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UNIDAD Nº 2

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LOS MINERALES

Cristalografía. Conceptos y definiciones.

Cristalografía

Definición
Etimología: del griego “krystallos” = hielo y “logos” = estudio. Krystallo (hielo)
era el nombre con el cual los antiguos griegos designaban a una variedad de
cuarzo transparente (conocido generalmente como cristal de roca), debido a la
creencia que se trataba de hielo supercongelado.

La Cristalografía puede ser definida como la ciencia que estudia la


estructura interna (atómico-molecular), forma externa y leyes que gobiernan el
crecimiento de los cristales. Ahora bien, antes de continuar debemos decir que se
entiende por cristal: “los cristales son cuerpos sólidos minerales conformados por
una estructura interna ordenada”. Al hablar de “estructura interna ordenada”
hacemos referencia a que sus átomos se disponen conforme a un orden
geométrico regular, los cuales pueden poseer una expresión externa en el mineral
expresada en forma de poliedro (Fig. 40).

Leyes cristalográficas
La forma exterior de los cristales está regida por tres principios que
conforman las llamadas leyes cristalográficas. Éstas son:

1) Ley de constancia de los ángulos diedros: “El ángulo diedro que forman
dos caras equivalentes de cristales de una misma sustancia generados
bajo condiciones uniformes de presión y temperatura, es constante por
más que varíen la forma y dimensiones de las mismas”. Esta ley es de
suma importancia práctica, ya que en la naturaleza las caras de los cristales
poseen imperfecciones lo cual genera, por ejemplo, que unas caras sean más
grandes que otras. Sin embargo, aún con la desigualdad de tamaño entre las

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caras homólogas, el valor del ángulo diedro que forman entre ellas se
mantiene constante e inalterable.

2) Ley de simetría: “Los átomos, iones y moléculas de un cristal, tienden a


disponerse simétricamente entre sí constituyendo estructuras periódicas
según redes homogéneas tridimensionales, de cuyo crecimiento se
originas las formas poliédricas que caracterizan a los mismos”. Lo que
hace particularmente vistoso y atractivo a un cristal es su forma regular, la cual
se conforma por caras, aristas y vértices que resultan simétricos respecto a
ciertos planos, líneas o puntos imaginarios situados en el interior del cristal.

3) Ley de racionalidad de los índices: “Todas las formas de los cristales de


una substancia, de composición química y propiedades físicas
determinadas, se pueden deducir como acrecimientos de una célula
elemental de su red espacial”. Esta ley nos dice básicamente que, el
crecimiento de un cristal, se realiza por multiplicación de una unidad
geométrica elemental conformada por la disposición tridimensional de los
átomos y moléculas que constituyen el mismo.

Cuarzo Cuarzo

Yeso Vanadinita

Figura 40. Formas cristalinas de diversos minerales

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Elementos geométricos

Como sucede en todo poliedro, en un cristal se reconocen los siguientes


elementos geométricos (Fig. 41):

 Caras: planos que limitan al poliedro.

 Aristas: líneas de intersección entre dos planos.

 Vértices: punto de contacto entre tres o más aristas.

En todos los cristales el conjunto de elementos constituyentes responden a la


regla de Euler-Descartes: “El número de caras más el número de vértices, es
igual al número de aristas más dos”.

Vértic
Cara e

Arista

Figura 41. Elementos geométricos en un cristal de cuarzo hialino (SiO2).

Elementos cristalográficos

Un mineral perfectamente formado (libre de deformaciones) posee un orden


simétrico y armónico de sus elementos geométricos. Debido a ello es posible
realizar cambios en la posición del cristal logrando coincidencias espaciales de
sus elementos geométricos, sin que se perciban diferencias respecto a su
posición original.

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Un ejemplo sencillo de esto es si tomamos un cubo por dos de sus caras y lo
rotamos 90°, como resultado veríamos al cubo en idéntica forma y posición que al
inicio (Fig. 42).
90°

B A C B

Figura 42. Ejemplo de simetría de un elemento cúbico.

Estos cambios de posición simétrica reciben el nombre de operaciones de


simetría, y se realizan a través de planos, líneas o puntos que constituyen los
denominados elementos de simetría (Tabla n° 8).

Elementos de simetría Operaciones de simetría

Ejes de simetría
Rotación
(Giras)
Simples

Planos de simetría Reflexión

Centro de simetría Inversión


Combinados

Ejes de giro-inversión Rotación + inversión


(Giroides)

Ejes de giro-reflexión Rotación + reflexión

Tabla n° 8. Elementos de simetría.

1) Ejes de Simetría (giras): Son líneas imaginarias alrededor de la cuales se


realizan operaciones de multiplicación (repetición simétrica de la forma del
poliedro) por rotación. El número de veces que se puede realizar esta

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operación depende de la forma del poliedro y se denomina número de orden.
Sólo es posible la existencia de giras de orden 2, 3, 4 y 6; las cuales reciben
respectivamente el nombre de digiras, trigiras, tetragiras y hexagiras (Fig.
43a). Las giras pueden ser también polares o bipolares. Se denomina polares
cuando pasan a través de elementos no equivalentes del cristal (ejemplo, a
través del vértice común de caras piramidales y el centro de la cara o pedión
basal) (Fig. 43b). Las giras bipolares unen elementos geométricos
equivalentes de un cristal (ejemplo, los centros de caras opuestas de un cubo)
(ver Fig. 42).

2) Plano de simetría: Son superficies imaginarias a través de las cuales se


reproducen los elementos geométricos mediante operaciones de reflexión.
Dicho de otra forma, es un plano que divide a un poliedro en dos partes
iguales, de tal manera que cada una es la imagen especular de la otra (Fig.
44).

3) Centro de simetría: es un punto situado en el centro del cristal a través del


cual se reproducen los elementos geométricos en posiciones equidistantes y
diametralmente opuestas (Fig. 45). En general el centro de simetría se sitúa
sobre el plano de simetría, siendo además el único elemento de simetría que
puede encontrarse en los cristales triclínicos.

a b

Figura 43: a: órdenes de giras, b: gira polar.

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Figura 44. Plano de simetría. Figura 45. Centro de simetría.

4) Ejes de giro-inversión: un cristal tiene un giroide de giro-inversión si para


cada elemento geométrico hay un segundo elemento que puede ser obtenido
del primero por rotación alrededor de un eje, seguido por inversión a través de
un centro de simetría (fig. 46).

Figura 46. Giroide o eje de giro-inversión.

5) Eje de giro-reflexión: un cristal tiene un giroide de giro-reflexión si para cada


elemento geométrico hay un segundo elemento que puede ser obtenido del
primero por rotación alrededor de un eje, seguido por reflexión a través de un
plano de simetría (Fig. 47).

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Figura 47. Giroides o ejes de giro-reflexión.

Formas cristalinas

Se entiende por forma cristalina al conjunto de caras que tienen una


posición análoga con respecto a los ejes y planos de simetría. Por ejemplo, en el
octaedro (Fig. 48) todas las caras cortan a todos los ejes a la misma distancia.

Figura 48. Forma octaédrica.

Sin embargo, no siempre todas las caras de un cristal tienen una posición
análoga respecto a las demás. A veces, existen en el cristal un conjunto de caras
análogas que no comparten las mismas características respecto a otro conjunto

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de caras. Dependiendo si ese conjunto de caras encierran o no una porción de un
espacio imaginario, tendremos formas abiertas o formas cerradas.

Las formas abiertas son caras o conjunto de caras equivalentes


resultantes de la multiplicación de una cara inicial por un elemento de simetría
(planos, giras o giroides) que le es paralelo u oblicuo. Teóricamente, estas caras
se podrían extender por los lados abiertos hasta el infinito. Un ejemplo de una
forma abierta es si imaginásemos un recipiente de forma hexagonal que no posee
tapa ni fondo.

Para entender mejor el concepto de las formas abiertas en los cristales,


sigamos con el ejemplo del recipiente hexagonal pero esta vez consideremos que
posee tapa y fondo (Fig. 49). Si analizamos esta figura y la descomponemos en
sus caras, obtenemos dos grupos de formas poligonales: a) el grupo de las seis
caras rectangulares laterales que conforman el recipiente y b), el grupo formado
por la base y la tapa con forma de hexágono. Vemos entonces que el grupo caras
rectangulares guardan una relación de simetría entre sí, manteniendo la misma
distancia respecto al centro de simetría y perfectamente reproducibles a través de
su eje de simetría mediante giros de 60°. Por otro lado, la base y la tapa poseen
igualmente su propia relación de simetría; la cual, sobra decir, no es la igual a la
que posee el primer grupo. De esta manera obtenemos del recipiente hexagonal
dos formas abiertas: la conformada por las caras rectangulares de los lados del
recipiente y la integrada por la base y fondo del mismo.

Figura 49. Prisma hexagonal.

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Figura 50. Formas cristalinas abiertas.

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Se reconocen en los cristales seis tipos formas abiertas (Fig. 50):

1) Pedión: es una cara única, la cual no tiene equivalente en relación de simetría


(ejemplo, la base de una pirámide tetragonal).
2) Pinacoide: par de caras paralelas y simétricas (por medio de un plano una
digira o un centro de simetría).

3) Doma: forma integrada por dos caras con una arista en común y oblicuas a
respecto a un plano de simetría que las duplica por reflexión.

4) Esfenoide: forma integrada por dos caras con una arista en común y oblicuas
a respecto a un eje de simetría diagonal que las duplica por rotación.

