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Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE-CECAR


DIVISIÓN EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA

MÓDULO
EPISTEMOLOGÍA

JAVIER CALDERÓN
Lic. Filosofía y Letras

PROGRAMA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA A DISTANCIA


Sincelejo - Sucre
2005

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 1


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

TABLA DE CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 6
UNIDAD 1 9
EVALUACIÓN INICIAL 11
1. TEORÍAS FILOSÓFICAS DEL CONOCIMIENTO. 12
1.1 DESCRIPCIÓN FENOLÓGICA DEL CONOCIMIENTO. 12
1.2 PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO. 16
1.2.1 La posibilidad del conocimiento. 16
1.3. EL ORIGEN EL CONOCIMIENTO. 21
1.4 LA ESENCIAL DEL CONOCIMIENTO. 37
1.5 OBJETIVIDAD DEL CONOCIMIENTO. 46

RESUMEN. 54
AUTOEVALUACIÓN. 55

UNIDAD 2. 57
EVALUACIÓN INICIAL. 60
2. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. 61
2.1 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA: PRINCIPALES CONCEPCIONES. 61
El método Inductivo. 65
El método Deductivo. 66
El positivismo Lógico. 68
El falsacionismo de Popper. 69
Los programas de investigación científica de Lákatos. 75
El anarquismo metodológico de Feyerbend. 78
El método de las ciencias sociales 80
La estructura de un cuerpo científico. 82

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2.2 CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. 84


2.3 MÉTODOS DE LA EPISTEMOLOGÍA. 88
2.4 LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. 90

EVALUACIÓN. 110
RESUMEN. 111
LECTURA. 112

UNIDAD 3. 119
3. LA CIENCIA Y EL MÉTODO CIENTÍFICO. 123
3.1 CUESTIONES EPISTEMOLÓGICAS. 123
3.2 BREVE EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CIENICA. 140
3.3 CARACTERÍSTICAS DE LA CIENCIA MODERNA. 141
3.4 CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: EL MÉTODO. 145
3.5 EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. 149
3.6 LA FILOSOFÍA HERMENEUTICA DE HANS GEORG GADAMER. 154
3.7 LOS PARADIGMAS DE KHUN. 158

RESUMEN. 165
EVALUACIÓN. 166
LECTURA. 167
BIBLIOGRAFÍA.

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INTRODUCCIÓN

Para la elaboración de un módulo de Epistemología la tarea es bastante difícil, toda


vez que para ello, se requiere formulación objetiva de los planteamientos hechos por
teorías de carácter filosófico, y a la vez, los enfoques que conlleva hoy la Epistemología
a nivel de las ciencias particulares. Este esfuerzo se reduce a hacer un planteamiento
de los distintos problemas que implica la Epistemología y las soluciones que se han
dado históricamente a dichas dificultades, con el fin de poder establecer objetivamente
las relaciones científico-filosóficas que son hoy fundamentales en toda Teoría del
Conocimiento.

Sobre la importancia de la Epistemología no es necesario insistir pues bien sabemos


que ella forma parte central de la Filosofía sistemática y es, precisamente, desde este
campo filosófico donde más se han concentrado los esfuerzos para solucionar
problemas como la naturaleza, la posibilidad, el origen y esencia del conocimiento. Por
otra parte, a nivel de las ciencias particulares, la Epistemología ocupa hoy uno de los
primeros lugares no sólo porque pretende establecer las condiciones del conocimiento
válido, sino ante todo, porque hace un desmonte crítico de las teorías científicas, hace
un análisis del método científico y asegura la exactitud del conocimiento.

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DINÁMICA PARA CONSTRUIR


EL CONOCIMIENTO

Amigo(a) Estudiante:

Para facilitar el buen manejo del módulo, es recomendable que sigas las siguientes
instrucciones de manejo:

 La temática ha sido previamente organizada en orden lógico; por lo tanto inicie su


lectura y estudio en el orden en que aparecen las secciones y contenidos aunque ya
tenga algunas nociones de que tratan.

 Es conveniente que usted realice una lectura de forma analítica de cada Unidad,
trate de comprender los contenidos, reflexione sobre los alcances e interrelaciones
de la temática tratadas.

 Desarrolle las diferentes pruebas, ejercicios, actividades, y consultas, participe en


los conversatorios, discusiones y exposiciones que le ayudarán a adquirir
experiencia y a saber expresar sus ideas en público.

 No olvide que el aprendizaje se puede lograr en forma individual y colectiva; si usted


logra una buena integración con sus compañeros de equipo, si logra aclarar las
dudas, si estudia de manera cuidadosa el presente módulo, alcanzará el éxito
deseado por el diseñador del presente módulo.

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Teorías filosóficas del


conocimiento.

Unidad 1
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PRESENTACIÓN

El presente capítulo se propone desarrollar y fijar una serie de conceptos,


definiciones muy utilizadas en las teorías filosóficas del conocimiento, que permitirán
entender de una manera más amplia dichas teorías. En esto radica la importancia de
esta unidad, en permitirnos conocer lo qué sucedió en los inicios de las teorías del
conocimiento.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Al terminar de estudiar la presente unidad usted debe estar en capacidad de:

 Dar una descripción fenoménica del conocimiento.


 Explicar los problemas de conocimiento.
 Dar respuestas al origen del conocimiento.
 Entender la objetividad del conocimiento.

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DINÁMICA PARA CONSTRUR


EL CONOCIMIENTO

UNIDAD 1.

Para el desarrollo exitoso de esta unidad se recomienda lo siguiente:

ACTIVIDADES.

 Lea detenidamente la Unidad N° 1.


 Resuelva los ejercicios que aparecen en la “atrévete a opinar”.
 Desarrolle los ejercicios que aparecen como Autoevaluación.
 Realice un resumen de toda la unidad 1 el cual será debatido en el CIPA.
Reunidos en los Cipas, discutan el resumen de la Unidad 1 y socialicen los
ejercicios correspondientes a la Autoevaluación. Reunidos en los Cipas,
identifiquen los problemas encontrados en esta Unidad y propongan soluciones,
conforme a las normas.
 En los Cipas, realicen los Ejercicios Prácticos que aparecen al final de la Unidad
1.
 Todos los ejercicios realizados individualmente y en los Cipas, se deben
socializar en la sesión presencial en el aula.

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Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

ATRÉVETE A OPINAR

1
¿Cuáles cree que son los problemas del conocimiento?

_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______

2
¿Existe alguna finalidad del conocimiento?, ¿cuál?

_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______

3
¿Cuál es la esencia del conocimiento?

_______________________________________________
_______________________________________________
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_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______
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Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

UNIDAD 1.
1
1. TEORÍAS FILOSÓFICAS DEL CONOCIMIENTO.

1.1 DESCRIPCIÓN FENOLÓGICA DEL CONOCIMIENTO.

Cuandohablamos de nuestra actividad cognoscitiva estamos implicando no sólo


nuestro modo de vivir sino, ante todo, la manera como nos relacionamos con el mundo
que nos rodea. Cuando hablamos de conocimiento hacemos referencia a la toma de
conciencia de aquellas realidades como el espacio, el tiempo, las experiencias del yo,
de los otros, del mundo externo, del hecho social; situaciones que, en alguna forma,
producen en nosotros estados mentales de seguridad, de duda, de afirmación o de
negación.

El conocimiento no es un hecho aislado. Implica siempre referencia hacia lo otro,


hacia las cosas, hacia las personas. “El conocimiento designa al hombre que es
consciente de lo que le rodea y que, por tanto, está en este mundo de una manera muy
distinta a como puede estarlo una cosa inerte. El conocimiento abarca no sólo el
conocimiento científico o filosófico sino también las experiencias personales, el ver, el
oír, el sentimiento, la intuición, las sospechas y los estados de ánimo 1”.

No cabe duda que en cualquier tipo de conocimiento (vulgar, científico, religioso,


técnico, político), estamos implicando ciertos elementos que se repiten constantemente
y sin los cuales sería imposible el hecho mismo del conocer. Detectar esos elementos
comunes, invariables, en las operaciones cognoscitivas es lo que compete al terreno de
una “Fenomenología del conocimiento”. Esos elementos generales no se dan de
ninguna manera aislados puesto que el conocimiento forma en sí una unidad y por eso
todos se implican en el acto de conocer. Podemos sintetizar los aspectos comunes del
conocimiento en la siguiente forma:

1. En todo conocimiento encontramos implicado un doble elementos (dualismo del


conocimiento): de un lado una conciencia, un sujeto; u de otro, un objeto, una
realidad que se da al sujeto. Hay conocimiento cuando algo se ha representado
en la conciencia de un sujeto. “En efecto, el hombre conoce el mundo; lo cual
quiere decir que el hombre tiene noticia de lo que le rodea. Pero, además, el
hombre no es como un ser insignificante que se hallara en este mundo. Sino que
el mundo, en cierto sentido, está también dentro del hombre: el mundo está

1
Van Peursen. C. A. Orientación Filosófica, Editorial Herder. Barceloa, 1975.

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asumido, reflejado y captado por la conciencia humana. En su capacidad de


conocer, el hombre llega mucho más allá de sí 2”

2. El conocimiento siempre se nos da en una relación donde toda operación


cognoscitiva se dirige a un objeto para captar su sentido. Este objeto es
trascendente al sujeto (permanece independiente del sujeto que lo conoce); algo
se da, algo existe fuera de mí. La realidad se me impone y me determina. Esta
es lo que ha llevado a los filósofos a afirmar que el ser o realidad determina el
conocer. Conozco algo en cuanto ese algo existe. El conocimiento es siempre de
algo, es la afirmación de la realidad del objeto. Toda conciencia real debe ser de
algo, no se da conocimiento cuando nuestra conciencia se encuentra vacía. La
actividad de la conciencia se presenta en función del objeto y éste está dado para
se asimilado por la conciencia. “La conciencia que yo soy lleva consigo, pues,
indisolublemente unidos un polo sujetivo y un polo objetivo, brevemente, el sujeto
y el objeto, pero antes de abordar la descripción distinta de estos dos polos debo
llenar mi atención sobre un dato más simple y fundamental todavía: la unidad de
la conciencia. Porque notémoslo bien, lo primero que hay es la unidad, el sujeto y
el objeto no son más que dos aspectos de la misma conciencia; esta misma no
resulta de la síntesis de un sujeto y de un objeto que fuesen dados antes en
estado de separación3”

3. El conocimiento humano es por naturaleza, dinámico, espontáneo. Su


característica es la de ser una actividad: “La realidad consciente o conciencia real
es a la vez devenir y duración. Son dos nuevos caracteres completamente
primitivos de la conciencia: evidentemente es devenir; no es una realidad fija e
inmóvil, la conciencia evoluciona, cambia, es un perfecto fluir una sucesión de
estados o modos de ser. Pero también es duración, es decir, unidad, continuidad,
permanencia, identidad, a pesar del devenir y a través del devenir; la conciencia
tiene una historia, un pasado que continúa siendo en el presente; el presente no
es un momento aislado inconsciente, un relámpago que se desvanece a distancia,
sino una duración y una permanencia que domina en cierta medida al devenir”.

4. En todo conocimiento tanto el sujeto como el objeto desempeñan una función, un


oficio; el sujeto es el que capta, coge, aprehende el objeto, mientras que el objeto
se impone y determina al sujeto. En esta relación, la aprehensión significa que el
sujeto sale fuera de sí hasta encontrarse con la cosa, la cual permanece
independiente al sujeto que la conoce. Esto no significa que el sujeto capte o
conozca adecuada y perfectamente el objeto en dicha relación. Al contrario,
conocer no es más que ir dando sucesivas aproximaciones para detectar el
sentido de las cosas, y nunca llegamos a agotar en el acto del conocimiento el
objeto en toda su riqueza en todo su significado. Visto así, el conocimiento
aparece como algo progresivo y se destruye aquella pretensión de llegar a poseer
verdades inmutables, absolutas.

2
Idem.
3
Van Steenberghen, P. Epistemología. Editorial Gredos. Madrid

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 11


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

5. Hemos afirmado anteriormente que el objeto siempre es trascendente al sujeto


que lo conoce. Pero la representación que la conciencia hace del objeto es
inmanente al sujeto. En efecto, la conciencia no produce la representación sino
que la elabora con los datos procedentes del objeto. Esto nos lleva a distinguir
tres modalidades de ser en el proceso del conocimientos:

a. El ser del sujeto cognoscente;


b. El ser del objeto conocido;
c. El ser de la representación del objeto realizada en la conciencia del
individuo.

Esto significa que el sujeto se nos presenta como algo verdaderamente existente
que, a su vez, es impresionado por un hecho o una cosa real; y que la forma
como el sujeto representa al objeto, también es algo. No es lo mismo tener una
impresión o una representación en la mente que carecer de ella. Esto lo
podemos sintetizar así: En el conocimiento se da una primacía del ser (realidad)
sobre el conocer (orden lógico). El ser se nos presenta como sujeto (capacidad
de conocer) o como objeto (como determinante del sujeto) y como una actividad
(la representación que logramos del objeto): “La dualidad de sujeto y objeto en mi
conciencia me permite captar el “conocer” como una modalidad del “ser”. En
este punto de partida del análisis epistemológico, la “conciencia real” se nos da
en una unidad concreta y con una indistinción tal que la conciencia y lo real, el
ser y el conocer, forman una identidad… Así el polo objetivo de mi conciencia
actual está constituido por paredes, muebles, cuadros, etc. Todos estos objetos
son sin duda contenidos de conciencia. Si se comparan entre sí el ser y el
conocer, la prioridad sicológica del ser se manifiesta inmediatamente. En efecto,
conocer implica evidentemente ser, mientras que ser no implica evidentemente
conocer: No hay ninguna dificultad para que yo conciba que alguna cosa existe
sin que sea una conciencia mientras que no puedo concebir que algo sea
conciencia sin que exista”.

En este tipo de relación podemos darnos cuenta de que cuando el sujeto se


proyecta fuera de sí, en busca del objeto, logra estructurar de él una imagen
(representación). Pero el objeto como tal sigue existiendo con independencia del
sujeto que hace la representación: “El sujeto solo puede captar las propiedades
del objeto fuera de sí mismo porque la oposición del sujeto y del objeto no
desaparece en la unión que el acto de conocimiento establece entre ellos; ella es
indestructible… El objeto, aun cuando es captado, sigue siendo para el sujeto
algo exterior; es siempre el objectum, vale decir, lo que está en frente. El sujeto
no puede captar el objeto sin salir de sí; pero no puede tomar conciencia de lo
que es captado, sin volver a entrar en sí, sin volverse a hallar en su propia
esfera. El conocimiento se realiza, por así decirlo, en tres tiempos: el sujeto sale
de si, está afuera de sí y vuelve a entrar finalmente en sí 4”.

4
Harman, Nicolai. Principios de una metafísica del conocimiento. Vancourt. París.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 12


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Aparece muy claro que en el conocimiento el sujeto se presenta como una


capacidad, como una tendencia continua a conocer. Como una intención de
poseer los objetos (mundo externo-mundo interno). Pero esta tendencia al
conocer no puede ser algo pasivo ni ciego, sino tendencia consciente, proyección
hacia el mundo para estructurarlo en sentido. Como dijera Kant, el sujeto es una
función, algo dinámico y sólo en él se logra llevar a cabo la unidad o mejor la
síntesis de nuestros conocimientos. “En efecto, por una parte, el yo cognoscente
se presenta como una tendencia, una capacidad, una función, esto es, como una
potencia de conocer; el conocimiento mismo es pues realización de esa
tendencia, es decir, acto de esta potencia. Por otra parte el yo consciente o la
conciencia se presenta a la vez como devenir y como duración, como realidad
idéntica y permanente a través de una evolución incesante, un crecimiento
continuo”.

Queda, pues, puesto de manifiesto que el conocimiento siendo actividad


inmanente es, a la vez, despliegue de un sujeto. Pero el conocimiento no lo
podemos reducir sólo a actividad del sujeto como la intentó Descartes. Conocer
es abrirse a las cosas, a los objetos, conocer es ser con otro, el yo pensante
tiene que proyectarse en las otras personas y en los objetos del mundo. No se
puede pensar haciendo caso omiso de las circunstancias que rodean al sujeto
pensante. El sujeto en cuanto actividad pensante hay que concebirlo siempre
inmerso en situaciones, pero no separado del mundo que le rodea. Vivir, tal
como lo propuso Heidegger, es “estar en el mundo” y, tan necesarios son para mi
existencia las cosas con que vivo, como yo viviendo con las cosas.

6. La finalidad del conocimiento. La actividad cognoscitiva del hombre no es


caótica sino que refleja un proceso y tiene finalidad. El hombre conoce lo real,
vive y se proyecta siempre hacia algo, resuelve los problemas; todo con la
finalidad de llegar a poseer la verdad: “El análisis de mi conocimiento me enseña
que yo conociendo persigo un fin, un objeto, un bien, un valor, es decir: la
posesión lo más adecuadamente posible del ser. Esta finalidad permite definir la
verdad y el error. La finalidad de mi conocimiento es, pues, un hecho, un dato de
conciencia. Con más o menos razón, yo tiendo hacia un fin esforzándome por
conocer. Este fin es una cierta posesión del ser, de la realidad, de mi propia
naturaleza, primero para satisfacer mi curiosidad y luego para determinar mi
actitud o mi comportamiento frente a los objetos conocidos”

La finalidad del conocimiento nos pone de frente a otro problema como es el de la


verdad. En la filosofía tradicional, la verdad se mira como una relación de
igualdad: verdad es la conformidad de la mente con el objeto conocido o mejor, la
adecuación perfecta entre mi pensamiento y el objeto real. Cuando dicha
conformidad no se da, aparece el error. Lo cierto es que el hombre en su proceso
de conocimiento está sometido a una serie de limitaciones que impiden una
perfecta adecuación de su pensamiento con las cosas. Esto indica que el hombre
no agota el objeto en su acto de conocimiento y si lo lograra nuestras verdades
serían absolutas. El hombre siempre estará en actitud de conquista de la verdad,
pero no en la posesión plena de la verdad pues siempre habrá matices y aspectos
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 13
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

que se nos escapan. Nuestro conocimiento se enriquece todos los días. Eso
prueba la limitación como sujetos cognoscentes. Nuestros conocimientos se
renuevan continuamente tal como la realidad se renueva en su proceso evolutivo.
Aunque nuestro conocimiento sea limitado, no por esto debemos caer en el
escepticismo: “En esta conciencia de la inadecuación radica el fenómeno del
problema. En el problema el sujeto traspasa la frontera de la objetivización y
penetra en el dominio de lo transobjetivo sin que por ello éste último venga a ser
objetivado. La conciencia del problema es la conciencia positiva de los límites de
la objetivización a la vez que la conciencia negativa del contenido encerrado en la
transobjetivo. De la conciencia de la inadecuación resulta la tendencia a realizar
la adecuación, el esfuerzo activo por aprehender círculos cada vez más amplios
de las determinaciones de los objetivos, una tendencia de progresiva penetración
en lo transobjetivo, de progresiva objetivación de lo no objetivado y de progresiva
incorporación de todo el objeto en la relación de conocimiento. De la conciencia
del problema resulta el progreso del conocimiento 5.

La finalidad del conocimiento, en síntesis, es tratar de reproducir a nivel de


nuestra conciencia, los procesos o leyes que regulan la naturaleza, la historia o
los hechos sociales para asimismo poder transformarla.

1.2 PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO.

Hemos señalado anteriormente los elementos indispensables en toda actividad


cognoscitiva. No obstante, históricamente han surgido una serie de problemas que, al
tratar de ser solucionados, han dado origen a su vez, a un sinnúmero de teorías cuyo
aporte al esclarecimiento del problema puede considerarse como valioso. En efecto, el
primer interrogante de la realidad (posibilidad del conocimiento). El segundo surge
cuando se plantea el problema de dónde es que se originan nuestros conocimientos:
será en las facultades sensibles a propiamente en la razón (origen del conocimiento).
El tercero aparece cuando se trata de determinar la esencia del conocimiento
(naturaleza del conocimiento). El cuarto se da cuando hablamos de las formas de
conocimiento.

1.2.1 La posibilidad del conocimiento.


Al enfrentarnos a este problema pretendemos determinar si el conocimiento es posible,
es decir, si el sujeto puede o no aprehender el objeto, si nuestras facultades nos
suministran datos que nos permitan una representación adecuada de la realidad o, por
el contrario, si el hombre no puede tener ninguna seguridad respecto del conocimiento
de las cosas del mundo externo e interno. Al tratar de resolver esta dificultad, han
surgido varios sistemas:

a. El Dogmatismo.
Están convencidos de que el conocimiento es posible. Por eso lo dan como un
hecho. Suponen que sí se puede dar una relación entre el sujeto cognoscente y
5
Hartman, Nicolai. Principios de una metafísica del conocimiento. Vancourt. París.

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el objeto conocido. No se interesan por hacer una justificación de este problema.


No determinan ni la forma como nuestras facultades conocen, ni la manera como
los objetos nos son dados. El conocimiento para esta escuela no es aún un
problema. Suponen la capacidad cognoscitiva del hombre y suponen que la
realidad de hecho existe; su preocupación es la “naturaleza”. Tratan de
averiguar qué son las cosas, de qué están hechas; buscan un principio que sea
capaz de explicar todo cuanto existe. La naturaleza es pues cognoscible a
través de nuestra inteligencia. “Este hecho de que el conocimiento no sea
todavía un problema para el dogmatismo descansa en una noción deficiente de
la esencia del conocimiento. El contacto entre el sujeto y el objeto no puede
parecer problemática a quien no ve que el conocimiento representa una relación
y esto es lo que sucede al dogmático. No ve que el conocimiento es, por
esencia, una relación entre un sujeto y un objeto. Cree por el contrario, que los
objetos del conocimiento nos son dados absolutamente y no meramente, por
obra de la función intermediaria del conocimiento. El dogmatismo no ve esta
función y esto pasa no solamente en el terreno de la percepción sino también en
el del pensamiento. Según la concepción del dogmatismo los objetos de la
percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera:
directamente en su corporeidad6”. Para el dogmático existe una confianza total
en el poder de la razón para conocer. Creen que los valores de las cosas son
aprehendidos directamente y que nuestro espíritu es capaz de conocer la
realidad tal cual se nos presenta. Esta posición la tomaron los filósofos
presocráticos: los jónicos, los eleáticos, Pitágoras, Heráclito, etc.

b. El Escepticismo.
Toma una actitud contraria al dogmatismo. El sujeto no puede aprehender el
objeto. En efecto, los sentidos nos engañan, el hombre comete muchos errores,
estamos sometidos a las contradicciones, la diversidad de opiniones entre los
hombres respecto de una misma cosa hace que no podamos tener ninguna
seguridad respecto de nuestros conocimientos; nuestras facultades cognoscitivas
(sentidos, razón) están sometidas al engaño. El sujeto cognoscente depende de
una serie de factores que impiden llegar al objeto.

