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DISPOSICIONES LEGALES.
ARTICULO 26.- En los casos de primera condena a pena de prisión que no exceda de tres años,
será facultad de los tribunales disponer en el mismo pronunciamiento que se deje en suspenso el
cumplimiento de la pena. Esta decisión deberá ser fundada, bajo sanción de nulidad, en la personalidad
moral del condenado, su actitud posterior al delito, los motivos que lo impulsaron a delinquir, la naturaleza
del hecho y las demás circunstancias que demuestren la inconveniencia de aplicar efectivamente la
privación de libertad. El tribunal requerirá las informaciones pertinentes para formar criterio, pudiendo las
partes aportar también la prueba útil a tal efecto.
Igual facultad tendrán los tribunales en los casos de concurso de delitos si la pena impuesta al reo
no excediese los tres años de prisión.
No procederá la condenación condicional respecto de las penas de multa o inhabilitación.
ARTICULO 27.- La condenación se tendrá como no pronunciada si dentro del término de cuatro
años, contados a partir de la fecha de la sentencia firme, el condenado no cometiere un nuevo delito. Si
cometiere un nuevo delito, sufrirá la pena impuesta en la primera condenación y la que le correspondiere
por el segundo delito, conforme con lo dispuesto sobre acumulación de penas.
La suspensión podrá ser acordada por segunda vez si el nuevo delito ha sido cometido después de
haber transcurrido ocho años a partir de la fecha de la primera condena firme. Este plazo se elevará a diez
años, si ambos delitos fueran dolosos.
En los casos de sentencias recurridas y confirmadas, en cuanto al carácter condicional de la
condena, los plazos se computarán desde la fecha del pronunciamiento originario.
ARTICULO 27 bis.- Al suspender condicionalmente la ejecución de la pena, el Tribunal deberá
disponer que, durante un plazo que fijará entre dos y cuatro años según la gravedad del delito, el condenado
cumpla todas o alguna de las siguientes reglas de conducta, en tanto resulten adecuadas para prevenir la
comisión de nuevos delitos:
1. Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato.
2. Abstenerse de concurrir a determinados lugares o de relacionarse con determinadas personas.
3. Abstenerse de usar estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas.
4. Asistir a la escolaridad primaria, si no la tuviere cumplida.
5. Realizar estudios o prácticas necesarios para su capacitación laboral o profesional.
6. Someterse a un tratamiento médico o psicológico, previo informe que acredite su necesidad y
eficacia.
7. Adoptar oficio, arte, industria o profesión, adecuado a su capacidad.
8. Realizar trabajos no remunerados en favor del estado o de instituciones de bien público, fuera de
sus horarios habituales de trabajo.
Las reglas podrán ser modificadas por el Tribunal según resulte conveniente al caso.
Si el condenado no cumpliere con alguna regla, el Tribunal podrá disponer que no se compute como
plazo de cumplimiento todo o parte del tiempo transcurrido hasta ese momento. Si el condenado persistiere
o reiterare el incumplimiento, el Tribunal podrá revocar la condicionalidad de la condena. El condenado
deberá entonces cumplir la totalidad de la pena de prisión impuesta en la sentencia.
ARTICULO 28.- La suspensión de la pena no comprenderá la reparación de los daños causados
por el delito y el pago de los gastos del juicio.
INTRODUCCIÓN.
Según la definición de Soler, la condena condicional es la que el Juez dicta “dejando en suspenso su
ejecución por determinado período de tiempo, de modo que solamente entrará a ejecutarse si se produce
cierta condición, que consiste en la comisión de un nuevo delito”.
Así, la privación de la libertad queda en suspenso a condición de que el sujeto no vuelva a delinquir,
de modo que se convierte en una amenaza para el condenado, cuando existen determinadas condiciones que
permiten creer que su encierro no tendrá consecuencias valiosas ni menos socializantes, teniendo en cuenta
que es la primera condena que recae sobre el individuo y la entidad del delito. En definitiva, se busca
rehabilitar al condenado dentro del seno de la sociedad, evitando la realidad carcelaria, buscando la
disminución de la población de la cárcel y al mismo tiempo como advertencia al condenado para evitar su
recaída en el delito.
PROCEDENCIA.
"En materia de represión penal la regla es la efectividad de la condena aplicada en la sentencia con
que culmina el debido proceso legal, de modo que la condicionalidad constituye la excepción -en el caso se
recurre el cumplimiento efectivo de la condena por homicidio culposo por tratarse de un delincuente
primario- y se requiere una específica motivación fundada en las pautas establecidas en el artículo 26 del CP,
bajo la sanción expresa de nulidad"1.
