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Personalidad y raíces del comportamiento

1. ¿Qué es la personalidad?
La personalidad es una variable individual que constituye a cada persona y la
diferencia de cualquier otra, determina los modelos de comportamiento, incluye las
interacciones de los estados de ánimo del individuo, sus actitudes, motivos y
métodos, de manera que cada persona responde de forma distinta ante las
mismas situaciones.
La personalidad representa las  propiedades  estructurales y dinámicas de un
individuo o individuos, tal como éstas se reflejan en sus respuestas características
o peculiares a las diferentes situaciones planteadas. Se pueden extraer una serie
de ideas:
 
» La capacidad pensante y de lenguaje que  poseen los seres humanos le
permiten una transmisión cultural, una comunicación y una capacidad de
reflexionar sobre sí mismo.
» Cada reacción o comportamiento individual en una determinada situación
responde a un amplio grupo de factores o fuerzas confluyentes.
» No existe una relación fija entre una determinada conducta y las causas
productoras de la misma.
» El ser  humano no posee un control y una  consciencia sobre sus
comportamientos. A menudo no somos capaces de explicar el porqué de un
determinado acto.
 
La   personalidad   está   formada  por  características   innatas   más la
acumulación de experiencias y acciones recíprocas entre el ser humano y su
medio.  Todas  estas   características   se  ponen de manifiesto cuando el
individuo el individuo se relaciona con su entorno, dirigiendo el comportamiento en
gran cantidad de situaciones, por lo tanto, podemos concluir  diciendo  que  la
personalidad  es un concepto de naturaleza multidimensional, con muchos 
elementos que interaccionan.
 
Podemos definir entonces la personalidad como  los rasgos psicológicos internos
que  determinan la forma  en  que  el individuo se comporta en distintas
situaciones.
 
No existe una definición universalmente aceptada de  personalidad. Derivado del
Latín  personamáscara  utilizada  por  los actores en las obras teatrales de la
civilización grecorromana, el término extendió  su significación,  en  tiempos de
Cicerón,  para  designar  retórica y metafóricamente el rol de todo ser humano en
la vida social. En medios no científicos, personalidad engloba las características
de singularidad, individualidad, emociones, sentimientos y sensibilidad que
otorgan identidad e imagen especiales a los integrantes de los diversos grupos
sociales.
 
Desde tiempos  de  Sigmund  Freud,   se ha  tendido  a  definir  la personalidad en
función  de  un  complejo  proceso de  desarrollo  y maduración,   sujeto   al  
influjo   de   múltiples   factores.  El   aporte freudiano fue un gigantesco paso
adelante,  pues  contribuyó  a superar conceptos religiosos  y moralistas,  teoría
que  sigue  vigente en el presente. Según Freud,  el fundamento de la conducta
humana se ha de buscar en varios instintos inconscientes, llamados también
impulsos, y distinguió dos de ellos, los instintos conscientes y los instintos
inconscientes, llamados también, instintos de la vida e instintos de  la muerte. La
definición de  personalidad resulta, en el mejor de los casos, extremadamente
amplia y tal vez imprecisa.
Los estudiosos de la psicología continúan tratando de comprender las  diferentes 
personalidades. Hace un  siglo  los  científicos comenzaron a realizar
observaciones  científicas sistemáticas y  a sacar conclusiones de ellas. Algunos
teóricos ponen énfasis en  las experiencias de la  primera  infancia, otros en  la
herencia, y  otros atribuyen el papel fundamental al medio ambiente. Hay quienes
analizan únicamente como  se comportan las personas congruentes en distintas
situaciones y momentos y les  restan importancia  al concepto de una
personalidad única y consiente. Pero  se debe tener claro  que  la personalidad  es
algo  único  de  cada individuo,  y es lo que  los caracteriza como entes
independientes y diferentes.
 
La personalidad no es más que el patrón de pensamientos,  sentimientos y
conducta que  presenta una  persona y persiste a  lo largo  de  toda  su  vida,  a
través  de  diferentes situaciones. Esta  definición  advierte dos  cosas
importantes. 

 Primero:   Que   la   personalidad se  refiere   a   aquellos  aspectos  que


distinguen a un individuo de cualquier otro, y en este sentido la personalidad es
característica de una persona.

 Segundo: Que  la personalidad persiste a través del tiempo  y de las


situaciones.
El individuo  no  nace con  una  personalidad, nace con  cierta  dotación que
condicionará en desarrollo posterior.