El escepticismo como actitud negativa ante la validez del conocimiento aparece


con Pirrón (365-270) quien sostenía la imposibilidad de conocer las cosas, el
engaño de los sentidos. La duda es la única forma de sabiduría. Las cosas no
se pueden conocer. A lo sumo se dan simples opiniones a las que se pueden
oponer otras. Para llegar a la plena tranquilidad (ataraxia) hay que abstenerse
de todo juicio. Hay pues, una renuncia a poseer un criterio sobre la verdad
objetiva. No debemos pronunciarnos a favor ni en contra de ninguna cosa, ni
considerar nada, ni como falso no como verdadero. Algunos han querido resumir
la doctrina pirrónica así: “Quien quiera gozar de la felicidad, debe considerar los
tres puntos siguientes: primeramente, ¿cuál es la naturaleza de las cosas? En
segundo lugar, ¿cuál debe ser la disposición de nuestra alma respecto a ellas?
Y, finalmente, ¿qué resultado tendrán para nosotros esas disposiciones? Afirma

6
Hessen, J. Teoría del conocimiento. Editorial Losada. Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 15


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que si las cosas no manifiestan entre ellas ninguna diferencia y escapan


igualmente a la certidumbre y al juicio, las opiniones que nos formamos respecto
a ellas, no pueden, por ello, revelarnos ni lo verdadero ni lo falso. Por ello, no
nos es preciso conceder ningún crédito a las opiniones sino que debemos
permanecer sin opiniones, sin inclinaciones y sin dejarnos conmover,
limitándonos a decir de cada cosa, que no es más esto que aquello, o más aún,
que es, al mismo tiempo que no es, o en definitiva, ni que es ni que no es. A
poco que conozcamos estas disposiciones, conoceremos inicialmente la afasia
(no afirmaremos nada) y luego la ataraxia (imperturbabilidad) 7”.

La segunda fase se desarrolla en la Academia platónica en contra del


dogmatismo de los estoicos. Representado por Arcesilao, quien no concedía
valor a los conocimientos sensibles ni de la razón, porque si las impresiones
sensibles son subjetivas y la razón trabaja con ellas, corre el mismo riesgo de
error. No hay ninguna evidencia inmediata ni ninguna ciencia absoluta de nada.
Nada, pues, podemos afirmar ni negar como cierto, sino a lo sumo como
probable. Carneades, demuestra que no existe criterio absoluto de verdad: ni la
razón, ni los sentidos, ni las representaciones, son base evidente de nada, pues
todas nos engañan igualmente. La ciencia y la certeza son imposibles pues
carecemos de un criterio para distinguir lo falso y verdadero. De la realidad sólo
percibimos apariencias mudables. La misma contradicción de las cosas hace
que todo sea relativo y que por tanto los enunciados ni sean verdaderos ni falsos.

En la tercera fase el escepticismo se muestra más radical que en las anteriores y


llega a la suspensión de la posibilidad de todo juicio. Caen en un subjetivismo,
en un relativismo y en un agnosticismo. Enesidemo afirma que sólo conocemos
lo que sentimos, pero no la realidad tal como es en sí. Hay muchas razones para
ello: la diversidad de sensaciones, las circunstancias subjetivas, la variedad de
posiciones, de distancias y lugares, la relatividad de sujeto que conoce y del
objeto. La diversidad de educación, costumbres, leyes, creencias. Para llegar a
la verdad se necesitaría de una prueba la cual siempre es inútil. Agripa (I d. C.),
por su parte, sostiene que debido a que hay discordancia entre los individuos, su
manera de pensar y de vivir, y la relatividad del objeto y del sujeto, nos lleva a la
suspensión real del juicio. Toda prueba que se dé de algo exige otra y así
sucesivamente sin que verdaderamente podamos llegar a una base fundamental.
Suponemos siempre lo que debemos probar. Sexto Empírico (II d. C.) llega a
sostener que debemos suspender el juicio porque tanto la afirmación como la
negación son igualmente persuasivas. No hay criterio de verdad las
demostraciones son relativas, la causa es incapaz de explicar los hechos. La
vida del hombre se rige más que todo por un criterio de utilidad. La única actitud
racional es la abstención de todo juicio. Sólo así logramos la libertad de espíritu
pues no nos sujetamos a ninguna escuela, dogma o secta. El escéptico debe ser
ante todo un observador, un buscador y cuestionador que no niega ni afirma
nada. Así se consigue la tranquilidad. No pretenden negar la realidad pero si los
juicios sobre esa realidad.

7
Rammoux, Clémence y otros. Historia de la Filosofía. Siglo XXI Editores. Madrid.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 16


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

La actitud escéptica no es una posición razonable puesto que si bien es cierto


que el hombre está sometido a una serie de limitaciones, de circunstancias que
hacen que su conocimiento sea relativo, de ahí no podemos deducir que el
hombre no pueda conocer algunas cosas con cierta seguridad. Si el hombre se
equivoca no es porque sus facultades, por naturaleza lo lleven al error, sino
porque accidentalmente esas facultades se pueden equivocar, de lo contrario las
ciencias serían imposibles. “El error, las contradicciones y la diversidad de
opiniones constituyen un hecho innegable, pero del que no puede deducirse la
conclusión escéptica: del hecho del error, no es posible deducir que erramos
siempre; porque es verdad que nos equivocamos; pero también es verdad que
no nos equivocamos siempre; este también es un hecho que no puede ser
encubierto con una simple afirmación dogmática. Si estuviésemos
constantemente en el error sería imposible la misma noción de error, el
descubrirlo, es señal gnoseológica de que alguna vez no estamos en el error…
Indudablemente existe una relatividad intrínseca a todo conocimiento falso o
verdadero. El hecho de que la verdad haya que definirla por una igualdad, es
una prueba de ello. También es verdad que muchos conocimientos son
esencialmente relativos sin que sea posible salirse de su complejo de relaciones,
por ejemplo muchos juicios estrictamente axiológicos. Pero no es un hecho el
que siempre sea así, por lo menos en los casos en los que el objeto en si no sea
conocido. Si un objeto tiene su ser propio, no tiene sentido ser íntegramente
conocido por el entendimiento humano, pero eso es no conocer todo el objeto, y
entre eso y nada, queda un campo extenso de conocimientos verdaderos 8”

c. El relativismo y el subjetivismo.
Para esta escuela, el conocimiento sí es posible, dado que podemos tener algún
grado de certeza. Pero lo que niegan de hecho es que podamos llegar a obtener
verdades universales, absolutas, inmutables. En efecto, nuestro conocimiento
siempre es relativo, es decir dependiente de factores y circunstancias especiales.
Hay muchas circunstancias que afectan al objeto que vamos a conocer como hay
también circunstancias que afectan al sujeto cognoscente. La actitud relativista
queda formulada así por Protágoras: “El hombre es la medida de todas las
cosas, de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no
son”. Lo que significa que las cosas son para cada cual lo que cada cual quiera
pensar de ellas. Cada cual elabora su propia verdad. Hay tantas “visiones del
mundo” de acuerdo a las experiencias de cada cual, pero ninguna de ellas puede
imponerse con la pretensión de ser total y común a todos. La validez de
nuestros conocimientos es limitada. Para el subjetivismo el conocimiento
depende de factores que rodean al sujeto: cultura, convicciones, prejuicios, etc.
Mientras que el relativismo insiste más en los factores externos que rodean al
objeto. Al respecto de la actitud relativista-subjetivista se nos dice: “El
subjetivismo y el relativismo juzgan que no hay verdad universalmente válida.
Pero también en esto hay una contradicción. Una verdad que no sea
universalmente válida en un contrasentido. La validez universal de la verdad

8
De Alejandro, José M. Gnoseología. Madrid.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 17


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

está fundada en la esencia de la misma. La verdad significa la concordancia del


juicio con la realidad objetiva. Si existe esta concordancia no tiene sentido
limitarla a un número determinado de individuos. Si existe, existe para todos. El
dilema es: o el juicio es falso (y entonces no es válido para nadie) o es verdadero
(y entonces es válido para todos, es universalmente válido). Quien mantenga el
concepto de verdad y afirme, sin embargo, que no hay una verdad
universalmente válida, se contradice, pues, a sí mismo”. Los representantes de
estas teorías fueron los sofistas, Protágoras, Eutidemo, Trasímaco, Critias.

d. El Criticismo.
Mientras los dogmáticos aceptaban el conocimiento como un hecho, sin justificar
sus presupuestos, el criticismo acepta que el hombre puede llegar a conocer,
puede llegar a poseer la verdad, puede tener conocimientos que le dan certeza,
pero se hace indispensable justificar racionalmente la forma como llegamos al
conocimiento, o sea, que es indispensable demostrar cómo es que conocemos y
en qué forma se nos da la realidad. Hay que reflexionar en los elementos que
determinan el conocimiento, hay que tomar una actitud crítica ante el problema
del conocimiento, no se puede dar como un hecho sino que es necesario mostrar
los mecanismos de que se vale el sujeto y la forma en que se nos da el objeto.
Si nos remontamos a la antigüedad tenemos como filósofos críticos a Platón (s.V
a.C.). Distingue varios grados de conocimiento: el conocimiento sensible, que
tiene por objeto los seres materiales que se nos dan a través de los sentidos. A
los sentidos corresponde un mundo variable, inestable, del cual no puede existir
una verdadera ciencia. El conocimiento racional discursivo: versa sobre el
número y la cantidad; se refiere a las verdades matemáticas. El conocimiento
racional intuitivo se refiere a los seres carentes de toda materia y de cantidad; es
el mundo de las ideas; sólo de éste puede haber verdadera ciencia. El mundo
inteligible o de las ideas es el verdadero, el objetivo, eterno, inmutable y sólo de
él hay ciencia.

Aristóteles, por su parte, como discípulo de Platón, reafirma la posibilidad del


conocimiento. El hombre puede llegar a la verdad. Los sentidos sólo nos
engañan accidentalmente puesto que por naturaleza están hechos para captar
los objetos. Distingue dos tipos de conocimiento: el sensitivo y el intelectivo.
Estas dos facultades trabajan en íntima relación. “Nada hay en el entendimiento
que antes no haya pasado por los sentidos”. Es decir, los sentidos suministran el
material con que trabaja muestra mente. Sólo se puede dar ciencia en le
conocimiento intelectivo, puesto que sólo la razón conoce algo por sus causas y
por sus esencia. En la época moderna tenemos a Kant como el gran
representante del criticismo; su intención era someter la razón a un análisis
detenido para ver sus estructuras y determinar así la forma como conoce.
Quiere fundamentar el conocimiento humano determinando los aportes que hace
el sujeto y los aportes que provienen de la experiencia. La experiencia nos da la
materia o contenido del conocimiento y esa materia que procede de los sentidos
es caótica. El sujeto recibe esos datos, los organiza, les da forma, a través de
estructuras “a priori” que es aportada por el sujeto, posee siempre un carácter
necesario y universal.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 18
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

e. El Pragmatismo.
Afirman la posibilidad del conocimiento. Más el conocimiento queda subordinado
a la acción, la que se convierte en fundamento de la verdad y de la certeza. El
hombre, antes de ser teórico, es un ser práctico; de ahí que todo el valor de
nuestro conocimiento es en base a la acción. Es verdad lo que es útil y
provechoso al hombre. Carlos Pierce considera que la única función de la razón
o del pensamiento es producir creencias y toda creencia es regla de hábito o
acción. William James sostiene que el criterio de la verdad es la utilidad de algo
para la vida individual y social; supone, por tanto, que la verdad no es absoluta
sino relativa. Para J. Dewey la verdadera sabiduría consiste en la aplicación de
lo conocido a la conducta inteligente del hombre. El intelecto nos ha sido dado
para obrar; con lo cual, el pensamiento y el conocimiento hacen referencia
directa a la vida práctica del hombre. El hombre no es un ser pensante
solamente sino un ser que actúa en función de lo útil y valioso pues esto ayuda a
la conservación del a vida.

1.3 EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO.


Cuando tratamos el problema del origen del conocimiento queremos saber si todo
conocimiento se origina en la experiencia o en la razón; si el hombre viene de por sí
dotado de ciertos conocimientos (apriorismo) o, por el contrario, requiere del concurso
de las facultades sensibles e intelectivas a la vez. Frente a este problema surgen los
siguientes sistemas como posibles soluciones:

a. El racionalismo.
Para el racionalismo, el conocimiento tiene su origen en la razón; la experiencia
no cuenta en la elaboración de nuestros conocimientos. Esta corriente del
racionalismo tiene como representante en la antigüedad a Parménides, quien
sostenía que los sentidos nos engañaban, que sólo la razón podría conducir al
hombre a la verdad. Tiende a una identificación del pensar y del ser.

En la época moderna, el verdadero representante es Renato Descartes. Se


proponía dotar a al filosofía de un método que le diera plena seguridad en todo lo
que afirmaba; un método que tuviera el rigor de la matemática, cuyas verdades
nadie discute sino que se aceptan. Sólo con un método riguroso la filosofía
pasaría del plano de las simples apreciaciones o de las verdades subjetivas, al
plano real o de las verdades objetivas. Para lograr este fin, Descartes nos dice
en su libro “El Discurso del Método” que es indispensable tomar una actitud
radical frente a todo lo que uno da por aceptado. La duda sería la forma de
llegar a colocarse en un estado original para poder justificarlo todo: dudaba de la
existencia de Dios, de la existencia del mundo, de los conocimientos que
proporcionan los sentidos, de las verdades matemáticas, de su propia existencia.
Esta duda universal tenía por objeto ver la posibilidad de si existía algo sobre lo
cual no se pudiera dudar. Si dudando de todo podría llegar a una verdad tan
evidente en sí misma que se resistiera a la duda, esa verdad sería tan firme y
definitiva que sobre ella se debía levantar todo el edificio de la Filosofía. “…pero,

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 19


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

como ahora sólo deseaba dedicarme a la investigación de la verdad, pensé que


era preciso que hiciera todo lo contrario y que rechazara como absolutamente
falso todo aquello en que pudiera imaginar la menos duda, a fin de ver si,
después de eso, no quedara algo en mi creencia que fuera completamente
indudable… Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan a veces,
supuse que no hay nada como ellos nos lo hacen imaginar. Y puesto que hay
hombres que se equivocan razonando aún respecto de las más simples materias
de la Geometría… rechacé como falsas todas las razones que antes había
tomado por demostraciones. Y por último, considerando que todos los mismos
pensamientos que tenemos estando despiertos, nos pueden venir también
cuando dormimos, sin que haya entonces ninguno que sea verdadero, me resolví
a fingir que todo lo que alguna vez había penetrado en el espíritu no era más
verdadero que las ilusiones de mis sueños9”.

La duda radical ha de dejar a Descartes en la primera gran verdad. En efecto


dudando de la existencia de todo, me doy cuenta de que para poder dudar de
todo, yo que dudo soy alguien, pues de lo contrario no dudaría; de ahí deduce su
gran principio evidente en sí mismo: “pienso luego existo”. “Más
inmediatamente después, me fijé en que mientras yo quería pensar así que todo
era falso, era preciso que yo, que lo pensaba, fuera algo. Y advirtiendo que esta
verdad: yo pienso, luego yo soy, era tan firme y segura que no podían
conmoverla todas las más extravagantes suposiciones de los escépticos, juzgué
que podía admitirla sin escrúpulos como primer principio de la Filosofía que yo
buscaba” de esto se sigue que todo lo que piense clara, distinta y
evidentemente, eso existe. La segunda verdad que descubre Descartes,
siguiendo el mismo razonamiento anterior es la verdad sobre Dios. Al examinar
Descartes las ideas que había en su mundo interior, se encontró con las ideas de
Ser perfecto y Ser infinito, ideas que él no pudo formar, porque él es finito e
imperfecto; de ahí concluyó que esas ideas se las había colocado el mismo ser
perfecto (innatismo) o sea Dios. Por tanto Dios existe con absoluta seguridad y
El colocó en nuestra mente la idea de perfecto y de infinito. Esto es lo que se
llama innatismo: la idea de Dios nace con uno y por eso aceptamos su
existencia. “Traté de buscar de dónde yo había aprendido a pensar en algo más
perfecto que lo que yo era, y conocí evidentemente que debía ser de alguna
naturaleza que fuera efectivamente más perfecta… quedaba, pues, que hubiese
sido puesta en mi por una naturaleza que fuera verdaderamente más perfecta
que yo, y aún que tuviera en sí todas las perfecciones de las cuales pudiera tener
yo idea, es decir, para explicarme en una palabra: que fueron sacadas por vía de
los sentidos. La existencia de Dios es un hecho; es la verdad eterna y de la cual
dependen todas las otras verdades.

La tercera verdad es la de la existencia del mundo. Una vez confirmada la


existencia de Dios, podemos eliminar la duda sobre la existencia del mundo;
porque si en el mundo hay cuerpos, inteligencias y otras naturalezas que no son
del todo perfectas, su ser debe depender de la potencia de Dios, de suerte que

9
Descartes. Discurso del Método. Editorial Losada. Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 20


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

sin El no pueden subsistir un solo momento. Así pues, las ideas que formamos a
través de los sentidos y que corresponden a las cosas sensible deben provenir
de la sustancia externa (cuerpos), puesto que si no correspondieran, entonces
Dios me engañaría, lo cual es contradictorio, porque un ser perfecto no puede
engañarme; de ahí deduce que el mundo, los cuerpos, existen porque tienen a
Dios como causa.

El racionalismo de Descarte se puede sintetizar así; no tiene en cuenta la


experiencia como punto de partida de todo conocimiento. Coloca como criterio
de verdad todo lo que se conciba racionalmente como claro y distinto, es decir,
objetivo. Hace derivar del pensar su existencia: pienso, luego existo. Primacía
del sujeto frente al objeto: subjetivismo. La evidencia de Descartes no se refiere
a las cosas como tales sino a mi concepción de las cosas, a las ideas de las
cosas. Y basta con que esas ideas sean claras para que, de hecho, representen
algo objetivo. La objetividad del mundo sólo se salva recurriendo a Dios. El
pensar filosófico se realiza –en el ejercicio interior del sujeto- sin necesidad de
tener en cuenta el mundo, las circunstancias sociales, políticas o económicas
que rodean al sujeto pensante. Solo los juicios que se estructuran en la razón
tienen validez, necesidad, unidad.

En la misma línea racionalista continúan Nicolás Malebranche, Benito Spinoza,


Guillermo Leibnitz.

Sentido de la Determinación

Para Descarte
ORDEN LÓGICO ORDEN
(evidente, claro, distinto) ONTOLÓGICO
Yo pienso ________ Existo
Pienso en la idea de
Perfecto ________ Dios existe
Pienso en la idea de
Extensión ________ El mundo existe
Todo lo que yo pienso ________ Existe

Determinación real

Nicolás Malebrache lleva el racionalismo a la demostración de que entre la razón


y la fe no puede existir contradicción pues ambas tienen la misma fuente. La
certeza y la verdad total sólo se alcanzan en la compenetración de ambas ramas
del saber. Su interés radica en el afán de hace una síntesis filosófica en la que la
ciencia se muestre envuelta en la fe. Es imposible que la razón humana pueda
alcanzar la verdad sin la ayuda de la fe. Está convencido de que las ideas no
pueden provenir de los sentidos sino que se les debe buscar un origen superior.
No conocemos las cosas directamente sino a través de las ideas; pero esas
ideas no están en nuestro entendimiento –como creía Descartes_ sino que
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 21
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

subsisten en un mundo inteligible. Esta es la posición que adopta también San


Agustín.

Igual que descartes, Malebrache se interesa por buscar las causas del error y la
forma de librarnos de él. Los sentidos no nos ofrecen mayor seguridad. Por ello
predica cierta desconfianza. A lo sumo los sentidos tienen un valor práctico en
cuanto ayudan a la conservación de la vida. En ningún caso los sentidos nos
permiten conocer la verdad y la naturaleza de las cosas. Las sensaciones son
oscuras, confusas. En cambio, las ideas son claras y distintas, generales y
comunes a todos los hombres.

Esas ideas no pueden provenir de los sentidos, ni de la imaginación. Tampoco


se puede aceptar que esas ideas sean innatas. Luego la única solución es que
las ideas son realidades eternas, infinitas, necesarias e inmutables. Son
extrínsecas e independientes de nuestro entendimiento. Esas ideas están en
Dios, en quien nosotros las vemos. Dios debe tener todas las ideas de los seres
que ha creado. Todas las ideas están en Dios en cuanto a su realidad inteligible.
Esas ideas que están en Dios son los arquetipos o modelos de todas las cosas.
Este tipo de planteamiento racionalista es lo que se conoce en el sistema de
Malebranche como el “ontologísmo”.

Baruch Spinoza sostiene que para hallar un criterio que permita distinguir las
ideas verdaderas de las falsas basta con reflexionar sobre las propias ideas tal
como lo había postulado Descartes. Se hace indispensable buscar
ordenadamente la esencia de las cosas. Para estar seguros de algo no hay que
acudir a causas extrínsecas a nosotros mismos sino que basta la evidencia, la
conexión intrínseca necesaria de las ideas entre sí y de todas ellas con la idea de
Dios para que podamos tener plena seguridad.

Para Spinoza, Dios es la sustancia única, el primer Ser, la primera Idea, fuente
de todas las ideas, y de toda verdad. Los seres no son más que modos de la
sustancia divina. Esto es lo que constituye la teoría panteísta de Spinoza.
Todas las ideas son verdaderas en cuanto se refieren a la idea de Dios. Las
únicas ideas claras y distintas son aquellas que se relacionan adecuadamente
con Dios, que es el primer principio del ser y de la verdad. Este tipo de
Epistemología se estructura en una concepción teológica, ya que Dios es la
sustancia fundamental y de ella proceden todos los seres.

Spinoza distingue cuatro tipos de percepción:

1. Por autoridad y testimonio de los sentidos (así conoceos, cuando nacemos, a


los padres, etc.);
2. Por experiencia sensible (conocimiento empírico no apoyado en la razón);
3. Por razón discursiva (como el conocimiento matemático y filosófico);
4. Por razón intuitiva (el conocimiento perfecto, adecuado, pues se conoce algo
en su esencia)

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 22


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

En su Ética, reduce esos grados de conocimiento a tres:

1. Por los sentidos externos (contactos empíricos), y por los sentidos internos
(opinión e imaginación);
2. Por razón (conocimientos discursivo, cierto, necesario, verdadero); y
3. Por intuición, el grado más elevado de conocimiento (por el que nos
remontamos a la primera causa y vemos todo baja el carácter de eternidad,
Dios como fuente de todo).

Spinoza distingue cuatro tipos de ideas: artificiales (provenientes de la


imaginación), dudosas (carentes de claridad y distinción, confusas), falsas
(ficticias o artificiales) y verdaderas (consistentes en su correspondencia objetiva,
claras y distintas).

