Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Hostelería
y Turismo
Temario
Volumen II
Hostelería y Turismo
Servicios que Editorial MAD
pone a tu disposición
CAMPUS T12 El mejor complemento para tu formación
Campus T12 es un espacio en Internet exclusivo para los clientes de Editorial MAD al que
podrás acceder de forma GRATUITA si has adquirido todos los volúmenes del Temario.
En Campus T12 encontrarás:
www.oposicion-secundaria.com
Y mucho más....
www.eduformaonline.com/portal/profesores
Hostelería
y Turismo
Temario
Volumen II
Lourdes Olmos Juárez
Profesora de Enseñanza Secundaria de Hostelería y Turismo.
Diplomada en Turismo.
Licenciada en Ciencias del Trabajo.
Preparadora de oposiciones para el cuerpo de Profesores de Enseñanza
Secundaria, especialidad Hostelería y Turismo.
Los autores
A nuestros alumnos, los protagonistas
de nuestro trabajo.
Índice
Tema 17. Marketing turístico. Diferenciación del marketing de productos del mar-
keting de servicios. Justificación de las fases de conceptualización, estructuración,
comercialización y prestación en la creación de un servicio. Aplicación en hostelería
y turismo ......................................................................................................................................... . 13
Tema 18. La aplicación del sistema de “servucción” a las empresas y entidades de
hostelería y turismo: justificación de la aplicación del sistema de “servucción” en las
empresas y entidades de servicios. .......................................................................................... 39
Tema 19. Planificación estratégica y plan de marketing en las empresas de hoste-
lería y turismo: justificación de la utilidad del plan de marketing. Peculiaridades del
plan de marketing según el tipo de empresa o entidad del sector. ................................. 63
Tema 20. Marketing operacional y markerting “mix” en el sector de hostelería y
turismo. Definición de marketing operacional y caracterización de las variables. Ins-
trumentos de comunicación según tipo de empresa o producto del sector. ................ 85
Tema 21. Gestión y control de calidad en las empresas de hostelería y turismo.
Sistemas aplicables en el sector. Peculiaridades de la gestión integral de la calidad
en las empresas y entidades del sector. Relación entre calidad de servicios propios
y ajenos y satisfacción del cliente. ............................................................................................ 115
Tema 22. El marketing interno en las empresas de hostelería y turismo. Plan de
marketing interno. Utilidad de los manuales de empresa. ................................................. 139
Tema 23. El subsector de restauración gastronómica: estimación del peso econó-
mico actual y previsiblemente futuro en España y en la Unión Europea. Análisis de
la evolución y tendencias en la oferta y demanda. Oferta y demanda de empleo en
España. Clasificación de los establecimientos de acuerdo con sus características,
procesos básicos, ofertas, clientela y normativa aplicable. ............................................... 159
Tema 24. El subsector de industrias de pastelería y panadería artesanales: es-
timación del peso económico actual y previsiblemente futuro en España y en la
Unión Europea. Análisis de la evolución y tendencias en la oferta y demanda.
Oferta y demanda de empleo en España. Clasificación de los establecimientos del
subsector de acuerdo con sus características, procesos básicos, ofertas, clientela
y normativa aplicable. ............................................................................................................... 181
Tema 25. Procesos y estructuras de los establecimientos y/o áreas de restauración.
Procesos de elaboración y/o servicio de elaboraciones culinarias y bebidas. Insta-
laciones, equipos y maquinaria. Comparación de establecimientos de restauración
gastronómica comercial y colectiva. Instrumentos de control de calidad. .................... 197
Tema 26. Procesos en los establecimientos de pastelería y/o panadería artesana-
les. Procesos de elaboración de productos de pastelería, heladería y panadería ar-
tesanales. Instalaciones, equipos y maquinaria. Comparación de establecimientos
de pastelería y panadería artesanales. Instrumentos de control de calidad. ............... 223
Tema 27. Investigación de mercados en los sectores de la hostelería y turismo. Im-
portancia como instrumento de planificación. Selección y segmentación de merca-
dos, métodos y técnicas. Fuentes de información de hostelería y turismo. Métodos
de obtención de información. ..................................................................................................... 245
Tema 28. Oferta de servicios en empresas de restauración gastronómica y de pas-
telería y panadería artesanales: definición de un concepto empresarial. Definición
de públicos objetivos en estos subsectores. Definición de ofertas de servicios. ......... 269
Tema 29. Composición, adaptación y aspecto físico de ofertas gastronómicas.
Tendencias alimentarias en la sociedades occidentales. Análisis comparativo de
menús, cartas y otras ofertas gastronómicas. Elaboración y adaptación de ofertas
gastronómicas. Sistemas de rotación. Presentación de los distintos tipos de ofertas
gastronómicas. Aplicación de las técnicas de “merchandising”. ..................................... 297
Tema 30. Alimentación y nutrición: grupos de alimentos y su caracterización. Prin-
cipios inmediatos. Composición nutricional y calórica de los alimentos. Estados ca-
renciales del organismo. .............................................................................................................. 317
Tema 31. Nutrición y dietética: relación entre grupos de alimentos, nutrientes que
los componen y necesidades energéticas, funcionales y estructurales del organismo
humano. Aplicación de los principios dietéticos en la elaboración de ofertas gastro-
nómicas. Elaboración de dietas según colectivos. ............................................................... 345
Tema 32. Gastronomía española: evolución y tendencias actuales. Tradiciones cu-
linarias. Principales productos y elaboraciones por zonas. ................................................ 377
Tema 33. Los vinos españoles. Geografía vinícola. Denominaciones de origen. Me-
todología para el análisis sensorial de los vinos. .................................................................. 403
Tema 34. Gestión y control de almacenes de alimentos y bebidas: métodos utili-
zados para identificar necesidades de aprovisionamiento de géneros culinarios y
bebidas y efectuar solicitudes de compra. Sistemas y procesos de recepción de
géneros, almacenamiento, distribución interna y control y valoración de inventarios
de géneros culinarios y bebidas................................................................................................. 429
Tema 35. Evaluación de costes, consumos y productividad en las empresas de
restauración gastronómica y de pastelería y panadería artesanales. Estructura de
costes y margen bruto. Métodos para la determinación de costes. Métodos para la
determinación, imputación, control y evaluación de consumos. Análisis de niveles
de productividad en estos establecimientos. ......................................................................... 461
Tema 36. Precios y control de ventas en los subsectores de restauración gastro-
nómica y pastelería y panadería artesanales: política de precios como variable del
marketing operacional. Técnicas para la asignación de precios a los distintos com-
ponentes de las ofertas gastronómicas. Métodos para evaluar las ventas. ................. 487
Tema
17 Marketing turístico.
Diferenciación del
marketing de productos
del marketing de servicios.
Justificación de las fases
de conceptualización,
estructuración,
comercialización y
prestación en la creación
de un servicio. Aplicación
en hostelería y turismo
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
2. MARKETING TURÍSTICO
2.1. Concepto de marketing turístico
2.2. Evolución del marketing
2.3. Variables del marketing
2.3.1. Variables incontrolables
2.3.2. Variables controlables
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, se ha dicho que las empresas del sector de la hostelería y el turismo,
por ser empresas de servicios, si se comparan con las empresas que comercializan bienes
tangibles, han aplicado en menor medida las técnicas del marketing.
En la actualidad no es esa la tendencia, basta con asistir a cualquier feria turística de
las muchas que se celebran a lo largo de toda la geografía mundial y comprobar las nume-
rosas actuaciones de marketing desarrolladas por las organizaciones participantes (degus-
taciones de platos típicos de los destinos, catas de vino, espectáculos, ruedas de prensa,
entrega de material promocional –folletos, guías de viaje, camisetas, pañuelos, bolsos de
viaje, abanicos, material de oficina, material informático, etc.–), o visitar las webs de las
empresas y destinos turísticos, para comprobar la orientación hacia el consumidor que tie-
nen todos ellos, en aspectos tales como la segmentación del mercado por productos (por
ejemplo, la cadena Sol Meliá con sus hoteles de ciudad –marca Tryp Hoteles–, sus hoteles
de playa –marca Sol Hoteles–, sus grandes establecimientos tipo resorts –marca Paradisus
Resorts– y otros más), o las diferentes estrategias de precios utilizadas en función de la
temporada y la demanda… Son sólo algunos ejemplos de cómo el marketing se ha instau-
rado en el sector de la hostelería y el turismo.
Ahora bien, por la peculiaridad de estas empresas, por ser empresas de servicios, la apli-
cación de las técnicas de marketing difiere de la de los mercados de productos tangibles.
Sobre estos contenidos trata el siguiente tema. Empezaremos por definir el concepto de
marketing aplicado al sector turístico, analizando una evolución del mismo, para después
profundizar en el estudio comparativo del marketing en ambos mercados, el de productos
tangibles y el de servicios, concretamente, el sector de la hostelería y el turismo. Por último,
se desarrollará el proceso seguido desde la conceptualización de un servicio en el sector de
la hostelería y el turismo, hasta el disfrute del mismo por el cliente, esto es, la prestación
del servicio, ya que se trata de un proceso que dista bastante del seguido para la creación
de bienes tangibles y el disfrute de los mismos por parte del cliente.
2. MARKETING TURÍSTICO
HOSTELERÍA Y TURISMO 15
Volumen II.
Por lo tanto, y sobre la base de las tres definiciones, podemos afirmar que el marketing
persigue identificar las necesidades de los clientes, para ofrecerles aquel producto o servi-
cio que mejor las satisfaga, de manera rentable para la empresa u organización que ofrece
el producto o servicio.
De lo anterior, podemos concluir que el marketing tiene una doble función satisfactoria:
– Por un lado, satisface las necesidades de los consumidores, ya que la empresa
investiga profundamente cuáles son y diseña productos acordes a las mismas (el
cliente tiene lo que quiere).
– Por otro, la empresa satisface sus necesidades lucrativas, siempre que opere desde
una perspectiva rentable (la empresa tiene lo que quiere).
Para terminar con este epígrafe, deberíamos explicar qué es el marketing turístico, pues
hasta ahora sólo hemos definido el concepto de marketing, aplicable a cualquier sector de
la economía.
Muñoz Oñate (1994) resalta las grandes diferencias que tiene el marketing en turismo
respecto al marketing en otros sectores, derivadas, en primer lugar, por pertenecer al sector
servicios (y las dificultades consecuentes en la comercialización de los mismos), y en se-
gundo, de las características del mundo del turismo (estacionalidad, diversidad de agentes
públicos y privados, diversidad de empresas…).
Para dar una definición de marketing turístico, y siguiendo a la gran cantidad de auto-
res, empecemos por definir qué es turismo.
La Organización Mundial del Turismo lo ha definido como:
Las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos
al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines
de ocio, por negocios y otros motivos.
Lo que incluye actividades de empresas de alojamiento, restauración, transporte, inter-
mediación, organizadoras de actividades de ocio, deportivas, etc.
Por tanto, todas las actuaciones que lleven a cabo este tipo de empresas con la fi-
nalidad de conocer las necesidades de los consumidores para diseñar productos que las
satisfagan mejor que sus competidores, y así conseguir los objetivos de rentabilidad de la
organización, estarán encuadradas en el concepto de marketing turístico.
Ahora bien, todo aquel responsable del marketing en una empresa turística, habrá de
tener una formación específica en la aplicación del marketing en este sector, pues pecu-
liaridades como la estacionalidad de la demanda, la intangibilidad del servicio, o la intensa
relación personal cliente-empleado, hacen que la aplicación de los principios de marketing,
difiera de la de otros sectores.
En los siguientes epígrafes se van a analizar dichas peculiaridades, y se van a recoger
las soluciones que, tras años de investigación, han ido aportando los distintos autores del
marketing en servicios y del marketing turístico.
Siguiendo a Iglesias Tovar (2000), las etapas en la evolución del marketing son las
siguientes:
– Etapa de orientación hacia la producción.
– Etapa de orientación hacia la venta.
– Etapa de orientación hacia el consumidor.
Analicémoslas ayudándonos de un sector ejemplar, el del automóvil (después se hará
del mismo modo con el sector turístico).
El autor explica la etapa de orientación a la producción del siguiente modo: durante
gran parte del siglo XIX y principios del siglo XX, hubo un gran crecimiento de la actividad
económica, derivado de los avances tecnológicos experimentados, de manera que se podía
producir mucho a un coste bajo, además, se desarrollaron nuevos sistemas de producción,
como la producción en cadena; esto sumado a un colectivo de consumidores ansiosos por
comprar, hizo que la demanda superase a la oferta, y así, la obsesión de las empresas se
centrase en producir y producir, pues se trataba de una etapa en lo que todo tenía salida.
En el sector del automóvil, había un número reducido de empresas productoras, y una gran
cantidad de consumidores sin automóvil y deseosos de adquirir uno de ellos. Por lo que
las empresas tenían mucho mercado para crecer, y su orientación era únicamente hacia la
producción (todo lo que se producía, se vendía).
Conforme va pasando el tiempo, son más los empresarios que, ante el crecimiento
espectacular de algunas empresas, se animan a incorporarse en estas actividades, por lo
tanto la oferta va creciendo; sin embargo, la demanda de los consumidores se va estabili-
zando ya que, poco a poco, han ido adquiriendo los nuevos productos, y el ansia por com-
prar se ha frenado bastante. En esta etapa, la relación oferta-demanda ya no es como en la
anterior, sino que está más igualada, lo que obliga a las empresas a cambiar su orientación
de una obsesión productora a una mayor atención a la venta, es decir, a destinar esfuerzos
(que hasta entonces no eran necesarios) a conseguir que se produzca esa venta. Algunas
de las actuaciones que llevan a cabo son, por ejemplo, la mejora de sus productos o la
formación del personal en técnicas de venta. Ésta es la etapa de orientación hacia la venta.
En el sector del automóvil, las familias poco a poco adquirieron uno, ya no era el “boom” de
la compra de coches, así que las empresas tenían que preocuparse algo más por intentar
“vender” y no sólo por “producir”; por ejemplo, las empresas formaban a sus equipos de
vendedores en técnicas de venta, de atención al cliente, de negociación, etc.
Y el tiempo sigue pasando, y el mercado sigue cambiando. Cada vez son más las em-
presas que se incorporan, y los consumidores no crecen al mismo ritmo, hasta que se llega
a una situación en la que la oferta supera a la demanda. En este momento las empresas
tienen que luchar entre sí para hacerse con los clientes, el entorno es duro y hay una única
solución para sobrevivir en el mercado, mirar hacia él. Es la etapa de orientación hacia el
consumidor (también llamada de orientación al marketing). Se caracteriza porque las em-
presas investigan las necesidades de sus consumidores a fin de diseñar productos capaces
de satisfacerlas y conseguir, en primer lugar, captar clientes, y en segundo, fidelizarlos. Éste
es el concepto actual de marketing y la etapa en la que nos encontramos. En esta etapa
ya sí se puede hablar de investigación del mercado, de segmentación de clientes, etc. En
el ejemplo del sector del automóvil, las empresas han investigado las necesidades y, como
consecuencia, ya no ofrecen un único modelo de vehículo para todos los consumidores,
sino que han detectado diferentes necesidades, para las que han diseñado distintos pro-
ductos. Ahora sí podemos hablar de gamas de vehículos que casi todas las firmas ofrecen:
un coche pequeño, con un coste más bajo, con un diseño deportivo, 3 puertas, para un
HOSTELERÍA Y TURISMO 17
Volumen II.
colectivo que demanda ese producto, esto es, la gente joven (Clio de Renault, C3 de Ci-
troën, Focus de Ford, Ibiza de Seat o A3 de Audi); un vehículo amplio, donde tenga cabida
toda la familia, las mascotas, el equipaje, aparece así, el monovolumen (Scenic de Renault,
Picasso de Citroën o Meriva de Opel); un vehículo amplio, elegante, de gama alta, para un
cliente de cierta edad, que no se conforma con cualquier vehículo, y quiere clase y distin-
ción (Passat de Volkswagen, Laguna de Renault o Audi A6 de Audi), o un vehículo resistente
para hacer rutas por el medio rural (los vehículos 4 x 4 ofrecidos por toda las compañías
automovilísticas), o los más fuertes y resistentes de todo el mercado, los comerciales (ve-
hículos industriales de cualquier compañía), etc.
Aunque, algunos autores ya hablan de una cuarta etapa, derivada de algunas ten-
dencias actuales de los mercados, como la preocupación de la sociedad en general por
la conservación del planeta, por la no contaminación, por la preservación de los espacios
naturales, en definitiva, por el desarrollo sostenible, o la preocupación de los consu-
midores porque las empresas se orienten a la sociedad, a los colectivos marginados
y excluidos, etc. Es la etapa de orientación al entorno (las empresas fijan objetivos ya
no sólo económicos, sino también medioambientales, de carácter social, cultural, etc.,
un ejemplo, son las fundaciones de las cajas de ahorros, como la Fundación La Caixa,
con su obra social, sus proyectos culturales, medioambientales…). También en nuestro
sector del automóvil detectamos estos cambios, ya que las empresas de vehículos se
preocupan más por diseñar motores de bajo consumo, que contaminen menos, más
silenciosos, etc.
Como podemos ver, la evolución de la función comercial en las empresas, es decir, de
la función de marketing, se ha desarrollado según las necesidades que han ido encontran-
do las mismas a lo largo de la historia, y es que, así lo dice Muñoz Oñate (1994):
El marketing ha nacido como una necesidad, la que tenía el comercio tradicional, y funda-
mentalmente las empresas, de adaptarse a las mutaciones económicas y necesidades de
consumo que se han desarrollado en los dos últimos siglos, y que han quitado la preeminen-
cia que la empresa, como productora, disponía ante el comprador.
Hecho este repaso por la historia del marketing, deberíamos ahora hacer lo mismo
pero con la evolución en la aplicación del marketing en el sector turístico. Como se
observará, las etapas son idénticas, se ha pasado de una orientación a la producción,
a una orientación al entorno (hoy aún muy temprana), y es que, todos los sectores de
la economía, por diferentes que sean, suelen atravesar las mismas etapas, ya que los
comportamientos de los consumidores son paralelos, y éstos pasan de no conocer el
nuevo producto, a desearlo y adquirirlo de forma masiva, para después estabilizarse esa
demanda, y ser poco a poco más exigente y, a las empresas no les queda más remedio
que seguir a los consumidores, si quieren mantenerse en el mercado. Veamos pues la
evolución del marketing turístico.
En un primer momento de desarrollo del turismo, el consumidor era totalmente inex-
perto, no había viajado nunca, tampoco se había alojado en hoteles, o comido en restau-
rantes, por lo que las empresas no tenían que preocuparse por investigar necesidades,
por segmentar, ni nada parecido. Era una etapa en la que la demanda turística superaba
con creces a la oferta (tanto desde el punto de vista de empresas como desde el de desti-
nos). En nuestro país, el principal objetivo de los empresarios turísticos también era “pro-
ducir mucho”, llenar cuantas más habitaciones pudieran, recibir cuantos más comensales
mejor, etc. Para conseguirlo, se ofrecía el tradicional sol y playa, lo que provocaba que la
oferta turística que se encontraba en las costas españolas fuese toda ella muy parecida y
considerablemente indiferenciada. Ésta es la etapa de orientación a la producción.
HOSTELERÍA Y TURISMO 19
Volumen II.
HOSTELERÍA Y TURISMO 21
Volumen II.
conocer, en primer lugar, a ellas mismas (los turistas no tienen por qué saber que
existen), pero por otro lado, han de dar a conocer sus productos y las ventajas que
conlleva su consumo para los consumidores.
Imaginemos un empresario que decide crear una empresa que se dedique a la comer-
cialización de “cruceros chill out” que salgan del puerto de Málaga, los cuales consis-
ten en realizar una corta ruta en catamarán por el mar, llegando hasta alta mar para
después navegar próximo a la costa, y así poder disfrutar de las vistas de la ciudad (la
Catedral, la Alcazaba, el Castillo de Gibralfaro, la plaza de toros de la Malagueta, etc.),
mientras que un músico toca el saxo acompañado de música de fondo. Además, al
cliente se le da la posibilidad de tumbarse en unas colchonetas durante el trayecto y
se le invita a un refresco. El precio del trayecto es de 12 euros. La idea parece total-
mente novedosa, parece que va a ser todo un éxito. Para ello, el empresario realizó
profundas investigaciones comerciales para conocer las necesidades del cliente, sus
gustos, lo que estaría dispuesto a pagar por un servicio así, etc. A raíz de dichas inves-
tigaciones, el empresario detectó que la música chill out estaba de moda, que había
un hueco en el mercado por explotar, así como el precio medio que el cliente pagaría
por tal servicio. Pero lamentablemente, una vez iniciada la actividad, el empresario
se da cuenta de que está fracasando, no vende nada, apenas 2 ó 3 viajes al día, lo
cual no le permite rentabilizar la inversión, ¿dónde está el problema? Posiblemente, el
empresario ha olvidado una de las variables del marketing, la comunicación. El turista
que visita Málaga no tiene por qué saber que ese empresario ofrece ese producto en
concreto. Por tanto, si quiere que su idea de negocio sea redonda, habrá de realizar
acciones de promoción, tales como la distribución de folletos informativos en los
puntos de contacto con los turistas (oficinas de información, agencias de viajes, em-
presas de alojamiento, terminales del aeropuerto, etc.). Para terminar con el ejemplo,
y recordando que el marketing mix busca la combinación de las cuatro variables, si
quisiera conseguir mejores resultados aún, quizá debería plantearse una estrategia
de distribución indirecta, es decir, venderse a través de alguna agencia de viajes y
concederle una comisión determinada por las ventas realizadas.
HOSTELERÍA Y TURISMO 23
Volumen II.
HOSTELERÍA Y TURISMO 25
Volumen II.
En consecuencia, las estrategias del marketing turístico deben tratar de superar las
dificultades derivadas de la intangibilidad y aprovechar las ventajas de la relación directa y
personal con el cliente. Las acciones para conseguir esto y, de nuevo partiendo de lo ex-
puesto por Santesmases Mestre (2000), pueden concretarse en las siguientes:
a) Tangibilizar el servicio. Se ha de desarrollar una representación tangible del servi-
cio, es decir, un elemento material que lo haga visible y palpable, que se identifique
con el servicio aunque propiamente no lo sea. Así se le puede asociar un elemento
con el que se le identifique, algo que sea de fácil percepción por el usuario y que sea
representativo de la calidad del mismo o de los beneficios que reporta. Por ejemplo,
una carpeta de diseño atractivo y práctico para contener los servicios vendidos por
una agencia de viajes. Estos tangibles deben mostrar la calidad del servicio, debien-
do dejar además en la prestación del mismo “evidencias tangibles”, es el caso de
una tarjeta de buenas noches y del caramelo en la almohada en los hoteles, o del
aperitivo que algunas compañías de transporte ofrecen a sus clientes, o de la gorra
promocional que una empresa de deportes de aventura entrega. Estas “evidencias
tangibles” sirven para decir o recordar al cliente lo que se está haciendo por él, y que,
además, se hace bien. En este contexto, el soporte físico (el conjunto de instalacio-
nes y materiales empleados para la prestación de un servicio), es clave, ya que se
pueden destinar grandes recursos al mismo para hacerlo más atractivo al cliente.
b) Identificar el servicio. Otra forma de tangibilizar el servicio es mediante su aso-
ciación a marcas, instalaciones, símbolos o personas que tienen una imagen o
representación mental clara para el cliente y que es fácilmente diferenciable de
la competencia. Es el “Curro” de Viajes Halcón o la “M” y los locales con idéntica
decoración de Mc Donald. Otro ejemplo puede ser la ya pasada campaña de Viajes
Marsans apoyada en el presentador de televisión Ramón García, persona próxima
al gran público y de confianza para un amplio sector de la sociedad española.
c) Fijar el precio en función del valor recibido. Esta estrategia parte de relacionar
con claridad el precio que pagan los clientes con las ventajas que recibe éste. La
estrategia de determinación del precio de los servicios según Berry y Yadav (1997),
citado en Santesmases Mestre (2000), debe estar basada en la satisfacción, las
relaciones y la eficiencia. Todo ello se conocerá a través de una profunda investiga-
ción comercial.
d) Realizar una venta cruzada. Consiste en ofrecer simultáneamente dos o más pro-
ductos, generalmente complementarios, en un “paquete” a un precio global inferior
a la suma de los precios de cada uno de los productos por separado. Así se anima
al cliente a consumir más y la empresa se evita perder una venta irrecuperable (re-
cordemos la caducidad de los servicios). Por ejemplo, la compra de un viaje com-
binado resulta más económica para un cliente que si comprase de forma aislada
el mismo viaje en avión, el mismo alojamiento, el mismo seguro y el mismo guía; o
las empresas de alojamiento que ofrecen servicios adicionales (restauración, spa,
gimnasio…) y practican descuentos especiales para los clientes alojados, lo que
anima a su clientela a consumir otros servicios además del de alojamiento, y así, la
empresa evita la pérdida de venta de los mismos, es decir, corrige su caducidad.
e) Utilizar medios de promoción personal. La característica de inseparabilidad de
los servicios puede ser explotada convenientemente si la promoción se apoya en la
venta personal (que implica proporcionar un trato amable, saber escuchar al clien-
te, suministrar información, servicio post–venta...) y en los medios de comunica-
ción personales (visitas personales, atenciones a clientes, uso de prescriptores...).
HOSTELERÍA Y TURISMO 27
Volumen II.
1
Sistema por el que el cliente al hacer la entrada al hotel firma (al mismo tiempo que la tarjeta de registro) un
impreso de formato parecido donde autoriza al hotel a cargar el importe total de la factura bien a su tarjeta
de crédito, bien a la empresa. De esta forma, a la hora de la salida, sólo debe dejar la llave en el mostrador
y no esperar a que le emitan factura, ya que ésta se emitirá con cargo a la tarjeta utilizada o a la empresa.
Es un sistema ágil tanto para el cliente como para el hotel.
HOSTELERÍA Y TURISMO 29
Volumen II.
Para nuestro hotel que hemos tomado como ejemplo, podríamos definir un nuevo concep-
to de servicio turístico, el servicio de animación nocturna. Hasta ahora, nuestro hotel ofrecía
animación diurna, sobre todo enfocada al colectivo infantil, pero ahora, después de escuchar
las sugerencias de sus clientes, investigar las actuaciones de sus competidores más cercanos,
etc., decide crear este nuevo tipo de servicio para satisfacer aún más a su clientela, así como
para incrementar los ingresos del negocio gracias a las consumiciones que se realizarán duran-
te las actuaciones nocturnas que formarán parte del servicio que se quiere crear.
En esta primera fase, la definición del concepto del nuevo servicio sería la siguiente:
servicio consistente en actividades de animación nocturnas (deportivas, culturales y demás
actividades recreativas), que se prestará en las instalaciones del hotel.
Como decía antes, hasta ahora lo único que se ha hecho es gestar la idea. Ya se sabe
qué se quiere hacer, por lo tanto, los siguientes pasos irán encaminados a dar forma a eso
que aún es demasiado abstracto y nada concreto. Para terminar con la fase de definición del
concepto, hagámoslo con una recomendación que da Chias (2004), a la hora de crear el
concepto de un nuevo servicio; además de dejar clara la idea de “lo que se quiere hacer”, he-
mos de especificar también “lo que no se quiere hacer”, es decir, qué no queremos que sea
el nuevo servicio que se va a crear, ello ayudará a delimitar la idea de ese nuevo servicio, lo
que nos facilitará el desarrollo de las fases siguientes en la creación del servicio. En nuestro
ejemplo, en la definición del concepto del nuevo servicio de animación nocturna, podríamos
decir que no queremos que sea un servicio que vaya a incrementar el coste del alojamiento
para nuestro cliente, ni que sea percibido por éste como un aumento de los precios del esta-
blecimiento, sino como una elevación de la calidad y de los servicios ofrecidos.
2
Para más información de todo lo relativo a la segmentación y elección de un público objetivo, el lector puede
consultar el tema 27 de este mismo temario.
HOSTELERÍA Y TURISMO 31
Volumen II.
además de otros menos prioritarios, ya que en muchos casos el número de públicos objeti-
vos puede ser elevado, pero es necesario determinar los prioritarios, porque desde nuestro
conocimiento de los mismos se podrá facilitar la estructuración posterior del servicio.
Volviendo con nuestro ejemplo, el hotel debería definir el público objetivo de su nuevo
servicio. Éste estaría formado por aquellas familias, que eligen para sus vacaciones ho-
teles de playa, que ofrecen servicios de ocio para padres e hijos, de manera que toda la
familia pueda disfrutar de los mismos y, lo que es aún mejor, mientras los padres asisten
a las actividades preparadas para ellos, no tienen que estar al cargo de sus hijos pues
para éstos también hay diseñadas actividades de animación paralelas. En caso de que el
hotel optase por definir un segundo tipo de público objetivo, es decir, diferenciar entre un
prioritario y un no prioritario, podríamos incluir en el segundo grupo a aquellas parejas sin
hijos que frecuentan hoteles de costa, y que igualmente demandan actividades de ocio
nocturnas.
– Servicio complementario, que son aquellos servicios que no son necesarios para
prestar el servicio básico, pero que se van a incorporar para incrementar el valor de
éste, aunque no son intrínsecos del servicio principal. En el ejemplo, servicios como
los de restaurante, salas de reuniones, salas de fiestas…
El ejemplo planteado del servicio de animación nocturna dentro del establecimiento
hotelero sería un servicio complementario, que habría que combinar, coordinar y estructurar
en relación con los servicios ya existentes en el establecimiento hotelero.
4.2.2. La servucción
Será en este momento cuando se definan determinados elementos relacionados con
la servucción del servicio. La servucción3, según Eiglier y Langeard (1996), es la produc-
ción aplicada al mundo de los servicios. Los autores la definían, como: “la organización
sistemática y coherente de todos los elementos físicos y humanos de la relación cliente-
empresa necesaria para la realización de una prestación de servicios cuyas características
comerciales y niveles de calidad han sido determinados”. Para los autores, la producción
de intangibles, difiere de la producción de tangibles, es decir, los procesos seguidos en la
creación de un producto tangible, la relación de la empresa de tangibles con el cliente, las
instalaciones empleadas en la creación de tangibles, así como otros elementos que inter-
vienen en ese proceso, son necesariamente diferentes a los del proceso de creación de un
servicio, es por esta razón por la que adoptaron el neologismo “servucción” para referirse a
ese proceso que dista del de creación de tangibles.
Pues bien, en esta fase de estructuración, nuestro cometido será el de determinar
cómo serán los elementos de la servucción del servicio que estamos creando. Si seguimos
con nuestro ejemplo del hotel, y su nuevo servicio de animación nocturna, es ahora cuando
vamos a concretar todos los aspectos de esa idea. Veamos un breve ejemplo de los pará-
metros que se abordarían:
– Personal en contacto, esto es, los trabajadores de la empresa responsables de pres-
tar el servicio; en este caso sería el equipo de animadores actual, apoyado por otros
de nueva contratación, con experiencia en la organización de actividades de animación
nocturna. En este apartado podríamos determinar también, aspectos relacionados con
la imagen de nuestro personal de animación, por ejemplo, un posible uniforme.
– Soporte físico, referido a todas las instalaciones y materiales que se emplearán en
la prestación del servicio. Deberíamos hacer una previsión de los espacios físicos
en los que se desarrollarían las actividades (en el espacio de la piscina los espectá-
culos para adultos, en el salón de usos múltiples y en las pistas deportivas tendrán
lugar las actividades infantiles) y de los materiales necesarios (disfraces, escenario,
equipo de sonido, equipo de luces, etc.).
– Clientes, ya que éstos van a formar parte del proceso de prestación, hemos de
incluir un apartado en el que definamos su participación, o sea, el papel que tienen
en el proceso. En nuestro ejemplo del hotel, dependiendo de la actividad, variaría,
siendo activo en el caso de realizar juegos nocturnos, bailes, fiestas de disfraces,
etc., o siendo pasivo, si se trata de la proyección de una película, de un concierto,
de un espectáculo de fuegos artificiales, etc.
3
Para más información el lector puede consultar el tema 18 de este mismo temario.
HOSTELERÍA Y TURISMO 33
Volumen II.
van a determinar todo lo que se decida en cuanto a la creación y prestación del servicio, por
lo que, para fijar el precio de esos aperitivos y bebidas, observaremos el tipo de cliente con el
que trabajamos y, si se trata de familias de clase social media, lo lógico sería fijar precios de
mercado, si queremos que nuestra idea funcione y tenga un éxito prolongado.
En lo que se refiere a la intermediación, las empresas han de decidir cómo venderán su
servicio, si lo harán por medios propios (de forma presencial, a través del teléfono, a través de
Internet, venta por catálogo, etc.), o si se apoyarán en canales de distribución para llegar a un
mayor número de clientes (aunque ello le suponga renunciar a una pequeña parte del benefi-
cio obtenido). En el ejemplo de la animación nocturna de nuestro hotel, una forma de distribu-
ción sería, si el departamento organizase una actividad para la que fuese necesario inscribirse
previamente, por ejemplo, una noche temática en la que hubiese una cena de gala, fijar un
procedimiento para este fin en la recepción del hotel o en una “oficina” abierta para estos
menesteres por el departamento de animación en un lugar estratégico del establecimiento.
Por último, con la comunicación, la empresa va a informar a los clientes de su existencia
y de la de su servicio, así como de todos aquellos atributos del mismo que lo hacen atractivo
y que van a provocar su demanda por parte de los consumidores. A veces los empresarios
descuidan esta variable, y es importante que se tenga en cuenta que los turistas no tienen por
qué conocer los servicios ofrecidos por cada empresa, así como las características principales
de cada uno de ellos. En el plan de comunicación se fijarán aspectos como el mensaje que
se quiere transmitir, los medios que se emplearán, el presupuesto de que se dispone, etc. En
el ejemplo del servicio de animación nocturna de nuestro hotel, el mensaje podría pretender
transmitir la idea de diversión y entretenimiento todo el día; los medios serían variados, desde
la publicidad en el lugar de venta (ambientación para determinadas actividades, cócteles de
bienvenida, megafonía, cartelería...), hasta la publicidad exterior en vallas publicitarias, o a
través de anuncios en prensa y radios locales (en caso de que el servicio se ofrezca también a
clientes no alojados en el hotel), además de en los folletos promocionales del hotel, etc.
HOSTELERÍA Y TURISMO 35
Volumen II.
En nuestro ejemplo sería que el cliente consultase la página Web del restaurante para cono-
cer la oferta gastronómica del establecimiento y, posteriormente, llamase para reservar mesa.
Una vez el cliente ha decidido el disfrute del servicio, debe ser sencillo encontrar el esta-
blecimiento para el cliente, por lo que debe existir una señalización adecuada y una primera
impresión correcta, de manera que la comunicación del establecimiento en el sentido de
imagen exterior (fachada, luminosos, iluminación, decoración exterior...) debe ser perfecta.
4.4.3. Acogida
En la prestación del servicio turístico interviene el factor humano, por un lado el personal en
contacto, y por otro, el cliente, básico para que se dé el servicio, ya que si no se encuentra pre-
sente el cliente, lo único que vamos a disponer en una empresa turística es de los instrumentos
materiales (soporte físico) y circunstancias para prestar el servicio, pero no del servicio en sí. Por
ello, lo primero, previamente a prestar el servicio, es la acogida del personal en contacto con el
cliente. Debemos recordar que, como siempre se dice, la primera impresión es lo que cuenta
y tanto la vestimenta, el lenguaje gestual, como el lenguaje oral deben ser los adecuados para
que el cliente se lleve esa buena impresión. Pero no hay que tener en cuenta sólo los elementos
personales, el lugar de la acogida es muy importante y debe ser planificado.
En el ejemplo del restaurante, la acogida va a ser realizada normalmente por el maître
a la entrada del establecimiento, que va a recibir y saludar educadamente a los clientes,
ayudar a dejar los abrigos (si es momento de ello) y acompañarlos a la sala.
4.4.5. Despedida
Una vez se ha desarrollado y terminado el servicio básico, el siguiente paso es la finali-
zación y despedida del servicio, en la que siempre se debe agradecer al cliente la deferen-
cia que ha tenido al escoger nuestra empresa.
En nuestro ejemplo, una vez presentada la factura y abonada por el cliente, sería acom-
pañarlo hasta la salida, despidiéndose educadamente y agradeciendo su presencia.
HOSTELERÍA Y TURISMO 37
Volumen II.
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Las empresas del sector turístico son empresas de servicios. Existen múltiples diferen-
cias entre la naturaleza de un servicio y la de un producto tangible, tales como:
– Su naturaleza intangible.
– Su no transmisión de la propiedad.
– Imposibilidad de almacenaje.
– Imposibilidad de devolución.
– Dificultad en la estandarización de la producción.
– El cliente participa en la “elaboración” del servicio.
– Es el cliente el que se desplaza hacia los servicios.
– Los servicios se venden primero, y después se producen y consumen simultánea-
mente.
– Mayores limitaciones a la producción.
El hecho de que existan estas diferencias implica que el proceso por el que se crean
los servicios tenga que ser diferente de aquel por el que se crean los productos tangibles.
Esto llevó a una profunda reflexión en los años ochenta a dos reconocidos autores, Pierre
Eiglier y Eric Langeard, sobre un proceso de producción diferenciado. Basándose en la
Teoría de Sistemas de Bertanlanffy (1968), denominaron a ese proceso de producción de
servicios de una nueva forma: servucción. Para el diseño de una servucción de calidad de
los servicios turísticos es necesario conocer la gestión de cada uno de los elementos que
componen el sistema. Estos elementos son: el cliente, el personal en contacto, el soporte
físico, el sistema de organización interna, los otros clientes y, el resultante de la interacción
de todos ellos: el propio servicio turístico. La aplicación de un correcto sistema de servuc-
ción será determinante para la consecución de los objetivos empresariales de la empresa
turística. Es lo que se va a desarrollar a continuación.
HOSTELERÍA Y TURISMO 41
Volumen II.
Persona 1 Persona 2
(Profesional) (Beneficiario)
Servicio resultante
(Ruta guiada)
Sería en turismo, por ejemplo, una ruta guiada. En el sistema de tipo uno, los compo-
nentes de base son dos personas: el profesional y el cliente. El tercer elemento, el servicio
(la ruta guiada), es el resultado de la interacción de las dos personas. La persona número
dos (el cliente) es el beneficiario del servicio. La persona número uno es el prestador del
servicio (el guía). Las flechas que unen los tres elementos de base simbolizan las distintas
relaciones, teniendo un carácter recíproco.
Vamos a ver las características de este sistema en función de la participación del be-
neficiario, del impacto y de la calidad del servicio prestado:
– Participación. El beneficiario tiene un papel activo en la producción del servicio.
Esto se produce como consecuencia de la intercomunicación entre el prestador del
servicio y ese cliente.
HOSTELERÍA Y TURISMO 43
Volumen II.
Servicio
(Transporte)
Un ejemplo del sector turístico sería, por ejemplo, el uso de un coche de alquiler sin
conductor a través de la página Web de la empresa de rent a car. En el sistema de tipo dos
los elementos de base son una persona (beneficiario) y un producto (vehículo), siendo el
servicio (desplazamiento) el resultado de esa interacción. Aquí también, como en el tipo
anterior, las relaciones de los tres componentes del sistema son recíprocas. Sin embargo,
al compararlo con el sistema de tipo 1, presenta dos caracteres específicos en cuanto a
la participación del beneficiario, el impacto del servicio prestado y la calidad del servicio
prestado.
– Participación. La única persona implicada en este sistema es el beneficiario. Por ello,
su participación en la producción del servicio es todavía más importante y determinan-
te que en el sistema precedente. Un uso inadecuado del bien (producto) por parte de
este beneficiario supondrá un servicio nulo o negativo. En nuestro ejemplo si no hemos
realizado los trámites a través de la red correctamente (reservas fechas equivocadas,
no realizar el depósito…) nos podría suponer la pérdida de la reserva del vehículo.
– Servicio prestado. La relación entre el servicio resultante (transporte) y la persona
(beneficiario) es básicamente una evaluación de la calidad del servicio derivado
del uso del producto en cuestión (vehículo). Por tanto, al igual que en el sistema
anterior no es nula.
– Calidad del servicio. Ya expusimos en el sistema de tipo 1 que la calidad del ser-
vicio prestado está sujeta a evaluaciones subjetivas. En este caso, la diferencia con
el primer tipo es que la evaluación sólo se realizará por el beneficiario. También, y
a diferencia del sistema precedente, los estándares de calidad son más fáciles de
determinar. En el ejemplo del alquiler de un vehículo sin conductor se podrían es-
tablecer como estándares de calidad, entre otros, los siguientes: entregar el coche
siempre con el depósito lleno de combustible, los vehículos de primera categoría
incluirán formato de reproducción mp3, en verano el coche siempre se entregará a
una temperatura aproximada de 24º centígrados…
Persona 1 Persona 2
(Profesional) (Beneficiario)
En turismo, por ejemplo, el alquiler de limusina con conductor. El sistema de tipo tres
es el resultado de la combinación de los dos sistemas anteriores. Para la producción del
servicio nos harán falta dos personas y un producto (bien). El resultado de la interacción es
el servicio (transporte en limusina). La persona número uno sería el conductor (profesional).
La número dos, el beneficiario (cliente). El tercer elemento sería el bien en cuestión, en
este caso, la limusina.
Este tercer sistema también combina lo relativo a la participación del beneficiario, el
impacto del servicio prestado y lo referente a la calidad. La diferencia más importante la
encontramos en la complejidad de su funcionamiento, ya que como observamos en el grá-
fico, tenemos cuatro componentes y seis relaciones recíprocas.
Las variables, que podrían afectar a la calidad del servicio resultante, son numerosas.
Vamos a examinar esta complejidad a través de nuestro ejemplo: la persona número dos
(el beneficiario) pide a la persona uno (el prestador), que lo traslade, en la limusina (el
producto), a unos lugares determinados:
– La naturaleza de cada uno de los elementos del sistema, así como las característi-
cas propias de cada uno de ellos.
– La intercomunicación entre el beneficiario y el prestador.
– La conducción del profesional.
– El uso adecuado o no por parte del beneficiario de los instrumentos que tiene en el
coche.
HOSTELERÍA Y TURISMO 45
Volumen II.
– Las prestaciones reales de la limusina en relación con las expectativas de cada una
de las personas.
– Las expectativas del profesional con respecto al beneficiario.
– Las expectativas del beneficiario con respecto al profesional.
– Las evaluaciones de las dos personas con respecto al vehículo (producto) y con
respecto al resultado (servicio).
– Las consecuencias de la prestación del servicio sobre el vehículo.
2.6.1. El cliente
El cliente es el consumidor final del servicio. Como hemos visto está implicado en la
fabricación del servicio que se le tiene que prestar. Se puede decir que es el elemento que
da sentido al diseño del sistema de servucción. Su presencia y participación es indispensa-
ble ya que, sin él, el propio servicio no podría existir. Si hay habitaciones de hoteles que no
se ocupan, si tampoco lo hacen las plazas de un determinado medio de transporte, no hay
prestación efectiva del servicio. En el epígrafe tercero abordaremos más ampliamente este
elemento fundamental del sistema.
HOSTELERÍA Y TURISMO 47
Volumen II.
2.6.4. El servicio
El servicio en sí mismo es el objetivo del sistema. Eiglier y Langeard (1996) lo definen como:
La resultante de la interacción entre los tres elementos de base que son el cliente, el soporte
físico y el personal en contacto. Esta resultante constituye el beneficio que debe satisfacer
la necesidad del cliente.
Sistema de
Organización
interno Cliente B
Personal
en contacto
Servicio 2
Relaciones primarias del cliente B con el servicio 2 y con la parte visible de la empresa
FIGURA 5. LA SERVUCCIÓN EN UNA EMPRESA TURÍSTICA. FUENTE: ADAPTADO DE EIGLIER Y LANGEARD (1996).
Este sistema está compuesto, como vemos, por un total de siete elementos principa-
les, a saber:
– Tres elementos que pertenecen a la empresa de servicio: el sistema de organiza-
ción interna, el soporte físico y el personal en contacto.
– Dos elementos pertenecientes al mercado: el cliente A y el cliente B.
– Dos elementos derivados de la interacción de los clientes A y B con los servicios 1
y 2 de la empresa.
De estas interacciones se pueden extraer una serie de conclusiones:
– Tanto el cliente A como el B vienen a conseguir un servicio de la misma empresa.
– El cliente A es el primero en llegar, mientras que el B lo hace en segundo término.
HOSTELERÍA Y TURISMO 49
Volumen II.
– Los dos clientes van a tener el mismo tipo de relaciones tanto con el soporte físico
como con el personal en contacto.
– Entre los clientes se establecerán interacciones porque están físicamente en el
mismo espacio y tiempo para recibir el servicio.
– Algunas de las relaciones indicadas anteriormente pueden influir en la calidad final
percibida con respecto al servicio prestado al otro cliente.
Por ejemplo, si una clienta -A- al ser atendida en una agencia minorista está muy indecisa
del destino a elegir podría ocurrir lo siguiente: que el cliente -B- que espera, si -A- no se decide
en un tiempo que este cliente considere prudencial, el nivel de satisfacción de -B- se va a ver
afectado en parte por el comportamiento de -A-. Además el cliente -B- se puede impacientar
y volverse agresivo hacia -A- o con el personal en contacto, estos se encontrarán a disgusto y
el nivel de satisfacción de todos se reducirá con respecto a sus expectativas.
1 2
3 4
HOSTELERÍA Y TURISMO 51
Volumen II.
Las nuevas tendencias del management pretenden que las distintas servucciones pa-
sen del cuadrante dos al uno, es decir, hacer participar más al cliente en la prestación del
servicio manteniendo una alta implicación del personal en contacto.
HOSTELERÍA Y TURISMO 53
Volumen II.
– Uniformes.
– Funciones y tareas.
– Comportamiento en la atención al cliente.
– Tipos de relaciones en la estructura de la empresa.
– Control sobre el mismo.
– Reconocimientos.
Todo esto va a ser necesario porque el personal en contacto ocupa un lugar crítico: es la
personificación de la empresa a ojos del cliente. Es el elemento más tangible y humanizado
dentro del sistema, al que el cliente se podrá dirigir ya que la empresa y, el propio servicio,
son elementos más intangibles.
CAJA JUSTIFICANTE
ARRAS CENTRAL CARDEX CARDEX
DE DEPÓSITO
Exterior
Se adjunta
a la Consulta y
DOCUMENTO Consulta de toma de datos
DE RESERVAS archivos (cupos,
(Télex, bono, empresas, morosos,
etc.) agencias, etc.)
HOJA DE
RESERVAS (Por fechas
de llegadas)
SI
Toma Confirmación NO
de datos
SOLICITUD SI
DE Existencia
RESERVA de plazas NO Anotación en
Confección un
día antes
RACK DE
MOSTRADOR Asignación de
habitaciones MOSTRADOR
HOSTELERÍA Y TURISMO 55
Volumen II.
HOSTELERÍA Y TURISMO 57
Volumen II.
Siguiendo a Eiglier y Langeard (1996) los problemas relacionados con la gestión del
tiempo se pueden agrupar, básicamente, en tres categorías:
– Determinar el tiempo apropiado, bien sea mínimo, el que estadísticamente se ha
verificado como adecuado para realizar una prestación, o ajustado, que es el que
exige disponibilidad y ritmo lento, como por ejemplo, el de restauración tradicional.
– Precisar si las características del servicio requieren que se realice en un
tiempo estándar o incierto. A medida que el servicio es más complejo la duración
es más incierta.
– Distinguir entre tiempo individual y tiempo grupal. Generalmente, en los pe-
ríodos de espera es donde los clientes están juntos. Estos tiempos son momentos
pasivos que, con el diseño de la servucción se deben activar o reducir. El objetivo
es no desequilibrar la balanza y dedicar menos tiempo a la atención al cliente y a
la prestación del servicio que el tiempo que tiene que esperar.
1 2 3
B - SOPORTE FÍSICO C - FUNCIÓN DEL
PERSONAL EN
A - PARTICIPACIÓN DEL CLIENTE CONTACTO
1 1
2 2
3 3
En primer lugar se realizará un listado con todas las acciones que va a desarrollar el
cliente. Para ello es muy importante la empatía, lo que va a suponer realizar un esfuerzo
por ponerse en lugar de ese tipo de cliente. Estas acciones habrá que ordenarlas cronológi-
camente, y no sólo recogerán la estancia en nuestro establecimiento, sino también los mo-
mentos previos y los posteriores. Si tomamos como ejemplo una comida en un restaurante
supondría anotar desde que el cliente busca un aparcamiento o la ubicación de nuestro
restaurante hasta el momento en el que vuelven a recoger su coche.
En segundo lugar, y una vez realizado ese listado, se procederá a cumplimentar el cua-
dro de la figura 8, de la siguiente forma:
a) En la columna de la izquierda se anotarán, siguiendo el orden cronológico de reali-
zación, todas las acciones de participación de un nuevo cliente, es decir, aquel que
no conoce el servicio que se le va a prestar y la forma de hacerlo. Estas acciones
pueden ser de cuatro tipos:
– Actos intelectuales. Son los necesarios para conocer, por ejemplo, la oferta
del establecimiento, sus precios, etc. Además de estos se incluyen aquellos
otros que el cliente realiza para tomar la decisión previa al consumo del servicio
como por ejemplo el comparar esos precios con otros establecimientos.
– Actos verbales de comunicación. Se producen con el personal en contacto.
Le ayudan al cliente a decidirse por la prestación del servicio: ¿hay mesa libre?;
también para comenzar o hacer progresar un servicio: de primero una ensala-
da...
– Actos físicos. Todos los necesarios para disfrutar de ese servicio: entrar en el
restaurante, beber, comer…
– Actos de espera entre secuencias. Son los tiempos colectivos. Son tiempos
pasivos y recordar que se deben minimizar, por ejemplo el tiempo de espera
para sentarse a comer, o activar.
b) Cumplimentar las columnas del soporte físico y del personal en contacto siguiendo
la cronología de la del cliente e indicando en cada secuencia cuál es el medio ma-
terial (soporte físico) o de comportamiento (función del personal en contacto) que
va a permitir resolver positivamente la acción del cliente.
En relación con la función del personal se anotará la forma de comportarse el per-
sonal con el cliente, bien en respuesta a una demanda que viene del cliente, o bien
para hacer avanzar el servicio. Esto implica actitudes verbales (frases de bienveni-
da, explicación de la carta del restaurante, etc.) o actos físicos (traer la carta del
restaurante, traer los platos, etc.).
