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TAMYM MAULÉN (Santiago de Chile, 1985)
tamymsoda@hotmail.com
Impreso en Argentina
Printed in Argentina
Tamym Maulén
PAF
( PURO AMOR FAMILIAR )
No crees en palabras. Crees que solamente son reales
los golpes, los golpes y las balas. Pero escúchame: ¿no te
das cuenta de que las palabras que te digo son reales? ¡Paf !
J. M. COETZEE
Un día yo voy a morir hermano:
Somos iguales te das cuenta
Y cuando esté muerto abuelo
Y tú me olvides mujer por favor
Sólo te pido una cosa papá:
que crezcas siempre abrazada a tu hermana
Y la escuches hijo y la ames. Porque una vez
nos miramos, nos herimos y hasta hicimos
el amor trescientas veces mujer
Tú que nunca me entendiste padre
Por favor no llores hijo
que tu herida es mía.
Te da mucha risa pensar en el dolor.
Escribiste este libro creyendo en el dolor,
creyendo en las palabras. Porque sí creías,
así de pavo eras. Te llamas___________,
y tu hermano Gabriel está a punto de
meterse en problemas: pinta grafitis en los
muros del barrio. Shhhhh, silencio. Si se
enteran, pum, le van a pegar. No hagas
nada, no digas nada, no toques nada.
Hermano, esto no es un libro: esta es mi
casa. Bienvenido. Por favor no pases.
SHHHHH
I
15
II
16
III
17
IV
18
V
19
VI
20
VII
21
VIII
—Shhhhhhh
22
IX
23
X
24
XI
25
XII
26
XIII
Resucité.
27
XIV
Sí
28
XV
29
XVI
30
XVII
Yo te sonrío
31
XVIII
32
XIX
39
II
—PAF
40
III
41
IV
42
V
43
VI
44
VII
45
VIII
46
IX
47
X
Un corazón de 70 centímetros
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XI
49
XII
50
XIII
Vamos a suicidarnos
51
XIV
52
XV
Estaba loca
53
XVI
Y si alguna vez
Sientes mi canto
No lo escuches
Canta conmigo
54
XVII
55
XVIII
—¡Muac!
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XIX
57
XX
58
XXI
—Yo no te lo pedí
Tú no me preguntaste
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XXII
Te quiero
Estuve vivo
60
XXIII
¡Crash!
61
XXIV
67
II
68
III
69
IV
70
V
71
VI
72
VII
73
VIII
74
IX
75
X
76
XI
Pero yo ya no pienso.
Paf, cuando te pegan, shhhhhh.
Estás solo en tu casa
Hay un retrato que ya no reconoces
Mamá, ¿de cuándo es esta foto?
¿Por qué estabas tan delgada y tan linda?
Papá te amaba mucho, juntos querían
bailar una siesta infinita y redonda
salir de compras al Mall de los sueños perfectos
Yo con mi hermano vinimos a estropearlo todo
Fuimos dos Icebergs en una tina caliente
Mamá, ¿de cuándo es esta foto?
Nos vemos bien, el dolor no se nota
parecemos al fin una bella familia chilena.
77
XII
78
XIII
79
XIV
80
XV
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XVI
Y entonces,
Cómo voy a estar triste
Si lloro en el espejo porque me encontré
Mientras mi madre hierve guindas en la cocina
Perfumando la casa que antes no era una casa
Sino una herida en el rostro.
Mi padre vuelve del trabajo
Con una bolsa negra llena de peras de agua.
Dios sabe dónde está mi hermano.
Es de noche y cantan los perros.
Cómo voy a estar triste
Si cada vez que muero resucito
Y cada vez que resucito allí está el mundo
Allí está mi rojo y sucio corazón
Palpitando dentro de un país
Que a pesar de todos los temblores
Las mentiras y la ropa linda
Las guerras y exterminios
Los televisores y la muerte
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XVII
83
XVIII
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XIX
No tengo trabajo...