Spinoza profesa una confianza absoluta en la razón. Todas las ideas


provenientes de la razón son para él, claras, distintas, necesarias y por tanto,
ciertas. Toda definición expresa una idea clara y distinta y esto es suficiente para
pensar que es objetiva, verdadera. Los errores provienen más que todo de la
imaginación, la cual es dada a construir ideas oscuras y confusas.
“Considerados detenidamente todos nuestros modos de percepción pueden
reducirse a cuatro:

1. Hay una percepción que adquirimos por el oído o por otro sentido que puede
llamarse como se quiera.
2. Hay una percepción que adquirimos por una experiencia vaga, es decir, por
una experiencia que no está determinada por el intelecto pero que se llama
así porque de hecho así se realiza sin que tengamos experiencia de ningún
caso que la contradiga y por eso nos parece inconclusa.
3. Hay una percepción en la que, de la esencia de una cosa, se concluye la
esencia de otra, pero no de modo adecuado. Es la que se da cuando
inferimos una causa de un efecto o bien cuando deducimos alguna
proposición universal a la que siempre acompaña alguna propiedad.
4. Finalmente, hay una percepción en la cual se percibe la cosa por su misma
esencia o por el conocimiento de su causa próxima.

De aquí se sigue que para alcanzar la certeza de la verdad no se requiere más


que poseer la certeza de la idea verdadera puesto que, según hemos dicho, para
saber no es necesario saber que yo sé. Por eso nadie puede saber cuál es la
verdadera certeza si no posee la idea adecuada o la esencia objetiva de algo, ya
que la idea y la esencia objetiva son lo mismo. Y puesto que el hombre no tiene
necesidad de otro signo para reconocer la verdad, y le basta poseer las esencias
objetivas de las cosas o, lo que es lo mismo, las ideas para que pueda alejar de
sí la duda, se sigue de aquí que el verdadero método no consiste en buscar el
signo de la verdad una vez adquiridas las ideas sino que el verdadero método ha

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 23


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

de enseñarnos el orden en que debemos buscar la verdad misma o las esencias


objetivas de las cosas o las ideas (que todo significa lo mismo)” 10

Guillermo Leibnitz, frente a la concepción pantenista de Spinoza, opone un


sistema en el que aparece una concepción pluralista del universo, como creación
de un Dios personal, sabio e inteligente. Distingue tres tipos de conocimiento: el
sensitivo (que proviene de los sentidos), el demostrativo (procedente por
deducción o análisis) y el intuitivo (cuando la inteligencia percibe inmediatamente
las ideas y sus relaciones. En su libro “Nuevo ensayo sobre el entendimiento
humano” plantea el problema del conocimiento colocándose frente a las dos
actitudes existentes: el racionalismo de Descarte y el empirismo de Locke. La
formulación de las ideas innatas es un recurso perezoso. Las experiencia es
necesaria para que el alma sea determinada para u orientada a tales o cuales
pensamientos. No todo viene de los sentidos porque el alma encierra en sí, el
ser, la sustancia, la causa y el raciocino y otra cantidad de nociones que no se
explican desde los sentidos. Y agrega: “nada hay en el entendimiento que antes
no haya pasado por los sentidos, a excepción del entendimiento”.

Leibnitz por medio del método matemático aspira a llegar a las verdades
absolutas. Su deseo es que todo sea claro y demostrable por la razón. Las
verdades de razón presentan necesidad y se refieren a las esencias de las
cosas. Las conocemos con certeza y en forma a priori, tal como sucede con las
verdades lógicas y matemáticas, que se rigen por el principio de identidad y de
no contradicción. Estas verdades nunca necesitan demostración. En cambio, las
verdades de hecho, son contingentes, se conocen por la experiencia, hacen
referencia a la existencia de las cosas y requieren de demostración para poder
ser reducidas al primer principio.

Toda la estructura del pensamiento de Leibnitz la podemos reducir a esto: sólo al


orden racional corresponde lo real, lo objetivo, lo que se postula a nivel del orden
racional, eso, es lo que de hecho existe. En Dios tiene lugar la unificación de las
verdades necesarias y contingentes por una especie de reducción. El principio
de razón suficiente sirve para reducir las verdades de hecho a las verdades de
razón. Esto lo lleva a afirmar que las verdades son analíticas, es decir, que en
todo juicio verdadero el predicado a priori está contenido en el sujeto. El cálculo
de probabilidades le sirve para poder establecer las combinaciones posibles: las
cosas tienen tanta mayor posibilidad de existencia y de pertenecer al mundo,
cuando más útiles, beneficiosas y eficaces sean. Porque este mundo es el mejor
de los mundos posibles, la combinación más probable es real. El hombre no
puede llegar a una certeza absoluta por que es limitado en su inteligencia. Pero
Dios, a conocer la esencia de una cosa, puede inmediatamente deducir de ella
todas las posibilidades o formas como una cosa puede manifestarse. Así,
conociendo la esencia de Judas, podía ver la traición contra Jesucristo. Las
sustancia creadas pueden tener infinitos acontecimientos pero Dios es el que

10
Spinoza. La reforma del entendimiento. Aguilar argentina S.A.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 24


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

pone límites a todo. Conocer la cantidad de combinaciones o de acontecimientos


de las cosas es hacer verdadera ciencia.

b. El empirismo.
Toma la actitud contraria: el origen de nuestros conocimientos no están en la
razón sino en la experiencia. Todo contenido del pensamiento necesariamente
ha tenido que pasar por los sentidos. Nuestra mente es un papel en blanco y
sólo al contacto de los sentidos con las cosas empieza a grabar impresiones.
“Supongamos que la mente es, como nosotros decimos, un papel en blanco,
vacío de caracteres, sin ideas. ¿Cómo se llena? ¿de dónde procede el vasto
acopio que la ilimitada y activa imaginación del hombre ha grabado en ella con
una variedad casi infinita? A esto respondo con una palabra: de la experiencia.
En ella está fundado todo nuestro conocimiento y de ella se deriva todo en último
término”11.

Para el empirismo, la tesis del racionalismo de que existen ideas innatas, es


totalmente inexacta. Si trajésemos los conocimientos al nacer, las facultades
sensibles no tendrían ninguna finalidad y el aprendizaje no tendría sentido.
Todos los hombres estarían de acuerdo en las mismas verdades. No hay pues,
verdades innatas, ni principios especulativos, ni principios prácticos.

Todo el conjunto de ideas o conocimientos que tenemos en nuestra mente,


proceden de un doble origen: por una parte los sentidos externos nos ponen en
contacto con las cosas y conducen a la mente esas percepciones. Este tipo de
conocimiento recibe el nombre de sensación.

Por otra, los sentidos internos, que suministran los estados interiores del
individuo, se constituyen en la autopercepción y reciben el nombre de reflexión:
sentimientos, pasiones, placer, duda, etc. El conjunto de sensaciones
suministrado por los sentidos externos e internos constituyen las ideas simples.
Las ideas complejas se forman por combinación de las ideas simples ya sea
separando, juntando o combinando las sensaciones. Podemos estar seguros de
la existencia del Yo, porque la intuición o reflexión nos da la máxima certeza en
la captación de nuestros propios estados. De Dios podemos hablar a través de
la demostración y de la causalidad pues todo lo que ha empezado requiere de
alguien que se manifieste como causa. La objetividad del mundo se demuestra a
través de las sensaciones externas.

El empirismo emplea un método psicológico y por tal razón se considera como


fundador de la psicología. Tiene méritos como son la refutación de innatismo, la
crítica que hace a Descartes por despreciar la experiencia. Pero en el fondo
existe un subjetivismo. Al tomar como base de la objetividad la sensación y al no
aceptar como fuente de los conocimientos más que las experiencias sensibles
trató de minar la base de la metafísica.

11
Locke, John. Ensayo sobre el entendimiento humano. Aguilar Argentina S.A.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 25


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

De igual tendencia son Tomás Hobbes, Berkeley, David Hume, quienes llevan a
sus consecuencias las teorías elaboradas por Locke.

Jorge Berkely intenta defender las verdades de la religión. Cree que la fuente de
todas las teorías que están en contra de la existencia de Dios, no es otra que
aquella de afirmar que la materia existe como una sustancia real. Si negamos la
existencia de la materia el materialismo también cae por tierra.

Sentidos Cualidades de Sensación.


externos. los cuerpos.

Mundo. M IDEAS.
E
N
Yo. T Combina, asocia,
E separa.

Cualidades de Estados
los cuerpos. anímicos. Reflexión.

El conocimiento
para John Locke.

Berkeley afirma que no existe más sustancia que la de Espíritu y lo que éste
percibe; el mundo material es incognoscible, la sustancia material no existe. Se
niega el mundo corpóreo para no aceptar más que la existencia de las sustancias
espirituales: la de Dios y el espíritu del hombre. Su teoría no es más que un
idealismo psicológico que pretende reducir el ser de las cosas al ser percibidas.
Los únicos objetos del conocimiento humano son las ideas; lo que se denomina
“cosa” no es más que una colección de ideas. Por ejemplo, una naranja no es
más que el conjunto de ideas de color, sabor, forma, tacto, pero estas cualidades
no se sustentan sobre una sustancia material; ese conjunto de sensaciones o
ideas que son las cosas no tiene como fuente un cuerpo material, realmente
existente, sino que más bien se identifica la cosa con la percepción de la cosa;
por eso el ser de algo se reduce a ser percibido.

¿De dónde provienen entonces esas sensaciones o ideas? No puede ser de las
sustancias materiales pues ya nos ha dicho que no existen. Luego esas ideas o
sensaciones tienen como fuente a Dios, que las ordena, y nosotros que las
percibimos a través de nuestros sentidos. Las ideas que llamamos reales son
producidas por Dios en nuestras facultades sensibles; las que no tienen cierta
regularidad a lo sumo son producto de nuestra imaginación. En concreto,
Berkeley es empirista por sostener que nuestro conocimiento se reduce a un
conjunto de impresiones o sensaciones o ideas, pero es inmaterialista al
sostener que esas impresiones no proceden de una sustancia material sino de la
sustancia espiritual: Dios. Con lo cual negó la realidad al mundo y lo redujo a
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 26
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

puras impresiones cuya fuente es Dios. Así cree salvar la religión, estableciendo
una prueba evidente y clara de la existencia de Dios, en la misma forma se
prueba la inmortalidad del alma o sustancia espiritual humana que es la que
percibe las impresiones que Dios manda. La ciencia, por tanto, necesariamente
tendrá que reconocer la existencia de Dios.

David Hume lleva a sus consecuencias la doctrina de Locke y de Berkeley. El


primero redujo la realidad corporal a una colección de impresiones, de
sensaciones, a las cuales el espíritu atribuía una especie de sustrato o de
sustancia pero que era totalmente desconocida. El segundo llegó a negar las
cualidades de los cuerpos y la base material de esas cualidades, es decir, la
sustancia, para sostener que sólo existen sustancias espirituales. David Hume
procura negar la existencia de la sustancia material, la existencia de las
cualidades, la existencia de la causalidad y la de las sustancias espirituales para
llegar a la conclusión de que toda la realidad no es más que un puro fenómeno o
hecho de conciencia.

Hume, rechaza la existencia de las ideas innatas, de principios, tanto teóricos


como prácticos. Los contenidos de la conciencia tienen un origen sensible. A las
percepciones las llama impresiones; si son fuertes y violentas: sensaciones,
pasiones, emociones. En cambio, las ideas son imágenes débiles de las
impresiones en el entendimiento. Todas las ideas tienen como base las
impresiones. Las ideas abstractas no existen; sólo se dan las ideas simples. La
idea no tiene un contenido ontológico, real, sino que más bien el hombre tiene el
hábito de asociar las ideas. El material recibido de la experiencia lo asociamos,
lo combinamos. Esa combinación se hace por semejanza o desemejanza,
contigüidad en el espacio y el tiempo, relación de causa o efecto. Así es como
se efectúa todo nuestro conocimiento.

No hay sustancia ni material ni espiritual. La sustancia no es más que un


concepto complejo basado en la relación de identidad y de permanencia en el
tiempo.

Esto llevó a profesar un fenomenismo escéptico, en cuanto redujo lo real a un


conjunto de impresiones y a negar la sustancia corporal como sustento de esas
impresiones.

Kart R. Popper afirma, respecto de la posición del racionalismo y del Empirismo,


que se trata de dos problemas mal formulados porque no se distingue entre el
origen del conocimiento y la validez de los conocimientos, ni tampoco discuten
su legitimidad. Además exigen siempre una respuesta autoritaria. Ahora
sostiene que a la pregunta de “¿cuál es la fuente de nuestro conocimiento?”
podemos responder que hay muchas fuentes del conocimiento, pero ninguna de
ellas tiene verdadera autoridad. Así el periódico, las revistas, las enciclopedias
pueden ser fuentes de conocimiento.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 27


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“1. No hay fuentes últimas de conocimiento. Debe darse la bienvenida a toda


fuente y a toda sugerencia: y toda fuente y toda sugerencia deben ser sometidas
a un examen crítico. 2. La pregunta epistemológica adecuada no se refiere a las
fuentes; más bien preguntamos si la afirmación hecha es verdadera, es decir, si
concuerda con los hechos. 3. El conocimiento no puede partir de la nada –de
una “tabula rasa”- ni tampoco de la observación. El avance del conocimiento
consiste, principalmente en la modificación del conocimiento anterior. Aunque a
veces podemos avanzar gracias a una observación casual. 4. Ni la observación
ni la razón son autoridades. La intuición intelectual y la imaginación son muy
importantes, pero no son confiables: pueden mostrarnos muy claras las cosas, y
sin embargo, conducirnos al error. Son indispensables como fuentes principales
de nuestras teorías; pero la mayor parte de nuestras teorías son falsas, de todos
modos. La función más importante de la observación y del razonamiento, y aún
de la intuición y la imaginación, consiste en contribuir al examen crítico de esas
conjeturas que son los medios con los cuales sondeamos lo desconocido” 12.

c. El intelectualismo.
Ante la posición extrema del racionalismo y el empirismo, el intelectualismo
busca una integración al sostener que en todo conocimiento tanto los sentidos
como la razón desempeñan una función necesaria. Nuestros conocimientos, en
efecto, tienen su puno de origen en los sentidos. Este conocimiento sensible nos
permite formar las percepciones a partir de las cuales entra en acción el
intelecto. Con esto se destruyen aquellas posiciones como las de Heráclito,
Parménides, sofistas, escépticos y platónicos, que profesaban una desconfianza
exagerada al valor de los conocimientos sensibles. Nuestras facultades
sensibles están hechas por naturaleza para suministrarnos información acerca
de la realidad, si algunas veces nos engañan es sólo accidentalmente. La razón,
por su parte, funciona con la materia suministrada por los sentidos: “nada hay en
el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos”. El entendimiento
elabora los conceptos por un proceso abstractivo a partir de las percepciones
sensoriales. De este modo experiencia y razón se integran para constituir el
conocimiento humano.

Aristóteles fue en la antigüedad quien formuló esta teoría al sostener que las
ideas son conceptos mentales con fundamento en lo real, y no, como pensaba
Platón, objetos independientes de la realidad sensible. Según Aristóteles, las
sensaciones son conocimientos objetivos pero no científicos; las sensaciones
nos enfrentan con la realidad particular, concreta. Sin embargo, los
conocimientos sensibles no logran distinguir lo sustancial de lo accidental. Para
eso se requiere la intervención de la razón, la cual toma las percepciones y por
un proceso abstractivo, saca lo común o esencial que hay en ellas logrando así
la formación del concepto o idea.

Sentidos Entendimiento

12
Kart, Popper. El desarrollo del conocimiento científico. Paidos.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 28


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Proceso Proceso
Realidad Percepción Ideas
Sensible Abstractiv
o

El proceso del conocimiento

El conocimiento científico para Aristóteles, se caracteriza porque es un


conocimiento de esencias y no de accidentes. Además, conocer científicamente
es conocer las cosas por sus causas. Así el saber científico aparece como
necesario y universal, estable. Esto sólo lo produce el intelecto, ya que solo él
puede formar conceptos universales y puede generalizar, eso sí, a partir de los
datos sensibles. Esto dio base para considerar la teoría aristotélica como un
realismo en el sentido de que toda representación intelectiva tiene siempre
fundamento en lo real.

El concepto universal constituye el fundamento de la ciencia. Viene a


representar un proceso de unificación; pues, a partir de la pluralidad, busca la
unidad. Por otra parte en el concepto universal, se pretende estabilizar, pues
pasamos de la realidad concreta, que está en continua transformación, al
concepto que, como representativo de la ciencia, es inmutable.

Esta teoría fue desarrollada en la Edad Media por Santo Tomás y en general es
una posición aceptada por toda la filosofía tradicional.

d. El apriorismo.
Es un sistema que, como el intelectualismo trata de integrar la posición
racionalista y la posición empirista, Kant, que es su representante, consideraba
que el racionalismo llegaba a verdades universales con la experiencia. Por su
parte, el Empirismo mostraba esa relación con la experiencia, pero le quitaba a
los juicios todo carácter de necesidad y de universalidad. Por otra parte, Kant
estaba convencido de la validez del conocimiento científico de su época,
especialmente de la Física newtoniana, que se estructuraba en principios
universales y necesarios. La intención de Kant es hacer una fundamentación del
conocimiento humano, para ello hace un análisis detenido de la forma como el
entendimiento humano juzga acerca de la naturaleza de las cosas.

“La crítica de la razón pura”, que es su obra fundamental, pone de manifiesto que
se debe hacer un análisis exhaustivo de la facultad de la razón, determinando
sus fuentes, extensión y sus límites.

En un segundo aspecto, Kant se propone establecer las condiciones que debe


reunir la ciencia. Esas condiciones son:

1. La ciencia debe ser universal.


2. La ciencia debe ser necesaria.
3. La ciencia debe consultar la experiencia.
4. La ciencia debe ampliar los conocimientos.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 29
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Una vez establecidas y demostradas las condiciones se hace necesario someter


la Metafísica dogmática a un examen para ver si cumple con esas condiciones
para constituirse como ciencia, o por el contrario, esa pretensión es orgullosa y
sin fundamento. La Metafísica dogmática siempre se ha considerado como una
ciencia pero parece, más bien, que se mueve en un círculo vicioso y por eso vive
estancada, repitiendo siempre las mismas cosas.

El primer aspecto que debemos considerar de las ciencias es el tipo de juicios


que emplean:

1. Juicios analíticos;
2. Juicios sintéticos; y
3. Juicios sintéticos a priori.

Los juicios analíticos son aquellos en los que el predicado no agrega nada nuevo
al sujeto, repite lo ya contenido en el sujeto; su función es explicar ese contenido;
corresponde a la fórmula A=A; por ejemplo: el hombre es animal racional. Estos
juicios tienen carácter necesario y universal, pero no consultan la experiencia y
no agregan nada nuevo, por tanto no sirven para la ciencia. En los juicios
sintéticos, el predicado sí agrega algo nuevo al sujeto; pero lo que agrega lo
hace después de la experiencia. Estos juicios consultan la experiencia pero no
tienen carácter necesario ni universal; por ejemplo: Bolívar libertó cinco naciones;
los norteamericanos fueron a la luna. Estos juicios tampoco le sirven a la
ciencia. Los únicos juicios que le sirven a la ciencia son los sintéticos a priori.
Sólo éstos reúnen necesidad, universalidad, consultan la experiencia y, por tanto,
agregan algo nuevo; por ejemplo, todo cambio tiene una causa. La experiencia
nos da las diferentes formas de cambio, pero no nos da la causa, ésta la aporta
el entendimiento humano al hacer la relación de los fenómenos de la experiencia.
La causa tiene carácter necesario y universal y con ella se agrega algo nuevo a
la experiencia.

En adelante, Kant nos mostró cómo son posibles esos juicios sintéticos a priori.
La “Critica de la razón” la divide en 3 grandes partes:

1. La estética trascendental.
O estudio de la sensibilidad para mostrarnos cuáles son las formas a priori de
esta facultad, cuál es su función en el conocimiento y cómo es que se pone
en contacto con la realidad. El espacio y el tiempo como formas a priori de la
sensibilidad fundamentan la Geometría y la Matemática.
2. La analítica trascendental.
Que estudia las estructuras a priori del entendimiento humano y que sirve de
fundamento a las ciencias naturales.
3. Dialéctica trascendental.
Estudio de la razón para determinar si ésta puede hacer uso de las categorías
a priori del entendimiento fuera de las condiciones de la experiencia. De este
estudio depende que la Metafísica pueda ser considerada como ciencia.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 30
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

1. Estética trascendental.
El término “estética” significa, sensibilidad y el término “trascendental” se
refiere a las condiciones o formas a priori de esa sensibilidad, que son las que
hacen posible la experiencia sensible. Por eso la estética trascendental
estudia los principios a priori de la sensibilidad.

Nuestra facultad sensible conoce siempre bajo la condición de dos elementos:


uno que es aporte de la experiencia y otro que es el aporte del sujeto, es
decir, las formas a priori de la sensibilidad. “Pero si es verdad que todos
nuestros conocimientos comienzan con la experiencia, todos sin embargo, no
proceden de ella, pues bien podría suceder que nuestro conocimiento
empírico fuera una composición de lo que recibimos por las impresiones y de
lo que aplicamos por nuestra propia facultad de conocer simplemente
excitada por la impresión sensible”13.

Por vía de la experiencia los sentidos reciben un dato o sensación que viene
a constituir la materia del conocimiento. Esos datos que proceden por vía de
la sensibilidad son caóticos, amorfos, desunificados. Por tanto, se hace
indispensable que esos datos amorfos sean recibidos en una forma, que es la
forma a priori de la sensibilidad la cual se encargará de unificarlos, darles
forma, ordenarlos. El resultado de ordenar los datos en la forma a priori de la
sensibilidad es el “fenómenos”. Fenómenos es, pues, la síntesis o integración
de los datos sensible desunificados, en la forma a priori de la sensibilidad que
tiene como función unificar esos datos, ordenarlos. Esas formas a priori de la
sensibilidad son, para Kant, el espacio y el tiempo. En efecto, el espacio es la
forma a priori de los datos sensibles provenientes de los sentidos externos,
mientras el tiempo es la forma a priori de los sentidos internos, de los estados
del sujeto. El espacio por tanto no es una cosa, ni un concepto, ni está
tomando de la experiencia, sino que, más bien todo dato de experiencia
externa debe estar en el espacio. El espacio es la condición necesaria de
todos los fenómenos, de todos los datos que suministra la sensibilidad; es,
por tanto, una forma que antecede a los fenómenos de experiencia; de ahí
que sea a priori. El tiempo no se deriva de la experiencia, ni es un concepto,
ni una cosa, es una forma a priori de los sentidos interno; gracias a él
podemos llevar un registro de los estados anímicos. Espacio y tiempo son,
por tanto, formas a priori, necesarias, fundamentales, que hacen posible que
la materia del conocimiento (sensaciones) sea organizada a nivel de
fenómenos. Espacio y tiempo son aportes que el sujeto hace a nivel de la
sensibilidad. En el espacio se funda una ciencia como es la Geometría y en
el tiempo se funda la Matemática y la Mecánica.

El conocimiento en Kant, a nivel de la sensibilidad lo podemos reducir a un


sencillo esquema:

Espacio Unifica
Tiempo Ordena
13
Kant. Críticas de la razón pura. Editorial Losada. Buenos aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 31


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Sujeto Forma A priori

CONOCIMIENTO FENÓMENO
Caóticas
Realidad Sentidos Sensacione Amorfas
2. La analítica trascendental. s
Mientras que la sensibilidad nos da el fenómeno como síntesis de una materia
y una forma, el entendimiento, será la facultad encargada de pensar el objeto
de la intuición sensible, hacerlo inteligible sometiéndolo a conceptos. El
entendimiento es facultad activa porque enlaza fenómenos, los relaciona,
hace síntesis de fenómenos en conceptos. La analítica trascendental tiene
por fin descubrir los principios puros del entendimiento y que son los que
hacen posible el que podamos pensar o relacionar los fenómenos preparados
por la sensibilidad.