En el cuadro de triple entrada se recogerán cinco relaciones diferentes:
– Relaciones de A (cliente) con B (soporte físico). No hay relaciones interper-
sonales. Se producen, por ejemplo, cuando el cliente se pregunta si hay menú
de la casa y comprueba que sí tras ver la pizarra que lo anuncia.
– Relaciones de A (cliente) con B (soporte físico) y con C (personal en con-
tacto). Ejemplo: cuando el cliente está haciendo una petición al maître de la
oferta gastronómica del restaurante.
– Relaciones de A (cliente) con C (personal en contacto). El ejemplo sería
llamar al camarero para que trajera una nueva copa de vino.
– Relaciones de C (personal en contacto) con B (soporte físico). En este
caso sería cuando el camarero pone el vino en la copa y ésta en la bandeja.
– Relación nula. Por ejemplo, cuando come el cliente o hay una secuencia de
espera (ocupar una mesa).
HOSTELERÍA Y TURISMO 59
Volumen II.
HOSTELERÍA Y TURISMO 61
Volumen II.
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
2. LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
3. EL PLAN DE MARKETING
3.1. Etapa Analítica
3.1.1. Análisis interno
3.1.2. Análisis del entorno
3.1.3. Diagnóstico estratégico (análisis DAFO)
3.2. Etapa Estratégica
3.2.1. Definición de objetivos
3.2.2. Fijación de la estrategia competitiva genérica
3.2.3. Diseño de estrategias específicas
3.3. Etapa Operativa
3.4. Etapa de Valoración Económica
3.5. Etapa de Control
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
El constante aumento de la competencia dentro del sector turístico a lo largo de los
últimos años ha sido uno de los factores que ha permitido poner al alcance de una amplia
clase media una serie de servicios que, hasta hace poco, estaban reservados sólo para
unos pocos. Por otro lado, la intensificación de la competencia también ha dado lugar a que
las distintas empresas que operan en el mercado desarrollen estrategias que aumenten su
nivel de competitividad, buscando así una serie de ventajas competitivas que les permitan
operar de una manera más eficiente.
Este incremento en el nivel de competencia justifica por sí sólo la existencia de este
tema, en el que abordaremos dos grandes bloques: por un lado la planificación estratégica
y la importancia de la definición de una estrategia genérica que permita obtener determi-
nadas ventajas competitivas, y por otro la planificación de marketing, que tratará de esta-
blecer estrategias más especificas haciendo uso de las cuatro variables que le son propias
(producto, precio, distribución y comunicación).
2. LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
La planificación estratégica consiste en diseñar y aplicar la o las estrategias empresaria-
les que permitan a la empresa alcanzar sus objetivos de manera eficiente, y obteniendo una
ventaja competitiva con respecto a sus competidores dentro del sector de actividad en el que
opera.
En el proceso de planificación se hace necesario tener en cuenta una serie de factores:
– Los objetivos que pretenden alcanzarse. El proceso de planificación estratégi-
ca es una tarea cuyos resultados estarán vigentes durante un horizonte temporal
relativamente amplio (cuatro o cinco años) mientras que muchos de los objetivos
fijados por las empresas en ese período de tiempo pueden sufrir modificaciones
(pensemos en los objetivos que las empresas fijan con carácter anual tales como el
volumen de ventas o beneficio). Sin embargo, las empresas también fijan una serie
de objetivos cuyo horizonte temporal supera ampliamente al ejercicio económico
(por ejemplo aquellos relacionados con la imagen de la firma o el posicionamiento).
Son estos objetivos los que han de tenerse muy presentes a la hora de diseñar la
estrategia competitiva de la empresa.
– La situación del entorno en el que la empresa desarrolla su actividad. La
empresa no es un ente aislado, sino que opera en un entorno que condiciona su
evolución y los resultados obtenidos. Es por tanto fundamental, a la hora de dise-
ñar la estrategia competitiva, prestar especial atención a las posibles amenazas y
oportunidades que puedan presentarse en dicho entorno.
– Los recursos de los que dispone, así como las fortalezas, que pueden propor-
cionar a la empresa una ventaja competitiva con respecto a la competencia, y las
debilidades, que pueden mermar la capacidad de la empresa para hacer frente a
determinadas situaciones adversas o impedir que pueda aprovechar una oportuni-
dad presente en el mercado.
El objetivo de la planificación estratégica es que la empresa sea competitiva, lo que impli-
ca, básicamente, ostentar una posición ventajosa respecto a los principales competidores en
términos de rentabilidad. Sin embargo, existen otros indicadores además de los de índole pu-
HOSTELERÍA Y TURISMO 65
Volumen II.
Amenaza de
potenciales
entrantes
Suministradores Compradores
Amenaza de
sustitutivos
Barreras de salida
Bajas Altas
Rentabilidad baja Rentabilidad baja
de entrada
Barreras
Bajas
y estable y con riesgo
Rentabilidad alta Rentabilidad alta
Altas
y estable y con riesgo
HOSTELERÍA Y TURISMO 67
Volumen II.
Una vez estudiado el atractivo del sector y analizados los puntos fuertes y débiles de
la empresa, ésta ha de estar en condiciones de definir su estrategia competitiva. Como ya
avanzamos anteriormente se plantean tres estrategias genéricas posibles: la estrategia de
diferenciación, la de liderazgo en costes y la de especialización. La primera de ellas persigue
establecer algún elemento diferenciador en el producto/servicio que ofrece la empresa, y que
la haga única frente a sus competidores. Así, si dicho producto/servicio es percibido por el
consumidor como único, la empresa obtendrá una ventaja competitiva en la medida en que
ninguna otra empresa del sector será capaz de proporcionar el mismo producto/servicio a
un consumidor eventual. Esta estrategia implica que el consumidor estará dispuesto a pagar
un sobreprecio por dicho producto/servicio. Por su parte, la estrategia de liderazgo en costes
persigue la obtención de unos costes de producción inferiores a los de los competidores, con
el objetivo de poder ofrecer el producto/servicio a un precio más competitivo. Generalmente
la estrategia de liderazgo en costes conlleva la necesidad de alcanzar unos altos volúmenes
de producción que faciliten a la empresa la consecución de unas economías de escala que
implicarán la reducción de los costes de producción. Vemos por tanto que ambas estrate-
gias difieren en la forma de obtener ventajas competitivas; mientras que la primera sacrifica
altos volúmenes de ventas a cambio de márgenes más generosos, la segunda persigue
todo lo contrario, a saber, márgenes más pequeños que serán compensados con unos altos
volúmenes de ventas. Por último, en la estrategia de especialización, enfoque o nicho la em-
presa se especializa en uno o varios segmentos de mercado concretos, tratando de obtener
alguna ventaja competitiva en dicho/s segmento/s. Es la estrategia que mejor se adapta a
muchas pequeñas empresas turísticas, como agencias minoristas independientes que se
especializan en determinados productos turísticos (turismo gastronómico, rural, etc.).
3. EL PLAN DE MARKETING
Según Muñoz Oñate (2000):
El plan de marketing es el resultado del análisis, diseño y decisión de los procesos y acciones
de una empresa en el campo del marketing, para un período de tiempo determinado, por lo
tanto, es la guía y el conjunto de acciones enfocadas a alcanzar unos objetivos comerciales
previamente definidos. Más concretamente, se podría definir el plan de marketing como un
elemento de gestión consistente en un documento escrito que debe contener los objetivos,
el análisis de la situación, la definición de las estrategias, el desarrollo de los planes y pro-
gramas de acción, los presupuestos y las medidas de control y corrección de desviaciones
para un período de tiempo determinado.
El proceso de elaboración de un plan de marketing ha de ser necesariamente un proceso
sistemático. Esto implica la necesidad de establecer una serie de etapas o fases que habrán
de respetarse a la hora de diseñar dicho plan. Sin embargo, no se puede decir que exista
una única forma de realizar un plan de marketing, sino que cada empresa establecerá las
fases que considere más oportunas en función de sus objetivos, medios, recursos, etc. No
obstante, existen una serie de etapas que, en mayor o menor medida, siguen la mayoría de
las empresas a la hora de elaborar su plan de marketing. Estas etapas son las siguientes:
– Etapa analítica.
– Etapa estratégica.
– Etapa operativa.
– Etapa de valoración económica.
– Etapa de control.
La figura 2 muestra la secuencia en que dichas etapas son llevadas a cabo en el pro-
ceso de planificación comercial:
Análisis de la situación
Análisis externo Análisis interno
– Mercado – Marketing
– Competencia – Producción
– Sector – Finanzas
– Entorno – Organización
– Otros
Diagnóstico
Análisis DAFO
Fijación de objetivos
Control
– Análisis de las posibles desviaciones
– Acciones correctoras
HOSTELERÍA Y TURISMO 69
Volumen II.
HOSTELERÍA Y TURISMO 71
Volumen II.
decisión de compra. Este extremo es bien conocido por las empresas del sec-
tor turístico y son muchas las que optan por una política de respeto al medio
ambiente (por ejemplo: algunos hoteles generan la energía que consumen a
través de paneles fotovoltaicos instalados en el propio edificio).
Análisis interno
Fortalezas Debilidades
Análisis Oportunidades FO DO
externo Amenazas FA DA
– FO. Es la situación perfecta para una empresa. Las empresas que se hallan en este
cuadrante cuentan con las fortalezas necesarias para aprovechar al máximo las
distintas oportunidades que brinda el mercado.
– FA. En esta situación la empresa presenta muchos puntos fuertes que debe utilizar
para minimizar el efecto de las amenazas que aparecen en el entorno. Se puede
decir que la empresa está haciendo bien su trabajo pero el entorno en el que de-
sarrolla su actividad no es el más favorable.
– DO. Esta situación supone la existencia de numerosas oportunidades en el merca-
do pero que no pueden ser aprovechadas convenientemente por la empresa debido
a las debilidades que presenta. Por tanto, la estrategia pasaría por minimizar dichas
debilidades convirtiéndolas en puntos fuertes con el objetivo de poder aprovechar
las oportunidades del entorno.
– DA. Es la peor situación de todas las que pueden presentarse. Si la estrategia di-
señada no es la correcta la empresa podría estar en serio peligro. Las medidas a
llevar a cabo pueden pasar por la desinversión o la reconversión.
Es importante matizar que el análisis DAFO no debe limitarse a un mero recuento de de-
bilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, sino que debe pasar por un análisis exhaus-
tivo de las mismas que permita determinar el efecto que las amenazas y oportunidades ten-
drían sobre la empresa así como la valoración de los puntos fuertes y débiles de la misma.
HOSTELERÍA Y TURISMO 73
Volumen II.
Siguiendo a Altés Machín (1993), los objetivos deben cumplir una serie de requisitos:
– Deben ser precisos y cuantificables, por ello suelen expresarse en términos de
rentabilidad, de beneficios (contribución al beneficio), de pernoctaciones, de ocu-
pación, de ingresos, de cuota de mercado, de precios o incluso de grado de cono-
cimiento de la marca.
– Deben estar jerarquizados en función de la importancia.
– Deben tener una temporalización, ya sea a corto o a largo plazo.
– Deben ser realistas, alcanzables y motivadores.
– Deben ser asumidos y conocidos por toda la organización.
– Deben ser controlables (de ahí la necesidad de fijar estándares de desempeño para
cada objetivo).
Los objetivos que con mayor frecuencia suelen considerarse como prioritarios en el
área de Marketing son los siguientes:
– Nivel de ventas o facturación. Puede venir expresado en porcentajes (como es
el caso de los niveles de ocupación) o en valores absolutos, ya sea en unidades
físicas (número de habitaciones vendidas), o en unidades monetarias (volumen de
ingresos alcanzado en un período de tiempo determinado). Generalmente los obje-
tivos relacionados con el volumen de ventas se fijan a partir de datos históricos de
la propia empresa y teniendo en cuenta la coyuntura del mercado. Así, es habitual
fijar objetivos de ventas del tipo “incremento de un 5% del volumen de ventas con
respecto al ejercicio anterior”. En aquellos casos en los que no disponemos de da-
tos históricos (al inicio de la actividad por ejemplo), una buena solución es recurrir
a los datos medios del sector y, a partir de ellos, fijar los objetivos correspondientes.
Es importante matizar que un aumento del volumen de ventas no tiene por qué ser
siempre un dato positivo. Pensemos en el caso siguiente: el aumento de las ventas
medias del sector ha sido del 15%, mientras que el incremento en las ventas de
nuestra empresa ha sido únicamente de un 3%. Obviamente, en este ejemplo, la
empresa está perdiendo competitividad frente al resto de empresas que operan en
el sector. Del mismo modo, una disminución en las ventas no tiene por qué verse
siempre como un dato totalmente negativo, puesto que es posible que la disminu-
ción media del sector sea mucho mayor que la que ha sufrido la empresa.
– Cuota de mercado. La cuota de mercado es la participación que tiene la empresa
dentro del sector en el que desarrolla su actividad. Podemos decir que es “la parte
del pastel” que le corresponde (por similitud con los gráficos utilizados habitual-
mente para su representación). Es una medida de la posición de la empresa frente
a la competencia, ya que sirve para establecer el ranking de ventas del sector.
– Contribución al beneficio. Hablamos aquí de la aportación que los esfuerzos de
marketing hacen al beneficio global obtenido por la empresa. Su cálculo puede de-
terminarse a partir de la diferencia entre el margen bruto de la empresa y los costes
de marketing.
– Grado de satisfacción del cliente. Es este un objetivo de difícil cuantificación
pero que puede resultar realmente interesante para la empresa de cara a conocer
el grado en que su producto/servicio se adecua a las exigencias del mercado. Para
obtener información de este tipo tendremos que recurrir, lógicamente, a pregun-
tarle a los clientes. Algunos indicadores que nos facilitan información al respecto
HOSTELERÍA Y TURISMO 75
Volumen II.
herramienta empresarial que no sólo usan las empresas que optan por la estrategia
de especialización, sino que también es utilizada por muchas empresas cuya estra-
tegia es la de diferenciación o la de liderazgo en costes, y que nos permite dividir al
mercado en grupos de consumidores. Estos grupos presentan la particularidad de
que los consumidores que se incluyen dentro de un mismo grupo comparten carac-
terísticas que los hacen similares, mientras que los consumidores pertenecientes a
grupos distintos son muy heterogéneos.
a) Estrategias de crecimiento
Si el objetivo de la empresa es el crecimiento, este podrá conseguirse de distintas
formas:
a) Crecimiento intensivo. A través de esta estrategia la empresa pretende crecer
dentro del ámbito de negocio en el que se halla inmersa. Es decir, sin salirse de
las actividades que constituyen su negocio básico. Esto puede conseguirse de dos
formas distintas: buscando nuevos mercados en los que vender sus actuales produc-
tos/servicios, o bien desarrollando nuevos productos/servicios (que estén dentro de
su ámbito de negocio actual). De la combinación de estas dos alternativas obtene-
mos la que se conoce como matriz de Ansoff, que está representada en la figura 6.
HOSTELERÍA Y TURISMO 77
Volumen II.
la compañía aérea Air Europa. El retador utilizará todas sus armas para desbancar al
líder de su posición dominante, pudiendo atacarle con las estrategias anteriormente
mencionadas o bien tratando de buscar los puntos débiles de su rival.
c) Estrategia del seguidor. El seguidor es un competidor que no pretende atacar
al líder, sino repartirse la cuota de mercado con el resto de la competencia. Lógi-
camente el seguidor también persigue aumentar su cuota de participación en el
mercado, pero sin atacar directamente al líder, sino tomando decisiones en función
de la estrategia seguida por este. Generalmente se centra en determinados seg-
mentos de la demanda en los que puede obtener una ventaja competitiva.
d) Estrategia del especialista. El especialista suele ser una pequeña empresa que
no trata de abarcar todo el mercado, sino que se centra en una pequeña parte del
mismo para obtener una posición de dominio en dicho segmento, evitando así ser
atacado por la competencia.
HOSTELERÍA Y TURISMO 79
Volumen II.
consumir todos los productos y servicios dentro del establecimiento hotelero, por lo
que tendrá todos los gastos cubiertos en el destino con la cantidad pagada). También
representa ventajas para el establecimiento hotelero y para la agencia que comercia-
liza el viaje. Esta fórmula ha tenido un éxito considerable en destinos en los que la
infraestructura turística y el grado de desarrollo del país es bastante limitado, por lo
que el cliente tendrá difícil encontrar fuera del hotel lo que éste puede proporcionarle
(pensemos por ejemplo en determinados países del Caribe o África). Sin embargo,
en aquellos destinos (como la Costa del Sol por ejemplo) en los que existe toda una
infraestructura turística bien desarrollada e innumerables empresas de servicios que
están preparadas para atender al turista, la implantación de la fórmula todo incluido
sería un desastre para este tipo de empresas, que verían mermado su negocio en el
momento en el que el turista dejara de salir del hotel para hacer uso de dichos servi-
cios. Vemos, pues, que el hecho de promocionar esta fórmula de negocio supondría
sacrificar unos beneficios sociales en favor de los intereses privados de unos pocos.
– La consideración de los impactos del turismo y de las externalidades, positi-
vas y negativas, de los operadores privados. Como sabemos, la actividad turísti-
ca tiene una serie de efectos positivos sobre la economía de una zona. Sin embargo,
también puede acarrear numerosos efectos negativos de carácter mediambiental,
social o cultural. Pues bien, los organismos públicos encargados de la elaboración
del plan de marketing de una zona o destino turístico deberán preocuparse porque
los efectos positivos primen sobre los negativos, minimizando el efecto de estos en
la medida de lo posible.
– Un enfoque más centrado en la sostenibilidad a largo plazo. Los planes de
marketing de un destino turístico suelen centrarse más en la sostenibilidad del
destino a largo plazo que en el corto y medio plazo. Máxime cuando hablamos de
destinos maduros en los que una visión a corto plazo de los mismos podría tener
consecuencias muy negativas. Este enfoque a largo plazo se revela especialmente
importante a la hora de planificar infraestructuras de comunicación, abastecimien-
to y transporte, de manera que se tengan en cuenta las previsiones de crecimiento
del destino con objeto de evitar que dichas infraestructuras queden obsoletas o
resulten insuficientes en breves períodos de tiempo.
– La involucración de los agentes económicos y sociales, incluida la población
residente. Los organismos públicos encargados de la elaboración del plan de marke-
ting de un destino turístico habrán de buscar siempre el respaldo de los agentes eco-
nómicos y sociales si quieren que dicho plan sea exitoso. En economías de mercado
en las que existe libertad de empresa, la mano del gobierno puede encontrar muchas
limitaciones a la hora de desarrollar determinados planes, por lo que tendrá que ser
la iniciativa privada la que se encargue de llevar a cabo los proyectos de inversión
previstos que permitan poner en marcha las estrategias diseñadas en el plan de mar-
keting. También es importante la concienciación por parte de la población local de los
efectos positivos que el turismo tendrá sobre la economía de la zona, consiguiendo
así que dicha población se involucre en la consecución de los objetivos fijados.
– Diferentes aspectos en el análisis de la situación. Para terminar hemos de
matizar algunas diferencias que encontramos con respecto a la elaboración del
plan de marketing de una empresa. Las principales diferencias se encuentran en la
etapa analítica:
a) En el análisis externo, cuando hablamos de los competidores nos estamos
refiriendo a otros destinos turísticos.
HOSTELERÍA Y TURISMO 81
Volumen II.
BIBLIOGRAFÍA
HOSTELERÍA Y TURISMO 83
Tema
20 Marketing operacional
y marketing “mix” en
el sector de hostelería
y turismo. Definición
de marketing operacional
y caracterización de las
variables. Instrumentos
de comunicación según
tipo de empresa o
producto del sector
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
2. MARKETING OPERACIONAL Y MARKETING-MIX
3. PRODUCTO/SERVICIO
3.1. Características de los servicios
3.2. Los tres niveles del producto turístico
3.3. Distintos tipos de servicios
3.4. El ciclo de vida de un producto/servicio
3.5. La servucción
4. PRECIOS
4.1. Los precios en función de la demanda
4.2. Los precios en función del consumidor/usuario
4.3. Los precios en función de los costes
4.4. Los precios en función de la competencia
4.5. Los precios en función del ciclo de vida del producto
4.6. Yield Management
4.7. Aspectos psicológicos de los precios
5. DISTRIBUCIÓN
5.1. Canales de distribución indirectos
5.1.1. El mayorista
5.1.2. La distribución detallista en turismo. La agencia de viajes
5.1.3. Sistemas de distribución cooperativos
5.1.4. Los sistemas computerizados de reservas
5.1.5. Los brokers y los wholesalers
5.2. Canales de distribución directos
5.2.1. El propio establecimiento como unidad de distribución
5.2.2. Las centrales de reservas propias
5.2.3. Internet y televisión interactiva
5.2.4. Los expendedores de billetes automáticos (el vending)
5.3. Estrategias, tácticas y selección de los canalesde distribución
5.4. Aspectos a tener en cuenta en la selección de los canales de distribución
6. COMUNICACIÓN
6.1. El plan de comunicación
6.2. La publicidad
6.3. Las relaciones públicas
6.4. Las promociones de ventas y el merchandising
6.5. Acciones de venta personal
6.6. Los folletos y el material promocional
6.7. Las ferias turísticas
6.8. Otros instrumentos de comunicación
6.9. Instrumentos según tipo de empresa o producto del sector
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Toda empresa, en el desarrollo de su actividad, ofrecerá al cliente un producto o servi-
cio con el que aquel pretenderá satisfacer alguna necesidad. El cliente pagará por ese pro-
ducto/servicio un precio. Pero, con carácter previo a la adquisición de ese bien, la empresa
ha debido dar a conocer el producto/servicio en cuestión a través de una serie de medios,
al tiempo que lo habrá hecho llegar al cliente haciendo uso de una serie de canales de dis-
tribución. Pues bien, el marketing, además de identificar necesidades insatisfechas y poner
a disposición del cliente los medios necesarios para satisfacerlas, se ocupa de la gestión
de estas cuatro variables, a saber: producto, precio, distribución y comunicación. Es lo que
se conoce como “las cuatro pes” del marketing (por las iniciales de las cuatro palabras en
inglés: product, price, place y promotion).
La importancia de la función de marketing en la empresa es vital. De ahí la necesi-
dad de desarrollar este tema. En el contexto actual, la competencia entre empresas es
cada vez mayor, por lo que es imprescindible una buena gestión de las cuatro variables
mencionadas. Ya que, si por ejemplo, el diseño de nuestro producto/servicio no resulta
atractivo estaremos perdiendo competitividad con respecto a nuestros competidores.
O si el precio fijado por la empresa no refleja el valor percibido por el cliente, éste, pro-
bablemente, deje de comprarlo. Además, por muy bueno que sea el producto/servicio si
no es conocido por el cliente o, aún conociéndolo, no puede adquirirlo porque le resulta
imposible encontrarlo en el mercado, algo estará fallando en la estrategia de marketing
de la empresa.
HOSTELERÍA Y TURISMO 87
Volumen II.
Según Muñoz Oñate (2000), las empresas manejan con frecuencia los mismos pará-
metros, sin embargo, de la ponderación que de cada uno de ellos haga una u otra empresa,
dependerá la filosofía de la misma. En cuanto a estas ponderaciones podemos decir lo
siguiente:
– Existe una multiplicidad de elecciones posibles, tanto en parámetros como en
cantidad.
– Existen diferentes criterios con que abordarlos.
– La modificación de cualquiera de las variables tendrá repercusión en el resto de
variables.
– Los recursos son limitados, por lo que se habrá de buscar un equilibrio en el reparto
del presupuesto disponible, de manera que no se destine una inversión desmesu-
rada a una de las variables y olvidemos por completo el resto.
– Los mecanismos del mercado y los consumidores son terriblemente cambiantes, lo
que hace que se pueda partir de una situación inicial pero que se tenga que estar
en continua vigilancia y se modifiquen las acciones por las posibles desviaciones
que se producen.
– Las variables utilizadas deben funcionar “por libre”, aunque son interdependientes.
En este sentido “mix” no debe traducirse por mezcla, sino por “combinación coor-
dinada”.
Por último, algunos autores establecen unas variables diferentes, así, por ejemplo,
Muñoz Oñate (2000), además de las ya conocidas, cita las siguientes:
– Investigación de marketing, que se define como “una subfunción del marketing que
tiene como objetivo esencial la obtención y análisis, de manera objetiva y sistemá-
tica, de información destinada a la identificación y a la solución de todo problema
de marketing”.
– Recursos de marketing, en los que incluye a la ofimática, informática y factor hu-
mano.
3. PRODUCTO/SERVICIO
Siguiendo a Iglesias Tovar (1998) podemos definir el producto, desde un punto de vista
genérico, como:
El conjunto de atributos físicos y psicológicos, es decir, tangibles e intangibles, que el consu-
midor considera que tiene un determinado bien o servicio para satisfacer sus necesidades.
De la anterior definición se desprende que el producto tiene dos grandes componentes,
una tangible y otra intangible. La primera responde al producto en sí mismo, tal y como la
empresa lo ofrece al consumidor, mientras que la parte intangible está relacionada con la
percepción que el consumidor tiene del producto.
Sin embargo, en la mayoría de los subsectores dentro del amplío sector turístico, pode-
mos hablar de servicios más que de productos. Como veremos a continuación los servicios
se caracterizan porque en ellos predomina la componente intangible, por lo que se hace
aún más necesario conocer cuál es esa percepción por parte del cliente, con el objetivo de
poder satisfacer sus necesidades.
Por otro lado, y siguiendo a Iglesias Tovar (1998), resulta difícil obtener una definición
clara del concepto de producto turístico, debido fundamentalmente a que:
– Intervienen multitud de componentes en su definición, ya que el producto turístico
es la suma de diferentes productos y servicios.
– La compra de un producto turístico supone la compra de expectativas unidas a un
deseo de satisfacerlas.
– El producto turístico es intangible.
Podemos hablar de dos tipos de productos turísticos, dependiendo del nivel al que nos
refiramos:
– El producto/servicio empresarial: referido a los productos o servicios que ofrecen las
empresas del sector.
– El producto global, local, regional o de base territorial: referido al ofrecido por los
destinos turísticos.
HOSTELERÍA Y TURISMO 89
Volumen II.
– Producto tangible: se puede comprar por medio de ofertas concretas que com-
prenden aquello que el cliente recibirá por el precio pagado (este aparece por ejem-
plo en un catálogo donde se especifica lo que se ofrece en un tiempo determinado
y a un precio determinado).
– Valor añadido: todo aquello que se puede añadir al producto tangible para hacerlo
más interesante y atractivo para el público objetivo (pequeños regalos y detalles,
atención personalizada, imagen, marca). Este valor añadido será la base de la es-
trategia de diferenciación aplicada por muchas empresas.
3.5. La servucción
El término servucción es un neologismo creado por Pierre Eiglier y Eric Langeard en los
años ochenta y que pretende establecer un paralelismo entre la producción de productos
y la prestación de servicios. Podemos decir por tanto que el término servucción equivaldría
a producir un servicio.
Según estos autores puede definirse como:
La organización sistemática y coherente de todos los elementos físicos y humanos de la
relación cliente-empresa necesaria para la realización de una prestación de servicios cuyas
características comerciales y niveles de calidad han sido determinados.
Dentro del sistema de servucción podemos incluir una serie de elementos: soporte
físico, personal de contacto, sistema de organización interna, cliente, servicio y los demás
clientes. Veamos algunos de los anteriores elementos y su participación dentro del sistema
de servucción.
a) El cliente: es una parte fundamental dentro de cualquier sistema de servucción en
la medida en que no sólo actúa como consumidor, sino que también se convierte
en productor del servicio por cuanto su participación es imprescindible para que
exista el servicio.
b) El soporte físico: son todos los elementos materiales necesarios para prestar el
servicio. Este soporte físico podrá ser utilizado tanto por el personal de contacto
como por el propio cliente. Por ejemplo, en el caso del servicio que presta un guía
turístico el soporte físico serían todos los medios utilizados por el guía para prestar
el servicio (el micrófono o los propios recursos histórico-patrimoniales).
c) El personal de contacto: se trata de la persona o de las personas empleadas por la
empresa de servicio, y cuyo trabajo requiere estar en contacto directo con el cliente.
HOSTELERÍA Y TURISMO 91
Volumen II.
4. PRECIOS
El precio es una de las variables de marketing más importantes a la hora de diseñar la
estrategia competitiva de la empresa. Como ya estudiamos en el tema anterior, las estrate-
gias genéricas de diferenciación y liderazgo en costes partían de la diferencia básica entre
precios altos y bajos respectivamente.
En la dualidad variable estratégica-variable táctica, el precio es considerado habitual-
mente como una variable táctica. Esto implica que su modificación puede hacerse en el
corto plazo y por tanto los efectos de dicha modificación también tendrán un efecto más o
menos inmediato. De ahí que muchas empresas hagan un uso, en ocasiones excesivo, de
dicha variable en aras a conseguir los objetivos fijados. Sin embargo, tales políticas de per-
manentes modificaciones del precio encierran graves peligros que deberán ser tenidos en
cuenta por la empresa. Por ejemplo, si una empresa decide reducir sus precios en un 30%,
como medio para estimular las ventas, los consumidores que habían comprado el producto/
servicio al precio anterior podrían pensar que en su momento pagaron un precio excesivo, y
es posible que en compras futuras se planteen la posibilidad de acudir a otro oferente.
En palabras de Serra (2005), el precio tiene una gran importancia para la empresa por
las siguientes razones:
– Es un instrumento a corto plazo. Como ya hemos dicho se trata de una variable
táctica, que permite a la empresa actuar con rapidez frente a determinados cam-
bios en el entorno con la finalidad de alcanzar los objetivos fijados.
– Es un indicador de calidad para determinados tipos de consumidores. Mu-
chos consumidores tienden a asociar altos precios a mayores niveles de calidad,
y menor calidad cuanto más bajos sean los precios. Si bien esta relación no tiene
por qué establecerse siempre de esta forma, es cierto que la estrategia de diferen-
ciación (vía calidad del producto/servicio) sí parte de esta premisa.
– Actúa como regulador del volumen de demanda. El precio permite actuar sobre
la demanda en el corto plazo. Así, es habitual que las empresas establezcan pre-
cios distintos en función de la temporada (alta, media o baja), con la intención de
adaptar los flujos de demanda a su capacidad instalada y optimizar al máximo los
recursos disponibles.
– Actúa como filtro selector del tipo de clientela. La estrategia de precios fijada
por la empresa puede considerarse, en determinados productos/servicios, como
un filtro que permita a la empresa seleccionar a los clientes que desea tener.
Por ejemplo, una estrategia de precios altos en un establecimiento hotelero de
la Costa del Sol, podría evitar que un determinado perfil de turista extranjero que
viene atraído por el alcohol a precios baratos y la vida nocturna, adquiriese el
producto/servicio.
– Es la única variable de marketing que incide directamente sobre los ingre-
sos y los beneficios. Esto no quiere decir que el resto de variables de marketing
no contribuyan a la generación de ingresos, sino que no lo hacen de manera directa
como lo hace la variable precio. Además, las otras tres variables suponen un coste
para la empresa, mientras que la variable precio representa los ingresos que la em-
presa puede llegar a obtener. De ahí la importancia de gestionar adecuadamente
dicha variable.
– Es un poderoso instrumento competitivo, sobre todo en los mercados en los
que existen pocas regulaciones. No obstante, y como ya hemos dicho, también
puede representar un peligro potencial para la empresa en caso de desencadenar-
se guerras de precios entre la competencia, que podrían tener resultados negativos
para todos los competidores.
A continuación estudiaremos los distintos métodos de fijación de precios en base a
diferentes criterios.
HOSTELERÍA Y TURISMO 93
Volumen II.
– Precio objetivo o unitario: es aquel en el que la empresa, además de cubrir sus cos-
tes, obtiene un margen de beneficio. Su cálculo se realiza añadiendo a la anterior ex-
presión el margen de beneficio deseado que podrá venir expresado en valores absolutos
o en un porcentaje, bien respecto a los costes o bien respecto al precio final de venta.
Costes Fijos
Precio objetivo = + CV unitarios + Beneficio
Volumen de producción
HOSTELERÍA Y TURISMO 95
Volumen II.
.../...
Vemos por tanto, que a la empresa le interesaría vender hasta un precio mínimo de
15,00 €. Concretamente para ese precio de venta a la empresa le resultaría indiferente
vender o no vender, pero consideramos la posibilidad de vender por las expectativas de
generación de ingresos adicionales a través de la demanda de otros servicios que pudiera
ofrecer el establecimiento al cliente. La explicación radica en que la empresa sólo soportará
los costes variables en el supuesto de que venda la habitación (pensemos en los costes de
limpieza, amenities, etc.), mientras que los costes fijos tendrán que ser soportados tanto
si la vende como si no. De esta manera, podemos apreciar que, si la empresa no vende la
habitación, las pérdidas ascenderán siempre al importe de los costes fijos, mientras que si
vende la habitación por encima de los costes variables estará recuperando parte de esos
costes fijos. Por lo tanto es preferible vender la habitación a 30,00 € y perder 10,00 €
antes que no venderla y perder 25,00 €.
HOSTELERÍA Y TURISMO 97
Volumen II.
5. DISTRIBUCIÓN
La distribución es la función de marketing que permite hacer llegar el producto/servicio
al consumidor/usuario. Sin embargo, en turismo, este desplazamiento no se realiza en el
sentido habitual, es decir, el producto no es el que va hasta el cliente, sino que es el cliente
el que debe desplazarse hasta el lugar donde se le prestará el servicio.
En términos generales podemos identificar dos grandes tipos de canales de distribución:
– Canales de distribución directos. La empresa utiliza sus propios medios para
hacer llegar su producto/servicio al cliente.
– Canales de distribución indirectos. La empresa utiliza medios ajenos que se
encargarán de llevar el producto/servicio al cliente
5.1.1. El mayorista
El mayorista se encarga de confeccionar paquetes turísticos que ofrecerá a las agencias
minoristas para que éstas, a su vez, los vendan al cliente final (puesto que la normativa
española limita a los mayoristas la posibilidad vender directamente al cliente final). Al
confeccionar dichos paquetes, el mayorista comprará a los distintos prestatarios de servi-
1
Serra (2005).
HOSTELERÍA Y TURISMO 99
Volumen II.
2
Serra (2005).
se dirija al aeropuerto sin haber adquirido antes su pasaje o que viaje a una ciudad y se dirija
a un hotel para solicitar habitación sin haber realizado previamente la reserva correspondiente.
Además, si la empresa se limitara a distribuir su producto/servicio únicamente a través de
su establecimiento estaría renunciando a una parte importante del mercado potencial.
permiten adquirir el billete de tren sin necesidad de acudir a la ventanilla de RENFE). Por otro
lado, cada vez es mayor el interés de determinadas entidades financieras por comercializar
determinados servicios turísticos a través de su red de cajeros (hoy día ya se pueden adquirir
en dichos terminales entradas para determinados eventos). Sin embargo, la actual legislación
limita la posibilidad de vender algunos de estos servicios únicamente a las agencias de viajes.
3
Serra (2005).
a través de internet. Por otro lado, esta misma normativa limita a las agencias de
viajes mayoristas la posibilidad de vender sus productos/servicios directamente al
usuario final, debiendo hacerlo a través de agencias de viajes minoristas.
6. COMUNICACIÓN
La importancia de la comunicación radica en la necesidad de dar a conocer el producto/
servicio al cliente para que éste pueda demandarlo en el mercado. En un contexto competitivo
como el actual, con multitud de empresas e infinidad de productos/servicios, si el cliente no
conoce el nuestro, por muy bueno que sea y muy buen precio que tenga, es como si no exis-
tiera. La comunicación es la herramienta de que dispone el empresario para que el producto
sea conocido por el público objetivo, de ahí la necesidad de gestionar bien esta variable.
Por otro lado, podemos decir que cualquier empresa, aún sin quererlo, comunica algo
a la sociedad en la que opera. No es necesario que una empresa realice publicidad para
comunicarse, el simple hecho de ubicar un hotel en el centro de una ciudad o en el extra-
rradio, ya nos proporciona información acerca del mismo.
Como veremos a continuación existe un amplio abanico de medios de comunicación a
disposición de las empresas. Y lo normal es que éstas no se limiten a utilizar un único me-
dio de comunicación, sino que hagan uso de varios de ellos, combinándolos en la manera
más adecuada de forma que se optimice el presupuesto destinado a las tareas de comuni-
cación de la empresa. Todo esto quedará plasmado en el plan de comunicación.
6.2. La publicidad
Siguiendo a Serra (2005), podemos definir la publicidad como:
La transmisión de información, en forma de anuncios pagados por el vendedor y efectuada
a través de distintos medios de comunicación, que pueden ir desde los grandes medios de
comunicación de masas (televisión, radio, prensa y revistas de gran tirada), hasta medios
con un índice de cobertura mucho menor (revistas especializadas, prensa local, vallas publi-
citarias, anuncios en medios de transporte, etc.).
Las principales características de la publicidad son: siempre es pagada, su objetivo fun-
damental es ejercer una influencia sobre los consumidores/usuarios estimulando el deseo
de compra, se dirige a mercados masivos, el sentido del mensaje es unidireccional y el
medio a través del cual se emite el mensaje tiene una gran importancia.
Los medios publicitarios más importantes son: diarios, revistas, televisión, radio, publi-
cidad exterior, publicidad directa y la publicidad en el lugar de venta.
La actividad publicitaria puede suponer una parte importante del presupuesto de mar-
keting de una empresa, por lo que es necesario que la empresa se asegure de la efectividad
de las campañas publicitarias con carácter previo a su desarrollo, lo que se conseguirá a
través de los pre-test publicitarios.
Las etapas en el desarrollo de una campaña publicitaria son, según Serra (2005):
– Definición de los objetivos publicitarios.
– Identificación del público objetivo.
– Determinación del presupuesto disponible.
– Diseño del mensaje.
– Planificación de medios.
– Periodificación temporal.
En el Anexo II se recogen las principales ventajas e inconvenientes de los medios publi-
citarios utilizados en turismo.
Por tanto, los vendedores de la empresa pueden ser considerados como un instrumen-
to de comunicación al tiempo que de distribución.
ANEXO I
ANEXO II
Suplementos Es posible utilizar imágenes en co- Muy pocas desventajas. Los suplemen-
dominicales lor. Mayor calidad de la impresión. tos dominicales de los periódicos com-
de los periódicos Amplia audiencia. binan las ventajas de los periódicos y de
las revistas, sin sus inconvenientes. De
Mayor permanencia del mensaje (se
ahí su amplia utilización.
guardan más tiempo que los periódicos).
Publicidad exterior Permanencia del mensaje. El mensaje debe ser simple y breve.
Permite imágenes en color. Localización limitada.
Relativamente barato.
.../...
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
El aumento de la competencia actual originado por la globalización e internacionaliza-
ción de los mercados, ha llevado a que la calidad se convierta en un factor determinante
y básico dentro del proceso de comercialización. Por ello, las estrategias empresariales se
están enfocando cada vez más hacia la implantación de sistemas de gestión de la calidad
de los productos y servicios que ofrecen.
El avance y desarrollo, tanto económico como tecnológico, de los últimos tiempos, ha
hecho que el turismo se haya popularizado, llegando así a todas las capas sociales y dejan-
do de ser un bien reservado a las clases adineradas, a aquellas de mayor nivel cultural, o a
las que disponen de mayor tiempo libre por poner algunos ejemplos. Esa generalización del
turismo en la población ha dado lugar a que podamos hablar de unas tendencias actuales
en el sector turístico: un turista cada vez más experimentado, más informado y por tanto
más exigente, que no se conforma con productos ofertados a bajos precios, sino que busca
algo más, busca un servicio de calidad, convirtiéndose éste en un reto para las empresas
del sector.
En este sentido, y a lo largo del desarrollo del tema, se irán viendo cómo diferentes
instituciones y organismos, tanto públicos como privados, invierten su esfuerzo en proyec-
tos y planes que intentan mejorar la calidad que se ofrece en los distintos subsectores que
conforman nuestra oferta turística (hoteles, agencias de viajes, espacios naturales prote-
gidos, campos de golf, estaciones de esquí y montaña, etc.). En este sentido, las normas
desarrolladas por la Organización Internacional de Normalización (en adelante Normas ISO),
constituyen un sistema de normalización reconocido a nivel mundial, sobre los sistemas
de gestión de la calidad y la gestión medioambiental aplicables genéricamente a todas las
organizaciones, sin importar su tipo, tamaño o personalidad jurídica, dando prioridad a los
clientes y tratando de ser compatibles con otros sistemas de gestión empresarial.
El aumento progresivo de las certificaciones tiene una relevancia especial, ya que pone
de manifiesto el grado de competitividad que adquieren las empresas tras la implantación
de alguno de estos sistemas de gestión de la calidad al mejorar, entre otros aspectos, ám-
bitos tales como el de la productividad o la imagen de la empresa ante sus clientes.
Por lo tanto, la fórmula más eficaz que se presenta ante las actuales condiciones que
encontramos en los mercados, es aquella en la que la calidad esté asegurada, ya que será
la apuesta más fiable hacia la consecución de nuestros objetivos y por lo tanto hacia el
éxito. Por ello, las organizaciones turísticas deben garantizar a los clientes que son capa-
ces de responder a sus necesidades, expectativas y deseos mejor de lo que lo harán sus
competidores. Esta es la filosofía que sostiene la idea de calidad. Su objetivo está claro:
satisfacer a los clientes en todos los ámbitos, logrando de esta forma beneficios mutuos
para visitantes, empresas y residentes. Si las empresas quieren seguir en el mercado, y ser
competitivas, han de ofrecer esa calidad.
NDO LA PERFECC
SCA IÓN
BU
A
ACTUAR
P
PLANIFICAR
C
COMPROBAR
D
DESARROLLAR
E
M
E
T
JO N
R
E
AR T EM
PERMANEN
%Planificar todas nuestras acciones
%Desarrollar o
%Comprobar o que hemos hecho
%Actuar buscando mejor constante
este tipo de costes en las organizaciones. Así, por ejemplo, las tareas de formación
para el personal, la realización de estudios de mercado que nos permitan conocer
hacia dónde evoluciona éste o los costes soportados por el mantenimiento preven-
tivo de instalaciones o maquinarias pueden englobarse en este apartado.
– Costes de evaluación. Derivados de aquellas actividades encaminadas a conocer
si se han cumplido o no los estándares de calidad fijados. Podemos nombrar entre
otros los costes de auditorías de calidad, ya sean internas (realizadas por la propia
empresa) o externas (realizadas por organismos externos e independientes) y los
costes de las actividades para la investigación del nivel de satisfacción de los clien-
tes (encuestas de satisfacción, buzón de sugerencias, etc.).
mio es la de sensibilizar al país y a las industrias del mismo, incluida la turística por supues-
to, promocionando la utilización de la Calidad Total-Excelencia como método competitivo de
gestión empresarial. De esta manera se podrán reconocer de manera formal y públicamente
los méritos de aquellas firmas que hayan implantado con éxito este sistema de gestión.
Existen más modelos además de los reflejados; sin embargo y dada la importancia del
subsector del alojamiento, vamos a ver con algo más de detenimiento el modelo HOTEL-
QUAL. Este modelo nos facilita información sobre la calidad percibida en los servicios de
alojamiento.
El modelo SERVQUAL es un modelo estándar aplicable a cualquier servicio, por lo que
se han de realizar importantes adaptaciones y modificaciones en las dimensiones que com-
ponen el servicio que se pretende evaluar, lo cual dificulta su aplicación.
El modelo HOTELQUAL define tres dimensiones fundamentales en los servicios de alo-
jamiento:
– La evaluación del personal (competencia, profesionalidad, etc.).
– La evaluación de las instalaciones (limpieza, dimensiones, decoración, etc.).
– El funcionamiento y la organización del servicio (horarios, uniformes del personal, etc.).
Estas dimensiones se organizan en el “Cuestionario HOTELQUAL”, compuesto en esta
ocasión por 20 ítems que coinciden en parte con los del modelo SERVQUAL, aunque parte
de ellos han sido adaptados a este subsector. El cuestionario se entrega una única vez y al
final de la estancia del cliente (medición del desempeño). Una vez cumplimentado el cues-
tionario, se analiza para intentar detectar las causas posibles de una mala calidad para así
emprender las acciones de mejora que se crean más oportunas.
El SCTE realiza su trabajo en base a una serie de elementos comunes a otros sistemas
de gestión de calidad.
En primer lugar ha de elaborar unas serie de normas adecuadas a cada uno de los
subsectores turísticos en los que realizará su trabajo, y que en la actualidad son los sub-
sectores de alojamiento, casas rurales, agencias de viajes, estaciones de esquí y montaña,
restaurantes, camping, espacios naturales protegidos, empresas de tiempo compartido,
empresas de transporte por carretera, palacios de congresos, Convention Bureaux, oficinas
de información turística, playas, balnearios, golf y alojamientos de pequeñas dimensiones.
Seguidamente se han de crear una serie de herramientas de calidad que permitan a
la empresa trabajar en la mejora continua de sus servicios mediante el establecimiento de
los correspondientes planes de mejora (sistemas de encuestación, sistemas de quejas y
sugerencias, cuestionarios de autoevaluación, etc.).
Por último, un sistema de auditoría y certificación que asegure, a través de los oportu-
nos procedimientos y reglamentos, que tales procesos se realizan de forma independiente
y objetiva.
En España, la necesidad sentida de diferenciarse por la calidad, es hoy en día una
realidad claramente consolidada. La finalidad última de los planes de calidad es la de crear
unos sellos de garantía de calidad que, una vez generalizados, emitan una nueva imagen
de la Calidad Turística Española y que, además, desarrollen herramientas de gestión em-
presarial que mejoren el atractivo para el consumidor. En este caso la marca de calidad
propuesta es el logotipo “Q”.
La insatisfacción generada por alguno de los componentes del sistema turístico pro-
voca percepciones negativas que se vinculan a la globalidad del destino. Es necesaria, por
tanto, una estrategia coherente y bien coordinada que permita la participación de todos los
agentes sociales implicados en los diferentes procesos de toma de decisiones sobre las
actividades a llevar a cabo, ya que la responsabilidad en el cumplimiento de los objetivos
va a depender de todos ellos.
En este sentido, y desde la Unión Europea, se han constituido unos grupos de trabajo
que han tratado diversos temas, entre ellos, el de mejorar la calidad de los productos turís-
ticos: “…es necesaria una gestión integrada de la calidad, teniendo en cuenta los negocios
turísticos, los intereses de los turistas, la población local y el medio ambiente…”.
La rueda dinámica de los participantes en el destino turístico muestra de manera cla-
ra cómo el desarrollo de los objetivos estratégicos en los destinos turísticos depende de
las relaciones que se producen entre ellos. Es importante, por tanto, para los organismos
que dirigen los destinos, utilizar herramientas legislativas que aseguren que los beneficios
generados por la actividad turística se van a distribuir de manera justa entre todos los par-
ticipantes, lo cual garantizará una planificación y desarrollo turístico adecuados.
Comunidad
Local
Turistas
Empresas
Intereses y
turísticas
beneficios
y Pymes
Responsabilidades
Sector público
Touroperadores
y agencias
de viajes
Claras acciones de esta gestión han sido el desarrollo de los Planes de Excelencia
Turística (para la recuperación y regeneración de destinos maduros), los Planes de Dina-
mización Turística (para la activación económica y potenciación de destinos emergentes) o
el Proyecto Municipio Verde (modelo de gestión de municipios turísticos desde el punto de
vista medioambiental), todos ellos recogidos en el PICTE 2000.
El SCTE, además, se asienta en diferentes soluciones metodológicas, entre la que
encontramos el SCTE Destinos, que surge ante la necesidad de disponer de herramientas
capaces de gestionar un sistema de calidad integral en destinos y en el que se involucren
el mayor número posible de agentes turísticos y no turísticos del mismo.
Otras de las herramientas con las que trabaja nuestro Sistema de Calidad Turística es
el SCTE Buenas Prácticas, que se encuentra a caballo entre el SCTE Sectores (basado en
las Normas de Calidad Turística Española) y el SCTE Destinos, y que nace bajo la cobertura
que proporcionan los citados planes de excelencia y dinamización turística. Por lo tanto
constituye una pieza fundamental para la mejora de la calidad en los destinos turísticos.
Consecuentemente, si queremos lograr una gestión integral de la calidad en los desti-
nos turísticos, tendremos que tener presentes una serie de ideas:
– Sostenibilidad. Deben definirse pautas y modelos de desarrollo turístico y abordar
los problemas desde una perspectiva integral teniendo en cuenta factores como
el territorio, las densidades de edificación, las distintas tipologías de alojamiento
turístico y la antigüedad de la planta.
– Cooperación entre Administraciones. Las actuaciones en destino persiguen pre-
cisamente un tratamiento integral tanto espacialmente como desde el punto de
vista de las personas que involucra. El programa de calidad en destinos se basa en
la necesidad de consensuar entre la Administración Turística del Estado, las Comu-
nidades Autónomas y los Entes Locales, modelos para la calidad de los destinos
turísticos a partir del establecimiento de grandes orientaciones en cuanto a gestión
integrada, calidad urbana, desarrollo de productos turísticos, etc.
– La Administración local. Tiene un papel fundamental ya que el trabajo en desti-
nos debe ser liderado o impulsado desde la administración local. Los Ayuntamien-
tos son los principales protagonistas, porque prestan una serie de servicios públicos
de proximidad que inciden directamente en la calidad del sector turístico y por tanto
en la satisfacción del turista.
Estos clientes pueden ser, por un lado, internos (los propios trabajadores de la empresa
turística), y por otro, externos (a los que realmente van dirigidos nuestros productos y ser-
vicios), siendo fundamental conocer las expectativas que ambos tienen.
Por lo tanto, para implantar la calidad en nuestra empresa no podemos prescindir de
toda esta información (deseos, inquietudes, necesidades, expectativas, desempeño reali-
zado, etc.), por lo que habremos de conseguirla empleando los medios más adecuados y a
nuestro alcance (investigación de mercado, técnicas de encuestación, el cliente misterioso,
buzón de sugerencias, sistema de quejas y reclamaciones, etc.).
Una vez determinadas las expectativas y necesidades se pondría en marcha toda la ma-
quinaria de calidad, aplicándose alguno de los sistemas de gestión de calidad que hemos
visto y aplicables a nuestro sector.
No obstante, hay que tener en cuenta que la gestión de la calidad en servicios turísticos
(propios y ajenos) es especialmente complicada por diversos motivos. Por un lado encon-
tramos diferentes puntos de prestación del servicio (distintos establecimientos) dentro de
una misma empresa turística (cadenas hoteleras, agencias de viajes franquiciadas, etc.), lo
cual provoca desequilibrios en los niveles de calidad ofertados.
