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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

NOMBRE DEL ALUMNO: Hugo Miguel Méndez Sosa.

LA RELACIÓN DE FUERZAS ENTRE EL SNTE Y EL GOBIERNO


FEDERAL: LA POLÍTICA EDUCATIVA EN MÉXICO 1976 – 2018

NOMBRE DE LA MATERIA: Seminario de investigación I

PROFRA. Claudia de la Fuente.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La relación entre el gobierno federal y el SNTE fue desde el inicio de apoyo mutuo,
incluso funcionaban con uno sólo en la toma decisiones políticas en materia
educativa, además de que el sindicato le servía al Partido Revolucionario
Institucional (PRI) como fuerza política, ya que automáticamente los miembros del
SNTE también lo eran del PRI. Esta situación ocasionó que el sindicato tuviera
una fuerte dirigencia, estructura y la suficiente influencia tanto para incidir en la
mejora de los derechos laborales de los trabajadores, como para la
implementación de la política educativa en el país, al igual que contribuyó al
mantenimiento del sistema hegemónico del PRI.

Sin embargo, para finales de la década de los setenta, México se encuentra en


una coyuntura donde se busca dos cosas importantes, la primera, dar oxígeno al
sistema, es decir, comenzar un proceso de democratización y segundo, la entrada
del neoliberalismo en el país. Estos dos eventos implicaban cambios estructurales
importantes en todos los aspectos. La materia educativa no fue la excepción.

El problema de la relación de fuerzas entre Sindicato Nacional de Trabajadores de


la Educación (SNTE) y el gobierno federal, se explica bajo la perspectiva de que
esta conduce y representa la educación en México, es decir, mediante los
mecanismos de negociación entre ambas fuerzas, se toman las decisiones de
política educativa en el país, y esta situación vista desde los sexenios
presidenciales, denota que existen momentos en que los acuerdos consistieron en
un proceso menos o más conflictivo, mismo que trae consecuencias de mejora o
de retroceso en la educación en el país.

De igual forma, esta relación se convierte en problemática, precisamente porque el


SNTE no sólo se ha dedicado a defender los derechos laborales o a mejorar la
educación, que en sentido estricto, esa es la tarea encomendada, sino que
también ha funcionado como operador político en campañas políticas y a través de
la incorporación de sus miembros a cargos públicos consigue llevar a cabo sus
intereses, pero esto implica que los gobiernos también, incluso los de la

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alternancia, ocupen al sindicato para fines electorales, entonces la cuestión sería
si la política educativa únicamente representa el pretexto de la relación de
intereses o si verdaderamente existe el compromiso latente de ambas partes para
llevar a cabo la una política educativa de resultados.

Justificación

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde su origen en


1944 se convirtió en una organización sindical que busco fusionar diversos grupos
de trabajadores de la educación que se encontraban en el país Y durante la
presidencia de Manuel Ávila Camacho se piensa al SNTE como un pilar del
Estado para formar la unidad nacional a través de un proyecto educativo.

Es a partir de este momento en donde surge una relación estrecha entre el


gobierno federal y el SNTE, por lo que este trabajo surge a partir de cuestionar
sobre ¿qué influencia ha tenido la relación de fuerzas del SNTE y el gobierno en la
Política educativa de México? De manera que el objetivo es analizar la influencia
de la relación de fuerzas entre el SNTE y el gobierno federal en la política
educativa de México de 1976 a 2018. Se plantea este periodo porque por un lado,
el sistema político se abre paso a un proceso de democratización y por el otro
lado, se introduce el modelo neoliberal en el país. Estos dos elementos traen
consigo una reestructuración en México en todos los ámbitos, y por consiguiente
en la materia educativa.

A lo largo del trabajo se busca identificar los periodos en que la relación de fuerzas
entre el SNTE y el gobierno federal incide en mayor medida en la política
educativa de México y sobre todo explicar por qué la política educativa en México
durante 1976 a 2018 responde a la relación de fuerzas entre el SNTE y el
gobierno federal.