5) Prismas: forma integrada por una repetición múltiple (3, 4 o 6) de una cara del
cristal a través de una gira o eje de simetría. También se originan prismas en
una combinación de dos o tres digiras o planos de simetría normales entre sí,
originando prismas rómbicos y monoclínicos. Por una duplicación de sus caras
mediante circunstancias especiales de simetría, resultan prismas ditrigonales,
ditetragonales y dihexagonales cuyas caras forman entre sí ángulos de dos
valores diferentes. En general, los prismas pueden ser considerados como
asociaciones de pinacoides, domas o esfenoides equivalentes.

6) Pirámides: forma integrada por una repetición múltiple (3, 4 o 6) de una cara
oblicua del cristal a través de una trigira, tetragira, hexagira, tetragiroide o
hexagiroide. El conjunto de caras triangulares resultantes convergen en un
único vértice. Según la simetría se obtiene una pirámide trigonal, tetragonal, y
hexagonal. En casos especiales de duplicación se obtiene pirámides ditrigonal,
ditetragonal y dehexagonal.

Las formas cerradas son un conjunto de caras equivalentes resultantes de la


multiplicación de una cara inicial por un elemento de simetría (planos, giras o
giroides), dando lugar a una figura geométrica cerrada sin necesidad de combinar
otras formas. Además del cubo, que por su simetría reúne únicamente formas
cerradas, encontramos las siguientes variedades (Fig. 51):

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Figura 51. Formas cristalinas cerradas.

1) Bipirámides: se trata de dobles pirámides generadas por reflexión de una


pirámide a través de un plano de simetría horizontal o de una asociación
adecuada de digiras horizontales.

2) Biesfenoides: es una forma cerrada integrada por caras triangulares. El


mismo se forma por repetición de una cara oblicua a una tetragiroide, la que

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se multiplica cuatro veces en una asociación de dos caras superiores y dos
inferiores alternadas y opuestas.

3) Romboedro: es una forma cerrada integrada por caras rómbicas. El mismo se


forma por repetición de una cara oblicua a una hexagiroide, la cual se repite
seis veces alternativamente cada 60° en dos grupos de tres caras superiores y
tres inferiores.

4) Trapezoedro: es una forma cerrada integrada por caras trapezoidales. El


mismo se forma por repetición de una cara oblicua a una trigira, tetragira o
hexagiras verticales, a las que son perpendiculares tres, cuatro o seis digiras
horizontales respectivamente.

5) Escalenoedro: es una forma cerrada integrada por caras triangulares


escalenas. El mismo se forma por repetición de una cara oblicua a una
hexagiroide o tetragiroide vertical, con planos de simetría verticales que
alternan con digiras horizontales.

Si un cristal está constituido por una forma cerrada única son considerados
como formas simples, contrariamente, cuando se asocian dos o más formas
cerradas o abiertas se les consideran como formas combinadas.

Reglas de simetría

Los elementos de simetría que concurren en un cristal guardan entre sí


ciertas relaciones que posibilitan su coexistencia. Estas relaciones, responden a
las siguientes reglas de simetría:

1) Un centro de simetría, un plano de simetría y una gira de orden par (2n)


normal al plano, son elementos se simetría tales que la existencia de dos de
ellos condiciona la existencia del tercero.

2) Un centro de simetría, un plano de simetría y una gira de orden impar (2n-1)


normal al plano, son elementos se simetría tales que la existencia de dos de
ellos excluye la existencia del tercero.

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3) N planos de simetría vinculados por una recta común, formarán entre sí
diedros de valor 180°/n, mientras la recta de intersección será un eje de
simetría de orden n.

4) N digiras coplanares formarán entre sí ángulos iguales de valor 180°/n,


mientras perpendicular al plano de las digiras existirá un eje de simetría de
orden n.

De las reglas de simetría enunciadas se deduce que en los cristales es posible


hallar solamente un eje senario, uno o tres ejes cuaternarios, uno o cuatro ejes
terciarios y uno, dos, tres, cuatro o seis ejes binarios. La observación de las reglas
de simetría determina 31 formas correctas de asociar los elementos de simetría,
lo cual permite establecer 32 clases de simetría los cuales integran a su vez los
llamados sistemas cristalográficos.

Las formas cristalinas, abiertas o cerradas, que pueden combinarse entre sí en


un cristal, pertenecen siempre a una misma clase de simetría. Cada clase de
simetría presenta siete formas simples. De esta manera, una vez hallados los
elementos de simetría que revelan la clase a la que pertenece un cristal, este será
una de las siete formas simples (con la condición que sea una forma cerrada) o
bien será una combinación cualquiera de esas siete formas de su clase.

Las clases de simetría se designan con un nombre derivado de una de sus


formas (forma N° 1, que es característica para la clase) y del sistema
cristalográfico al cual pertenece. Por ejemplo, la clase Hexagonal Bipiramidal
deriva de su forma N° 1: la Bipirámide Hexagonal.

Sistemas cristalográficos

Todos los cristales pueden ser referidos a un sistema de ejes coordenados


cuyo punto de intersección coincide con el centro del cristal y cortan contra las
caras, aristas o vértices de los mismos (Fig. 52). Dichos ejes reciben el nombre de
ejes cristalográficos y los ángulos que forman entre ellos el de ángulos
cristalográficos.

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Ejes

Figura 52. Ejes cristalográficos

A la terna de ejes cristalográficos, también denominada cruz axial, se les


identifica con las letras minúsculas a, b y c; mientras que a los ángulos
cristalográficos son identificados con las letras griegas α, β y γ. En algunos casos
puede haber 4 ejes (3 ubicados sobre un plano denominado a1, a2, a3 y 1
perpendicular). De acuerdo a las características que presenta la cruz axial
(relaciones angulares y longitudes de los ejes) se identifican siete (7) sistemas
cristalográficos. Las características de los mismos son sintetizadas en la figura
53.

Como podemos apreciar, el sistema trigonal comparte las mismas


características con el sistema hexagonal. Durante mucho tiempo fue incluido
dentro de este último sistema y, en cierta medida, sus formas pueden ser
consideradas como derivaciones meroédricas de aquél. Sin embargo los cristales
desarrollados bajo el sistema trigonal tienen un rasgo distintivo: presentan un eje
de simetría ternario (trigira).

En pocas palabras podemos decir que los sistemas cristalográficos es


una clasificación de las relaciones geométricas que posee la red cristalina
de los minerales, definida por las propiedades de la cruz axial.

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Figura 53. Los sistemas cristalográficos.

Si hacemos abstracción de los ángulos cristalográficos y solo consideramos la


relación de longitud entre cada uno de cada uno de los ejes, obtenemos tres
grandes grupos de sistemas cristalográficos:

1) Grupo Isométrico: es aquel en que los 3 ejes poseen la misma longitud. A


este grupo pertenece solo el sistema cúbico.

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2) Grupo Dimétrico: es aquel en el cual existen dos ejes iguales entre sí y un
tercero de longitud más corta o más largas que los primeros. A este grupo
pertenecen los sistemas trigonal, tetragonal y hexagonal.

3) Grupo Trimétrico: es aquel en el cual los tres ejes poseen distinta longitud. A
este grupo pertenecen los sistemas rómbico, monoclínico y triclínico.

Clases de simetría

De acuerdo al número de elementos de simetría que presenta la Clase de


un Sistema se reconocen las siguientes clases de simetría:

1) Clase Holoédrica: del griego: “olos”= todo y “edros” = cara. Es la clase de un


sistema que posee el mayor número de elementos de simetría. Por extensión,
la forma principal de cada clase holoédrica que presenta el mayor número de
caras en cada sistema, se denomina forma holoédrica.

2) Clase Meroédrica: son todas aquellas formas que no cumplen con la


característica de la clase holoédrica, es decir, que tienen menor número de
elementos de simetría. De la misma manera, los poliedros no holoédricos se
denominan formas meroédricas.

Dentro de las clases meroédricas, se pueden generar formas que tengan la


mitad del número de caras con relación a la clase holoédrica. Este tipo de clases
recibe el nombre de Clase Hemiédricas y las formas respectivas, Formas
Hemiédricas. Por ejemplo, la Clase pentagonicositetraédrica es una forma
hemiedría del sistema cúbico; mientras el icosistetraedro pantagonal es una forma
hemiédrica, ya que tiene la mitad del numero de caras (24) que la forma
holoédrica, el hexaquisoctaedro (48). Dentro de las clases hemiédricas se
reconocen las siguientes subdivisiones:

1) Hemiedrías enantiomórficas: son clases hemiédricas que carecen de planos


y centros de simetría, conservando únicamente los ejes de simetría de la clase
holoédrica.

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2) Hemiedrías hemimórficas: son clases hemiédricas con ejes de simetría
polares carentes de plano horizontal, pero que pueden tener planos de
simetría verticales. Carecen de centro de simetría.

3) Hemiedrías paramórficas: son clases hemiédricas que conservan solo los


ejes de simetría principales (siendo en consecuencias ejes polares). Poseen
centro de simetría.

Polimorfismo, Isomorfismo y Pseudomorfismo

En algunos casos las diferencias en las condiciones de formación de un


mineral (por ejemplo variaciones importantes de presión y temperatura), genera
que una sustancia mineral cristalice bajo sistemas cristalográficos distintos (aún
cuando la composición química sea la misma). Esta característica que presentan
determinados minerales para cristalizar bajo sistemas cristalográficos distintos,
bajo condiciones variables de presión y temperatura, se denomina polimorfismo
(Fig. 54).

