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Malaquita, un proyecto donde


la música nos acompaña a crecer

La autora nos muestra cómo se generan espacios


musicales que favorecen el desarrollo integral
del ser humano desde su gestación.

I nstrumentos musicales iner-


tes, libros callados, juguetes y
Pero otro es el escenario cuando
los niños habitan este lugar.
espacio libre, mucho espacio Cada espacio de la casa cobra
libre. Eso es lo que encontramos una vida sonora, musical. Las
en Malaquita Proyecto Musical maracas suenan en las manos
antes de que el primer niño atra- de un bebé; los tambores retum-
viese la puerta de entrada, en un ban seguidos de la marcha de
día común y corriente. Martín, quien quiere formar una
banda al ritmo de sus palabras;
los libros se abren gracias a que
Rafael quiere que le canten el
Romance del Señor don Gato;
los juguetes viajan por el suelo
mientras Julio Alejandro canta
Este es un trencito o se acercan
a los libros para protagonizar
cualquier otra canción; los co-
lumpios se mecen, no paran de
arrullar, y mientras tanto en el
gimnasio puede estar Morgane
pasando por la tabla de equili-
brio mientras su mamá le canta
Sobre el Puente de Avignon.
Así es como suenan las pala-
bras, los poemas, los libros y la
música en Malaquita, donde

Música y poesía, apuntes de un melómano 31


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todos buscamos nuestra propia equipaje para ir al alumbramien-


voz, nuestra propia sonoridad: to también se alista para el en-
las madres gestantes, las que cuentro, cara a cara, con el bebé
acaban de dar a luz, los niños que va a nacer, le da mensajes
desde muy pequeños y las pro- de afecto y así dispone el terre-
fesoras. Los niños lo hacen por el no afectivo para el nacimiento.
simple placer de jugar con el so-
En Malaquita acompañamos
nido o porque están ensayando
este momento, ofreciendo a
los alcances de su voz y los gran-
las madres un lenguaje que les
des porque estamos convencidos
propicia bienestar durante el
de que debemos instalar huellas
embarazo y que las lleva a jugar
sonoras en los pequeños que les
con su propia voz, con la pala-
permitan saberse queridos, que
bra, con la creación poética y,
los vinculen sensorialmente a la
particularmente, con el lenguaje
música, al movimiento corporal
musical.
y a la lengua materna y que les
faciliten el camino para conquis- Le damos especial énfasis al
tar el mundo. Creemos fervien- desarrollo auditivo tanto de la
temente en que la indisoluble madre como del bebé, ya que
alianza música-palabra que se consideramos que el acto más
da en la poesía, y su conexión serio en la formación del oído
con el movimiento, favorecen el es el acto de escuchar. El bebé
desarrollo físico, psíquico, inte- se va sensibilizando mientras
lectual y social. animamos a la madre para que
se vuelva una oyente conscien-
te, capaz de encontrar su propia
Música para la Gran Espera: voz y de comprender y predecir
madres gestantes las reacciones del bebé frente a
El sentido auditivo está plena- la palabra, la canción, el poema
mente desarrollado desde el que ella le entregará. Para ani-
vientre materno; más o menos a marla, podemos empezar nues-
tra sesión semanal escuchando
La indisoluble alianza los cinco meses de gestación el
feto comienza a percibir el latido una danza medieval; hacemos
música-palabra que un círculo y caminamos hacia la
del corazón y los sonidos que
se da en la poesía, produce el aparato digestivo de derecha pero, cuando la melodía
y su conexión con la madre. Luego, la respiración se repite, a alguien se le ocurre
el movimiento, y el mundo sonoro que la rodea que debemos caminar hacia la
izquierda. Luego, en la siguiente
favorecen el (su voz, la del padre, la de los
hermanos, etc.). parte de la danza, aparece un
desarrollo físico, cambio de ritmo y entonces nos
psíquico, intelectual Mientras, la madre prepara una
tomamos de gancho en parejas,
nueva vida, la habitación y el
y social. para evidenciar el contraste.

