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Kirpatrick, R., Domenico Scarlatti, ed. Princeton University Press, 1983, pp. 114 y 115.
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En 1702, Alessandro Scarlatti pide permiso al virrey para ausentarse diez meses de Nápoles. El permiso
le es denegado pues está próxima la visita del rey de España Felipe V a Nápoles. Una ópera y dos
serenatas eran obras de obligada composición para homenajear la real visita.
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Se ha podido documentar la existencia en el Nápoles de entonces de una especie de instrumento de tecla,
parecido en forma y dimensiones a la espineta, y que fue denominado tiorbino. Curiosamente, uno de sus
principales constructores sería Salvador Sánchez, constructor de origen español. Cf. Nocerino, F.,
“Instrumentos y cembalari en Nápoles durante el periodo español”, en VV. AA., Domenico Scarlatti en
España, editado por Luisa Morales, Asociación cultural LEAL, Almería, 2009.
1
invento de Bartolomeo Cristofori, y que al parecer Scarlatti tuvo ocasión de
conocer ya como experto instrumentista4.
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durante su estancia en España de grandes favores por parte del futuro rey
Fernando VI, encargándose entre otros menesteres, de la organización y
contratación de artistas para las fiestas reales.
SONATAS DE SCARLATTI
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sonatas en siete volúmenes y pertenecientes en su día a Brahms), Lisboa
(61 sonatas), Londres (44 sonatas), Cambridge (24 sonatas), Coimbra (4
sonatas), Barcelona (39 sonatas empleadas posteriormente por Granados
para su edición de 1904) y Zaragoza (cuatro volúmenes con 225 sonatas)10.
Algunas de estas sonatas no estarían incluidas en Parma o Venecia, como
es el caso de la K. 147. Aunque la cifra de 555 dada por Kirpatrick sea la
generalmente aceptada, personalidades como J. Sheveloff o Gerstenberg
niegan que las sonatas desde K. 142 a la K. 147 sean del propio Scarlatti,
por no venir incluidas en las dos colecciones principales de Parma y
Venecia y por ser formal y armónicamente ajenas al lenguaje scarlattiano11.
10
Datos recogidos por Miguel Ángel Marín en “Domenico Scarlatti. Las sonatas de Scarlatti como legado
histórico”, en Golberg, nº 49, Pamplona, diciembre de 2007.
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Cf. Libreto a la colección completa de las sonatas de Scarlatti por Scott Ross, Scarlatti. The Keyboard
Sonatas, publicado por Warner Classics y la Fundación Gulbenkian, p. 91.
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La más famosa de las sonatas de esta primera serie es sin duda la llamada “fuga del gato”. Al parecer el
tema fue sugerido por las teclas que sonaban al subirse un gato a su teclado. Por otra parte, era común en
la época preceder una colección de obras con una fuga para demostrar el dominio del contrapunto.
4
Afirmo que vendrá un día en el que Scarlatti será frecuentemente interpretado en
los conciertos, que el público le apreciará y se alegrará con él13.
F. Chopin
NOVEDADES Y OSADÍAS
13
Palabras de F. Chopin recogidas en VV. AA., Diccionario de la música española e hispanoamericana,
vol. 9, ed. SGAE, Madrid, 2002, p. 855.
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Tan sólo hay una única obra en donde la designación de “tocata” se aplica a un concepto diverso al de
sonata. Cf. Kirpatrick, R., Domenico Scarlatti, ed. Princeton University Press, 1983, p. 141.
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Stewart Pollens también respalda el uso del pianoforte para una sonoridad más variada en cuanto al uso
de gradaciones dinámicas. El propio Pollens ha realizado experimentos con programas digitales de
edición musical para comprobar la diferente sonoridad en los diferentes insttrumentos. Cf. Pollens, S.,
“The pianoforte in the performance of Scarlatti’s sonatas”, VV. AA., Domenico Scarlatti en España,
FIMTE, Almería, 2009, pp. 301 a 311.
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Cf. Marín, M. A., “Domenico Scarlatti. Las sonatas de Scarlatti como legado histórico”, en Golberg, nº
49, Pamplona, diciembre de 2007., p. 28.
17
Benavides, A., El piano en España, ed. Bassus Ediciones, Madrid, 2011, p. 15.
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Scarlatti pondrá de moda lo que muchos han tildado como sonata
barroca o sonata bipartita, que en el caso del artista italiano se trata de
sonatas agrupadas mayormente en parejas conforme a la tonalidad: dos
sonatas contrastantes en la misma tonalidad y casi siempre la segunda más
rápida que la primera. Esta idea fue apuntada por Gestenberg en 1935 y
posteriormente retomada por Kirpatrick. El emparejar las sonatas fue al
parecer una práctica común entre los compositores españoles de la época.
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Mª Barbara tenía en total 12 instrumentos de teclado, siete claves de diferente factura y cinco
pianofortes florentinos, distribuidos entre sus palacios de Aranjuez, Buen Retiro y Escorial. Tres de estos
instrumentos fueron dejados en testamento a Farinelli. Los claves no solían traspasar el ámbito de 5
octavas, sin embargo, parece ser que los claves españoles tenían una tesitura algo mayor, llegando incluso
hasta el sol sobreagudo. Similar tesitura encontramos en una espineta inglesa construida en Londres por
Thomas Hitchcock en torno a 1728, y actualmente en el Museo de Instrumentos de Sta. Cecilia de
Edimburgo.