Existen también casos en los cuales dos minerales distintos pero de


composición química similar (aunque no igual) cristalizan simultáneamente bajo
un mismo sistema, originando toda una serie de minerales con composiciones
intermedias entre las de dos constituyentes puros de la secuencia. A este proceso
se le denomina isomorfismo y al conjunto (serie) de minerales lo conforman,
minerales isomorfos. Un ejemplo de esto lo conforman un grupo de minerales
conocidos como plagioclasas, las cuales se las puede definir químicamente como
aluminosilicatos con proporciones variables de calcio y sodio. La plagioclasa
compuesta únicamente por calcio se la conoce como anortita y la compuesta
exclusivamente por sodio como albita. Por supuesto, existe entre estos dos
extremos minerales que presentan ambos elementos (calcio y sodio) en
proporciones variables, los cuales reciben distintas denominaciones como
bitownita, labradorita, andesina y oligoclasa. Macroscópicamente, estos minerales
presentan características físicas muy similares y solo pueden ser determinados
con exactitud mediante análisis químicos y/o de microscopía petrográfica.

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Mineral Composición Química Sistema de cristalización

Cúbico
Diamante C

Grafito C Hexagonal

Calcita CaCO3
Hexagonal

Aragonita CaCO3
Rómbico

Pirita FeS2 Cúbico

Marcasita FeS2 Rómbico

Figura 54. Ejemplos de minerales polimorfos.

Cuando un mineral se encuentra ya desarrollado, puede suceder que el


mismo se vea alterado por modificaciones físico-químicas del ambiente en el que
se encuentra. Bajo esas nuevas condiciones, es posible que el mismo reaccione
químicamente y cambie su quimismo original; o bien, sea reemplazado en su
totalidad por un nuevo mineral el cual adoptará (copiará) la forma cristalina que
poseía su antecesor. Este fenómeno dado cuando un mineral adopta una forma
cristalina heredada y que no le es propia, se denomina pseudomorfismo.

Maclas

Las maclas son asociaciones regulares entre cristales de una misma


especie que se vinculan de una manera cristalográfica definida. Pueden ser
definidas como intercrecimientos de dos o más cristales simétricamente unidos.
Básicamente puede decirse que son cristales que crecen asociados a expensas
del retículo cristalino del otro. Dicho de una forma burda pero didáctica, es como
si se tratase de “cristales siameses”.

Existen distintos tipos morfológicos de maclas: simples, múltiples, de


contacto, de penetración, poliseintéticas y cíclicas. En la figura 55 se dan

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ejemplos de maclas penetración (1 y 2), de contacto (3 y 4) y de macla
polisintética (5).

Figura 55. Maclas minerales.

Ley de la macla

Las partes componentes de un cristal maclado están geométricamente


relacionadas como si una parte fuera derivada de la otra por reflexión sobre un
plano común llamado plano de contacto, o por rotación de 180° alrededor de un
eje común denominado eje de macla. La descripción de la macla según sus
elementos geométricos de llama ley de la macla.

MINERALOGÍA

Definición

Etimología: vocablo combinado proveniente del francés: “mine” (derivado


a su vez del celta: “mein” = oro) y del griego: “logos” = estudio. Se puede definir
a la mineralogía como la ciencia que estudia el origen, composición química,
estructura física y aplicación práctica de las sustancias minerales.

Mineral

Se define al mineral a toda sustancia sólida, de origen natural,


homogéneos, inorgánico con estructura cristalina (disposición ordenada según un
modelo geométrico regular); su composición química, estructura cristalina y
propiedades físicas son fijas o varían muy poco para cada especie.

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Al referirnos a que se trata de un cuerpo con estructura cristalina, hacemos
referencia a que las partículas que lo componen (átomos, iones o moléculas) se
encuentran ordenados en el espacio, conformando una red tridimensional en
cuyos vértices se disponen dichas partículas (Fig. 56).

Figura 56. Estructura cristalina.

Al definir al mineral como un cuerpo homogéneo, hacemos referencia a que


no presenta cambios de composición en toda su masa.

En general, se acepta que son cuerpos formados naturalmente en la corteza


terrestre; sin embargo, también existen minerales sintéticos o artificiales.

Se hace mención como condicionante que los mismos deben ser de origen
inorgánico, sin embargo existen excepciones como por el ejemplo en ámbar
(mineral orgánico conformado por ácido succínico producto de una resina fósil).

Cuando los minerales se desarrollan bajo condiciones físicas favorables (por


ejemplo, espacio libre para su crecimiento), pueden desarrollar cristales con
formas poliédricas. Sin embargo, resulta común hallar un gran número de
minerales conformando cuerpos sin formas cristalinas externas visibles. En los
casos en que no se manifiesta macroscópicamente la estructura interna cristalina
de un mineral se les denomina minerales criptocristalinos o microcristalinos.

Existen además cuerpos naturales de aspecto muy similar a un mineral que


los cuales no cumplen con la condición de ser cristalinos, es decir, sus átomos se
distribuyen de manera caótica sin lograr una estructura interna definida. A estos
cuerpos naturales no-cristalinos se les denominan mineraloides.

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Un buen ejemplo de estos casos lo constituyen la calcedonia (SiO2) que es
una variedad criptocristalina de dióxido de silicio o cuarzo; mientras el ópalo
(SiO2 x nH2O), es una variedad amorfa (mineraloide) hidratada de dióxido de
silicio (Fig. 57).

ópalo
calcedonia

Figura 57. Dióxido de silicio (SiO2) criptocristalino (calcedonia) y amorfo (ópalo).

Propiedades de los minerales

El estudio de las propiedades físicas de los minerales es de fundamental


importancia para efectuar su reconocimiento y clasificación. Aún cuando la
clasificación definitiva de un mineral se efectúa en laboratorio, gran número de
especies o grupos minerales (entre los que se encuentran más abundantes de la
corteza terrestre) se puede realizar macroscópicamente mediante observaciones
y análisis sencillos. Este reconocimiento rápido es de gran importancia para el
geólogo de campo. Las propiedades de los minerales las podemos dividir de la
siguiente manera (Tabla n° 9):

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Peso específico
Cohesión o Tenacidad
Propiedades mecánicas Clivaje
Fractura
Dureza

Propiedades Magnetismo
magnéticas Piroelectricidad
y eléctricas Piezoelectricidad

Punto de fusión
Propiedades térmicas
Conductividad térmica

Brillo o Lustre
Diafanidad
Color
Pleocroismo
Propiedades ópticas
Polvo y raya
Luminiscencia
Refracción de la luz
Birrefringencia

Sabor
Otras
Hábito

Cuadro n° 9. Tipos de propiedades minerales.

Propiedades Mecánicas

1. Peso específico: el peso específico (Pe) es la relación existente entre el


peso (P) de un cuerpo (acción de atracción de la gravedad sobre su masa)
y su volumen (V):

Pe = P/V (gr/cm3)

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Figura 58. Peo especifico
También puede expresarse el peso específico de un mineral como la relación
existente entre el peso del mineral y el peso de un volumen igual de agua a
4°C de temperatura y a 1 atm de presión. Se puede usar la expresión:

Pe = P1 / (P1 - P2)

donde P1 es el peso del mineral en el aire y P2 es el peso del mismo


sumergido en agua.

Figura 59. El peso especifico de algunos minerales

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2. Cohesión o Tenacidad: la cohesión está dada por la atracción entre
moléculas, cuyas fuerzas mantiene unidas las partículas de una sustancia.
En nuestro caso podemos definir a la cohesión o tenacidad como la
resistencia que opone un mineral a ser disgregado o dividido en unidades
menores o a sufrir deformaciones. Esta propiedad varía considerablemente
entre los minerales, mostrando por consiguiente comportamientos distintos
frente a los esfuerzos a los que se les somete. De acuerdo a ese
comportamiento cohesivo los minerales pueden ser:

 Flexibles: cuando pueden deformarse sin llegar a romperse. Algunas fibras


naturales como la crocidolita cumple con esta condición.
 Elásticos: cuando recobran su forma primitiva al cesar la causa
deformante. Prácticamente no hay minerales que puedan ser catalogados
bajo este comportamiento.
 Frágiles: cuando poseen un límite de elasticidad bajo y por lo tanto son
incapaces de sufrir deformaciones sin que se produzca rotura. A este grupo
pertenecen la mayoría de los minerales.
 Séctiles: cuando son susceptibles de ser cortados por un cuchillo (ejemplo:
talco).
 Dúctiles: cuando son susceptibles de ser estirados en hilos delgados.
Muchos de los metales nobles nativos presentan esta particularidad
(ejemplo, oro, plata).
 Maleables: cuando permiten preparar láminas de fino espesor por
aplastamiento. Al igual que el anterior, los metales nobles cumplen con
esta propiedad (oro, plata, platino, cobre).

3. Clivaje: es la propiedad que poseen los cuerpos minerales de romperse de


acuerdo a ciertas direcciones preferenciales. Esta propiedad guarda una
íntima relación con la estructura cristalina del mineral y con las fuerzas
cohesivas de su estructura molecular. Cuando la cohesión presenta
diferencias considerables según las direcciones del retículo cristalino, la
rotura a lo largo del mínimo de cohesión es más fácil y perpendicularmente
a ésta se generan unas superficies de rotura denominadas planos de

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exfoliación. De acuerdo al aspecto dadas por las características físicas
que presenta esta superficie (regularidad, continuidad, etc.) obtenemos la
siguiente clasificación de grados de exfoliación:

 Muy perfecto: (Fig. 60) cuando el mineral se exfolia según superficies muy
planas, de brillo nacarado o vítreo, obteniendo hojas o láminas de escaso
espesor (ejemplo: grupo de las micas).

