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Cuento sobre experiencia personal

CUENTO SOBRE EXPERIENCIA PERSONAL 1

HECTOR EUCLIDES VARGAS HERNANDEZ ID 000737794 ESTUDIANTE

CORPORACION UNIVERSITARIA

MINUTO DE DIOS

SEDE SUR – BOGOTA

LICENCIATURA EN EDUCACION ARTISTICA

PROYECTO DE VIDA NRC 1871

DOCENTE: CESAR AUGUSTO AGUIRRE LEON

2019
Cuento sobre experiencia personal
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UN PICCOLO PEZO NELLA MIA VITA

Son aproximadamente las 10 de la mañana


y hace un sol sabanero de esos que pican, la abuela
Nuncia, estaba peleando sola con los que ella
llamaba sus fantasmas, porque ese día y como
decía ella amanecí con las dos manos surdas (no le
quería salir nada que ella estimaba que era bonito),
estaba sentada frente a un gran trozo de arcilla
recién amasada y algunos despojos de obras que no
había sobre vivido a su exigencia. Estaba rayando en la desesperación, en ese momento desvió su
mirada hacia donde yo estaba y disimulando su enojo me dijo “ándate checo mira a ver si ves a
tu taita y me contas en que anda”,

Yo sabía dónde estaba y que hacia mi taita, me retire para no verla enojada, al rato me
regrese a donde se encontraba Nuncia, ella me pregunto por lo que me había encargado, a lo que
le respondí, pues él está
torneando búcaros (floreros
para seis flores) que tenía
pedidos en una buena cantidad,
no sé cuántos serian, el patio
esta medio lleno y le faltaba
otro tanto, debía entregar en
pocos días para un colegio para
que la maestra les enseñaran a
sus estudiantes a decorarlos pues eran para el día de las madres.

En esos días descubrí que me gustaba lo que mi Nuncia y mi taita hacían, y quería
participar con ellos como lo hacía mi hermano cuto, el detalle que mi apariencia era de un niño
muy débil ya que al nacer vine con mi hermano ósea gemelo el cual me dio su aliento de vida
para yo continuar con la, ya que en esos días había poco avance en salud.

Así que toda mi familia me sobre protegían y no dejaba que hiciera mayor cosa, por esto, tome la 3
valentía de hacer algo y experimentar que se sentía llenarse las manos con arcilla y que podía
Cuento sobre experiencia personal

hacer con ella, esperaba a que mi papa apagara el radio a las 8:30 y yo a las nueve escondido iba
y experimentaba cosas que no he podido explicar inclusive hoy y divinamente me llegaba las 2 de
la mañana.

Por supuesto ellos sabían en que andaba yo y nunca me reclamaron nada, Nuncia con sus
sabias frases y consejos decía “donde ira el buey que no are” y “donde ira la mula que no
cargue”, en mi propia palabra significaba “de tal palo esta la estilla”.

En esos días había cierta rivalidad con cuto, ya que a el lo enseñaron mi papa y mi abuela
Nuncia y el tenía la capacidad de hacer unos cuerpos cerámicos que siempre considere lo
máximo.

Él se sentía algo amenazado por mí, ya que las formas que el


levantaban me parecían demasiado realistas entonces la bailarina que el
hacía con características reales y yo hacia la bailarina en abstracto y
esos cuerpos que yo lograba a mi corta edad el centro de atención.

La mama Elvia fue el motor que me empujaba cada día a seguir


adelante con lo que estaba haciendo con la arcilla, y decía en una forma de
motivación que “el papa para ser papa tuvo que aprender desde la I en adelante”.

Apareció un amigo que empezó a influir sobre mí, ya que se


convirtió en el primer critico de mis obras y su nombre era Zabulón para
ese entonces contaría con unos 35 años, él era un artista judío que mi taita
había contratado de apariencia muy tosca pero con mucha dulzura y
respeto y cada vez que el destruía unas de mis obras porque la consideraba
fea me decía “trabaje el doble” y cuando le reclamaba me respondía (el
que quiere azul celeste que le cueste), puedo decir que fue uno de mis
primeros maestros fuera de mi familia.

Mi padre fue uno de mis principales maestros, pero existía una


brecha de diferencias la cual yo podía ver que podía aprender realmente o que me gustaba de su
práctica ya que entre los dos podía decir que había un choque en cuanto al desarrollo del arte con
la arcilla.
Cuento sobre experiencia personal

Con estos inicios de mi vida fueron lo que hoy soy en cuanto a persona y el artista que
quiero llegar hacer. 4

Cada uno de los integrantes del grupo familiar estábamos sentados con nuestro taita
recordando de lo que habíamos vividos junto a él, y pasamos unas tardes espectaculares y
paradójicamente la circunstancia en lo que nos unió y todas las anécdotas contadas fue en la
unidad de cuidados paliativos del hospital cancerológico pues le quedaba pocas semanas de vida
por la enfermedad. Y los otros pacientes nos veían extrañados ya que por nuestra felicidad que le
demostrábamos a nuestro padre les parecía raro por lo que el lugar era un espacio terminal y
nosotros e inclusive mi padre se regocijaba con los recuerdos vividos con cada uno de nosotros
haciendo también sus propios aportes a los recuerdos, recuerdo con mucha claridad que el medico
de turno se sentaba al frente de nosotros y comentaba que es un caso totalmente distinto a todos
los que han pasado por este lugar.

Esta historia continuara…

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