2. Elementos generales de la personalidad


Constitución: Conjunto de  aspectos  exteriores e  interiores de base genético-
hereditario (origen  de la  reacción funcional).
Temperamento: Tono o disposición afectiva, es la naturaleza emocional del 
individuo.  Se   nace  con   él.   Forma  de  reaccionar frente a las emociones y
cambios de humor.
Carácter: Forma concreta y estable que  adquiere en un  individuo  los rasgos
afectivosdinámicos  heredados.  Surge de  la  convergencia  de factores 
congénitos y  madurativos de  la  adquisición  por  educación y experiencias.
Actitudes:  Predisposición a reaccionar frente a determinadas categorías  de
objetos  o  de personas,  cuenta con  tres elementos:
Cognitivo: Se  refiere  a las creencias consistentes del individuo.
Afectivo: los sentimientos de placer o displacer.
Conductual: acciones o conductas en si
Aptitud: Capacidad para realizar cierta actividad.
Rasgos: Características constantes del comportamiento del individuo en una   
gran    variedad   de    situaciones.   Son    disposiciones   latentes, presumibles
estables que determina la conducta manifiesta y observable del individuo.

3. Aspectos que contribuyen en la formación de la


personalidad

1. Desarrollo y Maduración.

 
Numerosos autores  han  examinado  el  complejo  proceso de
crecimiento, desarrollo, maduración  y declinación  de  la personalidad a
lo largo del ciclo vital del individuo normal. Tales contribuciones han
devenido  en   una   formidable masa de información  en   torno a la
influencia de  factores biológicos, psicológicos y socioculturales en  los
llamados años  formativos. Tres  autores   importantes  proponen:

 
Freud se fundó en  el estudió de  las bases del desarrollo psicosexual
durante la infancia y la niñez. Los términos oral, anal y fálico han
alcanzado  popularidad tanto  en  los  círculos  científicos como entre al
gran público.
Piaget prestó particularmente atención al desarrollo cognitivo del niño y,
como tal, su  contribución puede no  considerarse vinculada al estudio
global de la personalidad.
Erikson  enfatizó  la  importancia  de   las  influencias  sociales  en   el
desarrollo individual, extendiendo la teoría psicoanalítica y describiendo
conflictos específicos a cada uno de los ocho estados del desarrollo del
individuo, concebidos como polaridades y tareas.

   2. Factores    Prenatales
 
Es   innegable     la influencia que  los factores genéticos ejercen sobre
las características físicas, capacidad intelectual y rasgos de personalidad
del individuo. Se  sabe que el ambiente prenatal  (incluye hábitos
dietéticos, salud y enfermedad, status emocional, actitudes, exposición a
drogas y radiación), influye favorablemente o no; algunos estudios 
sugieren que  traumas  psicológicos en  el  feto,  o alteraciones  del 
proceso de  parto, pueden tener ulteriores repercusiones en el desarrollo
de la personalidad.
 
3. Cultura y Personalidad
 
Múltiples trabajos de origen antropológico y psicoanalítico se han
ocupado de  la relación entre  cultura y personalidad. Teniendo en cuenta
que  la cultura se define  como  un  conjunto  de  normas, valores  y
pautas de comportamiento  se traducen en  el  modo de vida de  un
grupo, este  concepto es  un   valioso instrumento  para,  analizar  la
socialización de la personalidad. En el proceso de culturación, el individuo
aprende las  formas  de  comportamiento admitidas  por su grupo   y
tiende  a  adoptar  el  tipo  de  personalidad  que   se considera en el
desarrollo. La personalidad básica está determinada por las instituciones
primarias (familia, instituciones educacionales) y a su vez  determina las
instituciones secundarias  (religiones,  mitos,  ideologías, valores). En
resumen, la formación de la personalidad es inseparable de  las
condiciones culturales específicas en  que  se desarrolla, pero  dicha
influencia no debe entenderse como  una acción mecánica de la sociedad
sobre el individuo. La diversificación de la cultura e incluso sus
contradicciones, contribuyen  a   la  diversificación  y a   la  singularidad
de   los individuos.