Por otro lado, también es muy frecuente en turismo la intermediación en la prestación
de servicios, lo cual complica la medición del control de la calidad total ofrecida, ya que
parte de los agentes implicados en dicho proceso puede quedar fuera de nuestro ámbito
de inspección.
De cualquier modo, sugerencias como las que a continuación se ofrecen son básicas
para incrementar la satisfacción de nuestros clientes, y en la mayoría de los casos son
fáciles de poner en práctica. Así, podemos citar, por ejemplo:
– Cuidar la imagen del negocio, intentando que todo esté limpio y ordenado.
– Sensibilizar al personal en contacto de la importancia de una adecuada atención al
cliente.
– Hacer que todo el personal use uniforme diferenciador, dando imagen de profesio-
nalidad.
– Utilizar placas identificativas con el nombre y cargo de cada empleado.
– Reservar espacios para fumadores y no fumadores.
– Disponer de una amplia oferta de servicios.
– No hacer esperar inútilmente. A veces con una simple mirada o sonrisa el cliente
ya se siente atendido.
– Usar el idioma de los clientes en la medida de lo posible. En turismo el dominio de
otras lenguas denota profesionalidad y nos acerca al cliente.
– Fomentar una actitud positiva de todos los trabajadores.
– Mantener los precios de los servicios a la vista de los clientes.
– Tener detalles o pequeños regalos para los clientes. Es una forma de tangibilizar el
servicio y normalmente es recordado con agrado por éstos.
– Disponer de hojas o tarjetas de evaluación de los diferentes servicios ofrecidos en
los que podamos recoger el nivel de satisfacción del cliente.
BIBLIOGRAFÍA
Almeida Alonso, Mar y otros: Gestión de la Calidad de los Procesos Turísticos. Editorial Síntesis.
Madrid, 2006.
Altés Machín, Carmen: Marketing y turismo. Editorial Síntesis. Madrid, 1993.
Bayón, Fernando y Martín, I.: Operaciones y procesos de producción en el sector turístico.
Editorial Síntesis, Madrid, 2004.
Casanueva Rocha, Cristóbal y otros: Organización y gestión de empresas turísticas. Ediciones
Pirámide, 2000.
EDITUR, Ediciones Turísticas S.A.: Monográfico del Sistema de Calidad Turística Española.
Barcelona, 2006.
Kotler, Philip: Marketing para turismo. Pearson, Madrid, 2003.
Muñoz Oñate, Fernando: Marketing turístico. Editorial CERA, Madrid, 1994.
Senllé, Andrés y Bravo, Orlando: La calidad en el sector turístico. Ediciones Gestión 2000, S.A.,
Barcelona, 1996.
Secretaría General de Turismo: Plan Integral de Calidad del Turismo Español 2000-2006.
NORMATIVA LEGAL
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Hasta hace poco tiempo, el marketing se centraba en sólo unos clientes, los externos, esto
es, aquellos que van a hacer uso y consumir los productos y servicios que la empresa lanza al
mercado. Pero desde hace un tiempo, los gestores de las empresas se han dado cuenta de
que no sólo existen éstos para las empresas, sino que hay otros clientes claves que igualmente
hay que gestionar: los trabajadores, a los que se conoce como clientes internos. Igual que en
el trabajo con los clientes externos se han desarrollado disciplinas que tratan de organizar su
participación, imagen de las empresas percibida por éstos, relaciones con ellos, etc.
Si en cualquier empresa se van a hacer fundamentales estas disciplinas, más aun va
a ser en las empresas turísticas, ¿la razón? Las empresas turísticas “producen” servicios,
y esta “producción” obliga a un número importante de trabajadores o, como dirían Eiglier y
Langeard, de personal en contacto. Además este personal en contacto va a estar en rela-
ción directa con los clientes externos, por lo que su satisfacción y predisposición va a tener
una influencia directa en ellos.
En este tema se analiza la aplicación concreta del marketing a la gestión del capital hu-
mano de la empresa, lo que se ha venido denominando Marketing Interno, y especialmente
en las empresas del sector turístico. Para ello, se analizará el concepto, el proceso de de-
sarrollo del Marketing Interno, se trabajará en los que se ha denominado Plan de Marketing
Interno, para terminar con los manuales de empresa.
Una segunda visión inicial del Marketing Interno como apéndice del Externo, lo consi-
dera como requisito para conseguir los objetivos de marketing por cuanto crea una cultura
empresarial que motiva al personal en contacto para lograr una mentalidad de servicio y
actuaciones dirigidas al cliente y así conseguir los objetivos del Marketing Externo.
Además en el momento que nos encontramos, “la empresa clásica” provoca un rechazo
generalizado en los trabajadores, rechazo que desde la empresa debe intentar cambiarse, para
lo que es necesario establecer una estrategia perfectamente planificada que cambie esta situa-
ción, que mejore la idea de la empresa y de los empleadores que tienen los trabajadores y que
muestre y además consiga que la mejora de la situación de la empresa sea la mejora de la vida
de sus trabajadores, de tal forma que todo beneficio empresarial revierta en una mejora de los
trabajadores, no sólo desde el punto de vista de las remuneraciones, sino también y sobre todo
de las mejoras sociales, de consideración de la iniciativa y posibles aportaciones de éstos, etc.
Entre las técnicas actuales más eficaces que han permitido esta adaptación de la
empresa a los trabajadores, eliminando la conflictividad social, la desmotivación de los tra-
bajadores y la falta de integración de los mismos en la empresa, se encuentra el Marketing
Interno. Es obvio, como señala Barranco Saiz (2000), que:
El factor humano de las organizaciones actuales ya no está condicionado por la obligatorie-
dad, coercitiva, del cumplimiento de una parafernalia de reglas sociales, de normativas inter-
nas, reglamentos o principios derivados del ejercicio de la autoridad, sino que ha evoluciona-
do como consecuencia del impacto simultáneo de una serie de factores que han permitido
incrementar su poder adquisitivo, su nivel cultural, sus capacidades y posibilidades de expre-
sión, sus canales y medios de información, sus niveles de asesoramiento y protección legal,
haciéndole más crítico, más escéptico y, como consecuencia, más reacio a integrarse en
instituciones que no le garanticen plenamente su desarrollo personal, social y económico.
Por todo ello, se hacen necesarias unas técnicas que integren a esos trabajadores,
sus opiniones, inquietudes y necesidades, en la empresa, de tal forma que se aumente
su satisfacción en el seno de la empresa. Así, siguiendo de nuevo a Barranco Saiz (2000)
podemos definir el Marketing Interno como:
El conjunto de técnicas que permiten vender la idea de empresa, con sus objetivos, es-
trategias, estructuras, dirigentes y demás componentes, a un mercado constituido por los
trabajadores, “clientes-internos”, que desarrollan su actividad en ella, con el objeto último
de incrementar su motivación y, como consecuencia directa, su productividad.
1. Proyecto de Investigación
Previamente al inicio de la investigación se hace necesario un proyecto o propuesta de
investigación en el que se van a tratar los siguientes aspectos:
– Introducción, en la que se hará “una breve presentación de lo que se va a desarro-
llar en las páginas siguientes a las de la propuesta”.
– Descripción del problema a analizar, en el que se presentará de la forma más com-
pleta posible qué se va a estudiar, ya que esto va a condicionar aspectos posterio-
res de la investigación.
– Objetivos de la investigación. Estos objetivos podrán ser de dos tipos, el objetivo
general (que es la filosofía general de la empresa) y los objetivos específicos (son
numerosos, más concretos y descienden al detalle a temas de la investigación).
– Metodología a emplear. Indicará la técnica a emplear, así como la muestra necesaria
a investigar, señalando en algunos casos, metodologías y muestras alternativas.
– Plazo de realización, que se suele especificar a través de un cronograma o, si el
estudio se compone de muchas actividades, puede ser conveniente la utilización
de un diagrama PERT, para señalar qué actividades forman el camino crítico.
– Presupuesto de estudio, que dependerá de factores como la metodología y el plazo
de realización.
– Equipo técnico, que es un anexo en el que se incluyen las características más sobresa-
lientes del equipo que va a participar en el estudio, así como su experiencia profesional.
– Referencias, que es un segundo anexo en el que se indicarán los trabajos anterio-
res realizados por el equipo técnico.
En esta fase es necesario preparar todo el material físico que se utilizará en las fases
posteriores, tanto el cuestionario de prueba como las instrucciones para los entrevistado-
res, las hojas de ruta, las hojas de control, fichas, mapas, etc. Por último, se determina la
muestra a analizar procediendo a su distribución de acuerdo con las categorías de análisis
o segmentos laborales que, posteriormente, se vayan a realizar.
3.3.1. Objetivos
Los objetivos van a determinar qué quiere alcanzar la empresa y en qué grado, va a ser
también una medida del éxito o fracaso de la acción empresarial, en este caso de Marke-
ting Interno. Objetivos de Marketing Interno puede haber muchos, pero siempre va a existir
uno que va a ser el principal que los demás objetivos pretenden alcanzar. Este objetivo prin-
cipal va ser la “motivación de los empleados en su puesto de trabajo”, el resto de objetivos
serán objetivos intermedios que marcarán la cercanía o no de ese objetivo principal.
En el diseño de los objetivos se deben cumplir ciertos requisitos, por un lado, los obje-
tivos fijados deben ser concretos, deben estar temporalizados, deben ser realistas, alcan-
zables y deben ser asumidos por toda la organización.
3.3.2. Estrategias
Aunque existen multitud de estrategias, tal vez, como señalan Miquel Peris y Marín
Sánchez (2000):
La estrategia de Marketing Interno más importante, para lograr que cada público objetivo lleve a
cabo los planes y tareas de una determinada forma (es decir, que “compre el producto” y “pa-
gue el precio”), es la estrategia de posicionamiento. La estrategia de posicionamiento consiste
en decidir la concepción del puesto de trabajo y de su imagen que se quiere ocupar en la mente
de un público objetivo interno frente a los otros posibles puestos de trabajo que podría ejercer.
3.4.1. Producto
Miquel Peris y Marín Sánchez (2000) establecen que el producto del Marketing Interno
está compuesto por todas las ideas, bienes y servicios que proporciona el puesto de trabajo
del empleado (consumidor interno) y todo lo que implica o contiene: recompensas eco-
nómicas (formado normalmente por el salario y otros beneficios económicos y beneficios
adicionales como vacaciones pagadas, seguros, pensiones, etc.), recompensas intrínsecas
(son las derivadas del puesto de trabajo, como el estatus, las posibilidades de ascenso,
etc.), incentivos psico-sociales (formados por las felicitaciones expresas de los superiores,
bien a través de correspondencia o conversaciones privadas o no), los planes a implemen-
tar (incluyen los propósitos o ideas que los integran, los medios y la autoridad para actuar)
o la organización y su gestión (engloban la identidad e imagen corporativa, la forma de
organizarse y los modos de funcionamiento, el ambiente laboral, etc.).
3.4.2. Precio
Siguiendo a los anteriores autores:
El precio a pagar por cada empleado consiste en llevar a cabo los planes y tareas de una de-
terminada manera. Este precio incluye elementos como el esfuerzo, la creatividad, la impli-
cación, el tiempo o la motivación necesarios para ejecutar el plan y las tareas. El empleado
debe tener claro cuál es el precio que tiene que pagar por su puesto de trabajo y todo lo que
trae consigo, por lo cual aquellos elementos deben definirse y concretarse a través de los
resultados esperados. Estos resultados deben desglosarse en objetivos, debidamente cuan-
tificados, cuya consecución ayudará a conseguir los de la organización y/o los del departa-
mento de dirección correspondiente. Los objetivos pueden incluir estándares del desempeño
del empleado de dos tipos: 1) de comportamiento o inputs, y 2) de resultados u outputs. En
el caso de un vendedor, por ejemplo, el estándar de número de visitas a realizar sería del
primer tipo, mientras que el estándar de cifra de ventas a conseguir sería del segundo.
3.4.3. Distribución
La distribución en el Marketing Interno debe hacerse a través de la estructura organiza-
tiva de la empresa. La Alta Dirección, como máxima responsable de los puestos de trabajo,
distribuye el producto básico entre sus empleados (estableciendo presupuestos de gastos
de personal, categorías, etc.) a través de los directores de todos los niveles jerárquicos de
la organización, los cuales van añadiendo valor al mismo (administrando las recompensas,
diseñando los planes a implementar, proporcionando medios para la implementación de in-
centivos psico-sociales, etc.). Todo ello sin perjuicio de que el proceso de Marketing Interno
podría ser aplicado por cualquier nivel de dirección en sus relaciones con sus departamen-
tos de implementación y empleados subordinados, en lugar de por la Alta Dirección.
3.4.4. Comunicación
Podemos afirmar que no se puede hablar de Marketing Interno en una empresa si no
se realiza una adecuada política de comunicación. Esta comunicación (o información) es
tan importante que se ha constatado que la solución de la mayor parte de problemas orga-
nizacionales pasa por una mejora de los canales de comunicación y por un incremento de
la información a transmitir.
Debido a esta importancia, es necesario que, para una adecuada comunicación, se
establezca un Plan de Comunicación Interna (en adelante, PCI) que permita, a través de
medios y soportes, conseguir una serie de objetivos. Siguiendo a Barranco Saiz (2000), las
etapas en la realización de este PCI son:
– Formación en la comunicación. En esta etapa se trata de mentalizar y formar a todos
los niveles de la empresa sobre la importancia de la comunicación en el seno de ésta.
– Determinación del contenido de la información. Para establecer el contenido
o mensaje de la información es necesario conocer cuáles son las áreas de interés
prioritario para los clientes internos de la empresa y los objetivos fijados anterior-
mente por la misma para el plan de marketing. Conocer los deseos de los clientes
internos se suele hacer a través de investigaciones sociolaborales, ya tratadas. No
obstante, los temas de mayor interés para éstos suelen ser: aspectos sociolabora-
les (normativa laboral, sistemas de promoción, formación, derechos, etc.), desem-
peño de puesto de trabajo (preparación para el desempeño, funciones, valoración,
etc.), organización de la empresa (organigramas, funciones de los departamentos,
etc.) y objetivos generales (política tecnológica, comercial, financiera, etc.).
– Programa de actuación. Una vez conocidos los temas de interés para los clientes
internos, conviene establecer el programa de actuación en materia de comunica-
ción interna. Este programa estaría constituido por tres elementos de comunicación
interna: Plan de Publicaciones, Servicio de Información al Empleado y Círculos de
Calidad. Pasemos a analizarlos:
a) Plan de Publicaciones. Los soportes impresos son los más adecuados para
dar información y potenciar, sobre todo, la comunicación interna descendente.
Un buen plan debe contener como mínimo: publicaciones periódicas, como la
revista de la empresa (que, de periodicidad quincenal o mensual, debe conte-
ner información de actualidad de la empresa, cartas al director, sugerencias a
la empresa, pasatiempos, información sobre las “relaciones laborales”, etc.),
el balance social (de periodicidad anual, que trata de informar sobre resulta-
dos, estrategia empresarial, proyectos de la empresa, etc.) y las publicaciones
puntuales, como el manual de empresa (que debe incluir la historia de la em-
presa, la organización, la estructura, aspectos económicos-financieros, etc. y
que también tiene como objetivo informar al trabajador sobre sus derechos y
obligaciones e incluye información como retribuciones, política de vacaciones,
servicios médicos de empresa, formación, etc.).
b) Servicio de Información al Empleado. Es una oficina donde el empleado
puede acudir para resolver directamente sus problemas sin el uso de los cana-
les intermedios tradicionales que suelen provocar distorsiones. Sus funciones
son: informar de temas relativos a la función de personal, canalizar las quejas
y sugerencias y orientar sobre sus derechos y obligaciones.
c) Círculos de Calidad. Hasta ahora, lo visto, trata de mejorar la comunicación
interna descendente, pero también hay que adoptar medidas para mejorar la
comunicación ascendente y horizontal, dando cauce a las iniciativas de los em-
pleados y proporcionando a la dirección una información más completa sobre
el estado interno de la empresa. Los buzones de sugerencias, los planes de
iniciativas y los concursos de ideas originales constituyen formas válidas que
deberán emplearse y fomentarse. Sin embargo, la forma ideal para promover
la comunicación y participación de los trabajadores es a través de los círculos
de calidad de la “teoría Z” de gestión que consiste en conseguir el interés del
trabajador en la propia empresa a través de la motivación.
Otras herramientas de comunicación del Marketing Interno son: la publicidad interna
y la promoción de ventas interna. La publicidad interna se puede desarrollar a través de
la Intranet, folletos, medios audiovisuales, formación del empleado, etc. La promoción de
ventas interna incluye las herramientas proporcionadas por los incentivos diferentes de los
económicos, como: los concursos de producción, de ventas, etc., que conceden premios,
como viajes o regalos por alcanzar metas específicas; programas de reconocimiento for-
mal, en reuniones con el resto de empleados del departamento, a los mejores en diversas
dimensiones del rendimiento (ventas, clientes nuevos o mayores ventas por cuenta, en el
caso de la función de ventas); anunciados, en la prensa local o en boletines internos, tablón
de anuncios, etc., y con entrega de premios de bajo valor, como trofeos, placas o anillos;
privilegios especiales, para los mejores empleados; convenciones organizadas con motivos
concretos que se utilizan para presentar los incentivos y dar reconocimiento formal, además
de para motivar y relacionar a los empleados, etc.
la productividad de la empresa. Pero desde el punto de vista del Marketing Interno no sólo
deben analizarse estos factores, sino que debe tomarse el pulso al estado anímico de la
organización, conociendo la satisfacción y el punto de vista sobre algunos aspectos.
Para conocer ese clima laboral en la empresa se pueden utilizar diferentes herramien-
tas, estando entre las más importantes el panel de consumidores, ya tratado anteriormen-
te, de carácter continuo o estudios periódicos.
– Manual del empleado. Es aconsejable que el Manual del Empleado incluya toda la
información de la empresa de tal forma que el período de adaptación al funcionamien-
to de la empresa sea lo más corto posible. Entre otra información se suele incluir:
* Calendario laboral.
* Horarios de trabajo.
* Remuneración del trabajo, formas de pago, solicitud de anticipos.
* Política de incentivos.
* Funcionamiento del sindicato de empresa.
* Convenio de trabajo dentro del que se regula la empresa.
* Normas para los empleados dentro de la empresa como funcionamiento de los
vestuarios, horarios de comedor, etc.
* Normas sobre higiene y seguridad en el puesto de trabajo.
Este documento debe entregarse a los trabajadores el primer día de trabajo de éste,
para facilitar la familiarización del empleado con la empresa y su puesto de trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
Barranco Saiz, Francisco Javier: Marketing interno y gestión de recursos humanos. Editorial
Pirámide, Madrid, 2000.
Iglesias Tovar, José Ramón: Comercialización de productos y servicios turísticos. Síntesis,
Madrid, 2000.
Kotler, P.: Marketing para turismo. Pearson, Madrid, 2003.
Levionnois, Michel: Marketing interno y gestión de recursos humanos. Ediciones Díaz de
Santos, Madrid, 1992.
López Benito, Noelia: Marketing en restauración. Editorial Síntesis, Madrid, 2003.
Miquel Peris, Salvador. y Marín Sánchez, Carmelo: Marketing interno: objeto, instrumentos
funcionales y planificación. Quaderns de Treball, Universitat de Valencia, 2000.
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Los pasados 25 y 26 de septiembre de 2007 tuvo lugar en Madrid el V Congreso Hore-
ca de Aecoc, definido por sus organizadores como el “punto de encuentro” del sector de la
hostelería, la restauración y el catering, tratándose del mejor escenario para tomar el pulso
a un sector en plena fase de expansión.
Y es que hoy en día podemos hablar de la tendencia de “comer fuera de casa” cada vez más
extendida en los países occidentales. El aumento de la renta de las familias, la incorporación
de la mujer al mundo laboral y otros factores socioeconómicos han provocado que sea cada
vez mayor el número de personas que comen fuera de sus hogares. Ello, sumado a los despla-
zamientos de millones de turistas, ha favorecido el desarrollo espectacular del subsector de la
restauración gastronómica. Pero, ¿a qué empresas se refiere exactamente este subsector?
Sobre estos aspectos, es decir, concepto y contenido del sector de la restauración gastro-
nómica, peso actual del sector, evolución en los últimos años, etc., trata el siguiente tema.
Una curiosidad que recoge el autor en su libro, es la del origen del término restauración, que
considero de cierto interés para cerrar la presentación de un tema dedicado a la restauración
gastronómica. Sánchez Feito (1995) dice que los términos de restauración y restaurante son
galicismos que provienen del vocablo francés restaurant, cuyo origen se remonta al siglo XVI
1
Datos referidos a 2004, ya que el INE aún no ha publicado el ranking por Comunidades Autónomas referido a 2005.
Las empresas de restauración representan un 90% dentro del total de empresas del
sector turístico (290.813 empresas turísticas), un 88% del total de locales en el sector tu-
rístico (320.364 locales), un 54,4% del total del volumen de facturación (70.184.505 mi-
les de euros en el sector turístico) y un 59,2% de todos los gastos de personal (16.702.075
miles de euros en el sector turístico).
La FEHR, para el mismo periodo analizado por el INE, en un estudio de reciente publi-
cación denominado Los Sectores de la Hostelería en 2005, expone la siguiente información
referida al sector:
En el sector de restaurantes, había en 2005 unas 67.457 empresas con 4,29 millones
de plazas. Ello ha supuesto una producción (en millones de euros) de 21.524, donde cabe
destacar que se mantiene el fuerte peso de la participación de las categorías inferiores,
siendo del 53,6%, seguido por los de categoría media (43,6%) y por último, los de catego-
ría superior (2,8%). Por último, la localización de los restaurantes es muy dispar, siendo los
ubicados en provincias del litoral los más numerosos (52,50% del total).
En cuanto al grupo de cafeterías, hubo en 2005 un total de 14.465 cafeterías, con
972.068 plazas y un volumen de facturación (en millones de euros) de 13.206. El gran
grupo lo forman las de categoría inferior, siendo las de una taza las que representan
el 88% del total. La localización de las cafeterías se concentra en las comunidades
de Valencia, Baleares y Madrid, aglutinando estas casi el 50% del total de estableci-
mientos.
Centrémonos ahora en el grupo de cafés-bares, con un total de 241.950 estableci-
mientos. Antes de continuar es conveniente resaltar la heterogeneidad del mismo, pues
está integrado por establecimientos muy diversos (bares, tabernas, pubs, etc.), lo que
dificulta su análisis, tratándose de un grupo de suma importancia por las altas cifras de
facturación que genera. Siguiendo con el estudio publicado por la FEHR, se concentra en
las comunidades de Andalucía, Madrid, Valencia, Galicia y Cataluña con aproximadamen-
te un 70% del total. No obstante, refleja el estudio el mayor valor relativo de Madrid, con
relación a Cataluña y a Andalucía; ya que en Madrid, la densidad por ciudadanos resi-
dentes se eleva a 174 habitantes por establecimiento abierto, mientras que en las otras
dos comunidades, la densidad se reduce a 228 y 201, respectivamente. El volumen de
facturación del grupo (en millones de euros) es de 51.612, como se puede ver, cifra que
supera con creces la facturación del grupo restaurantes.
Por último, veamos el sector de las colectividades, con un total de 11.643 empre-
sas, distribuidas principalmente por Andalucía, Cataluña, Valencia y Madrid, que engloban
aproximadamente el 50%. El volumen de facturación en millones de euros es de 7.511.
Es obvio que INE y FEHR arrojan datos muy dispares. Éste es el problema en el
análisis de este subsector, ya que son datos, en ocasiones, muy alejados. Por tanto, a
la hora de analizar el subsector será clave señalar la fuente de la que se ha obtenido la
información.
Dentro de la Unión Europea, el crecimiento es desigual, dadas las distintas costumbres
y estilos de vida existentes en los diferentes países. Así los países con mayor gasto per
cápita en el sector de restauración son Francia, Italia y España, y en general, los países
del circuito mediterráneo, en los que las costumbres de sus habitantes se manifiestan en
los aspectos relacionales de comer fuera de casa, lo que sumado al fuerte componente
turístico, hace que este sector esté más desarrollado en esos países. La posición de los
países, según la facturación es (por orden): Italia, Francia, Alemania, España, Reino Unido,
Holanda, Bélgica y Portugal.
A continuación se recoge una tabla con datos relacionados con el empleo en el sub-
sector de restauración, elaborada a partir de la Encuesta Anual de Servicios del año 2005
del INE:
Comedores
colectivos
Sector Establecimientos y empresas
Restaurantes
Restauración de bebidas dedicadas a
la provisión
de comidas
Tasa de estabilidad
61,9 62,8 60,7 61,4
en el empleo
Tasa de participación
48,1 48,8 52,0 68,1
femenina
TABLA 2. EMPLEO EN EL SECTOR DE RESTAURACIÓN EN ESPAÑA. FUENTE: ADAPTADO DEL INE.
a) Grupo de restaurantes
– En cuanto al número de establecimientos, la evolución desde 1975 ha sido
muy positiva, aunque el ritmo de este crecimiento no ha sido siempre el mismo.
La cifra creció con tasas medias acumuladas interanuales superiores al 5% hasta
1990. Sin embargo, a partir de entonces, el crecimiento aminoró y el incremento
anual pasó a ser del 1%. No obstante, a finales de los noventa volvimos a asistir a
un periodo de tasas altas (en el año 1998, por ejemplo, fue del 4%), para después
registrar datos muy dispares, siendo la última registrada, la del año 2004 al 2005
del 1,8%.
– En cuanto a número de plazas. Los restaurantes han aumentado la dimensión
media por establecimiento, pasando de 56 plazas por establecimiento en el año
1995 a las 62,3 plazas de media por establecimiento del año 2005; el aumento
en el número de plazas de restaurantes fue mayor durante los años 1975-1985,
de todas formas, señalar que desde el millón de plazas que había en 1975, hemos
pasado casi a los 4,29 millones en la actualidad.
– En cuanto a la categoría. Desde 1990 ha habido un descenso en la categoría
de los restaurantes, siendo la categoría inferior la más beneficiada; sin embargo,
éste no tiene que corresponder a un descenso en la calidad, ya que ello ha sido
motivado por razones fiscales.
b) Grupo de cafeterías
– En cuanto al número de establecimientos. Desde 1975 se observa un creci-
miento del 193% del subsector de cafeterías. Han pasado de 4.945 en 1975 a
alrededor de 14.465 en la actualidad. La tasa de variación interanual es del 3,6%,
por lo que se observa la dinámica del sector; sin embargo son los establecimientos
de inferior categoría los que mayor variación interanual acumulativa han alcanzado,
concretamente, de un 3,9%.
– En cuanto al número de plazas. Cabe destacar que las cafeterías han triplicado
sus plazas en el periodo 1975-2005, pasando de 339.005 a 972.068 plazas. El
antes mencionado estudio justifica este incremento por la “sabia adaptación” que
han tenido las cafeterías a los nuevos ritmos de vida actuales, prestando un servi-
cio rápido y completo. En lo referente a la dimensión media, en 1975 era de 68,6
plazas por establecimiento, cifra que ha descendido hasta los 65,8 del año 2005.
– En cuanto a la categoría. La evolución del número de establecimientos en el
periodo 1995-2005, según tres tazas, dos tazas y una taza, ha sido de 259 a 357,
de 651 a 1.298 y de 4.035 a 12.810, respectivamente.
c) Grupo de cafés-bares
– La evaluación y estudio del subsector de cafés-bares resulta complicada. Este sub-
sector se caracteriza en este caso por estar compuesto por un elevado número de
establecimientos que son pequeñas empresas, atendidas por el propio dueño y
sus familiares. La inexistencia de un registro oficial, el carácter familiar, la pequeña
dimensión de las empresas y la heterogeneidad de éstas, entre otras causas, difi-
culta la obtención de información fiel a la realidad.
– La tasa media de variación interanual de este sector es del 3%, lo que significa
que se sitúa por debajo de restaurantes y cafeterías. Se ha pasado de 109.597
establecimientos en el año 1970 a 241.950 en 2005.
Para terminar con este breve análisis de la evolución de los principales establecimien-
tos de restauración gastronómica en España durante las últimas tres décadas, creo conve-
niente hacer referencia a los cambios que se han producido en la ubicación de dichos es-
tablecimientos, y es que la expansión de los nuevos establecimientos, en los últimos años,
ha sido tres veces superior en las zonas costeras turísticas que en el interior, acogiendo
en la actualidad las áreas turísticas del litoral español el 50% de los bares, el 71% de las
cafeterías y el 53% de los restaurantes de todo el territorio nacional.
A continuación se recogen las tendencias más significativas de la oferta:
a) La oferta supera ampliamente a la demanda: existe una gran atomización de este
tipo de empresas, por tanto, éstas han de gestionar adecuadamente todos los
elementos participantes en la prestación del servicio, así como realizar profundas y
continuas investigaciones comerciales, para obtener la ansiada “diferenciación”.
b) Incremento de la profesionalización en el sector. Como consecuencia de la con-
centración de empresas en el sector, unida a la fuerte rivalidad entre las mismas
así como a la presencia de un cliente cada vez más exigente, las empresas han de
gestionar adecuadamente sus recursos humanos y contar con verdaderos equipos
de profesionales capaces de satisfacer mejor que la competencia los deseos y ne-
cesidades de la clientela y conseguir así la fidelización de la misma.
c) Podemos hablar de un concepto de restauración asociada al “ocio”. Así, encon-
tramos un nuevo tipo de restaurantes, los restaurantes temáticos (por ejemplo, el
Mexicano de Port Aventura), o la importancia dada a aspectos decorativos (como
en Hard Rock Cafe).
d) Proliferación de grandes cadenas y grupos comerciales uniendo esfuerzos y siner-
gias en su gestión para aumentar beneficios y minimizar su competencia directa.
e) Incremento de franquicias, con ejemplos como Pans & Company, Pizza Hut,
McDonald´s, etc.
f) Aparición y consolidación de nuevas fórmulas de restauración con el fin de adap-
tarse a las nuevas tendencias de la demanda, tales como la “neo-restauración”:
este tipo de establecimientos trata de ofrecer un servicio de comida y bebida
rápida y económica. En el mercado español, éstos han proliferado de forma muy
rápida y la causa no es sólo achacable a los cambios socioculturales produci-
dos, sino que en muchos casos se debe, como establece Sánchez Feito (1995):
“al mimetismo que sufre la sociedad española hacia culturas económicamen-
te dominantes”, como la estadounidense. Siguiendo de nuevo al citado autor,
éste establece las siguientes características comunes de los establecimientos de
neo-restauración:
– Utilización de las nuevas tecnologías aplicadas al sector (cocina al vacío, cocina
por inducción, microondas, modernos métodos de ultracongelación, etc.).
– Utilización de nuevos productos preelaborados y en algunos casos, listos para
su consumo, como los denominados convenience-food.
– Utilización de nuevas formas de servicio (autoservicio o servicio a domicilio).
– Utilización del marketing y los nuevos conceptos de calidad.
Dentro de la gran variedad de establecimientos de este tipo que existen cabe des-
tacar: fast-food, take-away, drug-store, vending.
Además, en los últimos años, se han ido perfilando otras características típicas de la
demanda de este subsector, como son las siguientes:
– Aumento del tiempo de ocio y mayor importancia de las actividades que se
realizan dentro de éste. Así, en nuestro tiempo de ocio una de las actividades por
excelencia es la de “salir a tomar algo”, “almorzar o cenar fuera”, “salir de tapas”,
“salir de cervezas”, “ir a tomar una copa”, etc., actividades todas ellas englobadas
dentro del subsector de la restauración.
– Desestacionalización de la demanda: hoy en día hablamos de un consumo re-
partido a lo largo de todo el año:
* Durante todos los fines de semana del año (salir a tomar una cerveza, a tomar
café, a tomar una copa…).
* En fechas comerciales y tradicionales (en las festividades de los municipios,
salir a tomar algo en la verbena o en la romería).
* En los periodos vacacionales: Navidad, Semana Santa y verano (cenas de em-
presa de Navidad, cenas de fin de año, etc.).
* Consumo en cualquier día del año: desayunos en cafeterías, almuerzos, me-
riendas… cualquier momento es bueno para parar a tomar algo.
– Mayor preocupación por los aspectos relacionados con la salud y el culto al
cuerpo, etc. Siguiendo lo establecido por el Primer Ciclo de Conferencias sobre
Restauración Colectiva (2002):
Los clientes quieren comer más natural, lo cual debe significar que los alimentos
estén menos elaborados y que se puedan diferenciar los ingredientes, y a su vez
hay una preocupación extendida por consumir menús equilibrados y, a pesar de
las advertencias de especialistas como el Dr. Grande Cobián, cada vez hay más
vegetarianos, y todo eso está siendo recogido por la industria restauradora que
desarrolla nuevas ideas de fresco, ecológico, artesanal y recién hecho, no debiendo
extrañarnos el que en establecimientos en los que tradicionalmente no se vendían
más que hamburguesas y pizzas pasen a ofrecerse novedades que enriquezcan su
oferta sin dejar de adaptarse a su encorsetada instalación. Lo normal es que en el
futuro las porciones sean menores y que ese menor gramaje quede contrarrestado
por el atractivo de la presentación y la seguridad de que es bueno para la salud lo
que vamos a comer.
Esta tendencia cada vez está siendo más atendida por la oferta del sector, pues va
siendo habitual encontrar cartas en los restaurantes con información nutricional y
calórica de los platos (como ofrece la empresa Mc Donald´s en los manteles de
papel de sus bandejas) o menús para diabéticos (como ocurre en los restaurantes
de la empresa Paradores de Turismo de España S.A.).
– Y, por último, y siguiendo de nuevo lo recogido en el Primer Ciclo de Conferencias
sobre Restauración Colectiva (2002):
(…) Una demanda más experimentada, más informada, y por tanto, más exigente,
en cuestiones higiénicas, gastronómicas, dietéticas y ambientales. De manera que
podemos relacionar una serie de atributos exigidos por el cliente actual, tales como:
rapidez, flexibilidad de horarios, lugar agradable, variedad, amabilidad, garantía de
calidad, innovación e información (…).
De lo anterior se deduce que con el paso del tiempo se hayan ido solicitando determi-
nados tipos de “comidas”, como consecuencia de las características de la demanda antes
citadas. Ejemplos de estas comidas sería lo que conocemos como: cocina rápida (hambur-
gueserías, pizzerías), cocina para llevar, servicio de comida para colectividades, servicio de
comida a domicilio, cocina temática, etc.
En cuanto al análisis cuantitativo de la demanda, podemos decir, siguiendo publicacio-
nes del Diario de la seguridad alimentaria, que los españoles gastan en comidas fuera de
casa un total de 814 euros cada año y visitan casi un día de cada dos los establecimientos
de Food Service (alimentación fuera del hogar); acuden una media de 182,5 veces al año a
este tipo de establecimientos, lo que supone casi 7.500 millones visitas, que abarcan res-
taurantes de servicio completo, de comida rápida, comedores e hipermercados o tiendas
donde se pueden adquirir alimentos preparados.
b) Restauración social-comercial.
– Catering: aéreo, marítimo, ferroviario; tercera edad a domicilio; también Cate-
ring en celebraciones, reuniones, congresos.
– Restauración diferida: definida por el autor como:
La aplicación inmediata del frío a los platos ya elaborados para ser consumidos, en
lugares y en tiempos distintos al de su preparación.
Serían aquellos restaurantes y cafeterías de aeropuertos; restaurantes de auto-
pistas o Rest-stop; restaurantes en grandes superficies.
Para terminar con este apartado, comentar que podríamos añadir una tercera tipología,
dentro de esta primera clasificación que diferencia entre la libertad del cliente en elegir
el establecimiento de comidas y bebidas, de manera que podríamos hablar, además del
sector comercial versus el sector cautivo, de un sector “semi-cautivo”, que por la ubicación
del cliente en una zona o situación determinada, por ejemplo en una autopista o en un
aeropuerto, de algún modo se ve obligado a consumir entre una reducida oferta de esta-
blecimientos. Por ejemplo, los restaurantes situados en los aeropuertos (los consumidores
no encuentran otro restaurante en muchos kilómetros por lo que de alguna forma, se ven
obligados a elegir ése, no obstante, no sienten la misma necesidad que el paciente de un
hospital, el que no tiene otra elección posible, o el cliente de un crucero), o los restauran-
tes y demás establecimientos de un centro comercial (un cliente que está de compras por
el centro comercial y necesita consumir alguna comida o bebida, se verá en cierto modo
obligado a hacerlo dentro de ese espacio y en esos establecimientos, aunque siempre ten-
dría la posibilidad, poco acertada, de no hacerlo y recorrer largas distancias para buscar un
establecimiento ubicado fuera de dicho centro comercial).
Por otro lado, se encuentran los eventos que requieren que las personas que acuden
a ellos estén sentadas (fiestas infantiles, comidas de empresa, banquetes, etc.). En
este tipo de acontecimientos, las normas genéricas de servicio y las de protocolo sí
se tienen más en cuenta, a diferencia de los establecimientos de neo-restauración.
Además, en este tipo de servicios, las empresas encargadas deberán cuidar un nuevo
aspecto, el entretenimiento (atracciones de luz y sonido, karaokes, fuegos artificiales,
etc.; la elección siempre dependerá del tipo de reunión y del presupuesto); incluso en
ocasiones, además de los procesos básicos de cualquier empresa de restauración,
las de catering también se pueden encargar del transporte de los invitados (se encar-
gan de buscar coche, con o sin conductor, limusinas, coches de caballos, autobuses,
y si es necesario, hasta avionetas o globos aerostáticos).
Como hemos visto, a pesar de guardar cierta relación entre sí los tres tipos de esta-
blecimientos clasificados, existen diferencias notorias entre los mismos; esto es lo que nos
lleva a establecer los tres tipos de establecimientos en función de los procesos básicos.
BIBLIOGRAFÍA
Bayón Mariné, Fernando y Martín, Inmaculada: Operaciones y procesos de producción en
el sector turístico. Editorial Síntesis, Madrid, 2004.
Cerra, Javier y otros: Gestión de producción de alojamientos y restauración. Editorial Síntesis,
Madrid, 1997.
Figuerola Palomo, Manuel y otros: Los Sectores de la Hostelería 2005. Editorial Federación
Española de Hostelería, Pozuelo de Alarcón (Madrid), 2006.
López Benito, Noelia: Ofertas gastronómicas y sistemas de aprovisionamiento. Editorial
Síntesis, Madrid, 2004.
López Benito, Noelia: Marketing en restauración. Editorial Síntesis, Madrid, 2003.
Primer Ciclo de Conferencias sobre Restauración Colectiva. Málaga, 2002.
Real Academia Española: Diccionario de la Lengua Española. Editorial Espasa, Madrid, 2001.
Sánchez Feito, José Manuel: Procesos de servicio en restauración. Editorial Síntesis, Madrid, 1995.
NORMATIVA LEGAL
Ley 12/1999, de 15 de diciembre, del Turismo en Andalucía.
Decreto 20/2002, de 29 de enero, de turismo en el medio rural y turismo activo.
Orden de 6 de abril de 1987 sobre restaurantes, cafeterías, bares y similares.
Orden de 17 de marzo de 1965, por la que se aprueba la ordenación turística de restaurantes.
Orden de 18 de marzo de 1965, por la que se aprueba la ordenación turística de las cafeterías.
Reglamento de la Comisión N.º 29/2002 de 19 de Diciembre de 2001, por el que se
aprueba la Clasificación Nacional de Actividades Económicas 1993.
PÁGINAS WEB
Federación Española de Hostelería
http://www.fehr.es/
Instituto Nacional de Estadística
http://www.ine.es/
Federación Europea de Restauración Colectiva
http://www.ferco-catering.org/
AECOC
http://www.aecoc.es/
Diario de la seguridad alimentaria
http://www.consumaseguridad.com/
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La Festa do Pan en el municipio de Neda (A Coruña), la 10.ª Feria del Pan, la Harina y el
Trigo en Empuriabrava (Gerona), o la II Feria de la Panadería y Pastelería Artesana del Mediterrá-
neo celebrada en Málaga, son sólo algunos ejemplos de las muchas ferias y encuentros de pro-
fesionales del sector de la panadería y pastelería artesanal que tienen lugar en nuestro país.
Y es que cada día son más los acontecimientos que se celebran en este subsector, ya
que suponen un encuentro de los profesionales del mismo (tanto los propios “fabricantes”
como los proveedores de maquinaria, de materias primas, etc.) con los consumidores, don-
de se intercambian experiencias, se realizan concursos, exposiciones de nuevos productos
o técnicas, se analizan nuevas tendencias…
A continuación realizaremos un análisis de este subsector, atendiendo al peso del mis-
mo en la economía nacional, a la evolución de la oferta y demanda, y al tipo de estableci-
mientos que existen.
Suponemos que, ya que la mayoría de estas empresas ofrecen los dos tipos de productos
(panadería y pastelería) de forma conjunta a fin de diversificar su oferta y aumentar sus
ingresos, los estudios sobre el sector comprenderán ambos tipos de explotaciones.
El primer ejemplo que vemos de lo anterior es la información suministrada por el INE.
Según éste, hay en el sector alrededor de 180.000 empresas dedicadas a este negocio; no
obstante, es importante señalar que 15.926 se dedican a la fabricación de productos de
panadería y pastelería y que el número de empresas dedicadas a la venta es de 164.221. En
cuanto a la estructura de las empresas de fabricación, el 50% lo constituyen personas físicas,
un 40% sociedades (anónimas y limitadas) y el resto empresas con otras formas jurídicas.
El volumen de facturación es de 25.600 millones de euros, el 84% lo consumen en
hogares y el resto es consumo extradoméstico (en hostelería y otras instituciones como
colegios, residencias, etc.).
La siguiente tabla recoge una distribución de las empresas de panadería y pastelería
en las distintas Comunidades Autónomas. Cabe señalar el importante peso sobre el total
nacional de las empresas andaluzas, catalanas y gallegas, entre otras.
Comunidad Autónoma N.º de empresas Comunidad Autónoma N.º de empresas
Andalucía 3.311 Comunidad Valenciana 1.326
Aragón 541 Extremadura 674
Asturias 332 Galicia 1.514
Baleares 352 Madrid 879
Canarias 634 Murcia 677
Cantabria 201 Navarra 223
Castilla y León 1.503 País Vasco 613
Castilla-La Mancha 1.272 La Rioja 162
Cataluña 1.671 Ceuta y Melilla 41
TABLA 1. DISTRIBUCIÓN DE LAS EMPRESAS DE PANADERÍA Y PASTELERÍA EN ESPAÑA.
FUENTE: ADAPTADO DEL INE.
Por último, en cuanto a la evolución posible de este sector en España y la Unión Euro-
pea, podemos afirmar que el consumo de productos de panadería es inferior al de nues-
tros vecinos europeos, aunque de 2002 a 2003 se registró un aumento de un 2% en el
consumo, y en los últimos años se han venido haciendo campañas de promoción del pan
(como las realizadas durante el periodo 2003–2006 gracias al acuerdo de la Organización
Interprofesional Agroalimentaria de Cereales Panificables y Derivados –INCERHPAN–), lo
que hace que podamos hablar de buenas previsiones de cara a futuros años.
En lo que respecta a los productos de pastelería, en España las tasas de crecimiento
han sido positivas en los últimos años y este tipo de empresas han ido ganando terreno,
situación similar a la de los países de la Unión Europea, en los que el consumo de estos
productos, es igualmente importante, y ello se debe, entre otros aspectos, a la tradición de
los mismos; pensemos en el croissant francés, las famosas galletas de mantequilla dane-
sas y alemanas, o la histórica Sache Torte austriaca.
promocionales del pan en las que participan multitud de empresas del país así como
en los encuentros de los profesionales del sector en las ferias celebradas, o las repe-
tidas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (en adelante, OMS)
acerca de los beneficios del consumo de pan y productos de pastelería artesanal.
2005 2006
Productos Millones Millones 2006/2005%
kg/por persona kg/por persona
kg/unidad kg/unidad
Pan 2.390,86 55,9 2.344,50 53,8 –1,9
Galletas,
bollería y 610,52 14,3 627,52 14,4 2,8
pastelería
TABLA 2. EVOLUCIÓN DE LA CANTIDAD COMPRADA TOTAL Y POR PERSONA DE PRODUCTOS
DE PANADERÍA Y PASTELERÍA EN ESPAÑA. FUENTE: ADAPTADO DEL MINISTERIO
DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN.
El consumo total de 2003 en España en pan fue de 4.273 millones de euros, inclu-
yendo el consumo de hogares, hostelería e instituciones. Y en productos de bollería, y
pastelería 2.134,66 millones de euros.
Dentro del gasto total en alimentación de hogares, hostelería e instituciones, el gasto
en pan representa un 6% dentro del total y en bollería y pastelería un 3%.
Tiendas Economatos
Productos Supermercados Hipermercados
tradicionales Cooperativas
Galletas, bollería
17,64 16,99 56,07 55,81 21,43 22,87 0,30 0,26
y pastelería
TABLA 3. EVOLUCIÓN DE LA CUOTA DE MERCADO EN HOGARES. ESTABLECIMIENTOS CONVENCIONALES
(PORCENTAJE DEL VALOR DE VENTA). FUENTE: ADAPTADO DEL MINISTERIO
DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN.
Mercadillo Venta
Productos Autoconsumo Otras formas
callejero a domicilio
Galletas, bollería
0,59 0,44 0,19 0,22 0,15 0,09 3,62 3,32
y pastelería
TABLA 4. EVOLUCIÓN DE LA CUOTA DE MERCADO EN HOGARES. ESTABLECIMIENTOS NO CONVENCIONALES
(PORCENTAJE DEL VALOR DE VENTA). FUENTE: ADAPTADO DEL MINISTERIO
DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN.
Pan 24,9 1,3 0,4 0,1 4,5 47,9 20,8 0,1 0,1
Galletas,
bollería y 21,1 4,6 0,8 0,0 4,7 54,1 14,0 0,5 0,3
pastelería
TABLA 5. CUOTAS DE MERCADO SEGÚN LOS CANALES DE COMPRA EN HOSTELERÍA-RESTAURACIÓN, 2005 (PORCENTAJE DEL VALOR DE COMPRA).
FUENTE: ADAPTADO DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN
Pan 27,6 1,2 0,2 0,0 3,6 39,4 27,7 0,1 0,3
Galletas,
bollería y 20,6 3,6 0,4 0,0 6,9 45,8 22,0 0,4 0,3
pastelería
TABLA 5. CUOTAS DE MERCADO SEGÚN LOS CANALES DE COMPRA EN HOSTELERÍA-RESTAURACIÓN, 2006 (PORCENTAJE DEL VALOR DE COMPRA).
FUENTE: ADAPTADO DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN
e) La clientela se caracteriza por ser cada día más exigente, demanda productos inno-
vadores, capaces de sorprender a los paladares más exquisitos. Además, cada día
prestan mayor atención a aspectos relacionados con la salud.
f) García Bermejo y otros (1998), hablan de dos tipos de clientes en el sector de
pastelería, bollería y repostería:
Los que aprueban el consumo de dulces y aquellos que encuentran en estos productos
un motivo de rechazo. Los clientes de este sector buscan calidad, higiene, variedad,
presentación y, sobre todo, confianza en el producto (…). Los principales motivos de
compra de estos productos se basan en la relación social, como elemento de regalo,
para una celebración e, incluso, como recompensa personal.
Pues bien, hecha ya esa aproximación al sector industrial, volvamos a nuestro sector
“artesanal” y clasifiquémoslo en base a los procesos básicos:
a) Establecimientos de producción: se dividen a su vez en establecimientos de ela-
boración de productos de panadería, de pastelería o una combinación de ambos.
Nos referimos al obrador, en el que se elaboran y manipulan las materias primas
para dar lugar a las ofertas de panadería y pastelería.
b) Establecimientos de distribución: son los intermediarios entre los productores
(el obrador) y los establecimientos de venta directa.
c) Establecimientos de venta directa: adquiere a otras empresas los productos ya
elaborados y su misión es venderlos al cliente final.
BIBLIOGRAFÍA
PÁGINAS WEB
Consumer
http://www.consumer.es/
CEOPAN
http://www.ceopan.es/
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
2. ESTRUCTURAS DE LOS ESTABLECIMIENTOS Y/O ÁREAS DE RESTAURACIÓN
2.1. Áreas y departamentos en los establecimientos de restauración
2.2. La plantilla profesional en los establecimientos de restauración
2.2.1. Categorías profesionales de la brigada de cocina
2.2.2. Categorías profesionales de la brigada de restaurante o comedor
2.2.3. Otras categorías en restauración
3. PROCESOS DE ELABORACIÓN DE COMIDAS Y BEBIDAS
3.1. Sistemas de producción de comidas
3.2. La mise en place en cocina
3.3. Desarrollo del servicio en cocina
3.3.1. Recepción de comandas
3.3.2. Preelaboración de los alimentos
3.3.3. Cocción de los alimentos
3.3.4. Presentación de los platos
3.3.5. Distribución
3.3.6. Recogida o desbarace de la cocina
3.4. Las recetas o fichas de producción
4. PROCESOS DE SERVICIO DE ELABORACIONES CULINARIAS Y BEBIDAS
4.1. La mise en place en el comedor o restaurante
4.2. Desarrollo del servicio en el comedor
4.3. Tipos de servicios
4.4. Normas de protocolo
4.5. El servicio de vinos y licores
4.5.1. Vinos blancos, rosados y espumosos
4.5.2. Vinos tintos
4.5.3. Licores
4.6. La mise en place en el bar
4.7. Desarrollo del servicio en la barra o mostrador
5. INSTALACIONES, EQUIPOS Y MAQUINARIA
5.1. La cocina
5.2. El comedor o restaurante
5.3. El bar-cafetería
6. COMPARACIÓN DE ESTABLECIMIENTOS DE RESTAURACIÓN GASTRONÓMICA
COMERCIAL Y COLECTIVA
7. INSTRUMENTOS DE CONTROL DE CALIDAD
7.1. El sistema ARCPC de seguridad alimentaria
7.2. El modelo SERVQUAL
7.3. Las Normas del ICRE
7.4. Las Normas ISO 9000:2000 de Sistemas de Gestión de la Calidad
7.5. Cuestionarios de satisfacción de clientes
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Los establecimientos turísticos de restauración, según el artículo 46 de la ley 12/1999
del Turismo en Andalucía se pueden definir como aquellos que reuniendo los requisitos que
reglamentariamente se determinen, sean destinados por su titular mediante oferta al públi-
co, a proporcionar comidas y bebidas consumibles en sus propias dependencias.
