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E d g a r B a r re ro C u e l l a r
Recibido: octubre 21 de 2008 Correspondencia: Edgar Barrero Cuellar. Psicólogo social, Magister en Filosofía.
Revisado: octubre 28 de 2008 Director de la Corporación Cátedra Libre Martín-Baró, ONG.Bogotá, Colombia.
Aprobado: noviembre 24 de 2008 Correo electrónico: edgar_barrero@yahoo.es
“Cien años de soledad, no puedo leerla sin cierto sordo pánico. Toca vetas
muy profundas de nuestro inconsciente colectivo americano.”
Álvaro Mutis.
RESUMEN ABSTACT
Hay realidades que producen pánico, terror There are realities that produce panic, terror and
y miedo generalizado. Por lo general estas generalized fear. Generally these realities are the
realidades son el resultado de la solución result of the solution illegal of sociopolíticos
ilegítima de conflictos sociopolíticos. Cuando un conflicts. When a conflict is solved illegaly hits
conflicto se resuelve ilegítimamente se impacta the subjectivity in terms of the construction of
la subjetividad en términos de la construcción meaning of the human experience and in the
de significado de la experiencia humana y en la utopic dimension at individual and collective
dimensión utópica a nivel individual y colectivo. level. In the present work the complex relation
En el presente trabajo se explora la relación between some own elements of a totalitarian
compleja entre algunos elementos propios de un system is explored and its impact in the thinking
sistema totalitario y su impacto en la estructura affective structure of the subject, in order
ideoafectiva del sujeto, con el propósito de to locate tracks of intervention and psycho-
ubicar pistas de intervención y acompañamiento social support, from the perspective of a social
psicosocial, desde la perspectiva de una psicología psychology criticizes and emancipatory.
social crítica y emancipadora.
Key words: Conflict, authoritarianism, political
Palabras clave: Conflicto, autoritarismo, vio- violence, psychological war, subjectivity, social
lencia política, guerra psicológica, subjetividad, psychology, liberation
psicología social, liberación.
Psicología social del autoritarismo los cerebros lavados, limpiados, atontados
no por la violencia sino por la siniestra in-
Llevamos mucho tiempo en guerra. Nuestros significancia de la imágenes (Baudrillard,
conflictos sociopolíticos son cada vez mayores y 1991. p. 52).
sus consecuencias psicosociales son cada vez más
graves. Cada día aparecen nuevas lecturas que bus- Poco sabemos de nuestras guerras nacionales.
Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
can explicar este fenómeno tan devastador para la Quizás después de tantos años de colonización de
subjetividad del colombiano. Muchas generaciones nuestra inteligencia fuimos cayendo en estados de
hemos nacido y nos hemos construido desde los re- ingenuidad y magicalización de la conciencia. En
ferentes ofrecidos por un país con una terrible crisis una conciencia magicalizada el sujeto es capaz de
de legitimidad y credibilidad. Nuestra subjetividad ver lo que está sucediendo pero se niega a aceptar-
se ha constituido en medio de una profunda crisis lo. En una conciencia magicalizada el sujeto cae en
humanitaria, la mayoría de las veces desapercibida una especie de embobamiento colectivo del cual
como consecuencia de la guerra psicológica que lo- no es fácil salir por lo sofisticado de los dispositi-
gra naturalizar el uso de la violencia política para vos de control. En una conciencia magicalizada la
justificar la desaparición de la diferencia. construcción de sentido se manipula hasta configu-
rar estados de fanatización irracional en los que se
Todos sabemos de los horrores de la guerra en ge- asume pasivamente la realidad como algo dado e
neral. Sobre todo por los relatos y las imágenes que incuestionable. Todo esto es propio de un Estado
nos llegan desde otras latitudes como la Alemania totalitario, como lo deja ver Hanna Arendt (2004),
Nazi, el genocidio de Vietnam, o las masacres con- en sus estudios sobre los orígenes del totalitarismo:
tra el pueblo Palestino o el pueblo Iraquí. Relatos El fanatismo de los movimientos totalitarios, contrario a
e imágenes altamente manipulados desde sofistica-
todas las formas de idealismo, se rompe en el momento
dos dispositivos de poder que constituyen una utili-
zación de la imagen de la barbarie a favor de quien en el que el movimiento deja a sus fanáticos seguidores
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la perpetra. Es el manejo ideológico de los símbolos en la estacada, matando en ellos cualquier convicción
Edgar Barrero Cuellar
