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El Pata negra desarrollado por Corman y un grupo de colaboradores del centro médico
pedagógico de Nantes ha tomado el cerdo Como animal protagonista de la historia,
presentando con una mancha negra en la pata de donde deriva su nombre, la figura que va a
representar al héroe.
Es necesario partir de las diferentes etapas del desarrollo de los niños pequeños. En primer
lugar, la fase oral pasiva en segundo lugar la fase oral o sádico oral En tercer lugar la fase
anal o en cuarto lugar la fase edípica. El test patanegra es capaz también de detectar otros
sentimientos que suelen ser frecuentes en las primeras etapas del desarrollo infantil como la
agresividad y la rivalidad fraternal la dependencia o Independencia y la muy frecuente
mezcla de algunas de las etapas del desarrollo incluyendo conceptos tan importantes como
la fijación y la regresión.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Ficha Técnica
Para la aplicación se utilizan 17 láminas con dibujos que representan escenas de diversos
temas que corresponden a unas tendencias concretas. También existe una portada o lámina
de presentación que contiene todos los personajes y se emplea como introductoria.
Con posterioridad se añadió la lámina 18 para forzar la importancia de la figura del padre.
Los temas de las láminas y los títulos de las mismas son los siguientes.
1. gamella tema de sadismo uretral.
12. Sueño M y
17. Hada se invita al sujeto a adivinar los deseos de patanegra esta lámina se muestra al
final
Una hoja de registro permite ir anotando la respuesta del sujeto y Las observaciones que se
consideren de interés
APLICACIÓN
Puede aplicarse normalmente en una única sesion. conviene tener dos mesas una primera
más grande para que se pueda colocar sobre ella todas las láminas y para que el sujeto
pueda manejar las y colocarlas en grupos una segunda mesa más pequeña puede servir para
colocar la lámina rechazadas en algunas ocasiones puede ser conveniente grabar las
conversaciones en una cinta magnética Para no perder tiempo en la notación de los
comentarios del sujeto.
Instrucciones generales
En estos dibujos están la historia del cerdito patanegra que es esté (mostrar) ¿sabes por qué
se llama patanegra?
Si el sujeto no responde se le explica y después se le dice que él tendrá que contar las
aventuras por qué las láminas no tienen palabras, sólo dibujos. Se le indica que puede decir
todo lo que se le ocurra pues todas las respuestas son buenas ya que se trata de un juego.
Antes de que comience a repetir las aventuras se le pedirá que expliques y patanegra es
niño o niña y que diga su edad. Sí el niño se muestra sorprendido se vuelve a decir que se
trata de un juego. Luego se le sigue preguntando si los dos cerditos blancos son niños o
niñas y qué edad tiene cada uno. Es indispensable que diga si son hermanos de patanegra o
si no pertenecen a la familia.
Se continúa preguntando Quiénes son los cerdos grandes sin imponer la idea de que son los
padres.
Una vez centrados los personajes se le pide que comience la historia, teniendo cuidado
para no influenciar sus respuestas con las preguntas que se formulen y aprobando los
relatos siempre de la misma forma para no establecer diferencias entre una respuesta y otra.
Es muy importante estar siempre preparado para no mostrar sorpresa ante cualquier
respuesta por muy inesperada que sea.
Para comenzar se presentan las láminas en bloque, sin orden determinado y se dice; 《 en
estas láminas están dibujadas Las aventuras de pata negra. Mírala bien y me cuentas una
historia de cada una. Si quieres puedes separar las que no te interesa y me cuentas sólo las
historia de las otras》
Se le deja a separar las que quiera y cuando haya terminado se le pide que coloque ante si
las que ha retenido y se le dice; 《 ahora empieza a contarme Las aventuras de pata negra.
Dime todo lo que se te ocurra》
Al principio no se debe interrumpir el relato, pero se Procura que precisa lo que cuenta
señalando los personajes con el dedo o diciendo su nombre para evitar confusiones. Cuando
el niño se muestre inhibido o dudoso se procurará ayudarle con comentarios o preguntas
que nos sugiera nada, por ejemplo; 《Dime algo mas》《explícame lo más》 ¿hay alguna
cosa más?Asimismo, se procurará que el niño sitúe su relato en el tiempo diciendo que es lo
que ha sucedido antes y qué pasará después.
Se indicará al sujeto que si en cualquier momento de la historia quiere tomar alguna de las
láminas que rechazó al principio puede hacerlo.
Para recopilar los relatos de los niños se emplea la hoja de anotación, consignado en el
espacio designado a temas las historias referidas por el niño con el mayor número de
detalles posible. Nunca debe hacerse un resumen de lo que haya dicho. Se anotara las
dudas, retrocesos, confusiones, etc... también se tomará nota de los sentimientos del sujeto,
si se muestra alegre o triste, si denota miedo o enfado.
Es preciso estar atento durante toda la prueba ya que el niño se expresa tanto por lo que
dice como por lo que no dice, y hay inhibiciones y rechazos que son la expresión de un
conflicto.
Al finalizar es conveniente preguntar; ¿cómo van a terminar las aventuras de pata negra?
Después se le muestran las láminas que rechazó al principio y se le dice; ¿Quieres contar
otras historias con estos dibujos?
Después de terminar los relatos se reúnen todas las láminas en bloque y se le dice al niño;
《 ahora vamos a jugar a otro juego, como ya conoces muy bien todos los dibujos vamos a
ir pasando uno a uno y tú me dirás cuales te gustan y cuáles no. Pon en un montón los que
te gustan y en otro los que no te gustan》
Cuando haya separado las láminas se retiran el montón de las que no le gustan y
mostrándole de una en una de las láminas del otro montón se le pregunta por qué le gusta y
qué personaje de esa lámina querría ser él.
Las respuestas se anotan en las casillas de la hoja de anotación según la clave siguiente
Para preferencias;
A= agradable
Na= no agradable
Para identificación;
PN= patanegra
P= padre
M= madre
F= el más fuerte
N= ninguno
Preguntas dirigidas
Aparte de las preguntas iniciales que intentan estimular al sujeto para que su respuesta
(preguntas dinamizantes) pueden eventualmente utilizarse otras más precisa sobre aspectos
que el sujeto pasa por alto, por ejemplo:
Conviene sin embargo formular estas preguntas con cautela para evitar el efecto de la
sugestión.
Debe quedar a juicio del examinador la determinación de las preguntas de este tipo que
deben formularse de acuerdo con las historias particulares contadas por el niño
Preguntas de síntesis
《 me has contado bien las aventuras del patanegra; son interesantes ¿verdad? Vamos a
ver: ¿quién te parece a ti el más feliz de esta historia? 》
《¿ quién te parece que es el menos feliz? ¿quién te parece el más simpático? ¿el menos
simpático? ¿Quién es el que más te gusta a ti? ¿qué va a pasar con patanegra? ¿qué piensa
patanegra de la mancha que tiene? 》
Al finalizar se presenta la lámina hada se explica que ella puede conceder tres deseos a PN
y se le dice:
《 El hada le dice a patanegra que puede pedir tres cosas. ¿puedes decirme tu cuáles son
esos tres deseos de PN? 》
Normas de aplicación
Hemos de insistir en la necesidad de que la proyección del sujeto sea totalmente libre. Este
no debe ver limitada su fantasía salvo por la exigencia de fidelidad a las imágenes
presentadas. En esta libertad reside una de las características esenciales de Patanegra,
además del uso del método de preferencias-identificaciones. El sujeto debe ser libre para
determinar los personajes de la portada, su sexo, su edad y las relaciones del parentesco que
les unen; debe ser libre para elegir el orden de las imágenes; debe ser libre para rechazar las
imágenes que no le gusten. El sujeto puede decidir lo que ha ocurrido antes y lo que
ocurrirá después de cada escena, determinar libremente los sentimientos de los
protagonistas; es libre para la distribución final de las imágenes entre las que le han gustado
y las que rechaza etc. En definitiva, la libertad de proyección es uno de los conceptos
básicos de Patanegra.
En el caso de los niños mayores o adultos conviene presentar el test como una prueba de
imaginación que permite apreciar las actitudes imaginativa del sujeto. Podemos decir, por
ejemplo:
“Imagina una película con las imágenes que has elegido y cuéntame la historia”
Es conveniente en la primera parte del test dejar que el sujeto cuente la historia sin
interrumpirle con preguntas. Sin embargo, a veces es conveniente pedirle que concrete lo
que cuenta señalando con el dedo los personajes de los que habla o mencionándolos por su
nombre a fin de que no se produzcan equívocos
Puesto que los temas están bien estructurados, puede establecerse como principio que
deben ser necesariamente vistos por el sujeto; cuando esto no ocurre hay que pensar que los
ha esquivado o que se ha utilizado un proceso de escotomización, negación de la realidad.
Si el sujeto tiene un suficiente sentido de la realidad dará relatos fieles a las láminas. Sin
embargo, la forma y orden en que las imágenes son retenidas, los sentimientos que atribuye
a los protagonistas, el modo de finalizar la historia y la forma en que asume los roles de la
misma, pueden ser expresión de su propia personalidad y de sus posibles conflictos.
- temas de analidad
- temas de culpabilidad
- sexos invertidos
- padre nutricio como la figura que asegura la subsistencia
- madre ideal
Tales temas surgen a lo largo de diferentes láminas unas a veces de manera clara y otras en
forma enmascarada y deben ser uno de los aspectos a considerar en la interpretación.
4. INTERPRETACIÓN
La interpretación se inicia con un análisis de lo esencial de los temas dados para cada dibujo
mencionando tendencias y defensas y también preferencias-identificación. En este análisis se
considera solamente lo esencial para establecer los temas dominantes, luego se procede a un
segundo análisis más profundo que permita la interpretación de todo lo recogido a la luz de los
temas dominantes.
Después se hace una síntesis de todos de todos los aspectos dominantes en Presentación de
Temas y Presentación-Identificación. Si hubiera posibilidad, se contrasta con los resultados de
otras pruebas.
Una importante regla a tener en cuenta es que dado el tema de cada lámina está bien
estructurado y es muy explícito, debe ser necesariamente visto por el sujeto. La experiencia
demuestra que cuando un tema parece no haber sido visto, en realidad es que ha sido evitado o
escotomizado. Es frecuente, por ejemplo, que la lamina Gamella el sujeto no describa la acción de
que PN está orinando en la comida de sus padres, pero ello no significa que no lo haya visto sino
que consciente o inconscientemente no quiere verlo.
A continuación se describen los temas principales de cada lámina y algunos de los resultados más
significativos que se han obtenido la muestra de tipificación inicial compuesta por 200 sujetos.
Cada lámina representa un contenido suficientemente explícito, que si es descrito fielmente por el
sujeto es indicio de que posee un buen sentido de la realidad.
Tema real: durante la siesta de sus padres y hermanos, PN orina ostensiblemente sobre la
comida.
Este tema es visto en el 53% de los casos, de éstos el 29% expresan intenciones agresivas
hacia los padres. Es muy frecuente que se esquive el tema (47% de los casos), sin contar
las esquivas parciales.
La imagen es muy atractiva: les gusta al 62% de los niños, aunque en muchos casos se
renuncia a la identificación del héroe.
Lámina 2: Abrazo
Lámina 3: Pelea
Tema real: PN y uno de los blancos se muerden ferozmente, el otro blanco huye en
dirección a los padres y éstos se acercan.
Este tema se ve en el 78% de los casos, sin diferencias entre uno y otro sexo. Una división
importante es que para el 46% de los sujetos la pelea es divertida y permitida, mientras
que para el 32% es culpable y va a ser sancionada.
El tema es evitado o escotomizado en el 21% de los casos.
La lámina sólo se rechaza en un 25% de los casos, pero es raro que sea descrita en primer
lugar.
Podemos encontrar en muchos casos el concepto de culpabilidad por agresión. La imagen
de pelea, aunque resulta atractiva, se asume con dificultad. La identificación de PN es la
más baja de las 16 láminas: sólo 24% de los casos.
Lámina 4: Carreta
Tema real: PN sueña que un hombre mete unos cerditos en una carreta. Uno es
empujado, se resiste y grita. Los padres, acompañados de dos cerditos pequeños, están
mirando.
Esta imagen se ve como sueño en el 65% de los casos y como realidad en el 35% restante.
En el 88& de los casos el tema es dramático: se llevan a los cerditos a la carnicería.
En ocasiones se considera que se llevan a PN, en este caso es visto como sueño el 76% de
las veces y como realidad el 66%, lo que significa una proporción inversa.
Cosa rara, la imagen es bastante atractiva: sólo se rechaza al principio en uno de cada
cuatro casos.
La identificación con PN es frecuente (42% de los casos) pero sólo excepcionalmente se
considera que van a matar a PN. El número de A y NA es similar pero es una de las cuatro
imágenes que con más frecuencia se considera la menos A (12% de los casos).
Lámina 5: Cabra
Lámina 6: Salida
Tema real: Un cerdito de identidad imprecisa, visto de espaldas, camina por una carretera
que conduce a la montaña, sin que se pueda ver la expresión de su rostro.
La imagen sugiere temas como la marcha y el retorno, es también frecuente el
sentimiento de soledad asociado a temas de frustración y abandono.
La marcha se ve como feliz en el 45% de los casos y como desgraciada en el 55% restante.
La lámina es atractiva pues sólo se rechaza en uno de cada cuatro casos e incluso con
frecuencia se elige la primera, sobre todo por los niños.
Es una lámina A (69% de los casos) y en muchas ocasiones (15%) se considera la más A. sin
embargo sólo en el 46% de los casos se identifica con PN.
Lámina 7: Vacilaciones
Tema real: La madre amamanta a uno de los cerditos blancos mientras que el padre come
con el otro. Nadie presta atención a PN, que está en un segundo plano, solo y en una
actitud equívoca, con el cuerpo dirigido hacia la madre y la cabeza hacia el padre.
El tema más frecuente es el de la exclusión de PN, privado de comer como los demás
(32%). A continuación aparece el tema de la esquiva (23%), el sujeto ve aquí una reunión
familiar o bien un juego, y declara que PN ya ha bebido. El tema de la ambivalencia es
poco frecuente (7% de los casos) y PN duda si debe beber con el padre o con la madre.
Con frecuencia es claramente significativo de una neurosis de duda.
La lámina es claramente A (76% de los casos) pero con una pobre identificación con PN
(27%).
Lámina 8: Ganso
Tema real: Un gran ganso amenazante con alas desplegadas atrapa a un cerdito
por la cola. Puedes ser PN o blanco, no lo sabemos. El cerdito intenta huir y llora.
Aparte, medio escondido por un murete, otro cerdito observa la escena.
La agresión de este tema no puede ser esquivada. La agresión se explica por la
maldad del pájaro o por la conducta del cerdo, que ha podido molestar al pájaro o
a sus crías.
El agresor puede ser un macho o una hembra. En caso de duda convendría
preguntarlo.
