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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Económicas y Sociales

Escuela de Antropología

Departamento de Arqueología y Antropología Histórica

Antropología Histórica II

MARCO TEÓRICO, METODOLÓGICO E

ÍNDICE DE FUENTES PRIMARIAS PARA EL ESTUDIO

DEL CONTRABANDO VENEZOLANO ENTRE

1718-1740

Miguel Reveco

V.-19.370.328

Caracas, 2011.
INTRODUCCIÓN

El contrabando dentro de la Antropología venezolana es un elemento que lamentablemente

se ha visto poco estudiado, particularmente el referente al siglo XVIII donde surge un auge

en respuesta a las radicales medidas instauradas por los Borbones y la Compañía

Guipuzcoana; un ente dedicado a monopolizar el comercio y controlar el contrabando

campante que azota a la Provincia.

Es así como en el presente trabajo se desea desarrollar una investigación documental

enfocada desde la perspectiva antropológica, a estudiar algunos elementos relacionados con

la empresa del comercio ilícito durante el período de 1771 hasta 1791, realizando un

análisis comparativo de diez años antes y diez años después de la desaparición de la

Guipuzcoana en estos territorios. No obstante es importante aclarar que se pretende realizar

una reconstrucción de los patrones identitarios de los habitantes de Venezuela por medio de

los géneros que eran contrabandeados a estos territorios; semejante a lo que sería llamado

un patrón de consumo.

Parto entonces de algunas hipótesis surgidas de los estudios de Ramón Aizpurua y su obra

“Curazao y las costa de Caracas”, además de las sugerencias realizadas por el Profesor E.

Amodio, donde establece cuales son los productos que se contrabandean principalmente,

tales como el tabaco, el cacao, ganado y licor, pero no particularmente de los que eran

introducidos en el territorio nacional (más allá de los comestibles), que hacen pensar que

los habitantes de Venezuela eran máquinas de consumo alimenticio únicamente, dejando de

2
lado la relación de pertenencia a grupos sociales determinados y los patrones de consumo

de ellos, sea por medio de la vestimenta de la clase alta española, bebiendo chocolate con

leche, consumiendo queso o fumando tabaco.

Ya planteado lo anterior, la idea es comprobar si realmente el contrabando obedecía a

razones de escasez alimenticia o responde más a causas de status o moda, además de la

influencia de la Compañía de Caracas y su efectividad al momento de combatir al comercio

ilícito o inclusive de satisfacer las necesidades locales como medida de supresión del

mismo. Esto se realizará utilizando estudios estadísticos que comparen las fuentes primarias

obtenidas en arqueos de los principales archivos venezolanos y posteriormente analizando

dichos datos obtenidos. Se utilizará como referente adicional la cantidad de documentos

encontrados para determinar por medio de una deducción “detectivesca” si la presencia o

ausencia de más comisos en el primer o segundo decenio refieren a la efectividad de la

Guipuzcoana en su labor.

Realizado lo anterior, se llegó a establecer entonces como resultados parciales de la

presente investigación (que comprende la primera fase de un estudio mucho mayor) el

hecho de que los principales productos de consumo interno dentro de la Provincia eran los

textiles, con ello denotando que el intercambio ilegal tenía connotaciones de tipo

complementario para satisfacer necesidades que no responden a la subsistencia, sino más

bien a un carácter de consumo simbólico de objetos de lujo para denotar la pertenencia de

los criollos a un status particular.

3
CAPÍTULO PRIMERO:

ANTROPOLOGÍA Y CONTRABANDO

Tal como Ramón Aizpurua indica en su libro, la Provincia de Venezuela antes del Siglo

XVIII era azotada por el comercio ilícito de manera flagrante, practicado por muchísimos

sectores de la población; al punto de indicarse en algunas ocasiones por los funcionarios

reales que en Caracas solo se pensaba en contrabandear. Su tesis gira en torno al hecho de

que estos parajes se encontraban fuera del ojo vigilante de la Corona Española (por no decir

abandonados) dado que en ella no se habían encontrado recursos mineros tales como

ocurrió en México o en Perú, siendo por ende relegados a un segundo plano. Los habitantes

de la región encontrándose en esta situación recurrieron al intercambio con los “enemigos”

de la Corona para poder aprovisionarse de los productos que eran necesarios para ellos y

que los otros amablemente les ofrecían (incluso a precios mayores que los conseguidos en

el mercado regular), creando una suerte de “complicidad comercial” que permitió de

manera exitosa la proliferación del contrabando.

Ciertamente podemos dar como cierto el hecho de que la situación era tal, puesto que la

instauración de la Compañía de Caracas demuestra el súbito interés de los Borbones de

controlar esta provincia en particular, principalmente por los buenos dividendos que daba

en Europa la venta del cacao venezolano caracterizado por su buen sabor (Aizpurua, 1993),

convirtiendo al mismo en un producto de alta demanda en dicho continente.

4
El ser humano tal como indica Aristóteles es social, por lo cual con el paso del tiempo

tenderá a desarrollar nexos con el resto de seres humanos, principalmente relacionado a

motivos de intercambio de bienes. Es así como con el paso del tiempo es normal que surja

lo que Molina y Valenzuela (2009) denominan socios comerciales: individuos que

establecen relaciones de confianza que garanticen la seguridad y continuidad en los

intercambios. Al no existir este tipo de sujetos, es imposible realizar cualquier tipo de

transacción comercial. Por otro lado, también es necesario que quienes intercambian tengan

entre si una distancia cultural que permita obtener márgenes de beneficio. Esto suele ser el

caso al momento de realizar transacciones comerciales (sea utilizando el trueque o la

moneda) entre sujetos que provienen de latitudes distintas y donde el valor de los productos

que intercambian tienen relación directa con la distancia de la que provienen: un producto a

medida que sea difícil o imposible de encontrar en un territorio será más deseado y se

ofrecerá algo a cambio con un valor aproximado y con ello, ambas partes recibiendo

beneficios de la transacción tal como indica Smith con su Economía clásica.

