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DE GENERALIDAD
EN MATERIA TRIBUTARIA
Por
Jo s é ' O s v a l d o C a s a s
A b a ja d o y Asesor de la C tiniisióit ¡-‘e dem i de Im puestos. Argentina
SuMAKIO:
1. EL C O N C E P T O DE G E N E R A L ID A D
EN M A T E R I A T R IB U T A R IA
2. LA G E N E R A L I D A D C O M O P R IN C IP IO T R IB U T A R IO
C O N S T I T U C I O N A L ! ZADO
3. LOS P R IV I L E G IO S Y LAS I N M U N I D A D E S
C OM O C O NT R AV AL O R
DE L A G E N E R A L I D A D T R IB U T A R IA
(4 ) ValuéS Costa, Ram ón: Institu ciones de Derecha Tributa rio, E dicion es Depalmn,
Buenos A ires, 1992, pp. 369 y ss, Este ¡n itor d escribe las tres facetas antedichas del
principio, para tratar en cuarto térm ino la igualdad de las partes en la relación jurí-
dieo-fribuiaria.
(5 ) Suplem ento de Aclm diilcul Ley» del 29 de septiem bre de 1994.
168 JO SIÍ O SVALD O CASAS
3 .1 . Los p r i v ;u :g io s u in m u n id a d e s t r ib u t a r ia s
UN «1 ,'A N C IÉ N H lla iM E II
(6 ) M h tí, Francisco-. Prin cip io s ile la Ciencia de las Finanzas, Talleres Gráficos A rgen
tinos I-. J. R csso, Buenos Aires, 1951, pp, 368 y ss.
(7 ) C)ria„ Salvador: Finanzas, E d ito ria l G u illerm o K rafu Llda., Buenos Aires, 1948,
lo m o 1, p. 6 5 1.
i l 1 'U IN L 'll‘j l l ( l l N . S i m . C i a x U IU . í. l- N r . U A t U l . V . l u n i . l A H i U A i k h l W l A k | A 16 9
3 .2 . l . o s i‘ R i v i i . i ; c i o s u i n m u n i d a i h ì s t h i i u ì t a u i a s
IÍN UNA USTA,VITA I.IT I-K A R IA
Anillóle Prance, en su ensayo alegórico «lu i isla de los ¡liii^ iiin o s » (8),
narra los pormenores de la primera Asamblea de los listados de Pingiii-
nia convocada para establecer los impuestos y los debates que se suce
dieron en torno a cuáles habrían de ser los más convenientes a! interés
público.
Reunidos los ancianos de Alca, se les expresó la necesidad de esta
blecer un impuesto justo para atender a los gastos públicos y contribuir
al sostenimiento de la Abadía.
Relíete el relato que e l venerable Mnel estimó que cada uno debía
contribuir con form e a su riqueza, ejemplificando «e l que tanga cien wi-
cas dará die:., y el que tenga diez dará u n a ».
Por su parte, uno de los más ricos labradores, Moriu, sin desconocer
la justicia de pagar la contribución, ag regó c o m o reparo a la anterior
propuesta:
«Todos los ancianos del pueblo están dispuestos, como yo, a sa-
criticar sus bienes, y no se debe poner en duda su abnegación, Es pre
ciso .atender únicamente al interés público; acordar lo más conve
niente. Y lo m á s conveniente... no es pedir mucho a los que tienen
muchc^ porque entonces los ricos serán menos ricos y los pobres más
pobres. Los pobres viven ile la hacienda de los ricos, par lo cual es sa
grada; no respetarla seria una maldad inútil. Si pedís a los ricos no
conseguiréis gran provecho porque son pocos, y en cambio as priva
réis de lodos los recursos, hundiréis el país en la miseria. Mientras
que si peáis un puco de ayuda a cada habitante, a lodos por igual, sin
repararen sus bienes,, recogeréis lo necesario para las cargas públicas,
y no hará falla inquirir lo que posee cada ciudadano, investigación
odiosa v ve/atoriii, si pedís a lodos igualmente, leve-metile, favoreceréis
a los pobres, puesto que le quedarán ¡os bienes de tos ricos. ¿Y, cómo
sería posible fijar un impuesto proporcional a la ráptela? Ayer tenia
yo doscientos bueyes; hoy siilo tengo sesenta; mañana tendré denlo.
Cluñic tiene tres vacas enfermas. Nicchi tiene dos, robustas y gordas.
¿Quién es más rico? Lis señales de la opulencia son engañosas. l.o
único cierto es que todo el mundo come y beba: Imponed a la gente
con arreglo a lo que consume. listo será prudente y ¡usto...
■ ‘lo s ancianos aplaudían aún cuando fìreatauk, puesta la mano
sobre el puño de su espada, h iio esta breve declaración:
» Yo soy noble, y por lo tanto no contribuiré. Admitir un impuesto
es propio de genie plebeya. Que pague la canalla.
