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Higiene anímica y longevidad para maestros

Es necesario cultivar sobre un terreno fuerte para fomentar el crecimiento sano

de la raíz de las habichuelas. Esta es la base de todo. La primera y más

importante lección para los maestros es que tenemos que entrar en el primer

día de nuestra profesión como educadores, y cada uno de los días, con los pies

firmes en el suelo. Debemos estar plenamente presentes y tener una

consciencia plena de todo lo que hacemos con los niños.

Para muchos maestros, establecer y continuar la práctica de la meditación es

todo un reto. La cultura occidental está llena de distracciones para el desarrollo

de nuestro trabajo meditativo. Cuando trabajamos para desarrollar una

depurada fuerza imaginativa del alma, nos encontramos inundados de

imágenes televisivas, pancartas publicitarias y películas que nos distraen

(medios de comunicación que pueden llenar nuestra alma de imágenes falsas

con gran facilidad.) Tiene sentido que los monjes medievales se ayudaran del

voto de pobreza para evitar las distracciones cotidianas y así alcanzar una

imaginación superior.

La mala educación que tuvimos en la infancia aflora y amenaza con influir en

nuestra forma de enseñar. Nuestros hábitos de pensamiento nublan las bases

filosóficas a las cuales nos dedicamos. Nuestras biografías nos suponen un reto

a cada momento. Pero a su vez, cada reto nos da posibilidades de crecimiento.

Una vez conocidos estos apabullantes obstáculos, ¿cómo podemos ayudarnos

para convertirnos en el mejor maestro que podamos llegar a ser?

El entrenamiento atlético ejercita aquellos músculos que son necesarios para

desarrollar una determinada habilidad física. Del mismo modo, el desarrollo de

la consciencia también requiere un entrenamiento. Sabemos que tiene la misma importancia


quiénes somos, como personas en
constante búsqueda, que aquello que enseñamos. Cualquiera que haya sido

maestro de niños podrá corroborar esta afirmación. Los niños ven en lo más

profundo de nosotros, y nosotros llegamos a ellos de forma sutil, más allá de la

simple representación que supone una clase preparada con sabiduría.

La actividad artística para renovar fuerzas

Como maestros, también es necesario que cuidemos nuestra higiene personal,

tanto el cuerpo como el alma, para que podamos estar presentes ante nuestros

alumnos de una forma correcta. Para tener éxito en nuestro trabajo, es muy

importante el modo en el que nos “re-creamos”. Debemos cultivar el interés

por las artes, música, escultura, pintura, manualidades y lectura, puesto que

todas ellas son actividades que nos devuelven las fuerzas que gastamos al

enseñar. La actividad artística tiene un inmenso poder sanador, sobre todo en

la sociedad moderna, que tiene una fuerte tendencia al entretenimiento pasivo.

El desarrollo artístico consciente es una actividad que nos recompensa con una

renovación de las fuerzas.

indicaciones para la higiene de la voluntad:

• Ten siempre presente un aspecto individual que necesites fortalecer.

• Haz siempre lo que te prometiste hacer.

• Lucha por establecer un orden y un ritmo en tu vida.

• Mantente en contacto con la naturaleza.

• Practica siempre algún tipo de arte creativo.

• Respeta el sueño y prepárate adecuadamente para dormir.

• Aprende a rezar.

• No malgastes fuerzas en un falso placer.

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