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Habeas data

El Habeas data es una acción constitucional que puede ejercer


cualquier persona que estuviera incluida en un registro o banco de datos,
para acceder a tal registro y que le sea suministrada la información
existente sobre su persona, y de solicitar la eliminación o corrección si
fuera falsa o estuviera desactualizada. También puede aplicarse al derecho
al olvido, esto es, el derecho a eliminar información que se considera
obsoleta por el transcurso del tiempo y ha perdido su utilidad. La frase legal
se utiliza en latín, cuya traducción más literal es «tener datos presentes»
siendo «hábeās» la segunda persona singular del presente de subjuntivo del
verbo latino «habēre» (en este caso entendido como «tener»).

Este derecho se fue expandiendo y comenzó a ser reglamentado tanto


por leyes de habeas data como por normas de protección de datos
personales (que suelen tener un capítulo procesal donde se describe el
objeto de la acción de habeas data, la legitimación pasiva y activa, y la
prueba y la sentencia).

También se encomendó a organismos de control la vigilancia sobre la


aplicación de estas normas. Así existen en diversos países (como Argentina,
España, Francia y Uruguay etc.) organismos de control que tienen por
misión supervisar el tratamiento de datos personales por parte de empresas
e instituciones públicas. También se suele exigir una declaración de los
ficheros de carácter personal para generar transparencia sobre su
existencia.

Constituciones que reconocen este derecho

    Argentina
    Bolivia
    Brasil
    Colombia
    Ecuador
    España
    Panamá1
    México2
    Paraguay
    Perú
    República Dominicana
    Uruguay
    Venezuela

Leyes que reconocen el derecho de habeas data y protección de datos


personales
    Argentina: Ley 25.326 - Protección de los Datos Personales (octubre de
2000)
        Ley 1.845 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
        Ley 7447 Provincia de San Juan
        Ley 3246 Provincia de Río Negro
        Ley 4360 Provincia del Chaco
        Ley 4244 Provincia de Chubut
    Bolivia Ley 2631 Art. 23, reformada en 2004 - Constitución Política del
Estado Arts. 103 y 131
    Chile (artículo 12 de la ley 19.628)
    Colombia4 Ley Estatutaria 1581 de 2012
    España: Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de
Datos de Carácter Personal
    México5
    Nicaragua Ley de Acceso a la Información, Ley de Protección de datos
personales y su decreto reglamentario
    Panamá Ley 6 del 22 de enero de 2002.6
    Paraguay Artículo 135 de la Constitución Nacional
    Perú Código Procesal Constitucional Art I al X, 61 al 65; Ley Orgánica
del Tribunal Constitucional; Ley 26470; Ley 27806 Art 1 al 11; y Ley 27444
Art I, 131 al 134.
    Uruguay: Leyes 18.331 y 18.381, de agosto y noviembre de 2008
respectivamente.
    Guatemala: Ley de Acceso a la Información Pública, decreto 57-2008.

Reconocimiento jurisprudencial

España: Sentencia 292/2000 de 30 de noviembre del Tribunal


Constitucional que reconoce el derecho a la protección de datos como un
derecho autónomo del derecho a la intimidad.