El termino “restauración” empezó a utilizarse en España en la década de los años
setenta, y con el mismo se hace referencia a un amplio abanico de establecimientos que
irían desde los denominados “tradicionales”, donde se incluyen diferentes modalidades de
restaurantes, cafeterías y bares (con un servicio y ofertas clásicas y en cierto modo más
fieles a las tradiciones y costumbres locales de la zona donde se ubican), hasta las actuales
empresas de restauración rápida o fast food, establecimientos de take-away o los drug-
stores entre otros establecimientos.
Tampoco podemos olvidar el auge actual de las empresas de catering, que sirven co-
midas a diferentes instituciones y organismos, empresas de transporte y también a particu-
lares, organizando incluso el servicio de camareros, el montaje de mesas o la animación si
fuese necesaria, para ofrecer el servicio contratado.
Son varios los motivos que hacen importante la oferta de restauración en un destino tu-
rístico. En primer lugar es importante resaltar el papel mucho más activo del turista actual,
que ya no se limita a permanecer en el alojamiento turístico (ya sea un hotel, camping o
apartamento turístico) durante toda su estancia, sino que muestra gran interés en conocer,
entre otros aspectos, la gastronomía de la zona que visita, para lo que obligatoriamente
hará uso de las empresas de restauración. Además, este tipo de oferta es común a todos
los visitantes, independientemente de sus gustos o de su nivel económico, ya que cubren
un servicio básico de primera necesidad del que los clientes harán uso seguro a lo largo de
su estancia. Por todo ello, este servicio va a ser conocido prácticamente por la gran mayo-
ría de turistas que visiten un destino, pero además hay que sumarle el uso que del mismo
hacen los autóctonos de la zona, con lo que el número de clientes potenciales es mayor.
En el caso de España, la importancia de este tipo de empresas cobra especial interés
dada la rica y variada gastronomía que posee, siendo sin duda un motivo más para realizar
turismo por nuestras tierras. De hecho son muchas las rutas gastronómicas y platos típicos
que podríamos nombrar según las peculiaridades de cada región.
Cualquier proceso de cocción de los alimentos provoca variaciones con respecto a los
aspectos organolépticos (color, aroma, gusto, peso, digestibilidad) y de nutrición en función
del tiempo y de la temperatura a la que han sido sometidos, ya que al cocer el alimento
y exponerlo a una fuente de calor, estamos transformando su estructura físico-química.
Cuanto más largo sea el tiempo y más alta la temperatura de cocción, más evidente será
la pérdida de valores alimenticios.
La cocción se puede realizar por conducción (mediante contacto metálico, con contac-
to líquido o bien vapor), por convección (en este caso el medio es el aire que puede ser más
o menos movido), y por irradiación (mediante rayos infrarrojos o microondas).
Hay numerosos aparatos que permiten cocer los alimentos de múltiples maneras, pero
todas estas cocciones se clasifican, según Cano y otros (2000) en tres grandes tipos, de-
terminados por la reacción de los jugos nutritivos:
1. Concentración. Mediante este principio las temperaturas elevadas permiten que
los alimentos conserven la mayor parte de sus jugos nutritivos y su sabor, los próti-
dos coagulan en la superficie e impiden así que los jugos salgan. Algunos modos de
cocción por concentración son: asar, emparrillar, saltear, freír, cocer en un líquido
hirviendo y cocer al vapor.
2. Expansión. El principio de la expansión permite, partiendo del frío, provocar un
intercambio de sabor entre el alimento a hervir y el líquido de cocción, modificando
su composición. Los modos de cocción por este tipo son: cocer partiendo de un
líquido frío y gratinar.
3. Mixta. El principio de la cocción mixta es una combinación de los dos anteriores.
Se empieza por concentración y, al mojar el producto, se observa el fenómeno de
la expansión. Modos de cocción de este tipo son: brasear y estofar.
lada), utilizado para cortar de forma decorativa rodajas de hortalizas, mantequilla o queso;
el cuchillo acanalador (sin filo y con una pequeña abertura en “v” en el centro), usado
normalmente para estriar frutas y hortalizas; descorazonadores (para piñas o manzanas);
mangas pasteleras y sus correspondientes boquillas, etc.
Además de las diferentes técnicas comentadas, es fundamental la creatividad e ima-
ginación de los profesionales de la cocina, que seguro combinarán de la manera más ade-
cuada colores, sabores y olores para sorprender con cada elaboración al cliente, al que en
definitiva habremos de ofrecerle el mejor de los servicios.
3.3.5. Distribución
Una vez terminado el proceso de elaboración de los alimentos, y tras recibir la aproba-
ción por parte del jefe de cocina (imaginemos por ejemplo la elaboración de una paella),
han de llegar al cliente o consumidor en el menor espacio de tiempo posible, para así
garantizar las mejores condiciones para consumirlos, respetando en todo momento las nor-
mas y condiciones higiénicas y sanitarias. La forma en la que realicemos esta distribución y
entrega del producto al cliente depende de la fórmula de restauración que defina a nuestro
establecimiento. Podemos considerar las siguientes:
– Servicio a la mesa, propio de restaurantes que prestan un servicio tradicional y en
los que el cliente normalmente tiene un papel pasivo en dicho servicio. Se incluyen
aquí las formas de servicio de emplatado, de fuente a plato o con mesa auxiliar o
gueridón.
– Autoservicios, bien en la modalidad de línea (comida rápida, comedores de
empresa, etc.), en la modalidad de “free flow” (similar al anterior pero en la que
el cliente dispone de mayor libertad de movimiento, similar a los servicios de
buffets).
– Servicios de catering, en los que los alimentos se transportan hasta su lugar
de consumo (clínicas, hospitales, residencias de estudiantes, banquetes de
boda, etc.).
De cualquier modo, las recetas son elaboradas por los jefes de cocina, si bien, en más
de una ocasión, la innovación y las ansias de elaborar nuevos platos, los llevan a personali-
zar más de una receta tradicional, probando nuevas fusiones de ingredientes y sabores.
las pinzas y es éste quien se sirve. En la actualidad esta modalidad esta totalmente
en desuso y se limita a determinados servicios en embajadas, consulados, etc. En
ambos servicios es necesario personal cualificado.
3. En mesa auxiliar o gueridón. Es sin duda alguna el servicio más esmerado de los
tres, ya que los géneros salen de la cocina sobre fuentes cubiertas con campana,
mostrándole al cliente los manjares por la izquierda, a continuación se emplatan en
la mesa auxiliar y se le sirven al cliente por la derecha. Requiere manipular consi-
derablemente los géneros, que corren el riesgo de romperse o enfriarse, de ahí que
sea necesario un personal muy cualificado, así como la utilización de diversos ac-
cesorios que eviten que los manjares se enfríen (calientafuentes y calientaplatos).
Hoy en día se utiliza casi exclusivamente en establecimientos de alta categoría.
4. En buffet. Cada día son más los establecimientos que lo usan. El tipo de servi-
cio, la forma de poner la mesa, sus dimensiones y la decoración de la misma,
dependen del espacio del que se disponga, del número de comensales y de las
características de la industria. El buffet puede ser asistido por personal de servi-
cio o de cocina, pero en la mayoría de los casos es el cliente quién se sirve y se
elabora el menú.
4.5.3. Licores
Siempre que se disponga de él, el servicio de licores se realizará desde el carro dise-
ñado a tal efecto. Aquellos licores elaborados a partir de frutas se sirven a temperatura
muy fría y en una copa helada, por lo que será conveniente sacarlos de la cámara justo
en el momento de servirlos. En el caso del cognac, el brandy o el armagnac, pueden
servirse a una temperatura más caliente que la temperatura ambiente, para lograr dicha
temperatura se utilizará el calientacopas. El resto de aguardientes y licores se servirán a
temperatura ambiente, aunque con algunos, existe la costumbre de ponerlos con hielo
(pacharán, anís).
5.1. La cocina
Los requisitos que deben cumplir tanto las instalaciones como la diferente maquinaria
con la que dotaremos nuestra cocina están perfectamente regulados por diferentes leyes, no
sólo a nivel nacional, sino también europeo, por lo que a la hora de crear este tipo de empre-
sas, no podremos descuidar aspectos como los que comentaremos a continuación, ya que
ello sería motivo de sanción y entorpecería la apertura de nuestro establecimiento. Así por
ejemplo y en cuanto a instalaciones de la cocina se refiere, se pondrá especial atención a:
– Suelos. Ante todo de carácter antideslizante ya que, por la naturaleza del trabajo
a desarrollar en este departamento, son muy frecuentes los accidentes ocasiona-
dos a su personal por las caídas al pisar sobre líquidos o trozos de alimentos. Esta
peculiaridad del suelo no debe impedir que sean fácilmente lavables e impermea-
bles. Deben estar dotados de un desagüe adecuado para facilitar su limpieza y
desinfección.
– Paredes. Del mismo modo, las paredes serán lisas y cubiertas con materiales im-
permeables, no absorbentes, lavables y que permitan su fácil desinfección.
– Techos. Tanto el techo como el falso techo deberán estar construidos de forma que
se impida la acumulación de la suciedad o el desprendimiento de alguna partícula.
– Campanas extractoras. De fácil acceso para su limpieza y de materiales no corro-
sivos como el acero inoxidable.
– Ventanas. Dispuestas de modo que no se acumule la suciedad y se puedan lim-
piar, con rejillas que eviten la entrada de insectos o cualquier otro tipo de “visitante”
no deseado.
– Puertas. Se fabricarán con materiales no absorbentes, que permitan su fácil limpie-
za y desinfección. Se recomienda que estas superficies sean completamente lisas.
– Las superficies de encimeras, mesas y equipo sobre los que trabajaremos y
que entrarán en contacto con los alimentos estarán fabricados con materiales que no
sean tóxicos ni absorbentes, y que también permitan su fácil limpieza y desinfección.
– Tomas de agua potable tanto fría como caliente.
– Zona de limpieza de materiales. Utilizada de manera exclusiva para la desinfec-
ción de los instrumentos y equipos de cocina, disponiendo en nuestras instalacio-
nes de otra zona diferenciada para la preparación y limpieza de alimentos.
– Lavamanos. Fundamentales para un desarrollo correcto del trabajo en este depar-
tamento. Debe disponer de sistemas de pedal o células fotoeléctricas, que permita
la salida automática del agua. El lavamanos debe ir acompañado de dispensador
de papel de un solo uso para el secado de manos.
– Cubos de basura. Dispondrán de tapa y pedal. La tapa retendrá las basuras dentro
del cubo evitando los malos olores y posibles peligros existentes de contaminación
cruzada. En los establecimientos cuyo volumen de trabajo así lo requiera, se dis-
pondrá además de un cuarto refrigerado para el almacenamiento de la basura, don-
de esta permanecerá hasta que los servicios municipales de limpieza la retiren.
– La iluminación. Los sistemas de alumbrado han de evitar deslumbramientos, som-
bras o cualquier otro problema que dificulte el trabajo, siendo en todo momento
suficiente. Por supuesto, estos equipos también han de ser de fácil limpieza y man-
tenimiento.
– Sistemas de prevención de incendios. Han de estar debidamente señalizados y
en vigor según la normativa actual.
Podrían nombrarse más características o requisitos recogidos en diferentes normativas,
lo cual haría bastante más extenso este apartado, pero pensamos que se han reflejado
las características y aspectos fundamentales que debe presentar una cocina profesional.
A continuación se describen aquellos equipos de trabajo y maquinaria con los que normal-
mente se organiza el trabajo en este tipo de negocios. Encontramos los siguientes:
– Equipos de cocción. Compuestos por toda aquella maquinaria utilizada para coci-
nar los alimentos mediante calor: marmitas, sartenes basculantes, freidoras, hor-
nos, salamandras, parrillas, etc.
centro comercial–, sin embargo, en una gran mayoría de las ocasiones, las me-
sas están compuestas por tableros cuya organización puede dar lugar a mesas
imperiales, distribuciones en U, en T, en peine y cualquier otra distribución que
pueda solicitar un cliente. La distancia mínima que debería existir entre una
mesa y otra oscilará entre un 1 y 1,20 m, distancia que proporcionará como-
didad e individualidad entre los diferentes grupos de comensales y, no menos
importante, permitirá el paso de los camareros.
Este ejemplo de las mesas es aplicable al resto de mobiliario de decoración que se
vaya a emplear en el local: cuadros, figuras, colores de las paredes, lámparas, etc.
* En cuanto a las sillas. Es recomendable que no tengan un respaldo muy alto
ya que dificulta el servicio a los camareros, aunque como decíamos al principio,
el diseño y carácter que queramos imprimir al local serán los que finalmente
condicionen estos aspectos.
Además de mesas y sillas, otro mobiliario no menos importante es el formado por
los aparadores que se encuentran distribuidos a lo largo de la sala y que son utili-
zados como almacén de pequeños stocks del material necesario para el desarrollo
del servicio (lencería, cristalería, cubertería, bandejas, ceniceros, velas, etc.).
Los gueridones o mesas auxiliares en las que el personal deposita los platos y
bandejas, emplata y abre botellas, son también imprescindibles para el desarrollo
de su trabajo, al igual que los carros utilizados para mostrar postres, bebidas o
quesos de cara al cliente.
Maquinaria como el rechaud o infernillo, usada para cocinar y flambear platos a la
vista del cliente, calientaplatos, armarios de refrigeración, etc., serán de uso común
en el comedor. Además, en ocasiones, se suele instalar en la misma sala la bodega para
vinos y licores, donde los caldos se mantendrán a la temperatura y luz adecuadas.
– El almacén. Dotado de estanterías y espacio para guardar material necesario para
el desarrollo del servicio (al igual que hacíamos en los aparadores). Así, podremos
destinar esta zona al almacenaje de material de papelería, cartas, sillas, tableros,
caballetes, pantallas, focos, etc.
– Servicios sanitarios para clientes. Distinguiendo entre servicio para caballeros y
señoras, además de uno adaptado para personas con minusvalías.
5.3. El bar-cafetería
En el bar o cafetería, al igual que en el comedor, también se ofrecen servicios de manu-
tención al cliente y, del mismo modo, también ha de cumplir una serie de requisitos legales
en sus instalaciones y maquinaria. Distinguimos las siguientes zonas:
– Barra o mostrador: clave en el desarrollo del servicio y dotada normalmente de
taburetes o sillones altos en los que se ofrece el servicio junto al desarrollado en la
sala. En la parte interior y oculta al cliente encontramos cámaras frigoríficas, encime-
ras neutras, pilas-fregaderos, máquinas lavavajillas, fabricadoras de cubitos de hielo,
grupos de cerveza, estanterías, etc. Tras la barra y en ocasiones de cara al cliente,
encontramos en este departamento máquinas para hacer café, molinillos, termos
para leche o agua, vitrinas expositoras (tartas y pasteles), licuadoras, exprimidores,
sorbeteras, planchas, hornos microondas o campanas extractoras entre otros.
– Sala o lugar destinado a las mesas de los clientes. Dotada en función del tipo
de establecimiento de mesas, sillas, sofás, butacas, muebles para revistas y demás
mobiliario auxiliar y decorativo.
– Zona de servicio u office. Es una zona auxiliar dedicada al personal del esta-
blecimiento, en la que se encuentra maquinaria de lavado (lavavajillas), plancha
para sandwiches y platos combinados, estanterías, carros de transporte, stock de
material y de alimentos y bebidas, etc.
Una vez vistos ambos conceptos de restauración, podemos realizar una comparativa de
los aspectos que más difieren entre ambos, aunque como veremos a continuación, en más
de una ocasión ambos grupos comparten también características comunes:
– Ambos tipos de restauración se ofertan a un gran número de comensales. No debemos
pensar que únicamente en la restauración colectiva aparecerá un número elevado o im-
portante de clientes a los que servir en el mismo momento, ya que en la restauración
comercial también podemos encontrarnos con la misma situación. No obstante, es cierto
que la fórmula colectiva casi siempre se dirige a grandes grupos de personas (bodas, con-
gresos, banquetes, etc.), siendo poco común dirigirla a grupos reducidos de comensales.
– En los establecimientos de restauración colectiva, el concepto de “gestión de flujos”,
es decir, de las personas a las que se presta el servicio, cobra mayor importancia
que en los de restauración comercial, debido justamente a lo comentado en el pun-
to anterior. De cualquier manera, para ambas fórmulas de restauración los criterios
de eficiencia y rentabilidad son fundamentales, por lo que los cuidarán al máximo.
– En la restauración colectiva la fijación de precios no persigue la maximización del bene-
ficio, ya que en la mayoría de los casos, los precios están subvencionados por la propia
empresa que ofrece el servicio (el comedor de una empresa por ejemplo), o bien son
aportados por fondos públicos (un hospital público, una prisión, etc.). La excepción
podemos encontrarla por ejemplo en los servicios de catering ofertados en medios de
transporte, en los que los precios son fijados siguiendo los criterios tradicionales de
obtención de beneficios (en base a los costes, a la competencia, a la demanda, etc.).
– Una de las preocupaciones actuales a la hora de alimentarnos es hacerlo de manera
equilibrada. La restauración colectiva cuida muy especialmente este aspecto ya que
sus “clientes” están sujetos a un consumo diario durante su tiempo de permanencia
en el establecimiento (recordemos: hospitales, colegios, guarderías, etc.). Además,
esta restauración va dirigida normalmente a colectivos que requieren un especial con-
trol en la elaboración de sus dietas (niños, ancianos, deportistas, enfermos, etc.).
– Las expectativas del cliente suelen ser más altas en la restauración comercial, ya
que acudimos a estos establecimientos libremente, eligiendo el que pensamos que
puede cubrir mejor nuestras necesidades. Además el hecho de pagar un precio “in
situ”, de manera directa tras el consumo realizado nos hace ser más exigentes y
críticos con el servicio recibido.
– Dentro de la restauración comercial, la participación del cliente en la prestación del
servicio es mayor en los establecimientos de neo-restauración que en los tradicio-
nales, ya que en los primeros, el cliente se convierte en sujeto activo del servicio,
al participar en el transporte de la comida hasta la mesa o en la retirada de sus
platos una vez terminado su consumo. Este papel activo también se produce en
determinados establecimientos de restauración social o colectiva. Sin embargo, en
la fórmula tradicional de restauración, el cliente como norma general no participa
en el servicio de manera activa, limitándose a recibir el servicio en la mesa.
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La Festa do Pan en el municipio de Neda (A Coruña), la 10.ª Feria del Pan, la Harina
y el Trigo en Empuriabrava (Gerona), o la II Feria de la Panadería y Pastelería Artesanas
del Mediterráneo celebrada en Málaga, son sólo algunos ejemplos de las muchas ferias y
encuentros de profesionales del sector de la panadería y pastelería artesanal que tienen
lugar en nuestro país.
Y es que cada día son más los acontecimientos que se celebran en este subsector, ya
que suponen un encuentro de los profesionales del mismo (tanto los propios “fabricantes”
como los proveedores de maquinaria, de materias primas, etc.) con los consumidores, don-
de se intercambian experiencias, se realizan concursos, exposiciones de nuevos productos
o técnicas, se analizan nuevas tendencias…
En este tema vamos a analizar algunos de los aspectos más importantes del sector,
como son los procesos de elaboración de productos de pastelería, panadería y heladería
artesanales (para ello, examinaremos cómo se trabaja en el obrador, qué materias primas
se emplean, cómo se elaboran algunos productos característicos y, por último, cómo se
conservan estos productos previamente elaborados), posteriormente veremos los elementos
materiales necesarios para esta fabricación (el obrador, instalación principal, la maquinaria
y los utensilios), más tarde se compararán los establecimientos de pastelería y panadería,
para terminar con los instrumentos de calidad más importantes e interesantes en el sector.
nen acceso), a la plantilla de personal (las primeras suelen ser empresas familiares, por lo
tanto de tamaño más reducido que las industriales) y a la calidad de las elaboraciones (en
empresas donde todo está mecanizado es más fácil aplicar sistemas de calidad). Esto que
esta autora lo dice para empresas de pastelería y panadería, nosotros lo hacemos extensi-
ble a las empresas de heladería.
Este tema se va a desarrollar tomando como base las empresas de estos sectores de
carácter artesanal, debido a que el título del tema deja perfectamente claro que son éstas,
y no las industriales, las que se deben tratar.
2.1.2. Formación
Otro aspecto que regula toda la normativa que hemos citado es la de la obligación que
tienen los trabajadores de tener una formación adecuada en la manipulación de alimentos,
para lo que obligan a estar en posesión del carné de manipulador de alimentos (o, en aque-
llas normativas en las que todavía no se había aprobado este documento, por ejemplo en
la normativa de 1984, estar en posesión del documento similar en vigor en ese momento).
Esta obligación, aunque si bien es cierto que no es de actuación dentro de los locales de
trabajo, no es menos cierto que, sin su cumplimiento, no se puede trabajar en ellos.
Las bacterias necesitan unas condiciones especiales para vivir y reproducirse. La tem-
peratura ideal para ellas son los 37º; a los 0º su actividad está paralizada pero no se mue-
ren, a partir de los 100º están muertas y a los 121 ºC también mueren sus esporas.
En cuanto a la humedad, en los productos en que se ha extraído convenientemente el
agua se alarga considerablemente la vida. Además de ésta, los alimentos ricos en grasa
son más fácilmente contaminables. En cuanto al tiempo, las bacterias pueden duplicar las
células cada 20 minutos.
Los métodos de conservación tratan de poner barreras al crecimiento de éstas para
evitar contaminaciones y alargar la vida de los productos. Existen varios sistemas:
– Por extracción de agua. Se puede realizar por varios sistemas, por exposición al
sol, saturación con azúcar o deshidratación.
– Tratamientos por frío:
* Refrigeración: somete a los productos a temperaturas bajas con lo que dismi-
nuye la capacidad de acción y reproducción de las bacterias. Solamente alarga
la vida de los productos.
* Congelación: por debajo de 0 ºC garantiza una duración de varios meses y
permite tener más productos en stock. Puede perder algunos nutrientes y por
tanto sabor.
* Ultracongelación: es una congelación muy rápida con lo que no pierden nu-
trientes.
– Tratamiento por calor:
* Pasteurización: calentamiento por encima de los 60 ºC unos segundos, que
aunque no mata todas las bacterias evita su propagación.
* Esterilización: calentamiento por encima de los 120 ºC, presenta el problema
de la transformación de las características organolépticas.
* UHT: temperatura por encima de los 120 ºC durante unos segundos, para des-
pués enfriarlo casi de forma instantánea. Conserva mejor sus características.
– Conservación por extracción de oxígeno: se trata de eliminar el oxígeno para
impedirles respirar. Existen:
* Envasado al vacío: se extrae totalmente el aire del recipiente.
* Envasado al vacío compensado: se extrae también pero se le inyecta un gas
inerte para evitar que se aplaste durante el transporte.
diferencias existentes por estas características, hay unos requisitos que son inexcusables,
y son a los que obliga la normativa. La normativa de referencia en este caso es la misma
que citábamos en el apartado 2.1. sobre el personal.
El Real Decreto 1.137/1984, de 28 de marzo, por el que se aprueba la Reglamenta-
ción técnico-sanitaria para la fabricación, circulación y comercio del pan y panes especiales
(modificada parcialmente por el Real Decreto 285/1999, de 22 de febrero) fija, en su artí-
culo 8, las condiciones que tienen que tener todos los establecimientos que elaboren pan,
que son las siguientes:
– Los locales destinados a la elaboración de pan, panes especiales y productos semiela-
borados deberán estar aislados de cualquier otro ajeno a ese cometido que pudiera pro-
ducir alteraciones en dichos productos desde el punto de vista cualitativo o sanitario.
– Deberán tener las siguientes instalaciones técnicas: almacén de harina indepen-
diente del de combustible, limpiadora cernedora, depósito mezclador-dosificador
de agua, amasadora mecánica y, en su caso, cinta de reposo, pesadora divisora y
formadora mecánica, cámara de fermentación, horno mecanizado de calefacción
indirecta y régimen continuo, almacén de producto terminado, almacén frigorífico
para las materias primas y productos semielaborados que lo requieran y almacén
frigorífico de conservación de congelados, para los productos semielaborados y
terminados que así lo necesiten.
– Deberán instalarse en locales que tengan ventilación directa a la calle o patios
centrales de manzanas o espacios libres y, si ello no fuera posible, deberán contar
con circulación artificial de aire previamente filtrado.
– Se evitará al máximo la entrada de polvo y las circulaciones no controladas de aire.
– Su ventilación será suficiente y adecuada, preferiblemente circulación artificial de
aire previamente filtrado.
– Los paramentos y superficies exteriores de los hornos deberán revestirse con ma-
terial aislante de poder suficiente para que la temperatura de su superficie exterior
no rebase, en ningún momento, la que especifique la legislación vigente, para que
no transmita calor a las paredes de la calle o de otros locales o viviendas. Estas
superficies serán fáciles de limpiar.
– Las puertas y ventanas de las industrias de pan y panes especiales deberán poder
cerrar herméticamente y estarán provistas de dispositivos especiales para evitar la
introducción de insectos, roedores y otros animales domésticos o no.
– Los pavimentos de los obradores serán lisos, duros y resistentes al roce, impermea-
bles, incombustibles y de fácil limpieza.
– Las paredes de los obradores deberán revestirse de azulejos o materiales lavables
hasta una altura mínima de dos metros; el resto de las paredes y los techos se
revestirán de esmalte o pintura plástica de especial resistencia a los lavados y al
calor. Tanto las paredes como los techos y pavimentos se mantendrán en perfecto
estado de conservación y limpieza.
– Los locales de fabricación dispondrán de agua potable, debiendo ser el suministro
directo, con desagües directos también.
– En cuartos separados y de acceso indirecto se dispondrán los servicios sanitarios,
integrados como mínimo por lavabo y ducha, ambos con agua fría y caliente y por
retretes y urinarios inodoros, en el número proporcional al censo de los productores
del establecimiento y que fijen las autoridades sanitarias. Los lavabos y retretes
deberán estar en cuartos distintos anejos o no, no existiendo entre estos últimos y
el local de fabricación acceso directo.
– Se dispondrán de lavamanos de funcionamiento no manual, en número necesario,
con jabón líquido y toalla de un solo uso o generadores de aire caliente.
– El almacenamiento de los combustibles deberá estar perfectamente aislado de las
zonas de elaboración y almacenamiento de las materias primas, productos acaba-
dos e intermedios.
– El obrador de panadería y pastelería debe disponer de un espacio de trabajo sufi-
cientemente amplio para moverse con facilidad, además de no tener ningún tipo de
dificultad añadida (escaleras).
Como decíamos al principio del tema, Picas y otros (1997) definían las empresas de
pastelería y panadería como:
Aquéllas que se dedican a la elaboración de panes y pasteles (…). Estos preparados se ela-
boran en el obrador o local de trabajo para venderlos posteriormente en una tienda anexa
(…).
Las normas a las que obliga la normativa sobre estas tiendas de venta de pan quedan
reflejadas el artículo 9 del Real Decreto 1.137/1984. Nosotros, por obvias razones de es-
pacio y tiempo (para realizar un examen de oposiciones, se entiende), hemos preferido no
incluirlas aquí. El opositor que lo crea necesario puede remitirse a la fuente especificada
para obtener esta información.
Igual a lo comentado anteriormente, nos ocurre con las instalaciones de los locales en
los que se realice la cocción de productos semielaborados (conocidos como “puntos calien-
tes”), por lo que remitimos a los interesados al artículo 9 bis de citada normativa.
Las normas que debe cumplir un local de elaboración de helados se establecen en
el Real Decreto 618/1998, de 17 de abril, en su artículo 8, que se manifiesta de forma
similar a como lo hace la normativa del pan. Igual se manifiesta también la normativa
que regula la elaboración, fabricación, circulación y comercio de productos de confi-
tería, pastelería, bollería y repostería, el Decreto 2.419/1978, de 19 de mayo, en sus
artículos 6 y 7.
3.2. La maquinaria
Como dicen Picas y otros (1997):
La maquinaria de pastelería y panadería la constituyen todos aquellos aparatos provistos de
motor o mecanismo que sirven para facilitar el trabajo del artesano, mantienen el nivel de
calidad y mejoran notablemente el rendimiento.
Para la fabricación de estos instrumentos se debe también seguir la normativa que
ya hemos citado, que especifica que debe estar elaborada con materiales de calidad
que no puedan ceder a los alimentos propiedades nocivas, siendo lo más recomendable
el uso de acero inoxidable. En la normativa de la fabricación de helado, se especifica
además que:
Todas las piezas en contacto con el helado serán desmontables y de fácil limpieza, incluidas
las juntas de goma o de otro material apropiado.
Por regla general, será preciso tener un registro de recepción de materias primas, de
envases, de temperaturas (de almacenamiento, pasteurización, enfriamiento, maduración
y del punto de venta), de operaciones de limpieza, de cantidad y tipos de aditivos utiliza-
dos, del cloro del agua y de las medidas correctoras que hemos realizado, así como las
desinfecciones.
En el citado informe se especifica que la implantación del sistema no repercute ni en la
maquinaria ni en la conservación de los alimentos.
A nuestro sector, como hemos dicho antes, se aplica la norma EN/ISO 9004/2. Esta
norma:
...Tiene por objeto animar a las organizaciones y empresas a gestionar los aspectos de la
calidad en sus actividades de servicios de una forma eficaz.
...Se basa en los principios de gestión de calidad dados en la serie de normas internaciona-
les ISO 9001 a ISO 9004.
Por último, decir que el análisis de las hojas de reclamaciones que se hayan puesto al
establecimiento, así como disponer de un buzón de sugerencias, puede ayudar a la empre-
sa a controlar la calidad de la misma.
BIBLIOGRAFÍA
PÁGINAS WEB
Arte heladero
www.heladeria.com
Consumer
http://www.consumer.es/
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
http://www.mapa.es/
Instituto Nacional de Estadística
http://www.ine.es/
CEOPAN
http://www.ceopan.es/
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La investigación de mercados es una herramienta al servicio del mundo empresarial
que viene creciendo desde finales de los años noventa en España. Esto viene avalado
por los datos ofrecidos por la Asociación Española de Estudios de Mercado y Opinión
(AEDEMO) que nos indican que a finales de los años noventa hubo una facturación global
en España de unos 250 millones de euros. Esta cifra ascendió, en el año 2006, hasta
los 430 millones de euros, de los cuales más de un 40% fueron invertidos por el sector
empresarial.
Un aspecto a destacar de la investigación de mercados es su carácter interdisciplinario,
lo que implica que diferentes áreas aporten sus conocimientos. Así nos encontramos con:
– Dirección empresarial: función del marketing dentro de la empresa.
– Estadística: tratamiento de los datos de la investigación cuantitativa.
– Psicología: desarrollo de técnicas cualitativas y estudio del comportamiento hu-
mano.
– Sociología: estudio de las estructuras y funcionamiento del hombre dentro del
colectivo.
– Informática: nuevos equipos y aplicaciones.
– Turismo: comprensión y aplicación de la información anterior al mercado turístico.
Cada vez más las empresas, en general, y las del sector turístico en particular deben
tomar decisiones complejas. Para ello deben disponer de la suficiente información (en can-
tidad y en calidad) que les permitan reducir el riesgo que conlleva la planificación a medio y
largo plazo. Esta información va a ser proporcionada por la investigación del mercado. Esto
es lo que se va a desarrollar en este tema. En un primer momento definiremos qué es la
investigación de mercados, de dónde obtener información y cómo desarrollar el proceso de
forma que tenga un carácter científico. En un segundo bloque abordaremos qué es la seg-
mentación y los principales criterios utilizados para segmentar mercados, cómo realizarla
correctamente y su aplicación al sector turístico.
Esta definición nos indica que el mercado de una empresa va a estar compuesto tanto
por los consumidores que ya tiene como por aquellos otros que podría tener. A ambos habrá
que satisfacer. La investigación del mercado se dirigirá, por tanto, a la obtención de toda la
información necesaria para acceder a los posibles consumidores, captarlos y mantenerlos,
satisfaciendo sus necesidades y expectativas con el producto-servicio diseñado.
Iglesias Tovar (1995) indica que la empresa se enmarca dentro de un sistema de mar-
keting. Este debe ser tenido en cuenta para el correcto desarrollo de la investigación. Ese
sistema está constituido por cuatro elementos:
a) El entorno. Está formado por las variables incontrolables. La empresa no tiene in-
fluencia sobre ellas y, por tanto, no puede manejar o controlar. Nos referimos, entre
otras, a la marcha general de la economía, la inflación, el IPC, el marco normativo
laboral, la competencia…
b) El marketing-mix. Son denominadas variables controlables ya que la empresa pue-
de actuar sobre ellas para hacer llegar de forma efectiva sus productos a los merca-
dos. Estas variables son: el producto, el precio, la comunicación y la distribución.
c) La respuesta del mercado. Toda acción empresarial produce unas reacciones en
el mercado, entendiéndolo como consumidores, proveedores de servicios y formas
de distribución.
d) Los resultados de la empresa. Estos deben ser medidos a través de variables
como volumen de ventas, participación de mercado, rentabilidad, etc., y estudiar la
repercusión que han tenido las acciones de la empresa en el mercado.
Finalmente indicar que la investigación de mercados es una poderosa herramienta
auxiliar, pero que como dice Tagliacarne (1962):
...no es una panacea, no suministra información buena en todos los casos, es solamente
una guía, sirve sólo de orientación para facilitar la conducta en los negocios, trata de reducir
al mínimo el margen de error posible.
Recogiendo lo expresado en ambas definiciones podríamos decir que las fuentes de in-
formación, aplicadas a las empresas de hostelería y turismo, son todos aquellos materiales
que pueden ser encontrados en diferentes formatos (documento escrito, WEB, CD, DVD…) y
con distintas presentaciones (estadísticas, informes, paneles…) van a servir para tomar deci-
siones en todos aquellos aspectos relacionados con la función de marketing de la empresa.
La elección de las posibles fuentes de información va a depender de una serie de fac-
tores como:
– Los recursos materiales y económicos disponibles.
– Los recursos humanos disponibles.
– El objetivo u objetivos de la investigación.
– El tiempo.
– Cantidad y calidad de la información.
– El grado de obsolescencia de la información.
– El grado de fiabilidad de la misma.
– Origen de la fuente.
– Validez contrastada.
los comportamientos de compra. Por ello hay que recurrir a un estudio de tipo longi-
tudinal o de un carácter permanente y continuado. Dentro de los procedimientos de
carácter permanente se encuentran los paneles, los ómnibus y los Brand Tracking.
* El panel. Es una muestra permanente y representativa de la población que se va a
investigar y a la que se entrevista periódicamente con objeto de conseguir determi-
nados datos relativos a sus características, sus comportamientos y sus opiniones.
De esta forma se puede estudiar la evolución de determinadas magnitudes. Existen
tres grandes tipos de paneles: de consumidores, de distribuidores y de profesio-
nales. La principal diferencia con otros procedimientos reside en que proporciona
la evolución de comportamientos individuales a través del tiempo, por lo general
mensual o trimestralmente. El estudio Familitur del IET se basa en esta técnica.
* La encuesta ómnibus consiste en designar una muestra representativa de
una población a la que se entrevista periódicamente. Sin embargo, a diferencia
del panel, donde se mantenía el objeto de la investigación de uno a otro perío-
do, ahora se cambia de preguntas o de objeto de la investigación de uno a otro
período, así como del tamaño de la muestra. Una de las principales ventajas es
que el coste de la realización se reparte entre diferentes empresas, que son las
que han encargado su realización a un instituto de investigación de mercados.
* Brand Tracking. Tiene como objetivo principal medir el desarrollo y evolución
de nuestra marca dentro de diversas categorías de productos-servicios. Es de-
cir, nos permite conocer el poder de nuestra marca en el mercado.
1. Etapa de reflexión
El objetivo fundamental de esta etapa es analizar la información existente en la propia
empresa o en estudios realizados anteriormente por la misma. La información analizada
debe ser utilizada para delimitar el aspecto o problema a estudiar. En el caso de que la
2.5.1. El cuestionario
El cuestionario es el documento básico para que el entrevistador realice su trabajo,
donde se recogen, bien por escrito, bien bajo un soporte informático, todas las preguntas
necesarias para la obtención de información del entrevistado.
Generalmente, las entrevistas se deben desarrollar partiendo de un cuestionario previa-
mente diseñado y estructurado o, al menos, semiestructurado. Esto es necesario para que
exista coherencia y continuidad en las preguntas que se formulen y se facilite la obtención
de la información.
La realización de un cuestionario no es una tarea sencilla y se debe diseñar de manera
que no influya en las respuestas del encuestado.
No existe una metodología explícitamente definida en cuanto a la elaboración de los
mismos, aunque sí una serie de reglas y normas que han de ser consideradas para afrontar
adecuadamente este trabajo:
a) Especificar el objeto de la investigación. Antes de elaborar el cuestionario se
han de tener presentes los objetivos y características de la investigación que se
afronta, ya que estos condicionan la información que se necesita, y en consecuen-
cia, qué y cómo preguntar.
b) Seleccionar el modelo de entrevista a realizar. El tipo de entrevista condicio-
nará el tipo de preguntas, así, por ejemplo, las preguntas telefónicas exigen cues-
tionarios ágiles y breves, mientras que la entrevista personal permite desarrollar
cuestionarios más extensos.
2.5.2. La muestra
En numerosas investigaciones de marketing resulta imposible estudiar a toda la pobla-
ción objeto de estudio. De esta forma se deberá elegir un subconjunto representativo del
total de la población. Es lo que se denomina “muestra”. La obtención de la muestra está
en función de la población o universo que se vaya a estudiar y de diferentes variables esta-
dísticas que permitirán, con una determinada precisión y un margen de error, extrapolar la
información obtenida en la muestra al conjunto de la población en estudio.
La selección de los elementos de la muestra se debe realizar al azar, es decir, de forma aleato-
ria. Para obtener muestras por elección aleatoria de sus elementos existen diferentes métodos:
a) Muestreo aleatorio simple. Se numeran todos los individuos y se extraen al azar,
mediante un sistema mecánico, la cantidad estipulada previamente.
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
5. LA CHECK–LIST DE CONCEPTUALIZACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La estructura atomizada y familiar del sector de la restauración gastronómica y de las em-
presas de pastelería y panadería artesanales en nuestro país, desde luego no ha favorecido la
aplicación de los conocimientos de gestión empresarial y marketing en estos establecimien-
tos. Los empresarios de este subsector se han dejado guiar más por la intuición y su experien-
cia que por conocimientos técnicos. Sin embargo, en un entorno cada día más competitivo
donde es difícil sobrevivir, para las PYMES se hace necesaria la investigación y la aplicación de
las modernas técnicas de gestión empresarial para poder ser rentables y competitivas.
En nuestro país, según la Federación Española de Restaurantes y Cafeterías, en el año
2005 existían 67.457 restaurantes, 14.465 cafeterías y 241.950 cafés-bares. Por otro
lado, según el Instituto Nacional de Estadística, existen 180.000 empresas dedicadas al
negocio de la pastelería y la panadería. A la vista de estos datos, es fácil entender que sólo
aquellas empresas que sigan una estrategia predeterminada a la hora de plantear su incur-
sión en este mercado tan complejo, podrán tener una cierta garantía de éxito.
A lo largo de este tema vamos a analizar los diferentes conceptos empresariales que
existen en el subsector de la restauración gastronómica y de empresas de pastelería y pa-
nadería artesanales, los diferentes públicos objetivos a los que se dirigen estas empresas,
para concluir explicando los distintos tipos de servicios ofrecidos por las mismas.
Es obvio que de las tres posibilidades, innovar, copiar mejorando o copiar, lo más arries-
gado es innovar. Lo primero porque es un concepto que no se ha probado todavía en el
mundo empresarial y no sabemos, por muchos ensayos realizados, cómo lo va a aceptar la
clientela, lo segundo porque la clientela no lo conoce y tenemos que “educarla” y hacerle
ver los beneficios que va a tener para ellos el uso de ese nuevo concepto, lo que lógicamen-
te tiene un coste. No obstante, si recordamos las teorías de Schumpeter y su “empresario
innovador”, a aquel empresario que obtenga una nueva combinación de factores de éxito,
se le proporcionará un beneficio “extraordinario”.
Un ejemplo sería dentro de un establecimiento de restauración ofrecer un servicio de
animación infantil con una sala y un menú especial para niños, con el fin de conseguir
que los padres puedan disfrutar de una manera más tranquila su almuerzo o su cena. En
esta primera fase, la definición del concepto del nuevo servicio sería la siguiente: servicio
consistente en actividades de animación infantil que se va a ofrecer en horario de almuerzo
y cena.
Como decía antes, hasta ahora lo único que se ha hecho es gestar la idea. Ya se sabe
qué se quiere hacer, por lo tanto, los siguientes pasos irán encaminados a dar forma a eso
que aún es demasiado abstracto y nada concreto. Para terminar con la fase de definición
del concepto, hagámoslo con una recomendación que da Chias (2004), a la hora de crear
el concepto de un nuevo servicio; además de dejar clara la idea de “lo que se quiere ha-
cer”, hemos de especificar también “lo que no se quiere hacer”, es decir, qué no queremos
que sea el nuevo servicio que se va a crear, ello, ayudará a delimitar la idea de ese nuevo
servicio, lo que nos facilitará el desarrollo de las fases siguientes en la creación del mismo.
En nuestro ejemplo, en la definición del concepto del nuevo servicio de animación infantil,
podríamos decir que no queremos que sea un servicio que vaya a incrementar el coste del
almuerzo o cena para nuestro cliente, ni que sea percibido por éste como un aumento de
los precios del establecimiento, sino como un crecimiento de la calidad y de los servicios
ofrecidos.
Dentro del subsector de la restauración y del subsector pastelería y panadería tradi-
cionales, se pueden definir tantos conceptos empresariales como personas con iniciativa
para crear este tipo de empresas haya e ideas de empresas tengan. Existen diferentes
conceptos empresariales para este tipo de empresas, dependiendo del autor al que este-
mos estudiando. Aunando diferentes teorías y posturas, podemos concluir que existen los
siguientes tipos de empresas:
b) Restauración social-comercial:
– Catering: aéreo, marítimo, ferroviario; tercera edad a domicilio; también cate-
ring en celebraciones, reuniones, congresos.
– Restauración diferida: definida por el autor como:
La aplicación inmediata del frío a los platos ya elaborados para ser consumidos, en
lugares y en tiempos distintos al de su preparación.
Serían aquellos restaurantes y cafeterías de aeropuertos; restaurantes de auto-
pistas o Rest-stop; restaurantes en grandes superficies.
Para terminar con este apartado, comentar que podríamos añadir una tercera ti-
pología, dentro de esta primera clasificación que diferencia entre la libertad del cliente
en elegir el establecimiento de comidas y bebidas, de manera que podríamos hablar,
además del sector comercial versus el sector cautivo, de un sector “semi-cautivo”,
que por la ubicación del cliente en una zona o situación determinada, por ejemplo
en una autopista o en un aeropuerto, de algún modo se ve obligado a consumir entre
una reducida oferta de establecimientos. Por ejemplo, los restaurantes situados en los
aeropuertos (los consumidores no encuentran otro restaurante en muchos kilómetros
por lo que, de alguna forma, se ven obligados a elegir ése; no obstante, no sienten la
misma necesidad que el paciente de un hospital, el que no tiene otra elección posible,
o el cliente de un crucero), o los restaurantes y demás establecimientos de un centro
comercial (un cliente que está de compras por el centro comercial y necesita consumir
alguna comida o bebida, se verá en cierto modo obligado a hacerlo dentro de ese espa-
cio y en esos establecimientos, aunque siempre tendría la posibilidad, poco acertada,
de no hacerlo y recorrer largas distancias para buscar un establecimiento ubicado fuera
de dicho centro comercial).
1
Para más información de todo lo relativo a la segmentación y elección de un público objetivo, el lector puede
consultar el tema 27 de este mismo temario.
Una vez que los datos han sido recogidos, depurados y elegidos los criterios de seg-
mentación, se procede a agrupar a la demanda en función de estos criterios y a la elección
del/de los segmento/s más adecuado/s para la empresa.
Los criterios para elegir un/os segmento/s u otro son, siguiendo a Kotler (2000), los
siguientes:
– Los segmentos han de ser medibles, tanto en tamaño como en capacidad de compra.
– Han de ser accesibles para la empresa, es decir, la empresa ha de tener capaci-
dad para llegar a ellos a través de los esfuerzos de marketing y de comunicación
sobre esos segmentos escogidos.
– Han de ser sustanciales, es decir, lo suficientemente grandes o rentables para
prestarles el servicio.
– Ser diferenciales. Un segmento debe ser distinto a otro de forma que respondan
de manera diferente a la estrategia de marketing.
h) Break (descanso). Durante una jornada de trabajo o de estudio hay un gran número de
personas que se toman un descanso y acuden a una cafetería o a un bar a tomar un café o
un refresco.
i) Rapidez (comida rápida). La escasez de tiempo, típica de muchos estilos de vida, provoca
que, en ocasiones, el tiempo de que se dispone para comer sea muy breve por lo que se
acude a un tipo de restaurante capaz de servirnos rápidamente. Este motivo queda muy bien
cubierto por el concepto de fast-food.
j) Comida a bajo precio. La obligación de comer fuera de casa cada día por motivos labora-
les, o por otros, provoca que la sensibilidad de los clientes respecto al precio que aumente,
siendo éste el principal motivo para acudir a un determinado tipo de restaurante que ofrece
comidas a precios ajustados.
k) Moda o novedad. Muchos restaurantes son visitados por un elevado número de clientes
porque se han puesto de moda o porque alguna de las partes de su producto global suscita
curiosidad.
l) Alimentación. La alimentación diaria como tal es una necesidad que se puede cubrir sin
necesidad de ir a ningún restaurante, salvo que concurran una serie de circunstancias. Tra-
bajar o estudiar lejos del hogar provoca que un gran número de personas se conviertan en
clientes del sector restauración.
Los restauradores deben definir qué motivos de consumo quieren satisfacer, puesto
que sobre la base de ellos se determinará la mayoría de los elementos que van a componer
el producto global. Sin embargo, un mismo segmento de clientes acude a restaurantes por
distintos motivos y en diferentes momentos, por lo que la mayoría de estos tienen distintos
tipos de clientes o clientes con diferentes motivos de consumo, en función del día o de la
franja horaria. Una vez definidos los segmentos de público a que se dirige el negocio se de-
ben definir, en cada momento de consumo, los motivos que quiere cubrir, lo cual permitirá
al restaurador conocer perfectamente el espectro de necesidades que el restaurante abar-
ca. La herramienta que propone Vallsmadella para este cometido es la matriz resultante
de cruzar los motivos de consumo de los distintos segmentos del público objetivo con los
momentos de consumo. Esta matriz es la “Matriz de momentos y motivos de consumo” y
se estructura así:
X1
X2
X3
X4
X…
Para Vallmadella los momentos de consumo se dividen en dos categorías: los momentos
principales que cubren el desayuno, el almuerzo y la cena y los momentos secundarios que son
los comprendidos entre los principales. Los momentos de consumo son básicamente seis:
– M1: desayuno.
– M2: entre el desayuno y el almuerzo.
– M3: almuerzo.
– M4: entre el almuerzo y la cena.
– M5: cena.
– M6: entre la cena y el desayuno.
Hay negocios de restauración que cubren los seis momentos de consumo. Este es el
caso de muchos negocios de restauración en ruta ubicados en aeropuertos, autopistas,
etc. Otros sólo cubren dos, comida y cena, como son los restaurantes de servicio a mesa
sin servicio de bar o cafetería. Por su parte la mayoría de cafeterías sólo cubren los momen-
tos de consumo secundarios, puesto que no tienen cocina.
Presentamos ahora un ejemplo de una matriz comparativa entre la matriz de “MxM” de
un fast-food tipo Burger King, un restaurante de lujo con tres estrellas Michelín y la de un
restaurante de servicio a domicilio.
MATRIZ MxM M1 M2 M3 M4 M5 M6
Celebraciones Ɔ Ɓ Ɔ
Gastronómicos Ɔ Ɔ
Ocio
Casual Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ
Break Ɓ Ɓ
Rapidez Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ
Bajo precio Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ Ɓ
Moda Ɔ Ɔ
Alimentación Ɓ Ɓ Ɓƀ Ɓ Ɓƀ Ɓ
Sin salir de casa ƀ ƀ ƀ
En definitiva, el punto de partida para definir el producto global y dar un enfoque real de
marketing a la conceptualización del restaurante consiste en haber definido correctamente
qué tipo de necesidades vamos a cubrir, en qué momentos y a qué segmentos.
3.5. El posicionamiento
Evidentemente, el posicionamiento es un concepto muy relacionado con el público
objetivo, con nuestra definición de empresa y con la oferta de servicios que vamos a desa-
rrollar. Es por esto que he considerado clave introducirlo aquí.
Una vez que ya hemos seleccionado los diferentes segmentos que van a constituir
nuestro público objetivo, el siguiente paso es diseñar la estrategia de posicionamiento de
nuestros productos con respecto a esos segmentos de mercado. La estrategia de posicio-
namiento se define como:
El acto de diseñar la imagen de un producto o marca turística, con el objeto de que ocupe un
lugar determinado en la mente del público objetivo, distinguible de los productos o empresa
de los competidores. El objetivo de la estrategia de posicionamiento es que ayude a destacar
y diferenciar la oferta de la empresa de los competidores, de forma que el consumidor aso-
cie los productos con valores positivos y pueda relacionarlos cuando les surja una necesidad
nueva (Rey 2005).
Para poner en práctica una estrategia de posicionamiento es necesario estructurarla en
una serie de pasos. En primer lugar, y siguiendo a Rey (2005), la empresa debe conocer
cuáles son los atributos principales que los consumidores del segmento utilizan para juzgar
las ofertas que tienen en el mercado. Por ejemplo, para el caso de un restaurante, hay tres
atributos importantes (aunque no los únicos), que pueden ser su localización, la calidad de
sus servicios y el precio.
A continuación, la empresa debe saber cuál es la percepción que tienen los clientes de
la competencia con respecto a estos atributos. Con esta información se puede construir un
mapa de posicionamiento donde se representen el lugar que ocupan las marcas y produc-
tos de la competencia.
Teniendo presente este mapa, la siguiente decisión es situarnos en la situación más
favorable para nuestros intereses. Podemos destacar la buena localización, un precio
asequible, o una calidad de servicio excelente, incluso una combinación de varias carac-
terísticas.
Finalmente, el posicionamiento elegido hay que comunicarlo al segmento de mercado
elegido a través de las estrategias de marketing mix.
