Carta Semanal nº 298
PUBLICACIONES DISPONIBLES:
del Comité Central del POSI - Del 20 al 26 de diciembre de 2010
Los dirigentes de los sindicatos
no pueden aceptar ningún recorte de pensiones
B
ajo el Estado de Alarma, el gobier-
no Zapatero acelera todas las agre-
siones que le exigen la Unión Euro-
pea, el FMI, la Zarzuela y los patronos. En
lugar muy destacado, se permite provocar
una y otra vez anunciando una reforma de
las pensiones que todas esas instituciones
reclaman desde hace muchos años.
En una situación tan crítica, las mani-
festaciones del día 18 registraban una es-
casa asistencia, resultado de la desmovi-
lización promovida por los dirigentes de
UGT y CCOO desde la huelga general del
29 de septiembre. Y encima los dirigentes
dejan caer mensajes equívocos sobre su
actitud ante el recorte de pensiones anun-
ciado por el gobierno y en tramitación
en la comisión parlamentaria del Pacto
de Toledo. Mensajes equívocos que ya
han contribuido a la escasa participación
en esas movilizaciones. Porque los tiem-
pos exigen propuestas claras y los traba-
jadores desconfían de los dirigentes y se
niegan a seguir sus convocatorias.
Recordemos que el Gobierno ha anunci-
ado como fecha tope para decidir el recorte
de las pensiones el 28 de enero, y que ex-
iste un consenso en la Comisión del Pacto
de Toledo sobre recorte de pensiones,
por medio de medidas como el aumento
del periodo de cómputo de las pensiones
(actualmente de 15 años), el aumento del
periodo necesario para cobrar una pensión
completa (actualmente de 35 años), su-
primir la revalorización automática de las
pensiones cada año según el IPC, a lo que
probablemente se añadirían otros recortes.
El Secretario General de CCOO, Ignacio
Fernández Toxo, mientras hablaba de conv-
cocar una nueva huelga general, declaraba
que el retraso en la edad de jubilación obliga-
toria a los 67 años marca “la frontera entre el
acuerdo y el desacuerdo”. También Cándido
Méndez exigía al Gobierno que rectifique su
posición de prolongar la edad de jubilación
de 65 a 67 años “Y si no es así, las organiza-
ciones sindicales tomaremos las iniciativas
en el terreno de la movilización social que
nos permitan denunciar y rechazar con toda
contundencia este tipo de planteamientos y
defender en paralelo nuestra alternativa”.
Según Méndez “la línea roja la ha puesto el
Gobierno y puede arruinar el diálogo par-
lamentario y social”.
¿Aceptan ambos secretarios generales
los acuerdos de la comisión parlamentaria
del Pacto de Toledo? ¿Aceptan todos los
recortes menos el paso de 65 a 67 años?
Ello chocaría en particular con las deci-
siones de los congresos y órganos de UGT
contra todo recorte de pensiones.
¿Acaso pueden renunciar nuestros sin-
dicatos a defender las pensiones que he-
mos conquistado con larga lucha?
¿Con qué fuerza podrían llamar a los
trabajadores a movilizarse? ¿Para que nos
recorten pongamos el 20% y no el 30%?
Hemos tratado de la cuestión de las pen-
siones en los números 244, 253, 256 y 258
de la Carta Semanal. Pero la cuestión al-
canza hoy una gravedad e inminencia sin
precedentes.
Se trata de reducir los salarios reales
Al comienzo de la crisis, algún economis-
ta de esos que cocinan argumentos para el
capital declaraba que para salir de la crisis
era preciso recortar los salarios reales de
los trabajadores europeos. Y el recorte de
pensiones no es otra cosa que parte de ese
proceso.
Los anuncios de “quiebra” e “insosteni-
bilidad” del sistema de pensiones público
obedecen a ese objetivo, que se une, a
su vez, a otro, la necesidad de los espe-
culadores, de los fondos privados de
pensiones, de hacer negocios a costa de
la jubilación. El negocio en cuestión es
fabuloso. El gasto de la Seguridad Social
en pensiones ha sido en 2009 de 6.476
millones mensuales, casi 80.000 millones
de euros al año.
Conviene recordar que los “profetas”
anunciaron la “quiebra inminente” de
la Seguridad Social primero para 2010,
luego 2015 y ahora 2023, con fondos de
reserva hasta 2029.
Recordemos que todas las propuestas
barajadas en la Comisión Parlamentaria
suponen rebajar las pensiones. Un informe
elaborado por la consultora Labour Asoci-
ados para la Seguridad Social admite que
“el alargamiento del periodo de cálculo
de las pensiones de jubilación tendría, sin
lugar a dudas un impacto negativo sobre
aquellos que se jubilan a los 65 años” Si
se extiende el plazo a toda la vida labo-
ral –unos 45 años– un estudio publicado
aCorrespondencia Internacional n.º 4 -
diciembre de 2010
aLa Verdad n.º 69 - septiembre 2010
aCombate Socialista n.º 20 (1936-2010)
FEDEA calcula que la rebaja supondría,
al menos, el 30%.
