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1. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA EXCAVACIÓN EN TRINCHERAS.

El área abierta
En las últimas décadas se ha impuesto un sistema de excavación denominado en área abierta o sistema
Barker, que hicieron suyo, con aportaciones, el británico Harris o el italiano Carandini, en el que se va
levantando nivel por nivel. Este método supone la excavación completa o en extensión de un gran espacio
que se acomete sin ningún tipo de interrupción física, con el fin de investigar una zona en extensión, sin
límites físicos artificiales que impidan la comprensión de las unidades de estratificación. Es un método
especialmente válido para yacimientos superficiales y para aquellos en que el enfoque horizontal es lo más
importante, caso de yacimientos donde los restos de estructuras son escasos.

El hecho de que sea preferible la estrategia de área abierta no significa que este sistema sea
universalmente válido y que los restantes sean absolutamente inutilizables. Las ventajas y desventajas
de cada uno de ellos deben evaluarse ante cada yacimiento. Las trincheras y las cuadriculas no deberán
desterrarse sin más del ejercicio arqueológico porque son convenientes para determinadas actuaciones
ligadas al desarrollo de la Arqueología profesional. Así la realización de estudios previos para evaluación
del impacto de obras públicas o privadas sobre el Patrimonio Arqueológico requerirá en determinadas
circunstancias el empleo de trincheras o cuadros que a modo de sondeos permitan establecer la existencia
de yacimientos en la zona de afección de las obras en proyecto, delimitar su extensión o calibrar su
complejidad estratigráfica, a fin de determinar actuaciones futuras en ese yacimiento.

Las intervenciones desarrolladas en el ámbito urbano, dentro de los programas de protección patrimonial
establecidos por vía normativa, imponen de manera muy evidente la necesidad de aplicar una estrategia
de excavación que proporcione el mayor cúmulo de datos con una economía de tiempo y dinero. La
estrategia idónea en espacios urbanos de gran complejidad estratigráfica es la excavación en área que
permite documentar la secuencia completa del solar que se somete a análisis. A menudo se utiliza un
sistema intermedio que consiste en excavar una parte del yacimiento por área abierta, horizontal, y otra
reservando los testigos para reflejar la estratigrafía vertical.
También en torno a la utilidad de los testigos se ha discutido bastante, ya que algunos investigadores los
consideran innecesarios y anticuados. Sin embargo, en principio, y especialmente en yacimientos de
estratigrafía vertical y estructuras, es conveniente dejarlos.
Por último, podemos citar, dentro de la línea de que no hay un único sistema de excavación sino que
hemos de plantearnos en cada caso el más adecuado, otro sistema muy particular que se ha usado para
yacimientos de localización unitaria como tholoi o megalitos. Se conoce como sistema Van Gieffen o de
cuadrantes, y consiste en subdividir el área a excavar en cuadrantes e ir excavando los opuestos, dejando
entre ellos testigos que se levantan al final. Lo más recomendable es plantear una estrategia flexible que
permita combinar el rigor estratigráfico de los sondeos con la visión amplia de los fenómenos indagados,
que proporciona el sistema abierto.
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2. CARACTERÍSTICAS DE LA EXCAVACIÓN EN TRINCHERAS


2.1. El sistema de cuadrículas
El sistema de cuadrículas, ideado, utilizado y generalizado por Wheeler en la década de los
años 50, consiste en la excavación de una red de cuadros de tamaño mediano (normalmente de
4 m de lado) entre los que se dejan zonas sin excavar (de un metro de ancho), denominadas
testigos, que se van eliminando a medida que las necesidades de la excavación lo recomienden.
Este sistema posibilita una lectura detallada de los cuatro perfiles de cada cuadro, permitiendo
un excelente control de la dimensión vertical del yacimiento en detrimento de la visión horizontal
o espacial del mismo que se ve entorpecida por los testigos.