Mi trabajo es salir de noche
Llegar borracho a casa
Y ser un signo de interrogación
En la vida de mis padres.
Mi trabajo es despertar atrasado
Desayunar las sobras del almuerzo
En un rincón escondido del patio
Y preguntarme allí cómo es posible
Que exista un tipo como Whitman.
Mi trabajo es dormir la siesta
Mi trabajo es mirar el techo
Mi trabajo es bendecir la maleza
Mi trabajo es faltar a la universidad
Para conversar con los muertos
Los muertos que viven en los libros
Los libros que a veces no son libros
Mi trabajo es decirte NO TENGO TRABAJO
Excepto morirme un día de estos
¡Bum! Explotar en un fuego artificial
Sabiendo que viví mi vida en un engaño
Pero en un engaño señores
Un engaño distinguidas damas
Un engaño que me he inventado yo.
85
XX
86
XXI
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XXII
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XXIII
Mi padre creía
Que un mundo mejor es posible.
No creía en tesoros, ni en vinos caros
Creía en los amigos y le daba lo mismo
Tomar sopa en una taza plástica
Con una cuchara de plástico
Lo importante está en el interior
Me decía apagando la TV
No creía en la TV
Ni en las noticias
Ni en las palabras
Ni en las promesas
Ni en la justicia
Ni en Chile
Ni en Dios y sin embargo
Yo creía en él.
Creía en sus ojos mapuches
Llegando cansados del trabajo.
Creía en su camisa blanca
Sus zapatos viejos que lustraba
Transformándolos en nuevos.
Creía en su magia.
Creía en su mano pesada
Buscando mi mano.
Creía en su voz ronca en mi oído
Sencilla, cotidiana
Diciéndome hijo.
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XXIV
Te llamas _________
Aquí estás.
90
Hay una esperanza para esta vida golpeada:
¡Muac!, el amor sin sentido
¡Muac!, un beso robadoregalado
Los balazos al desierto, la ira, la muerte
la prepotencia, la rutina, ¡bang!
Todo lo que no se mueve, todo lo que nunca viaja:
Yo no soy nadie
cuando me olvidas, yo no soy nadie.
Cerrarás las hojas de este libro
(adiós adiós sol cuello cortado)
Te quedas tú, solo, contigo
mirando por la ventana hacia otro lugar
Mi hogar es ese, tu casa es construirla
No hay verdad ni mentira
Ni gritos ni silencio
Ni poetas, ni poemas, ni poesía
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Por si acaso, te cuento que si te golpea tu ya dicho ese
a propósito de la Queltehue que olvidó
eso que pasó a la hora del té
cerca de tu casa donde alguien te hizo ¡paf !
te contaré que en el nido de la vieja, que ahora es madre
tres polluelitos de alma pura, como la de los travestis
puros de verdad, puros como los ya antiguos
cigarrotes de la isla
tropical, cubana, puros de alma o puros cuentos
puras leseras dirán
pero no dirán ni una palabra los citados polluelillos
que desconocen, que no saben, que son puros, ya te dije.
Ahora bien, si por casualidad intentas sumergirte
en el mar rojo de tu sangre zamarreada
o en el negro oscuro de tu cuarto negro
ahora carcomido por los espantadizos
acurrucados, carcomidos ciempiés carcomidos
yo no sabré qué decirte
niño chileno con guitarra a palos
pues tú eres un polluelo más de la Queltehue
tú eres uno más de los que canta
sin saber de todo.
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Y sí,
aunque ya no exista algún sentido para decir sí
o aunque se hallen desaparecidos todos los recuerdos
para vomitarles no, y a pesar del pesar
de todo eso que pasó como a eso de las cinco
casi al lado de tu casa donde alguien te hizo ¡pum!