Finalmente, se plantea como hipótesis que la relación de fuerzas entre el SNTE y


el gobierno federal durante este periodo ocasiona que la política educativa en
México busque la atención única a un conflicto de interés de ambos y no
precisamente la mejora en la educación. Además de que el SNTE a través de las

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negociaciones con el gobierno federal y la resistencia que tuvo para mantener su
liderazgo frente a él, hace que se convierta en el principal organismo que ayuda a
aplicar la política educativa en México, incluso bajo las condiciones neoliberales,
manteniendo su estructura y su fuerza política.

La educación es un tema que se debe pensar como primera prioridad y en México,


como un problema que requiere atención urgente, sin embargo, la parte de las
relaciones políticas, permite o no la mejora en la educación en el país. Entender
cómo se mueven estas relaciones y de qué manera pueden accionar es de vital
importancia para la implementación de una política educativa integral con
resultados favorables que contribuyan al desarrollo del país.

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN.

1.1 ¿cómo se gestó la educación centralizada en México?


1.2 ¿Cómo surgió el SNTE?
1.3 ¿Cuál era la función del SNTE en la educación
1.4 ¿Por qué sucedió el proceso de descentralización en la educación?
1.5 ¿Qué efectos tuvo el proceso de descentralización en la educación y en
la SNTE?

2.1 ¿Qué efectos tuvo la alternancia en la SNTE?

2.2 ¿Cuál fue la relación de la SNTE y la presidencia de Vicente Fox?


2.3 ¿Cuál fue la política educativa en el periodo 2000-2006?
2.4 ¿Cuál fue la relación de la SNTE y la presidencia de Calderon?
2.5 ¿Qué efectos tuvo el regreso del PRI y la Reforma Educativa en la SNTE?

DETERMINACIÓN DE OBJETIVOS

General:

 Analizar la influencia de la relación de fuerzas entre el SNTE y el gobierno


federal en la política educativa de México de 1976 a 2018.

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Específicos:

 Identificar los periodos en que la relación de fuerzas entre el SNTE y el


gobierno federal incide en mayor medida en la política educativa de México.
 Explicar por qué la política educativa en México durante 1976 a 2018
responde a la relación de fuerzas entre el SNTE y el gobierno federal.

JUSTIFICACIÓN

La relación entre el gobierno federal y el SNTE fue desde el inicio de apoyo mutuo,
incluso funcionaban con uno sólo en la toma decisiones políticas en materia
educativa, además de que el sindicato le servía al Partido Revolucionario
Institucional (PRI) como fuerza política, ya que automáticamente los miembros del

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SNTE también lo eran del PRI. Esta situación ocasionó que el sindicato tuviera
una fuerte dirigencia, estructura y la suficiente influencia tanto para incidir en la
mejora de los derechos laborales de los trabajadores, como para la
implementación de la política educativa en el país, al igual que contribuyó al
mantenimiento del sistema hegemónico del PRI.

Sin embargo, para finales de la década de los setenta, México se encuentra en


una coyuntura donde se busca dos cosas importantes, la primera, dar oxígeno al
sistema, es decir, comenzar un proceso de democratización y segundo, la entrada
del neoliberalismo en el país.

Estos dos eventos implicaban cambios estructurales importantes en todos los


aspectos. La materia educativa no fue la excepción, por tal razón se plantea la
necesidad de analizar la influencia de la relación de fuerzas entre el SNTE y el
gobierno federal en la política educativa en México a partir de 1976 a 2018, y de
esta forma entender cómo se reformula esta relación y los resultados en la
educación.

METODOLOGÍA

Para la presente investigación se utilizó el enfoque cualitativo, mismo que consiste


en la recolección de datos sin medición numérica para descubrir o afinar
preguntas de investigación en el proceso de interpretación. Se recabó la
información a través de libros, revistas en línea y noticias, para buscar describir y
correlacionar ambos actores (el SNTE y el gobierno federal), por ende, se emplea
la técnica documental.