4. Importancia de Factores Clínicos


 
Se ha señalado ya que el concepto de personalidad no implica
necesariamente la presencia o producción de síntomas clínicos.  Sin
embargo, su carácter clave en la estructura psicológica del individuo hace
que cualquier desorden emocional o mental  afecte y se vea afectado por
el funcionamiento de la personalidad.
4. Temperamento, Carácter y Personalidad
DEFINICION DE TEMPERAMENTO: (Del latín temperamentum,  `medida'),
peculiaridad e intensidad individual de los afectos psíquicos y de la
estructura dominante de humor y motivación.
Médicos de la antigüedad como Hipócrates y Galeno distinguían cuatro
tipos de temperamentos, considerados como emanación del alma por la
interrelación de los diferentes humores del cuerpo: sanguíneos, las
personas con un humor muy variable; melancólicos (véase  Melancolía),
personas tristes y soñadoras; coléricos, personas cuyo humor se
caracterizaba por una voluntad fuerte y unos sentimientos impulsivos, en
las que predominaba la bilis amarilla y blanca, y flemáticos, personas
lentas y apáticas, a veces con mucha sangre fría, en las cuales la flema
era el componente predominante de los humores del cuerpo.
Actualmente se acepta que ciertas características del temperamento se
deben a procesos fisiológicos del sistema linfático, así como a la acción
endocrina de ciertas hormonas. El temperamento tiene, por tanto, un
porcentaje genético nada despreciable. También se acepta, de forma
general, que los efectos intensos y permanentes del entorno pueden
llegar a influir de forma importante en la formación del temperamento de
cada individuo.
Es la disposición innata que nos induce a reaccionar de forma particular a
los estímulos ambientales, determinada genéticamente. Específica la
intensidad, el ritmo y el umbral de la respuestas emocionales. Es el
“tinte” emocional de nuestras respuestas aprendidas. Depende del tipo de
Sistema Nervioso Central y de Sistema Endocrino de cada persona. El
aspecto temperamental más importante para la clasificación de los
trastornos de personalidad según Kernberg es la Introversión /
Extroversión.

Está relacionado con: Intensidad: se refiere a “qué tanto…” se


experimenta una emoción o un sentimiento. El grado de emotividad y de
apasionamiento de las personas. Por ejemplo: si la persona se alegra
mucho o casi no reacciona; si salta de alegría o apenas sonríe; si al
hacerlo suda, se pone colorado, le tiembla la voz o se pone pálido, frío,
etc. La percepción subjetiva e interna, además de las respuestas
psicofisiológicas asociadas a la emoción, nos da una idea de la intensidad
de la respuesta y del tipo de temperamento. Las respuestas intensas son
comunes en los temperamentos inestables o fuertes. Las respuestas poco
intensas en los débiles. Otros indicadores de intensidad (fortaleza o
debilidad) son el volumen de la voz, la energía al apretar la mano de otro,
la fuerza de la presión al escribir, etc. La energía e intensidad se dejan
traslucir en esos y otros aspectos conductuales.
Duración: se refiere a “cuánto” dura una vivencia afectiva. Durante
cuánto tiempo la persona vivencia la respuesta emocional generada por
una situación. Por ejemplo: cuando siente cólera, ¿ésta se mantiene por
muchos días o apenas le dura unas horas o unos minutos?. ¿Es una
persona rencorosa, que no puede olvidar?, ¿Sus emociones varían
fácilmente? ¿Pasa de una a otra según las circunstancias, o un enojo
puede malograrle el día, incluso los momentos buenos? Hay gente que se
emociona mucho, muchísimo incluso, pero así como fácil vino, fácil se va
la emoción. Otros lo hace con poca intensidad, pero su vivencia persiste
bastante.

Latencia: tiene que ver con la “velocidad” con la que se responde. Es


decir, el tiempo que transcurre entre la presencia del estímulo y la
emisión de la respuesta. Por ejemplo: una persona tendría una latencia
corta si responde de inmediato a un insulto, un chiste o una situación
peligrosa. Por el contrario, la latencia sería larga si la respuesta requiere
más tiempo, y la reacción parece incluso desconectada o no asociada con
el estímulo.

Umbral: es “cuánta…” estimulación necesita una persona para emitir una


respuesta. Es decir, cuánta cantidad de estímulo requiere para responder.
Las personas con umbral bajo, más sensibles, requieren estímulos
relativamente poco intensos para reaccionar, incluso para reacciones
intensas. Por ejemplo: hablarles en tono moderado puede ser asumido
como que se les grita y generar malestar o miedo en ellas. Ante un
temblor pueden sentir pánico y desorganizar su conducta. Las personas
con umbral alto requieren de estímulos fuertes para reaccionar. Son
menos sensibles. La apariencia que dan es de estabilidad, tranquilidad e
incluso frialdad. Sus reacciones son más bien moderadas y pueden llegar
al extremo de la monotonía y el aplanamiento afectivo. Muchas veces
para sentir buscan situaciones de riesgo o intensas, pues de lo contrario
se aburren.
Ejemplos:

Sujeto estable – extrovertido (Sanguíneo).


Reacciones emocionales poco intensas, muy duraderas, poco variables,
busca estimulación (Es sociable, le agrada la variedad) Gusta de
estímulos fuertes.

Sujeto Estable – Introvertido (Flemático).