de la muerte y la destrucción por quien decreta pre- que quedara de que pudieran haber sobrevenido al
cisamente la muerte y la destrucción. colapso del mismo movimiento. Pero dentro del marco
organizador del movimiento, mientras que los mantenga
En la manipulación de la imagen dejada por la vio- unidos, los miembros fanatizados no pueden ser influidos
lencia se deja ver la relación perversa del agencia-
por ninguna experiencia ni por ningún argumento. La
dor de la violencia. Justamente porque se poseen
nov/08 los medios para banalizar los efectos de la violencia identificación con el movimiento y el conformismo total
hasta configurar masas atontadas de las cuales hacen parecen haber destruido la misma capacidad para la
88 parte muchos científicos sociales. La falsificación de experiencia, aunque ésta resulte tan extremada como la
la realidad es constante de un clima de violencia po-
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Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
ción de movimientos subversivos, Fals Borda (2008)
planteaba la necesidad de construir unas ciencias Cualquiera creería que en un país en guerra con los
sociales comprometidas en el “entendimiento de múltiples dolores y sufrimientos que de ella se deri-
los acontecimientos” y en “buscar salidas, señalar van, tendría una psicología comprometida política y
alternativas y hasta a hacer admoniciones y llamadas éticamente con las miles de víctimas que esa guerra
a la acción” (p. 16). Así encontramos que desde la produce. Por lo menos se esperaría que desde las
década del sesenta, disciplinas como la sociología, universidades se impulsaran procesos de investiga-
el derecho, la teología, la historia, la antropología, ción e intervención psicosocial para la construcción
entre otras, han hecho sus apuestas para entender de estrategias y políticas públicas de atención y re-
el fenómeno de la violencia política y poder ayudar paración. Pero la realidad es bien distinta. Nuestra
en la construcción de mejores condiciones de vida geografía actual de la violencia política que empezó
para nuestras comunidades. en 1947 es aterradora.
Lamentablemente este no ha sido el caso de la Psi- Cerca de cuatro millones de desplazados forzosa-
cología en nuestro país. Tremenda paradoja si se tie- mente, 25 mil desaparecidos, más de mil masacres
ne en cuenta un dato histórico interesante. La psi- perpetradas por grupos paramilitares, mil secuestra-
cología en Colombia tiene su carta de nacimiento el dos (entre guerrilla, paramilitares y agentes del Esta-
mismo año que se inicia el período histórico cono- do), 3.300 sindicalistas asesinados, los movimientos
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cido como la Violencia. Es justamente para el año estudiantiles e indígenas amenazados y estigmatiza-
psicosociales que esa violencia política generaba. con desestabilizar al conjunto de los movimientos
sociales. En época de totalitarismo las amenazas ya
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1 En la Revista Colombiana de Psicología, edición no son sólo contra movimientos políticos. La guerra
especial con ocasión de los 50 años de la psicología en
Colombia, se pueden encontrar varios artículos refe- es total contra aquello que se atreva a contradecir el
ridos al tema de la historia de la Psicología en nuestro designio del todo poderoso señor gobernante. Para
país.
2 En la segunda edición de mi libro De Macondo a 3 Estos datos pueden ser consultados en los siguientes
Mancuso: conflicto, violencia política y guerra psicoló- sitios: http://www.coljuristas.org, http://www.movi-
gica en Colombia, se puede hallar un análisis detallado mientodevictimas.org, http://www.colectivodeaboga-
de este tema. dos.org, http://www.corteidh.or.cr.
ello requiere de los servicios de la psicología. No 2003, contraportada).
en vano buena parte de los recursos de esa guerra Un conflicto se resuelve ilegítimamente cuando una
justa contra el enemigo se hace desde los aportes de las partes utiliza de manera sistemática la fuerza
de investigaciones sobre guerra psicológica. ¿Será, y la violencia política para imponerse sobre el otro,
entonces, que la psicología si ha estado presente en negándole su condición de enemigo justo. Esta si-
el desarrollo del conflicto sociopolítico, pero no ha tuación se torna mucho más compleja cuando los
sido consciente del papel que ha jugado? Lo peor es mismos gobiernos utilizan la violencia política y el
Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
que aún no nos hemos dado cuenta del trasfondo terror como forma de sometimiento y control de la
ideológico de esta compleja situación: un proyecto sociedad civil.
