Sunteți pe pagina 1din 9

RECOMENDACIONES PARA INVESTIGAR POR INTERNET:

Cómo hacer una investigación por Internet:

Parte 1: Saber por dónde empezar:


1. Decide dónde empezar tu búsqueda.
2. Busca bases de datos sobre temas específicos.
3. Pregunta a un bibliotecario.
4. Utiliza motores de búsqueda comunes con precaución.
5. Elige tus palabras cuidadosamente.
6. Ajusta tus resultados cuando sea necesario.

Parte 2: Obtener buenas fuentes:


1. Busca fuentes creíbles y acreditadas.
2. Despliega una amplia investigación en Internet.
3. Evita páginas como Wikipedia.
4. Busca la fuente original siempre que sea posible.
5. Busca un consenso.

Parte 3: Evaluar la credibilidad:


1. Revisa las afiliaciones de la fuente
2. Infórmate sobre el autor.
3. Mira la fecha.
4. Busca veracidad y precisión.

Parte 4: Compilar y guardar tus fuentes:


1. Cita tus fuentes.
2. Ten cuidado con la naturaleza efímera de Internet.
3. Considera una solución tecnológica.
4. Construye tu propio archivo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
5 MANERAS DE HACER MÁS FÁCIL LA INVESTIGACIÓN POR INTERNET
1. Comienza en la escuela.
2. Separa los hechos de la ficción.
3. Búsqueda inteligente.
4. Mantenerse concentrado.
5. Citar correctamente.

7 CONSEJOS PARA BUSCAR EN INTERNET COMO UN EXPERTO:

Reglas básicas para hacer una búsqueda:


1. Algunos signos de puntuación como los puntos, comas y exclamación no cuentan en las búsquedas, así que no necesitan
ser incluidos.
2. Google no toma en consideración las minúsculas o mayúsculas. Para el buscador ambas son indiferentes.
3. Cuando busques algo, limita la frase a 10 palabras. Google ignorará más allá de esa cantidad.
4. Evita los errores ortográficos porque aunque Google usualmente los considera y hace la búsqueda con la manera correcta
de escribir, en algunos casos puede afectar los resultados.
5. Usa palabras claves específicas y concisas.
6. Google ignora la mayoría de las palabras cortas como: los, las, el, en, que, etc. Los únicos que va a considerar son las
versiones en inglés de “y” y también de “o”, que son “AND” y “OR”, respectivamente, y solo si están en mayúsculas. Estas
son usadas como operadores.
7. El orden en el que pongas las palabras claves que buscas son importantes: la primera es la más importante y la última
será la menos importante.
CÓMO HACER UNA INVESTIGACIÓN POR INTERNET

Coautor(a): Megan Morgan, PhD En este artículo: Saber por dónde empezarObtener buenas fuentesEvaluar la
credibilidadCompilar y guardar tus fuentes22 Referencias
Internet ha hecho que investigar un tema sea mucho más fácil que nunca. En vez de hacer un viaje a la biblioteca, las
personas que tienen acceso a Internet pueden simplemente entrar a un motor de búsqueda, escribir y hacer clic. No obstante,
además de hacer que acceder a información sea más fácil, la web también ha hecho que sea más fácil acceder a información
errónea.[1][2] Sin embargo, si sigues algunas simples reglas, podrás evitar que una fuente web sesgada, imprecisa o falsa te
informe mal o engañe.

Parte 1 Saber por dónde empezar

1 Decide dónde empezar tu búsqueda. Si tú empleador, instituto o universidad te brinda un motor de búsqueda o directorio,
empieza por ahí. Si tienes acceso a una base de datos de artículos de investigación (por ejemplo, EBSCOhost), empieza por
ahí.[3] Las bases de datos de bibliotecas te brindan acceso a investigaciones revisadas por colegas, las cuales tienen un
estándar modelo para los estudios académicos. “Revisadas por colegas” significa que los mejores expertos en el campo han
analizado la investigación a fin de que sea precisa, confiable y sustanciosa antes de publicarse. Aun cuando simplemente
trates de aprender algo para tu propio beneficio personal, las investigaciones académicas te brindarán la información más
actualizada y confiable.
 Por lo general, puedes acceder a estas bases de datos mediante la página web de la biblioteca en tu casa. Algunas
bibliotecas universitarias y académicas podrían pedirte una contraseña si accedes a ellas de manera remota (desde
algún lugar otro lugar que no sea la misma biblioteca).
 Si no tienes acceso a una biblioteca, trata de usar Google Scholar para tus búsquedas. Puedes encontrar
investigaciones académicas mediante este motor de búsqueda y, de este modo, Google Scholar te mostrará dónde
puedes encontrar copias gratuitas de los artículos en línea.

