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1 A la fecha, nuestra institución cuenta con un único patrocinado en situación de privación de su libertad.
los centros penitenciarios, a los padres y madres de hijos menores de edad en situación
de vulnerabilidad (principio del interés superior del niño), a las personas con
discapacidad, a las personas LGBTI, a aquellas personas que han cumplido las dos
terceras partes de la pena impuesta y todas aquellas cuya situación de hecho haya
cambiado de tal manera que no se justifique la permanencia de la prisión
preventiva. Asimismo, se debe garantizar que estas personas cuenten con un lugar
de cobijo ante su eventual liberación.
6. Estas medidas deben responder a límites que estén orientados a garantizar la
seguridad pública y el deber de no impunidad ante delitos graves. En ese sentido,
las medidas adoptadas deben recaer principalmente sobre condenados o procesados por
delitos leves y/o no violentos, cuya comisión no haya implicado atentar contra la vida o la
integridad física de otra persona. Además, debe considerar un especial estándar en el caso
de personas condenadas por graves violaciones de derechos humanos que implique una
evaluación rigurosa del principio de proporcionalidad y los estándares interamericanos.
7. Las personas beneficiadas que irrespeten las condiciones señalas al ser liberadas,
que incumplan de forma injustificada las reglas de distanciamiento físico implementadas y
en general alguna de las normas dispuestas para hacer frente a la pandemia, y/o perpetren
un delito doloso mientras dure la emergencia sanitaria derivada del COVID-19 deberán
cumplir de manera efectiva el saldo de la pena original que se le hubiese exonerado o el
tiempo de prisión preventiva eximido (en este último supuesto, obviamente sin perjuicio
de la pena que corresponda por el nuevo delito).
8. Considerando la situación de los que permanecerán en los centros de privación de la
libertad, invocamos al Poder Ejecutivo a optimizar las garantías de protección y goce
del derecho a la salud y la alimentación en los penales; así como las condiciones
laborales y de seguridad física y sanitaria de los trabajadores/as (agentes de
seguridad, administrativos y personal de salud) de dichos centros.
9. Finalmente, exhortamos al Poder Judicial y al Ministerio Público a que, con
resguardo de las condiciones de trabajo y de seguridad sanitaria de los
magistrados/as, funcionarios y personal auxiliar, garanticen el funcionamiento del
servicio de impartición de justicia durante el período de emergencia, principalmente
mediante la utilización de las herramientas tecnológicas.