político-militar de ultraderecha con el que se pre-
tende moldear la subjetividad de los colombianos Desde una perspectiva psicosocial, resolver un con-
para ponerla al servicio de intereses ideológicos que flicto por vía de la ilegitimidad implica la instauración
legitimen la emergencia de un Estado totalitario. de la represión y la destrucción de la utopía a nivel
personal y colectivo. Al decir de Jung (1962) “repri-
Una pequeña revisión psicohistórica del país nos mir significa liberarse ilegítimamente de un conflic-
permite ver una serie de conflictos sociales resuel- to, esto es, engañarse a sí mismo de su existencia”
tos ilegítimamente, lo cual ha traído como conse- (p. 83). Indudablemente esto opera en el plano de
cuencia la conversión de esos conflictos moderados lo estrictamente personal, pero es importante tener
en complejos conflictos políticos en donde la carac- en cuenta que la estructura de significado personal
terística fundamental ha sido la naturalización del guarda una estrecha relación con los sistemas coti-
uso de la violencia política y de la guerra psicológica dianos de interacción y comunicación en los cuales
para eliminar la diferencia. se desarrolla, y con los contextos de ocurrencia de
la experiencia vital existencial. Ello determina en
La radicalización de la intransigencia y la polariza- gran medida el horizonte utópico del sujeto como
ción ideológica y militar como expresiones comu- posibilidad creadora de cambio y transformación
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nes de violencia política han instalado una incapaci- psicosocioantropológica por oposición a la ideolo-
Edgar Barrero Cuellar
dad ideoafectiva para reconocer, aceptar y respetar gía que busca mantener un estado de cosas4.
la diferencia. La subjetividad se ve colonizada por
referentes simbólicos de muerte y destrucción. Los Este es uno de los rasgos más característicos y per-
niveles de tensión psicosocial aumentan y los mis- judiciales de un régimen totalitario. La subjetividad
mos se resuelven de forma ilegítima por quien hace se construye desde el ocultamiento sistemático de
las veces de gobernante, dejando un sentimiento de la verdad y desde sofisticados mecanismos de po-
nov/08 impotencia desestructurante. Todos estos son sín- der y engaño. Es decir, el horizonte de sentido
tomas de un Estado totalitario sobre el que la psi- se erige desde la represión y ello conlleva a otro
90 cología se tiene que pronunciar. Como lo expresaba problema mucho más grave: la generación a gran
Adorno hace varias décadas, “subsisten los presu- escala de múltiples formas de complejos alta-
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Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
Cuando esto se hace de manera sistemática y man- tal forma que se pueda contribuir en la construcción
tiene los mismos patrones durante largos periodos de una salida política negociada al actual conflicto
de tiempo, se puede decir que estamos asistiendo sociopolítico armado que desde hace tantos años
a la emergencia de un régimen totalitario con una padece nuestro país. Lo anterior sobre la base de que
característica bien marcada: el matrimonio entre nuestro quehacer en la actualidad se desarrolla en
poder estatal e ilegitimidad naturalizada como for- un clima de profunda crisis institucional, resultado
ma de gobierno. Este es el caso colombiano. Desde de la penetración paramilitar6 a las principales
finales de la década del cuarenta se dio inicio a una entidades encargadas de garantizar los derechos
nueva forma de combinación de estrategias de po- fundamentales al conjunto de la población civil
der desde los partidos tradicionales para no permitir colombiana. Esto ha traído como consecuencia:
el ascenso de otros partidos y movimientos socia-
les en la conducción del Estado. Esto trajo como 1. La deslegitimación de los referentes
resultado la emergencia de múltiples movimientos jurídicos, políticos y morales en torno a los
sociales de diversas tendencias ideológicas en torno cuales se construye sentido y significado de
a los cuales se construyeron verdaderos modelos la experiencia humana. Aquí se puede notar
utópicos de resistencia. como aumentan las percepciones fatalistas
de la realidad.
Desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948
se fortalece el proceso de construcción de un pro- 2. La pérdida de los referentes de p. 86 - 97
para esa legalidad una voluntad superior que estaría nan diversas estrategias para tener el público a su
por encima de los hombres. Sin importar que esta merced. Veamos algunas de esas estrategias:
voluntad superior tenga que ser impuesta a través
del propio terror estatal. Esta supuesta legalidad 1. Es totalmente subjetivizante a nivel individual.