2 Busca bases de datos sobre temas específicos. Dependiendo del área de tu investigación, tendrás varias opciones de bases
de datos en línea específicas a tu campo. Por ejemplo, si buscas investigar sobre educación, debes saber que el Departamento
de Educación de los Estados Unidos patrocina el Centro de información de recursos en educación (o ERIC) y brinda
materiales informativos e investigaciones revisadas por colegas sobre temas de educación. [4] Si buscas investigaciones
científicas o médicas, debes saber que la National Library of Medicine (Biblioteca nacional de medicina) de los Estados
Unidos patrocina PubMed y que este es un lugar excelente para empezar. [5]
3 Pregunta a un bibliotecario. Si tienes acceso a una biblioteca, haz una cita para hablar con un bibliotecario de referencia.
Estas personas están especialmente capacitadas para ayudarte a acceder a la mejor investigación y conocimiento disponibles.
[6]
Te pueden ayudar a encontrar fuentes y también te ayudarán a determinar si tales fuentes son creíbles.

4 Utiliza motores de búsqueda comunes con precaución. Los motores de búsqueda rastrean la web mediante la
indexación de páginas al leer palabras y frases que aparecen en ellas. A partir de ahí, el proceso es automatizado. Cada
motor de búsqueda tiene un algoritmo que sirve para clasificar resultados de búsquedas específicas. Esto significa que
ningún ser humano analiza la precisión que tienen. Los resultados “principales” son simplemente el resultado de un
algoritmo. No es una aprobación del contenido o calidad de este. [7]
 La mayoría de los motores de búsqueda pueden estar “controlados” por páginas web inteligentes a fin de asegurar
que su contenido aparezca en primer lugar. Asimismo, cada motor de búsqueda tiene su propio algoritmo y algunos
adaptan sus resultados según los historiales de navegación. Por lo tanto, los resultados “principales” en Google no
necesariamente serán los resultados “principales” en Yahoo!, aun cuando utilices las mismas palabras para la
búsqueda.[8]
 Ten en cuenta que simplemente porque encuentres información en línea, eso no hace que sea creíble o acreditada.
Cualquier persona puede hacer una página web y la cantidad de información pobre, no verificada y simplemente
errónea a menudo supera la buena información en línea. [9] Para ayudarte a filtrar información útil, habla con tu
profesor o bibliotecario y utiliza los motores de búsqueda académicos o de la biblioteca cuando sea posible.