Es así como entonces el mercado “... un conjunto de relaciones de intercambio 1 entre agentes
colocados en competencia, interacciones directas que dependen… de la estructura socialmente construida de

las relaciones de fuerza, a la que los diferentes agentes participantes en el campo contribuyen en medidas

diversas a través de las modificaciones que logran imponerle, en especial mediante el uso de poderes

estatales que están en condiciones de controlar y orientar” (Bordieu, 2001, 232) surge de manera

casi espontánea y se empiezan a tejer las relaciones sociales que permiten el desarrollo del

comercio.

1
Es importante indicar que la definición de intercambio está ligada directamente a sociedades donde existe la
institución del mercado (usualmente estratificadas), diferenciándose de la reciprocidad y de la redistribución.

5
Existen distintos tipos de mercado dependiendo de manera directa de las sociedades en las

que se encuentra, para efectos simples explicaré directamente los dos que más claramente

se anteponen: El mercado regional que se basa en el intercambio entre redes geográficas

interconectadas (usualmente de latitudes distintas, ubicado fundamentalmente en los

puertos) y manejados por comerciantes especializados. Esto indica además que existe

paralelamente una Economía de mercado; donde los participantes dependían del

intercambio para subsistir. En contraposición se encuentra un Mercado primitivo, que

tiene un alcance local y que los participantes de éste poseen un sistema económico que

utiliza los productos obtenidos de dichas transacciones de manera complementaria a su

economía doméstica.

Siendo la función del mercado el intercambio de bienes, es comprensible que a medida que

se iban consolidando estas relaciones de confianza entre los socios comerciales y el

alejamiento de la Corona, además la incapacidad de satisfacer las necesidades de los

consumidores criollos, la ilegitimidad del contrabando fuese observada en una óptica de

ilegal más no inmoral (Silla, 2009), por la sencilla razón de que se forjan alianzas con los

poderes locales y no nacionales (que no se preocuparon por sus colonos cabe decir). La

Provincia de Venezuela era, en palabras de Aizpurua, un caldo de cultivo para el comercio

ilícito.

Respecto al carácter legal/ilegal del contrabando, es importante que se tome en cuenta el

hecho de que dicho término sólo puede surgir dentro de una concepción de Comercio

6
Administrativo (Polanyi, 1974) que busca controlar las relaciones comerciales de los

sujetos enmarcados de manera arbitraria en un territorio determinado, concentrando el flujo

de mercancías dentro de sí (Bourdieu, 2001). Con esto se quiere decir realmente que la

definición de contrabando responde únicamente a lo que es considerado legalmente

incorrecto por las autoridades máximas, quienes determinan directamente por el medio de

la emisión de leyes lo que es “correcto e incorrecto”, sucediendo que en muchas ocasiones

dichas definiciones carezcan de sentido para los transgresores, al no tener lógica dentro de

su sentido común2. Tal como indica Polanyi, es a partir del comercio administrativo de

donde surge la figura del contrabando.

Ante las perspectivas anteriores, entonces surge la necesidad de expresar cual sería el

objetivo del comercio al dejar de lado las implicaciones de ilegal/inmoral 3, Polanyi nos

indica la existencia de dos motivaciones: una relacionada al status (posición del

comerciante dentro de la sociedad, usualmente con obligaciones de redistribución o

administración de los recursos) y otras por razones de beneficio (hacerse con la ganancia

material que el individuo obtenga de dichas transacciones). Sería absurdo considerar que

existen motivos altruistas dentro de ambos motivos, por lo que sería más adecuado indicar

que por un lado se trata más de algo de interés colectivo y por otro se decanta por lo

individualista. Además, es un poco superficial el imaginar que el único interés es la

acumulación de riquezas y por otra parte satisfacer las necesidades básicas de la población,
2
Tal como indica Amodio (8-12-10) “el sentido común permite interpretar la cultura de una sociedad
particular”. Es claro entonces que existe una brecha digna de interés entre lo que dicta la lógica de un grupo
particular y lo que el Estado establece desde su óptica, en muchos casos no siendo coherente.
3
Otra posible arista diferente a lo legal/ilegal, es la dicotomía moral/inmoral; ubicada dentro del sentido
común de un grupo social específico, a partir de donde se considera que algo sea correcto o no. Podría
considerarse el tabú del incesto como un ejemplo de intercambio “inmoral”.

7
dado que los intermediarios que obtienen ganancias de dichos intercambios casi

seguramente utilizarán dichos beneficios para invertirlos en bienes que contribuyan a

mantener/mejorar su status social. Tal como indica Polanyi (1974, 87) “El hombre actúa, no
tanto para mantener su interés individual de poseer bienes materiales, [sino] para garantizar su posición

social, sus derechos sociales, sus conquistas sociales.” Con ello, se expresa que fundamentalmente

el objeto del comercio no es únicamente garantizar la supervivencia (algo que dentro de una

Economía de Mercado es necesario), sino además poder conservar la permanencia dentro

de un grupo específico o inclusive si se logra obtener suficientes beneficios, ascender

dentro de la pirámide. La manera en la que se demuestra el status, es por medio del

consumo.

