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Introducción
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En este informe se hablará como enfoque principal sobre una situació n que ha afectado
a la economía mundial en el ú ltimo tiempo, se trata de la denominada guerra comercial
que tiene en disputa a las dos mayores potencias econó micas mundiales: china y EE.UU.
Se mencionará n los inicios y las causas de ésta, así como las consecuencias que podría
traer para el futuro de la economía del mundo en el caso de que esta guerra se
prolongue, y por ú ltimo, se desarrollará un enfoque sobre los efectos de esta disputa
que pueda traer para la economía chilena.
La guerra comercial consiste en la aplicació n por parte de uno o varios países de tarifas
o barreras al comercio hacia países terceros, en otras palabras, es una situació n en la
cual dos o má s países adoptan medidas para restringir las importaciones del otro país,
con el fin de proteger la industria nacional. Este término es antó nimo al libre comercio.
Por lo general , las guerras comerciales se originan cuando un país aumenta sus
aranceles a las importaciones, en tanto que , esta situació n perjudica a los productores
de los bienes importados debido a la alza de las tarifas arancelarias que el país al cual
inició la guerra comercial les ha impuesto.
Como respuesta en represalia, el país afectado aumenta sus aranceles a los productos
que se importan del primer país, iniciando así una denominada guerra comercial entre
ambos.
Ahora que ya se conoce el trasfondo de esa situació n, queda por definir y poner en
contexto el término de la “Guerra comercial entre China y EE.UU”. La guerra comercial
entre China y Estados Unidos es un conflicto comercial que se inició en marzo de 2018,
después de que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump anunciase la
intenció n de imponer aranceles de 50.000 millones de dó lares a los productos chinos
bajo el artículo N° 301 de la Ley de Comercio de 1974, argumentando un historial de
“prá cticas desleales de comercio” y el robo de propiedad intelectual. En represalia, el
gobierno de la Repú blica Popular China impuso en ese momento aranceles a má s de 128
productos estadounidenses, incluyendo en particular la soja, una de las principales
exportaciones de Estados Unidos a China. En un ambiente de desaceleració n en varias
partes del mundo, de ahondarse aú n má s este conflicto comercial, tales tendencias
podrían sumergir a la economía global en una nueva recesió n que traería mú ltiples
consecuencias, las cuales se irá n mencionando a medida que se avance en este informe.
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El 2 de abril, por su parte, el Ministerio de Comercio de China impuso aranceles a 128
productos estadounidenses, incluyendo chatarra de aluminio, aviones, automó viles,
productos derivados del cerdo y la soja (que tiene un arancel del 25%), así como a
frutas, frutos secos y tuberías de acero (15%). Al día siguiente, el USTR publicó una lista
de má s de 1300 categorías de las importaciones chinas, por un valor de 50.000 millones,
a las que se prevé establecer aranceles, incluyendo piezas de aviones, baterías,
televisores de pantalla plana, dispositivos médicos, satélites y armas.
En represalia por ese anuncio, China impuso un impuesto adicional del 25% a los
aviones, los automó viles, y la soja, que es la principal exportació n agrícola de Estados
Unidos a China. El 5 de abril, Trump ordenó al USTR que se considere establecer
aranceles adicionales por 100.000 millones de dó lares.
El 15 de junio, Trump confirmó la imposició n de una tarifa del 25% a 50.000 millones
de exportaciones chinas, de las cuales 34.000 millones serían gravadas el 6 de julio,
mientras que los restantes 16.000 millones en una fecha posterior. El ministro de
Comercio de China acusó a los Estados Unidos de iniciar una guerra comercial y dijo que
China respondería con aranceles similares a las importaciones estadounidenses. Tres
días má s tarde, la Casa Blanca declaró que Estados Unidos establecería aranceles
adicionales del 10% a otros 200.000 millones de importaciones chinas, si China
respondía a las medidas estadounidenses. China replicó casi inmediatamente,
amenazando con aranceles sobre 50.000 millones de bienes estadounidenses, y
reafirmando el “inicio de una guerra comercial” por parte de Estados Unidos.
El 8 de agosto el USTR publicó la lista final de 279 bienes chinos, por un valor de 16.000
millones, que serían objeto de aranceles del 25%.
como reacció n a toda esta situació n, en mayo de 2018 China inició los procedimientos
de solució n de controversias de la Organizació n Mundial de Comercio (OMC) en relació n
con los aranceles que Estados Unidos impuso a las importaciones de productos
fotovoltaicos de silicio cristalino y a las medidas relacionadas con la energía renovable.
Meses má s tardes, el subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del
Tesoro de Estados Unidos, David Malpass, y el viceministro de Comercio de China Wang
Shouwen se reunieron el 22 de agosto en Washington DC, en un intento por reiniciar las
negociaciones. Al día siguiente, el 23 de agosto, comenzaron a regir los aranceles
impuestos a bienes chinos por un valor de 16.000 millones de dó lares. Por ello, el 27 de
agosto China inició un nuevo procedimiento ante la OMC.