Figura 60. Grupo de las micas (Biotita)

 Perfecto: (Fig. 61) cuando el mineral se exfolia según superficies planas


en forma de caras lisas y brillantes, generando en algunos casos formas
poliédricas (ejemplo: la exfoliación paralelepípeda de la calcita o cubica de
la fluorita).

Fluorita

Figura 61. Calcita y fluorita

 Mediano: (Fig. 62) cuando el mineral se exfolia según superficies planas


aunque no totalmente lisas, mostrando pequeñas estrías o suaves
irregularidades (ejemplo: la ortoclasa).

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Figura 62. Ortoclasa

 Imperfecto: (Fig. 63) cuando el mineral se exfolia presentando, al menos,


una superficie plana más o menos irregular (ejemplo: la albita o el cuarzo).

Cuarzo

Figura 63. Albita y cuarzo

4. Fractura: cuando un mineral no presenta clivaje (es decir, no desarrolla


planos de exfoliación) y se rompe de manera irregular sin obedecer a una
dirección preferencial, a la superficie de rotura obtenida se le denomina
fractura. La fractura es típica de los minerales criptocristalinos y de los
mineraloides. De acuerdo a su aspecto y características físicas, la fractura
puede ser:

Figura 64. Fractura Concoidea de un trozo de obsidiana

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 Concoidea: (Fig. 64) cuando el mineral se rompe formando superficies
planas y curvas (cóncavas o convexas) (ejemplo: ópalo, obsidiana).

 Astillosa o fibrosa: (Fig. 65) cuando el mineral se rompe en forma de


acicular (ejemplo: sulfato de aluminio).

Figura 65. Fractura astillosa

 Ganchuda: (Fig. 66) cuando el mineral se rompe dejando puntas


irregulares.

Figura 66. Fractura Ganchuda: Cu. El cobre nativo

 Irregular: (Fig. 67) cuando el mineral rompe sin forma definida.

100
Figura 67. Fractura Irregular: Yeso CaSO4·2H2O

5. Dureza: la dureza está dada por la estructura de la trama o red cristalina


del mineral y la acción de los enlaces químicos. En un mineral, la dureza
está dada por la resistencia que opone éste a ser rayado por otro. En
laboratorio, la dureza de los minerales se mide con un instrumente llamado
esclerómetro. Sin embargo, también existe una forma práctica de medir la
dureza relativa de un mineral rayando la muestra analizada con uno ya
conocido. Para este caso se ha ideado una tabla de dureza armada con 10
minerales de los más conocidos, la cual recibe el nombre de Escala de
Mohs (Fig. 68):
La escala de Mohs se ordena en orden creciente de dureza, siendo el
diamante es el mineral más duro conocido. Para efectuar la prueba de
dureza, se trata de rayar la muestra a analizar con un mineral de los
mencionados en la escala. Procediendo de esta forma y por descarte,
vemos cual es el mineral que logra rayar en primer lugar a la muestra
problema (por consiguiente, nuestro mineral analizado, tendrá una dureza
de una magnitud menor a la correspondiente al mineral que lo logró rayar).
Como observación práctica para la identificación de la dureza de un
mineral, debe tenerse en cuenta la dureza de otros objetos. Por ejemplo, la
una posee una dureza ≈ 2 a 2,5, una moneda de cobre tiene una dureza de
≈ 4,5 y un cortaplumas de ≈ 5,5.

101
Figura 68. Escala de Mohs

Propiedades magnéticas y eléctricas

Muchos minerales poseen propiedades magnéticas, razón por la cual son


fuertemente atraídos por un imán. Esta propiedad esta presente en muchos
minerales metálicos y esta dada por una orientación preferencial de sus cargas
electrónicas. Entre los minerales magnéticos más comunes encontramos a la
magnetita y a la pirrotina.

102
Existen también propiedades eléctricas en algunos minerales que se
manifiestan cuando son sometidos a una excitación externa. Dentro de las
propiedades eléctricas de los minerales encontramos:

a) Piroelectricidad: es la propiedad que poseen algunos minerales de emitir


cargas eléctricas positivas y negativas en distintas regiones del cristal cuando
son calentados. El cuarzo posee esta propiedad.

b) Piezoelectricidad: es la propiedad que poseen algunos minerales de emitir


cargas eléctricas cuando son sometidos a presiones unilaterales. Aquí
nuevamente el cuarzo resulta un buen ejemplo de mineral piezoeléctrico. Esta
propiedad era usada en los antiguos “magiclick”.

Propiedades térmicas

Desde el punto de vista de su comportamiento térmico, los minerales


pueden clasificarse como térmicamente isótropos (que son aquellos que se
dilatan en la misma magnitud hacia todas las direcciones) y térmicamente
anisótropos (que son aquellos en que la dilatación no es igual en todas las
direcciones).

El punto de fusión (temperatura a la que funde una determinada


sustancia) es una propiedad muy usada antiguamente en la identificación de un
compuesto mineral. La conductividad térmica es en ocasiones también una
propiedad muy importante a la hora de identificar ciertos minerales. Por ejemplo,
existen minerales sintéticos cuyas propiedades ópticas son muy similares a la del
diamante, razón por la cual a veces constituyen verdaderas falsificaciones. Una
forma eficaz de reconocer estas falsificaciones, sin operar con métodos
destructivos (es decir, sin emplear técnicas que terminen rompiendo o
degradando al mineral), es a través de la medición de la conductividad térmica
(que varía y es única para cada sustancia).

Propiedades ópticas

103
Las propiedades ópticas son muy utilizadas para la identificación de detalle
de las especies minerales. Algunas de estas propiedades se relacionan
directamente con las características estructurales de la red cristalina (por ejemplo
la refracción y la doble refracción), mientras que otras son independientes de ésta
(por ejemplo, el color).

a. Brillo o Lustre: podemos definir al brillo o lustre de un mineral como el


aspecto que presenta su superficie al reflejar la luz sobre ella. De acuerdo a su
aspecto y características, el brillo puede ser metálico (cuando, valga la
redundancia, brilla de la misma forma que un metal, (Fig. 69) o no metálico
(Fig. 70ª y b).
Metálico:

Figura 69. Brillo Metálico


No metálico:
Los minerales con brillo metálico se encuentran integrados por el grupo de
elementos nativos (oro, plata, platino) y algunos sulfuros metálicos (pirita,
calcopirita, etc.). El resto, compuesto por la gran mayoría de las especies
minerales, presentan un brillo no metálico; pudiendo ser dividido en las
siguientes clases:

 Vítreo: es cuando la superficie del mineral posee un aspecto similar al del


vidrio (ejemplo: cuarzo).

104
 Resinoso: es cuando la superficie del mineral posee un aspecto similar al
de la resina (ejemplo: azufre).
 Graso: es cuando la superficie del mineral posee un aspecto de haber sido
aceitado o engrasado (ejemplo: ópalo, granate).
 Perlado o Nacarado: es cuando la superficie del mineral refleja la luz
dando un aspecto similar al del nácar. Esto se debe a la reflexión total de la
luz de finas capas de aires interpuestas sobre las superficies de clivaje en
aquellos minerales que poseen planos de exfoliación muy perfectos o
perfectos (ejemplo: muscovita, calcita).
 Adamantino: es cuando la superficie del mineral posee un aspecto similar
al del diamante. Se trata de minerales muy refringentes (ejemplo: cerusita,
rutilo).
 Sedoso: es cuando la superficie del mineral posee un aspecto similar al de
la seda. Éste es característico de los agregados fibrosos (ejemplo:
asbestos, talco).
 Mate: es cuando la superficie del mineral posee una baja o pobre reflexión
de la luz (ejemplo: minerales alterados).

Figura 70a. Brillo No Metálico

105
Figura 70b. Brillo No Metálico

b. Diafanidad: Es la propiedad que poseen algunos minerales de permitir el


pasaje de la luz blanca a través de sí con mayor o menor intensidad. De
acuerdo a su diafanidad los minerales pueden ser:

Figura 71 Diafanidad Transparente

106
 Transparente: (Fig.71) es cuando permite el paso casi total de la luz.
Mirando a través de él, se puede percibir la luz y forma de los objetos
situados por detrás del mismo (ejemplo: calcita, yeso, cuarzo).
 Traslúcido: (Fig.72) es cuando permite el paso parcial y restringido de la
luz. Mirando a través de él, se puede percibir la luz, pero no la forma de los
objetos (ejemplo: dolomita, calcita).

Figura 72 Diafanidad Traslúcida calcita (CO3Ca)


 Opaco: (Fig.73) es cuando no permite el paso de la luz. Es imposible mirar
a través del mismo (ejemplo: pirita, pirrotina).

Figura 73 Diafanidad Opaco: blenda (SZn)

c. Color: (Fig. 74) físicamente, el color es la reflexión de una determinada


longitud de onda de la luz blanca incidente sobre la superficie del mineral. El
color es una propiedad que otorgan gran atractivo a algunos minerales, sin

107
embargo, éstos no siempre poseen un color constante. Teniendo en cuanta
esta particularidad los minerales pueden clasificarse en:

 Minerales Idiocromáticos: Son aquellos minerales cuyo color se mantiene


constante e invariable (ejemplo: azufre, pirita, malaquita, azurita).
 Minerales Alocromáticos: Son aquellos minerales cuyo color se modifica
debido a la presencia de iones contaminantes (ejemplo: cuarzo,
calcedonia).

Los iones contaminantes cuya presencia otorga un color característico a un


mineral se les denomina cromóforos. Por ejemplo, la presencia de una baja
proporción de Mn da un color violeta, el Cr da un color verdoso mientras el Cu
puede dar tonalidades verdes o azuladas.

