicada una primera mano del color básico, y tras secar durante varios días, se
aplica por zonas una segunda mano del mismo color, a la vez que se van añadiendo «en
fresco» pequeñas cantidades de colores similares, pero subidos o bajados de tono, u otros,
como blanco, amarillo, negro, marrón, etc.

Al mezclarse en fresco los colores, se obtienen efectos similares a los obtenidos mediante la
utilización de las técnicas de lavados o difuminados, con la dificultad añadida de tener que
trabajar rápidamente antes de que sequen los colores. Por ello para esta técnica suelen
utilizarse los óleos.

Otras técnicas

Existen otras formas de obtener efectos de suciedad o desgaste que, sin llegar a ser técnicas
como tales, son utilizadas por muchos aficionados.

Ejemplos de ellas son el polvo obtenido al raspar pintura al pastel o el grafito de una mina
de lápiz. Son aplicados con pincel, o a dedo, para simular una leve capa de polvo
acumulado (pastel) o para resaltar el metal al descubierto (grafito).

CALCOMANÍAS

INTRODUCCIÓN

La última fase de la decoración de una maqueta consiste generalmente en la colocación de


sus numerales, emblemas, matrícula..., impresos casi siempre bajo la forma de una
calcomanía que se separa del papel soporte mediante su inmersión en agua.

La mayoría de los fabricantes suministran con sus maquetas diferentes símbolos para poder
realizar varias versiones de un mismo modelo o para elegir uno concreto que nos interese
especialmente. A su vez, existen multitud de fabricantes especializados que editan hojas de
calcomanías para aviación, carros de combate, vehículos de competición, etc., permitiendo
ampliar aún más la gama de posibilidades a la hora de decorar y situar históricamente una
maqueta. Antes de adquirirlas debe comprobarse que se encuentran correctamente impresas
respecto a su ajuste, definición y color.

Por si todo eso fuera poco, también se comercializan hojas de película transparente o
calcomanía virgen sobre la que se puede dibujar el motivo que se desee.

Aunque cada maqueta tiene una serie de particularidades concretas, ya sea en su montaje o
acabado, se explica la forma más aconsejable de manipular y colocar las calcomanías para
obtener los mejores resultados.

PRIMER PASO

Aplicaremos sobre la superficie de la maqueta ya terminada una capa con un buen barniz
brillante y transparente, preferiblemente con aerógrafo. Debe estar totalmente seca antes de
empezar a manipular la maqueta.

Separaremos las calcomanías correspondientes a la versión elegida y


recortaremos cada uno de los elementos con unas tijeras pequeñas o una cuchilla, para
eliminar en lo posible la película de gelatina sobrante que sirve de soporte.

En algunos casos esta operación resultará muy difícil o incluso imposible; si fuera así, no es
necesario preocuparse.

SEGUNDO PASO

Sumergiremos durante unos instantes las calcomanías en un recipiente con agua a la que
puede añadirse una o dos gotas de vinagre. Lo ideal es disponer de un pequeño plato de
cerámica, plano, en el que sumergir las calcomanías por orden, una a una, en lugar de
ponerlas todas a la vez.

Esperaremos a que la película comience a despegarse del papel soporte por sí misma. No
hay que forzar el desprendimiento de la calcomanía porque podría romperse, pero tampoco
hay que mantenerla sumergida durante excesivo tiempo para que el adhesivo que lleva
incorporado no se disuelva en el agua.

Al sacarla del agua se depositará sobre un paño o pañuelo de papel durante un minuto para
que el agua impregne el soporte.

Hay que procurar no tocar las calcomanías con los dedos, utilizando para manipularlas un
pincel suave completamente limpio.
RETOQUES

Si la calcomanía se rompiese, se acoplarán los trozos cuidadosamente sobre la maqueta,


pintando las ranuras una vez seca. Si el borde se levanta una vez seco, se pega de nuevo con
un poco de barniz o cola blanca.

Si no se usan los líquidos especiales puede cambiarse una calcomanía mal colocada hasta
unos 30 minutos después de puesta ablandando la cola con un pincel mojado.

LÍQUIDOS ESPECIALES

Para que se adapten perfectamente a la forma y relieve de la maqueta existen dos productos
especiales que son casi imprescindibles: Micro-Set y Micro-Sol. Son dos líquidos que
adaptan las calcomanías a cualquier superficie donde se apliquen, evitan la formación de
burbujas y mejoran su adherencia. También ayudan a transparentar la gelatina soporte y no
alteran la pintura del modelo.

Para saber más sobre estos líquidos no hay más que ir al apartado de Pintura y acabado >
Líquidos especiales

ÚLTIMO PASO

Tras haber colocado todas las calcomanías, y una vez secos los productos líquidos
utilizados, se dará una nueva mano de barniz brillante por encima, para más tarde dar el
acabado definitivo también con barniz, brillante, mate o satinado según sea el caso.

CALCOMANÍAS (II)
Líquidos especiales

Para que se adapten perfectamente a la forma y relieve de la maqueta existen dos productos
especiales que son casi imprescindibles: Micro-Set y Micro-Sol.
El Micro-Set es una solución líquida que adapta la calcomanía a los relieves de
la superficie donde se aplica. Tiene varias funciones. En primer lugar es un ablandador de
calcomanías de efecto rápido que permite que éstas se adapten a los relieves, remaches,
paneles grabados o embutidos o cualquier otro tipo de superficies irregulares.

Tiene una acción limpiadora, útil para preparar la superficie de la maqueta donde tenga que
ser puesta la calcomanía, mejorando su adherencia. También limpiará la calcomanía de los
pelillos que podría soltar el papel donde ésta se soporta.

Y la acción humedecedora permite que no se formen burbujas de aire y ayuda a


transparentar la gelatina portadora de la calcomanía gracias a la fina película del
compuesto.

El método más apropiado es aplicar con un pincel sobre el área donde se vaya a poner la
calcomanía, entonces deslizarla del papel y, una vez en posición, aplicar más Micro-Set
sobre ella.

Después apretaremos ligeramente con un paño o con el dedo mojado en agua para eliminar
el exceso de líquido.

El Micro-Sol es el complemento del primero, se utiliza principalmente para


reforzar o aumentar los efectos producidos por el Micro-Set.

Lo usaremos sobre superficies con relieves especialmente pronunciados, ya que el Micro-


Sol actúa con un mínimo de distorsión sobre la calcomanía.
Cuando hayamos colocado y tratado con Micro-Set la calcomanía, simplemente
aplicaremos a pincel por encima el Micro-Sol y dejaremos secar, pudiendo ser necesarias
varias aplicaciones en sitios especialmente difíciles.

El efecto es sorprendente. Durante el tiempo en que éste actúa, puede observarse que la
calcomanía tiende a arrugarse, pero se trata de un efecto natural de este producto. La
calcomanía volverá a su estado original y perfectamente adaptada.

Si aparecen burbujas de aire o la calcomanía no se ha adaptado correctamente, se


eliminaran las burbujas con la punta de un alfiler o realizando cortes con una cuchilla bien
afilada, y se añadirá un poco más de Micro-Sol.

Cuanto más tiempo se deje actuar conjuntamente ambos líquidos mejor será el resultado.

CALCOMANÍAS (III)
TRANSFERIBLES

Su uso y presentación es igual que el de las hojas tipográficas empleadas en diseño gráfico,
pero en maquetismo se utilizan menos que las calcomanías al agua.

Tienen la ventaja de poderse aplicar sobre cualquier material o superficie pintada gracias a
su poder adhesivo en seco y no es preciso recortarlas al carecer de gelatina de soporte. Sin
embargo su manipulación y colocación puede resultar al principio incómoda y engorrosa.

Para utilizarlas se sitúa sobre la zona determinada del modelo la hoja de acetato
transparente con el dibujo impreso y se frota la superficie del mismo con la punta de un
lápiz blando, un bolígrafo o similar, pero sin hacer excesiva fuerza con la mano para no
rayar y estropear el transferible.

Durante todo este proceso no debe moverse. Una vez fijado, levantamos la hoja soporte
despacio y con cuidado para no romperlo y lo protegemos frotándolo un poco por encima,
con el papel encerado que siempre suministra el fabricante. Si la superficie de la maqueta
posee mucho relieve, se trata de situar un transferible en un lugar de difícil acceso o es
demasiado pequeño, realizaremos la operación anterior fijando antes el motivo sobre un
trozo de cinta o papel adhesivo transparente.

CALCOMANÍAS (IV)
CONFECCIONAR CALCOMANÍAS

Si necesitamos algún tipo de símbolo y no lo encontramos en el mercado, o simplemente


«necesitamos» hacerlo, se puede echar mano del material disponible.

Un ejemplo.
Aquí tenemos tres decoraciones del avión de fabricación soviética Polikarpov I-15
(apodado «Chato» por sus tripulantes), utilizado en España durante la Guerra Civil (1936-
1939) y en años posteriores.

1. En las fuerzas aéreas de la República, 1939


2. En las fuerzas aéreas españolas, a principios de los años 40
3. En las fuerzas aéreas españolas, a finales de los años 40

Por su rareza, puede resultar difícil encontrar algunos símbolos, letras y/o números
necesarios para confeccionarlas.

Una posibilidad es recortar números o letras de otras calcomanías para volver a montarlos
en la secuencia adecuada.

Con algo de habilidad se puede intentar la transformar unos símbolos en otros; así una «E»
se convierte en una «F» con solo cortar la línea inferior.
Todas estas manipulaciones se llevan a cabo por la parte trasera de la hoja de soporte,
primero cortando y a continuación raspando cuidadosamente la porción que vaya a
eliminarse.

Superponer símbolos es otro procedimiento de transformación y el aumento de grosor es


despreciable.

Si necesitamos cambiar el color de los símbolos puede pintarse la calcomanía con esmalte
diluido.

Y finalmente se pueden usar hojas de película transparente o calcomanía virgen sobre la


que se dibuja el símbolo que se desee.

En maquetas a escala grande se pueden dibujar los distintivos usando las técnicas de tapado
que se explican en el apartado Pintura y acabado > Técnicas de tapado.

EL EFECTO «REALIDAD».

Una maqueta debe representar la realidad y totalidad de la construcción, y sobre todo el


acabado debe ser hecho teniendo esto presente.

Es lógico que un automóvil se presente brillante y perfecto en cada detalle, y también es


lógico que un carro de combate bregado en múltiples batallas deberá tener un aspecto de
usado: abolladuras, desconchones, manchas, etc.

Envejecimiento

Se llama envejecimiento a cualquier proceso cuya finalidad sea dar a una maqueta aspecto
de usada o vieja. Con buen material de referencia y sentido común se puede dar vida a
cualquier maqueta con sólo aplicar unas pocas técnicas. En los próximos artículos veremos
los procedimientos para envejecer carros de combate y aviones, pero que pueden aplicarse a
cualquier tipo de maqueta.

La forma en que algo envejece depende de su construcción, forma, edad, ambiente de


trabajo y minuciosidad del mantenimiento. Así, el agua gotea en algunos sitios y forma
óxido. Un coche, por ejemplo, puede oxidarse por completo, mientras que un carro de
combate presentará tan sólo óxido superficial y un avión no se oxidará de ninguna manera.
Los aviones suelen someterse a un entretenimiento riguroso, mientras que los carros de
combate funcionan con un entretenimiento mínimo y están expuestos a un deterioro
intenso.
Cualquier maqueta deberá lavarse para limpiarla de grasa; pintarse o camuflarse y colocar
las calcomanías adecuadas antes del proceso de envejecido.

Si todo lo que se va a hacer es añadir una capa de polvo, pintaremos antes todos los
detalles. Pero si pensamos en deteriorar el vehículo a fondo, quizás sea más fácil acabar los
detalles mientras se envejece.

El resultado es más real si se administran los efectos de deterioro de la forma en que


ocurren naturalmente: si se parte de un vehículo con el acabado de fábrica, se estropeará
primero el color, se simulará luego el efecto del desgaste en la pintura, para a continuación
dejar a la vista el metal desnudo en los puntos más afectados. Si la maqueta va a ir en una
base o diorama, es mejor sujetarla a ella antes de empezar.

PREPARAR LA MAQUETA

Al envejecer, la pintura y las calcomanías resultarán muy afectadas. La acción de


restregado y el uso de disolventes pueden levantar la pintura que no se haya adherido bien
al plástico.

Para protegerla es recomendable aplicar una capa de barniz mate, mejor con aerógrafo que
con pincel, que nos dará al mismo tiempo una superficie uniforme sobre la que pintar.

No empezaremos a envejecer hasta transcurridos dos o tres días como mínimo desde que se
haya aplicado la última capa de pintura o barniz. Si no esperásemos, estropearíamos todo el
trabajo realizado.

ENVEJECIMIENTO (II)

Primero daremos un exhaustivo repaso a las técnicas de envejecimiento.

EL LAVADO

El primer paso para envejecer suele ser aplicar un lavado sobre la pintura base. Esto no es
más que mojar la superficie de la maqueta con pintura muy rebajada con disolvente, de
forma que se acumule en las esquinas y los huecos.

Se aplica una capa del producto disolvente con un pincel a toda la maqueta para preparar la
superficie para el lavado. Mientras se seca, se mezcla un poco de color con abundante
disolvente; las proporciones exactas no son importantes, lo que importa es que no sea
pintura rebajada en disolvente, sino disolvente teñido.

Para acentuar el relieve de la superficie y hacer resaltar los detalles se preparará un lavado
más oscuro que el color básico de la maqueta. Se puede utilizar un lavado de color negro,
pero es mejor añadir un poco del color básico a la mezcla.
Con un pincel ancho y suave se «lava» ligeramente toda la
maqueta, dejando que el líquido se introduzca por todas las ranuras y grietas. El sobrante se
puede eliminar con un pañuelo de papel o un paño que no suelte pelo. Hay que dejar que
quede una acumulación abundante en los huecos.

Es aconsejable aplicar el lavado en zonas amplias y claramente definidas. Si se trabaja en


zonas pequeñas y poco definidas se formaran manchas con bordes irregulares de pintura
alrededor cuando se seque.

Para simular manchas de aceite, grasa y similares se utilizará un lavado más concentrado de
pintura. Se aplicarán estas manchas con un pincel en las zonas adecuadas, si se trata de un
producto que normalmente se deslizaría por la superficie dejando una estela; en caso
contrario, haremos manchas irregulares.

Se pueden aplicar varios colores diferentes al mismo tiempo en las zonas de unión, dejando
que se mezclen en los bordes, con lo que se consiguen interesantes efectos.

No debemos preocuparnos porque la aplicación no sea excesiva. Las fases siguientes harán
que se acentúen los contrastes y los detalles.

ENVEJECIMIENTO (III)
EL PINCEL SECO

El segundo paso para envejecer suele ser aplicar la técnica del pincel seco para aplicar la
pintura en los detalles más sobresalientes de la maqueta, deslizando el pincel por toda la
superficie de la maqueta. El resultado es obtener una gradación sutil y suave del color.

Los colores que se utilizaran dependerán de los colores de la maqueta. Si tiene un diseño de
camuflaje, hay que aplicar cada uno de los colores por separado.

Un buen color para empezar es un tono más claro que el


color básico, que se consigue añadiéndole un poco de color blanco, que se aplicará a toda la
maqueta deslizando el pincel suavemente en ambos sentidos.
Una vez cubierta toda la superficie, añadiremos un poco más de blanco a la pintura y
repetiremos el proceso, pero más ligeramente y únicamente sobre los detalles más
sobresalientes.

Si es necesario, realizaremos otra pasada con la pintura todavía más clara para resaltar los
detalles grabados que eran poco visibles con el color básico.

A continuación se repetirá el tratamiento del pincel seco con alguno de los colores básicos
del terreno, al igual como se hizo con el color básico de la maqueta. Aplicaremos los tonos
de la tierra en forma de manchas irregulares y sutiles, teniendo en cuanta que las manchas
más oscuras estarán más cerca del suelo. Variaremos el color de estas manchas añadiendo
un poco de marrón y un poco de verde, indistintamente, evitando que el modelo tenga un
aspecto monótono.

Lograr un buen efecto con este tratamiento es cuestión de dar pequeños toques a un lado y a
otro hasta conseguir el efecto deseado. Es posible que tenga que repetirse una y otra vez
esta técnica en un mismo lugar hasta conseguir el efecto deseado, pero la experimentación
es el único modo de aprender.

Dejaremos secar durante varios días para comprobar si hay que aplicar algún retoque o
lavado al acabado final.

ENVEJECIMIENTO (IV)
EL DIFUMINADO

La técnica del difuminado aplicada al envejecimiento sirve para «desteñir» la pintura, una
operación con la que se pretende conseguir una capa lisa y algo transparente, por lo que es
muy recomendable realizarla con aerógrafo.

Es similar al pincel seco, pero solo afecta a zonas lisas. No exagera los detalles pero da
luminosidad a las zonas planas.

Con pincel

Con pincel se aplicará la misma técnica de pincel seco con suavidad a zonas planas, a modo
de círculos o nubes, para aclarar zonas concretas y simular un efecto de decoloración.
Utilizaremos un pincel redondo y de pelo muy suave.

Con aerógrafo

Con aerógrafo, se aplicará una capa muy ligera sobre las superficies más elevadas de la
maqueta, incluidas las calcomanías, aumentado gradualmente la cantidad hasta alcanzar el
grado de decoloración deseado. Hay que tener cuidado para no exagerar, ya que podría
producirse un efecto contrario al buscado.
También puede ser útil para matizar un tratamiento excesivo
del pincel seco. En lugar de aplicar un nuevo lavado, usaremos el aerógrafo para pulverizar
una capa de «suciedad» que rebaje un poco el contraste de colores.

Para realizar manchas de tubos de escape o quemaduras de pólvora en la boca de un arma o


manchas de grasa con bordes decolorados y confusos se necesita un poco de práctica con el
aerógrafo. Estas manchas empiezan siendo muy oscuras y van perdiendo color conforme se
alejan. Para imitarlo se empieza pintando muy de cerca y alejándolo gradualmente a medida
que se pulveriza.

Usar el aerógrafo.
Las técnicas de envejecimiento con aerógrafo también se explican en el apartado Cómo
usar un aerógrafo (IV): Efectos especiales

ENVEJECIMIENTO (V)
EL FUNDIDO

Con la técnica del fundido se busca modificar el color base con pequeñas cantidades de
diversos colores.

Para esta técnica es preferible utilizar óleos.

Se humedece la zona a trabajar y se aplican pequeñas cantidades de pintura, del tamaño de


una cabeza de alfiler, con la punta del pincel.

Pueden utilizarse tonos como azul, verde, amarillo, etc., en


función del color base sobre el que se aplique esta técnica.

A continuación se utiliza un pincel plano del número 4 por ejemplo y se van dando pasadas
verticales de modo que los tonos se fundan unos con otros y se vayan difuminando los
trazos a gusto de cada uno.

En las superficies planas se trata de mezclar igualmente los colores pero procurando que no
queden trazos verticales, sino zonas de colores a modo de manchas de diversas formas.

A modo de ejemplo, aquí tenemos una maqueta completamente pintada antes de aplicar los
efectos del uso y desgaste...
...y este podría ser el resultado final tras aplicar estas técnicas.

ENVEJECIMIENTO (VI)
LOS PASTELES

Los pasteles son barritas o tizas de colores que al frotar sobre un papel de lija proporcionan
un polvo muy fino de color que se puede aplicar con un pincel para obtener efectos de
envejecimiento muy delicados, pudiendo llegar a sustituir al empolvado realizado con
aerógrafo.

Al rico pastel...
Son tizas blandas que utilizan los artistas y que se pueden adquirir en tiendas de material gráfico.
No son las tizas duras de colores para escribir en la pizarra.

Los colores que nos resultaran más útiles serán: negro, blanco, ocre amarillento, siena
tostado, siena fuerte, pardo tostado y pardo fuerte. Para obtener otros tonos bastará con
mezclar los polvos de estos colores básicos.

Los pinceles que usemos serán los más baratos pero de pelo suave. Al frotarlos con el papel
de lija la punta se estropearan rápidamente.
Uso práctico

Se aplicará con pinceladas amplias para obtener zonas de color extensas y regulares; si se
frota con el pincel la superficie aparecerá moteada.

Si se utiliza un pincel fino o el borde de un pincel ancho, se conseguirán unas líneas muy
finas.

Si se golpea un pincel muy lleno de color contra el dedo a corta distancia de la superficie a
envejecer se imitará el efecto de las salpicaduras.

Con ellos es muy fácil difuminar bordes y aplicar tonalidades delicadas. Además, imitan
perfectamente la suciedad, simplemente aplicando el polvo con un pincel, soplando
suavemente alrededor y el material hará el resto.

Inconvenientes

El principal problema que presentan en que no son permanentes. Los artistas utilizan unos
productos fijadores transparentes, pero en las maquetas alterarían los colores y estropearían
el delicado trabajo de envejecimiento.

Aunque los colores no cambiarán con el paso del tiempo, es fácil que se caiga parte del
polvo o que se marquen las huellas de los dedos al manipular la maqueta. Por ello hay que
aplicar los pasteles al final del todo, es decir, cuando la maqueta ya esté colocada en su
base definitiva o diorama.

He aquí otro ejemplo de aplicar los efectos del uso y desgaste...

ENVEJECIMIENTO (VII)
EL GRAFITO

La técnica del grafito es tan sencilla como efectiva; y en cambio muchos aficionados la
desconocen, quizás porque es un método de pintura bastante «casero» y, por ello, poco
difundido en los libros dedicados al maquetismo/modelismo, los cuales tratan de
deslumbrar al lector con sistemas más complejos y sofisticados.
Su finalidad principal sería el acabado de réplicas de armas
a escala 1:1, ya que este tipo de piezas ha sido siempre muy difícil de acabar, en especial
por el efecto de pavonado que estas piezas requieren para obtener un aspecto real.

También se pueden conseguir con estas técnicas efectos muy reales para reproducir
cualquier tipo de metalizado oscuro o viejo como, por ejemplo, la decoración de una
armadura o de un cañón.

La forma de proceder es muy sencilla, y básicamente es la siguiente:

Como materia prima se necesita grafito en minas de una dureza más bien intermedia, como
un «2B» ó «3B», aunque puede utilizarse una mina más dura si queremos que el acabado
posterior resulte ligeramente acerado.

Una vez que se ha montado la maqueta, se procede a cubrir toda la zona a metalizar con
una generosa mano de pintura de color «negro mate», que se dejará secar tan sólo unos 15
minutos.

El paso siguiente es crear polvo de grafito con un


afilaminas, y extender éste con un paño suave y frotando ligeramente. Comprobaremos
entonces si al frotar se elimina la base de negro; si eso ocurre deberá aplicarse otra capa de
pintura.

A la primera mano de pulimento con el grafito, seguirá otra


posterior frotando ya más fuerte y humedeciendo ligeramente el trapo con un poco de
vinagre. El tiempo de pulido condicionará el posterior grado de brillo; por eso, depende de
cada uno el considerar si el pulido está o no terminado. Lógicamente, un arma antigua
deberá tener un aspecto más plomizo que otra más moderna.

Este sistema es muy aconsejable también para la decoración de armas pequeñas, ya que, a
veces, la clásica combinación de colores «negro mate» y «gun metal» resulta un poco
exagerada. En escalas pequeñas, en lugar de usar un paño será mejor aplicarlo directamente
con el dedo.

Incluso se pueden obtener resultados que no tienen que ver nada con lo anteriormente
expuesto. Por ejemplo, para recrear efectos en un neumático se aplicará negro mate en la
rueda y después el grafito, pero sin apenas frotar, simplemente para que se fije. Esto será
especialmente adecuado si la maqueta posee unos neumáticos de plástico y no de goma.

Las aplicaciones pueden ser muy variadas, siempre que se


combine con el acabado a pincel con otros colores y materiales, en especial los colores
metálicos, para resaltar detalles y crear diferentes zonas de metal, además de pintar las
zonas metálicas no pavonadas.

ENVEJECIMIENTO (VIII)
LOS FILTROS (1)

TEORÍA

Antes de empezar a ver como se aplican y los efectos que producen, vamos a ver el porque
de llamarlos «filtros» y no de otra forma.

Si recurrimos al diccionario (o a la Wikipedia) y buscamos «filtro» encontramos varias


definiciones dependiendo del medio físico a que se aplique.

En general un «filtro» es algo que al ser atravesado por alguna sustancia, de cualquier
naturaleza, retiene algunas cosas y deja pasar a través de él otras. Esta definición tan
particular puede que no se ajuste completamente a la realidad.
En concreto en el diccionario el significado de «filtro»
aplicado a la óptica (que es el caso que nos interesa) dice: «Pantalla que se coloca ante un
foco luminoso para que solo pasen determinados rayos».

Como esta definición no deja nada claro el concepto, vamos a intentar dar una nueva
versión.

Para comprender este fenómeno físico es necesario conocer un poco del funcionamiento de
la luz y los colores, así que se recomienda haber leído antes el artículo sobre la teoría del
color: Pintura y acabado > El color y las mezclas.

Una vez comprendidos los conceptos básicos podemos decir que un «filtro» en pintura,
ópticamente hablando, no es mas que una fina capa casi transparente de un color
determinado, y que modifica los colores sobre los que se aplica haciendo que refleje en
mayor proporción la longitud de onda del color que lleva el filtro.

Veamos un ejemplo práctico para hacernos una idea: tenemos una superficie blanca (se ve
blanca porque refleja todas las longitudes de onda del espectro visible, es decir, todos los
colores). Si se le aplica una capa de pintura rosa muy diluida, casi disolvente puro, la
superficie quedara de un suave aspecto rosado. Se verá así porque ya no refleja toda la luz,
ahora refleja en mayor proporción el color rosa y por eso la veremos de ese tono. Eso es un
«filtro», una capa casi transparente de un color que aplicada a un objeto hace que lo
veamos tirando más a ese color.

Pero la cosa no es tan simple. Esto ocurriría si el objeto fuera blanco. Si se aplica un filtro
del color que sea sobre un objeto de determinado color, el resultado no seria este, sino que
se fundirían los colores obteniendo extraños resultados.
ENVEJECIMIENTO (IX)
LOS FILTROS (2)

CÓMO APLICAR UN FILTRO

Normalmente se aplica con aerógrafo. Una vez elegido el color se disuelve en una
proporción aproximada de 90% de disolvente por 10% de pintura. Esta proporción no es
una receta a seguir al pie de la letra. Si se pretende obtener un efecto más suave se puede
disolver más la pintura, pero lo que no se debe hacer es disolverla menos, ya que entonces
se estaría dando una capa normal de pintura.

A la venta...
En el mercado muchos fabricantes de colores disponen de «filtros» listos para su uso.

Hay dos formas de aplicar los filtros: una la llamaremos «filtros completos» y la otra
«filtros irregulares».

Un «filtro completo» no tiene complicación. Con el aerógrafo cargado con la mezcla


adecuada se da una rápida pasada por todo el modelo mojando solo la superficie.

Mucho cuidado. O se pulveriza muy poca cantidad de pintura o hay que ser muy rápido con
la pasada, sino empezará a chorrear la mezcla por la superficie y se estropeará el trabajo.

Se trata de modificar todo el color del modelo por igual. Si la mezcla chorrea se acumulará
mas pigmento en aquellas zonas por las que discurriera la pintura y entonces lo que
tendríamos es una forma extraña de «lavado» (ver Pintura y acabado > Revisión de las
técnicas de envejecimiento: Lavados o aguadas).

Un «filtro irregular» consiste en aplicar la misma mezcla de antes pero no de forma


regular por toda la superficie, si no insistiendo más en determinadas zonas, siempre sin que
chorree. De esta forma se consigue que el color varíe un poco más en algunas zonas que en
otras.

ENVEJECIMIENTO (X)
LOS FILTROS (3)

QUÉ SE PRETENDE CONSEGUIR AL APLICAR UN FILTRO

Esto se entenderá mejor con un caso práctico. Por ejemplo tenemos un Panzer IV de
finales de la guerra con el esquema de camuflaje de tres colores de ese periodo.