El Salvador: en 2004 se reconoció, por primera vez y mediante


sentencia de la Corte Suprema de Justicia, como derecho fundamental de
todos los salvadoreños la protección de datos o autodeterminación
informativa, derivado de un proceso de amparo constitucional que el
abogado Boris Rubén Solórzano interpuso contra una empresa dedicada a la
recopilación y comercialización de información crediticia, DICOM. Por
ahora, la figura del hábeas data sólo puede ser analizada por la misma Corte
Suprema de Justicia, al no existir una ley especial que regule la protección
de datos en El Salvador. Actualmente el abogado Boris Solórzano es
Presidente de la Asociación Salvadoreña para la Protección de Datos e
Internet, INDATA de El Salvador.7 El Presidente de INDATA, Lic. Boris
Solórzano, presenta el 10 de diciembre de 2007 -Día Internacional de los
Derechos Humanos- una demanda en la Corte Suprema de Justicia de El
Salvador contra la empresa Infornet S.A. de C.V. por comercializar con 4
millones de datos personales de salvadoreños sin control alguno y sin el
consentimiento de los titulares, violentando el derecho a la protección de
datos de todos esos salvadoreños, derecho fundamental ya reconocido por
la jurisprudencia del mismo tribunal en 2004, volviéndolo un mandato
constitucional de obligatorio cumplimiento, derivado del artículo 2 de la
Constitución que regula el derecho a la intimidad, solicitando un hábeas
data colectivo. En dicha demanda se usó la jurisprudencia Argentina de la
Unión de Usuarios versus Citibank, donde se reconoció que una asociación
de consumidores estaba legitimada para representar intereses colectivos
de los afectados. El 5 de marzo de 2011 la Corte Suprema de Justicia le da
la razón a INDATA y condena a Infornet por violar el derecho a la protección
de datos o autodeterminación informativa de los salvadoreños que tienen en
su base de datos con fines comerciales. Además, le prohíbe vender los
datos personales sin el consentimiento del titular de los mismos. Amparo
934-2007. www.csj.gob.sv8
Argentina: la Cámara Comercial en el caso "Unión de Usuarios v.
Citibank" condenó a la entidad financiera por compartir datos con terceros
sin permiso y se declaró la legitimación activa de una asociación de
consumidores para demandar por la vía de habeas data.9

El Habeas data en Venezuela

Al respecto, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


en su artículo 28, contempla un procedimiento de amparo el cual será
especial y expedito:

Artículo 28.  Toda persona tiene el derecho de acceder a la


información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en
registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así
como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de
solicitar ante el tribunal competente la actualización, la rectificación o la
destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus
derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza
que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para
comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes
de información periodística y de otras profesiones que determine la ley.

Se precisa (09/11/2009) que el artículo 28 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela no ha sido todavía objeto de desarrollo
legislativo. En virtud de esa omisión, la Sala (Constitucional) se arrogó la
competencia para el conocimiento de la acción de habeas data y en
sentencia N° 2551 del 24 de septiembre de 2003, (caso: Jaime Ojeda Ortiz),
haciendo uso de su potestad normativa y con el propósito de que se aplicara
inmediatamente lo señalado en el artículo 28 Constitucional, consideró
apropiado implementar un procedimiento para dispensar la tutela
constitucional invocada. Así, en la referida decisión se dispuso lo siguiente:
“…la Sala aprecia la necesidad del establecimiento de un
procedimiento necesario para hacer efectivo los derechos a que se refiere
el artículo 28 constitucional (derecho de acceso a la información, derecho
de conocer uso y finalidad de los datos, derecho de actualización,
rectificación y destrucción de la información), función que corresponde a la
Asamblea Nacional y que no ha sido ejecutada. No obstante, la Sala ha
asentado en diversas oportunidades, como ahora lo reitera, que la
normativa constitucional debe ser, en principio y salvo obstáculo
insuperable, aplicada de inmediato, por lo que, de conformidad con la
facultad que le deriva el artículo 102 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia, decide aplicar al presente caso, mientras no se haya
establecido por ley el procedimiento propio de la acción de habeas data, el
proceso establecido en el Código de Procedimiento Civil para el juicio oral,
pero con las variantes destinadas a potenciar la oralidad, brevedad,
concentración e inmediación de esta clase de procesos”.

La normativa procedimental del precedente aludido ha continuado


aplicándose incluso con posterioridad a la vigencia de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, toda vez que dicho texto legal no dispuso
ningún procedimiento a seguir para la sustanciación y decisión de las
solicitudes de habeas data; no obstante, tras cinco años de vigencia del
precedente sentado en la referida decisión N° 2551/2003 (caso: Jaime Ojeda
Ortiz) y del balance de la experiencia adquirida; la Sala observa que el
trámite de la acción de habeas data aplicado a través del procedimiento
para el juicio oral que establece el Código de Procedimiento Civil no resulta
ser el más célere para tutelar los novísimos derechos constitucionales de
los ciudadanos establecidos en el artículo 28 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela,  como son el acceso a la información
y datos sobre las personas o sus bienes; el conocer el uso y finalidad de la
información; la actualización, rectificación o destrucción de la información
que resulte errónea o violatoria de sus derechos; y el acceso a documentos
que contengan información de interés para comunidades o grupos de
personas.