Figura 74 Color

d. Pleocroismo: es la propiedad que poseen algunos minerales de absorber de


manera diferencial la luz polarizada, de acuerdo a direcciones preferenciales
dadas por la estructura del retículo cristalino. Esta propiedad se manifiesta
como una variación de color o de la intensidad de color al hacerlos girar bajo
un microscopio petrográfico (Fig. 75).

108
Figura 75. Ejemplo de pleocroísmo en la turmalina.

e. Raya o Polvo: Se define como raya de un mineral al color que presenta


cuando se encuentra finamente pulverizado. Esta denominación se debe a que
una forma práctica de ver este color (que no necesariamente coincide con el
color general que puede exhibir a primera vista el mineral), es frotando
fuertemente el mismo sobre el revés de una baldosa blanca. De esta forma,
obtenemos una línea o raya coloreada dada por las partículas desprendidas
del mineral durante la fricción. Si el mineral es muy duro, entonces se procede
a molerlo en un mortero (por ello esta propiedad también recibe el nombre de
polvo).
Este es una de las propiedades que antiguamente se reconocía a la hora de
clasificar rápidamente a un mineral. En general podemos decir que los
minerales metálicos poseen una raya oscura, mientras que los no metálicos
exhiben una raya clara.

f. Luminiscencia: es la propiedad que poseen ciertos materiales de poder emitir


luz cuando son sometidos a una cierta temperatura o estímulo externo. La
misma solo es visible en la oscuridad y está presente, por ejemplo, en algunos
sulfuros metálicos. La luminiscencia también comprende a aquellas emisiones
de luz visible producidas por la acción de ondas electromagnéticas o por
reacciones físicas o químicas (Fig. 76). De acuerdo al factor externo que
provoca la reacción lumínica encontramos:

109
 Fotoluminiscencia: es una forma de luminiscencia ocasionada por la
acción de ondas electromagnéticas (rayos X, rayos ultravioleta, rayos
catódicos). Los minerales fotoluminiscentes emiten una luz con una
longitud de onda menor a la de las ondas electromagnéticas absorbidas.
Las perlas naturales emiten una fotoluminiscencia activada por la acción de
rayos X, propiedad de la que carecen las perlas cultivadas. De esta forma,
es posible identificar unas de otras.
 Fluorescencia: es una forma de luminiscencia ocasionada por la acción de
rayos ultravioletas. Los minerales que poseen esta propiedad, no siempre
absorben luz ultravioleta de igual longitud de onda. En este sentido,
algunos absorben U.V. de longitud de onda corta (254 nm) y otros U.V. de
longitud de onda larga (350-370 nm: nanómetro = 10-9 m =10A). Debido a
que muchos compuestos orgánicos poseen esta propiedad, ésta es
utilizada para buscar rastros de petróleo en el sedimento que proviene del
pozo durante la perforación (las pequeñas gotas de petróleo se resaltan
por fluorescencia).
 Fosforescencia: se denomina así a la forma de luminiscencia que
persiste, durante un tiempo, aun cuando haya cesado la fuente de
excitación que la generaba. A veces la fosforescencia dura apenas unos
segundos.
 Termoluminiscencia: es una forma de luminiscencia producida por la
energía calórica cuando un mineral es calentado por debajo del rojo.
Algunos minerales termoluminiscentes son la calcita, la apatita y la
escapolita (grupo de minerales tectosilicatos) entre otros.
 Quimioluminiscencia: es una forma de luminiscencia producida por la
acción de reacciones químicas. Un ejemplo de un tipo es la
bioluminiscencia generada, por ejemplo, por las luciérnagas.
 Triboluminiscencia: es una forma de luminiscencia producida por acción
mecánica (por ejemplo, al ser molidos o rayados). Algunos ejemplos de
minerales triboluminiscentes son la fluorita y la esfalerita entre otros.

110
 Electroluminiscencia y Radioluminiscencia: la primera es una forma de
luminiscencia producida por la acción de corrientes eléctricas, mientras la
segunda responde a la acción de reacciones nucleares.

Figura 76. Fenómeno de fluorescencia en la fluorita.

g. Refracción: es la propiedad por la cual un rayo luminoso cambia de velocidad


y dirección al pasar de un medio a otro (por ejemplo, al pasar del aire al agua).
Este fenómeno se debe a que el rayo atraviesa dos medios con distintas
propiedades físicas. Cuando la velocidad de propagación v1 en el primer medio
es superior la v2 del segundo, el ángulo r que la onda refractada forma con la
normal a la superficie es menor respecto al de incidencia i (ver Fig. 77). Un
efecto claro de este efecto es cuando se sumerge un lápiz en un vaso con
agua: el lápiz visto a través del vaso parece quebrado.

rayo
de luz
V1
aire
i

r V2
agua

Figura 77. Efecto de refracción de la luz.

111
La relación dada entre la velocidad de la luz en el vacío y la velocidad de la luz
en el medio que se trate (en nuestro caso el mineral), se conoce como índice
de refracción.

Índice de refracción = velocidad de la luz en el vacío


velocidad de la luz en el mineral

Cada mineral posee su propio índice, por lo cual es un excelente indicador


para la identificación de especies minerales. En mineralogía, el índice de
refracción se mide a través del refractómetro.

h. Birrefringencia: esta propiedad, también conocida como doble refracción, se


produce cuando una onda luminosa incide sobre un mineral anisótropo (es
decir, que posee propiedades físicas disímiles de acuerdo a direcciones
distintas del cuerpo mineral). Debido a que en estos minerales existen planos
cuya facilidad de vibración de la onda luminosa es diferente (y por ende
poseen una velocidad y un índice de refracción distinto), el rayo de luz
incidente se descompone en dos rayos cuyas ondas vibran en planos
perpendiculares entre sí. Estas ondas distintas que reciben el nombre de rayo
ordinario (el cual sigue las leyes normales de la refracción) y rayo
extraordinario (el cual posee una velocidad y un índice de refracción
variables).

Figura 78. Efecto de birrefringencia. Nótese la duplicación de la línea

112
Como el rayo ordinario y el rayo extraordinario son refractados con distinta
intensidad y en direcciones distintas, crean un efecto de duplicación de la
imagen de los objetos observados a través de ellos. Un buen ejemplo lo
constituye el denominado espato de Islandia, que no es otra cosa que un
cristal de calcita de máxima pureza (Fig. 78).

Otras propiedades:

i. Sabor: es una propiedad gustativa que solo presentan escasos minerales


solubles en agua. Es una propiedad útil para un reconocimiento rápido de
ciertas sales minerales como por ejemplo la halita, la silvinita, etc.

j. Hábito: es la forma externa que presentan los minerales, pudiendo o no estar


ligada o ser representativa de su sistema cristalino. Los hábitos (aspectos) de
los minerales pueden ser muy numerosos y sus denominaciones dependen de
cada investigador. A continuación se señalan los hábitos más frecuentes
observados en los minerales (ver Fig. 79):
 Prismático: son formas dadas por minerales con cristales bien
desarrollados a manera de prismas (ejemplo: cristal de amatista).
 Fibroso o Acicular: es cuando los minerales se presentan en forma de
fibras o agujas (ejemplo: yeso fibroso, asbestos naturales).
 Arborescente: es cuando los minerales se presentan en formas
ramificadas de crecimiento. Este hábito es frecuente en ciertos elementos
nativos (ejemplo: oro, plata, cobre).
 Dendrítico: es cuando los minerales se presentan en formas finamente
dicotómicas. Este hábito es una forma de presentación frecuente en ciertos
óxidos de manganeso (a veces confundidos con improntas de helechos
fósiles).
 Estalactítico: es cuando los minerales se presentan en forma de racimos
columnares irregulares. Este hábito es una forma de presentación
frecuente muchas calcedonias y de algunos sulfatos y carbonatos.

113
 Botroidal o Arriñonado: es cuando los minerales se presentan con una
superficie irregular en forma de múltiples glóbulos. Este hábito es una
forma de presentación frecuente en la calcedonia y el psilomelano (óxido
de manganeso).
 Pisolítico u Oolítico: es cuando el mineral conforma múltiples y pequeñas
esferas de tamaño variable (las menores a 3 mm se denominan oolitas,
mientras las mayores a esa medida se denominan pisolitas). Es un hábito
más o menos frecuente en algunos óxidos de hierro y en carbonatos de
calcio.
 Bandeado: es cuando el mineral presenta franjas distintamente
coloreadas. Este hábito es muy común en las calcedonias.
 Macizo: es cuando el mineral carece de forma definida.

Figura 79. Ejemplos de hábitos minerales. 1: prismático, 2: fibroso, 3:


arborescente, 4: dendrítico, 5: estalactítico, 6: botroidal, 7: pisolítico, 8: bandeado,
9: macizo.

114
CLASIFICACIÓN DE LOS MINERALES

Existen actualmente entre unas 2.800 y 3.000 especies minerales


formalmente reconocidas. Si embargo, muchas de las nuevas especies
descubiertas corresponden a cristales microscópicos de difícil reconocimiento en
muestra de mano.

Como todo gran grupo de objetos o elementos naturales, son clasificados y


ordenados en un intento de clarificar sus relaciones genéticas, físicas y químicas.
En este sentido, la clasificación mineral se puede realizar de acuerdo a su génesis
o de acuerdo a su composición química.