De igual forma se utiliza el método comparado para contrastar la relación de


fuerzas del SNTE y el gobierno federal, así como las políticas educativas
empleadas en siete sexenios presidenciales en México (1976 – 2018).

HIPÓTESIS

 La relación de fuerzas entre el SNTE y el gobierno federal durante el


periodo de 1976 a 2012 ocasiono que la política educativa en México

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buscara únicamente atender conflictos de interés y no la mejora de la
educación.
 El SNTE a través de las negociaciones con el gobierno federal se convierte
en el principal organismo que ayuda a realizar y aplicar la política educativa
en México y de esta manera logra mantener su estructura y fuerza política.

MARCO TEÓRICO

Los sindicatos en México surgen a partir de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos de 1917. Esto tienen su fundamento en el artículo
constitucional 123 apartado A fracción XVI, el cual menciona que “tanto los
obreros como los empresarios tendrán derecho coaligarse en defensa de sus
respectivos intereses, formando sindicatos, asociaciones profesionales, etc”
(UNAM, 2009).

El sindicato es definido como “toda asociación formada para la defensa de


intereses económicos o políticos comunes a todos los asociados” (RAE, 2018). En
México el sindicato se conceptualiza en la Ley Federal del Trabajo en su artículo
356 como “asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio,
mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses”.

La conformación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)


es resultado de una necesidad del gobierno para conformar un proyecto educativo
unificado de nación. Entre las organizaciones que se fusionaron con el SNTE se
encuentra al Sindicato de Trabajadores de la Educación de la República Mexicana
(STERM), el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUNTE) y el
Sindicato Mexicano de Maestros y Trabajadores de la Educación (SMMTE); el
registro definitivo del Sindicato fue concedido por el Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje el 15 de julio de 1944 (IEESA, 2012). De esta forma, el
SNTE se convierte prácticamente en el único sindicato del magisterio a nivel
nacional y ayuda a establecer la centralización total de la educación básica en el
país.

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El SNTE junto con la Secretaría de Educación Pública fueron los responsables de
coordinar los esfuerzos para trabajar la materia educativa en México, se menciona
que incluso la formación del SNTE estuvo marcada por un “elemento estatista y
autoritario, pues aunque la agrupación del magisterio contenía una cierta identidad
de intereses y objetivos compartidos, no era voluntad de la mayoría congregarse
en una sola organización” (Arnaut, 1992 citado en Bensusán; Tapia, 2011: 21).

El SNTE bajo la desconcentración de la SEP y descentralización de la


educación.

Se comienzan a suscitar conflictos para 1958, puesto que en este año tuvo lugar
una amplia movilización magisterial que reclamaba autonomía sindical y apertura
democrática y sobre todo el debate sobre la necesidad de desconcentrar o
descentralizar la SEP, esto último se torna formal durante la presidencia de José
López Portillo (1976 – 1982). Desde el inicio de su sexenio propone una política
educativa que planea “el mejoramiento de la calidad de la enseñanza, mediante la
reforma de dos aspectos cruciales: el sistema de formación de maestros (la
transformación de la enseñanza normal y la creación de la Universidad
Pedagógica) y el sistema de control (descentralización) y evaluación del trabajo
docente (la desconcentración administrativa de la SEP)” (Arnaut, 1998, 267).

