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Historia del Cuatro Venezolano:

El cuatro venezolano, también denominado cuatro llanero, cuatro


tradicional, cuatro criollo o simplemente cuatro, es un instrumento de
cuerda pulsada que posee cuatro órdenes afinadas a razón
de: la3, re4, fa#4 y si3. Su peculiar afinación —no totalmente ascendente— es
un elemento muy distintivo de otros instrumentos de cuerda. Pertenece a la
familia de las antiguas guitarras y guitarrillas españolas, es de tamaño
reducido y debe su nombre al número de cuerdas que posee. No debe
confundirse con el actual cuatro puertorriqueño de cinco órdenes y diez
cuerdas metálicas.
Es un instrumento típico y el más emblemático de la música venezolana. Se
utiliza tanto en áreas rurales como urbanas. Sus cuerdas de nylon producen un
bello sonido, melancólico pero sobrio. Se ejecuta como instrumento
acompañante o como instrumento solista. Esta última forma de ejecución ha
experimentado un notable desarrollo en las últimas décadas.
En Venezuela se ejecuta casi en la totalidad de los géneros musicales
folklóricos: la gaita zuliana, el calipso de El Callao, los villancicos,
los aguinaldos y la parranda, el galerón, el polo, la jota, la malagueña, el vals,
el merengue, la música cañonera, la música campesina, el paso doble, la fulía,
la tonada, la polca, el ritmo orquídea, el emblemático joropo de arpa, cuatro
y maracas, entre otros.
En 2012 la banda Sin dirección se convirtió en el primer artista en
colocar música folclórica venezolana en un videojuego mundial, al lograr
incluir su canción “¡Ay!” una fusión de joropo con pop rock en el popular
videojuego Rock Band 3 producido por Harmonix Music
Systems y MTV Games para la videoconsola Xbox 360 de Microsoft, donde
niños y personas de todo el mundo se divierten intentando tocar el cuatro
venezolano.
En el año 2013 el cuatro fue declarado por el Ministerio de la Cultura
como Bien de Interés Cultural de la Nación.
1 – Afinación:

La afinación canónica (mirando al intérprete) es:


la -1ra cuerda
re - 2da cuerda
fa# - 3ra cuerda
si - 4ta cuerda

El cuatro venezolano es uno más de los instrumentos de cuerda que no guarda


una afinación totalmente ascendente o descendente al pulsar sus cuerdas de
arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba. Algunas de las afinaciones normales
antiguas del cuatro son la1-re2-fa#2-si2 y sol1-do2-mi2-la2 en formas
ascendentes. Las cuerdas que usaba el cuatrista popular venezolano eran de
dudosa calidad, construidas de tripas de animales, las cuales no soportaban la
tensión de la cuerda más aguda si2 afinada en la segunda octava. Solucionó
bajando ese si2 a si1 en la primera octava obteniendo de este modo, por un
motivo mecánico-económico, la afinación característica del cuatro
venezolano. Actualmente las cuerdas de los cuatros son de nylon.
Coloquialmente se conoce la afinación del cuatro con el nombre "cambur
pintón" dado el compás musical. A la inversa se le conoce
como "hipócrita" por el mismo motivo.
Por su parte, y consecuente con el origen del cuatro (ya que este procede de la
Guitarra Renacentista), existe un método alternativo de afinación creado por el
maestro Fredy Reyna al cual se le suele nombrar como Afinación
Reyna o "cambur ton-pín" la cual consiste en la siguiente ordenanza:

sol -1ra cuerda
do - 2da cuerda
mi - 3ra cuerda
la - 4ta cuerda

Fredy Reyna creó una afinación cónsona relacionada con la guitarra grande y
la guitarra renacentista, que cambiaría el temple tradicional del cuatro por
otro, afinando la primera cuerda una octava superior. Con la prima aguda, se
facilitaría el iniciar un repertorio de obras en las cuales el punteo y el
acompañamiento funcionarían simultáneamente.
Reyna cambió la afinación tradicional del cuatro, ordenando la altura de sus
cuerdas en un mismo sentido. Con el cuatro afinado de esa forma le otorgó
posibilidades más funcionales como instrumento solista, sin perder las
cualidades propias del instrumento popular.
esta afinación abrió las puertas a un sin fin de posibilidades Armónicas y
melódicas, incorporando elementos idiomáticos de los instrumentos hermanos
latinoamericanos, de la guitarra flamenca y del caudal de riquezas que reyna
descubrió en las tablaturas antiguas.

