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GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

MINISTERIO DE SALUD

DEPARTAMENTO DE SALUD AMBIENTAL

EL PRINCIPIO PRECAUTORIO

Año 2009

El abordaje del tema principio precautorio es reciente y novedoso para el sector salud. Por
ello, desde el Departamento de Salud Ambiental e inmerso en el “Curso de Actualización en
Salud Ambiental” 2009, se convocó a diversos especialistas en la temática, con el fin de lograr
una mirada abarcadora que contemple distintos aspectos de la temática.
El presente documento fue elaborado a partir de los contenidos desarrollados en ese
encuentro y está destinado a acompañar el accionar del personal de los Equipos de Salud en
sus tareas cotidianas referidas en particular a problemáticas de salud ambiental.

Los especialistas convocados fueron:

 Andrés Nápoli, abogado, Director del Área de Participación Ciudadana de FARN


(Fundación Ambiente y Recursos Naturales)
 Verónica Odriozola, bióloga, Coordinadora Regional de la Campaña Salud Sin Daño
América Latina.
 Silvia Ferrer, médica pediatra, coordinadora del Departamento de Salud Ambiental, del
Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (DSA)

Introducción al Principio Precautorio

Andrés Nápoli sostiene que el principio precautorio rompe con algunas premisas clásicas del
campo del Derecho.

La responsabilidad de los actores implicados en una situación en la que sea necesaria la


intervención de la Justicia surge a partir de un hecho para el Derecho, y el eje de análisis y de
intervención es, por lo tanto, la recomposición. En cambio desde el principio precautorio, se
hace hincapié en la precaución y la anticipación de los hechos.

Una segunda ruptura está en el carácter colectivo del derecho ambiental. La


naturaleza ha sido siempre objeto de apropiación por parte de las personas de modo
individual, sin embargo, las consecuencias de esa apropiación son de impacto colectivo, por lo
que el derecho ambiental pone en juego esta dimensión.

¿Cuándo se produce este cambio en la relación Derecho-Ambiente?


Históricamente la naturaleza ha sido objeto de apropiación, de aprovechamiento de los
recursos naturales, situación que se modifica desde los años 50 y 60, cuando aparece la idea
de protección. Hoy el sistema jurídico está construyendo herramientas en sintonía con
posturas desde la prevención y la precaución, en lugar de la recomposición.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano (Estocolmo, 1972) y
la Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro (1992) marcaron dos hitos en la evolución del Derecho
Ambiental.

Evolución del Derecho Ambiental: Algunos hitos.

 1969: National Environment Policy Act.

 1972 Club de Roma. Los límites del crecimiento


Advirtió sobre efectos previsibles de los cambios complejos y
acelerados sobre el medio ambiente global.

 1972 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente


Humano (Estocolmo, 1972): Responsabilidad de los estados,
Responsabilidad por daño ambiental, cooperación.

 Informe Bruntland: Nuestro Futuro Común- 1987): Concepto


del desarrollo sostenible

 1992: Cumbre de la Tierra. Río de Janeiro.

El principio precautorio afirma:

“Cuando haya peligro de daño grave e irreversible, la ausencia de información


o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de
medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio
ambiente” (Principio 15, Declaración de Río de Janeiro 1992)1.

Desde noviembre de 2002, este tema está legislado en nuestro país a través de la Ley
General del Ambiente (Ley Nacional 25.675), que introduce en el Artículo 4 el principio
precautorio, entre otros principios.

Previamente, en la legislación argentina, el derecho ambiental fue incorporado con la


reforma constitucional de 1994. El Artículo 41 de la Constitución Nacional establece:

“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado,


apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el
deber de preservarlo.
El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo
establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional
de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la
diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos
de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que
aquéllas alteren las jurisdicciones locales.

1
También presente en: Ley contra la contaminación atmosférica, Alemania 1974; 1º, 2º y 3º Conferencia Protección
Mar del Norte, 1984, 1987 y 1990; Protocolo Montreal sobre capa de ozono, 1987; Declaración Desarrollo
Sustentable, CE 1990; Convención Cambio Climático Internacional,1992; Tratados de constitución de CE, 1992 y
1994; Ley de Derecho Francés, 1995; Consejo Desarrollo Sustentable, USA1996; Conferencia Mundial sobre
Ciencia, Budapest 1999; Convenio sobre Biodiversidad, Cartagena 2000; Convenio para eliminación POP,
Estocolmo 2001; Tribunal Supremo de España, 2000.
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente
peligrosos, y de los radiactivos.”