Existen diferentes estrategias de posicionamiento según Rey:
– Basada en los beneficios que aporta el producto turístico. Esta estrategia re-
salta la solución que aporta la oferta al cliente, por ejemplo, destacando la rapidez
de nuestros servicios en un establecimiento de fast-food.
– Posicionarse en una determinada categoría de usuarios, como los ejecuti-
vos, las familias, los jóvenes, los deportistas, etc. Generalmente, esta estrate-
gia es más utilizada por los que han elegido una especialización en el cliente.
– Posicionamiento con respecto a los competidores. Mostrando las ventajas res-
pecto a éstos.
– Asociando la marca a símbolos culturales o valores sociales que sean apre-
ciados por el mercado. Por ejemplo, la oferta de un restaurante puede ser po-
sicionada asociando su oferta equilibrada a la vida sana y gusto por lo natural
imperante en nuestros días.
Asimismo Cerra y otros (2001) señalan que se deben tener en cuenta los siguientes
factores:
– Categoría del establecimiento: como sabemos, en nuestro país, según Orden
17 de marzo de 1965, los restaurantes se dividen en categorías, representadas
éstas por tenedores. La categoría máxima es de 5 tenedores. Como resulta lógico
la oferta gastronómica de un restaurante de máxima categoría será muy diferente
a la de uno de categoría media o baja.
– Ubicación del establecimiento: la localización del establecimiento resulta clave
en el diseño de la oferta gastronómica del establecimiento ya que determina en
gran medida el tipo de clientela a la que nos vamos a dirigir, así como el acceso a
las materias primas.
– Estaciones climáticas: la oferta gastronómica de un establecimiento no debe
ser algo fijo sino que, dependiendo de las estaciones climáticas, debe variar, en
primer lugar porque las materias primas propias de cada estación son diferentes y
resulta interesante promover la cocina de mercado, y en segundo lugar, porque las
apetencias de la clientela también varían a lo largo del año.
– Tipo de clientela: el tipo de clientela debe ser el eje central en torno al cual dise-
ñemos el tipo de oferta gastronómica del establecimiento, ya que las necesidades
y deseos de la clientela van a ser muy diferentes en función de la edad, sexo, mo-
tivación para acudir al establecimiento etc.
– Temporadas: debemos tener en cuenta que la práctica totalidad de los negocios
turísticos se ven afectados por el fenómeno de la estacionalidad. Los estableci-
mientos de restauración para poder combatirla de manera eficaz deben adaptar su
oferta gastronómica a las diferentes temporadas del año.
– Distintas dietas: cada vez más el cliente es más exigente y es por ello que los
establecimientos de restauración deben ofrecer soluciones a medida a cada una
de las necesidades del cliente. Es por ello que ya muchos establecimientos ofrecen
dentro de sus ofertas gastronómicas platos especiales para vegetarianos, celíacos,
bajos en calorías etc.
– Costes: los costes son uno de los puntos de referencia fundamentales a la hora
de diseñar la oferta gastronómica del establecimiento, para ello deberemos prestar
especial atención a los costes de las materias primas.
– Precios: por último debemos de ser capaces de fijar precios para los diferentes
componentes de nuestras ofertas gastronómicas que sean a la vez rentables y
competitivos.
4.2. Servucción
La servucción2, según Eiglier y Langeard (1996), es la producción aplicada al mundo de
los servicios. Los autores la definían, como:
La organización sistemática y coherente de todos elementos físicos y humanos de la relación
cliente-empresa necesaria para la realización de una prestación de servicios cuyas caracte-
rísticas comerciales y niveles de calidad han sido determinados.
2
Para más información el lector puede consultar el tema 18 de este mismo temario.
– Menús dietéticos. Son aquellos especialmente elaborados para personas con nece-
sidades nutricionales especiales, diabéticos, mayores, hipocalóricos, etc. Cada vez son
más los establecimientos que suman a su oferta gastronómica este tipo de menús.
– Menús para jornadas gastronómicas. Son aquellos menús especialmente creados
para ciertas ocasiones (días, semanas, etc.) en los que el establecimiento trata de
mostrar la cocina particular de un determinado país, comunidad o ciudad. Por ejem-
plo, la cadena hotelera de Paradores suele ofrecer este tipo de servicio especial.
– Menú de paso para grupos. Es un menú típico de establecimientos hoteleros, que
se contratan por agencias de viajes para grupos que van de paso.
– Menú de cóctel. Destinado a ofrecer pequeñas elaboraciones saladas, calientes o
frías y dulces, acompañadas de bebidas que son el motivo principal del evento. Se
sirve bien antes de las comidas o de las cenas, pero nunca sustituye a ninguna de
ellas, ya que el número de porciones por comensal es reducido.
– Vino español. Su composición es muy parecida al anterior, aunque con productos
típicos españoles. Los aperitivos pueden ser los mismos, añadiéndole tortilla espa-
ñola, tacos de queso, lascas o tacos de jamón, croquetas, choricitos, etc., y como
bebidas se acompañan de vinos del país, cervezas, aguas y refrescos.
– Lunch. La composición del lunch es similar a la del menú de cóctel, pero al ofrecer-
se un mayor número de porciones por comensal, sustituye a la comida o a la cena,
dependiendo de la hora del servicio.
Cartas
La carta de un establecimiento de restauración recoge toda la oferta de platos ofrecida
por el establecimiento con el precio de cada una de estas ofertas, siendo el cliente el que
elige libremente qué desea comer entre toda la oferta de platos. Hasta hace unos años,
era habitual encontrar establecimientos con cartas muy extensas. Hoy en días, se tiende
a diseñar cartas más reducidas, y a ampliar la misma a través de apartados tales como
sugerencias del chef, platos del día, etc.
El número de grupos variará según el tipo y fórmula de restauración elegida por el res-
taurante. Las ocho series clásicas son, según García Bermejo y otros (2000):
– Grupo 1: entremeses fríos y calientes.
– Grupo 2: sopas, cremas y consomés.
– Grupo 3: verduras y ensaladas.
– Grupo 4: pastas y arroces.
– Grupo 5: entradas.
– Grupo 6: pescados y mariscos.
– Grupo 7: carnes.
– Grupo 8: postres.
Este tipo de clasificación, como ya he comentado, es la más tradicional, pero actualmente
los establecimientos de restauración más vanguardistas tienden a clasificar su carta con otro
tipo de epígrafes como, por ejemplo, “para picar”, “para compartir”, etc. Hasta este momento
nos hemos referido a la carta de alimentos, pero pueden existir otro tipo de cartas, como la de
postres, bebidas y pan. Hay establecimientos que incluso disponen de carta de aguas.
HOSTELERÍA Y TURISMO 289
Volumen II.
La de bebidas, y siguiendo de nuevo a García Bermejo y otros (2000), puede incluir los
siguientes grupos:
– Aguas minerales.
– Refrescos y colas.
– Zumos.
– Aperitivos.
– Vinos blancos.
– Tintos.
– Rosados.
– Espumosos y cavas.
– Licores y aguardientes.
Buffet
Está compuesto normalmente de platos fríos y calientes, e incluso de algunos que
se elaboran a solicitud del cliente en el denominado “show cooking”. Existen diferen-
tes tipos:
1. Buffet tradicional o convencional: es un servicio muy habitual en hoteles de
categoría y en establecimientos de categoría alta. Se emplean productos de alta
calidad, el nivel de la tecnología es elevado con el objeto de garantizar la conserva-
ción de los alimentos y que el cliente se los encuentre a la temperatura de servicio
más adecuada.
2. Buffet de presentación: el objetivo no es que el cliente pueda consumir los pro-
ductos expuestos en el buffet, sino que simplemente lo que se pretende es incitar
el consumo gracias a la visualización de algunos de los productos que se ofrecen
en la carta del establecimiento.
3. Buffet complementario o medio buffet: en este tipo de servicio normalmente se
ofrece el primer plato en buffet y el segundo plato mediante menú con servicio a
mesa. Se emplea tanto para la comida como para la cena.
4. Buffet de desayuno: ya se ha comentado anteriormente. Normalmente incluye
cafés, infusiones, zumos, bollería, tostadas, cereales, galletas etc. Muchos esta-
blecimientos hoteleros ofrecen este tipo de servicio.
5. Coffee-break: cada vez son más los establecimientos hoteleros que disponen den-
tro de sus instalaciones de salas para reuniones de empresa, congresos, conven-
ciones, etc. En este tipo de eventos es habitual realizar un descanso tanto en las
sesiones de mañana como en las de tarde. En dichos descansos se suele ofrecer
a los participantes un refrigerio cuya composición suele ser: cafés, zumos, pastas,
pequeños sandwiches, medianoches, etc.
6. Bufé de almuerzo o cena: este es un tipo de servicio muy extendido en los esta-
blecimientos hoteleros. Normalmente los platos ofrecidos son muy sencillos tanto
en su elaboración como en su conservación. El comensal pude escoger libremente
qué platos desea comer acudiendo a los expositores, pero habitualmente el servicio
de bebidas se realiza en mesa.
– Pan sin sal. Pan idéntico al común con la diferencia de que no se le añade sal en su pro-
ceso de elaboración. Suele ser el pan que adquieren las personas que no pueden o deben
limitar su consumo.
5. LA CHECK–LIST DE CONCEPTUALIZACIÓN
Para terminar con el tema, creo conveniente recoger esta última pregunta, pues con
ella se resume todo lo recogido a lo largo del mismo.
Para detallar y concretar todos los aspectos que intervienen en la creación de una empresa,
para que permita ser conocido por todo el personal de la misma existen diferentes instrumen-
tos. Para las empresas de restauración existe la check-list de conceptualización desarrollada
por el consultor Planaction (Vallsmadella 2002) y que se utiliza para definir de forma completa
los puntos más importantes del concepto del restaurante, si bien también sería utilizable por
empresas de pastelería y panadería artesanales. A continuación se reproduce la misma:
1. Descripción de la idea de negocio. Breve descripción de la idea de negocio (en
el caso de que se trate de un nuevo restaurante).
2. Público objetivo
2.1. Enumeración y definición de las distintas tipologías de clientes hacia los que
se enfoca el restaurante.
2.2. Matriz de momentos y motivos de consumo para los segmentos de público
principales (core-targets).
3. Tipo de restauración
3.1. Comercial/colectiva/en ruta (indicar observaciones de interés).
3.2. Tipo de servicio (indicar observaciones de interés):
– Servicio rápido.
– Servicio a domicilio.
– Servicio a mesa.
– Comida para llevar.
– Autoservicio.
– Otros.
4. Producto/gastronomía
4.1. Segmento de producto:
– Étnico (mejicano, oriental…).
– Pizzas.
– Bocadillos.
– Tapas.
– Por origen (española, italiana, catalana…).
– Otros.
4.2. Nivel de elaboración:
– Cocina de ensamblaje y regeneración partiendo de productos de 4.ª y 5.ª
gamas.
– Elaboración completa.
– Elaboración mixta.
4.3. Nivel gastronómico (producto y elaboración):
– Productos de alta calidad y elaboración a alto nivel.
– Productos medios y elaboración completa a nivel medio.
– Productos de 4.ª y 5.ª gamas. Regeneración.
5. Estructura de la oferta
5.1. Tipo:
– Carta (comida, postres, bebida…).
– Menús (diarios, fijos, especiales…).
– Sugerencias/platos del día.
– Otros.
5.2. Extensión y composición:
– Indicar familias de platos y número de referencias en cada tipo de oferta.
9. Elementos diferenciales
9.1. Descripción del tipo de decoración.
9.2. Zonas especiales:.
– Salones.
– Zona infantil.
– Jardines-piscina.
– Tiendas y merchandising.
– Bar-cafetería.
– Aparcamiento propio.
– Otros.
9.3. Actividades:
– Música.
– Espectáculos.
– Otros.
9.4. Otros:
– Reservas (teléfono, internet…).
– Guardarropa.
– Aparcacoches.
– Otros.
10. Niveles de precio. Breve descripción de la política de precios del restaurante
Vallsmadella (2002) señala:
La check list de conceptualización nos permite definir con detalle la inicial idea de ne-
gocio, y por tanto revisar posibles contradicciones conceptuales que podrían ser causa
de un fuerte descalabro económico. Muchos restaurantes nacen condenados al fracaso
debido a que parten de una mala conceptualización del negocio. Es evidente que un
restaurante de poca capacidad deberá trabajar con precios altos, si no no alcanzará
un nivel de ingresos que le permita cubrir holgadamente los altos costes fijos. Y que un
concepto que pretenda ubicarse en centros comerciales y de ocio deberá tener una alta
capacidad de rotación de mesas, puesto que la demanda en este tipo de ubicaciones
se concentra los fines de semana y en determinadas franjas horarias, a la vez que el
metro cuadrado de alquiler es elevado.
La forma de utilizar la check list es sencilla. Se debe completar cada uno de los puntos
de la lista con las características del concepto, de forma que, una vez realizado, se
obtendrá un documento de fácil comprensión y estudio para cualquier persona que
intervenga en la organización y desarrollo del restaurante.
La check list es una herramienta utilizable tanto en restaurantes de nueva creación
como en aquellos que ya están en funcionamiento.
BIBLIOGRAFÍA
NORMATIVA LEGAL
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
5. SISTEMAS DE ROTACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
A lo largo de este tema vamos a analizar las tendencias alimentarias más notables en
las sociedades occidentales para, a partir de las mismas, examinar cómo las empresas
de restauración están adaptándose a ellas. Para ello investigaremos cómo se elaboran
y adaptan las diferentes ofertas gastronómicas de los establecimientos de restauración,
estudiaremos los diferentes tipos de ofertas principales y los sistemas de rotación existen-
tes, las formas de presentación de las mismas para finalizar analizando las estrategias de
merchandising más aplicadas en el sector. Todos estos análisis resultan imprescindibles
para una empresa que quiera ser rentable y mantenerse en un sector tan competitivo como
el de la restauración. En nuestro país, según la Federación Española de Restaurantes y
Cafeterías en el año 2005, existían 67.457 restaurantes, 14.465 cafeterías y 241.950
cafés-bares, estas cifras nos revelan la intensidad de la competencia en este subsector.
Tradicionalmente las empresas del sector de la restauración gastronómica en nuestro país
han sido PYMES de carácter familiar, pero actualmente están produciéndose una serie de
cambios en el mercado que obligan a estas empresas a modernizarse y a aplicar una serie
de técnicas empresariales si desean permanecer en el mercado de una manera exitosa.
de las tendencias comentadas anteriormente. Así, se buscan menús equilibrados que ase-
guren un correcto equilibrio entre hidratos de carbono, proteínas y grasas y que aporten la
cantidad necesaria de vitaminas y minerales. Además se intenta que su aporte calórico no
sea excesivamente alto y que la fibra esté presente en la composición de los mismos. Las
raciones no son exageradamente grandes, pero si se busca el empleo de materias primas
de calidad y una esmerada presentación. Esta preocupación también se ha extendido a los
poderes públicos que, a través de campañas publicitarias como “5 al día” (que busca con-
cienciar a la población de la importancia de consumir cinco raciones de frutas y verduras al
día), intenta promover una alimentación más saludable y equilibrada.
Además el aumento del nivel cultural general de la población provoca un creciente
interés por otras culturas y, por supuesto, por otras gastronomías, lo que se traduce en la
creciente proliferación de productos alimenticios y establecimientos de restauración “exóti-
cos” como los establecimientos de restauración japoneses, balineses, libaneses, etc.
Por último cabe señalar que la clientela cada vez más aprecia un ambiente cuidado, un
servicio eficaz y profesional y un entorno agradable. Este incremento del nivel de exigencia
de la clientela hace que cada vez más empresas apuesten por una gestión enfocada a la
búsqueda de la calidad total.
3.2. Servucción
La servucción1, según Eiglier y Langeard (1996), es la producción aplicada al mundo de
los servicios. Los autores la definían:
La organización sistemática y coherente de todos los elementos físicos y humanos de la
relación cliente-empresa necesaria para la realización de una prestación de servicios cuyas
características comerciales y niveles de calidad han sido determinados.
Para los autores, la producción de intangibles difiere de la producción de tangibles, es
decir, los procesos seguidos en la creación de un producto tangible, la relación de la em-
presa de tangibles con el cliente, las instalaciones empleadas en la creación de tangibles,
así como otros elementos que intervienen en ese proceso, son necesariamente diferentes
a los del proceso de creación de un servicio, es por esta razón por la que adoptaron el neo-
logismo “servucción”, para referirse a ese proceso que dista del de creación de tangibles.
1
Para más información el lector puede consultar el tema 18 de este mismo temario.
en la banda media debe ser igual a la suma de las bandas baja y alta. El objetivo
es que los precios de las gamas no estén demasiado dispersos, ya que esto puede
generar confusión en la clientela.
b) Segundo principio: apertura de una gama. Establece que la relación entre el
precio más alto y el más bajo dentro de una gama de platos no debe ser de más
2,5 – 3 veces. Por ejemplo: 12/10 = 1,2.
c) Tercer principio: relación demanda/oferta o calidad precio. Trata de relacionar
los precios medios demandados con los precios medios ofertados por el restaura-
dor. Esto es, precio medio demandado / precio medio ofertado. Esta relación será
satisfactoria cuando se encuentre entre 0,9 y 1.
Para calcular los diferentes conceptos se procederá como sigue:
cifra de negocio de una gama
Precio medio demandado =
e platos vendidos de una gama
N.º de
suma de precios de venta
Precio medio ofertado =
N.º de plattos contenidos en una gama
Si la relación es inferior a 0,9, los precios son muy altos para el cliente; si es su-
perior a 1, los precios propuestos son muy bajos y los clientes prefieren los platos
más caros porque consideran que les aseguran una buena relación calidad/precio.
d) Cuarto principio: la promoción de platos. Resulta interesante promocionar platos
del establecimiento a través de menús promocianales integrados por ejemplo por
un entrante, un plato principal y un postre. El precio se fijará teniendo en cuenta el
precio medio de cada una de las gamas que estén incluidas en el menú.
4.1. Menús
El menú puede definirse como una relación o conjunto de platos que se ofrece en un
establecimiento, siendo su característica fundamental que se ofrece a un precio global pre-
viamente determinado. Los menús se pueden clasificar de la siguiente manera:
– Menú de desayunos. Este tipo de menú se ofrece en las primeras horas del día.
Atendiendo a la procedencia de la clientela, localización del establecimiento, cate-
goría del mismo, la composición del menú de desayuno puede variar. Las diferentes
posibilidades son desayuno continental, inglés, buffet, etc.
– Menú de comida o cena. Es el menú que se ofrece tanto a mediodía como
por la noche. La composición del menú de mediodía suele incluir platos más
fuertes, mientras que el menú de cena es más ligero, si bien la composición
del mismo, la hora de servicio, etc., dependerá, al igual que sucedía con el menú
de desayuno, del tipo de clientela, localización del establecimiento, etc.
4.2. Cartas
La carta de un establecimiento de restauración recoge toda la oferta de platos ofrecida
por el establecimiento con el precio de cada una de estas ofertas, siendo el cliente el que
elige libremente qué desea comer entre toda la oferta de platos. Hasta hace unos años,
era habitual encontrar establecimientos con cartas muy extensas. Hoy en días se tiende
a diseñar cartas más reducidas, y a ampliar la misma a través de apartados tales como
sugerencias del chef, platos del día, etc.
El número de grupos variará según el tipo y fórmula de restauración elegida por el res-
taurante. Las ocho series clásicas son, según García Bermejo y otros (2000):
– Grupo 1: entremeses fríos y calientes.
– Grupo 2: sopas, cremas y consomés.
– Grupo 3: verduras y ensaladas.
– Grupo 4: pastas y arroces.
– Grupo 5: entradas.
– Grupo 6: pescados y mariscos.
– Grupo 7: carnes.
– Grupo 8: postres.
Este tipo de clasificación, como ya he comentado, es la más tradicional, pero actual-
mente los establecimientos de restauración más vanguardistas tienden a clasificar su carta
con otro tipo de epígrafes como por ejemplo “para picar”, “para compartir”, etc.
Hasta este momento nos hemos referido a la carta de platos, pero pueden existir otro
tipo de cartas, como la de postres, bebidas y pan. Hay establecimientos que incluso dispo-
nen de carta de aguas.
La de bebidas, y siguiendo de nuevo a García Bermejo y otros (2000), puede incluir los
siguientes grupos:
1. Aguas minerales.
2. Refrescos y colas.
3. Zumos.
4. Aperitivos.
5. Vinos blancos.
6. Tintos.
7. Rosados.
8. Espumosos y cavas.
9. Licores y aguardientes.
4.3. Buffet
Está compuesto normalmente de platos fríos y calientes, e incluso de algunos que se
elaboran a solicitud del cliente en el denominado show cooking. Existen diferentes tipos:
– Buffet tradicional o convencional: es un servicio muy habitual en hoteles de cate-
goría y en establecimientos de categoría alta. Se emplean productos de alta calidad, el
nivel de la tecnología es elevado con el objeto de garantizar la conservación de los ali-
mentos y que el cliente se los encuentre a la temperatura de servicio más adecuada.
– Buffet de presentación. El objetivo no es que el cliente pueda consumir los pro-
ductos expuestos en el buffet, sino que simplemente lo que se pretende es incitar
el consumo gracias a la visualización de algunos de los productos que se ofrecen
en la carta del establecimiento.
– Buffet complementario o medio buffet. En este tipo de servicio normalmente se
ofrece el primer plato en buffet y el segundo plato mediante menú con servicio a
mesa. Se emplea tanto para la comida como para la cena.
– Buffet de desayuno. Ya se ha comentado anteriormente. Normalmente incluye
cafés, infusiones, zumos, bollería, tostadas, cereales, galletas, etc. Muchos esta-
blecimientos hoteleros ofrecen este tipo de servicio.
– Coffee-break. Cada vez son más los establecimientos hoteleros que disponen dentro
de sus instalaciones de salas para reuniones de empresa, congresos, convenciones,
etc. En este tipo de eventos es habitual realizar un descanso tanto en las sesiones de
mañana como en las de tarde. En dichos descansos se suele ofrecer a los participan-
tes un refrigerio cuya composición suele ser: cafés, zumos, pastas, pequeños sándwi-
ches, medianoches, etc. A este tipo de servicio se le conoce como cofee-break.
– Buffet de almuerzo o cena: este es un tipo de servicio muy extendido en los es-
tablecimientos hoteleros. Normalmente los platos ofrecidos son muy sencillos tanto
en su elaboración como en su conservación. El comensal pude escoger libremente
qué platos desea comer acudiendo a los expositores, pero habitualmente el servicio
de bebidas se realiza en mesa.
5. SISTEMAS DE ROTACIÓN
Es fundamental que en los establecimientos de restauración exista un sistema de ro-
tación de forma que vayamos variando la oferta gastronómica, para esto hay que tener en
cuenta factores como: el análisis de popularidad de los platos, la temporada del año, los
gustos de la clientela, la rentabilidad, el ajuste de necesidades calóricas, etc.
Un sistema interesante que nos va a mostrar la popularidad de los platos de nuestra
oferta gastronómica y la rentabilidad, por lo que puede ser un sistema que nos ayude a
rotar nuestra oferta gastronómica, va a ser el menu engineering o ingeniería del menú.
El menu engineering (García Bermejo y otros, 2000), es un sistema de análisis y se-
guimiento de los platos de una carta de un restaurante o de una empresa de pastelería
y panadería artesanales que nos permitirá tomar decisiones como qué platos conservar,
cuáles cambiar, si es apropiado o no modificar precios de determinados platos, etc., con la
finalidad de obtener el máximo beneficio y mejorar la aceptación de la clientela.
Este sistema, propuesto por Donald Smith, consiste en analizar todos los platos de
una carta en base a dos variables: el margen bruto de explotación (es la diferencia entre
los ingresos generados por la actividad y los costes variables, esto es, las materias primas)
y el índice de popularidad (que representa, en porcentaje, el número de veces que se ha
solicitado un plato de la carta respecto del total de platos solicitados). Basándonos en estas
variables podemos clasificar los platos en cuatro tipos, a partir de los cuales se pueden
desempeñar diferentes acciones, que explicamos a continuación:
– Plato estrella. El plato estrella se caracteriza por ser muy popular y además muy
rentable para el establecimiento, ya que su margen bruto de explotación es elevado.
Es por ello que debe ser una de las propuestas que más se cuiden, manteniendo
siempre su calidad, su cantidad, cuidando su presentación y nunca debemos dejar-
lo en el olvido, sino que la promoción de este tipo de platos debe ser constante. Al
ser su popularidad elevada, podemos realizar un test de elasticidad de la demanda,
y si esta es inelástica, podemos subir el precio del plato, lo que aumentará el mar-
gen bruto de explotación, haciéndolo todavía más interesante. Por último, debemos
reservar a este tipo de platos la zona más vendible y atractiva de la carta, e incluso
incluir este plato en las pizarras de promoción o en los mantelillos de las mesas, ya
que por su margen de explotación alto, interesa aumentar todavía más su índice de
popularidad.
– Plato vaca. Al igual que el plato estrella se caracteriza por ser un plato muy popu-
lar, muy demandado, pero la diferencia con el anterior es que su margen bruto de
explotación es bajo, lo que le hace menos atractivo, es por ello que no es un plato
que se deba colocar en los lugares atractivos de la carta para promocionarlo. Las
acciones a llevar a cabo con este tipo de platos son las destinadas a incrementar
su margen bruto de explotación, con el objetivo de que el plato vaca se convierta
en un plato estrella. Las maneras de incrementar el margen bruto de explotación
de estos platos son dos básicamente, o bien aumentar el precio de venta el público
con mucha cautela, y siempre teniendo en cuenta el efecto que esto provoca en la
demanda o bien reducir el coste de las materias primas que componen este plato,
ya sea buscando nuevos proveedores que nos las proporcionen a mejor precio,
reduciendo las raciones sin que ello afecte a la popularidad del plato o bien susti-
tuyendo las materias primas por otras más económicas sin que esto signifique un
descenso de la calidad del plato.
– Plato enigma. El plato enigma recibe este nombre porque, a pesar de tener un
margen bruto de explotación que lo hace muy atractivo para el establecimiento,
su índice de popularidad es bajo. Ello provoca que el establecimiento se vea en
la obligación de investigar el porqué de esta baja demanda. Las razones de esta
situación pueden ser muchas, por ejemplo, un precio demasiado elevado, un
nombre comercial del plato poco atractivo para la clientela, escasa promoción
del plato, etc. Las estrategias que se pueden seguir con un plato enigma son va-
rias, una opción interesante es disminuir el precio de venta al público si es este el
que hace que el plato tenga un índice de popularidad bajo. Otras estrategias irían
encaminadas a la promoción del plato, por ejemplo, cambiándole el nombre por
uno más atractivo, situando al plato en la zona más vendible de la carta, inclu-
yéndolo en las sugerencias, haciendo que el personal de la sala lo recomiende,
etc. De todas formas, si este plato requiere una elaboración muy complicada,
los productos utilizados en su elaboración tienen un período de conservación
muy bajo o su demanda sigue siendo muy baja, es preferible eliminar este plato
enigma de la carta.
– Plato perro viejo. Resulta un plato muy poco atractivo para el establecimiento,
ya que su margen bruto de explotación es muy bajo y además es un plato poco
pedido. En este caso las acciones deben ir encaminadas a aumentar el índice de
popularidad del mismo, a través de su promoción, y aumentar el margen bruto de
explotación, por medio de las medidas ya estudiadas, bien sea aumentando el
precio, buscando nuevos proveedores más económicos, etc. Si estas medidas no
dan el resultado deseado, lo más conveniente es eliminar este plato de la oferta
gastronómica del establecimiento o bien mantener un pequeño stock de género por
si algún cliente habitual lo demanda.
Para conocer en la situación en que se encuentra cada uno de los platos de la carta se
procederá a analizarlos en una tabla de doble entrada, en la que en sentido vertical se co-
locan los diferentes platos y en sentido horizontal los siguientes conceptos: unidades vendi-
das, índice de popularidad, coste de materias primas, precio, margen bruto de explotación
del plato, % de margen bruto de explotación de plato, costes totales, cifra de negocio,
rendimiento, clasificación en base a su margen bruto de explotación, clasificación en base
al índice de popularidad y clasificación final en estrella, enigma, vaca o perro.
estos soportes van a tener una gran importancia en la formación de la imagen de nuestro
establecimiento. Lo principal, a la hora de plantearnos el diseño de la carta o del menú,
es que éstos sean legibles para el comensal. Para ello es fundamental que el papel de
imprenta sea de calidad, la letra lo suficientemente grande para poder ser leída y sin ex-
cesivas florituras que impidan su comprensión. Además la carta debe ser manejable, por
ello debemos evitar cartas excesivamente grandes. Por otro lado, y ya buscando la esté-
tica de la carta o menú, debemos buscar una gama de colores y un diseño acorde con la
temática y el tipo de cocina del establecimiento. Obviamente los motivos decorativos que
podemos encontrar en una marisquería de cinco tenedores van a ser muy diferentes que
en una hamburguesería. Lo principal es que el color, el diseño, etc. de la carta o menú
no desentone con la decoración y ambiente del establecimiento. La originalidad y la crea-
tividad en el diseño de la oferta gastronómica son dos cualidades que los clientes saben
valorar. Este aspecto será tratado también en la pregunta siguiente, ya que el diseño de
cartas y menús se incluye en el merchandising.
BIBLIOGRAFÍA
Felipe Gallego, Jesús: Gestión de alimentos y bebidas para hoteles, bares y restaurantes.
Editorial Paraninfo, Madrid, 2002.
García, Ángel y otros: Ofertas gastronómicas y sistemas de aprovisionamiento, Editorial
McGraw-Hill, Madrid, 2000.
González, Lidia y Palomo, Pilar: Dirección hotelera. Operaciones y procesos. Editorial Síntesis,
Madrid, 2002.
López Benito, Noelia: Marketing en restauración. Editorial Síntesis, Madrid, 2003.
Vallsmadella, Josep María: Técnicas de marketing y estrategias para restaurantes, Editorial
Prentice Hall, Madrid, 2002.
Ismail, Ahmed: Congresos y Catering: Organización y Ventas. Editorial Paraninfo Thomson
Learning, Madrid, 2001.
Eiglier, Pierre y Langeard, E.: La servucción. El marketing de servicios. Editorial McGraw-Hill,
Madrid, 1996.
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
3. PRINCIPIOS INMEDIATOS
3.1. Hidratos de carbono o glúcidos
3.2. Grasas o lípidos
3.3. Proteínas o prótidos
3.4. Micronutrientes
3.4.1. Minerales
3.4.2. Vitaminas
3.4.3. Agua
3.4.4. Fibra
ANEXO
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Ya por el año 500 a. de C., el filósofo y matemático griego Pitágoras de Samos dijo la
frase “no hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma”.
Hoy, 2.500 años después, multitud de organismos públicos informan a los consu-
midores acerca de hábitos alimentarios saludables, de la importancia de la alimentación
equilibrada, etc., y es que con la alimentación se puede tanto prevenir determinados tipos
de enfermedades, así como combatir otras. Tanto es así que incluso podemos hablar de un
Día Nacional de la Nutrición, que se celebra cada 28 de mayo.
De manera que, el profesional de la hostelería ha de conocer los tipos de alimentos que
hay, los componentes de los mismos, los riesgos para la salud derivados de la carencia de
algunos de ellos, etc., ya que será el responsable de diseñar las ofertas gastronómicas de
los establecimientos en los que preste sus servicios.
Sobre estos contenidos, alimentación y nutrición, trata el siguiente tema. Empezaremos
por definir los dos conceptos fundamentales, para después analizar los principios inmedia-
tos, los grupos de alimentos y sus características, y, por último, los estados carenciales y
otras enfermedades asociadas a una mala alimentación.
3. PRINCIPIOS INMEDIATOS
Los nutrientes son una serie de sustancias orgánicas muy distintas entre sí y quími-
camente definidas, que se encuentran en diferentes proporciones en los alimentos. Se
pueden clasificar en:
– Macronutrientes o principios inmediatos: hidratos de carbono, grasas y proteínas.
– Micronutrientes: vitaminas y minerales.
– Agua.
– Otros, como la fibra.
Este epígrafe se centra en los primeros de ellos, no obstante considero fundamental dar
unas nociones básicas del resto de nutrientes.
1
La energía que los seres vivos necesitan y transforman se mide en kilocalorías (kcal), aunque suele usarse
el término caloría para referirse al mismo concepto, por evitar usar la palabra anterior, de mayor longitud. En
ocasiones también se usa el kilojulio, que equivale a 0,24 kilocalorías (o lo que es lo mismo, 1 kilocaloría
equivale a 4,18 kilojulios).
– Función biocatalizadora. En este papel los lípidos favorecen o facilitan las reacciones quí-
micas que se producen en los seres vivos.
– Función transportadora. El transporte de lípidos desde el intestino hasta su lugar de des-
tino se realiza mediante su emulsión gracias a los ácidos biliares y a los proteolípidos,
asociaciones de proteínas específicas con triacilglicéridos, colesterol, fosfolípidos, etc., que
permiten su transporte por sangre y linfa.
Se recomienda que el aporte calórico diario que proporcionan las grasas sea del 30%-
35%. Se aconseja ingerir los 2/3 en forma de grasa vegetal (rica en ácidos grasos mono y
poliinsaturados), frente a 1/3 de origen animal (ácidos grasos saturados y colesterol).
Además, debe darse una relación proporcional entre los tres tipos de ácidos grasos que
contienen las grasas siendo un 10% o menos saturados, 10% monoinsaturados y 10-15%
poliinsaturados.
El 10-15% de calorías diarias necesitadas deben ser aportadas por las proteínas. Se
aconseja tomar a partes iguales proteínas de origen animal y vegetal, de esta forma apor-
tamos los aminoácidos esenciales (aunque la proporción también podría ser del 40% de
origen animal y el 60% de origen vegetal). Las necesidades proteicas diarias están fijadas
aproximadamente en 0,8 gramos por kilogramo al día, lo que viene a ser, más o menos, se-
gún Rojas Hidalgo (1985) citado en García Bermejo (1998), unos 44 gramos para la mujer
y 56 gramos para los hombres. Las proteínas tomadas en exceso sobrecargan el hígado y
los riñones, al tenerse que eliminar elementos proteicos en forma de urea.
3.4. Micronutrientes
Este tipo de nutrientes presentan la característica de que no liberan energía. Podemos
considerar los siguientes:
3.4.1. Minerales
En la web de Aula 21.com, en su apartado de Nutriweb, se definen así:
Los minerales son elementos químicos simples cuya presencia e intervención es impres-
cindible para la actividad de las células. Su contribución a la conservación de la salud es
esencial. Se conocen más de veinte minerales necesarios para controlar el metabolismo o
que conservan las funciones de los diversos tejidos.
Los minerales en el organismo forman parte de tejidos como hueso y dientes, regulan el
impulso nervioso al músculo, el intercambio de iones en las membranas celulares, el equili-
brio del medio interno e intervienen como factores de enzimas regulando el metabolismo.
Los podemos clasificar, en función de la cantidad necesitada por el organismo, en:
– Macroelementos. Son los que el organismo necesita en mayor cantidad. Algunos
son el calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio. Se miden en gramos.
– Microelementos. Se necesitan en menor cantidad y se miden en miligramos (mi-
lésimas de gramo).
– Oligoelementos o elementos traza. Se necesitan en cantidades pequeñísimas.
Algunos son el zinc, flúor, hierro y yodo. Se miden en microgramos (millonésimas
de gramo).
Ningún alimento posee todos los minerales en las cantidades necesarias y por ello la dieta ha
de ser variada y equilibrada. También, los excesos de algunos minerales producen alteraciones
en el organismo; esto ha de tenerse en cuenta a la hora de tomar suplementos de minerales.
3.4.2. Vitaminas
En la web de Aula 21.com, en su apartado de Nutriweb, se definen así:
Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos que
tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. No aportan energía, puesto que no se utilizan
como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos
constructivos y energéticos suministrados por la alimentación.
Hoy día conocemos 13 vitaminas, 4 son liposolubles y 9 hidrosolubles. Son las siguientes:
– Liposolubles: no pueden disolverse en el agua por lo que siempre hay que ingerir-
las con la grasa de ciertos alimentos. Son las vitaminas: A (presente en vegetales
verdes y amarillos, frutas, quesos, mantequilla, aceites vegetales y de pescados e
hígado de bacalao), D (leche entera, productos lácteos, pescados azules, aceite
de hígado de bacalao, gambas y ostras), E (aceites vegetales, cereales enteros,
huevos y mantequilla, leche materna, queso Emmental, frutos secos), y K (pata-
tas, judías, brécol, espinacas, lechugas y guisantes). Su ingesta en exceso puede
ocasionar desajustes en el organismo (se almacenan en el hígado y/o en el tejido
graso, donde pueden alcanzar niveles tóxicos al cabo del tiempo. Por eso, la sobre-
dosificación de vitaminas A y D puede resultar peligrosa).
– Hidrosolubles: son aquellas que son solubles en agua. Son: B1 o tiamina (presente
en cerdo, vísceras, legumbres, leguminosas y cereales), B2 o riboflavina (en carnes,
leche, cereales enteros, vegetales verdes), B3 o niacina (carnes, hígado, riñones,
cereales), B5 o ácido pantoténico (hígado, riñón, leche, huevas de pescado), B6 o
piridoxina (yema de huevo, carnes, hígado, riñón, pescados), B9 o ácido fólico (hí-
gado, riñón, carnes, leche), B12 o cianocobalamina (hígado, riñón, carnes, leche),
vitamina H o biotina (vísceras, pescados, legumbres secas y verduras) y vitamina C
o ácido ascórbico (cítricos, frutas frescas, patatas, verduras frescas). El exceso de
vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico
por elevada que sea su ingesta.
Como ocurría con los minerales, ningún alimento contiene todas las vitaminas, por lo
que la dieta debe ser variada. Además, el exceso de vitaminas en una dieta tiene que ser
igualmente controlado, por su efecto nocivo en el organismo.
3.4.3. Agua
El ser humano necesita agua para sobrevivir, por lo que tiene que reponer aquella que
elimina por transpiración, orina y heces. Ésta la obtiene a través de bebidas, alimentos y
combustión celular. Los requerimientos de agua del ser humano aparecen relacionados
con factores exógenos (clima, hábitos alimentarios, actividad corporal, etc.) y factores en-
dógenos (combustiones internas, actividad secretora, etc.). Aparte, y como norma general,
se dice que el hombre necesita 1 mililitro por kilocaloría ingerida de alimentos, es decir, si
ingerimos una dieta de 1.500 kilocalorías, habremos de tomar 1,5 litros de agua al día.
Aunque también es válida la regla de tomar aproximadamente 3 litros de agua al día, de
los cuales 1,5 litros deben ser aportados por el agua de bebida. Toda esta información se
puede resumir con el siguiente cuadro, que se trata del Balance Hídrico del organismo, y
es la relación entre las entradas y salidas de agua del cuerpo humano, que debemos vigilar
a diario:
INGESTA DE AGUA
3.4.4. Fibra
La fibra no es un nutriente en sí, ni aporta valor energético al organismo, pero tiene una
labor vital como reguladora de la función intestinal. Está compuesta por las partes no digeri-
bles de los alimentos vegetales; procede de la cáscara del grano, de la piel y de la carne de
las frutas, así como de la materia dura y fibrosa de los vegetales, la cual, al pasar por el estó-
mago y el intestino, no puede ser descompuesta por las enzimas digestivas y, por lo tanto, no
es absorbida por el organismo. Las necesidades diarias de fibra están fijadas en 25-30 g/día.
Además, los alimentos ricos en fibra suelen proporcionar una mayor sensación de saciedad
y un menor aporte calórico. Para llegar a los 25-30 gramos de fibra diarios, se aconseja
aumentar el consumo de cereales integrales y legumbres, iniciar el día desayunando cerea-
les y panes integrales, comer las frutas enteras en lugar de zumos, comer mucha verdura e
incrementar la ingesta de manzana, brécol y pomelo por su alto contenido en fibra.
A continuación, pasamos a analizar los siete grupos de alimentos, así como sus carac-
terísticas más notorias:
Grupo 5. Frutas
Las frutas constituyen uno de los alimentos más sanos para el organismo. La función de
las frutas es similar a la de las verduras, puesto que actúan como alimentos reguladores,
proporcionando a la dieta minerales y vitaminas, principalmente vitamina C y A y fibra.
Las frutas contienen agua en un porcentaje que oscila entre el 80 y el 90% de su peso.
El 10% restante lo forman los glúcidos simples, puesto que son ricas en azúcares del tipo de
la sacarosa, glucosa y fructosa, pero su contenido calórico es bajo. Además, contienen gran
cantidad de vitaminas: C, provitamina A, ácido ascórbico y otras hidrosolubles; minerales:
hierro y calcio; y gran cantidad de fibra (que se pierde en los zumos). Como excepción pue-
den citarse algunas frutas grasas como el aguacate (poliinsaturadas) y el coco (saturadas).
– Pan. El valor nutritivo del pan depende del grado de extracción de la harina. En
cualquier caso decir que es muy nutritivo, aporta sobre el 50% de hidratos de car-
bono, poca grasa y muchas proteínas aunque de baja calidad.
– Pasta. Hechas fundamentalmente con harinas de trigo de baja extracción, tienen
un valor nutritivo muy alto, sobre todo teniendo en cuenta que a algunas les añaden
huevo, leche, espinacas, etc. Aportan un 9% de agua, 13% de proteínas, 1,5% de
lípidos, un 76% de hidratos de carbono (almidón), pocas vitaminas y minerales.
– Azúcar. El azúcar que consumimos habitualmente es sacarosa cristalizada, siendo
su composición la misma, independientemente que proceda de caña de azúcar o
de remolacha azucarera. Su valor nutritivo es exclusivamente calórico, a razón de
400 kcal/100 g. Introduce un desequilibrio en la dieta, aumenta la necesidad de
vitamina B, favorece la caries, obesidad, etc.
Grupo 7. Grasas
Contienen en gran parte lípidos y su función es casi exclusivamente energética, trans-
portando las vitaminas liposolubles. Pueden ser líquidas o sólidas según los diferentes
puntos de fusión a temperatura ambiente.
Las grasas se pueden dividir en tres grupos:
– Ácidos grasos saturados. Presente en todas las grasas animales (cerdo, le-
che, mantequilla, por ejemplo) y algunas vegetales (coco, palma y palmiste).
Elevan el colesterol, aceleran el proceso de arteriosclerosis, enfermedades co-
ronarias, etc.
– Ácidos grasos monoinsaturados. Tienen un efecto hipocolesterolémico. Están
presentes, entre otros, en el aceite de oliva. No son esenciales y son rápidamente
sintetizados por el organismo.
– Ácidos grasos poliinsaturados. Son constituyentes esenciales de las membranas
celulares y precursores de las prostaglandinas. Son esenciales, no pueden ser sin-
tetizadas por el organismo. Se encuentran fundamentalmente en pescados grasos
y aceites de semillas.
Algunas de las grasas más importantes son:
– Grasa animal. Aporta su sabor especial a cada carne y la hace más tierna. Predo-
minan los ácidos grasos saturados en su composición, aunque la cantidad es muy
variable según la especie animal, su alimentación e incluso la época del año en
que se sacrificó (en la carne magra oscila entre el 8 y el 20%). La grasa de vaca y
cordero es más rica en ácidos grasos saturados que la de cerdo y pescado. La de
pescado en cambio se considera una grasa poliinsaturada.
– Tocino y manteca de cerdo. Posee entre un 82-99% de grasa y el tocino un 3%
de proteínas. Son inferiores en calidad a la mantequilla.
– Aceite de oliva. Es prácticamente grasa al 100%, y su valor calórico es de 884
kcal/100 g. Contiene cantidades variables de vitamina E y su ácido graso funda-
mental es el oleico (monoinsaturado).
– Aceite de girasol, maíz y soja. Son aceites vegetales ricos en ácido linolénico y
en vitamina E.
– Aceites de palma y palmiste. Tienen una cantidad muy alta de grasa saturada
(50-60%) por lo que son sólidos a temperatura ambiente. Son muy utilizados por
la industria en la elaboración de bollería y margarinas.
– Mantequilla. Se obtiene por la grasa de la leche. Contiene 82% de grasa, agua y una
cantidad despreciable de caseína y lactosa. Aporta 720 kcal y es rica en vitamina A.
– Margarina. Obtenida por hidrogenación y solidificación de una mezcla de aceites
vegetales. Posee cantidades de grasa igual a la mantequilla.
A los siete grupos anteriores podríamos añadir un octavo, de gran interés para el pro-
fesional del sector de la hostelería. Se trata de las bebidas y, en concreto, de las bebidas
alcohólicas. La web de Saludalia.com las define así:
Son zumos fermentados que contienen alcohol. En este grupo se incluyen vinos, cervezas,
sidras, vermuts, anisados, cavas y champagnes, y licores y aguardientes. Se distinguen las
bebidas fermentadas y las bebidas destiladas.
Las fermentadas se obtienen al transformarse en alcohol el azúcar que contienen algunas
frutas (vino, sidra), la raíz o el grano de algunas plantas (cerveza). Por este procedimiento
es difícil conseguir más de un 17 por 100 de alcohol, ya que el propio alcohol mata a la
levadura e inhibe la fermentación. Su contenido en alcohol oscila entre unos 3 a 5 grados.
Las destiladas se obtienen por destilación o maceración de las bebidas fermentadas,
con lo que se consigue aumentar el porcentaje de alcohol. Pueden contener también
azúcares simples en diversas proporciones. Son los llamados licores (ginebra, whisky, vo-
dka, ron, etc.). Contienen una alta concentración de alcohol, en torno a los 40 grados.
El aporte energético varía en función del grado alcohólico y del contenido en azúcares.
Cuando se metaboliza produce 7 kilocalorías por gramo de alcohol. Así, el vino aporta
60-70 kilocalorías por 100 gramos, la cerveza de 35-45 kilocalorías y el whisky y otras
bebidas destiladas unas 240 kilocalorías por 100 gramos.
El porcentaje de alcohol en una bebida alcohólica se expresa en grados. Un litro de vino
de 12º ó 12% contiene 120 ml de alcohol. Un litro de whisky de 40º contiene 400 ml
de alcohol. Para transformar los mililitros en gramos, hay que multiplicar por la densi-
dad del alcohol que es 0,8, lo que significa que 1 cm3 de alcohol pesa 0,8 gramos.
El alcohol no es exactamente un alimento y consumirlo en exceso genera un problema
para el equilibrio alimentario que interfiere en la absorción y metabolismo nutricional. Lo
más deseable sería beber con mucha moderación, considerándose una recomendación
saludable no sobrepasar los 40 ml (30 g) de alcohol diariamente, en el caso del hombre,
reduciéndose esta cantidad a 27 ml para la mujer. Esto equivale a cuatro cañas de cerve-
za (1/2 litro) o a cuatro copas de vino (1/4 litro). El alcohol, consumido de forma modera-
da, parece que ejerce un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares.
2
No tendría sentido hacer un análisis de los grupos de alimentos sin mencionar su composición nutricional y
calórica. La información que se recoge en el epígrafe 4.2. pretende ampliar la anterior, no repetirla.
distribuidos en los siete grupos, además de por orden alfabético, acompañados de infor-
mación acerca de las calorías que aportan, las cantidades de principios inmediatos que
contienen, las vitaminas, los minerales, etc., por cada 100 gramos de alimento. Los dese-
chos –cáscaras, pieles, etc.–, no se tienen en cuenta. Las proteínas, lípidos e hidratos de
carbono se indican en gramos. El siguiente cuadro es un extracto, a modo de ejemplo, de
una tabla de alimentos3:
Hidratos
Proteínas Lípidos
FRUTAS Calorías de carbono
(gramos) (gramos)
(gramos)
Para finalizar este epígrafe, se recomienda leer el Anexo que trata sobre la nueva Rueda
de los alimentos.
3
Por razones de espacio y de tiempo, es imposible recoger una Tabla de alimentos completa con todos y cada
uno de los alimentos existentes. Igualmente, no se recomienda la memorización de esta información, pues
no resulta práctica, lo realmente importante es saber interpretar esos datos y calcular el valor calórico de una
dieta (ello se puede consultar en el Volumen de Supuestos Prácticos de este mismo temario).
– Los síntomas que indican ausencia de potasio son inmediatos, y se muestran como:
debilidad muscular, náuseas, vómitos, irritabilidad y hasta irregularidad cardiaca.
– Los síntomas de ausencia de fósforo son: decaimiento, debilidad, temblores y di-
sartria, y en algunos casos anorexia y desórdenes respiratorios.
– El magnesio es componente del sistema óseo, de la dentadura y de muchas en-
zimas. Participa en la transmisión de los impulsos nerviosos, en la contracción y
relajación de músculos y activamente en el metabolismo energético.
– La carencia de azufre en el organismo se ve reflejada en un retardo en el crecimien-
to, debido a su relación con la síntesis de las proteínas.
– El cobre participa en la formación de la hemoglobina, y es fundamental para el
desarrollo y mantenimiento de huesos, tendones, tejido conectivo y el sistema vas-
cular. Las formas en que se puede manifestar la ausencia de cobre en el organismo
son por anemias moderadas a severas, edemas, desmineralización ósea, detención
del crecimiento, anorexia y vulnerabilidad a infecciones.
– La falta de hierro en el organismo puede producir, deficiencia inmunitaria, aumento
de noradrenalina, menor compensación de enfermedades cardiopulmonares y ane-
mia. La forma de identificar carencia de hierro es una menor respuesta al estrés,
menor rendimiento laboral, alteración en la conducta y mala regulación térmica.
Por el contrario son alimentos protectores del cáncer aquellos que contienen vitaminas
A, C y E y precursores de vitamina A (betacarotenos) como frutas, verduras o vegetales.
– Arteriosclerosis. Es un proceso degenerativo que se caracteriza por la obstrucción
de las arterias coronarias. Existen una serie de factores de riesgo que predisponen
a esta enfermedad como la diabetes, obesidad, tabaquismo, alcoholismo, estrés...
y factores dietéticos, como son los altos niveles de grasa en la sangre, colesterol
y triglicéridos. En cuanto al colesterol, se habla de colesterol “malo” (Pdp o Pbd)
y colesterol “bueno” (Hdl o Pad) y es provocado fundamentalmente por la alta
ingesta de grasas animales.
– Hipertensión. Si la tensión arterial es alta puede provocar infarto de miocardio,
arteriosclerosis y accidentes cerebro-vasculares. Además de otros factores está
provocada por la dieta y para su control se recomienda una dieta pobre en grasas
saturadas, sodio, sal, alcohol y tabaco.
– Obesidad. En la web Tuotromedico.com, se define así:
La obesidad es un exceso de grasa corporal que, por lo general, y no siempre, se ve
acompañada por un incremento del peso del cuerpo.