La desconcentración consiste en “transferir algunas funciones administrativas y/o


técnicas a niveles más bajos de administración (regional, provincial o local), pero
manteniendo el poder de decisión a nivel central” (Flores, 2018), en el caso de la
SEP la desconcentración se refería a “crear delegaciones en los Estados al tiempo
que se reorganizaba el trabajo de la Secretaría, especialmente en el ámbito de la
planeación y programación de los servicios” (Zorrilla, 2008). Además de que se
buscó aumentar el poder decisional de los altos mandos de la Secretaría sobre la
asignación de recursos, las formas de evaluación de las instituciones educativas,
los contenidos educativos. Por otro lado la descentralización es “la acción de
transferir autoridad y capacidad de decisión a organismos del sector público con
personalidad jurídica y patrimonio propios, así como autonomía orgánica y técnica”
(Flores, 2018), en este caso se trataba de un cambio estructural del sistema

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educativo que consistía en la “distribución efectiva de la función educativa, con el
fin de que cada nivel de gobierno y todos los sectores de la sociedad tuvieran la
posibilidad de contribuir en la tarea y responsabilidad de la educación (Trejo;
Cózatl, 2017: 45).

Esto ocasiono el descontento en el SNTE porque afectó directamente dos


elementos en donde tenía posición: “el sistema de formación de maestros y el
control técnico y administrativo del magisterio en servicio” (Arnaut, 1998).
Entonces la relación entre la SEP y el SNTE pasó por una serie de fricciones,
primordialmente la resistencia del SNTE a la nueva política.

El secretario general del SNTE, Ramón Martínez Martín realizo reclamos para que
el sindicato ocupara cargos en las delegaciones del interior del país, de igual
manera las quejas de Jonguitud Barrios, líder de la “Vanguardia revolucionaria”,
eran porque no tenían acceso a la planeación de la educación y la
desconcentración administrativa se estaba transformando en política y pretendía
pulverizar la organización (Revista Proceso, 1981).

Para el sexenio de Miguel de la Madrid (1982 – 1988) se planea continuar con


esta desconcentración de la SEP, a pesar de las inconformidades del SNTE. La
política educativa que se plantea el presidente tiene las siguientes características:
1) se trataba de una política más radical: más allá de la desconcentración y de la
descentralización interna de la SEP, se proponía transferir la educación básica y
normal a los gobiernos locales; 2) la táctica de ejecución fue distinta, ya que la
desconcentración de Portillo comenzó por ser un hecho en cambio, la
descentralización de este gobierno primero fue un proyecto público (Arnaut, 1998).

El SNTE enfrentaba dos posibles amenazas, la primera era que este corría el
riesgo se transformase en una confederación o en múltiples sindicatos que
tuvieran poco vínculo y la segunda amenaza se encontraba dirigida hacia la
dirección nacional del sindicato que basaba su control de la vida sindical, en parte,
en una estructura sindical y un esquema de negociación centralizados (Arnaut,
1998). No obstante, en 1985 este proceso comenzó a bajar su intensidad, porque

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fallece Jesús Reyes Heroles, Secretario de la SEP, colocando así en el cargo a
Miguel González Avelar, quien llega a sostener acuerdos con la SNTE, en
beneficio de este último y para el final del sexenio contaba con el 40% de las
delegaciones.

Todos estos cambios provocaron la "descentralización política" del SNTE y la


SEP: “una descentralización de facto, estimulada por la desconcentración
administrativa, pero que no violentaba la estructura centralizada del Sindicato ni la
desconcentrada de la Secretaría” (Arnaut, 1998), es decir, sólo descentralizaron
sus actividades, más no su estructura.

La reforma educativa de los noventa: Federalización de la educación y el


papel del SNTE

Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) se llevaron a cabo


los cambios más profundos en la educación mexicana y el SNTE no se quedó
tranquilo cuando se anunció el Programa Nacional para la Modernización
Educativa: 1989-1994.

La federalización de la educación consistió en “la transferencia del personal, las


escuelas y los recursos de los servicios educativos del gobierno federal a los
gobiernos de los estados; simultáneamente el gobierno federal conserva y
refuerza sus facultades normativas sobre el sistema educativo nacional” (IEESA,
2012).

