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Presentado por:
Yulis Paola Mesa Garcia
Asigatura
Desarrollo empresarial colombiano
NRC
15866
Docente
Francisco J. Carmona
No obstante los momentos después del conflicto mundial o mejor llamado la posguerra,
es base que comenzaremos analizar, sus crecimientos y cambios estructurales, que llegaron a
presentar sucesos como “Entre 1945 a 1986 el producto interno bruto de Colombia se multiplicó
por siete” Durante los años setenta el descenso de la riqueza es mucho menor la escala de
emigración de la fuerza de trabajo hacia el exterior, permitieron una disminución rápida del
ritmo de crecimiento de la población, que se redujo a sólo un 1.6% anual en el período inter
censal 1973-1985. El resultado neto del crecimiento económico y demográfico fue un aumento
en la producción por habitante del 2.2% anual, es decir, un 150% en estas cuatro décadas, este
crecimiento hizo parte de la bonanza más espectacular que haya experimentado la economía
mundial en su historia. Sin embargo, el crecimiento del producto por habitante en Colombia fue
apenas similar al del conjunto de América Latina y de los países en vías de desarrollo e inferior
al que experimentaron las economías más avanzadas que tenía un crecimiento anual en su
producto interno bruto, adicional a un incremento en la población pero más importante un
aumento en la calidad de vida de los colombianos la cual “representa un término
multidimensional de las políticas sociales que significa tener buenas condiciones de vida
‘objetivas’ y un alto grado de bienestar ‘subjetivo’, y también incluye la satisfacción colectiva de
necesidades a través de políticas sociales en adición a la satisfacción individual de necesidades”
De esta manera se desarrollaron los grandes cinturones de miseria que todavía dominan el
panorama urbano del país. A su vez, la insuficiencia de puestos de trabajo centró por primera vez
la atención del país, en la década del sesenta, en el problema del desempleo abierto,
prácticamente desconocido en las zonas rurales. Igual o más alarmante fue la proliferación en las
ciudades de ocupaciones marginales y relativamente improductivas, que de acuerdo con la moda
internacional de una u otra época recibieron diferentes denominaciones. Inicialmente, el
fenómeno se conoció como “subempleo” y “desempleo disfrazado”. Además, como la mayor
parte de las ocupaciones de este tipo se concentraron en el comercio y en algunos servicios, se
habló también de la “hipertrofia del sector terciario”. Más tarde se acuñó el término “sector
informal” para referirse al mismo fenómeno. La medición más completa, realizada en junio de
1984 por el DANE, clasificó al 55.5% de los trabajadores en diez ciudades del país como
pertenecientes a dicho sector. La proporción tendía a ser más baja en las ciudades grandes (en
Bogotá era de un 51% ), pero llegaba a dos terceras partes de la fuerza de trabajo en algunas
ciudades intermedias.
BIBLIOGRAFIA
https://youtu.be/gMbt7-IvCk4