5 Elige tus palabras cuidadosamente. Para cualquier consulta que tengas, existe una cantidad prácticamente ilimitada de
palabras potenciales y opciones de frases que podrías ingresar en el motor de búsqueda. Por lo tanto, es importante que
pienses cuidadosamente sobre lo que esperas que tu búsqueda encuentre y que intentes varias combinaciones distintas de
búsquedas.
Si utilizas un motor de búsqueda académico (por ejemplo, la función de búsqueda de tu biblioteca), trata de utilizar una
combinación de palabras clave y operadores booleanos (las cuales se usan en inglés) o palabras que podrás utilizar para
ajustar tu búsqueda: AND (y), OR (o) y NOT (no).[10]
 Por ejemplo, si haces una investigación sobre el feminismo en China, podrías ejecutar una búsqueda que diga
“feminismo AND China”. Esto te dará resultados que incluirán ambas palabras clave de estos temas.
 Puedes utilizar OR para ejecutar búsquedas de palabras clave relacionadas. Por ejemplo, podrías buscar “feminismo
OR feminista OR justicia social”. Esto te dará resultados que contengan uno o más de estos términos.
 Puedes utilizar NOT para excluir palabras clave de tu búsqueda. Por ejemplo, podrías buscar “feminismo AND China
NOT Japón”. Así no obtendrás ningún resultado que incluya la palabra “Japón”.
o Puedes utilizar comillas para buscar frases completas. Por ejemplo, si deseas buscar rendimiento académico,
buscarías la frase entera con comillas, es decir, así: “rendimiento académico”. No obstante, ten en cuenta que utilizar
comillas excluirá todo resultado que no sea una coincidencia exacta. Por ejemplo, no obtendrías resultados sobre
“rendimiento escolar” o “desempeño académico” ya que estas frases no son exactamente tal cual como tu búsqueda.
o Utiliza frases con palabras clave específicas para ubicar la información más relevante. Por ejemplo, si buscas
información sobre gastos de bienestar social en los Estados Unidos, es más probable que obtengas los resultados que
deseas si buscas “monto total anual que se gastó en programas de bienestar en los Estados Unidos” en vez de buscar
“bienestar”, dado que esta última opción te daría definiciones sobre bienestar, tipos de bienestar en otros países y
miles de otros resultados que no deseas. No obstante, ten en cuenta que no siempre tendrás la posibilidad de encontrar
información así: mientras más palabras ingreses, es probable que obtengas menos resultados.
o Utiliza frases o palabras alternativas con palabras clave para ubicar fuentes adicionales de búsqueda. Por ejemplo, si
buscas “bienestar”, considera utilizar “redes de seguridad”, “programas sociales” o “asistencia pública” en vez de
“bienestar” a fin de encontrar distintos resultados. En muchos casos, tu elección de palabras podría involuntariamente
sesgar tus resultados, dado que términos como “bienestar” a menudo están políticamente cargados. Utilizar una
amplia variedad de términos asegura que estarás expuesto a un conjunto más amplio de fuentes y, por lo tanto,
potencialmente menos sesgado.

6 Ajusta tus resultados cuando sea necesario. Si investigas un tema sobre el que estás relativamente desinformado,
empieza tu búsqueda con términos amplios. Luego utiliza la información que obtienes de esa primera búsqueda a fin de
ajustarla.
o Por ejemplo, en tu búsqueda de “monto total anual que se gastó en programas de bienestar en los Estados Unidos”,
probablemente descubras que existen varios distintos programas de asistencia pública, tales como la Temporary
Assistance for Needy Families (Asistencia temporal para familias necesitadas) o TANF y el Supplemental Nutrition
Assistance Program (Programa asistencial de nutrición suplementaria) o SNAP. Utiliza esa información para decidir
en qué programas estás interesado y luego haz una nueva búsqueda (más específica), por ejemplo, “gastos totales
anuales en SNAP en los Estados Unidos”.

Parte 2 Obtener buenas fuentes

1 Busca fuentes creíbles y acreditadas. Tal vez la tarea más difícil (e importante) en las búsquedas en Internet es asegurar
que las fuentes que elijas son creíbles. Por lo general tendrás que priorizar información de fuentes gubernamentales,
académicas y de agencias de noticias reconocidas a nivel nacional. [11]
Las fuentes gubernamentales a menudo tienen “.gov” en alguna parte de la página web. Por ejemplo, la página web del
Departamento de Estado de los Estados Unidos es www.state.gov. La página web oficial del Departamento de Defensa de
Australia es www.defence.gov.au.
o Las páginas web que terminan en “.edu” pertenecen a institutos y universidades. No obstante, sí es necesario tener
cuidado con estas páginas ya que a menudo los profesores y estudiantes pueden manejar páginas web personales con
la extensión “.edu”, pero es posible que la información no sea analizada por la universidad. [12] Es mejor buscar
fuentes académicas mediante un motor de búsqueda o una base de datos académica, por ejemplo, EBSCOhost o
Google Scholar.
o Las páginas web que terminan en “.org” pertenecen a organizaciones sin fines de lucro. Si bien algunas de estas
páginas son muy creíbles, otras no lo son. Cualquier persona puede comprar una página web con una extensión
“.org”. Revisa estas páginas con cuidado y no confíes en ellas como tu única fuente de información. Si puedes,
evítalas.[13]
o Las principales fuentes de noticias, como The Guardian, CNN y Al Jazeera, suelen ser creíbles, pero también tienes
que asegurarte de leer un artículo basado en datos y no un artículo de opinión. Muchas páginas de noticias también
tienen blogs y páginas editoriales donde las personas pueden expresar sus opiniones, las cuales no necesariamente se
basan en datos.