“…el significado de los bienes consumidos define identidades y, así, diferencias o similitudes entre grupos

sociales…las necesidades y los deseos son en gran parte productos de la ideología; luego el consumo es más

que la activación racional de una preferencia económica: es un medio de comunicación.” (Molina y

Valenzuela, 2009, 211)

Desde una perspectiva culturalista dentro de la antropología, la identidad de las personas se

encuentra directamente relacionada a sus patrones de consumo. El consumo de “cultura de

élite” está claramente relacionado a los grupos hegemónicos, mientras que la “cultura de

masa”, está hecha específicamente para los grupos subalternos que carecen del “paladar”

para deleitarse de lo que las altas esferas consumen. Para explicarlo de una manera más

directa:

8
“Las mercancías son bajo esta mirada, signos que codifican ideologías y el consumo es la actividad que

proporciona información sobre la identidad del consumidor y su ‘forma de vida’.” (Campbell, 1995; en

Molina y Valenzuela, 2009, 212).

De esto surgen entonces la necesidad de ubicar lo que son llamados bienes de lujo: “signos

encarnados” que se diferencian de los “necesarios” por su utilidad por su utilidad marginal,

siendo entonces todos los artefactos reservados a las élites que reflejan de la posibilidad de

ser mostrados como símbolos de la ociosidad de quien no requiere trabajar en actividades

distintas a las “intelectuales” (de manera semejante a como antiguamente en China la

nobleza mantenía largas las uñas de sus manos para demostrar que no requería hacer ningún

tipo de trabajo manual)4. Un ejemplo podría ser el del uso de vestidos de lana en un clima

tropical, donde carecen de sentido práctico. Simmel indica lo siguiente respecto a la moda,

que podría aplicarse a lo planteado para mostrar la pertenencia a un grupo social

determinado:

“La moda como imitación, por parte de los grupos subordinados, de los estratos sociales elevados, que a su

vez tratan de distanciarse de los primeros, generándose así un proceso dinámico y cíclico.” (Molina y

Valenzuela, 2009, 213). Es por ello que tal como indica Bourdieu, se desarrolla una

adopción de objetos relacionado a las clases sociales que transforman el significado de los

mismos (sería más adecuado indicar que se le otorga un significado a artefactos que

carecen del mismo), transformándolos en signos de consumo (Barthes, 1967), donde un

sombrero pierde su componente utilitario para ganar un nuevo significado que alude a

4
Otros de los atributos adicionales que poseen los objetos de lujo son: 1-Estar restringidos por precio o ley 2-
Dificultad para ser adquiridos aunque no sean escasos 3- La virtud de reflejar fácilmente el mensaje social 4-
Requieren un conocimiento especial para ser utilizados “correctamente”.

9
mensajes completamente distintos que no son únicamente de tipo estético sino también

relacionados al intelecto, posición dentro de una organización, prestigio y nivel social.

A partir de dicho momento, es cuando entonces los objetos de lujo empiezan a obtener una

significación que los convierte en productos de primera necesidad, formando parte de los

productos que se requieren para subsistir ideológica e identitáriamente, y, con ello,

ampliando su demanda en el mercado.

10
CAPÍTULO SEGUNDO:

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

El desarrollo de una investigación de tipo histórico, suele ser un problema en algunas

ocasiones al tener la pretensión de que existe una “verdad objetiva” de un pasado

aprehensible donde el científico social puede ofrecer modelos positivos de una sociedad

pretérita; una visión claramente positivista.

Tal como ya indicó Geertz, dudo realmente de la calidad científica de la antropología al

tratar con un objeto que a su vez es sujeto y, fundamentalmente, con el habla del otro. Por

ello es importante indicar que no puede existir una antropología que pueda estar alejada de

las interpretaciones semióticas; “…No hay posibilidad de hermenéuticas extraculturales.” (Amodio,

2005, 153), siendo entonces el proceso de construcción científica del pasado una búsqueda

del sentido común de una sociedad particular, tratando de crear modelos falseables que

ofrezcan plausibilidad respecto a la realidad. Aplicado directamente al campo del estudio

del pasado lo que se busca es poder realizar una reconstrucción de los fragmentos existentes

dentro de los archivos y con ello construir una narración histórica que verosímil5.

Por otra parte (y para agregar más elementos que dudan de la “objetividad” de la

antropología) es de gran importancia indicar elementos referidos a la concepción de una

5
Celis desarrolla en “La construcción del Sí mismo a partir del discurso narrativo como un proceso
semiótico” la oposición entre el relato histórico y el relato de ficción, donde en muchos casos no se pone en
duda la cientificidad de la labor del historiador mientras que ocurre lo contrario con la ficción, que contiene
en su interior elementos estructurales que mimetizan a la realidad.

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etnoantropología6 existente dentro de todas las sociedades, donde se desarrolla un

metanivel reflexivo que permita ver al otro de una manera que vaya más allá del simple

sentido común de la cultura a la que se pertenece. Con esto planteo decir que la mirada que

se realizará en el presente trabajo responde a una etnoantropología occidental con

pretensión de ser “objetiva” y “universal”, reconociendo la posibilidad de ópticas distintas

dentro de otras culturas, mas no con ello indicando con ello tal como haría un relativismo

extremo) que todas puedan ser correctas, dado que deben responder en un plano científico a

la ya mencionada plausibilidad.