Las causas de la obesidad son múltiples, e incluyen factores tales como la herencia
genética; el comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico; y el tipo o
estilo de vida que se lleve. En conjunto puede haber dos principales causas:
* Mayor ingesta de calorías que las que el cuerpo gasta.
* Menor actividad física que la que el cuerpo precisa.
Si se ingiere mayor cantidad de energía de la necesaria ésta se acumula en forma de
grasa, si se consume más energía que la necesaria se utiliza la grasa como energía. Por
lo que la obesidad se produce por exceso de energía, como resultado de alteraciones
en el equilibrio de entrada/salida de energía. Como consecuencia se pueden producir
diversas complicaciones como son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y las
enfermedades coronarias.
La herencia tiene un papel importante, tanto, que de padres obesos el riesgo de sufrir
obesidad para un niño es 10 veces superior a lo normal. En parte es debido a tenden-
cias metabólicas de acumulación de grasa, pero por otra parte se debe a que los hábi-
tos culturales alimenticios y sedentarios contribuyen a repetir los patrones de obesidad
de padres a hijos.
Otra parte de los obesos lo son por enfermedades hormonales o endocrinos, y pueden
ser solucionados mediante un correcto diagnóstico y tratamiento especializado.
– Anorexia nerviosa. Según Wikipedia, la Enciclopedia libre:
Consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso pro-
vocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. Se caracteriza por el temor
a aumentar de peso y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que
hace que el enfermo se vea obeso aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo
recomendado. En consecuencia, se inicia una disminución progresiva del peso mediante
ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos. También puede ser que la persona se
vea afectada por atracones y después se recurra a la purga de los alimentos por el vómito
o el uso de laxantes, pero esta enfermedad está catalogada como bulimia.
Afecta sobre todo a las mujeres de 13 a 25 años (esta cifra ha ido variando con el tiem-
po). Este tipo de anorexia precisa no sólo una realimentación, sino también un trata-
miento psicológico. El tema es ampliamente discutido últimamente, pues determinadas
actitudes modernas como la ropa cada vez más estrecha, o la aparición de modelos de
pasarela cada vez más delgadas, puede influir negativamente en el ánimo de muchas
jóvenes que tratan de conseguir el supuesto cuerpo perfecto que la sociedad parece
pedir.
Según muchos psicólogos, la solución a este problema pasa por formar a la juventud,
escapar de esa moda de la delgadez extrema y enseñar a la gente a ser feliz con su pro-
pio cuerpo. En general, la persona afectada de anorexia tiende a negar el problema y se
opone a la rehabilitación por miedo a subir de peso.
– Bulimia. Según Wikipedia, la Enciclopedia libre:
La bulimia o bulimia nerviosa (hambre de buey) es un trastorno mental relacionado
con la comida. Su característica esencial consiste en que la persona sufre episodios de
atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidad y sensación de
pérdida de control. Suele alternarse con episodios de ayuno o de muy poca ingesta de
alimentos, pero al poco tiempo vuelven a sufrir situaciones de ingestas compulsivas. Un
atracón consiste en consumir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida
muy superior a la que la mayoría de individuos comerían.
A pesar de que el tipo de comida que se consume en los atracones puede ser variada,
generalmente se trata de dulces y alimentos de alto contenido calórico (como helados,
pasteles o chocolate). Los individuos con este trastorno se sienten muy avergonzados
de su conducta e intentan ocultar los síntomas. Los atracones se realizan a escondidas
o lo más disimuladamente posible. Los episodios suelen planearse con anterioridad y se
caracterizan (aunque no siempre) por una rápida ingesta de alimento.
Otra característica esencial de este trastorno la constituyen las conductas compensa-
torias inapropiadas para evitar la ganancia de peso. Muchos individuos usan diferentes
medios para intentar compensar los atracones: el más habitual es la provocación del
vómito. Este método de purga lo emplean el 80-90% de los sujetos que acuden a cen-
tros clínicos para recibir tratamiento. Los efectos inmediatos de vomitar consisten en
la desaparición inmediata del malestar físico y la disminución del miedo a ganar peso.
Otras conductas de purga son: el uso excesivo de laxantes y de diuréticos, enemas,
realización de ejercicio físico muy intenso, ayuno...
– Vigorexia. Según Wikipedia, la Enciclopedia libre:
La vigorexia es un trastorno caracterizado por la presencia de una preocupación ob-
sesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia). Implica una
adicción a la actividad física (especialmente a la musculación): los vigoréxicos suelen
realizar ejercicio físico excesivo, a fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo nor-
mal, pues de lo contrario se sienten débiles o enclenques. A esta exigencia se suma
un trastorno en la alimentación que se hace patente en una dieta poco equilibrada en
donde la cantidad de proteínas y carbohidratos consumidos es excesiva y la cantidad
de lípidos se reduce. Esto puede ocasionar alteraciones metabólicas importantes, sobre
todo cuando el vigoréxico consume esteroides y los cambios de humor repentinos. La
obsesión de estas personas por su cuerpo les lleva a pasar largas horas en el gimnasio,
produciendo el aislamiento social.
4
Si el opositor lo cree oportuno, debería tratar de memorizar esta nueva rueda de los alimentos e incluirla en
la redacción del tema, pues estaría demostrando que está actualizado; no obstante, es aconsejable que no
descuide la tradicional pues, por ahora, sigue siendo la más extendida.
BIBLIOGRAFÍA
PÁGINAS WEB
Alimentación Sana
http://www.alimentacionsana.com/
Consumaseguridad
http://www.consumaseguridad.com/
Saludalia
http://www.saludalia.com/
Tuotromedico.com
http://www.tuotromedico.com/
Wikipedia
http://www.wikipedia.org/
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Ya por el año 500 a. de C., el filósofo y matemático griego Pitágoras de Samos dijo la
frase “No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma”.
Hoy, 2.500 años después, multitud de organismos públicos informan a los consu-
midores acerca de hábitos alimentarios saludables, de la importancia de la alimentación
equilibrada, etc., y es que con la alimentación se puede tanto prevenir determinados tipos
de enfermedades, como combatir otras. Tanto es así que incluso podemos hablar de un Día
Nacional de la Nutrición, que se celebra cada 28 de mayo.
De manera que el profesional de la hostelería ha de conocer los tipos de alimentos que
hay, los componentes de los mismos, los riesgos para la salud derivados de la carencia de
algunos de ellos, etc., ya que será el responsable de diseñar las ofertas gastronómicas de
los establecimientos en los que preste sus servicios.
Sobre estos contenidos, nutrición y dietética, trata el siguiente tema. Empezaremos por
definir los dos conceptos fundamentales, para después analizar los principios inmediatos,
los grupos de alimentos y sus características, y por último, la combinación óptima y la apli-
cación de todo lo anterior a la elaboración de dietas a diferentes colectivos que presentan
problemáticas especiales.
pias estructuras una serie de sustancias que recibe del mundo exterior mediante la
alimentación con el objetivo de obtener energía, construir y reparar las estructuras
orgánicas y regular los procesos metabólicos.
– Alimento: sustancia natural o transformada que contiene uno o varios elementos
nutritivos. Éstos pueden ser de origen animal o vegetal (o mineral como el agua y la
sal) e ingerirse sólidos o líquidos. Otra definición válida es la recogida en el Código
Alimentario Español:
Aquellas sustancias o productos de cualquier naturaleza, sólidos o líquidos, naturales o
transformados que, por sus características, aplicaciones, componentes, preparación y
estado de conservación sean susceptibles de ser habitual e idóneamente utilizados para
alguno de los fines siguientes:
a) Para la normal nutrición humana o como fruitivos.
b) Como productos dietéticos, en casos especiales de alimentación humana.
– Nutrientes: son las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales sumi-
nistrados por los alimentos y necesarios para el crecimiento y el mantenimiento de
la vida, ya que permiten al organismo obtener energía, reparar los tejidos y regular
los procesos metabólicos.
– Dieta: según la Real Academia Española, son varios los significados, por ejemplo:
“régimen que se manda observar a los enfermos o convalecientes en el comer y
beber, y, por extensión, esta comida y bebida” o “conjunto de sustancias que regu-
larmente se ingieren como alimento”.
– Dietética: según la Real Academia Española es la “disciplina que trata de la ali-
mentación conveniente”. Por tanto, se encargará de relacionar los alimentos con
las necesidades nutricionales de cada individuo.
– Dietoterapia: en la web de ABCDietas, encontramos la siguiente definición:
Es la aplicación del arte de la nutrición a los problemas de la alimentación. La dieto-
terapia se basa en modificaciones de la alimentación habitual que respondan a las
necesidades de cada enfermo.
La dietoterapia utiliza la relación entre alimentos y necesidades nutricionales del in-
dividuo para tratar las necesidades en caso de enfermedad o trastorno relacionado
con la alimentación.
A la vista de los términos anteriores, podemos imaginar que el contenido del tema
versará sobre la aplicación de los principios de la alimentación y nutrición al diseño de die-
tas para colectivos específicos, teniendo en cuenta la situación de los mismos. Para ello,
es necesario ver en primer lugar en qué consisten esos principios, para después pasar al
diseño de dietas específicas.
– Agua.
– Otros, como la fibra.
Este epígrafe se centra en los primeros de ellos, no obstante considero fundamental dar
unas nociones básicas del resto de nutrientes.
1
La energía que los seres vivos necesitan y transforman se mide en kilocalorías (Kcal.), aunque suele usarse
el término caloría para referirse al mismo concepto, por evitar usar la palabra anterior, de mayor longitud. En
ocasiones también se usa el Kilojulio, que equivale a 0,24 kilocalorías (o lo que es lo mismo, 1 kilocaloría
equivale a 4,18 kilojulios).
dos de origen animal: glucógeno (se encuentra en los hígados y músculos) y lactosa
(procedente del azúcar de la leche). Del total de glúcidos diarios, sólo una pequeña parte
(10%) se tomará en forma de azúcares simples, la mayor parte se tomará en forma de
almidones (cereales, legumbres, tubérculos) que son el combustible por excelencia, no
sobrecargan ni al hígado ni a los riñones y además nos van a aportar la cantidad reco-
mendada de vitamina B1, necesaria para el metabolismo de los glúcidos y un gran aporte
de fibra vegetal.
C) Por su función:
La web Aula 21, en su apartado Nutriweb establece las funciones de las grasas como sigue:
Los lípidos desempeñan cuatro tipos de funciones:
– Función de reserva. Son la principal reserva energética del organismo. Un gra-
mo de grasa produce 9,4 kilocalorías en las reacciones metabólicas de oxidación,
mientras que proteínas y glúcidos sólo producen 4,1 kilocalorías/g.
– Función estructural. Forman las bicapas lipídicas de las membranas. Recubren
órganos y le dan consistencia, o protegen mecánicamente como el tejido adiposo
de pies y manos.
– Función biocatalizadora. En este papel los lípidos favorecen o facilitan las reac-
ciones químicas que se producen en los seres vivos.
– Función transportadora. El transporte de lípidos desde el intestino hasta su lugar
de destino se realiza mediante su emulsión gracias a los ácidos biliares y a los
proteolípidos, asociaciones de proteínas específicas con triacilglicéridos, colesterol,
fosfolípidos, etc., que permiten su transporte por sangre y linfa.
Se recomienda que el aporte calórico diario que proporcionan las grasas sea del
30%-35%. Se recomienda ingerir las 2/3 en forma de grasa vegetal (rica en ácidos gra-
sos mono y poliinsaturados), frente a 1/3 de origen animal (ácidos grasos saturados y
colesterol).
Además, debe darse una relación proporcional entre los tres tipos de ácidos grasos que
contienen las grasas siendo un 10% o menos saturados, 10% monoinsaturados y 10-15%
poliinsaturados.
2.2.4. Micronutrientes
Este tipo de nutrientes presentan la característica de que no liberan energía. Podemos
considerar los siguientes:
2.2.4.1. Minerales
En la web de Aula 21.com, en su apartado de Nutriweb, se definen así:
Los minerales son elementos químicos simples cuya presencia e intervención es impres-
cindible para la actividad de las células. Su contribución a la conservación de la salud es
esencial. Se conocen más de veinte minerales necesarios para controlar el metabolismo o
que conservan las funciones de los diversos tejidos.
Los minerales en el organismo forman parte de tejidos como hueso y dientes, regulan el
impulso nervioso al músculo, el intercambio de iones en las membranas celulares, el equili-
brio del medio interno e intervienen como factores de enzimas regulando el metabolismo.
Los podemos clasificar en función de la cantidad necesitada por el organismo en:
– Macroelementos. Son los que el organismo necesita en mayor cantidad. Algunos
son el calcio, fósforo, magnesio, potasio y sodio. Se miden en gramos.
– Microelementos. Se necesitan en menor cantidad y se miden en miligramos (mi-
lésimas de gramo).
2.2.4.2. Vitaminas
En la web de Aula 21.com, en su apartado de Nutriweb, se definen así:
Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos que
tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. No aportan energía, puesto que no se utilizan
como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos
constructivos y energéticos suministrados por la alimentación.
Hoy día conocemos 13 vitaminas de las que 4 son liposolubles y 9 hidrosolubles. Son las
siguientes:
– Liposolubles: no pueden disolverse en el agua por lo que siempre hay que ingerir-
las con la grasa de ciertos alimentos. Son las vitaminas: A (presente en vegetales
verdes y amarillos, frutas, quesos, mantequilla, aceites vegetales y de pescados e
hígado de bacalao), D (leche entera, productos lácteos, pescados azules, aceite
de hígado de bacalao, gambas y ostras), E (aceites vegetales, cereales enteros,
huevos y mantequilla, leche materna, queso Emmental, frutos secos), y K (pata-
tas, judías, brécol, espinacas, lechugas y guisantes). Su ingesta en exceso puede
ocasionar desajustes en el organismo (se almacenan en el hígado y/o en el tejido
graso, donde pueden alcanzar niveles tóxicos al cabo del tiempo. Por eso, la sobre-
dosificación de vitaminas A y D puede resultar peligrosa.).
– Hidrosolubles: son aquellas que son solubles en agua. Son: B1 o tiamina (presente
en cerdo, vísceras, legumbres, leguminosas y cereales), B2 o riboflavina (en carnes,
leche, cereales enteros, vegetales verdes), B3 o niacina (carnes, hígado, riñones,
cereales), B5 o ácido pantoténico (hígado, riñón, leche, huevas de pescado), B6 o
piridoxina (yema de huevo, carnes, hígado, riñón, pescados), B9 o ácido fólico (hí-
gado, riñón, carnes, leche), B12 o cianocobalamina (hígado, riñón, carnes, leche),
vitamina H o biotina (vísceras, pescados, legumbres secas y verduras) y vitamina C
o ácido ascórbico (cítricos, frutas frescas, patatas, verduras frescas). El exceso de
vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico
por elevada que sea su ingesta.
Como ocurría con los minerales, ningún alimento contiene todas las vitaminas, por lo
que la dieta debe ser variada. Además, el exceso de vitaminas en una dieta tiene que ser
igualmente controlado, por su efecto nocivo en el organismo.
2.2.4.3. Agua
El ser humano necesita agua para sobrevivir, por lo que necesita reponer aquella que
elimina por transpiración, orina y heces. Ésta la obtiene a través de bebidas, alimentos y
combustión celular. Los requerimientos de agua del ser humano aparecen relacionados con
factores exógenos (clima, hábitos alimentarios, actividad corporal, etc.) y factores endóge-
nos (combustiones internas, actividad secretora, etc.). Aparte y como norma general se dice
que el hombre necesita 1 mililitro por kilocaloría ingerida de alimentos, es decir, si ingerimos
una dieta de 1.500 kilocalorías, habremos de tomar 1,5 litros de agua al día. Aunque tam-
bién es válida la regla de tomar aproximadamente 3 litros de agua al día, de los cuales 1,5
litros deben ser aportados por el agua de bebida. Toda esta información se puede resumir
con el siguiente cuadro, que se trata del Balance Hídrico del organismo, y es la relación
entre las entradas y salidas de agua del cuerpo humano, que debemos vigilar a diario:
INGESTA DE AGUA
2.2.4.4. Fibra
La fibra no es un nutriente en sí, ni aporta valor energético al organismo, pero tiene una
labor vital como reguladora de la función intestinal. Está compuesta por las partes no digeri-
bles de los alimentos vegetales; procede de la cáscara del grano, de la piel y de la carne de
las frutas, así como de la materia dura y fibrosa de los vegetales, la cual, al pasar por el estó-
mago y el intestino, no puede ser descompuesta por los enzimas digestivos y, por lo tanto, no
es absorbida por el organismo. Las necesidades diarias de fibra están fijadas en 25-30g/día.
Además, los alimentos ricos en fibra suelen proporcionar una mayor sensación de saciedad
y un menor aporte calórico. Para llegar a los 25-30 gramos de fibra diarios, se aconseja
aumentar el consumo de cereales integrales y legumbres, iniciar el día desayunando cerea-
les y panes integrales, comer las frutas enteras en lugar de zumos, comer mucha verdura e
incrementar la ingesta de manzana, brécol y pomelo por su alto contenido en fibra.
El hombre, como todo ser vivo, debe nutrirse. Pero los alimentos, tal y como ingresan
en nuestra boca, no están en condiciones de pasar al interior de nuestro organismo, no
pueden circular por la sangre y no son aprovechables por nuestras células.
Los alimentos entran en nuestro organismo por el aparato digestivo, que es el encarga-
do de transformarlos en sustancias capaces de ser absorbidas por la mucosa intestinal y de
circular por la sangre. A continuación se desarrolla el proceso de la nutrición:
– Hay una fase previa psíquica al proceso digestivo, que dispara las glándulas
secretoras de fermentos digestivos. La imaginación, la vista, el olfato y hasta el
tacto, por una acción refleja, actúan sobre el mecanismo secretor de la boca y el
estómago y anticipan el placer o rechazo, según corresponda a una comida bien
preparada o poco apetitosa. Por ello, todas las glándulas salivares se activan para
segregar ptialina, que es el primer fermento digestivo que ataca en la boca a los
hidratos de carbono. Al mismo tiempo el estómago se anticipa para la función di-
gestiva que le corresponda.
– Digestión en la boca. La digestión empieza en la boca con la masticación y la
insalivación. Al tiempo que el alimento se va troceando, se mezcla con la saliva
hasta conseguir que esté en condiciones de pasar al estómago. La saliva contiene
la ptialina, que actúa sobre los almidones y comienza a transformarlos en monosa-
cáridos.
– Digestión en el estómago. El paso del alimento al estómago se realiza a través de
una válvula –el cardias–, que permite el paso del alimento del esófago al estómago,
pero no en sentido contrario. En el estómago sobre los alimentos se vierten grandes
cantidades de jugo gástrico. También se segrega pepsina, el enzima que se encar-
gará de partir las proteínas en cadenas cortas de sus aminoácidos constituyentes.
La digestión en el estómago puede durar varias horas y la temperatura pasa de los
40º, por lo que a veces los azúcares y almidones a medio digerir fermentan dando
lugar a los conocidos gases que se expulsan por la boca o pasan al intestino. Los
lípidos pasan prácticamente inalterados por el estómago, ya que no hay ninguna
enzima de importancia que se ocupe de ellos. Sin embargo, los lípidos tienen la
capacidad de ralentizar la digestión de los demás nutrientes, ya que envuelven los
pequeños fragmentos de alimento y no permiten el acceso de los jugos gástricos y
enzimas a ellos. La absorción de nutrientes es muy limitada a través de las paredes
del estómago, por lo que conviene acortar esta fase de la digestión lo más posible
si queremos tener acceso rápido a los nutrientes que contienen los alimentos.
– Una vez terminado el trabajo en el estómago, se vierte el contenido del estómago
–quimo– al duodeno en pequeñas porciones a través de otra válvula: el píloro. Allí,
se continuará la digestión de los elementos que no pudieron ser digeridos en el
estómago por necesitar un medio menos ácido para su descomposición (grasas y
glúcidos).
– Absorción. Éste es el último paso del proceso y el fin de este viaje. Los nutrientes
que flotan en nuestro mar interior son absorbidos por nuestras células, pasando a
través de las membranas que las recubren, y una vez en el interior son digeridas,
transformadas y utilizadas en función de las necesidades y del tipo de célula de que
se trate. Este proceso también está controlado por el sistema nervioso central, que
a través de diversas sustancias como la insulina, gestiona el uso que las células ha-
cen de estos nutrientes. Una vez en el interior de la célula, y mediante la acción de
los enzimas intracelulares, los nutrientes se transforman en las sustancias propias
del metabolismo celular.
– Transporte hasta los tejidos. Una vez que los nutrientes llegan a la sangre, to-
man diferentes rutas según qué tipo de nutrientes sean y cuáles sean nuestras
necesidades en ese momento. Entre los posibles destinos están: los diversos te-
jidos para su utilización inmediata o reserva de uso rápido -glucógeno muscular-,
el hígado para su transformación en otros tipos de nutrientes más necesarios, o el
tejido adiposo para su acumulación en forma de grasa como reserva energética a
largo plazo o aislamiento térmico.
2
Se recomienda hacer referencia a la nueva rueda de los alimentos recogida en el Anexo del tema 30 de este
mismo temario.
A continuación, pasamos a analizar los siete grupos de alimentos, así como sus carac-
terísticas más notorias:
muy ricos) y muchos minerales: yodo, fósforo, sodio, potasio y calcio (contenido
en la espina). Por el tipo de grasa, podemos diferenciar tres grupos de pesca-
dos: pescado magro o blanco, cuyo contenido graso es inferior al 5% de su peso
fresco (gallos, lenguados, doradas, bacalao, merluza, rape...); pescado graso o
azul: superior al 10% de su peso fresco (salmón, atún, arenque, caballa, sardi-
na, angula, anguila...) y pescados semigrasos: entre el 5-10% de su peso fresco
(trucha, carpa, boquerón...). Los pescados azules son buenos para controlar el
nivel de colesterol en sangre, por la presencia de ácidos grasos poliinsaturados.
El contenido en colesterol de los pescados varía entre 50 y 90 miligramos por
100 gramos de alimento. Algunos mariscos superan los 150 miligramos de co-
lesterol en 100 gramos de peso.
– Huevos. Es un alimento muy completo que aporta muy buenos nutrientes. Dividida
por partes, la clara tiene un 13 % de proteínas de alto valor biológico, es pobre en
grasa y en hierro y calcio; por otro lado la yema tiene más cantidad de proteínas, y
lípidos, gran cantidad de hierro, calcio y vitaminas hidro y liposolubles A, B y D. En
cuanto al colesterol aporta una gran cantidad, pero existen otros alimentos simila-
res como el caviar, langosta o sesos.
Las verduras son en gran parte agua y tienen una cantidad menor de hidratos de carbo-
no que las frutas, un contenido en lípidos y proteínas de 1% (por lo que aportan muy pocas
calorías) y son ricas en fibra. Contienen minerales como el magnesio, potasio, poco sodio,
y algunas hierro y calcio, así como vitaminas: pro-vitamina A y diversas del grupo B.
Grupo 5. Frutas
Las frutas constituyen uno de los alimentos más sanos para el organismo. La función de
las frutas es similar a la de las verduras, puesto que actúan como alimentos reguladores,
proporcionando a la dieta minerales y vitaminas, principalmente vitamina C y A y fibra.
Las frutas contienen agua en un porcentaje que oscila entre el 80 y el 90% de su peso.
El 10% restante lo forman los glúcidos simples, puesto que son ricas en azúcares del tipo de
la sacarosa, glucosa y fructosa, pero su contenido calórico es bajo. Además, contienen gran
cantidad de vitaminas: C, provitamina A, ácido ascórbico y otras hidrosolubles; minerales:
hierro y calcio; y gran cantidad de fibra (que se pierde en los zumos). Como excepción pue-
den citarse algunas frutas grasas como el aguacate (poliinsaturadas) y el coco (saturadas).
Grupo 7. Grasas
Contienen en gran parte lípidos y su función es casi exclusivamente energética, trans-
portando las vitaminas liposolubles. Pueden ser líquidas o sólidas según los diferentes
puntos de fusión a temperatura ambiente.
Las destiladas se obtienen por destilación o maceración de las bebidas fermentadas, con lo
que se consigue aumentar el porcentaje de alcohol. Pueden contener también azúcares sim-
ples en diversas proporciones. Son los llamados licores (ginebra, whisky, vodka, ron, etc.).
Contienen una alta concentración de alcohol, en torno a los 40 grados.
El aporte energético varía en función del grado alcohólico y del contenido en azúcares.
Cuando se metaboliza produce 7 kilocalorías por gramo de alcohol. Así, el vino aporta 60-
70 kilocalorías por 100 gramos, la cerveza de 35-45 kilocalorías y el whisky y otras bebidas
destiladas unas 240 kilocalorías por 100 gramos.
El porcentaje de alcohol en una bebida alcohólica se expresa en grados. Un litro de vino de 12º
ó 12% contiene 120 ml de alcohol. Un litro de whisky de 40º contiene 400 ml de alcohol. Para
transformar los mililitros en gramos, hay que multiplicar por la densidad del alcohol que es 0,8,
lo que significa que 1 cm3 de alcohol pesa 0,8 gramos.
El alcohol no es exactamente un alimento y consumirlo en exceso genera un problema para el
equilibrio alimentario que interfiere en la absorción y metabolismo nutricional. Lo más deseable
sería beber con mucha moderación, considerándose una recomendación saludable no sobrepa-
sar los 40 ml (30 g) de alcohol diariamente, en el caso del hombre, reduciéndose esta cantidad
a 27 ml para la mujer. Esto equivale a cuatro cañas de cerveza (1/2 litro) o a cuatro copas de
vino (1/4 litro). El alcohol, consumido de forma moderada, parece que ejerce un efecto protector
frente a las enfermedades cardiovasculares.
3
OMS: Organización Mundial de la Salud; FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación.
4
Si se desea, se podrá consultar dicha información en el Volumen de Supuestos Prácticos de este mismo temario.
NECESIDADES
EDAD SEXO
ENERGÉTICAS (KCAL)
10 a 12 años 2.230
13 a 15 años Varones 2.580
16 a 17 años 2.840
10 a 12 años 1.980
13 a 15 años Mujeres 2.140
16 a 17 años 2.140
18 a 29 años 2.860
30 a 59 años Varones 2.700
60 y más años 2.210
18 a 29 años 2.000
30 a 59 años Mujeres 2.000
60 y más años 1.730
B5 10 mg Fósforo 1.000 mg
B6 2 mg Hierro 18-25 mg
6
B9 100 mcg Magnesio 350-420 mg
B12 1 mcg Manganeso 2-5 mg
C 60 mg Potasio 3-4 g
D 5 mcg Selenio 100-200 mcg
E 10 mg Sodio 0,5-1 gr
H 100-200 mcg Yodo 200 mcg
1-1,5 mcg/kg
K Zinc 15-25 mg
de peso corporal
Es importante tener en cuenta que las cantidades diarias recomendadas van a variar
dependiendo de la edad y estado de la persona, así por ejemplo, la vitamina D recomenda-
da al día para lactantes, mujeres en periodo de gestación o lactancia va a ser de 10 mcg,
en lugar de 5.
5
Miligramo: equivale a la millonésima parte de un kilogramo o a la milésima parte de un gramo.
6
Microgramo: equivale la milmillonésima parte de un kilogramo y también equivale a la millonésima de un
gramo. Se abrevia μg.
7
Gramo: equivale a la milésima parte de un kilogramo.
Esta función se realizará con el aporte de alimentos ricos en proteínas como carnes,
pescados, etc.
En epígrafes anteriores ya se comentó la cantidad de proteínas recomendables al día (0,8
gramos por kilogramo al día, que sean el 10-15% del total de calorías ingeridas al día…).
Principio de la armonía. Se refiere a que en la dieta equilibrada debe existir una re-
lación armónica entre las sustancias nutritivas que aporta una comida, e igualmente,
entre los dos principios anteriores. Por ejemplo, el VCT de una comida lo podemos cu-
brir sólo con pan o aceite, pero no sería una alimentación equilibrada, ya que debe ser
aportado por los tres principios inmediatos.
Para terminar este epígrafe, hacer referencia a las recomendaciones acerca de la nutri-
ción recogidas en la web de Alimentación Sana:
Una nutrición adecuada es la que cubre:
– Los requerimientos de energía a través de la ingestión en las proporciones adecuadas
de nutrientes energéticos como los hidratos de carbono y grasas. Estos requerimientos
energéticos están relacionados con la actividad física y el gasto energético de cada
persona.
– Los requerimientos plásticos o estructurales proporcionados por las proteínas.
– Las necesidades de micronutrientes no energéticos como las vitaminas y minerales.
– La correcta hidratación basada en el consumo de agua.
– La ingesta suficiente de fibra dietética.
A continuación se van a explicar las modificaciones más comunes que se hacen sobre
la dieta equilibrada, y que el profesional de la hostelería ha de conocer.
En la dietética hospitalaria se habla de dos tipos de dietas, la dieta basal y las dietas
especiales:
Ya que sobre la dieta basal hemos estado hablando a lo largo de todo el tema, centré-
monos ahora en las dietas especiales, en las que van a aparecer modificaciones de la dieta
basal. Estas modificaciones afectarán unas veces a la cantidad de calorías ingeridas, otras
a la cantidad de nutrientes (macro y micro), y otras a la consistencia de los alimentos que
se ingieran. Veámoslas:
– Dieta laxante. Empleada en personas con estreñimiento. Hay que aportar alimen-
tos muy ricos en fibra, como verdura, legumbres con su piel, pan integral y frutas.
Es una dieta predominantemente vegetariana. Es muy aconsejable el consumo de
líquidos, hay veces que el estreñimiento desaparece sólo con esto. Normalmente
no hay que prohibir alimentos pero hay veces en que es aconsejable no tomar hue-
vos cocidos, arroz, chocolate, leche, quesos, café y té.
dolos de la dieta y distribuyéndolos de una forma estricta a lo largo del día. Así, a una dieta
de 2.000 Kcal, le corresponden 270 g de hidratos de carbono que se repartirán del siguiente
modo: desayuno: 40 g; media mañana: 40 g; almuerzo: 80 g; cena: 60 g y recena: 10 g.
En el caso de diabéticos insulinodependientes esta distribución será muy estricta para
evitar hipoglucemias o hiperglucemias; en el caso de los tratados con antidiabéticos orales,
no es tan necesaria la distribución a lo largo del día y aún menos con los tratados exclusi-
vamente con dieta.
Dietas hipoproteicas
Son indicadas para insuficiencias hepáticas graves o insuficiencias renales y consisten
en reducir la ingesta de proteínas. La intensidad de la restricción dependerá de la gravedad
del enfermo, siendo no aconsejables dietas inferiores a 20 g; se repartirá la comida en 3
ó 4 tomas y será normal o hipercalórica para no ser necesario quemar las proteínas que
contiene. Se limitarán alimentos como la leche, el pescado y la carne.
Dietas hiperproteicas
Se utilizan para aquellos enfermos que tienen carencias de proteínas (hipoproteine-
mia). Es el caso de desnutridos, enfermos de hepatitis, cirrosis hepáticas, post-operato-
rios, etc.
Esta dieta no debe comenzar bruscamente ya que puede ser contraindicada, la rea-
limentación se debe iniciar paulatinamente, elevando poco a poco el aporte calórico.
Se dará preferencia en la dieta a aquellos alimentos que en poco volumen suponen un
gran aporte energético, aunque manteniendo cubiertas las necesidades de vitaminas,
proteínas y minerales.
La mayor parte del aporte calórico correrá a cargo de los hidratos de carbono, las gra-
sas también aumentarán. Los alimentos se prepararán fritos o guisados, con salsas, etc. La
dieta se completará con carnes, huevos, leche entera, ensaladas y frutas preferentemente
maduras. Se puede tomar un poco de vino o cerveza que aumentará el aporte calórico.
Los alimentos serán de buena calidad y su presentación y sabor serán lo mejor posible,
para que no se produzca rechazo por parte del consumidor.
Dietas hipocalóricas
Utilizadas en el tratamiento de la obesidad, consisten en la ingesta de menos calorías
que la persona necesita pero, además, deben ser equilibradas para no introducir desequi-
librios en la dieta (respetando los principios antes comentados). Se limitará la ingesta de
alimentos ricos en grasas (sobre todo saturadas) y en hidratos de carbono de absorción
rápida. Los alimentos se prepararán de forma sencilla, sin guisos, salsas, fritos, etc. Es
importante controlar la cantidad de fibra que se ingiere, ya que este tipo de dietas suele
provocar estreñimiento en el paciente, por lo que la ingesta de frutas, legumbres y verduras
deberá ser importante.
Hipercalórica
Utilizada para el tratamiento de la delgadez, personas desnutridas o convalecientes.
Se dará preferencia a hidratos de carbono y grasas, aunque siempre buscando una dieta
equilibrada. Así, se recomienda la ingesta de pan, pasta, arroz, féculas, azúcar, dulces,
mantequilla, harinas, etc. Se complementará con carnes, huevos, leche entera, pescados,
ensaladas y frutas. En este tipo de dietas se debe cuidar mucho la presentación del plato,
para hacerlo lo más atractivo posible.
Dietas progresivas
La web de ABCDietas.com nos habla de las dietas progresivas, como solución a los
problemas derivados de las patologías de cara, boca, cuello, faringe y esófago que com-
prometen la recepción de alimentos, la lubricación (saliva), la masticación, la progresión
(masticación, deglución, avance...), la deglución o el tránsito esofágico.
Dependiendo de la patología del enfermo, se habrá de aplicar la dieta que considere-
mos más adecuada, entre las cuales estarán las dietas líquidas, semilíquidas (trituradas o
pastosas) y blandas. Aunque, en ocasiones, tendremos que combinar una de estas dietas
con otras medidas, como es en el caso de los pacientes con “boca dolorosa”, para los que
además de preparar una dieta de fácil masticación, deberemos vigilar aspectos como servir
los alimentos a temperatura ambiente, evitar alimentos y preparaciones ácidas, vigilar la
consistencia de los alimentos (no debe haber partes que causen pequeños traumatismos,
como la costra del pan), etc.
4.1. Lactancia
Durante los primeros meses de vida, el bebé comenzará por alimentarse de la leche
materna, para poco a poco ir pasando a probar nuevos alimentos. Es en esta etapa tem-
prana cuando se le tienen que empezar a inculcar los buenos hábitos alimentarios lo que
ayudará a establecer patrones de alimentación saludable para toda la vida.
Las necesidades energéticas del niño están relacionadas con su peso. Se dice que
necesita unas 110 Kcal/kg de peso hasta los 6 meses y 100 Kcal/kg entre los 6 meses y
el año. En cuanto al contenido, son muy importantes las proteínas para la formación de
tejidos y el crecimiento de los huesos, así como las vitaminas y minerales. Es clave que las
primeras comidas del niño sean bajas en sal (para no malacostumbrarlo), no se le fuerce a
comer y sí a mantener unos horarios de comidas regulares.
4.3. Embarazo
Se dice que, como término medio, la mujer embarazada ha de incrementar en unas
250 Kcal su dieta diaria (hay quienes apuntan unas 100/150 Kcal más en la primera mitad
del embarazo y 350 Kcal en la segunda mitad). Es muy importante que gran parte de ese
aumento de calorías proceda del incremento en las proteínas.
En cuanto al contenido, las claves de esta dieta son calidad y variedad. Las comidas,
por tanto, serán ricas en alimentos muy diversos, en los que estén presentes, de manera
abundante, los alimentos frescos, fundamentalmente cereales, frutas, verduras, pescado,
carnes, huevos y lácteos, todo ello preparado de forma sencilla, evitando especias y bebi-
das estimulantes.
En esta etapa, la vitamina B9 o ácido fólico es de suma importancia, pues ayuda a pro-
teger al feto de contraer ciertos defectos congénitos de la espina dorsal y del cerebro. Se
puede encontrar en las verduras de hoja verde, los espárragos, las legumbres y el hígado.
4.6. Ancianos
A la hora de programar la alimentación de un anciano, se deben tener en cuenta una
serie de cambios asociados a esas edades, tales como: falta de piezas dentales, pérdida de
olfato, disminución del gusto, sequedad de la mucosa bucal con disminución de la insaliva-
ción, disminución de la sensación de sed, etc. Estos cambios necesariamente van a influir
en la dieta que se diseñe para este colectivo; así, será aconsejable que la dieta sea rica
en líquidos en forma de agua, caldos de verduras o zumos, igualmente rica en calcio (para
prevenir la osteoporosis), pobre en grasas (por el riesgo de enfermedades cardiovasculares)
y que evite los hidratos de carbono de absorción rápida.
En cuanto a las cantidades, hemos de preparar raciones más pequeñas y nutritivas,
más atractivas, no abusar de los triturados, y fomentar el consumo de la leche (un buen
hábito es un vaso de leche templada como recena antes de dormir).
4.7. Deportistas
Debido a la intensa actividad física que realizan, las necesidades energéticas de este
colectivo son superiores a la media. Se habla de unas 500 Kcal/día más de lo normal.
Ello se reflejará en una ingesta mayor de hidratos de carbono de absorción lenta (pan,
arroz, pasta, cereales de caja, frutas y tubérculos), así como de líquidos, reduciendo e in-
cluso eliminando las bebidas ricas en cafeína. En la dieta se habrá de evitar un mayor con-
sumo de grasas, ya que éstas no son una buena fuente de energía para el trabajo muscular
como sí lo es la glucosa en que se transforman los glúcidos. Así, se debe evitar el consumo
de grasa adicional en mantequillas, margarinas, mahonesas…
BIBLIOGRAFÍA
PÁGINAS WEB
ABCDietas
http://www.abcdietas.com/
Alimentación Sana
http://www.alimentacionsana.com/
Consumaseguridad
http://www.consumaseguridad.com/
Saludalia
http://www.saludalia.com/
Wikipedia
http://www.wikipedia.org/
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
3. TRADICIONES CULINARIAS
3.1. El tapeo
3.2. La matanza del cerdo
3.3. Las cuatro estaciones y la cocina
3.4. La cocina de cuaresma
3.5. El gazpacho veraniego
3.6. La festividad de todos los santos
3.7. El gallo de Navidad
3.8. La dieta mediterránea
5. PRINCIPALES PRODUCTOS
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Desarrollaremos ahora un tema en el que resulta difícil limitar contenidos, ya que en el
mundo de la gastronomía podríamos extendernos y centrarnos en diversas e interesantes
direcciones. Desde el primer epígrafe, en el que se reflejan los diferentes factores que han
ido dando lugar a nuestra cocina, hasta el último en el que se nombran algunos de los
muchos productos sujetos a denominaciones de origen en nuestro país, son muchos los ca-
minos que nos hacen adentrarnos en el “apetitoso” mundo de la gastronomía española.
La gastronomía podemos entenderla como el conjunto de conocimientos, técnicas y ac-
tividades que tienen que ver con todo aquello que entendamos por comer bien, es decir, que
dentro de este arte, incluiríamos todos aquellos aspectos que nos hacen disfrutar de un plato: la
técnica de elaboración empleada, los productos utilizados, su presentación ante el cliente, etc.
Su historia aporta grandes enseñanzas acerca de la mentalidad, cultura y expresión
popular. Al igual que los pueblos utilizan una lengua y tienen unas costumbres propias,
también poseen una cocina o unos platos característicos que reflejan sus modos de vida y
costumbres. Es cierto que comer bien fue, en otro tiempo simplemente comer; más tarde
fue comer mucho. Ahora, comer bien es comer de manera adecuada y agradable. En países
como el nuestro, donde tenemos la suerte de disponer de un cierto nivel de riqueza, los
alimentos se han convertido en parte importante de nuestra cultura, hasta tal punto que
hemos convertido a nuestros cocineros en artistas, intentando nosotros mismos emularles
cuando nos metemos en la cocina. De hecho el tema de conversación más frecuente cada
vez que salimos a comer a un restaurante, versa justamente sobre la propia comida, los
platos y los vinos. Simplemente nos hemos hecho “gourmets”.
Así, en España, y desde hace unos años, la gastronomía además de ser valorada y
apreciada por todos los que nos visitan, ha pasado a ser reconocida como una de las me-
jores del mundo. No en vano, en la última edición de los “oscars gastronómicos” celebrada
en el marco del Museo de las Ciencias en Londres y en presencia de la gastronomía mun-
dial más prestigiosa, más de 500 jueces que valoraron diferentes tendencias culinarias,
desde lo más tradicional a la vanguardia más actual, decidieron galardonar a Ferrán Adrià
y a su restaurante “El Bulli”, como el mejor restaurante del mundo. Pero además, entre los
10 mejores restaurantes a nivel mundial, otros 2 españoles ocupan puesto, el restaurante
Arzak y el restaurante Mugaritz.
Quizás todos estos galardones actuales sean fruto de un lento pero fructífero proceso
histórico que ha hecho que, desde los romanos, judíos, árabes o los españoles que regre-
saban del Nuevo Mundo, se hayan ido fusionando diferentes productos, técnicas, sabores y
en definitiva, culturas que han dado lugar a una prestigiosa gastronomía reconocida como
ya hemos dicho a nivel mundial.
2.1. Evolución
Desde la prehistoria el ser humano ha empleado para su alimentación diferentes plan-
tas y animales con los que satisfacía esta necesidad básica. En este origen de la humani-
dad, la alimentación no tenía nada que ver con el actual concepto que de la misma tene-
1. La Nouvelle Cuisine
La Nouvelle Cuisine, propiciada por los cambios que acabamos de reflejar, la podemos
considerar como la gran renovación dentro de la cocina. Marcó la necesidad de una gran
reforma de las técnicas culinarias con el fin de simplificarlas y adaptarlas a las necesidades
de los tiempos que corrían, teniendo además en cuenta los descubrimientos que en el
campo de la dietética y la nutrición se venían haciendo.
2. La cocina moderna
Muy similar a la Nouvelle Cuisine y surgida a raíz de ésta. La primera marcó la línea a
seguir, y aquellos que siguieron el camino correcto hicieron una cocina moderna y correcta.
El problema surgió cuando se confundieron los terminos revolución e innovación en la coci-
na con una falta de técnica y profesionalidad que en nada favoreció a la Nouvelle Cuisine,
desprestigiándola y haciendo que perdiera parte de la categoría que se había creado en
torno a sus elaboraciones y representantes.
3. La cocina de producto
El concepto de cocina de producto es un término bastante reciente aunque es una co-
cina que ha existido siempre, y este concepto ha surgido como contraposición a la cocina
de autor, de la que hablaremos a continuación. La cocina de producto se basa en elegir
géneros de gran calidad, dándoles una transformación mínima y sencilla, en la que apenas
se puede dar un toque personal. Claro ejemplo de estos restaurantes son las marisquerías,
en la que muchos de sus platos están listos para servir tras una fácil y sencilla elaboración,
lo cual no merma en absoluto la calidad de los mismos.
4. La cocina de autor
La cocina de autor es la actual cocina de vanguardia; es el último eslabón de la cocina
moderna. Ir a la vanguardia significa adelantarse a los acontecimientos y exponerse a la críti-
ca, si ésta es favorable y perdura se convierte en un movimiento al que se suman muchos se-
guidores e imitadores, si fracasa o no tiene aceptación se convierte en una moda pasajera.
Los cocineros de vanguardia son conscientes de ello y a pesar de todo ponen su imagi-
nación y su técnica al servicio de la gastronomía. La cocina de autor no puede tener unas
características concretas, sino que está abierta a la imaginación, experiencia y posibilida-
des del cocinero.
Así, la cocina de Ferrán Adrià podemos perfectamente ubicarla en la cocina de autor.
Ésta se basa en tres pilares fundamentales (que no han de coincidir con los de otro autor):
la frecuente utilización de los productos de la zona y de temporada; una técnica esmerada,
profesional y exquisita, donde no falta un conocimiento pleno de las bases culinarias; y
finalmente una profunda investigación, en la que además de concebir platos trata de que
éstos adquieran una razón de ser, no mezclando ingredientes porque sí, sino tratando de
darles un sentido real.
5. La deconstrucción
La deconstrucción es una nueva manera de llamar a la adaptación, es una forma
de crear nuevas elaboraciones partiendo de otras ya conocidas. De nuevo Ferrán es un
experto en la creativa “deconstrucción” de platos, que consiste básicamente en modifi-
car las texturas, temperaturas y el modo de combinar los ingredientes para acrecentar
las sensaciones gustativas que nos producen. De esta forma se ofrece un plato, que
suena a conocido, pero que ofrece algo distinto que sorprende al comensal. Es este el
origen de las fantásticas espumas, granizados, gelatinas frías y calientes, las croquetas
líquidas, etc.
Como comentábamos, la conexión entre estas tendencias culinarias es clara. Así,
la cocina moderna puede ser definida de manera particular por un profesional, dando
lugar entonces a la denominada cocina de autor. Si la innovación e imaginación de
estos profesionales crean nuevas técnicas culinarias, presentaciones más originales o
elaboraciones más sofisticadas, podemos estar hablando por ejemplo de la decons-
trucción, creada como acabamos de ver por uno de nuestros mejores profesionales
gastronómicos.
La garantía de que un producto que se define como ecológico realmente lo es, proviene
de una etiqueta con la leyenda “Agricultura Ecológica”, sello que está numerado e incluye
un logotipo con el nombre o el código de la autoridad u organismo de control que lo ha
certificado como tal.
Esta verificación generalmente corresponde a los consejos o comités de Agricultura
Ecológica de las comunidades autónomas, aunque Andalucía, Castilla-La Mancha y Aragón
han autorizado a su vez a organismos privados para estas funciones.
A modo de ejemplo y en Andalucía, algunas de las producciones de aceite de oliva virgen
(como la del Valle de los Pedroches), aceitunas, cereales, almendras, frutas y hortalizas fres-
cas, o determinados vinos, se producen bajo los parámetros de la agricultura ecológica.
España ocupa actualmente el tercer puesto como productor en este ámbito en la Unión
Europea, si bien no ocupamos un puesto tan elevado como consumidores de productos ecoló-
gicos. Sin embargo, las cifras demuestran que año tras año, la venta de este tipo de alimentos
se incrementa en nuestro país, por lo que existe una clara tendencia al consumo cada vez ma-
yor, de este tipo de productos o de elaboraciones que usan como ingredientes los mismos.
Finalmente y según datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimen-
tación, las tendencias previsibles de los españoles para el futuro a la hora de alimentarse
tendrán que ver con aspectos como:
– La búsqueda de una alimentación sana y natural, que da lugar a una modificación
de la composición tradicional de las comidas con reducción progresiva de las canti-
dades consumidas. Esta atención creciente a los problemas de salud da lugar a la
reafirmación plena de la dieta mediterránea.
– Integración de la gastronomía a la cultura cotidiana, y en especial, a la cultura del
ocio, donde el consumo de productos de calidad simboliza prestigio y categoría en la
alimentación.
– Reducción del tiempo dedicado a la preparación de las comidas, lo que hace que
aumente el consumo de todo tipo de conservas, productos transformados, platos y
postres preparados.
– Mayor presencia del consumo fuera del hogar, con una implantación progresiva de
los nuevos modelos de restauración, como por ejemplo los de comida rápida, que
van ganando terreno a los establecimientos tradicionales.
3. TRADICIONES CULINARIAS
En la gastronomía española podemos hablar de una serie de tradiciones culinarias
que tienen su origen en factores tan variados como pueden ser por ejemplo la religión, el
clima o las fiestas populares. Hoy en día, tradiciones como la matanza del cerdo, la cocina
de cuaresma o el consumir determinados productos según la estación del año en la que
nos encontremos, han evolucionado por diferentes motivos (económicos, sociales, etc.),
y aunque siguen vivas y desde asociaciones culturales, ayuntamientos, etc., se poten-
cian, han perdido ya parte de su sentido al no cubrir realmente la necesidad básica que
en principio tenían: alimentarse, sino que más bien han pasado a convertirse en fiestas
populares que nos recuerdan el origen que una vez tuvieron. Veamos las siguientes:
3.1. El tapeo
Arte culinario que ha traspasado fronteras y que ha hecho exportar lo mejor de la
gastronomía española, en pequeñas dosis pero repletas de sabor, calidad y últimamente
innovación, a gran número de países. La tapa, similar a un aperitivo o pequeña ración de
un determinado plato, ha de tomarse antes de las comidas principales y a modo de sus-
tento previo a la comida principal, aunque actualmente el “salir de tapas” es una opción
bastante frecuente entre todos los públicos, por lo que esta tradición culinaria, podríamos
entenderla también como una tendencia muy de moda en nuestros días a la hora de co-
mer fuera de casa. El tapeo puede, incluso, sustituir el almuerzo o la cena si la cantidad
y variedad de tapas es suficiente para saciar nuestro apetito.
Algunos autores aseguran que la tapa nació a raíz de una enfermedad del rey español
Alfonso X el Sabio, que como tratamiento a la enfermedad que padecía, se vio obligado a
tomar pequeños bocados a modo de tentempié acompañados de pequeños sorbos de vino,
entre las comidas principales. Repuesto de su enfermedad, el Rey Sabio dispuso que en los
mesones de Castilla no se despachara vino si no era acompañado de algo de comida, con lo
que se fue generalizando esta costumbre hasta convertirse en la actual tradición culinaria que
es en nuestros días, y que incluso, ha sido adoptada y disfrazada en otros países.
Las tapas pueden seguir una variedad de recetas tan amplia como gustos y tradiciones
tenga la región española en la que nos encontremos. Desde unas aceitunas, frutos secos
o fiambres, donde la elaboración es simple, hasta recetas más cuidadas a base de carnes,
pescados, huevos o verduras. Hoy en día cualquier plato tradicional es susceptible de ser-
virse en forma de tapa (imaginemos por ejemplo una paella o un estofado de carne). A ellos
habría que sumar todo un recetario foráneo, incorporado ya al español, a base de pescados
ahumados, patés o quesos suizos o franceses.
Uno de los últimos productos incluidos en esta variada dieta, como hemos podido com-
probar, es el vino en sus diferentes variedades, que tomado con moderación tiene claros
beneficios sobre la salud. El refranero español es buen conocedor del mismo, aludiendo a
sus virtudes en muchos de sus refranes: “bebe vino manchego y te pondrás como nuevo”;
“bebe el agua a chorro y el vino a sorbos”, etc.
Los principios de la dieta mediterránea son: moderación, variedad, proporcionalidad
y equilibrio en la alimentación, intentando que la energía ingerida sea igual a la que con-
sumamos. Todo ello hace de esta dieta una de las más saludables, siendo sus beneficios
conocidos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. De hecho España es uno de los
países en los que menos enfermedades cardiovasculares se producen, motivadas en gran
medida por el uso de una dieta adecuada.