2 Despliega una amplia investigación en Internet. No te limites a los primeros resultados del motor de búsqueda. Mira
más allá de la primera página de resultados de búsqueda a fin de encontrar información para tu investigación. [14]
o Si bien es imposible ver todos los resultados de la mayoría de búsquedas, es importante ver al menos varias páginas
de resultados para asegurarse de no perder información importante. Debido a la optimización de los motores de
búsqueda, si utilizas uno que es común como Google o Yahoo!, varias primeras páginas podrían contener enlaces que
se promovieron con mayor eficacia pero no los que tienen la mejor información. [15]

3 Evita páginas como Wikipedia. Wikipedia puede ser un buen lugar para empezar; no obstante, este tipo de páginas web
están abiertas a ediciones de parte de cualquier persona, lo cual significa que dicha información puede ser imprecisa,
desactualizada o sesgada. Además, la diversidad de nuestro idioma en tanto países dificulta la uniformidad y precisión de sus
artículos.[16] Si deseas utilizar Wikipedia u otro wiki para investigar, desplázate a la sección “Referencias” de la parte inferior
de tal página y revísala. Dirígete a la fuente original siempre que sea posible.
o Por ejemplo, si escribes un informe sobre pingüinos, puedes empezar con la página de Wikipedia sobre pingüinos.
Desplazarte a la sección “Referencias” te puede mostrar varios artículos revisados por colegas sobre pingüinos que se
publicaron en revistas académicas, junto con referencias a capítulos de libros de editoriales académicas. Mira esas
fuentes para obtener información más acreditada.

4 Busca la fuente original siempre que sea posible. Durante tu investigación encontrarás muchas afirmaciones en línea; no
obstante, no todas serán verdaderas o útiles. Algunas fuentes no citarán ninguna referencia o podrían evitarla al decir otra
cosa distinta a la que se afirmó originalmente. No tomes nada sin cuestionártelo. Debes tratar de encontrar la fuente original,
en especial cuando la página web indique que un dato o estadística es cuestionable.
o Por ejemplo, si investigas los cambios en gastos de bienestar durante los últimos 20 años, no hay razón para confiar
en las respuestas de Yahoo!, un blog o cualquier fuente secundaria. La mayoría de fuentes creíbles indicarán que
utilizan información de agencias federales. Por lo tanto, normalmente es mejor buscar las fuentes originales de la
información gubernamental y citarlas directamente en vez de citar una página que en sí solo reporta la información (y
que tal vez lo haga de manera incorrecta).
o Citar la fuente original también hará que tu propia investigación sea más creíble y acreditada. Por ejemplo, para tu
profesor será mucho más impresionante si citas un artículo de los National Institutes of Health (una fuente
gubernamental de los Estados Unidos) en comparación a si citas un artículo de webMD, incluso si ambas páginas
tienen la misma información. Será mucho mejor si puedes citar la investigación original académica que produjo la
información que tratas.

o
5 Busca un consenso. Si no puedes encontrar la fuente original de un dato, tu mejor apuesta será verificarlo en diversas
páginas creíbles.
Sin importar la información que busques, se aconseja no confiar en un extracto de información hasta que encuentres
información idéntica en varias páginas independientes si no puedes encontrar alguna fuente oficial. Por ejemplo, si no puedes
encontrar una fuente original de los gastos del SNAP de 1980, ingresa la información que encontraste en un motor de
búsqueda para que así te asegures de que se reportó el mismo número en varias páginas y de que esas páginas no citan la
misma fuente (potencialmente errónea).

