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ENIGMAS Y DILEMA DE LA PRÁCTICA DOCENTE

Considero que hoy en día la práctica docente es calificada como una actividad social que ejerce

un profesor al dar clase. Es obvio que al docente le va a influir la formación académica, la

escuela en la que ejerza, y el país en el que viva. Además, está determinada por el contexto

social, histórico e institucional. En la práctica docente, se han desarrollar soluciones espontaneas,

funciones pedagógicas y un escenario social.

En la lectura “Enigmas y dilema de la práctica docente” encontré dos situaciones en las que me

encuentro identificada; el respeto y el orgullo que Aldo y Juan sentían por la profesión que

también contaron y fueron aspectos importantes en su inclinación inicial por la docencia. De

alguna forma estos sentimientos hicieron contrapeso para dejar atrás su sueño de estudiar

carreras que los llevaran al océano o a la tribuna; y, aunque años después Aldo consideró

abandonar la docencia por otro oficio más redituable, siempre manifestó sentir aprecio por la

profesión.

Antes de ingresar a la carrera de la licenciatura de educación primaria, tenía el objetivo de

estudiar otra profesión, psicología, sin embargo, mis posibilidades económicas en ese momento

no me permitieron viajar a otro estado para estudiarla, consideré dedicarme a trabajar para

conseguir dinero y poder pagarla. Pero al igual que Aldo y Juan, también tengo un familiar que

está inmerso en el magisterio, siempre me estuvo insistiendo para presentar el examen de

admisión, hablándome maravillas de la profesión y de las bonitas experiencias que él tuvo como

maestro frente al grupo. Y finalmente opté por inscribirme, pues ser profesor lo he considerado

como una profesión muy respetable.


Cuando ingresé por primera vez a la escuela normal tenía miedo por la nueva experiencia a la

que me enfrentaría, sin embargo, sucedieron buenas y malas, de las cuales he aprendido mucho.

Algo que quiero resaltar es mi primera experiencia en un salón de clases, para ello la escuela

normal asigna una semana de observación y posteriormente dos semanas de prácticas, en mi

primer semana de observación me sentí nerviosa escuchar a los pequeños decirme “profe Lore”,

pareciera gracioso pero realmente me fue muy emotivo.

Conviví con los alumnos para conocerlos, en las clases parecían ser obedientes con el maestro

titular, pero cuando me correspondió ser la maestra a cargo del grupo fue otra perspectiva, allí

valoré mucho más la importancia del maestro, me di cuenta de los retos y problemas que

enfrentan, los cuales son muchos, no solo se les guía para conocer y aprender acerca de un

contenido, sino que también se les apoya en sus dificultades ya sean intelectuales y psicológicas.

Durante las prácticas, nosotros como aprendices de maestro establecemos una relación particular

con el trabajo docente en la que despliegan experiencias, concepciones y ciertos saberes

relacionados con el oficio de enseñar, adquiridos en distintos ámbitos familiares, escolares,

laborales, donde ha trascurrido su vida y su actividad.

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