por voluntad superior, se construye y legitima a tra- Se busca construir una imagen emocional del
vés de la instalación-colonización de mecanismos líder de la nación y de su grupo de apoyo. Esto se
nov/08 psicológicos ritualizados para la lograr la adhesión hace a través de todo un proceso audiovisual. Lo
ideoafectiva del sujeto a intereses foráneos que ni si- primero consiste en presentarse ante las masas
92 quiera alcanza a cuestionar. Adorno (2003) plantea que el mismo ha creado7 como una persona
un ejemplo de lo anterior basado en las caracterís- 7 No hay que olvidar que la masificación es una de las
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ticas predominantes de actuación de los estímulos condiciones de un estado fascista. Al respecto Hannah
Arendt (2004) aporta un concepto de masa que ayuda a
psicológicos diseñados por la propaganda fascista comprender como se dan esos procesos de adherencia
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que, quizá, nos sirva para lograr comprender nues- sin pertenencia de grandes grupos humanos a partidos
tra compleja realidad nacional. El autor dice que y movimientos fascistas: “masa se aplica sólo cuando
nos referimos a personas que, bien por su propio
el interés fundamental de la propaganda fascista número, bien por indiferencia, o por ambos motivos,
es impactar no tanto la dimensión racional del no pueden ser integradas en ninguna organización
basada en el interés común, en los partidos políticos,
sujeto, sino más bien su dimensión emocional a en la gobernación Municipal o en las organizaciones
través de la penetración de su inconsciente. No profesionales y los sindicatos” (p. 392).
común y corriente, honesta y trabajadora 2. Se apoya en las masas que crea y perpetua el mis-
hasta el cansancio. Para ello se utilizan mo. “Los regímenes totalitarios, mientras que se
vestuarios y costumbres propios de la región hallan en el poder, y los dirigentes totalitarios,
en la que se vaya a presentar públicamente: mientras que se hallan con vida, ‘gobiernan y se
sombrero, ruana, ponchos, plumas y flechas, afirman con el apoyo de las masas’ hasta el fi-
nadar en el río, comer en la calle, saludar a nal” (Arendt, 2004, p. 386). Esto explica porque
todo el mundo, etc. gobiernos a todas luces ilegítimos logran man-
Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
tenerse en el poder con amplio apoyo popular.
Además, muestran un cálido interés humano por Esta masificación se logra fundamentalmente a
las pequeñas preocupaciones cotidianas de sus través de rituales de penetración de la dimensión
oyentes, a quienes representan como verdaderos emocional por medio de complejas estrategias
cristianos, pobres pero honrados, con sentido semánticas y sintácticas. Recordemos que el na-
común, aunque no intelectuales. Se identifican zismo, como lo plantea Klemperer (1946), se in-
con sus oyentes exaltando su propia capacidad trodujo en la carne y en la sangre de las masas a
de ser modestos hombres corrientes y, al mismo través de palabras aisladas, expresiones y formas
tiempo, líderes de excepcional calibre. A menudo sintácticas que imponían los oradores repitién-
se refieren a sí mismos como simples mensajeros dolas millones de veces hasta ser adoptadas de
de aquel que ha de venir, un artilugio ya conocido forma mecánica e inconsciente.
en los discursos de Hitler (Adorno, 2003, p. 10).
Quizás uno de los rasgos más relevantes en este Esta característica de los gobiernos totalitarios
proceso tiene que ver con la creación de la imagen tiene que ser objeto de análisis por parte de la
del modesto héroe enviado para salvar a su país, psicología social. De alguna forma, se tendría
para lo cual se apoya en las instituciones militares que develar la forma cómo actúan los meca-
y religiosas desde las cuales logra el control físico nismos ideológicos de masificación sobre la es-
y espiritual de las personas. Es así como se induce tructura ideoafectiva del sujeto, para desde allí
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psicosocialmente a estados de aceptación de la generar procesos de liberación.
Israelí8. Mucho se ha hablado del caso de la libe- Seguramente a esta hora aún estaríamos lloran-
ración de Ingrid Betancourt. Creo que este caso do y lamentando las pérdidas humanas.
merece especial atención, no tanto por el boom pu-
blicitario que se ha hecho, sino por las implicacio- - La liberación se llevó a cabo a través de un ope-
nes psicosociales que de allí se derivan, y sobre las rativo militar sin precedentes en nuestra historia
cuales la psicología social tendrá que jugar un papel política reciente, pues el Gobierno colombiano
mucho más comprometido ética y políticamente. (con asesores norteamericanos e israelíes) ideó
Sobre todo si se tiene en cuenta las actuales con- y puso en acción un osado plan de utilización
diciones de crisis humanitaria por la que estamos de emblemas y símbolos de organismos de ayu-
atravesando. da humanitaria para engañar a la guerrilla de las
FARC y lograr que ésta entregará a sus rehenes.
