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República Bolivariana de Venezuela

Seminario Evangélico Pentecostal

Asambleas de Dios

 Henry Carucí
 Marilyn de Carucí

Curso 06

Prof. Manuel Corrales

Materia: Profetas Mayores

Modalidad: Sabatino

Barquisimeto, 04/04/2.020
Enfoque de la Visión de Isaías

Isaías se halla en la cumbre el Antiguo Testamento como el genio literario de


los profetas de Israel. Su libro es el libro profético más extenso, y se proyecta
a futuro más que los libros de sus contemporáneos, este asombroso libro de
profecías incluye las profecías de Isaías sobre la venida del Mesías y el Siervo
Sufriente. Su impresionante grandeza, excelencia de expresión y dramático
estilo lo convierte en uno de los mejores ejemplos de la literatura hebrea.

El profeta Isaías se opuso a la creciente amenaza de Asiria, y a la formación


de alianzas políticas con otras naciones del Cercano Oriente, cuando el rey
Ezequías ascendió al trono, un nuevo día amaneció para Judá por sus
reformas espirituales.

Su enfoque profético por lo general se divide en profecías de condenación con


una serie de advertencias, y profecías de consolación para su pueblo y las
naciones. Cabe destacar que Isaías presenta más profecías mesiánicas que
cualquier otro libro del Antiguo Testamento, así como también la descripción
del futuro de Israel y el reino milenio universal de Cristo.

El profeta Isaías recibió una visión de Dios acerca de su gran poder, su gloriosa
majestad y su santidad purificadora. Mirar la majestad de Dios lo llevó a tener
una perspectiva humilde de sí mismo y su sociedad.

En particular, el libro de Isaías da una imagen clara, y a veces atemorizante,


de las expectativas de Dios para los líderes. En cierto modo, es una evaluación
extendida del desempeño de los reyes y otros líderes de Israel y Judá. En
Isaías, Judá se refiere al reino del sur de la nación dividida de Israel. Isaías
declaró el descontento de Dios por los pecados de Judá, Israel y las naciones
vecinas. Casi todas las palabras hebreas que designan al pecado son
utilizadas por el profeta. Al mismo tiempo, intentaba inducir al pueblo de Dios
a apartarse de su desobediencia, a fin de evitar el desastre que se avecinaba,
un esfuerzo que alcanzó un éxito limitado. Sin embargo, quizás su propósito
principal fue asentar las bases de la esperanza y la promesa que en el futuro
guiarían al remanente del pueblo de Dios.

Enfoque de la Visión de Jeremías

Los mensajes de Dios por medio de Jeremías no fueron amables ni positivos.


Por medio de Jeremías, el Señor estaba llamándolos a que regresaran a Él
antes de que se desatara el caos. El profeta fue llamado a destruir las prácticas
comunes en el reino de Judá. Parte de su tarea era oponerse a la idolatría y
las costumbres inicuas que se habían vuelto parte de la adoración en este
lugar.

En las escrituras no se encuentra que Jeremías aceptara el llamado de Dios a


ser su portavoz, a diferencia de Isaías, quien respondió a Dios diciéndole
“Heme aquí; envíame a mí” (Is 6:8). Cuando Dios le informó a Jeremías que
sería su portavoz en Jerusalén, el profeta protestó por causa de su juventud y
falta de experiencia. Jeremías supo desde el comienzo que su labor como
profeta sería difícil. Su tarea lo pondría en contra de toda la nación de Judá,
desde el rey, los príncipes y los sacerdotes hasta las personas en las calles
de la ciudad. Sin embargo, él recibió un llamado claro de Dios a realizar este
trabajo difícil y confió en que Dios lo guiaría al hacerlo.