Este cambio se consideró como una necesidad puesto que el país se encontraba
sumergido en el neoliberalismo y la globalización, esto denoto la falta de eficiencia
del sistema educativo y del mismo sindicato, así como las enormes deficiencias
que existían en la calidad educativa del país, se menciona que “la educación se
encuentra en "el punto de mira de los comerciantes", y los gobiernos tomaron
nuevos rumbos respecto al derecho social a la educación pública y a su contenido
ideológico” (Góngora; Leyva: 2007).

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Sin embargo, este programa no se pudo implementar al inicio del sexenio, en
primer lugar por el conflicto magisterial de 1989, que culminó con el
descabezamiento y disolución de Vanguardia Revolucionaria y el arribo de un
nuevo grupo a la dirección nacional del SNTE; en segundo lugar, los problemas de
legitimidad a los que se enfrentó el presidente por su triunfo dudoso y en tercer
sitio, el cambio del titular de la SEP en 1992 (Arnaut, 1998). Sobre el primer punto,
cabe destacar que la renuncia de Carlos Jonguitud Barrios, líder de la Vanguardia
Revolucionaria, se suscitó precisamente porque fue presionado por la presidencia
nacional y es sustituido por Elba Esther Gordillo, antigua aliada del líder
magisterial, bajo esta nueva dirección, el gobierno y el SNTE formularon nuevas
negociaciones para 1) Consolidar a Elba Esther Gordillo al frente del Sindicato; 2)
Renovar al Comité Ejecutivo Nacional; 3) Suprimir referencias estatutarias a la
corriente de Vanguardia Revolucionaria; 4) Avanzar ya las nuevas líneas del
proyecto sindical (IEESA, 2012).

Después de este proceso la respuesta sindical a las reformas educativas se vivió


como un “compromiso del sindicato para mejorar la eficiencia del sistema
educativo y la calidad de la educación, lo cual ocultó el viraje político-ideológico de
la organización” (Góngora; Leyva, 2007).

La descentralización educativa se consumó el 18 de mayo de 1992. Ese día la


SEP, el SNTE y los gobernadores de los estados firmaron el Acuerdo Nacional
para la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEBN). En los
siguientes días la Secretaría de Educación firmó una serie de convenios con cada
uno de los gobiernos estatales: después, algunos de éstos signaron otros
convenios con la dirección nacional del SNTE, con el fin de garantizar la
representación sindical del personal transferido a los estados (Arnaut, 1998) y a
partir de este momento el SNTE en conjunto con el gobierno federal y estatal
buscó la modernización del sistema educativo, a través de distintos programas y
pactos (IEESA, 2012).

Al ANMEBN se le conoce como el “acuerdo de las tres erres”, ya que estableció


tres grandes líneas de política con el propósito de impulsar una educación básica

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para todos de calidad y con equidad. Las líneas fueron:1) Reorganización del
sistema educativo nacional; 2) Reformulación de contenidos y materiales
educativos; 3) Revaloración de la función magisterial (Zorrilla; Barba: 2008).

Como se puede observar el ANMEBN es sobre todo un “acuerdo político”, puesto


que incluye la aprobación del gobierno federal, los gobiernos de los estados y por
supuesto, del SNTE, sin embargo, no se puede perder de vista que sobre todo la
transformación de la educación se da por razones tanto estructurales, como bajo
una perspectiva de contexto internacional donde se tenía la obligación de hacer
más eficiente la prestación del servicio educativo y avanzar en la calidad de la
educación frente a las exigencias del cambio social y la modernización del sector
productivo para formar recursos humanos mejor calificados que estén en
posibilidades de competir en un escenario de emergencia de la sociedad por la
información y conocimiento, la articulación a la economía mundial, y la reapertura
de la oportunidad de desarrollo democrático (Zorrilla; Barba, 2008); no obstante,
es inevitable remarcar el hecho de que el SNTE se convierte en fiel acompañante
de las reformas educativas neoliberales a cambio de garantizar la subsistencia de
su estructura de poder centralizada que a la vez, en organización, si acata la
disposición del gobierno, porque el SNTE va a tener presencia en órganos de
representación política de los gobiernos federal, estatales y locales y esta
situación al final le da mayores beneficios puesto que lograr penetrar en muchos
espacios a lo largo y ancho del país, es decir, “fortaleció el vínculo de la
organización con diversos poderes fácticos de la nación y extendió su poder
político a espacios de decisión sustantivos para la orientación de las políticas
públicas en el país” (Góngora; Leyva, 2007: 8).