El Artículo 41 al establecer el derecho a un ambiente sano, da lugar al derecho a


exigirlo y al deber de preservarlo, esto enmarcado en el contexto del desarrollo sustentable.

Nápoli señala que por estar incluido en la Constitución Nacional es un mandato que se
debe tener en cuenta a la hora de legislar, de tomar decisiones en cada nivel, convirtiéndose
en una herramienta para los ciudadanos a la hora de reclamar y hacer valer su derechos.

El derecho al ambiente es un derecho humano de tercera generación por su naturaleza


colectiva2. Entre sus particularidades más notables:

 Señala la equidad de carácter intergeneracional, o sea el deber de preservar el


ambiente para las presentes y las futuras generaciones
 Presente una visión antropogénica, es decir centrada en los efectos de las acciones del
hombre
 impone el deber de preservación en la mirada de las autoridades y las personas.

El derecho al ambiente es de carácter colectivo, dado que todas las cuestiones que
atañen al entorno nunca afectan sólo a un individuo, sino que tienen impacto sobre una
comunidad o una población en su conjunto. El ambiente es utilizado por el ser humano como
medio para la satisfacción de sus necesidades y esta utilización implica su transformación; en
consecuencia, el ser humano debe contemplar los efectos que produce. El derecho a un
ambiente sano trasciende a las generaciones presentes, las cuales deben preservar la calidad
del mismo para las generaciones futuras. Por lo tanto, las autoridades deben proveer la
protección de este derecho y las personas están obligadas a preservar el ambiente.

Al decir que el derecho ambiental está inserto en el desarrollo sustentable, se


incorpora a los que están por venir, en este sentido, se debe construir socialmente un
desarrollo sin afectar el capital de los que vienen. En los temas ambientales se debe ver el hoy
y el mañana. Por ejemplo, en la causa “Mendoza, Beatriz S. y Otros c/ Estado Nacional y
Otros s/ Daños y Perjuicios (Daños derivados de la contaminación ambiental del Río Matanza-
Riachuelo)”, parte de la población afectada, es decir un colectivo poblacional, reclama el
saneamiento de la Cuenca a la Justicia, dada la omisión de los poderes públicos en el tema.

Los principios del Derecho Ambiental, en los que se inscribe el principio precautorio
tienen como funciones principales:

 una función informadora; es decir, orientan al legislador para que las leyes que dicten
se ajusten a ellos;
 una función de interpretación; es decir un criterio orientador para el juez o un
intérprete cuando existe una contradicción entre estos principios generales y
determinadas normas que deban aplicarse a una situación específica;
 una función como dique de contención ante el avance disfuncional de disposiciones
legales correspondientes a otras ramas del derecho.

En la causa Matanza-Riachuelo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación aplica los


principios de la Ley General del Ambiente (25.675) para intervenir. Puede afirmarse que esta
ley es hija directa de las Declaraciones de Estocolmo y de Río de Janeiro.

2
Los Derechos Humanos han seguido la siguiente evolución para su reconocimiento a lo largo de la Historia:
derechos civiles y políticos a fines del siglo XVIII; derechos de segunda generación: derechos económicos y sociales
durante el siglo XX; derechos de tercera generación: ambientales y al desarrollo, fines del siglo XX y principios del
XXI.
Otros principios del Derecho Ambiental que se enumeran en la citada Ley son:

Progresividad:
Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma gradual, a través de metas interinas
y finales, proyectadas en un cronograma temporal que facilite la adecuación correspondiente
a las actividades relacionadas con esos objetivos.
Subsidiariedad:
El Estado nacional, a través de las distintas instancias de la administración pública, tiene la
obligación de colaborar y, de ser necesario, participar en forma complementaria en el
accionar de los particulares en la preservación y protección ambientales.
Congruencia:
La legislación provincial y municipal referida a lo ambiental deberá ser adecuada a los
principios y normas fijadas en la presente ley; en caso de que así no fuere, éste prevalecerá
sobre toda otra norma que se le oponga.
Prevención:
Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se atenderán, en forma prioritaria e
integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se pueden
producir
Equidad intergeneracional:
Los responsables de la protección ambiental deberán velar por el uso y goce apropiado del
ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras.
Responsabilidad:
El generador de efectos degradantes del ambiente, actuales o futuros, es responsable de los
costos de las acciones preventivas y correctivas de recomposición, sin perjuicio de la vigencia
de los sistemas de responsabilidad ambiental que correspondan.