Recién pintado el contraste entre los tonos es demasiado fuerte. En este caso lo que
podemos conseguir con un filtro es apagar un poco las tonalidades y homogeneizar todo el
carro.
Lo que podríamos hacer es darle un filtro completo de color crema o marrón claro, y el
resultado que obtendríamos es un camuflaje apagado, como desgastado por las
inclemencias del clima.

Igual se podría hacer con un carro de combate T-34 pintado en el clásico «verde ruso».
Recién pintado resultaría demasiado verde, demasiado fuerte. Con un filtro igual al anterior
se conseguiría un verde mucho más suave.

Estos mismos resultados podrían obtenerse realizando mezclas previamente con los colores
base, pero para la mayoría es un método mucho más complicado de realizar.

Pero los filtros no solo se limitan a igualar o desgastar tonos, también pueden servir para
modificar completamente un color a base de aplicar filtros sucesivos de distintos colores.

Por ejemplo, no se tiene muy claro el color base que se pretende aplicar. Pues se puede ir
aproximando dando filtros hasta obtener el color deseado.

Un «filtro irregular» lo que permite es variar el tono base de las superficies


selectivamente.

Por ejemplo, si se quiere realizar un panelado de un carro de combate, una técnica seria
aplicar en las superficies a aclarar una capa de la pintura base pero mezclada con algún tono
claro.

Este mismo resultado se puede obtener aplicando el filtro correspondiente solo en aquellas
superficies que se pretenden aclarar.

ENVEJECIMIENTO (XI)
LOS FILTROS (4)

QUÉ COLORES UTILIZAR

Esta es sin duda la parte más complicada. No existe ningún método estricto, solo algunas
recomendaciones.

No es recomendable usar colores oscuros en un filtro, a menos que el efecto que se quiera
conseguir sea ese, oscurecer el modelo.
Un ejemplo de la aplicación de un filtro con colores oscuros
sería para imitar la pintura quemada por el fuego.

Primero pintaríamos el vehículo de forma normal con su pintura base, filtros (si los
quisiéramos), lavados o aguadas, etc... Una vez terminado se pueden representar las zonas
quemadas a base de superponer capas de filtros negros y gris muy oscuro.

Pero cuidado... esta técnica es algo complicada.


Primero se debería determinar la superficie a representar quemada, y luego aplicar los
filtros alternando el color negro y el color gris oscuro, aplicándolos cada vez a una
superficie menor, de forma que el degradado del manchón del fuego es progresivo, más
suave en los bordes, más intenso en el centro (donde se inició el fuego). El efecto es muy
bueno, pero algo difícil de conseguir.

Lo habitual con los filtros es usar colores claros, que tienden a modificar más suavemente
el color de fondo, logrando mejores efectos.

No hay que repetir dos veces el mismo filtro, es decir con el mismo color; de lo que se trata
es ir variando sutilmente la tonalidad. Si se realiza más de un filtro con un color
determinado el resultado final es como si se hubiera pintado de ese color, eliminando casi
por completo el color de fondo.

Se pueden usar combinaciones de colores para los filtros, no tienen porque ser de un color
puro.

La ventaja de los filtros en escalas pequeñas es que al tratarse de una capa muy fina de
pintura apenas degradaran los detalles de las superficies de la maqueta, por lo que se podrán
aplicar muchos filtros y lograr distintos efectos sin estropearla.

En resumen, el objetivo y el resultado de aplicar un filtro a una maqueta es modificar el


color original de forma suave y sutil para hacerlo tender hacia otra tonalidad.

Se debe tener en cuenta que no hay porque aplicar siempre filtros, y que no existe un color
exacto para aplicar en cada ocasión. Lo mejor es experimentar un poco para lograr el efecto
deseado.

EL COLOR Y LAS MEZCLAS

El color es una sensación relativa. Una sábana es negra por la noche, y un paraguas negro,
al ser iluminado con un foco potente, se ve blanco.
De igual modo, el color de una tela cambia según la intensidad de la luz, las veces que haya
sido lavada, la partida con la que fue confeccionada, etc... No hay que preocuparse por ello.

Para pintar bien primero hay que aprender a mezclar colores, y esto implica un
conocimiento del círculo cromático o carta de colores.

Este círculo parte de la base que hay tres colores que no se


pueden hacer mezclando otros: amarillo, magenta y cian. Estos son los colores primarios, y
todos los demás se pueden obtener mezclando esto tres colores.

Los colores primarios forman los segmentos centrales del círculo, y cada uno de los colores
del segundo círculo, llamados secundarios, se forman mezclando dos de los primarios.

Con cian y amarillo se consigue el verde; con magenta y cian el morado; y con magenta y
amarillo el naranja.

En el tercer círculo están los colores terciarios, que se consiguen mezclando los colores
primarios con los colores secundarios, en mayor o menor proporción, consiguiendo así una
gama de rojos, azules, verdes, amarillos, marrones, violáceos, etc...

Según esta carta de colores, basta con tener los tres primarios para poder obtener cualquier
otro. En realidad se necesitan otros dos más: el negro y el blanco. Al hacer las mezclas,
consideraremos el negro como si fuera azul o marrón muy oscuros, y el blanco como un
decolorante o simplemente para aclarar.

Rojo y negro.
Estos dos colores son algo más delicados si queremos aclararlos.
Con ellos aplicaremos pocos aclarados y mezclados con pequeñas proporciones de blanco,
o el color tendrá a volverse rosado o gris.
Para dar sombras sobre rojo emplearemos el color carmín. En las zonas más oscuras se
puede mezclar con una pizca de verde.
Para aclarar el negro usaremos muy poco de blanco y otro poco de color sepia. Si el
acabado negro debe ser brillante (como el cuero, por ejemplo) puede aclararse con mayor
libertad empleando gris azulado e incluso pequeños toques de blanco y azul oscuro puros.

La gama de colores que se pueden conseguir utilizando estos cinco es enorme. Y para
comprobarlo nada mejor que practicar mezclando algunos colores:
El tono de los colores de ejemplo son aproximados

 Marrón: 1 parte de negro, 1 de rojo, 1 de amarillo


 Canela: 2 de negro, 2 de amarillo, 1 de rojo, 8 de blanco
 Caqui: 3 de negro, 2 de amarillo,1 de rojo, 8 de blanco
 Verde hierba: 3 de negro, 1 de azul, 1 de amarillo, 6 de blanco
 Verde oliva: 2 de negro, 1 de amarillo
 Gris oliva: 3 de negro, 1 de amarillo, 1 de rojo

Al preparar colores terciarios normalmente no surgen problemas, pero en ocasiones es


difícil mezclar algunos de los secundarios, en especial púrpuras y violetas. Esto ocurre
porque los colores que se compran casi nunca son realmente colores primarios. No es
probable que los púrpuras se necesiten a menudo, pero en su caso es mejor comprarlo.

Además de ahorrar algo de dinero al no tener que comprar un bote o tubo de cada color que
se necesita, el saber como mezclar los colores puede resolver los problemas que surgen al
empezar a pintar.

Por ejemplo, si un color se vuelve verde al mezclar los colores, seguramente será debido a
una mezcla accidental de azul, negro y amarillo, que se puede compensar preparando una
nueva mezcla.

Complementarios.
Los colores secundarios son a su vez los complementarios respecto del primario que no
interviene en su elaboración. Así, el naranja es complementario del cian; el verde del
magenta; el morado del amarillo.
El contraste entre complementarios es muy fuerte, se refuerzan uno al otro cuando aparecen
juntos. Cuando se quiera oscurecer un color, en lugar de mezclarlo con el negro lo haremos
con su complementario. El negro da mezclas muy sucias con colores puros.

Al mezclar los colores tampoco hay que preocuparse de limpiar el pincel cada vez que se
moja en un color diferente. La cantidad de pintura de otro color que deja el pincel es
mínima comparada con la del frasco, y la pintura de éste se habrá consumido mucho antes
de que pueda verse afectada.

Es imprescindible tener algún tipo de paleta que sirva para mezclar las pinturas y controlar
su consistencia.

Por lo que respecta al disolvente, verteremos en un recipiente pequeño la cantidad que se


necesite en el momento, que se tirará al acabar de pintar. Esto lo mantendrá limpio en su
envase original y asegura que el disolvente que se utilice en cada sesión no se evapore. No
hay que preocuparse si el disolvente adquiere algo de color, pues no afectará a la pintura.
EL COLOR Y LAS MEZCLAS (II)
PALETA DE COLORES (ÓLEOS)

Extracto del artículo "Paleta de color" de www.segrelles.com

Utilizando sólo once colores, los cuatro o cinco básicos más algunos ya mezclados que
resultan imprescindibles, tendremos suficiente para pintar.

Lo más práctico es hacerse uno mismo los colores partiendo de los básicos, pero
disponiendo también de algunos tonos prefabricados que faciliten el trabajo.

       
La paleta estará compuesta por los siguientes colores: blanco, bermellón,
        amarillo, naranja, ocre, verde azulado, verde esmeralda, azul de Prusia, violeta,
carmín y negro.
       X

   

       
Bermellones y naranjas con blanco son una buena base para las carnes, que
        luego pueden entonarse con grises. El naranja más negro, añadiendo otros
tonos, nos facilitará las clásicas tierras y sombras.
       

   

El verde esmeralda con negro es muy útil para los mares, pero transparenta
       
mucho y a veces es preferible fabricar el verde con azul y amarillo.

   

El azul resulta un color delicado: debe ser intenso y limpio. El Ultramar tiene algo
de rojo y no permite conseguir celestes limpios, y el Prusia no va bien para los
       
violáceos. Si no se encuentra el azul ideal, es mejor disponer de los dos y
también del azul cobalto.

   

        El ocre es ideal para los dorados, añadiendo blanco y amarillo.

   

La gama de los grises se puede hacer perfectamente con el blanco y el negro.


Sólo hace falta entonarlo después con una pizca de otro color. Es una gama muy
       
interesante y hay que practicar con ella porque proporciona mucha riqueza de
color.
ACABADOS METALIZADOS
Consejos acerca de las pinturas metalizadas

Hay una regla importante cuando se utilizan pinturas metalizadas:

NO AGITAR NUNCA LA PINTURA

Si se hace, se pierde el control sobre su consistencia, que es la clave para pintar detalles,
muy en especial sobre las figuras.

En vez de agitarla, echaremos un poco de pigmento del fondo del frasco a la paleta y
añadiremos líquido o dejaremos que se seque hasta que haya adquirido la consistencia
adecuada. Esto evitará el problema de que al aplicar una gota de pintura plateada sobre un
botón ésta se deslice por el uniforme.

Los botones no representan ningún problema, pero hay algunas áreas metálicas en las
figuras (armaduras, ...) que requieren sombreado. Pintaremos la figura con los colores
metalizados y después sombrearemos y mezclaremos como siempre. Las características
ligeramente distintas de los metalizados pueden causar alguna dificultad al principio, pero
la técnica se aprende rápidamente.

No hay que dar por sentado que en un uniforme todo es plateado o dorado brillante. Los
galones y los cordones metálicos no tienen el mismo brillo y resplandor que los botones
metálicos lisos, incluso algunas veces están empañados.

Para obtener un efecto de metal deslustrado, pintaremos la zona con los colores ordinarios,
sombrearemos y mezclaremos como siempre. Una vez se hayan solidificado, les
aplicaremos un ligero baño de pintura metalizada para añadir la cantidad correcta de
destellos y brillos.

Cuando se utilizan pinturas metalizadas hay que tener cuidado de que éstas no ensucien los
otros colores. Basta una pequeña cantidad de pintura metalizada para estropear el trabajo de
forma irreversible.

El disolvente que se utiliza para rebajar estas pinturas no se debe utilizar nunca con los
demás colores. Limpiaremos los pinceles meticulosamente al acabar. También se pueden
tener pinceles dedicados solo a este tipo de pintura.

PINTAR UNA MAQUETA CON PINCEL


AUTOMÓVIL

Tras seguir los artículos sobre pintura y acabado, explicaremos los pasos para pintar una
maqueta de un automóvil.
Tal y como se explicaba en el artículo sobre Montaje >
Montar un automóvil, la fase de montaje del interior se combinará con la fase de pintura en
la que se decorará el interior del vehículo; pues una vez cerrado quedaran zonas
inaccesibles al pincel. No hay que olvidar de pintar también el motor si éste es visible.

Una vez escogido el esquema de colores, prepararemos la pintura para que sea fluida y que
cubra.

Pintaremos suelo y laterales, asientos, interiores de las puertas y del techo, palanca de
cambio, pedales, etc., siguiendo la combinación adecuada de colores o, mejor todavía,
siguiendo nuestro propio esquema.

EL EXTERIOR

Una vez pegados el chasis y la carrocería, empezaremos a pintar la parte exterior del
vehículo.

Podemos empezar por el chasis, que suele ir de negro mate,


aunque también pueden utilizarse otros colores metálicos o una mezcla de ambos. También
se incluyen las suspensiones y el sistema de escape.

Tendremos especial cuidado en cubrir todos los huecos, diluyendo la pintura si fuera
necesario para alcanzar los rincones más difíciles.

Mientras dejamos secar, podemos pintar las ruedas. Las llantas de aleación pueden pintarse
de color metal claro, plata o aluminio, según se desee más o menos brillo.
Los neumáticos se pintaran de negro mate el borde o límite de la llanta y la
goma, procurando que en esta fase nos salgan trazos limpios y lo más perfectos posible. Ya
con más comodidad pintaremos en su totalidad las ruedas.

Para la carrocería empezaremos aplicando el color con un pincel pequeño ya que en


algunos travesaños y zonas profundas se acumularía la pintura en caso de utilizar un pincel
mayor. Con el pincel bien cargado de pintura iremos rebordeando las zonas límite de la
carrocería con trazos firmes y limpios.

Blanco.
El color blanco suele ser muy utilizado. Es uno de los más delicados de aplicar a pincel,
necesitándose a veces diluir un poco la pintura con disolvente o aguarrás y peinar
suavemente cada pincelada.

Ahora pintaremos las grandes superficies de la maqueta con un pincel mediano bien
cargado de pintura, sin que llegue a chorrear, peinando bien para distribuirla de la forma
más uniforme posible.

Será conveniente dejar secar durante unas cuantas horas para comprobar si la mano de
pintura ha quedado en perfectas condiciones o es necesario aplicar otra. Es importante
evitar manosear las piezas ya pintadas.

Si es el caso de nuestra maqueta, pintaremos los


parachoques delantero y/o trasero de color metálico. Los colores metalizados tardan por lo
general bastante más que los normales en secar.

También será el momento de colorear las piezas transparentes que lo necesiten.

Si es necesario, enmascararemos los paneles o partes diferenciadas del resto del vehículo.
También habrá piezas que solo necesitarán un buen pulso y un buen pincel.

TERMINADO

Llegados a este punto solo nos queda la última fase de la decoración que será aplicar las
calcomanías.
PINTAR UNA MAQUETA CON PINCEL (II)
MOTOCICLETA

Todo lo que se ha explicado en los artículos anteriores


puede aplicarse a las maquetas de motocicletas, así que evitaremos repetirnos.

Solo recordar lo que se explicaba en el artículo sobre Montaje > Montar una motocicleta: la
fase de montaje se combinará con la fase de pintura en la que se decorará la maqueta, pues
algunas partes quedaran inaccesibles al pincel una vez montadas.

Respecto al pintado de las piezas, hay que tener en cuenta que el pegamento no actúa sobre
la capa de pintura, y que por ello deberá rascarse la pintura de las partes que reciban el
pegamento.

PINTAR UNA MAQUETA CON PINCEL (III)


AVIÓN

Tras seguir los artículos sobre pintura y acabado, explicaremos los pasos para pintar una
maqueta de un avión.

Tal y como se explicaba en el artículo sobre Montaje >


Montar un avión, se montarán y pintarán las piezas que irán en el interior del fuselaje, como
son la cabina del piloto -o pilotos-, instalaciones de armas (ametralladoras, bodega de
bombas...), la rueda de cola o el tren de aterrizaje delantero, según sea el caso; pues una vez
cerrado quedaran zonas inaccesibles al pincel. No hay que olvidar de pintar también los
laterales del fuselaje hasta donde se vean.

Una vez escogido el esquema de colores, prepararemos cada color para conseguir una
pintura fluida y que cubra.
Empezaremos por aplicar el color más claro, con un pincel limpio y de pelo suave,
extendiendo la pintura por el extremo de un ala.

Orden.
En cualquier combinación de colores debemos empezar siempre por el más claro, aunque
deba ser en parte cubierto por el otro. Nunca hay que hacerlo a la inversa.

Poco a poco iremos avanzando a lo largo del ala hasta llegar al cuerpo central del avión.

Terminaremos de pintar la parte interior, equipo incluido.


En este momento será conveniente dejar secar durante unas horas para comprobar si la
mano de pintura ha quedado en perfectas condiciones o es necesario aplicar otra.

A continuación empezaremos a subir por el fuselaje hasta el área en que se une al color de
la parte superior del avión.

No nos importará subir algo más de la cuenta al pintar el color más claro, ya que
posteriormente podremos retocar encima con el otro color.

Si el color más claro, normalmente el de la parte inferior del avión, aparece en otras
superficies de la parte superior (alerones, flaps, timón de dirección, etc.), aprovecharemos
la pintura y procederemos de igual forma que en pasos anteriores.

Blanco cielo.
El color blanco suele ser muy utilizado en aviones. Es uno de los más delicados de aplicar a
pincel, necesitándose a veces diluir un poco la pintura con disolvente o aguarrás y peinar
suavemente cada pincelada.
Si es necesario, enmascararemos los paneles
o partes diferenciadas del resto del avión. También habrán piezas que solo necesitarán un
buen pulso y un buen pincel.

Cuando hayamos terminado con el primer color dejaremos secar unas horas. Es importante
evitar manosear las piezas ya pintadas.

A continuación empezaremos con el segundo color a aplicar.

Suele ser preferible ir rebordeando con el segundo color las zonas límite entre uno y otro,
dejando huecos que más tarde se rellenarán con tranquilidad.

Estas zonas límite han de ser pintadas con trazos firmes y limpios; por tanto, usaremos un
pincel que esté en perfectas condiciones, evitando aquéllos que estén despeluchados, ya que
con ellos conseguiremos únicamente un trabajo «sucio».

Iremos rellenando las zonas del segundo color con un pincel más grueso cargado de
pintura, peinando bien para distribuirla de la forma más uniforme posible.

Camuflajes.
Si la decoración del avión requiere de más colores, los aplicaremos de la misma forma en
que hemos aplicado el segundo, rebordeando las zonas límite y rellenando los huecos
después.

DETALLES

Para pintar los montantes de la cabina necesitaremos un pincel más pequeño


y mucho pulso, además de una buena dosis de paciencia para dejar secar parte de esos
montantes antes de manipularlos otra vez. Una vez pegados puede ser necesario retocar los
bordes con pintura.

Pintaremos el resto de elementos que incorpore el avión, como pueden ser los neumáticos
del tren de aterrizaje, el armamento externo, etc.
TERMINADO

Llegados a este punto solo nos queda la última fase de la decoración que será aplicar las
calcomanías.

PINTAR UNA MAQUETA CON PINCEL (IV)


CARRO DE COMBATE

Tras seguir los artículos sobre pintura y acabado, explicaremos los pasos para pintar una
maqueta de un carro de combate.

Una vez escogido el esquema de colores, prepararemos cada color para conseguir una
pintura fluida y que cubra.

Podemos empezar siempre pintando la parte inferior del


chasis, y así, después de dejar secar durante un buen rato, comprobar que la pintura está en
buenas condiciones, y que su matiz, una vez seca, es el deseado. Si no fuera así, no
habremos estropeado nada. Por ello, procuraremos dejar siempre esa parte del carro de
combate para los experimentos.

INTERIORES

Si en lugar de un carro de combate se trata de un vehículo de cabina abierta (piezas de


artillería autopropulsada, vehículos de transporte, etc.), primero pintaremos el interior, que
normalmente irá pintado del mismo color que el exterior, o por lo menos del color base.

Muchos pintan parcialmente piezas que, una vez terminadas,


serían de difícil acceso para el pincel. Otros prefieren montar y pintar después. De una
forma u otra pondremos la máxima atención en no dejar ninguna zona sin pintar.

Extenderemos una primera mano de pintura, dejaremos secar y repasaremos después con un
pincel más fino donde se detecte el brillo del plástico.
Pintaremos también los accesorios y equipo que incorporemos en el interior del vehículo,
aunque solo será necesario darles el tono de color correspondiente puesto que normalmente
serán poco visibles.

EL VEHÍCULO

Pintaremos por entero el chasis del vehículo, diluyendo algo la pintura por las zonas de la
suspensión para que resulte más fácil su aplicación a pincel. Previamente habremos quitado
las ruedas para una mayor comodidad.

Con cuidado de no tocar las zonas pintadas recientemente, iremos «subiendo» pintando la
caja del carro de combate. En las zonas más difíciles y los recovecos diluiremos la pintura y
dejaremos que corra, repasando después con el pincel hasta donde llegue.

Antes de manipular una zona pintada hay que dejarla secar al menos dos horas, o de lo
contrario cualquier rastro de grasa o suciedad de nuestras manos la deteriorará.

Tras la caja del carro podemos pintar las ruedas o la torreta.

Encajaremos las ruedas en su sitio y pintaremos el interior, teniendo en cuenta que hay
modelos que llevan una banda de caucho alrededor.

Si es el caso, tras dejar secar bien la pintura, aplicaremos el color negro mate o gris oscuro
a la banda que simula el caucho, procurando no salirnos de sus límites, ya que causa muy
mal efecto. Si ello ocurre, no tendremos más que retocar de nuevo con el color necesario
hasta conseguir un borde nítido lo más perfecto posible.

Pintaremos la torreta siguiendo la misma pauta que para el casco del vehículo. Debemos
tener cuidado de no forzar las piezas pequeñas o delicadas que puedan estar pegadas.

CAMUFLAJES

Si el esquema de pintura incluye algún camuflaje, empezaremos por aplicar el color más
claro, peinando bien cada pincelada.

Orden.
En cualquier combinación de colores debemos empezar siempre por el más claro, aunque
deba ser en parte cubierto por el otro. Nunca hay que hacerlo a la inversa.
Si es necesario, enmascararemos los paneles o partes diferenciadas del resto del vehículo.
También habrán piezas que solo necesitarán un buen pulso y un buen pincel.

Cuando hayamos terminado con el primer color dejaremos secar unas horas. Es importante
evitar manosear las piezas ya pintadas.

A continuación empezaremos con el segundo color a aplicar.

Podemos marcar el contorno de las manchas del camuflaje con un lápiz de mina blanda,
comprobando y haciendo las correcciones que sean oportunas, a fin de que las que hacemos
en un lado coincidan con su contiguo.

El sistema a seguir para pintar el camuflaje


será el siguiente: trazaremos una línea media para delimitar el contorno de la mancha del
camuflaje; perfilaremos los bordes exteriores con un pincel fino y rellenaremos después la
mancha con un pincel más grande.

Con un pincel mediano cargado de pintura seguiremos el trazo del lápiz, marcando el
contorno y peinando con cuidado cada pincelada para que no queden grumos o pegotes de
pintura.

Una vez hagamos trazado todo un tramo, lo afinaremos y perfilaremos con un pincel fino,
procurando en todo momento obtener un trazo firme y limpio y una forma nítida, ya que de
lo contrario restaría realismo y causaría un mal efecto al conjunto.

Más color.
Si el camuflaje del carro de combate requiere de más colores, los aplicaremos de la misma
forma en que hemos aplicado el primero: trazaremos una línea media para delimitar el
contorno de la mancha del camuflaje; perfilaremos los bordes exteriores con un pincel fino
y rellenaremos después la mancha con un pincel más grande, rebordeando las zonas límite
y rellenando los huecos después.
Para finalizar pintaremos los accesorios y herramientas que
irán sobre el carro de combate. Las cadenas y demás elementos accesorios metálicos
recibirán una primera mano de color negro mate, que una vez seca se cubrirá a pincel seco
o difuminado con una segunda mano de color acero para obtener el acabado de metal.

TERMINADO

Llegados a este punto solo nos queda la última fase de la decoración que será aplicar las
calcomanías.

EJEMPLO PASO A PASO (V): PINTAR UN CARRO DE COMBATE

La primera parte de esta serie de artículos están en el apartado dedicado al Montaje.

PREPARARSE PARA PINTAR

Una vez que hemos terminado de construir la maqueta, de rellenar los huecos con masilla y
de revisar que todo esté correcto estamos en disposición de pasar a la siguiente fase: pintar.

Pero antes hay que limpiar toda la maqueta, ya que durante el proceso de la construcción
han quedado sobre su superficie polvo de la masilla utilizada, grasa de nuestros dedos y
alguna suciedad más.

Con agua tibia, jabón y un cepillo de dientes lavaremos toda la maqueta y la secaremos un
poco, dejando que posteriormente se seque al sol o bien con la ayuda de un secador de pelo.
 

Frío, por favor...


Tendremos cuidado de no acercar mucho el secador a la maqueta y de utilizar aire frío o
acabaremos fundiendo el plástico y ya podemos dar por terminado el trabajo.

EJEMPLO PASO A PASO (VI): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


LA IMPRIMACIÓN

Comenzaremos a pintar el carro de combate. Si utilizamos aerógrafo es muy recomendable


aplicar una primera capa de color a la que se denomina imprimación. Con gris claro se dan
una o varias pasadas hasta cubrir totalmente la maqueta, de forma que quede
completamente homogénea y que podamos ver si existen algunos fallos en la maqueta.

Cuando queremos dar una imprimación no deberemos dar capas muy gruesas de pintura. Al
contrario, daremos varias pasadas de tal manera que la maqueta se vaya cubriendo de una
manera uniforme. En la foto inferior podemos ver como queda el carro una vez que le
hemos dado la imprimación.

 
La opción.
Si no queremos aplicar demasiadas capas de color, sea por la escala o por que pintemos a
mano, la imprimación puede ser del mismo color base.

Dejaremos secar bien, por lo menos un par de horas, o mejor toda una noche. A
continuación aplicaremos con aerógrafo un pre-sombeado, que consistirá en pintar con
negro diluido las líneas estructurales, los huecos, las distintas formas del carro, etc... tal y
como puede verse en la siguiente foto.

Con esto conseguiremos que cuando pintemos con el color que cubrirá el carro de combate
quede una sombra bajo esta pintura. Estas sombras aportarán volumen a nuestra maqueta.

EJEMPLO PASO A PASO (VII): PINTAR UN CARRO DE COMBATE

Este modelo de carro de combate apareció en la Segunda Guerra Mundial a partir de 1944.
En esta época el ejercito alemán pintaba sus carros de combate con el color base «amarillo
oscuro» (dunkel gelb), y posteriormente las tripulaciones camuflaban el carro con «verde
oscuro» y/o «marrón rojizo», en función del terreno donde combatian. No había una gran
uniformidad en estos camuflajes, de tal manera que podemos encontrar carros de combate
con sólo amarillo oscuro, amarillo oscuro y verde oscuro, amarillo oscuro y marrón rojizo o
la combinación de los tres colores.

A final de la guerra, por la falta de suministros, entre ellos de pintura, se podían encontrar
carros de combate que estaban pintados sólo en amarillo oscuro, sólo en verde oscuro, e
incluso con la imprimación rojiza de fábrica (tono marrón rojizo).

En este modelo optamos por una combinación de camuflages. Amarillo oscuro para la
estructura inferior y amarillo oscuro con camuflaje verde oscuro para la superestructura.

El escoger un camuflaje u otro depende de la fase de la guerra en la que se situe el carro de


combate, del tipo de vehículo, de la bibliografia de que dispongamos y de nuestra
imaginación.

EL COLOR BASE

Daremos varias pasadas con el aerógrafo. Las pasadas siempre serán perpendiculares al
carro y de un extremo a otro. Dejaremos secar unos minutos entre una pasada y otra.