El SNTE frente a la alternancia en México: Política educativa de 2000 – 2012

El SNTE como se planteó en apartados anteriores, desde su origen fue aliado del
PRI, aun cuando tuvieron sus diferencias, existieron también negociaciones en
beneficio de ambas partes, de tal manera que a pesar de que México se incorpora
a la lógica neoliberal, el SNTE logra mantener su estructura y continuó siendo el
principal aliado en la elaboración e implementación de la política educativa en el

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país, porque mientras “la tendencia general de los sindicatos es a reducir su
capacidad de negociación colectiva y la obtención de beneficios a sus agremiados,
el SNTE ha logrado ventajas importantes para el magisterio” (Bensusan; Arturo,
2011: 19-20).

Para el 2000 ocurre la primera alternancia en México, gana la elección


presidencial Vicente Fox Quezada perteneciente al Partido Acción Nacional, esto
en primera instancia hizo que se pensara que el SNTE, tendría problemas para
negociar con el nuevo partido, porque evidentemente el poder político del SNTE
provenía de un legado institucional corporativo, de controles y subsidios estatales
vinculados al PRI, sin embargo, paradójicamente es durante este periodo
presidencial que se consolida el sindicato (Góngora; Leyva, 2007). La perspectiva
que se tienen es que si en 1943 el SNTE tenía influencia en las políticas
educativas, hoy en día su oposición o colaboración es decisiva para su
implementación (Góngora; Leyva, 2007).

En esta misma línea, para exaltar la importancia del SNTE en la toma de


decisiones del primer gobierno panista, se puede mencionar que el SNTE adopto
como estrategia ocupar cargos públicos desde los cuales es posible incidir en la
política educativa, específicamente, desde el Poder Legislativo (Federal), se
impulsó la ley que obliga al gobierno federal a destinar el 8% del PIB en educación
(cifra que aún no se alcanza) y a hacer el preescolar de cobertura obligatoria
(Santibáñez, 2008); lo que da a cambio el sindicato es aceptar sin dudar las
iniciativas de Fox en materia educativa como el “Programa de Escuelas de
Calidad, Enciclomedia, la Guía para Padres, Acuerdo Social para la Calidad de la
Educación que comprometía al sindicato a someter a concurso las plazas de
docentes, directores y supervisores (Navarro, 2005:269-319 citado en Muñoz,
2008).

Además, el SNTE se convierte en un sindicato privilegiado, puesto que se


buscaba reducir a los demás sindicatos la capacidad de negociación colectiva y la
obtención de beneficios a sus agremiados (Fairris; Levine, 2004 citado en
Bensusan; Arturo, 2011), mientras que al SNTE se le otorgó un “incremento

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salarial acumulado entre 2000 y 2006 fue de 38% (pasó de 4 mil 562, a 6 mil 331
pesos) y se incrementaron el número de maestros en carrera magisterial y el
número de créditos de vivienda” (Ornelas, 2008 citado Bensusan; Arturo, 2011:
20).

Entonces, el SNTE se convierte en una organización aún más fuerte, porque si


bien durante el gobierno priista era base importante de la educación, tenía el
control y después se lleva el mérito de lograr sostenerse y adaptarse al modelo
neoliberal, a pesar de estas condiciones, indudablemente es con el PAN con quién
aplica estrategias diferentes y mucho más efectivas para ir monopolizando el tema
de la educación en el país, para hacer evidencia de estos hechos se tiene que el
SNTE a partir de la reforma estatutaria de 2004 queda como “sindicato unitario
para sostener la titularidad legal de la representación de los trabajadores de la
educación ante las autoridades educativas federales, municipales y estatales”
(Góngora; Leyva, 2007).