Clasificación de acuerdo a la génesis mineral

Un mineral puede originarse dentro de la corteza terrestre a través del


reciclamiento de sus compuestos químicos durante la fusión y enfriamiento de un
magma, o bien, en la superficie terrestre por acción de los agentes externos que
producen una meteorización y alteración de los minerales induciendo un cambio
en su composición química original. En función de este modelo, obtenemos la
siguiente clasificación:

Esenciales

Primarios Accesorios
Minerales Accidentales

Secundarios

1. Minerales Primarios: son aquellos minerales formados durante la


cristalización y fraccionamiento de un magma, dando lugar a la formación de
las rocas de la corteza terrestre. Dentro de esta división reconocemos los
siguientes grupos:

115
 Esenciales: son aquellos minerales de la corteza terrestre que se
encuentran en mayor proporción y cuya presencia determina la
clasificación de las rocas (ejemplo: cuarzo, feldespatos).
 Accesorios: son aquellos minerales de la corteza terrestre que intervienen
en menor cantidad y cuya presencia no pueden por si mismos clasificar
una roca. Sin embargo, sí cumplen un papel calificativo en la roca. Por
ejemplo, si un granito (compuesto principalmente de cuarzo y feldespatos)
posee un porcentaje apreciable de biotita, entonces se le denomina granito
biotítico.
 Accidentales: son aquellos minerales, generalmente accesorios, propios
de un grupo de rocas; que por diversos factores se encuentran presentes
en rocas que le son ajenas a su ambiente de formación. Por ejemplo, el
granate es un mineral que se encuentra asociado frecuentemente a rocas
metamórficas; sin embargo, puede aparecer como un mineral accidental
dentro de una roca plutónica.

2. Minerales secundarios: son aquellos minerales formados por la alteración


química de los minerales primarios o por algún proceso que no guarda relación
alguna con los fenómenos magmáticos. La acción de determinados agentes
químicos sobre los minerales (como por ejemplo el agua y los fluidos
hidrotermales) generan frecuentemente minerales secundarios como la
serecita (Se denomina Sericita a la variedad degradada, con pérdida de K, de
la muscovita).

Clasificación de acuerdo a la composición química mineral

Dentro de esta clasificación existen dos modelos, los cuales se basan en la


división por grupos de la tabla periódica de los elementos, o bien, por el tipo de
compuesto químico que forma el mineral.

1. La clasificación de Rutley-Read: En esta clasificación los minerales se


reúnen por grupos de significación económica, conforme con los elementos
químicos que los constituyen. El orden adoptado para este modelo es

116
siguiendo el orden de los grupos de la clasificación periódica de los elementos,
aunque omiten a las denominadas tierras raras y otros elementos de escasa
representación en la naturaleza. Esta clasificación posee la siguiente
estructura:

 Grupo I: reúne a los minerales compuestos por litio (Li), sodio (Na), potasio
(K) cobre (Cu), plata (Ag) y oro (Au).
 Grupo II: reúne a los minerales compuestos por (Ca), estroncio (Sr) y bario
(Ba). Berilio (Be), magnesio (Mg), cinc (Zn), cadmio (Cd) y mercurio (Hg).
 Grupo III: reúne a los minerales compuestos por boro (B) y aluminio (Al)
 Grupo IV: reúne a los minerales compuestos por titanio (Ti), circonio (Zr),
cerio (Ce), torio (Th), carbono (C), silicio (Si), estaño (Sn) y plomo (Pb).
 Grupo V: reúne a los minerales compuestos por vanadio (V), tantalio (Ta),
nitrógeno (N), fósforo (P), arsénico (As), antimonio (Sb) y bismuto (Bi).
 Grupo VI: reúne a los minerales compuestos por cromo (Cr), molibdeno
(Mo), tungsteno (Ta), uranio (U), azufre (S), selenio (Se) y telurio (Te).
 Grupo VII: reúne a los minerales compuestos por manganeso (Mn), flúor
(F), cloro (Cl), bromo (Br) y yodo (I).
 Grupo VIII: reúne a los minerales compuestos por hiero (Fe), cobalto (Co),
níquel (Ni), rutenio (Ru), rodio (Rh), paladio (Pd), osmio(Os), iridio(Ir) y
platino (Pt).

2. La clasificación de Dana: esta clasificación agrupa a los minerales de


acuerdo al grupo de compuestos químicos a los que pertenecen. Cabe señalar
que esta clasificación es la más usada actualmente y se compone de la
siguiente manera:

 Grupo I: Los elementos nativos son un grupo de minerales compuestos


por elementos químicos que no se combinan con otros.
Elementos nativos son por ejemplo: oro, azufre.
 Grupo II: los sulfuros, seleniuros, teluros, arseniuros y antimoniuros. Los
sulfuros son minerales formados por átomos de azufre y minerales en
proporciones variables. Ejemplos: pirita, cinabrio, galena.
 Grupo III: las sulfosales (sulfarsenitos, sulfantimonitos y sulfobismutitos).

117
 Grupo IV: los haluros son sales que resultan de la combinación de un
elemento halógeno (Cloro, Bromo, Flúor o Iodo) con el oxígeno. Ejemplos:
fluorita, halita
 Grupo V: los óxidos e hidróxidos son un grupo de minerales en los que el
oxigeno se combina con metales. Algunos ejemplos: magnetita, hematites,
goethita.
 Grupo VI: los carbonatos son minerales formados por combinaciones de
carbono, oxigeno y distintos metales. Su unidad fundamental es el grupo
CO3. Como ejemplos podemos nombrar a la calcita y la siderita.
 Grupo VII: los sulfatos son compuestos complejos formados por la
combinación de azufre y oxigeno junto con cationes. El grupo SO 4 es su
unidad fundamental. Ejemplos: yeso, baritina.
 Grupo VIII: los boratos.
 Grupo IX: los fosfatos, arseniatos, vanadatos, antimoniatos y nitratos.
 Grupo X: los tungstenos, cromatos, teluratos y molibdatos.
 Grupo XI: los silicatos.
 Grupo XII: las sales de ácido orgánicos (oxalatos, melatos, etc.).
 Grupo XIII: compuestos de hidrocarburos.

GRUPO xi: LOS SILICATOS

Debido a que el silicio (Si) es uno de los elementos de mayor presencia en


la corteza terrestre, el estudio de los silicatos es de fundamental importancia ya
que constituyen aproximadamente el 90% de los minerales presentes en la
corteza terrestre.

La unidad estructural básica de los silicatos es el tetraedro de SiO4 (Fig.


80), formado por un átomo central de silicio rodeado por cuatro átomos de
oxígeno en disposición tetraédrica. El enlace químico entre el silicio y el
oxígeno es muy fuerte, siendo un 50% de tipo iónico y un 50% de tipo covalente.
La sílice actúa dentro de la estructura con valencia +4 y el oxígeno con valencia –
2, lo cual genera que el tetraedro de SiO4 posea cuatro cargas negativas libres.

118
SiO4-4

Figura 80. Dos tipos de representaciones del tetraedro de sílice.

Clasificación de los silicatos

Los tetraedros de SiO4 pueden estar aislados o agrupados, en cuyo caso


comparten un átomo de oxígeno situado en uno de sus vértices. A medida que
crece la relación geométrica-estructural entre los tetraedros de sílice (es decir, se
desarrolla una polimerización de tetraedros de SiO4) la relación Si: O va de 1:2 a
1:4. De acuerdo a la estructura formada por la asociación de los tetraedros de
sílice encontramos los siguientes grupos de silicatos:

1. Nesosilicatos: en este grupo los tetraedros de sílice son independientes, es


decir, no comparten sus vértices con ningún otro tetraedro. La configuración
estructural de los nesosilicatos es la más simple y se corresponde con la
unidad estructura básica, donde la relación Si:O es de 1:4 (Fig. 81). Debido a
su estructura empaquetada, los nesosilicatos generan minerales de hábito
equidimensional, sin exfoliación, de gran peso específico y dureza.
Comprenden el grupo de los nesosilicatos algunos minerales como el olivino
((Mg,Fe2+ )2SiO4), el granate y el circón.

2. Sorosilicatos: en este grupo los tetraedros de sílice están unidos a través de


uno de sus vértices, formando de esta manera duplas o parejas de tetraedros
(Fig. 59). La relación Si:O es de 2:7 y ambos tetraedros comparten el oxígeno
del vértice. Comprende el grupo de los sorosilicatos minerales como el
epidoto.

3. Ciclosolicatos: en este grupo cada tetraedro de sílice está unido a través de


uno de sus vértices con otros dos tetraedros, creando una estructura en forma
de anillo compuesta por 3, 4, 6 o 9 miembros (Fig. 81). La relación Si:O es de

119
1:3 y pueden desarrollarse tres tipos de configuraciones cíclicas cerradas de
los anillos: Si3O6, Si4O9 y Si6O18. Comprenden el grupo de los ciclosilicatos
minerales como el berilo y la turmalina.

4. Inosilicatos: en este grupo los tetraedros de sílice se unen en forma de


cadenas infinitas (Fig. 81). Estas cadenas pueden ser simples (en las cuales
los tetraedros compartes dos de sus vértices, exhibiendo una relación Si:O de
1:3) o dobles (en las cuales los tetraedros comparten alternadamente dos y
tres vértices, exhibiendo una relación Si:O de 4:11). Entre los inosilicatos de
cadena simple se encuentra el grupo de los piroxenos, mientras los de cadena
doble están representados por el grupo de los anfíboles.