Sí, aunque todo, aunque casi ya no duela
ese alguien es tu padre, niño sombra, niño África
y tú sigues amándolo y tú sigues diciéndole
y tú sigues limpiando sus zapatos
y tú sigues bebiendo de su lepra
y tú sigues cantándole tus cantos
a pesar de todo, a pesar que casi ya ni sangran sus patadas
y al ciempiés, aún así, aún asá
nada le importan estas cosas
al igual que a la Queltehue vieja
que no ha dejado de mirar mis ojos
que no ha dejado de mirármelos como diciendo: ¡Véte!
o yo me volaré otra vez
y otra vez me chuparé al gusano para regurgitárselo
de nuevo, a vuestros hijos
mis polluelos.
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A quién le importa escuchar estas cosas
cuando la tole tole de la vida
qué pasaría si te digo
cuando la tole tole de la vida
qué pasaría si te digo
que la tole tole de la vida ha succionado
algo más que un par de ciempiés desde tu tierra seca:
¡Cuidado! La Queltehue está mirando
la Queltehue observa cuando el niño sangra y llora
cuando sangran y lloran sus sueños de niño
su cuerpo de polluelo
y aún así sigue cantando sus canciones, a pesar que nadie
de nadie de ninguno acude, in fraganti, qué más da:
su padre lo enferma, su lepra lo golpea ¡paf !
y la Queltehue llora a meses ¡paf ! Y la Queltehue reza a picos
y todos chillamos y nos hacemos los buenos
a la mala, a la mala nos hacemos los sensibles
y sin embargo, la Queltehue no hace nada
pues son casi las cinco y es hora del té
qué pasaría si te, que pasaría si te
que pasaría si te digo esto:
el niño chileno está mutándose en un hombre
y los ciempiés se ocultan
y la Queltehue duerme siesta.
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Por si acaso, durmiendo sí está
con sus tres chicuelos
pero, en todo caso, cuando pasan los siglos
y el olvido inunda nuestra memoria de ciempiés
más vale que te lo repita, de nuevo, mil veces
una y otra vez: la vieja Queltehue desconoce si es en mi
o en si o en re sostenido al mayor
la afinación correcta para el canto del polluelo
porque aunque sea más que puro
hay alguien que lo enferma
allí, en esa esquina triste de su casa
allí, cuando lo golpea su padre y hacen sal
sus bofetadas, sus gritos bañándose en su zamarreada sangre
en sus heridas, en el rincón más pobre
de sus sueños descosidos
allí, o sea, en este instante
hay alguien que se oculta y como todos
no hace nada
de nada de nada
como todos siempre
qué más da.
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¡Paf !
Silencio.
¡Paf ! Resonó la cachetada del gusano golpeando a su hijo.
De pronto, de improviso, de golpe el golpe
pudo más que treinta Queltehues rezando.
In fraganti pillamos la lepra del hombre
su ceja marcando las cinco
de la tarde, del té, delató la escena
más oscura y frígida del teatro universal:
hay ahí y ahora un padre, un hijo
y un destino que no son más que lepra.
¡Paf ! No hay respuesta.
¡Paf ! Y no hay más que lepra.
¡Pum! Y los ciempiés nos hacemos los milpiés
para huir más rápido que ahora.
Y sí, allí, aunque no lo creas
el niño sigue amándolo
sigue aún chileno
sigue aún diciéndole
sigue tocando su guitarra
sigue cantándonos su canto:
«Para qué me escuchas
si después me guardas
si después me olvidas,
si después sigues tu vida
sin saber que ahora la escuchas
y después la guardas
y después la olvidas».
CONTINUARÁ…
Para Soledad Muñoz,
Eduardo, Gabriel y Rodrigo Maulén.
Porque “mis versos les importa un comino
pero me quieren como a un campo” (Serguéi Esenin).
Este libro fue escrito en Chile, Argentina, Venezuela, Colombia,
Bolivia, Paraguay & Uruguay, entre agosto de 2005 y diciembre
de 2010. Se ultimó en Santiago de Chile, en julio de 2011.
El Autor.
ÍNDICE 11 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SHHHHH
35 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CRASH
63 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PAF
93 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . NIÑO
Se terminó de imprimir en Córdoba
República de la Argentina
en Julio de 2011.