Reacciones emocionales poco intensas, sus emociones duran en el
tiempo, No busca estimulación, gusta de estímulos débiles.
Sujeto Inestable – Extrovertido (Colérico).
Reacciones emocionales intensas, lábil emocionalmente pues sus
emociones son variables y de corta duración. Busca estimulación y gusta
de estímulos fuertes. Por ejemplo: Sujeto que experimenta cólera un rato
y luego se le pasa.
Reacciones emocionales intensas, lábil emocionalmente es decir sus
emociones son de corta duración. No busca estimulación, gusta de
estímulos débiles. Por ejemplo: sujeto experimenta cólera la cual dura un
día o dos y luego se vuelve resentimiento.

Describiendo el temperamento:
EjemploNº1: Es una persona que muestra reacciones emocionales
intensas aunque de corta duración, es decir es lábil emocionalmente pues
pasa de una emoción a otra con mucha facilidad, transformando muchas
de esas emociones en sentimientos ego destructores. Es decir, cuando
experimenta sentimientos que la embargan, estos llegan incluso a
aturdirle y aunque en alguna ocasión llega a expresarlos, la mayoría de
las veces los suprime, convirtiéndolos en resentimiento. Es muy sensible
y necesita estimulación poco intensa y corto tiempo para reaccionar.

Ejemplo Nº 02. Sujeto que presenta reacciones emocionales dentro de lo


esperado, las cuales se mantienen durante gran parte del tiempo con
poca variabilidad en ellas. Está permanentemente buscando situaciones
en las que logre expresar sus ideas o que le faciliten el poder
experimentar estímulos fuertes, pues su necesita un lapso de tiempo más
o menos largo para emitir una respuesta.
El temperamento y el carácter son temas polémicos que generan
confusión. A parte de no existir mucha bibliografía sobre ellos, la
existente a veces es contradictoria. Suele confundírseles y tomarse uno
por el otro. Por ello creemos conveniente hacer uno breves
esclarecimientos conceptuales.
CARÁCTER: Conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento que
se han adquirido durante la vida y que dan especificidad al modo de ser
individual.
Junto con el temperamento y las aptitudes configuran la personalidad de
un individuo. Con esta noción se hace referencia a disposiciones
permanentes, profundas y difícilmente modificables. La génesis y
estructuración del carácter han sido objeto de diversas investigaciones y
propuestas teóricas. Muy conocidas son las de Klages, Lersch, Wellek,
Rothacker, Lewin y Freud. Todas ellas tienen en común la idea de que el
carácter no se manifiesta de forma total y definitiva en la infancia, sino
que pasa por distintas fases hasta alcanzar su completa expresión al final
de la adolescencia. En cierto modo, y en tanto que aprendido, uno es
responsable de su propio carácter; de ahí que el concepto se vea muchas
veces teñido de una valoración moral (se ha calificado como bueno o
malo) y haya sido objeto de reflexión en la educación.
Organización dinámica de los patrones conductuales del individuo;
manifestación conductual de la identidad del yo, determinada por la
integración del concepto de si mismo y de los otros significativos.
Conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento que se han
adquirido durante la vida. Suelen ser rígidos y ayudan a defender al
sujeto del medio.
Es sinónimo de cuño, huella, marca.
Ejemplo de rasgo de carácter:
Un rasgo de carácter en un conjunto de conductas diferentes que se
pueden englobar para clasificar a alguien.
Conducta A: No coge lo ajeno.
Conducta B: Dice la verdad. Honrado,
Conducta C: Paga impuestos. Honesto
Conducta D: Respeta lo ajeno.
Conducta A: Acepta trabajo de los demás.
Conducta B: Se queda horas extras Tonto
Conducta C: Busca más trabajo.
Conducta A: Llega tarde al trabajo.
Conducta B: Evita trabajar.
Conducta C: Anda atrasado en sus deberes. Haragán
Conducta D: Duerme hasta tarde.
PERSONALIDAD: Pautas de pensamiento, percepción y
comportamiento relativamente fijas y estables, profundamente enraizadas
en cada sujeto.

La personalidad es el término con el que se suele designar lo que de


único, de singular, tiene un individuo, las características que lo distinguen
de los demás. El pensamiento, la emoción y el comportamiento por sí
solos no constituyen la personalidad de un individuo; ésta se oculta
precisamente tras esos elementos. La personalidad también implica
previsibilidad sobre cómo actuará y cómo reaccionará una persona bajo
diversas circunstancias.
Las distintas teorías psicológicas recalcan determinados aspectos
concretos de la personalidad y discrepan unas de otras sobre cómo se
organiza, se desarrolla y se manifiesta en el comportamiento. Una de las
teorías más influyentes es el psicoanálisis, creado por Sigmund Freud,
quien sostenía que los procesos del inconsciente dirigen gran parte del
comportamiento de las personas. Otra corriente importante es la
conductista, representada por psicólogos como el estadounidense B. F.
Skinner, quien hace hincapié en el aprendizaje por condicionamiento, que
considera el comportamiento humano principalmente determinado por
sus consecuencias. Si un comportamiento determinado provoca algo
positivo (se refuerza), se repetirá en el futuro; por el contrario, si sus
consecuencias son negativas —hay castigo— la probabilidad de repetirse
será menor.
 