1) PRIMERA CONDENA A PENA DE PRISIÓN O RECLUSIÓN: El primer requisito para la
procedencia de la ejecución condicional es que se trate de la primera condena a pena de prisión. Por lo tanto,
no impide su concesión un antecedente condenatorio a pena de multa o inhabilitación 2 , y mucho menos una
sanción de arresto por contravenciones3.
Si bien la ley menciona solamente la prisión, de considerarse vigente la pena de reclusión nada
parece impedir que ésta fuera aplicada en forma condicional. Por lo demás, cabe agregar que si se ha previsto
que la suspensión del juicio a prueba sea concedida tanto para los casos de prisión como para los de
reclusión, una interpretación uniforme entre ambos institutos habilitaría la condena de ejecución condicional
para las dos especies de pena.
El término "primera condena" al que alude el art 26, debe interpretarse como referido a aquel sujeto
1
CN Cas. Penal, sala IV, 21/3/2000, “S. M. A”, LL del 20-11-2000, 2-101205
2
DE LA RÚ A, Jorge, "Código Penal. Parte General", 2° ed., Ed. Depalma, Buenos Aires, 1997. Pá g. 391.
3
DE BENEDETTI. Isidoro y PERA MARTINEZ de DE BENEDETTI. Carolina Mercedes, en "Código Penal y normas
complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial" -Direcció n: David BAIGÚ N y Eugenio R. ZAFFARONI-, T. 1 (comentario
a los arts. 26 a28), Ed. Hammurabi. BuenosAires.1997. Pá g. 382.
que ha cometido un delito mediando condena preexistente 4; en consecuencia, cuando media la
responsabilidad que brinda la condición de "primario" del procesado, es suficiente retribución fijar una pena
que permita su ejecución condicional5.
Su aplicación a una persona carente de antecedentes comporta una seria advertencia para el
condenado6, pues si delinque nuevamente dentro del término establecido en el art 27, no solo carecerá del
derecho a una condena condicional sino que se le revocara la pena que ahora se deja en suspenso 7.
En ese sentido, Zaffaroni, Alagia y Slokar destacan que también debe entenderse como "primera
condena" la que se pronuncia transcurridos los plazos previstos en el art. 27 respecto de otra anterior, aunque
haya sido de cumplimiento efectivo. Afirman que resulta irrazonable que le sea negada la posibilidad de
acceder a una condena de ejecución condicional a quien fue condenado a una pena de cumplimiento efectivo,
mientras que a quien ya le fue concedida y revocada (porque por ejemplo, cometió un nuevo delito) podría
corresponderle una nueva condena de esta clase. Destacan también que esta interpretación se impone si se
tiene en cuenta que una vez que transcurrieron diez años desde la extinción de cualquier pena de prisión
queda cancelado su registro, y ya no puede tenerse en cuenta en ninguna sentencia ulterior con efectos
perjudiciales para el procesado, tal como dispone el inc. 2° del segundo párrafo del art. 51 del Código Penal 8.
2) CONDENA QUE NO EXCEDA DE TRES AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD:
El monto de tres años, "tanto vale porque provenga de un delito que en su máximo no lo supere, como
porque obedezca a un tipo que admita esta penalidad en su mínimo, o bien que resulte de un concurso que
reúna iguales características"9.
3) CONDICIONES MATERIALES DE PROCEDENCIA: Para la suspensión de la ejecución de
la pena, la ley no fija un mero criterio cuantificativo de la misma, sino que remite esencialmente a la
personalidad moral del imputado 10 y teniendo en cuenta que no se confiere sobre la base de la entidad
delictiva sino sobre la personalidad del agente y sus bondades morales, que lo tornen rescatables por menor
peligrosidad11.
Las condiciones materiales que el artículo menciona para disponer la condena de ejecución
condicional consisten en la "personalidad moral del condenado, su actitud posterior al delito, los motivos que
lo impulsaron a delinquir, la naturaleza del hecho, y las demás circunstancias que demuestren la
inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad". Se entiende que no corresponde dejar en
suspenso el cumplimiento de la pena si la personalidad exhibida en el enjuiciado no lo hace acreedor a ese
4
C. Nac. Cas. Penal, sala 1°, 24/10/1996, "Lá zzaro, Ricardo A."; ídem sala 3, 08/08/2001 "Salinas, José V.".
5
C. Crim. y Corr., Moró n, sala 2, 29/09/1992 "Tuziano, Cristian H.".
6
C. Nac. Crim. y Corr., sala 3, 05/02/1985 "Baunoffer, Hugo".
7
C. 3° Crim. y Corr., La Plata, sala 3, 22/05/1995, "B., G. D.".
8
ZAFFARONI, Eugenio Raú l, ALAGIA. Alejandro y SLOKAR, Alejandro, "Derecho Penal. Parte General", Ediar, Buenos Aires,
2000. Pá g. 923
9
Herrero, Jorge; “Atenuantes y agravantes”, Rev. de Magistrados de Azul, nro. 1, añ o 1.