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“Veinticinco años permaneció Scarlatti en su cárcel regia de Madrid sin ninguna clase de contacto con
el arte español de su época, en el cual no ejerció ninguna influencia ni como clavicordista que jamás se
dejó oír fuera de palacio ni como compositor”. Palabras de F. Pedrell en Granados, E., Integral para
piano, en edición de Alicia de Larrocha y Douglas Riva, vol. 13, ed. Boileau, Barcelona, 2001, p. 28.
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Scarlatti tuvo ocasión de conocer al gran compositor durante su estancia en Roma a través de la
llamada Academia Arcadia, subvencionada por el cardenal Pietro Ottoboni. Cf. VV. AA., 24 documentos
sobre Scarlatti en el Archivo histórico de protocolos de Madrid, ed. Comunidad de Madrid, Madrid,
2007, p. 17.
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organista de la Capilla Real y asistente en algunas de las veladas musicales
de palacio21.
Tra la música di Scarlatti vi sono molte pagine in cui egli imita le melodie
cantate dai carretiere, dai mulattieri, dalla gente del popolo22.
Muchos son los que se dejan traspasar por el efecto Scarlatti, siendo
su alumno Antonio Soler el que quizá muestre esta concordancia de forma
más evidente, tal y como podemos apreciar en la disposición y carácter de
las sonatas del gran monje o en su conocidísimo Fandango. En fecha
21
José de Nebra ocupa la plaza de organista de la Real Capilla en mayo de 1724, y era tenido muy en
cuenta por sus dotes musicales por el rey. Sería además el futuro profesor del infante Gabriel, hijo
predilecto de Carlos III. Cf. Álvarez Martínez, M. S., José de Nebra Blasco. Vida y obra, ed. Institución
“Fernando el Católico”. Sección de música antigua, Zaragoza, 1993, pp. 77 y 78.
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Burney, C., Viaggio musicale in Germania e Paesi Bassi, en reedición de EDT, Turín, 1986, p. 95.
23
Morales, L., “Sonatas-bolero by Domenico Scarlatti”, en VV. AA., Domenico Scarlatti en España,
FIMTE, Almería, 2009, p. 313.
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posterior, compositores como Falla, Granados, Ernesto Halffter o Joaquín
Rodrigo tampoco serían ajenos a la personalidad de Scarlatti. Enrique
Granados programaba las sonatas del italiano entre sus alumnos a menudo
con las revisiones, anotaciones y digitaciones llevadas a cabo por él
mismo24. Incluso el artista catalán solía incluir estas sonatas en sus
conciertos, como hizo en su último concierto en la Casa Blanca, el 7 de
marzo de 1916.
Al día de hoy, la obra del gran maestro italiano aún sigue vigente
inspirando páginas más recientes como: Sonata (de Due esercizi) de J. Luis
Turina; Beyond Scarlatti (para violín, viola y violonchelo), de Jorge
Fernández Guerra; Scarlattiano (para cuarteto de flauta, violín, viola y
violonchelo), de Miguel Bustamante, o el Quinteto para arpa, flauta,
violín, viola y violonchelo, de Ángel Oliver.
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24
Actualmente la revisión de 26 sonatas de Scarlatti llevada a cabo por E. Granados han sido publicadas
en Granados, E., Integral para piano, en edición de Alicia de Larrocha y Douglas Riva, ed. Boileau,
Barcelona, 2001.
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BIBLIOGRAFIA
-Álvarez Martínez, M. S., José de Nebra Blasco. Vida y obra, ed. Institución “Fernando
el Católico”. Sección de música antigua, Zaragoza, 1993.
-Benavides, A., El piano en España, ed. Bassus Ediciones, Madrid, 2011.
-Benavides, A., Gerardo Diego y la música, ed. Universidad de Cantabria, Santander,
2011.
-Burney, C., Viaggio musicale in Germania e Paesi Bassi, en reedición de EDT, Turín,
1986.
-Delgado, F., Doménico Scarlatti y Bárbara de Braganza, ed. Real Musical, Madrid,
2000.
-Granados, E., Integral para piano, en edición de Alicia de Larrocha y Douglas Riva,
ed. Boileau, Barcelona, 2001.
-Kirpatrick, R., “Chi ha scritto le sonata di Scarlatti?”, en Ralph Kirpatrick. Raccolta di
scritti, ed. Associazione clavicembalística bolognese, Bolonia-Roma, 2008.
-Kirpatrick, R., Domenico Scarlatti, ed. Princeton University Press, 1983.
-Marín, M. A., “Domenico Scarlatti. Las sonatas de Scarlatti como legado histórico”, en
Golberg, nº 49, Pamplona, diciembre de 2007.
-Martín Moreno, A., Historia de la música española. S. XVIII, ed. Alianza Música,
Madrid, 1985.
-Powell, L. A History of Spanish Piano Music, ed. Indiana University Press, 1980.
-Sopeña, F., Las reinas de España y la música, ed. Banco de Bilbao, Bilbao, 1984.
-VV. AA., 24 documentos sobre Scarlatti en el Archivo histórico de protocolos de
Madrid, ed. Comunidad de Madrid, Madrid, 2007.
-VV. AA., Diccionario de la música española e hispanoamericana, ed. SGAE, Madrid,
2002.
-VV. AA., Domenico Scarlatti en España, editado por Luisa Morales, Asociación
cultural LEAL, Almería, 2009.
-VV. AA., “Nuevas creaciones en torno a Domenico Scarlatti”, programa de concierto
en la Residencia de Estudiantes, Madrid, 25 de noviembre de 2007.
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