- Es un imperativo ético la liberación de cual- Este hecho constituye una flagrante violación
quier tipo de secuestrado, entendiendo que no del derecho internacional humanitario. No solo
sólo la guerrilla secuestra sino que también lo porque está en juego la utilización ilegal de sím-
hacen organismos de seguridad del Estado y bolos y emblemas de organismos internaciona-
grupos paramilitares. Guardar la dimensión les de ayuda humanitaria, sino por el cinismo
real de los acontecimientos respecto al dolor con que se hace público y se justifica.
p.86 - 97 del secuestro. ¿Qué pasa con el otro tipo de
secuestro que los medios ocultan de mane- - Lo que se genera a partir de este hecho es una
Edgar Barrero Cuellar
8 Esta noticia dio la vuelta al mundo como una de tro procesos psicosociales básicos:
las operaciones militares de mayor eficacia, pues se
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Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
político en torno a las cuales se construye o no mación psicosociológica a partir de las necesidades
conciencias participativas. populares que se hacen evidentes en contextos his-
tórico-sociales concretos.
Por ahora se puede plantear que frente a un pano-
rama tan complejo, tendremos que asumir la res- Esta fue una de las preocupaciones epistemológi-
ponsabilidad histórica de entender este fenómeno cas centrales de Ignacio Martín-Baró. ¿A quién o a
desde la perspectiva de una psicología social crítica y quienes sirve el saber psicológico? ¿A qué intereses
liberadora a la vez. Aquí lo que se pone en juego es responde el conocimiento científico producido por
la comprensión de un fenómeno político que cues- la psicología? ¿Por qué razón la psicología se con-
tiona seriamente la condición humana. Quizás las centra en los sectores sociales pudientes y no en las
palabras de Edgar Morin (1983), quien también fue grandes mayorías populares? ¿A qué se debe la falta
víctima del totalitarismo, nos ayuden en este reto de compromiso político del psicólogo y su afán de
histórico para la psicología social colombiana. Me neutralidad frente a las realidades que investiga y/o
disculpo de antemano por lo extensa de la cita, pero interviene?
la considero un pilar necesario en estas reflexiones.
De allí su preocupación de construir una psicología
Hannah Arendt nos dice también que el es- de la liberación al no encontrar en la psicología lo
fuerzo de comprensión del totalitarismo es que sí se venía haciendo en la pedagogía de Freire,
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inseparable del esfuerzo de autocompren- en el psicoanálisis de Pichon Riviere, en la filosofía
ración que se resista a seguir contribuyendo con los situación de guerra en que vivimos hace
procesos de muerte, exclusión y marginalización psi- casi cuatro años ha hecho aflorar lo me-
cosocioantropológica. Nuestro compromiso tiene jor y lo peor de los salvadoreños. La gue-
que ser con la vida y jamás con la muerte. Nuestro rra sigue carcomiendo nuestras raíces,
horizonte de sentido profesional se tiene que dirigir materiales y sociales, y amenaza nuestra
hacia el agenciamiento de mejores condiciones de propia subsistencia como pueblo. De-
vida para esos sectores de la población sometidos a cir al final como Freud (1930/1970, p.
diversas formas de deshumanización. 88) que ojalá “el eterno Eros despliegue
sus fuerzas para vencer en la lucha” a
Dejemos que sea el propio Martín-Baró (1990) su no menos inmortal adversario, Tha-
quien cierre este pequeño ensayo a partir de su pro- natos, sería participar paladinamente de
pia experiencia en la guerra del Salvador, en donde su pesimismo y resignarnos a la muerte
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(Martín-Baró, 1990, p. 38).
Referencias
Adorno, T. W. (2003). Ensayos sobre propaganda fascista. Barcelona: Ediciones Voces y cultura.
Psicología Social del autoritarismo. Apuntes para una psicohistoria del conflicto armado colombiano
Barrero, E. (2008). De Macondo a Mancuso. Bogotá: Ediciones Cátedra Libre Fundación Amé-
rica Nuestra.
Baudrillard, J. (1991). La guerra del golfo no ha tenido lugar. Barcelona: Editorial Anagrama.
Klemperer, V. (1946/2001). LTI La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo. Barcelona:
Ediciones minúscula.
Martín-Baró, I. (1990). Psicología social de la guerra. Trauma y terapia. San Salvador: UCA
Editores.
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