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GESTIÓN AMBIENTAL
Se establecen controles para garantizar el uso racional del recurso vital Agua,
partiendo de que es un elemento necesario en la sanidad pública y esencial para
toda forma de vida, se hace necesario que se implementen acciones que ayuden a
disminuir su desperdicio.
Luego de identificar la situación real y actual del uso y aprovechamiento del recurso
agua, se deben trazar objetivos y metas para disminuir su uso actual, en aras de
reducir la cantidad de agua utilizada. Las metas y objetivos deben ser medibles y
verificables.
Gran parte de la energía eléctrica que usamos tiene su origen en los combustibles
fósiles, lo que lleva a plantearse que cada vez que usamos todos nuestros
implementos tecnológicos, electrodomésticos y electrónicos, estamos aportando
una concentración considerable de Gases de Efecto de Invernadero en el entorno.
De igual forma ocurre con las empresas al hacer uso de toda la red eléctrica, por lo
que se hace necesario el implementar herramientas, estrategias y medidas para
disminuir lo más posible el uso de energía. Ha de aclararse que en esta sección
también estaríamos incluyendo el uso directo de combustibles fósiles, necesarios
para el parque automotor y las maquinarias que así lo requieran.
Otros:
Se les hace énfasis en que los tres aspectos anteriores no son los únicos a tener en
cuenta. Dependiendo de la actividad laboral, podremos encontrarnos en situaciones
donde sea necesario el hacer un seguimiento de la calidad del aire, agua y/o suelo,
gestión de residuos líquidos, gestión de residuos hospitalarios, gestión de residuos
peligrosos, entre otros aspectos ambientales que tengan incidencia sobre el entorno
y puedan generar impactos.
Es por tal razón que las dos variables (impacto ambiental y capacidad empresarial)
están inversamente relacionadas. Al tener una capacidad empresarial mayor, esto
es, mayores utilidades y rentabilidad, les permite a las organizaciones tener un
mayor control sobre los impactos ambientales, una gestión ambiental organizada.
Por el contrario, y esto es de forma general en las pequeñas empresas, la capacidad
que poseen es muy baja, lo que no les permite destinar recursos a la gestión
ambiental y a los impactos que ellos consideran mínimos, es decir, no es una
prioridad dentro de su gestión empresarial.
Van Hoof, B., Monroy, N, Saer, A., (2008) Producción más limpia. Paradigma
de Gestión ambiental. Alfaomega. Universidad de los Andes: páginas 15 - 16.
Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, (2018)
Plan Institucional de Gestión Ambiental 2018-2021: páginas 38 - 52.