En la fotografía se ve el carro de combate después de aplicar el color base.


EJEMPLO PASO A PASO (VIII): PINTAR UN CARRO DE COMBATE
DAR LUCES

Tras dejar secar un par de horas más, aclararemos el color base con una mezcla algo más
clara que el color base. En este caso mezclaremos el color amarillo oscuro con el color ante.
Con él daremos las primeras luces.

La combinación de luces y sombras proporcionarán volumen a nuestra maqueta. Para dar


las luces aerografiaremos la mezcla en cada uno de los paneles del carro, desde el centro
hacia el exterior de cada panel, sin llegar a los extremos de los paneles.

En la foto vemos como el color base se ha aclarado y va tomando volumen.

Una vez seca volveremos a hacer lo mismo, pero sólo con el color ante. No abusaremos de
esta segunda subida de luz, aplicándola únicamente en el centro de los paneles. La pintura
del carro parecerá un poco gastada.

No hemos de preocuparnos si ahora nuestro carro parece pintado a parches. Las siguientes
fases de pintura, sombreado y envejecimiento, apagarán estas luces y darán uniformidad al
conjunto.
EJEMPLO PASO A PASO (IX): PINTAR UN CARRO DE COMBATE
EL CAMUFLAJE

Como ya se ha comentado, el camuflaje escogido es amarillo oscuro con verde oscuro sólo
en la torreta. A finales de la Segunda Guerra Mundial era común encontrar este tipo de
camuflajes en los carros de combate alemanes.

Para ello pintaremos sobre cinta de enmascarar el camuflaje que queremos. Para poder
manipular mejor la cinta se puede pegar un trozo sobre una bolsa de plástico fuerte o sobre
un trozo de cristal. Así podremos dibujar el camuflaje y recortarlo con una cuchilla afilada.

Pegamos la cinta ya cortada sobre el carro de combate, de tal manera que no queden huecos
o recovecos sin cubrir. Este es el aspecto que puede tener.

Tendremos mucho cuidado que quede todo bien tapado.

Haremos lo mismo con el cañón.

Este es el aspecto que tendrá la torreta después de haber pintado el camuflaje.


Tendremos cuidado con que la pintura aplicada no se estropee al sacar la cinta. Si ha
ocurrido, volveremos a tapar y volveremos a pintar hasta que quede correctamente acabado.

Así va quedando el carro de combate después de haber pasado por las fases que hemos
visto. Aún no queda realista, pues hemos de seguir trabajando.

EJEMPLO PASO A PASO (X): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


ENVEJECIMIENTO: Lavado

Vamos a comenzar a envejecer y ensuciar el carro de combate.


Lo primero que haremos es dar un lavado. Se diluye en aguarrás un poco de óleo de color
tierra sombra tostada y con un pincel humedeceremos todo el carro de combate con la
mezcla. De forma inmediata el carro se oscurecerá y las subidas de color que se han dado
antes comenzaran a difuminarse.

Dejaremos que seque durante un par de horas. Mezclaremos un poco más de óleo en
aguarrás y con un pincel iremos depositando esa mezcla en todas las juntas, líneas
estructurales y volúmenes que haya en el carro de combate. Al secarse el aguarrás quedará
una sombra (el óleo) alrededor de todas las piezas donde se haya aplicado y en las líneas.
Esta sombra proporciona dos cosas: volumen (al contrastar con las luces) y apariencia de
suciedad.

De igual forma lo haremos con la torreta...

Seguiremos haciendo lo mismo con los faldones laterales. Por último daremos el lavado en
las ruedas, insistiendo un poco más en este apartado. Al secarse el aguarrás cambiará
completamente el aspecto de las ruedas.
Ya se va convirtiendo el carro de combate en algo real, ya que el lavado también
proporcionará cierto aspecto metálico al conjunto.

EJEMPLO PASO A PASO (XI): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


ENVEJECIMIENTO: Pasteles

Ahora reforzaremos el sombreado conseguido con los lavados aplicando colores al pastel.

Dejaremos secar la maqueta un día después de los lavados. Tomaremos un trozo de papel
de lija y frotaremos una barra de pastel negro y otra barra de pastel marrón. El polvillo que
queda de ambos lo mezclaremos.

Igual que se hizo antes con los óleos, se hará ahora con los pasteles. Con un pincel se frota
ese polvillo por todas las hendiduras y por la base de todas las piezas que sobresalen, así
como en las líneas de estructura de toda la maqueta. Veremos que el aspecto sigue
cambiando a mejor.
Debe tener distintas tonalidades a lo largo del carro de combate tal y como sucede en la
realidad. Por el calor, el uso, los golpes, el frío, etc., la pintura se va degradando.

Así quedará el carro de combate después de aplicar los colores al pastel.

EJEMPLO PASO A PASO (XII): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


ENVEJECIMIENTO: Lavado selectivo

Para hacer el segundo lavado diluiremos en aguarrás un poco de óleo tierra siena tostada.

Con un pincel fino volveremos a marcar las líneas de la estructura y todos los huecos que
tenga el carro de combate, de tal manera que resaltaran aún más.

Y este es el aspecto que presentará el carro después de este proceso.


 

EJEMPLO PASO A PASO (XIII): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


ENVEJECIMIENTO: Filtros

Trataremos ahora de que en el carro de combate se vean chorretones como los producidos
por el polvo, la suciedad y el efecto de la lluvia y el agua.

Para ello humedeceremos por zonas con aguarrás. Por ejemplo comenzaremos por el faldón
derecho. Inmediatamente, con un pincel fino, pondremos puntitos con distintos colores al
óleo: verde, tierra siena tostado, ocre, blanco, amarillo, rojo, azul, etc.

Inmediatamente con un pincel plano humedecido en aguarrás daremos pinceladas de arriba


hacia abajo, de tal manera que los puntitos de óleo se irán diluyendo en ese sentido.
Haremos lo mismo con el resto del carro de combate, en zonas pequeñas en cada ocasión,
ya que si no se evaporará el aguarrás.

Cuando terminemos deben quedar multitud de pequeñas líneas de distintos colores


(«chorretones») que aportarán matices cromáticos al carro de combate y le darán aspecto
envejecido.

EJEMPLO PASO A PASO (XV): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


LAS CADENAS

Una vez montada la cadena, mientras dejamos que se seque el pegamento, mezclaremos el
color Negro mate con algún tono de marrón oscuro y disolvente, que en el caso de colores
acrílicos será alcohol.

Daremos una imprimación con esta mezcla a toda la cadena y la dejaremos secar bien.

El segundo paso será dar un lavado con marrón anaranjado con mucha agua y un poco de
pintura.

Con un pincel plano aplicaremos la pintura toda la cadena y dejaremos secar. Este lavado,
una vez seco, va a hacer que la cadena parezca un poco oxidada y sucia por el polvo del
camino. Hay que dar el lavado por ambas caras de la cadena.
Una vez seco el lavado anterior daremos un aspecto metálico a la cadena aplicando con un
pincel plano un poco de color acero. Utilizando la técnica del pincel seco iremos dando
pinceladas sobre la cadena, por ambas caras y por los lados.

Conseguiremos de esta forma un aspecto metalizado en la cadena por las zonas más
salientes y un aspecto oxidado o sucio en las zonas interiores.

EJEMPLO PASO A PASO (XVI): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


CALCOMANÍAS

Este es el aspecto que puede presentar el carro de combate una vez que se han seguido
todos los pasos anteriores y se han colocado las cadenas. Ya parece un carro de combate
alemán dispuesto a luchar, pero aún no está terminado, ni mucho menos.

Es el momento de colocar las calcomanías que pondrán nombre y personalidad al carro de


combate.

Normalmente la caja de la maqueta trae una hoja de calcas propia, pero si nos convencen
porque sean de poca calidad, por ejemplo, se pueden comprar otras o pintarlas a mano.
Seleccionaremos los números y/o distintivos que queremos colocar sobre el carro de
combate. Estos pueden corresponder a las instrucciones que vienen con la caja, o a
fotografías o dibujos que hayamos visto.

Recortaremos cada calcomanía al máximo para eliminar la película que la rodea, ya que
además de evitar reflejos con la luz puede ponerse amarilla con el tiempo.

Sumergiremos durante unos instantes la calcomanía en un recipiente con agua a la que


puede añadirse una o dos gotas de vinagre. Esperaremos a que la película comience a
despegarse del papel soporte por sí misma, aproximadamente unos 30 segundos.

Con un pincel o la punta de una tijera, la sacaremos del agua y la pondremos sobre un paño
o pañuelo de papel para que el agua impregne el soporte.

Si disponemos de ellos utilizaremos los líquidos Micro-Set y Micro-Sol para que la


calcomanía se pegue mejor a la maqueta.

Humedeceremos la zona donde va a ir la calcomanía (si no tenemos Micro-Set lo haremos


con agua) y con la ayuda de un pincel se colocará la calcomanía en su sitio. El líquido que
sobre se quitará con un paño o pañuelo de papel.

Una vez seco humedeceremos con Micro-Sol. Este líquido hace que la calca no sólo se
adhiera a la superficie, sino que además se adapte a la misma. En este caso no hay
problema por que es lisa, pero si queremos que se adapte a otro tipo de superficies no lo
conseguiremos a menos que apliquemos varias veces Micro-Sol.

Este será el aspecto del carro de combate con las calcomanías:


EJEMPLO PASO A PASO (XVII): PINTAR UN CARRO DE COMBATE
LOS ACCESORIOS

CADENAS DE REPUESTO

En ocasiones los carros de combate, no sólo los alemanes,


colocaban eslabones en la zona delantera o lateral para incrementar el blindaje.

Cuando preparemos y pintemos las cadenas guardaremos por separado unos cuantos
eslabones y los pintaremos de igual forma que el resto de las cadenas y las colocaremos en
su lugar.

HERRAMIENTAS

Pasaremos ahora a las herramientas. La parte metálica la pintaremos de negro y la parte de


madera la pintaremos con color blanco.

Con un pincel humedeceremos los mangos de las


herramientas con un lavado de color marrón claro (o siena tostada), imitando pequeñas
líneas sobre la madera para que, una vez seco, parezca un mango de madera.

En la parte metálica de las herramientas aplicaremos el color acero mediante la técnica del
pincel seco.

CABLES DE ARRASTRE

Colocaremos ahora los cables, en el lateral, que servían para poder arrastrar al carro de
combate en caso de avería. Al igual que el resto de herramientas metálicas, los pintaremos
de negro dando pincel seco con acero.
ANTENA

Por último colocaremos la antena, que casi nunca viene en la caja de la maqueta y
deberemos fabricarnosla con un alambre muy fino o con plástico estirado. Para terminar la
pintaremos de color negro.

EJEMPLO PASO A PASO (XVIII): PINTAR UN CARRO DE COMBATE


ENVEJECIMIENTO: Toques finales

Vamos a terminar de envejecer y ensuciar el carro de combate.

Con una mezcla de colores Negro mate y Marrón rojizo se dará con el aerógrafo una pasada
por la boca del cañón para que parezca que ha disparado en repetidas ocasiones.

La misma mezcla se aplicará con el aerógrafo a los faldones delanteros y a la parte trasera
del carro de combate, incluida la parte superior de los tubos de escape. Así se conseguirá la
sensación de una mayor suciedad.

Con óleo de color tierra o siena tostado, el mismo utilizado para la madera de las
herramientas pero algo más concentrado, mancharemos selectivamente la zona trasera del
carro de combate imitando a las manchas que se producen por el aceite, la gasolina, la
grasa, etc.

Para terminar, daremos un poco de pincel seco a todo el carro de combate con un tono
amarillo caqui.

Se darán brochazos muy sutilmente por las zonas que sobresalen y por las esquinas, para
que produzcan contraste con las sombras y den un pequeño efecto de desgaste, siempre sin
pasarse.

En la página siguiente hay unas fotos para ver el aspecto final que podría tener la maqueta
del carro de combate ya terminada.
EJEMPLO PASO A PASO (XIX): PINTAR UN CARRO DE COMBATE
LA MAQUETA TERMINADA


EJEMPLO PASO A PASO (III): PINTAR UN AVIÓN

La primera parte de esta serie de artículos están en el apartado dedicado al Montaje.

LOS INTERIORES

Sujetaremos las piezas sobre una base, en este caso una caja de cartón, con cinta de
enmascarar para empezar a pintar el interior en color gris (RLM 02) como color base.

Aerógrafo o pincel...
Para pintar aviones es preferible utilizar aerógrafo porque se consigue una mayor finura en
el acabado, pero también obtendremos buenos resultados aplicando la pintura con pincel,
siguiendo los consejos que se pueden encontrar en artículos anteriores.

SOMBRAS

Una vez aplicado el color base aplicaremos sombras. Con pintura de color negro mate, muy
diluida, se aplicará por todos los recovecos de manera que se vean dos tonos: el color base,
más claro, y una sombra difusa más oscura. No nos preocuparemos porque las sombras
sean más o menos anchas o que ocupen más o menos espacio, pues aún no se ha terminado
la fase de pintado.
En otros modelos será mejor mezclar el color negro con color marrón, para sombrear un
color base más claro, como suelen ser los de los aviones de combate actuales.

Haremos lo mismo con los asientos y los mandos interiores.

Aplicando la técnica de claros-oscuros empezaremos a tener volúmenes. Una maqueta no


puede quedar «plana», no tendría vida. La técnica siempre es la misma:

 Aplicar el color base


 Dar sombras con un color algo más oscuro
 Dar luces con un color algo más claro

LUCES

Para aplicar luces utilizaremos un color que sea más claro que el color base, como por
ejemplo gris claro. Con él sacaremos luces al panel de control del avión.

Si para dar las sombras se ha aplicado la pintura muy diluida, para dar luces se utilizará la
técnica del pincel seco, pero sin abusar.
Al aplicar el color sobre las aristas y salientes de la carlinga, la poca pintura que aún queda
en las cerdas del pincel se adherirá a estos salientes, aportando volumen y dando sensación
de desgaste.

El contraste entre color base, sombras y luces queda patente. Sólo hay que tener cuidado de
no pasarse ni al aplicar sombras ni al aplicar luces, pero sobretodo a la hora de utilizar la
técnica del pincel seco.

Aquí se ve como quedará el cuadro de mandos después de haber recibido el las luces y las
sombras. Los relojes y/o indicadores cobrarán vida al adquirir un sutil volumen, al tiempo
que también aparentará cierto desgaste.

Esta técnica es válida para cualquier tipo de modelo de avión: actual o antiguo, comercial o
militar.

EJEMPLO PASO A PASO (IV): PINTAR UN AVIÓN

LOS DETALLES DEL INTERIOR

Pasaremos ahora a decorar los detalles del interior, que aportaran riqueza
cromática. Como guía nos puede servir la hoja de instrucciones del fabricante,
pero es preferible documentarnos bien, por ejemplo buscando fotografías en
Internet.

Para ello utilizaremos varios colores (blanco, rojo, amarillo, etc.).

En el cuadro de instrumentos es importante una buena profusión de colores y,


además, dar sensación de que los relojes tienen un cristal delante. Para esto
último, con un pincel dejaremos caer una gota de barniz brillante en el centro de
cada uno de los relojes, que al secarse dará una apariencia cristalina.

De igual forma pintaremos el resto de detalles de la carlinga.

En la siguiente fotografía se puede ver el interior de uno de los laterales ya


terminado. Se aprecian el color base, las sombras y las luces, así como los
detalles (marrón, blanco, rojo, etc.).

Los principiantes pueden pensar que estos detalles después no van a ser vistos
cuando se cierre el fuselaje de la maqueta, pero sí que son visibles. Esa es la
diferencia entre un buen trabajo y otro no tan bueno: el cuidar los detalles.

Vuelta atrás... 
Cuando se haya secado bien la pintura podremos seguir con la fase de montaje.

EJEMPLO PASO A PASO (V): PINTAR UN AVIÓN

PREPARARSE PARA PINTAR

Una vez que hemos acabado con el proceso de enmasillado, y de revisar que todo
está correcto, dejaremos el avión tranquilo durante una noche (para que seque
bien el enmasillado) y ya estaremos en disposición de pasar a la siguiente
fase: pintar.

Pero antes hay que limpiar toda la maqueta, ya que durante el proceso de la
construcción han quedado sobre su superficie polvo de la masilla utilizada, grasa
de nuestros dedos y alguna suciedad más.
Con agua tibia, jabón y un cepillo de dientes lavaremos toda la maqueta y la
secaremos un poco, dejando que posteriormente se seque al sol o bien con la
ayuda de un secador de pelo.

Frío, por favor... 


Tendremos cuidado de no acercar mucho el secador a la maqueta y de utilizar aire
frío o acabaremos fundiendo el plástico y ya podemos dar por terminado el trabajo.

EJEMPLO PASO A PASO (VI): PINTAR UN AVIÓN

El bombardero en picado alemán Stuka (Junkers Ju-87) combatió en la Segunda


Guerra Mundial en todos los frentes, desde el principio hasta el final de la guerra,
así que llevó una gran variedad de colores y camuflajes de la Luftwaffe (Fuerza
Aérea Alemana), además, como sirvió en otros países, el numero de pinturas
usadas fue amplísimo.

Los Stuka de la Luftwaffe utilizaron distintos camuflajes. El que se utilizará en esta


maqueta será de dos tonos, con los colores verde oscuro (RLM 71) y verde negro
(RLM 70) sobre la superficie superior, con cortes geométricos y bordes sólidos, y
el color azul claro (RLM 65) en la parte inferior.

El escoger un camuflaje u otro dependerá de la fase de la guerra en la que se


sitúe el avión, de la bibliografía de que se disponga y de nuestra imaginación.
LA IMPRIMACIÓN

Comenzaremos a pintar el avión aplicando una primera capa de color, la


denominada imprimación.

Se utilizará el color más claro del camuflaje, que en este caso es el color azul
claro. También servirá para que se pueda detectar algún fallo en la maqueta.

Cuando se quiere dar una imprimación no hay que aplicar capas gruesas de
pintura, sinó que se darán varias pasadas de tal manera que la maqueta se vaya
cubriendo del color de una manera uniforme.

La opción. 
Si no queremos aplicar demasiadas capas de color, sea por la escala o por que se
utilice pincel, la imprimación puede ser del mismo color base.

Se dejará secar bien, por lo menos un par de horas, o mejor toda una noche. Y
nos aseguraremos que el avión quede bien tapado para que no le caiga polvo (el
polvo es el peor enemigo de las maquetas).

Durante la imprimación, la pintura del camuflaje y


hasta el final, se debe mantener tapado el interior del avión para que la pintura
exterior no arruine el trabajo que se ha realizado en la carlinga.

PRE-PANELADO

Una vez comprobado que todo está bien, se aplicará un fino sombreado con el
color negro para marcar todas y cada una de las líneas de los paneles de la parte
inferior.

Después se dará la otra capa de imprimación con el color base. Así la pintura azul
claro irá cubriendo las líneas oscuras de la parte inferior del avión, quedando unas
sombras donde estaban las líneas negras.
También se aplicará el sombreado con el mismo color negro sobre las líneas de
los paneles en el resto de la maqueta, pero ésta quedará cubierta por la pintura
del camuflaje.

EJEMPLO PASO A PASO (VII): PINTAR UN AVIÓN

EL CAMUFLAJE

Hay que recordar a la hora de pintar un camuflaje que el orden para aplicar los
colores debe ser del más claro al más oscuro, simplemente porque el color más
oscuro cubrirá bien sobre el más claro, pero no al contrario, necesitando más
capas para cubrir el más oscuro.

En este caso, como no hay excesiva diferencia entre los colores verde oscuro y
verde negro, lo que se hará es aclarar el verde oscuro con blanco.

Primero se marcaran las líneas del camuflaje utilizando cinta de enmascarar,


aplicando primero el color verde oscuro (aclarado con un poco de blanco). El color
cubrirá también las líneas de los paneles.

Cuando se haya secado el primer color, se marcarán de nuevo las líneas del
camuflaje y, si fuera necesario, se puede volver a «panelar» con negro.
Una vez aplicado el color verde negro obtendremos el mismo resultado que en el
resto de la maqueta: sólo se verán unas sombras en las líneas de los paneles.

EJEMPLO PASO A PASO (VIII): PINTAR UN AVIÓN

CAMUFLAJE EXTRA

Los colores del camuflaje que utilizó el Stuka (Junkers Ju-87) eran básicamente
el azul cielo (RLM 65), el verde oscuro (RLM 71) y el verde negro (RLM 70). Como
siempre ocurre, según el teatro de operaciones donde debía actuar (el desierto
africano o el invierno en Rusia) se le aplicaron otros colores que complementaban
o substituían a los originales.

Como este avión combatió que en el Norte de África, a su camuflaje original se le


añadieron algunas manchas de color amarillo-desierto (RLM 79). Así pues,
empleando las técnicas de tapado aplicaremos este color siguiendo algún
esquema que habremos encontrado entre nuestra bibliografía.

Aquí podemos ver la aplicación del color por un lado... 

...y por el otro. 


Si queremos envejecer nuestro avión, mostrando el ensuciado y el desgaste por el
uso, debería hacerse ahora, antes de pasar al barnizado.

Pero esto depende de un poco de cada uno; ha algunos no les gustan los aviones
envejecidos, aunque a casi todos les (nos) gustan los carros de combate bien
«sucios». En todo caso, las técnicas a utilizar para el envejecimiento se explican
en otros artículos.

También hay que pintar el buje de la hélice. Para ellos utilizaremos el color verde
negro. La punta del cono del buje se pintará de color azul oscuro. Las palas
también se pintaran de color verde negro.

EJEMPLO PASO A PASO (IX): PINTAR UN AVIÓN

PANELADO

Una vez pintado el camuflaje deberemos realizar el panelado el avión.


El primer sombreado que se ha dado a
las líneas de los paneles eran el principio del panelado. Ahora hay que marcar
perfectamente las líneas.

Hay varias formas de hacerlo. Una de las más fáciles es ir marcando las líneas
con un lápiz de grafito; si se comete algún error no hay problema, pues se puede
eliminar con una goma de borrar.

Otras técnica, algo más complicada, es ir marcando las líneas con el aerógrafo,
pero solo se puede realizar si se dominan las técnicas de pintura con aerógrafo.

BARNIZADO

Para terminar se barnizará toda la maqueta con un barniz que sea brillante o
satinado. El barnizado igualará los distintos tonos de los colores y servirá como
base para colocar las calcomanías. Se le darán varias manos finas aplicándolas
con el aerógrafo, aunque también podría hacerse con pincel.

El barniz suele diluirse al 50% (mitad y mitad) con aguarrás, u otro disolvente
adecuado recomendado por el fabricante, para aplicarlo con un aerógrafo.

Brillante, mate o satinado... 


Como las calcomanías están situadas sobre una película fina pero brillante, si no
barnizáramos en brillante o satinado veríamos como las calcomanías quedan
brillantes sobre el fuselaje mate, y eso tiene poca solución. Al barnizar parecerá
que las calcomanías están pintadas directamente sobre el fuselaje.

Llegados a este punto se dejará secar un par de días, manteniendo la maqueta


bien tapada para evitar el polvo.
EJEMPLO PASO A PASO (X): PINTAR UN AVIÓN

LAS CALCOMANÍAS

Normalmente la caja de la maqueta trae una hoja de calcas propia, pero si nos
convencen porque sean de poca calidad, o simplemente el acabado que
queremos dar a la maqueta no coincide con los acabados propuestos por el
fabricante, se pueden comprar otras o pintarlas a mano.

En el mercado se pueden encontrar cientos de


referencias de calcomanías para decorar nuestras maquetas. Y en Internet se
puede encontrar mucha más información.

Seleccionaremos los números y/o distintivos que queremos colocar sobre el avión,
siguiendo las instrucciones que vienen con la caja, o las fotografías o dibujos que
hayamos visto.

Recortaremos cada calcomanía al máximo para eliminar la película que la rodea,


ya que además de evitar reflejos con la luz puede ponerse amarilla con el tiempo.

Sumergiremos durante unos instantes la calcomanía


en un recipiente con agua a la que puede añadirse una o dos gotas de vinagre.
Esperaremos a que la película comience a despegarse del papel soporte por sí
misma, aproximadamente unos 30 segundos.

Con un pincel o la punta de una tijera, la sacaremos del agua y la pondremos


sobre un paño o pañuelo de papel para que el agua impregne el soporte.

Si disponemos de ellos utilizaremos los líquidos Micro-Set y Micro-Sol para que la


calcomanía se pegue mejor a la maqueta.
Humedeceremos la zona donde va a ir la calcomanía
(si no tenemos Micro-Set lo haremos con agua) y con la ayuda de un pincel se
colocará la calcomanía en su sitio. Por el barniz aplicado a la maqueta el líquido
fijador se concentrará en gotitas. No importa, la calcomanía se fijará bien.

Una vez en su sitio el líquido sobrante se eliminará con un paño o pañuelo de


papel. Tras dejar secar un poco veremos como la calcomanía parece pintada
sobre el fuselaje.

Seguiremos colocando todas las calcomanías, siguiendo un orden para no olvidar


ninguna.

Una vez seco todo humedeceremos con Micro-Sol. Este líquido hace que la
calcomanía no sólo se adhiera a la superficie de la maqueta, sino que además se
adapte a los paneles, las hendiduras, los salientes, etc.

En ocasiones veremos que aparecen pequeñas


arrugas o bolsitas de aire entre la calcomanía y la maqueta. Para solucionarlo
pincharemos la arruga o bolsita de aire con un alfiler y volvemos a aplicar sobre la
calcomanía Micro-Sol. Dejaremos el líquido actúe durante un rato y veremos como
la calcomanía queda perfectamente adaptada.

Una vez terminado este proceso, volveremos a barnizar con el barniz brillante o
satinado, de tal manera que así eliminaremos las manchas que hayan quedado
después de aplicar los líquidos, y además eliminaremos, también, los brillos que
hayan podido quedar en algunas calcomanías, igualando los tonos.

Si queremos que el resultado final sea mate deberemos dejar secar durante un par
de días antes de aplicar un barniz mate.

Las piezas transparentes de la cabina. 


Primero veremos en la fase de montaje como preparar y montar las piezas
transparentes que forman parte de esta maqueta.

EJEMPLO PASO A PASO (XII): PINTAR UN AVIÓN

LAS PIEZAS TRANSPARENTES (CRISTALES)

Una vez que las piezas transparentes están preparadas para ser pintadas,
debemos enmascarar los cristales y solo dejar libres los montantes.

Para realizar esto hay varias posibilidades:

1. Con paciencia ir cortando trocitos de cinta de enmascarar del


tamaño de los cristales, siempre procurando no rayar las piezas de plástico. Es un
trabajo tedioso si hay muchos montantes y los cristales son pequeños.

2.Utilizar cola blanca o, mejor aún, líquidos específicos para proteger de la pintura
áreas pequeñas, como Mascol o Micro-Mask (éste último de la familia de
productos Micro-Set y Micro-Sol).
Este líquido se aplica a pincel sobre la superficie a enmascarar. Una
vez seco, puede recortarse con una cuchilla. Después de pintar, se quita
cuidadosamente con cinta adhesiva o levantando el borde con una cuchilla. Si es
necesario puede ablandarse con agua templada.

3. Adquirir unas plantillas, normalmente realizadas en fotograbado, para utilizarlas


a modo de montantes de metal o utilizarlas como guía para pintar los montantes
de los aviones.

Sea cual sea la opción, una vez bien protegidas las piezas transparentes, las
sujetaremos de manera que podamos empezar a pintar.

Con un pincel fino primero aplicaremos una capa de imprimación con el mismo
color utilizado en toda la maqueta. Después, una vez seca la primera capa,
pintaremos de color verde oscuro los montantes.

Cuando la pintura se haya secado quitaremos la mascarilla con


cuidado de no rallarla, levantandola con la punta de una cuchilla.