En ocasiones el agresor puede llegar a devorar a la presa.
Entre los temas que aparecen en esta lámina está el del castigo, representando la
autoridad que castiga al sujeto, y el de castración, jamás expresado directamente
pero con frecuencia oculto tras el simbolismo.
Es una de las láminas que produce más ansiedad, junto con la de Agujero y es la
que con menor frecuencia se califica como A (41%). En el caso de las niñas es la
que menos se elige como A (sólo 13%).
En un 70% de los casos se considera que el mordido es blanco, con sólo tres
identificaciones con el mordido, sin embargo, con frecuencia existe identificación
como espectador, de las que 29% de los casos como PN y 35% de los casos como
blanco.
Tema real: Dos cerditos juegan felizmente en el estiércol. Uno de ellos lo lanza contra la
cara del padre, el tercero observa. No se sabe cuál de los tres es Pata Negra.
La imagen evoca juegos sucios con una nota añadida de analidad agresiva contra los
padres, especialmente el padre. El pequeño que no se ensucia representa la formación
reactiva contra el sadismo anal.
En un 30% de los casos hay un tema de placer simple mientras que el tema de la
agresividad aparece en el 60% de los casos, ya sea contra el padre (34%) o contra la
madre (27%). Sin no está claro, convendrá preguntar al sujeto quién es el cerdo grande.
También aparece el tema depresivo en un 10% de los casos y el tema de esquiva por
identificación con el cerdo que no quiere marcharse.
Esta lámina es una de las menos elegidas en primer lugar, sobre todo en el caso de las
niñas.
Se considera con mayor frecuencia como NA (56% de los casos) que como A. por otra
parte, es con frecuencia la lámina elegida como menos A, sobre todo en las niñas (18%).
Tema real: Aparece la pocilga, de noche, iluminada por la luna y dividida en dos por una
valla. En un lado, dos cerdos grandes están uno junto al otro, en la otra parte dos cerditos
están acostados y el tercero de pie contra la valla mira hacia los grandes. No se sabe quién
es Pata Negra.
La respuesta habitual es que Pata Negra mira a sus padres con curiosidad (54% de los
casos).
Con frecuencia aparecen otros temas, por ejemplo, escotomización (25%), ya sea porque
se dice que no se a los padres, o porque se trata de extraños, o se ve a uno solo de los
padres o bien porque se rechaza la proximidad íntima (por ejemplos, están comiendo).
En el 12% los casos el tema es el reencuentro con los padres de los que Pata Negra se
siente tristemente separado. También aparece (9%) el tema de la marcha puesto que Pata
Negra mira si duermen sus padres para poder escaparse.
Esta lámina es poco atractiva y se rechaza en la mitad de los casos. Es una de las que con
menor frecuencia se describen en primer lugar, sobre todo el caso de las niñas.
Es una lámina poco A: sólo 41% de los casos.
Aunque normalmente se considera que PN es el cerdito que mira, su papel se asume con
dificultad: sólo hay un 38% de identificaciones con PN frente a 29% con los blancos y 14%
con los padres.
Tema real: La madre ha parido tres nuevos cerditos que maman mientras ella misma se
alimenta. Los granjeros la cuidan. En primer plano, separados por la madre por una
barrera, los tres cerditos miran con extrañeza. En el centro podemos reconocer a PN.
Este tema del nacimiento (86%) se acompaña con frecuencia de un tema de rivalidad
fraternal.
Otros temas que suelen aparecer son el de la agresividad contra la madre, debido a la
frustración, sobre todo en las niñas (10%), y la escotomización sea de la madre, de los
recién nacidos o de la lactancia (4%).
Esta lámina no suele ser rechazada y es una de las que con más frecuencia se eligen en
primer lugar (12% de los casos).
Es la lámina considera A con más frecuencia (80%).
El método P-I nos indica lo que debemos pensar de esta fuerte atracción pues está
sometida a la condición de no asumir el papel de primogénitos en situación de frustración.
En efecto, sólo hay un 26% de identificaciones con PN, el 12% de identificaciones con
blancos son ya una cierta evasión, pero sobre todo hay un 22% de identificaciones con los
recién nacidos, un 18% con la madre y un 16% con el granjero.
El tema real: es el mismo de lactancia 1, con los dos cerditos blancos que llegan corriendo.
En este caso el tema de la oralidad feliz se acompaña de un tema de rivalidad fraternal. En
efecto, este segundo tema es el dominante, ya que se señala en el 52% de los casos, con
mayor frecuencia entre los niños.
El tema de la escotomizacion aparece en el 35% de los casos y los de oralidad frustrada o
agresiva en el 9%.
Esta lamina es A (59%) pero, como se ha visto, con una consecuencia de escotomizacion
de la rivalidad. En todo caso nunca aparece como la lámina más A.
Las identificaciones con PN son frecuentes (42%) pero hay un 25% de identificaciones con
blanco y un 19% de identificaciones con la madre, lo que corresponde a un rechazo de
asumir al héroe que es más frecuente den el caso de las niñas.
Tema real: de noche a la luz de la luna vemos a PN medio hundido en un agujero con agua.
Es el tema de la soledad nocturna.
En un 77% de las ocasiones se considera que PN está perdido y en peligro; en un 23% se
piensa que PN está feliz, se pasea o se baña; también aparecen el tema de la culpabilidad y
la sanción o el tema de la desobediencia y la huida, que con frecuencia se liga al anterior.
La imagen es muy poco A (44%). En muchos casos se elige como la menos A, sobre todo
por los niños (13%).
Es también una de las láminas menos asumidas puesto que solo hay un 40% de
identificaciones con PN.
Se utiliza para que el niño explique, al final de la prueba, qué tres deseos pediría en su opinión PN
a un hada buena que pudiese concedérselos.
Esta lamina no existía en las primeras versiones del test de Corman. Después un gran número de
aplicaciones se consideró que era conveniente dar una mayor importancia a la figura del padre
para equiparlo al de la madre, que hasta entonces tenía un papel más destacado. Se consideró que
esta prevalencia de la madre tenía una consecuencia el subrayar las tendencias regresivas hacia la
oralidad. En esta lamina PN aparece con la figura del padre en una relación que se puede
considerar como “progresiva”. Al haberse añadido esta lamina con posterioridad no aparecen
pautas interpretativas ni en el manual original francés ni en los tres libros de Corman sobre este
test.
El héroe PN. El niño puede atribuir a PN la edad y el sexo que quiera. Es importante, como
veremos, el supuesto de la inversión del sexo. Con frecuencia el sujeto atribuye a PN el
sexo contrario al suyo propio y esto puede ser indicio de trastornos edipicos, sobre todo
en los varones. En cuanto a la edad, es frecuente que el niño atribuya a PN su propia edad
marcando así la identificación con el héroe. Es frecuente también que se atribuya a PN
edad menor, lo que es síntoma de la existencia de tendencias regresivas.
Los padres. Cuando los 2 cerdos grandes no son vistos como los padres sino como
extraños, primos o hermanos mayores, debe deducirse que existe problemas de relación
con sus propios padres.
Los hermanos. La aparición de 2 cerditos blancos, además de PN, ofrece al niño la
posibilidad de reflejar una serie de relaciones familiares con los hermanos, el primogénito,
el benjamín, los primos, la familia numerosa, etc. Pueden aparecer muchos tipos de
relaciones, conflictos, identificaciones. Los cerditos blancos pueden ser rivales, pero
también es posible que el sujeto se identifique con ellos en su fuero interno. Hay que
tener en cuenta que en la proyección las relaciones del sujeto con los de más se organizan
por medio de identificaciones. La identificación con los dos cerditos blancos se puede
presentarse de diversas formas.
- Los blancos son hermano y hermana de PN. Es el caso más frecuente. El examinador
comparará con la familia real del sujeto.
- Los blancos no son vistos como hermanos sino como compañeros o desconocidos.
Aquí se puede deducir que el niño proyecta su deseo de estar solo o su miedo a ello.
- Supresión de hermanos reales en la proyección. Puede indicar deseo de ocupar su
lugar.
- Proyección en dos personajes distintos, uno bueno y otro malo. Esto sucede sobre
todo cuando hay conflicto entre su personalidad y algunas tendencias.
- Si las edades que el sujeto asigna a PN y a los blancos no coinciden con la suya o a las
de sus hermanos, puede considerarse que son edades punta de fijación.
La defensa del yo. La descripción que el niño hace de esta lamina esta dictada por sus
tendencias profundas. La distribución de los personajes puede mantenerse sin cambios
durante todo el test, lo que es reflejo de una cierta rigidez del yo, pero es más frecuente
que vaya cambiando de unas láminas a otras. Esto puede deberse a que en cada imagen
prevalece el sentido de la realidad o a que el intento del sujeto de instaurar una
constelación familiar conforme a su deseo despierta en él un sentimiento de culpabilidad
que obliga a intervenir a la censura del yo.
4.4 INTERPRETACIÓN DE LOS GRANDES TEMAS
En primer lugar, se sigue el orden habitual de los temas derivados de los principales
estadios del desarrollo infantil: el tema oral, el tema anal y el tema edipico.
En segundo lugar, estudiaremos el muy importante tema de la agresividad que no
presenta una cronología determinada puesto que puede darse en todos los estadios
dándoles una coloración especial: tema sádico- oral, tema sádico- anal, tema de la
rivalidad fraternal y tema de la rivalidad edipica.
En tercer lugar, tenemos en cuenta que otro tema importante es el del conflicto entre
dependencia e independencia, que con frecuencia aparece en los fantasmas de la marcha
o de la huida.
En cuarto lugar, el tema de la culpabilidad que puede llegar a ser un tema más grave de
tipo depresivo, que también puede afectar a todas las edades. Dentro de este apartado
hay que tener en cuenta el tema especial de la Mancha negra.
Por último, se abordará el estudio de algunos temas menos conocidos Como el tema de
los sexos invertidos, el del padre nutricio y el de la madre ideal.
4.4.1. Oralidad
Aparece de forma abierta cuando la tendencia oral se expresa en forma Clara, ya sea como avidez
oral, ya de forma más pasiva. La avidez oral se expresa sobre todo en las láminas lactancia 1,
lactancia 2, cabra, mamada y vacilación.El comportamiento pasivo- regresivo de la fijación oral es
también muy frecuente y se expresa clínicamente por una falta de dinamismo tanto en casa como
en el colegio. El tema sádico-oral suele aparecer cuando se produce una frustración en la fase oral
activa, cuando el niño ya tiene dientes y es capaz de morder, y muestra una fuerte hostilidad
contra el responsable de la frustración, la madre o el hermano rival.
En muchas ocasiones la oralidad se encuentra censurada por la defensa del yo. Entonces deja de
ser una oralidad feliz y confiada para convertirse en triste y pesimista.
Los niños con una fijación oral expresión temor a ser castigados o privados del alimento y en
grados más acusados de ser devorados o de morir de hambre y sed. Asimismo, la depresión se
presenta a menudo como una forma de agresividad dirigida contra uno mismo.
4.4.2 Analidad
En el Pata negra Hay dos láminas que estimulan Especialmente los temas anales: gamella y juegos
sucios.
Generalmente no aparecerá una expresión Clara de esta tendencia, sino que la encontraremos
alterada por los mecanismos de defensa. Estos niños suelen presentar un conflicto entre
tendencia y censura. Veamos por ejemplo la descripción de Gamella efectuada por un niño de 12
años: PN hace pis en la comida de sus padres para molestarles, porque no les quiere.
4.4.3. Sexualidad
Varias de las láminas de pata negra facilitan la aparición de temas relacionados con la sexualidad:
Abrazo es la lámina más A (76%), sobre todo en el caso de las niñas (82%). La acción tiene
lugar a luz del día en forma sencilla y dulce, por lo que la mayor parte de los niños no
tienen problema en describirla ni en identificarse con alguno de los personajes. Es por
tanto muy eficaz para poner de relieve ciertas tendencias como los celos edípicos, la
rivalidad fraternal y la agresividad contra los padres. La lámina camada produce también
resultados similares.
Noche sugiere temas análogos, con el matiz inquietante que produce la situación
nocturna; a menudo, evoca en el niño el lado misterioso del cuarto de los padres. Con
frecuencia es una lámina rechazada y considerada NA. La culpabilidad del cerdito que mira
suele traducirse en un rechazo de la identificación.
Sueño M y sueño P se relacionan también con el tema de díptico puesto que representan
el objeto del amor (padre del sexo opuesto) o el ideal del yo (padre del mismo sexo).
Suelen ser laminas A y en una situación normal la identificación del niño se hace con PN
soñando con el padre de sexo opuesto o con el padre que representa el ideal del yo. Pero
no es raro que las imágenes sean rechazadas y consideradas como NA, lo que indica que
los sueños son culpables y censurados por el Supero Yo.
Cuando el tema edípico es fuerte puede aparecer también en otras laminas como en las
de lactancia, qué pueden reflejar una relación erótica.
Camada evoca el tema del nacimiento y al mismo tiempo el de los posibles celos de los
mayores que se sienten desplazados. No es raro que se siente después de noche pues el
niño percibe la relación existente entre la intimidad de los padres y el nacimiento. Suele
ser A pero la identificación con PN o uno de sus compañeros No es muy frecuente (38%)
puesto que se encuentran en una posición desventajosa. Son frecuentes las
identificaciones de evasión: 18% con la madre 16%, con el granjero y 22% con los recién
nacidos.
Ganso, aparte de su faceta de castigo o de agresión contra un hermano, puede contener el
tema de la castración que, por supuesto, no suele expresarse de forma abierta.
4.4.4. AGRESIVIDAD
Es sabido que las fases pregenitales incluyen una tendencia impulsiva a destruir todo lo
que constituye un obstáculo y que esta tendencia se agudiza en caso de frustración,en
general padres y hermanos.
La agresividad contra los padres se expresa claramente en las láminas Gamella y Juegos
sucios y, en ambos casos, se relaciona con el sadismo anal. Cuando la carga agresiva
contra los padres es muy fuerte, Esta puede aparecer en láminas que en principio no
parecen contener la como es el caso de lactancia y camada.
La rivalidad fraternal aparece con frecuencia en el test pata negra, el laminas tales como
pelea, carreta, vacilación, ganso, camada y lactancia 2. Esto no puede extrañarnos porque
sabemos que este aspecto es uno de los motores más potentes de la vida infantil y una
fuente habitual de conflictos. Gracias a esta rivalidad el niño aprende a vivir en común, la
necesidad de tener en cuenta los demás, la necesidad de compartir y el concepto de
competición social. Por esta razón, el hijo único cuenta con menos armas para esta
competición y suele estar peor adaptado a la vida social.
