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SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA DE


MÉXICO

División de Ciencias de la Salud, Biológicas y Ambientales

Licenciatura en nutrición aplicada


Desarrollo Humano

Nombre del Docente: Rogelio Luna Reyes


DL14LURR01157
Grupo: NA-NDHU-1902-B1-006

Asignación a cargo del docente.

Problema prototipo

Daniel Israel Nava García


Cómo México y Estados Unidos pueden solucionar el tema de la
migración
Por ERNESTO ZEDILLO y CARLOS M. GUTIERREZ 12 de septiembre de 2016

Una familia se comunica con parientes en Estados Unidos desde el lado mexicano
de la frontera, en Tijuana. CreditGuillermo Arias/Agence France-Presse — Getty
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WASHINGTON — Estados Unidos y México comparten una rica historia. Durante
más de un siglo, la gente ha ido y venido a través de la frontera para trabajar.
Su trabajo arduo y dedicación podrían haber tenido lugar dentro de un mercado
laboral bien regulado y ventajoso para ambos países. Sin embargo, en años
recientes la mayor parte de la mano de obra se ha movido en un vasto mercado
negro, afectando a los trabajadores, las familias, la seguridad y las finanzas
públicas en ambos países.
Hay una decepción justificable ante este resultado. Hemos observado con
frustración, desde los más altos niveles de gobierno de cada lado de la frontera,
cómo los dos vecinos han desaprovechado las oportunidades de ayudarse
mutuamente.
Nuestros países dejaron de cooperar para regular la migración de trabajadores en
1965. Comprensiblemente, rechazaron la historia previa de los acuerdos fallidos
de “braceros” que se adoptaron desde 1942, que contenían salvaguardas
inadecuadas para los trabajadores de ambos países. Sin embargo, en lugar de
trabajar para reparar dichas fallas, desde entonces se han negado a cualquier
reglamento cooperativo de flujos de trabajadores no especializados.
El triste resultado han sido décadas de ilegalidad desenfrenada. Hoy, con base en
algunos cálculos razonables, de los 11,7 millones de personas nacidas en
México que viven en Estados Unidos, casi la mitad (5,6 millones) carecen de
autorización legal. La causa de fondo de esta tragedia es que los gobiernos no
promulgaron conjuntamente un marco bien regulado para los flujos de mano de
obra.

La sorpresa de las mujeres de La Paz


Existe una mejor manera de hacer las cosas.
Creemos que ambos países deben llegar a una solución duradera, innovadora y
cooperativa para cosechar los tremendos frutos de dirigir la migración legal y bien
regularizada hacia actividades que complementen y permitan el bienestar y
potencial productivo de todos los trabajadores y sus familias. Pensemos, por
ejemplo, en los estadounidenses ancianos a los que cuidan los enfermeros
mexicanos, o en los niños estadounidenses que son criados en hogares que se
construyen y se mantienen limpios gracias a trabajadores mexicanos, así como las
oportunidades de que esto les permita a las familias mexicanas transformar sus
vidas, como alguna vez sucedió con la mayoría de las familias estadounidenses
cuando sus antepasados fueron migrantes.
Es posible regular estas actividades en formas que genere trabajos nuevos y
mejores para los trabajadores estadounidenses de todos los niveles educativos,
promuevan la inversión y el crecimiento en ambos países y fortalezcan las leyes
de México y Estados Unidos. Un mercado laboral bien regulado puede dar forma a
un flujo de mano de obra migrante que complemente, en lugar de competir con los
trabajadores de Estados Unidos. Un mercado negro no puede hacer eso.
Proponemos un nuevo acuerdo bilateral para regular futuros flujos de trabajadores
no especializados entre México y Estados Unidos. Esta es la forma duradera y
práctica de deshacernos de los muchos males del mercado negro y es esencial
para fortalecer el Estado de derecho y la seguridad nacional en ambos países.
Un acuerdo como ese requiere innovación. Nuestros países necesitan un acuerdo
para el siglo XXI que rompa con los moldes, no los acuerdos defectuosos de
generaciones pasadas. Por eso le pedimos a un grupo de ciudadanos destacados
de ambos países, con una extensa visión y habilidad política, que nos asesoraran
en cómo Estados Unidos y México podían regular conjuntamente en el futuro la
migración laboral no especializada para beneficio de ambos países. Sus
antecedentes en seguridad nacional, sindicatos laborales, derecho, comercio,
diplomacia y economía ayudaron a sustentar lo que consideramos un plan realista
para el futuro.
Hemos redactado un anteproyecto innovador para una nueva era de cooperación.
Entre las propuestas incluimos un sistema de aranceles para garantizar que a los
empleadores estadounidenses les convenga contratar primero a trabajadores
estadounidenses; una forma de portabilidad de visa entre empleadores que
permitiría proteger los derechos de los trabajadores mexicanos y
estadounidenses; un límite de salvaguardas para evitar un alza no prevista en la
cantidad de trabajadores que cruzan la frontera y nuevos incentivos para la
capacitación laboral, retorno de migrantes e integración. Así mismo, propone un
sistema integral y bilateral para regular a los reclutadores de mano de obra
mexicana, por primera vez en medio siglo, a fin de respetar los derechos laborales
y las leyes de ambos países.
Algunos escépticos podrán decir que el nivel de rencor político ahogará nuestro
pragmatismo cooperativo. Nuestra respuesta es que ya hemos esperado mucho
tiempo una solución duradera a la inmigración ilegal, y que nuestra propuesta es
una vía práctica y a largo plazo para eliminar y reemplazar al mercado negro.
Otros podrán señalar que la migración neta transfronteriza cayó enormemente
después de la Gran Recesión. Observamos que aquellos que se centran en estos
pequeños flujos netos ocultan la auténtica magnitud de los flujos en ambas
direcciones, los cuales aún requiere una regularización adecuada; cerca de
150.000 a 200.000 mexicanos cruzan la frontera cada año hacia el norte y casi el
mismo número se dirige hacia el sur.
Hemos intentado el unilateralismo durante dos generaciones y no ha funcionado.
Hay alternativas bien pensadas y los vecinos no tienen otra opción que trabajar
juntos. En nuestra frontera común, podemos construir un futuro común.