Finalmente pegaremos la cabina.
EJEMPLO PASO A PASO (XIV): PINTAR UN AVIÓN

ÚLTIMOS DETALLES
ARMAMENTO

Las ametralladoras traseras se habrán montado y pintado


antes de poner las piezas transparentes de la cabina, pues buena parte queda
oculta por ella. Se pintaran de color gun metal o negro.

La bomba y los depósitos de combustible externos se habrán montado,


enmasillado y pintado como el avión.

Para la bomba se utilizará el color gris (RLM 04) como base, y


se aplicarán luces y sombras como con el resto de colores utilizados en la
maqueta.

Para los depósitos de combustible externos se utilizará el mismo


color azul claro de la parte inferior del avión, aplicando también algunas luces y
sombras.

NEUMÁTICOS

Los neumáticos y sus llantas se habrán pintado antes de montar el tren de


aterrizaje, pues en este modelo van parcialmente ocultos. Los neumáticos irán
pintados de color gris oscuro y perfilados con el color negro mate. Las llantas se
habrán pintado de color verde oscuro.
LUCES

Pilotos y luces se pintan en sus colores correspondientes, pero con dos tonos; por
ejemplo, el rojo se pinta en este color y en naranja, fundiéndose en el centro;
después se barniza en brillo.

SALIDAS DE HUMOS

Los tubos de escape adquieren un color óxido rápidamente.


Este color se obtiene con dos marrones, uno oscuro que cubra bien la pieza y otro
más claro con el que daremos luces y matices.

Si además queremos mostrar la suciedad que producen los humos de los escapes
no hay más que seguir los consejos que aparecen en el apartado Cómo usar un
aerógrafo (IV): Efectos especiales.

ANTENA

Por último colocaremos la antena, que casi nunca viene en la


caja de la maqueta y deberemos fabricarla con un alambre muy fino o con plástico
estirado. La pintaremos de color negro.

Para terminar colocaremos los últimos detalles que nos faltan, como:

 el tubo pitot, que construiremos con plástico estirado e irá pintado de color negro o
gris oscuro
 la banda antideslizante, que se pintará de color negro y se desgastará aplicando
suavemente con pincel seco un color gris
Cuando se haya terminado pasaremos al barnizado final.

EJEMPLO PASO A PASO (XV): PINTAR UN AVIÓN

BARNIZADO FINAL

Para finalizar el trabajo con esta maqueta vamos a dar el segundo barnizado.

Para ello se mezclará el disolvente (aguarrás) y barniz satinado o brillante (al 50


%). Se darán varias pasadas a toda la maqueta con el aerógrafo.

Con esto se consigue:

 Si aparecieron manchas cuando se pegaron las calcomanías, desaparecerán


 Se unificaran los tonos de la pintura
 Desaparecerán los posibles brillos inoportunos de las calcas
 Proteger la maqueta en general del paso del tiempo

Si queremos, cuando hayan pasado un mínimo de 24 horas, se puede dar una


mano con barniz mate, que eliminará todos los brillos, aunque hay a quien le gusta
que sus aviones queden algo brillantes.

En la página siguiente hay unas fotos para ver el resultado final del avión.

Un paso posterior es ensuciar el avión para que parezca más real, sobretodo si se
quiere situar el avión en un diorama, aunque hay aficionados a quienes no les
gusta demasiado ensuciarlos.
JEMPLO PASO A PASO (XVI): PINTAR UN AVIÓN

LA MAQUETA TERMINADA


ÉCNICAS DE ENVEJECIMIENTO

Muchos aficionados que no han intentado utilizar técnicas de envejecimiento


tienen dudas al acometer este paso, aunque realmente no es complicado de hacer
y puede ayudar a ocultar errores en el montaje y el acabado.

Hay mucho de verdad en el dicho que afirma que es más fácil construir una
maqueta sucia que una limpia.

Esto no significa que se pueda ser descuidado durante el montaje; si bien es cierto
que el envejecimiento puede ocultar ciertos errores cometidos durante esa fase,
también puede hacer resaltar otros.

Una vez aprendidas las técnicas básicas, el envejecimiento no es más que un


proceso de experimentación con diferentes tipos de pinturas y materiales, tal y
como iremos viendo en esta serie de artículos.
ENVEJECIMIENTO DE VEHÍCULOS MILITARES

Casi todos los vehículos militares se mueven campo a través y, en consecuencia,


el medio ejerce una enorme acción de desgaste, ensuciamiento, arañazos, etc.;
además, las estaciones climáticas, con sus fenómenos característicos (sol
abrasador, lluvia, barro, nieve) también influyen considerablemente.

En el momento de pintar un vehículo militar se debe tener una idea muy clara de lo
que se pretende conseguir, hay que marcar un objetivo. Generalmente son dos los
criterios que se siguen: el primero da prioridad al vehículo en si, realizando una
pintura relativamente limpia que resalte sus peculiaridades, de modo que las
formas y detalles intrínsecos del modelo sean los protagonistas.

 
Antes de aplicar las técnicas de envejecimiento...

El segundo busca la obtención de un mayor realismo que dote al vehículo de una


vida propia y paralela a la tripulación que lo maneja y al entorno en que se mueve.
En este caso los detalles pasan a un segundo plano, siendo más importante la
sensación de conjunto.

 
...y después.

Aunque los objetivos sean diferentes, el envejecimiento requiere de técnicas


mixtas, alejadas de aquellos vehículos pintados en un color plano y pulcro, o los
torpemente ensuciados con brochazos.

Las técnicas son varias y sirven para ambos casos, y aunque el aerógrafo es la
mejor herramienta, el hecho de no tener uno no será impedimento para obtener
buenos acabados, aunque exigirá más tiempo en su ejecución e incuso un más
alto grado de habilidad.
REVISIÓN DE LAS TÉCNICAS

Hace tiempo que no se utiliza una sola técnica. Generalmente se usan una mezcla
de varias de ellas, algunas básicas y otras complementarias. Las más conocidas
son elpincel seco y los fundidos de color, ambas suelen completarse con
los lavados o aguadas; siendo una combinación de todas ellas las que dan los
mejores resultados.

Viejo y válido... 
Muchos consideran obsoletas algunas de estas técnicas, en especial la del pincel
seco; pero sigue siendo una técnica simple y efectiva, ideal para los que
empiezan.

Pueden utilizarse tanto esmaltes como acrílicos, pero


nunca mezclados, solo unos sobre otros cuando la capa anterior está ya seca, y
también pueden utilizarse otros tipos de pinturas (óleos, tintas usadas en
ilustración, ...).

La ventaja de las pinturas específicas para maquetas es que están especializadas


en determinados colores pensados para vehículos, uniformes o nacionalidades
concretas. Esto, por contra, crea una innecesaria preocupación por el color
«auténtico» (como concepto restrictivo). Hay que alejarse de tal limitación y
aprender a moverse con cierta libertad, dentro de un margen, pero preocupándose
más del resultado final que de la supuesta «autenticidad cromática».

También es conveniente disponer de una carta de colores y conocer los términos


artísticos; saber que el «marrón camuflaje» puede coincidir con «siena tostada», o
el «arena desierto inglés» con «ocre beige».

TÉCNICAS DE ENVEJECIMIENTO (II)

PINCEL SECO

Básicamente consiste en resaltar los volúmenes por contraste de color.

Es recomendable leer el artículo Pintura y acabado > Envejecimiento > El pincel


seco.
El nombre de esta técnica viene del sistema utilizado, que consiste en coger con
un pincel plano (número 4 ó 6, mejor viejo) o uno redondo, cortado, una pequeña
cantidad de color más claro que el base previamente dado. Se frota sobre un trapo
o papel absorbente de forma insistente hasta que las cerdas del pincel no pinten,
pero en las mismas aún queden pequeñas partículas que se depositaran sobre la
maqueta al frotar con el pincel.

Con esta técnica se obtienen buenos resultados y es relativamente sencilla de


aplicar, pero es necesario tener muy claras unas normas para que funcione, o de
lo contrario los vehículos así pintados parecen piedras.

A modo de ejemplo podemos ver una maqueta de un carro de combate  Renault


FT-17en que se ha aplicado un camuflaje y se ha envejecido con la técnica del
pincel seco. El color base es un tono arena amarillento o beige, con manchas de
marrón siena tostado y verde oliva tostado. Y los colores aplicados a pincel seco
son beige mezclado con blanco, marrón claro y verde oliva.

colores base 

     
pincel seco 

   

El procedimiento a seguir es el siguiente:

 se pinta toda la maqueta de un color ligeramente más oscuro que el finalmente


resultante
 a continuación se dará la primera capa de pincel seco; pequeñas briznas de
pintura quedarán uniformemente repartidas en las superficies planas; pero en los objetos
sobresalientes, remaches, escotillas, escuadras, etc..., se depositará una mayor cantidad
de pintura, resaltándolas así más.

El secreto para un buen resultado consiste en que el pincel esté limpio y que el
grado de secado sea el justo, pues si la cantidad de pintura es excesiva,
manchará y empastará los detalles, mientras que si por el contrario está
demasiado seca, no pintará en absoluto.
Además de estos detalles, nos encontraremos con otros factores, por ejemplo:

 es un error utilizar el blanco, a no ser que el color de la maqueta sea muy claro
 siempre hay que tener en cuenta que la diferencia entre el color base y el
delpincel seco no sea excesiva
 en determinados casos, se realizará en dos fases, primero con un color intermedio
y después con otro más claro

Un error frecuente en aficionados ansiosos por acabar cuanto antes, es utilizar un


solo color cuando la maqueta tiene varios tonos como camuflaje. No debe
aplicarse un solo color sobre los dos o tres del camuflaje. Por tanto, y aunque sea
más trabajoso, cada color ha de aplicarse en su tono más claro correspondiente.

Los mejores resultados se obtienen pintando la maqueta con sus camuflajes con
colores acrílicos, dejar secar unas seis horas, y dar el pincel seco con esmaltes
(«enamel») o colores de óleo que tengan poco disolvente.

Esto no quiere decir que no se pueda aplicar pincel seco con acrílicos, pero para
vehículos en general son más recomendables los esmaltes.

TÉCNICAS DE ENVEJECIMIENTO (III)

PINCEL SECO (2): GUÍA DE COLORES

Seguidamente se muestran unas sugerencias generales de combinaciones de


colores base y colores para aplicar utilizando la técnica del pincel seco, a la hora
de pintar carros de combate y otros vehículos militares utilizados durante la 2ª
guerra mundial.

Nota: en este ejemplo todas las referencias son esmaltes de la marca «Humbrol». Las manos a pincel seco se
aplicarán siempre con pincel.

Pintando con pincel


Pincel seco: 1a Pincel seco: 2a
Nacionalidad Color base
mano mano

Alemanes (1a época) Gris «panzer» 67 Gris claro 64 Marrón 29

Alemanes (2a época) Marrón 29 Arena 63 Arena 63 + blanco

Verde 179 + Marrón 29 +


Británicos Caqui 26
blanco blanco

Norteamericanos Caqui 26 Verde 179 + Marrón 29 +


blanco blanco

Verde 179 +
Soviéticos Verde negro 91 Marrón 29
blanco

El color base Gris claro 64 +


Camuflaje de invierno -----------
correspondiente blanco

Camuflaje para el Arena 63 + Gris Caqui 72 +


Marrón 29
desierto blanco blanco

Pintando con aerógrafo


Pincel seco: Pincel seco:
Nacionalidad Color base Panelado
1a mano 2a mano

Gris claro 64 +
Alemanes (1a época) Gris «panzer» 67 Gris claro 64 Marrón 29
blanco

Arena 63 +
Alemanes (2a época) Marrón 29 Arena 63 Marrón 29
blanco

Verde 179 +
Británicos Caqui 26 Verde 179 Marrón 29
blanco

Verde 179 +
Norteamericanos Caqui 26 Verde 179 Marrón 29
blanco

Verde Verde oscuro


Soviéticos Verde negro 91 Marrón 29
oscuro 30 30 + blanco

Camuflaje de El color base ----------


Gris claro 64 Blanco
invierno correspondiente -

Camuflaje para el Arena 63 + Gris Caqui 72


Marrón 29 Arena 63
desierto blanco + blanco
TÉCNICAS DE ENVEJECIMIENTO (IV)

PINCEL SECO (3): EJEMPLO PASO A PASO

Nota: En este ejemplo aplicaremos tres manos de pincel seco para obtener una
mayor variedad cromática.

Utilizaremos un esmalte de color más claro que el color base, verde en este caso 

Se toma una pequeña porción con un pincel plano 

Se restriega el pincel contra un trapo o papel secante 

Con las partículas de pintura aun presentes en el pincel se frota sobre la maqueta
De la misma gama de verdes se toma un tono más claro (o el mismo mezclado
con blanco) que el color anterior 

Con este tono se cubrirán los tonos medios, con cuidado de no tapar totalmente el
primer color, dejándolo en los recovecos. 

Se añade un color ocre al último color para obtener un tono más claro, que solo se
utilizará para perfilar las luces. Se aplicará en pequeña cantidad, procurando que
únicamente se quede en las aristas más sobresalientes y en los bordes de las
piezas. 

El pincel se moverá con suavidad y en forma circular, casi como si fuera un


plumero, insistiendo repetidamente para que se fije el color en la cantidad
necesaria, tantas veces como se necesite. 
En esta imagen podemos ver la zona delantera donde el pincel seco aporta
volumen y tonalidad y resalta la textura de la maqueta. 

TÉCNICAS DE ENVEJECIMIENTO (V)

LAVADOS O AGUADAS

El lavado o aguada es la aplicación de un color muy disuelto en determinadas


zonas, generalmente hendiduras, recovecos o en piezas sobresalientes.

Se hace con el fin de acentuar las sombras y, en consecuencia, el contraste;


también para obtener mayor dibujo, pues es una manera de perfilar con suavidad,
algo así como la técnica opuesta al pincel seco, mientras que uno oscurece el otro
aclara. Son técnicas complementarias entre sí.

Generalmente los lavados no alteran el color general de la maqueta, a no ser que


se realice un lavado general, con lo cual ya pasa a denominarse filtro o
transparencia, pues al igual que hacen los filtros utilizados en fotografía, alteran el
tono de la imagen, en este caso el color de la maqueta, que se ve afectado casi
siempre oscurecido por el filtro, que puede ser de variados tonos, aunque lo más
normal es uno un poco más oscuro que el color dominante general.

Más información... 
Para el lavado es recomendable leer el artículo Pintura y acabado >
Envejecimiento > El lavado.

Pueden utilizarse acrílicos, sobre todo los recomendados para aerógrafo por tener
el pigmento muy fino, aunque quizás los mejores resultados (para empezar a
practicar) se obtienen utilizando esmaltes y óleos.

Para hacer un lavado se deposita una pequeña cantidad de pintura en un


recipiente pequeño, al que se añade una generosa cantidad de diluyente
adecuado, y se remueve hasta que el color quede totalmente disuelto.
PASO A PASO

 Depositar el diluyente o disolvente


 Depositar color base más oscuro


 Mezclar bien hasta diluir

  
Oscurecer el color si es necesario

El color a utilizar casi siempre será más oscuro que el color base. Si al empezar a
dar los lavados notamos que es muy claro, añadiremos un poco de color negro
hasta que la mezcla quede lo suficiente oscura para remarcar los detalles.

A continuación se toma un pincel de punta con el que se recoge una cantidad de


color y se depositará con cuidado en la rendija o alrededor de la pieza deseada,
controlando la cantidad y el lugar.

Muy importante... 
No dejaremos de Insistir en que hay que dejar secar bien la pintura base antes de
aplicar cualquier técnica de envejecimiento. Un mínimo de 24 horas para los
acrílicos y no menos de 48 horas para los esmaltes.

Hay que aplicarlo en los recovecos («rincones»),


procurando que la máxima concentración coincida con las zonas sombreadas y
alrededor de las piezas situadas en los costados, insistiendo en las bases.
La fluidez de la pintura hará que se extienda el color por la parte deseada, aunque
podemos ayudar impregnando la zona elegida con disolvente.

Suele ocurrir que se manchan zonas no deseadas. Para corregirlo bastará utilizar
un pincel limpio para retirar la pintura mientras todavía está húmeda.

Pintura y acabado
TÉCNICAS DE ENVEJECIMIENTO (VI)

FILTROS O TRANSPARENCIAS

Aunque esta técnica puede parecer lo mismo que la técnica del lavado,
sencillamente no lo es. Ahora se trata de alterar el color de la maqueta.

Para más información sobre los filtros ver la serie de artículos sobre el tema
en Pintura y acabado > Envejecimiento: Los filtros

El procedimiento de preparación del color es el mismo que en el lavado (ver el


artículoPintura y acabado > Revisión de las técnicas de envejecimiento: Lavados o
aguadas) solo que ahora se aplicará sobre una área extensa.

Muy importante... 
No dejaremos de Insistir en que hay que dejar secar bien la pintura base antes de
aplicar cualquier técnica de envejecimiento. Un mínimo de 24 horas para los
acrílicos y no menos de 48 horas para los esmaltes.

También es conveniente que la última capa sea uniforme y de grosor mediano con
buena consistencia, pues si es muy ligera nos arriesgamos a levantarla con tanto
disolvente. Tampoco debemos llegar al extremo opuesto, es decir, que se aplique
una capa tan gruesa que tape los pequeños detalles.

PASO A PASO

 Humedecer un pincel plano en disolvente (aguarrás o esencia de trementina)


limpio


 Lavar la zona a tratar con el disolvente

 Antes de que seque el disolvente, depositar pequeñas cantidades de óleo de
colores verde, blanco y ocre


 Fundir entre sí los colores con el pincel humedecido en disolvente, dando pasadas
verticales


 Para conseguir un resultado final como este...

A TENER EN CUENTA

 Si se deja secar el disolvente se corre el riesgo de que algún óleo deje restos de
pigmento que no podrían quitarse posteriormente.
 Si la superficie se encharca con disolvente, el efecto será muy tenue.
 Si el resultado es exagerado y saturado en color, se puede retirar parcialmente
con un pincel limpio empapado en disolvente.
 Si por el contrario el resultado es demasiado sutil, será conveniente repetir la
operación después de dejar secar un par de horas.
VEHÍCULOS MILITARES A ESCALA PEQUEÑA

PINTAR ESQUEMAS DE CAMUFLAJE COMPLEJOS

En esta escala es más difícil lograr una


pintura y acabado realistas. Y algunos esquemas de camuflaje, como los utilizados
por los alemanes en los años 1943-1945, son especialmente difíciles.

La solución es utilizar una serie de plantillas o patrones para obtener los efectos
correctos con el aerógrafo.

Para saber más sobre el camuflaje de tres colores... 


Catálogo > Guías de colores > Los vehículos blindados alemanes (1939-1945) >
El camuflaje de tres colores: La norma oficial

Primero habrá que estudiar fotos y


dibujos del esquema original elegido, y trasladar el diseño a tantas plantillas como
necesitemos. La cartulina rígida será el material ideal, sobre todo para esquemas
punteados. También se utilizará la cinta de enmascarar, que se irá cortando de
forma que se ajuste a cada plantilla a medida que vamos pintando.
Para conseguir unos bordes suaves entre color y color, nos aseguraremos de que
la plantilla o patrón esté separado unos milímetros de la superficie de la maqueta.

Para conseguir unos bordes bien definidos, habrá que pegar bien la plantilla a la
zona a pintar, para que la pintura no se filtre por debajo de la plantilla (Ver Pintura
y acabado > Cómo pintar camuflajes).

El conocido esquema de camuflaje «emboscada» de finales de la guerra se


consigue de la misma forma, usando plantillas con agujeros. Para ello se
aerografía los puntos alternando los tres colores, cambiando la orientación y
moviéndola de un lugar a otro mientras se aplica la pintura.

Para saber más sobre el camuflaje «emboscada»... 


Catálogo > Guías de colores > Los vehículos blindados alemanes (1939-1945) >
El camuflaje de tres colores: El camuflaje «emboscada»

PINTAR INSIGNIAS Y NUMERALES

Las calcomanías son un problema para todos los aficionados a los vehículos
militares, no importa a que escala, pero en escala 1/72 las calcomanías suelen ser
lo peor. El mejor resultado se obtiene no utilizándolas. Veamos como.

Para pintar insignias y numerales


sencillos, se pinta la insignia primero, se enmascara, y se pinta encima el
esquema de camuflaje. Quitar la máscara será lo último que haremos.

Para pintar, por ejemplo, una cruz alemana, se pinta a pincel el centro negro de la
cruz antes de aplicar los colores del camuflaje. Cuando esté bien seco, se
protegerá enmascarándolo. Con el aerógrafo se pinta el contorno blanco de la
cruz, que también se protegerá cuando ya esté seco.
A continuación se pinta el camuflaje manteniendo las máscaras en su lugar.
Cuando ya esté seca la pintura se podrán retirar las máscaras. Si es necesario, se
retocarán los bordes con un pincel muy fino.

Los números se hacen de una manera similar. Se aplica el color base. Se recorta
el numeral de cinta adhesiva y se deja en su lugar hasta el final. Si es necesario
algún retoque lo haremos con un pincel muy fino y mucho cuidado.

En algunos casos se pueden pintar a mano los números utilizando la cinta de


enmascarar como guía para la altura y la anchura. También se pueden utilizar
lápices de colores para hacer los símbolos más complejos o de trazos más finos.

ENVEJECIMIENTO A ESCALA

Muchos aficionados a los vehículos militares a escala pequeña evitan el


envejecimiento porque es más difícil obtener un acabado realista a esta escala. Un
consejo es utilizar óleos para lavados y pincel seco.

Primero se prepara la superficie, aplicando una capa de barniz acrílico, que se


dejará secar durante 48 horas.

LAVADO

Empezaremos con un lavado de un color marrón o


negro muy diluido con disolvente, aplicado a todas las hendiduras, costuras,
recovecos, etc. Debe ser lo suficientemente oscuro como para crear sombras en
esos rincones y huecos. Con un pincel fino dejamos que el color fluya por efecto
de la capilaridad. Hay que esperar a que seque bien y que se evapore todo el
disolvente.
PINCEL SECO

Para aplicar el pincel seco a esta escala, los óleos son


perfectos, porque podemos mezclar casi cualquier color y no hace falta diluirlo.

Las pinturas al óleo tardan mucho tiempo en secar, pero se pueden aplicar en
capas muy finas. Esto permite ser sutil a la hora de dar color, aspecto importante a
esta escala.

Hay que esperar unas 24 horas antes de aplicar otro color, o solo conseguiremos
mezclar los colores o eliminar el color anterior. Aún estando seco, la capa de óleo
es frágil y sensible a los disolventes, por lo que es conveniente dejar secar durante
una semana antes de aplicar colores mezclados con disolvente sobre la última
capa de óleos. Los resultados que se obtiene con los óleos bien valen la pena el
tiempo extra de secado.

OTRAS TÉCNICAS

Se puede acentuar el desgaste utilizando «filtros» para unificar el color final,


«pasteles» o «pigmentos» para manchas de óxido, suciedad del tubo de escape,
depósitos de suciedad.

Se pueden usar tal y como se hace con las escalas mayores, solo hay que utilizar
pinceles más pequeños.

El envejecimiento es agresivo con los pinceles, así que no utilizaremos los


mejores pinceles, sino aquellos que todavía pueden servir para pintar un pequeño
detalle, o que solo sirven para la técnica del pincel seco.

Pero hay más... 


- En el artículo Mejora y detallado > Vehículos militares a escala pequeña se
explica como mejorar el montaje y acabado de estas maquetas. 
- En el artículo Figuras > Figuras para vehículos militares a escala pequeña se
explica como conseguir figuras para acompañar a los vehículos militares a esa
escala.
Mejora y detallado
INTRODUCCIÓN

Tras seguir las técnicas básicas para el buen montaje de una maqueta, haber
realizado varias de ellas, y si consideramos que ya poseemos una buena técnica y
suficiente experiencia, surge la necesidad de ir un paso más allá.

Nuestras últimas maquetas están bien montadas, bien pintadas, bien acabadas.
Sin embargo les falta algo.

Comparándolas con los modelos reales vemos que a nuestras maquetas les faltan
algunos detalles que aparecen en las fotos, o que hay esquemas de colores
distintos a los propuestos por el fabricante; o que sus dimensiones no son
correctas; o que ciertas piezas son escandalosamente desproporcionadas; o que,
sencillamente, ciertos modelos participaron en nuestras ______ preferidas.
[Póngase, a gusto de cada uno: batallas históricas, competiciones de
coches/motos/..., películas de ciencia ficción, mundos de fantasía, etc.]

Para conseguir alcanzar ese «algo» están las modificaciones y las


transformaciones que de manera genérica se irán explicando en este apartado.

LAS MODIFICACIONES.

Consisten en la substitución de piezas incorrectas, ya


sea en dimensiones, grosor, superficie o forma, por otras nuevas, a la escala
correcta, construidas por nosotros mismos, provenientes de otras maquetas o
compradas ex-profeso.

Ejemplos de ello serían las piezas construidas con plástico estirado o las planchas
de fotograbado.
Otro ejemplo de modificación puede ser el hecho de sustituir alguna de las piezas
originales. por estar fuera de escala, valiéndonos de la misma maqueta u otra
parecida pero de otro fabricante y que venga moldeada a la escala correcta.

LAS TRANSFORMACIONES.

Son un proceso por el cual se consigue una variante, cambio de aspecto o de


ambientación, y, en algunos casos, un modelo totalmente diferente en cuanto a
época y forma respecto de una o varias maquetas que se utilizan como base.

Las transformaciones son difíciles y requieren un


minucioso estudio de documentación y planificación de las piezas que nos puedan
servir, aunque desde la aparición en el mercado de los conjuntos de resina y
fotograbado pensados precisamente para realizar transformaciones se haya hecho
mucho más accesible esta tarea.

Hay veces, sin embargo, que una transformación de ambientación se limita a algo
tan sencillo como un cambio en la decoración y en las calcomanías, como por
ejemplo convertir un modelo de avión de combate en uno de uso civil.

Cajón de sastre. 
Al principio todo aficionado maquetista/modelista se encuentra desabastecido
totalmente de piezas, debido a que cuando se construye una maqueta, se realiza
íntegra, sin preocupación alguna de lo que venga después.

Cuando, poco a poco, uno se va metiendo más y más en este mundillo, la


mentalidad va cambiando y en algunos casos se compra un modelo determinado
simplemente porque ésta o aquélla pieza es adecuada para la maqueta que
estamos realizando, guardando el resto para otro momento en que se pueda
aprovechar.

De esta manera, el «cajón de sastre» se va llenando de piezas de maquetas, o de


maquetas casi completas, que dan lugar a nuevas y variadas transformaciones.

Junto a ellas, las láminas de plástico, el plástico estirado, los cables de distintos
grosores, multitud de piezas tanto plásticas como metálicas procedentes de los
sitios más inverosímiles, nos proporcionarán detalles magníficos que darán a
nuestras maquetas ese acabado que busca todo aficionado.
RESUMIENDO

Las modificaciones son correcciones. Las transformaciones son un cambio total de


imagen.

Cualquiera de estos dos tareas requiere planificar el trabajo a realizar y el orden


de los pasos a seguir antes y durante el proceso, así como ir «comprobando»
constantemente el acabado con fotos y planos del modelo real y compararlo con
nuestra maqueta.

A continuación indicaremos algunas técnicas para mejorar los equipos básicos.


Aquí también los dividiremos en distintos apartados aunque tengan muchos
puntos en común.

 Automóviles, motocicletas, camiones y otros vehículos


 Aviones, helicópteros y otros medios aéreos
 Barcos y naves acuáticas
 Carros de combate y vehículos militares
 Figuras
 Otros modelos

La idea final de todo ello es hacer de nuestra maqueta una pieza única.

Evolución. 

La incorporación al mundo del maquetismo de las


resinas y los fotograbados han aportado un enorme realismo, realizándose piezas
antes casi imposibles de reproducir. Con ello han ganado en perfección todas las
modalidades.

También la oferta actual de complementos y accesorios,kits de superdetallado o


de transformación han echo que exista casi todo lo que se puede necesitar para
realizar una maqueta o un diorama.