Al mismo tiempo, cuando esta rivalidad no está bien resuelva, es causante de la mayor
parte de los conflictos y dramas de la edad infantil. En ocasiones este tema aparece con
mucha claridad, por ejemplo, en Carreta (el granjero va a matar a los recién nacidos
porque son demasiadas bocas a alimentar),o reflejando los problemas del primogénito
sacrificado o del niño huérfano (en este caso, PN puede ser excluido desde el inicio
diciendo que los dos cerdos grandes son padres sólo de los dos pequeños blancos).
También pueden aparecer temas ocultos como el del niño que querría ser hijo único. Una
faceta muy interesante la rivalidad fraternal se da cuando aparece la identificación con el
rival que,a su vez, puede presentar manifestaciones diferentes como la identificación
regresiva o la identificación con el sexo opuesto.
4.4.5. Conflicto dependencia-independencia
Este conflicto es muy importante en el desarrollo del niño; Por una parte, nace débil y
necesitado de protección, Pero a medida que crece necesita una vida más activa y aspira
liberarse de esta dependencia inicial. Hay dos láminas particularmente significativas en
este caso: salida y agujero. Estas imágenes revelan en muchos casos sentimientos de
exclusión y soledad. Agujero es en sí misma una lámina Trágica y el 77% de los sujetos
declaran que PN es desdichado, lo que en muchos casos se acompaña también de una
idea subyacente de culpabilidad y Castigo. El caso de salida es un poco diferente puesto
que con frecuencia se considera A y podría satisfacer las tendencias de independencia de
la mayor parte de los niños, Pero estas tendencias resultan ser con frecuencia
fuertemente culpabilizadoras. El conflicto entre el deseo de ser protegido y recibir
alimentación de los padres y la tendencia a hacer escapadas y poder un día retar al poder
del padre supone un conflicto que se presenta con gran frecuencia en los niños, incluidos
los que siguen un desarrollo normal. Este conflicto es muy importante en el desarrollo del
niño; Por una parte, nace débil y necesitado de protección, Pero a medida que crece
necesita una vida más activa y aspira liberarse de esta dependencia inicial. Hay dos
láminas particularmente significativas en este caso: salida y agujero. Estas imágenes
revelan en muchos casos sentimientos de exclusión y soledad. Agujero es en sí misma una
lámina Trágica y el 77% de los sujetos declaran que PN es desdichado, lo que en muchos
casos se acompaña también de una idea subyacente de culpabilidad y Castigo. El caso de
salida es un poco diferente puesto que con frecuencia se considera A y podría satisfacer
las tendencias de independencia de la mayor parte de los niños, Pero estas tendencias
resultan ser con frecuencia fuertemente culpabilizadoras. El conflicto entre el deseo de ser
protegido y recibir alimentación de los padres y la tendencia a hacer escapadas y poder un
día retar al poder del padre supone un conflicto que se presenta con gran frecuencia en
los niños, incluidos los que siguen un desarrollo normal.
4.4.6. Culpabilidad
Es frecuente que los sujetos examinados se proyecten sobre un héroe al que no adjudican su
propio sexo. Esto ocurre sobre todo en el caso de las niñas y mucho más raramente en el de
los niños. La frecuencia y la importancia psicológica de estas inversiones de sexo justifican
el método de aplicación libre que preconizamos. Las niñas que se identifican con niñas
asumen en general mejor sus tendencias que las niñas que se identifican con niños. Por
ejemplo, se identifican más a menudo con PN (44% de los casos), mientras que se
identifican con PN sólo el 36% de las niñas que se identifican con niños. Es mucho más
raro que los niños se identifiquen con niñas y por ello esta situación resulta mucho más
significativa. Los niños que se identifican con niñas no sumen sus tendencias, y sólo se
identifican con PN en el 22% de los casos, mientras que los niños que se identifican con
niños lo hacen en el 44%. Los niños que se identifican con niñas destacan por ser los que
proporcionan más respuestas de esquiva.
La libertad de proyección que proporciona este test reveló que en ocasiones los papeles de
los papeles de los padres se invierten y el padre aparece como nutricio. Fue una gran
sorpresa la primera vez que un niño dijo que la gran cerda con mamas era el padre y que el
gran cerdo blanco era la madre, y la sorpresa aumentó al comprobar que esta inversión se
mantenía durante toda la prueba (En lactancia 1: El padre da de mamar a PN).
El tema de la frustración aparece con frecuencia en el test, sobre todo cuando el niño ha
mantenido una mentalidad infantil y no ha aprendido a tolerar esa frustración. El niño suele
sentirse frustrado por la madre, a quien, como madre nutricia exige todo y quiere tenerla
para sí solo sin compartirla con otras personas. Esta reivindicación se exalta naturalmente
por la rivalidad fraternal y también, sobre todo en las niñas, por la rivalidad edípica. El
niño, con la plasticidad de su edad, confunde fácilmente sus deseos con la realidad y si
sufre una frustración maternal puede forjar la imagen de una madre ideal que no es
frustrante y que cumple todos sus deseos. El tema de la madre ideal puede dar lugar
también a la madre de sustitución y al tema de las dos madres.
Rechazando una realidad penosa y estableciendo una familia ideal para el sujeto.
Cediendo ante la presión del medio familiar y social y esforzándose por sustituir lo
ideal por la realidad, corrigiendo así las desviaciones anteriores.
Según predomine una forma u otra se puede valorar el grado de madurez del Yo.
Cuando una conducta patológica está motivada por un complejo inconsciente, este
complejo se expresará en la proyección por medio de un tema especial. Si se trata de un
complejo rechazado, suscitará en el Yo mecanismos de defensa, que se manifestarán
igualmente en el tema.
Una lectura de los relatos obtenidos permitirá apreciar si el sujeto ha dado descripciones
comunes u originales. En este sentido existe para ayudar a la interpretación, la regla de la
originalidad que dice:
<<Cuando un tema se separa del esperado o común por su originalidad, debe considerarse
que es significativo de algún problema>>.
La reacción afectiva al tema puede ser extravertida, con fuerte expresión de las tendencias,
alegría y apasionamiento, o introvertida, con grandes silencios ante las láminas, tono de voz
bajo y accesos de tristeza.
Los temas francos proporcionan relatos ampulosos que no pueden dejar de llamar
la atención al psicólogo. Se les llama temas 3A porque en ellos las láminas son
aceptadas, agradables y asumidas. En términos habituales son respuestas fuertes.
En los temas encubiertos predomina la defensa del Yo, que encubre las tendencias
hasta hacerlas desaparecer, a veces completamente, de tal modo que sólo se pueden
localizar con un análisis profundo.
Para descubrir estos temas resulta de gran utilidad el método de Preferencias-Identificación
pues es al establecerlas cuando, de ordinario, se revela el tema.
Al valorar las tendencias se tiene en cuenta la fuerza con que se expresan. En el caso de
temas encubiertos las tendencias aparecen como débiles y hay que tener mucho cuidado
con ello a la hora de interpretar, pues para valorar la tendencia es preciso tener en cuenta el
conflicto defensa-tendencia.
El sujeto puede elaborar una historia con todas las láminas. Es el tipo de respuestas más
fácil de valorar pues normalmente se puede pensar que esta historia se relaciona con sus
preocupaciones dominantes. Este tipo de elaboración supone una cierta capacidad de
integración del tema que sólo se adquiere con la edad. Otras veces el sujeto no retiene más
que un dibujo y sobre él construye una historia, como en una simplificación del caso
precedente. Se puede pensar que el dibujo ejerce sobre él una especie de fascinación que
generalmente es afín a su preocupación dominante.
Lo más frecuente es que el sujeto describa los dibujos sin orden aparente y sin un lazo
visible que una los temas. Estudiando atentamente este tipo de respuestas se advierte que,
tras la aparente irracionalidad, existen lazos muy sutiles de orden afectivo.
Las tendencias se valoran de la forma clásica, según la fuerza con que se expresan. El
examinador estará atento, pues en el relato de un sujeto, en conjunto vulgar, puede surgir
una tendencia sorprendente por su fuerza. Esto suele suceder en sujetos que tienen una
forma de defensa obsesiva, a los que una provocación un poco más fuerte por parte del
dibujo les hace salir de sí mismos y traicionarse.
Las respuestas se dan a veces con un acento afectivo particular; en estos casos puede
afirmarse que aunque los temas parezcan triviales tienen importancia para el sujeto. Cuando
la identificación va unida a una viva ansiedad, los relatos suelen hacerse con voz apagada
que pone de manifiesto la emoción depresiva.
Después se reconstruyen las relaciones del sujeto con las figuras paterna y materna.
1. Los temas encubiertos corresponden a las tendencias que tienen mayor importancia
psicológica.
2. Las tendencias expresadas abiertamente pueden ser el telón con que se ocultan otras
tendencias que han sido rechazadas. Es frecuente, por ejemplo, que no aparezcan
tendencias edípicas y se ponga especial acento en las tendencias orales o anales. En
estos casos se precisa mucha atención para apreciar la significación erótica
encubierta con imágenes orales o sádico-anales.
El Super Yo adicta al Yo los ideales y las prohibiciones. Se constituye a los 5 o 6 años por
introyección de la autoridad paterna. Cuando esto sucede en condiciones favorables, sin
conflicto, en Super Yo se funde con el Yo (adaptación) para dictar al sujeto una conducta
correcta, conciliando las necesidades instintivas y las exigencias del medio educativo.
Cuando el sujeto Yo es débil las pulsiones se satisfacen de forma primitiva; cuando es
fuerte, las pulsiones son objeto de castigo, a veces tan fuerte que parece desproporcionado;
en estos casos se suscita en el Yo la “angustia de culpabilidad” y hace que la prueba se
desarrolle en un clima de inhibición ansiosa.
En ocasiones, en la lámina portada se plantea ya el problema del sujeto que quisiera ser hijo
único, y la nostalgia de una madre exclusiva para él aparece luego a lo largo del test.
Es preciso tener en cuenta esta interacción; nunca la interpretación puede ser adecuada si se
olvida la situación clínica que ha aconsejado su utilización, ni esta puede ser
frecuentemente aclarada si no se ahonda en las motivaciones que un método proyectivo
puede poner de manifiesto.
Edipo, según cuenta la tragedia griega, fue fatalmente conducido por el destino a matar a su
padre y a casarse con su madre. Luego, cuando supo la verdad de lo ocurrido, se arranco los
ojos para castigar su doble crimen.
Para Freud este drama edipico se en todos los hombres sin excepción y constituye un
acontecimiento capital que marca la formación de la personalidad desde la infancia a la
edad adulta.
Una constante del despertar a la vida sexual es la atracción incestuosa del niño por su
madre y el deseo agresivo de eliminar a su padre y ocupar su lugar. Lo mismo ocurre en el
caso de la niña.
Otra constante es que el conflicto provocado por dichas tendencias en el niño es fuente de
ansiedad y de sentimientos de culpabilidad más o menos intensos.
Uno de los grandes descubrimientos de Freud es haber demostrado que este trama edípico
constituye el origen de la mayoría de las neurosis, pero además el drama edípico no es algo
exclusivo de los enfermos que sufren de neurosis también se da en los individuos normales
pero con una diferencia esencial que en estos últimos el drama permanece en el
inconsciente. No se manifiesta en la conducta sino en los sueños para quien sabe
interpretarlos. En los neuróticos en cambio perturba más o menos gravemente el equilibrio
de la personalidad y su adaptación social.
Cuando las cosas no ocurren así cuando el yo es débil frente a las pulsiones. El crimen y el
incesto son posibles. El dinamismo de las pulsiones reprimidas no se ve por ello reducido
en lo más mínimo solo su actualización en la conducta se ve obstaculizada por un muro de
contención. La prueba de ello está en que cuando cede el obstáculo las pulsiones instintivas
desbordan. Esto ocurre cada vez que se relaja la defensa del yo como en los sueños que
exteriorizan las pulsiones edípicas prohibidas cuando estamos despiertos.
La inhibición represora tiene una doble consecuencia: por una parte, la energía reprimida de
las pulsiones no puede utilizarse, y por otra, el yo se ve obligado a emplear buena parte de
su fuerza para mantener la represión. Esta pérdida de energía por partida doble explica el
estado crónico de cansancio y la falta de creatividad de los individuos neuróticos.
La situación edípica forma parte de la evolución normal del ser humano. Entre tres y cuatro
años, el niño llega a la fase sexual de su primer desarrollo, cuando surgen nuevos deseos a
partir de la diferenciación entre los dos personajes parentales, confusos hasta aquel
momento.
En relación con su propio sexo, experimenta entonces las nuevas tendencias pulsionales:
atracción erótica hacia el padre del otro sexo, rivalidad agresiva hacia el del mismo sexo.
Siempre que estas tendencias sean moderadas y no rompan el equilibrio familiar, el niño
puede vivirlas sin culpabilidad y sin que obstaculicen el desarrollo interior de su
personalidad. Tal es la que nosotros denominamos situación edípica, que puede
considerarse, como hemos dicho, una situación normal
LA SITUACIÓN EDÍPICA
Es muy corriente que el niño quiera tener a su madre sólo para él. La presencia del padre le
contraría y se enfurruña cuando éste se muestra cariñoso con su madre, o bien se escurre
entre los dos. No disimula su alegría cuando su padre se ausenta y se queda solo con su
madre. A menudo expresa en voz alta sus sentimientos y dice a su madre que quiere
casarse con ella. Añadamos que lo que manifiesta el carácter sexual de estos sentimientos
es que el niño manifiesta por su madre una curiosidad erótica que no puede disimular:
insiste en dormir con ella y quiere verla en el cuarto de baño; le levanta la falda y puede
manifestar, cuando ella lo besa o lo acaricia, signos claros de excitación sexual.
Recíprocamente la niña declara su amor al padre, quiere apartar a su madre y para
conseguirlo desarrolla tempranamente su coquetería como medio de seducción.
Cuanto más pequeño es el niño, más fácilmente tiende expresar sus sentimientos edípicos,
del mismo modo que se desnuda sin pudor delante de los demás. Pero a medida que con el
desarrollo de las defensas del yo van controlando las pulsiones, cada esperar cada vez
menos formulaciones de este tipo. En efecto, el control obliga a las pulsiones salvajes a
socializarse, y en consecuencia a expresarse de manera mucho más aceptable.
Cuando la edad del niño ha reforzado la censura del yo hasta el punto de que no podemos
esperar la expresión franca de los sentimientos edípicos, puede probarse la existencia de
estos colocando al sujeto en una situación que debilite la censura y permite así la expresión
de lo reprimido.
La situación edípica, aunque constituye un estado normal, no puede evitar cierta ansiedad
ante las amenazas que suscita por parte de los padres, casi siempre dispuestos a castigar
cualquier manifestación sexual, especialmente la masturbación. El miedo al castigo es con
todo moderado y no rebasa aquí que el yo del niño, considerando su edad, es capaz de
soportar. Produce además, otro efecto: obligar los sentimientos edípicos a no sobrepasar los
límites aceptables.