Así como lo establece expresamente el artículo 28 Constitucional que


a la letra dice:

“Toda persona tiene derecho de acceder a la información y a los datos


que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o
privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer el
uso que se haga de los mismos y su finalidad, y a solicitar ante el tribunal
competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquéllos, si
fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente,
podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que contengan
información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupo de
personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información
periodística y de otras profesiones que determine la ley”.

Los derechos y garantías constitucionales demandados en habeas data


no involucran directamente nulidades, ni indemnizaciones, sino otorgan
situaciones jurídicas esenciales al ser humano: como lo es la existencia de
un recurso sobre su persona en archivos públicos o privados, por lo que no
resulta vinculante para el Juez Constitucional lo que pida el quejoso, sino la
situación fáctica ocurrida en contravención a los derechos y garantías
constitucionales y los efectos que ella produce, que el actor trata que cesen
y dejen de perjudicarlo; o simplemente la información sobre sí mismo que
tiene derecho a conocer existente en los registros público o privados.

De allí que, para la satisfacción del derecho constitucional que se


acciona en habeas data se requiera de un procedimiento judicial especial
preferente y sumario que, en ausencia de texto legislativo, corresponde a la
Sala Constitucional instaurarlo en aplicación inmediata del artículo 27
Constitucional y en ejercicio de la atribución conferida en el artículo 335 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En ese sentido, aunque mediante sentencia N° 2551/2003 del 24 de


septiembre de 2003 (caso: Jaime Ojeda Ortiz) se acordó la tramitación del
habeas data mediante el procedimiento oral establecido en los artículo 868
y siguientes del Código de Procedimiento Civil, por considerarse en esa
oportunidad que cumplía con los postulados constitucionales de
concentración, brevedad y oralidad; un balance en retrospectiva de los
resultados obtenidos con la tramitación del habeas data a través de dicho
procedimiento llevan a la conclusión que, por carecer de unidad del acto
oral, durante el trámite se prolonga en demasía la decisión sobre el fondo
del asunto, en el cual, se supone, está en controversia un derecho
constitucional que exige tutela efectiva de la justicia constitucional.

Al ser así, la Sala reexamina su criterio y resuelve aplicar en las


demandas de habeas data un procedimiento más breve que permita pronta
decisión judicial, y por tanto, más idóneo con la necesidad de tutela
expedita de los derechos constitucionales aludidos en el artículo 28
Constitucional. Razón por la cual, se aparta del precedente asentado en el
fallo N° 2551/2003, del 24 de septiembre de 2003, caso: Jaime Ojeda Ortiz; y
de cara a llenar el vacío legislativo que existe en torno a esta novísima
acción constitucional de habeas data, la Sala resuelve implementar a partir
de esta fecha, hasta tanto la Asamblea Nacional legisle al efecto, el
siguiente procedimiento:
1.- El proceso se iniciará por escrito y el demandante deberá señalar
en su solicitud las pruebas que desea promover. El incumplimiento de esta
carga producirá la preclusión de la oportunidad, no sólo la de la oferta de
las pruebas omitidas, sino también de la producción de todos los
instrumentos escritos, audiovisuales o gráficos con que cuenta el
demandante para incoar la acción.

Asimismo, se destaca que la parte accionante deberá consignar,


conjuntamente con el libelo de la demanda, el documento fundamental de
su pretensión, con el objeto de cumplir con lo señalado en la sentencia N°
1281/2006, caso: Pedro Reinaldo Carbone Martínez.

Las pruebas se valorarán por la sana crítica, excepto la prueba


instrumental que tendrá los valores establecidos en los artículos 1359 y
1360 del Código Civil para los documentos públicos, y en el artículo 1363
eiusdem para los documentos privados auténticos y otros que merezcan
autenticidad, entre ellos los documentos públicos administrativos.

2. Admitida la acción se ordenará la notificación del presunto


agraviante para que concurra ante la Secretaría de esta Sala a conocer el
día y la hora en que se celebrará la audiencia oral, la cual tendrá lugar,
tanto en su fijación como para su práctica dentro de las noventa y seis (96)
horas siguientes a partir de la última de las notificaciones ordenadas.