Este panorama increíble de posibilidades, tanto para los noveles como para los
veteranos, tiene sus contrapartidas: se encarece esta afición si se elige el camino
de la perfección mediante la adquisición de las innumerables posibilidades que
ofrece el mercado, y quizás se deja perder algo la característica habilidad para
auto-fabricarse piezas.
Por nuestra parte, recomendaríamos al aficionado novel que practique sus
habilidades y deje para más adelante la adquisición de esos complementos.

DOCUMENTARSE

Una maqueta, por muy perfecta que sea, casi siempre le falta o le sobra algo, y en
última instancia incluso hay variantes, quizás más atractivas que el kit de serie.

   
Curiosa versión biplaza de un avión de combate alemán de la 2a Guerra Mundial

Para poder aplicar lo que se explica en este apartado de mejora y detallado es


imprescindible una buena documentación. Ella nos dará a conocer los fallos y
detalles de nuestra maqueta. Por contra, deberemos aprender a elegir cuáles
añadir y cuales no, pues toda escala tiene un límite.

Por ejemplo, en los carros de combate podemos echar en falta periscopios,


argollas, enganches, faros, cierres y piezas móviles que están representadas de
una forma incompleta, basta o defectuosa, sea por maciza cuando debería ser
hueca, o por faltar determinados remaches o argollas de cierre.

Un buen estudio de planos, dibujos y fotografías aportaran el suficiente


conocimiento para comenzar la tarea de mejora y detallado.

INSIGNIAS Y CAMUFLAJES

Lo mismo ocurre en el acabado final. Las


instrucciones del fabricante suelen ser insuficientes o incluso erróneas. Tras
consultar la documentación a nuestro alcance podemos comprobar que existe una
cantidad de pinturas y camuflajes mucho más atractiva o rara que aquella incluida
por el fabricante, pudiendo elegir mejor para dar un toque personal o de dificultad
a nuestra maqueta, además de comprobar que los distintivos de un vehículo
varían según la época y frente de actuación.

Un ejemplo típico se refiere a las insignias y


camuflajes utilizados durante la Segunda Guerra Mundial. Tanto a los utilizados en
carros de combate y vehículos militares como por la aviación. Las insignias,
camuflajes y colores fueron adaptándose a las circunstancias del transcurso de la
guerra.

Todo ello sin contar los grandes, o menos grandes, cambios que sufrían como
producto de «toques personales» (nombres o dibujos) hasta colores especiales
que a veces eran realmente espectaculares.

Estas incidencias y curiosidades forman innumerables páginas de documentación.

DOCUMENTACIÓN VITAL

Si las fotos y los perfiles en color son indispensables, los planos son la
documentación «vital» de todo maquetista. Los dibujos a color son a menudo
engañosos y las fotos antiguas en su mayoría poco claras.

Los planos representan el objeto tal y como es. El plano es una guía y una plantilla
para realizar todo tipo de correcciones. Sin planos sería impensable realizar con
plena garantía una transformación o detallado.

Para poder utilizarlos lo principal es conocer a la escala en que están dibujados.


Normalmente vendrá indicado, pero si no lo hiciera, solo tenemos que reunir datos
de las dimensiones reales del modelo y compararlas con el plano para obtener la
escala, tal y como se explica en el apartado Técnicas básicas > Planos y escalas.
Sobre el plano. 
Para emplear adecuadamente un plano y compararlo con la maqueta debemos
utilizar un calibre milimetrado que sirva para acotar las piezas y ofrecer gran
precisión. También una regla y un compás.

Las piezas principales deben compararse con el plano, midiendo con el calibre dos
o tres secciones. Las medidas a comprobar suelen ser la longitud, anchura o
envergadura y altura.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Hasta la aparición de Internet, la única fuente de información eran las revistas y


los libros especializados, difíciles de conseguir en un país como España. Ahora, y
gracias al trabajo de muchos aficionados, toda esta información está al alcance de
casi todos, pues la mayor parte de la documentación está escrita en lengua
inglesa.

Con el tiempo uno se acostumbra a manejar y entender una serie de términos casi
universales, como son las denominaciones de colores, graduaciones, etc...
Además, para entender planos, tomar medidas o ver fotos no son necesarios
muchos conocimientos de idiomas.

MAQUETAS DE AUTOMÓVILES

El mercado de maquetas de automóviles está relegado a un segundo plano, tras


las maquetas de aviones y de carros de combate y vehículos militares. Sin
embargo es un campo de posibilidades tan grande como estos últimos.

Las transformaciones que pueden llevarse a cabo en estas maquetas son


múltiples, variadas y de diversos grados de dificultad, partiendo de dos grandes
grupos de vehículos: los de competición y los de calle.

En los de competición deberemos ceñirnos a la realidad, pues los reglamentos son


muy estrictos; pero en los de calle podemos poner en marcha la imaginación y
lograr reproducciones únicas (como en el tunning) que serán motivo de orgullo.
¿Tunning? 
«Más potente... Más rápido... Más bonito... Mejor». Éste es el espíritu del tunning.

Preparaciones técnicas y aerodinámicas de los automóviles de calle que hacen


furor entre los jóvenes... y no tan jóvenes.

DE COMPETICIÓN

Entre los vehículos de competición, los fabricantes nos ofrecen una amplia gama
de vehículos de circuito y rallies, pero es difícil encontrar modelos de rabiosa
actualidad.

Por ejemplo los automóviles de rallies, podemos convertirlos en aquéllos que


corren en los distintos campeonatos, o que han utilizado determinados pilotos
famosos.

De los modelos de Fórmula 1, variando pequeños detalles en las carrocerías


podemos conseguir los distintos modelos utilizados durante varios años
consecutivos, como suelen hacer los mismos fabricantes del modelo real.

Lo mismo podemos decir de los automóviles de los distintos campeonatos de


velocidad, algunos basados en coches de calle, como el campeonato alemán de
velocidad (DTM), las 24 horas de Le Mans, o el campeonato Nascar en Estados
Unidos.

Además, existen numerosas modalidades deportivas de las que podemos


reproducir excelentes modelos, como los participantes de las carreras tipo «París-
Dakar», los espectaculares dragster norteamericanos, etc.

DE CALLE

En los modelos de calle, el campo de transformaciones posibles se amplía hasta


casi el infinito, pues no hay más que ver fotografías de revistas especializadas en
motor o imágenes de los grandes salones internaciones del automóvil para
comprobar que no hay prácticamente límites.

La mejora y detallado de automóviles, a diferencia de otras ramas del maquetismo


en que debe uno ceñirse a fechas o entornos históricos, ofrece la posibilidad de
dejar volar la imaginación y tener una colección de obras únicas y originales.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (I)

Tras las explicaciones del apartado Montaje > Montar un automóvil, veremos


algunas técnicas para mejorar el acabado de nuestras maquetas.
EL MOTOR

Los motores son puntos focales en muchos automóviles. Si no son directamente


visibles, casi siempre es posible levantar el capó. Pero hasta en los casos en que
el motor va oculto, quedan a la vista algunos componentes como los tubos de
escape.

Prácticamente todos sus componentes admiten alguna mejora.

Un motor debe acabarse y pintarse con cuidado para que parezca real. Es
recomendable tener a mano notas y fotografías en color del original; o en su
defecto, podemos guiarnos por algún otro modelo lo más parecido posible.

 
Motor simulado 

 
Motor de turismo 

 
Motor de competición 
 
Motor real
Cables

Sólo las escalas grandes suelen incluir todos los cables. En las menores hay que
limitarse a los más claramente visibles. Pueden hacerse con plástico estirado al
calor, alambre, hilo de cobre, etc.

Las abrazaderas se reproducen dejando a cada extremo un trozo sin pintar o


pintando una tira de color plata o aluminio. A escalas mayores pueden destacarse
rehaciéndolas con cinta adhesiva o tiras de cinta metalizada para simularlas.

Tubos de escape

Deben hacerse huecos y pintarlos de color aluminio o plata. Incluso pueden


substituirse por tubo de aluminio del grosor adecuado.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (II)

EL INTERIOR

El interior de un automóvil proporciona la oportunidad de incorporar una serie de


detalles que darán gran sensación de realidad. Las maquetas a escalas más
reducidas suelen tener el interior muy poco detallado. Como es imposible
incorporar todos los elementos, es preciso seleccionar los que dan «carácter» sin
provocar mucha confusión. Hay que completar siempre el interior antes de montar
el cuerpo principal.
El salpicadero

Incluso en maquetas a escala muy reducida, el


salpicadero suele ser una pieza independiente que puede mejorarse de diferentes
formas.

Empezaremos por verificar la exactitud del salpicadero. Si hay palancas o relojes


descolocados o incluso ausentes debe corregirse construyendo lo que falte con
trozos de plástico o piezas de fotograbado, aunque pertenezcan a otra maqueta.

Si el panel de instrumentos queda muy hundido, se copia su forma en un plástico


delgado y sobre éste se pegan los instrumentos que se habrán recortado
previamente. Su acabado será más realista si se realizan los instrumentos
empotrados. Todo dependerá, como siempre, de la escala en que trabajemos.

Instrumentos empotrados. 
Para ello se perforan los relojes y se dibuja su posición en un plástico delgado. En
él se pintan o se pegan las calcomanías que reproduzcan los relojes. Se pinta el
panel y se pega al plástico de los instrumentos colocando entre ambos otro
plástico transparente, recortando lo que sobre por los bordes.

Si es necesario pueden añadirse a los relojes rebordes metálicos. Éstos se


realizan enrollando un alambre delgado a un rabo de pincel del diámetro
adecuado, girando los extremos. Tras sacarlo se aplana un poco con un martillo y
se cortan los rabos enrollados. Se pegan los extremos con una gota de
cianocrilato y se sujeta al salpicadero con lo mismo o con barniz.

Dar color

El coloreado del salpicadero da a cualquier automóvil un toque de realismo muy


atractivo. Es importante que esta decoración se haga con especial cuidado en
cuanto a los colores, que deben ser iguales a los del original, y, sobre todo, en
cuanto a la relación de tamaños de palancas e instrumentos.
Procuraremos seguir siempre el mismo proceso: pintar el salpicadero completo,
incluyendo los instrumentos, de un color base antes de añadir detalles. Para pintar
los relieves, pasaremos por encima el pincel con muy poca pintura y evitando que
se acumule en los rebordes.

Los relojes quedan mucho más detallados si se usan calcomanías que si se


pintan. Algunos modelos incluyen estas calcas, pero pueden también comprarse
sueltas para otras maquetas y adaptarlas a nuestros intereses.

Una vez acabado completamente se echará una gota de barniz brillante en cada
reloj para imitar el cristal. No usaremos el pincel más que para dejar caer la gota.
Debe cubrirse todo mientras se seca, porque si cae polvo encima se perderá todo
el efecto.

Salpicaderos de madera

Eran frecuentes en los automóviles antiguos, aunque


también pueden verse en los más lujosos.

En escalas reducidas, puede simularse pintando la veta de la madera. Para ello


usaremos un pincel casi seco y en forma de bisel: conforme se pase por la
superficie, los pelos se separarán y trazarán la veta.

En maquetas a escalas grandes el tablero puede reconstruirse con auténtica


chapa de madera. Esta se pega primero a una base de cartón y se adelgaza y
pule con una lija fina sujeta a un bloque plano; hay que usar un pegamento de
látex para luego poder separar la madera del cartón.

Se taladran los instrumentos en la chapa adelgazada y se despega ayudándose


de un disolvente. La principal ventaja de la madera es que basta teñirla para
reproducir perfectamente el acabado de un automóvil clásico. El máximo brillo se
consigue aplicando varias manos de barniz y lijando entre unas y otras.
Palancas, conmutadores y mandos

Todos los paneles llevan conmutadores, que casi


siempre pueden sugerirse mediante puntitos pintados o transferibles (tipo letraset).
En escalas grandes, y sobre todo en automóviles de época, pueden reproducirse
con alambre. En mandos grandes, como los del encendido y la bomba, se
utilizarán alfileres con la cabeza aplanada con una lima.

Aunque las maquetas suelen incluir las palancas y pedales principales, hay que
verificar su exactitud y reconstruirlos si fuese preciso.

Es fácil reproducir la columna de dirección y mandos asociados con alambre. Es


recomendable formar una bola al final con cola blanca.

Para reproducir conmutadores y mandos haremos una pequeña perforación y


pegaremos un trozo de alambre. Procuraremos que queden bien alineados.

Para formas más complicadas, usaremos el extremo de las palancas de la propia


maqueta o las reproduciremos en plástico.

Pedales

Los pedales del freno, acelerador y embrague pueden hacerse doblando un alfiler
o un clavito fino, pegando en su cabeza un trozo de plástico con la forma del
pedal.

Retrovisores

Para mejorar los espejos retrovisores de los automóviles reconstruiremos el


soporte con plástico y el espejo con una lámina metálica delgada.
Los asientos

Todas las maquetas de automóviles llevan los


asientos. Algunos estarán reproducidos en el mismo plástico que forma el interior
del vehículo, y otros pueden constituir muy buenas reproducciones, aunque hay
frecuentes omisiones de detalles e inexactitudes de escala que han de corregirse.

Los cinturones de seguridad o arneses son elementos importantes que suelen


faltar, en especial en los automóviles modernos.

Si aparecen moldeados en el asiento no quedan mal si se pintan bien, aunque los


tridimensionales son más convincentes. Para reproducirlos los cortaremos en
papel, plástico o fotograbado; les daremos la forma correcta y los pegaremos en
su sitio. Los cinturones de seguridad deben reposar en el asiento con aspecto
natural.

Tela y piel. 
En escalas grandes es posible decorar el interior del automóvil, sillones, tapicería
y guarnecidos a base de telas muy finas o terciopelo adhesivo. El suelo también
puede enmoquetarse con telas más ásperas y de color mate, procurando
mantener siempre el aspecto y sensación a escala.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (III)

CHASIS Y SUSPENSIONES

Los automóviles deben apoyarse en el terreno de forma convincente. El peso


puede simularse modificando la suspensión y las ruedas. El resultado también
mejorará si se presta la debida atención a detalles como el dibujo de los
neumáticos.
Con los pies en el suelo

Es fundamental que todas las ruedas apoyen bien en el terreno. Para lograrlo, hay
que tomar ciertas precauciones en algunas fases críticas de la construcción.

El chasis de un automóvil ha de ser plano para que ninguna rueda quede en el


aire. Al pegar las piezas, miraremos a su través para asegurarnos que los lados
más largos están bien alineados y son rectos. Si se presentase algún vicio de
construcción, lo sujetaremos a una base plana con cinta adhesiva o con un peso
encima mientras el pegamento endurece.

LA SUSPENSIÓN

Si la maqueta incluye suspensión, deberemos comprobar su simetría y planitud


primero con las ruedas montadas y sin pegar y a continuación con las ruedas y
todos los accesorios pegados. Es conveniente hacer las comprobaciones sobre la
base definitiva.

Normalmente el peso de una maqueta de plástico con suspensión real no basta


para presionarla lo suficiente. Deberá remodelarse o, si es necesario, fijarla en la
posición correcta. A veces las ruedas flojas son las que impiden una buena
posición; en la mayor parte de los casos no presenta ninguna ventaja el que giren,
siendo preferible pegarlas.

Modificaremos la suspensión sólo si es suficientemente visible como para que


merezca la pena.
Si los muelles de los amortiguadores están poco definidos, prescindiremos de la
pieza original y los reharemos enrollando alambre en torno a una varilla de plástico
tomando como referencia los originales.

Suspensión de ballestas

Las ballestas suelen ser de una sola pieza, de forma que las hojas, bridas en U y
pernos quedan poco definidos. Si no puede mejorarse el conjunto, lo
reconstruiremos guiándonos por la de la maqueta.

Cortaremos las bridas y pernos y, si las ballestas en sí son


satisfactorias, nos limitaremos a reemplazar lo cortado por cinta adhesiva, plástico
estirado al calor, alambre o fotograbados.

Para reconstruir una ballesta cortaremos las hojas en un plástico delgado;


verificaremos su grosor frente a la de la maqueta y lijaremos los bordes.
Cortaremos la hoja más larga a una longitud superior a la necesaria y la
pegaremos con cinta a una horma de madera. Señalaremos el centro a lápiz.
Iremos cortando las demás hojas a su longitud y señalando sus centros.
Montaremos todas con pegamento líquido, alineándolas con las señales de
centrado. Una vez seco el conjunto, recortaremos la hoja más larga a su medida y
montaremos la suspensión.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (IV)

RUEDAS Y NEUMÁTICOS

Es frecuente que los neumáticos grandes, y a veces incluso los pequeños, tengan
en el centro la marca de la unión de las dos mitades del molde. Debe quitarse
lijando o cortando, aun a riesgo de estropear algo el dibujo.

Podemos servirnos de las zonas deterioradas del dibujo para sugerir el desgaste,
incluso lijando un poco si fuese necesario. No hay que olvidar las ruedas de
repuesto, que pueden aparecer más o menos gastadas que las demás. Para
simular un mal ajuste de la dirección, se puede lijar con un pequeño
descentramiento.
Los neumáticos de plástico blando de las maquetas de
automóviles a escalas grandes suelen resultar muy convincentes, aunque a veces
tienen un brillo excesivo y siempre resultarán demasiado nuevos en un vehículo
envejecido. Para alterar su aspecto, y después de haber eliminado la línea del
molde, lijaremos la huella y los flancos para apagar el brillo y aumentar la
aspereza.

Se puede destacar el dibujo de las maquetas que simulan automóviles de


exposición con pintura, aplicando un lavado negro al neumático, dejando que
penetre en el dibujo; una vez seco, aplicaremos a la superficie con pincel seco un
tono gris algo más claro.

Las partes «cromadas» de las ruedas rara vez parecen reales, y resultan un tanto
chocantes en automóviles envejecidos. Aplicaremos un lavado muy ligero de
negro o marrón para ensombrecer el plástico y destacar los detalles.

Diferenciaremos los componentes en distintos acabados metálicos. Por ejemplo,


los tapacubos en chapa, los espárragos de acero y la pestaña de un color similar
al del vehículo. Una mano final de barniz envejecerá un poco el cromado, mientras
que una capa de «polvo» de color pálido dada con aerógrafo (ver Pintura y
acabado > Cómo usar un aerógrafo > Efectos especiales) pondrá las ruedas a la
altura del resto de un vehículo envejecido.

Simular el peso

Un buen procedimiento de simular el peso es aplastar ligeramente los neumáticos,


lijándolos. Para ello fijamos las ruedas y pasamos el automóvil por encima de una
lija sujeta a la mesa. O lijamos cada rueda por separado, pero en la misma
medida.

Otra opción para que el neumático parezca blando es apretar contra él un cuchillo
caliente. Es mejor practicar en alguno que no sirva hasta controlar la técnica, que
no funciona en los que son huecos.
Otra forma de simular un abultamiento es lijar la goma, pegarle un plástico
delgado y simular el balón con masilla. No es un método adecuado para ruedas
pequeñas.

Pequeños detalles

El dibujo de un neumático puede grabarse girando la rueda contra el filo de una


cuchilla afilada (para dibujos longitudinales) o bien a ojo para otro tipo de dibujos.

Para simular la válvula de aire, perforaremos la llanta y pegaremos un trozo de


varilla de plástico estirada al calor. Puede usarse también un alambre pintado de
negro mate con un punto metalizado al extremo.

Podemos imitar los contrapesos de equilibrado de las ruedas con unas tiras de
plástico pegadas a la llanta.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (V)

LAS VENTANILLAS

La mayor parte de las maquetas llevan ventanillas


moldeadas en poliestireno transparente. Se rayan con facilidad y los disolventes
las estropean, por lo que es aconsejable guárdalas en sitio seguro mientras se
construye el resto del modelo.

Antes de montar una de estas piezas, las lavaremos en agua caliente y la


secaremos con un paño suave. Las rayas pueden quitarse con pulimento líquido
para metales seguido de un poco de pasta de dientes, ambos son abrasivos.
Frotaremos con un algodón.

Pueden pegarse con un producto para poliestireno, aunque es preferible hacerlo


con cola blanca, que puede quitarse con agua si fuese necesario. No usar más
pegamento que el estrictamente necesario, y procuraremos que no caiga ninguna
gota en un sitio del que no pueda limpiarse.

Si es necesario, rellenaremos la unión entre la ventanilla y la carrocería con


masilla epoxi. Alisaremos con un dedo mojado, ya que es muy difícil lijar la masilla
seca sin dañar la transparencia. Una vez endurecida, deberá suavizarse un poco
con un trocito de lija de agua y muchísimo cuidado.
LAS LUCES

Las luces pueden pintarse del color correspondiente y


barnizarse, aunque las fabricadas con plástico transparente quedan mejor. Si es
una luz saliente, la limaremos y pintaremos la base del color adecuado.

Si lo preferimos, puede incluso ahuecarse ligeramente la base.


Aplicaremos una gota de Kristal-kleer. Así se formará una luz redondeada. Si la
queremos alargada, esperaremos a que el líquido forme una película por encima,
y entonces le daremos forma con un palillo. Puede hacerse mayor aplicando una
segunda gota sobre la primera. Dejaremos secar por completo y cubriremos con
barniz brillante.

Algunas luces pequeñas pueden estar moldeadas en el plástico o faltar


completamente. Para reproducirlas las perforaremos desde dentro y
«acristalaremos» con Kristal-kleer.

El Kristal-kleer. 
Se trata de un líquido blanco lechoso que puede llenar un orificio de hasta 6 mm
de diámetro y se vuelve transparente al secar. Es un producto que puede ser difícil
de encontrar en algunos lugares.

Sustituir piezas

Si las ventanillas ajustan tan mal que no hay forma de arreglarlas, tienen
deformaciones y decoloraciones o, como ocurre con frecuencia en modelos en
que se vea el grosor (por ejemplo un coche descapotable), éste sea excesivo, será
necesario sustituir las piezas transparentes.

Pueden cortarse nuevas piezas en acetato transparente, tomando como guía las
piezas desechadas.

Las piezas tridimensionales pueden moldearse usando las técnicas de moldeado


de plásticos.
MEJORAR UN AUTOMÓVIL (VI)

MATRÍCULAS

Si vienen en relieve pueden pintarse


primeramente del color de las letras y números (negro, por ejemplo). Después de
dejar secar bien, se pinta la placa de la matrícula en su totalidad, y antes de que
se seque del todo se rasca con una cuchilla el relieve, con mucho cuidado, para
que queden los números y letras del color anterior. Con ello conseguiremos un alto
grado realismo.

Si las placas son lisas, pueden «dibujarse» las matrículas con transferibles
tipo letraseto similar, dando al final una capa de barniz para preservarlas.

CAPOTAS

Si el automóvil es descapotable, seguramente


tengamos la opción de construirlo con o sin la capota puesta. Aunque los
automóviles modernos no dejan ver la capota una vez escamoteada (recogida,
plegada, o llámese como se prefiera), otros suelen llevarlas cubiertas con una
funda, o sin ella.

Se ponga o no la capota, si las piezas vienen moldeadas en


plástico no quedarán mal si se pintan bien. Pero no hay duda que si se utilizan
materiales lo más parecidos posible a los originales, como las telas, ganarán en
realismo.

Se lleve la capota puesta o no, hay que contar con el sistema de varillas de
replegado que solían tener los automóviles más antiguos. Para ello, siguiendo el
esquema del modelo original, se fabricará con metal delgado y firme, ni plomo ni
estaño; o plástico estirado, teniendo en cuenta las dobleces y entrantes
necesarios para el plegado cuando la capota esté cerrada. Es recomendable
trabajar sobre una plantilla previa de papel que se ajuste exactamente a la forma
necesitada. Así se evitaran errores y repeticiones.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (VII)

PARTES MÓVILES

Muchas de las maquetas más logradas cuentan con elementos móviles que
permiten ver el interior o el motor de un automóvil, además de dar vida a la
reproducción. Así, un capó abierto sugieren que en cualquier momento vendrá un
mecánico a cerrarlos. Hasta la dirección girada o la puerta entreabierta de un
coche pueden sugerir cierta actividad. Si la maqueta no tiene elementos móviles,
puede hacerlos uno mismo.

Puertas, capó, etc.

Si el automóvil dispone de puertas, capó, etc., practicables, hay que trabajarlos


bien con la lija para que ajusten perfectamente, previendo el grosor necesario para
la pintura.

Si las puertas no se abren, pueden cortarse y reemplazarse por otras abiertas. Si


el corte es muy fino pueden utilizarse las mismas puertas, añadiendo un refuerzo
en el borde hecho con tira o varilla de plástico. Sino, pueden conseguirse de otra
maqueta igual, a la que habremos cortado las puertas siguiendo el perfil y limando
para que encajen en el vano.

Simularemos, si es necesario, el grosor de la puerta y el montante. Una vez


montado y pintado el vehículo, las pegaremos en posición abierta tras montar
unas bisagras.

Bisagras caseras.

Para confeccionar las bisagras cortaremos dos tiras de papel,


plástico o estaño de anchura igual a la de la puerta. A continuación cortamos por
la mitad y vamos realizando cortes escalonados en ambos lados, tal y como se
muestra en el dibujo, de forma que al volverlos a unir queden entrelazados.

El eje de la bisagra lo haremos con un alambre lo más fino posible, pero a la vez lo
más duro que podamos. Se colocará en el centro de la bisagra y se doblaran las
pestañas a su alrededor, comprobando que aquélla se doble perfectamente.

Se pega una cinta adhesiva sobre la bisagra para que no se


mueva y ya puede pegarse por la parte interior de la puerta o capó.

Cortaremos el sobrante del alambre y pegaremos la bisagra a la puerta con


cianocrilato. Deberemos tener cuidado que el eje de la bisagra sobresalga lo
menos posible de la puerta.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (VIII)

GOLPES Y DAÑOS

El envejecimiento y deterioro de los vehículos está entre los pasatiempos favoritos


de los maquetistas. El material militar es particularmente adecuado a este
tratamiento, pero los vehículos industriales, comerciales y de competición, todos
ellos sometidos a importantes esfuerzos, sufren también los efectos del uso.

Una forma de simular abolladuras metálicas en una


superficie de plástico es acercar la punta de un soldador caliente para ablandarla y
darle luego forma con una herramienta. No hay que tocar el plástico con el
soldador, porque lo fundiría.

Trataremos de imaginar cómo podría haberse producido el desperfecto. Si un


automóvil ha chocado contra la esquina de un muro, la abolladura puede
simularse con el borde de un bloque de madera.

Las abolladuras producidas en furgonetas, camiones, etc., por los golpes de la


carga contra la chapa se imitaran deformando la maqueta desde el interior con un
útil apropiado. Los componentes pequeños pueden deformarse calentando con un
soldador o pirograbador.

Si se presenta un trozo de carrocería roto es necesario que los bordes


desgarrados tengan un grosor acorde con la escala. Normalmente será necesario
adelgazar la pieza de plástico antes de deformarla.

Si se trata de los guardabarros o aletines pueden rasparse o lijarse por dentro,


cortarse con una cuchilla, ablandarse y deformarse.

No hay que olvidar que si a través del boquete se ve el interior, tendrá que
construirse una estructura con hojas de plástico o varilla estirada.

Otra forma de simular abolladuras es reemplazar la pieza de plástico afectada por


otra de metal delgado, que puede plegarse con más realismo. Así, un aletín puede
construirse con el metal de un fajín de una botella de vino o cava.

Para imitar un cristal astillado, lo cortaremos a la forma necesaria, rompiendo por


la línea de corte para crear las astilladuras. Simularemos las rayas con una
cuchilla.

MEJORAR UN AUTOMÓVIL (IX)

TRANSFORMACIONES

Muchos maquetistas combinan piezas de dos o más modelos diferentes para


hacer vehículos completamente nuevos. Cualquier componente que no se
encuentre en otros modelos puede construirse a partir de recortes, cajas, juguetes
de plástico viejos, etc... Independientemente de la procedencia de las diversas
piezas, la transformación de un vehículo implica siempre el corte y la modificación
de las mismas. Si bien cada transformación es única, las siguientes técnicas
proporcionarán soluciones a algunos problemas frecuentes.

