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Isaías 53:1-12.
S. Lucas 9:18-20. S. Juan 14:6.
INTRODUCCIÓN:
Una niña de corta edad, hizo un largo viaje para llegar a un pueblo por donde pasaba la
camioneta, esto con el fin de esperar a su hermana mayor que regresaba de un famoso colegio
lejano.
Esta hermana mayor, tenía muchos años de ausencia en casa. Antes de su llegada la familia le
había explicado a la niña menor que iba a llegar su hermana Eliza.
Cuando llegó el día señalado, la niña sale a la calle a esperar a su hermana en la parada. Horas
después llega el bus, se detiene en la parada, bajan la gente, la niña muy contenta excitada,
saludaba con vezos a la gente que bajaba del bus.
Luego bajó una señorita desconocida vino hacia la niña y la quiso abrazarla; pero ella esquivo el
beso y corrió a su mamá para preguntarle: ¿Por qué no vino Eliza? Y la madre le respondió, ella
es Eliza.
De igual manera los judíos, por muchos siglos habían esperado a Jesús; tuvieron de Él sus
propias idea. No reconocieron su llegada y en lugar de recibirlo lo rechazaron. (S. Juan 1:11).
Mayormente es este siglo cuando todos defiende su credo ponen la mirada en un dios diferente,
ponen la mirada en una tradición, en una costumbres.
Jesús vino a efectuar una obra redentora, (redimir= liberación). Su principal propósito fue unir al
hombre y a Dios en reconciliación. (2da. Corintios 5:19).
LA IGLESIA DEBE SABER QUE JESÚS FUEN ANUNCIADO POR LOS PROFETAS EN EL
ANTIGUO TESTAMENTO.
Isaías 7:14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel.” Isaías 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre
su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de
paz.” Miqueas 5:2 “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que
será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”
Zacarías 9:9, “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén, he aquí tu rey vendrá
a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
La profecía más clara acerca de Jesús, y definitivamente la más extensa, está en todo el capítulo 53 de
Isaías. 53:3-7 “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en
quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido
de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante
de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”
La profecía de los “setenta septenios” en Daniel capítulo 9:26, predicen la fecha exacta en que Jesús el
Mesías sería “quitado”. Isaías 50:6 describe con precisión los golpes que Jesús soportó. Zacarías
12:10 predice la lanza que “traspasó” el corazón del Mesías, y que ocurrió después de que Jesús murió
en la cruz.
Todos estos pasajes bíblicos nos confirma que: El Antiguo Testamento definitivamente profetizó la venida
de Jesús como el Mesías.
Ahora después de conocer los registros acerca de Jesucristo, profetizado por los profetas, se tuvo
cumplimiento en su totalidad en el Nuevo testamento.
Su sepultura.
Resurrección.
Aparición ante sus discípulos.
Su ascensión al cielo.
Su segunda venida es otro ejemplo de acontecimiento solo está en profecía. (1ra. Tesalonicenses 4:16).
Los cuatro evangelios declaran que Jesús es el Cristo, el mesías prometido en el A.T.
Mateo, presenta a Jesús como el nuevo Moisés, quien proclama una nueva ley.
S. Juan 14:6.
Una declaración radical.
Ustedes los seres humanos no van a inventar la manera de llegar al cielo.
El diseño de Dios para el mundo caído.