Pensar es unificar fenómenos en conceptos de una manera estable. Los


fenómenos, podríamos decir, se constituyen en la materia del entendimiento,
pero el entendimiento requiere también de una estructura a priori que haga
posible unificar, pensar, relacionar los fenómenos.

El entendimiento piensa algo cuando reúne o sintetiza fenómenos en un


concepto o en una categoría. Así los fenómenos quedan constituidos en
objetos. Para averiguar cuántos conceptos o categorías a priori existen a
nivel del entendimiento Kant recorrió los diversos tipos de juicios, así:

Juicios según la cantidad:


 Generales, dan origen a la categoría a priori de Unidad.
 Particulares, dan origen a la categoría a priori de Pluralidad.
 Singulares, dan origen a la categoría a priori de Totalidad.

Juicios según la cualidad:


 Afirmativos, dan origen a la categoría a priori de Realidad.
 Negativos, dan origen a la categoría a priori de Negación.
 Indefinidos, dan origen a la categoría a priori de Limitación.

Juicios según la relación:


 Categóricos, dan origen a la categoría a priori de Sustancia.
 Hipotéticos, dan origen a la categoría a priori de la causa efecto.
 Disyuntivos, dan origen a la categoría a priori de Comunidad.

Juicios según la modalidad:


 Problemáticos, dan origen a la categoría a priori de posibilidad-
imposibilidad.
 Asertóricos, dan origen a la categoría a priori de existencia-no
existencia.
 Apodícticos, dan origen a la categoría a priori de necesidad-
contingencia.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 32


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Estas doce categorías que Kant ha deducido son estructuras a priori del
entendimiento, son funciones del sujeto que hace posible que un fenómeno
se pueda pensar. Son formas puras a priori del entendimiento porque ellas
son las condiciones son las cuales no se puede garantizar la objetividad de
ningún juicio. Pensar un fenómeno no es otra cosa que referirlo a una
categoría a priori. El entendimiento enlaza activamente los fenómenos en las
categorías o conceptos a priori. Estas categorías tienen carácter necesario y
universal. De ahí que los juicios sintéticos a priori se vayan realizando tanto a
nivel de la sensibilidad como a nivel del entendimiento.

Ahora, la síntesis que se hace de los fenómenos en las categorías exige,


desde luego, unidad de conciencia; porque es el entendimiento el que hace la
síntesis de los fenómenos en los conceptos y ésta síntesis se verifica en el
juicio.

La conciencia debe estar atenta a la impresión de los distintos fenómenos


para inmediatamente referirlos al respectivo concepto o categoría. Sólo así,
la conciencia puede darse cuenta que lo que expresa como síntesis entre un
sujeto y un predicado de hecho tienen carácter necesario, es decir científico.
La objetividad de los juicios procede de la unidad de conciencia.

Las categorías o conceptos a priori están dependiendo de la experiencia.


Kant lo manifiesta así: “Los conceptos sin las intuiciones son vacíos, las
intuiciones son los conceptos son ciegas”. Las categorías viven de la
experiencia como la experiencia vive de las categorías. Las categorías son
conceptos que prescriben a priori leyes a los fenómenos y por tanto a la
naturaleza considerada como un conjunto de fenómenos. Esto significa que
las ciencias naturales son posibles gracias a la necesidad y universalidad que
las categorías imprimen a esos fenómenos que proceden de la naturaleza.

3. Dialéctica trascendental.
(o estudio de la razón). Todo nuestro conocimiento empieza por los sentidos,
pasa por el entendimiento y termina en la razón. La razón tiene por objeto
hacer la síntesis suprema de los conocimientos tratando de unificar todo el
saber en unas ideas trascendentales. Mientras que el entendimiento es la
facultad del juicio, la razón lo es del raciocinio. Lo que interesa saber, al
estudiar la razón, es si ella está facultada para hacer un uso de las categorías
del entendimiento fuera de la experiencia a que deben estar sometidas esas
categorías. De hecho se sabe que no se puede hacer ningún uso
extraempírico de las categorías del entendimiento, por eso la Metafísica es
imposible como ciencia. Para salvarla habría que usar las categorías fuera de
los límites de la experiencia, aplicándolas a realidades suprasensibles,
realidades que no vienen justificadas por vía sensible.

La razón trabaja con unas ideas a priori, conceptos puros, que exceden la
posibilidad de la experiencia. En ellas la razón pretende hacer la unidad total
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 33
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

de toda la experiencia posible. Son conceptos puros que proceden de la


naturaleza misma de la razón; por lo tanto son incondicionados pero sirven
para unificar el conjunto de fenómenos externos, el conjunto de fenómenos
internos o del sujeto, o para sintetizar la totalidad de las experiencias tanto
externas como interna. Esas ideas trascendentales de la razón son: la idea
de “alma”, que contiene la unidad absoluta de todos los fenómenos que se
refieren al sujeto pensante, la idea “mundo” que contiene la unidad absoluta
de todos los fenómenos externos, la idea “Dios” que contiene la unidad
absoluta tanto de los fenómenos externos como internos; es la condición
suprema de todo lo que pueda ser pensado. Pero esas ideas no tienen otro
sentido sino servir de reguladores de la experiencia. No se les puede dar
existencia objetiva. Son más bien puntos de convergencia de la experiencia
en el campo del sujeto, del mundo.

Con esto Kant demuestra que la Metafísica es imposible como ciencia porque
las partes de la Metafísica tradicional (que eran: Dios, alma y mundo)
quedaron reducidas a simples ideas regulativas. Ideas a las que no se puede
atribuir valor trascendente, valor ontológico. Esto significa que por vía de la
razón puro, no podemos justificar la existencia de Dios; pero por la razón
práctica si se puede postular su existencia.

El apriorismo Kantiano pretende demostrar que en el campo del conocimiento


no es el sujeto el que debe mirar y ordenar el objeto. El sujeto no es el que
gira alrededor del objeto. Por el contrario, es el objeto el que gira en torno del
sujeto. Así quedo demostrado. La realidad no la conocemos como es sino
como aparece: fenómenos. La cosa en sí, el “noumenos”, no es posible
conocerlo. El sujeto es el que, a través de sus estructuras a priori, tanto de la
sensibilidad (espacio-tiempo) como del entendimiento (categorías o
conceptos) y la razón (ideas a priori regulativas) condiciona la posibilidad del
conocimiento científico. El nuevo criterio de la verdad no serán las cosas
como tal sino las estructuras a priori del sujeto; porque ellas son las que
garantizan la objetividad de un juicio. Esa demasiada importancia para las
estructuras a priori, frente al dato caótico de los sentidos, es lo que ha llevado
a algunos críticos a considerar a Kant como subjetivista e idealista
trascendental. Por otra parte, Kant no acepta que el conocimiento científico
sea el conocimiento de la esencia de las cosas, porque las cosas no las
conocemos en su esencia sino en su apariencia. Por eso tuvo la necesidad
de dotar a los apriorismos de necesidad y de universalidad.
Estética trascendental Analítica trascendental Dialéctica trascendental

Sensibilidad Espacio Entendimiento Conceptos a Razón Ideas a


tiempo Yo puto) priori priori
1ª Síntesis 2ª Síntesis 3ª Síntesis

Realidad Fenómeno Juicios Saber


fenoménica objetivos unificado

Sensaciones
amorfas Yo mundo
Dios
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 34
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Realidad en
Inconocible

1.4 LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO.

Hablar de la esencia del conocimiento es plantear el problema de la relación


sujeto-objeto. Históricamente se ha creído que es el objeto el elemento
determinante del conocimiento, pero Kant pensaba que el objeto estaba sometido a
las condiciones necesarias que establecía el sujeto a través de sus estructuras a
priori y que, a partir de éstas, como podíamos hablar de un conocimiento objetivo.
Saber cuál es la función de estos dos polos del conocimiento es tratar de resolver
en alguna forma la esencia del conocimiento.

Problema Sistema Representantes Época Soluciones Consecuencias

 Predominio de la razón sobre la


 El origen del conocimiento se realidad.
explica a partir de la razón. El  Subjetivismo: el criterio de
 objetividad queda reducido a lo
 Ren conocimiento tiene carácter
que la razón piense con claridad,
ato Descartes. necesario y universal, y esa con necesidad.
 Nicol 1596-1650 necesidad y universalidad sólo  Fenomenismo: se tiende a creer
Raciona- as 1638-1715 puede darlas la razón, no la que no podemos conocer las
lismo Malebranche. 1632-1677 experiencia. cosas como son en sí mismas,
v  Baru 1646-1716 Toman como modelos de su
teoría la Matemática, la
sino como nos las
representamos.
ch Spinoza.  Poca importancia al valor de los
Geometría, el cálculo
 Guill datos suministrados por los
infinitesimal. La objetividad de
ermo Leibnitz. sentidos.
las cosas no nace de ellas sino  Tendencia a negar la libertad.
de la manera como las  Postulación de conocimientos
concebimos. innatos.

 El conocimiento queda
 La fuente de todo reducido a un fenómeno
 Tom conocimiento está en la sensible. Destrucción de la
as Hobbes. 1588-1679 experiencia, en los sentidos. Metafísica. Subjetivismo en
Origen del Empirismo  John 1632-1704 Negación de todo cuanto se tiende a confundir la
conocimie Locke. 1585-1753 conocimiento innato: El percepción con el objeto
nto (¿cuál  Jorg 1711-1776 entendimiento es un papel en percibido, lo que dio origen al
es la e Berkeley. blanco y sólo la experiencia idealismo psicológico de
fuente de  Davi deja allí sus huellas. Berkeley.
nuestros d Hume.
conocimie

ntos?) En el conocimiento cumplen Se establece una integración

 Arist una función igualmente entre la facultad sensible y la
óteles. 384-322 importante tanto los sentidos facultad intelectiva. Las ideas
Intelec-  Sant 1227-1274 como la razón. Los sentidos nacen de un proceso
tualismo o Tomás. suministran el material que ha abstractivo y tienen su
 Filos de ser pensado, elaborado por fundamento real.
ofía tradicional. la razón.


 El conocimiento es una El objeto gira en torno a las
 síntesis entre los datos estructuras a priori del sujeto.
 aportados por la experiencia y Las estructuras a priori son
 las estructuras a priori del condiciones de posibilidad de
 sujeto. El dato carece de la experiencia.
Apriorismo 1724-1804 objetividad en si, pero a Al dar más importancia al a
 Man
medida que es organizado por priori, cae en un idealismo
uel Kant
las formas a priori de la trascendental.

sensibilidad, del Negación de toda Metafísica
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE.entendimiento, adquiere como ciencia. 35
objetividad. Las formas a
priori son siempre necesarias y
universales.
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Habíamos entendido el conocimiento como una actividad del sujeto, por la cual
pretende captar el sentido de los objetos. El estudio de esa relación entre los dos
polos del conocimiento, su naturaleza y sus límites, es lo que han intentado hacer
algunos sistemas para resolver en esta forma la esencia del conocimiento. Veamos
algunos planteamientos:

a. Teoría Platónica.
Desde la antigüedad se ha planteado el problema de la relación entre el ser y el
conocer. Los mismos presocráticos llegaron a la distinción entre lo que era un
conocimiento de los sentidos y un conocimiento racional. Sabían contraponer la
opinión a la ciencia: Vivir de la opinión es vivir de los sentidos, pero hacer ciencia
es conocer racionalmente; lo que se trataba de buscar, entonces, era cuál es el
objeto de la ciencia, es decir, qué es lo que sirve de fundamento a un conocimiento
racional, estable, fijo, inmutable. Para resolver esto, el mismo Sócrates sostiene
que la ciencia debe darse a nivel de conceptos universales. Platón, por su parte,
aborda el problema desde el orden lógico-ontológico. Desde el punto de vista
ontológico Platón da subsistencia a las ideas; atribuye a los conceptos, que para él
son independientes de las cosas sensibles, carácter ontológico. Las ideas son
sustancias, son cosas, entes reales. El conocimiento ha de determinarse a partir
de esa realidad que son las ideas. El conocer y el ser-idea, vienen a ser cosas
correlativas. Por eso llegó a creer que así como existen grados de ser deben existir
también grados de conocer. La relación entre la mente y el objeto-idea, es pasiva.
Ello indica que la mente es totalmente determinada por su objeto. Esto dio origen a
la teoría del realismo exagerado, que pretende concebir las ideas como objetos y
no como simples conceptos. El objeto-idea lleva una prerrogativa sobre el sujeto
que conoce: éste no es más que un simple receptor pasivo (innatismo) de las ideas.

b. Posición Aristotélica.
Algunos filósofos antiguos ante el problema del conocimiento optaron por formular
un realismo, es decir, una teoría en la cual se afirmaba que los objetos, las cosas,
el mundo sensible, tienen existencia independientemente del sujeto que los conoce.
La realidad tiene su entidad propia que no depende el sujeto; al contrario, el sujeto
debe regularse por el ser de las cosas. En el caso de los primeros filósofos
llegaron a practicar un realismo ingenuo consistente en la convicción de que en
todo acto de conocimiento percibimos la realidad exactamente como es. No
pudieron elaborar una diferencia entre el acto de conciencia y la realidad. Por eso
tendieron a identificar la percepción con las cosas mismas, cuando percibir es un
acto del sujeto, mientras las cosas son independientes del sujeto. El mundo
sensible es tal cual lo percibimos. No guardan desconfianza o no ven que muchas
veces nuestras representaciones son diferentes del objeto conocido. Así, si veo
una superficie continua en la realidad ella es continua; no se dan cuenta que ella
puede estar llena de agujeros o ser porosa. Tienden a aceptar las cosas tal como
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 36
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

las percibimos. La percepción (actividad de los sentidos), es igual al objeto


percibido (cosa real). Para los ingenuos aún no se ha llegado a ver que el
conocimiento es un problema, donde se requiere examinar la forma como nuestras
facultades conocen, qué es lo que esas facultades nos dan o captan de los objetos
o si, de hecho, todas las cualidades que captamos de los objetos existen en ellos o
son interpretaciones nuestras. Lo único que captan es la independencia de las
cosas respecto del sujeto, pero es posible que aún el sujeto sea una cosa más
entre todas las demás.

Demócrito trató de formular un realismo crítico: consideraba que tanto las


sensaciones como el pensamiento en el hombre no son otra cosa que
modificaciones del cuerpo y que se producen cuando llegan de los cuerpos
externos las imágenes. Las sensaciones nacen por contacto. Sólo aceptaba como
objetivas las propiedades que se refieren a la masa de los objetos. Pero el frío y el
calor no tienen carácter de sustancia sino que se producen por transformaciones
del sujeto. Por las mismas propiedades que le encontró a los átomos se supone
que ya no aceptaba las cosas tal cual las vemos sino que hacía necesario
estudiarlas para conocer su verdadera naturaleza.

El realismo Aristotélico, es un realismo natural. El conocimiento para este sistema


se puede entender como una reproducción de la realidad. Pero el objeto del
conocimiento es algo distinto, al sujeto cognoscente. Aunque conozcamos un
objeto no por eso agotamos su ser, sino que éste sigue existiendo fuera de nuestra
mente. Toda la función de nuestra conciencia es tratar de asimilar el objeto, es
representar el objeto a nivel de nuestra facultad sensible o de nuestra facultad
intelectiva. Los sentidos reciben la forma sensible de los objetos y la inteligencia
recibe la forma inteligible, o sea, las ideas, las esencias de las cosas. Se entiende
el conocimiento como una relación y toda representación del objeto es objetiva. Se
concibe la verdad como una adecuación entre los dos miembros, sujeto-objeto.

Para Aristóteles la inteligencia del hombre tiene la capacidad de llegar hasta las
cosas y obtener de ellas los contenidos del conocimiento, tratando así de reproducir
a nivel de conceptos la realidad objetiva.

El conocimiento es intencional en cuanto que hace referencia a un dato, a una


cosa. Por eso el saber es objetivo. Toda la teoría del conocimiento está concebida
en sentido realista. Aristóteles no duda de la existencia del mundo externo ni
tampoco de la capacidad de nuestras facultades para lograr un conocimiento
objetivo. Entre sujeto y objeto debe haber profundidad. Establece una estrecha
relación entre el conocimiento sensitivo y el intelectivo. En el conocimiento las
facultades tienen sus límites, porque mientras las facultades sensibles están
sometidas a lo singular, concreto, la facultad intelectiva puede llegar hasta la
naturaleza de las cosas.

c. Realismo Crítico.
Pretende superar el realismo ingenuo y el natural. Concibe la diferencia entre los
dos miembros, sujeto-objeto. Cada uno de ellos tiene su función propia. El objeto
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 37
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

es trascendente al sujeto, permanece con independencia del sujeto. La


representación que el sujeto forma del objeto determina una especie de conciencia
real. Igualmente en los objetos encontramos dos tipos de propiedades: las
propiedades primarias como extensión, movimiento, forma, peso, etc., las cuales
tienen existencia objetiva. Las propiedades secundarias como el color, olor, sabor,
sonido, no tienen existencia objetiva; son, más que todo, elaboraciones subjetivas.
Tal fue la posición de Galileo, Descartes, Habbes y Locke.

d. Posición Idealista.
Es una toma de posición ante el problema del conocimiento extrema al realismo.
Mientras el realismo acepta la existencia del objeto con independencia del sujeto, el
idealismo pretende reducir el mundo a una actividad del espíritu. Es decir, el
mundo no tiene existencia en sí, con independencia del sujeto, de toda
representación o conocimiento. Se trata de eliminar el dualismo sujeto-objeto para
reducirlo todo a actividad del sujeto. Es la consecuencia del racionalismo de
Descartes quien había reducido todo a la actividad pensante. El pensamiento era
la única realidad desde donde se probaba la existencia del yo, de Dios, del mundo.
Las cosas son verdaderas en cuanto yo las pienso claras y evidentemente. El
idealismo pretende identificar lo real con lo racional, el objeto con el sujeto o
conciencia.

Hay varias formas de idealismo:

 El idealismo psicológico de Berckeley, quien redujo la realidad a la manera


como percibimos las cosas. No hay para qué hablar de una realidad que
exista independientemente del sujeto. El objeto y su percepción son una
misma cosa. No existe la sustancia o materia corpórea. Todo se reduce a
hechos de conciencia. El ser de las cosas se reduce a ser percibidas. La
fuente de todas las percepciones no son las cosas o sustancias corpóreas,
porque éstas no existen, sino Dios.
 Juan Teófilo Fichte, sostiene que el primer principio de la realidad es el “Yo”,
el cual construye la parte formal y material del conocimiento. Todo lo que se
le oponga al “yo” es creado por el yo. La realidad es deducible del “yo”. Lo
real es producto de la actividad subjetiva. El ser está fundado en la
inteligencia. Ese proceso de la autoconciencia es dialéctico.
 Idealismo Lógico de Hegel, considerado como el idealismo absoluto. Es la
conciencia la que engendra el ser. El ser no descansa en sí mismo sino que
es la actividad del sujeto, el pensamiento, el que lo hace surgir. Para Hegel
la realidad no puede encontrarse en una parte y el conocer en otras, sino
que más bien la realidad se reduce a lo lógico. La conciencia es el
fundamento de lo real; se identifica lo racional con lo real. El sujeto y el
objeto no son elementos separados, independientes, sino que se reabsorben
se identifican de manera que el aspecto consciente de una cosa se convierte
en realidad misma. La autoconciencia es la encargada de hacer la identidad
sujeto-objeto, pues éste no es algo externo al sujeto, sino que todo queda

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 38


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

reducido al acto racional. Para Hegel la realidad es razón, idea, lo cual


significa que la lógica se identifica con la ontología.

El idealismo, pues, se enfrenta al realismo. Este sostenía que en todo


conocimiento existe una alteridad, una dualidad de elementos, como son el
sujeto cognoscente y el objeto conocido. El conocimiento es una
representación inmanente, en cuanto se da en el sujeto, pero el objeto del
cual procede esa representación permanece independiente del sujeto, es
decir, es trascendente. Las cosas por tanto, tienen entidad propia, y no
como piensa el idealismo que todo lo podemos hacer depender de la
conciencia, de la idea. En la misma forma el conocimiento, para el realismo,
es asimilación del objeto, pero esa asimilación nunca es completa, perfecta;
al contrario, es progresiva, siempre alcanzaremos una mayor adecuación de
nuestros conocimientos respecto de la realidad. Pero el idealismo cree que
el objeto del conocimiento es inmanente, actividad del sujeto. En la posición
idealista tenemos de hecho: el conocimiento es producción del objeto, por
eso todo tendrá carácter de necesidad porque todo quedó reducido al orden
lógico.

e. Posición del materialismo dialéctico.


Hoy entendemos que la filosofía marxista pretende dar un enfoque del
mundo y del hombre. Está, por tanto, implicada en esta concepción una
Epistemología que tiende a dar una primacía a la materia pero que, a la vez,
reafirma su cognoscibilidad. No puede hablar de conocimiento sino desde la
actividad, desde la acción, desde la praxis. Si entendemos que la realidad
no es algo inmutable, estático, sino dinámico, dialéctico, podemos
comprender la tesis del materialismo en el campo epistemológico: la realidad
material, objetiva, se refiere a todo aquello que existe fuera de la conciencia.
Esa realidad material es determinante de los procesos cognoscitivos, es
decir, que la realidad material es la que se refleja en la conciencia de los
individual. Pero ambos miembros están en un proceso, en una dinamicidad.
Si concebimos que la realidad es dinámica, dialéctica, la conciencia que
reproduce esa realidad también debe ser dinámica, dialéctica. Hay una
inclinación ante los hechos y sólo por esa interacción podemos hablar de la
objetividad del conocimiento.

El proceso del conocimiento es una objetivación permanente; de ahí que la


objetividad del conocimiento no se pueda entender como adecuación a un
modo de ser permanente sino, más bien, un movimiento ascendente,
progresivo, dialéctico. La validez de los conocimientos es dada por la mayor
adecuación de lo que refleja nuestra conciencia con el proceso real de las
cosas.

La posición del materialismo es antagónica a la idealista, sobre todo en lo


que se refiere a la existencia del mundo como algo objetivo, al reducir lo real
a lo material, incluyendo los procesos históricos. El mismo proceso del
conocimiento como reflejo de lo real, tiene que ser material.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 39
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La práctica es entendida como una actividad social, material, cuyo fin


primordial es la transformación tanto del a naturaleza como de la sociedad.
La praxis es una interacción continua entre el hombre, la naturaleza y la
realidad social. Las necesidades del hombre constituyen la fuerza básica
del conocimiento. Esto constituye una relación directa entre teoría y praxis.
En efecto, partimos de la práctica a la teoría pero de la teoría vamos a la
práctica.

El conocimiento tiene, de hecho, un carácter dialéctico; el reflejo de la


realidad en la conciencia no es un acto estático, sino la expresión del
devenir, se integra a la actividad total del hombre en su lucha con la
naturaleza y el hecho social.