Respecto ya a la manera en la que la presente investigación se aproximará a la realidad, es

importante notar que tal como se menciona anteriormente, la antropología debe lidiar con el

problema de que su realidad no se mantiene estática: es obvio que a diferencia del trabajo

de un físico (sin entrar en amplio debate respecto a la física cuántica o de las

probabilidades), el antropólogo tiene un objeto de estudio que se encuentra en constante

movimiento y que en muchos casos, demuestra como el marco teórico utilizado es

insuficiente para poder estudiar la realidad. Probablemente la inexistencia de una gran

teoría unificadora o general para la disciplina es lo que produce que no se pueda realizar un

trabajo completamente hipotético-deductivo, aunque ciertamente desde una postura

postmoderna, esto es lo que enriquece a la disciplina ofreciendo múltiples miradas.

Afortunadamente para el campo histórico, la realidad no varía.

6
Utilizo en el presente texto la utilización que le da Amodio al término etnoantropología. Aún así por
cuestiones de pragmática, mantendré el uso de “antropología” para referirme a la creación occidental
etnoantropológica, hecha ya la aclaración pertinente.

12
Dicho lo anterior es entonces importante mencionar como para el desarrollo del presente

trabajo se desarrolló un proceso de tipo hipotético-deductivo en el cual se estableció como

pregunta inicial el estudio de los patrones de consumo dentro de la Caracas del XVIII, para

determinar elementos referentes a la identidad de los consumidores. Por otro lado surge la

interrogante respecto al contrabando como elemento que permitía satisfacer las necesidades

del criollo, además de la influencia que tuvo la Compañía Guipuzcoana en la lucha contra

el comercio ilícito o si por el contrario, lo fomentó con sus medidas represivas. En inicio se

plantean estas interrogantes de manera inicial, pero después de observar las fuentes

primarias se desarrollaron nuevas posibilidades que produjeron una modificación del marco

teórico para poder analizar elementos referentes al intercambio y al mercado, además de los

actores implicados dentro del trato ilícito, produciendo así un cambio en la hipótesis y

ampliando la mirada. Se podría en resumidas cuentas decir que existió un proceso de tipo

hipotético-deductivo/inductivo/hipotético-deductivo a partir del cual se busca responder la

hipótesis de la inefectividad de la Compañía Guipuzcoana durante sus últimos diez años de

operación y diez años posteriores a su desaparición, contrastando la cantidad de casos

reportados de comisos realizados (con ello mostrando la efectividad de su labor),

considerando la posibilidad de que su presencia fuera un elemento principal para que se

realizara el comercio ilícito.

Por otra parte se tratará de vincular los productos encontrados en los registros de comisos

con elementos identitarios de la población criolla y parda de la Provincia, tratando de

entender si el consumo de dichos géneros responde a necesidades de subsistencia o por otra

parte están relacionados más a lo que serían los objetos de lujo o de tipo simbólico, siendo

13
entonces claves para comprender si la identidad de los que consumían dichos objetos

marcaban una relación de status dentro de la sociedad. Como algo adicional a pesar de ser

arriesgado, es conocer si realmente el tipo de mercado realizado respecto al contrabando

respondía a la llamada economía de mercado o por el contrario tenía que ver más con un

complemento de la economía doméstica.

Finalmente habría que llegar a comprender quienes fueron los actores principales

implicados dentro del comercio ilícito nacional (obviamente descartando a los extranjeros

de las colonias enemigas), además de la relación entre práctica y discurso en torno al

contrabando, pudiendo finalmente llegarse a dudar respecto a la identificación de los

criollos con los españoles en cuanto su postura entre el ser español pero ir en perjuicio del

Rey y lo que representa.

Técnicas a utilizar

Ya con el punto anterior aclarado, se describirá punto por punto las técnicas a emplear para

el análisis de las fuentes primarias:

1- Arqueo de documentos dentro de los Archivos de la Academia Nacional de la Historia y

el Archivo General de la Nación, utilizando como criterio de selección los que se

relacionen con principalmente con comisos y contrabando dentro de la Provincia de

Venezuela durante el espacio temporal de 1771 a 1791 en el cual justo en 1781 desaparece

la Compañía de Caracas. Después de la ubicación de los mismos, serán digitalizados para

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posteriormente extraer la información contenida en ellos que puedan servir para el presente

estudio.

2- Extracción de datos cuantitativos de los documentos para organizar listados de los

productos con mayor incidencia (o los que aparecen en mayor cantidad dentro de los

listados de comisos). Se establecerá una suerte de jerarquización por medio del

establecimiento de porcentuales respecto a la cantidad de casos encontrados (considerando

que en muchas ocasiones se da el tráfico de productos al mismo tiempo y que no son

mutuamente excluyentes), a partir de esto se procederá a analizar los resultados en la quinta

parte.

3- Análisis cuantitativo de las fuentes primarias para ver si hay una mayor cantidad de

comisos registrados antes o después de la aparición de la Guipuzcoana durante un lapso

temporal similar.

4- Estudio particular de los géneros encontrados durante los comisos, para determinar una

relación identitaria con España y gustos meramente peninsulares.

5- Revisión de las fuentes primarias para identificar los posibles actores que participaban en

el comercio ilícito.

6- Interpretación de los documentos para ubicar datos que puedan ser relevantes dentro del

discurso en torno al contrabando.

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CAPÍTULO TERCERO:

EL CONTRABANDO EN LA PROVINCIA

Dentro del período que se ha trabajado durante el presente estudio, es importante realizar

una contextualización de los elementos más importantes que se relacionan con la práctica

del contrabando. Siendo así, los puntos serían los siguientes, a partir de las fuentes

historiográficas que han trabajado el tema.