» ¡ ‘ero nadie le replicó, y ¡os ancianos desfilaron en silencio...» (9)
(rij FitA\r:i;, A liatole (suníiónim o de Jacobo A n ío lio T liib u u li): Ixi isla ile las />'ni:iii
mi«, obra aparéenla o rigin a n a in em e en Prancki un i 900.
(9J. f- 'iU N C i i, A nillóte, oh. cu. cu nula K, traducción al castellan o, Kclitoriui til tiuen
Lector. Buenos Airea, 1969, pp. 43 y ss.
170 JO S K O S V A L D O CASAS
3.3. Los P R IV IL E G IO S Y LA S IN M U N ID A D E S T R IB U T A R IA S
COMO M O T IV O DE ESCÁND ALO
EN LAS E N S E Ñ A N Z A S E VA N C É I.IC A S
Debe lenerae presento que si los hijos de los reyes 110 pagaban tribu
tos, en el presume caso en que se trataba del impuesto para los gastos
del Templo consagrado a Dios, el Radi e de Jesús, tampoco a El corres
pondía sufragarlo. Cobra significado, por tanto, que el Hijo de Dios, de
todos modos, para no escandalizar a la gente, le ordenara a Simón P e
dro que ejerciera su oficio de pescador, y con el fruto de su trabajo pa
gara el tributo por ambos, de donde surge nítidamente que, confo rm e a
la cita bíblica, el impuesto debía ser pagado por todos («pana p o r m í y
p o r ti»), sin excepciones.
La manera de obrar del Señor realiza lo que dirá Pablo: « Todo es
bueno, pero no todo es o p o rtu n o » (Prim era Carta a los cristianos de Ci>-
rinto, 6 , 12), por lo cual en aquel caso Jesús eligió el cam ino que evita
ría el escándalo de tentar al pró jim o a incurrir en la inconducta del in
cumplimiento o de la evasión.
C om o se preguntan con juste/.a Juan E duardo Leon etti v Manuel
Castiñeira Basalo: «Si Jesús se avino a-pagar impuestos, ¿cuántas excep
ciones estarían fuera de lugar, verdad?» ( 1 2 ), lo que reafirma el mérito de
la regla de la generalidad frente al deber de contribuir, desde que el
pro p io H ijo de Dios, que se encontraba exento, decid ió oblarlo para
« prevenir el escándalo», asumiendo así una actitud critica frente a la si
tuación imperante o ante cualquier dispensa o privilegio.
4. LA G E N E R A L I D A D T R IB U T A R IA EN E L D E R E C H O
CO NSTITU CIO NAL A R G E NTINO
4.1 . L a C o n s t it u c ió n N a c io n a l
(12) Í-MONT-Tfí. iunn E., y C a s t ís u ir a Ha saí .o , M anual: « l.as enseñanzas líibulariias del
S eñor Jesús»*, Periódica Ficonóinico Tributario, núm. 82, del 31 de mur/o de 1995.
/ ia i &n i a s- ()n ¡.¿•fc'i.slnción A r^en iin a). lo m o J.V-A, pp. 2 75 y *»*».
172 JO S K O S V A L D O CASAS
4.1.1. L a ic u a l u a d c o m o b a s e d e l im p u e s t o
4.1.2. L a f o r m a i i e p u r m c a n a o í ; g o m i -r n o
(17) Viu.iitlAS, H écto r B.: Curso de Fuuur:«:*. P ele ch o í'in a iic ie io v T iiln iiu iio . 5.*‘ cth-
cíón, Milicioncs Depalmn, Duenoh Aires, 1992, p. 201).
(18) Fallos (co lecció n oficial de sentencias de la Corte S uprem a de Justicia de la N a
ción): 157:359. 162:240, 168:305. 175:199, 178:81). 231, 184:50. 188:403, 190:277. 303:76i.
entre m uchos otros.
17-1 j o s i: im v , i. n n c a s a s
cíales incidiendo, incluso, sobre los más indigentes— , dado que es difí
cil concebir una democracia donde no existan obligaciones fiscales co
rrelativas a los de rechos políticos y sociales, bien que adecuada la carga
a la aptitud económica de los sujetos pasivos.
4.2. L a s c o n s t it u c io n e s p u o v i n c i a i .e s
5. L A G E N E R A L I D A D T R IB U T A R IA
E N LA J U R IS P R U D E N C IA C O N S T I T U C I O N A L
los sistemas tribuíanos, dentro del marco de los cambios políticos y so
ciales producidos desde fines del siglo xvm a la fecha.
Seguidam ente trataremos las diversas posturas en que ha recalado
la jurisprudencia.