El conocimiento es un proceso complejo, como es compleja la actividad


práctica del hombre, porque está implicado el proceso de producción social,
donde se están determinando contradicciones entre el ser real y las mismas
necesidades del hombre, o de la sociedad en general. Esas contradicciones
son el fundamento del desarrollo. La dialéctica del proceso del conocimiento
se expresa en la limitación de nuestro saber y la riqueza de la realidad en
perpetuo desarrollo. Por otra parte, ese carácter dialéctico del conocimiento
se expresa por el hecho de que nuestras sensaciones y percepciones son
elementos subjetivos pero provenientes de un mundo objetivo. Lenín decía:
“De la percepción viva al pensamiento abstracto y de éste, a la práctica: tal
es el camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la
realidad objetiva”. Podemos sintetizar que el conocimiento dentro del
materialismo implica: los procesos perceptivos de la realidad, los procesos
racionales como son la generalización, formación de conceptos, y la
confrontación práctica de los resultados del conocimiento.

Las percepciones sensoriales de los objetos, tomadas aisladas, son


insuficientes para llegar a un conocimiento objetivo de lo real, debido a que
en esas representaciones no se pueden abarcar las relaciones, ni los nexos
entre las cosas. Para descubrir esos nexos y leyes, es indispensable la
inteligencia, la razón. Gracias a ésta se puede hacer el tránsito de los
fenómenos perceptivos al conocimiento de las leyes internas y relaciones
lógicas de las cosas. Pero el pensamiento es una función del cerebro
mediatizada por las percepciones. En él se reflejan las cosas en sus
aspectos sustanciales, en sus relaciones básicas, en sus nexos necesarios.
La base de la formación de los conceptos y de las generalizaciones es la
práctica social. La repetición en el proceso práctico de los rasgos
sustanciales y de las propiedades de los fenómenos conducen a la fijación
de dichos rasgos en la conciencia a través de los conceptos. La realidad se
refleja sensitiva y racionalmente.

La teoría es un sistema de ideas sobre una ciencia determinada donde se


generaliza la experiencia y la práctica y donde se reflejan las leyes objetivas.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 40
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

La ciencia se presenta no como un saber teórico, sino ante todo como un


saber práctico, esencialmente ordenado a la acción. Ese conocimiento no
se estructura en categorías abstractas sino en la actividad sensible del
hombre como forma de buscar la transformación de la realidad. La verdad,
por tanto, sólo se da a nivel práctico. No hay verdades inmutables ya que
dependen de la praxis, la cual se concibe como inmersa en las relaciones
sociales y en continuo desenvolvimiento. La unión de teoría y práctica
hacen el conocimiento como reflejo de esa praxis; es un saber dialéctico que
se transforma, como se transforma la realidad. La ciencia es un
conocimiento crítico siempre en desarrollo, por consiguiente en proceso
dialéctico. La acción práctica es fundamental para entender el proceso
mismo del conocimiento.

f. Posición de la fenomenología.
De E. Husserl. La fenomenología ha ejercido una influencia en el
pensamiento europeo, particularmente en el desarrollo del pensamiento
existencialista. La fenomenología como método pretende llegar a una visión
intelectiva del objeto por medio de la intuición. La intuición siempre hace
referencia alo inmediatamente dado, a las cosas. La fenomenología parte
del hecho total del conocimiento humano. Su interés es hacer una
descripción de los fenómenos o hechos del conocimiento tal como lo
podemos ver en la experiencia inmediata.

Para Husserl la cosa, o lo dado, es el “fenómeno” y la intuición del fenómeno


es una actividad mental, es decir, es un conocimiento de la cosa donde se
procura despojarse de toda visión subjetiva para no ver sino lo objetivo. El
“fenómeno” para Husserl viene a ser el objeto inmediato, directo, de la
intuición. Por lo tanto no ha de creerse que sea lo ilusorio de las cosas; al
contrario, significa lo real, lo dado, la cosa. Describir estos fenómenos sin
falsearlos, tal cual se presentan, es el objeto del conocimiento. Pero para
que el dato se nos presente como es, debemos eliminar todo aquello que
impida una visión intelectiva o una intuición; en el lenguaje husserliano,
debemos hacer una reducción o “epojé”, eliminando todo lo subjetivo, todo lo
teórico o presupuestos, así como todo lo tradicional. Debemos dejar a un
lado cualquier influencia que pudiera falsear el dato que vamos a analizar,
para que quede sólo el dato puro. A partir de éste se sigue un camino que
ha de llevarnos a la intuición de las esencias. Las esencias de las cosas se
intuyen; por tanto no se captan, como se pensaba anteriormente, mediante
un proceso abstractivo en el cual se aislaban las cualidades comunes de los
objetos o de las cosas. Las cualidades de las cosas para Husserl son todas
individuales; por eso se requiere de la intuición, que es un mirar con
evidencia las esencias de los fenómenos.

Husserl, encuentra que la conciencia es siempre conciencia de algo, porque


al analizar los contenidos de la conciencia, se encuentra con que ellos no
pertenecen a la conciencia sino que más bien la conciencia tiende hacia el
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 41
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

objeto, lo capta y es la intencionalidad la que produce la presencia inmediata


de ese objeto. Por eso podemos distinguir en un primer momento la
conciencia, como una estructura de actos psíquicos que son los que le dan
el carácter dinámico. Es lo que Husserl llama “noesis”. Pero, por otra parte,
están los contenidos de esa conciencia, es decir, que en todo acto
conciencial aparece algo como contenido de ese acto, y esto, recibe el
nombre de “noema”. Los objetos se aparecen a la conciencia y ésta busca
una apertura hacia los objetos.

Para que la filosofía sea rigurosa, según Husserl, no ha de presuponer nada


en el estudio de la realidad. Para llegar a justificar todo, tenemos que partir
de una cierta actitud natural que nos lleva a poner entre paréntesis todo lo
que el sentido común nos da por cierto. Esto sólo se consigue con el
método de las reducciones fenomenológicas, el cual procede así:

1. Reducción crítica:
Consiste en aceptar sólo las vivencias que tienen del mundo, los
fenómenos, los actos de conciencia. Pero suspende o coloca entre
paréntesis, todo el mundo, la realidad espacio-temporal. Es decir, no
hacemos uso alguno de la creencia en el mundo. De manera que en esta
actitud sólo nos quedamos con el “fenómeno puro”. La intención es que
renunciemos a todo lo que se ha aceptado común y corriente: teorías,
opiniones, creencias religiosas, etc., para dejar que las cosas hablen por si
mismas, el fenómeno como tal. Luego, nos abstenemos de todo juicio
existencial: como es el caso de que el mundo existe, de que yo existo.

2. Reducción eidética:
Se pretende reducir el “fenómeno” a su esencia. Tiende a separar las cosas
accidentales del “fenómeno” para quedarse sólo con la esencia. Tal sucede
cuando, por ejemplo, hacemos el paso de este árbol (fenómeno) a la
esencia de árbol, o de los hombres concretos a la esencia hombre. Queda,
pues, entre paréntesis todo aquello que no sea dado en la intuición de las
esencias.

3. Reducción trascendental.
Podemos agudizar más la reducción. Esas estructuras de “noesis” (actos
psíquicos) y de “noemas” (contenidos de conciencia), tienen o viven de un
fundamento último que es la conciencia, el yo puro, la conciencia pura. Pero
esa conciencia se presenta como un fundamento absoluto, que no requiere
para su existencia de nada real. Mientras que el mundo siempre se da
referido a la conciencia, ésta es algo independiente de las cosas. La
conciencia pura se presenta como una verdad indubitable, absoluta.

Al llegar a este último fundamento podemos darnos cuenta de que la


conciencia es constituyente en cuanto ella es la que da sentido a las cosas.
El mundo se reduce a experiencias vividas, a actos concienciales. El ser de
las cosas reales se reduce a lo pensado para mí. Lo real es lo que yo capto
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 42
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

y no la cosa en sí. Las cosas se reducen a la unidad de la conciencia que


las piensa. El ser en todas sus formas se determina y estructura en el seno
de la conciencia y sólo en ella alcanza su sentido. Eso no significa que lo
real no exista, sino, más bien, que su realidad se manifiesta mediante una
serie indefinida de fenómenos subjetivos.

Problema Sistema Representantes Época Soluciones Consecuencias

 Convierte las ideas en seres


 reales, en sustancias, en
 cosas, en causas de los
 fenómenos, en modelos o
arquetipos. Son entes Cae en una especie de

separados. Esas ideas- idealismo al decir que el
 Plató mundo sensible es una
Objetivismo 427-347 objetos se reflejan
n proyección, una sombra del
pasivamente en el
mundo ideal. Formula una
v entendimiento del hombre.
Las ideas no son especie de innatismo e
representaciones de las cosas identifica la idea con el ser.
reales sino entes
independientes. Sólo
conociendo las ideas en su
necesidad y universalidad se
puede dar ciencia.
 Los objetos, el mundo sensible
tienen existencia Llegamos al conocimiento de
independientemente del sujeto que la verdad leyendo lo que ella
los conoce. El conocimiento no es
más que una reproducción de la
nos dice. No obstante no
Realismo  Arist 384-322 realidad. El origen de ese hacen un análisis crítico de la
óteles 1224-1274 conocimiento está en los sentidos y forma como el sujeto conoce y
 Sant ese material esta organizado por la de la forma como el objeto se
o Tomás razón. Los sentidos reciben la nos da. Es un realismo
forma sensible, la inteligencia natural.
La esencia  elabora las ideas, las esencias.
del
conocimi-
 Idelismo psicológico (Berckeley).
ento Confunde lo real con la percepción.
(¿cuál es Idealismo Subjetivo (Fichte). Hace
la función del “Yo” la fuente originaria de lo
del sujeto real. El es el principio de todo.
Idealismo Objetivo (Schelling). El La totalidad de lo real no es
y el objeto más que una creencia del
 espíritu es fuente del ser y del
en el 1685-1753 espíritu. Preponderancia del
conocimie  Berc devenir, pero ese espíritu es
Idealismo keley 1762-1814 objeto. La naturaleza se hace sujeto frente al objeto. Con
nto?) 1775-1854 conciente en el espíritu y el espíritu Hegel se llega a un idealismo
 Ficht se hace objetivo en la naturaleza.
e 1770-1831 absoluto. Ruptura con el plano
Idealismo Racional o lógico
 Sche (Hegel). Elimina la dualidad sujeto-
real objetivo.
lling objeto para reducirlo todo a una
 Heg actividad del sujeto. La
el autoconciencia o espíritu absoluto
por un proceso dialéctico engendra
 lo real.

 La realidad auténtica es la materia.


 No es la conciencia la que
engendra el ser real, sino más bien Se opone al idealismo y
el ser real material engendra la
conciencia. La verdad no tiene
reduce el conocimiento a un
Materialis  Mar 1818-1893 otro criterio de objetividad distinto a proceso de objetivación
mo  Eng 1820-1895 la praxis. Reconoce la permanente, progresivo,
el 1870-1924 independencia de la realidad dialéctico, pues la realidad
 Lení 1879-1953 objetiva frente a la conciencia. Esa material también es dialéctica.
realidad material es la que se
n refleja en la conciencia.
 Stali
 Concibe la conciencia absoluta La fenomenología como método
como el fundamento de todo tiene aspectos importantes en
conocimiento, mientras que el cuanto que exige una liberación de
mundo siempre se da como prejuicios y concepciones que
Fenomeno  Huss 1859-1938 referido a la conciencia y esta falsean el conocimiento de las
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN
logía erl UNIVERSITARIA DEL CARIBE.
conciencia es la que da sentido a 43
cosas. No obstante, los críticos
 las cosas. Reduce el ser de las acusan a Husserl de idealista.
cosas a “lo pensado por mí”
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

1.5 OBJETIVIDAD DEL CONOCIMIENTO.

A lo largo de esta exposición de los problemas implicados en una teoría del


conocimiento nos hemos encontrado con las distintas soluciones que han aportado los
filósofos en cada una de las épocas del desarrollo histórico. No obstante, existe aún un
problema fundamental por resolver, como es el criterio de objetividad de nuestros
conocimientos. Hemos concebido el conocimiento como una actividad; ¿pero esta
actividad que es el conocimiento, puede llegar a coger la realidad tal como es en sí
misma? ¿Existe un fundamento real, absoluto, del conocimiento? ¿O, por el contrario,
el conocimiento es una actividad progresiva y, como tal, la realidad de la cual es
expresión, también se encuentra en proceso sin que se espere de ella un ajuste total?
Lo único cierto es que la realidad es dinámica, está en continua transformación, y si el
conocimiento es una actividad por la cual intentamos reproducir, a nivel de conciencia,
esa realidad, lógico es suponer que el conocimiento también está en devenir, es
dinámico, progresa, cambia con el devenir de la misma realidad.

La posición de que la verdad no es más que una adecuación o conformidad de nuestro


pensamiento con la realidad, con las cosas, parece estar en crisis. Está sometida a una
revisión y de ella se han apartado las epistemologías científicas y un gran número de
filósofos de la época contemporánea.

Desde la antigüedad, podemos observar cómo los filósofos presocráticos tenían la


convicción de que todo conocimiento verdadero debía estructurarse no en las
apariencias de las cosas sino en un fundamento sólido al cual sólo tenía acceso la
razón. Conocer ese principio fundamental era conocer objetivamente.

Parménides entiende que la verdad no puede ser otra cosa que el desenvolvimiento del
ser. Sólo hay verdad en la autorrevelación del ser. Pero esa tarea la cumple la razón
porque los sentidos no viven más que de la apariencia, del engaño. No hay pues más
que un camino, el del ser, y ese camino es el de la verdad. El camino del error está
dado por el que afirme que el ser no existe.

Heráclito, por su parte, está convencido de que la verdad sólo s descubre a través de la
razón. Los sentidos no nos dan la naturaleza de las cosas. Sólo la razón es capaz de
comprender la verdad del ser, uno y en perpetuo movimiento, y de conocer la razón que
gobierna todas las cosas.

Platón, bajo la influencia socrática y de Anaxágonas, convierte el ser de las cosas en


una idea trascendente e independiente de ellas. La verdad hay que verla desde el
mundo de las ideas. En el teetetos nos muestra cómo la ciencia es distinta de la
sensación, porque ésta es totalmente relativa. La verdadera ciencia es de lo inmutable,

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 44


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

eterno, fijo, es decir, de las ideas. Postulaba, por tanto, cierta correspondencia entre la
razón, los pensamientos y la realidad, las ideas. Pero esta correspondencia es, más
que todo, un conformarse con los modelos-ideas. De todas maneras, el verdadero
conocimiento en Platón requiere de la postulación de un mundo inmutable, real,
ontológico, sustancial, eterno, necesario. La verdad es vista ya como una estructura
relacional.

Para Aristóteles se da una relación de hecho entre el entendimiento y la realidad. La


verdad hay que ubicarla en las cosas; conocer las cosas en sus causas y en sus
esencias es conocerlas en su aspecto de universalidad y de necesidad. Pero esa
necesidad se explica a partir de las mismas cosas. La verdad para Aristóteles está
dada en la unión o separación de conceptos. En el simple concepto no se da la verdad,
precisamente porque no hay relación.

Santo Tomás concibe así la verdad: “Veritas est adaequatio intellectus cum re” –la
verdad es la adecuación del pensamiento con las cosas-. La verdad hay que plantearla
como una relación entre un objeto y el entendimiento, como una relación entre las cosa
y lo que pensamos de ellas. Lo que yo conozco es algo independiente de mi propio
conocimiento. Todo juicio está determinado por el objeto. Según esto, la verdad es
una igualdad, una adecuación, entre pensamiento y el objeto del pensamiento.
Siempre que se hable de verdad se implica conformidad, adecuación del pensamiento
con la cosa. El ser se nos presenta como algo objetivo y es anterior a toda posible
relación con el entendimiento. Con esto Santo Tomás nos quiere poner de manifiesto
que las cosas en sí tienen su propia verdad, su propia entidad. Es lo que se llama la
verdad ontológica. A partir de esta verdad se establece la relación de adecuación al
pensamiento, que eso constituye la verdad lógica. La verdad ontológica es fundamento
de la verdad lógica. Es en la operación del entendimiento donde se da la verdad, es
decir, en el juicio. Sólo en el juicio afirmamos la conveniencia de un predicado con un
sujeto o, por el contrario, negamos la conveniencia del predicado respecto del sujeto.
El objeto, por tanto, del conocimiento es todo aquello que conocemos, pero no se
confunde con el acto de conocer.

En la edad moderna, Descartes establece u fundamento distinto de la verdad. Ese


fundamento ya no son las cosas como tales, no es lo real, lo que existe con
independencia del sujeto que conoce, sino que el criterio de objetividad hay que
buscarlo en el sujeto. Para saber si nuestros conocimientos son verdaderos o falsos no
necesito ir a las cosas. Basta con que las ideas las conciban como evidentes, claras y
distintas, para que de hecho las aceptemos como verdaderas. Estas ideas, claras y
distintas, y que se constituyen en conocimientos verdaderos, toman su fuerza no de las
cosas sino de la forma como se presentan a mi mente. Todo lo que se presente a mi
mente claro y distinto, es objetivo. La verdad para Descartes no es una adecuación en
el sentido de que el conocimiento sea una asimilación de lo real. La verdad se ha
vuelto algo inmanente. No necesito salir de mí mismo para saber si algo es objetivo.
Por la claridad con que se me presente la idea supongo que le debe corresponder algo
de objetividad. No le importan las cosas sino, más bien, lo que se piense de las cosas.
Las ideas como criterios que me permiten juzgar como objetivo lo que está fuera de mí.
La verdad ontológica de Santo Tomás queda reducida a la claridad con que se
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 45
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presenten las ideas. Porque a partir de la claridad de las ideas deduzco la objetividad
de las cosas. La verdad no depende del ser real, sino de la claridad con que se me
presente la idea de ser en mi mente.

Tanto Platón como Descartes tienden a elaborar una teoría del Conocimiento,
estructurados en un modelo de ciencia, como es la matemática, cuyas verdades, para
ellos, son evidentes, necesarias, universales, inmutables. Sólo el conocimiento racional
de esas características de la verdad.

La teoría Kantiana, por su parte, al colocar al objeto en función de las estructuras a


priori del sujeto para ubicar en ellas lo necesario y universal de los juicios objetivos,
cambia el criterio de objetividad. Se pierde el concepto de la verdad trascendental o la
verdad del ser como algo que tiene su entidad propia, capaz de dejarse conocer. No
podemos conocer más que fenómenos o las cosas como aparecen. Pero la cosa en sí,
el “noumenos”, es totalmente impenetrable a la razón, por lo cual, el ser se reduce a
algo puramente fenoménico. Es el entendimiento el que está dotado de unas
estructuras que hacen posible el hecho del conocimiento objetivo. Esas estructuras so
condiciones necesarias de objetividad pero en ningún momento el entendimiento es
creador del objeto, ya que sobre el entendimiento siempre actúa una materia
suministrada por la sensibilidad.

La verdad es para Kant adecuación, pero no en el sentido tradicional. No es que


nuestro pensamiento se adecue al objeto, a la realidad. Más bien, el dato suministrado
por los sentidos es el que se adecua a las estructuras a priori que ofrece el sujeto. Es
el entendimiento el que constituye un dato sensible (materia del conocimiento) es algo
objetivo, real. Kant está convencido que no se puede encontrar un criterio universal de
la verdad por vía de los fenómenos de experiencia, de la materia. El criterio de
objetividad sólo podrá postularse a partir de la forma del conocimiento. “Es asimismo
evidente, por lo que al conocimiento respecta en cuanto a la forma (prescindiendo de su
contenido), que una lógica, al tratar de las leyes generales y necesarias del
entendimiento, expondrá también por esas mismas leyes criterios generales para la
verdad. Y todo lo que contradiga a esas leyes es falso, puesto que el entendimiento
entonces se pone en contradicción con las leyes generales del pensar, es decir,
consigo mismo”. Esto significa que el criterio de objetividad lo da la estructura a priori
del entendimiento y no se puede buscar en el dato o materia que proporciona la
sensibilidad.

Hegel llevará a sus consecuencias la posición kantiana respecto de la objetividad del


conocimiento. En efecto, para Kant el entendimiento posee las estructuras a priori que
son condiciones de todo juicio objetivo. Pero Hegel va a convertir al entendimiento en
constitutivo de la cosa en sí, es decir, de lo real. Hegel quita la conexión que Kant
establecía con el mundo de las cosas a través de los sentidos. Lo mejor será que tanto
el contenido del conocimiento como la forma del mismo, procedan del sujeto. Lo real
no es otra cosa que despliegue de la razón. “La verdad en sí y por sí, que es la razón,
es la simple identidad de la subjetividad del concepto y de su objetividad y
universalidad”. El ser en Hegel adquiere un valor metafísico y, al mismo tiempo, su
inteligibilidad, al convertirse en razón, en idea. La realidad no es más que un
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 46
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autodespliegue de la idea, una autodeterminación de la razón o del espíritu. La verdad


queda identificada con el proceso racional; la verdad es identidad del pensamiento
consigo mismo y como el pensamiento es dinámico, la verdad también está en
movimiento. La verdad se halla en el devenir interno de la idea.

Hegel identifica el ser como el conocer, lo racional con lo real. La verdad ha dejado de
ser conformidad para concebirla más bien como una identidad. En Hegel no hay
dualismo sino que el sujeto reabsorbe el objeto en el proceso racional, en tal forma, que
es la conciencia la que produce el ser y no éste el que determina la conciencia.

Ya hemos dicho que la verdad de un juicio resulta de la concordancia con la realidad.


Pero Husserl afirma que la adecuación no se realiza entre mi representación y una
realidad en sí incógnita sino entre un acto de intención significativo en el cual la cosa es
metida, el concepto y un acto intencional en el cual la cosa se me hace presente en su
consistencia propia: la plenitud intuitiva.

Para Husserl, por tanto, no se trata de determinar el sentido de una relación entre el
pensamiento y el mundo sino d determinar el sentido de la trascendencia en la
inmanencia, que es la vida de la conciencia.

Toda la filosofía de Heidegger es una especie de ontología de la verdad; su tarea es


proporcionarnos una especie de analítica del ser; sólo en la medida en que éste se nos
manifieste podemos hablar de verdad. Para Heidegger las filosofías tradicionales
cometieron un descuido del verdadero sentido de la verdad. La verdad no es otra cosa
que el desvelamiento, desocultamiento, presentación, apertura del ser a la inteligencia
del hombre. No hay adecuación entre el pensamiento y las cosas, como piensan los
tradicionalistas, porque son cosas muy distintas el objeto como tal y el pensamiento
sobre ese objeto. La verdad no se puede reducir al acto del juicio que hace el
entendimiento. Pero la verdad no es más que descubrir lo que está cubierto, el hombre
siendo un ser abierto a las cosas, sólo tiene que permitir que las cosas sean, para que
las puedan descubrir, y esto que él descubre se expresa en la proposición. En síntesis:
no es la proposición o el juicio el lugar fundamental de la verdad sino que lo que el juicio
expresa es algo derivado, en cuanto que éste se rige por lo “descubierto” del ser. Hay
pues que volver al ser para poder entender la verdad. Esta no es más que un modo del
ser tanto se da el ser cuanto se manifiesta.