Principio Precautorio y Contaminación Química

Verónica Odriozola comenzó haciendo algunas reflexiones sobre nuestra vida cotidiana:
estamos rodeados de sustancias químicas, la exposición aumentó por la gran cantidad de
productos químicos empleados por la industria - presentes en productos que consumimos, en
emisiones industriales, en pesticidas de amplio uso -, la exposición excede el ambiente
laboral, presentándose en bajos niveles pero de modo continuo en las poblaciones; las
exposiciones accidentales pueden ser altas.

A partir del Siglo XX aumentó la producción industrial a gran escala, el uso y la emisión
de sustancias antropogénicas - es decir, de origen humano – y especialmente de metales
pesados.

Actualmente existen más de 100.000 sustancias químicas, de las cuales la mayoría de


ellas no tiene probada su inocuidad. En cada etapa desde la fabricación a la disposición final
de un producto, los compuestos químicos pueden entrar en el medio ambiente contaminando
el aire, el agua, los sedimentos o el suelo; y dado que algunos compuestos químicos persisten
por periodos prolongados en el medio ambiente, pueden interactuar entre sí provocando
efectos que aún se desconocen. Como consecuencia de esto se han encontrado unos 200
compuestos químicos industriales presentes en el organismo humano, muchos de los cuales
pueden provocar graves efectos sobre la salud como cáncer o problemas en la reproducción,
entre otros.

Tenemos el ejemplo del plomo (Pb), cuya toxicidad es reconocida desde el siglo XIX.
Hacia 1930 ya había consenso científico sobre el hecho de que el plomo era dañino para los
niños y los adultos, aún cuando no se conocían completamente los alcances de sus perjuicios.
A pesar de eso, el plomo continuó usándose en pinturas y naftas, de modo que se expuso a
gran parte de la población a sus efectos. Hoy se sabe que daña el sistema nervioso central,
disminuye el coeficiente intelectual y causa alteraciones del aprendizaje y del
comportamiento. También puede dañar al feto.

Conocemos estos efectos del plomo dado que ha sido estudiado por décadas. Los
niveles tolerables para el plomo y sus compuestos han descendido a lo largo de la historia,
pero el ser humano continúa desarrollando nuevos compuestos químicos de los cuales conoce
mucho menos sobre sus efectos y no existe un sistema adecuado para asegurar que no causen
daños.

Allí donde existen buenos registros, se ha visto un aumento de ciertas enfermedades


relacionadas con la exposición a tóxicos. Por ejemplo, incidencia de asma, especialmente en
niños; incidencia de malformaciones congénitas; incidencia de cáncer infantil - leucemia
linfoblástica aguda, cáncer de cerebro, osteosarcoma, cáncer de testículos -, según datos de
Estados Unidos de Norteamérica. Por otra parte, se conocen algunos efectos de los llamados
disruptores hormonales, que son sustancias que alteran la función hormonal de algunas
glándulas. En animales, se conoce que producen cáncer, desórdenes reproductivos y
problemas en el sistema inmunológico y nervioso. En humanos se registra un aumento de la
incidencia de hipospadias, cáncer testicular, cáncer de mama y menor edad en la aparición de
la pubertad.

La carga corporal de sustancias químicas que se puede registrar es un parámetro de


exposición. Existe un creciente número de estudios de biomonitoreo de orina, sangre, leche
materna, tejido graso, cordón umbilical, etc. en la población en general, así como datos en
polvo doméstico, que dan cuenta de la presencia de sustancias químicas extrañas al
organismo.

En el caso de los compuestos químicos, en la mayoría de los casos, se desconoce cuál


es el efecto de sus interacciones en y con los seres humanos.