Parte 3 Evaluar la credibilidad

1 Revisa las afiliaciones de la fuente.[17] Revisar quién es el dueño o quién patrocina la página web te ayudará a determinar
si es creíble o no. Por ejemplo, el dueño de la página web Mayo Clinic es Mayo Clinic, uno de los hospitales más prestigiosos
del mundo. Es una organización sin fines de lucro, por lo tanto, no se descarta que haga dinero a partir de su contenido. Sus
artículos están escritos por profesionales médicos. Estos son buenos indicios de que la información que encuentres en esta
página será creíble. Por el contrario, una página web de “salud” tendrá un escaparate o muchos anuncios y no tendrá ninguna
afiliación institucional o profesional, por lo tanto, no será tan creíble.
o Si utilizas una base de datos académica, revisa quién publicó el artículo o el libro. Los textos de revistas de prestigio
(por ejemplo, la New England Journal of Medicine (Nueva revista inglesa de medicina)) y los libros de editoriales
académicas (por ejemplo, la Oxford University Press) tendrán más peso que las fuentes de editoriales menos
conocidas.
o Si nunca escuchaste hablar de una fuente, el primer lugar para ver es la sección que dice “Sobre nosotros” (o una
frase similar) de la página web. Si esa sección no te brinda una buena idea de quién hizo la página web, trata de
realizar una búsqueda en Internet de la misma página. Frecuentemente los nuevos artículos, las entradas de Wikipedia
y páginas similares que hacen referencia a una fuente incluirán información sobre sus afiliados, ideología y
financiamiento. Si todo eso no funciona, considera utilizar un motor de búsqueda de dominios web para descubrir
quién es el dueño de la página web. No obstante, si ya tuviste que llegar hasta ese punto, es muy probable que la
página sea muy oscura como para confiar en ella.

o
2 Infórmate sobre el autor. Desafortunadamente, muchas fuentes de Internet no muestran un autor. Sin embargo, si buscas
en línea una investigación revisada por un colega, normalmente encontrarás fuentes con el nombre de los autores. Mira las
credenciales.[18]
o Por ejemplo, ¿esa persona tiene educación en su campo? El científico español Rafael Yuste es profesor de
Ciencias Biológicas y Neurociencias de la prestigiosa Universidad de Columbia, por lo tanto, es muy
probable que lo que él diga sobre ese tema sea creíble y acreditado (lo cual significará que esa información
será confiable y actualizada).[19] Por el contrario, el blog de un aficionado del cerebro humano no tendrá
información acreditada, incluso si la información es precisa.
o ¿El autor ha escrito algo más sobre el tema? Muchos autores, incluidos periodistas y estudiosos académicos,
tienen áreas de especialidad y han pasado años estudiando y escribiendo sobre esos temas. Si el autor ha
escrito muchos otros artículos sobre el mismo tema, esto lo hará más creíble (especialmente si esos artículos
fueron revisados por un colega).
o Si no hay autor, ¿la fuente es creíble? Algunas fuentes, especialmente las del gobierno, no mostrarán un
autor. Sin embargo, la ausencia de un autor no será motivo de preocupación en sí mismo si la fuente de la que
obtienes la información es acreditada (por ejemplo, un artículo sobre varicela de los Centros para el Control y
la Prevención de Enfermedades).

3 Mira la fecha. Es importante asegurarte de que la información esté lo más actualizada que sea posible, especialmente si
investigas un tema médico o científico. El consenso científico cambia con la presencia de nuevos estudios e información.
Revisa cuándo se publicó el artículo o página web. Si la información tiene más de 5 a 10 años no es necesariamente mala; sin
embargo, busca los artículos más recientes que puedas encontrar para que así tengas la mejor oportunidad de obtener
información actualizada.[20]
o Por ejemplo, si escribes un trabajo de investigación sobre tratamientos para el cáncer, no tendrás que utilizar
únicamente artículos de 1970, aun cuando hayan sido publicados en prestigiosas revistas académicas.

o
4 Busca veracidad y precisión. Existen muchas fuentes por ahí que afirman que se basan en datos pero no es así. Las
páginas web que parecen tener una agenda clara por lo general no son buenas fuentes, dado que podrían ignorar o tergiversar
evidencias que discrepen con su posición.
o Busca fuentes de la página. Una página creíble de Internet citará sus fuentes. Una página muy buena podría incluso
fijar enlaces a los artículos originales de investigación, de modo que podrás localizarlos. Una buena señal de que la
página no es confiable será si no puedes encontrar ninguna referencia de la información que obtuviste o si las
referencias están desactualizadas o son de baja calidad.
o Ten cuidado de la información sesgada. El lenguaje altamente emocional, la retórica inflamatoria y la escritura
informal son signos de potencial sesgo en tu fuente. La mayoría de escritores académicos tratan de alejarse de ellos y
buscan la imparcialidad y objetividad tanto como sea posible. Una buena señal de que hay un sesgo es si la página
web utiliza un lenguaje emocional como “¡Existen grandes farmacéuticas manipuladoras que buscan dejarte sin
dinero y no atenderte para llenar sus propios bolsillos!”.
o Revisa cada página web para ver si hay errores gramaticales y enlaces rotos. Si la página web es creíble y confiable,
la gramática y ortografía serán precisas y todos los enlaces deberán llevarte a la página adecuada de destino. Es
posible que las páginas web que tienen muchos errores gramaticales y enlaces rotos copien su información de otra
fuente o podrían ser ilegítimas.