10
C. Nac. Crim. y Corr. Fed., sala 1, 04/09/1984, "Aliardi, Francisco".
11
C. Penal Santa Fe, sala 3, 23/10/1981 "C., J.".
beneficio12.
4) IMPROCEDENCIA PARA PENAS DE MULTA E INHABILITACIÓN: Los motivos que
llevaron al legislador a introducir la prohibición de aplicar la condena de ejecución condicional a las penas
de multa e inhabilitación no son arbitrarios, sino fruto del uso de la discreción legislativa 13; en consecuencia,
no pueden imponerse en forma condicional las penas de multa o inhabilitación, toda vez que el último
parrafo del art 26 lo prohíbe expresamente14.
12
MOURADlAN, Alicia V., "El carácter facultativo de la aplicación de la condena de ejecución condicional ", La Ley, 1992-A, 256.
Pá g. 258. En igual sentido. C Nac. Crim. y Corr., sala 1, "Retamozo, Héctor A.", 14/08/1990.
13
SCJ Santa Fe, 26/06/1996, "Calvi, Néstor".
14
Cam. Nac. Crim. y Corr. Fed., sala 1, 03/05/1989, "Kaminski, Víctor Rubén".
15
DE LA RÚ A, op. cit., Pá g. 393: DE BENEDETTI y PERA MARTINEZ DE BENEDETTI,, op. cit., Pag. 383; CSJN, "Gasol, Silvia
Irene", 21/09/2004.
16
DE BENEDETTI Y PERA MARTINEZ DE DE BENEDETTI, op. cit., Pá g.. 384. Cam., Nac., Casació n Penal, sala 1, "Lá zaro,
Ricardo s/recurso de casació n", 24/10/1996; y sala 3, "Salinas, José s/recurso de casació n", 08/08/2001. Cam., Nac., Crim. y
Corr., sala 2, "Avalos, Hector Oscar", 18/08/1986
17
DE BENEDETTI YPERA MARTINEZ DE DE BENEDETTI, op. cit. Pá g. 385
18
RAFECAS, Daniel Eduardo, "El arto 27 último párrafo del Código Penal y el principio de inocencia ", La Ley, 1996-E, 402. Pá g.
403, nota al fallo de la Cam., Nac., Crim. y Corr., sala 6, "Brown, Gregario Guillermo", 31/05/1996.
EFECTO.
Según el régimen del art 27, la abstención delictiva por un plazo de cuatro años es la única condición
que el condenado debe cumplir para la subsistencia de la condenación condicional 19, sin perjuicio de la
existencia de otros requisitos cuyo incumplimiento también puede dar lugar a que ésta sea revocada. Se ha
señalado que el nuevo delito debe tratarse de uno que pueda ser sancionado con pena privativa de la libertad,
ya que así como las anteriores condenaciones a multa o inhabilitación no obstan a la suspensión de la pena.
las posteriores condenas a tales sanciones no deben impedir que continúe la suspensión 20.
Para que proceda la revocación de la pena de ejecución condicional, un presupuesto objetivo
imprescindible es la comisión de un nuevo delito dentro del plazo de abstención.
La condenación condicional debe permanecer intacta hasta el dictado de la sentencia condenatoria
por ese delito posterior, momento en que, llegado el caso, se procederá conforme con lo dispuesto sobre la
acumulación de penas, tal como expresamente señala el primer párrafo del art 27.
La revocación de la ejecución condicional procedería sólo ante la comisión de un nuevo delito
reconocida en una sentencia firme dictada antes de expirar el plazo estipulado en el arto 27 21.
19
DE LA RÚ A, op. cit., Pá g 401.
20
DE BENEDETTI Y PERA MARTINEZ DE DE BENEDETTI, op. cit., Pá g 397.