Odriozola presentó un cuadro para ilustrar el desfasaje entre conocimiento y


legislación, que llamó Test de “sentido común” para la legislación de control:

Sí No

Sustancias de uso diario han sido evaluadas en


profundidad sobre sus propiedades que puedan X
suponer un peligro.
Las restricciones sobre un compuesto tóxico
también involucran su empleo en productos. X

Los compuestos más tóxicos deben ser


reemplazados si existen alternativas más X
seguras.
Tenemos derecho a saber qué compuestos están
contenidos en un producto. X

Una viñeta ilustra claramente la manera en que se enfrentan los conflictos ante
efectos de la contaminación:
(Adaptada de una presentación ambientalista sueca por Ernesto Doldán)
El empresario dice: ¡Puébelo!, obligando al damnificado a que demuestre que los daños que
refiere son producto de su acción.

En nuestra sociedad ronda una falsa concepción de que si algo está permitido es
seguro. El mejor ejemplo que tenemos es el uso de los teléfonos celulares. Sin embargo hay
numerosos estudios que muestran que no se puede afirmar la inocuidad de su uso.

La evaluación de riesgos es un estudio de laboratorio que se efectúa con animales, por


ejemplo se realiza una prueba con ratas para analizar la toxicidad de una sustancia
extrapolándose, luego, los resultados a humanos.

La evaluación de riesgos implica una modelización y por lo tanto, el empleo de dosis


diferentes a la exposición cotidiana, a esto se suma que las sustancias químicas interactúan
con otras, ocasionando efectos desconocidos. En base a modelos se intenta predecir los
posibles daños que ocasionan una práctica o una sustancia, sin embargo este enfoque presenta
numerosas limitaciones. En las pruebas de las sustancias hay numerosos intereses en juego, ya
que pueden implicar la no salida de un producto al mercado. Ante la duda de cómo se
trasladan los efectos a los humanos, el principio precautorio es una herramienta de
intervención.

La evaluación de riesgos presenta algunos límites, tales como:


• A menudo es difícil tener datos precisos de la exposición y de sus efectos
• Tenemos datos de situaciones reales – que podrían ser aportados por la Epidemiología -
, datos de experimentos en animales o en cultivos celulares.
• Los métodos son limitados para detectar un exceso de riesgo de determinados efectos
menor del 10%.
• Los datos de la vida cotidiana sólo están disponibles después de la exposición y muchos
factores pueden influir en los resultados.
• Existen problemas para interpretar los datos, de modo de estar convencidos de que la
exposición ocurre y en qué proporciones. Un ejemplo son los ftalatos presentes en
juguetes que fueron detectados en la Unión Europea.
• Los datos que arrojan los experimentos dependen de lo que se busque.
• La evaluación requiere de múltiples suposiciones que limitan la generalización de los
resultados.
• Es costosa y consume mucho tiempo.
• Sólo podría hacerse para una mínima fracción de los compuestos que nos rodean.
• Mientras tanto, y hasta que la relación entre la sustancia y el efecto se pueda probar
científicamente, no hay restricciones al uso y/o emisión de la sustancia.

El conocimiento científico también presenta límites definidos:


• Existe un desconocimiento de los impactos que se producen en poblaciones
particularmente vulnerables, por ejemplo los niños.
• Existe un desconocimiento de los impactos tóxicos de la exposición a bajas dosis de
sustancias – y de cuándo ocurre la exposición.
• Se presentan serias dificultades para analizar los impactos acumulativos o interactivos
de las sustancias y/o compuestos.
• Es dificultoso el seguimiento de las poblaciones durante periodos prolongados y con
varias exposiciones.
• En muchos casos no se conocen los parámetros reales de efecto y exposición, faltan
modelos correspondientes a la realidad.
• El modelo científico actual “esconde” la incertidumbre en datos cuantitativos. La
incertidumbre siempre favorece a los proponentes del riesgo.
• Hace falta la humildad ante la incertidumbre y la ignorancia.

Surge la pregunta acerca de la forma de desarrollar un sistema que proteja de manera


efectiva la salud humana y el medio ambiente. Una propuesta que hace Odriozola es
desarrollar procedimientos que sepan cómo lidiar con la incertidumbre científica para poder
tomar medidas precautorias.

Una premisa importante la constituye el principio de sustitución: una sustancia química


debe ser sustituida cuando está disponible una alternativa más segura.

La Declaración de Río sobre Ambiente y Desarrollo (1992), de Naciones Unidas, define


el principio precautorio como: “Cuando haya amenazas de daños serios o irreversibles, la falta
de plena certeza científica no debe usarse como razón para posponer medidas costo-efectivas
para prevenir la degradación ambiental”.