Por otra parte, el 1 de diciembre, cuando se celebraba la reunió n del G-20 realizada en
Argentina, los presidentes de ambos países acordaron posponer la imposició n de
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nuevos aranceles comerciales por un plazo de 90 días para permitir la reanudació n de
las negociaciones.
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un acuerdo comercial porque las tarifas impuestas por Estados Unidos obligará n a las
compañ ías a trasladar la producció n a otros países.
Claramente, si Estados Unidos impone aranceles a las importaciones desde China, los
productos de ese país pierden competitividad respecto de los producidos en ese país.
Por ese motivo, las importaciones de productos desde China caen fuertemente y por
ende, las fá bricas en China disminuyen su producció n y compran menos materia prima,
que, en gran proporció n, proviene de países en desarrollo como Chile, afectando en
nuestro caso principalmente las exportaciones de cobre mediante una baja sustancial
del precio y la cantidad comprada. Lo mismo pasa en el caso de Estados Unidos que
reduce su demanda de materia prima a países exportadores de la misma.
En cuanto a las exportaciones, los efectos han sido muy evidentes. Así, de acuerdo a
reportes del Ministerio de Relaciones Exteriores, comparando el primer trimestre del
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añ o 2018 con igual período de 2019, las exportaciones chilenas a Estados Unidos han
disminuido en má s de US$660 millones (un 16%), en tanto que a China la disminució n
ha sido de US$603 millones un (7,3%).
Dada la importancia del sector minero para Chile, se estima que la baja en el precio del
cobre en un centavo por libra, significa un menor ingreso para el país equivalente a
US$35 millones. El efecto de esta guerra comercial ha provocado que las exportaciones
de cobre en el primer trimestre de este añ o hayan disminuido en 7,4% respecto del
mismo período de 2018.
El impacto para Chile es muy fuerte, tanto en pérdida de puestos de trabajos en el sector
minero, como en todos los sectores relacionados con éste. Se genera ademá s un alza en
el precio del dó lar y, por lo tanto, se encarecen fuertemente los precios de bienes que
nosotros importamos como tecnología y combustibles.
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empresas en el mundo entero. Una desaceleració n econó mica generalizada puede ser el
acontecimiento que provoque quiebras de empresas e instituciones financieras.
¿Qué queda para países como Chile, que dependen del comercio internacional y que
tienen vocació n de apertura en el contexto de acuerdos consensuados entre las
naciones? Chile, junto a los 11 países que quedaron del Tratado Transpacífico original,
luego de que Trump decidió abandonarlo el primer día de su mandato, firmaron, en
Viñ a del Mar en marzo de 2018, un tratado entre ellos, el Tratado Integral y Progresista
de Asociació n Transpacífico, con lo que confirmaron su decisió n de progresar hacia el
perfeccionamiento de sus lazos de comercio e inversió n entre ellos. Buena señ al para
que otros países rechazen el proteccionismo y la ley del má s fuerte en las relaciones
econó micas internacionales.
Conclusión
Los aranceles que Estados Unidos comenzó a aplicarle a algunos productos
provenientes de China, en mi opinió n, reflejan una acció n desesperada por parte del
país norteamericano de tomar el control de la economía mundial y ser la ú nica potencia,
tratando de estancar la producció n manufacturera china a través de estos impuestos.
Esto apunta principalmente a la nueva era tecnoló gica en la cual China ha sacado una
ventaja superior con el denominado “5G”, en la cual Estados Unidos ve amenazado su
desarrollo econó mico, y a todo esto se le suma lo característicamente controversial del
presidente Donald Trump, que pareciera que en cada una de sus declaraciones le hecha
má s leñ a al fuego a tal situació n.
Hace algunos meses atrá s se pensaba que esta guerra comercial era casi imposible que
tuviera término. Sin embargo, hace un par de días atrá s se vió una pequeñ a luz de
esperanza para poner fin a este largo conflicto, ya que, los líderes de ambos países está n
comenzando a ceder y anunciaron un acuerdo parcial como primera etapa para poner
freno a esta guerra, que aparentemente me parece que se está transformando má s en
una guerra de “egos” entre las principales potencias mundiales por tomar la hegemomía
global, la cual sería una noticia alentadora para el mundo, que podría evitar un futuro
azotamiento y recesió n de la economía mundial.
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Finalmente, cabe recalcar que para Chile este eventual término de las tensiones entre
China y Estados Unidos, en mi opinió n reflejará que el país se va a reponer de la actual
situació n en la que estaba, principalmente en el sector en la cual se encontraba má s
afectado que eran las disminuciones de las exportaciones de su principal producto: el
cobre. Si esta tregua se logra concretar, nuevamente crecerá n las ventas hacia esos
destinos, ya que de ahí proviene la mayor parte de las ganancias y teniendo en cuenta
ademá s que tanto China como Estados Unidos son los principales socios comerciales
con las que nuestro país mantiene.
Bibliografía