Todo ello forma parte de ataque general
a la protección social: bajas de enferme-
dad, prestaciones de desempleo, asisten-
cia sanitaria… Significa recortar sustan-
cialmente el salario diferido, por tanto el
valor de la fuerza de trabajo. Hundir sus-
tancialmente las condiciones de vida de
los trabajadores.
¿Recortar las pensiones
en beneficio de los empresarios?
El Gobierno asegura que las contrarrefor-
mas que propone son necesarias para garan-
tizar las pensiones públicas, pero a finales
de 2009, en las conversaciones del diálogo
social, se mostraba dispuesto a reducir las
cotizaciones de los patronos a la Seguridad
Social. Y la contrarreforma laboral supone
crear un “seguro” para financiar los despi-
dos improcedentes a costa de reducir las
cotizaciones de la Seguridad Social.
Al mismo tiempo, todos los gobiernos
han subvencionado a los empresarios con
bonificaciones a las cuotas de la Seguridad
Social “para crear empleo”. Desde 1998
a 2008 estas subvenciones han supuesto
23.776,05 millones de euros (un 3% del
PIB). Los Presupuestos del Estado para
2010 aumentaron estas bonificaciones en 50
millones de euros, hasta los 2.850 millones
de euros. Y las subvenciones se mantienen
en el proyecto de presupuestos para 2011.
¿Mantener el consenso
del Pacto de Toledo?
En febrero de este año, los sindicatos con-
vocaron manifestaciones en todas las ciu-
dades contra el recorte de las pensiones.
Hubo una participación muy importante.
Desde las manifestaciones, los dirigentes
de UGT y CCOO han mantenido la pos-
ición que expresó Javier López, secre-
tario general de CCOO-Madrid, que em-
pezó diciendo NO al recorte… porque
“cualquier modificación [de las pen-
siones] sólo puede ser abordada desde el
acuerdo, sólo puede ser acordada en el
Pacto de Toledo”.
Ahora bien, ¿tendríamos los traba-
jadores que aceptar recortes de nuestras
pensiones, de nuestro salario diferido si lo
decide el Gobierno por consenso con los
franquistas del PP y la derecha “nacionalis-
ta”? ¿Tendrían que someterse, entonces, los
sindicatos a esos recortes?
Hay que recordar que todas las propuesta
del Pacto de Toledo que se han llevado a la
práctica desde su nacimiento en abril de 1995
han sido de recorte de las pensiones, empe-
zando por el aumento del periodo de cálculo
de la pensión, que pasó de ser la media de los
últimos 8 años cotizados a ser la media de los
últimos 15, lo que supuso un recorte de las
pensiones de un 15%, según la mayoría de los
economistas. O el apoyo a los fondos de pen-
siones privados como “complemento” de las
pensiones públicas.
El Pacto de Toledo es, desde su creación,
un mecanismo “consensuado” contra las pen-
siones, un mecanismo para someter a los par-
tidos y sindicatos de los trabajadores a las exi-
gencias de recorte de pensiones que periódica-
mente vienen de las Cumbres de la Unión Euro-
pea. Someterse al Pacto de Toledo es someterse
de entrada a nuevos recortes de pensiones.
¡Ya basta! Los sindicatos tiene la
obligación de pararle los pies al gobierno
La renuncia de los dirigentes sindicales tras la
huelga general a combatir por la derogación
de la Reforma Laboral ha allanado el camino
a este nuevo ataque. Su actitud de aceptación/
apoyo del Estado de Alarma es una invitación
al Gobierno a atacar los derechos de los tra-
bajadores.
Ahora, la cosa está clara. El Gobierno y la
Comisión Parlamentaria han decidido recor-
tar las pensiones. Sólo hay desacuerdo en la
propuesta de alargar la jubilación obligatoria
a los 67 años.
Los dirigentes de UGT y CCOO parecen
haberse resignado a todos los recortes y sólo se
resisten a lo de los 67 años. Proponen una “jubi-
lación flexible”, que incluya el retraso “voluntar-
io” de la edad de jubilación. Pero si se aumenta
el periodo de cómputo, rebajando las pensiones,
y se alarga el tiempo necesario para cobrar la
pensión completa, se obligará a millones de tra-
bajadores a retrasar “voluntariamente” su jubi-
lación para no morirse de hambre.
Los dirigentes sindicales y políticos que
hablen en nombre de los trabajadores tienen
el deber de dejar claro que no van a aceptar
ningún recorte de pensiones y a partir de eso
anunciar la convocatoria de una Huelga Gen-
eral. Si no lo hacen, pueden estar poniendo en
peligro el futuro de las propias organizaciones.
Hay que redoblar los esfuerzos en la cam-
paña para obligar a Toxo y Méndez a dar ese
paso.