La Declaración Wingspread respecto del principio de precaución afirma que si una


actividad representa una amenaza para la salud humana o el ambiente, deben tomarse
medidas precautorias aún cuando algunas relaciones de causa y efecto no se hayan establecido
de manera cuantitativa en su totalidad. Esta proposición incluye cuatro componentes:
• Acción ante la incertidumbre.
• La responsabilidad de probar la ausencia de efectos debe corresponder a los
proponentes de la acción, no a las posibles víctimas de la acción.
• Evaluación de tecnologías y actividades alternativas.
• Se requieren métodos de toma de decisiones participativas.

Odriozola propone ahora una nueva versión de la viñeta:


(Adaptada de una presentación ambientalista sueca, por Ernesto Doldán)

- Pruébelo – dice el empresario


- No, Ud. pruébelo – responde el vecino.

Como ejemplo para analizar el principio precautorio podemos tomar el caso de los
ftalatos en productos de uso médico:

Sabemos que se liberan compuestos de PVC de los productos médicos.


Sabemos que existe exposición variable y no controlable en pacientes.
Ha existido evidencia desde hace 20 años sobre la carcinogenicidad de DEHP aunque hay debate
sobre la relevancia para los seres humanos.
Hay poca evidencia epidemiológica.
Hay evidencia creciente sobre impactos en el sistema reproductor de los niños a bajas dosis .
Un artículo reciente vincula ftalatos con circunsferencia de cintura y con resistencia a la insulina.
Existen alternativas que permiten reducir estas exposiciones.

¿Cómo aplicar desde salud el Principio Precautorio?

Silvia Ferrer comienza su presentación analizando nuevamente el contenido del principio


precautorio y citando las declaraciones internacionales en las que fuera incluido. Agrega que
ante las problemáticas ambientales globales, todos pareceríamos estar “vulnerables”. La
toxicidad de determinadas sustancias, la contaminación del aire, la contaminación sonora y
otras problemáticas ambientales nos dejan expuestos a posibles daños.
Siguiendo a Lavel, Ferrer entiende los riesgos como el campo de probabilidades de que
ocurra algo nocivo o dañino a una población. Para que un riesgo exista, debe haber una
amenaza o peligro. La vulnerabilidad representa el conjunto de atributos de un determinado
sistema social, que disminuyen la capacidad de respuesta frente a las amenazas o peligros.
Luego compara ambos conceptos, señalando que la idea de riesgo tiene una fuente
epidemiológica, que es analítico, y que identifica posibles asociaciones causales, asimilándose
a probabilidad. “Vulnerabilidad” es una búsqueda de síntesis, la co-presencia, la mutualidad,
la interferencia, la relatividad, la inconstancia, lo no unívoco, lo no permanente. Carácter no
probabilístico. “plausibilidad”, relación parte-todo. (D. Czeresnia; C. Machado de Freitas)3.

Considerando esto, las políticas públicas deberían dirigirse a la prevención, reducción y


eliminación de las debilidades internas y las adversidades del entorno, a la habilitación de los
individuos para perfeccionar su capacidad de respuesta a los choques externos, es decir, su
resiliencia (J. Gómez, CEPAL)4.

Según la Comisión Europea 2000 los criterios para la aplicación del principio
precautorio son la proporcionalidad, la no discriminación, la consistencia, la evaluación costo-
beneficio de actuar y de no actuar y el examen continuo de los desarrollos científicos.

Los componentes del principio precautorio podrán sintetizarse como:


 Responsabilidad
 Respeto
 Prevención
 Obligación de saber e informar
 Obligación de compartir el poder

Asimismo Ferrer señala que las acciones preventivas deben efectuarse en la etapa de
diseño de una actividad susceptible de entrañar riesgos. Las acciones precautorias pueden
resumirse en:
 Prohibiciones y eliminaciones graduales
 Producción limpia y prevención de la contaminación
 Evaluación obligatoria de alternativas
 Límites de exposición laboral basados en la salud
 Listado de productos químicos de comprobación obligatoria inversa
 Agricultura ecológica
 Gestión de ecosistemas
 Evaluaciones obligatorias previas a la comercialización

La obtención de evidencia objetiva sobre las diferencias en las condiciones de salud y


de vida, representa el primer paso para distinguir las inequidades en salud, entendiendo como
inequidad, la desigualdad injusta y evitable (Whitehead, 1991; Evans y col. 2001; Braveman &
Gruskin, 2003).