No obstante, en los últimos años se aprecia un cambio en los hábitos alimenticios de
los españoles, aproximándose cada vez más a los parámetros de alimentación anglosajo-
nes, por lo que esta tradición o dieta culinaria tampoco atraviesa sus mejores momentos.
Ello, unido al mayor índice de sedentarismo, ha supuesto un incremento de los índices de
obesidad, lo cual ha disparado las alarmas.
La cocina española se caracteriza por su diversidad culinaria, realidad que responde a los
rasgos tan peculiares y diferentes que conforman el país. La gran variedad de climas, paisa-
jes e influencias históricas hacen de la cocina española un mosaico de tradiciones y ofertas
gastronómicas que dan características propias a cada una de las regiones o comunidades
autónomas que la componen.
Como rasgo general podemos señalar que la cocina española pertenece a la cocina
mediterránea y es fácilmente identificable por la presencia de elementos como el ajo, el
pan, el vino y el aceite de oliva.
Existen diferentes clasificaciones, pero la más tradicional de ellas divide la península en
seis regiones culinarias: la zona de las salsas, la de los chilindrones, la zona de los pesca-
dos, de los arroces, de los fritos, y por último la zona de los asados.
Para desarrollar este epígrafe vamos a realizar un somero repaso, condicionado por el
espacio, de las elaboraciones más significativas, en función de cada una de las comunida-
des autónomas que conforman nuestra geografía.
Castilla y León. Asados, vinos y legumbres para pasar mejor el duro invierno
La cocina de esta comunidad abarca un territorio considerable, pero es muy uniforme en
hábitos y recetas. Esta es tierra de legumbres (fundamentalmente garbanzos, alubias y lentejas),
de pan y de carnes. Entre las recetas más conocidas podemos destacar sus asados de cochinillo
y cordero, el jamón de Guijuelo, el conejo al ajillo, las perdices estofadas, la ternera de Ávila, el
cocido maragato, la menestra de Riaño o la chanfaina Salmantina entre otros muchos platos.
cerdo cocida con hojas de nabo pequeño); la empanada, rellena de carne, de pescado,
etc.; los mariscos, probablemente los mejores del país, donde destacan los percebes, la
vieira, la nécora, el bogavante, etc. En lo que respecta a elaboraciones culinarias a base
de carnes, destacar la pierna de cabrito a la Orensana, los capones de Villalba, etc.
Región de Murcia. La huerta de Europa regada por los vinos más dulces
Es una de las más desconocidas y mejor conservadas, tiene una clara impronta árabe
y está confeccionada a base de los productos de la huerta. Posee gran cantidad de arroces
y verduras, destacando platos como la menestra de verduras, las alcachofas fritas con
tomate, la coliflor a la crema y los michirones. De la mar destacamos las huevas de mújol,
los langostinos del Mar Menor, la dorada con pimientos o la lubina a la sal. Y en postres,
destacar el pan de Alá, los diversos tipos de mermeladas y los arropes.
5. PRINCIPALES PRODUCTOS
Ante la variedad de productos existentes en el territorio español se he optado por hacer
referencia a aquellos productos que han sido regulados y protegidos por denominaciones
de origen, realizando una clasificación de los mismos por productos y no por zonas geo-
gráficas.
Para ello previamente se hace necesario conocer las diferentes certificaciones de calidad, tan
de moda hoy en día, y de las que a nivel europeo podemos distinguir los siguientes tres tipos:
– Denominación de origen protegida (en adelante DOP). Designa el nombre de un
producto cuya producción, transformación y elaboración deben realizarse en una
zona geográfica determinada, con unos conocimientos específicos reconocidos y
comprobados. Un ejemplo son los quesos maduros, elaborados a base de leche de
oveja de raza local y fabricados en los pueblos de la zona geográfica en cuestión y
según el método utilizado en dicha región.
– Indicación geográfica protegida (en adelante IGP). Aquí, el vínculo con el medio
geográfico sigue presente en al menos una de las etapas de la producción, de la
transformación o de la elaboración. Es el caso de las hortalizas más conocidas des-
tinadas al consumo fresco o en conserva. Estas son cultivadas y cosechadas según
técnicas controladas en una zona geográfica precisa.
– Especialidad tradicional garantizada (en adelante ETG). Esta certificación no
hace referencia al origen sino que tiene por objeto destacar una composición tradi-
cional del producto o un modo de producción tradicional. Tal podría ser el caso del
jamón cortado, salado y secado de manera tradicional.
Tanto la DOP como la IGP, protegen de dos formas los productos agrícolas registrados.
Por un lado, garantizan el producto al consumidor a través de una serie de controles, y por
otro, otorgan al productor en cuestión una especie de “monopolio”, ya que no permitirá que
otros productores puedan utilizar el nombre registrado para otro producto de ese sector. La
diferencia principal entre las dos mencionadas denominaciones respecto de la ETG, estriba
en que las dos primeras protegen una referencia geográfica, y el tercer caso protege un
método de elaboración de un producto según una “receta” tradicional.
Los vinos y las bebidas espiritosas no están protegidos por estas denominaciones gas-
tronómicas, ya que se benefician de una reglamentación propia. La ley 24/2003, de 10 de
julio de la Viña y el Vino los clasifica en dos grandes grupos. Por un lado los Vinos de Mesa
(VDM), y por otros los Vinos de Calidad Producidos en una Región Determinada (VCPRD),
cada uno de los cuales ofrece una serie de clasificaciones concretas según el grado de
exigencia en su proceso de elaboración.
A diferencia de las diversas denominaciones aplicadas a vinos y bebidas espiritosas
(como la DOCa para vinos de Rioja por ejemplo), la DOP y la IGP son sellos a nivel comu-
nitario que se regulan en Bruselas. Por el contrario, el registro normativo europeo para la
regulación del vino es la suma de los registros nacionales de los países en cuestión, no
existiendo un registro único comunitario.
España es uno de los países de la Unión Europea que cuenta con un mayor número de
productos certificados, casi 240 en la actualidad, de los que aproximadamente 100 corres-
ponden a productos agroalimentarios (carnes, productos a base de carnes, quesos, frutos,
legumbres y cereales, aceite de oliva, etc.), y el resto a vinos y bebidas espiritosas.
Por su parte, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía inició
hace algunos años una campaña en un sentido similar a la del MAPA, y denomina-
da “Calidad Certificada”, por la que ya ha otorgado el citado sello a un importante
número de empresas andaluzas de distintos sectores de producción de alimentos.
Este plan es el punto de partida del nuevo símbolo de calidad dirigido a productores,
distribuidores, restauradores y consumidores. Su propósito es que todos estos secto-
res se beneficien de un proyecto común en el que la calidad sea la herramienta que
garantice su futuro.
1. Aceite de oliva. El zumo de una fruta que servía para ungir a reyes y dioses
Para obtener un aceite de calidad es importante recolectar la aceituna en el momento
óptimo de maduración. El método de recolección puede ser a mano (ordeño), con rasque-
tas (vareo) o por procedimientos mecánicos. Las principales variedades de este fruto son
entre otras: Picudo, Manzanilla, Arbequina, Lechín, Hojiblanca, Picual o Verdala. Existen las
siguientes DDOO:
– Aceite de Baix Ebre-Montsiá (Tarragona).
– Aceite de Estepa (Sevilla).
– Aceite de la Rioja.
– Aceite de Mallorca.
– Aceite de Monterrubio (Badajoz).
– Aceite de Terra Alta (Tarragona).
– Aceite del Bajo Aragón (Zaragoza y Teruel).
– Antequera (Málaga).
– Baena (Córdoba).
– Gata-Hurdes (Cáceres).
– Les Garrigues (Lleida).
– Montes de Granada.
– Montes de Toledo.
– Poniente de Granada.
– Priego de Córdoba.
– Sierra de Cádiz.
– Sierra de Cazorla (Jaén).
– Sierra de Segura (Jaén).
– Sierra Mágina (Jaén).
– Siurana (Tarragona).
– Mahón-Menorca.
– Mantequilla de l´Alt Urgell y la Cerdanya (Lleida y Girona).
– Mantequilla de Soria.
– Picón-Bejes-Tresviso (Comarca de Liébana, en Cantabria).
– Queso de Cantabria.
– Queso de la Serena (Badajoz).
– Queso de l´Alt Urgell y la Cerdanya (Lleida y Girona).
– Queso de Murcia.
– Queso de Murcia al Vino.
– Queso de Baldeón (León).
– Queso Ibores (Cáceres).
– Queso Majorero (Fuerteventura).
– Queso Manchego (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo).
– Queso Palmero (isla de La Palma).
– Queso Tetilla (A Coruña y Pontevedra).
– Queso Zamorano.
– Quesucos de Liébana (Cantabria).
– Roncal (Navarra).
– San Simón da Costa (Lugo).
– Torta del Casar (Cáceres).
16. Vinagres. 300 usos del vinagre más allá de aliñar ensaladas
Lo normal es que el vinagre se utilice en la cocina como acompañante de las ensala-
das, mezclándolo con el aceite, la sal o la pimienta. Sin embargo existen más de 300 apli-
caciones. Tiene propiedades antisépticas y preservadoras en la elaboración de encurtidos
(pepinillos, alcaparras, remolacha, etc.), y de escabechados como el pescado en vinagre.
BIBLIOGRAFÍA
PÁGINAS WEB
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
3. DENOMINACIONES DE ORIGEN
4. GEOGRAFÍA VINÍCOLA
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
El vino es un recurso turístico de primer orden; muchos son los viajeros que se des-
plazan para conocer el proceso de elaboración y de conservación de este producto, rutas
turísticas especializadas, conocer las bodegas..., y por supuesto, acompañar una buena
comida con este producto. Éste es un motivo de peso para conocer los vinos de España
y su distribución, pero hay otro: el profesional de la hostelería tiene que conocer los vinos
para aconsejar al cliente y aumentar su satisfacción, al mismo tiempo que se incrementa
la rentabilidad del establecimiento.
Este amplio tema se ha dividido para su estudio en cuatro partes, una primera en la
que se analiza la situación de los vinos, su historia, cifras...; una segunda, en la que se
habla de las denominaciones de origen, sus tipos, etc.; una tercera en la que se analiza la
distribución geográfica de los vinos, primero de una forma genérica y, posteriormente, por
denominaciones de origen; y una cuarta, en la que se analiza cómo se realiza el proceso
de analizar un vino.
Para su elaboración hemos tenido que tomar unas decisiones en las que se han seleccio-
nado unos contenidos frente a otros. Es obvio que de vinos se pueden escribir libros y libros,
cosa que no es objetivo nuestro, sino que se ha pretendido responder lo más conciso, pero
completo posible, y adaptado a lo que se exige según el enunciado del tema. Por eso, delibe-
radamente, se han puesto simplemente unas líneas sobre los tipos de vinos, sobre las carac-
terísticas de la vid y la uva, y se han tratado de forma mucho más amplia otras cuestiones,
como, por ejemplo, la geografía vinícola. Algún lector afirmará, no sin razón, la imposibilidad
de estudiar ese epígrafe, con gran cantidad de datos como variedades de uva, tipos de vinos,
climas, etc. La elección de qué estudiar y qué eliminar creemos que es labor del opositor,
en función de sus conocimientos previos, experiencia y capacidad. Otros contenidos como el
maridaje del vino, cuestión interesante e importante a la vez, se ha preferido no incluirla por
no aparecer en el título del tema. Algún lector creerá que es un error imperdonable, y tal vez
pueda serlo, pero después de nuestra experiencia no lo hemos considerado apropiado.
– Vientos. En general, se puede afirmar que los vientos fríos, fuertes o áridos provo-
can efectos negativos.
La uva es el fruto de la vid y está constituida por dos partes bien diferenciadas:
– El escobajo o raspón, que es la estructura vegetal del racimo (un 5%).
– Los granos, que constan de tres partes:
* La piel u hollejo es el envoltorio del grano y está compuesta básicamente de
taninos, colorantes y sustancias aromáticas.
* Las pepitas.
* La pulpa es la parte más importante de la uva, ya que de ella se extrae el
mosto.
* Viejo, que podrán utilizar los vinos sometidos a un período mínimo de enve-
jecimiento de 36 meses, cuando este envejecimiento haya tenido un carácter
marcadamente oxidativo debido a la acción de la luz, del oxígeno, del calor o
del conjunto de estos factores.
– Los vinos tranquilos de calidad producidos en regiones determinadas (en
adelante, VTCPRD), además de las indicaciones reguladas en el párrafo anterior,
podrán utilizar las siguientes:
* Crianza, que podrán utilizar los VTCPRD tintos con un período mínimo de en-
vejecimiento de 24 meses, de los que al menos seis habrán permanecido en
barricas de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros; y los VTCPRD
blancos y rosados con un período mínimo de envejecimiento de 18 meses, de
los que al menos seis habrán permanecido en barricas de madera de roble de
la misma capacidad máxima.
* Reserva, que podrán utilizar los VTCPRD tintos con un período mínimo de envejeci-
miento de 36 meses, de los que habrán permanecido al menos 12 en barricas de
madera de roble de capacidad máxima de 330 litros, y en botella el resto de dicho
período; los VTCPRD blancos y rosados con un período mínimo de envejecimiento
de 24 meses, de los que habrán permanecido al menos seis en barricas de madera
de roble de la misma capacidad máxima, y en botella el resto de dicho período.
* Gran reserva, que podrán utilizar los VTCPRD tintos con un período mínimo de en-
vejecimiento de 60 meses, de los que habrán permanecido al menos 18 en barricas
de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros, y en botella el resto de dicho
período; los VTCPRD blancos y rosados con un período mínimo de envejecimiento de
48 meses, de los que habrán permanecido al menos seis en barricas de madera de
roble de la misma capacidad máxima, y en botella el resto de dicho período.
– Los vinos espumosos de calidad podrán utilizar las siguientes indicaciones:
* Premium y reserva, que podrán utilizar los vinos espumosos de calidad defini-
dos en la normativa comunitaria y los vinos espumosos de calidad producidos
en una región determinada (en adelante, VECPRD).
* Gran reserva, que podrán utilizar los VECPRD amparados por la Denominación
Cava, con un período mínimo de envejecimiento de 30 meses contados desde
el tiraje hasta el degüelle.
– Ruta del Condado de Huelva. Ruta que recorre los principales pueblos de la de-
nominación de origen del condado de Huelva: Bollullos Par del Condado, La Palma
del Condado, Almonte, Niebla, etc., que combina el turismo enológico con turismo
gastronómico y cultural.
– Ruta del vino de Cádiz. Incluye un recorrido por las ciudades en las que se produ-
ce un vino de fama universal y que comprenden un conjunto de atractivos turísticos
singulares: viñedos, las visitas a bodegas y una serie de monumentos de máximo
interés histórico y artístico. Se puede comenzar en Chiclana de la Frontera, desde
allí dirigirse al Puerto de Santa María, siguiendo por Rota, Chipiona, Sanlúcar de
Barrameda y Trebujena, para finalizar en Jerez de la Frontera, donde también puede
visitarse la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.
– Ruta del sol y del vino en Málaga. Recorre las poblaciones de Torrox, Algarrobo,
Sayalonga, Cómpeta, Canillas de Albaida, Nerja y Frigiliana. Esta ruta va rodeando
la costa para descubrir el encanto de los acantilados, sus calas y pequeñas bahías
y, cómo no, durante todo el camino, las colinas cargadas de viñedos, granjas y
casas de labor, donde se elabora el famoso vino dulce.
– Ruta del vino blanco por tierras de Medina. Se centra en Valladolid, de dos días
de duración, para realizarla en automóvil. Visualización del cultivo y la cría del vino,
paisajes pintorescos, gastronomía...
Además de estas rutas, Turespaña promociona en su página Web y en los diversos lu-
gares donde promociona el turismo nacional, las siguientes rutas: Ruta del vino de Jumilla,
Ruta del vino de La Mancha, Ruta del vino de La Rioja Alavesa, Ruta del vino de las Rías
Baixas, Ruta del vino de Navarra, Ruta del vino de Somontano y Ruta del vino y del cava
del Penedés.
Por su parte, museos del vino existen repartidos por toda la geografía española, como
ejemplo citar los de Ronda (Málaga), Almendralejo (Badajoz), Navalcarnero (Madrid), de in-
terpretación del vino de Somontano (Barbastro, Huesca), Cariñena (provincia de Zaragoza),
el de Haro (Rioja), en Vilafranca del Penedès (provincia de Barcelona), etc. Evidentemente,
todos los museos cuentan con instalaciones diferentes adaptadas a las peculiaridades más
importantes que quieren resaltar de cada denominación de origen, pero casi todos cuentan
con salas en las que explican, entre otros, los siguientes aspectos: historia del vino de la
ciudad o de la denominación de origen, métodos de producción, tipos de vinos, forma de
realizar las faenas agrícolas, tipos de vides y clima, etc. Además suelen contar con visitas
guiadas, pequeña tiendas de los productos típicos y vinos de la zona, periódicamente orga-
nizan catas y cursos, zona de degustaciones, etc.
3. DENOMINACIONES DE ORIGEN
Tradicionalmente las Denominaciones de Origen eran las calificaciones que regulaban
todo lo relativo al cultivo, elaboración y crianza de los vinos en nuestro país, cepas que po-
dían cultivarse, límites de producción de cada zona, etc. Actualmente, los vinos españoles
se han adaptado a la normativa europea (Reglamento 1493/99), para lo que se dictó la
Ley 24/2003, de 10 de julio, de la Viña y el Vino, ya citada anteriormente, que los clasifica
en dos grandes grupos: Vinos de Mesa (VDM) y Vinos de Calidad Producidos en Regiones
Determinadas (VCPRD). Esta ley describe, en sus artículos del 19 al 24, las distintas clasi-
ficaciones de los vinos según el grado de control y exigencia en el proceso de producción,
lo que da lugar a la definición de los niveles del sistema de protección de origen y calidad.
Según los artículos citados de esta ley, los vinos según el grado de exigencia en su proceso
de elaboración, son:
– Vinos de Calidad Producidos en Regiones Determinadas (VCPRD). Marca el
máximo nivel de exigencia y control en la producción vinícola y se estructura en
varios grupos:
* Vinos de Pago. Es la categoría superior que puede alcanzar un vino y en ella
se incluyen los caldos de reconocido prestigio y características climáticas y eda-
fológicas distintivas de un “paraje” o “sitio rural” determinado. Su producción y
comercialización vinícola seguirá un sistema integral de calidad que cumplirá,
como mínimo, los requisitos aplicados a las Denominaciones de Origen Cali-
ficadas, y deberá ser elaborado y embotellado en la bodega del pago o en el
término municipal en que éste se encuentre.
* Vinos con Denominación de Origen Calificada (en adelante, DOCa).
Esta categoría está reservada a aquel vino que haya alcanzado altas cotas
de calidad durante un dilatado periodo de tiempo. La primera denomina-
ción en conseguirlo fue La Rioja, en abril de 1991. Entre los requisitos
necesarios para alcanzar este estatus se incluyen: que hayan pasado al
menos 10 años desde el reconocimiento como DO, que todos los produc-
tos amparados se comercialicen embotellados desde bodegas situadas en
la zona de producción o que sigan un adecuado sistema cualitativo desde
su organismo de control.
* Vinos con Denominación de Origen (en adelante, DO). Los vinos con DO son
vinos españoles de prestigio que proceden de un área de producción delimi-
tada y son elaborados en función de unos parámetros de calidad y tipicidad.
Para que un vino pueda ser amparado por la Denominación de Origen, la zona
de producción deberá haber sido reconocida previamente, al menos con una
antelación de 5 años, para la elaboración de vinos de calidad con indicación
geográfica.
* Vinos de Calidad con Indicación Geográfica. Son vinos elaborados en una
región determinada, con uvas procedentes de la misma y cuya calidad, repu-
tación o características se deben al “medio geográfico, al factor humano o a
ambos, en lo que se refiere a la producción de la uva, a la elaboración del vino
o a su envejecimiento. Se identificarán mediante la mención Vino de calidad
de..., seguida del nombre del lugar donde se produzcan”.
– Vinos de Mesa (en adelante, VDM). Es el escalón inferior y en los últimos años ha
dado abrigo a elaboradores aventureros que han creado vinos en zonas que están
fuera del ámbito de las VCPRD, pero cuya calidad se ha situado en parámetros
similares o en ocasiones superiores a los de aquellas regiones.
Dentro de este apartado se establecen dos categorías:
* Vinos de la Tierra. Proceden de determinadas zonas de España en las que
se elabora un vino perfectamente identificable y con marcadas características
locales, siguiendo una normativa vinícola y enológica no tan exigente como la
de las DO. Incluye como requisito, además del de contar con indicación geo-
gráfica, una graduación alcohólica mínima e indicación de las características
organolépticas.
* Vinos de Mesa. Se recogen aquí el resto de los vinos.
Hasta hace poco tiempo era el INDO, hoy desaparecido, el organismo encargado de
vigilar y controlar la producción de todos estos vinos, incluidos los de denominación de
origen. Los VCPRD serán gestionados por un órgano de gestión que, en el caso de las de-
nominaciones de origen y de las denominaciones de origen calificadas, son los “Consejos
Reguladores”, que tienen las funciones de:
a) Proponer el reglamento del VCPRD, así como sus posibles modificaciones.
b) Orientar la producción y calidad y promocionar e informar a los consumidores sobre
el VCPRD.
c) Velar por el cumplimiento del reglamento.
d) Calificar cada añada o cosecha y establecer los requisitos que deben cumplir las
etiquetas de los vinos en el ámbito de sus competencias.
e) Llevar los registros definidos en el reglamento del VCPRD.
f) Elaborar estadísticas de producción.
g) Proponer los requisitos mínimos de control.
h) Etc.
Los reglamentos que regulan las denominaciones incluyen, entre otras, las siguientes
indicaciones:
– Delimitación de las zonas de producción, que se hace por razones climáticas y por
los elementos agronómicos que concurran.
– Variedades aptas.
– Producción máxima por hectárea, para lo que se tendrán en cuenta las condiciones
de la zona y las cosechas de los últimos 10 años.
– Prácticas culturales: se tendrán en cuenta las prácticas que hayan contribuido a
prestigiar los vinos locales, aunque se incluirán nuevas prácticas o técnicas cuando
no influyan negativamente.
– Graduación alcohólica mínima.
– Zona de crianza.
– Sistema de elaboración y crianza.
– Características de los vinos.
– Controles precisos para asegurar la calidad y el origen.
– Etc.
En España, los primeros vinos que alcanzaron la denominación de origen fueron Jerez,
Málaga, Montilla-Moriles y La Rioja.
4. GEOGRAFÍA VINÍCOLA
Como se ha afirmado anteriormente, España cuenta con una tradición de miles de
años en la producción de vinos lo que, unido a la variedad de suelos, variedad de climas,
variedad de uvas utilizadas y variedad de procesos de elaboración, da como resultado una
multitud de vinos diferentes repartidos por toda la geografía española. Realicemos una
breve descripción de las diferentes comunidades autónomas y sus características más
significativas.
– Galicia y el País Vasco poseen los viñedos más septentrionales del país. En estas
regiones, el Atlántico y el Cantábrico influyen en el clima y en el vino, que suelen
ser ligeros y secos y casan muy bien con el pescado.
– Otras comunidades del norte como Navarra, La Rioja y Aragón comparten las tie-
rras del valle del Ebro. Estas comunidades siempre han tenido estrechos lazos con
Francia, lo que ha significado una influencia también en el vino. Sus vinos suelen
ser tintos nobles de crianza y algunos blancos con cuerpo, sin olvidar los magníficos
rosados de uva garnacha.
– Cataluña posee uno de los viñedos más variados de Europa, ya que incluye exce-
lentes tintos, blancos, rosados, espumosos, etc. Su vocación internacional le ha
llevado a la aclimatación de las mejores variedades europeas: cabernet sauvignon,
chardonnay, pinot noir, etc.
– Castilla-León es el viñedo tradicional del valle del Duero donde su clima continen-
tal está atemperado por la proximidad de éste. Sus vinos tintos son carnosos y sus
blancos secos tienen cuerpo. También se nota la influencia francesa, como con la
uva cabernet sauvignon que aporta personalidad a su Vega Sicilia.
– La zona centro de Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura ha sido siempre
calificada como de “vinos menores”, sin embargo, también se producen allí unos
vinos de calidad, implantándose en los últimos años nuevas variedades que mejo-
ran todavía más la calidad de sus vinos.
– En la zona levantina, Valencia y Murcia poseen unos vinos de excelente calidad,
tanto blancos como tintos, estando su producción muy influenciada por el clima
mediterráneo.
– Andalucía es la zona de los vinos generosos por excelencia, desde los olorosos
secos, elaborados con uva palomino, hasta los untuosos y opacos dulces de pedro
ximénez; estos vinos son unos de los más reconocidos internacionalmente.
– Las Islas Baleares poseen una producción muy semejante a la catalana debido a
su climatología y características agronómicas, con unos blancos frescos y frutales y
unos tintos frescos y golosos.
– El suelo de las Islas Canarias, completamente negro en algunos lugares, es muy
diferente a los de la península, descansando gran parte de sus vides sobre suelo
volcánico, hecho que tiene gran influencia sobre la producción de los vinos.
Realizada una descripción general, el siguiente paso es analizar la distribución de vinos
de denominación de origen y otras tipologías por comunidades autónomas. En ellas se
incluirá lo siguiente: tipos de vino que producen (tinto, blanco, etc.), zona geográfica que
ocupan, clima y las variedades de uva más importantes utilizadas. La información aportada
no es exhaustiva, ya que eso alargaría este tema y complicaría su estudio hasta límites in-
sospechados, por lo que se invita al opositor interesado a ampliarla en las diversas fuentes
existentes. Nosotros hemos utilizado para la elaboración, repito incompleta, la información
aportada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en su página web (www.
mapa.es) y Vinos de España (marca creada por el Instituto Español de Comercio Exterior,
en la suya (www.winesfromspain.com).
Andalucía
– DO Condado de Huelva. Ubicada en diecisiete pueblos de la provincia de Huelva,
posee un clima templado, con precipitaciones abundantes, una luminosidad muy
elevada y una temperatura media de 16º a 18 ºC. Los vinos de esta denominación
son los vinos jóvenes, pálidos y afrutados, y los vinos generosos, con mucho cuerpo,
secos y aromáticos. La crianza de estos se realizará por el sistema de criaderas y sole-
ras. Las variedades de uva: Zalema (variedad preferente), Palomino Blanco y Listán.
– DO Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar. Ubicada en la provincia de
Cádiz, los pueblos emblemáticos de esta denominación son Jerez de la Frontera,
Sanlúcar de Barrameda y el Puerto de Santa María. El clima meridional se com-
pensa con el atlántico, proporcionando veranos e inviernos suaves, con humedad
alta por la proximidad del mar, precipitaciones anuales apreciables, y una elevada
insolación. Los vinos característicos de esta denominación son los vinos generosos
(Fino, Amontillados, Olorosos y Palo Cortado), Generoso de Licor (Dry, Pale Cream,
etc.), Dulce Natural (Pedro Ximénez y Moscatel) y Manzanilla (en Sanlúcar de Ba-
rrameda). La crianza se realiza por el sistema de soleras y criaderas. Variedades de
uva: Palomino, Pedro Ximénez y Moscatel.
– DO Málaga. Esta denominación de origen se da en gran parte de la provincia ma-
lagueña, lo que le proporciona una diversidad de climas, continental en el norte,
con pocas precipitaciones, clima suave en las laderas del mar que se asoman al
mar. El vino más importante es el vino dulce, siendo las variedades de uva las Pedro
Ximénez y Moscatel.
– DO Montilla-Moriles. Esta denominación se extiende por todo el sur de la provin-
cia de Córdoba, zona donde predomina un clima mediterráneo con cierta influencia
de continentalidad. Los vinos más significativos de esta DO son: los Finos de color
pálido, secos y ligeramente amargos, los Amontillados, secos y de intenso aroma
avellanado, los Olorosos, vinos de mucho cuerpo, aterciopelado, aromático, seco o
levemente abocado, los Palo Cortado, semejantes a los Amontillados y a los Oloro-
sos, los Raya, parecidos a los olorosos, los Pedro Ximénez, vinos dulces naturales
obtenidos a partir de uva soleada de esa variedad, y los Moscatel, vinos dulces
naturales obtenidos a partir de mostos, ricos en azúcar. Asimismo se elaboran vinos
blancos jóvenes, pálidos y afrutados; y blancos con envejecimiento. Tipo de uva:
Airén, Baladí, Pedro Ximénez y Moscatel.
– DO Sierras de Málaga. Esta denominación de divide en cinco comarcas dentro
de la provincia malagueña: Axarquía (asomándose al mar, en la parte más Oriental
de la provincia, disfruta de un clima muy soleado, benigno y poco lluvioso), Montes
(comarca formada por las formaciones montañosas que rodean a la capital provin-
cial, es la zona dentro de la DO más fresca y lluviosa), Zona Norte (en la altiplanicie
de Antequera, la climatología presenta ciertos rasgos de continentalidad), Costa
Occidental (limitando con la provincia de Cádiz, el clima es cálido y poco lluvioso),
Serranía (con una altitud media de aproximadamente 750 m sobre el nivel del mar,
presenta un clima mediterráneo seco). Los tipos de vino son blancos, rosados y
tintos. Los tipos de uva son: Chardonnay, Pedro Ximénez y Macabeo (blancas) y
Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo (tintas).
Además, en Andalucía existen varios vinos de tierra, estos son: Bailén, Cádiz, Contravie-
sa-Alpujarra, Córdoba, Desierto de Almería, Granada Sur-Oeste, Laujar-Alpujarra, Los Pala-
cios, Norte de Granada, Rivera de Andarax, Sierra Sur de Jaén y Sierra Norte de Sevilla.
Aragón
– DO Calatayud (Zaragoza). Situada en el ángulo suroccidental de la provincia de
Zaragoza, posee un clima continental extremo. Elaboran vino blanco, tinto y rosado
y los tipos de uva más importantes son: Macabeo, Garnacha y Chardonnay (blan-
cas) y Garnacha Tinta, Mazuela, Monastrell (tintas).
– DO Campo de Borja (Zaragoza). Situado en el oeste de la provincia, posee un
clima continental extremo y seco, siendo las condiciones apropiadas para que la
uva garnacha proporcione una interesante producción de vinos tintos y rosados.
Además de estos también se producen blancos. Tipos de uva: Macabeo (blanca),
Garnacha Tinta y Mazuela (tintas).
– DO Cariñena (Zaragoza). Formada por catorce municipios del sur de la provincia,
se sitúa al pie del Sistema Ibérico, con un clima seco y de temperaturas extremas
e influenciado por el frío y seco Cierzo. Tradicionalmente se cultivan las variedades
Garnacha tinta y Mazuela, entre las tintas, y la Macabeo y Garnacha Blanca, en
blancas. Estas variedades están siendo complementadas, en los últimos años, con
las tintas Tempranillo y Cabernet Sauvignon y la blanca Parellada, lo que ha permi-
tido adaptar las tradicionales producciones a los gustos más actuales del consumo,
ampliando sustancialmente la gama de sus vinos. Los tipos de vino producidos en
esta denominación son: blanco, rosado y tinto.
– DO Somontano (Huesca). Se encuentra ubicada en el centro de la provincia,
posee un clima continental frío y seco, con muchas horas de sol. Los tipos de vino
son blancos, rosados y tintos y los tipos de uva: Macabeo y Garnacha (blancas) y
Garnacha Tinta y Cabernet Sauvignon (tintos).
Los vinos de tierra de esta comunidad autónoma son: Bajo Aragón, Ribera del Gállego-
Cinco Villas, Ribera del Jiloca, Valdejalón y Valle del Cinca.
Asturias
En esta comunidad autónoma no se encuentra ninguna DO, sólo el Vino de la Tierra
de Cangas.
Baleares
– DO Binissalem-Mallorca (Mallorca). Situada en el centro de la isla de Mallorca,
posee un clima mediterráneo benigno de inviernos suaves y veranos secos y cáli-
dos. Entre sus vinos, los más apreciados son los tintos, aunque no son para nada
despreciables los blancos y rosados. Los tipos de uva son: Moll y Moscatel (blan-
cas) y Cabernet Sauvignon y Manto Negro (tintas).
– DO Plá I Llevant (Mallorca). Formada por dieciocho municipios de la zona central
y oriental de la isla de Mallorca, posee un clima similar a la anterior. Los tipos de
vino producidos son: blanco, rosado, tintos, de aguja y espumosos. Las clases de
uva utilizadas son: Chardonnay, Moscatel y Macabeo (blancas) y Cavernet Sauvig-
non, Manto Negro y Tempranillo (tintas).
Además de estas dos denominaciones, en Baleares existen los siguientes vinos de tie-
rra: Formentera, Ibiza, Illes Balears, Isla de Menorca y Serra de Tramontana-Coste Nord.
Canarias
– DO Abona (Tenerife). Ubicada en las laderas que van desde el Teide hasta el mar
en la vertiente meridional de la isla, este aspecto le confiere una diversidad intere-
sante a los vinos en función de la altura a la que se haya producido. Posee un clima
soleado y suave. Tipos de vino: blancos, rosados y tintos. Clases de uva: Listán
Blanca, Bermejuela, Gual, Malvasía y Verdello (blancas) y Listán negro, Moscatel
negro y Negramoll (tinta).
– DO El Hierro (Isla de El Hierro). Este viñedo se cultiva entre altitudes de 200 y
700 metros en terrenos muy abruptos, concentrándose sobre todo en la zona de
El Golfo. Los tipos de vino: blancos, rosados y tintos. Clases de uva: Listán Blanca
y Vijariego (blancas) y Listán Negro y Negramoll (tintas).
– DO La Palma (Isla de La Palma). Se extiende por todo el contorno de la isla, com-
prendiendo tres subzonas: Fuencaliente-Las Manchas, Hoyo del Mazo-Las Breñas
y Zona Norte-Vinos de Tea. El clima predominante es un atlántico suave. Los vinos
que se producen en esta isla son blancos, rosados, tintos y dulces. Tipos de uva:
Gual, Listán Blanco y Malvasía, Listán Negro y Negramoll (tintas).
– DO Lanzarote (Isla de Lanzarote). Esta denominación se extiende por toda la isla.
Posee un clima caracterizado por su extremada escasez de lluvias, gran luminosidad y
suavidad térmica. Tipos de vino: blancos, tintos, rosados, dulces y espumosos. Clases
de uva: Listán Blanca, Breval y Malvasía (blancas) y Listán Negra y Negramoll (tinta).
– DO Tacoronte-Acentejo (Tenerife). Situada en la vertiente norte de la Cordillera
Dorsal en la isla de Tenerife, posee un clima templado influenciado por los vientos
frescos y húmedos Alisios del Atlántico. Tipos de vino: blancos, tintos y rosados.
Clases de uva: Listán blanca, Marmajuelo, Gual y Malvasía (blancas) y Listán negra
y Negramoll (tintas).
– DO Valle de Güimar (Tenerife). Ubicada en la vertiente meridional de Tenerife, con un
clima suave, tiene una producción donde predominan los vinos blancos, finos y elegan-
tes, aunque también posee vinos rosados, tintos y dulces. Los tipos de uva más utiliza-
dos son: Gual, Listán Blanca y Malvasía (blancas) y Listán Negro y Negramoll (tintas).
– DO Valle de la Orotava (Tenerife). Denominación ubicada en la comarca del
mismo nombre, en la vertiente septentrional de la Cordillera Dorsal de la isla de Te-
nerife, posee un clima dulce con la influencia de los vientos alisios. Elaboran vinos
blancos, rosados y blancos, siendo las clases de uva más utilizadas: Gual, Listán
Blanca y Malvasía (blancas) y Listán Negro y Negramoll (tintas).
– DO Ycoden-Daute-Isora (Tenerife). Está ubicada esta DO en el ángulo norocci-
dental de la isla de Tenerife, con un clima benigno de temperaturas suaves. Las
variedades de vino producidas son vino blanco, tinto y rosado. Siendo los tipos de
uva más característicos: Gual, Listán Blanca y Malvasía (blancas) y Listán Negro y
Negramoll (tintas).
Canarias posee sólo un vino de tierra, el vino de La Gomera.
Cantabria
Al igual que su vecina Asturias, no posee ninguna denominación, sólo vino de tierra,
concretamente los de Costa de Cantabria y Liébana.
Castilla-La Mancha
– DO Almansa (Albacete). Ubicada en los pueblos albaceteños de Ayora, Almansa
y Chinchilla, posee un clima continental, caracterizado por la sequedad, aridez y
rigurosidad, con inviernos muy fríos y veranos muy calurosos. Los vinos que se
producen son tintos y rosados y los tipos de uva, Merseguera (blanca) y Garnacha
Tintorera y Monastrell (tintas).
– DO Dominio de Valdepusa (Toledo). Enclavada en el municipio toledano de Mal-
pica de Tajo, está centrada en la producción de vinos tintos, solamente, para lo que
utiliza las uvas de tipo Syrah y Cabernet Sauvignon. Como es lógico por la zona que
ocupa posee un clima continental, con gran amplitud térmica entre el día y la noche
y unos veranos muy calurosos y secos y unos inviernos muy fríos.
– DO Jumilla (Albacete y Murcia). Esta denominación es de las pocas en España
que se encuentra situada entre dos comunidades autónomas, Castilla-La Mancha
(sureste de Albacete) y Murcia. Tiene un clima continental influido por el medi-
terráneo. La principal variedad que se cultiva es la uva tinta Monastrell (80% del
viñedo), aunque también se cultivan entre las tintas la uva Cabernet Sauvignon y la
Garnacha; y entre las blancas, Airén, Malvasía y Macabeo.
– DO La Mancha (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo). Es la denomina-
ción más grande y que produce el mayor volumen de vino de España, aunque
en la actualidad se encuentra centrada en mejorar una calidad cada vez mayor
del producto. Tiene un clima continental extremo. La mayor producción es de
vino blanco, seguido de los rosados, existiendo en este momento una apues-
ta por los tintos jóvenes o sometidos a una ligera crianza. Los tipos de uva
empleados son: Airén y Macabeo (blancas) y Cencíbel, Monastrell y Cabernet
Sauvignon (tintas).
– DO Manchuela (Cuenca y Albacete). Esta denominación se encuentra situada
en 44 municipios del sureste de la provincia de Cuenca y en 26 del noreste de
Albacete. Tiene un clima continental, seco y de acusados contrastes térmicos a
lo largo del año, aunque con cierta influencia suavizadora del Levante. Los tipos
de vinos que producen son: tintos, blancos y rosados y las clases de uva: Albillo,
Chardonnay y Macabeo (Blancas) y Cencíbel, Garnacha y Carbernet Sauvignon
(tintas).
– DO Méntrida (Toledo). La zona de producción es el norte de Toledo, que posee un
clima continental extremo. Sólo producen vinos tintos y rosados, para lo que utilizan
uva Garnacha y Cencíbel.
– DO Mondéjar (Guadalajara). El principal exponente de esta denominación se en-
cuentra en el municipio de Mondéjar, suroeste de la provincia de Guadalajara,
perteneciente a la depresión del Tajo en su tramo oriental. El clima es mediterráneo
templado con elementos de continentalidad. Los tipos de vinos producidos son
tintos, blancos y rosados. Clases de uva: Malvar y Macabeo (blancas) y Cencíbel y
Cabernet Sauvignon (tintas).
– DO Pago Guijoso (Albacete). El vino Pago de Guijoso se produce en doce par-
celas de viñedo del término municipal de El Bonillo en Albacete. Posee un clima
continental ideal para la elaboración de vino, que se centra en la producción de
blancos y tintos, para lo que utilizan la uva Chardonnay y Sauvignon Blanc (blancos)
y Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah (tintas).
Castilla y León
– Vino de calidad de Arlanza (vino de calidad con indicación geográfica). Se sitúa
este vino de calidad en la provincia de Burgos y una pequeña parte en la de Palencia,
siguiendo el curso del río del mismo nombre. Su climatología varía a medida que se
desciende el curso del río, pasando a ser un clima menos húmedo y con una tempe-
ratura más elevada. Los vinos que producen son rosados y tintos, y las uvas caracte-
rísticas las blancas Albillo y Viura, y las tintas, Tinta del País, Garnacha y Mencía.
– Vino de calidad de Arribes (vino de calidad con indicación geográfica). La
zona de producción se encuentra en determinados municipios de las provincias de
Salamanca y Zamora en la orilla del río Duero. El clima se puede dividir en las dos
zonas de la denominación, la zona de la Penillanura con un clima más extremo de
inviernos fríos y veranos muy calurosos, y la zona de Los Arribes, con un microclima
de rasgos claramente mediterráneos. Los vinos producidos son los tintos y blancos.
Las uvas más empleadas son: Malvasía, Albillo y Verdejo (blancas) y Tempranillo,
Juan García y Garnacha (tintas).
– DO Bierzo (León). Se ubica en la zona occidental de la provincia de León y posee,
climatológicamente hablando, las ventajas de clima mediterráneo y atlántico, esto
es, temperaturas suaves, alta insolación y abundantes precipitaciones. Se elaboran
vinos blancos, rosados y tintos. Las variedades de uva empleadas son: Doña Blanca
y Godello (blancas) y Mencía y Garnacha Tintorera (tintas).
– DO Cigales (Valladolid y Palencia). En el curso del río Pisuerga, ocupa parte de
la provincia de Valladolid (al norte de la capital) y de la provincia de Palencia (con-
cretamente el término municipal de Dueñas). El clima es continental con fuerte
influencia atlántica, lo que provoca grandes oscilaciones térmicas, irregularidad en
las precipitaciones y fuerte sequía estival. Los vinos producidos en esta denomina-
ción son rosados y tintos. Las variedades de uva: Verdejo, Albillo y Viura (blancas)
y Tinta del País, Garnacha Tinta y Roja (tintas).
– DO Ribera del Duero (Burgos, Soria, Segovia y Valladolid). Esta denominación
de origen, de las más conocidas y apreciadas del país, se encuentra distribuida por
las provincias de Burgos, Soria, Segovia y Valladolid. Posee un clima continental muy
seco y ventoso, en el que se producen frecuentes heladas en invierno. Su producción
más conocida, de más calidad y abundante es de vino tinto, aunque también produ-
cen rosados frescos y de fácil tomar. No poseen blancos. Las variedades de uva son
Albillo (blanca) y Tinta del País, Cabernet Sauvignon y Garnacha Tinta (tintas).
Cataluña
– DO Alella (Barcelona). Se encuentra ubicada al norte de la provincia de Barcelo-
na, frente al Mediterráneo, con un clima mediterráneo agradable. Producen vinos
blancos, tintos y rosados. Las variedades de uva que se utilizan son: Xarel-lo y
Garnacha Blanca (blancas) y Tempranillo y Garnacha Tinta (tinta).
– DO Ampurdán-Costa Brava (Girona). En el arco nororiental de la península, al
encontrarse cerca del mar Mediterráneo y, a la vez, cerca de los Pirineos, posee
una climatología de contrastes acusados. Las notas más características de su clima
son una alta insolación, alta pluviometría y vientos frecuentes. Se producen vinos
blancos, rosados y tintos. Las variedades de uva más empleadas son: Macabeo y
Xarel-lo (blancas) y Garnacha y Mazuela (tintas).
– DO Cataluña. Integra a 330 municipios catalanes de las cuatro provincias, super-
poniéndose incluso a las otras denominaciones de la comunidad. Esto provoca que
esta denominación acoja una gran variedad de vinos con características muy dife-
renciadas. Se producen vinos blancos, rosados, tintos y de aguja. Variedades de
uva: Chardonnay, Garnacha Blanca, Macabeo… (blancas) y Cabernet Sauvignon,
Garnacha Tinta, Merlot, Monastrell... (tintas).
418 PROFESORES DE ENSEÑANZA SECUNDARIA
Los vinos españoles
Extremadura
– DO Ribera del Guadiana. Localizada en seis comarcas de las provincias de Bada-
joz y Cáceres, posee un clima cálido en verano y suave en invierno. Se producen
vinos blancos, rosados y tintos. Los tipos de uva más utilizados son: Cayetana
Blanca y Chelva (blancas) y Garnacha Tinta y Tempranillo (tintas).
Además de esta DO, en Extremadura existe un vino de tierra, denominado Vino de Tierra
Extremadura.
Galicia
– DO Monterrey (Ourense). Esta denominación, de definidas características y
personalidad muy acusada, está situada en el centro-sur de la provincia de Ourense.
Cuenta con un clima de marcado carácter mediterráneo e influencia atlántica,
inusualmente seco para encontrarse en Galicia. Los tipos de vino que se producen
son: blancos, tintos y rosados. Las clases de uva más empleadas en la DO son:
Palomino y Verdillo (blancas) y Mencía (tinta).
– DO Rías Baixas (Pontevedra). Ubicada en la provincia de Pontevedra, está forma-
da por cinco regiones subzonas, que son: el Valle de Salnés, Soutomaior, El Rosal,
La Ribera del Ulla y el Condado del Tea, cada una con un carácter propio, pero con
unas características de suelo y una climatología (claramente atlántica) comunes.
Sin duda alguna, la producción principal de vino se encuentra en torno a la uva
Albariño, que produce un vino blanco, joven, muy afrutado, que alcanza el 99% de
la producción total de la denominación. También se produce, aunque en mucha
menor cantidad, vino tinto. Además de la uva Albariño, se utiliza la Loureira Blanca,
y en tintas, la Caiño Tinto y Loureira Tinta.
– DO Ribeiro (Ourense). Situada en el occidente de la provincia de Ourense, en
las riberas de los ríos Avia, Miño y Arnoya, tiene un clima de clara influencia
atlántica, con temperaturas suaves y notable pluviometría. En esta denomina-
ción se producen vinos blancos y tintos, para lo que emplean las siguientes
variedades de uvas: Albariño, Albillo y Macabeo (blancas) y Garnacha, Mencía y
Tempranillo (tintas).
– DO Ribera Sacra (Ourense y Lugo). Al sur de la provincia de Lugo y norte de la
de Ourense, está constituida por una serie de pequeñas comarcas vitivinícolas.
Producen, sobre todo, vinos tintos (donde la uva más característica es la Mencía
y, en mucha menor cantidad, la Garnacha), además de rosados y blancos, para lo
que utilizan uvas Albariño y Godella. El clima es más continental que atlántico, con
largos y calurosos veranos y otoños templados.
– DO Valdeorras (Ourense). En el nordeste de la provincia de Ourense, ocupa los
valles de los ríos Sil y Jares. Posee un clima en el que se combinan los rasgos con-
tinentales con los atlánticos. Los tipos de vino producidos son los blancos, rosados
y tintos. Las tipos de uva utilizados: Palomino y Godello (blancas) y Garnacha Tinto-
rera y Mencía (tintas).
Además de las DO, Galicia cuenta con los siguientes vinos de tierra: Barbanza e Iria,
Betanzos y Valle del Miño-Ourense.
Rioja
– DO La Rioja (además de por esta comunidad, también se extiende por zonas de Álava
y Navarra). Denominación de Origen Calificada desde 1991, las características natura-
les, clima y suelo han determinado la división de la misma en tres subzonas: Rioja Alta,
Rioja Baja y Rioja Alavesa. Las tres zonas se encuentran condicionadas por una mayor o
menor influencia de los climas atlántico y mediterráneo. Esta denominación se conoce
fundamentalmente por los vinos tintos, producidos por la combinación de diferentes va-
riedades de uva, donde la más importante es la Tempranillo, aunque cada vez producen
más blancos y rosados. Las clases de uva utilizadas en la denominación son: Viura y
Garnacha Blanca (blancas) y Tempranillo, Garnacha, Graciano y Mazuela (tintas).
Como ya es conocido también se producen vinos de la DO Cava, además de un vino de
tierra, conocido como “Valles de Sadacia”.
Madrid
– DO Vinos de Madrid. La producción de esta comunidad autónoma se centra en esta
única denominación que se divide en tres subzonas: San Martín de Valdeiglesias,
Arganda y Navalcarnero. Tanto el relieve como los suelos varían en función de las sub-
zonas, mientras que el clima es igual para todas, de tipo continental seco. En toda la
denominación se elaboran vinos blancos, tintos y rosados. Además recientemente se
han introducido en la denominación los vinos espumosos. Los tipos de uva emplea-
das son: Albillo, Malvar y Airén (blancas) y Cencíbel, Tempranillo y Garnacha (tintas).
Murcia
– DO Bullas. Se encuentra la mayor parte de esta denominación en los municipios
murcianos de Bullas, Cehegín, Calasparra, Moratalla, Caravaca, Mula y Ricote. El
clima que se encuentra es el mediterráneo, matizado por la altitud de las tierras en
las que se sitúa la denominación. Los tipos de vinos que se producen son blancos,
tintos y rosados. Las variedades de uva: Airén y Macabeo (blancas) y Tempranillo y
Monastrell (tintas).
– DO Yecla. Se encuentra esta denominación entre la de Jumilla y la provincia de
Alicante, posee un clima extremo como en esta DO, con muchísimo calor en verano
y muchísimo frío en invierno. La producción principal es de vino tinto, aunque en
menor medida también se elaboran blancos y rosados. Las variedades de uva em-
pleadas son: Airén y Merseguera (blancas) y Monastrell y Garnacha tinta (tintas).
– DO Jumilla (Albacete y Murcia). Se habló de esta denominación en la comunidad
de Castilla-La Mancha, al ser una denominación pluricomunitaria.
Murcia cuenta además con los siguientes vinos de tierra: Abanilla y Campo de Car-
tagena.
Navarra
– DO Navarra. Navarra, a pesar de no tener nada más que una denominación de
origen, es una de las grandes zonas productoras españolas de vinos de calidad,
debido a su clima, características agrogeológicas y tradición. Esta denominación
País Vasco
En esta comunidad, además de las denominaciones que a continuación se van a
analizar se encuentran, como ya ocurría en la de Navarra, con la denominación de La
Rioja y la de Cava, pero que se analizaron en la comunidad donde se encuentran prefe-
rentemente.
– DO Txacolí de Álava o Arabako Txacolina. En la comarca de Aiara, es conocida,
sobre todo, por producir vinos ligeros y muy refrescantes, tanto tintos como rosados
y blancos. Las variedades de uva aptas son la Hondarribi zuri (blanca) y Hondarribi
beltza (tinta). Posee un clima atlántico.
– DO Chacolí de Guetaria-Getariako Txacolina (Gipuzkoa). Ubicada sobre la costa
de Guipúzcoa, a unos 30 km de San Sebastián, posee unas características, clima
y variedades de uva similares a la anterior.
