36 MEDICINA ORAL MEDICINA

Méndez ORALDomínguez
Terrazas, Villalobos
Manejo del paciente infantil y su atención bucodental
Med Oral, Vol.V, enero-marzo 2003, No. 1, pág. 36-39

Revisión bibliográfica

Manejo del paciente infantil y su atención bucodental

Cap. 1/o. C.D. Víctor Manuel Méndez Terrazas,* Tte. Cor. C.D. Ernesto Ignacio Villalobos Domínguez**

Resumen Summary esencial que predominen las emo-

Reviste un papel muy importante las dife- It have an important role the different con- ciones placenteras, tales como: afec-
rentes consideraciones y aptitudes que se siderations and aptitudes that should be to, amor, alegría, curiosidad, felici-
deben adoptar por parte del equipo odon- adopted on the part of the dental team be- dad. Ya que todas estas emociones
tológico ante la atención bucodental del fore infantile patient’s dental attention, llevan a sentimientos de seguridad.
paciente infantil, donde el principal obje- where the main objective will be to get the Esto no quiere decir que el niño debe
tivo será ganar la aceptación del paciente patient’s acceptance before its treatment, también conocer emociones des-
ante su tratamiento, para poder lograr un to be able to achieve a result excessively agradables para aprender a tolerar
resultado por demás efectivo. Uno de los effective. One of the professional’s main frustraciones y mantenga un equili-
principales objetivos del profesional ante objectives before the infantile patient will
brio emocional adecuado. 2
el paciente infantil será aminorar el ya be to already reduce the boy’s present fear,
Hay niños que crecen en lugares y
presente temor aprensivo del niño, por lo reason for it is mentioned some of the ba-
hogares en los cuales no tienen casi
que se mencionan algunos de los concep- sic concepts that should take into account.
oportunidad de experimentar emocio-
tos básicos que se deben tomar en cuenta.
nes placenteras. Se habla de priva-
Palabras clave: manejo, paciente, conduc- Key words: management, patient, beha- ción emocional o falta de afecto. La
ta, temor. vior, fear. conducta social se muestra agresiva
y desobediente y, en general, cuan-
do son atendidos encuentran una re-
Introducción paciente infantil. Se entiende que un lación afectiva con el profesional
Manejo del niño. Entendemos como niño aparentemente sano está ad- que es altamente positiva. No siem-
manejo del niño a la orientación de quiriendo constantes hábitos, de- pre es tan fácil establecer una bue-
la conducta del mismo en la aten- jándolos y modificándolos, por lo na relación cuando el niño corres-
ción odontológica. Es importante que este cambio será el que deter- ponde a un medio social alto, ya que
que el profesional comprenda la mine una actitud específica entre dispone de muchas personas y me-
conducta del niño, con un amplio cita y cita, teniendo en cuenta que dios a su alcance para realizar o con-
conocimiento de las fases del desa- cada paciente tendrá su ritmo y for- seguir lo que desea. 3
rrollo psicológico para poder esta- ma de crecimiento, dependiendo de Las reacciones emocionales, tanto
blecer una intercomunicación niño- los diferentes factores, tanto inter- agradables como desagradables, son
odontólogo-padres, basada en la nos como externos, no hay niños muy breves en los niños, pudiendo
confianza mutua, que permitirá la iguales. 1 afectar su estado emocional, por lo
realización de un tratamiento inte- Las fases del desarrollo determinan que será necesario identificar y ca-
gral. Considerando, además, el de- la personalidad y el temperamento, talogar una de las principales afec-
sarrollo tanto físico como mental del pero para el desarrollo normal es ciones que presenta un paciente: “el
temor” el cual cambia tanto como lo
* Alumno de Segundo Año de la Residencia y Especialización en Odontopediatría. hace la causa que lo provoca, por
Escuela Militar de Graduados de Sanidad y Unidad de Especialidades Odontológicas. lo que debemos saber qué es temor.
* * Jefe del Servicio de Odontopediatría de la Unidad de Especialidades Odontológi- Temor. El niño tiene un temor inna-
cas y Jefe del Curso de la Residencia y Especialización en Odontopediatría de la
Escuela Militar de Graduados de Sanidad. to y uno adquirido.
• Innato: el niño nace con emo-
Dirección para correspondencia: ción, miedo como reacción de de-
Cap. 1/o. C.D. Víctor Manuel Méndez Terrazas.