5. Filosilicatos: en este grupo los tetraedros de sílice se unen entré si mediante


tres de sus vértices para formar capas infinitas (Fig. 81). Cada tetraedro de
SiO4 comparte tres de sus cuatro vértices con otros tetraedros vecinos de
manera que se agrupan en anillos hexagonales de seis miembros cada uno
que se interrelacionan entre sí, donde el vértice no compartido apunta siempre
hacia la misma dirección. La relación Si:O en los filosilicatos es de 2:5,
quedando expresada en la fórmula Si2O5(OH) donde el OH se sitúa en el
centro de los anillos. En general los filosilicatos son minerales con una fuerte
exfoliación, de hábito hojoso o laminar y de baja dureza. Comprenden el grupo
de los filosilicatos minerales del grupo de las micas.

6. Tectosilicatos: en este grupo los tetraedros de sílice comparten todos sus


vértices con los otros tetraedros de SiO4 vecinos, generando de esta manera
un armazón tridimensional complejo. (Fig. 81). La relación Si:O es de 1:2 con
lo que la fórmula básica es SiO2. En los tectosilicatos puede haber un
reemplazamiento de silicatos por cationes Al3+, lo que provoca una
inestabilidad de las cargas en la estructura la que es compensada mediante la
incorporación de cationes de K+, Na+ y Ca2+ entre otros. Este es el grupo de
silicatos más importante pues se encuentran en gran cantidad en la corteza
terrestre, constituyendo la mayor parte de los componentes minerales de las
rocas, metamórficas e incluso de las sedimentarias clásticas. Se distinguen
diversos grupos de tectosilicatos entre los que se encuentran minerales como

120
el cuarzo, los feldespatos, etc. Un desarrollo más completo de tales grupos se
dará a continuación.

Nesosilicato Sorosilicato Ciclosilicato

Inosilicato Inosilicato
(Cadena simple) (Cadena Filosilicato
doble)

Tectosilicato

Figura 81. Los tetraedros de sílice y sus configuraciones geométricas.

Como ya dijimos, los tectosilicatos son el grupo más importante debido a la


abundancia que presentan en la corteza terrestre. Otro factor importante, es la
incorporación dentro de su estructura de átomos de aluminio (otro componente
importante de la corteza), formando lo que se conoce como aluminosilicatos. De

121
acuerdo a las características composicionales y estructurales de los tectosilicatos,
reconocemos los siguientes grupos:

a. Grupo de la Sílice: en este grupo no hay incorporación de Al3+ dentro de la


estructura, encontrándose integrado exclusivamente por minerales polimorfos
de la SiO2 (dióxido de silicio), donde el más importante y abundante es el
cuarzo. La estructura del cuarzo está formada por hélices de tetraedros de
SiO4 paralelas al eje c, los cuales se enrollan de un sentido a otro y se unen
lateralmente de manera que cada tetraedro comparte sus cuatro vértices con
otros tetraedros. De acuerdo a las variaciones internas que puede sufrir esta
estructura, reconocemos las siguientes variedades de cuarzo: 1) cuarzo alfa
(de baja temperatura, cristaliza a 574°C), 2) cuarzo beta (de alta temperatura,
cristaliza entre los 574°C y los 870°C), 3) tridimita (cristaliza entre los 870°C y
los 1.470 °C) y 4) cristobalita (cristaliza entre los 1.470 °C y los 1.685 °C).

b. Grupo de los feldespatos: en este grupo existe una incorporación de Al3+


dentro de la estructura junto a cationes de K +, Na+, Ca2+, tratándose
consiguientemente de aluminosilicatos calco-sódicos o aluminosilicatos
potásicos. Todos los minerales del grupo de los feldespatos se caracterizan
por tener dos direcciones de exfoliación perpendiculares o casi
perpendiculares entre sí, con superficies planas, suavemente estriadas y de
colores claros (variando entre el blanco y el rosa claro). De acuerdo al tipo de
catión que intervine en su composición, distinguimos los siguientes subgrupos
de feldespatos:

 Plagioclasas: se trata de aluminosilicatos calco-sódicos, los cuales


conforman una serie mineral continua e isomorfa donde los minerales que
la integra poseen Ca y Na en distintas proporciones, dando origen a las
distintas especies minerales de plagioclasas (Fig. 82). Uno de los extremos
de esta serie se encuentran formada por una especie mineral de
plagioclasa sódica conocida como albita (NaAlSi3O8), mientras que su
extremo opuesto lo conforma una plagioclasa cálcica conocida como
anortita (CaAl2Si2O8). Debido a que los cationes de Na+ y Ca2+ se pueden
reemplazar mutuamente dentro de la estructura cristalina del mineral,
obtenemos todo un rango intermedio de plagioclasas con proporciones

122
variables de sodio y calcio, las cuales reciben los nombres de oligoclasa,
andesina, labradorita y bitownita (ver Fig. 82). Todas las plagioclasas
cristalizan en el sistema triclínico y no es sencillo distinguir a simple vista
las distintas especies minerales de plagioclasas entre sí.

 Feldespatos alcalinos: se trata principalmente de aluminosilicatos


potásicos (KAlSi3O8), los cuales pueden incorporar en algunos casos
proporciones variables de sodio (Na). A diferencia de las plagioclasas, los
feldespatos alcalinos no forman una serie continua debido a que sus
especies minerales cristalizan bajo distintos sistemas en función de su
temperatura de formación (por consiguiente, se trata de polimorfos). En
este sentido, reconocemos las siguientes especies minerales: la sanidina
(formada a alta temperatura, cristaliza en el sistema monoclínico), la
ortoclasa u ortosa (formada temperaturas intermedias, cristaliza en el
sistema monoclínico) y la microclina (formada a bajas temperaturas,
cristaliza en el sistema triclínico).

Figura 82. Sistema ternario de los Feldespatos: Anortita - Albita - Feldespato


potásico.

123
c. Grupo de los feldespatoides: son aluminosilicatos semejantes a los
feldespatos, no obstante difieren de ellos debido a que poseen
aproximadamente 1/3 menos de sílice en su estructura, razón por la cual son
más ricos en álcalis (Na, K). Presentan una estructura compleja (tectosilicato),
donde los cationes se encuentran ligados entre sí. A este grupo pertenecen
especies minerales como la leucita (KAlSi2O6) y la nefelina ((Na, K)AlSiO4).

d. Grupo de las zeolitas: son aluminosilicatos conformados por una estructura


en forma de “andamio” muy abierta, en cuyos espacios se alojan diversos tipos
de cationes y moléculas de agua. Se trata en general de minerales blandos y
de bajo peso específico y, debido a su alta capacidad de intercambio catiónico,
son muy usadas en la industria de la agricultura, en la alimentación de ganado,
como medios filtrantes y como catalizador en la industria química entre otras
aplicaciones. A este grupo pertenecen especies minerales como la chabazita,
clinoptilolita, erionita, mordenita, estilbita, ferrierita, filipsita, huelandita y
la laumantita

Los minerales de la litosfera

La litosfera conforma la capa exterior de la Tierra e incluye a la corteza


continental, la corteza oceánica y parte del manto superior. Debido a que nuestro
contacto directo es con la corteza continental (y en mucha menor medida con la
corteza oceánica) la cual conforma el medio donde vivimos y realizamos nuestras
actividades, los minerales y rocas que en ella se forman dependen directamente
de la composición química de la misma.

Entre los minerales más abundantes de la corteza terrestre se encuentras


los silicatos (conformados por Si y O, a veces con proporciones variables de Fe y
Mg) y, dentro de ellos, por los aluminosilicatos de calcio, sodio y potasio (Si, O,
AL, K, Na, Ca). Esta predominancia no es casual, sino que responde directamente
a la composición media de la corteza terrestre cuyos valores pueden observarse
en la Tabla N° 10.

124
Elemento % de
% por peso
químico átomos

O 62,1 46,5
Si 22,0 28,9
Al 6,5 8,3
Fe 1,8 4,8
Ca 2,2 4,1
Na 2,1 2,3
K 1,3 2,4
Mg 1,6 1,9
Ti - 0,5
otros - 0,3

Tabla N° 10. Composición química media de la corteza terrestre.

Los minerales petrogenéticos

Se denominan así a aquellos minerales cuya presencia permiten


caracterizar, clasificar y definir los distintos tipos de rocas. En general podemos
decir que se tratan desde un punto de vista genético de minerales primarios
esenciales y, desde un punto de vista químico, de silicatos de hierro y magnesio y
de aluminosilicatos de calcio sodio y potasio.

De las casi 3.000 especies minerales existentes, los minerales


petrogenéticos llegan a constituir aproximadamente tan solo una decena:

1. Olivino: (Mg,Fe2+)2SiO4) el olivino es un grupo de nesosilicatos constituidos


por octaedros de (Mg, Fe, Mn)O6 cruzados con tetraedros de SiO4 aislados.
Este grupo mineral es fácilmente reconocible por su color verde oliva (de ahí
su denominación), en ocasiones con tonos ligeramente amarillos (Fig.83).
Posee fractura concoidea y presenta gran dureza, por lo que los buenos
ejemplares son muy apreciados para la joyería

125
Figura 83. Cristal de olivino.

Figura 84. Cristales de olivino.

126
Este grupo un mineral se lo encuentra comúnmente asociado a rocas de
origen volcánico, donde se lo aprecia como pequeños cristales, agrupados o
aislados, de color verde (Fig. 84) y aspecto vítreo (cuando están alterados se
ven como pequeñas máculas rojas). De acuerdo a su contenido en cationes de
Mg, Fe y Mn, distinguimos 7 especies minerales cuya composición y
relaciones porcentuales de cationes metálicos se aprecia en la Figura 85.

Figura 85. Triángulo composicional de los minerales pertenecientes al grupo del


olivino.