Este miedo no es igual en el niño y en la niña, puesto que el niño conserva el mismo objeto
de amor ya que amaba a su madre como nodriza y la quiere ahora como mujer. En el caso
de la niña, se produce un cambio en el objeto amoroso, ya que la rivalidad agresiva se
dirige ahora contra el antiguo objeto amor, es decir la madre. El resultado es que el niño
tiene sobre todo miedo a que el padre castigue su deseo con la castración, y que tal amenaza
se formula concretamente cuando se sorprende al niño masturbándose. Pero incluso no
formulada, el niño presiente siempre la amenaza, debido a la vuelta de su agresividad
contra sí mismo. Diferentemente, la niña teme sobre todo que sus sentimientos hostiles
contra su madre provoquen su rechazo. El miedo del abandono, de la pérdida del amor
protector substituye entonces el miedo de castración del niño.
El niño experimenta la rivalidad con su padre y quiero ocupar su lugar. Pero también hay
que decir que siente por él sentimientos de admiración y afecto. No es menos exacto decir
que se halla atado amorosamente a su madre, pero expresa contra ella su agresividad
cuando debe soportar penosamente las frustraciones que le impone.
De modo parecido, si la niña entra en rivalidad con su madre y la desea eliminar para gozar
ella sola de la presencia paterna, también se halla íntimamente unida a ella por los lazos
afectivos que datan del nacimiento. Y al contrario, no es raro que el atractivo de la niña por
su padre se vea contrarrestado, en caso de decepción, por sentimientos marcados de
hostilidad.
Esta mezcla de sentimientos opuestos hacia la misma persona del padre o madre se llama
ambivalencia y es una constante en la primera niñez.
En el Edipo positivo, la rivalidad agresiva del niño hacia el padre se mantiene en primer
plano, mientras que las tendencias amorosas pasivas hacia el padre son reprimidas y en el
Edipo negativo es la agresividad contra el padre la que es reprimida, mientras que se
desarrollan conscientemente los sentimientos de amor hacia él.
Se ha hablado a menudo de los lazos afectivos que vinculan a un niño con su familia, sin
tomar plena conciencia de lo que en realidad significa esta expresión.
Significa que el niño está atado y que para conseguir su autonomía, tendrá que desatarse de
estos lazos. El niño deberá transformar su deseo sexual de la madre en pura ternura y su
odio por el padre en competición e identificación. La niña tendrá que renunciar a su amor
sensual por el padre cambiándolo por un simple afecto, y su rivalidad con la madre
convertida en identificación.
Durante el periodo de latencia, que va de los seis hasta los once años, el yo fortifica su
empresa, facilitado en esta tarea por la disminución de intensidad las pulsiones, tanto
agresivas como eróticas.
La superación del Edipo comienza, pues, en este período, pero no se realizará plenamente
hasta la pubertad, cuando el adolescente, para poder alcanzar la autonomía del adulto, debe
imponerse como tarea esencial de su vida el desligarse de los fuertes lazos que le unen a sus
padres.
3. EL SUPER YO
La superación del Edipo nos hace asistir a la formación del super yo, instancia de la
personalidad que resulta de la identificación con el padre del mismo sexo, realizada
mediante una introyección. Cuando el super yo está constituido, los ideales y las
prohibiciones de los padres, en lugar de imponerse al niño desde el exterior, se le imponen
desde el interior por una voz que dicta al yo que está bien y lo que está mal.
Es normal que el niño se identifique con el progenitor que le ha infligido las frustraciones
más fuertes. De ello se deduce que el super yo del niño debería ser del tipo paterno, y el de
la niña del tipo materno. Pero todo esto sólo es cierto grosso modo y, la mayoría de las
veces el super yo toma sus caracteres de ambos progenitores
Cuando las pulsiones agresivas del niño son fuertes, su represión se completa a menudo
mediante una proyección de defensa sobre el progenitor contra el cual se dirige la
agresividad. De aquí que éste sea visto por el niño como más agresivo de lo que en realidad
es. Mediante la introyección se estructura entonces un super yo cuya severidad no
corresponde a la severidad real del progenitor, sino la maldad del niño.
Cuando el super yo está constituido, el tema de las sensaciones parentales se cambia por el
temor al super yo, y la ansiedad ante la amenaza exterior cede al sentimiento interior de
culpabilidad.
El superyó es mucho más fuerte que el yo, puesto que representa la todopoderosa autoridad
paterna. De aquí deriva el que sea capaz de hacer fracasar la fuerza de los instintos y
ordenar al yo que desarrolle las contrapulsionesqué llamamos formaciones reactivas.
Asistimos entonces al establecimiento de las referencias morales y estéticas del yo, a la
aparición de la docilidad, de la limpieza, del pudor, del orden, del sentimiento del deber,
compensando las tendencias contrarias que dominaban hasta entonces. Todo esto se
manifiesta entre los 6 y los 11 años por un importante cambio de carácter e incluso puede
observarse en una edad más temprana sobre todo en las niñas que son desde este punto de
vista más precoces que los niños.
A menudo es muy difícil separar las manifestaciones edípicas de las que están en relación
con la rivalidad fraterna. Es muy cierto que para un niño en el estadio edipico, el
nacimiento de un hermano puede avivar los sentimientos de celos que siente por el
progenitor de su sexo, frustrándolo al mismo tiempo en sus buenas relaciones afectivas con
el progenitor del otro sexo. Frecuentemente en tales casos el niño hubiera querido ocupar el
lugar del padre y tener un hijo con su madre y la niña Igualmente hubiera deseado
reemplazan a su madre teniendo un hijo con su padre. Cuando el clima familiar y las
circunstancias son favorables esto no llega hacer ningún drama. Pero en ciertos casos en se
dan todas las condiciones para crear un conflicto edípico serio.
Los sentimientos agresivos de celos pueden desplazarse de los padres hacia los hermanos y
hermanas, de manera análoga pueden desplazarse también los sentimientos positivos de
afecto. Es frecuente que en familias con varios hijos, algunos se enamore de una hermana,
sobre todo cuando ésta es la mayor y puede constituir un sustituto natural de la madre. Así
mismo algunas niñas se enamoran de sus hermanos mayores. Parece fuera de duda que las
pulsiones incestuosas ya sean tiernas o agresivas son mucho menos censuradas cuando se
experimentan en relación con los hermanos que con los padres.
Como corolario veremos que el Edipo suscita conflictos más intensos en el hijo único que
en los hijos de familia numerosa, por el hecho de que el hijo único está más estrechamente
pegado a sus padres y no puede desplazar sus efectos sobre la fratría.
Para que se realice la necesaria superación del Edipo, hace falta que el yo del sujeto sea
dueño de la situación conflictiva y consiga resolverla de la mejor forma posible en la
adaptación familiar y social.
Se dice normalmente que las pulsiones agresivas contra el progenitor del mismo sexo son
las que origina la culpabilidad edípica y la represión. Pero en muchos casos las pulsiones
amorosas dirigidas hacia el progenitor del otro sexo contribuyen también a ello.
Cuando hay represión y complejo de Edipo el Súper yo se manifiesta entonces con más
severidad y particularmente bajo su aspecto prohibiente. La censura que impone las
pulsiones originan las fuertes y angustiantes sentimientos de culpabilidad que atormentan al
yo. Aquí radica lo que se ha llamado masoquismo moral: el yo para apaciguar el súper yo y
obtener en cierta manera su perdón, se castiga a sí mismo de diversas formas. Este
autocastigo puede traducirse en fracasos continuos, mediante lesiones o accidentes
deseados inconscientemente e incluso por medio de enfermedades.
Sabemos que en cierta medida estas formaciones reactivas forman parte de la evolución
normal y desempeñar un papel en la superación del Edipo. Se instauran entonces de forma
progresiva y tienen una acción limitada, es decir que no paralizan el juego de las
tendencias instintivas y de la sublimación.
Pero la gran diferencia entre el estado normal y el estado patológico está en que en los
casos de represión las formaciones reactivas del yo tienen un carácter desmesurado se
muestran con una rigidez inadaptada la realidad cambiante llegando a bloquear cualquier
impulso. Además en correlación con la procedente se instauran frecuentemente de una
forma brutal hasta el punto de transformar completamente en varios meses el carácter de un
niño.
Existe en cada ser una bisexualidad inicial tanto fisiológica como psicológica: todo niño es
un poco niña y toda niña es un poco niño. Si más tarde con el progreso del crecimiento el
sexo dominante se afirma su predominancia nunca es exclusiva y en todo adulto hombre o
mujer persiste un componente bisexual.
Esta bisexualidad nos lleva a pensar que si el niño siente hacia su padre a la vez odio y
amor es porque es al mismo tiempo niño y niña y se comporta consecuentemente.
Esta ambivalencia se resuelve por la afirmación de la primacia del sexo dominante. Pero
hay casos opuestos en los que se resuelve por una inversión de los sentimientos edípicos
habituales. Es decir que el niño, como si fuera una niña se enamora de su padre y se vuelve
hostil hacia su madre y por su lado la niña como si fuera niño se enamora de su madre y
detesta a su padre.
Esta inversión del Edipo debe ser considerada por una defensa del yo contra las pulsiones
edípias fuertemente cargadas de culpabilidad
Por lo que se refiere al niño la culpabilidad de sus sentimientos edípicos le hace temer la
venganza del padre que podría privarle de su virilidad. Cuando este miedo de castración es
muy intenso provoca la inversión del Edipo para preservar su órgano viril el niño renuncia
a la función que este órgano ejerce acepta la castración funcional y en lugar de tener hacia
su padre una actitud viril activa adopta al igual que una niña una actitud de sumisión
pasiva. Desde este momento siente a la madre como rival en su amor hacia el padre. Tal
como hemos dicho esta inversión se ve muy facilitada cuando el componente femenino
innato es importante ya que favorece la identificación del niño con una niña
Por el contrario existen numerosos casos en que se produce un conflicto interior entre las
tendencias femeninas y el yo, que se mantiene fijado en profundidad a las prerrogativaa
viriles. Los sentimientos y el comportamiento femenino suscitan entonces en el alma del
niño una rebelión que se traduce en una nueva expresión, dirigida esta vez contra las
pulsiones femeninas que se ven desplazados por actitudes hiperactivas e hiperagresivas.
El Edipo invertido del niño realiza las condiciones necesarias para la homosexualidad
pasiva. Pero la evolución hacia esta perversión no es de ninguna manera ineludible: desde
la infancia a la adolescencia y edad adulta pueden operarse varias transformaciones,
susceptibles de modificar el equilibrio de las tendencias sexuales.
3. LA REGRESIÓN
El caso de regresión ante el Edipo es uno de los más frecuentes y notables. Cuando el
conflicto edípico es generador de tal angustia y culpabilidad que el yo del niño no puede
soportarlo la defensa más segura consiste en volver hacia el pasado hacia uno de esos
momentos privilegiados de la vida, cuando no existían todavía conflictos de este tipo. Esto
ocurre en virtud de la ley del mínimo esfuerzo y también por exigencia de seguridad: lo
desconocido da miedo, lo conocido tranquiliza. Ahora bien la experiencia edípica hace
penetrar al niño en un mundo de nuevos sentimientos y aventuras que implica múltiples
riesgos. Por el contrario la regresión le aporta la seguridad de las relaciones familiares
consolidadas tales como las de los primeros meses de la infancia como la madre nutricia.
Conviene resaltar que esta regresión no se produce al azar, se ve favorecida por puntos de
fijación, periodos de la vida de los que el niño ha quedado fijado por una parte más o
menos importante de su ser y que constituye por este hecho verdaderas invitaciones para
regresiones ulteriores.
Dos de estos períodos se ven privilegiados en virtud de su importancia: son la fase oral y la
fase anal
Esta fijación oral puede depender de las circunstancias de la lactancia. Tiene tendencia a
producirse tanto los niños que han sido demasiado gratificados como los que han sido
frustrados: ambos reinvindican sin cesar alimento y amor materno. Pueden también
depender de la constitución y innata en niños enclenques, dotados de poca expansión vital.
Tales niños tienen siempre dificultad en salvar los obstáculos y superar la condición
privilegiada de su primera infancia.
La fijación anal: contiene un apego persistente al periodo inicial del control esfinteriano,
cuando los niños puede jugar caprichosamente con sus excrementos, ensuciarse cuando y
donde desean, o por el contrario aceptan disciplinarse por el amor a sus padres. Aquí
también la fijación puede depender de ciertas predisposiciones constitutivas. O bien estar
ligadas a las condiciones en las que se ha hecho la educación de la limpieza, ya sea que el
niño haya prolongado demasiado los placeres anales, ya sea por el contrario que haya sido
privado demasiado pronto o demasiado brutalmente del mencionado placer.
Es frecuente que las pulsiones edipicas reprimidas efectúen una regresión al estadio oral o
al estado anal: las relaciones del Edipo se expresan entonces en términos de oralidad o
analidad. De esto resulta que ni el sujeto, ni su entorno, ni el mismo psicólogo si desconoce
el psicoanálisis, pueden reconocer en aquellas tendencias que se trata del Edipo. Es muy
frecuente que el niño fijado en el estadio oral conciba las relaciones íntimas de sus padres
como si se tratara de una comida. En el estadio anal, las relaciones íntimas son imaginadas
como una penetración anal, o bien se experimenta la micción como un equivalente de la
eyaculación (lo cual nos aclara la significación sexual de muchas enuresis nocturnas).
Se dan casos en los que la regresión afecta a todas las instancias de la personalidad, no
solamente a las instancias instintivas, sino también al yo. De ello resulta que el sujeto,
vuelto de nuevo totalmente a su infancia, se encuentra en una situación de infantilismo,
completamente sometido al principio del placer, y se comporta de un modo perverso. Su
conducta asocial no corresponde a lo que cabría esperar de su edad.
En otros casos, la regresión es solamente parcial: afecta a las tendencias instintivas pero no
al yo. Este, garante del principio de realidad y de adaptación, conserva un sentimiento
oscuro del conflicto que ha provocado la regresión de las pulsiones edipicas así como de la
culpabilidad inherente a ello.
Cabe también subrayar que la lucha entre el yo y las pulsiones que han experimentado una
regresión se expresa a menudo mediante el conflicto dependencia-independencia.
A continuación veremos que este conflicto del yo que no ha experimentado regresión con
las pulsiones que si la han experimentado es el origen más habitual de estados neuróticos.
En particular, la neurosis obsesiva representa una lucha del yo contra las pulsiones sádico-
anales.
En lo que concierne más particularmente al Edipo, la defensa por vuelta contra sí mismo
provoca la descentración de todos los temas. Por ejemplo, el deseo de eliminar al padre
rival no figura en absoluto, viéndose substituido por el miedo de ser eliminado uno mismo.