¿Qué es el conocimiento verdadero? El hombre tiende a creer que sus conocimientos


son verdaderos, es decir, están siempre conformes con los objetos, o que sus
conocimientos siempre expresan algo real. Las teorías anteriores, que han tratado de
resolver este problema de la verdad, siempre lo han abordado teniendo en cuenta la
parte cognoscitiva. Por eso siempre se habla de correspondencia entre el pensamiento
y el objeto. Cada sistema tiene un concepto de verdad diferente porque han explicado
el conocimiento también en forma diferente. Así, quienes dan más importancia al sujeto
–subjetivismo, racionalismos, idealismos- no pueden ver la verdad sino desde el polo de
la razón, el sujeto. Pero quienes dan más importancia al objeto, tienden a explicar la
verdad desde la cosa como tal. Para ellos el conocimiento es una relación entre sujeto-
objeto, la verdad es una adecuación entre el sujeto y el objeto. Son los que hablan de
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 47
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

una verdad que es conformidad, correspondencia entre los dos miembros esenciales
del conocimiento.

Ya hemos señalado cómo la conciencia o el entendimiento en su actividad es


trascendente, es decir, tiende hacia los objetos y logra de ellos una representación que
no es absolutamente igual al objeto, sino que capta de ese objeto aspectos, matices,
sin que por ello lo agote en toda su realidad. Por el carácter trascendente de la
conciencia, se establece la relación sujeto-objeto, y sólo en esta relación se da
propiamente el conocimiento. Pero la conciencia no sólo es trascendente,
representativa, sino que también es dinámica, interpretativa, depuradora de los datos
que proceden a través de sus sentidos, de la realidad externa e interna. La conciencia
no refleja, como piensan algunos, pasivamente los datos provenientes de la realidad
sino que ella tiene que interpretarlos, organizarlos, relacionarlos y esto sería imposible
si por naturaleza ella no fuera dinámica. Nuestro entendimiento, por tanto, no es q1ue
reciba pasivamente los datos provenientes del mundo externo, ni tampoco es que la
conciencia determine esos datos, como piensan algunos sistemas filosóficos. El
entendimiento debe integrar esos elementos. Por una partes la conciencia recibe
aportaciones objetivas (por tanto, no crea sino que se conforma) pero, por otra, lo que
recibe lo organiza, selecciona, relaciona, lo confronta, no es pasiva sino esencialmente
activa. Además, el entendimiento, en su acto representativo no agota el objeto del
conocimiento (el conocimiento no es absoluto) sino que siempre el entendimiento
descubre nuevos elementos en el objeto, elementos que no se dan de hecho sino
mediante un proceso. Todo conocimiento está referido a las cosas, a los objetos y la
verdad nace de la confrontación que hacemos con esa realidad.

Cuando hablamos de que algo es verdadero siempre suponemos la referencia a un


objeto a un hecho o a una acción. Hay, pues, en el conocimiento verdadero cierta
correspondencia con los hechos. Esto supone que los objetos aunque no fuesen, en un
momento determinado conocidos por el entendimientos, tienen su identidad propio, su
propio ser; de ahí que se hayan hecho distinciones entre varios tipos de verdad: la
verdad ontológica que se refiere a los objetos, a las cosas como tales. El ser de las
cosas, independientemente de que lo conozcamos, es algo y en cuanto tal, posee una
riqueza que se manifiesta. El ser es una verdad fundamental en cuanto sobre ella
podemos entender la verdad formal, lógica. Si nada existiera, nada conoceríamos; pero
gracias a que algo existe, algo podemos conocer. A esta verdad del ser, el cual posee
una consistencia interna que permite desvelarlo, interpretarlo por la inteligencia del
hombre, a esta verdad de las cosas, se le dio el nombre de Verdad Ontológica. La
verdad Lógica, por su parte, hace referencia a la correspondencia que debe existir entre
los contenidos de la conciencia y los objetos. Esta verdad lógica es la que se ha
definido por la tradición como la adecuación de la mente con la realidad. La verdad así
concebida solo se puede dar a nivel de juicio, donde se establece la proporción entre el
pensamiento y la realidad o, mejor, entre el sujeto y el predicado. La verdad lógica
depende de una serie de factores relativos al sujeto que conoce así como al respectivo
objeto. De ahí que no puede existir una verdadera proporción entre la verdad lógica y
la verdad ontológica, entre lo que representamos y el objeto representado. Esa
adecuación de la verdad lógica nunca es absoluta sino relativa, siempre es susceptible
de una mejor adecuación entre el pensamiento y la realidad. Y aunque la verdad es la
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 48
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aspiración de nuestra facultad intelectiva, ya sea en el campo filosófico o en el


científico, tenemos que despojarnos de la pretensión de llegar a verdades plenas,
absolutas, a lo sumo se dan ciertas gradaciones en el intento de conocer. Suárez,
afirmaba con toda razón que no podemos encontrar toda la verdad ni evitar el error.
Nuestra mente tiene limitaciones y la naturaleza del objeto no se deja captar en el
primer esfuerzo, sino más bien, luego de reiterados intentos.

Lo que se busca en el conocimiento es el descubrimiento del sentido del mundo pero


ese sentido lo da el sujeto con base a la misma estructura de las cosas, del mundo.
La conciencia lo que hace es poner de manifiesto lo que las cosas llevan implícito. Por
eso se ha creído tradicionalmente que la verdad es una representación intelectiva de lo
que las cosas son en sí mismas. La verdad que el hombre elabora en su mente (lógica)
depende de la verdad de las cosas. Todo lo que se afirma o se dice desde nuestro
entendimiento supone el nivel de lo real, el nivel ontológico, pero no en el sentido que lo
entendía Descartes, que por el hecho de que yo piense algo con claridad ese algo
existe, sino más bien para indicar que en cuanto se da lo real podemos lograr de él
cierto nivel de representación, cierta asimilación progresiva de lo real.

“Al término de la Epistemología podemos describir nuestro conocimiento de la siguiente


manera: una actividad por la que me perfecciono a mí mismo gracias a la posesión
consciente de la realidad objetiva y subjetiva. En este enunciado es posible distinguir:

 El sujeto cognoscente: yo;


 El acto de conocimiento: actividad inmanente;
 El objeto conocido: lo real, lo objetivo y lo subjetivo;
 La finalidad remota: me perfecciono a mí mismo;
 La finalidad propia y próxima: posesión consciente de lo real.

Sin embargo, esta posesión consciente de lo real, a la que se llega desde el primer acto
integral de mi conocimiento y que puedo perfeccionar indefinidamente gracias a nuevas
experiencias y gracias al razonamiento, tiene sus límites y sus imperfecciones que le
son esenciales.

En primer lugar mi conocimiento explícito de lo real está limitado por mi experiencia y,


aunque atisbo la posibilidad de un progreso indefinido en el enriquecimiento de esta
experiencia, nada me autoriza a suponer que llegará el día en que habré adquirido el
conocimiento explícito de todo lo que existe. Por el contrario, mi experiencia se me
presenta como superficial por naturaleza: la aprehensión de los cuerpos que me rodean
se hace por contacto de orden espacial, por tanto, esencialmente “superficiales”; a mí
mismo me aprehendo en el plano de mis actividades sin que posea la intuición de la
realidad profunda de mi yo. Estos hechos me inducen a pensar que mi experiencia de
lo real será siempre inadecuada con respecto a la misma realidad. En segundo lugar,
la objetividad de mi conocimiento, es decir, la posesión consciente de lo real tal como
es en sí mismo, no es perfecta en todos los aspectos. En efecto, esta posesión se
realiza en y por un acto inmanente al sujeto y, desde luego, según el “modo” de la
capacidad propia del sujeto; ahora bien, el sujeto que soy yo tiene algunas

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 49


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particularidades que en ciertos aspectos mediatizan la objetividad perfecta de mi


conocimiento.

Por otra parte, la verdad desde el punto de vista científico, implica también ciertas
posiciones, que bien vale la pena analizar someramente.

G. Bachelard, a través de su extensa obra de carácter epistemológico, sienta ciertas


bases o formula ciertas tesis en lo que respecta al conocimiento científico. Está
plenamente convencido de que los conocimientos científicos son objetivos. Así lo
demuestran la Química y la Física. La ciencia garantiza los valores, los valores que se
adquieren a través del desarrollo de las vivencias contemporáneas. Esto significa que
la “verdad científica” se impone por sí misma y que esa pretensión de que requiere un
fundamento filosófico, parece no ser tan convincente. Basta con observar la forma
como procede la ciencia para estar seguros de la objetividad de lo que dice. Tesis por
demás contraria a los planteamientos kantianos. Kant sostenía la necesidad de
determinar las condiciones del conocimiento científico por medio de un análisis de la
facultad cognoscitiva tanto de la sensibilidad como del entendimiento. Por otra parte,
Bachelard concibe los conocimientos científicos como encadenados en una verdad que
se ve modificada, aumentada progresivamente, que se acrecienta con nuevas
verdades. Es un proceso en el que no es posible asignarle ningún tipo de límite. Para
él, quienes pretenden establecer límites absolutos a la ciencia, están planteando
problemas en forma equivocada. “El proceso del establecimiento de las verdades
científicas es un proceso sin fin”. Esto significa que para Bachelard el proceso del
conocimiento es dialéctico; pero no se trata de una dialéctica tal como la formuló Hegel,
sino de una dialéctica que implica un impulso a un continuo avance del proceso
científico. La historia de la ciencia implica “rupturas”, si se quiere saltos, que vienen a
ser movimientos de “rectificación” del saber establecido. En toda ciencia a medida que
avanza se producen modificaciones en los conocimientos o principios anteriores hasta
llegar a producir otros nuevos y así sucesivamente: el movimiento dialéctico consiste en
destruir para crear.

Por su parte, Kart Popper es partidario de considerar el conocimiento como un


desarrollo progresivo. No obstante nos advierte: “Pues el hecho cierto es que también
nosotros consideramos como tarea de la ciencia la búsqueda de la verdad y que, al
menos desde la obra de Tarsky, ya no tememos decirlo. En realidad, sólo con respecto
a este objetivo, el descubrimiento de la verdad, podemos decir que, aunque seamos
falibles, tenemos la esperanza de aprender de nuestros errores. Sólo la idea de verdad
nos permite hablar con sensatez de errores y de crítica racional y hace posible la
discusión racional, vale decir, la discusión crítica en busca de errores, con el serio
propósito de eliminar la mayor cantidad de éstos que podamos, para acercarnos más a
la verdad. Así, la idea misma de error –y de falibilidad- supone la idea de una verdad
objetiva como patrón al que podemos no lograr ajustarnos. (en este sentido la idea de
verdad es una idea reguladora)

Aceptamos, pues, la idea de que la ciencia es la búsqueda de la verdad, esto es, de


teorías verdaderas (aunque nunca lleguemos a ellas, como señaló Jonófanes), o
aunque nunca sepamos que son verdaderas en el caso de que lleguemos a ellas).
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 50
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Pero también insistimos en que la verdad no es el único objetivo de la ciencia.


Queremos más que la mera verdad: lo que buscamos es una verdad más interesante,
verdad a la cual es difícil llegar”14.

Mario Bunge concibe el conocimiento científico como algo falible, es decir, que es
imposible esperar la formulación de verdades definitivas en el proceso científico. La
Ciencia verifica pero a la vez desconforma ciertas teorías o las supera con la
formulación de nuevos problemas en un cuerpo de conocimientos dados. No pretende
reconocer barreras a priori que limiten el conocimiento científico. Aún los principios
más generales y seguros son postulados que pueden ser corregidos en un momento
dado. Así la ciencia o la verdad científica no se convierte en sistema dogmático sino
siempre controvertido y abierto y, por eso, la ciencia siempre está en progreso.
“Obsérvese que no pretendemos que el conocimiento científico, por contraste con el
ordinario, el tecnológico o el filosófico, sea verdadero. Ciertamente lo es con frecuencia
y siempre intenta serlo más y más. Pero la veracidad, que es un objetivo, no
caracteriza el conocimiento científico de manera tan inequívoca como el modo, medio o
método por el cual la investigación científica plantea problemas y pone a prueba las
soluciones propuestas”15.

14
Popper, Kart. El desarrollo del conocimiento científico. Editorial Paidos. Buenos Aires.
15
Bunge, M. La Ciencia, su método y su filosofía. Editorial Siglo XX, Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 51


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

RESUMEN
RESUMEN

Cuando hablamos de nuestra actividad cognoscitiva estamos implicando no sólo


nuestro modo de vivir sino, ante todo, la manera como nos relacionamos con el mundo
que nos rodea. Cuando hablamos de conocimiento hacemos referencia a la toma de
conciencia de aquellas realidades como el espacio, el tiempo, las experiencias del yo,
de los otros, del mundo externo, del hecho social; situaciones que, en alguna forma,
producen en nosotros estados mentales de seguridad, de duda, de afirmación o de
negación.

Nicolás Malebrache lleva el racionalismo a la demostración de que entre la razón y la fe


no puede existir contradicción pues ambas tienen la misma fuente. La certeza y la
verdad total sólo se alcanzan en la compenetración de ambas ramas del saber. Su
interés radica en el afán de hace una síntesis filosófica en la que la ciencia se muestre
envuelta en la fe.

El apriorismo Kantiano pretende demostrar que en el campo del conocimiento no es el


sujeto el que debe mirar y ordenar el objeto. El sujeto no es el que gira alrededor del
objeto. Por el contrario, es el objeto el que gira en torno del sujeto. Así quedo
demostrado. La realidad no la conocemos como es sino como aparece: fenómenos. La
cosa en sí, el “noumenos”, no es posible conocerlo. El sujeto es el que, a través de sus
estructuras a priori, tanto de la sensibilidad (espacio-tiempo) como del entendimiento
(categorías o conceptos) y la razón (ideas a priori regulativas) condiciona la posibilidad
del conocimiento científico. El nuevo criterio de la verdad no serán las cosas como tal
sino las estructuras a priori del sujeto; porque ellas son las que garantizan la objetividad
de un juicio. Esa demasiada importancia para las estructuras a priori, frente al dato
caótico de los sentidos, es lo que ha llevado a algunos críticos a considerar a Kant
como subjetivista e idealista trascendental. Por otra parte, Kant no acepta que el
conocimiento científico sea el conocimiento de la esencia de las cosas, porque las
cosas no las conocemos en su esencia sino en su apariencia. Por eso tuvo la
necesidad de dotar a los apriorismos de necesidad y de universalidad.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 52


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

AUTOEVALUACIÓN

1. Dé algunas razones de por qué el conocimiento es algo fundamental o esencial


al hombre.
2. Explique y relaciones los diferentes tipos de saber.
3. Explique con sus propios términos cuál es el objeto de la Epistemología.
4. establezca la diferencia y la relación entre Epistemología, Lógica y Metodología.
Sustente sus respuestas.
5. ¿Qué diferencia existe entre considerar el conocimiento como un “hecho” y el
conocimiento como “proceso”?
6. ¿Qué relación puede existir entre conocimiento y marcos sociales?

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 53


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Teoría del Conocimiento


Científico.

Unidad 2
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 54
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

PRESENTACIÓN

Desde la antigüedad se intentó formular una teoría de la ciencia, una


Epistemología caracterizada por un tipo de saber universas y necesario. La
Epistemología recibe un gran impulso en el siglo XVIII por parte de Dambet, luego
en el siglo XIX, Dugald Stewart. Ya hacia 1900, aparecen ciertas posturas críticas
ante lo que fue la ciencia clásica, lo cual originó un movimiento de gran
importancia cuyo fin era hacer una fuerte “crítica de las ciencias. En esta unidad
veremos todo este desarrollo y sus implicaciones y consecuencias en el
desarrollo de la teoría de la ciencia.

OBJETIVOS

Al finalizar el estudio de esta unidad el alumno:

 Disertar sobre la filosofía de la ciencia y sus diversas concepciones.


 Podrá sustentar sobre positivismo lógico, el falsacionismo de Popper, los
programas de investigación científica de Lákatos y otros.
 Conocerá los métodos de la epistemología.
 Habrá aprendido sobre la investigación científica.
 Sabrá definir qué es un problema.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 55


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

DINÁMICA PARA CONSTRUIR


EL CONOCIMIENTO

ACTIVIDAD PREVIA: (Trabajo independiente).

 Lea detenidamente la Unidad 2 de manera individual.

 Responda de manera escrita la Evaluación Inicial de la Unidad 2

 Haga un resumen conciso sobre todo el tema de esta Unidad. Este


resumen le ayudará a profundizar sobre el tema.

 Una vez terminado el resumen, debe hacer un análisis general sobre toda la
Unidad, para que afiance lo leído.

ACTIVIDAD EN GRUPO (CIPAS).

 Reunidos en sus grupos de estudios (CIPAS), lean nuevamente la Unidad 2.

 Una vez leída la Unidad 2, socialicen los resúmenes elaborados de manera


individual e independiente.

 Socialicen las respuestas de la Evaluación Inicial, que respondieron de


manera individual.

 Desarrollen los ejercicios que se encuentra al final de la Unidad 2 y


discútanlos en el grupo de estudios. Estos ejercicios deben ser
socializados en la sesión junto con todos los compañeros de grupo y
entregados al tutor.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 56


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

 Haga un resumen de cada una de las lecturas complementarias que se


encuentran al final de la Unidad. Este resumen debe ser discutido con sus
compañeros de grupo y entregado al tutor.

ATRÉVETE A OPINAR

1
¿Qué cree usted que es la filosofía de la ciencia y para qué
se utiliza?

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2
Enuncie los métodos epistemológicos que conoce.
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3
¿Qué es la investigación científica?

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2.
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EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 57
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

UNIDAD 2.
2. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.

2.1 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA: PRINCIPALES CONCEPCIONES.

"Ciencia es el intento de hacer que la caótica diversidad de nuestra experiencia


sensorial se corresponda con un sistema de pensamiento lógicamente uniformado.......
Las experiencias sensoriales son la materia dada al sujeto, pero la teoría que las
interpretará es una construcción del hombre..." (Einstein, 1940).

Tradicionalmente se ha asignado el carácter de científico a un conjunto de


conocimientos cuando utilizaban un procedimiento metodológico similar al de las
ciencias puras –matemáticas o física- utilizando a éstas como modelos, incluso el
calificativo de “puras” parece confirmarlo. Actualmente, la aparición de nuevas teorías
en el campo de la filosofía de la ciencia, sobre todo a partir de los años sesenta, han
intentado dar un nuevo enfoque a la concepción metodológica de la ciencia, distinto del
tradicional*.

Se puede considerar que la referencia a los hechos, los fenómenos, así como las
unidades de análisis, es conocimiento, pero en sí mismo no es ciencia, no constituyen
un “conocimiento cierto de las cosas”, un conocimiento preciso, por sus causas
(Corominas, 1998). Para que haya ciencia, además de un ámbito empírico hace falta
también teoría (además de método, por supuesto, que se expondrá más adelante),
construcción teórica de la realidad de los fenómenos por medio del método, de la
investigación.

Einstein (1940) considera que las teorías son construcciones del hombre. En otras
palabras, una teoría es un conjunto de conceptos abstractos e hipótesis elaborados por
el hombre que tratan, entre otras cuestiones, de dar forma, representar y explicar algo
(Engler, 1999; Fierro, 1996a; Pervin y John, 1997).

Como tal actividad de construcción, la teoría es una red de proposiciones sobre


“relaciones regulares” entre acontecimientos o fenómenos; actividad mediante la que se
trata de responder a los enigmas, los retos que el flujo de la realidad presenta al
entendimiento. Por tanto, las teorías científicas tratan de poner en la realidad, en la
“caótica diversidad de nuestra experiencia sensorial” (que diría Einstein), algún “orden
racional”, algún ordenamiento de la razón.

Diferentes autores proponen distintos y complementarios modos de establecer dicho


orden racional. El modo más frecuente establece como tareas la explicación y la
predicción (Bermúdez, 1985e; Levy, 1970; Carver y Scheier, 1996). Pervin (Pervin,
1975; Pervin y Jonh, 1997) propone como requisitos de las diferentes teorías dar

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 58


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

respuesta a las preguntas de qué, cómo y porqué. Otros autores (González, 1987)
hablan de establecer dicho orden a partir del análisis de la regularidad objeto de interés,
la ordenación o estableciendo de distintos niveles de generalización, y la relación de
cada una de las partes en la visión global de la teoría. Teniendo en cuenta estas
consideraciones, y en coherencia con Fierro (1996c), se pueden resaltar varios modos
de establecer dicho orden racional, que abarcan y expanden a los anteriores:

1) El más básico y elemental es el análisis “clasificador”, en el cual, sobre los hechos o


descubrimientos, y de modo parsimonioso, se realizan operaciones de descripción,
análisis, y categorización en alguna estructura inteligible; con lo cual se dota a la teoría
de una función integradora de conocimientos.

2) El segundo orden destacado es el procesual y “causal”; orden de determinación, de


influencia, que suele conferir a las teorías su potencial explicativo.

3) La predicción, la anticipación de la ocurrencia de los fenómenos, es otra tarea


exigible a cualquier sistema organizado de conceptos.

4) Las teorías, las “buenas” teorías, han de ser también lo más “heurísticas” posible.
Por ello, las teorías anteceden, se anticipan, a la investigación, al conocimiento
empírico, contribuyen a poner los hechos de manifiesto. Esta función heurística destaca
sobremanera en ciertas filosofías de fundamentación del conocimiento científico, como
la epistemología de Popper, que resalta justamente que, en la observación científica,
las hipótesis teóricas preceden a la captación de los hechos.

5) Las distintas ciencias se comunican entre sí (cuando se centran en la misma


realidad, aunque sea, como suele ser, desde perspectivas diferentes) por medio de las
teorías, de las aportaciones o cristalizaciones teóricas de cada una. Esto lleva al quinto
modo de establecer orden racional que propone, que es el desarrollo de concepciones
globales, transdisciplinares del ser humano, la sociedad, el universo, y que se logra por
medio de la comunicación.

Por todo ello, se puede decir que la Economía Aplicada, tiene que poner orden racional
en su campo empírico mediante un conjunto de operaciones encaminadas a:

1) dar cuenta y hacer inteligibles los fenómenos propios de su ámbito

2) responder mediante enunciados a las cuestiones que generan los hallazgos, y


explicar las relaciones encontradas entre estos,

3) generar nuevos descubrimientos, poner en relieve hechos insuficientemente


investigados, y

4) descubrir y explicar las relaciones de su campo empírico con “otros mundos”


exteriores a la economía, con los de otras ciencias (acaso humanas y sociales) que
también se ocupan del estudio de personas y comportamientos. Según que las teorías

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 59


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

de la personalidad cumplan mejor o peor con estas funciones de la construcción teórica


(entre otras cuestiones) serán juzgadas como mejore o peores.

