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SANTO TOMÁS: DE MALO (Quaestio 1 y 2)

(LEWIS JOSÉ GÓMEZ MEDINA)

1. Come spiega Tommaso che il male non è qualcosa? Tomás empieza proponiendo el
mal desde dos puntos de vista: como sujeto del mal, visto de esta manera el mal aparece
como algo concreto; pero también lo concibe como ausencia de un bien particular, y desde
este punto de vista no es algo, sino ausencia de algo. Después pasa a proponer que todo lo
que es apetecible lo es porque es un bien. Pero además, sugiere que toda naturaleza
(potencia) apetece su ser (acto) y su propia perfección, por lo que se concluye que el ser y
la perfección de toda naturaleza son un bien, por lo que toda naturaleza es buena. Por lo
tanto, debido a que el ser aparece como algo apetecido por todos, la plenitud de cualquier
naturaleza se logra solamente por la participación al bien, por lo tanto toda naturaleza tiene
que ser necesariamente algo bueno o un bien, por lo que no puede pensarse el mal como
algún ente o alguna naturaleza, o mejor expresado, ninguna naturaleza puede ser un mal.
Contemplar el mal como algo es obviar esta doble distinción que hace Tomás. No se puede
negar que exista el mal, pero no se puede pensar como naturaleza. El mal no se desea ya
que, en último término, quien hace un mal, piensa estar haciendo un bien y está en
búsqueda de algo que, para él, aparece como bueno.

2. Il male può esistere nel bene? Si el mal no tiene entidad entonces necesita de otra
realidad para poder existir, pero este no puede existir en el bien. Según Tomás, éste bien se
entiende de dos modos: en modo absoluto y en una cosa determinada. El bien es lo que es
deseable, lo cual es un bien en sí, por lo que se comprende que el bien es el fin. Por lo tanto
las cosas que son en potencia, en cuanto están ordenadas al fin, que es un bien, tienen una
naturaleza buena. Ahora bien, a pesar de que cualquier ente, sea en potencia que en acto,
esté orientado al bien, no quiere decir que sea un bien particular, ya que lo que hace que
una cosa sea buena es la virtud, lo cual vendría a ser el último término de la potencia de una
cosa. Por lo tanto un ente es un bien particular solo cuando posee la propia perfección, es
decir que no es suficiente la inclinación al bien. Por lo tanto si existe un bien que es acto
puro y que no tiene ninguna relación con la potencia, en ese no existe el mal, por lo tanto la
causa de este hay que buscarlo en la potencia de los entes.

3. L’atto umano singolare è indifferente? Tomás resalta que la perfección del hombre no
es como la del animal, por lo que el bien del animal y el del hombre se deben asumir
diversamente. El mal para el alma consiste en ser contra la razón y para el cuerpo en el ser
contra la naturaleza, por lo que actuar según la razón o contra ella pertenece a la especie del
acto humano; por lo cual debemos decir que existen por sí actos buenos y otros malos. Los
actos humanos, en cuanto son actos de la razón, son o buenos o malos, y no todos son
indiferentes. El acto humano, si es tomado en concreto, de forma individual (singular), no
puede ser indiferente, por el hecho que todo acto humano concreto se ordena a un fin
último, por lo que no es indiferente, es decir indiferente a la regla moral, la cual vendría a
ser su ordenación al fin último.

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