5. EL AISLAMIENTO
Conviene destacar que las dos pulsiones que actúan en la relación edipica, la pulsión
amorosa y la pulsión agresiva, necesitan ambas el contacto corporal. Pero resulta que en
casos de prohibición edipica la defensa del yo prohíbe el contacto corporal y, como hemos
dicho antes al hablar de las formaciones reactivas, la defensa es tanto más acentuada cuanto
más intensa es la pulsión contra la que uno se defiende. Los maniacos del orden y la
limpieza fueron en su primera infancia sujetos muy desordenados y sucios. Asimismo los
sujetos que rechazan el contacto físico mostraron anteriormente fuerte pulsiones agresivas o
eróticas.
Se deduce de estas observaciones que todo rechazo a mantener relaciones con los demás,
cuando es excesivo y sistemático, significa la tendencia contraria en el inconsciente. Por
ejemplo, los hombres misóginos huyen de las mujeres en razón de la profunda atracción
que sienten por ellas, atracción que censuran fuertemente.
En un mismo orden de ideas, veremos que con frecuencia, en la pubertad, las chicas que
presentan un complejo de Edipo, lejos de buscar un contacto afectuoso con su padre, se
apartan de éste y mantienen con él relaciones distintas, negándose por ejemplo a besarlo. La
exploración del inconsciente de estas chicas revela que el distanciamiento encubre un deseo
de relación íntima muy intenso pero que esta censurado por el yo.
6. EL REPLIEGUE NARCISISTA
El test PN, que elaboramos especialmente para niños, pero que también puede ser aplicado
a adolescentes y adultos, nos ha permitido analizar en un gran número de casos la situación
edipica de los sujetos examinados, aclarando le etiología de ciertos trastornos intelectuales
o afectivos.
Enunciamos a continuación algunas reglas esenciales sobre las que debe fundarse la
interpretación d los temas proyectivos, mostrando como hemos enfocado nuestro test PN
según el espíritu de estas reglas.
Desde que Murray estableció el principio en su TAT, se admite normalmente que el sujeto
examinado elabora sus temas alrededor de un personaje central con el que está íntimamente
emparentado por el sexo, la edad y la situación, y con el cual, conscientemente o no, se
identifica. No obstante, Piotrowski puso muy acertadamente en duda este principio de
Murray estableciendo que esta similitud del <<héroe>> y el sujeto examinado solo se
observa en caso de que las tendencias puestas en juego sean aprobadas por el yo.
Piotrowski añade que cuanto mayor es la prohibición que recae sobre las tendencias en
juego tanto más difícil es que la persona que las asume se parezca al sujeto examinado.
Como colorario de esta regla, según Piotrowski, siempre se puede concluir que cuando una
tendencia se expresa en un tema, dicha tendencia existe en el sujeto. En cambio, no
sabemos a quién debe atribuirse la tendencia.
También se deduce de esta regla que si se quiere facilitar la expresión de las tendencias que
la defensa del yo ha reprimido, conviene hacerlas <<soportar>> por un personaje lo más
diferente al sujeto examinado. De aquí el interés que se presta a figuración animal tal como
la empleo primero Bellak en su CAT y luego Blum en su Blacky. Nos inspiramos en esta
observación escogiendo al cerdito, animal familiar para los niños desde que Walt Disney lo
utilizo en sus dibujos animados.
Sin embargo, conviene añadir que a pesar de este disfraz, los niños se proyectan en general
por entero en el héroe de la historia, el cerdito Patanegra, en virtud de las facilidades de
identificación que les confiere su tendencia animalista.
Además, resulta que si el niño examinado quiere expresar ciertas tendencias más prohibidas
que las otras, no las hará asumir por su personaje de identificación, el cerdito Patanegra,
sino que introducirá un personaje exterior a la historia, un personaje en el que a primera
vista no se le puede reconocer de ninguna forma.
Veremos también que en esta misma lámina se introduce frecuentemente un lobo o algún
otro animal salvaje, mediante el cual se satisface la agresividad del niño.
Como veremos, las dieciocho láminas de nuestro test PN exploran las principales
tendencias pulsionales que animas a los niños. Conviene hacer a este propósito cuatro
observaciones.
La segunda observación es que las láminas del test PN no despiertan solamente las
tendencias que suscitan, sino también las defensas del yo contra estas tendencias.
Consecuentemente, lo que se proyecta en los temas no son solo las tendencias, sino el
enfrentamiento entre tendencias y defensas, es decir, situaciones conflictivas más o menos
acusadas.
Todas las narraciones recogidas se sitúan en dos extremos. En un polo únicamente se
expresa la tendencia mediante temas salvajes que ninguna censura es capaz de contener.
Esto se observa con frecuencia en niños muy pequeños. En el otro polo, la censura del yo
domina de tal forma la tendencia que la inhibe completamente y la hace desaparecer de los
temas descritos. Uno de los ejemplos más típicos en nuestro test es la inhibición de la
agresividad, totalmente ausente a veces en las láminas agresivas y reemplazadas entonces
por un tema de juego o diversión.
El sujeto normal proporciona historias variables en relación con las particularidades de cada
lámina. Añadamos que en cada caso los mecanismos de defensa del yo se adaptan a la
situación de la lámina, por lo cual son también variables. En el mismo sentido, el sujeto
tiene ante sí un amplio abanico de identificaciones.
En el polo opuesto, el sujeto neurótico con frecuencia proporciona temas cuya uniformidad
expresa el problema obsesivo que le atormenta. Asimismo, tiene una fuerte propensión a
utilizar siempre el mismo mecanismo de defensa. Por ejemplo, para evitar la culpabilidad
de las acciones del protagonista, dirá cada vez que <<se divierte>>.
La cuarta observación se refiere a la necesidad de utilizar todas las láminas del test. Se
siente a veces la tentación de reducir la duración de un test proyectivo limitando el número
de imágenes presentadas, escogiendo preferentemente las que tienen una relación directa
con el problema clínico planteado. Así, presentaríamos a un niño que tiene un fuerte
conflicto de rivalidad fraterna las láminas que sugieren dicho conflicto. Del mismo modo,
si sospecháramos en un niño una situación edipica perturbada, solo le presentaríamos las
imágenes edipicas del test.
Con este propósito, aparte de la designación del cerdito como personaje central del test, por
su mancha y por su nombre, aparte de los caracteres sexuales del padre y de la madre y de
las situaciones bien definidas de las imágenes, nada se impone al sujeto. (PREGUNTAR)
Las ventajas de este método de libertad son múltiples. En primer lugar, al no imponer
ninguna imagen se evita el bloqueo inhibidor que podría producirse si el sujeto se
encontrara de entrada ante una situación traumatizante, objeto de ansiedad y de censura.
En segundo lugar, el orden de elección puede tener una importancia reveladora. Es así
como la primera imagen elegida y descrita se halla frecuentemente en estrecha relación con
los principales problemas del sujeto.
Las reacciones afectivas a los estímulos del test tiene tanta o mayor importancia que los
procesos perceptivos o imaginativos, fuente de los demás temas. Por esta razónel psicólogo
debe consignarlas con esmero, tanto en las reacciones extrovertidas de alegría, de
indignación o de espanto, como las reacciones introvertidas que se manifiestan por una
emoción que ahoga la voz, y sobretodo mediante diversas inhibiciones.
En segundo lugar, nuestro método propone al sujeto que elija en cada imagen el papel que
desearía asumir, es decir, que se identifique. Como vimos antes, el sujeto examinado se
identifica necesariamente con el protagonista de sus historias. Pero el carácter estructurado
de las láminas del PN hace que ciertos temas se impongan en cierta manera al sujeto. Es,
pues, normal que este elabore temas aceptables para su yo, en los que puede asumir la
acción del protagonista. Pero cuando la elaboración de tales temas no es posible, el sujeto
rechaza lógicamente la identificación con el protagonista. Por el contrario, tal como ya
dijimos, los sujetos neuróticos se caracterizan a menudo por <<pegarse>> al test, no
pudiendo eludir las situaciones traumatizantes.
El interés de la identificación es muy notable cuando la razón dada para explicar la elección
no corresponde a ella. Si por ejemplo un sujeto coloca Sueño M en las NA y luego dice que
es un hermoso sueño, se contradice claramente, haciéndonos sospechar que encubre el
verdadero tema. La prueba la tendremos si el sujeto da como identificación: Nadie. Esto
nos indica que la relación solitaria del protagonista con su madre está en entredicho.
En relación con estas identificaciones, se puede considerar como una regla que, así como la
elección afectiva de una imagen corresponde a una satisfacción pulsional, la elección de
una identificación indica en cambio que el yo aprueba o desaprueba esta satisfacción. Uno
de los mejores ejemplos que pueden darse es el de PORQUERIAS, lámina que presenta a
dos cerditos jugueteando y ensuciándose en el estiércol, mientras el tercero no participa en
la acción sádico-anal de los otros dos, y se mantiene limpio
Un test proyectivo, por bien hecho que este, no aporta nunca la certidumbre. Las
conclusiones que pueden sacarse de él con solamente probables y sugieren hipótesis que el
psicólogo deberá esforzarse en verificar. Algunos piensan que se obtendrían resultados más
seguros estandarizando los test, con reglas de administración rigurosamente definidas y con
el apoyo de tablas estadísticas de referencia, tanto de sujetos normales como de casos
patológicos típicos. Un test proyectivo no se puede, pues, validar según normas fijas. Debe
validarse en función de la situación clínica del sujeto examinado. Es decir, que las
conclusiones del test deben ser confrontadas con los datos clínicos y que son justas en la
medida en que aclaran el problema planteado y nos ayudan a comprender las motivaciones
profundas de los trastornos que presenta el sujeto.
Así, pues, debemos buscar si hay convergencia entre el test y la realidad clínica. Por otra
parte, es bueno someter al sujeto a otras pruebas proyectivas susceptibles de explorar
aspectos psicológicos que el primer test dejo más o menos por aclarar. Con este recurso a
otras pruebas se pueden obtener índices complementarios con los que debemos buscar la
convergencia con los primeros resultados. Mediante tales convergencias de índices, las
probabilidades inherentes a las diferentes pruebas se suman y tienden poco a poco hacia la
certidumbre.
NOCHE: en una escena nocturna mucho más secreta y por ello inquietante.
Conviene añadir el SUEÑO M y SUEÑO P, cuyos temas más frecuentes están en relación
con el Edipo. Unas veces el cerdito sueña con su madre o con su madre, con todo lo que
esto implica de deseo de intimidad, y otras se ve ya mayor e igual a ellos, conforme al
proceso de la identificación edipica.
2. los estadios preedipicos están representados por las tres imágenes de mamada.
MAMADA 1-2 Y CABRA: para el estadio oral
Duda subraya también fuertemente la frustración oral de pata negra presentándose además a
temas de ambivalencia en los que el protagonista duda entre la madre y el padre. También
se da frecuentemente un tema de frustración en COMEDERO, donde la intimidad de los
padres, acostados juntos, puede evocar el Edipo y despertar la reacción agresiva de pata
negra.
OCA: tiene aquí un significado particular en virtud del simbolismo de la cola que puede
evocar temas de castración en relación más o menos directa con el Edipo
HOYO: expresa el castigo más angustiante del rechazo y la soledad. Suele ser la respuesta a
los intentos de Independencia manifiestos por ejemplo en PARTIDA donde el cerdito
quiere liberarse de la tutela paterna
Desde el proceso que Freud hizo a la hipocresía tradicional estamos plenamente informados
de la fuerza de las prohibiciones que la sociedad y la familia tienden a poner a la
sexualidad.
Sorprende; en efecto constatar de qué forma, en nuestra civilización, la agresividad se
acepta fácilmente mientras que la sexualidad es objeto de un rechazo obstinado. Parece que
se estime inmoral toda representación de la vida sexual y que por ello debe ser apartada de
las miradas de los niños.
En el caso concreto de besos y noche, independientemente de que esas láminas sean
aceptadas o rechazadas, gusten o no casi nunca se describe la intimidad física de los padres
en su aspecto propiamente sexual. En besos podemos comprenderlo a causa del carácter
mismo de la escena, que se presta a temas de pura ternura los padres; se besan o bien bailan
son las expresiones más frecuentes.
Noche por el contrario evoca el misterio de la habitación de los padres, pero también aquí
se obtiene como máximo que el sujeto diga que el cerdito mira lo que hacen sus padres.
Si se dan temas eróticos sólo se observan en niños muy pequeños con un yo inmaduro que
no ha organizado todavía sus defensas. Por ejemplo, Silvia de 5 años en las P-1 Escoge
comedero como la imagen que más le gusta y se identifica con la madre porque según dice
ella misma, yo no tengo una cosa como los chicos aquí, que cuelga porque yo tengo un
hermanito ¿sabes? se llama el Herminio. Es un niño y tiene un pajarito. ¿LO HAS VISTO?
No no quiero (se ríe mientras dice esto) ¿PORQUE? porque no es bonito... no y además si
la gente lo comiera no estaría bueno, ni pizca de bueno... no es bueno para comer.
Tales observaciones son raras tanto más cuanto mayor es el niño. El tema erótico, cuando
se expresa lo hace de una manera indirecta.
Ejemplo: Marcelo de 12 años de edad que se muestra muy agresivo contra su padrastro y
también contra sus hermanos es el segundo de ocho hermanos, su madre apenas divorciada
de un primer marido que le había dado 5 hijos, uno tras otro se casó de nuevo y ha tenido
tres hijos del segundo marido. En su PN Marcelo adopta una posición regresiva de hijo
único, eliminando pues a toda la fratria. En CAMADA dice que los grandes van a matar a
los recién nacidos pero el contragolpe de esta reacción agresiva hace que se identifique
luego precisamente con los recién nacidos, Pero el contragolpe de esta reacción agresiva
hace que se identifique luego con los recién nacidos. Ahora bien, cuando al final se le
presta el HADA dice que no le gusta porque es un hada, una mamá que quiere convertir a
pata negra en un lobo malo que se comerá a todos los cerditos. Añade que pata negra no
quiere ser un lobo, pero la madre lo castiga porque ha sido malo al hacerle cosquillas en el
vientre con un palo mientras ella dormía. - tema cuya significación sexual es evidente.
Hay que señalar que la sexualidad se expresa en general mucho más libremente bajo formas
regresivas, orales o anales, de tal manera que no es raro que haya en un protocolo temas
edipicos socializados y atenuados, tanto en la descripción de la escena como en la relación
de los sentimientos del protagonista, y por el contrario temas preedipicos donde el erotismo
se expresa de una forma cruda y abierta.
en lo que concierne a COMEDERO la acción de pata negra orinando, cuando es vista (lo
que no es el caso más frecuente), se explica a menudo por los celos del protagonista hacia
sus padres. Ciertos niños afectados de enuresis nocturna revelan en la proyección el
significado de erótico de su anomalía.