Unidad Habitacional Militar, Las Armas, Edificio 10C, Departamento 402, fensa a lo desconocido.
Col. San Pedro Xalpa. Del. Azcapotzalco, México, D.F., C.P. 02710, Tel.: 5561-1043 • Adquirido: por experiencias des-
Servicio de Odontopediatría Unidad de Especialidades Odontológicas. agradables o que durante los pri-
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Correo electrónico: vmendez9497@oal.com. meros años el niño se considera
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Manejo del paciente infantil y su atención bucodental
como una esponja, la cual absor-
be todos los conocimientos y los
temores de las personas que lo
rodean.
Son diferentes elementos a conside-
rar, para poder lograr una atención
adecuada al paciente infantil, ini-
ciando por el gusto o disposición
de atenderlo adecuadamente.
Siempre que sea posible, el recibi-
miento y desarrollo de la atención
del niño será lo más cómodo y
placentero posible, atendiendo a
su conducta y la de los padres o
pers o n a s a d u l t a s q u e l e a c o m p a -
ñen, por lo que respecta a las dife-
rentes reglas que se puedan esta-
blecer para lograr este objetivo
tanto por ellos y el equipo odon-
tológico. 3
La sala de recepción
El paciente pediátrico, como medi-
da de protección se sentirá seguro
en un lugar que se identifique o pa-
rezca a su hogar o lugar de esparci-
miento y recreación infantil, tal es
el caso de un parque, biblioteca, jar-
dín de niños, un parque con jue-
gos, pudiendo complementarse con
temas introductorios a la atención
bucodental.
Asimismo, se procura hasta donde
sea posible el que los padres no vean
los tratamientos quirúrgicos practica-
dos o bien evitar mezclar pacientes
adultos con algún dolor o incomodi-
dad bucodental y que el paciente in-
fantil los observe, incrementándose
aún más su temor y ansiedad que pue-
da presentar por el tan sólo hecho de
estar en un consultorio. 4
El primer encuentro
La confianza y respeto serán los ob-
jetivos a lograr en este momento,
tanto del equipo odontológico para
con el paciente y para con los pa-
dres o adulto responsable del niño
y de éstos para con el odontólogo,
tratando de generar y establecer una
adecuada relación en este triángulo
antes, durante y después de una
cita, dentro y fuera del consultorio.
Relación interactiva
La primera relación paciente, padres
y equipo odontológico de preferen-
cia se establecerá en un lugar o área
que no sea el consultorio, tal como
una sala de consulta, despacho,
etc. Donde el profesional podrá ini-
ciar con la obtención de la historia
clínica, averiguando las principales
afecciones o motivo de la consulta
del paciente, o bien el establecimien-
to de un posible plan de tratamiento,
se le explicará de forma clara y com-
prensible el o los procedimientos a
seguir antes, durante y después de
los diferentes tratamientos. 5
Momento de tratar al niño solo
Una vez establecida la confianza y
una adecuada relación triangular
niño-padres-equipo odontológico,
se conseguirá la adecuada separa-
ción del niño, en donde se obten-
drán las ventajas siguientes:
1. Ayuda al equipo odontológico a
dedicar toda su atención al niño
en el consultorio.
2. Permite al odontólogo descubrir
las ansiedades que pueden tener
los padres acerca de la odonto-
logía en general o de esa visita
en particular.
3. Ayuda al niño a dedicar su aten-
ción al cirujano dentista o miem-
bro del equipo que lo atienda.
4. Establece en el paciente infantil
un sentido de normalidad am-
biental como resultado de un
consentimiento informado por
parte de los padres o personas
adultas responsables del pacien-
te, para que vaya solo con la
asistente dental o el médico.
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Importancia de los
integrantes del equipo: el/la
asistente de consultorio dental
Será la persona que establezca una
adecuada interrelación de confianza
para con el niño, permitiendo así in-
troducirlo al consultorio dental y es-
tar en las condiciones de auxiliar en
forma eficaz al cirujano dentista. 4
Sugerencias para el manejo
adecuado del paciente infantil
Instrucciones positivas.Establecer
instrucciones de manejo específicas
y positivas tal como “Hola, Juanito;
qué tal, Lupita; adelante, amigo, ven y
sube al avión o al gran sillón”, ya
que dicen al niño exactamente lo que
el cirujano dentista quiere, no dán-
dole oportunidad de elegir, debido a
que la mayoría de los niños reaccio-
nan de manera más favorable y ade-
cuada a las instrucciones y suge-
rencias positivas. 6
Métodos positivos en el manejo del
niño:
1. Poca espera, para no aumentar la
tensión que trae el niño.