2 – Ejecución:

Actualmente existen dos técnicas. En primer lugar está la técnica tradicional,


en la que el cuatro venezolano se toca rasgueado y charrasqueado,
percutivamente. Desde los años 40 del siglo XX, se dio un gran desarrollo de
la técnica cuatrística, en primer lugar con el trabajo del Maestro venezolano
Eduardo Azuaje, cuyo sobrenombre artístico fue Jacinto Pérez, apodado El
Rey del Cuatro56 y, en la década siguiente, surgieron nuevos intérpretes, entre
los que destacaron Hernán Gamboa y Fredy Reyna, quienes experimentaron
con una técnica que mezcla punteo, rasgueado, con chasquidos,
charrasqueados, entre otros sonidos y con cualquier recurso técnico
generalmente empleado con las manos, llamado "Rasgapunteo" en la cual el
ejecutante realiza las melodías y ritmos al mismo tiempo a través de
movimientos muy independientes de la muñeca y los cinco dedos de la mano
derecha, mientras la mano izquierda hace un uso amplio de las variaciones e
inversiones armónicas. A medida que esta técnica se desarrolló, se le fueron
agregando más elementos, incluyendo pequeños golpes, patrones rítmicos
"callando" las cuerdas, entre otros.

3 – Usos:

A - Cuatristas solistas venezolanos:


Por uso solista entendemos la preponderancia musical e interpretativa de la
ejecución de uno o varios instrumentos constituyendo el sujeto principal de
transmisión. Este sujeto puede tener función utilitaria, girando en mayor o
menor grado alrededor de un nudo o centro cultural. Es el caso de la ejecución
solística de un himno religioso o una capacidad musical entendida como
propicia a la meditación, la oración, etc..., como ocurre en muchas culturas
orientales y precolombinas. Al respecto, tenemos el ejemplo que al hablar
acerca de la música de Irán nos explican Nelly Caron y Dariouche Safvate:

"Se ha dicho que la música iraní está más hecha para ser tocada, que para
ser escuchada. Esto es porque ella es antes que todo un medio de favorecer y
de manifestar un estado interior - que no excluye el estado de
gozo." Igualmente, no es una <<música>> en el sentido en que se acostumbra
utilizar este vocablo en Occidente, y no se debe escuchar como se escucharía
una obra sinfónica o un brillante concierto. Es música de intimidad, de
<<movimientos de alma>> de una interioridad y un refinamiento extremos.
Ella requiere un auditorio restringido y receptivo mucho más que una
asamblea numerosa y desigualmente atenta. (Caron y Safvate.p.21)
Por otra parte tenemos la forma de solismo desarrollada en Europa sobre la
base del goce estético de la producción musical por sí misma. En ambas la
relación del instrumentista y la música que produce con respecto al hecho
interpretado o sugerido, no está en función de un tercer elemento, es una
relación concéntrica en primer nivel.
Entre los solistas del cuatro más destacados se pueden incluir a Fredy Reyna y
a Hernán Gamboa, a Jacinto Pérez (El Rey del Cuatro), César del Avila, Luis
Adolfo Baradat, Jorge Glem, Adelso Paz (Rolito), los Hermanos Chirinos,
Angel Melo, Roberto Todd, Alí Agüero, Sir Augusto Ramírez, Albert
Hernández, Aquiles Báez, Cheo Hurtado (El sembrador del cuatro), Angel
Martinez, Rafael "El Pollo" Brito, Eduardo Azuaje, Javier Bencomo, Carlos
Capacho, Juan Carlos Salazar, Rafael Ortega, Urbano Narvaez, Luis
Pino, Edward Ramírez, Héctor Molina, Miguel Siso, Juan Carlos Sanz y otros.
El Concierto N°1 para Cuatro y orquesta de Orlando Cardozo es una de las
escasas obras concebidas para el instrumento en el rol de solista con el
acompañamiento de una orquesta. Su estreno tuvo lugar el 22 de marzo de
2012 en el Centro Nacional de Acción Social por la Música, donde la
Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, dirigida por el Maestro
Raimundo Pineda, acompañó al solista Carlos Capacho.
B – Acompañante:

El uso acompañante, a diferencia del solista, constituye un sujeto


complementario de transmisión. Este sujeto contribuye a la transmisión del
nudo o centro cultural por una vía más indirecta o abstracta. Así podemos
observar que una melodía cantada o ejecutada y su acompañamiento
constituyen dos densidades distintas de concreción dentro del mismo lenguaje,
mientras que una danza acompañada musicalmente constituye dos lenguajes
con diferentes grados de concreción cada uno. En estos casos el lenguaje más
concreto se convierte en el sujeto principal de transmisión y el menos concreto
se constituye en su periferia, adornándolo, resaltándolo...acompañándolo. La
relación del acompañamiento con el centro pasa por un tercera cuerda, es una
relación concéntrica en segundo nivel.

4 – Variantes:

El cuatro tradicional posee variantes basadas fundamentalmente en el número


de cuerdas y afinación.

A – Cuatro y Medio:

Es un cuatro con una cuerda complementaria que se sujeta por una clavija en
la parte inferior del mango. Al no poseer pisada produce una entonación fija y
cumple el papel de resonador. Actualmente está en desuso.