Otra de las funciones que ejerció el Sindicato de Trabajadores durante estos


gobiernos, no fue precisamente en el ámbito educativo, ni en el laboral, sino en el
electoral, ya que “El SNTE, se ha convertido en operador político de presidencias
panistas carentes de experiencia política y sin bases organizadas de apoyo, que
han reconocido el apoyo de la organización magisterial” (Góngora; Leyva, 2007:
35). Esta peculiaridad del sindicato ya había estado presente en los gobiernos
priistas, sin embargo, se plantea nuevamente como fuerza electoral porque se
suscita bajo un escenario donde su dirigente, Elba Esther Gordillo, tuvo que
negociar con Felipe Calderón Hinojosa, candidato del PAN, que gana la
presidencia de México bajo las mismas condiciones de un supuesto fraude que
Carlos Salinas y esto obliga a Gordillo a blindarse frente a un posible "golpe de
legitimidad política" y del probable interés de algún dirigente magisterial, opuesto a
su liderazgo, de negociar su caída con la Presidencia (Muñoz, 2008).

El resultado de esta negociación fue que Elba Esther fue reelegida como
presidenta del SNTE, por anticipado, por un congreso nacional extraordinario,
pues su gestión concluía en julio de 2008, para un "periodo único", hasta el año

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2012 (Muñoz, 2008) y no sólo eso consiguió, de igual forma en 2007 “Fernando
González Sánchez, yerno de la presidenta vitalicia del SNTE, queda como titular
de la Subsecretaría de Educación Básica que, por su peso y presupuesto, es la
más importante de la SEP” (Santibáñez, 2007: 421).

Por otra parte, en el periodo presidencial de Felipe Calderón, el 15 de mayo de


2008 se formalizó entre el SNTE y el gobierno federal la Alianza por la Calidad de
la Educación, misma que consistía en impulsar una transformación de la
educación mediante cinco ejes rectores: 1) modernización de los centros
escolares; 2) profesionalización de los maestros y autoridades educativas; 3)
bienestar y desarrollo integral de los alumnos; 4) formación integral de los alumnos
para la vida y el trabajo y 5) evaluar para mejorar (IEESA, 2012: 16).

En general, el papel del SNTE se vuelve significativo por las siguientes razones:
en primer lugar, cuenta con recursos que puede intercambiar (personal docente y
votos); en segundo lugar, tiene recursos materiales (incremento en el gasto
público en educación, en particular, a los salarios); presenta adaptabilidad a la
democratización política y flexibilidad; existe cohesión sindical (Bensusan; Arturo,
2011).

Para terminar este apartado, es necesario abordar la cuestión de la mejora en la


educación del país, es decir, si estas negociaciones o acuerdos que aterrizaron en
la política educativa y en los respectivos programas tienen resultados positivos, no
obstante, se menciona que la estructura de incentivos del SNTE “no siempre
estará alineada con los objetivos de eficiencia y mejora en la calidad educativa,
particularmente cuando éstos amenacen su poder político y económico”
(Santibáñez, 2008: 424).

El regreso del PRI, reforma educativa y el SNTE

En 2012 regresa a la presidencia de la República el Partido Institucional


Revolucionario (PRI) con Enrique Peña Nieto, el cual desde el primer día como
mandatario declaro la puesta en marcha de una serie de reformas estructurales de

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corte inminentemente neoliberal, donde la reforma a la educación se convertía en
un proyecto que nuevamente pondría en tensión la relación con el SNTE.