Puedes ver la intervención de Jesús Bejar en la presentación en Getafe, de los acuerdos de la Conferencia Mundial Abierta
de Argel en la Web de Información Obrera (http://www.informacionobrera.org/io/home/cma2010.asp?sID=1)
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Intervención de nuestro camarada Jesús Bejar en la Conferencia
Nacional por la Unidad Obrera, celebrada en París este fin de semana a
iniciativa del POI “Por la reconquista de los derechos y de la democracia”
Estimados compañeros,
Ayer, jueves, 16 de diciembre de 2010, el Congreso de los Diputados votó la prórroga
del Estado de Alarma hasta el 15 de enero. Este estado de emergencia fue decretado por
el Consejo de Ministros presidido por Zapatero el 4 de diciembre con el objetivo primero de
quebrar la huelga de los controladores aéreos que exigían el respeto de su convenio colectivo.
El Estado de Alarma, que utiliza el arsenal judicial heredado del franquismo, ha puesto
a 2.400 controladores aéreos bajo control del ejército y la amenaza de delito de sedición.
No hay que olvidar que el gobierno Zapatero es un gobierno del PSOE, partido
tradicional de la clase obrera que ha sufrido la represión franquista y que se construyó en
la lucha contra el franquismo. Y es este gobierno el que ha tomado la responsabilidad de
apuñalar por la espalda a su base electoral, a sus militantes y al conjunto de los trabajadores.
De inmediato, 450 están procesados y pueden ser condenados a 8 años de prisión.
Los secretarios generales de CCOO y de la UGT, las dos principales confederaciones,
han condenado la huelga de los controladores y de hecho han dado así su apoyo al
Estado de Alarma contradiciendo su mandato y todos los cimientos de la organización
obrera… ¡Es indigno!
Pero ¿qué significa el Estado de Alarma y su prórroga hasta el 15 de enero? Que
ninguna reivindicación es ya posible. Todos los trabajadores deben considerar que sus
derechos y ventajas están amenazados y es en este momento cuando el Gobierno
anuncia que va a continuar las contrarreformas impuestas por el FMI y la Unión Europea
y que quiere que el 28 de enero se apruebe un decreto para imponer la reforma de las
pensiones, que constituye un ataque fundamental.
El gobierno se apoya en la concertación del Pacto de Toledo, al que defienden los
dirigentes sindicales.
El movimiento obrero vive una situación extremadamente difícil. Nuestras
organizaciones hoy por hoy están trabadas.
Yo participé en la Conferencia de Argel. Pude apreciar el hecho de que la discusión
que impregnó toda la Conferencia era la contradicción que existe entre gobernanza, o
sea la integración de los sindicatos en las organizaciones internacionales del capital, o
independencia del movimiento obrero, independencia que no puede constituirse sino en
torno a la defensa de las reivindicaciones de la principal clase productiva, la clase obrera.
La ofensiva de integración de nuestras organizaciones es internacional. En Europa
la lleva a cabo la pretendida Confederación Europea de Sindicatos que ha llamado a la
jornada del 15 de diciembre con el lema del reparto de los sacrificios para ayudar a que se
reduzcan los déficits de los estados.
Sin duda alguna, cuando altos cargos sindicales apoyan medidas de guerra contra los
trabajadores, es que ya hemos llegado a los límites de la integración.
Pero, en mi país como a nivel internacional, la clase obrera no está vencida. El 29
de septiembre, los trabajadores y todos los pueblos de España, de Madrid a Barcelona,
de Bilbao a Cádiz han llevado a bien una jornada de huelga general contra la reforma de
nuestro Código Laboral.
Este movimiento choca con la política de las direcciones sindicales que se niegan a
exigir que se anule esta ley y que han osado tratar de utilizar estas movilizaciones para
rogar que les den un puesto en el diálogo social, llegando hasta apoyar el Estado de Alarma.
Pero la indignación recorre todas las filas de la clase obrera y ésta trata de expresarlo
bajo todos los modos: en nuestros sindicatos, en las fabricas, en los centros de trabajo,
trabajadores, militantes empiezan a interpelar a Méndez y a Toxo: “No tenéis mandato
para apoyar a este gobierno que se ha convertido en el principal enemigo de la clase
obrera. Exigimos que os pronunciéis claramente para que se retire el Estado de Alarma y
todas las contrarreformas”.
Con los compañeros que estaban con nosotros en Argel, agrupados en torno al
periódico Información Obrera, hemos iniciado una campaña para exigir a Zapatero
que retire el Estado de Alarma. En varias instancias sindicales, empiezan a aprobarse
mociones en este sentido.
El 4 de diciembre, estábamos solos. Hoy, somos centenares, ¡mañana seremos miles
y miles!
Por eso apoyamos la propuesta que hicieron los compañeros alemanes en
la Conferencia de Argel de reunir el 23 de enero de 2011 al Comité nombrado por la
Conferencia Obrera de Berlín. Decidimos preparar esta reunión a partir de la campaña que
libramos en el movimiento obrero porque la batalla por la independencia es el combate
por la supervivencia de nuestras organizaciones y de la clase obrera.
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