El niño no puede pensar que estás solo. Puesto en presencia del frontispicio del test PN, ve
naturalmente al cerdito pata negra en compañía de sus hermanos y hermanas y de sus
padres. Cuando no lo hace es señal de que sus relaciones afectivas están perturbadas por
alguna causa por ejemplo el sujeto muy celoso de su Patria y que quiere ser hijo único vean
los dos cerditos blancos como extraños que no forman parte de la familia de pata negra
Asimismo, cuando no ve a los dos cerdos Grandes como padre madre podemos pensar que
existe un trastorno profundo en las relaciones con ellos y nos encontramos inmediatamente
sobre la pista de un complejo de Edipo. O bien los dos grandes son vistos como extraños
con los cuales pata negra no está emparentado, o bien no son designados como padres y no
como niños o niñas. Otra posibilidad es que las denominaciones o Las edades que se les
atribuyen indiquen una relación a distancia o incluso a veces una desvalorización
sistemática.
Suele ocurrir también que la hostilidad manifestada en la relación edípica contra uno de los
padres se exprese desde el frontispicio por su eliminación total o parcial. por ejemplo,
Dominica, una niña de 11 años que mantiene malas relaciones con su madre, del padre
cerdo 40 años y a la madre 100 años para hacer broma dice, lo cual es en realidad una
desvalorización.
Deciderio de 14 años describe el frontispicio diciendo la madre y un cerdo grande que no se
sabe quién es.
Preferencia y hostilidad se acentúan a veces por una bipartición. Es frecuente el tema del
grande de la Mancha, madre de pata negra, y del grande blanco, padre o madre de los dos
cerditos blancos, lo cual expresa el deseo del niño de eliminar a la vez a sus hermanos y
hermanas y quedarse solo con su madre.
Padre nutricio
También es frecuente la inversión de los padres; se propone el grande de las manchas con
mamás como padre y el grande blanco como madre. Es, pues, esencial que el psicólogo no
designe a los personajes parentales, si no que deje al niño toda la libertad de designarle
según sus sentimientos. Esta inversión de los padres, hecha desde el frontispicio, resulta de
una percepción Intuitiva inmediata del aparejamiento por las manchas, por lo que el niño
expresa de inmediato su afinidad íntima con el padre; él y yo tenemos la misma sangre.
Puede mantenerse o no en las descripciones siguientes y evidentemente tiene tanto más
valor para el psicólogo cuando más tiempo continúe afirmándose a pesar del principio de la
realidad por el que debería reconocerse a la madre en el cerdo con mamás.
Esta inversión expresa por parte del niño una relación negativa con la madre, percibida
como frustrante y hostil, y una relación positiva con el padre, juzgado, con razón o no,
como más gratificante... así lo observamos con mucha frecuencia en niños afectados de
anorexia mental. En estos casos como sabemos este síntoma expresa las relaciones difíciles
con la madre. La relación con el Edipo se establece entonces mediante un proceso
regresivo, por el cual el niño vive la relación amorosa con su padre según un modo oral.
Identificación sexual
Se debe, claro está, confrontar esta declaración inicial con el conjunto del protocolo, con el
fin de saber si la identificación con el otro sexo mantiene o no. En efecto sólo alcanza su
pleno sentido cuando el comportamiento del personaje principal del test se acomoda a ello,
así como las identificaciones en cada lámina. Veremos que los niños con identificación
femenina inicial, o bien mantienen su deseo de ser niña y tienen en su protocolo muchas
identificaciones femeninas o bien reaccionan contra su deseo y lo sobre compensan
identificándose con un personaje poderoso de tipo paterno.
El sexo asignado no es el único elemento que debemos considerar. Ocurre por ejemplo que
un niño da pata negra su propio sexo y le asigna un gemelo cuyo comportamiento será
exactamente el de una niña.
Besos
Digamos de entrada que está lamina, puesto que el cerdito que mira se halla escondido en la
parte por el muro se puede a voluntad identificar con pata negra o bien con otro. Por otra
parte, la expresión neutra de su rostro que no refleja ningún sentimiento particular permite
al sujeto examinado proyectar en la situación sus propios sentimientos.
Esta lámina es una de las más atractivas del test sobre todo para las niñas. Es en efecto
aceptada y descrita en un 73% de casos escogida y descrita en primer lugar en un 13%.
Se puede puedes decir que la mayor parte de los sujetos examinados manifiestan un interés
positivo por esta escena de tierna intimidad, incluso sensual. veremos sin embargo qué
conforme a la regla piotrawsi, si bien a partir de las tendencias expresadas se deducir sin
lugar a dudas la existencia de estas mismas tendencias en el sujeto, en cambio cuando
interviene la defensa del yo se produce con frecuencia un desplazamiento hacia otros
personajes que no están en la escena. en lo que concierne a besos, la percepción de la
realidad de la imagen impone ver en ella a los dos padres, lo cual tiene lugar en efecto en
un 72% de casos. el reemplazamiento de los padres por personas extrañas o por niños es,
pues un qué será conveniente interpretar.
el problema esencial que aquí es diferenciar la situación edípica normal del complejo de
Edipo (en cuánto esto es posible en un tema aislado). por tanto, Tendremos que
preguntarnos primero lo que significa desde el punto de vista la aceptación o la no
aceptación, la elección como lámina agradable o no agradable, asumida o no asumida. Sin
duda que en los casos más claros se puede concluir con una probabilidad muy grande.
cuando la situación edípica es normal, besos es una lámina que se describe, gusta y es
asumida. En cambio, cuando se rechaza no gusta y no se asume, se puede deducir la
existencia de un complejo. pero hay que tener en cuenta los posibles efectos de
enmascaramiento debido a la defensa del yo. en particular besos puede gustar a Costa de
una censura del yo que hace desaparecer el tema todo lo que podría suscitar una represión,
lo cual colocaría la escena entre las no agradables.
Por otra parte, hay que considerar que no siempre existe franca oposición entre la situación
edípica normal y el complejo de Edipo. Hemos visto que la represión, aunque es típica del
complejo existe de algún modo en la situación normal. Es así como las formaciones
reactivas del yo se dan en los dos casos: cuando son moderadas, forman parte de la
evolución normal hacia la socialización de las pulsiones, pero cuándo son intensa y tienen
un efecto de bloqueo pertenece a los estados neuróticos. Es decir que no podemos aducir
señales completamente ciertas. Existen situaciones limítrofes y, en caso de duda, es preciso
no limitarse al análisis de una sola lámina, sino hacer la síntesis de todo el protocolo.
Celos
Es normal que se manifieste cierto grado de celos ante la intimidad de los padres de la que
el sujeto se ve excluido. A Joel de 9 años de edad le gusta BESOS, con el considerando que
los padres se están besando… pata negra piensa que esto no le gusta porque quisiera hacer
lo mismo... lo hará con su hermana para molestar a papá y a mamá por qué tiene celos de
ellos. Vemos aquí que a pesar de los celos (por otra parte, abiertamente expresados) al niño
le gusta la tendencia a condición de realizarla él mismo con su hermana, por el
desplazamiento del Edipo hacia la fratría.
Tristeza
Formaciones reactivas
Cuando se da represión de la tendencia puede que la tendencia inversa la sustituya en el
inconsciente: lo cual tranquiliza la conciencia del sujeto facilitando que le agradé y asuma
la situación.
Es interesante captar el paso de la tendencia reprobada a la tendencia reactiva. Micaela de
13 años rechaza besos, lo cual indica con toda seguridad que la intimidad tierna de los
padres suscita en ella fuertes sentimientos hostiles. Pero luego es la que más le gusta y
Micaela se identifica con pata negra, que está feliz con la situación. Se ve pues que
mientras tanto ha cambiado la pulsión en su contraria.
Las formaciones reactivas pueden también referirse a la atracción sexual. Sabemos que el
regocijo que sienten los niños en exhibirse desnudos, besar, pueden más tarde trocarse en
pudor excesivo y en rechazo de todo contacto. No es excepcional que esto se exprese a
propósito de BESOS. Por ejemplo, Cecilia de 10 años coloca la imagen en la NA porque
yo en el lugar de los padres sentiría vergüenza y en el lugar de pata negra tendría miedo de
que me riñeron. No quiere ser nadie porque no quisiera que me viera y ser curioso es un
defecto muy feo. La niña crítica pues toda la escena en nombre de la decencia: la
intimidad sexual que se exhibe, y el deseo de ver del niño. Tales casos por otra parte casi
constituyen estados patológicos. Formaciones reactivas de vergüenza tan acusadas pueden
significar un complejo.
Substitución de personajes
La defensa del yo contra las pulsiones agresivas frente a los padres puede expresarse por
una substitución de personajes. El sujeto ve entonces en lugar de los padres a extraños y
desconocidos, o bien dice que son niños o qué pata negra está con un hermano o
compañero, o bien que se trata de dos cerditos extraños de sexo diferente. En esta segunda
eventualidad hemos notado que la imagen gusta y es asumida con más frecuencia que de
ordinario y se puede pensar que la razón de ello es la substitución. Así Micaela de 14 años
después de rechazar BESOS la escoge como la que más le gusta porque son monos pata
negra y su hermana... no se ve a menudo cerdos que se besen, es muy gracioso. Ya se ve
que el desplazamiento hacia los hermanos poniendo en primer plano el protagonista se ha
operado durante el trascurso del test. esto ha permitido a la niña expresar su atracción por
la escena de ternura eliminando al mismo tiempo a los padres.
Se produce a veces sobre todo en las niñas una regresión oral ante el Edipo, sin que por ello
deba concluirse que se trata de una situación patológica, porque ambos, papá y mamá están
contentos. En el caso de Joel de 7 años se capta claramente el mecanismo regresivo:
BESOS es NA por qué el pequeño ve al papá y a la mamá que bailan, piensa que no está
bien. Al preguntarle qué debería cambiar para que le gustará la imagen dice. el papá
tendría que irse... Entonces él iría a mamar de su madre. pero definitivamente se identifica
con el padre, lo cual demuestra que la relación oral deseada es una sustitución de la relación
edípica.
Este complejo ya se vio cuando los sentimientos edipicos alcanzan por su identidad o por
su naturaleza particular un punto crítico que suscita la defensa del yo y desemboca en la
represión de las pulsiones ansiógenas. Esto quiere decir que el sujeto niega estos
sentimientos y rechaza todo lo que podría evocar celos. El primer signo del complejo de
Edipo es pues el rechazo de las imágenes edipicas en particular de BESOS. En nuestras
estadísticas este rechazo alcanza un 25% de casos. A pesar de este rechazo a veces, ocurre
que la imagen se coloca luego entré las que gustan mediante un arreglo del tema por
defensa del yo. Frecuentemente el rechazo inicial se mantiene y entonces la imagen NA y
no asumida
3. LOS TEMAS
Puede ocurrir que la proyección haga Cesar la represión y que entonces los sentimientos
censurados se expresen en los temas.
Los temas muy agresivos sólo se observan en niños muy pequeños por la edad o debido a
su inmadurez. Además, tal como veremos en el siguiente ejemplo el sujeto emplea casi
siempre rodeos para que alguien más a su mala acción agresiva. Albino, de 7 años rechaza
BESOS, luego la coloca en tercer lugar de las que le gustan: Bailan... son pata negra y el
pequeño de dos años que bailan; el otro de dos años se esconde tras un muro: los salta y se
pregunta "¿qué estás haciendo?" Luego van a la granja... ven que su papá y su mamá han
muerto durante la noche... preguntan: ¿Quién los ha matado? contestan: Yo no he sido; es
alguien, la cabra que les ha dado una cornada en el vientre (id pata negra). Invitado más
tarde a escribir de nuevo la imagen, Albino declara esta vez que no le gusta: No está
bien...no me gusta bailar; pata negra y un cerdito de un año bailan. El detrás del muro dice:
"venid rápido papá y mamá se han muerto en el momento oportuno" Habían dormido
demasiado. Murieron envenenados por el lobo, que quería coger a los tres cerditos para
comérselos. Estos van a morir también, puesto que todavía quedaba veneno en la cacerola
(id pata negra ¡No! nadie)
En todos estos casos, el hecho de que la imagen sea NA demuestra que la reacción de
denigración esconde un tema más profundo de agresividad celosa
La defensa del yo puede substituir un tema censurado por el tema de exactamente contrario.
Ya subrayamos en este sentido la frecuencia de los casos en que pata negra, en lugar de
estar celoso está contento de ver a sus padres besarse. También mencionamos que los
sentimientos de pudor, vergüenza, de discreción, pueden sustituir a los sentimientos
contrarios. En casos de represión patológica, estas formaciones reactivas son intensas y
bloquean toda actividad pulsional. La imagen BESOS es entonces objeto de crítica y
rechazada como NA. Por ejemplo, Marisaura de 16 años cuyo tema fue dado antes,
considera la imagen como la que menos le gusta: pata negra está contento de que los padres
se quieren, Pero está celoso porque cree que no lo quieren a él. La chica añade qué es
indecente besarse así y que pata negra es indiscreto. En este tema se expresa una mezcla de
agresividad y de formación reactiva. Esta chica coloca también en las NA las imágenes de
mamada en la que figura la madre Cerda, diciendo que no encuentra decente de ver las tetas
de la cerda y a pata negra mamando.
Observamos ese tema con cierta frecuencia en chicos que presentan trastornos edipicos. La
visión de las mamás suscita en ellas cierta repulsión y provoca observaciones críticas; es
muy cargado me parece superfluo
La defensa del yo contra las pulsiones eróticas y agresivas utiliza a menudo el mecanismo
de la relación a distancia. Una de las formas más corrientes es no reconocer a los padres
como tales, como vimos a propósito del frontispicio. Esto se observa también en BESOS,
en un 23% de casos. Por ejemplo, Elizabeth de 6 años dice; se besan los novios, la mujer y
el señor. Igualmente, Felipe, de 9 años rechaza la imagen y la coloca en la NA. Finalmente,
después de una larga inhibición las describa así; unas personas se besan y una cerdita que
mira.
Viene hacer más o menos lo mismo los casos 6% en que los dos cerdos grandes son vistos
como extraños sin formar parte de la familia de pata negra o bien como primos.
Un caso especial es la eliminación de uno de los padres que aparece entonces como un rival
del que conviene desembarazarse. Miguel de 9 años elimina a la madre limitándose a no
mencionarla. Rechaza BESOS y NOCHE colocándola luego en las NA con el siguiente
considerando para besos: se besan el padre y luego la mujer.... pata negra mira (¿que
ocurre?) ... (no contesta nada) Nadie se extrañará de saber que en realidad Miguel ha sido
frustrado gravemente por la actitud de su madre, más amorosa que maternal, mientras que
las relaciones del chico con su padre siempre han sido amistosas.
