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EL DIARIO DE CAMPO PEDAGÒGICO

El concepto de Diario Pedagógico, está referido a un instrumento para el registro


detallado de experiencias que, pueden ser objeto de construcciones teóricas a
partir en este caso de una práctica pedagógica; también es posible, por supuesto,
referirse a prácticas docentes.

Orígenes de la idea de Diario Pedagógico:

Se han querido asumir para el DIARIO PEDAGOGICO, algunas características del


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DIARIO DE CAMPO, el cual ha sido utilizado en los procesos de sistematización
de experiencias, como una herramienta para construir conocimientos a partir de
una práctica intencionada

¿Por qué un Diario?

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El Profesor Efrén Acero justifica la elaboración del Diario por parte del
profesorado, dado que:

1. Urge el cambio de la profesión, para lo cual se debe:

- Hacer lectura y registro de los problemas y las conceptualizaciones;


- Re conceptualizar las concepciones.

2. Porque se debe pensar y escribir la teoría que determine la nueva


Pedagogía.

“Porque lo cierto es que nuestra profesión de educadores no ha alcanzado en


nuestra sociedad la jerarquía normal a que tiene derecho, dentro de la esencia de
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los valores intelectuales”.

Porque el maestro no debe seguir siendo un simple transmisor de conocimientos


que están al alcance de todos; se ha considerado hasta ahora, que un buen
maestro, suministra lo que se espera de él, cuando posee una

1 . Documento elaborado con fines docentes por Julio R. Sanabria. Medellín. 2006
2
. Ver orientaciones sobre el Diario de Campo, como elemento de sistematización de
experiencias.
J.R.S.

3 ACERO, Efrén. El Diario de Campo: Medio de Investigación del Docente. En: Revista
Actualidad Educativa. Año III. Nº 13. S.f. p. 13
4
. Ibid. p.13
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cultura general elemental y algunas recetas aprendidas que le permitan inculcarla


en la mente de los alumnos.

¿Cómo se resolverá esta situación si no es con la participación de los maestros


en las investigaciones?

Para caminar en firme agrega el Profesor Acero inevitablemente debemos retomar


las orientaciones que dieron hace varios lustros gigantes de la talla de Jean
Piaget, Lev Vygotski, David Ausubel, Basil Berstein, Jerome Brunner, Edward de
Bono, Daniel Stufflebean, Joseph D. Novak y D.B. Gowin, por nombrar solo unos
pocos.

La verdad es que cada uno de nosotros, ha concebido la realidad escolar, desde


nuestro particular modelo didáctico, construido por el conjunto de creencias y
concepciones epistemológicas e ideológicas, a cerca de la enseñanza y del
aprendizaje, de las relaciones sociales y de los contenidos académicos, de las
metodologías, de la evaluación... modelos que en el trasfondo guían, justifican y
condicionan nuestra práctica educativa.

3. El Diario es un instrumento que favorece la reflexión sobre la praxis,


facilitando la toma de decisiones acerca del proceso de evolución y la relectura de
los referentes, acciones éstas, normales en un docente investigador, agente
mediador entre la teoría y la práctica educativa.

4. Favorece el establecimiento de conexiones significativas entre el


conocimiento práctico (significativo) y el conocimiento disciplinar (académico).
Mediante el Diario se pueden realizar focalizaciones sucesivas en las
problemáticas cotidianas sin perder las relaciones de contexto.

5. Propicia el desarrollo de niveles descriptivos, analíticos, explicativos,


valorativos y prospectivos dentro del proceso investigativo y reflexivo del docente-
educador.

6. Un buen Diario, podrá convertirse en el medio para analizar, categorizar y por


lo tanto someter a revisión crítica nuestras “maneras naturales” de desempeño
docente.

Características y justificación:

En el Diario Pedagógico se anotan los hechos observados de primera mano, o por


personas que con su testimonio, permiten que el educador abarque un universo
mayor de información; por ejemplo, los hechos ocurridos en las clases, en los
descansos, u otros momentos significativos para la vida intelectual de docente,
como su participación en Consejos, reuniones,
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Asambleas, conferencias, talleres, seminarios, observación de videos, cines...etc.


donde el educador pueda tener acceso a nuevas formas de pensamiento,
costumbres, modelos pedagógicos, tendencias didácticas, formas de evaluación y
todo aquello que pueda influenciar su trabajo como maestro.

Es recomendable utilizar una libreta (cuaderno o similar) que se llevará consigo al


sitio de los acontecimientos (campo). Cuando esto sea imposible, las notas en
cualquier medio son importantes, siempre y cuando se transcriban posteriormente
en el Diario Pedagógico.

