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Itziar Cantera Sojo

Yo soy mujer y yo tengo dificultades en apropiarme de mi tiempo.


Percibo en mí falta de ligereza, de serenidad, de claridad a la hora
de decidir qué tiempo es mío.
A veces de fuera me llegan mensajes enajenantes, castradores que
me recuerdan que mi tiempo en femenino es primero ajeno y luego
propio. Pero también me llegan mensajes que me animan y me
reconocen en mi derecho a ser en un tiempo propio y sin embargo
con lo fácil que me lo ponen las y los otros reconozco que me cuesta
hacerlo y sentirme bien ¿por qué?

Al mirar hacia dentro reconozco en mí viejas normas censuradoras


muy claras que actúan como freno a mi libre disposición del tiempo,
y detrás de estas normas conocidas intuía otras más profundos,
más inconscientes, más desconocidas. Con lo cual vi claro que me
convenía ponerme a trabajar sobre ello.
Pero además como psicóloga que trabaja con mujeres soy testigo a
diario de la dificultad de muchas en apropiarse de su tiempo.
Mal de muchas…… es un problema de todas, es algo que me invitaba
al análisis y al cuestionamiento, y a hacerlo en claves de género.
Y así decidí que convenía hincarle el diente en cuanto el tiempo es
un elemento clave para construirnos y siendo clave parto de que no
está en nuestras manos.
El valor, el uso y la distribución del tiempo están socialmente
regulados y repartidos por leyes tan invisibles como reales y
contundentes. Leyes además injustas porque definen el tiempo de
hombres y mujeres de manera desigual.
Todo esto me llevó a pensar primero en la agenda y después en esta
jornada como una actividad que pretende ser otro grano de arena
en la construcción nuestra querida y soñada igualdad.
Ahora que a diario oímos hablar de conciliación, considero que
NO ESTAMOS BIEN PREPARADAS PARA CONCILIAR
SI NO SOMOS CAPACES PREVIAMENTE DE DISPONER DE UN
TIEMPO PROPIO
¿CON QUÉ VOY A NEGOCIAR SI NO TENGO?
PARA NEGOCIAR BIEN PRIMERO HAY QUE SER DUEÑA DE
ALGO

Yo soy en un tiempo propio con otras y otros


No puedo ser en un tiempo ajeno
No puede ser yo misma, no puedo construirme, en un tiempo que es
de otros
No puedo ser en un tiempo que no me pertenece,
no puedo ser sin una vida propia.
Os pregunto y me pregunto ¿os sentís os reconocéis dueñas de
vuestro tiempo? ¿os sentís libres administrándolo, gastándolo?
¿Qué es exactamente eso de ser dueña de mi tiempo? Se me ocurre
que es lo más parecido a ser dueña de mi vida. Una vez una mujer
me dijo en la primera entrevista, “……..Es que no me dejan ni
separarme”

¿Mi vida es mía o es de un gran número de accionistas que viven


junto a mí?
¿Soy su única propietaria o voy a medias con alguien o he formado
sociedad?

El tiempo es oro ¿no? y tanto el tiempo como el oro ¿están en manos


de ellos? ¿cómo están nuestras cuentas? ¿están famélicas?
La vida son calendarios ¿cuántos candelarios has cumplido? y yo
pregunto aún más ¿cuántas hojas tiene tu calendario? Tu agenda
personal ¿tiene el mismo número de hojas? ¿Contabiliza el mismo
número de minutos al día, a la semana, al mes, al año?
El dinero se cuenta en euros, el oro en lingotes, el tiempo se mide
en minutos. El tiempo es nuestro saldo vital ¿qué tal ando de
fondos?
Decía Clara Coria que en cuestiones de dinero las mujeres nos
sentíamos y nos reconocíamos como dueñas y administradoras del
dinero “chico” pequeño, “el grande lo controla sobre todo él” ¿nos
pasa lo mismo con el capital en horas que con el capital en euros?
¿SOMOS LAS GRANDES DUEÑAS DEL RATITO?
¿El tiempo en números grandes ¿tiene algo que ver con nosotras?
¿nos sentimos y actuamos como dueñas de él o estamos dejando
nuestra riqueza en manos de …¿de quién?

El onceavo mandamiento de la ley de Dios, MANDAMIENTO NO


ESCRITO EN PAPEL PERO SI EN NUESTRAS MENTES Y EN
NUESTROS CORAZONES, mandamiento que se trasmite VÍA
ORAL dice, si eres mujer amarás a tu prójimo más que a ti misma,
lo amarás del todo, te va la vida en ello, o la salvación tal vez. Te
vaciarás en ello, pondrás todo lo tuyo sin reservas, a disposición de
los demás, priorizarás siempre la necesidad del otro y de la otra, y
sólo cuando acabes de cumplir este mandato te dedicarás a ti. Es
por eso que aún hoy en día en el calendario de las mujeres no están
puestas las fiestas, porque los días que están en rojo no
necesariamente indican que libramos, que son festivos para
nosotras.
Hasta Dios al séptimo descansó, nosotras aún no sabemos. El librar
NOS LO TENEMOS QUE PELEAR, NOS LO TENEMOS QUE
JUGAR Y QUE GANAR, aún