La sustitución de los padres con niños pequeños es también frecuente ya que se observa en
un 18% de casos. Unas veces se ve a pata negra con un miembro de su fratría o con un
compañero, otras veces se trata de dos nuevos cerditos de sexo diferente. Dimos antes del
ejemplo de Bernarda, subrayando el carácter defensivo del tema dado que al final la niña
restablece a los padres en el lugar de los niños. conviene destacar que este tema substitutivo
permite al niño gozar de la tendencia presente (el amor entre los sexos) sin que intervengan
los sentimientos turbios que pueden suscitar la intimidad de los padres. Lo demuestra el
hecho de que la imagen no se rechaza nunca y casi siempre gusta y es asumida. Hemos
colocado este tema en los signos posibles de complejo en cuánto que escotomiza los padres
pero como ya dijimos resulta de un modo de defensa muy próximo al normal. El simple
desplazamiento del Edipo sobre la fratría de ordinario no es generador de represión y
reproduce una situación que es muy frecuente en los casos normales.
A pesar de la evidencia de la imagen no es excepcional que el tema también sea
escotomizado. No se ve entonces el gesto de los dos cerdos que se besan y el sujeto dice
que los cerdos bailan o bien están bailando.
6. LAS IDENTIFICACIONES
Cuando más completa es la inhibición del tema más se puede afirmar la existencia de un
complejo, es decir cuando BESOS es a la vez rechazada, NA y no asumida. En tales casos
habrá que considerar el argumento por el que se justifica el rechazo y que es a menudo
significativo del problema mayor. No hay que olvidar sin embargo que la razón dada no es
siempre verdadera causa de la intervención de la defensa del yo que puede imponer un
enmascaramiento. Es muy interesante señalar los casos en que la defensa del yo logra
convertir en trival un tema de tal forma que el psicólogo no puede a primera vista
comprender el porqué de la elección afectiva, pero en el momento de la identificación el
niño se libera manifestando entonces su profundo malestar. Esta es, dicho sea de paso una
de las ventajas del método de la p1: la negación de asumir una sustitución en apariencia
anodina puede revelarnos un trastorno escondido. Por ejemplo; Miguel de 11 años rechaza
BESOS y es la lámina que menos le gusta por la sencilla razón de que nunca se ha visto a
los cerdos de pie besándose. CP dice que el otro mira y piensa que hará lo mismo cuando
sea mayor, CP reconoce que es el papa que besa a la mamá. Ahora bien su identificación
con nadie indica que existe una carga de agresividad culpabilizada, de la cual la trivialidad
del tema no daba cuenta porque la defensa del yo prohibía su manifestación.
Puede ocurrir también que el tema dado manifieste abiertamente un tema edípico que el yo
se niega a aprobar. En este caso, BESOS puede gustar y es chocante el contraste entre la
expresión de la tendencia y la identificación con nadie. Así yannick de 11 años dice que
pata negra es una niña (Edipo invertido) y en BESOS cuenta que se enamoran de otro cerdo
y se casara con él. La imagen le gusta, pero se identifica con nadie lo cual nos indica que él
yo no se deja engañar por la transferencia del Edipo hacia otras personas distintas de los
padres y lo censura.
Del mismo modo Sergio de 11 años coloca BESOS en las A con un tema edípico; pata
negra quisiera estar con su madre y que su padre se fuera. Aquí también la identificación es
con nadie.
OTRAS DEFENSAS
La regresión oral
Ya señalamos la defensa por regresión oral a propósito de la situación edípica. Es muy
difícil de decir contando sólo con el tema de BESOS, si nos encontramos ante una situación
normal o bien patológica. Para dilucidar esto será preciso hacer la síntesis de todos los
elementos del protocolo. Entonces puede hablarse de regresión oral patológica cuando ésta
sea muy intensa, sustituyéndose en todas partes a la situación actual indicando con ello una
fuerte fijación que se opone a la superación del Edipo. Es preciso además tener en cuenta la
edad del sujeto dado que la regresión será tanto más patológica cuando mayor sea aquel.
En el caso de BESOS no es raro que el acercamiento de los padres sea como visto como
una lucha, lo cual nos indica que el sujeto tiene una concepción sádica de la sexualidad. Así
Patricio de 11 años ve una pelea en noche como en besos; dos cerdos que están besandose;
van a pegarse porque uno va morderle la oreja al otro.
El estado depresivo
Con mucha más frecuencia la defensa del yo vuelve la agresividad edípica contra uno
mismo, determinando un estado depresivo. Cuando esta vuelta contra sí mismo es intensa y
sobre todo cuando acapara todo el protocolo, es signo de complejo. Por ejemplo: Francisco
de 11 años coloca besos en la NA porque pata negra está sólo; por más que juega al
escondite con sus padres se aburre, igual los padres no quieren jugar con él. (¿qué
impresión le produce ver a sus padres que se besan?) Esta triste, me ha dejado totalmente
abandonado. Se identifica con la madre porque supongo que es ella la que juega más rato
con pata negra
V.NOCHE
Esta imagen plantea el problema de la habitación de los padres y de la curiosidad del niño
por lo que allí ocurre en el secreto de la noche. De hecho, en la gran mayoría de casos los
sujetos examinados la interpretan así, pero mostrándose en general muy reservados en
cuanto a lo que hacen los padres cerdos que suele verse durmiendo o bien hablando. Como
en el caso de BESOS es verdaderamente excepcional que se haga alusión a una relación
sexual.
1. SITUACIÓN EDIPICA.
La situación edípica normal se expresa aquí con una descripción fiel de la lámina. Pata
negra es el cerdito que mira y ve a la pareja de padres acostados en el establo. También es
normal que al no dormir sienta la frustración de haberse separado de sus padres por lo cual
sienta celos y desee ir a acostarse con ellos o con uno de los dos electivamente. La imagen
puede gustar o no según los casos, pero lo más frecuente es que se asuma y halla
identificación con pata negra o con el padre del mismo sexo de este.
2. COMPLEJO DE EDIPO.
1 rechazo inicial de la lámina muy frecuente 43% de casos lo cual contribuye la cifra más
alta de todas las láminas.
2 clasificación de la lámina en las NA 56% e incluso entre las que menos gustan de todas
14%
Conviene notar, como un caso particular de inhibición que el choque ante la imagen es raro
en besos y en cambio es frecuente en noche. Además del tiempo de reacción muy
prolongado, se expresa de ordinario por una imposibilidad más o menos total de justificar el
rechazo afectivo de la lámina. En muchos casos el sujeto dice que no le gusta porque: no
vel lo que hay, no la comprendo es oscuro no se distingue nada. La prueba de que se trata
de una defensa es que frecuentemente, al ceder la inhibición el sujeto acaba por ver lo que
la imagen representa así Nelly de 6 años rechaza noche dándola luego con la que menos le
gusta por qué; no veo lo que es y se bloquea en esta declaración. Insistiendo mucho el
psicólogo consigue que diga; el padre está aquí y aquí tres cerditos esté mira cómo se
reproducen y luego está prohibido... eso es todo... El tema se comprende por sí solo si
añadimos que esta niña ha eliminado a la madre desde el principio del test, haciendo del
cerdo grande de la Mancha el padre de pata negra que será el que lo alimenta en todas las
imágenes de mamada y diciendo que el Grande blanco es el padre de los dos Cerritos
blancos.
Es más sorprendente observar un rechazo de este tipo en un sujeto adulto, Claudia la chica
de 24 años de la cual tratamos el tema perturbado de besos, coloca también noche en la NA
porque no veo muy bien lo que representa... Pues sí, sí se mira bien.nono veo gran cosa veo
a tres aquí, los tres cerditos que están aquí y ya los dos más grandes (¿Cuál es?) Pues sí los
dos cerdos grandes ¿Quiénes son? otros... indiferente ...no sé, dos más grandes, éste que
mira es sin duda pata negra. Se preside que la resistencia del principio procede la censura
de la escena particularmente del rechazo de aceptar la intimidad de los padres, ya que el
sujeto describe más o menos la realidad de la imagen negándose hasta el final admitir que
pueda tratarse del Padre Y de la madre. La frecuencia con que noche es rechazada y NA
llega a ser una opción trival esto no impide que en ciertos casos tal rechazo exprese un
complejo.
3. TEMAS AGRESIVOS
Vemos que NOCHE suscita Más que besos la agresividad edípica. el secreto de alcoba, en
el cual el pequeño no tiene parte alguna, con constituye para él una frustración. Por otra
parte, podemos pensar que el carácter nocturno de la escena favorece la expresión de una
actividad fantasmática inconsciente. Es verdad que los celos del sujeto pueden expresarse
abiertamente, tanto aquí como en besos, cuando son moderados, y en tal caso el sujeto
puede asumirlos. Pero cuando son muy intensos, se expresan casi siempre de forma
indirecta.
En primer lugar, puede ocurrir (13% de los casos) Qué el niño elimine al padre rival y en
lugar de la pareja no vea más que a la mamá o al papá (acabamos de verlo en el caso de
cristina). o bien (25%) no se ve al rival como uno de los padres, sustituyéndolo por un
cerdo forastero u otro animal, cordero o lobo, en general agresivo. así, Claudio, de 13 años,
describe la imagen preguntando ¿Es un lobo o es el papá? Invitado a decir por sí mismo,
Prosigue: mientras sus hermanos duermen, patanegra mira: no sabe si es un lobo o es el
papá (¿qué piensa?) por ejemplo, hay un lobo que ha pasado por la ventana y que su mamá
está en peligro; está mirando, quizá despertará a sus hermanos, Pero quizá también piensa
que su madre podrá defenderse sola. esto equivale a decir que considera peligrosa la
imagen paterna, sin duda porque tiene una concepción sádica del acto sexual. Por
añadidura, carga a su padre con toda la agresividad que tiene contra él. su propia
culpabilidad se manifiesta en las P-I, donde la imagen es NA, Porque no se ve bien en la
oscuridad, y pata negra es demasiado curioso, Lo cual no está bien.
parece, tal como hemos dicho, que el carácter Nocturno de la imagen favorece un proceso
fantasmático, ya qué notamos en un 13% de casos la introducción en el tema de animales
salvajes amenazadores, vehículo de las pulsiones agresivas del sujeto, obligadas a
enmascararse al estar afectadas por la censura.
se trata de la agresividad del sujeto, pero esta vez vuelta contra el por un mecanismo de la
ley del talión, Lo cual va siempre Unido clínicamente con un estado depresivo ansioso. así
Álvaro, de 7 años, rechaza noches como rechazo besos. luego la coloca el noveno lugar de
las que le gustan: patanegra no duerme; su padre duerme y un cerdo; hay un conejo que
viene a despertarlo. despertar lo se pone de pie; su padre se despierta, toma un cuchillo y lo
mata. los dos pequeños duermen. nótese que el chico no ha nombrado a la madre (frente a
la cual está cargado de agresividad) y pone un conejo en el lugar de patanegra. Los celos
agresivos del protagonista no aparecen; si en cambio, en su lugar, el castigo ejercido por la
instancia paterna.
4. TEMAS DEPRESIVOS
Como en besos, ocurre que la tendencia agresiva se vuelve contra el sujeto y determina una
situación depresiva, sobre todo en temperamentos femeninos así Micaela de 14 años,
rechaza la imagen y luego las colocan en las NA: porque le harán marchar, los otros
animales que están ahí, a pesar de que tiene frío y desde noche CP: son dos gatos y al otro
lado de la Barrera corderos, CP: no le quieren es demasiado pequeño: es un bebé, no
quieren aceptarlo en su casa CP: pata negra es desgraciado: se marchara (id: la luna porque
ella le da luz para encontrar su camino).
5. REGRESIÓN ORAL
Se observa con bastante frecuencia- un poco más a menudo que en besos- la substitución
del tema edípico esperado por un tema oral, sobre todo en las niñas. se trata de una defensa
por regresión. se capta bien, por ejemplo, en el caso de jacinto, de 13 años, el cual,
habiendo rechazo la noche al principio, la coloca luego en las NA porque patanegra mira
por un agujero a su padre y a su madre; mira lo que hacen piensa que duermen. cuando se
le pregunta: ¿que habría que cambiar a la imagen en la imagen para que te gustara?
contesta: la madre tendría que mirar si sus pequeños duermen, que mirara si están bien sus
pequeños (id: los pequeños que duermen y están calientes; pata negra en cambio tiene frio).
Aquí vemos en primer lugar la censura de la curiosidad de patanegra espiando a sus padres.
luego, cuando se le ofrece al niño la posibilidad de disponer la situación como la plazca,
elimina al padre y describe una escena que representa a la madre protegiendo a sus
pequeños, con los que el niño se identifica, y no quiere ser patanegra porque “tiene frio”
por falta de esta protección.
Francisca, de 6 años, describe Noche entre las últimas: pata negra Mira a su papá y a su
mamá que duermen... está contento... luego sin que lo vea su mamá irá a mamar... de su
mamá... ella no se despertara. Pero esta imagen es la que menos le gusta y produce un
bloqueo que impide decir a la niña la razón de su elección.
Se identifica luego con la madre. Se puede pensar que el tema oral disimula otro mucho
más cargado de culpabilidad (las cosas pasan además " sin que su mamá lo vea" y ella no lo
sabrá;) y este tema subyacente rige la elección de las P-I, así como la inhibición secundaria.
Los psicodramas aportan la prueba de que se trata de fuertes celos frente a la madre aquí en
la niña no quiere suplantar. En ellos Francisca representa el papel de un bebé
extremadamente agresivo contra la madre, llegando hasta matarla, aliándose para ello con
el papa con quién luego se acuesta cariñosamente en la cama. Notemos que estos temas
agresivos van siempre seguidos de fuertes reacciones ansiosas de culpabilidad. Esto explica
la inhibición y la regresión oral.
En el caso de complejo de Edipo, esto cambia: el sujeto rechaza una u otra lámina, la
coloca entre las n a o bien no la asumen, los temas pueden expresar o bien una fuerte
agresividad frente al padre rival, o bien una fuerte culpabilidad del deseo incestuoso. Como
ejemplo del primer punto veamos el caso de alano, de 10 años, cuyotest está muy cargado
de agresividad contra los padres y la fratria. Sueño P es descrito en primer lugar, y le gusta
porque pata negra piensa más en su padre quien su madre.(¿qué piensa?) que veía su padre
que se había marchado al matadero… para que le mataran… porque pata negra no podía
hacer nada cuando su padre estaba ahí. Sueño M le gusta también porque su madre se
quedará… piensa que está bien así, que ella no vaya al matadero. Al invitarle a decir cuál
de las dos imágenes se encuentra más bonita, dice que sueño P porque pata negra está
contento de que su padre vaya al matadero.
En el caso de Lucita de 10 años sueño P es la que menos le gusta y produce un bloqueo. La
niña acaba por decir que pata negra está sola con su padre, y después de un largo momento
de inhibición añade que pata negra se ha ido de viaje y con su padre, ya que su madre está
en el hospital, porque se rompió la pierna al caerse. Pero esta satisfacción, que corresponde
bien evidentemente el deseo secreto de la niña, suscita una gran culpabilidad, y la
identificación es con nadie.