B – Cinco:

Se caracteriza por ser un poco más grande que el cuatro, y recibe su nombre
debido al número de órdenes o afinaciones. La técnica de ejecución es igual a
la del cuatro. Se utiliza en los estados andinos de Venezuela
(Mérida, Táchira y Trujillo) y en Lara, Carabobo y Falcón.
C - Cinco y medio:

De la misma manera que el cuatro y medio, agrega al cinco una cuerda


denominada tiple, la cual aporta una resonancia permanente, y es importante
destacar que quedan bien si la tocas.

D – Seis:

Es ligeramente mayor que el cinco, con seis cuerdas, pero cinco órdenes. Es
conocido en la región centrooccidental, especialmente en los estados Lara y
Falcón. Se emparenta con la jarana mexicana en su diseño y afinación.

E – Octavo:

Presenta ocho cuerdas dispuestas en cuatro órdenes dobles. Es prácticamente


una guitarra renacentista en desuso.

F - Cuatro Monterol:

Es un tipo Cuatro de caja pequeña, con cinco cuerdas; se emplea en el estado


Lara para la ejecución de Sones de Negro o tamunangue. Monterol, fue
un Luthier que vivió a principios del siglo XX en El Tocuyo, Estado Lara y
que perfeccionó este instrumento para el tamunangue y que alcanzó la fama
como fabricante por la sonoridad de sus instrumentos. Se dice que cuando los
finalizaba procedía a tocarlos y si el sonido no era el que esperaba los
despedazaba. El Cuatro Monterol es hecho de Cedro Amargo ya que es la
madera que le da el sonido característico conocido como "ladino" o más agudo
que el Cuatro Tradicional. Una característica particular del cuatro Monterol, es
el perfecto equilibrio que mantiene si es sostenido entre la unión del mango y
la caja. Adicionalmente, su caja está realizada en 6 partes (2 delanteras, 2
traseras y 2 laterales. lo que le provee la sonoridad particular, ya que las
uniones eran reforzadas para incrementar la sonoridad.
La Tradición de la Fabricación del Cuatro Monterol fue tomado en los años
50, 60 y 70 por el Señor Mateo Goyo en la población de San José de Quibor,
al morir, la tradición de este tipo de cuatro la tomó el Luthier tocuyano, Julio
Torrealba junto a su hijo Carlos Torrealba.

4 – Orígen:

El cuatro es un instrumento musical típicamente venezolano, de origen


llanero, que consta, como lo indica su nombre, de cuatro cuerdas, las cuales
pueden ser de tripa o de nailon, y que se denominan de izquierda a derecha:
cuarta, segunda, primera y tercera, pero que, musicalmente, le corresponden
los nombres de: LA, RE, FA# y SI.
Tiene sus orígenes muy remotos. Aparece en grabados iraníes y cretenses en
forma ovoidal y cuadrado. Hay quienes afirman que existía para el año 3.000
a. J.C., porque se han encontrado instrumentos similares en Egipto, que a su
vez son derivados de instrumentos caldeo-asirios. Se le ve aparecer
en España a comienzos del siglo XIV con cuatro órdenes. Posteriormente el
Maestro Salinas -Maestro de capilla de los Reyes Católicos - le añade la
quinta cuerda y Vicente Espinel -quien estableció la forma estrófica actual de
la décima- le agrega la sexta cuerda a comienzos del siglo XVII (conocida
como bordón o espinela) dando origen a la guitarra actual.
La música de la época era contrapuntística, por lo tanto se desdeñaba la forma
de tocar rasgueando. Fue Carlos Amat, a fines del siglo XVI, quien enseñaba a
tañer el cuatro de la manera típica en que ahora se hace. El cuatro llega a
Venezuela con la conquista española, y entra por la ciudad de Coro, ya que en
el siglo XVI era la ciudad más desarrollada del país, donde existía la primera
diócesis, arzobispado y música en la Catedral. De Coro pasa a El
Tocuyo, Carora, Barquisimeto, Portuguesa y Barinas. En crónicas de El
Tocuyo y Carora se citan tocadores de guitarra o cuatro. Cumaná era la
segunda ciudad en importancia y es probable que por vía marítimo-fluvial se
expandiera desde allí por toda la orinoquia. El misionero jesuita Miguel Alejo
Shabel llegó a Barinas entrando por Borburata y el 9 de abril de 1705 escribe a
Miguel Angel Tamborino sus observaciones de 15 días de fiestas en homenaje
a Santa Lucía e Inmaculada Concepción. Los cantos se acompañaban
con cajas, tamborines, arpas y guitarras usado por muchos músicos.
A Cheo Hurtado se le debe una iniciativa de referencia para la cultura
venezolana en el siglo XXI: La Siembra del Cuatro, terreno fértil para una
inmejorable cosecha de instrumentistas que, tras su participación en el evento
han emprendido una carrera musical, bien sea como solista o como
acompañante.

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