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I.

Relato:

El gran escritor griego, Nikos Kazantzakis ("Zorba, el Griego") cuenta que, cuando
niño, reparó en una crisálida adherida a un árbol, donde una mariposa se
preparaba para salir. Esperó algún tiempo, pero, como estaba demorando mucho,
resolvió acelerar el proceso. Comenzó a calentar la crisálida con su aliento; la
mariposa terminó saliendo, pero sus alas aún estaban amarradas, y terminó por
morir poco tiempo después.

"Era necesaria una paciente maduración hecha por el sol, y yo no supe esperar",
dijo Kazantzakis. "Aquel pequeño cadáver es, hasta hoy, uno de los mayores pesos
que tengo en la conciencia. Más fue él el que me hizo entender lo que es un
verdadero pecado mortal: forzar las grandes leyes del Universo. Es preciso
paciencia, aguardar la hora exacta y seguir con confianza el ritmo que Dios
escogió para nuestra vida".

Consigna:

a) ¿Cuál es la idea central que nos transmite el texto?


b) Redacta la enseñanza del texto en forma de sentencia (moraleja)

II. Refrán: ¿Cuál es el significado de la siguiente frase?

Si de noche lloras por el sol, no verás las estrellas.

DIAGNÓSTICO OPERATORIO
III. Cuento:

Consigna:

- ¿Cómo describirías sobre qué trata el siguiente cuento?

III. Cuento:

Continuidad de los parques

Julio Cortázar

DIAGNÓSTICO OPERATORIO
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por
negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se
dejaba interesar lentamente por la trama; por el dibujo de los personajes. Esa
tarde, después de escribir una carta a su apoderado, volvió al libro en la
tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Sentado en
su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una
irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una
y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su
memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los
protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer
casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a
la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto
respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los
ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra,
absorbido por la sórdida disyuntiva de los personajes, dejándose ir hacia las
imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del
último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa;
ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama.
Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las
caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta,
protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se
entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo
anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía
que todo estaba decidido desde siempre. Nada había sido olvidado: coartadas,
azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo
minuciosamente atribuido.
Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se


separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al
norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el
pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta
distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa.
Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa
hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre
galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala
azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas.
Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y
entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un
sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una
novela.

Consigna:

“Te voy a presentar algunas historias. Al final de cada una de ellas te


presentaré algunas preguntas que tendrás que responder. También te voy a
pedir que justifiques tus respuestas, por ello te preguntaré ¿por qué? al final de
cada situación planteada. Tratá de ser lo más explicito posible, me interesa
conocer cómo resolviste, qué pensaste ante cada historia”

DIAGNÓSTICO OPERATORIO
Ítem 1. En una ruta circulan tres autos, uno de los autos es de color rojo, otro
es azul y el tercero gris. El auto azul anda más rápido que el auto gris; el auto
gris anda más rápido que el auto rojo.

a) ¿Cuál de los tres autos es más rápido? ¿Por qué?


b) ¿Cuál de los tres autos anda más lento? ¿Por qué?

Ítem 2. De los tres autos que mencionamos, el auto rojo es más grande que el
auto gris; el rojo es más pequeño que el auto azul.

a) ¿Cuál de los tres autos es el más grande? ¿Por qué?


b) ¿Cuál de los tres autos es el más pequeño? ¿Por qué?

Ítem 3. Yo conozco dos hermanos, uno se llama Juan y el otro Pedro. Juan y
Pedro tenían cada uno 10 lápices de colores. Juan le regaló a Pedro tres de sus
lápices.
Ahora, ¿cuántos lápices más tiene Pedro que los que le quedaron a Juan?

Ítem 4. Estoy en un parque, al lado de un pino. Desde allí camino 100 metros
para delante, luego camino 30 metros más en la misma dirección. Después me
doy vuelta y camino 100 metros hacia el pino y me encuentro con un manzano.
¿A cuántos metros del pino se encuentra el manzano? ¿Por qué?

Ítem 5. Mi padre me dio cierta cantidad de dinero para dividir con mi


hermano. Repartí entonces el dinero en dos partes iguales. Pero antes de darle
a mi hermano su parte quité 12 pesos de la mía y agregué esos 12 pesos a la
suya. ¿Cuántos pesos más tendrá mi hermano que yo? ¿Por qué?

Ítem 6. Tengo un gran ramo de flores de diferentes especies y de distintos


colores. La mitad de las flores las junté de mi jardín y la otra mitad las compré
en la florería.
Las rosas de mi jardín no son rojas. En la florería compré muchas flores, entre
las que había dos rosas, una de esas rosas era de color amarillo.
Saco de mi ramo una rosa roja.

a) ¿De dónde proviene esa rosa roja, de mi jardín o de la florería? ¿Por qué?

Ahora saco de mi ramo una rosa blanca.

b) ¿Es de mi jardín o la compré en la florería? ¿Por qué?

En mi ramo hay también margaritas.

c) ¿Vienen de mi jardín o las compré en la florería? ¿Por qué?

Consigna:

Dados los siguientes dígitos:

DIAGNÓSTICO OPERATORIO
2–6–1–9–3–5

¿Cuántos números de dos cifras podés formar combinando


de a dos estos seis números?

Prueba de Razonamiento Verbal: (Clasificación)

DIAGNÓSTICO OPERATORIO
1. En las cinco palabras siguientes ¿hay más animales o más aves?
¿Por qué?

Perro – Pato – Murciélago – Cigüeña – Gorrión

2. En las cinco palabras siguientes ¿hay más flores o más vegetales?


¿Por qué?

Rosa – Tomate – Margarita – Árbol – Clavel

3. Entre los pájaros, los animales y los pájaros de montaña ¿dónde te


parecen que hay más animales diferentes y dónde menos animales
diferentes? ¿Por qué?

4. Nombra algo que no sea animal.

5. ¿Qué grupo podemos formar si reunimos los animales y todo lo que


no es animal?

6. Si sacamos dentro de lo que existe a los animales ¿qué queda?

7. ¿Qué grupo es el que no está formado por lo que no es animal?

8. ¿Qué grupo forman los vegetales que no son vegetales?

9. Piensa con detenimiento y justifica cada una de tus respuestas:

o ¿hay más pájaros o más animales?


o ¿hay más animales o seres vivos?
o ¿hay más seres vivos o más seres que
existen?

10. ¿Hay más cosas que no son animales o más cosas que no son
pájaros?

DIAGNÓSTICO OPERATORIO

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