■ 5 .1 .2 . L a IN TERPRETA C IÓ N ESTRICTA
5.1.3. La in t e r p r e t a c ió n e x t e n s iv a
5 .2 . G e n e r a l i d a d T R iü U T A iu A y b e n e f i c i o s r u ó , n o c i o n a l e s
Nuestra Constitución de 1853, por el actual artículo 75, inc. 18, ins
pirado en su textci prim igen io por el pensamiento de Juan Bautista Al-
berdi, disposición conocida c o m o «Cláusula de Progreso», reconoció la
posibilidad de ot orga r franquicias fiscales para «p ro m ov e r lo conducente
a la prosperidad d tt país, al adelanto v bienestar de todas las provincias y
al progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y u n i
versitaria y p ro m o viendo la industria, la inm igración, la construcción de
ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad
nacional, la in trod u cció n y establecimiento de nuevas industrias, la im
portación de. capitcdes extranjeros y la explotación de los ríos interiores»,
pero calificando a los aludidos beneficios com o « privilegios», al tiempo
de supeditarlos a cite revistieran carácter temporal.
En tales c o n d ic io n e s 'c o n f r o n t a n en esta materia, dos dire ctivas
constitucionales: por un lado, la de sancionar los tributos adecuándolos
al principio de generalidad ; y por el otro, la de promover, m ediante
concesiones te mpora les de privilegios y recompensas de estímulo, lo
conducente a la prosperidad del país, la promoción de la industria y el
establecimiento de nuevos emprendimientos de tal naturaleza. Dichas
5.2.1. L a in t u r p r u t a c ió n e s t r ic t a
a favor de¡ que U lula el p rim ero da los preceptos citados, pues, a diferen
cia de lo que acontece con las leyes fiscales, las normas de p ro m o ció n y
fo m e n to qae en con secu en cia de aquél se dicten, tienden a c u m p lir en
form a más inmediata un fui del Estado».
En ar m o n ía con el c r i t e r i o refe rid o en el p árrafo precedente, la
Corte S u prem a de Justicia de la N ac ión, en la causa «F ia t C o n co n l
5.A.I.C. v. A d m in istra ción N a cio n a l de Aduanas» (43), sentencia del 25
de junio de 1985, reiterando conceptos vertidos en anteriores pronun
ciamiento:;, dejó establecido que en materia promocional es necesario
interpretar el régimen en su conjunto « y atender a los fines que se p riv i
legiaron en oportunidad de su creación, lo cual excluye que se utilicen c ri
terios de exclusivo con ten ido fiscal p o r no haber sido éste el m ó v il que lo
inspiró, sino que, p o r el contrario, aquél trasunta la existencia de p rop ósi
tos parafiscales (¡'a llo s: 300:1027), consistentes en crear y m antener las
co n d ic io n e s necesarias para d ar seguridad al desarrollo in d u s tria l del
país» (v. Considerando 4.°).
Igual tem peram en to fue reiterado por el Alto Tribunal in re: « M a -
doni y M oretti S.C .A .» (44), sentencia del 19 de diciembre de 1986, en la
cual por remisión al dictam en del Ministerio Público, dejó sentado que
las normas que estatuyen beneficios de jrárácter fiscal deben interpre
tarse en forma tai que el propósito de la ley se cumpla de acuerdo a los
principios de una razonable y discreta interpretación, lo que vale tanto,
c o m o admitir que las exenciones tributarias pueden resultar del indu
dable propósito cíe la norma o de su necesaria implicancia, ya que en
este caso, si bien el Organismo Recaudador deja de percibir una parte
del tributo, ello es con secuencia de una valoración del legislador en
e je rc ic io de la «fis c a l p ó lic e » qu e ha con sid erad o más útil, desde el
punto de vista ec onó m ic o y social, la promoción de determinadas acti
vidades, en com paración con el sacrificio materializado en la m erma en
la percepción de :;us rentas impositivas.
6. CONCLUSIONES
(4 3 ) Fallos:' 307:9)3.
(4 4 ) Fallos: 308:2 554.
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7.“ Así entonces, deberá tenerse presente que, con form e a E nri
que G. Bulii Goñi, en nuestra República «existe un programa con sti
tucional, que no es previo n i externo a la Constitución, sino que está
dentro de ella, y que en una inteligencia dinámica acompaña a la vida
(4 6 ) P a r e jo Ai.FON'SO, Lu cia n o : C o n s titu c ió n y valores itel ord ena m iento, E d ito ria l
C entro de E stadios fU.m ón A reces, S.A., M adrid, 1991.
<47) L is a r c s Quintama, S ecu ndo V.: Regina para la interpretación con s titu cio n a l según
la doctrina y la jurispruduncia. E d ito ria l Plus Ulira, ftuenos Aires, 1987, pp. 47 y ss..
(48) L ejeunu V a l c Arc e l . E m e s io , o b . cu, en rvQia 45, p. 180.
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