Por último, plantea algunas cuestiones para seguir problematizando los conceptos de
riesgo y vulnerabilidad:
 Ante las problemáticas ambientales globales todos pareceríamos estar “vulnerables”.
 Una manera de estimar la vulnerabilidad de los grupos sociales es estipular la ecuación
entre “factores de riesgo vs. factores protectores”
 Cuando se observan las poblaciones se evidencia una superposición de cortes de
desigualdad (género, edad, etnia, nacionalidad, condición económica de actividad,
entre otros).

3
Czeresnia, D. y Machado de Freitas, C. Promoción de la salud. Conceptos, reflexiones, tendencias. Buenos Aires,
Lugar Editorial, 2006. 1ºed.
4
S/d
La actividad cierra con un intercambio de preguntas y reflexiones sobre la temática:

- ¿Cómo se prueba que un producto no afecta la salud humana?

Veronica Odriozola: - ¡Esto es un desafío! Veamos la peligrosidad de la sustancia y si es


peligroso queda fuera del uso. Para analizar la peligrosidad de una sustancia o elemento
deben ser tomadas en cuenta tres características: la persistencia, la bioacumulación y la
toxicidad. A través de la aplicación del principio precautorio se verá si se dejan de lado o no.
Silvia Ferrer: - esto tiene que ver con características del mercado en nuestra sociedad. Por
ejemplo ¿es necesario que un niño tenga un celular con dibujos? El Estado debería ver qué es
indispensable y qué no, y a partir de allí normatizar el uso o la prohibición de un elemento.

- ¿Cómo un damnificado puede establecer el nexo causal entre su dolencia y una sustancia
o producto?

Andrés Napoli: - Habría que invertir el planteo. La empresa debe – en forma solidaria –
demostrar que no provoca daño. Acá tenemos la responsabilidad social. Se debe evaluar el
posible daño. La CABA tiene más de diez juicios por el tema de las antenas de telefonía
celular.

En el intercambio se presenta también como ejemplo el uso de mercurio en los insumos de


atención de la salud y su actual reemplazo progresivo por otros elementos que no lo
contengan. Aparecen como temas polémicos el uso de termómetros de mercurio y de digitales
que según un participante no funcionaron nunca. Silvia Ferrer explica las dificultades para la
incorporación de nuevas tecnologías en los procedimientos de trabajo, así como el exitoso
plan de reemplazo que se lleva a cabo en los hospitales de la CABA. Se reflexiona acerca de
los cambios que se han registrado históricamente en distintas actividades de salud y de la
complejidad de su aceptación y su incorporación a rutinas diarias. Surgen nuevas preguntas:

¿Qué debe hacer la población con los termómetros de mercurio?

Verónica Odriozola: - Estamos observando la necesidad de prohibir la venta de termómetros


de mercurio en las farmacias, difundiendo la necesidad de prever el riesgo a futuro, aunque
en lo inmediato no sea visible para la población. Con los que ya están en uso es necesario
difundir la manera adecuada de manejarse ante las roturas, cómo juntar las bolitas de
mercurio que se esparcen. Se sugiere ir a la página de internet de la Campaña Salud Sin Daño
(www.saludsindanio.org). El tema es comunicar a la gente estas cuestiones para que cada uno
pueda ir tomando las medidas necesarias.
Silvia Ferrer: - Podríamos llevar a los Centros de Gestión y Participación Comunal las pilas y
los termómetros de mercurio, ya que ha comenzado uno campaña en la Ciudad para recolectar
pilas comunes. Deberíamos averiguar primero qué se hace con estos elementos una vez que se
han recolectado.

Otros temas que se presentan como problemáticos son las amalgamas dentales y su reemplazo
por alternativas más adecuadas a la salud humana y la disposición de medicamentos
vencidos, que son frecuentes en los hospitales y se constituyen en residuos peligrosos.

Equipo de trabajo para la elaboración del documento:


Gabriela Bilbao, Pilar González, Silvia Fontán, Federico Holc.
Ilustraciones:
Ernesto Doldán
Coordinación, procesamiento y revisión:
Adriana Olivetto

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