2. Recordar que es receptor emocio-
nal, el niño reacciona emocional-
mente ante cualquier situación.
3. Sobreponerse al, o los, estados
emocionales del niño y no con-
tagiarnos.
4. No mentirle para no destruir la
confianza que el niño tiene con
su dentista.
5. D e m o s t r a r s e g u r i d a d , s i n c e r i -
dad, positivo interés, compren-
sión. El niño necesita ser com-
prendido.
6. No ridiculizarlo, ni avergonzarlo.
Al niño deben dársele enseñan-
zas positivas.
7. La palabra debe proceder de la
acción. Cuando comenzamos a
trabajar siempre debemos decir lo
que haremos.
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8. Hablarle en momentos que oiga
de sus intereses personales, fa-
miliares o escolares.
9. Aprovechar su susceptibilidad y
su espíritu de imitación, familia-
rizarlo con el ambiente, hacerlo
participar, etc.
10. Aprovechar su espíritu imagina-
tivo. Dime, ¿qué sientes? Levan-
ta tu dedito cuando no quieras
más, etc.
11. Rapidez en la labor, decisión en
la realización de los diferentes
tratamientos o procedimientos.
12. El niño tiene un umbral de ago-
tamiento muy corto, las sesiones
deben ser cortas. Se debe traba-
jar rápido, debemos estar decidi-
dos en lo que haremos, debemos
ser ordenados y tener todo nues-
tro instrumental y materiales
preparados de antemano.
El niño debe ser el centro o punto
principal de atención. Al llegar el
paciente, toda la conversación se
dirigirá a él. Los tópicos sugeridos
de conversación son las ropas que
usa, lo que le gusta comer, sus acti-
vidades escolares, gustos, juegos y
trato por parte de sus familiares,
programas de televisión, sus mas-
cotas, juguetes favoritos, deportes
y cuentos que prefiere. Elevar el si-
llón al nivel de la vista durante la
conversación, de modo que el niño
no se sienta superado en altura por
las personas que están con él.
Ajustar el nivel del lenguaje al del
niño. No hablar con lenguaje de bebé
a todos los niños. Es mejor ajustar el
vocabulario desde un nivel superior
hasta uno inferior, según se requie-
ra, asumir que el pequeño no sabe
nada y hablarle a su nivel. Este nivel
se logra conforme el equipo dental
se familiariza más con el pequeño.
Tono de voz. Usar tonos de voz nor-
males, firmes, amistosos y definidos
durante todo el procedimiento.
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Informarle al niño de los procedi-
mientos, ayuda a disminuir su te-
mor al tratamiento. Explicarle los
procedimientos de manera concisa,
con terminología no amenazadora, le
ayudan a perder el temor. Es necesa-
rio evitar palabras que despierten
este temor. Como, por ejemplo: due-
le, inyección, taladro, sangre; por el
contrario, sustituirlos con términos
menos desagradables como piquete
de mosco, molestia, etcétera.
Expresión facial. Una expresión fa-
cial amistosa vale mas que mil pala-
bras amables, y una mirada en el
momento adecuado suele lograr re-
sultados reales.
Tacto. Por lo regular a los peque-
ños les agradan las caricias como
medio de expresión de afecto (una
palabra suave, sostener las manos
y poner un brazo alrededor del hom-
bro).
Uniformes clínicos hospitalarios.
Muchos niños temen al uniforme
blanco por su relación o experien-
cias con la profesión médica y den-
tal. Los uniformes de otro tono han
ayudado a eliminar este temor.
Higiene del cirujano dentista y su
equipo. Los niños, al igual que los
adultos, prefieren a las personas lim-
pias y atractivas que aquellas que
despiden un mal olor corporal y bu-
cal, que por lo regular son niños
quienes más lo manifiestan a otras
personas, “los niños siempre dicen
la verdad”.
Felicitaciones. Toda la gente, inclu-
so los niños, reaccionan de manera
favorable a este tipo de manifesta-
ciones.