Este ideal de feminidad está en las principales religiones del


Planeta si no en todas, no sólo en todas las culturas orientales y
occidentales y en todas las prácticas vigentes en todos los países.
Este ideal que nos convierte a las mujeres en santas y mártires, en
seres omnipotentes, excepcionales porque viven descuidando su
propio cuidado, a lo largo de la vida, este ideal y esta práctica de
autoinmolarnos o de posponernos, tiene precio. Nos cuesta mucho,
nos supone disgustos y posponer o renunciar a los gustos, nos
cuesta unas cuantas cajas de prozac o de trankimacines.
NOS CUESTA LA SALUD PERO NOS CUESTA TAMBIÉN UN
MONTÓN DE DINERO. Nos cuesta sueños SIN CUMPLIR,
proyectos INACABADOS o NO INICIADOS y ambiciones
SACRIFICADAS que no van a poder crecer porque no les vamos a
poder dedicar el tiempo que necesitarían para hacerlo.
Y esto no es una opinión es una realidad que a Dios gracias ya
aparece reflejada en las estadísticas que contabilizan en manos de
quien están las fortunas, o los estudios sobre de salud y
enfermedad por géneros. O los datos de la unión europea por
ejemplo sobre el uso de los permisos de maternidad paternidad:
Datos: El 24% de los hombres suecos y el 14% de los finlandeses
quieren disfrutar de más tiempo con sus hijos y lo reivindican,
mientras que el 95% de los padres españoles ni si lo plantea
siquiera.

Detrás de estas cifras están los ideales de feminidad y de


masculinidad. Estos ideales, que nos enseñan cómo ser un hombre de
verdad, y una mujer como Dios manda, los vamos mamando desde
que nacemos y se nos siguen recordando de manera bastante
constante a lo largo de la vida, siempre hay alguien dispuesto a
hacernos la reconvención moral, “pues vaya,… tú si que estás
tomándote la revancha, andas que no paras eh?” y si no hay nadie a
mano ahí está nuestra moral heredada, Itzi ¿no te estarás pasando,
no estarás siendo demasiado egoísta”?
Por cierto, me he fijado en que nunca me pregunto si estoy siendo
demasiado generosa. La generosidad es un valor muy bueno pero es
importante que esté balanceado, que sea bidireccional,
Tenemos tan prohibido el tiempo para sí como el mirar para sí, como
la ambición propia. Veamos como se van instalando estos mandatos a
través de la famosa vía oral.

Si hacemos un poco de memoria juntas, si miramos atrás,


recordareis como, en nuestra infancia-adolescencia y juventud,
nuestro tiempo de libre disposición siempre era menor que el de tus
hermanos o el de tus primos, o el de los amigos. La famosa frase
tantas veces escuchada “saldrás cuando hayas acabado de hacer las
cosas” ¿las cosas de quién?, ya entonces cuando acababa tu jornada
familiar se te reconocía el derecho de dedicarte a lo tuyo, de
quedarte fuera de cobertura, libre, pero eso sí, libre hasta una
hora, que ………ya se sabe, las chicas tenemos que vivir una cierta
libertad vigilada no vaya a ser que nos metamos en líos, que nos
quedemos embarazadas, y entonces si que nos echaban de casa para
no poder volver, al menos eso nos repetían. Bueno pero ESTA ES
OTRA HISTORIA QUE DEJO PARA OTRO DÍA.

En el pasado y en el presente el tiempo del que disponemos las


mujeres no sólo ha sido y es más escaso sino que también es de peor
calidad que el de los hombres. Si os fijáis, el tiempo en femenino es
entrecortado, interrumpido, es menos valioso, POR TANTO lo
defendemos y protegemos peor, es también un tiempo menos libre
que además tiene que ser conciliado, e incluso en ese tiempo libre
las mujeres somos más vigiladas porque está muy sexualizado desde
la obsesión masculina de que les pertenecemos.

Visto lo visto,
CREO QUE NOS CONVIENE HACER ALGO.MOVER PIEZA
TOCAR ALGUNA TECLA. Pero antes de nada me gustaría
aclarar algunos conceptos que a diario salen en las noticias y en
las campañas:
⇒ Empoderamiento femenino
⇒ Renuncia masculina
⇒ Conciliación en claves nuevas que haga justicia par
todos
Estos tres elementos son las tres patas sobre las que
asentar un verdadero cambio y que tenga garantías.

Empecemos por el 1º:


El empoderamiento de la mujer no es sólo un cambio del estado de
ánimo de ésta, no es sólo un nuevo estado mental, no es sólo un
nuevo sentimiento de fuerza interna, es algo más, es un estado
interno que necesariamente tiene consecuencias externas, que
empieza en ellas pero que les toca a ellos. Es algo que genero yo,
que generamo nosostras y que repercute a terceros. SI NO HAY
REPERCUSIÓN NO HAY empoderamiento verdadero, real.

