Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Hay que puntualizar que los diferentes fenómenos jurídicos deben de ser abordados
con una real rigurosidad real para que con esto se pueda entender sus alcances en
el ámbito del Derecho. De igual manera, en el presente ensayo puede verse
respuestas a la búsqueda de entender los fenómenos jurídicos desde el ámbito
específico de la Sociología Jurídica dentro del proceso de formación de la
licenciatura de Derecho y con esto fortalecer, los conocimientos teóricos y prácticos
de los fenómenos que nos ocupan. En definitiva, este trabajo pretende responder de
la manera más satisfactoria posible a la asignación de la presente asignatura y
además para servir de fuente de consulta para futuras investigaciones sobre el tema
objeto de interés en esta ocasión.
En la misma categoría el escritor plantea que tenemos que colocar también otros
fenómenos menos activos, más puramente psicológicos: el conocimiento (o la
ignorancia) del derecho; la imagen del derecho (del derecho y de la justicia, es decir,
de los tribunales), que es algo más simbólico, más lleno de imágenes y más
imaginativos; la conciencia jurídica, que se distingue de los supuestos anteriores e en
que va acompañada de un juicio de valor, en que el pensamiento de lo que debería
ser el derecho y que mutatis mutandis es comparable a la conciencia moral; la
posibilidad del razonamiento jurídico, es decir, la actitud (del no técnico) para formar
o reconstituir el razonamiento del legislador o del juez (que es a la conciencia jurídica
lo que la razón es a la intuición).
Las dos expresiones, institución" y caso " pertenecen al vocabulario de los juristas,
aunque han sido utilizadas también en Sociología general. Expresa escritor que
considerado como un fenómeno jurídico al matrimonio sin ninguna otra precisión. El
matrimonio, es en primer lugar, un bloque de derecho, disponible de antemano para
ser aplicado a toda una serie de casos de la misma naturaleza: la institución del
matrimonio. El fenómeno-caso se presenta.
Es cierto que toda tipología tiene siempre algo de artificial (por ejemplo, el matrimonio
español sin divorcio es una institución diferente del matrimonio francés), cuando no
es francamente capciosa (como ocurriría, por ejemplo, si se metiesen en el mismo
saco la actio injwiarium del Derecho romano y la represión de la injuria del Derecho
francés); mas no por ello el fenómeno-institución es menos susceptible, tras la idea
primaria, de ser pensado como plural. Cada matrimonio es, y quiere ser, una
aventura que no se parece a ninguna otra. '
En definitiva, una clasificación tripartita de los fenómenos jurídicos las son: las
instituciones, los casos individuales y las colectividades de casos. El interés de la
distinción es todavía, en el punto en que estamos, un interés epistemológico.
Los fenómenos-instituciones constituyen un terreno muy apropiado para el método
histórico comparativo. Las colectividades de fenómenos reclaman por naturaleza la
estadística y el sondeo. Caracterizado lo contencioso, hay que tratar de comprender
el sentido de la clasificación de los fenómenos respecto de la cual le hemos pedido.
Plantea Carbonnnier, en síntesis, que los juristas o los reales estudiosos del
Derecho, no han tenido que esperar la llegada de los sociólogos para darse cuenta
de que existen, al lado del derecho, otras reglas que gobiernan las relaciones del
hombre con sus semejantes. La distinción entre el derecho y la moral constituye
desde hace mucho tiempo un lugar común en muchas sociedades. Sostiene el
escritor de referencia que los sociólogos contemporáneos se han esforzado por
profundizar en la noción de usos sociales. Son hábitos, si se quiere, pero más que
individuales incluso familiares-, hábitos de un país o, por lo menos, de un grupo
social. En los Estados Unidos, se suele citar como ejemplo de ellas la regla que
obliga al seductor a casarse con la seducida. Dicho de otro modo: en ocasiones hay
más gravedad el incumplimiento de las legales..
Por una presión de la sociedad de la frontera debe pasar por alguna parte que esté
en el interior del concepto de coacción social. Por ambos lados sociales, pero la
coacción no tiene en los dos lados el mismo carácter. Tiene un carácter voluntario y
organizado en las reglas de derecho y un carácter instintivo y difuso en las reglas de
usos sociales. Según una variación de esta línea, en la cual se define primero el
derecho, porque es el que ofrece los rasgos más llamativos, se dice que la coacción
connota las reglas jurídicas cuando, procediendo de un órgano especializado cumple
una función con, tante, y las reglas de usos sociales cuando faltan uno y otro
elemento tale como se indica a continuación:
Cuando de una cierta regla emana una dosis de coacción y la sociedad se propone
con ello conscientemente llevar la regla a ejecución, la regla será jurídica. 2. La
coacción del derecho, se dirá entonces, es aquella que tiene su origen en un órgano
especializado: el órgano que se denomina Estado en las sociedades modernas y que
está constituido por los gobernantes, los jefes y los detentadores del poder. Un
ejemplo funcional de la coacción social por medio de un órgano ad hoc, puede servir
seguramente para definir el derecho. Pero solamente una especie: un derecho a la
vez voluntario y estatal. Es decir, sencillamente la ley: La ley no es, sin embargo, la
única forma del derecho.
Para continuar con el análisis del tema y llevando la comparación, no tanto hacia los
caracteres generales de la coacción, cuanto hacia los medios concretos que la ponen
en práctica. Hay otros que son de orden físico, o en un sentido muy amplio de orden
material (no hay que pensar sólo en las coacciones corporales, sino también en los
ataques al patrimonio). Palpándose así la distinción, es tentador definir las reglas de
derecho y las reglas de usos sociales respectivamente a través de uno y otro tipo de
coacción social 'Z. Sin embargo, plantea Carbonnnier, que la cuestión subsiste
cuando el criterio presenta manchas, que, en nuestro caso, no faltan en los dos
sentidos.
Conclusiones