Los apuntes sueltos, con destino al Diario, suelen marcarse con un


encabezamiento a manera de "palabra clave" o frase corta que ayudará a
refrescar la memoria en el momento de "pasar a limpio" el Diario Pedagógico.
Estas palabras claves sirven para ubicar fácilmente el tema cuando el Diario deba
ser utilizado con fines de documentación o de argumentación conceptual.

La libreta (al igual que en el Diario de Campo) se puede utilizar para anotar
fechas, cifras, actores, nombres y otros datos de importancia, que muchas veces
olvidamos con facilidad. Además, se puede utilizar la libreta para hacer esquemas,
diagramas, mapas conceptuales, dibujos, etc., elementos que harán más fácil la
"reconstrucción" posterior del Diario Pedagógico.

Los registros deben ser exactos tratando de captar la mayor cantidad posible de
información; utilizar el lenguaje original. De él dependen las precisiones de los
registros.

Es necesario tener claro que no se quiere (ni se puede) realizar un inventario


exhaustivo, sino más exactamente una recopilación de elementos y aspectos
pertinentes que se deben integrar en un todo, concretamente en el "objeto" de la
sistematización, que se reconstruirá con todas sus partes y relaciones, a partir de
la información obtenida de la experiencia y de otras fuentes.

El Diario Pedagógico es, entonces, un instrumento útil para la descripción, el


análisis, la valoración de la realidad escolar. Las primeras descripciones,
probablemente muy generales, deben conducir a una visión más analítica a
medida que se va categorizando y clasificando los distintos acontecimientos y
situaciones recogidas en el Diario.

Posteriormente, al mismo tiempo que se reflejan y detectan los problemas


prácticos, éstos se van aclarando y delimitando. En este sentido se puede pensar
que “todo problema es un componente de un proceso continuo, que se va
desarrollando, reformulando y diversificando en sucesivas
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Aproximaciones, que van desde lo general a lo concreto, desde la descripción al


análisis, desde la explicación a la valoración y viceversa.

Esto puede y debe permitirnos el cuestionamiento de nuestras concepciones


implícitas ya que constituyen la información que hay que movilizar en un proceso
de desarrollo para hacer las nuevas construcciones profesionales.

En general el Pedagógico, debe tener un espacio para la socialización, ante un


colectivo que esté en condiciones de ayudar a la reflexión y que en un momento
dado puede tener la connotación de equipo investigador.

Cómo iniciarlo:

Siguiendo las orientaciones del Profesor Acero, un Diario deberá iniciarse con una
descripción sistemática y pormenorizada de la dinámica de los ambientes de
aprendizaje dentro o fuera del aula , hecha a través de la lectura de la realidad; así
será posible y fácil detectar:

- Indicadores de nuestro desconocimiento de los estudiantes.


- Niveles previos de desarrollo, al iniciar nuestras actividades de enseñanza.

- Expectativas de los estudiantes. temores, esperanzas...


- Circunstancias del proceso de concertación del nuevo plan de estudios o plan
de trabajo del docente.
- Estrategias de seguimiento y control.
- Los instrumentos de registro del estado de desarrollo de competencias.
- Las estrategias para identificar aprendizajes previos.
- Descripción de acontecimientos más significativos de la dinámica psicosocial y
ambiental percibida en el aula y fuera de ella.

El propósito de iniciar así el Diario es presentar una panorámica general y


significativa de aquello que , desde nuestro punto de vista, sucede en el aula (o
fuera de ella) describiendo las actividades, relatando procesos y categorizando (en
lo posible) las distintas observaciones que se van recogiendo.

Una clasificación sería:

- Las observaciones referidas al docente. Conductas afectivas, normativas, de


enfoque, imaginarios prospectivos...
- Las referidas a los estudiantes. Actuaciones individuales, grupales,
características personales, niveles de desarrollo, estilos de aprendizaje...
- Las referidas a la comunidad docente. Organización, apoyo, convergencia de
intereses, acuerdos, trabajo colectivo, integración de áreas...
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En las Escuelas Normales, el Diario Pedagógico recobra importancia, en cuanto


facilite el monitoreo y socialización de experiencias para derivar o reafirmar
aprendizajes mediante la consideración y evaluación de la práctica cotidiana.

Sobre la estructura del Diario:

Para resolver la preocupación sobre qué modelo seguir, se acoge en este


documento la sugerencia de resolver previamente dos interrogantes, a saber:

¿Para qué se hace?


¿Para quién se hace?

Teniendo claras estas respuestas, surge el “Cómo” hacerlo.

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