La desigualdad no la vamos a arreglar SÓLO las mujeres a través


del empoderamiento, este es un paso necesario, imprescindible,
pero no suficiente, los hombres tienen que renunciar a parte de sus
privilegios, deben renunciar a ejercer su supremacía y, como
mayoritariamente no van a estar dispuestos, esto en el día a día de
la relación con ellos se va a traducir en tensión, fricción, pulsos,
malestar, enfados, en un cierto cuerpo a cuerpo con aquellos que
trabajan a nuestro lado, con aquellos a quienes queremos.
TENEMOS TENDENCIA A HACERNOS CARGO DE LO NUESTRO
Y DE LO QUE ELLOS NO NQUIEREN HACER,
PERO CONSTRUIR IGUALDAD, CONCILIAR EN IGUALDAD, ES
COSA DE DOS.
Parte de nuestro empoderamiento se va a tener que gastar en
empujar, presionar, para que ellos se muevan, la otra parte en,
disfrutarlo, en beneficiarnos de la igualdad y de la justicia, en
sentirnos mejor por ello, en tener mejores condiciones de vida en
disfrutarlas. Pero que ellos se muevan es tan justo como inevitable
para la igualdad, o hacen ellos sus deberes o no hay igualdad por
mucho que nos empoderemos.

La feminización de la pobreza no sólo se refiere a que tenemos


mayor tasa de desempleo, peores salarios para los mismos trabajos,
menos acceso al dinero de verdad no al del super, hay otra merma
muy importante que nos deja más pobres, y es que tenemos menos
tiempo de libre disposición.

DEJEMOS DE PERDER EL TIMEPO, DE REGALARLO SIN


COCEDERLE VALOR, DE DESPILFARRARLO PORQUE ES UN BIEN
ESCASO.

Vamos a ganar tiempo, hagamos una discriminación positiva para ir


ganando tiempo. PARA GANARLO PARA DEJAR DE PERDERLO SIN
CONCIENCIA PARA APRENDER A VALORARLO Y A
DEFENDERLO.

ENRIQUECE TU SALDO VITAL, Fírmate un Cheque de tiempo


propio, e incrementa TU SALDO EN MIUNUTOS, La agenda
tiene un anexo con un cheque en blanco por mes a rellenar por
la interesada, es un instrumento para ganar tiempo concreto y
bien especificado.
Es una ACCIÓN INDIVIDUAL PERO NO AISLADA.
Búscate apoyos, socias que quieran invertir contigo en esta nueva
empresa, invita a alguna/as colegas, socias de la vida, a realizarla y
compartirla. Con otras, es más fácil, hagamos nuevas normas y
siguiendo la tradición oral que tan eficaz ha resultado, pasémoslas
unas a otras, para hacer contrapeso a los mandatos tradicionales
que tenemos totalmente automatizados. Hacerlo juntas es más
divertido, más eficaz, más comprometido. Juntas podemos más y
mejor ¿no?
Vamos a ganar tiempo

Tiempo de ser en femenino


Tiempo para mí, tiempo de generosidad y gracia.
Tiempo de ser a solas, de distinguirme
Tiempo para mantener el alma en forma
Tiempo para pensar y pensarme
Tiempo entero y sin dobleces ni desdobles. Tiempo íntegro,
respetado, sin cortes.
Tiempo para dudar, para afirmar, para elegir, para ser crítica, para
tomar decisiones
Tiempo para reconocerme, escucharme, acunarme y hacerme mimos
Tiempo para el silencio, para oir los “dentros” para intimar conmigo
Tiempo para disfrutarme
Tiempo para estar con quien quiero.
Tiempo para escuchar y ser escuchada.
Tiempo de lápiz y papel, de cuaderno y pluma. Tiempo en color y en
carboncillo.
Tiempo para quererme y para ser querida
Tiempo para perder, para perderme
Tiempo para la quietud y la calma
Tiempo para la danza y el vuelo
Tiempo de placer y de placeres
Tiempo para respirar y para alojarme dentro
Tiempo de oxígeno y de amor latiendo
Tiempo para el destape, para desnudar mi yo, para reconocer sus
contornos, tiempo de caricias y confesiones
Tiempo para alimentar mi ambición, para verme en pantalla grande,
para sonar en estéreo, tiempo de vigilia y confección de sueños XL
Tiempo asalariado, tiempo productivo, tiempo para competir y
mejorar, tiempo para crear
Tiempo de ganar dinero y aplauso, tiempo para gastarlo a mi
conveniencia
Tiempo para repostar, para descansar y cuidarme, hasta tiempo
para estar enferma y ser cuidada.
Tiempo para relacionarme, y tiempo para aislarme.
Tiempo para ser dueñas, para sentirnos ciudadanas y libres, tiempo
para acumular riqueza y para biengastarla con garbo

¡Tiempo para ser en femenino en singular y en plural!

La Agenda es sólo un recordatorio y un instrumento.


Eskerrik asko

Ianireren AGURRA ETA AGENDAREN BANAKETA

El Tiempo en femenino Jardunaldia,


bbkko gelan, 2010-12-16

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