Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
229/2010
1
Expediente Nro. 24.229/2010
2
Expediente Nro. 24.229/2010
3
Expediente Nro. 24.229/2010
Por otro lado, cabe destacar que el actor tuvo conocimiento del deceso
del Sr. Neuman luego del 10.02.09 –fecha en que fue devuelto el telegrama de intimación al
destinatario- (el Correo no informó cuándo sucedió exactamente), pero eso no implicaba,
necesariamente, que supiese que el vínculo laboral no continuaría con las coherederas. De
modo que, por lo menos hasta esa fecha, el contrato laboral se mantuvo vigente.
Por otro lado, cabe destacar que al haber sido devuelto el telegrama
enviado a Gilman, con la leyenda “se mudó”, el trabajador no tenía por qué conocer el domicilio
particular de la misma, para dirigir el colacionado allí.
Por la misma parte, la Sra. Gutiérrez (fs. 216/217), manifestó que trabajó
con el actor en el local ubicado en la calle Pasteur 345, en la zona de once. Indicó que ella se
desempeñó durante el 2005, que fue un periodo corto, algunos meses. Sostuvo que las órdenes
de trabajo eran impartidas por el Sr. Jaime Neuman, quien a su vez, les pagaba los salarios.
Aclaró que no sabe cuánto percibía el accionante, ni cómo era el método de pago. Sumado a
ello, manifestó que no sabe la fecha de ingreso ni la de egreso.
4
Expediente Nro. 24.229/2010
mismo ya se encontraba allí. Por último, hizo hincapié en que el Sr. Neuman era quién impartía
las órdenes de trabajo al accionante.
De modo que, deberá ser condenada en forma solidaria junto con las
hijas coherederas.
misma. Claramente, este no es el caso del artículo 303 del CPCCN, que prevé la
vinculatoriedad de los plenarios, colocando así a las cámaras en el lugar del legislador, por lo
que considero que esta norma es inconstitucional.
Por otra parte, toda vez que la ley 26853 en su artículo 12 dispone dejar
sin efecto al artículo 303 del CPCCN, y siendo que la misma establece su obligatoriedad de
manera inmediata, lo que viene a sumarse su carácter adjetivo de la misma, no existe más la
contradicción constitucional
6
Expediente Nro. 24.229/2010
debida, hasta el efectivo pago, equivalente al informado por la CNAT que resulte del promedio
mensual de la tasa activa, aplicada por el Banco de la Nación Argentina para operaciones
corrientes de descuento de documentos comerciales; II.- Imponer las costas de alzada, en
forma solidaria, a cargo de las coaccionadas vencidas; III.- Regular los honorarios de la
representación letrada de la parte actora, y de los codemandadas -en conjunto-, en el 15%
(quince por ciento), y 12% (doce por ciento), respectivamente, calculados sobre el monto de
condena más los intereses; IV.- Regular los honorarios de los letrados intervinientes por las
partes actora y codemandadas –en conjunto-, en el 35 % (treinta y cinco por ciento), y 25%
(veinticinco por ciento), de lo que les corresponda percibir por sus trabajos ante la instancia
previa; V.- Hacer saber que en caso de tratarse de responsables inscriptos, deberá adicionarse
a las sumas fijadas en concepto de honorarios de los profesionales actuantes en autos el
impuesto al valor agregado que estará a cargo de quien debe retribuir la labor profesional; VI.-
Cumplir con lo dispuesto en el artículo 1º de la ley 26856 y con la Acordada de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación Nº 15/2013.
7
Expediente Nro. 24.229/2010
Este testimonio, que proviene de una persona que dijo ser amigo
del barrio, no resulta digno de crédito. Ello así porque si hubiese sido
cierto que el testigo ingresó cuando el negocio abrió en el año 1994,
nunca pudo haberlo llevado al actor a trabajar en la fecha en que él
informó en la demanda, esto es el primer día del año.
Necesariamente ello debe haber ocurrido después. Podría ser que el
actor hubiese equivocado el año y que quiso referirse a 1995, pero
de ser así, nunca el declarante pudo referirse a 1994. En cuanto a la
remuneración mensual, el testigo dijo que él dejó de trabajar en el
año 2008, pero no precisó el mes. Este hecho no es un dato menor
por cuanto el actor fijó su remuneración mensual a la fecha del cese
de la relación laboral, de lo que se extrae que el testigo nunca pudo
saber que cobraba un monto cercano a los $2.500.- si había dejado
de trabajar varios meses antes. Ello ameritaba, cuanto menos, que el
testigo precisase su fecha de desvinculación.