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Así, a cada parte de la estructu- canta una y mil veces has- Así, compartiendo audiciones y
ra musical se le va asignando un ta quedar satisfecha con su un repertorio de palabras, poe-
movimiento que la identifique construcción melódica, cargada sías, canciones y juegos corpo-
y/o la diferencie de las otras, de afectividad. Y otra Valeria, rales, cada madre va creciendo
hasta que nos encontramos la que espera a Daniel, prefiere a nivel melódico, rítmico, armó-
escuchando con todo el cuerpo adornar su entonación recitada nico y creativo para favorecer la
y, sin darnos cuenta, llegamos a con campanas. Cada una, usan- comunicación con su bebé.
un nivel altísimo de consciencia do sus fortalezas, va poniéndose
auditiva. retos musicales mientras busca
el sonido que quiere encontrar Música para dar la
Igualmente, trabajamos bus- bienvenida al bebé
para conversar con su bebé.
cando un sonido propio. Cada
Para muchos adultos es difícil
madre busca su propia voz y, Y el juego literario no se queda
comprender qué hace un bebé
para lograrlo, es importante que atrás. Sofía nos dice:
de tan solo cuatro o seis meses
comprenda que cada sonido
Sofía me llamo y soy la madre de edad en una clase de música
contiene una altura, una inten-
de Ana Sofía, la bebé que utiliza como repertorio
sidad, una duración y un timbre
que nacerá en ese pueblo fundamental el lenguaje poético.
determinado y, que la combina-
en el que me enamoré. Para ver qué alcance puede te-
ción de estas cualidades da ori-
Y cuando las comas quedan ner su participación en la clase,
gen a los elementos esenciales
bien puestas, cuando la rima vamos de la mano de Simón,
con que trabaja un compositor
empieza a salir a pedir de boca, que tiene cuatro meses y llega
(melodía, armonía y ritmo), sea
esa madre encuentra su propia a las 10:55 a.m. con Jimena. Ella
éste una madre o el alumno más
voz, su sonido, aquel con el cual se sienta en un lugar donde hay
estudioso del conservatorio de
acompaña al hijo que espera. juguetes, libros e instrumentos
París.
Así, Sofía, quien espera a Ana
Sofía, recita este poema de la
tradición oral:
Las horas que tiene el día

las he repartido así:

nueve soñando contigo

y quince pensando en ti.

Lo recita dándole énfasis a los


silencios y crea una atmósfera
de suspenso mágica para ella
misma y para las otras madres,
mientras Valeria decide hacerle
una melodía a ese mismo poema
para entregárselo a Guadalupe,
a quien lleva en su vientre; lo

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invita a sentarnos y comenzamos


a saludar a cada niño y acompa-
ñante por su nombre. Este es un
momento muy importante para
que cada pequeño reconozca
particularidades, se reconozca a
sí mismo y al mediador que está
influyendo significativamente en
su destino. También es un mo-
mento para reconocer al vecino,
probablemente su futuro amigo,
y a su acompañante. Así, este
ritual se convierte en cimiento
emocional y social.
Cuando acabamos de saludar-
nos, otro sonido invitador nos
lleva a pararnos. Nos propo-
nemos asociar el sonido al
Continúa el diálogo pasada no era capaz de cogerla movimiento corporal, sentán-
permanente que durante y ahora se aferra a ella. Es hora donos cuando el sonido baja y
de empezar la clase con los otros
ella se ha establecido parándonos cuando el sonido
siete niños que han ido llegando sube. Así, comenzamos a crear
entre los cuerpos, los y él no la quiere soltar. una conciencia auditiva.
instrumentos y las voces,
Cada niño ha llegado con su Ya de pie, hacemos un tren y
con el que los niños acompañante (mamás, papás, cantamos:
comienzan, poco a poco, abuelas y cuidadoras) y a ellos
Pasa el trencito / llevando maíz, / va
a hacer sus primeras les pido que hagamos un círcu-
lo; después nos saludamos con echando humito / por la nariz.
incursiones en el plano
una ronda: Rimando, cada acompañante
del lenguaje expresivo.
Hola niños / ¿cómo están? / Estamos inventa qué va llevando el tren
en Malaquita / Y vamos a cantar. y por dónde va echando humo.
musicales llamativos por su
Así, para Jimena y Simón el tren
color y sonido; acomoda a Simón Al sonido de la guitarra, se lleva mantequilla para mover
en su regazo con una mano, crea una atmósfera mágica de las rodillas y para sus vecinos,
mientras con la otra sostiene atención que se traduce en bananos para mover las manos o
una maraca cuyo sonido lo hace miradas fijas, silencio, quietud y coca cola para mover la cola.
patalear. La agita y se alegra curiosidad.
al ver que Simón, además de Luego, sentados como en un
Uno a uno / nos saludaremos, / nido, sacamos un libro, Mis
patalear, la busca con su mirada.
porque esta clase ya va a comenzar. Juguetes, de Lotta Persson (La
De pronto, en un descuido de
mamá, Simón le quita la maraca Un sonido que transita desde lo Galera). En la primera pági-
y ¡qué felicidad! La semana más agudo hasta lo más bajo nos na aparece una pelota y en la

