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Abordaje de la complejidad.

TGS

La gestión ambiental (GA) se propone como disciplina integral y transversal, por lo


que sus contenidos y herramientas pueden y, necesariamente, deben articularse con
otras disciplinas.

A la hora de hacer gestión ambiental, el paradigma determinista, relacionado con la


uniformidad, independencia, simplicidad y estabilidad, debe ser dejado de lado para
dar lugar al paradigma de la complejidad o incertidumbre, caracterizado por
dinamismo, interdependencia y diversidad. Esta forma de entender los procesos y
escenarios nos demanda reconocer la existencia de intereses en conflicto,
multiplicidad de factores y variables, y la necesidad de negociación, concentración y
reconocimiento del riesgo en la toma de decisiones.

Abordaje de la complejidad ambiental

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Abordaje de la complejidad ambiental

La complejidad ambiental no emana de la evolución de la materia ni


se descubre en el mundo objetivo. La complejidad emerge como
una nueva racionalidad y un nuevo pensamiento sobre la
producción del mundo a partir del conocimiento, la ciencia y la
tecnología; es el espacio donde se articulan la naturaleza, la técnica
y la cultura. (Leef, 2000, p. 1).

El enfoque de gestión nos propone integrar la variable ambiental desde las distintas actividades del hombre
en relación con otros hombres y la naturaleza. Es por esto que se trata de mantener una visión holística,
crítica e integradora de los conceptos y las problemáticas abordadas. Entender y operar con la GA significa
una gran diferencia profesional y puede ser una fortaleza técnica para un alumno y futuro profesional de
cualquier disciplina o carrera cursada.

Los desafíos técnicos y de gestión ya no se plantean tanto sobre temas específicos, sino sobre problemas
insertos en un contexto, relacionados con múltiples variables e interrelacionados con otros temas o
problemas. Las situaciones problemáticas atraviesan los escenarios de gestión y las situaciones de
conflicto pueden caer sobre cualquier actor social. Para interpretar este complejo sistema, para poder
entender y diagnosticar, se necesita de la interdisciplina, materializada en un grupo de especialistas
(entendido a nivel de experiencia, conocimiento y no solo de titulación académica), coordinado por una
persona formada en su entendimiento desde la generalidad, y es aquí donde el rol del licenciado en GA es
fundamental. Se necesita coordinar los equipos de trabajo, manejar un metalenguaje, unir esfuerzos, rellenar
vacíos de conocimiento y conducir las energías en pos del cumplimiento de los objetivos y la resolución de
los problemas.

Un elemento o herramienta importante a la hora de orientar el trabajo es la teoría general de los sistemas
(TGS) o, de una manera simplificada, la visión o el enfoque por sistemas. Con el objeto de entenderla un
poco más, repasaremos algunas cuestiones.

TGS
Desde la gestión ambiental, nos interesa más la TGS como una forma de ver al mundo que como teoría.
Representa de manera práctica una forma sistemática de entendimiento y aproximación a la realidad, que
nos permite interpretarla y accionar en ella.   La TGS aborda los sistemas desde el reconocimiento de la
complejidad holística y nos invita a trabajar desde la interdisciplina.

Figura 1: Concepciones de la TGS

Fuente: elaboración propia.


 Podemos definir un sistema como un conjunto de elementos relacionados que mantienen
un objetivo común.

La complejidad que reconocemos en los escenarios que operamos, especialmente desde las relaciones y el
entramado que surge de la dialéctica sociedad-ambiente, demanda una forma de interpretar y abordar la
realidad. El humano coexiste con situaciones complejas y problemas permanentemente, en la dimensión
social (a nivel humano, cultural y político), económica y ecológica.Necesitamos encontrar soluciones
viables, óptimos, sistémicos y objetivos, donde todos los actores encuentren satisfacción en el ganar-ganar
de la resultante. Esto necesariamente implica un paradigma diferente.

La metodología de la TGS realiza el análisis de los fenómenos como totalidades constituidas por elementos
en interacción, la existencia de entradas (inputs) y la generación de salidas (outputs). Busca integrar en el
análisis las partes del fenómeno, con el fin de alcanzar en sus límites la concepción de una totalidad lógica.
Deja de lado el paradigma analítico reduccionista, para montarse en una concepción integral y sintética,
busca sistematizar en la generalidad sin perder el contenido.

Retomando lo expuesto por Goldfarb (2007), bajo esta premisa de síntesis, las ideas clave que propone el
abordaje de sistemas son:

busca la optimización del todo y no solamente de subsistemas y partes aisladas;

sostiene énfasis en el abordaje interdisciplinario y trabajo en equipo;

da un denominador común y establece una línea de convergencia entre las distintas


disciplinas del conocimiento humano;

posee carácter sistemático, reiterativo y de constante evaluación.