Alargamiento o acortamiento

Hay veces en que se construyen unas cuantas variaciones sobre el diseño básico
de un modelo. Es casi imposible encontrar maquetas de todas, pero no es difícil
obtenerlas a partir de un modelo básico cortando un trozo o intercalando una
sección procedente de otra maqueta.

Examinaremos atentamente el original para determinar el lugar exacto de la


inserción y no alterar el diseño.
Independientemente del modelo que se trate, se necesita aprender a marcar y
cortar.

PERSONALIZACIÓN (TUNNING)

Se llama así al proceso de modificación de la carrocería, el chasis o las dos cosas


(no deberíamos olvidar el motor para un verdadero tunning) con el fin de convertir
un coche en una pieza única. El trabajo depende en gran parte del vehículo en
cuestión y de la moda, aunque hay una serie de técnicas empleadas por los
carroceros que son aplicables a la personalización de maquetas. Las más
frecuentes de ellas se describen a continuación.

Descenso de la carrocería

Los vehículos pueden personalizarse cortando parte de la carrocería o bajando el


chasis. Elegiremos el método en función de la maqueta o del modelo original en
que se basa.

Se llama escalonamiento al corte de la porción central del chasis y su


reinserción, junto con la carrocería, en una posición más baja. Puede implicar
modificaciones en la suspensión y los pasos de rueda, pero la carrocería en sí
permanece inalterada.

Cómo hacerlo. 
Cortaremos el chasis a 45° junto a las suspensiones anterior y posterior.
Pegaremos la sección central por debajo.

Naturalmente, la operación sólo es posible sobre un vehículo con chasis


independiente.

El recorte consiste en la eliminación de una sección de los montantes para bajar a


continuación el techo y reducir el tamaño de las ventanillas. Estas deberán
recortarse o rehacerse por completo.
Cómo hacerlo. 
Cortaremos los montantes para quitar el techo. Recortaremos sólo los montantes
centrales y colocaremos el techo provisionalmente para determinar la posición y el
ángulo de los cortes en los demás soportes, si los hay. Recortaremos los
montantes de las esquinas y pegaremos el techo. Probablemente habrá que
ablandarlos con calor para alinearlos y usar masilla para disimular las uniones.

La sección es la más difícil de estas técnicas, ya que supone la eliminación de


una sección de la carrocería y la consiguiente remodelación del compartimiento
motor, el portaequipajes, la rejilla y el interior. Procuraremos cortar por donde las
líneas sean casi verticales, reuniendo las partes a lo largo de algún cromado o
detalle. Cortaremos protegiendo el plástico con cinta adhesiva para que sirva de
guía a la sierra y proteja la parte a conservar. Pegaremos lengüetas de plástico en
el interior de las mitades para reforzar la unión y facilitar la alineación.

Faros empotrados

Para encastrar el grupo óptico en el guardabarros puede ser necesario quitar


algún embellecedor. Si viene moldeado con el guardabarros, deberá recortarse.
Rellenaremos el espacio resultante con un plástico grueso perforado en el centro
para admitir la luz. Trabajaremos con lima y lija de agua hasta darle la forma del
guardabarros y rellenaremos las juntas con masilla.

Adaptar aletines

Si montamos en la maqueta neumáticos muy anchos, habrá que adaptar a la


carrocería unos aletines para que cubran toda la goma. Pueden añadirse los de
otro modelo, pero si ello significa comprar otra maqueta únicamente para esto,
será más económico fabricarlos mediante la técnica de moldeado de
plásticos con una lámina de metal delgado o con masilla.
MEJORAR UN AUTOMÓVIL (X)

EQUIPO ADICIONAL

Todas las maquetas mejoran con la inclusión de detalles como efectos personales
dejados al azar en el asiento del conductor, o productos transportados en un
camión o vehículo de carga.

Aunque son los vehículos militares los que aceptan mejor la inclusión de todo tipo
de objetos, los automóviles de competición en carretera, antiguos y modernos,
suelen ir más o menos cargados de repuestos.

La mejor forma de sujetarlos a la maqueta es con cola blanca, aunque deben dar
la impresión de ir perfectamente atados, como ocurre en la realidad.

No es difícil fabricar los objetos que no se encuentren a la venta, aunque cada vez
más hay accesorios de resina y/o fotograbado para (casi) todo.

MAQUETAS DE MOTOCICLETAS

El mercado de maquetas de motocicletas, como el de automóviles, está relegado


a un segundo plano tras las maquetas de aviones, carros de combate y vehículos
militares. Sin embargo es un campo de posibilidades tan grande como los demás.

Las transformaciones que pueden llevarse a cabo en estas maquetas son


múltiples, variadas y de diversos grados de dificultad, partiendo de dos grandes
grupos: las de competición y las de calle.

En las de competición deberemos ceñirnos a la realidad, pues los reglamentos son


muy estrictos; pero en los de calle podemos poner en marcha la imaginación y
lograr reproducciones únicas que serán motivo de orgullo.
Tunning en motos. 
En motos también se da el espíritu del tunning, pero es una parcela prácticamente
desconocida. En el apartado Mejorar un automóvil se explica algo más sobre este
tema.

DE COMPETICIÓN

Entre las motocicletas de competición, los fabricantes nos ofrecen una amplia
gama de modelos del campeonato del mundo de velocidad, pero es difícil
encontrar modelos otras especialidades.

Así, variando pequeños detalles en las carrocerías y decoraciones podemos


conseguir los distintos modelos, y de distintos pilotos, utilizados durante varios
años consecutivos, como suelen hacer los mismos fabricantes del modelo real.

Lo mismo podemos decir de las motocicletas de los distintos campeonatos


nacionales de velocidad, algunos basados en versiones de calle.

Además, existen numerosas modalidades deportivas de las que podemos


reproducir excelentes modelos, como los participantes de las carreras tipo «París-
Dakar», etc.
DE CALLE

En los modelos de calle, el campo de transformaciones posibles se amplía hasta


casi el infinito, pues no hay más que ver fotografías de revistas especializadas en
motor o imágenes de los grandes salones internaciones para comprobar que no
hay prácticamente límites.

La mejora y detallado de motocicletas, a diferencia de otras ramas del maquetismo


en que debe uno ceñirse a fechas o entornos históricos, ofrece la posibilidad de
dejar volar la imaginación y tener una colección de obras únicas y originales.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (I)

Tras las explicaciones del apartado Montaje > Montar una motocicleta, veremos
algunas técnicas para mejorar el acabado de nuestras maquetas.

EL MOTOR

Los motores a la vista son puntos focales en estas maquetas. Prácticamente todos
sus componentes admiten alguna mejora.
Un motor debe acabarse y pintarse con cuidado para que parezca real. Es
recomendable tener a mano notas y fotografías en color del original; o en su
defecto, podemos guiarnos por algún otro modelo lo más parecido posible.

Cables y tubos

Sólo las escalas grandes suelen incluir todos los cables. En las menores hay que
limitarse a los más claramente visibles. Pueden hacerse con plástico estirado al
calor, alambre, hilo de cobre, etc.

Las tomas de aire pueden imitarse con alambre grueso pintado de


gris oscuro mate. Las abrazaderas se reproducen dejando a cada extremo un
trozo sin pintar o pintando una tira de color plata o aluminio. A escalas mayores
pueden destacarse rehaciéndolas con cinta adhesiva o tiras de cinta metalizada
para simularlas.

Para imitar los tubos transparentes, como el de la gasolina, puede utilizarse hilo de
nylon, plástico transparente o un recambio vacío de bolígrafo estirado al calor. Con
barniz y un poco de pintura se logra un tono amarillento muy realista.
Escapes

Deben hacerse huecos y pintarse del color adecuado. Puede substituirse la parte
final por un tubo de aluminio o plástico pintado como el resto.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (II)

MANDOS Y ACCESORIOS
Panel de instrumentos

Por pequeño que sea, casi todas las motocicletas incluyen un


pequeño panel de instrumentos.

Empezaremos por verificar la exactitud del panel, corrigiendo lo que falte con
trozos de plástico o piezas de fotograbado, aunque pertenezcan a otra maqueta.

Si el panel de instrumentos queda muy hundido, se copia su forma en un plástico


delgado y sobre éste se pegan los instrumentos que se habrán recortado
previamente. Su acabado será más realista si se realizan los instrumentos
empotrados. Todo dependerá, como siempre, de la escala en que trabajemos.

Instrumentos empotrados. 
Para ello se perforan los relojes y se dibuja su posición en un plástico delgado. En
él se pintan o se pegan las calcomanías que reproduzcan los relojes. Se pinta el
panel y se pega al plástico de los instrumentos colocando entre ambos otro
plástico transparente, recortando lo que sobre por los bordes.
Dar color

Procuraremos seguir siempre el mismo proceso: pintar el panel de instrumentos


de un color base antes de añadir detalles. Para pintar los relieves, pasaremos por
encima el pincel con muy poca pintura y evitando que se acumule en los rebordes.

Los relojes quedan mucho más detallados si se usan calcomanías que si se


pintan. Algunos modelos incluyen estas calcas, pero pueden también comprarse
sueltas para otras maquetas y adaptarlas a nuestros intereses.

Una vez acabado completamente se echará una gota de barniz brillante en cada
reloj para imitar el cristal. No usaremos el pincel más que para dejar caer la gota.
Debe cubrirse todo mientras se seca, porque si cae polvo encima se perderá todo
el efecto.

Manetas, conmutadores y mandos

Aunque las maquetas suelen incluir las manetas hay que


verificar su exactitud y reconstruirlas si fuese preciso.

Las manetas casi siempre son demasiado grandes. Las substituiremos por un
trozo de alambre blando aplanado, conformado con lima y curvado a su ángulo
correcto. Es recomendable formar una bola al final con cola blanca.

Los conmutadores pueden sugerirse mediante puntitos pintados o transferibles


(tipoletraset). En escalas grandes pueden reproducirse con alambre o pláscito
estirado.

Pedales

Los pedales pueden hacerse doblando un alfiler o un clavito


fino, pegando en su cabeza un trozo de plástico con la forma del pedal.
Estribos

Los estribos también pueden hacerse con alambre o plástico estirado, dándoles la
forma y el acabado adecuados.

Retrovisores

Para mejorar los espejos retrovisores de las motocicletas


reconstruiremos el soporte con plástico y el espejo con una lámina metálica
delgada.

El sillín

Todas las maquetas suelen llevar el asiento reproducido en


plástico. Si lleva alguna correa moldeada en el asiento no quedará mal si se pinta
bien, aunque las formas tridimensionales son más convincentes. Para reproducirla
la recortaremos en papel, plástico o fotograbado; dándole la forma correcta y
pegándola en su sitio.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (III)

CHASIS Y SUSPENSIONES

Las motocicletas, como el resto de vehículos, deben apoyarse en el terreno de


forma convincente. El peso puede simularse modificando la suspensión y las
ruedas. El resultado también mejorará si se presta la debida atención a detalles
como el dibujo de los neumáticos.

Punto de apoyo

Es fundamental que las ruedas apoyen bien en el terreno. Para lograrlo, hay que
tomar ciertas precauciones en algunas fases críticas de la construcción.
Al unir las piezas que forman el eje delantero (suspensión, rueda, frenos, etc.) y la
rueda trasera al conjunto del chasis hay que ir comprobando repetidamente su
simetría antes y después de pegarlas para que el apoyo sea perfecto.

LA SUSPENSIÓN

Debe comprobarse su simetría y planitud primero con las ruedas montadas y sin
pegar y a continuación con las ruedas y todos los accesorios pegados. Es
conveniente hacer las comprobaciones sobre la base definitiva.

Normalmente el peso de una maqueta de plástico con


suspensión real no basta para presionarla lo suficiente. Deberá remodelarse o, si
es necesario, fijarla en la posición correcta. A veces las ruedas flojas son las que
impiden una buena posición; en la mayor parte de los casos no presenta ninguna
ventaja el que giren, siendo preferible pegarlas.

Modificaremos la suspensión sólo si es suficientemente visible como


para que merezca la pena. Si los muelles de los amortiguadores están poco
definidos, prescindiremos de la pieza original y los reharemos enrollando alambre
en torno a una varilla de plástico tomando como referencia los originales.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (IV)

RUEDAS Y NEUMÁTICOS

Es frecuente que los neumáticos grandes, y a veces incluso los pequeños, tengan
en el centro la marca de la unión de las dos mitades del molde. Debe quitarse
lijando o cortando, aun a riesgo de estropear algo el dibujo.

Podemos servirnos de las zonas deterioradas del


dibujo para sugerir el desgaste, incluso lijando un poco si fuese necesario.
Los neumáticos de plástico blando de las maquetas a escalas grandes suelen
resultar muy convincentes, aunque a veces tienen un brillo excesivo y siempre
resultarán demasiado nuevos en un vehículo envejecido. Para alterar su aspecto,
y después de haber eliminado la línea del molde, lijaremos la huella y los flancos
para apagar el brillo y aumentar la aspereza.

Se puede destacar el dibujo de las maquetas que simulan motocicletas de


exposición con pintura, aplicando un lavado negro al neumático, dejando que
penetre en el dibujo; una vez seco, aplicaremos a la superficie con pincel seco un
tono gris algo más claro.

Las partes «cromadas» de las ruedas rara vez parecen reales, y


resultan un tanto chocantes en automóviles envejecidos. Aplicaremos un lavado
muy ligero de negro o marrón para ensombrecer el plástico y destacar los detalles.

Una mano final de barniz envejecerá un poco el cromado, mientras que una capa
de «polvo» de color pálido dada con aerógrafo (ver Pintura y acabado > Cómo
usar un aerógrafo > Efectos especiales) pondrá las ruedas a la altura del resto de
un vehículo envejecido.

Simular el peso

Un buen procedimiento de simular el peso es aplastar


ligeramente los neumáticos, lijándolos. Para ello fijamos las ruedas y pasamos la
motocicleta por encima de una lija sujeta a la mesa. O lijamos cada rueda por
separado, pero en la misma medida.

Otra opción para que el neumático parezca blando es apretar contra él un cuchillo
caliente. Es mejor practicar en alguno que no sirva hasta controlar la técnica, que
no será útil para los que son huecos.

Otra forma de simular un abultamiento es lijar la goma, pegarle un plástico


delgado y simular el balón con masilla. No es un método adecuado para ruedas
pequeñas.
Pequeños detalles

El dibujo de un neumático puede grabarse girando la rueda contra el filo


de una cuchilla afilada (para dibujos longitudinales) o bien a ojo para otro tipo de
dibujos.

Para simular la válvula de aire, perforaremos la llanta y pegaremos un trozo de


varilla de plástico estirada al calor. Puede usarse también un alambre pintado de
negro mate con un punto metalizado al extremo.

Podemos imitar los contrapesos de equilibrado de las ruedas con unas tiras de
plástico pegadas a la llanta.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (V)

PARABRISAS Y LUCES

Algunas maquetas llevan parabrisas y luces


moldeadas en poliestireno transparente. Se rayan con facilidad y los disolventes
las estropean, por lo que es aconsejable guárdalas en sitio seguro mientras se
construye el resto del modelo.

Antes de montar una de estas piezas, las lavaremos en agua caliente y la


secaremos con un paño suave. Las rayas pueden quitarse con pulimento líquido
para metales seguido de un poco de pasta de dientes, ambos son abrasivos.
Frotaremos con un algodón.

Pueden pegarse con un producto para poliestireno, aunque es preferible hacerlo


con cola blanca, que puede quitarse con agua si fuese necesario. No usar más
pegamento que el estrictamente necesario, y procuraremos que no caiga ninguna
gota en un sitio del que no pueda limpiarse.
Si es necesario, rellenaremos la unión entre parabrisas y la carrocería con masilla
epoxi. Alisaremos con un dedo mojado, ya que es muy difícil lijar la masilla seca
sin dañar la transparencia. Una vez endurecida, deberá suavizarse un poco con un
trocito de lija de agua y muchísimo cuidado.

Las luces

Las luces pueden pintarse del color correspondiente y


barnizarse, aunque las fabricadas con plástico transparente quedan mejor. Si es
una luz saliente, la limaremos y pintaremos la base del color adecuado.

Si lo preferimos, puede incluso ahuecarse ligeramente la base. Aplicaremos una


gota de Kristal-kleer. Así se formará una luz redondeada. Si la queremos alargada,
esperaremos a que el líquido forme una película por encima, y entonces le
daremos forma con un palillo. Puede hacerse mayor aplicando una segunda gota
sobre la primera. Dejaremos secar por completo y cubriremos con barniz brillante.

Algunas luces pequeñas pueden estar moldeadas en el plástico o faltar


completamente. Para reproducirlas las perforaremos desde dentro y
«acristalaremos» con Kristal-kleer.

Kristal-kleer. 
Se trata de un líquido blanco lechoso que puede llenar un orificio de hasta 6 mm
de diámetro y se vuelve transparente al secar. Es un producto que puede ser difícil
de encontrar en algunos lugares.

Sustituir piezas

Si estas piezas ajustan tan mal que no hay forma de arreglarlas, tienen
deformaciones y decoloraciones o, como ocurre con frecuencia en estos modelos
en que se puede ver el grosor, éste sea excesivo, será necesario sustituir las
piezas transparentes.

Pueden cortarse nuevas piezas en acetato transparente, tomando como guía las
piezas desechadas.
Las piezas tridimensionales pueden moldearse usando las técnicas de moldeado
de plásticos.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (VI)

GUARDABARROS

Con frecuencia es preciso reducir el grosor de los


guardabarros para que parezcan hechos de chapa. Para ello utilizaremos una
cuchilla curva para vaciar el interior.

En las escalas más pequeñas, el guardabarros suele estar moldeado de forma


que el interior está atravesado perpendicularmente por un reborde recto;
deberemos reducirlo con una lima redonda. Una vez pintado el interior, cualquier
ligera diferencia de grosor pasará desapercibida.

Es frecuente que en las escalas más pequeñas los soportes del guardabarros no
estén muy conseguidos. Los substituiremos por unos nuevos de plástico estirado o
alambre, según su forma. Los de plástico se adaptaran al guardabarros con
pegamento líquido, mientras que los de alambre deberán redondearse sobre una
varilla del grosor del guardabarros antes de proceder a su montaje.

Para pegarlos bastará aplicar pegamento líquido en el caso del plástico, y una
gota de cianocrilato en el caso del alambre.

MATRÍCULAS

Si las placas son lisas, pueden «dibujarse» las matrículas con


transferibles tipo letraset o similar, dando al final una capa de barniz para
preservarlas.

Si vienen en relieve pueden pintarse primeramente del color de las letras y


números (negro, por ejemplo). Después de dejar secar bien, se pinta la placa de la
matrícula en su totalidad, y antes de que se seque del todo se rasca con una
cuchilla el relieve, con mucho cuidado, para que queden los números y letras del
color anterior. Con ello conseguiremos un alto grado realismo.
Las matrículas moldeadas en la misma pieza del guardabarros suelen ser
demasiado gruesas; habrá que adelgazarlas para que parezcan de chapa o, en su
defecto, construirlas de nuevo.

Substituir la placa de matrícula. 


Cortaremos la matrícula moldeada, puliremos el guardabarros y haremos otra en
una hoja de plástico guiándonos por el tamaño de la calcomanía. Cortaremos
primero la curva inferior adaptada al guardabarros y luego la superior, para que
queden concéntricas.

MEJORAR UNA MOTOCICLETA (VIII)

OTRAS MEJORAS

Algunas técnicas explicadas en los apartados Mejorar un automóvil:

 Partes móviles
 Golpes y daños
 Transformaciones
 Equipo adicional

pueden tener su aplicación, en algún momento, en la mejora y detallado de las


maquetas de motocicletas y por ello recomendamos su lectura.

Y para terminar, un par de ejemplos de maquetas...

 
Realizando el mantenimiento...
 
... y aquí también.

MEJORAR UN AVIÓN (I)

Tras las explicaciones del apartado Montaje > Montar un avión, veremos algunas
técnicas para mejorar el acabado de nuestras maquetas.

LOS INTERIORES

Se conoce por «interiores» aquellas


zonas del avión, normalmente mecánicas, que en el estado normal no se adivinan
desde el exterior. Por ese motivo los maquetistas, en la mayoría de los casos, se
dedican solo a la parte exterior del modelo.

Está demostrado que el 80% del trabajo que tiene una maqueta considerada como
«obra maestra» dentro del género de los aviones lo absorbe el interior del modelo.
Por desgracia es raro el caso en el que una maqueta posea el detalle y calidad
mínimos para conseguir de ellos, tal y como los presenta el fabricante, una
maqueta completa.

El aficionado, además, suele menospreciar incluso el trabajo en cabinas, bajo la


falsa y común creencia de que luego «no se va a ver». Sin embargo, trabajar esta
parte de la maqueta puede ser apasionante y agradable porque el trabajo personal
de cada uno se nota enseguida.

Sacar provecho... 
Antes de empezar hay que asegurarse que los esfuerzos (detalles) serán visibles,
para lo cual es preciso controlar el material de referencia para saber si el aspecto
real de la cabina del avión es el adecuado.

Tal y como aparece normalmente en la caja, una cabina corriente de avión se


compone de un bastidor, en donde se sitúan los tableros de mandos laterales y/o
frontal, el asiento, la palanca y la cubierta exterior transparente o cúpula.

En realidad la cosa no es muy distinta, pero la describiremos de forma más


detallada.

MEJORAR UN AVIÓN (II)

INTERIORES BÁSICOS
Paneles de instrumentos

A escala 1/72 no es necesario (ni posible) que incluyan un excesivo detalle. Lo


más aconsejable consiste en utilizar consolas que el fabricante representa bajo la
forma de calcomanía o transferible. Si ello no es así, dicha pieza deberá pintarse
generalmente de color negro y los instrumentos como pequeños puntos de pintura
blanca.

A partir de escalas 1/48 y 1/32 es al


revés: son mejores y más realistas las piezas que en vez de calcas tengan
grabados en el plástico todos sus detalles. Un tablero de mandos puede ser
enteramente del mismo color y parecer soso, pero jamás es una superficie lisa.
Por fortuna las mejores marcas comerciales suelen cuidar este detalle.

Empezaremos por verificar la exactitud. Hay instrumentos importantes que pueden


estar descolocados o incluso ausentes, fallo que debe corregirse.
Las cabinas suelen incorporar un panel de control secundario un poco por debajo
del principal, y en los aparatos modernos hay paneles a los dos lados de la cabina;
si faltan estos elementos, los construiremos con trozos de plástico o piezas de
fotograbado, aunque pertenezcan a otra maqueta.

La pantalla transparente situada ante el piloto en un reactor puede hacerse con


plástico transparente.

En algunas maquetas los instrumentos suelen quedar muy hundidos. Podemos


recortarlos y copiar su forma en un plástico delgado que recortaremos, y
pegaremos los instrumentos en una base gruesa de refuerzo.

Si es necesario pueden añadirse a los relojes rebordes metálicos. Éstos se


realizan enrollando un alambre delgado a un rabo de pincel del diámetro
adecuado, girando los extremos. Tras sacarlo se aplana un poco con un martillo y
se cortan los rabos enrollados. Se pegan los extremos con una gota de
cianocrilato y se sujeta al panel de instrumentos con lo mismo o con barniz.

Instrumentos empotrados 
El resultado es muy realista si añade un segundo panel detrás del primero. Para
ello se perforan los relojes y se dibuja su posición en un plástico delgado. Se
pegan las calcomanías que reproduzcan los relojes, o en su defecto se pintan.
Luego se pinta el panel y se pega al plástico de los instrumentos colocando entre
ambos otro panel de plástico transparente. Cortaremos lo que sobre por los
bordes.

Paneles de instrumentos de madera

Eran frecuentes en los aviones antiguos. En escalas reducidas, puede simularse


pintando la veta de la madera. Para ello usaremos un pincel casi seco y en forma
de bisel: conforme se pase por la superficie, los pelos se separarán y trazarán la
veta.

En escalas grandes el tablero puede reconstruirse con


auténtica chapa de madera. Esta se pega primero a una base de cartón y se
adelgaza y pule con una lija fina sujeta a un bloque plano; hay que usar un
pegamento de látex para luego poder separar la madera del cartón.
Se taladran los instrumentos en la chapa adelgazada y se despega ayudándose
de un disolvente. La principal ventaja de la madera es que basta teñirla para
reproducir perfectamente un acabado clásico. El máximo brillo se consigue
aplicando varias manos de barniz y lijando entre unas y otras.

Palancas, conmutadores y mandos

Todos los paneles de instrumentos llevan conmutadores, que


casi siempre pueden sugerirse mediante puntitos pintados o transferibles
(tipo letraset).

En escalas grandes, y sobre todo en aviones antiguos, pueden reproducirse


haciendo unas pequeñas perforaciones donde se pegaran trozos de alambre,
procurando que queden bien alineados.

En mandos grandes se pueden utilizar alfileres con la cabeza aplanada con una
lima.

Para formas más complicadas, usaremos el extremo de las palancas de la propia


maqueta o las reproduciremos en plástico.

La palanca principal de mando y control se encuentra casi en


todos los casos frente al piloto y consta únicamente de un eje terminado en un
mando anatómico, que incorpora el botón de tiro. A escala 1/72 una simple varilla
de plástico estirado puede ser suficiente.
Debajo del tablero frontal de instrumentos estarán situados dos pedales, que en
las maquetas suelen ser dos simples cuadrados para que el piloto apoye el pie.

Aunque las maquetas suelen incluir las palancas y pedales principales, hay que
verificar su exactitud y reconstruirlos si fuese preciso.

MEJORAR UN AVIÓN (III)

LOS ASIENTOS

Es la parte de la cabina más grande y también la que más se ve. Por desgracia,
muchas veces encontramos en la maqueta una simple placa doblada
representado esta parte.

Un asiento corriente de un avión de la Segunda Guerra Mundial


es fácil de construir con plasticard.

Para ello cortaremos una placa rectangular que doblaremos aproximadamente en


su mitad para conseguir de una sola vez lo que es propiamente dicho el asiento y
también el respaldo.

Añadiremos las dos paredes laterales del asiento.

Se realizan los orificios por donde pasan las correas que normalmente son cuatro;
dos de ellas salen de la parte superior del respaldo y sujetan el torso del tripulante;
las otras dos son las sujeciones de las piernas.

Añadiremos los cinturones o correas realizados con plástico, cinta o papel.

Un asiento moderno es mucho más complejo, ya que incorpora una inmensa


cantidad de componentes, equipos de supervivencia, sistemas de radio y oxígeno,
sistema de eyección, etc. A escala 1/48 pueden ser necesarias unas 60 piezas.
A escalas pequeñas es la única parte del interior que todo maquetista debería
construirse o mejorar siempre.

Cinturones y arneses

Los cinturones de seguridad y arneses son elementos


importantes que suelen faltar. Los que aparecen moldeados en el asiento no
quedan mal si se pintan bien, aunque los tridimensionales son más convincentes.

Podemos crearlos en papel o plástico, dándoles la forma correcta y pegándolos en


su sitio. Si hay varios, no tienen por qué ser de la misma longitud ni quedar todos
iguales; así, pueden quedar descuidadamente sobre el asiento, o incluso colgando
hacia afuera de la cabina.

Asientos eyectables

En los aviones modernos los asientos de eyección suelen funcionar con unas asas
fijas por encima de la cabeza del piloto, que en muchas maquetas tienen un
tamaño inadecuado; las cortaremos y substituiremos por una pieza realizada con
alambre.

Más y más... 

Existen muchas partes en una cabina


que jamás son detalladas por el fabricante de la maqueta. Todo ello implica que
mejorar un interior tal y como se ha descrito resulta un poco simple. Trabajar a
fondo y poner en el modelo todo lo que podemos ver en las fotos del modelo
original es, por otro lado, sumamente complejo. No existe un escalón intermedio.
Por suerte en el mercado tenemos firmas comerciales que suministran los detalles
de la cabina o cabinas completas.