2.2. El área abierta


En las últimas décadas se ha impuesto un sistema de excavación denominado en área
abierta o sistema Barker, que hicieron suyo, con aportaciones, el británico Harris o el italiano
Carandini, en el que se va levantando nivel por nivel. Este método supone la excavación
completa o en extensión de un gran espacio que se acomete sin ningún tipo de interrupción
física, con el fin de investigar una zona en extensión, sin límites físicos artificiales que impidan la
comprensión de las unidades de estratificación. Es un método especialmente válido para
yacimientos superficiales y para aquellos en que el enfoque horizontal es lo más importante,
caso de yacimientos donde los restos de estructuras son escasos.
El hecho de que sea preferible la estrategia de área abierta no significa que este sistema sea
universalmente válido y que los restantes sean absolutamente inutilizables. Las ventajas y
desventajas de cada uno de ellos deben evaluarse ante cada yacimiento. Las trincheras y las
cuadriculas no deberán desterrarse sin más del ejercicio arqueológico porque son convenientes
para determinadas actuaciones ligadas al desarrollo de la Arqueología profesional. Así la
realización de estudios previos para evaluación del impacto de obras públicas o privadas sobre
el Patrimonio Arqueológico requerirá en determinadas circunstancias el empleo de trincheras o
cuadros que a modo de sondeos permitan establecer la existencia de yacimientos en la zona de
afección de las obras en proyecto, delimitar su extensión o calibrar su complejidad estratigráfica,
a fin de determinar actuaciones futuras en ese yacimiento.
Las intervenciones desarrolladas en el ámbito urbano, dentro de los programas de protección
patrimonial establecidos por vía normativa, imponen de manera muy evidente la necesidad de
aplicar una estrategia de excavación que proporcione el mayor cúmulo de datos con una
economía de tiempo y dinero. La estrategia idónea en espacios urbanos de gran complejidad
estratigráfica es la excavación en área que permite documentar la secuencia completa del solar
que se somete a análisis. A menudo se utiliza un sistema intermedio que consiste en excavar
una parte del yacimiento por área abierta, horizontal, y otra reservando los testigos para reflejar
la estratigrafía vertical.
También en torno a la utilidad de los testigos se ha discutido bastante, ya que algunos
investigadores los consideran innecesarios y anticuados. Sin embargo, en principio, y
especialmente en yacimientos de estratigrafía vertical y estructuras, es conveniente dejarlos.
Por último, podemos citar, dentro de la línea de que no hay un único sistema de excavación
sino que hemos de plantearnos en cada caso el más adecuado, otro sistema muy particular que
se ha usado para yacimientos de localización unitaria como tholoi o megalitos. Se conoce como
sistema Van Gieffen o de cuadrantes, y consiste en subdividir el área a excavar en cuadrantes e
ir excavando los opuestos, dejando entre ellos testigos que se levantan al final. Lo más recomendable es
plantear una estrategia flexible que permita combinar el rigor estratigráfico de los sondeos con la visión
amplia de los fenómenos indagados, que proporciona el sistema abierto.
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3. QUE SON LAS TRINCHERAS DE EXCAVACION


La estrategia más antigua de excavación es la trinchera o zanja estrecha y alargada que corta el
yacimiento de extremo a extremo. En la actualidad solo es útil para estructuras lineales como muros, fosos
o calles. Su ventaja radica en que se obtienen rápidamente datos y su inconveniente estriba en la dificultad
de generalizar tales datos.
3.1 El proceso de excavación: acción y reflexión
El trabajo de extracción de los depósitos al excavarse puede hacerse de dos formas:
1) Excavar siguiendo los niveles o estratos naturales, lo que implica identificar cuidadosamente sus límites,
con los problemas derivados de que no siempre tienen disposiciones más o menos horizontales. Además
algunos niveles son muy potentes (muy profundos) y no se diferencian los hallazgos de la parte superior
de los de la inferior. Por eso es mejor estrategia la segunda forma.
2) Excavar siguiendo niveles artificiales o arbitrarios (tallas), por ejemplo de 10 cm de potencia, para así
poder recuperar en capas más finas los hallazgos y cuando se recuperan varias dentro de un mismo
estrato poder comparar las tallas inferiores y las superiores. De alguna manera la excavación por tallas
constituye un control más preciso del proceso y permite lecturas más seguras en horizontal (Fig. 13).

El proceso de excavación en campo puede realizarse a distintas escalas o niveles de recuperación, un


concepto del británico Carver (2009:124-138) que evalúa las distintas intensidades de excavación en
cada actuación arqueológica; básicamente el nivel de precisión y de recuperación de restos.

Figura 13. Las dos formas de excavación del depósito arqueológico: por niveles estratigráficos y por tallas artificiales

3.2 La excavación arqueológica:


Las excavadoras, bajo estricto control para buscar los niveles arqueológicos: puede ahorrar mucho tiempo
y dinero pero debe manejarse con mucho cuidado y experiencia. En el nivel B se utilizan picos y palas,
mientras que en los niveles C y D se opera con paletas y paletines y en el último caso con cribado de
muestreo del sedimento. El nivel E implica una excavación cuidadosa con instrumental de precisión y
el cribado del sedimento, mientras que el nivel F supone el traslado de bloques de tierra para ser
minuciosamente excavados en el laboratorio con un cribado de alta resolución.
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En la definición de los niveles de recuperación de Martin Carver la realización de cribado y de distintos


tipos de cribado juega un papel importante. El cribado pretende remover la matriz de los depósitos para
recuperar objetos y/o restos que si no, por su pequeño tamaño, se perderían irremediablemente. La luz de
las cribas oscila de mallas muy finas (1,5 mm) a otras de 25 mm. Las cribas pueden ser pequeñas,
circulares para manejar a mano, de plano inclinado de mayor tamaño y suspendidas de un trípode que
resultan más cómodas de manejar y permiten procesar mayor volumen de depósitos. Y salvo en los
niveles más altos de recuperación el cribado de sedimento debe realizarse por muestreo. En algunos
yacimientos, sobre todo los de cronologías más antiguas y en cueva, se utiliza la máquina de flotación
para realizar el cribado con agua de una parte o del total del sedimento excavado con mallas de 1 mm o
de 0,5 mm con el objetivo de recuperar adecuadamente la micro fauna.
La mecánica del trabajo de excavación es relativamente simple: un proceso continúo de identificación de
los rasgos, estructuras mínimos, su excavación y su registro para después pasar al siguiente rasgo,
estructura. Lógicamente es preciso tener una idea clara de cómo cada elemento excavado encaja en el
conjunto del yacimiento. Por eso, en principio, es deseable que quien excava sea la misma persona que
luego redacte el informe. Aunque con buenos registros documentales eso no es Imprescindible.

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