21
Corresponde recordar aquí que la discusió n sobre este mismo problema en relació n con la suspensió n del juicio a prueba y
en materia de prescripció n de la acció n y de la pena, actualmente parece inclinarse por entender que só lo se producen los
efectos que la ley asigna a la comisió n de un nuevo delito si ha recaído sentencia condenatoria a su respecto. (D'Alessio)
22
ZAFFARONI, ALAGIA y SLOKAR. op. cit. Pá g. 923
23
Cam., Nac.,Cas., Penal, sala 1, 20/08/1999, “G., A. J. S/recurso de casació n”.
REGLAS DE CONDUCTAS.
El art 27 bis, enuncia una serie de condiciones accesorias que el Juez le impondrá al condenado, y
que éste deberá cumplir para mantener el beneficio de la condenación condicional. Así el magistrado fijará,
en un plazo que va desde dos a cuatro años, las medidas enunciadas por el artículo, pudiendo aplicar las que
él considere convenientes, teniendo en cuenta las circunstancias particulares del caso, a fin de evitar que el
condenado vuelva a delinquir.
La razón de ser del art. 27 bis es tratar que los delincuentes primarios u ocasionales, cuyas condenas
se dejan en suspenso, logren una verdadera resocialización mediante el cumplimiento de reglas de conducta
que hacen a su inserción social, siempre que las mismas sean útiles para evitar la comisión de nuevos delitos.
La fundamentación de las reglas impuestas accesorias a la condena de ejecución condicional “en tanto
resultan adecuadas” es necesaria y exigible para satisfacer el recaudo de la suficiente motivación del art. 123
CPPN sin que ello impida en ciertos casos reproducir o -cuanto menos- remitirse expresamente a las
producidas para sustentar la condena de ejecución condicional. Es necesaria la motivación de la imposición
de las reglas de conducta establecidas por el art. 27 bis del CP, tanto por su carácter complementario, cuya
aplicación debe ajustarse a las condiciones personales del imputado, como el paralelismo existente con el
beneficio de la suspensión del juicio a prueba incorporado por la misma ley 24.316, para cuya decisión el
juez debe expedirse en “resolución fundada” 24.
El criterio de imposición de las reglas de conducta que la ley establece es el valorativo (que podemos
calificar como amplio), cuando señala que deben resultar adecuadas para prevenir la comisión de nuevos
delitos; por lo que si bien dichas reglas de conducta no pueden ser limitadas en orden al tipo de delito
cometido, deben fundarse en el objetivo de remover o controlar condiciones o factores relacionados con la
personalidad y ambiente del condenado, en tanto haya resultado reveladores de situaciones de peligrosidad
delictiva general25.
La imposición de todas o algunas de las reglas de conducta reseñadas en el art. 27 bis deben ser
dispuestas por la sentencia condenatoria, no siendo posible su diferimiento condicionado a ulteriores pasos
procesales desde que, con el fallo definitivo de la instancia, el a quo deja de tener jurisdicción plena para ello
y sólo queda restringida su potestad a la concesión o rechazo de recursos o al dictado de resoluciones de
mero trámite26.
24
Cam., Nac.,Cas., Penal, sala 3, 12/07/1999, “T., D. A.”.
25
Cam., Nac., Cas., Penal, sala 3, 14/02/2002, "Maldonado, Jonathan Nicolas"
26
Cam., Nac., Cas., Penal, sala 3, 22/11/1996, “T., O. s/recurso de casació n”.
reglas se revele contraproducente en el caso, su aplicación podrá ser suspendida 27.
Por ello, el párrafo tercero del arto 27 bis prevé la posibilidad de que el tribunal modifique las reglas
de conducta si resulta conveniente al caso. Para que esta disposición no colisione con el principio de
taxatividad de la enumeración y con la exigencia de individualización de las reglas, debe interpretarse que la
eventual modificación nunca puede traducirse en un perjuicio para el condenado.
Asimismo, parece razonable sostener que las reglas de conducta pueden alterarse durante la etapa de
ejecución a medida que se logra la finalidad de prevención especial que las fundamenta, pudiendo incluso ser
dejadas sin efecto antes de la finalización del plazo fijado.
27
DE BENEDETTI Y PERA MARTINEZ DE DE BENEDETTI, op. cit., Pá g. 403.
28
Sup., Trib., Just., Rio Negro, 15/03/2000, "Raninqueo, Néstor M. y otros".
29
Cam., Nac., Cas., Penal, sala 4, 18/08/1998, "Hernandez, Claudio J. L.".
30
DE LA RÚ A, op. cit., Pá g 403.
31
DE LA RÚ A, op. cit., Pá g 403.