Diez posibles soluciones a la desigualdad económica en México


En este país las diez personas más ricas tienen lo mismo que la mitad de los
pobres y esto es alarmante; por eso Oxfam hizo un decálogo que debería ser
tomado en cuenta por los candidatos a la presidencia.
Si las diez personas con más dinero en México pudieran juntar su riqueza,
sumarían exactamente el capital que posee la mitad más pobre del país. Así de
desigual es una de las naciones latinoamericanas en donde con más naturalidad
conviven la opulencia y la pobreza más extrema.
Según Oxfam, una organización internacional que realiza labores humanitarias en
90 países, esta crisis es mundial. Pero el caso de México resulta alarmante.
De acuerdo con datos provenientes de su más reciente informe, llamado México
justo: propuesta de políticas públicas para combatir la desigualdad, el país forma
parte del 25 por ciento de las naciones más desiguales del mundo. Y las medidas
puestas en marcha por las autoridades para hacer algo al respecto han sido
insuficientes. 
La coyuntura electoral de este 2018 alentó al equipo de Oxfam México a hacer
algo con los datos de desigualdad económica que se plasmaron en el informe. Así
fue como armaron una serie de propuestas, que se concretaron en
un decálogo para —desde la trinchera de las políticas públicas— combatir el
fenómeno.

Acá, las diez medidas a través de las que esta situación en el país podría mejorar:
1.- Consolidar un sistema de seguridad social universal efectivo.
2.- Incrementar los recursos de las cinco entidades federativas más pobres del
país para mejorar la infraestructura escolar, aumentar becas y construir nuevos
hospitales.
3.-Incentivar la matriculación escolar en el nivel medio superior.
4.- Una nueva política industrial para que los trabajadores mexicanos puedan
insertarse en el mercado internacional con empleos dignos y de calidad.
5.- Elevar el salario mínimo hasta la línea de bienestar seguido de aumentos
graduales de acuerdo a la inflación del país.
6.- Creación de mecanismos innovadores para la exigencia de transparencia y
rendición de cuentas.
7.- Restablecimiento de un impuesto a la herencia.
8.- Mejor recaudación del impuesto predial sobre la propiedad.
9.- Mayores impuestos a rendimientos de instrumentos de renta fija y variable en
mercados de capital.
10.- Evaluar y diseñar un piloto para implementación del Ingreso Básico Universal.
Hasta hace unos cinco años, poco se hablaba de desigualdad. Los discursos
políticos y las primeras planas de los periódicos replicaban por miles la palabra
“pobreza”. Hoy este tema es parte de la discusión y la preocupación de los
mexicanos. Lo que falta es responder a ello con acciones.
Según Ricardo Fuentes-Nieva, director ejecutivo de Oxfam México, la finalidad del
decálogo que elaboraron es que quienes busquen un puesto de representación
popular este año las integren en sus planes de gobierno.
En el informe de la organización hay un dato que podría desalentar muchos
ánimos: antes de que existiera el programa gubernamental Prospera —que otorga
recursos a casi siete millones de familias mexicanas en los rubros de alimentación,
salud y educación—, casi la mitad de la población vivía en pobreza de ingresos y,
después de invertirle 952 mil millones de pesos (unos 51 mil millones de dólares)
entre 1997 y 2016, la pobreza sigue prácticamente en el mismo nivel.
Sin embargo, dice Fuentes-Nieva, iniciativas como la del decálogo podrían ser un
buen inicio para cambiar el estado de cosas actual. Y la ciudadanía esta vez
tendrá mucha oportunidad para incidir en ello.
Desde ahora, en la página web de Oxfam México se cuenta con la opción de que
los usuarios firmen una petición virtual, mediante la que se podrá solicitar a los
contendientes por la Presidencia de la República tomar en cuenta el decálogo
para sus propuestas de campaña. 
“El cambio no se va a dar de la noche a la mañana, pero por algo podemos
empezar”, asegura Fuentes-Nieva.

Bibliografía

Ernesto Zedillo, Carlos Gutierrez . (2016). Cómo México y


Estados Unidos pueden solucionar el tema de la migración. 08
de Septiembre 2019 , de The New York Times Sitio web:
https://www.nytimes.com/es/2016/09/12/mexico-y-estados-
unidos-migracion-ernesto-zedillo-trump-clinton/

Ollin Velasco. (2018). Diez posibles soluciones a la desigualdad


económica en México. 08 de Septiembre 2019 , de Vice Sitio
web: https://www.vice.com/es_latam/article/qvw9e7/vice-news-
diez-posibles-soluciones-a-la-desigualdad-economica-en-mexico

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