Actores

Una de las consideraciones que se deben realizar desde el principio es exactamente

¿Quiénes participaron en la comercialización ilícita? La respuesta podría ser irónica en

algún modo, utilizando otra pregunta: ¿Quién NO participaba en la práctica del

contrabando?

Aunque parezca increíble, los testimonios documentales utilizados por las fuentes

historiográficas demuestran que existía un amplio sector de la población que se dedicaba al

comercio con los enemigos de la Corona. Pero sería apresurado indicar entonces que todos

los actores tenían una participación equivalente. La respuesta a esto recae

fundamentalmente en que a pesar de que tanto esclavos, peones 7, criollos, pardos

7
Debo decir que como suele suceder, los indígenas son los grandes ausentes de la historia nacional y no hay

referencias respecto a ellos en ninguna de las fuentes (tanto documentales como historiográficas). Asumo que

dentro de la condición de peones, puede haber indígenas participando en el contrabando y no únicamente

canarios, mulatos, libres, etc.

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participaban en dichos tratos comerciales, el mismo era realizado principalmente por las

clases pudientes para satisfacer sus necesidades (Aizpurua, 1993), al ser quienes poseían los

medios de producción y el fruto de éstos. La participación de las autoridades (títulos

ostentados en su mayoría por blancos), contribuye a sustentar que al poder contar con cierta

inmunidad, podían lucrarse sin mayor riesgo.

Aizpurua indica los tipos de redes internas que se desarrollaban dentro de la Provincia, o

mejor dicho, los participantes que suelen desenvolverse dentro de la actividad

contrabandista:

- De alto volumen: realizado por los hacendados, que utilizaban a sus peones o

esclavos como intermediarios. Al encontrarse en muchos casos ubicados en centros

urbanos (los amos), estaban amparados de sospechas.

- De medio volumen: realizado por los cosecheros menores, que entablan contacto

directo con los contrabandistas.

- De bajo volumen I: es realizado por medio del hurto de los peones o esclavos de

parte de la producción de la hacienda, que entablan contacto directo con los

traficantes.

- De bajo volumen II: realizado por los llamados bodoqueros o muleteros que

compraban los productos a los esclavos y los revendían a contrabandistas o incluso

en los mercados legales. Dentro de esta categoría se podrían incluir a los

funcionarios que cumplían funciones de Teniente de Comisos o de Cabo a Guerra,

que se beneficiaban de sobornos o incluso revendiendo los géneros confiscados.

17
- La participación de los agentes de la Corona, por una parte indican que al hacer caso

omiso de las actividades ilícitas, muestran con un guiño de aprobación el hecho de

que por medio del contrabando, se pueden satisfacer las necesidades de los

habitantes de la región.

Causas

Explicar exactamente las razones que provocaron un amplio desarrollo del contrabando

dentro de la Provincia puede ser un elemento complicado, puesto que a pesar de que existe

un discurso común, en ocasiones existen contradicciones respecto al tema (será cuestionado

posteriormente dentro de este trabajo).

El primer motivo y quizás el que reiteradamente es repetido, es la ineficacia por parte de la

Corona española para satisfacer las necesidades de los habitantes de la Provincia,

principalmente en las metrópolis de las colonias e incluso para los esclavos ubicados dentro

de las haciendas. Sumado a la falta de oferta, se une el hecho de que la capacidad

adquisitiva de los locales había aumentado y no existían (a pesar de las riquezas que se

puedan tener) posibilidades reales para alcanzar la hidalguía de manera comparable a la que

tendrían en caso de haber nacido en la península.

Por otra parte el fomento del monocultivo del cacao produjo que aunque existió una

sobreproducción (que redundó también en la necesidad de sacar la mercancía antes de que

se estropeara), productos como los cueros y el tabaco no tuviesen una salida directa por los

medios legales. Uno de los motivos ante los cuales también descendió la posibilidad de

18
sacar la mercancía por medios distintos a los de la Guipuzcoana, se debe a que

anteriormente existía el llamado tercio de buque; un mecanismo a través del cual los

vendedores pueden embarcar su mercancía para que fuesen vendidos por medio de un

intermediario en uno de los puertos amigos (usualmente un socio comercial ubicado en

Veracruz). La realización del circuito de llegada hasta Veracruz por ejemplo tomaba un

aproximado de un mes, lo que implicaría que en menos de tres meses podría haberse

conseguido el beneficio de la producción local. Con la introducción de la Compañía, estos

tiempos aumentaron drásticamente (según Ferry hasta un año entero) al obstruir el libre

comercio, obligando a la venta casi obligatoria a los vascos. Por otro lado, es importante

notar que la diferencia de precios al comprar la producción era bastante notable, aunque

según Aizpurua, no era directamente un aliciente para venderle a los contrabandistas sino

las facilidades que ofrecían para el desarrollo del trámite comercial.

La Guipuzcoana

No entraré en muchos detalles respecto a la Compañía de Caracas, dado que ha sido tratada

ampliamente en obras de otros autores (tal como Hussey), por lo cual resumiré

directamente algunos de los puntos relacionados con el contrabando.

Por un lado, la función primordial que produjo la instauración de la Guipuzcoana fue el

rampante contrabando realizado en la Provincia, otorgándosele a los vascos desde un inicio

las funciones de marina de guerra y de guardacostas, para patrullar y velar que no se siga

desarrollando dicha actividad perjudicial para los intereses de Su Majestad.