Existen diferentes criterios epistemológicos para delimitar las buenas de las malas
teorías, las científicas de las metafísicas. El positivismo del Circulo de Viena considera
que se puede distinguir la ciencia de la no ciencia a partir de una valoración general y
ahistórica de los métodos. Así mismo, considera que un enunciado es científico cuando
puede deducirse de otros que han sido objeto de comprobación. Entre sus principios
básicos destaca la verificabilidad (comparación de las afirmaciones teóricas o derivadas
de una teoría con la observación) como criterio de demarcación entre ciencia y no
ciencia, y la noción de confirmación de teorías (Chalmers, 1976).

En el neopositivismo se plantean unos criterios de demarcación entre ciencias/no


ciencias diferentes. Popper (1959) rechaza ideas de verificación, confirmación e
inducción, y opta por el criterio de falsación o falsabilidad o refutabilidad, y enfatiza el
carácter hipotético-deductivo de la ciencia. Desde aquí, si las teorías son conjeturas o
construcciones hipotéticas, las teorías científicas son aquellas que expresan claramente
los modos concretos que permitirían contrastarlas, declararlas falsas. Así, la veracidad
de una teoría no viene garantizada por un cúmulo de evidencias a favor de sus
hipótesis; la teoría debe ser rechazada cuando predice un fenómeno y éste no ocurre.
Considera, así mismo, que ninguna teoría puede ser establecida de modo concluyente,
sino que el conocimiento es provisional, revisable, y debe ser considerado correcto
provisionalmente, hasta su falsación; y plantea así mismo que cualquier hipótesis es
legítima hasta que sea rechazada (falsada).

Kuhn (1962) y otros autores en esta corriente falsacionista, frente a la idea poperiana
de que la validez de los principios científicos es ajena a las influencias sociohistóricas,
resaltan las influencias internas y externas a la comunidad científica en el desarrollo,
aceptación y rechazo de las teorías; por tanto, consideran que el cambio y el progreso
científico hay que estudiarlo en su lógica sociohistórica (no como consecuencia
necesaria de un avance lineal en la aplicación del método, en el descubrimiento de la
realidad). Kuhn cuestiona la falsación en sentido estricto, no comparte con Popper el
rechazo completo de una teoría rebatida, y describe las revoluciones para alcanzar
nuevos descubrimientos. Se detectan dos etapas en el desarrollo científico de las
ciencias normalizadas: en una hay un consenso en la comunidad científica respecto a la
utilización de las soluciones dadas en el pasado a los problemas, creándose las
soluciones universales denominadas por Kuhn “paradigmas”. En un segundo momento,
conforme las “soluciones universales” van dejando de ser eficaces, se van buscando
nuevas teorías y herramientas de investigación. Si una resulta superior a las existentes,
se va aceptando y cuestionando a la anterior hasta producir una “revolución científica”.
Estas rupturas conllevan cambios de conceptos, problemas, soluciones, métodos..., es
decir, llevan a un nuevo “paradigma”.

Por todo ello, se puede considerar que, en un contexto sociohistórico determinado, la


bondad de las teorías viene determinada por la refutabilidad de sus enunciados. La
Economía Aplicada (Estructura Económica) habrá de ser considerada una ciencia si sus

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 60


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

teorías producen enunciados falsables, por tanto, aquellas teorías que así los producen
pueden ser consideradas científicas.

La teoría es uno de los pilares básicos de la construcción científica del conocimiento


(amén de ámbito empírico y método), y como se apuntaba antes no se puede pensar
que dichas teorías son un nivel de construcción “aséptico”, sino que a las teorías, al
proceso mismo de teorización, subyace una visión del mundo, de la persona, de la
ciencia sociohistóricamente dependientes; es decir, la elaboración teórica, y por tanto,
la fundamentación del conocimiento científico, está afectada por un conjunto de
convenciones que modulan, condicionan la elaboración de modelos, las tácticas de
investigación, las técnicas de recogida y tratamiento de los datos, la explicación de los
resultados (Bermúdez, 1985b; Fierro, 1996c). Es decir, que la teorización está
condicionada por unas coordenadas paradigmáticas.

El concepto de paradigma fue introducido por Kuhn (1962), quien propone un número
considerable de definiciones del mismo. Todas estas definiciones apuntan a que un
paradigma viene a ser un conjunto de reglas respecto al que hay un considerable
consenso, es decir, reglas compartidas por una comunidad, respecto a los problemas y
las soluciones; reglas que modulan la elaboración teórica, cuál sí y cual no es un objeto
de estudio, recopilación de datos, estrategias y técnicas metodológicas, alternativas
explicativas de los fenómenos... Es decir, que el paradigma constituye el conjunto de
directrices (o coordenadas paradigmáticas) que implica una visión del mundo, del ser
humano, de la ciencia, y que condiciona el proceso de teorización. Por tanto, los
modelos paradigmáticos son modelos generales de referencia para la elaboración
teórica y la investigación.

Otra nota que caracteriza a los modelos paradigmáticos es que son incompatibles, lo
cual se mantiene en la escala descendente de elaboración teórica. Esto implica que las
teorías pertenecientes a diferentes paradigmas son irreconciliables e incompatibles. Sin
embargo, las teorías derivadas de un mismo modelo básico (paradigma) pueden y
suelen agruparse formando "familias" de teorías. Además, las teorías de una misma
familia o grupo pueden y suelen diferir en contenidos y problemas que abordan, pero
esas diferencias serán compatibles (Bermúdez, 1985b).

Por tanto, el proceso de investigación y teorización puede verse inserto en una


organización jerárquica, que constituye un modelo de investigación en un momento
sociohistórico determinado. El modelo paradigmático refiere a ese nivel superior de
organización en que se ubican los modelos metafísico y epistemológico, cuyas
características (o supuestos) e implicaciones se pueden localizar en cualquier área de
conocimiento. Las características de ese primer nivel se pueden encontrar en el
segundo nivel, el de construcción teórica e investigación, en el que se habla de
"modelos teóricos", o "planteamientos teóricos". Y en el tercer nivel se localizan las
teorías específicas, integradas en algún modelo teórico.

Caracterizados con las notas expuestas en los párrafos anteriores, los modelos
paradigmáticos son modelos metafísicos y epistemológicos, que proporcionan el
"contexto" en que se forman los diferentes modelos teóricos y teorías de un nivel
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 61
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

inferior, presentando las directrices generales de agrupamiento de las diferentes


teorías. Son, de acuerdo con Kuhn "realizaciones científicas universalmente
reconocidas que durante cierto tiempo proporcionan modelos de problemas y
soluciones a una comunidad científica".

De manera más precisa vamos a determinar las concepciónes que en la evolución del
conocimiento científico destacan como fundamentales, las cuales son las siguientes:

El método Inductivo.

Esta metodología se asocia originariamente a los trabajos de Francis Bacon a


comienzos del siglo XVII. En términos muy generales, consiste en establecer
enunciados universales ciertos a partir de la experiencia, esto es, ascender lógicamente
a través del conocimiento científico, desde la observación de los fenómenos o hechos
de la realidad a la ley universal que los contiene. Resumiendo las palabras de Mill
(1973, las investigaciones científicas comenzarían con la observación de los hechos, de
forma libre y carente de prejuicios. Con posterioridad -y mediante inferencia- se
formulan leyes universales sobre los hechos y por inducción se obtendrían afirmaciones
aún más generales que reciben el nombre de teorías.

Según este método, se admite que cada conjunto de hechos de la misma naturaleza
está regido por una Ley Universal. El objetivo científico es enunciar esa Ley Universal
partiendo de la observación de los hechos.

Atendiendo a su contenido, los que postulan este método de investigación distinguen


varios tipos de enunciados:

• Particulares, si se refieren a un hecho concreto.

• Universales, los derivados del proceso de investigación y probados empíricamente.

• Observacionales, se refieren a un hecho evidente.

Haciendo hincapié en el carácter empirísta de esta metodología, la secuencia seguida


en este proceso de investigación puede resumirse en los siguientes puntos (Wolfe,
1924, pág. 450):

1. Debe llevarse a cabo una etapa de observación y registro de los hechos.

2. A continuación se procederá al análisis de lo observado, estableciéndose como


consecuencia definiciones claras de cada uno de los conceptos analizados.

3. Con posterioridad, se realizará la clasificación de los elementos anteriores.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 62


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

4. La última etapa de este método está dedicada a la formulación de proposiciones


científicas o enunciados universales, inferidos del proceso de investigación que se ha
llevado a cabo.

Según estos empiristas clásicos, se han de considerar teorías científicas las formadas
por conjuntos de enunciados probados empíricamente y que, o bien describen hechos
firmes, o bien son generalizaciones inductivas de aquellos. La teoría no es aceptada
hasta que no haya sido probada. De este modo, vemos en estos empiristas un rechazo
frontal hacia toda especulación teórica sobre campos del conocimiento en los que no se
pueda realizar una contrastación empírica.

Este enfoque inductivo de ciencia empezó a derrumbarse gradualmente en la segunda


mitad del siglo XIX bajo la influencia de los escritos de Match, Poincare y Duhem, a
principios de nuestro siglo empezó a tomar una visión prácticamente opuesta en los
trabajos del Círculo de Viena. Algunos autores contemporáneos han criticado
duramente esta metodología (Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar, 1969, pág.40)
argumentando una serie de cuestiones que ponen en duda su eficacia, como la
imposibilidad de recopilar todos los hechos relacionados con el fenómeno en el que
estamos interesados o el hecho de que la experimentación sea sólo utilizada como un
simple procedimiento para generar información.

Por otro lado, el denominado “problema de la inducción” es un tema que presenta


determinadas implicaciones incluso para aquellos que no suscriben la metodología
inductivista. La cuestión se plantea ante la duda de si la evidencia inductiva puede ser
utilizada para predecir futuros acontecimiento, en consecuencia, el problema de la
inducción surge a partir de nuestra incapacidad para proporcionar elementos racionales
que puedan ser utilizadas para explicar algo más allá de la evidencia disponible (Pheby,
1988, pág. 7)

El método Deductivo.

Antes de iniciar unas breves pinceladas obre este método, es interesante resaltar una
distinción importante entre deductivismo y deducción, lo mismo que podría establecerse
entre inductivismo e inducción. La deducción, tanto si es axiomática como matemática,
puede emplearse de manera que facilite el análisis estadístico y el contraste. Sin
embargo, el deductivismo implica que la estadística y el conocimiento empírico es tan
transitorio que no vale la pena y que un primer análisis deductivo puede proporcionar
una mejor comprensión de un determinado fenómeno (Pheby, 1988, pág. 14).

Las primeras consideraciones del método deductivo podrían remontarse a los trabajos
de Descartes a comienzos del siglo XVII, en su afán de encontrar un método que
proporcionara un mejor conocimiento de las diferentes esferas de actividad. Por
consiguiente, los objetivos de Bacon y Descartes eran similares, sin embargo, la forma
de conseguirlos era diametralmente opuesta. Descartes utilizaba la deducción y las
matemáticas como punto referencial, mientras que Bacon le prestaba muy poca
atención a estos instrumentos.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 63


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Centrándonos en el deductivismo, se trata de un procedimiento que consiste en


desarrollar una teoría empezando por formular sus puntos de partida o hipótesis
básicas y deduciendo luego sus consecuencia con la ayuda de las subyacentes teorías
formales. Sus partidarios señalan que toda explicación verdaderamente científica tendrá
la misma estructura lógica, estará basada en una ley universal, junto a ésta, aparecen
una serie de condicionantes iniciales o premisas, de las cuales se deducen las
afirmaciones sobre el fenómeno que se quiere explicar.

El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que se


sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se suele
decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de unos
enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se infieren
enunciados particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las premisas de
partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no demostrables, o
hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son hipótesis contrastables.

Las leyes universales vendrán dadas por proposiciones del tipo “en todos los casos en
los que se da el fenómeno A, se da también el fenómeno B. Estas leyes tendrán un
carácter determinista cuando se refieran a fenómenos >”B” individuales y carácter
estocástico cuando hagan mención a clases de fenómenos “B” que se den con una
cierta probabilidad.

La actuación seguida por el investigador sería la siguiente:

1. Planteamiento del conjunto axiomático de partida. El criterio que debe seguirse en


esta etapa debe ser el de la sencillez. Los supuestos deben incorporar sólo las
características más importantes de los fenómenos, debiendo ser eliminadas las
irrelevantes. Debe existir coherencia entre los postulados, sin que haya contradicción
entre unos y otros.

2. Proceso de deducción lógica, partiendo siempre de los postulados iniciales, es decir,


de la etapa anterior.

3. Enunciado de leyes de carácter general, a los que se llegará partiendo del conjunto
axiomático y a través del proceso de deducción.

Del procedimiento lógico se infiere que las explicaciones y predicciones siguen las
mismas reglas de deducción, la única diferencia está en que la explicación se produce
una vez que ha ocurrido el suceso, mientras que la predicción tienen un carácter
apriorístico.

Para citar una causa determinada como explicación de un fenómeno concreto, hemos
de someterlo a una ley universal. En el caso de la predicción, partimos de una ley
universal y de un conjunto de premisas deduciendo de ellos proposiciones acerca del
fenómeno desconocido.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 64


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

La idea de la existencia de un paralelismo entre la naturaleza de las explicaciones y de


las predicciones ha sido denominada “tesis de la simetría”. Este concepto ha suscitado
numerosas críticas. Se argumenta que la predicción no tiene por qué implicar
explicación, e incluso que la explicación no tiene por qué implicar predicción alguna.
Esta conclusión nos parece razonable, en cuanto que para predecir el valor futuro de
una variable basándonos en sus valores históricos no es necesario explicar la
naturaleza de la misma, basta con aplicar los métodos estadísticos apropiados.
Igualmente, para explicar la naturaleza de la variable no es necesario extrapolar valores
futuros. A estos efectos comenta Blaug (1985, pág. 22): “Mientras para la predicción es
suficiente con que exista correlación entre dos variables, par la explicación es necesario
saber acerca de la naturaleza de las variables y de algo que determine cuál es la
variable causa y cuál la variable efecto”.

Por último, finalizaremos la descripción del método deductivo afirmando que, dada la
dificultad para contrastar empíricamente las hipótesis básicas, se da cada vez un mayor
grado de abstracción de las teorías construidas a partir de este procedimiento, lo que
conlleva la construcción de modelos como representación simplificada de la realidad,
con el consiguiente riesgo de separación entre modelo y realidad. Sin embargo, es
preciso señalar, como apunta Pheby (1988, pág. 14), que existe una clara separación
entre deductivismo y los procedimientos de deducción que habitualmente se emplean
en economía. La deducción, sea axiomática o matemática, puede ser empleada para
facilitar los análisis estadísticos y test de hipótesis, en cambio el deductivismo postula
que el conocimiento estadístico y empírico es transitorio, un primer análisis deductivo
puede proporcionar mejor comprensión de los fenómenos.

El positivismo Lógico.

Se denomina Positivismo Lógico a un conjunto de corrientes filosóficas, con ciertos


rasgos comunes, que tuvieron su origen fundamentalmente en Viena, 1925.

Los positivistas Lógicos del Círculo de Viena utilizaban el método Inductivo cuyos
postulados fundamentales son (Katauzian, 1982):

- La investigación científica comienza con la observación parcial o experiencia personal.

- Las observaciones son formuladas mediante hipótesis primarias o enunciados


singulares, totalmente libres de prejuicios mentales, describiendo un determinado
acontecimiento o estado de las cosas en un lugar y un momento prefijados.

- Los enunciados singulares derivan en enunciados universales.

- Mediante el procedimiento se llega a la elaboración de teorías generales que se


someten a contrastación por medio de un método adecuado de observación o
experimentación para verificar sus implicaciones.

- Si la contrastación tiene éxito se acepta la teoría; de otro modo se rechaza.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 65


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

La sujeción a test empíricos justifican las teorías para los positivistas lógicos
entendiendo que el conocimiento se deriva objetivamente de los hechos objetivos
vacíos de opiniones personales.

Las críticas a los empiristas lógicos vienen por el lado de la inducción (que para Popper
no precisa justificación ni es necesaria) ya que nunca se dispone de la seguridad de
que no aparezcan hechos que contradigan las leyes emanadas de la experiencia, así
como la búsqueda del número de pruebas necesarias para validar las leyes o teorías
generales sin entrar en la prueba ad infinitum. De tales críticas, Carnap y Neurath
emprendieron el desarrollo de una versión más moderna denominada Empirismo Lógico
que reemplaza el concepto de verificación por el de gradual incremento de la
confirmación mediante la utilización del método estadístico inductivo y realizando un
apoyo probabilístico de sus conclusiones sobre la base de la acumulación de
observaciones, de tal modo que una prueba negativa puede llevar a replantear la
imagen del mundo real, el modelo y las hipótesis, y una prueba positiva sirve para
incrementar la aceptación gradual de la teoría.

El intento del empirismo lógico por salvar la inducción a través de la confirmación no


resuelve los problemas planteados, puesto que aparece el problema de precisar la
probabilidad de una ley o teoría y el propio de la pureza u objetividad de los hechos
sobre los que experimentar, así como una total despreocupación por la lejanía de la
construcción ideal y la práctica del investigador. El empirismo lógico se centra en cinco
puntos (Medina, 1989):

- Sólo son ciencias las ciencias naturales.

- Sólo su metodología es universal.

- La lógica interna de las ciencias es ajena a factores sociales.

- El proceso de conocimiento científico es acumulativo.

- La filosofía de la ciencia establece normas que aumentan el rigor de las ciencias.

El Falsacionismo de Popper.

Karl Popper es punto de referencia obligado entre los padres de concepciones


filosóficas que explican el desarrollo de la ciencia, puesto que su tesis supuso un fuerte
giro en la forma de entender la metodología, ostentando una importante significación en
el contexto de la moderna caracterización de la ciencia. Gonzalo Angulo (1983) dice de
él que “de entre los filósofos y científicos del primitivo Círculo de Viena, sobresale Karl
Popper, probablemente el metodólogo más influyente del presente siglo, que representa
además el lazo de unión de las concepciones epistemológicas tradicionales con las
modernas”.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 66


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

El falsacionismos surge en 1935 con la publicación de la obra “La lógica de la


investigación científica” del filósofo K. Popper. La influencia de esta concepción
metodológica ha sido fundamental en el campo de la filosofía de las ciencias sociales y
de la economía en particular. Este autor critica el método inductivo y en general
cualquier método que sea partidario de aplicar un criterio de verificación empírica de las
teorías. En primer lugar, crítica el método inductivo, hasta el punto que se ha llegado a
decir que la falsación es la antítesis del inductivismo (Pheby, 1988, pág. 24). Este autor
apunta que se comete con frecuencia el error de identificar a las ciencias empíricas
como aquéllas que emplean el método inductivo. Popper rompe con la racionalidad
aparente de este método: “Desde un punto de vista lógico, dista mucho de ser obvio
que estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de enunciados
singulares, por elevado que sea su número, pues cualquier conclusión que sacamos de
este modo corre siempre el riesgo de resultar algún día falsa” (Popper, 1962, pág. 27).
A este respecto Blaug (1985, pág.30) parafraseando las palabras de Popper nos explica
que la inducción desde casos particulares hasta la formulación de una ley universal
exigirá un salto ilógico de pensamiento, lo que podría llevarnos a conclusiones falsas,
aunque nuestras premisas fueran verdaderas.

En segundo lugar, Popper critica el principio de verificabilidad, su razonamiento


consiste en plantear que por muchas pruebas que tengamos para apoyar una teoría,
nunca podemos estar seguros de que la siguiente observación no será incompatible
con ellas. De esta forma, una contrastación basada en observaciones particulares,
aunque éstas sean muy numerosas, lo único que hace es no refutar la teoría, pero no
demuestra que sea verdadera. En este sentido, Popper afirma: “Las teorías no son
nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro
criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos
elegir una criterio que nos permita admitir en el dominio de la ciencia empírica incluso
enunciados que no puedan verificarse” (Popper, 1962, pág.39).

La principal aportación metodológica de Popper, puede resumirse de la siguiente forma,


aunque una teoría no puede ser verificada, sí puede ser falsada, es decir, si el conjunto
de observaciones favorables no puede demostrar la veracidad de una teoría, un hecho
contrario a ella, puede demostrar que la teoría es falsa. A partir de aquí, Popper
establece un criterio de demarcación, distinguiendo entre la ciencia y la no-ciencia,
concluyendo que a una teoría se le otorga el carácter de científica si es susceptible de
ser falsada, en caso contrario, no es científica: “Estas consideraciones nos sugieren
que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de la verificabilidad, sino
el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo, no exigiré que un sistema
científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido positivo, pero
sí que sea susceptible de selección en un sentido negativo por medio de contrastes o
pruebas empíricas, ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico
empírico” (Popper, 1962, pág. 40).

Un problema importante en la metodología popperiana es el del relevo de teorías, cómo


y cuándo se sustituye una teoría por otra. A este respecto, el científico estará dispuesto
a proceder a la sustitución por razones de lógica, porque la segunda explique más
hechos que la primera, porque lleve a predicciones más detalladas etc.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 67
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

El criterio utilizado por Popper para contrastar dos teorías y elegir la mejor entre ellas
fue primero el “grado de corroboración”, que como indica Pheby (1988, pág. 27) se trata
de una guía más cualitativa que cuantitativa para aceptar una teoría. Posteriormente
introdujo el concepto de “verosimilitud lógica”, utilizando sus propias palabras: “Una
teoría está más cerca de la verdad que otra si, y sólo si, se siguen de ella enunciados
más verdaderos, pero no enunciados más falsos, o, al menos igual número de
enunciados verdaderos, pero menos falsos” (Popper, 1988, pág. 62). En definitiva, el
grado de verosimilitud se refiere a ponderar el contenido –verdadero y falso- de las
diferentes teorías. El procedimiento que propone Popper para mejorar el conocimiento
es el siguiente, se parte del problema objeto de estudio, se extraen conclusiones o
teorías que dan una explicación al problema.

La teoría es contrastada con resultados de experimentos y datos obtenidos de la


realidad, mientras la teoría no sea falsada es admitida provisionalmente. Si por el
contrario es falsa, deberá abandonarse debido a que alguno de los principios sobre los
que se fundamenta es falso y sustituirse por una teoría alternativa. En este sentido,
algunas de las reglas más importantes de la línea popperiana son las siguientes
(Johansson, 1975):

1. La naturaleza científica de una teoría se determina por su susceptibilidad a la


falsación

2. Una nueva teoría, para que se aceptada, deberá siempre contener mayor contenido
empírico que sus predecesoras.

3. Una nueva teoría aceptada debería ser capaz de explicar todos los éxitos pasados
de sus predecesoras

4. Las teorías deberían siempre ser contrastadas tan rigurosamente como sea posible.

5. Una teoría que ha sido experimentalmente refutada debería ser rechazada.

6. Cualquier teoría refutada no debería retomarse en una etapa posterior

7. Una teoría inconsistente es inaceptable

8. Deberíamos minimizar el número de axiomas a emplear

9. Cualquier nueva teoría debería ser contrastable independientemente.

Según la teoría popperiana el proceso científico comienza cuando las observaciones


entran en conflicto con las teorías existentes; entonces se proponen nuevas teorías que
son sometidas a rigurosos tests empíricos con el fin de refutar las hipótesis. Si una
teoría es refutada, aunque sea por una única prueba en contra, debe abandonar el
cuerpo de las teorías científicas. Por el contrario aquéllas que sobreviven al
falsacionismo serán corroboradas y aceptadas. Esto es, en pocas palabras, el criterio

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 68


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

de refutabilidad levantado por Popper frente al inductismo, al verificalismo y al


probabilismo.