El paciente infantil no cooperador
Algunas de las técnicas empleadas
para los pacientes infantiles no co-
operadores en su consulta dental,
quienes por lo general tienen an-
tecedentes de problemas emocio-
nales, son temerosos, introverti-
dos o tímidos, con un grado de al-
teración emocional o bien son re-
beldes ante una autoridad, etc. Por
lo general, para el tratamiento de
estos pacientes existen diversas
técnicas tales como: 7
• Decir, mostrar y hacer. Esta téc-
nica señala que antes de empe-
zar cualquier maniobra debe ex-
plicarse al niño lo que se
realizará durante el tratamiento.
La selección de las palabras es
importante en esta técnica y el
éxito depende del vocabulario
sustituto para el instrumental o
materiales que el dentista posea,
así como de la comprensión del
procedimiento por parte del niño.
• Control de voz. Es necesario que
el dentista demuestre autoridad
durante su comunicación con el
niño. Esta técnica es muy efecti-
va para interceptar conductas
inapropiadas tan pronto empie-
zan a suceder y es menos exito-
sa una vez que los comporta-
mientos inconvenientes alcanzan
su máxima expresión.
• Mano sobre la boca. El dentista
debe colocar su mano sobre la
boca del niño que llora de manera
histérica. Para controlar los berrin-
ches y otros ataques de ira, se
debe usar el control de voz. La téc-
nica no busca asustar al niño, sino
pretende su atención y silencio
para que atienda al dentista.
• Restricción física. Puede efec-
tuarse con las manos, cinturo-
nes, vendas, cintas, sábanas o
aparatos especiales. Esta técni-
ca se emplea durante el trata-
miento de niños inmanejables.
Los principales candidatos para
tal restricción son los niños muy
pequeños (menores de 30 meses)
que requieren tratamiento urgen-
te, niños incapacitados, incluso
con retraso mental.
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Manejo del paciente infantil y su atención bucodental
• Otros métodos. Reducir la ansie-
dad de la madre disminuye la del
paciente y acercar al niño atemo-
rizado con otro valiente y coope-
rador produce resultados favora-
bles. La hipnosis y técnicas de
relajación cuentan con algunos
partidarios, escuchar música, se-
siones de desensibilización, rega-
los y citas de observación o me-
diante medicamentos o sustancias
químicas tales como anestesia, se-
dantes (pero bajo control médico).
Referencias bibliográficas
1. Roberts MW. “Manejo del paciente
infantil”. Pediatr Dent 1997; 19(5):
317-20.
2. Pinkman JR. Odontología pediátri-
ca. 2ª. Ed. Editorial Interamericana;
1994, pp. 2-15, 102-109, 253-260.
3. Introducción a la Odontología,
Odontopediatría. Visita a Odontope-
Conclusión
Será de considerable importancia
la adecuada interrelación que deba
existir entre el triángulo de aten-
ción del paciente pediátrico, sien-
do fundamental una adecuada co-
municación, la cual deberá ser
clara, concreta y entendible prin-
cipalmente para el paciente, una
vez que se consiga esto el éxito se
completará con la adecuada dispo-
sición, aceptación y preparación
constante por parte de cada uno
diatría. Facultad de Odontología. Uni-
versidad de Chile 1999 bttp://
odontología.uchile.cl/intro/doc711.htm
4. Katz S, McDonald JL. Stookey GK. Odon-
tología preventiva en acción. 3ra. ed.
Edit. Panamericana; 1983, p. 22-55.
5. Profesionales sanitarios. Protocolo de
asistencia al niño. Recomendacio-
nes iniciales. bttp://www.rcanaria. es/
scs/saludpublica/bucod.
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de los integrantes del equipo
odontológico, realizando una bue-
na técnica de trabajo dentro y fue-
ra del consultorio dental, antes,
durante y después de su atención,
y así conseguir una satisfacción y
concientización, tanto del niño
como de los padres o personas
adultas responsables, instituyen-
do con esto un seguimiento de la
educación en el ámbito de la salud
bucodental.
6. Manejo dental del paciente pediátrico.
Práctica Odontológica 1998; 19(8):
35-7.
7. McDonald A. Odontología pediátri-
ca y del adolescente. 5a. ed. Edito-
rial Panamericana; 1990, p. 785-805.
8. Planning for the children of your cu-
rrent pediatric dental patients of den-
tistry. J Dent for Children 1995;
62(6): 418-25.