Para dar cumplimiento a la brevedad y para no incurrir en excesivos


formalismos, la notificación podrá ser practicada mediante boleta, o
comunicación telefónica, fax, telegrama, correo electrónico o cualquier
medio de comunicación interpersonal, dejando el Secretario de la Sala
constancia detallada en autos de haberse efectuado la notificación y de sus
consecuencias.

3. Se ordenará la notificación del Fiscal o Fiscala General de la


República.

4. En la oportunidad fijada para la celebración de la audiencia oral y


pública las partes oralmente propondrán sus alegatos y defensas. La Sala
decidirá si hay lugar a pruebas. Las partes podrán ofrecer las que
consideren legales y pertinentes. Los hechos esenciales para la defensa por
el presunto agraviante, así como los medios ofrecidos por él se recogerán
en un acta al igual que las otras circunstancias del proceso.

5. En la misma audiencia, la Sala Constitucional decretará cuáles son


las pruebas admisibles y necesarias; y de ser admisibles ordenará su
evacuación en la misma audiencia, o podrá diferir la oportunidad para su
evacuación.
 6.- La audiencia oral debe realizarse con presencia de las partes,
pero la falta de comparecencia del presunto agraviado dará por terminado el
procedimiento, a menos de que el Tribunal considere que los hechos
alegados afectan el orden público, caso en el cual podrá inquirir sobre los
hechos alegados en un lapso breve. La falta de comparecencia del presunto
agraviante no acarreará la admisión de los hechos, pero la Sala podrá diferir
la celebración de la audiencia o solicitar al presunto agraviante que
presente un informe que contenga una relación sucinta de los hechos. La
omisión de la presentación del referido informe se entenderá como un
desacato.

7. En caso de litis consorcios necesarios activos o pasivos, cualquiera


de los litis consortes que concurran a los actos representará al consorcio.

8. El desarrollo de las audiencias y la evacuación de las pruebas


estarán bajo la dirección de la Sala Constitucional manteniéndose la
igualdad entre las partes y el derecho de defensa. Todas las actuaciones
serán públicas, salvo que la Sala decida que la audiencia sea a puerta
cerrada de oficio o a solicitud de parte por estar comprometidas la moral y
las buenas costumbres, o porque exista prohibición expresa de ley.

            9. Una vez concluido el debate oral los Magistrados


deliberarán y podrán:

a)     decidir inmediatamente; en cuyo caso expondrán de forma


oral los términos del dispositivo del fallo; el cual deberá ser publicado
íntegramente dentro de los cinco (5) días siguientes a la audiencia en la
cual se dictó la decisión correspondiente. El dispositivo del fallo lo
comunicará el Magistrado o la Magistrada presidente de la Sala
Constitucional, pero el extenso de la sentencia lo redactará el Magistrado
Ponente.

b)    Diferir la audiencia por estimar que es necesaria la


presentación o evacuación de alguna prueba o recaudo que sea
fundamental para decidir el caso. En el mismo acto se fijará la oportunidad
de la continuación de la audiencia oral.

                10.- Lo correspondiente a la recusación y demás


incidencias procesales y, en general, en todo lo no previsto en el presente
procedimiento se aplicará lo dispuesto en la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia.

Referencias

    MATTHIAS CATÓN (2006). Habeas Data en Dieter Nohlen (ed.) :


Diccionario de Ciencia Política, Ciudad de México. ISBN 970-07-6115-0.
    LOPRESTI, Roberto P. (1998). Constitución Argentina Comentada.
Buenos Aires: Unilat. ISBN 987-96049-3-8.
    SÁNCHEZ-CRESPO LÓPEZ, Antonio y PÉREZ GÓMEZ, Elena (2007). La
protección de datos en los centros de enseñanza. España. ISBN 978-84-
8355-305-3.

   http://www.asamblea.gob.pa/APPS/LEGISPAN/PDF_NORMAS/2000/2004/20
04_539_1133.PDF
    http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf
    http://www.arandurape.edu.py/pdf/constitucion_nacional.pdf
    Ley Estatutaria 1581 de 2012]
    Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental
    http://www.asamblea.gob.pa/APPS/LEGISPAN/PDF_NORMAS/2000/2002/2
002_302_3918.PDF
    «INDATA, Asociación Salvadoreña para la Protección de Datos e
Internet».
    [1]     Texto del fallo
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela – Título III, Capitulo I,
Articulo 28.

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