 FORMACIÓN Y DESARROLLO.  Herencia y ambiente interactúan para
formar la personalidad de cada sujeto. Desde los primeros años, los niños
difieren ampliamente unos de otros, tanto por su herencia genética como
por variables ambientales dependientes de las condiciones de su vida
intrauterina y de su nacimiento. Algunos niños, por ejemplo, son más
atentos o más activos que otros, y estas diferencias pueden influir
posteriormente en el comportamiento que sus padres adopten con ellos,
lo que demuestra cómo las variables congénitas pueden influir en las
ambientales. Entre las características de la personalidad que parecen
determinadas por la herencia genética, al menos parcialmente, están la
inteligencia y el temperamento, así como la predisposición a sufrir
algunos tipos de trastornos mentales (véase Enfermedades mentales).
Entre las influencias ambientales, hay que tener en cuenta que no sólo es
relevante el hecho en sí, sino también cuándo ocurre, ya que existen
periodos críticos en el desarrollo de la personalidad en los que el
individuo es más sensible a un tipo determinado de influencia ambiental.
Durante uno de estos periodos, por ejemplo, la capacidad de manejar el
lenguaje cambia muy rápidamente, mientras que en otros es más fácil
desarrollar la capacidad de entender y culpabilizarse.

La mayoría de los expertos cree que las experiencias de un niño en su


entorno familiar son cruciales, especialmente la forma en que sean
satisfechas sus necesidades básicas o el modelo de educación que se
siga, aspectos que pueden dejar una huella duradera en la personalidad.
Se cree, por ejemplo, que el niño al que se le enseña a controlar sus
esfínteres demasiado pronto o demasiado rígidamente puede volverse un
provocador. Los niños aprenden el comportamiento típico de su sexo por
identificación con el progenitor de igual sexo, pero también el
comportamiento de los hermanos y/o hermanas, especialmente los de
mayor edad, puede influir en su personalidad.
Algunos autores hacen hincapié en el papel que cumplen las tradiciones
culturales en el desarrollo de la personalidad. La antropóloga Margaret
Mead convivió con dos tribus de Guinea y mostró esta relación cultural al
comparar el comportamiento pacífico, cooperativo y amistoso de una, con
el hostil y competitivo de la otra, pese a tener ambas las mismas
características étnicas y vivir en el mismo lugar.
Aunque tradicionalmente los psicólogos sostienen que los rasgos de la
personalidad de un individuo se mantienen estables a lo largo del tiempo,
recientemente se cuestionan este enfoque, señalando que los rasgos
existían sólo en la óptica del observador, y que en realidad la
personalidad de un individuo varía según las distintas situaciones a las
que se enfrenta.
 
TESTS: La entrevista personal, el método más utilizado para conocer la
personalidad, es el medio para obtener un informe sobre el pasado,
presente y previsibles reacciones futuras de un individuo en concreto. La
mayoría de las entrevistas son desestructuradas, pero algunas emplean
una serie de `preguntas tipo' siguiendo una secuencia dada. Los
entrevistadores más experimentados ponen atención en lo que manifiesta
verbalmente el individuo entrevistado, pero también atienden a otros
elementos de expresión no verbal, como gestos, posturas, silencios, etc.
La observación directa, ya sea en su contexto natural o en laboratorio,
trata de recoger sistemáticamente las reacciones del individuo ante
situaciones cotidianas, y sus respuestas típicas hacia las personas, o bien
de manipular experimentalmente situaciones artificiales para medir su
respuesta frente a esas condiciones controladas en laboratorio. Como
fuente de información, también son útiles los relatos de aquellas personas
que han observado al individuo en el pasado.
Los métodos codificados de evaluación psicológica de la personalidad (los
tests de personalidad), se basan generalmente en cuestionarios de
preguntas cerradas sobre hábitos personales, creencias, actitudes y
fantasías (pruebas psicométricas), o bien en técnicas proyectivas, en las
que el individuo responde libremente ante estímulos no estructurados o
ambiguos, a través de las cuales reflejará los aspectos más profundos y
menos controlados de su personalidad.
El test de Rorschach, la prueba proyectiva más famosa, consiste en una
serie de manchas de tinta sobre las que el sujeto manifiesta sus
percepciones. Del análisis de sus manifestaciones, a través de complejos
sistemas de codificación y de interpretación, el analista deduce aspectos
esenciales de la dinámica de la personalidad del individuo.
 