19
Pese a que usualmente se ha expuesto la oposición a la compañía como un bloque unido y

mayoritario de la población, Ferry (1989) ofrece interesantes cifras de parte de la élite

caraqueña compuesta por las familias mantuanas que poseían haciendas que demuestran

que únicamente hubo una oposición del veinte por ciento (20%) de la población de

hacendados. Por otro lado, Aizpurua indica que a pesar de todas las quejas que hubo,

efectivamente los vascos consiguieron realizar una cantidad de apresamientos significativos

y con ello demostrando que logró ser efectiva en su labor. Curiosamente, el estudio de la

literatura existente dentro de las librerías de las élites, muestra que mucho del componente

de libros prohibidos (con influencia de la Ilustración francesa e irónicamente del cual

surgen las ideas de comercio libre en contra del mercantilismo) provenían del trato con la

Compañía Guipuzcoana.

Géneros de contrabando

Es importante indicar que para el estudio a realizar dentro de este trabajo, se busca

fundamentalmente ubicar los géneros que eran introducidos y no los que eran exportados.

Aún así se indicará cuales son los productos que suelen salir, para posteriormente poder

determinar si los documentos analizados en los comisos, forman parte de un ingreso o de un

egreso.

1- Lo que sale: cacao, tabaco, cueros y ganado (reses, caballos y mulas);

fundamentalmente para ser utilizados en los ingenios de producción azucarera. Como nota

adicional, es importante indicar que Aizpurua muestra que la venta de ganado era casi tan

rentable como la del cacao.

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2- Lo que entra: calzado, textiles, víveres (harina de trigo, aceite de oliva, frutos secos,

jamones, bacalao), enseres, esclavos, libros prohibidos, ornamentos de lujo, esclavos y

licores (estaba prohibida la destilación dentro de la Provincia). Se puede notar que en

general a excepción de los esclavos, los productos “necesarios” tienen una clara relación de

consumo peninsular, no siendo necesarios para la subsistencia y que además… no serían

utilizados por los esclavos para ser consumidos.

21
CAPÍTULO CUARTO:

LAS FUENTES DOCUMENTALES

Los documentos explicados en los anexos del presente trabajo, en general indican una

variada cantidad de aprehensiones de mercancía por parte de las autoridades reales. Por un

lado nos encontramos con que se cumple tal como se había descrito otros trabajos de tipo

historiográfico en el cual existen diversas menciones a comisos realizados a traficantes de

todo tipo (mencionados en el capítulo anterior dentro de la sección de redes internas de

comercio).

Adicionalmente surgen elementos interesantes que indican la mención a incautaciones

realizadas directamente en centros de almacenamiento de productos; al parecer se habían

instaurados redes completas dentro de las ciudades que eran continuamente abastecer y

distribuir al mercado local. Por decirlo de alguna manera, los productos de origen ilegal

estaban ya introducidos en el mercado.

Además de eso, es frecuente observar que en las fuentes documentales aparecen referencias

a comisos de pocos productos, es decir; no es común encontrar grandes cifras dentro de los

géneros decomisados.

Finalmente, existen casos donde se reporta la participación de los funcionarios reales

entorpeciendo la lucha contra el intercambio ilícito, datos que concuerdan directamente con

lo esperado.

22
CAPÍTULO QUINTO:

CONTRABANDO, LUJO Y AMBIGÜA IDENTIDAD

Finalmente en el presente capítulo se intentará responder las interrogantes planteadas

durante este trabajo, buscando ofrecer un aporte respecto a los estudios del fenómeno del

contrabando en Venezuela, desde una óptica antropológica que trate de ampliar el

conocimiento que se tiene al respecto.

En primer lugar después de realizar un análisis de la cantidad de fuentes encontradas, se ha

logrado establecer que durante el primer período de diez años previo a la desaparición de la

Compañía de Caracas se encontraron unos diecisiete (17) comisos, mientras que para el

segundo período de diez años posterior a la desaparición de la Guipuzcoana se registraron

únicamente once (11) comisos. El total de documentos encontrados dentro del Archivo

General de la Nación fueron veintiocho (28), indicando que hubo una proporción de 3:2,

60.71% durante la existencia de la compañía vasca mientras que por el otro lado solo se

dieron en un 39.29% después de su desaparición. En alguna manera podríamos ver que

ciertamente los casos de contrabando tenían una mayor presencia durante su existencia y la

limitación del comercio, aunque por otro lado se podría realizar la interpretación de que se

relajaron las medidas de lucha contra el comercio ilícito por lo cual el índice de casos es

sumamente menor.

Al respecto de ello creo que es necesario hacer la aclaración de que al revisar los

documentos, la mayoría de sujetos que fueron capturados en pertenecían a grupos de

23
comerciantes de pequeña envergadura (probablemente de la red de mediano o bajo

volumen), lo que hace pensar que los hacendados o funcionarios públicos que realizaban

tratos con los extranjeros, pasaban en general desapercibidos y no eran fácilmente

capturados (además de tener la coartada de que sus esclavos o empleados/subalternos

actuaban por cuenta propia). La existencia de enclaves dentro de las ciudades donde se

guardara mercancía y que sirvieran como almacenes para la distribución, permite deducir

que había una red bastante consolidada que abasteciera continuamente dichos sitios, sin

dejar de lado la probable participación de funcionarios de aduana o de comisos que

permitieran la existencia de los mismos. Además, cuando dichos almacenes han sido

encontrados, parten de una denuncia que alerta a las autoridades.

Es por ello que aunque es imposible llegar a calcular cual fue la magnitud real de

proporción de productos vendidos por medios ilícitos en relación a los vendidos por vías

legales, podría llegar a pensar que la Guipuzcoana no logró realmente combatir a los “peces

gordos” y en cambio si lo hizo contra los pequeños comerciantes, además que obligó a los

contrabandistas a dejar las vías obvias para utilizar unas alternativas.