– DO Chacolí de Bizkaia-Bizkaiko Txacolina (Bizkaia). Su producción esta distri-
buida por casi toda la provincia, aunque se centra en el norte en los alrededores
de Baquio y en el oeste, alrededor de Balmaceda. El resto de características son
básicamente iguales al resto de DO vascas.
Valencia
– DO Alicante. Situada a un lado y otro del río Vinalopó se encuentran los viñedos de
esta denominación, caracterizada en lo climático por una escasísima pluviosidad.
Se producen vinos tintos, blancos y rosados. Las variedades de uva utilizadas son:
Airén, Chardonnay y Macabeo (blancas) y Cabernet Sauvignon, Garnacha Tinta y,
sobre todo, Monastrell.
– DO Uriel-Requena (Valencia). En el interior de la provincia de Valencia, entre los
ríos Turia y Cabriel, cuenta con un clima continental muy influenciado por la altitud.
Se producen vino blancos, tintos, rosados, espumosos y de aguja. Las variedades
de uva empleadas son: Chardonnay, Macabeo y Marseguera (blancas) y Bobal,
Tempranillo y Garnacha (tintas).
– DO Valencia. Situada en cuatro zonas de la provincia valenciana posee un clima tí-
picamente mediterráneo. Tipos de vinos: blancos, tintos, rosados y espumosos. Las
variedades de uva más empleadas son: Merseguera, Malvasía y Moscatel (blancas)
y Garnacha, Monastrell y Tempranillo (tintas).
Además de estos vinos con DO, esta comunidad posee dos de tierra: Castelló y El Te-
rrerazo.
– La cantidad que se debe echar sobre la copa debe ser del tercio de la misma, can-
tidad que es ideal, ya que una mayor o menor cantidad condiciona la apreciación
del color y además facilita que se pueda agitar de forma circular y que se despren-
dan los olores.
– La cata debe realizarse en una copa catavinos adecuada. Normalmente se
emplea el modelo normalizado por la Asociación Francesa de Normalización (AF-
NOR), que es la que en la mayor parte de los vinos permite apreciar mejor las ca-
racterísticas. Debemos decir que no todos los enólogos están de acuerdo con esta
afirmación aunque es fácil comprobar que es la opinión más extendida.
Una vez se han observado las condiciones anteriores, se inicia el proceso de cata que
se va a dividir en tres fases, una visual, una olfativa y una gustativa.
b) Ácido. Se encuentran los ácidos propios de la uva y los aparecidos durante la fer-
mentación, y son básicamente tres:
* Málico, de sabor vegetal.
* Acético, sabor a vinagre.
* Sulfuroso, a huevos podridos.
c) Salado. Prácticamente inapreciable en el vino, es producido por las sales mi-
nerales.
d) Amargo. Producido por los taninos.
Concluyendo, los pasos a seguir en el proceso de cata son los siguientes:
– Servir el vino a la temperatura adecuada, llenándolo sólo un tercio de la copa.
– Sujetando la copa por el pie, llevarla a la altura de la cintura para observar la parte
superior del vino en el vaso (disco). Es aconsejable disponer de un fondo blanco
para poder observar el color con nitidez.
– Llevar la copa a la altura de los ojos para observar el vestido del vino y el grado de
limpidez del mismo (observar al mismo tiempo la posible efervescencia y las lágri-
mas del vino).
– Acercar la copa, sin agitar, a la nariz para apreciar los aromas primarios. Agitar
después con energía y volver a oler (aromas secundarios); dejar reposar y volver a
acercarla a la nariz (aromas terciarios).
– Introducir la lengua en la copa para percibir las posibles sensaciones dulces en la
punta de esta.
– Ingerir una pequeña cantidad de líquido y llevarlo, lentamente y con atención, hasta
el final de la boca, sin tragarlo.
– Escupir el vino.
– Juzgar, describir y clasificar el vino.
BIBLIOGRAFÍA
Felipe Gallego, Jesús: Gestión de alimentos y bebidas para Hoteles, Bares y Restaurantes.
Editorial Paraninfo, Madrid, 2002.
Sánchez Feito, José Manuel: Procesos de servicio de restauración. Editorial Síntesis, Madrid,
1995.
VV AA: Larousse del vino. Editorial Larousse, Barcelona, 2000.
NORMATIVA LEGAL
PÁGINAS WEB
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Los suministros que exige la explotación de una empresa hostelera vienen condiciona-
dos por dos factores: la política de compras y la gestión de las existencias.
El primero de ellos exige a las empresas de restauración desarrollar una correcta ac-
ción de aprovisionamiento. Esto es, surtirse de bienes y servicios (mercaderías, materias
primas, bienes de equipo) que estas empresas de hostelería necesitan para funcionar y
producir con normalidad. El aprovisionamiento abarca un conjunto de operaciones que
van a permitir a las empresas hosteleras disponer de aquellos géneros, provenientes
del entorno comercial, en la cantidad y calidad deseadas, en el momento preciso y al
menor coste.
Por otro lado, y debido a la repercusión que en la salud de las personas tiene, los
procesos de abastecimiento, almacenamiento y procesamiento de los alimentos se de-
ben realizar conforme a un amplio marco normativo. Este intenta garantizar la salubridad
e higiene en el tratamiento de esos géneros y bebidas que van a ser consumidos pos-
teriormente por los clientes en los establecimientos de restauración en sus diferentes
formas.
Este tema se va a centrar en los métodos para realizar un correcto aprovisiona-
miento, almacenaje y distribución interna, así como en la correcta gestión de estos
stocks. Para ello las empresas van a contar con innumerables aplicaciones de gestión
informática que van a ayudar al departamento de economato y subdepartamentos im-
plicados a realizar esas tareas. Desde la Federación Española de Hostelería se pueden
acceder a este tipo de programas de gestión que facilitarán el trabajo a desarrollar por
el establecimiento.
Para la estructuración de los contenidos y su desarrollo posterior se hace indispensable
comenzar por indicar el departamento desde el que se van a desarrollar las acciones que
se enuncian en el título del tema. Este lugar (departamento) es el conocido como econo-
mato y bodega. Posteriormente se abordarán las diferentes fases del aprovisionamiento y
la normativa de aplicación en la recepción, almacenamiento y distribución interna de las
empresas. Finalmente se presentan diferentes herramientas para la correcta gestión de los
géneros culinarios y la valoración de las existencias utilizadas en el proceso de transforma-
ción de los alimentos.
– Variedad: golden.
– Características técnicas: descripción del producto y características organolépti-
cas que debe tener. Buen olor, suaves al tacto, no presentan daños…
– Clasificación: la categoría requerida (extra, primera, segunda…).
– Acondicionamiento (envasado): caja de cartón de 12 frutas, caja de madera…
– Código artículo: combinación numérica o alfanumérica que otorga el economato.
– Origen: Almería.
– Temperatura interior en la recepción del mismo (sólo para productos pere-
cederos).
Temperatura de recepción:
Clasificación:
Observaciones:
Acondicionamiento:
PROPUESTA DE PEDIDO
Código Producto Unidad Solicitado Servido
Pescado
Ciclón El León Maragato
y marisco
PES001 Lubina kg 3 6 15,75 14,50 16,30
Frutas y
Verduras
TABLA 3. LISTA DE PRECIOS O LISTA DE MERCADO. FUENTE: ADAPTADO DE BERMEJO Y OTROS (2000).
original y tres copias, distribuidas de la siguiente forma: original para proveedor; primera copia,
para compras; segunda copia, para servicio de recepción; tercera copia, para administración.
Debe ser firmado por el jefe de compras y por el de administración, que garantiza el pago.
RESTAURANTE
LISTADO DE PRECIOS OFERTADOS POR PROVEEDORES
TSE
Grupo: Alimentación Proveedores:
Bebidas A: 0001
Varios B: 0002
C: 0003
Familia: Pescados y mariscos
Actualización: 05/07/07
Código
Artículo Unidad Proveedor A Proveedor B Proveedor C …
Artículo
0025 Lubina kg 15,5 16,5 14,5
... ... ... ... ... ... …
TABLA 5. LISTADO DE PRECIOS DE PROVEEDORES AUTORIZADOS. FUENTE: ADAPTADO DE BERMEJO Y OTROS (2000).
3. Establecer, en los puntos de control crítico, límites críticos que diferencien la acep-
tabilidad de la inaceptabilidad para la prevención, eliminación o reducción de los
peligros detectados.
4. Establecer y aplicar procedimientos de vigilancia efectivos en los puntos de control
crítico.
5. Establecer medidas correctivas cuando la vigilancia indique que un punto de control
crítico no está controlado.
6. Establecer procedimientos, que se aplicarán regularmente, para verificar que las
medidas contempladas en los números 1 y 5 son eficaces.
7. Elaborar documentos y registros en función de la naturaleza y el tamaño de la
empresa alimentaria para demostrar la aplicación efectiva de las medidas contem-
pladas en los números 1 a 6.
Siguiendo la publicación CAC/RCP-1 (1969) y su posterior revisión (1997) de la co-
misión del Codex Alimentarius, para la correcta implantación de un sistema de HACCP
en las industrias de restauración, se deben realizar, secuencialmente, las siguientes
operaciones:
1. Creación de un equipo de HACCP. Se trata de que la empresa cuente con per-
sonal capacitado para el diseño e implantación del sistema. Este equipo debe ser
multidisciplinar y, si la empresa no tiene la capacidad suficiente, puede contar con
asesoramiento externo. Este lo puede encontrar, por ejemplo, en la Federación
Española de Hostelería.
2. Descripción del producto. Se debe incluir información sobre la durabilidad, enva-
sado, condiciones de almacenamiento, composición…
3. Determinación del uso al que ha de destinarse. Se incluirán los productos fina-
les que se pueden obtener con las diferentes formas de elaboración y si los clientes
finales tienen alguna característica especial, por ejemplo, diabéticos.
4. Elaboración de un diagrama de flujo. Será realizado por el equipo de HACCP y
se incluirán todas las fases de la operación.
5. Comprobación, in situ, del diagrama de flujo diseñado. Será cotejado por el
equipo y modificado en los puntos en los que pudiera fallar.
6. Enumeración de todos los posibles riesgos relacionados con cada fase, iden-
tificación de peligros y estudio de las medidas para controlar los riesgos identifica-
dos. En este punto el equipo debe tener en cuenta la proliferación o supervivencia
de microorganismos, de toxinas o de sustancias químicas, así como la presencia
de agentes físicos.
7. Determinación de los puntos críticos de control. Se debe aquí realizar un
árbol de decisiones que indique la forma de actuar en el caso de observar la
situación.
8. Establecimiento de límites críticos para cada PCC. Se refiere a especificar,
para cada punto crítico de control, unos límites tales como temperatura máxima y
mínima, u otros de carácter sensorial.
Subtotal
IVA
Total
2. Parte de entradas diarias. Con este documento se controlan todas las entradas
diarias de productos, imputando a cada departamento la cantidad que correspon-
da, lo que facilita el cálculo del importe de alimentos consumidos. En la columna
“compras directas” se reflejarán las cantidades imputables directamente a coci-
na; en la de economato/bodega, su propio nombre lo indica; y en la de “varios”,
los artículos de reposición, mantenimiento y limpieza. Como modelo sirva el mos-
trado a continuación:
4.3. Almacenamiento
Es la fase posterior a la de aceptación del género requerido. El almacenamiento conlle-
va el que las materias han superado la inspección y el control correspondientes.
Para el almacenamiento de alimentos y productos alimentarios existe una normativa
de carácter nacional que hace referencia al almacenamiento no frigorífico y frigorífico. Esta
normativa es:
– Real Decreto 706/1986, de 7 de marzo. Se recoge la reglamentación técnico-sa-
nitaria de las condiciones generales de almacenamiento no frigorífico, de alimentos
y productos alimentarios.
– Real Decreto 168/1985, de 6 de febrero, sobre la reglamentación técnico-sanitaria
sobre condiciones de almacenamiento frigorífico de los alimentos.
El RD 706/1986, en su Título III, establece, en cuanto a las condiciones de almacena-
miento de alimentos y productos alimentarios que no necesitan de un determinado sistema
de refrigeración, las siguientes:
– Los almacenes serán de dimensiones suficientes para el uso a que se destinan, sin
que se ponga de manifiesto exceso de productos almacenados o dificultades para
su manipulación por el personal.
– Mantendrán las temperaturas adecuadas, humedad relativa y conveniente circu-
lación del aire, de manera que los productos no sufran alteraciones o cambios
perjudiciales. Igualmente, deberán permitir la protección de los productos contra
la acción directa de la luz solar o de las corrientes de aire cuando les sean per-
judiciales. Estas condiciones serán las que se determinan en las normas especí-
ficas de cada producto, o las recomendadas por el fabricante cuando no existan
aquéllas.
– Permitirán la estiba de los alimentos o productos alimentarios de forma que se
cumpla lo especificado en el apartado anterior.
– Ofrecerán la posibilidad de fácil retirada de los alimentos deteriorados, infestados o
contaminados, así como de aquellos cuyos envases aparezcan con desperfectos o
abolladuras que supongan deterioro de su contenido.
– Si así lo requiriese el producto almacenado, dispondrán de maquinaria adecuada
para el pesaje o determinación del volumen, humedad, temperatura, etc., tanto
temporal o permanente, así como para el trasiego o trasvase.
– Permitirán, asimismo, la rotación y renovación periódica de las existencias en fun-
ción del tiempo de almacenamiento, en las condiciones de conservación que exija
cada producto.
– Contarán con espacios en superficie y altura, y sistemas adecuados al movimiento,
recepción, manipulación y expedición de los productos en ellos almacenados.
– Estarán acondicionados, según los casos, para permitir los tratamientos de con-
servación que, dada la naturaleza de los productos almacenados, se requieran y
que se determinará en cada caso, para los tratamientos y desinsectaciones que
sean necesarias, que se realizarán con personal capacitado y con procedimientos y
productos adecuados.
– Permitirán el fácil reconocimiento e inspección periódica del estado de los alimentos.
Fecha:..................................
De: ...................................................... a: ........................................................
Artículo Cantidad Unidad Precio Total
Fdo.: Totales
2. Parte de consumos diarios. Se utiliza para imputar los consumos diarios a los
departamentos.
Totales
TABLA 10. MODELO DE PARTE DE CONSUMOS DIARIOS. FUENTE: ADAPTADO DE BERMEJO Y OTROS (2000).
TABLA 11. MODELO DE FICHA DE INVENTARIO PERMANENTE. FUENTE: ADAPTADO DE CERRA Y OTROS (1994).
325 650
530
530
1/1 2/1
1/6 1/6
265
265
1/2 1/2
854
2/3
176
530
1/9 1/9 1/9 2/4 2/4
132 132
2/8
265
176
176
1/4 1/4
1/3 1/9 1/9 1/9
2/8
Por otro lado, para la correcta gestión de inventarios se pueden establecer dos tipos de
modelos: uno los modelos deterministas, donde la demanda se supone conocida. El segundo
tipo, los modelos probabilísticas o aleatorios. Debido a su utilización en el sector profundiza-
remos en los modelos deterministas, concretamente en el conocido como “Modelo de Wil-
son”. Previamente veamos qué es un inventario y los costes que se derivan de su gestión.
Cuanto mayor sea esa cantidad, menor será el riesgo de ruptura del proceso de producción,
pero, al mismo tiempo, mayor serán los costes por este concepto. Por tanto, los costes en los
que puede incurrir la empresa durante la gestión de sus géneros y bebidas son los siguientes:
a) Costes de almacenamiento, posesión o mantenimiento de stocks. Estos
costes, que serán mayores a medida que aumenta el tamaño de stocks, están
constituidos por el coste de capital de financiación de los bienes y por el coste de
oportunidad (es decir, de la rentabilidad que se hubiese obtenido si lo hubiésemos
invertido en otra cosa). Además, hemos de tener en cuenta los costes de alquileres
de locales, electricidad de cámaras frigoríficas, de manipulación, de mermas, etc.
b) Costes de reaprovisionamientos, renovación del stock o realización de pedi-
dos. Para cada pedido realizado se produce un coste de pedido en forma de, por
ejemplo, coste administrativo, recepción, seguros, etc.
c) Coste de ruptura de stocks. La ruptura de stocks se produce cuando la empresa
se queda sin inventario y ésta no puede satisfacer a sus clientes. Esto conlleva
dos tipos de perjuicios para la empresa: por un lado, la pérdida de imagen ante
los clientes y, por otro, la pérdida de ventas. Evidentemente el riesgo de caer en
ruptura de stocks es mayor a medida que los inventarios son más pequeños.
De forma general, a las empresas de restauración les interesará mantener grandes
inventarios cuando:
– Los costes de pedidos son altos.
– Los costes de almacenamiento son bajos.
– Existen altos descuentos ante grandes volúmenes de pedido.
– Se espera un gran volumen de demanda.
– Se esperan fuertes subidas de precios.
En el plano opuesto, a una empresa del sector le interesará mantener unos bajos nive-
les de inventarios cuando:
– Los costes de almacenamiento son altos y los de realización de pedidos bajos.
– La demanda es estable, siendo improbable crecimientos súbitos.
– Los proveedores son de confianza y no existen problemas de reaprovisionamiento.
– No es posible aplazar el pago a proveedores y existen problemas de financiación de
existencias.
– Se esperan importantes disminuciones de precios.
s= 2 kv
g
Donde:
– s = volumen óptimo de pedido.
– k = coste fijo de cada pedido.
– v = cantidad de producto vendida al año.
– g = gastos variables de almacén, es decir, lo que cuesta tener en almacén una
unidad de producto al año.
Hay que matizar en esta formula que “g” serán los gastos variables de almacén de una
unidad por año, excluyendo los gastos financieros. Si los gastos financieros están excluidos,
se realizará para su cálculo: g = coste de almacenaje de una unidad al año + coste finan-
ciero (coste del pasivo o el de oportunidad) x precio unitario de unidad.
Del estudio de esta formulación se pueden desarrollar otros conceptos, como:
1. Tiempo entre pedidos. Una vez determinado el volumen óptimo de pedido, se
puede conocer el número de pedidos que se ha de efectuar al año, representado
por la expresión v/s; también se puede calcular el número de días que han de trans-
currir entre dos pedidos que, tomando el año de 365 días, será:
365
Tiempo entre pedidos =
v
s
2. Punto de pedido (R). Para determinar el nivel que debe tener el inventario cuando
se realiza el pedido o “punto de pedido”, hay que conocer primero la demanda dia-
ria, que viene determinada por la expresión: v/365; así el punto de pedido será:
v
R= L
365
donde L será el plazo de entrega.
donde todo es conocido por el Modelo de Wilson, excepto <B>, que corresponde
al coste unitario de ruptura.
Como puede observarse, un buen control de inventarios es algo más que un mero re-
gistro de inventarios.
Uno de los métodos de control de inventarios es el Activity Based Costing, conocido
como método ABC, basado en el Principio de Pareto (1906), quien observó que, de forma
general, el 20% de las personas controlaban el 80% de la riqueza. Esto, aplicado al control
de inventarios, nos permite deducir que el control minucioso sólo es necesario en unos
pocos artículos, siendo el porcentaje aproximado un 20%. Rambaux (1969), basándose en
Pareto, propone la aplicación de este método, con arreglo al cual los bienes almacenados
se van a clasificar en tres grupos:
– El grupo A está formado por los artículos que, suponiendo un importante porcen-
taje de la inversión total (aproximadamente el 70%) en productos almacenados,
representan una proporción muy pequeña del número de unidades almacenadas
(aproximadamente el 5%). Controlando esta pequeña parte de las unidades, se
tiene controlada la mayor parte del almacén.
– Por el contrario, los productos del grupo C son aquellos que menos interesa con-
trolar, pues representan la mayor proporción de unidades almacenadas (70%) y, sin
embargo, su valor es muy pequeño (5%).
– Los artículos del grupo B (aproximadamente el 25%) tienen una importancia en
relación con el número de unidades del almacén similar a la que tienen con refe-
rencia al valor total de la inversión en el inventario (25%).
Familia Máxima
Método Subfamilia Existencias
FIFO Artículo Mínima
Entradas Salidas
Existen- Precio
Fecha Unidades Precio Unidades Precio Valor
Proveedor Total Destino Total cias unidad
físicas unitario físicas unitario
b) Criterio LIFO. Last In, First Out, último en entrar, primero en salir. Los artículos que
salen del almacén serán los últimos que han entrado. En consecuencia, el valor
de salida será el precio de adquisición de la última mercancía comprada (de ese
mismo producto). Si la cantidad que sale es mayor que la última partida adquirida,
a la diferencia se le aplica el precio de la penúltima entrada, y se procede así su-
cesivamente. Es un sistema idóneo para aquellas empresas que trabajan con unas
existencias indispensables para su funcionamiento.
Familia Máxima
Método Subfamilia Existencias
LIFO Artículo Mínima
Entradas Salidas
Existen- Precio
Fecha Unidades Precio Unidades Precio Valor
Proveedor Total Destino Total cias unidad
físicas unitario físicas unitario
.../...
.../...
28/02/XX Cafetería 600 0, 90 540 680 0, 75 510
120 0, 75 90
720 630
c) Criterio NIFO. Next In, First Out. Consiste en valorar las salidas en base al precio
de entrada de las próximas, esto es según el precio de reposición o coste de mer-
cado.
Familia Máxima
Media Ponderada Subfamilia Existencias
Artículo Mínima
Entradas Salidas
Existen- Precio
Fecha Unidades Precio Unidades Precio Valor
Proveedor Total Destino Total cias unidad
físicas unitario físicas unitario
TABLA 14. PRECIO MEDIO PONDERADO. FUENTE: ADAPTADO DE BERMEJO Y OTROS (2000).
e) Precio estándar. Supone la valoración, tanto de las entradas como de las salidas
al mismo precio estándar o teórico que ha sido determinado previamente por la
empresa. Este valor se calcula en base a la situación del mercado, de las estima-
ciones acerca de la mayor o menor rentabilidad del artículo, sobre las experiencias
pasadas, sobre la demanda del género, etc.
BIBLIOGRAFÍA
NORMATIVA LEGAL
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
El conocimiento del concepto de coste, de los distintos tipos existentes, así como de su
estructuración, son determinantes para entender el resultado empresarial de las empresas
de restauración gastronómica y de pastelería y panadería artesanales. Dentro de estos sec-
tores uno de los costes que mayor peso tienen es el de las materias primas utilizadas en
los procesos de producción y transformación de estas empresas. La correcta determinación
e imputación de este coste es fundamental para poder conocer el precio final de venta de
una oferta gastronómica o de un producto de panadería o pastelería artesanal. Ello lleva
aparejado el control de los consumos realizados, así como del resto de gastos intervinientes
en la composición de ese precio. También nos ayudará a conocer el resultado del desarrollo
de la actividad principal de la empresa y su correspondiente beneficio o las pérdidas que se
puedan producir en nuestro establecimiento.
Este es el objetivo del presente tema.
b) Costes históricos. Son los que se deducen de los valores obtenidos después
de la realización del proceso productivo. Son los costes efectivos que se calculan
a partir de los consumos reales del proceso productivo en un período de tiempo
determinado.
Las diferencias o desviaciones entre los primeros y los segundos constituyen una me-
dida orientada hacia la eficacia y rendimiento de la gestión de la empresa. Si los costes
calculados a priori son inferiores a los realmente obtenidos, será necesario comprobar los
puntos fuertes de la gestión empresarial y/o analizar las causas que han originado este
desequilibrio con el fin de corregirlas para el siguiente ejercicio.
Como se puede observar en el cuadro, y para la comprensión total de los costes, es ne-
cesario añadir un nuevo concepto: el de “precio venta” (PVP) o “ingresos o ventas totales”.
Así, el precio de venta es la retribución unitaria que se va a percibir por cada uno de los
productos o servicios vendidos. Si multiplicamos éste por las unidades vendidas obtendre-
mos el total de ventas o total de ingresos por ventas. En consecuencia, para obtener el PVP
habrá que sumar a los costes un porcentaje en concepto de beneficio. Los componentes y
porcentajes que aparecen en la tabla se estudiarán en los siguientes apartados.
Por otro lado, y centrándonos en el margen bruto o margen bruto de explotación esta
denominación viene determinada por la Contabilidad Analítica o de Costes (también conocido
como “Beneficio Bruto”); es una magnitud de gran importancia y nos va a servir para analizar
el comportamiento de la empresa en el desarrollo de su actividad. De esta forma, y desde el
punto de vista de la Contabilidad Analítica, se entiende por margen bruto de explotación a la
diferencia existente entre los ingresos originados (por el desarrollo de la actividad principal de
la empresa) y los costes variables necesarios para generarla. En nuestro caso hemos visto que
los costes variables que determinan la producción y posterior prestación del servicio van a ser
los consumos de materias primas (alimentos y bebidas). Por lo que nos encontraríamos que:
+ Ingresos por ventas
– Coste de materia prima (alimentos y bebida)
= Margen Bruto de Explotación (MBE) o Beneficio Bruto (BB).
Normalmente, el MBE debe cubrir la totalidad de los costes fijos y aportar el beneficio
deseado. Según esta afirmación, MBE = Mano de obra + Gastos Generales + Beneficio
Neto. Con ello podríamos completar el análisis anterior de la siguiente forma:
+ Margen Bruto de Explotación
– Costes de personal
– Gastos generales
= Beneficio Neto
Esta es una forma, sustancialmente distinta de estructurar la cuenta de “Pérdidas y
Ganancias” del PGC de 1990, ya que clasifica los gastos según la función que cumplen
dentro del sistema productivo.
Según el análisis de los costes históricos del sector el MBE, en los establecimientos de
restauración, debe estar comprendido entre el 55% y el 65% de las ventas totales.
Pr ime Cost
f=
Ingresos
Coste de Personal
s=
Ingresos
El anterior ratio del Prime Cost o ratio de fabricación también puede expresarse como:
– 100 gramos de pequeños trozos, que se utilizarán para carne picada en ham-
burguesas o similares. Precio de en la carnicería 6 €/kg.
– 2,1 kilos de solomillo limpio para tournedós, chateaubriand o filetes de solomillo.
Deducimos por este escandallo que, para obtener 2,1 kilos de solomillo listo para
cocinar, necesitaremos comprar 2,8 kilos.
b) Cálculo del coste del kilo de la carne preparada para cocinar:
– Pieza entera: 2,8 kg · 13 € / kg = 36,4 €
– Carne brochetas: 0,3 kg · 7,5 € / kg = 2,25 €
– Carne picada: 0,1 kg · 6 € / kg = 0,60 €
El coste total del solomillo limpio: 36,4 - 2,25 - 0,60 = 33,55 €
Como el solomillo limpio pesa 2,1 kg, éste valdrá 33,55/2,1 = 15,97 €/kg
c) Cálculo de las raciones y del coste por cada ración. Cada ración pesa 150 gramos
y de la pieza se obtienen:
– 2,1 kg / 0,150 g = 14 raciones
– El coste de cada ración será:
Coste total de solomillo 33, 55
= = 2, 39 €
Número de raciones 14
d) Cálculo de coeficiente multiplicador de coste o “factor coste”. Se utiliza para
que, ante una variación del precio de este producto, sólo con multiplicarlo por este
dato se obtenga el nuevo precio y no sea necesario realizar un nuevo escandallo.
€
Coste neto de la ración 2, 39 ración
Coeficiente multiplicador = = = 0,1838
Precio del kilo (en bruto) 13 €
kg
En el supuesto anterior, si el precio de compra del solomillo sufre una variación impor-
tante y pasa a 15 €/kg, el nuevo coste del plato sería:
-15 €NJă €/ración
Todos los datos obtenidos deberán reflejarse en la casilla correspondiente en la ficha,
que podemos ver en la siguiente tabla:
.../...
Todo este procedimiento no sería necesario si las materias primas que utilizara el estable-
cimiento estuvieran ya porcionadas por el proveedor y valoradas a precio unitario de coste.
NOTA: EL DATO DEL 35% DEL COSTE POR RACIÓN LO PROPORCIONA EL EJERCICIO.
TABLA 5. HOJA DE COSTE O ESCANDALLO DE UN PLATO. FUENTE: GARCÍA BERMEJO Y OTROS (2005).
– Los costes indirectos recogidos en una sección deben variar en función de las
unidades de obra que se realicen en la misma.
– El número de unidades de obra tratadas en cada sección medirá la actividad de
la misma.
El problema puede radicar en la elección de una unidad de obra adecuada. Normal-
mente en las secciones de transformación suelen ser horas/hombre u horas/máquina.
Una vez conocidos estos conceptos del método, el problema principal, (y lo que nos lle-
va a incluir este apartado en este tema), es el reparto de los coste indirectos, en este caso,
mano de obra y gastos generales. Esto se realizará a través del cuadro de reparto de costes
indirectos entre las secciones y, a su vez, de las secciones auxiliares entre las secciones
principales. Será una hoja de doble entrada, en la que se reflejarán en sentido vertical los
costes indirectos que, agrupados según su naturaleza, van a integrarse en las secciones
tanto auxiliares como principales y en sentido horizontal aparecerán relacionadas éstas, se-
paradas convenientemente según su clasificación. Se denominará reparto primario al que
se produce al efectuar la distribución de los costes indirectos entre todas las secciones y
secundario a la absorción de los costes de las secciones auxiliares entre las principales. En
el cuadro aparecerán: la denominación de la unidad de obra de cada sección, el número
de éstas y el coste de unitario por unidad de obra.
Para una correcta cumplimentación del cuadro de reparto procederemos de la si-
guiente forma:
– Distribución de los costes indirectos entre todas las secciones, ateniéndonos a
unas claves de reparto establecidas de antemano para cada coste concreto. Estas
claves serán fijadas a través de unos criterios lógicos, por ejemplo, para el coste
de limpieza entre cada partida de cocina se podría escoger el número de metros
cuadrados de cada zona.
– Suma de costes indirectos recogidos en cada sección.
– Reflejo de la unidad de obra elegida para cada sección.
– Subreparto de costes auxiliares a principales.
– Determinación del número de unidades de obra consumidas en cada sección.
– Determinación del coste unitario de cada unidad de obra, dividiendo el coste total
de la sección entre el número de unidades de obra consumidas en éste.
– Aplicación a cada plato o elaboración de pastelería y panadería del número de uni-
dades de obra consumidas por éstos.
A modo de ejemplo se incluye a continuación un posible “Cuadro de Reparto”:
Secciones auxiliares Secciones principales
Secciones
Totales Secc. Secc. Secc. Secc. Secc. Secc. Secc. Secc.
Conceptos
de coste A B C 1 2 3 4 5
.../...
Subreparto sección
auxiliar B
Subreparto sección
auxiliar C
GHOVXEUHSDUWR
FRVWHVWRWDOHV
secciones principales
Unidades de obra
Número de
unidades de obra
Coste unitario
por unidad de obra
tencias finales quedan valoradas al precio de las últimas entradas. Este método es
válido para economatos de ritmo rápido o en los que los precios de las materias
primas tienen una repercusión pequeña en los precios de venta.
Familia Máxima
Método Subfamilia Existencias
FIFO Artículo Mínima
Entradas Salidas
Existen- Precio
Fecha Valor
Unidades Precio Unidades Precio cias unidad
Proveedor Total Destino Total
físicas unitario físicas unitario
b) Criterio LIFO. Last In, First Out. Último en entrar, primero en salir. Los artículos que
salen del almacén serán los últimos que han entrado. En consecuencia, el valor
de salida será el precio de adquisición de la última mercancía comprada (de ese
mismo producto). Si la cantidad que sale es mayor que la última partida adquirida,
a la diferencia se le aplica el precio de la penúltima entrada, y se procede así su-
cesivamente. Es un sistema idóneo para aquellas empresas que trabajan con unas
existencias indispensables para su funcionamiento.
Familia Máxima
Método Subfamilia Existencias
LIFO Artículo Mínima
Entradas Salidas
Existen- Precio
Fecha Unidades Precio Unidades Precio Valor
Proveedor Total Destino Total cias unidad
físicas unitario físicas unitario
.../...
.../...
15/02/XX Cocina 600 0, 90 540 800 0, 75 600
600 0, 90 540
1 400 1 140
Entradas Salidas
Existen- Precio
Fecha Unidades Precio Unidades Precio Valor
Proveedor Total Destino Total cias unidad
físicas unitario físicas unitario
d) Criterio NIFO. Next In, First Out. Consiste en valorar las salidas en base al precio
de entrada de las próximas, esto es, sobre el precio de reposición o coste de mer-
cado.
e) Precio estándar. Supone la valoración, tanto de las entradas como de las salidas
al mismo precio estándar o teórico que ha sido determinado previamente por la
empresa. Este valor se calcula en base a la situación del mercado, de las estima-
ciones acerca de la mayor o menor rentabilidad del artículo, sobre las experiencias
pasadas, sobre la demanda del género, etc.
RECEPCIÓN
ECONOMATO BODEGA
COCINA COCINA
SECUNDARIA PRINCIPAL BAR
Los flujos que se observan en el esquema se clasifican en cuatro grupos según su origen:
a) Entradas:
– Entradas en economato (Ee).
– Entradas en bodega (Eb).
b) Salidas:
– Salidas de economato a cocina secundaria (Secs).
– Salidas de economato a cocina principal (Secp).
– Salidas de economato a bar (Seb).
– Salidas de bodega a bar (Sbb).
– Salidas de bodega a cocina principal (Sbcp).
c) Consumiciones:
– Consumiciones provenientes de la cocina (Cc).
– Consumiciones provenientes de la cocina secundaria (Cs).
– Consumiciones provenientes de bar (Cb).
d) Transferencias:
– Transferencias de cocina principal a cocina secundaria (T1).
– Transferencias de bar a cocina principal (T2).
– Transferencias de cocina principal a bar (T3).
Al diferenciar estos flujos de las mercancías se puede calcular el coste de los productos
consumidos por la cocina principal, como podríamos hacerlo de cualquier otro departamento.
+ Existencias iniciales en economato
+ Ee
– Secs
– Seb
– Existencia final en economato
+ Existencia inicial en cocina principal
+ Sbcp
– T1
+ T2
– T3
– Existencia final en cocina principal
= Importe de los géneros consumidos por los clientes de la cocina principal
Las desviaciones negativas más frecuentes en los consumos están relacionadas con:
– El porcionado de los distintos géneros.
– El mal aprovechamiento de los mismos.
– Política de compras inadecuada.
– Deficiente gestión de stocks.
– Flujos inadecuados de géneros.
– Mala gestión general del establecimiento.
– Errores de cálculo en los consumos provisionales.
Por otro lado, y como herramienta de control global, nos encontramos con el “control
presupuestario”. Antes del comienzo de un ejercicio se han de efectuar unas previsiones
que muestran los consumos “supuestos” que se han de llevar a cabo durante ese perío-
do.
Con los resultados reales obtenidos y los previstos, se realiza un estudio comparativo,
evaluando los consumos realizados y controlando todos los elementos que participan en la
elaboración y presentación final de los productos.
Para el correcto control de los géneros nos apoyaremos en una serie de documentos,
tales como:
– Banquetes: reservas y planning de ocupación, órdenes de servicio, menús...
– Departamento de comidas y bebidas: test de rendimiento, escandallo…
– Proveedores: orden de pedido, lista de mercado, albaranes, facturas...
– Economato: fichas de valoración de stocks, pedido de compra, vales de salida a
otros departamentos...
– Restaurante: facturas pagadas por clientes, comandas, invitaciones, comidas em-
pleados…
– Cocina: vales de salida a economato, relevé, vale de salidas a bodega…
Además, hoy en día hay multitud de aplicaciones que se pueden utilizar en el sector
para desarrollar más eficazmente esta función.
de materias primas y en relación con los recursos humanos y de los capitales empleados.
Para su análisis podemos calcular diferentes tipos de ratios. Veamos cada una de esas
perspectivas.
a) Productividad en relación con las materias primas empleadas.
– Consumo global de materias primas. Se puede obtener a través de la ratio:
Consumo Materias Pr imas
100
Total Ventas (I)
De esta operación resultará el porcentaje de consumo global con respecto a la
producción total.
– Consumo del centro de venta <y>:
Consumo Materias Pr imas Centro de Venta < y >
100
Total Ventas del Centro < y > (I)
La evolución de estos ratios y el análisis de los mismos nos permitirán ver el comporta-
miento de la productividad del establecimiento en relación con los factores productivos. La
continua mejora de estos cocientes debe basarse en una apropiada gestión de producción
que permita adaptar el proceso productivo a las nuevas tecnologías, y a una mejor política
de personal en cuanto a las condiciones salariales y formación continuada del mismo.
La comparación de estos cocientes con los obtenidos por los establecimientos del sec-
tor en el segmento que se encuentre nuestro establecimiento servirá de punto de referencia
para evaluar la gestión interna.
BIBLIOGRAFÍA
Amat Salas, Oriol: Contabilidad y finanzas de hoteles. Editorial Eada Gestión, Barcelona, 1998.
Aranda Hipólito, Ángel: Contabilidad Analítica. Editorial Síntesis, Madrid, 1992.
Cerra, Javier y Dorado, José Antonio: Gestión de Producción de Alojamientos y Restauración.
Editorial Síntesis, Madrid, 1994.
Felipe Gallego, Jesús: Gestión de alimentos y bebidas para Hoteles, Bares y Restaurantes.
Editorial Paraninfo, Madrid, 2001.
Fernández Pirla, José María: Teoría Económica de la Contabilidad. Ediciones ICE, Madrid,
1970.
García Bermejo, Ángel: Ofertas Gastronómicas y Sistemas de Aprovisionamiento. Editorial
McGraw-Hill, Madrid, 2005.
Garrido Buj, Santiago y Pérez Gorostegui, Eduardo: Manual básico de administración de
empresas para los estudios de turismo. Editorial Centro de Estudios Ramón Areces S.A.,
Madrid, 2002.
Pedersen, Hans Winding: Los costes y la política de precios. Editorial Aguilar, Madrid, 1952.
Rochat, Michel: Marketing y Gestión de la Restauración. Editorial Gestión 2000, Barcelona,
2003.
NORMATIVA LEGAL
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La estructura atomizada y familiar del sector de la restauración y de las empresas de
pastelería y panadería artesanales en nuestro país no ha favorecido desde luego la aplica-
ción de los modernos conocimientos de gestión y marketing en estos establecimientos. Los
empresarios de este subsector se han dejado guiar más por la intuición y su experiencia
que por conocimientos técnicos. Sin embargo, en un entorno cada día más competitivo
donde es difícil sobrevivir para las PYMES se hace necesario la investigación y la aplicación
de técnicas de marketing a la hora de fijar los precios.
En este tema vamos a valorar la importancia del precio en los subsectores de restau-
ración gastronómica y panadería y pastelería artesanales, siempre teniendo en cuenta su
relación con el resto de variables del marketing operacional, esto es, producto, distribución
y comunicación. También vamos analizar las distintas maneras de fijar el precio a los platos
o referencias que componen la oferta gastronómica de un establecimiento, desde los más
tradicionales como el sistema basado en los costes, hasta las técnicas más novedosas
de gestión de precios como el yield management. Por último estudiaremos la ingeniería
del menú, la presupuestación y el análisis de la cuenta de pérdidas y ganancias como los
sistemas más utilizados para evaluar las ventas de un establecimiento de restauración o de
pastelería o panadería artesanal.
b) Los costes: los costes son un punto de referencia fundamental a la hora de fijar
precios, pero no son el único. Tradicionalmente los costes se dividen en fijos y en
variables. Los costes variables más importantes en el sector de la restauración son
los costes de materias primas. El precio que fijemos debe cubrir estos costes varia-
bles y cubrir una parte de los costes fijos, esto es, costes de personal, alquileres,
etc. En muchas empresas son los costes la única guía a seguir en la fijación de
precios, esto nos puede llevar a cometer grandes errores. Debemos entender los
costes como un factor a tener en cuenta, pero no como la única referencia a la
hora de fijar precios.
c) El marketing-mix: como ya he comentado anteriormente las variables del mar-
keting-mix, además del precio son el producto, la distribución y la comunicación.
Para que el marketing-mix consiga los objetivos previstos es imprescindible que las
cuatro herramientas actúen de forma coordinada.
d) Organización del negocio: el tipo de organización influye de manera decisiva en
la fijación de precios. En grandes empresas de restauración la fijación de precios
suele hacerse después de minuciosos estudios del departamento financiero en co-
ordinación con la dirección del establecimiento, mientras que en establecimientos
más pequeños, con una organización más simple, normalmente es el propietario el
encargado de fijar los precios, siendo en estos casos, normalmente, la intuición la
que guía sus pasos.
Y a nivel externo los factores que debemos tener en cuenta son los siguientes:
a) Tipo de mercado: el tipo de mercado en el que se compite influye de manera
decisiva en la política de precios a fijar por el establecimiento. La intensidad de
la competencia, la existencia de barreras de entrada en el sector, la hostilidad del
entorno, etc., son factores a tener en cuenta a la hora de determinar la política de
precios.
b) La demanda: en relación con la demanda, al establecimiento le interesa saber, o
por lo menos intuir, el comportamiento de la misma ante variaciones producidas en
el precio. Esto es lo que conocemos como elasticidad de la demanda. Nos pode-
mos encontrar en este sentido con cuatro tipos de demandas:
– Demanda elástica: los clientes son muy sensibles al precio por lo que una
pequeña variación del precio provoca una gran variación en la cantidad deman-
dada. En este caso la elasticidad adquiere valores superiores a la unidad.
– Demanda unitaria: el porcentual de variación de la cantidad demandada co-
incide con el porcentual de variación del precio. En este caso la elasticidad es
igual a uno.
– Demanda rígida: es la máxima expresión de la inelasticidad y se da en aque-
llos casos en que la cantidad demandada permanece constante sea cual sea
la variación del precio. La elasticidad es igual a 0.
– Demanda inelástica: los clientes son poco sensibles a las variaciones de pre-
cio, o aunque lo sean no les queda más remedio que seguir comprando el bien
en cuestión. En este caso, el porcentual de variación de la cantidad es inferior
al porcentual de variación del precio, siendo pues la elasticidad inferior a 1.
c) La competencia: en un sector tan competitivo como el de la restauración gastro-
nómica resulta fundamental conocer las actuaciones de la competencia. En el sub-
sector de la restauración gastronómica la competencia vía precio es muy intensa,
sobre todo en los establecimientos de comida rápida con pocos factores de dife-
renciación. La ya mencionada diferenciación, la calidad, el servicio personalizado,
etc., son factores fundamentales a la hora de ser competitivos.
d) Factores económicos: a la hora de fijar los precios interesa conocer la situación
económica del entorno, y su tendencia a corto plazo, ya que en épocas de recesión
económica el gasto en ocio disminuye fuertemente. Además debemos analizar las
leyes o reglamentos que en materia de precios dictan las administraciones públicas
competentes, ya sea a nivel europeo, nacional, autonómico o local.
Este tipo de análisis resulta muy interesante, no tanto como para fijar precios, sino para
comprobar hasta qué punto podemos utilizar la herramienta precio como instrumento del
marketing mix. Si de nuestros análisis se desprende que nuestra demanda es muy elásti-
ca, para conseguir los objetivos de la empresa deberemos utilizar el resto de herramientas
del marketing mix, sin embargo, si nuestra demanda es más bien rígida, podremos variar
el precio sin temor a que nuestra demanda disminuya. Además debemos tener en cuenta
que no sólo el precio afecta a la demanda, sino que existen otros factores como la renta
disponible, los gustos y preferencias de la clientela, etc., que también producen variaciones
importantes en la demanda.
Este sistema, como ya he comentado, es el más utilizado por las empresas de restau-
ración y de pastelería y panadería artesanales, pero resulta más interesante combinarlo con
el resto de métodos que estamos analizando.
Para calcular los costes totales de la empresa, deben ser sumados todos ellos, sin
embargo, no todos los costes tienen la misma consideración o tratamiento. Así, tradicional-
mente se considera que existen en las empresas los siguientes tipos de costes:
– Costes variables. Son aquellos que dependen de la actividad de la empresa. Los
costes variables son diferentes a medida que varía el volumen de actividad. Entre
ellos, en este tipo de empresas tiene especial importancia la materia prima.
– Costes fijos. Son aquellos que no se alteran al variar el nivel de actividad. Entre los
costes fijos se encuentran sueldos de personal fijo, alquileres, pago de intereses, etc.
– Costes directos. Son aquellos que son asignables a un departamento o a un pro-
ducto o servicio y no a otros diferentes dentro de la misma empresa. Por ejemplo,
para la elaboración de un “gazpacho” es un coste directo la materia prima emplea-
da en éste.
– Costes indirectos. Son aquellos que no son fácilmente asignables a un depar-
tamento o producto concreto. Para poder hacer una asignación de estos costes
habrá que recurrir a ciertos criterios de reparto. Por ejemplo, los gastos de gestión
y administración de un negocio no pueden imputarse de una forma clara a un plato
en concreto, sino que se tendrá que recurrir a un determinado criterio para conocer
qué parte de este coste le corresponde.
Siguiendo a diferentes autores se puede considerar que a partir de los costes pueden
establecerse diferentes tipos de precio:
– El precio objetivo. Está compuesto por la suma de tres conceptos: el coste varia-
ble unitario, cobertura de costes fijos según expectativas de ventas y la retribución
al capital invertido por unidad de venta. Matemáticamente se formula:
Costes fijos Retribución
Precio objetivo = costes variables unitarios + +
Volumen ventas Volumen ventas
1
Al ser objeto de análisis el punto muerto en el tema 8 no considero necesario extenderme más en este apartado.
– Precio mínimo. El precio mínimo es aquel que equivale a la suma de los costes varia-
bles. En una empresa no resulta lógico ni rentable vender por debajo de los costes tota-
les; sin embargo, en determinadas ocasiones es posible y necesario establecer y vender
a un precio equivalente al total de los costes variables, es decir, vender por debajo del
coste total, pero nunca por debajo de los costes variables con el fin de “perder lo menos
posible”. Sin embargo, este tipo de precios se aplicarán sólo en momentos puntuales.
– Coeficiente multiplicador de precio. Para la fijación del precio a través de esta
técnica se debe partir del coste obtenido en el escandallo de un plato al que se le
aplicará un determinado porcentaje en función de los conocimientos, experiencias e
intereses de quien lo fija. Se puede aplicar sobre las materias primas, sobre el prime
cost (también conocido como coste de fabricación, o lo que es lo mismo, la suma del
coste de la materia prima y el coste de la mano de obra) o sobre los costes totales.
a) Aplicación según el coste de materias primas. Una vez fijado el coste se
calcula el coeficiente multiplicador y se multiplica por las materias primas. El
coeficiente multiplicador en este caso es: 100 /% coste m.p.
Si consideramos que para un determinado plato el coste que debe representar las
materias primas es del 38% (que sería lo mismo que decir que el MBE es del 62%)
y el coste de esas materias primas es de 4,5 €, el cálculo del precio se realizaría:
Coeficiente multiplicador = 100/38 = 2,63; por lo tanto, 2,63 · 4,5 € = 11,84 €.
De igual forma podría calcularse si utilizamos la siguiente fórmula que es la
misma, pero formulada de forma diferente:
3UHFLR ăFRVWHDOLPHQWRVFRVWHPS
En el ejemplo, sería:
Precio = 100 · 4,5/38 = 11,84 €
Este método tiene la ventaja de ser sencillo de calcular, pero la desventaja de
partir de la estimación del porcentaje a aplicar a las materias primas.
b) Aplicación al prime cost. Este método es exactamente igual al anterior pero
aplicando el coeficiente multiplicador al prime cost o coste directo de producción,
que es la suma de coste de materia prima más el coste de mano de obra. Así, si
consideramos que el prime cost es del 68%, el coeficiente multiplicador sería:
Coeficiente multiplicador = 100/68 =1,47
Ejemplo: Supongamos que el coste de la nómina de los trabajadores de un
restaurante es de 132.000 € y que con ella se han producido 46.000 platos.
El coste unitario de cada plato es de 4,5 €. Si tenemos en cuenta que el por-
centaje sobre ventas es del 68%, ¿cuál deberá ser el precio a aplicar?
M. obra = 132.000/46.000 = 2,86 €. C.m.= 100 /68 =1,47; 2,86 + 4,5 =
= 7,36 €; 7,36 · 1,47 = 10,8 €
Exactamente podría calcularse con la siguiente fórmula, que como en el caso
anterior es equivalente:
Precio = 100 prime cost / % prime cost.
En el ejemplo, sería:
Precio = 100 · 7,36/68 = 10,8 €
Si la relación es inferior a 0,9, los precios son muy altos para el cliente, e intenta
siempre decantarse por aquellos platos más económicos; si es superior a 1, los
precios propuestos son muy bajos y los clientes prefieren los platos más caros por-
que intuitivamente consideran que pagando un poco más la relación calidad-precio
de los platos será más elevada.
d) Cuarto principio: la promoción de platos. Resulta interesante promocionar platos
del establecimiento a través de menús promocionales integrados, por ejemplo, por
un entrante, un plato principal y un postre. El precio se fijará teniendo en cuenta el
precio medio de cada una de las gamas que estén incluidas en el menú.
En las partidas de gasto una desviación positiva nos indicaría que la cantidad prevista
es mayor que la cantidad real y una desviación negativa que la cantidad prevista es menor
que la real, quedando reflejado así:
– Cantidad prevista > cantidad real = Desviación positiva.
– Cantidad prevista < cantidad real = Desviación negativa.
Al igual que en las partidas de ingreso las desviaciones se podrán expresar en diferen-
cias y porcentajes.
– Desviación en cantidad = cantidad prevista – cantidad real
BIBLIOGRAFÍA
Aranda Hipólito, A: Gestión Técnica-Económica de hoteles. Centro de estudios Ramón Areces S. A.,
Madrid, 1994.
García, Angel y otros: Ofertas gastronómicas y sistemas de aprovisionamiento, Editorial
McGraw Hill, Madrid, 2000.
Garrido Buj, Santiago y Pérez Gorostegui, Eduardo: Manual básico de administración de
empresas para los estudios de turismo. Editorial Centro de estudios Ramón Areces S.A.,
Madrid, 2002.
López Benito, Noelia: Marketing en restauración. Editorial Síntesis, Madrid, 2003.
López, Noelia: Ofertas gastronómicas y sistemas de aprovisionamiento, Editorial Síntesis, Madrid ,
2004.
Muñoz Oñate, Francisco: Marketing Turístico. Editorial Centro de estudios Ramón Areces S.A.
Madrid, 1994.
Rochat, Michel: Marketing y Gestión de la Restauración. Editorial Gestión 2000, Barcelona,
2003.
Vallsmadella, Josep María: Técnicas de marketing y estrategias para restaurantes, Editorial
Prentice Hall, Madrid, 2002.