TRASTORNOS: Los trastornos de la personalidad suelen ser afecciones
duraderas, que se pueden caracterizar por falta de flexibilidad o
inadaptación al entorno, que ocasionan frecuentes problemas laborales y
sociales, y generan molestias y daños a la propia persona y a los demás.
Hay muchos tipos de trastornos de la personalidad: la paranoide, por
ejemplo, es característicamente suspicaz y desconfiada; la histriónica
tiene un comportamiento y una expresión teatrales y manipuladores hacia
los que conviven con ellos; la personalidad narcisista tiende a darse una
gran importancia y necesita de una constante atención y admiración por
parte de los demás; por último, las personalidades antisociales se
caracterizan por su escasa conciencia moral, violando los derechos ajenos
y las normas sociales, incluso sin beneficio para ellos mismos.

Integración dinámica de los patrones conductuales derivados del


temperamento, carácter y los sistemas de valores internalizados (súper
yo). A la estructura de personalidad de un individuo subyacen dos
precondiciones: Estructurales y Dinámicas.
 
Precondiciones estructurales: grado en que se hayan integrado e
internalizado, a través de las relaciones tempranas, el sí mismo y las
relaciones objetales; llegando en el caso de la personalidad normal (y
neurótica) a la constancia objetal, objetos internalizados totales.
Precondiciones dinámicas: se refiere a la organización de los impulsos
(libido y agresión) que se van activando en las relaciones objetales
tempranas. En la estructura de personalidad normal se da una integración
de la agresión y la libido bajo la dominancia de los impulsos libidinales.
Patrón característico de pensamientos, sentimientos y conductas de un
individuo que persisten a lo largo del tiempo y a lo largo de las
situaciones.
La personalidad produce una coherencia en la conducta en contextos
diferentes. Por ejemplo, una mujer puede encontrase en situaciones
diferentes: Como médico atendiendo a niños, como esposa al interactuar
con su pareja y como madre al criar a sus hijos; en todas ellas se
muestra cálida, solícita.
Gordon Allport (1961): La personalidad es la organización dinámica,
dentro del individuo, de los sistemas psicofísicos que crean patrones
característicos de conductas, pensamientos y sentimientos.
Analicemos la definición:
La personalidad no es sólo una acumulación de partes y piezas: tiene una
organización.
La personalidad no se limita a estar ahí: tiene procesos.
Personalidad es un concepto psicológico, pero está intrincadamente unida
al cuerpo físico.
La personalidad es una fuerza causal; ayuda a determinar la forma en la
que el individuo se relaciona con el mundo.
La personalidad se muestra en patrones, recurrencias y sentido de
coherencia (o continuidad interior).
La personalidad no se muestra de una sino de varias maneras, en
conductas, pensamientos y sentimientos.
Eysenck y Eysenck (1987) definen la personalidad como una organización
dinámica del carácter, temperamento, intelecto y físico, más o menos
estable y organizada, de una persona que determina su adaptación única
en el ambiente.

La Definición de la personalidad dada por Eysenck gira alrededor de


cuatro patrones de conducta: el cognitivo (Inteligencia), el conativo
(carácter), el afectivo (temperamento) y el somático (constitución) de
este modo, la personalidad es "la suma total de los patrones
conductuales presentes o potenciales del organismo, determinados por la
herencia y el ambiente, se origina y desarrolla mediante la interacción
funcional de los sectores formativos en que se originan estos patrones
conductuales”. 

5. Distinción entre carácter, temperamento y


personalidad.
Estos tres términos “temperamento”, “carácter” y “personalidad”, se
entremezclan en la literatura, y su significado a muchos podría
parecerles, hasta sinónimos. Ciertamente, son términos muy próximos,
pero de ninguna manera idénticos. Para comenzar a delimitarlos,
podemos citar a Allport, que define así a la personalidad según el cuadro
sinóptico arriba insertado.
El temperamento nos viene heredado, es una manera de comportarse
que nos viene en la información que llevamos en nuestros genes.
El carácter se forma y se conforma durante los primeros años de vida y
que en función de nuestro temperamento y nuestras experiencias y
sentimientos vividos en estos primeros años, nos mostraremos con una
determinada personalidad.
 