En segundo lugar se desarrolla la parte que tiene que ver con los principales productos de

consumo que aparecen dentro del listado #2 dentro de los anexos de los cuales para la

exportación claramente sobresalen el cacao y el ganado, mientras que para el consumo

interno (lo que nos interesa) aparece una proporción de 53.33% para los textiles, mientras

que los rubros de licor y herramientas cada uno se enfoca en un 20%, no llegando juntos a

superar la utilización de textiles dentro de la colonia. Un punto importante que resalta a la

24
vista es la escasa aparición de esclavos detectados dentro del comercio ilegal, a simple vista

indicando una “inexistente” trata negrera de contrabando o por el contrario, la poca

efectividad detectándolo o… el hecho de que fuera algo conocido a Vox populi y que se

mantuviera silenciado tal como sucede en el caso de la amplia utilización de esclavos de

introducción clandestina en Cumaná, hasta que el Rey supiera del asunto y decidiera dado

que las condiciones de necesidad de la zona ameritaban su uso, además del

“desconocimiento” de los naturales de que incurrían en actos ilegales (AGN, In. Ej. y R.H.,

IV, f. 28).

Mostrado lo anterior se empieza a observar quienes podrían haber sido los principales

beneficiarios de los géneros traídos por extranjeros a estas tierras; por una parte el uso de

tela está directamente utilizado para la confección de vestimenta, la cual tal como se puede

ver “En el ramo de los textiles, la necesidad de la provincia podía ser mayor pues si bien el cultivo de
algodón era generalizado, era escasa y rudimentariamente trabajado (tejido y teñido) y probablemente

sirviese para el vestido de los indios y algunos esclavos, pardos o blancos.” (Aizpurua, 1993, 102), lo

que hace pensar que no era para satisfacer las necesidades de los subordinados de los

mantuanos en su mayoría, sino para servir como signos de consumo que indiquen la

pertenencia a un status social. Es cierto que los mismos podrían haber sido utilizados

también por los miembros de redes de medio y menor volumen, pero ellos lo hacían de la

misma manera que lo harían los mantuanos o los pardos: por razones simbólicas que

denoten un nivel superior o la pertenencia (o deseo de pertenecer) a un estrato particular.

25
Es así que se sugiere con seguridad que los destinatarios finales de los textiles eran los

miembros con acceso a altos recursos económicos, que pudiesen además exhibir

abiertamente el buen gusto de lo que visten8.

En cuanto al mencionado licor y herramientas, sobre el primero sería muy complicado

poder generalizar respecto a su alto consumo, debido a que los casos en los que son

mencionados no indican una cantidad significativa y por otra parte, suelen ser utilizados por

cualquier estrato social de la colonia. Quizás podría apuntarse que el aguardiente de ginebra

no solía formar parte de los licores utilizados por esclavos y peones, que se decantaban

mucho más por el ron. Mientras por otra parte las herramientas (cuchillos, machetes,

trabucos) forman parte de los enseres necesarios para el trabajo en una hacienda, por lo

tanto es muy dudoso que fueran de interés de los esclavos y peones, decantándose más por

los medianos y altos productores que lo requerían para que se siguiese desarrollando la

labor agricultora.

Como ya se ha mencionado anteriormente, la vestimenta posee significados muy

particulares que van más allá de la mera utilidad. Es así que al descubrir de algún modo el

hecho de que los textiles fuesen uno de los principales productos de contrabando que

llegaban a la Provincia (sin mencionar que la calidad de la manufactura inglesa era superior

y podía formar parte de una lógica preferencia de mercado), hace pensar también que a

pesar de lo que Aizpurua indica, los víveres que el menciona tienen una completa ausencia
8
En referencia a esto, ejemplifico el caso (AGN, Gob. y Cap., XIX, ff. 15-20) en el cual Gutierres indica que
al encontrarse con un peón que vestía ropas llamativas, decidió interrogarlo por medio de latigazos hasta que
confesó el origen de la misma. Con esto se puede evidenciar el hecho de que no era común poseer dicha
vestimenta si se pertenece a los estratos más bajos de la sociedad.

26
dentro de los casos analizados. Eso podría tener implicaciones referentes a que por un lado

eran suministros que la Compañía Guipuzcoana si satisfacía y que la queja respecto a la

escasez era en cierto modo falsa.

Aún así, existe una nueva interrogante: ¿Era realmente necesario el comercio ilegal para la

subsistencia de los mantuanos, o realmente utilizaban el contrabando como una forma de

complementar una economía doméstica que le permitía obtener objetos de lujo? Los datos

analizados permiten deducir que era posible que dicha ineficacia no fuera completamente

cierta y lo que deseaban los practicantes de dichos intercambios era conseguir ingresos

superiores para mejorar su status o directamente conseguir los mencionados artefactos con

la misma finalidad.

En referencia al tema identitario, finalmente se puede empezar a concluir que pese a que

superficialmente se podría interpretar que la presencia de un paladar muy “europeo” que

buscaban tener los criollos es un símbolo que alude a su identificación con los

peninsulares9. Aún así existen contradicciones respecto a lo que desde un inicio se ha

tratado de trabajar puesto que la relación de ilegal mas no inmoral de los mantuanos que

participaban en la práctica del contrabando denota que aunque por un lado se busca

demostrar la identidad española, por el otro se expresa la falta de fidelidad con el Rey y lo

que ello representa. En pocas palabras, se es un español que no le debe nada a España.