4) Tiene razón la parte actora con relación a los salarios del mes de
enero y días de febrero, como así también las vacaciones no
gozadas de 2008, cuyo pago no fue acreditado, por lo que tiene
derecho a su cobro. En cuanto a los días del mes de febrero,
teniendo en cuenta que el actor intimó el día 6 (ver informe de fs.
186), y que admitió que el despido le había sido comunicado antes,
estimo prudente reconocerle que devengó haberes hasta el 4 de ese
mes.
6) Por lo que llevo dicho propongo que la acción prosperar por los
siguientes rubros, teniendo en cuenta la remuneración denunciada
por el actor. En cuanto a la incorporación del SAC a la base de
cálculo de la indemnización del artículo 245 de la LCT, destaco mi
postura contraria a la propuesta formulada en razón e la doctrina
sentada en el Fallo Plenario “Tulosai” que, aunque no comparto,
acato. A mi juicio, en virtud de lo normado por el artículo 15 de la ley
8
Expediente Nro. 24.229/2010
Adhiero al voto de la Dra. Regina Cañal, en lo principal que decide, excepto la propuesta
de incluir el SAC sobre la indemnización por antigüedad.
9
Expediente Nro. 24.229/2010
confería tales poderes a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero abrogada ésta
provocan cavilaciones sobre su compatibilidad con la Ley Suprema, en una controversia que
sigue vigente”.
“En el “sub lite” además, votar en sentido negativo a alguna de las cuestiones
propuestas implicaría un apartamiento no solo del Principio “Favor Operari” consagrado en la
Ley de Contrato de Trabajo, Artículo 9º, al elegir la opción más estrecha en la interpretación del
derecho del trabajo, si no –lo que es más grave- un quebrantamiento del mandato
constitucional, concretamente, del Principio Protectorio instaurado en el Artículo 14 Bis de la
Ley Cimera, en tanto reza que “el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las
leyes…” y del Principio de Progresividad, expresado en el inciso 19 del Artículo 75 C.N. que
manda: “Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia
social…” y sabido es que las normas constitucionales no se dividen en programáticas y
directamente operativas, sino que –como enseña Bidart Campos- todas las disposiciones de la
Constitución tienen fuerza directamente operativa”.
“Por ende, mal puede entonces adoptarse una decisión colectiva de tal proyección con
un número escaso de jueces, cuya decisión –lo reitero- tendrá una incidencia en los juicios
venideros y fijará doctrina Plenaria, con todos sus efectos, en los sucesivos casos que se
planteen”.
“Se ha dicho que el plenario es una “suma de muchos casos” según las palabras
vertidas por el Dr. Alberto Bianchi, Doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires,
quien ostenta una profusa e intensa actividad académica, y profesor de Derecho Constitucional
en la Universidad Católica Argentina y de Derecho Procesal constitucional de la Escuela de
Abogados del Estado”.
“En la disertación que éste efectuara con relación a los efectos de la revocación de la
doctrina fijada en un fallo Plenario por parte de la Corte Suprema, a propósito del Plenario de la
Cámara Civil dictado en los autos: “Obarrio, María Pía c/Microómnibus Norte S.A. y otros”, ha
expresado que precisamente del resultado de esa suma de casos aplicados en diferentes
hechos surge una doctrina plenaria”.
“Por todo ello, insto a que –tal como lo impone la delicadeza del asunto que menciono-
se resuelva por el Congreso una pronta solución al problema de fondo”.
“En efecto, allí se ha sostenido que: “…la directiva de la mencionada norma es clara
cuando señala que debe tomarse la “mejor remuneración devengada”: La prestación se
devenga día a día y es de pago diferido, por lo que entiendo, como ha venido resolviendo la
Suprema Corte de Buenos Aires, desde el caso “Hellman, Raúl Alberto c/ Rigolleau S.A.”, LT,
1.983, XXXI-B, 931), que debe computarse en dicha base…”(vid. otro Fallo de la Sala VII,
10
Expediente Nro. 24.229/2010
dictado en los autos "“Bretaña, Juan Antonio c/ Escuela Superior de Hotelería S.A. s/ Despido”;
S.D. 38760 del 13.9.05)”.
11