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s­ egunda, un niño con la misma Caballito, chas, chas, chas, (golpe- ella se ha establecido entre los
pelota. Vamos a lo simbólico citos del caballo en el piso) / paso cuerpos, los instrumentos y
diciendo: “Aquí está la pelota de fino, chas, chas, chas, / quiero ir las voces, con el que los niños
a pasear, chas, chas, chas, // En
Simón… aquí está Simón con su comienzan, poco a poco, a hacer
tu lomo, chas, chas, chas, / yo me
pelota…”. Así, pasamos por todos siento, chas, chas, chas, muy feliz
sus primeras incursiones en el
los nombres de los niños y niñas de cabalgar, chas, chas, chas. // Por plano del lenguaje expresivo,
y luego cantamos una canción potreros y colinas…” / que es un nuevo esfuerzo por
que nos inventamos en clase: organizar sus experiencias y
Y se van galopando los niños en
representa un movimiento en su
Yo tengo una pelota / muy redonda. los caballos de palo, por todo el
estructura de pensamiento que
(bis) // Juega entre mis manos, / jue- salón. Todo se convierte en ins-
los va llevando hacia una vida
ga entre mis pies, / rueda y rebota. piración para que los niños im-
más independiente y autóno-
Mientras todos cantan, uno de provisen y realicen sus propias
ma. También los adultos salen
los acompañantes juega con creaciones, así la voz y el cuerpo
de clase con un buen bagaje de
una gran pelota llevando el pul- van madurando y con ellos se
herramientas para comunicarse
so de la canción. Escuchando va ampliando el repertorio de
con sus bebés y prolongar la ex-
y mirando, Simón y los otros poesías, de autor y folclóricas. A
periencia de juego y afecto que
bebés van asociando ese pulso medida que la lírica acompaña
han vivido en ella. Instrumentos
a un movimiento corporal que al niño en su crecimiento, éste
musicales, libros, juguetes y
poco a poco se va a ir instalando va aumentando su posibilidad
espacio libre: excusas para
en sus cuerpos, como extensión expresiva, su capacidad de
recitar, cantar, tocar y bailar. Eso
del ritmo cardíaco: gatear, ca- apreciar lo bello y de pensar.
es lo que propiciamos, porque
minar, correr o aplaudir se van Al final de la clase, los caballos consideramos que la integración
perfeccionando rápidamente, al agotados deben ir a descansar. de la música, la poesía y el cuer-
ritmo del repertorio fundamen- Todos nos despedimos con un po permiten vivencias que van
tal que sigue la pelota y ésta no ritmo, con un poema o una can- desde lo personal hasta lo social
puede dejar de rebotar porque ción. Sin embargo, continúa el y que benefician todas las áreas
si lo hace, la canción muere. diálogo permanente que durante de desarrollo del ser humano.
El pulso musical es igual al
pulso del corazón, no se puede
detener. Detenerse significa Carmenza Botero
entonces un silencio total que Licenciada en Pedagogía Musical, quien desde el año 2006 fundó y dirige
despierta en los niños las mejo- Malaquita Proyecto Musical. También dirige el Grupo Malaquita, especializado
res carcajadas. en interpretar poemas de autor, rondas y canciones de la tradición española
y latinoamericana. Es miembro del Movimiento Colombiano de la Canción
Más adelante, en otro libro,
Infantil y promotora de la Asociación Orff Colombia.
aparece en medio de un fondo
blanco un caballo de palo, ex- Como docente se ha dedicado a trabajar con los más pequeños, padres
cusa para que los más grandes, de familia, docentes de preescolar y primaria, bibliotecarios y promotores
los que ya caminan y empiezan culturales. Fue codirectora de Espantapájaros Taller durante casi una década,
hasta junio de 2006, etapa durante la cual desarrolló una propuesta para
a correr, traigan los caballos de
favorecer el desarrollo musical y lector con niños entre 0 y 6 años, basada en
palo y canten la canción de Pilar
la conexión entre música y literatura.
Posada que dice:

Malaquita, un proyecto donde la música nos acompaña a crecer 35

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