2015/2016. 1º Ano. “Quem foram os Padres da Igreja?” Hans von Campenhausen. Os Padres da Igreja, Vol. I – Os Padres Gregos.
Se llama «Padres de la Iglesia» a los escritores ortodoxos de la Iglesia primitiva (...) la
patrología no sería más que una historia de la literatura eclesiástica, paralela a la historia de las doctrinas y de los dogmas, a la cual determinaría y complementaría, haciendo al mismo tiempo las veces de último capítulo o de apéndice en la historia literaria de la Antigüedad. En realidad, la noción de «Padres de la Iglesia» tiene origen en la dogmática y responde a la necesidad que sentía el catolicismo deprobar su autenticidad por la tradición . Convenía, en efecto, reunir los testimonios de la tradición católica «auténtica» para reforzar los dogmas establecidos y defender los que todavía estaban en discusión (...) Nosotros no estableceremos tales diferencias (entre la historia de las doctrinas, de los dogmas y la patrologia) en nuestra obra (...) Lo punto de vista «literario» no es, sin embargo, el único que cuenta para quien desea emprender un trabajo objetivo sobre los Padres, ni basta ciertamente para definir por sí solo un método de análisis. Porque los hombres por los que se interesa la patrística no se presentaron como literatos o como simples escritores teológicos: tenían la convicción de ser representantes de la verdad divina. Mensajeros de la Palabra, se consagran a asegurar a ésta su continuidad en el seno de las comunidades cristianas de su tiempo. No desean la gloria de los retóricos ni la de los eruditos; semejantes ambiciones son hasta expresamente condenadas. Jamás las preocupaciones de orden literario o histórico, cuando existen, son puestas en un primer plano. Los Padres se consideran como los legítimos doctores de la Iglesia, como filósofos cristianos, como comentadores competentes e iluminados de la Biblia, que encierra la revelación salvífica de Dios. Si no los comprendemos en este sentido y se nos escapa la gravedad de su empresa, nos arriesgamos a transformar arbitrariamente su intención y a no ver bien el objeto de su obra. Es innegable que los Padres fueron los primeros en unir para siempre la herencia antigua a la tradición cristiana, creando así las bases de la civilización espiritual de Occidente. Y no estuvo ausente de su pensamiento el problema que originaba el hecho mismo de esta unión; supieron captar, a menudo de manera muy penetrante, todas las dificultades en él residentes y buscar una solución teológica que pudiera servir de cimientos. Pero su principal preocupación no era el dilema, tantas veces deba tido por nuestros historiadores modernos, entre adaptación o conservación de la tradición antigua. Lo que esencialmente les interesaba era la verdad absoluta, y esta verdad no la encontraban, con su valor de autoridad, en la tradición antigua, sino, por el contrario, en la Escritura y en la tradición de la Iglesia concerniente a la historia de la salvación.
Werner Jaeger, Cristianismo Primitivo e Paideia Grega, 1991, pp. 1-26.
¿Son los únicos verdaderos ateos realmente teólogos? Sobre el pensamiento continental y su tono perpetuamente apocalíptico. Concilium 356 (2014): Concilium 356/ Artículo 4 EPUB