Muchas de las profecías de Jeremías son de tipo sermón, a fin de informar,


instruir, exhortar, y aun confrontar al pueblo de Judá, sobre su fidelidad a las
normas de Dios. Las porciones de su libro contienen predicciones relacionadas
con las situaciones de finales de siglo VII e inicio del siglo VI a.C. Dios le pide
a Jeremías que pronuncie juicio inminente a su pueblo, donde se tratan
cuestiones relativas a Judá y a las naciones vecinas, donde el mensaje da
detalles sobre el futuro lejano, alcanzando una dimensión universal.
Su enfoque está dirigido a los acontecimientos del fin de los tiempos,
especialmente las profecías de juicio y la futura esperanza en la salvación de
Dios, a través de un nuevo pacto con su pueblo, y de un remanente fiel que ha
de regresar a la tierra de la promesa, donde todas estas profecías encuentran
su cumplimiento definitivo en Cristo, en quien se fundamenta este pacto. Las
profecías de Jeremías tienen que ver con los males sociales y políticos de su
época, así como también los relatos personales de su relación con el Señor.

Jeremías coincidió con los últimos días del reino de Judá. Durante el reinado
de sus últimos cinco reyes, el profeta rogó inútilmente por el arrepentimiento
genuino que podía proteger a la nación y evitar su caída. Presenció cuando
Jerusalén fue destruida y Judá fue llevada al cautiverio. En su libro se revela
su personalidad sensible a las actitudes de quienes lo rodeaban, lo cual da a
entender que él estaba despierto y alerta a los acontecimientos que se estaban
suscitando. Jeremías fue el profeta más perseguido, todos se volvieron en su
contra, sólo Dios estuvo con él.

Afligido por la caída de Jerusalén, fue inspirado para escribir los poemas
conmovedores encontrados en el libro de Lamentaciones, donde también
expresa el amor y la tristeza de Jehová por su pueblo, cuya perversidad y
desviación de la verdad lo llevo a esas circunstancias. Sin embargo, el enfoque
melancólico de Jeremías no tiene apariencia de desesperanza debido a las
promesas dadas por Dios a Moisés y David, porque tenía la esperanza de que
Israel se arrepienta y vuelva a Dios.

Enfoque de la Visión de Ezequiel

El profeta Ezequiel recibió un hermoso llamado donde pudo ver el trono de


Dios en una visión. El enfoque de su mensaje fue dirigido al desanimado
remanente de Judá exiliado a Babilonia. Les mostró que la responsabilidad
colectiva no cubría el pecado individual, ya que cada persona debía reconocer
su cuota de responsabilidad en la calamidad nacional, porque cada individuo
es responsable de su propio pecado, pero fue el acumulado peso de los
pecados de la nación lo que contribuyó a romper el pacto de Dios con Israel,
y los condujo al exilio a Babilonia.

En el libro el profeta trata tres aspectos fundamentales: el juicio de Judá, el


juicio de siete naciones paganas y las futuras bendiciones que recibiría el
pueblo de Dios.

También existen dos consideraciones teológicas en el enfoque del mensaje


del profeta, el primero es cuando destaca la responsabilidad del hombre “El
alma que pecare, ciertamente morirá” 18:4, y el segundo es la gracia divina en
el renacimiento de la nación, el cual resurgirá de los huesos secos 37:11-14.

Ezequiel tiene profecías pertinentes para los judíos de la actualidad. Estas


tratan acerca de la restauración de la tierra, la ciudad, el templo y la gloria de
Jehová en medio de Israel. También es importante para los cristianos ya que
a través de su enfoque revela parte de su plan para la consumación de la
historia en el venidero día de Jehová y en el glorioso mundo futuro.

El libro culmina con la descripción de un templo glorioso, algunos piensan que


se trata de una representación simbólica del ideal centro de adoración. Otros
creen que el profeta lo relaciona con el templo de Salomón, o el de Zorobabel.

También se ha sugerido que es el templo celestial de Cristo, como centro de


adoración al Señor en el futuro milenio cuando el Señor Jesucristo reine por
mil años. De las 66 predicciones de específicas de Ezequiel, aproximadamente
una cuarta parte se clasifica como tipología.

Es importante destacar la forma única y diferente en que Dios transmitió su


mensaje a través de sus profetas, sin dejar de direccionarlo hacia un mismo
propósito, el arrepentimiento genuino.

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