Parte 4 Compilar y guardar tus fuentes

1 Cita tus fuentes. Siempre debes documentar tus fuentes con el fin de evitar los mismos errores que cometen las páginas
imprecisas. Esto te permitirá volver a ellas si es necesario y además permitirá que los demás (cuando sea el caso) verifiquen
de manera personal tus fuentes.
o Las entradas de páginas web en las bibliografías normalmente constan del autor del artículo de Internet o de la página
web (si está disponible), el título del artículo o página, el nombre de la página, la dirección web de la página y la
fecha en la que accediste.

o
2 Ten cuidado con la naturaleza efímera de Internet. Solo por el hecho de que una fuente existe hoy, no significa que va a estar
ahí mañana. Con el fin de evitar que tu investigación se vuelva irrelevante, considera tus opciones para conservar las páginas web.
o La forma más sencilla de guardar una página web tal como la ves en el momento es imprimir una copia física o guardarla como
PDF.[21] Esto te permitirá volver a consultar la página, incluso si la eliminan o mueven.
o Dado que una copia impresa o versión en PDF solo estará disponible para ti, deberás revisar periódicamente los enlaces de tu
investigación si la publicas en Internet. Si descubres que una página web ha sido eliminada o movida a otro sitio, puedes colocar
palabras clave para que las personas busquen la nueva ubicación en un motor de búsqueda o revisar si fue archivada en Wayback
Machine de Archive.org, sitio que conserva páginas web tal como aparecieron anteriormente.[22]

o
3 Considera una solución tecnológica. Los navegadores web tienen varios servicios, aplicaciones y funciones gratuitas que te
pueden ayudar a guardar tus fuentes de manera rápida y a organizarlas fácilmente.
o Utilizar la función de marcadores de tu navegador web es la forma más sencilla de guardar fuentes. En vez de guardar cada
fuente en la carpeta principal “Marcadores”, considera crear subcarpetas para temas específicos. Por ejemplo, si investigas sobre
bienestar, podrías tener que crear una carpeta para “Bienestar” en “Marcadores” y luego tal vez incluso crear más carpetas dentro
como “TANF”, “SNAP”, etc.

o
4 Construye tu propio archivo. Más allá de las aplicaciones y de la función de marcadores, existen servicios y programas de
investigación más avanzados que te pueden ayudar a crear tu propio depósito personal de fuentes.
o Hay varios servicios y aplicaciones que han hecho posible sincronizar fuentes con la nube, capturar imágenes de páginas web tal
como aparecen en el día que accedes a ellas, agregar palabras clave a las fuentes, etc.
o Muchos de estos servicios, como Zotero, son programas gratuitos desarrollados por académicos y otros defensores del código
abierto. Otros servicios, como Pocket, ofrecen algunos servicios de manera gratuita y cobran por otros. Si necesitas funciones
que vayan más allá de la función estándar de marcador de tu navegador web, considera utilizar uno de estos servicios para hacer
que la organización de tus fuentes sea más fácil.

Referencias

1. ↑ http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/05/130503_internet_web_mentiras_finde
2. ↑ http://losdespertadores.com/como-saber-que-es-mentira-y-que-es-verdad-en-internet/
3. ↑ http://bibliotecadigital.educ.ar/uploads/contents/investigacion0.pdf
4. ↑ http://biblioteca-shanghai.cervantes.es/es/biblioteca_espanol/biblioteca_electronica/ERIC.htm
5. ↑ http://libguides.fiu.edu/PubMed/pubmedspanish
6. ↑ http://bibliotecanacional.gov.co/content/perfiles-y-funciones-del-bibliotecario-público
7. ↑ http://www.posicionamiento.mx/blog/seo/como-funcionan-los-motores-de-busqueda
8. ↑ http://epymeonline.com/como-lograr-las-primeras-posiciones-en-google-en-cuestion-de-horas/
9. ↑ http://www.pewinternet.org/2012/11/01/how-teens-do-research-in-the-digital-world/
Mostrar más... (13) wikiHows relacionados

S-ar putea să vă placă și