Una implicación que puede indicarnos la presencia de una identidad conflictuada que
9
Por su parte los pardos emulaban a los criollos y así sucesivamente. Tal como indica Simmel “…la moda es
una imitación de parte de los grupos subordinados a los estratos sociales elevados, que a su vez tratan de
distanciarse de los primeros, generándose así un proceso cíclico y dinámico.” (En Molina y Valenzuela,
2009, 213).

27
desencadenará con la aceptación de que se es americano y no europeo, culminando en los

movimientos independentistas que surgirán en los años siguientes al período trabajado aquí

y que desembocan en la creación de la Republica.

Como palabras finales deseo expresar que este trabajo pretende realizar una primera

aproximación al apasionante tema del contrabando dentro de Venezuela en el Siglo XVIII,

pero carece en muchos elementos del número de fuentes deseadas para poder llevar a cabo

un análisis de mayor profundidad y con cifras muy superiores. Por ahora solo queda hacer

las recomendación de que se prosiga estudiando este tema, en especial en cuanto a lo que se

refiere al tráfico de esclavos de lo cual puede haber muchos más datos interesante y que en

términos de status, representa aún más la cantidad de esclavos que se posee a la calidad de

la ropa que se muestra.

ANEXOS

28
Tabla #1: Incidencia de casos por comisos.

Período # Casos (28 en total) Porcentaje


Primero: 1771-1781 17 60.71%
Segundo: 1782-1791 11 39.29%

Tabla #2: Relación de géneros decomisados.

Fecha Lugar Cargamento


13-7- Carora Cacao y mulas
1772
6-5- Carora Dinero (663 pesos)
1773
7-8- Barquisimeto Cacao
1774
3-10- Boca Chica Grasa
1774
20-10- Calabozo Textiles (género blanco, linado, frazadas), caballos.
1774
12-12- Puerto Dinero, cacao, plátano, convictos con identificaciones falsas.
1774 Cabello
5-9- Puerto Cuchillos, aguardiente de ginebra, textiles (envueltos de coleta,
1776 Cabello holandilla azul de algodón, las velas de la embarcación), cacao,
pipas, dinero.
15-1- Puerto Cueros, aguados (no se especifica si vino o la dotación de agua
1777 Cabello de la embarcación).
14-2- San Mateo Textiles (fardos, bodoque), trabucos.
1777
8-3- Río del Cacao
1777 Tocuyo
31-3- Puerto Textiles (sábanas, pañuelos holandeses), cacao.
1777 Cabello
11-4- Puerto Textiles (ropa de algodón), cacao.
1777 Cabello
3-10- Tucacas Textiles (bretañas hamburguesas, camisas, listado, angaripolas,
1777 sombreros), boquiche.
1777 Puerto Plátano, cueros, cacao.
Cabello
13-3- Cumaná Esclavos.
1778
15-6- Caracas Cueros y frutos (sin especificar).

29
1779
20-9- San Idelfonso Textiles (angaripolas) y géneros varios valorados en 3377 reales.
1780
6-2- Santa Lucía Cacao.
1783
14-2- Cumaná Ganado.
1783
18-2- Margarita Ganado (reses, mulas), tortugas, víveres, tabaco y aguardiente.
1783
26-2- Cumaná Ganado (reses).
1783
27-2- Maracay Añil.
1783
29-2- Guarenas Textiles (crudo, coleta fino, lana, librito fino, cuadrado fino),
1783 machetes.
5-3- Caracas Tabaco.
1783
30-12- Carorita Ropa, ganado (reses, mulas) y grasa (cochambre).
1783
1783 Cumaná Ganado (caballos y mulas).
15-10- Coro Textiles (ropa, coleta, listado) y tabaco.
1784
18-12- Siquisique Especias prohibidas.
1786

Proporción de géneros respecto al total de

Géneros decomisados.

Frutos: Aparecen mencionados 13 veces dentro de los 28 casos, en los cuales hay una
incidencia 9 veces el cacao, 3 de tabaco, 2 de plátano, 1 de añil.

Textil: Aparecen mencionados 8 veces dentro de los 28 casos.

Cuero: Aparece mencionado 3 veces dentro de los 28 casos.

Ganado: Aparece mencionado 7 veces dentro de los 28 casos, en los cuales hay una
incidencia de 5 veces de mulas y caballos, 4 de reses.

Grasa: Aparece mencionada 2 veces dentro de los 28 casos.

30
Licor: Aparece mencionado 3 veces dentro de los 28 casos.

Esclavos: Aparecen mencionados 1 vez.

Herramientas: Aparecen mencionados solamente una vez dentro de los casos los cuchillos,
machetes y trabucos, conformando un grupo compuesto por 3 menciones.

Misceláneo: Aparece mencionado en una sola oportunidad la introducción de convictos


ilegales a la Provincia.

Total: 28 casos

Aparición de géneros dentro de los casos trabajados:

- 46.42% Frutos; cacao un 32.14%, tabaco un 10.34%, plátano un 7.14%, añil un


3.57%.
- 28.57% Textiles.
- 25% Ganado; 17.85% mulas y caballos, 14.28% reses.
- 10.71% Cueros.
- 10.71% Licor.
- 10.71% Herramientas
- 7.14% Grasa.
- 3.57% Esclavos.

Considerando un universo únicamente compuesto por los denominados productos de

consumo, tomaríamos en cuenta los textiles, el licor, los esclavos y las herramientas, se

produciría una distribución de la siguiente manera:

Tabla #3: Relación de ingresos

Tipo de Género Cantidad Porcentaje


Textiles 8 55,33%
Licores 3 20%
Herramientas 3 20%

31
Esclavos 1 6.66%

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