Tal como dijimos antes, se dan casos en que la intensa represión de las pulsiones prohíbe
cualquier manifestación de estas, y en tal caso sólo se puede constatar esta prohibición, sin
poderle explicar por el lugar que ocupan los sueños en las P-I
Hemos estudiado ampliamente este tema del padre nutricio en el manual primero. Digamos
aquí para resumir qué representa la regresión del Edipo al estadio oral. Además, los niños
hacen una inversión por la que se comportan con el padre como si fueran niñas.
Es conveniente Añadir que en este estadio oral las imágenes parentales están mal
diferenciadas la una de las otra. los niños quedan un padre nutricio, se arriman a él para
evitar una madre frustrante, no por ello evitan la confusión de los dos sexos, y más
profundamente la distinción entre falo y mamás. Recordemos a este propósito El pequeño
Hans del cual Freud nos cuenta la historia. Que designaba a su pene con el nombre de Wiwi
macher es decir hace pipí. Al ver un día ordeñar vacas, dijo: del hace pipí sale leche
Lo que prueba en segundo lugar la sustitución de los temas de Edipicos por los temas
orales, es el hecho de que la culpabilidad inherente a los primeros puede persistir a pesar de
la regresión y perturbar las imágenes de oralidad. Nos chocó constatar la frecuencia con
que las imágenes de mamada son rechazadas: mamada 1 un 36% de los casos, mamada 2
un 33%, un poco más frecuente en los niños que en las niñas (mamada 1 viene, en el caso
de los chicos, inmediatamente después de NOCHE, la más rechazada, 39%). A esto se
añade que son raros los casos en que las dos imágenes se eligen en primer lugar en la
descripción de los temas (3.5%) y más raros todavía aquellos en que se consideran como
los que gustan más (menos de 1.5%). Tampoco esa normal que haya relativamente pocas
identificaciones con pata negra: para mamada 1, 50% contra 34% con el padre nutricio y
12% con nadie. Para mamada2, 46% con pata negra contra 25% con uno de los cerditos
blancos, 22% con el padre nutricio y 7% con nadie.
Es raro que las razones aducidas para explicar la elección afectiva de las imágenes de
mamada nos permiten comprender el porqué del rechazo. lo más frecuente es que se diga
simplemente que es porque pata negra mama; a veces se lo censura por su glotonería. Pero
parece que el motivo principal, inconfesado. Es que la relación solitaria de pata negra con
su madre está tachada de culpabilidad.
2. ESTADIO ANAL
Las dos imágenes representativas de este estadio, comedero y porquerías. Pueden
proporcionar temas que poseen una significación edípica regresiva.
Los niños suelen considerar comedero como una evocación de la habitación de los padres,
ya que estos duermen juntos en el establo y los dos cerditos blancos en el rincón reservado
para ellos. El único que no duerme es pata negra. La situación es la misma que en el caso
de NOCHE, excepto que se realiza a la luz del día, y por otra parte que pata negra no se
limita a mirar, si no que tiene el gesto activo de hacer pipí en el comedero de los padres. Es
la imagen en que la habitación del tema es más frecuente, ya que el gesto agresivo de pata
negra se escotomiza en la mitad de los casos (o sea,en una cuarta parte del total). Ocurre
también que la imagen puede ser atractiva en tanto que se percibe como reunión de familia,
incluso cuando esto no se dice expresamente. De todas formas, gusta en un 60% de casos,
pero a costa del frecuente rechazo identificación con pata negra. Sólo hayamos, efecto, un
30% de identificaciones con PN contra un 38% con el cerdito blanco que duerme, un 21%
con los padres y un 11% con nadie. Esto nos indica que si las acciones se adecuan al del
cerdito satisface el inconsciente del niño, su yo consciente no pueden en cambio aprobarla.
En muchos casos se escribe la acción agresiva del cerdito Como quien tira estiércol a la
cara del grande. En realidad, el grande es el padre, pero se ve como si fuera la madre en
cerca de la mitad de los casos, y casi siempre y pata negra es el agresor.(en algunos casos
de formaciones reactivas muy acusadas es, por el contrario, pata negra el que se halla a la
izquierda, al margen de la acción.) Esta agresividad puede significar una relación erótica
regresiva con el progenitor al que va dirigida. Pero en general no se puede saber ni por el
enunciado del tema ni por la elección afectiva, ya que en tales casos la imagen puede gustar
y la tendencia sustitutiva es aceptada, o no gustar si represión para concluir que se trata de
una sustanciación del Edipo es necesario un estudio general de protocolo
Mencionemos para acabar que, cuando las pulsiones adecuan al es son muy fuertes, pueden
irrumpir en otras imágenes. Así Yannick, de 8 años, dice en comedero: los hermanos y
hermanas y los padres se van a envenenar con el pipí y morirán; pata negra no quiere a sus
padres porque le pegan (Id.: pata negra). Ahora bien, ensueño M y sueño P, el cerdito que
hace caca sobre la cabeza de su madre y de su padre(NA). Estas agresividades contra los
padres encuentran varias veces en el test: en MAMADA 1 Y MAMADA 2, rechazadas al
principio, se colocan entre las NA Por qué el pequeño ha mordido la cola de su madre (Id:
el que muerde las tetas). Clínicamente hay que subrayar que Yannick fue encopresico
diariamente hasta los 4 años y ciertamente muy censurado por ello. Luego se inhibió, se
volvió exageradamente limpio y ordenado, con un carácter tímido y apocado con lo que
puede verse la intervención de poderosas formaciones reactivas. Esto se expresa también en
su PN por una fuerte tendencia depresiva. Particularmente Hoyo, rechaza al principio,
resulta ser la que más le gusta, porque el cerdito se ha caído al agua y se ahogado
(asumida), tema que reaparecerá en porquerías, donde los cerditos también se han ahogado
(NA, no asumida). El test nos proporciona, pues, los dos aspectos de la personalidad de
Yannick: agresividad oral y se adecuan al contra los padres, manifiesta clínicamente en los
primeros años, y la contrapartida punitiva bajo la influencia del superyó qué le hace poner
el castigo por delante, lo cual corresponde clínicamente a sus actitudes reactivas de
inhibición.
Las sanciones en la imagen noche son un poco más frecuentes a veces son directas, de los
padres al pequeño qué los espía. Pero más a menudo, como vimos, la agresividad del
Pequeño contra sus padres se proyecta sobre un animal, un cordero o un lobo, y el castigo
es entonces asumido por este mismo animal. Gil, de 8 años, da un tema que expresa una
relación agresiva teñida de erotismo entre pata negra y su madre, escotomizado al padre. La
imagen le gusta poco Porque habría un gran lobo que sería más fuerte, y los cerditos se
habrían escapado, pero el lobo se los habría comido. Hay que observar que todo el
protocolo de este chico expresa una gran agresividad, sobre todo sádico oral, qué procede a
veces del cerdito, y otras se vuelven contra él. En el test, La angustia del castigo se
consigue con frecuencia mediante una identificación aseguradora con el poderoso. He aquí
que después de haber dicho que el lobo se comerá al cerdito, hace intervenir a un cazador
que mata lo identifica con aquel.
Pero hay que reconocer que estos casos no son los más frecuentes, ya que, como vimos
antes, todo lo que se relaciona con la vida sexual es secreto de alcoba. En consecuencia, el
sujeto no vuelve a mencionar la agresividad culpable manifestada en besos y noche. La
culpabilidad que se expresa en el resto del protocolo está casi siempre relacionada, en
términos muy vagos. con la desobediencia y la maldad de pata negra. No se podrá, pues,
interpretar su posible relación al Edipo sino mediante una evaluación sintética,
determinando en el conjunto del texto la importancia de los temas edípicos.
Carro está dibujada de tal forma que permite varias maneras de esquivarla. La primera es
que es un sueño. Esta interpretación evasiva, conforme a la realidad de la imagen, se
observa en un 65% de los casos. La segunda es No era pata negra en el cerdo. Que el
tratante empuja y que será llevado al matadero. La tercera es identificarse con pata negra
que sueña, no con el que se llevan. Estas evasivas pueden considerarse normales en tanto
que reducen la angustia de la situación a un nivel soportable.
Por el contrario, cuando la escena se describe, no como sueño, sino como realidad (35% de
casos), y que es patanegra a quien empuja el negociante, tenemos el signo de una fuerte
culpabilidad, asumida si hay identificación con patanegra, reprimida en el caso contrario.
Vimos por ejemplo en el caso de Evelia, de 12 años, que la curiosidad de patanegra en
BESOS, expresada al principio de forma anodina, es luego censurada con violencia por el
padre quien, en CARRO, amenaza al chico con mandarlo al matadero (id: patanegra).
Hay que descartar que la culpabilidad del sujeto puede medirse con la importancia del
castigo, es grandísima cuando se nos cuenta que pata negra muere ahogado o por la
agresión de una bestia que lo devora. Vimos por ejemplo un poco antes el caso de yannick,
qué decía que pata negra se va a ahogar. No sabemos la razón de este final dramático, pero,
como vimos, el protocolo está lleno de manifestaciones agresivas sádico-orales y sádico-
anales contra los padres. De aquí que la intensidad de estas (que llegan hasta la muerte de
los padres) exija en cierto modo la aplicación de la ley del talión. Juan Lucas, de diecinueve
años. Afectado de psicosis depresiva con sentimientos de culpabilidad y de indignidad, da
HOYO como la que menos le gusta porque el cerdito tal vez muera... está en una charca; tal
vez se ahogue... no hay nadie para socorrerle (id.: patanegra).
A propósito de esta lámina, he aquí una observación que sirve para todas las escenas
punitivas. Ocurre a veces que la descripción del castigo precede a las faltas que lo han
motivado.
OCA ver ese lugar aparte, en razón de su posible significación sexual. La agresión del
pajarraco que atrapa la cola del cerdito puede en efecto representar simbólicamente una
castración, aun cuando este tema no se explicite nunca directamente. A este propósito
debemos recordar lo que dijimos en el libro primero acerca de las significaciones
simbólicas sexuales; el mordisco de la oca a la cola del cerdito puede evocar una castración,
principalmente en el caso de sujetos obsesionados por el problema sexual. Veamos por
ejemplo el caso significativo de albino, de 23 años, quién primero rechaza OCA, y luego la
coloca en las NA, mostrándose muy indeciso en sus razones: ... el cerdito se marcha
llorando; la oca no le deja ir.(¿Quién es este cerdito?) No lo sé. En este momento El joven
manifiesta por primera vez una viva ansiedad y dice: preferiría acabar aquí el test. Cómo
hacer que el psicólogo insiste y le pregunta si la Oca es macho o hembra, contesta con tono
de disgusto: no comprendo esta imagen (id.: nadie). Ahora bien, es importante subrayar que
este joven sufrió hace unos años una ablación de un testículo. Esto le afectó mucho Y tuvo
miedo de volverse imponente. Parece, pues, que, debido a este pasado reciente, Oca tiene
para el un significado simbólico sexual, es fuente de inhibición.
En esta lámina, la evasiva es fácil por dos razones: en primer lugar, porque el dibujo no
representa que el cerdito Atrapado sea patanegra; en segundo lugar, Por qué el sujeto
examinado puede fácilmente identificarse con El que mira. Estas formas de esquivar la
identificación totalizan un 91% de los casos. Sólo en un 9% hay identificación con el cerdo
mordido. Es cierto que la imagen raramente se rechaza al principio, pero es una de las que
menos gustan: 46% de niños y 36% de niñas.
Por dos veces observamos una figura paterna maltratando al cerdito, qué acepta con gusto y
asume el castigo. Esto nos indica una fuerte tendencia masoquista. La relación con la
imagen paterna está aquí muy erotizada. Conviene notar que el test de Alarico el padre
reemplaza a la madre en todas partes (Aunque su función nutricia sea eludida), lo cual
indica una intimidad afectiva particular con el padre, signo de un Edipo invertido.
En el caso de albino, de siete años, que describe a un padre francamente nutricio, el tema de
la boca que agarra la cola de patanegra está en el primer plano y vuelve de forma obsesiva.
El relato comienza con porquerías, donde patanegra se muestra agresivo con la madre a la
que quiere hacer caer al agua. inmediatamente después viene Oca: hay un pájaro. Va a
coger la cola de pata negra que corre: la coge: atraviesa la barrera; pata negra va a hacerse
daño, sangra. Y En tercer lugar Escoge sueño P dónde, debido a la inversión, Albino ve a la
madre en una relación agresiva con su hijo: la madre tira bolas " patanegra; pata negra
duerme y sueña que el pájaro ha cogido su cola; no está bien. La madre dice: " ¿Oh! Esto
está bien." Quería que tiraran de la cola de patanegra Por qué hizo caer a su madre al agua.
En las P-I, en las NA, tenemos sueño M; el padre tira bolas a patanegra; el padre tiene
ganas de que el pájaro Pille a pata negra (id.: patanegra, no es el padre). luego MAMADA
1: patanegra Buscar leche a su padre; los dos tienen manchas; a mí esto no me gusta. El
padre mira y piensa que, al final, el pájaro terminara cogiéndole la cola (id.: el padre). A
continuación, viene Oca: patanegra llora porque no quería que le cogieron la cola; el pájaro
quería comérselo; es un papá pájaro. Patanegra volverá a la granja y su padre le dirá: a ver
si así no haces más tonterías (id.: patanegra, porque me gusta llorar). En las preguntas del
final, el padre es el menos bueno, porque quiere que la Oca coja a patanegra por la cola. nos
damos cuenta de que en este caso hay una profunda identidad del Padre Y de la Oca.
Añadamos que albino, invitado más tarde a dibujar la imagen que más le ha interesado,
escoge a Oca, de la cual da una fiel reproducción, pero añadiendo al cerdito mordido una
pata negra cuidadosamente dibujada.
El conjunto del test de nota en este niño una fuerte agresividad de frustración frente a la
madre, mientras que la relación con el padre es bastante mejor, sin embargo, esta relación
está muy lejos de ser excelente, ya que varias veces el niño expresa temas de fuerte
agresividad contra ambos padres, Hasta el punto de declarar los muertos. Podemos pensar
que la agresividad conlleva como contragolpe una gran culpabilidad, cuya ansiedad sólo
puede calmar el castigo infligido Por la Oca (instanciapaterna). De ahí la repetición
obsesiva del tema. En este caso, la fuerte tendencia masoquista queda demostrada por las
razones dadas en las P-I de Oca, cuando el vino se identifica con el cerdo que llora, porque
me gusta llorar, en segundo lugar, por la elección de HOYO como la que más le,
asumiendo la con un tema dramático: es de noche. Pide Socorro. Estás solo, relató
acompañado de una viva ansiedad que hace que Albino pregunté de pronto: ¿dónde está mi
mamá? (cf. Anteriormente sus interpretaciones de BESO y de NOCHE).