La personalidad es lo que podríamos llamar una máscara como muy bien
definiera el sociólogo Erwing Goffman: “todo hombre es un actor en la
gran representación social que es la vida, un actor que actúa un papel
múltiple, ahora -por ejemplo- es padre, ahora es hijo, ahora hermano,
ahora amigo, ahora domina, ahora es dominado. Todos estos papeles en
el curso de la misma "representación", es decir de la única vida que
"actuando" vive..
Se pueden tomar las interacciones personales como interpretaciones
teatrales que en función del rol que adquiramos, actuamos.
Estableciendo relación con el Ene agrama, la máscara cotidiana, puede
tener 9 tipologías distintas que en un momento dado podemos estar en la
máscara del perfeccionista o en la del leal, o la del conciliador, en función
de las innumerables variables, o como ya se ha citado, de los papeles que
tengamos que representar y también por supuesto, de la pasión que nos
invada circunstancialmente o que nos domina.
"La personalidad son como cuadros impresionistas. A cierta distancia,
cada persona parece hecha "de una pieza"; desde más cerca, constituye
un desconcertante entramado de estados de ánimo, cogniciones e
intenciones" (Theodore Millon) ¿Cuántas veces no hemos oído alguna vez
expresiones como: “¡Pero qué carácter tiene!”, “Fulana tiene mucha
personalidad”, “Su temperamento es fuerte”? Y así como esas, muchas
más para referirnos a la manera de ser particular de cada persona. Pero
¿Que determina que tengamos carácter, temperamento y personalidad?
¿Nace cada ser humano con ellos? ¿Cómo podemos diferenciar uno de
otro?
Aunque el tema ha sido bastante debatido, debido a que no hay una
referencia única respecto a estos rasgos de cada persona, y el cual se ha
prestado a diversas interpretaciones, aquí solamente mostraremos de
manera sumaria lo que cada uno de estos define de manera general, y
sin el ánimo de entrar de lleno en especificaciones de otra índole.
Usualmente cuando la gente se refiere al carácter de una persona, es
acerca de si es alguien mal humorado o tranquilo y sumiso. La realidad es
que el carácter va mas allá de esto, y abarca cuestiones que tienen sus
orígenes en el seno de la familia donde crece y se desarrolla, ya que la
interacción del individuo con su entorno y de quienes le rodean,
serán determinantes para formar rasgos que lo llevaran a enfrentar
situaciones especificas en el futuro. Por ejemplo si una persona ha
crecido siendo humillado o maltratado su carácter tendera a ser
introvertido y con dificultad para socializar con otros. En cambio, si fue
motivado de pequeño y su autoestima fue reforzada, es casi seguro que
crecerá con gran confianza en si mismo y será capaz de afrontar
circunstancias adversas con más facilidad. 
Notemos entonces que es durante la infancia (específicamente los
primeros años de vida) donde el carácter encuentra su formación mas
definitiva, ya que lo que reciba el niño de parte de su familia, determinara
en gran parte su adaptación positiva o negativa al entorno donde se
mueva.
Algo que se ha llegado a especular es que son principalmente durante los
3 a 5 primeros años de vida de la persona, donde se podrán insertar con
mayor facilidad las conductas que refuercen su carácter de manera que
afronte obstáculos de manera más fácil y segura, además de otorgarle
pautas que lo convertirán en alguien seguro de si mismo y con mínimas
tendencias de auto compasión, depresión e ira.
 
El temperamento por otra parte, es el conjunto de reacciones
emocionales con las cuales la persona afrontara situaciones de alegría,
molestia, tristeza, etc. ya que son estas básicamente de origen
biológico y natural. Teniendo como particularidad que según la manera
de ser de cada persona será la reacción que mostrara ante ellas. 
 
Algunos las tomaran con templanza de animo y otros según el desarrollo
de su carácter, podrán hacerlo de manera quizás más radical. Se ha
hecho para el caso una clasificación de los 4 diferentes tipos de
temperamento y las características que los definen los cuales serian:

 Flemático: Rara vez se altera ante situaciones que para otros


serian estresantes. Casi nada le afecta o emociona.
 Colérico: aquí entran los que son líderes natos. Tiene buen auto
control, les gusta dirigir a otros y no descansar hasta lograr sus
objetivos.
 Melancólico: Son de naturaleza más bien tranquila, dóciles y
fácilmente pueden ser manejados por los demás.
 Sanguíneo: Son impulsivos y rara vez piensan antes de tomar
acciones. Se dejan llevar por sus emociones.