Bajo el enfoque de sistemas, se pretende entender un proceso u objeto de estudio dentro de los límites de
una totalidad, un sistema definido, procurando incorporar todos aquellos elementos relacionados con los
fenómenos internos que pueden determinar o influir en las respuestas o salidas del propio sistema.  Para
trabajar desde este enfoque, suelen utilizarse técnicas de simulación, modelado, diagramas de flujo y
tecnología informática.   Especial sentido cobran los modelos, entendidos como simplificaciones de un
sistema real.

¿Cuáles son los elementos de un sistema?

componentes;

relaciones e interacción entre componentes;

inputs (entradas);

outputs (salidas);

límites.

Figura 2 : Elementos de un sistema

Fuente: elaboración propia.


Los elementos básicos son los componentes que en su forma de organización e interación dan la estructura
a la unidad. Los componentes son interdependientes y ejercen influencias, funcionan en un conjunto que
busca ofrecer una salida o respuesta que alcance el objetivo del sistema. Graficamente, podríamos pensar
en un montón de tablas y una escalera de madera: la escalera posee los mismos componentes, pero
organizados de determinada manera, bajo una relación pensada que ofrece la posibilidad de que se cumpla
el objetivo. La interacción da la estructura y forma a la escalera.

Los sistemas tienen estructura, funcionamiento y elementos de control, esto hace a su organización. Los
flujos que atraviesan los límites, hacia adentro y hacia afuera del sistema, son lo que llamamos entradas y
salidas. Estas marcan la función de un sistema. A veces es complejo definir los límites de un sistema,
Podemos interpretar límites físicos, conceptuales (o bajo un criterio definido), geográficos y hasta
temporales con mayor abstracción. Al buscarlos, debemos de pensar en el tipo de relación que tienen sus
componentes y el nivel y tipo de control que existe en las entradas y salidas del sistema. Así, por ejemplo, si
pensamos en el campus universitario como sistema y pensamos a los estudiantes como componentes,
veremos que algunos de ellos tienen una relación o vínculo directo si pertenecen al mismo curso o cátedra, o
a la carrera o escuadra deportiva; conformarán así subsistemas o subconjuntos de elementos. Sin embargo,
tendrán una relación indirecta con otros alumnos. Esta relación entre subsistemas ha definido límites que se
han establecido por el criterio del tipo de interacción.

En relación a los inputs y outputs, cuando un flujo entra a un conjunto de componentes y este no tiene
control sobre su ingreso, se entiende que hay un input en el sistema y podemos definir un límite que lo
separa de otros sistemas o unidades, tal como la que producirá el input que recibió. Por ejemplo, la radiación
solar es un input en el sistema urbano, porque la ciudad no ofrece control natural sobre la energía emitida
por el sol y hasta lo que hoy conocemos no ofrece control en su recepción.

La estructura de un sistema depende de las características asociadas a sus componentes, el número y tipo
de componentes y la interacción o arreglo que exista entre ellos. La estructura está muy relacionada con la
función del sistema.

En lo referente a las relaciones de los componentes, también pueden darse distintos tipos; puede existir una
relación donde la salida de un componente sea la entrada directa de otro; esta se denomina cadena directa.
Puede existir una retro alimentación entre los componentes, lo que define una cadena cíclica. Puede existir
una situación de competencia por la misma entrada en la cual dos componentes mantienen una relación del
tipo competitivo. Estas relaciones pueden estar presentes individualmente en sistemas simples, o en casos
más complejos, puede existir en conjunto. Las relaciones determinan el arreglo característico de un sistema,
al que si sumamos el tipo y número de componentes, conforman la estructura.

Cuando hablamos de sistemas y sus funciones, siempre los definimos en término de procesos. La función
se vincula con inputs y outputs y es resultante directa de la estructura. Retomando lo expresado por Goldfarb
(2006), los criterios más significativos para caracterizar un proceso tal vez sean la productividad, la
eficiencia y la variabilidad.

Para abordar y estudiar un fenómeno o proceso desde el enfoque de sistemas, se debe primero definirlo,
identificar los cinco elementos básicos que están siempre presentes.

Debemos encontrar el sentido del sistema, definir sus límites, subsistemas y componentes, analizar las
variables y sus atributos, ver cómo se conforman y manifiestan las relaciones, las tensiones, los controles,
las entradas y salidas, caracterizar la estructura, pensar en el arreglo y la función. Analizar un sistema es, en
términos simples, relacionar la función con la estructura.

Una estrategia de trabajo puede ser definir un esquema o modelo del sistema complejo. Como indicamos,
estos representan una simplificación del sistema. Modelar favorece la interpretación y el análisis. Resulta
útil en la generación de conocimiento, permite comprender y generar hipótesis de funcionamiento, valorar
comportamientos, atributos de las variables y descubrir propiedades emergentes. Modelar permite
comprender, predecir consecuencias y planificar acciones a implementar.

Complementamos el tema con la siguiente lectura:

La complejidad ambiental.pdf
2.4 MB
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Goldfarb, M.C. (2003). Apuntes de Cátedra. Córdoba:UBP.

Leff, E. (2000) La complejidad ambiental (versión electrónica). México: Siglo XXI.Recuperado de


https://goo.gl/zzZPbV.

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