Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
DESDE LA VISIÓN DE
LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA Y EL URBANISMO
TÁCTICO
Autor
Según plantea Punset (2013) el mundo hoy día se maneja entre dos versiones
antagónicas de entender el pensamiento en la política (la dogmática y el
demostrativo, científico, racional, emotivo, humanista). El pensamiento dogmático
parte de una idea fija y sin posibilidad de evolucionar en el tiempo, por ser una
sociedad que culturalmente ha concluido su proceso de evolución; una utopía que
se vuelve coercitiva, donde nadie puede salirse de las reglas establecidas ya que
sería un agente discordante, por tanto, la libertad individual debe ser sometida a
un interés superior común; el individuo desaparece como tal y pasa a ser una
masa, una comunidad, nada es posible fuera del contexto intelectual donde existe
y el sometimiento es incondicional a las reglas que lo condicionan.
El concepto tipo se entiende como la esencia de una cosa, este concepto nace del
mundo de la arquitectura y es Aldo Rossi (1988) quien retomando los conceptos
de teóricos decimonónicos que los desarrolla en la arquitectura y el urbanismo
post moderno. Quatremère de Quincy (1832) define en su diccionario: que la
palabra “tipo”, no representa tanto la imagen de una cosa a copiar o imitar
perfectamente, sino más bien, a la idea de un elemento que por sí mismo debe
servir de regla al modelo. “El modelo”, entendido de acuerdo con la ejecución
prácticas del arte, es un objeto que debe repetirse tal como es; el tipo es, por el
contrario, un objeto de acuerdo con el cual cada uno puede concebir obras que no
se asemejan nada entre sí.
“Aldo Rossi define el tipo como: “Constante que se presenta con caracteres de
necesidad…el tipo es la idea misma de la arquitectura; lo que está más cerca de la
esencia”. Rossi entiende el tipo como el concepto permanente, un enunciado que se
antepone a la forma y la determina, lo que le permite conceptualizar el tipo como
principio de la arquitectura.” Colmenares (1995).
“la ética se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, mientras que la política
intenta coordinar de la manera más provechosa para el conjunto lo que muchos
hacen con sus libertades. En la ética lo importante es querer bien, porque no se
trata más de lo que cada cual hace porque quiere. Para la política, en cambio, lo
que cuentan son los resultados de las acciones, se hagan por lo que se hagan, y el
político intentará presionar con los medios a su alcance para obtener ciertos
resultados y evitar otros”. Sabater (1991)
Considera Sabater (1991), que si bien la ética es una cuestión personal, la política
tiene unos valores inherentes que no se deben pasar por alto como son: la
honestidad, la transparencia, el respeto y la solidaridad e inclusión, entre otros
aspectos que están dentro del área de influencia de la episteme de la ética.
¿Es posible encontrar mecanismos que permitan ordenar las formas de actuar
en la gestión urbana independientemente del grupo político que gobierne y
estos permitan la participación ciudadana de forma efectiva e inclusiva,
superando el conflicto de intereses políticos irreconciliables por sus discursos
dogmáticos?
¿Existen casos de gestión urbana dentro nuestro contexto que hayan podido
lograr entender un orden dentro del caos administrativo, superar los conflictos
políticos y sociales, y hayan mejorado tanto la gestión administrativa y la
calidad de vida de sus ciudades en cuanto a la desigualdad social, la violencia
e inseguridad, la coexistencia entre otros valores a destacar?
¿Se puede educar a los ciudadanos para que dejen de ser simples
observadores de su realidad y estos participen de forma activa en la
construcción y control de su contexto?
Para que esto sea posible se debe tener políticos que se comprometan con su
comunidad y demuestren a través de sus acciones que están cumpliendo de forma
metódica con la construcción de nuestro futuro; este futuro no es posible con
funcionarios que respondan a la banalidad del mal en su acción cotidiana que no
se educa en la ciudadanía contextualizada en coexistencia. La realidad es descrita
por Uslar Pietri (1986) desde los inicios de la mitad del siglo XX, este futuro está
en el camino de la educación, los valores y la ética en nuestra conducta, lo que
nos hará salir de este modelo de país vencido en ideologías anacrónicas,
inmaduro o primitivo en sus formas de actuar.