2. Piroxenos: ((Ca,Mg,Fe,Mn,Na,Li)(Al,Mg,Fe,Mn,Cr,Sc,Ti)(Si,Al)2O6) los


piroxenos son inosilicatos de cadena sencilla, compuestos por tetraedros de
sílice con cationes de Fe, Mg, Ca y más raramente Na y Li. Se forman a altas
temperaturas dentro de las cámaras magmáticas y, junto con los anfíboles,
forman alrededor del 16% del peso de la corteza terrestre. En general, se trata
de minerales de tonalidades oscuras (negras a verdes), con caras cristalinas
bien definidas (Fig. 86). Son duros, con ángulos de exfoliación típicos de 56° y
124° y de alto peso específico.

127
a

Figura 86. Minerales del grupo de los piroxenos; a) Diópsido (CaMgSi2O6), b)


Augita ((Ca,Mg,Fe)2(Si,Al)2O6).

Al igual que el olivino, este grupo mineral es muy frecuente en rocas


volcánicas básicas y ultrabásicas, donde se los reconoce como pequeños
cristales de formas bien definidas, con colores oscuros y de brillo graso a

128
mate. De acuerdo al sistema de cristalización de sus especies minerales
podemos tener los clinopiroxenos (que cristalizan en el sistema
monoclínico) y los ortopiroxenos (que cristalizan en el sistema rómbico). De
acuerdo a la presencia y porcentaje de cationes metálicos de Ca, Fe y Mg
en su composición, podemos distinguir la serie del diópsido (CaMgSi2O6) -
hedenbergita (CaFeSi2O6) y la serie de la enstatita (Mg2Si2O6) -
ferrosilita (Fe2Si2O6), así como las relaciones de la augita
(Ca(Mg,Fe,Al)Si2O6) y de la pigeonita ((Mg,Fe,Ca)(Mg,Fe)Si2O6) con las
respectivas series. (Ver Fig. 87).
Cuando interviene el catión Na1+ en la composición, obtenemos el
subgrupo de los piroxenos sódicos representados por la egirina
(NaFeSi2O6) y la jadeíta (NaAlSi2O6), formando la egirina (NaFeSi2O6) y la
augita (Ca(Mg,Fe,Al)Si2O6) una serie completa de soluciones sólidas. A su
vez, la onfacita representa una serie completa de soluciones sólidas entre
la augita (Ca(Mg,Fe,Al)Si2O6), la egirina (NaFeSi2O6) y la jadeíta
(NaAlSi2O6). La presencia del catión Li1+ da origen a la espodumena
(LiAlSi2O6), un piroxeno relativamente raro que solo aparece en pegmatitas
ricas en Li.

Figura 87. Triángulo composicional de los minerales pertenecientes al grupo de


los piroxenos calco-ferromagnesianos.

129
3. Anfíboles: los anfíboles son inosilicatos de cadena doble, compuestos por
tetraedros de sílice con cationes de Fe, Mg, Ca, Na y Li (al igual que los
piroxenos), pero con la presencia en su estructura del grupo oxidrilo (OH) -. Se
forman dentro de las cámaras magmáticas a temperaturas más bajas que la
de los piroxenos. De la misma manera que los anteriores, parte de este grupo
de minerales posee tonalidades oscuras (negras a verdes), con caras
cristalinas bien definidas (Fig. 88a). En estos caos, los mismos son duros y de
alto peso específico. Sin embargo, también existe un pequeño grupo de
anfíboles de aspecto fibroso, de menor peso específico y de tonalidades claras
(blanquecinas a grisáceas) (Fig. 88b). Sin embargo, los del primer grupo
integran el conjunto de minerales petrogenéticos.

Figura 88. Minerales del grupo de los anfíboles; a) Hornblenda, b) Tremolita.

Al igual que los otros dos grupos, estos minerales se presentan frecuentes
asociados a rocas básicas y ultrabásicas, aunque los anfíboles alcalinos
pueden aparecer también en rocas plutónicas ácidas y mesoácidas. En el caso
de su reconocimiento en rocas volcánicas, su distinción de los piroxenos en
muy difícil, razón por la cual durante su descripción macroscópica se les
denomina en conjunto piroboles (de la combinación de piroxenos y anfíboles)
o máficos (por tratarse de minerales oscuros formados por hierro y magnesio).
De acuerdo al sistema de cristalización de sus especies minerales podemos
distinguir entre el subgrupo de los anfíboles monoclínicos y el grupo de los

130
anfíboles rómbicos. Los anfíboles más comunes pueden representarse, de una
manera análoga a los piroxenos, por su composición en el sistema químico
conformando una serie hipotética antofilita (Mg7Si8O22(OH)2) - grunerita
(Fe7Si8O22(OH)2) - Ca7Si8O22(OH)2 (Fig. 89). También se define una serie
completa de anfíboles monoclínicos entre la tremolita (Ca2Mg5Si8O22(OH)2) y
la ferroactinolita (Ca2Fe2+5Si8O22(OH)2), correspondiendo los términos
intermedios a la actinolita (Ca2(Mg,Fe)5Si8O22(OH)2).
La serie de los anfíboles ortorrómbicos corresponde a la serie de la antofilita,
comprendiendo los términos entre Mg7Si8O22(OH)2 y Fe2Mg5Si8O22(OH)2. Por
otro lado, la serie de los anfíboles monoclínicos corresponde a la serie de la
cummingtonita (Fe2Mg5Si8O22(OH)2) - grunerita (Fe7Si8O22(OH)2) y aparece
separada de la anterior por un hueco de miscibilidad que se refleja en la
aparición de pares antofilita - tremolita. Asimismo, otro hueco de miscibilidad
se presenta entre los anfíboles cálcicos y la serie cummingtonita
(Fe2Mg5Si8O22(OH)2) - grunerita (Fe7Si8O22(OH)2).

Figura 89. Esquema composicional de los minerales pertenecientes al grupo de


los anfíboles.

4. Feldespatos potásicos y plagioclasas: Las características de estos grupos


minerales fueron expuestas oportunamente cuando se trató el tema de los
tectosilicatos, razón por la cual daremos aquí una breve descripción de los
mismos. En general, los feldespatos se presentan macroscópicamente como
minerales de tonalidades claras, cuyos colores varían entre el blanco (para las
plagioclasas sódicas), el blanquecino - grisáceo claro (para algunas
plagioclasa cálcicas) y el rosado (para los feldespatos potásicos). Presentan

131
formas prismáticas bien definidas, no traslúcidas y con brillo graso (Fig. 90).
En las rocas ígneas se presentan como pequeñas tablillas de forma
subrectangular o bien, como pequeñas masas irregulares entre los intersticios
de otros granos minerales.

a
a

Figura 90. Minerales del grupo de los feldespatos: a) Ortosa, b) Albita.

132
5. Micas: las micas son filosilicatos compuestos de aluminosilicatos hidratados
con cationes de Fe, Mg, K, Ca, Mn y Li. Cristalizan en el sistema triclínico,
siendo una de las características más importantes de este grupo mineral es su
fácil exfoliación en delgadas láminas flexibles, elásticas y muy brillantes
(nacarado o perlado). Se las encuentra generalmente componiendo las rocas
plutónicas, las rocas metamórficas y algunas rocas sedimentarias clásticas.
Debido a su flexibilidad y resistencia al calor, se la usa en la industria como
aislante térmico y eléctrico. Existe una amplia variedad de micas, compuestas
entre otras especies minerales por la muscovita (KAl2((F, OH)2/AlSi3O10)), la
biotita (K(Mg,Fe,Mn)3((F, OH)2/AlSi3O10)), la flogopita (KMg3Mg5((F,
OH)2/AlSi3O10)), la lepidolita (KLi2AL((F, OH)2/Si4O10)), la margarita
(CaAL2((OH)2/AlSi2O10)) y la glauconita ((K,Na,Ca) <2 (Al,Fe,Mg)2 ((OH)2/
Al0,35Si3,65O10)). De éstas, las más importantes por su abundancia y como
mineral petrogenético son la muscovita y la biotita.
La muscovita se destaca por su color plateado (Fig. 91), mientras la biotita
se caracteriza por su color negruzco (Fig. 92). En muestra de mano las
mismas se presentan como pequeñas laminillas hexagonales, las cuales se
pueden extraer de fácilmente de la roca con la ayuda de una aguja.

Figura 91. Minerales del grupo de las micas: Muscovita

133
Figura 92. Minerales del grupo de las micas: Biotita.

6. Cuarzo: como ya dijéramos, el cuarzo (SiO2) constituye el mineral más


abundante de la corteza terrestre. En general se presenta como un mineral
incoloro, transparente a traslúcido, de fractura concoidea, brillo vítreo y alta
dureza (Fig. 93). La presencia de pequeñas burbujas de aire o de elementos
cromóforos, imprime distintas coloraciones al cuarzo las cuales determinan
sus diversas especies. Entre éstas reconocemos a la amatista (Fig. 94), de
color violeta, debido a la presencia de cationes de Fe3+), el citrino (de color
anaranjado-café, derivado del calentamiento de la amatista), el cuarzo
ahumado (derivado de la exposición del cuarzo a la radiación natural), el
cuarzo rosado (Fig. 95, debido a la presencia de Mn y Ti) y el cuarzo
lechoso (debida a la inclusión de pequeñas burbujas de aire o gas). En las
rocas ígneas o metamórficas, el cuarzo se presenta en muestra de mano
como pequeños granos irregulares transparentes o blancos.

134
Figura 93. Minerales de cuarzo: cristal de Cuarzo Hialino

Figura 94. Minerales de cuarzo: cristal de Amatista.

Figura 95. Minerales de cuarzo: cuarzo rosado.

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