El 3 de diciembre de 2012, Peña Nieto firma con los tres principales partidos
políticos el “Pacto por México”, donde se anuncia formalmente la educación de
calidad y con equidad, en la cual se impulsará una reforma legal y administrativa
en materia educativa con tres objetivos: 1) aumentar la calidad de la educación
básica y que se refleje en mejores resultados en las evaluaciones internacionales
como pisa; 2) aumentar la matrícula y mejorar la calidad en los sistemas de
educación media superior y superior, y 3) que el Estado recupere la rectoría del
sistema educativo nacional, manteniendo el principio de laicidad (López, 2013:
60). Este fue el primer paso, el segundo es el 25 de febrero de 2013 cuando de
manera protocolaria se promulga oficialmente la reforma educativa y no invitan a
la dirigencia nacional del SNTE y de hecho durante la tarde de ese día el
Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, de manera sorpresiva,
anuncia la detención de Elba Esther Gordillo en el aeropuerto de Toluca, por el
desvío de más de 2 mil 600 millones de pesos del SNTE; después se le agregó el
cargo de delincuencia organizada (López, 2013), el sindicato queda desarticulado
ante este suceso para actuar en contra de la reforma, puesto que su aprehensión
se entiende como un mensaje claro al magisterio a fin de dejar constancia de que,
en ciertas coyunturas, el Estado se puede desprender de sus propias criaturas; es
decir, hacer uso de la fuerza para deshacerse de aquellos a quienes ya no se les
considera de utilidad, por mucho poder que hayan acumulado al cobijo y
complicidad del mismo aparato estatal (Pérez, 2013: 96).

En cuanto al contenido de la reforma al artículo 3° constitucional se incorpora la


calidad educativa que implica instituir la evaluación obligatoria para los docentes
en servicio, así como la creación de un servicio profesional docente que habilite
los concursos de ingreso, promoción y reconocimiento; junto con el otorgamiento
de autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) con
el propósito de fijar las directrices institucionales orientadas a evaluar el trabajo de
los maestros de educación básica en los distintos estados del país (Pérez, 2013:

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96), además se busca crear un Sistema de Información y Gestión Educativa;
otorgar autonomía de gestión de las escuelas; establecer escuelas de tiempo
completo; brindar computadoras portátiles con conectividad; fortalecer la
educación inicial de los maestros; incrementar la cobertura en educación media
superior y educación superior y el Programa Nacional de Becas (López, 2013: 60).

Se menciona que con la reforma de Peña “se transformó sustancialmente la


naturaleza del trabajo docente. Trasladó a los maestros, de la noche a la mañana,
al reino de la inseguridad y la precariedad laboral. El magisterio dejó de ser una
profesión de Estado para convertirse en una profesión semiliberal, cuyo
desempeño está sujeto al arbitrio de la autoridad. De paso, decretó la práctica
extinción del normalismo” (Hernández, 2019).

Finalmente, la reforma educativa de Enrique Peña Nieto deja como saldo un SNTE
acotado acotado y supeditado a las decisiones del gobierno federal y la Secretaría
de Educación; además, pierde margen como interlocutor del magisterio a nivel
nacional y local en las negociaciones bilaterales SEP-SNTE. La mejora salarial ya
no será parte de esas negociaciones, ahora estará determinada en función del
reconocimiento al mérito individual a partir de los resultados obtenidos en enlace
(López, 2013: 68). La política neoliberal iniciada a finales de los setenta, realmente
se lleva a cabo durante este gobierno, porque se hace un lado el sindicato y el
gobierno es ahora el que instrumenta la política educativa a su manera, sin
negociación. Le correspondió al SNTE discernir entre defender los intereses
laborales de sus agremiados o comprometerse con la solución de los problemas
que afectan el aprendizaje y es justamente aquí, donde también le corresponde al
Estado pensar sobre qué tipo de sindicalismo debería promoverse en el sector
educativo para convertirlo en un pivote de la transformación del sistema más que
en un obstáculo (Bensusán; Tapia, 2013).

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

17
Arnaut, Alberto (1998). La federalización educativa en México: Historia del debate
sobre la centralización y la descentralización educativa (1889-1994). El
Colegio de México, Centro de Estudios Sociológicos. México. Pp. 352.

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