MEJORAR UN AVIÓN (IV)

PINTAR EL INTERIOR

Salvo en casos muy particulares, pintaremos los


interiores siempre antes de ensamblar las dos mitades del fuselaje.

El interior de una cabina suele costar de una coloración uniforme y única. Son
colores especiales, antireflejo y anticorrosión. Los tonos más comunes son los
grises claros, aunque según la época se emplearon también tonos verdes,
amarillos, ... o sencillamente no se pintaban.

A la hora de pintar... 
Las partes de la cabina del piloto que están expuestas al sol acabarán teniendo un
tono de color más claro o radicalmente distinto. También influirá el deterioro por el
uso, fugas de fluidos, suciedad, etc.

Paneles de instrumentos

El coloreado del panel de instrumentos da un toque de


realismo muy atractivo. Es importante que esta decoración se haga con especial
cuidado en cuanto a los colores, que deben ser iguales a los del original, y, sobre
todo, en cuanto a la relación de tamaños de palancas e instrumentos.
Procuraremos seguir siempre el mismo proceso: pintar el
panel completo, incluyendo los instrumentos, de un color base antes de añadir
detalles. Para pintar los relieves, pasaremos por encima el pincel con muy poca
pintura y evitando que se acumule en los rebordes.

No exageraremos con colores chillones como el rojo o el amarillo la simulación de


botones o interruptores. Añadiremos solo tres o cuatro puntos.

Los relojes quedan mucho más detallados si se usan


calcomanías que si se pintan. Algunos modelos incluyen estas calcas, pero
pueden también comprarse sueltas para otras maquetas y adaptarlas a nuestros
intereses.

Dentro de la cabina suele haber placas con instrucciones y normas de seguridad


para el piloto: se imitarán con rayas y puntos diminutos; darán mucha sensación
de detalle y añadirán color.

Una vez acabado completamente se echará una gota de barniz brillante en cada
reloj para imitar el cristal. No usaremos el pincel más que para dejar caer la gota.
Debe cubrirse todo mientras se seca, porque si cae polvo encima se perderá todo
el efecto.
MEJORAR UN AVIÓN (V)

MONTAR LA CABINA

La cabina de la maqueta es normalmente una de las primeras operaciones que


corresponden a un montaje normal.

Recordar que el sistema de montaje de una cabina en la maqueta debería ser el


siguiente:

Primero, y por supuesto, se lijan y afinan perfectamente las piezas, de lo contrario


puede que las dos mitades del fuselaje no cierren.

Se aplica a todo y a pistola, si es posible, una mano


del color del interior, y se retocan los pequeños detalles.

Al bastidor de la cabina se le añaden el asiento y las palancas. Todo ello se pega


después a una de las mitades del cuerpo de la maqueta.

Lo último consiste en añadir los tableros de mandos que habían sido pintados
antes para mayor comodidad.

Una vez pegadas las dos piezas del fuselaje, lo que siempre debe de hacerse es
enmascarar todo para protegerlo de la pintura que habrá que aplicar al resto de la
maqueta.

EL ZIMMERIT

PRESENTACIÓN

Esta extraña palabra puede causar algo de miedo a los aficionados maquetistas
poco experimentados y cuya temática preferida sean los carros de combate
alemanes de la segunda guerra mundial.

¿El motivo? No es fácil hacer un buen trabajo de zimmerit.


Por fortuna, algunos productos han ido apareciendo en el mercado para hacer
este trabajo un poco menos molesto.

Un poco de historia

El primer zimmerit disponible llegó durante el


verano de 1943 como una solución para las minas magnéticas y adhesivas anti-
tanques (AT).

Aunque solo sea parte de alguna historia sin fundamento, se cuenta que los
británicos tenían una «bomba pegajosa», y que los alemanes habrían perdido
varios de sus carros de combate durante los ataques sobre Francia, Países Bajos,
Grecia y África del Norte por su causa.

Además, los soviéticos podrían haber recibido estas «bombas pegajosas» de Gran
Bretaña como parte de los acuerdos de «Préstamo y Arriendo».

Los mismos alemanes tenían su propia versión de mina magnética anti-tanque, y


era una práctica común alemana desarrollar una contramedida a las armas que
ellos mismos poseyeran.

Las minas magnéticas 


Constaban de un dispositivo similar a las minas terrestres y de unos poderosos
imanes que permitían acoplarla al casco del carro de combate, preferiblemente en
algún punto débil. Dado que debía acercarse el soldado al carro, no es de extrañar
su poco uso.

Desde luego la utilidad del zimmerit durante la guerra siempre a sido, cuanto


menos, muy discutida, ya que los ejércitos aliados no dispusieron de tantas minas
magnéticas como para ser un factor a tomar en cuenta.

La información más popular ha declarado que el zimmerit era un yeso o un


hormigón, sin embargo esto no es del todo correcto. De hecho, el zimmerit era una
mezcla de componentes químicos (ver más información en el Glosario).
Su color amarillo oscuro, muy similar al color base del camuflaje del momento (ver
el artículo Catálogo > Guías de colores: Los vehículos blindados alemanes (1939-
1945). El camuflaje de tres colores: La norma oficial) se consiguió con la adición
de pigmento de color ocre.

Este producto fue desarrollado en Berlín por la Chemische Werk Zimmer AG, de
Berlín (de donde viene su nombre), y estaba listo para su empleo en el verano de
1943.

El zimmerit fue aplicado en todos los carros de combate y en los cañones


autopropulsados, aunque hay fotografías de un Marder III Ausf. M y un Sd. Kfz.
251 Ausf. D con zimmerit, algo muy poco corriente.

Su aplicación era realizada en fábrica,


pero parece ser que algunos vehículos recibieron en campaña el zimmerit cuando
estaba disponible.

Se emitieron ordenes a finales de 1942 que perfilaron varias normas temporales


para su empleo antes de que la producción dezimmerit empezara a distribuirse.

En fábrica, el zimmerit fue aplicado sólo en las superficies verticales e inclinadas


(en algunos casos no se cubría toda la plancha), y la protección ganada era doble:

Por una parte crea una superficie áspera y por consiguiente se reduce el área de
contacto, restando efecto a las «bombas pegajosas».

Por otra parte, supone una separación entre el casco de metal y la base de la
mina, restando efecto a las minas magnéticas.

El de fábrica era aplicado de forma ordenada y uniforme, mientras que el de


campaña estaba mal distribuido y el patrón, en muchos casos, sujeto a la fantasía
de los encargados de aplicarlo.
La materia prima que llegaba de fábrica tenía una consistencia de masilla suave.
Contenía un solvente volátil que olía como acetona. No era necesario agregar
ningún disolvente antes de su uso y era muy fácil de manejar, incluso por personal
inexperto. La superficie del vehículo no necesitaba ser preparada antes aplicar
el zimmerit, pero era normal revestir el vehículo con la imprimación anticorrosiva
(ver Catálogo > Guías de colores > Los vehículos blindados alemanes (1933-
1945). Colores RAL (gamas amarillos, naranjas y rojos) > RAL 3009  Oxidrot).

El zimmerit era aplicado a la superficie en dos


capas, usando una espátula de metal. La primera capa era de unos 5 mm de
espesor y se marcaba en cuadrados usando el borde de la espátula. Esta capa se
dejaba secar durante 24 horas a temperatura ambiente.

La segunda capa se aplicaba más delgada y era marcada en líneas onduladas con
un peine de metal. Los cuadrados entrecruzados aumentaban la adhesión de la
segunda capa, mientras las marcas de peine daban el patrón para reducir el
contacto con las minas.

Después de la aplicación de las dos capas, la


superficie era tratada con la llama de una lámpara de gas para endurecerlas. Esto
tardaba alrededor de una hora por vehículo y no se experimentaba ninguna
dificultad en obtener un zimmerit de una dureza satisfactoria, sin llegar a ser
quebradizo.
Durante el proceso de endurecimiento, el solvente se evaporaba por el calor de la
lámpara. Solo era necesario comprobar que no quedaran zonas sin endurecer. Sin
el calor de la lámpara el zimmerittardaba unos 8 días en endurecerse, lo que era
poco práctico debido a la necesidad urgente de envíos de carros de combate al
frente.

Según el tipo de vehículo se empleaban diferentes cantidades de pasta


de zimmerit. Por ejemplo, 70 Kg para un Sturmgeschütz III; 100 Kg para un Pz
Kpfw IV; 160 Kg para unPz Kpfw V Panther y 200 Kg para un Pz Kpfw VI Tiger.

También se usaron otros materiales en campaña más fácilmente disponibles,


como pueden ser las capas de cemento o de fango, y en invierno, las
acumulaciones gruesas de hielo y nieve. Esto también explicaría la variedad de
modelos y aplicaciones dezimmerit sobre los vehículos durante la primera mitad
de 1943.

Es importante hacer notar que el zimmerit no tenía ninguna propiedad «anti-


magnética», más bien «no-magnética»: las minas no se «pegaban» por los
motivos anteriores.

A mediados de 1944, sin embargo, su uso fue retirado progresivamente debido al


avance de las armas anti-tanque, a la falta de suministros y por un informe de
campaña el cual aseguraba que el zimmerit se incendiaba al ser alcanzado (dato
que no pudo ser comprobado en las pruebas que se realizaron).

Pero lo que realmente provocó su desaparición fue la falta de sus «enemigos»: las
minas magnéticas.

Hubo un proyecto interesante en el cual los británicos estudiaron el empleo de las


cantidades de zimmerit capturadas para sus carros de combate en el frente del
Pacífico, sin embargo la guerra contra los japoneses terminó antes de que este
plan pudiera ser puesto en práctica

EL ZIMMERIT (II)

PATRONES DE ZIMMERIT

Existieron tantos patrones distintos de zimmerit como patrones de pintura, ya que


en el frente los talleres de campaña lo aplicaban con los medios de que disponían.

Las evidencias fotográficas sugieren que cierto modelo «estándar» fue aplicado a


ciertos vehículos. Esto podría haber sido el resultado de preferencias en ciertas
fábricas en particular.
He aquí una pequeña tabla (orientativa) de patrones y vehículos:

 Patrón estándar de columnas de líneas horizontales


 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Pz Kpfw III
3. Sturmgeschütz III Ausf. G
4. Pz Kpfw IV Ausf. H, J
5. Pz Bef Wg IV
6. Sturmgeschütz IV
7. Panzerjäger IV
8. Panzer IV/70 (V)
9. Sturmpanzer IV
10. Wirbelwind
11. Ostwind
12. Pz Kpfw V Panther
13. Jagdpanther
14. Bergepanther
15. Pz Kpfw VI Tiger Ausf. E
16. Sturmmörser
17. Elefant
18. Pz Kpfw VI Tiger Ausf. B
19. Jagdtiger (modelo Porsche)

 Patrón estándar de filas de líneas verticales


 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Sturmgeschütz III Ausf. G
3. Pz Kpfw IV Ausf. H
4. Panzerjäger IV
5. Pz Kpfw V Panther Ausf. G
 Patrón estándar de filas de líneas verticales pero con ranuras en
diagonal
 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Pz Kpfw V Panther Ausf. G

 Patrón estándar de filas de líneas verticales pero con ranuras en


vertical formando pequeños bloques
 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Sturmgeschütz III Ausf. G
3. Pz Kpfw V Panther Ausf. A, G

 Patrón de cuadrados pequeños


 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Sturmgeschütz III Ausf. G
3. Pz Kpfw V Panther Ausf. A, G
4. Jagdpanther

 Estampado «gofre»
 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Sturmgeschütz III Ausf. G
3. Sturmhaubitze 42
4. Pz Kpfw V Panther
5. Pz Kpfw VI Tiger Ausf. E
 Patrón estándar de columnas pero con ranuras en diagonal que
cambian de dirección en cada columna
 (ver foto del patrón original)

1. Aplicado a los vehículos:
2. Pz Kpfw IV

 Patrón estándar de filas de líneas verticales pero con ranuras en


diagonal en ambas direcciones, formando rombos

1. Aplicado a los vehículos:
2. Pz Kpfw V Panther

 Patrón estándar de columnas de líneas horizontales pero con ranuras


en horizontal formando pequeños bloques

1. Aplicado a los vehículos:
2. Sturmgeschütz III
3. Pz Kpfw V Panther Ausf. G

 Estampado «gofre» con ranuras en diagonal en ambas direcciones,


formando rombos

1. Aplicado a los vehículos:
2. Sturmgeschütz III Ausf. G

Esta es sólo una guía general, pues las contradicciones abundan existiendo
fotografías que así lo demuestran
EL ZIMMERIT (III)

LOS COLORES DE CAMUFLAJE

El color original del zimmerit era el gris claro. Ya hemos visto que el color amarillo
oscuro (RAL 7028 Dunkelgelb), muy similar al color base del camuflaje del
momento se consiguió con la adición de pigmento de color ocre.

Como entró en uso al mismo tiempo que se introdujo el esquema de camuflaje de


tres colores (ver el artículo Catálogo > Guías de colores: Los vehículos blindados
alemanes (1939-1945). El camuflaje de tres colores), veremos el uso
del zimmerit siempre asociado a este esquema de colores, en alguna de sus
múltiples variantes.

Hay que pensar que la rugosidad de las superficies cubiertas por el zimmerit y el
curioso cuadriculado impreso en el mismo creaban una multitud de pequeñas
sombras. La superficie era completamente mate, y parecería mucho más oscura
de lo normal (atención con las fotografías que nos puedan servir de referencia).

Los colores podían aparecer mucho más irregulares, aunque el zimmerit no


afectaba a los colores de una manera directa.

Aunque el zimmerit aparece asociado al


esquema de camuflaje de tres colores ya mencionado, no ocurre así con el
camuflaje de tipo hinterhalt («ambush» o «emboscada») (ver Catálogo > Guías de
colores: Los vehículos blindados alemanes (1939-1945). El camuflaje de tres
colores: El camuflaje «emboscada»), que era aplicado en los carros de combate y
cazacarros del final de la guerra, sobre superficies no cubiertas por la pasta.
Los colores aplicados sobre el zimmerit lo eran, en la inmensa mayoría de los
casos, con ayuda de una pistola de pintar, que facilitaba el poder pintar las
intrincadas y casi lunares superficies de una forma rápida y efectiva.

Referencias... 
Parece ser que existen documentos en las que aparece una curiosa combinación
de colores sobre un «Sturmtiger», en el que las partes no cubiertas por
el zimmeritpresentan el camuflaje tipo hinterhalt («ambush» o «emboscada»),
mientras que las partes cubiertas presentan el camuflaje tradicional, pintado a
pistola. El camuflaje tipohinterhalt («ambush» o «emboscada») se aplicaba a
brocha.

Los colores aparecían generalmente dispuestos en forma de grandes manchas


irregulares sobre el color base. En algunos casos se adoptaban diseños
serpenteantes al desplazar rápidamente la pistola sin llegar a cerrar y llenar
manchas definidas.

EL ZIMMERIT (IV)

DÓNDE APLICARLO

El zimmerit era aplicado a los laterales del casco, a los blindajes frontal y trasero,
a los lados de la torre, y en general a todas las superficies susceptibles de poder
ser alcanzadas por un hombre de estatura normal.

Las superficies horizontales (ni superiores ni inferiores) no eran cubiertas.


Tampoco era aplicado al tren de rodaje, ni a los laterales inferiores del casco (los
que se encuentran junto al tren de rodaje).

Las excepciones a las reglas... 

 
Como siempre hay excepciones a las reglas, aquí tenemos una fotografía de un
cañón autopropulsado Sturmgeschütz IV donde puede distinguirse una capa
de zimmerit en los lados inferiores del casco. Hay fotos de vehículos basados en
los chasis del Pz Kpfw IV que lo llevaban
Generalmente tampoco era aplicado a los blindajes suplementarios, que eran
añadidos como una forma adicional de defensa, aunque en algunos raros casos si
se hizo, quedando constancia en algunas fotografías.

 
Cañón antiaéreo sobre chasis de carro de combate Flakpanzer IV con zimmerit aplicado incluso en los
guardabarros, pero no en la torreta

Sobre las planchas modulares de los carros de combate y cazacarros de la serie


«Tigre» (Pz Kpfw VI «Tiger», Pz Kpfw VI Ausf. B «Königstiger», Panzerjäger
«Tiger (P) Elefant», «Jagdtiger», «Sturmtiger»), con función de guardabarros,
tampoco se aplicaba normalmente.

Solo en algunos casos raros puede aparecer la pasta extendida sobre los
guardabarros de los «Jagdtiger» y sobre la parte delantera de los guardabarros
del «Panzerjäger Elefant».

 
Carro de combate Pz Kpfw VI Ausf. B «Königstiger» cubierto de zimmerit excepto los guardabarros
modulares
Las razones para esto son sencillas. Sobre las
superficies horizontales no tiene objeto conseguir su «desmagnetización», puesto
que bastaría con dejar caer la mina sobre el metal. Lo cierto es que a las ya
respetables alturas a las que se encontraban las superficies horizontales de los
carros de combate de la serie «Tigre», no siempre se podía lanzar alegremente la
mina hacia arriba. :-)

El tren de rodaje estaba cubierto normalmente de barro más o menos espeso y


polvo, además giraba, lo cual tampoco facilitaba precisamente la colocación de la
mina.

En cuanto a las estructuras de blindaje adicional, estaban montadas de forma


modular, eran fácilmente intercambiables y su misión era puramente auxiliar, por
lo que se prefería destinar el zimmerit a zonas más vulnerables.

En los cazacarros de la serie «Tigre» cuyo cañón estaba montado sobre


una casamata, y en el «Sturmtiger», la pasta no alcanzaba la parte superior de la
casamata (volvemos a lo mismo, no es tan fácil colocar una mina de cierto peso y
a tres metros y medio de altura). El zimmerit alcanzaba hasta media casamata.

Sobre el tubo del cañón no era aplicada la pasta, pero sí sobre el escudo del
cañón.
 
En la foto puede verse hasta que altura del casco se aplicaba el zimmerit en un cazacarros 
 Panzerjäger «Tiger (P) Elefant»

EL ZIMMERIT (V)

CÓMO REPRODUCIR EL ZIMMERIT. OPCIONES

El zimmerit tiene la mala reputación de ser difícil de reproducir a escala. Aquí


veremos unas cuantas formas de hacerlo, cada una con sus propias ventajas e
inconvenientes.

Kits con el zimmerit ya impreso en el plástico o en planchas independientes

Hay pocos casos en que el fabricante de la maqueta haya incluido en su catálogo


alguna maqueta con el zimmerit ya impreso en las propias planchas o en piezas
independientes.

El principal problema que representa esta opción es que solo sirve para algunos
modelos, y que es muy difícil reproducir desperfectos sobre ello; además de
reproducir un único patrón.

Grabarlo directamente sobre el plástico

Puede servir para diseños muy simples (ver fotografía),


fáciles de reproducir con una cuchilla marcando el plástico.

El método es simple: se realizan cortes en el casco con la parte posterior de la


cuchilla, procurando que queden rectos, paralelos y todos a la misma distancia.
Para terminar, se pasa una lija de grano grueso y se alisa de nuevo con un
estropajo de acero/aluminio.
Otro sistema es aplicar pegamento líquido, texturizarlo con un cepillo de dientes y
después pasar la cuchilla y el estropajo. El gran inconveniente es que los surcos
quedan demasiados perfectos.

Grabarlo directamente sobre el plástico, con una cuchilla sujeta a la punta de un


soldador o un pirograbador

Este método consiste en utilizar una punta caliente para grabar el patrón
del zimmerit. Para conseguir unos mejores resultados el soldador o pirograbador
debería tener un reostato para controlar la temperatura.

El zimmerit se recrea derritiendo la superficie del


plástico. Los resultados son muy convincentes, pero esto puede tener su
inconveniente para aplicarlo en una maqueta con partes de plástico muy finas,
puesto que el plástico se combará o se derretirá demasiado (aunque esto también
puede ser una ventaja si se quieren imitar impactos).

Como inconvenientes el resultado es poco realista en escalas grandes, y es difícil


reproducir desperfectos.

Es imprescindible haberlo probarlo antes en un modelo viejo hasta dominar la


técnica.

Fotograbados

Algunos fotograbados tienen un gran defecto: no tienen casi relieve. También el


proceso de colocación sobre las superficies es compleja (sobre todo en zonas
donde hay que doblarlos) y se debe utilizar un buen pegamento.
Existen algunos fabricantes que los realizan a escala 1/72; quizás a esta escala no
importe tanto su falta de relieve, y hay algunos que simulan los desconchados.

Planchas de resina

Hay en el mercado unas reproducciones de zimmerit fabricadas en resina blanda.


Se presentan en forma de hojas con los paneles exactos moldeados en ellos para
un modelo concreto de carro de combate en particular, o en planchas enteras para
recortar a medida. 

Sin duda es la forma más fácil de realizar el zimmerit y sin complicaciones, con un
grado de realismo asombroso y su completa adaptabilidad a cualquier superficie. 

Se cortan fácilmente con una cuchilla. Quizás la única pega que se les puede
achacar es el grosor de las planchas y su precio.

Piezas completas

Hay distintos fabricantes que tienen en su catálogo kits completos (torre, planchas
de blindaje, etc.) con el zimmerit ya grabado para distintos modelos. 
Mientras que el patrón del zimmerit suele ser bueno, a menudo estos kits
requieren más trabajo para su correcto montaje, quitando las rebabas,
rebosaderos, burbujas, etc. que la utilización de cualquier otro método.

Masilla

Este método es el más realista, porque es exactamente el mismo por el cual los
alemanes aplicaron el zimmerit a su carros de combate (a escala, desde luego).

Cualquier masilla puede ser usada para este método, pero se puede incluso llegar
a utilizar yeso o «Aguaplast» (sic!). Lo mejor es buscar una masilla plástica de tipo
expoxídico, suave y fácil de trabajar.

Si se escoge este método, puede ser útil contar con


una serie de herramientas que ayudarán a trabajar, como por ejemplo una cuchilla
serrada, una pieza de metal acanalado, la pieza de corte de los papeles de celo,
etc.

El fabricante Tamiya produce un set de aplicadores dezimmerit. Se trata de unas


cuchillas aserradas. Vienen en dos tamaños entre dientes (0,5 y 0,7 mm) y varios
tamaños de anchos. El tamaño es bueno para aquellos vehículos que recibieron
patrón estándar.
También hay disponibles juegos de sellos estampados
en metal o resina. Estos pueden ser usados como «peines» o «sellos» sobre la
masilla.

También se pueden fabricar con varillas o «Plasticar», solo hay que tener en
cuenta que tienen que ser un negativo del patrón original. El principal
inconveniente es que si se realiza con un solo sello puede ser agotador.

Visto en la red... 
Un producto que también se utiliza, por su facilidad de uso y rapidez de secado, es
un producto impermeabilizante acrílico, semejante a una pasta de dientes,
utilizado para reparaciones de humedades (para saber más sobre este producto,
del que solo tenemos una mínima referencia, consultar en internet utilizando las
palabras claves «impermeabilizante acrílico» o «acrylic waterproof coating» en
cualquier buscador).

Textura con papel

Un sistema es utilizar papel autoadhesivo en relieve. Este zimmerit se vende en


hojas, y solamente se debería considerar bajo el punto de vista de su bajo coste
en trabajo y tiempo. El concepto es innovador y carente de complicación. Pero
estas hojas de papel en relieve no son muy convincentes, el patrón es demasiado
ambiguo. Además, es casi imposible conseguir cubrir un área de curvas
compuestas (una superficie que se retuerce en más de un eje).

Un método bastante extraño fue descrito en un foro en internet: utilizar servilletas


de papel de cocina con un modelo en relieve apropiado. Una vez encontrado el
modelo bueno, se corta la servilleta con la forma aproximada y se cubre con un
pegamento para que tenga fuerza (cola de carpintero o cola blanca sirve). Se
ajusta al modelo y se pega (cola por arriba, cola por debajo).

Por su simpleza, este método es mejor para las escalas más pequeñas (1/72,
1/76, 1/87), y su acabado es bastante fino.

Los inconvenientes son que la superficie de zimmerit queda muy blanda, y


además hay que encontrar los patrones apropiados a cada modelo que hagamos.
EL ZIMMERIT (VI)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. PREPARAR LA MAQUETA

El proceso puede parecer complicado, pero no tiene por que serlo. En realidad,
hay métodos que ni siquiera necesitan masilla. Vamos a explicar unos métodos
básicos de aplicación del zimmerit, todos con muchas variantes posibles y que
cada uno puede explorar por su cuenta. Alguno de estos métodos puede ser el
más práctico el aficionado, tanto si es novato con el zimmerit como si ya tiene
experiencia aplicándolo.

La escala... 
Si no se menciona lo contrario, estos ejemplos se realizan sobre maquetas a
escala 1/35. También veremos métodos aplicados a otras escalas.

PREPARAR LA MAQUETA

Antes de empezar a poner el zimmerit, habrá que consultar nuestra


documentación y referencias sobre el modelo en concreto. Buscaremos qué
patrón se utilizaba, qué áreas están cubiertas y qué áreas no. Decidiremos qué
detalles del vehículo pueden quedarse y cuales deberán ser retirados
temporalmente durante la aplicación.

Empezaremos ensamblando los grandes subconjuntos (tales como la torreta o el


casco) y observaremos donde se aplicará zimmerit. Las grandes áreas que no
recibiránzimmerit (por ejemplo, tubos de escape o guardabarros) deberán ser
enmascaradas o apartadas de la maqueta para colocarlas más adelante.

A continuación, inspeccionaremos las áreas en las que se aplicará el zimmerit,


centrando la atención en los pequeños detalles (pernos, accesorios, etc.) que
pueden estorbar a la hora de aplicar el zimmerit. Si algún detalle pudiera quedar
cubierto por la pasta, lo retiraremos.

Para quitar las tuercas, pernos y pequeños detalles, los recortaremos de la


maqueta con una cuchilla con una hoja que permita un corte limpio y al ras.
Cortaremos cuidadosamente cada pieza, y las iremos guardando en una caja,
bolsita de plástico o cualquier otro lugar seguro para, una vez completado
el zimmerit, volver a colocarlas en su lugar.

Estos métodos que se explicaran son sólo una muestra de los muchos posibles, y
varios de ellos se pueden utilizar juntos en un mismo modelo. 
Es importante tener en cuenta que muchas de estas técnicas implican disolventes
o calentar plástico. Hay que asegurarse de trabajar en un lugar bien ventilado y
lejos de posibles fuentes de calor.

EL ZIMMERIT (VI)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. USO DE MASILLAS

Pasemos ahora a lo que más puede interesar: cómo reproducir el zimmerit.

USANDO MASILLA O BODY-PUTTY

Verdaderamente, la escala a la que merece la pena trabajar de manera que nos


luzca el esfuerzo es la tradicional de 1/35. Si bien a esta escala es trabajoso el
reproducir la pasta, a escala 1/48 alcanza connotaciones épicas y a 1/72 tiene
resonancias de epopeya.

El sistema más común es la utilización de masilla o body-putty (ver Técnicas


básicas > Materiales (VI): Masillas).

Tiene indudables ventajas: una vez seca presenta una


textura muy fina y resistente, fácil de pintar sobre ella, y no altera los colores.

Sin embargo, requiere cierta práctica para extenderla y trabajarla, por ello es
siempre recomendable el hacer pruebas sobre un plástico igual a aquél sobre el
que vamos a trabajar (por ejemplo, el interior de la maqueta, en un sitio no visible).

Un buen método es extender la masilla con ayuda de una superficie lisa y flexible,
como una espátula (nunca con el dedo). Lo importante es lograr una aplicación de
grosor uniforme.

Hay varios tipos de masillas adecuados para aplicar el zimmerit. Si ya tenemos


preferencia por alguna, la probaremos para ver si encoge cuando se seca. Si se
encoge demasiado puede distorsionar el patrón y/o alejarse de los bordes de la
maqueta.