Hasta este punto podemos ver entonces que, tanto como que el
carácter nos habla de las acciones que se tomaran ante ciertas
circunstancias que se lleguen a presentar, como por su parte el
temperamento nos dice como será entonces que reaccionemos en base a
ellas, la personalidad será por lo tanto, una combinación de las dos.
 Y aunque esta puede llegar a  ser confundida a veces con el carácter, es
indudable que cada uno de nosotros la ira desarrollando durante nuestra
vida y se manifestara de manera más notable en la etapa adulta,
dándonos la capacidad de poder o sobresalir o ser uno más entre los
demás. De ahí que se diga, que existen gentes con más personalidad que
otras y sobresalgan a causa de ella.
Aquí sin embargo, el análisis de todo esto nos lleva a concluir que sea
que tengamos o no personalidad, no es tan importante como conocer si
nuestro carácter está lo suficientemente trabajado para poder saber de
que manera nuestro temperamento reaccionara ante situaciones adversas
o estresantes.
Ya que conociendo nuestras debilidades, lograremos entonces conquistar
y dominar nuestras emociones negativas para así evitar seguir creando
una cadena de situaciones no gratas a nuestro alrededor, y afectando
sobre todo a quienes nos rodean.
Utilicemos siempre lo mejor de nuestros caracteres y temperamentos
para forjarnos, aunque quizás no una personalidad avasalladora ante
otros, si una que nos convierta en mejores personas, amigos, padres,
hermanos, hijos, etc. Eso nos distinguirá aun más que ser gentes de
“personalidad”.

6. Las Potencialidades del Ser Humano y Factores que


afectan su Desarrollo
Al nacer, todo ser humano posee un sin número de capacidades en
potencia que yacen latentes esperando ser actualizados durante el
crecimiento y desarrollo del individuo y que le son, en conjunto, únicas e
irrepetibles. Más aún, tiene la capacidad todavía no realizada, de darse
cuenta tanto de la existencia de cada una de estas potencialidades como
de la ocurrencia de los procesos a los que éstas dan lugar en sí mismas.
El desarrollo de las potencialidades de los seres humanos es crucial para
hacer realidad los procesos de transformación ya que el crecimiento
abarca diversos campos de posibilidades: físicos, estéticos, morales,
afectivos, del carácter, de la psicomotricidad, del intelecto, del trabajo,
etcétera, estos derechos son parte integral de un sistema de vínculos qué
tiende a la auto conservación de la especie y al establecimiento de
relaciones más productivas. El fundamento de la formación del ser
humano es el respeto a la dignidad de cada uno, por lo que es, sin tomar
en consideración lo que tiene o representa. La dignidad del hombre y de
la mujer radica en el hecho de que son personas, con un potencial capaz
de perfeccionarse hasta límites insospechados. Sin embargo, lo que
permite al hombre desarrollar y utilizar sus potencialidades es la energía
que lo anima y vitaliza: que distingue lo animado de lo inanimado, que
hace posible que el individuo sueñe, luche, sonría, ame; esa energía que
todos conocemos, cuya fuente se encuentra más allá de nuestra
comprensión. La energía vital, cuyo objetivo fundamental es la
autorrealización del individuo, también puede manifestarse en forma
negativa y desagradable cuando la persona se siente amenazada,
frustrada y no encuentra un camino productivo de expresión. En estos
casos puede manifestarse mediante el odio, la agresión, la destructividad,
el rencor.
Factores que influyen en el desarrollo de la personalidad del ser humano.
 

 Herencia biológica
 Ambiente físico
 La cultura

 
Herencia biológica
La personalidad no puede existir independientemente del aspecto
biológico. Como miembro de la raza humana tiene los atributos y
características propias de esa especie aunque existen atributos que lo
distinguen como lo son el aspecto físico y la inteligencia. Al nacer el
individuo posee un organismo físico y un sistema nervioso y glandular
que le ayudan a alcanzar un desarrollo superior a los otros animales.
Puede pensar, trasmitir ideas a través del lenguaje, ver las relaciones
entre las cosas.
 
¿Qué se hereda?

 La apariencia física
 Las capacidades para hablar y razonar
 La inteligencia
 El género
 La raza
 El temperamento

 
El Ambiente Físico
 Influyen en el desarrollo de la conducta humana:

 Temperatura
 Clima
 Cuerpos de agua
 Montañas
 Desiertos
 Recursos naturales
 En el trabajo, la recreación y forma de vida

 
El ambiente físico puede ayudar o limitar el desarrollo del ser humano. La
capacidad para conquistar y modificar el ambiente es exclusivo del ser
humano, los animales no pueden hacerlo.
 
La Cultura
La cultura influye en la adquisición de valores sociales comunes y ayuda a
producir cierto tipo de personalidad:

 Matrimonio monógamo
 Creencia
 Ideas
 Lealtades
 Prejuicios
 Hábitos de alimentación

 
Experiencias personales particulares
Hay dos tipos de experiencias particulares: aquellas que surgen como
consecuencia de la asociación o contacto continuo con una persona y
aquellas que surgen al azar o de repente. Las experiencias traumáticas
tienen un efecto significativo en el desarrollo de la personalidad.
 

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