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La educación es considerada como la base de la sociedad.

Con el paso del tiempo, se ha


evidenciado que a través de esta podemos solucionar cualquier dificultad. Una persona
educada genera un cúmulo de consecuencias favorables en todos los ámbitos de la
humanidad, y a su vez, permite que los seres que la rodean aprendan prácticas determinantes
en la construcción del entorno en el que vivimos. Entonces, se vuelve necesario el análisis de la
educación a partir de diferentes propuestas y estrategias para contrarrestar las grandes
problemáticas del mundo y es ahí donde los pedagogos tenemos la responsabilidad de
transformar mediante el arte de enseñar.

De acuerdo con Kant, ‘’la educación es un arte cuya pretensión central es la búsqueda de la
perfección humana’’ entendiendo así que un mundo educado posibilita la salida al caos que
nos agobia hoy en día. Indiferencia, egoísmo e intolerancia son algunas de las características
principales del mundo que nos rodea y estos a su vez han sido impartidos en las experiencias y
los conocimientos que previamente adquirió el hombre de acuerdo a cada comunidad.

Un ejemplo claro es mi historia de vida y creo que la de cada uno de nosotros, puesto que
todos terminamos siendo un reflejo de lo que vivimos y hemos vivido. En este punto, cabe
mencionar que las enseñanzas no se adquieren siempre de forma voluntaria y que, además,
son procesos que encontramos en cualquier parte del universo, aun sin esperarlo. He
aprendido en situaciones de felicidad y, lamentablemente, en algunas de tristeza. Hace unos
años enfrente la muerte de un ser querido y a partir de ese momento comprendí el significado
y el valor de cosas a las que normalmente no les daba importancia.

Así mismo, se puede afirmar que cada ser es objeto de enseñanza y aprendizaje, puesto que el
camino de todos ha sido diferente, muy diferente. Nunca logramos dimensionar la vida del
otro, aunque la escuchemos. Y por esta razón considero que, sin importar de qué lugar
provenga, cualquier persona es digna de aportarle algo al mundo. Por mi parte, he intentado
perfeccionarme internamente, de modo que todo aflore en el exterior. Soy una persona
solidaria que, a partir de la pedagogía y el deporte, ha entendido la vida de una manera
especial y es ahí donde puedo decir que le aporto algo al mundo, o por lo menos al mío.
Familiar y laboralmente he concebido procesos diferentes y transcendentales. Por ejemplo, he
tenido la oportunidad de compartir espacios de interacción y aprendizaje con niños y jóvenes
en situación de vulnerabilidad. Por medio de esta formación, he evitado que este tiempo se
destine a prácticas indebidas y que debilitan el futuro de la sociedad.

De acuerdo con todo lo mencionado anteriormente, se hace evidente que el cambio que
necesita el mundo que nos rodea debe estar fundamentado en la educación principalmente. Y
a su vez, el objetivo de los pedagogos y nosotros, los estudiantes en formación, es encontrar
estrategias que fortalezcan

Uno de los países desarrollados que más invierte en educación es Dinamarca, con un
porcentaje de 8% del PIB (producto interno bruto). Esta inclinación del gobierno les ha
permitido a los daneses consolidarse como una de las culturas más sobresalientes.
Paradójicamente, el porcentaje del PIB que destina nuestro país también resulta alto (5.8 %), e
incluso nos posiciona como uno de los países sub desarrollados con mayor inversión en el
ámbito educativo, aunque seamos una de las sociedades con menos valores.
Amarillo:

Cuál es la percepción del mundo que me rodea, características

Azul

Qué le estoy enseñando o transmitiendo a ese mundo que me rodea

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