Se deja secar un momento la masilla hasta que empieza a endurecerse


ligeramente la superficie de la pasta. Es entonces cuando procederemos a
imprimir el patrón dezimmerit con alguna pieza en forma de buril (punzón) que
nosotros podemos fabricarnos a escala, de madera o de plástico, de forma que
podamos proceder a reproducir el patrón elegido para nuestra maqueta.

La masilla puede ser «temperamental» y es recomendable el extender la pasta,


procurando dejarla lisa y uniforme a la primera pasada, pues la viscosidad de este
producto no suele permitir muchos retoques, ni antes ni después de secarse.

Una vez completamente seca, la masilla se adhiere fuertemente y no hay


probabilidad de que se desprenda.

USANDO PASTA DE MODELAR

Otro sistema que es altamente efectivo es la utilización de pasta de modelar del


tipo autoendurecedor. Con esta pasta podemos trabajar con la posibilidad de
retocar el acabado durante más tiempo, puesto que tarda en secarse
completamente 24 horas. Tienen además la ventaja de que podemos variar la
viscosidad de la pasta añadiéndole unas gotas de agua, en la que se disuelve
perfectamente.

La forma de aplicarla es similar a la de la masilla, aunque antes habrá que rebajar


su viscosidad hasta que sea cómoda para trabajar.

Como con la masilla, lo más conveniente es hacer ensayos sobre plástico hasta
que tengamos la soltura necesaria con el material.

Como la pasta de modelar es perfectamente amasable, el sistema mejor para


cubrir grandes superficies, o zonas de difícil acceso para la espátula, es hacer una
fina «torta», aplastándola con algún tipo de rodillo o similar. De esta manera
podremos tener una superficie bastante grande y con el espesor deseado, de una
forma rápida.

La pasta de modelar tiene suficiente coherencia y podremos manipularla sin temor


a que se deshaga entre los dedos. Así, podremos cortar trozos de la«torta» a la
medida de las superficies que se desee cubrir, adheriéndolo al casco del carro con
una presión de los dedos.

Este sistema tiene el inconveniente de que puede no quedar tan firmemente


pegado elzimmerit así conseguido como con la masilla. Sin embargo, por ser más
manejable, puede ser utilizado para escalas menores de 1/35 (nos referimos a la
1/48, puesto que a 1/72 este zimmerit puede alterar muy notablemente las
proporciones del modelo).
Es recomendable, antes de proceder a pintar las superficies con zimmerit, darles
una capa de imprimación para que la pintura se mantenga en la superficie y no
sea absorbida por la pasta de modelar.

EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


1: «ACUCHILLADO»

Material necesario: un destornillador plano (o similar) con una punta de unos


3mm, cinta de enmascarar de 10mm, pegamento líquido, cualquier masilla
corriente.

Esta técnica también se puede utilizar con masilla époxi (en el Ejemplo 2:
«Cuchilla dentada» se darán instrucciones sobre la aplicación de este tipo de
masilla), que permite cubrir todo un lado completo de la maqueta de una vez.

Para este primer método, se puede utilizar un destornillador o cualquier objeto


metálico similar, solo debe tener una punta plana y que sea fácil de sujetar.
Algunos aficionados se fabrican sus propias herramientas para esculpir con trozos
de plástico (o Evergreen) y con formas concretas; en este caso no lo haremos
porque es más fácil que la masilla se quede pegada al plástico que al metal.

Para empezar, elegiremos un extremo del modelo y trabajaremos hacia el otro


extremo hasta que toda el área correspondiente esté cubierta. Cada aplicación
debería ser entre de aproximadamente unos 2.5-3cm² (aproximadamente el
tamaño de un sello de correos), y cada capa se basará en la anterior.
Trabajaremos en una única dirección y evitaremos «saltos», o el resultado final
tendrá un aspecto irregular.

Primero enmascaremos un área del tamaño ya indicado. A continuación,


aplicaremos una porción de masilla (una bola del tamaño de un caramelo
pequeño) sobre el borde de una cuchilla. utilizándola como una paleta,
arrastraremos la masilla sobre la zona previamente enmascarada.

 
La masilla debe aplicarse de manera uniforme, de aproximadamente unos 0.5mm
de espesor, y deberá tener una apariencia suave al tacto. Esperaremos de 10 a 15
segundos para permitir que se forme una «piel» en la superficie de la masilla. Si la
masilla seca demasiado pronto y se endurece, el destornillador no dejará una
correcta impresión, y si no se seca lo suficiente, la masilla se pegará al
destornillador. Colocaremos el destornillador de manera que el lado plano esté
paralelo al borde horizontal de la pieza. Mirando desde la parte superior de cada
sección, con cuidado «clavaremos» el destornillador en la masilla.

Continuaremos clavando el destornillador mientras nos movemos lentamente


hacia abajo, creando una columna de marcas de surcos. Seguiremos, columna a
columna, hasta que toda el área esté cubierta con el dibujo. A continuación,
retiraremos la cinta de la sección previamente enmascarada y la usaremos para
delimitar el área siguiente.

Para simular los daños de las batallas y el zimmerit roto, romperemos un trozo de


cinta de enmascarar en pequeñas formas irregulares y las colocaremos de ese
modo en la pieza a tratar. Normalmente se colocan al azar en los bordes de cada
blindaje.
Crearemos nuestro patrón de zimmerit y a continuación retiraremos la cinta de
enmascarar. La masilla que se haya adherido a la cinta saltará en cuanto se quite,
dejando un efecto de «rotura» de apariencia realista.

Repetiremos estos pasos hasta que la pieza este completa. Si por error dejamos
huellas de dedos en la masilla, aplicaremos una abundante capa de pegamento
líquido en la zona. En cuanto el pegamento ablande la masilla, sólo tendremos
que alisarla, esperar a que se forme la «piel» en la superficie de la masilla y volver
a aplicar el patrón dezimmerit.

Apartaremos a un lado la pieza y dejaremos secar la masilla durante 24 horas.


Después pasaremos una lija de grano fino para retirar los excesos de masilla de la
superficie. Por último, pasaremos un pincel humedecido en pegamento líquido
para eliminar los restos de masilla de la superficie.

EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


2: «CUCHILLA DENTADA»

Material necesario: cuchillas «dentadas»


para zimmerit y un mango (por ejemplo de los comercializados porTamiya), una
cuchilla, lija, pegamento líquido, estropajo metálico.

Masilla recomendada: masilla epoxídica.

Con este método, se aplicará el patrón de zimmerit a la maqueta en zonas


contiguas, toda una sección completa al mismo tiempo. Por ello será muy
necesaria una buena planificación inicial. En cada sección se trabajará al mismo
tiempo tanto la masilla como el texturizado antes de pasar a otra sección; pasarse
de más o de menos puede dar lugar a resultados decepcionantes.

Antes de aplicar la masilla será necesario lijar la


superficie del plástico, pues la masilla se adherirá mejor a una superfície rugosa.
Para ello utilizaremos una lija de grano grueso.

Mezclaremos un poco de masilla siguiendo las instrucciones del fabricante, luego


se aplastará hasta formar una «tortita» muy delgada y se presionará sobre el
modelo. Antes nos habremos mojado los dedos, o la masilla se pegará a ellos en
lugar de la maqueta. La masilla puede permanecer utilizable durante
aproximadamente dos horas, con lo que se podrá cubrir un área relativamente
grande de la maqueta.

Usando una cuchilla (de las antiguas afeitar mejor) a modo de paleta,
extenderemos la masilla por la superficie de la maqueta con un grosor uniforme de
aproximadamente 0.5mm. Comprobaremos que la superficie sea fina y uniforme,
libre de marcas de cualquier tipo.

 
Una plantilla para cada caso... 
Las cuchillas «dentadas» para zimmerit de 0.7mm son las de mejor tamaño para
patrones de surcos rectos (ver patrones de zimmerit), y las de 0.5mm son mejores
para los patrones que incluyen un esquema de cuadrícula secundaria. Hay
diferentes cuchillas para las distintas zonas que podemos encontrarnos.  

Para crear el patrón de líneas horizontales visto en las torretas del Pz Kpfw VI
«Tiger», se aplicará la masilla tal y como se ha explicado antes. Sujetando la
cuchilla «dentada» para zimmerit de 0.7mm en vertical, aplicaremos una presión
constante a medida que la movemos lentamente de forma horizontal sobre la
masilla.

Después de arrastrar la cuchilla aproximadamente unos 3mm, con cuidado


moveremos la cuchilla hacia arriba y hacia abajo de manera que se cree un corte
en el borde de cada columna, formando una línea vertical secundaria (viendo las
fotos se entenderá mejor). Procuraremos mantener las columnas del mismo
ancho, unos 3mm.

Nos moveremos sin parar y a una velocidad constante por toda la zona
enmasillada. Después pasaremos a otra zona. Si variamos la intensidad de la
presión sobre la masilla, se notará la diferencia una vez haya secado.

   

Si las líneas verticales necesitan más definición, presionaremos con una regla
metálica en cada una (en una regla de plástico la masilla se adhiere con más
facilidad).

Si queremos formar un patrón en zigzag, crearemos las líneas horizontales


«dibujando» con la cuchilla columnas a 45 grados y a 135 grados alternativamente
(ver patrones dezimmerit). Si es necesario, utilizaremos la regla metálica para
añadir líneas verticales entre las columnas.
Para los patrones «a cuadros» que suelen verse en los Pz Kpfw V «Panther»,
aplicaremos la masilla tal y como se ha explicado.

A continuación, colocaremos la cuchilla «dentada» para zimmerit en la parte


superior del vehículo y arrastraremos hacia abajo, creando líneas verticales por
toda la longitud de la superficie a cubrir. 

Repetiremos el proceso hasta que toda la pieza quede


cubierta. Luego crearemos el patrón secundario formando líneas verticales
paralelas en la masilla con una regla metálica. Las líneas deben estar a unos 5mm
de distancia.

Después de crear las líneas verticales, usaremos la regla para crear líneas
horizontales paralelas, también espaciadas aproximadamente 5mm de distancia.
Cuando hayamos terminado, tendrá un aspecto como el de la fotografía.

Otro patrón visto en los Pz Kpfw V «Panther» es con ranuras en diagonal. El


proceso es el mismo tal y como se ha explicado antes, aplicando sobre los
cuadrados secundarios una (o dos) líneas inclinadas a 135 grados (y a 45 grados)
segun el patrón (ver patrones de zimmerit).

EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


3: «SELLADO»

Material necesario: «Sellos» para zimmerit, lija, una espátula o cuchilla flexible,


agua.

Masilla recomendada: masilla epoxídica.

Este método es una forma sencilla de aplicar un patrón estampado «gofre» sobre
masilla. Podemos adquirir unos «sellos» o bien se los puede hacer uno mismo.
Para este ejemplo, se ha utilizado uno múltiple (seis «gofres») y uno individual (un
«gofre»).
Con este método se realizará un patrón de zimmerit utilizado principalmente en
elSturmgeschütz III.

Antes de aplicar la masilla lijaremos la superficie del plástico, pues la masilla se


adherirá mejor a una superfície rugosa. Para ello utilizaremos una lija de grano
grueso.

Mezclaremos un poco de masilla siguiendo las instrucciones del fabricante, luego


se aplastará hasta formar una «tortita» muy delgada y se presionará sobre el
modelo. Antes nos habremos mojado los dedos, o la masilla se pegará a ellos en
lugar de a la maqueta. La masilla puede permanecer utilizable durante
aproximadamente dos horas, con lo que se podrá cubrir un área relativamente
grande de la maqueta.

Usando una paleta, extenderemos la masilla por la superficie de la maqueta con


un grosor uniforme de aproximadamente 0.5mm. Comprobaremos que la
superficie sea fina y uniforme, libre de marcas de cualquier tipo.

Utilizando la pieza de múltiples «gofres» empezaremos en una esquina de la


maqueta y apretaremos con firmeza el sello en sobre la masilla, lo suficiente para
asegurarse de que toda la superficie del sello crea una impresión.

Con este método el agua es nuestra amiga. Sumerjiremos el sello en el agua con
frecuencia para que la masilla no se adhiera al sello y levante la superficie.

Continuaremos la tarea hasta que toda la superficie enmasillada haya recibido el


patrón de zimmerit. Compruebaremos a menudo el sello para que no quede
masilla pegada. Si ocurriera, el dibujo perdería profundidad y se notaria mucho
una vez seco.
Después, iremos repasando todas la impresiones anteriores con la pieza de un
único «gofre», profundizando las marcas originales echas con el sello múltiple.

Cuando se haya terminado, las impresiones iniciales deben ser nítidas y


uniformes.

Una vez completado el proceso, dejaremos secar de 5 a 7 horas. Antes de pintar


simularemos los daños en combate y las roturas o astillados quitando con la punta
de una cuchilla trozos de masilla.

En el mercado... 
Podemos encontrar plantillas o «sellos» fabricados en resina o metal para aplicar
esta misma técnica. 
EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


4: «ESGRAFIADO»

Material necesario: Una regla metálica, pegamento líquido y un pirograbador


(verTécnicas básicas > Herramientas básicas), cualquier masilla corriente.

Con este método se realizará un patrón de zimmerit utilizado solo en las primeras


versiones del «Jagdpanther».

Este método es muy simple. Primero, se adelgazará la masilla con pegamento


líquido a fin de que pueda «pintarse» encima del modelo. Luego aplicaremos la
pasta sobre las zonas a cubrir por el zimmerit de manera uniforme. Dejaremos
secar un mínimo de 24 horas. La superficie debe mostrar un tono uniforme sin
variaciones de color (lo que indicaría zonas con poca masilla).

 
Seguridad 
Mucho cuidado: no utilizar ninguna herramienta «caliente» sobre masilla húmeda.

Una vez bien seca la masilla, utilizando la regla como un guía para el
pirograbador, empezaremos a grabar líneas paralelas horizontales. Si la regla
estropea la superficie enmasillada significará que la masilla no está bien seca
todavía.
Después, grabaremos las líneas verticales para completar el patrón cuadriculado.
Trabajaremos sin prisas, tomándonos el tiempo necesario y con cuidado para
mantener el espaciado igualado entre las líneas. Hay que asegurarse que la
separación es clara o no tendrá el aspecto de una cuadrícula.

Con la masilla endurecida se puede colocar la regla sobre la maqueta sin que
vaya a estropearse el patrón aplicado anteriormente.

Para simular los daños en combate y las roturas o astillados, simplemente con la
punta de una cuchilla quitaremos trozos de masilla. En el vehículo real, las
secciones dezimmerit tendían a astillarse a lo largo de las líneas de las muescas.
Este efecto es relativamente fácil de lograr a escala.

 
¿Qué es el «Esgrafiado»?... 
Mejor consultemos el Glosario.

EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


5: «CUCHILLA CALIENTE»

Material necesario: un soldador eléctrico (o similar), una cuchilla (que vamos a


«estropear»), una lima, un estropajo metálico, pegamento líquido.
En primer lugar, utilizando unas tijeras para cortar metal, recortaremos la punta de
la cuchilla para conseguir una punta de unos 3mm de ancho.

La seguridad ante todo... 


Mucho cuidado. Tomaremos todas las medidas de seguridad necesarias a la hora
de hacer cortes sobre metal (por pequeña que sea la pieza), en especial unas
gafas de seguridad.

Después de recortar la hoja, la limaremos con cuidado de no cortarnos y


quitaremos cualquier rebaba o resto de metal. Esta tarea nos tomará unos 10
minutos. Cuando esté todo listo, sujetaremos la hoja en la punta del soldador
eléctrico y lo conectaremos a la toma de corriente eléctrica más cercana. La
cuchilla tardará unos 3 minutos en alcanzar su temperatura máxima. Ahora ya
estaremos listos para empezar a aplicar el patrón dezimmerit.

La seguridad ante todo... 


No nos cansaremos de repetirlo. Mucho cuidado. No olvidar que estamos
utilizando un aparato eléctrico y que además genera una alta temperatura.
Tomaremos todas las medidas de seguridad necesarias a la hora de utilizar el
soldador.

Empezaremos trabajando en la parte superior del borde de la pieza. Sujetaremos


el cuchillo para que la hoja quede paralela a la parte superior y a la parte inferior
de la pieza, con el mango formando un ángulo de aproximadamente 30 grados
con respecto a la superficie a grabar. Con cuidado, «pincharemos» con
movimientos rápidos para que la cuchilla toque ligeramente el plástico.
Recordemos que estamos trabajando directamente sobre el plástico y no sobre
masilla.

Cada movimiento «punzante» derretirá el plástico con la forma de la punta de la


cuchilla. Antes habremos «practicado» con nuestra cuchilla y nuestro soldador
sobre un sobrante del mismo tipo de plástico para determinar la rapidez con que
hay que moverse para evitar que el plástico se funda demasiado y se abra un
agujero.

Con cada marca realizada nos iremos desplazando hacia abajo, formando una
columna. Seguiremos haciendo columnas, lado a lado, moviéndonos en una
dirección constante por toda la superficie hasta dibujar el patrón.

Cuando estemos satisfechos con el patrón básico, todavía hay algunos pasos
críticos más. Para dar  consistencia, lijaremos todas las zonas grabadas con papel
de lija de grano fino o una lima gruesa para suavizar los salientes de plástico
derretido.

A continuación, frotaremos con un trozo de estropajo de acero sobre toda la


superficie del patrón de zimmerit para quitar rebabas y restos de plástico. Por
último, pasaremos un pincel humedecido en pegamento líquido para eliminar los
últimos restos de la superficie.

Daños de combate. 
Este difícil simular daños en el zimmerit con este método, pero una manera rápida
y simple consiste en -NO- aplicar zimmerit a la zona dañada, eso es todo.
Un último consejo: 
Muchos soldadores (y similares) tienen la opción de variar el voltaje (y por lo tanto,
variar la temperatura) lo que nos permitirá un mejor control. O, en lugar de
comprar un soldador de temperatura variable, se puede instalar un regulador de
intensidad de luz a la fuente de alimentación del soldador. Con conocimientos de
electricidad y de cableado básico podremos hacérnoslo nosotros mismos. Pero si
no tenemos experiencia en este campo, mejor no tocar nada, o dejarlo en manos
de un profesional. La seguridad ante todo.

EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


6: «RODILLO DENTADO»

Material necesario: una rueda dentada de 3mm, un trozo de alambre, una lima,
una espátula o cuchilla flexible, agua.

Masilla recomendada: masilla epoxídica.

Este método, más pensado para maquetas a escala grande, como la 1/25 o la
1/16, es muy fácil una vez tengamos construida nuestra herramienta
personalizada.

Usaremos un piñón de un coche de R/C a escala 1/8 o 1/10, que podemos


comprar en cualquier tienda dedicada a esta afición.

Cortaremos el alambre para obtener una pieza de


unos 15 cm de longitud. Doblaremos los extremos del alambre a 90 grados con la
finalidad que las puntas apunten en la misma dirección.

Luego, a la altura de la mitad del alambre haremos dos dobleces más formando un
lado corto con la anchura del piñón.
Cuando hayamos terminado las dobleces, el alambre debería tener la forma de un
rectángulo estrecho. Éste será el mango de nuestra herramienta.

Colocaremos el piñón en las dobleces del lado más pequeño, donde debería
poder dar vueltas libremente. Envolveremos la herramienta con cinta adhesiva
para asegurar el engranaje en su lugar.

Alinearemos con cuidado el piñón en la dirección que nos sugiera el patrón


de zimmerity haremos  rodar el engranaje por la masilla.

Tendremos cuidado al alinear las columnas. Un ligero solapamiento en la columna


anterior se notará un poco.

Repetiremos este proceso hasta cubrir toda la maqueta con este patrón. Recordar
que será necesario humedecer el piñón con mucha frecuencia para evitar que se
le pegue la masilla.

En el mercado... 
Tambien podemos encontrar algun fabricante que ha previsto un sistema parecido
para la escala 1/35, tal y como se puede verse en estas fotos. 

 
EL ZIMMERIT (VII)

REPRODUCIR EL ZIMMERIT. EJEMPLOS PRÁCTICOS


7: «PLÁSTICO FUNDIDO»

Material necesario: un destornillador plano (o similar), pegamento líquido, pincel


fino, lija fina.

Una manera sencilla de reproducir el zimmerit a escala pequeña (1/72 o menor)


consiste en reblandecer el plástico de la maqueta con pegamento líquido para
luego grabarlo con la ayuda de un destornillador pequeño.

En primer lugar se aplica el pegamento con un pincel en un área pequeña, dos o


tres veces hasta que se reblandezca. Como cada plástico es diferente, se
recomienda probar antes su «consistencia» en una zona no visible, como el
interior de la barcaza o la parte inferior del casco.

Una vez que el plástico está lo suficientemente reblandecido se marcan las líneas
distintivas de este tipo de zimmerit presionando con un destornillador pequeño. Si
la «consistencia» del plástico no fuera la adecuada se deberá añadir más
pegamento antes de seguir grabando con el destornillador.
Una vez acabada la zona reblandecida, el proceso se repetirá por toda la
superficie a cubrir de zimmerit, teniendo cuidado de no tocar el área ya grabada,
hasta completar el trabajo. Una vez el plástico esté seco y duro se podrá lijar
ligeramente para eliminar los restos de plástico fundido.

VEHÍCULOS MILITARES A ESCALA PEQUEÑA

PRESENTACIÓN

Cuando hablamos de vehículos militares


a escala pequeña nos referimos a la escala 1/72, 1/76 ("OO" en maquetas
ferroviarias) y 1/87 ("HO" en maquetas ferroviarias), como más comunes, aunque
también se deben tener en cuenta otras escalas.
En un concurso típico es posible que se vea un carro de combate a escala
pequeña por cada diez a escala 1/35. Pero algunos de esos pequeños modelos
son muy, muy buenos.

La escala pequeña también representa un reto, dada la escasez de modelos


disponibles y la falta de oferta en fotograbados, complementos de resina o
calcomanías. En la escala pequeña muchas veces dependeremos del "hágaselo
usted mismo" o "scratchbuilding", tanto para mejorar y superdetallar los modelos
comerciales como para hacer transformaciones radicales. Pero esto también nos
aportará la satisfacción personal de haberlo conseguido.

Aquí se verán los principales retos que los carros de combate y vehículos militares
a escala pequeña nos presentan, y algunas formas de superarlos.

ENCONTRAR BUENAS MAQUETAS

Aunque hay muchos seguidores de esta pequeña escala, no es ni de lejos tan


popular como la enorme cantidad de modelos a escala 1/35. Y nada que ver con
las maquetas de aviones a escala 1/72. Por fortuna, desde no hace mucho tiempo,
el mercado se ha ido ampliando, y casi todos los grandes fabricantes cuentan en
sus catálogos con carros de combate y vehículos militares a esta escala. Eso no
quiere decir que todas las maquetas que se ofertan sean de calidad, pues muchos
son solo viejos moldes, algunos de marcas ya desaparecidas, empaquetados en
cajas nuevas.

HACER CADENAS MEJOR ACABADAS

Las cadenas de los carros de combate a esta escala son uno de los puntos más
débiles en cuanto a calidad de acabado. Las opciones son: tiras flexibles de
plástico, secciones de plástico rígido, resina o metal.
Son minoría las que suelen incluir
cadenas rígidas de plástico inyectado moldeadas en secciones para ser montadas
alrededor de los bogies y ruedas de tracción.

Las más antiguas utilizan el sistema de "cadenas de goma elástica" (como puede
verse en la foto). Cada cadena se suministra como una sola tira en la que, según
el fabricante, se unirán ambos extremos para formar un bucle. No tienen un
aspecto realista, y muchas veces ni siquiera aguantan sin romperse una vez
pegadas.

La forma más fácil para hacer frente a este tipo de cadenas es simplemente...
aguantarse. Seguir adelante, usarlas, modificarlas en la medida de la habilidad de
cada uno, pegarlas y esperar que aguanten.

Lo mejor, sin embargo, es hacer algunos cambios:

Intentar hacer algo con ese borde liso de goma.

Para arreglarlo, o al menos intentar disimularlo lo mejor posible, haremos


pequeñas muescas, diminutas, entre cada unión de la cadena a lo largo del borde
exterior de la banda de rodadura. Es tedioso, pero eficaz.

Atar los extremos de la cadena con alambre fino.

¿El motivo? Las instrucciones que acompañan la


maqueta suelen decir "fundir esas pequeñas terminaciones para unir ambos
extremos". De acuerdo, primero intentemos seguir las instrucciones. Después de
que la unión se rompa en el primer intento de colocar la cadena completa
alrededor del conjunto de ruedas y ejes, cambiaremos de opinión y pasaremos al
método del alambre.

Imitar la caída de las cadenas por su peso.

Este paso no es necesario si tenemos la


suerte de contar con unas cadenas metálicas. Pero si no tendremos esa suerte, a
través de algunos agujeros situados estratégicamente que habremos hecho
previamente sobre la cadena de plástico, pasaremos tantos hilos de alambre como
se necesiten para imitar el "hundimiento" de la cadena por su peso. Enrollaremos
los hilos de alambre alrededor de los ejes de las ruedas de los bogies hacia el
interior para ocultarlos.

Envejecer las cadenas con materiales como hierba, barro, hielo, nieve, o cualquier
cosa que forme parte del terreno.

Con ello se pueden llegar a cubrir los pequeños errores cometidos, defectos de
moldeado, y los hilos de alambre. Para hacerlo usaremos, por ejemplo, papel
maché mezclado con un poco de hierba estática, y una vez haya secado,
mediante la técnica del pincel seco, lo pintaremos. Esto debe hacerse con
moderación, y comparando los resultados con fotos del modelo real, para no
exagerar el acabado.

CREAR NUESTRAS PROPIAS PIEZAS

Así como los aficionados a la escala 1/35 cuentan con una gran cantidad de
piezas en el mercado para superdetallar, mejorar o transformar vehículos y carros
de combate, la oferta para la escala pequeña es muy pequeña (valga la
redundancia), y aquí el reto es hacerse uno mismo las piezas necesarias para
estas pequeñas joyas.

Lo primero será conseguir un minitaladro o similar (muy conocidas son las


herramientasDremel que cuenta con una gran variedad de pequeñas muelas). Si
no contamos con ello, también servirá una buena cuchilla afilada y limas
pequeñas. Con ella limaremos los ganchos, agarraderas, cables y herramientas
moldeadas directamente sobre el plástico.

Ojo! 
Ya no habrá vuelta atrás. Y hay que hacerlo con mucho cuidado para no pasarse.

Buscaremos, en una tienda


especializada en material para maquetismo ferroviario, piezas a escala "OO" como
herramientas, cadenas de remolque, cabezas de pernos, y tantos otros detalles.
Encontraremos una sorprendente cantidad de material útil para maquetas de
vehículos militares a escala "OO", que es casi exactamente igual a la escala 1/76.
Y aunque la escala "HO" es aproximadamente la escala 1/87, también
encontraremos piezas que nos podrán ser útiles, o tomarlas como punto de partida
para reconstruir algunas piezas.

Reemplazaremos los detalles moldeados sobre el plástico con piezas de cosecha


propia hechas con hoja metálica, alambre o plástico, o con piezas comerciales de
fotograbado.
Las láminas delgadas de latón (como
las de cuello de botella de licor, cava, vino, etc.) nos servirán para rehacer
guardabarros y otros paneles, y el hilo de cobre servirá para sustituir esas
agarraderas que habremos lijado.

También necesitaremos contar con un buen repertorio de planchas o varillas de


plástico con formas y tamaños diversos para cortar, combinar y pegar.

Consultaremos toda la documentación posible para saber que piezas vamos a


necesitar y poder completar nuestra maqueta.

Éstas mejoras son los detalles que marcarán la diferencia.

Pero hay más... 


- En el artículo Pintura y acabado > Vehículos militares a escala pequeña se
explica como lograr una pintura y acabado realistas de estas maquetas. 
- En el artículo Figuras > Figuras para vehículos militares a escala pequeña se
explica como conseguir figuras para acompañar a los vehículos militares a esa
escala.

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