En un principio, como señala Albendea (1970), el problema que trataba de resolver


Popper era el de trazar una línea divisoria entre los enunciados de índole metafísica, o,
lo que es lo mismo, encontrar un método capaz de distinguir entre proposiciones
científicas y no científicas. “Conjuntamente -apunta-, su criterio de demarcación se
convierte, al mismo tiempo, en instrumento metodológico de veracidad científica, de tal
manera que las proposiciones que no sean corroboradas por tal método, aunque
pudieran ser tales proposiciones científicas, aparecen como falsas”.

Por tanto, una proposición es científica cuando es susceptible de ser falseada por algún
hecho (Popper, 1967). De esa forma, en la búsqueda de refutaciones, es como la
ciencia puede progresar y avanzar. La ciencia progresa gracias al ensayo de prueba y
error. En palabras de Popper, el avance de la ciencia se encuentra “porque buscamos
la verdad (incluso aunque nunca podamos estar seguros de haberla encontrado) y
porque las teorías refutadas son reconocidamente falsas, mientras que las teorías no
refutadas pueden ser todavía verdaderas” (Popper, 1980).

Según la concepción de Popper, el progreso y avance de las ciencias surge de un


proceso por el cual las teorías son superadas por otras más fuertes y más testables.

Sin embargo, a diferencia de la interpretación positivista, según la cual la contrastación


ha de ser probatoria de la verdad o falsedad de un enunciado o teoría, Popper mantiene
que las teorías no son nunca verificables empíricamente, pero sí falsables. Entiende
que dado que no podemos comprobar todos los posibles casos contenidos por una
hipótesis científica, no podemos utilizar en la contrastación la verificación, sino la
falsación. Así, el criterio de demarcación que, según él, debe distinguir el carácter
científico de una teoría estriba no en su verificabilidad, sino en la posibilidad de que
pueda ser refutada, es decir, que ostente intrínsecamente la posibilidad de su
falsabilidad.

Tal y como expresa el profesor Donoso Anés (1995), el mencionado autor distingue
“cuatro procedimientos de llevar a cabo la contrastación deductiva de teorías una vez
que han sido extraídas por deducción lógica sus conclusiones:

1. Comparación lógica de las conclusiones: con lo que se somete a contraste la


coherencia interna del sistema.

2. Estudio de la forma lógica de la teoría, con objeto de determinar su carácter.

3. Comparación con otras teorías para averiguar si la teoría examinada constituiría un


adelanto científico.

4. Contrastación por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden


deducirse de ella”.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 69


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

El método deductivo que utiliza la contrastación empírica del punto 4 según Popper
(1980) sería el siguiente:

“Con ayuda de otros enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoría a


contrastar ciertos enunciados singulares. Se eligen entre estos enunciados los que no
sean deducibles de la teoría vigente y, más en particular, los que se encuentren en
contradicción con ella. A continuación tratamos de decidir en lo que se refiere a estos
enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con los resultados de las
aplicaciones prácticas y de experimentos. Si la decisión es positiva, esto es, si las
conclusiones singulares resultan ser aceptables, o verificadas, la teoría a que nos
referimos ha pasado con éxito la contrastación (por esta vez), no hemos encontrado
razones para desecharla. Pero si la decisión es negativa, o sea, si las conclusiones han
sido falsadas, esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido lógicamente
es también falsa”.

Por ello la posible validez de una teoría no se adquiere, de una vez para siempre, de las
observaciones que la preceden, como defiende el inductivismo, sino que ha de
confirmarse con la verificación posterior.

Popper, en contraposición a lo apuntado por Waismann (1930) y Schlick (1931) en


relación a que un enunciado es verdadero sólo si es susceptible de verificación
concluyente, fijó su atención en las teorías de Marx, Freud, Adler y Einstein. Consideró
que mientras la teoría sobre la gravitación de este último era claramente contrastable y,
por tanto, refutable, la de los primeros era de gran admiración, sobre todo su aparente
poder explicativo. Tanto la teoría marxista como la psicoanalista se habían convertido
en irrefutables. Aquélla porque, aunque refutada, sus seguidores la reinterpretaron para
hacerla compatible, y éstas porque siempre se adecuaban a los hechos ofreciendo una
capacidad de interpretación en todos los casos.

Como consecuencia de lo anterior, elaboró una serie de leyes, entre las que destacan
(Popper, 1967):

- La facilidad con la que es posible obtener verificaciones, si son confirmaciones lo


perseguido.

- La teoría científica implica una prohibición, de tal forma que cuanto más prohíbe una
teoría tanto mejor es.

- Cuando una teoría no es refutable por ningún suceso concebible, no puede


considerarse como científica.

- El test de una teoría constituye un intento de refutación de la misma. En tal caso, la


testabilidad equivale a la refutabilidad.

- Sólo en el caso de que los elementos de juicio confirmatorios sean el resultado de un


test de la teoría, deberán ser tenidos en cuenta.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 70


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

- Ciertas teorías genuinamente estables suelen ser objeto de reinterpretación, pero sólo
a costa de rebajar o destruir su estatus científico.

Como de alguna manera ya apuntamos anteriormente, para Popper la creencia tan


extendida de la inferencia inductiva de enunciados universales a partir de la
observación adolece de la inconsciencia, ya sostenida por Hume, de que “no puede
haber ningún argumento lógico válido que nos permita establecer que los casos de los
cuales no hemos tenido ninguna experiencia se asemejan a aquellos de los que hemos
tenido experiencia” (Popper, 1967). Por tanto, como indica Kraft (1966), la validez de los
enunciados empíricos no descansa sobre la inducción, sino sobre la verificación ulterior
de las hipótesis establecidas por vía de ensayo. Desde esta óptica, dada la posibilidad
de renovada comprobación, la validez de tales enunciados no es definitiva, sino
siempre provisional.

Por tanto, la concepción de Popper se basa en la simple distinción entre psicología del
conocimiento y lógica del conocimiento, de lo cual se deriva la necesidad de distinguir el
proceso de concebir una teoría de los métodos de su examen lógico, pues la tarea de
este análisis del conocimiento científico “consiste pura y exclusivamente en la
investigación de los métodos empleados en las contrastaciones sistemáticas a que
debe someterse toda idea nueva antes de que se la pueda sostener seriamente”
(Popper, 1980).

Este autor propugna frente al inductivismo, que en lugar de esperar regularidades como
resultado de la repetición, debemos tratar de imponer regularidades, al mundo, de
descubrir similaridades en él en función de hipótesis establecidas por nosotros, es
decir, en lugar de proceder de la observación a la teoría, actuar a la inversa: sin la
previa fijación de premisas, saltar a conclusiones, aunque después debamos
descartarlas si la observación muestra que son erróneas.

Se trata, en definitiva, de una teoría del ensayo de la prueba y error, de conjeturas y


refutaciones, en virtud de lo cual “las teorías científicas no son una recopilación de
observaciones, sino que son invenciones, conjeturas audazmente formuladas para su
ensayo y que deben ser eliminadas sin entrar en conflicto con observaciones que,
además, raramente serán accidentales, sino que se las emprende, como norma, con la
definida intención de someter a prueba una teoría para obtener, si es posible, una
refutación decisiva”.

Para el profesor Cañibano (1979), la metodología aportada por Popper se estaba


convirtiendo en dogma a pasos agigantados: la búsqueda incesante de falsación por los
científicos de sus propias teorías a fin de proceder al rechazo de las mismas era algo
que no se daba en la realidad, pues es un hecho que las teorías seguían siendo
utilizadas aún sabiéndose falsadas, toda vez que los científicos no disponían de otras
más satisfactorias. Por ello, como alternativa a la metodología popperiana fueron
surgiendo otras propuestas que pasamos a analizar a continuación.

Las críticas al planteamiento de Popper provienen de autores, sobre todo de


Feyerabend, de cuya aportación nos ocupamos posteriormente, que consideran que
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 71
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

sus reglas son demasiado severas, estando más próximas a ocultar que a promover el
conocimiento científico.

Los programas de investigación científica de Lákatos.

Este autor mantiene una posición crítica tanto frente a Kuhn como a Popper, intenta unir
la interpretación metodológica de Popper con la necesidad planteada por Kuhn de
conocer la historia y el desarrollo de una ciencia. En palabras de Blaug (1985, pág. 54):
“Lakatos es menos duro con la ciencia que Popper, pero mucho más duro que Kuhn, y
se siente siempre más inclinado a criticar la mala ciencia con la ayuda de una buena
metodología que a evaluar las especulaciones metodológicas recurriendo a la práctica
científica”, Los “Programas de Investigación Científica”, forman el concepto fundamental
de la aportación metodológica de Lakatos.

El concepto de programa de investigación de Lákatos “surge como consecuencia de


una respuesta a las críticas que Popper formuló a las ideas sobre los paradigmas de
Khun” (Cañibano y Gonzalo, 1995). Este autor, el filósofo de la ciencia más importante
a juicio de Feyerabend, consciente de la dificultad de realizar el falsacionismo ingenuo y
de la necesidad de incluir hipótesis ad hoc para el avance científico, se aleja de Popper
señalando que para la comparación de teorías hay que verificar el contenido factual
excedente y no analizar si posee más falsadores que otra. Para Lákatos (1970) las
teorías que constituyen un programa de investigación pueden presentar “cambios
progresivos” o “cambios degenerativos”. Una cadena de teorías T1, T2, ... es progresiva
si satisface las siguientes condiciones:

- Tn tenga un contenido empírico excedente sobre Tn-1, Tn predice hechos nuevos,


improbables e incluso prohibidos por Tn-1.
- Tn explique el éxito previo de Tn-1, todo contenido no refutado de Tn-1 está contenido
en Tn.
- Tn tenga corroborado algo o todo el exceso de contenido.

Si no ocurre lo anterior, el cambio es degenerativo.

Este giro es importante porque existía un problema, ya comentado por Kuhn, sobre la
inconmensurabilidad de paradigmas (teorías), pero este problema no es debido a los
propios paradigmas sino a la falta de un objetivo común con el que medirlos y, en este
caso, Lákatos unifica el objetivo en el concepto de contenido excedente. Pero la clave
no está sólo en proponer un nuevo objetivo para comparar teorías, sino que además
elude la cuestión de la validez del conocimiento actual centrando la atención en ver
porqué existe y si está creciendo o no, como señala Lákatos (1981): En ciencia
aprendemos de la experiencia no la verdad (o probabilidad) ni la falsedad (o
improbabilidad) de las teorías, sino el progreso y degeneración empíricas, relativos a
los programas de investigación científica (P.I.C). Por programa de investigación
científica entiende una configuración de teorías interconectadas, ninguna de las cuales
se considera totalmente autónoma por lo que es difícil descartar teorías individuales sin
hacer referencia al programa de investigación como un todo.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 72
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Por otra parte, si nos centramos en la metodología de los programas de investigación,


ha de subrayarse que Lákatos (Lákatos y Musgrave, 1975) considera que las más
grandes realizaciones científicas son programas de investigación que pueden ser
evaluados en términos de cambios progresivos y cambios degenerativos de problemas;
y las revoluciones científicas consisten en un programa de investigación que pasa a
suceder a otro -superándole en progreso-. Para él, la unidad básica de evaluación no
debe ser una teoría aislada o conjunto de teorías aisladas, sino un “programa de
investigación” con un núcleo aceptado por convenio y con una heurística positiva que
“define problemas, traza las líneas generales de la construcción de un cinturón protector
de hipótesis auxiliares, prevé anomalías y las convierte victoriosamente en ejemplos,
todo ello según un plan preconcebido”.

Según Lákatos (1976) un programa de investigación no es más que un conjunto de


reglas metodológicas, heurístico positivas unas y heurístico negativas otras, que nos
definen cuales son los senderos a seguir y cuales los problemas a evitar para la
elaboración de nuevas teorías.

De esta forma, en un programa de investigación se pueden distinguir dos elementos


principales: un núcleo, elemento característico del programa especificado por la
heurística negativa, e irrefutable por decisión metodológica de sus protagonistas, y un
cinturón protector en el que se desarrolla una serie de hipótesis auxiliares y se realizan
las adaptaciones precisas. Es este cinturón protector de hipótesis auxiliares quien tiene
que resistir el peso de las contrastaciones e irse ajustando y reajustando, o incluso ser
sustituido por completo, para defender el núcleo que de ese modo se hace más sólido.
Un programa de investigación tiene éxito si todo esto lleva a un cambio de programas
progresivo; no tiene éxito si lleva a un cambio de problemas degenerativo.

En la metodología de los programas de investigación científica (MPIC) las revoluciones


científicas no se analizan como cambios bruscos, que decía Kuhn, sino como el
reemplazamiento progresivo de PIC. La aparición de anomalías no invalida los PIC
mientras tengan fuerza, es decir, no sean eliminados por otros con mayor contenido
excedente. Por tanto el número de anomalías no es el elemento crucial en la
comparación de teorías o programas, sino que la evaluación requiere la comparación
con otro cuyo núcleo central sea incompatible y de ello se valorará, como se ha
comentado, el contenido excedente suplementario.

Para este autor la ciencia en su conjunto puede ser considerada como un enorme
programa de investigación dotado de la regla heurística de Popper de diseñar
supuestos que tengan más contenido empírico que sus predecesoras: “La historia de la
ciencia es la historia de los programas de investigación, más que la historia de las
teorías”*.

De esta forma lakatos propuso una nueva teoría que describió como “falsacionismo
sofisticado, que gira en torno al concepto de “ programa de investigación” frente al
“falsacionismo ingenuo” que considera a las teorías científicas aisladamente y exige su
rechazo cuando no están de acuerdo con la realidad. Lakatos rechaza las
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 73
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

consideraciones aisladas de las teorías como instrumentos para realizar evaluaciones


científicas. Lo que se debe evaluar son grupos de teorías con más o menos relación o
“programa científicos de investigación”, que Lakatos define como:

“Reglas metodológicas: algunas nos dicen las rutas de investigación que deben ser
evitadas (heurística negativa), y otras, los caminos que deben seguirse (heurística
positiva)” (Lakatos, 1989, pág. 65).

Por tanto Lakatos divide el programa en dos partes: la “heuristica negativa” y la


“heurística positiva”. La heurística negativa de un programa es su “núcleo central” o
“núcleo firme”, los enunciados muy básicos que sostienen todo el edificio no
sometiéndose al proceso de falsación. En cambio, la heurística positiva constituye el
contenido de investigación del programa, es más fácil de contrastar y conduce a la
formulación de otros conceptos y teorías descritas como “el cinturón protector”. Por
tanto, el núcleo central puede sobrevivir a refutaciones, mientras el resta está abierto al
rechazo o mejora. Siguiendo a Lakatos:

“El cinturón protector de hipótesis auxiliares debe recibir los impactos de las
contrastaciones y para defender al núcleo firma, será ajustado y reajustado e incluso
completamente sustituido” (Lakatos, 1989, pág.66).

El núcleo central está referido al conjunto de teorías centrales que reúnen los logros
más notables en ese campo de conocimiento. El cinturón protector comprende el
conjunto de hipótesis auxiliares destinadas a ser sometidas a contraste con los hechos,
con la posibilidad de que resulten refutadas.

Lakatos distingue dos tipos de programas de investigación: progresivos y


degenerativos. Un programa de investigación científico será calificado de progresivo si
las sucesivas formulaciones del programa suponen un aumento de su contenido
empírico con respecto a la formulación anterior y además este aumento de contenido
resulta contrastado con la realidad. La característica fundamental de los programas
degenerativos es que brindan soluciones “a posteriori”, tratando de acomodarse a
cualquier hecho ya observado. De acuerdo con el criterio comentado, un programa de
investigación no se considera científico de forma perpetua, sino que es provisional y
puede pasar, a medida que se descubren nuevos hechos, de la fase progresiva a la
degenerativa y viceversa. Para Blaug (1985), tendríamos de esta forma un criterio de
demarcación entre ciencia y no ciencia que además es histórico, puesto que incluye la
evolución de las ideas en el tiempo.

Para el profesor García Martín (1984) “en los propósitos de Lákatos se ha de señalar la
integración de la obra de Popper de las críticas provenientes de la nueva filosofía de las
ciencias, en especial las efectuadas por Khun. Así, de Popper desarrolla la idea sobre
la sustitución constante de unas teorías antiguas por otras nuevas. Este principio de
proliferación lo integra con el concepto kuhniano de ciencia normal, a fin de explicar la
inercia de las teorías a ser sustituidas hasta que surgen las anomalías. Con estos
elementos, Lákatos confecciona un esquema de progreso de la ciencia a través de la
historia. Estas ideas las desarrolla a través de programas de investigación científica,
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 74
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

similar al paradigma de Kuhn, como alternativo al de teoría; de lo que se deduce que es


una sucesión de teorías y no una teoría dada la que se evalúa como científica o
pseudocientífica”.

Según Giner Inchausti “en un intento de aproximación cabría decir que: la ciencia
normal, a la que Kuhn se refiere avanza dentro de un programa de investigación, que la
actividad de los científicos de esta etapa, orientada a la resolución de problemas dentro
del paradigma se corresponde con la existencia del llamado cinturón protector de
Lákatos. También puede entenderse que la transición de una época de ciencia normal a
una situación de crisis, en terminología de Kuhn, se corresponde con la transición de un
programa progresivo a la fase degenerativa de un programa de investigación
lakatosiano, y que la sustitución revolucionaria de un viejo paradigma por otro equivale
al abandono de un programa por otro nuevo, una vez sustituido el núcleo central” (Giner
Inchausti, 1994).

El anarquismo metodológico de Feyerbend.

Uno de los ataques más fervientes contra todo tipo de esquemas metodológicos se
produce con la aportación de Feyerabend. Su pensamiento se halla recogido
principalmente en su obra “Contra el método: esquema de una teoría anarquista del
conocimiento”, donde se muestra opuesto a la racionalidad científica como guía para
cada investigación.

Parte del hecho de que no existe norma en la metodología científica que no haya sido
atacada en algún momento en el transcurso histórico de la ciencia. A este respecto
Feyerabend (1986, pág. 7) explica: “Descubrimos entonces, que no hay una sola regla,
por plausible que sea, y por firmemente basada que esté en la epistemología, que no
sea infringida en una ocasión u otra”.

Feyerabend mantiene que la mayor parte de las investigaciones científicas nunca se


han desarrollado siguiendo un método racional. Sostiene que el anarquismo debe
reemplazar al racionalismo y que el progreso intelectual sólo puede alcanzarse
enfatizando la creatividad y los deseos de los científicos más que el método. En su
agresión a la metodología preconizada por Popper, este autor niega el principio de
refutación como vía para la formación de teorías por considerar que impide el desarrollo
de la ciencia, puesto que no permite el desarrollo de hipótesis alternativas hasta que no
se haya producido la refutación de la primera: “El requisito de aceptar sólo aquellas
teorías que son consistentes con los hechos disponibles y aceptados nos deja también
sin ninguna teoría, pues no existe ni una sola teoría que no tenga una dificultad u otra....
El método correcto no debe contener reglas que nos obliguen a elegir entre teorías
sobre la base de la falsación. Por el contrario, las reglas de dicho método deben hacer
posible elegir entre teorías que ya fueron contrastadas y resultaron falsadas”
(Feyerabend, 1986, pág. 49).

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 75


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

En su obra Contra el Método. Esquema de una Teoría Anarquista del Conocimiento


(Feyerabend, 1975) afirma que el método de la ciencia actual condiciona no sólo a las
personas normales sino también a los científicos.

“La idea de un método que contenga principios firmes, inamovibles y absolutamente


obligatorios para conducir la actividad científica tropieza con graves dificultades cuando
se confronta con los resultados de la investigación histórica. Entonces nos encontramos
con que no hay una sola regla, por plausible que sea, por firmes que sean sus
fundamentos epistemológicos, que no sea infringida en una u otra ocasión. Es evidente
que tales infracciones no son acontecimientos meramente accidentales, no son
resultado de la insuficiencia del conocimiento o de descuido que pudieran haberse
evitado” (Feyerabend, 1975).

De ahí que para este autor, la sumisión a reglas y normas haga, a la larga, estéril el
trabajo del científico; y más que una teoría del camino recto, se ha de escribir una teoría
del error. “La ciencia como realmente la encontramos en la historia es una combinación
de tales reglas y de error. De lo que se sigue que el científico que trabaja en una
situación histórica particular debe aprender a reconocer el error y a convivir con él,
teniendo siempre presente que él mismo está sujeto a añadir nuevos errores en
cualquier etapa de la investigación. Necesita una teoría del error que añadir a las reglas
ciertas e infalibles que definen la aproximación a la verdad” (Feyerabend, 1975).

“Mi intención no es abolir las reglas ni demostrar que no tienen valor alguno. Mi
intención es más bien ampliar el inventario de reglas y proponer un uso distinto de las
mismas. Es este uso el que caracteriza mi posición y no cualquier contenido
determinado de las reglas” (Feyerabend, 1975). Para Martínez Freire (1990) esto último
debe interpretarse como que “las reglas no deben usarse como moldes previos a los
que se ajusta la investigación prescindiendo de las características de ésta, sino que en
una investigación determinada se usará una regla u otra según interese e incluso se
abandonarán las reglas ya existentes para inventar una nueva”.

Según Feyerabend, la única regla de contrastación de teorías consistirá en


compararlas, no con la experiencia, como sugerirán Popper y Lákatos, sino con
sistemas teóricos combinados con ésta. “La evidencia relevante para la contrastación
de una teoría T a menudo sólo puede ser sacada a la luz con ayuda de otra teoría T’,
incompatible con T’’ (Feyerabend, 1975).

Por último, como señala Martínez Freire (1990), la actitud de Feyerabend “es útil para
evitar dogmatismos en Metodología pero su radicalidad le lleva a olvidar la existencia
de patrones de descubrimiento que son eficaces. Finalmente, las consideraciones de
Feyerabend son relevantes en el contexto de la investigación en nuevos campos de
estudio, pero no pueden pretender aplicarse a la práctica científica en campos de
estudio ya conocidos, donde la rutina en el uso de reglas es posible”.

Para Feyerabend, la ciencia progresa cuando existe independencia y autonomía en la


utilización metodológica y no sometimiento a normas estrictas de investigación. Blaug
(1985, pág. 63) resume la aportación de Feyerabend de la siguiente forma:
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 76
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

“Feyerabend no está en contra del método en las ciencias, sino que más bien está en
contra del método en general, incluyendo su propio consejo de ignorar todo método”.

El método de las ciencias sociales.

En los apartados anteriores nos hemos referido a la ciencia en general, apenas hemos
hecho referencia a las ciencia sociales y aún menos a la economía. Esta sección la
dedicaremos a señalar las peculiaridades de las ciencia sociales dentro del conjunto de
las demás ciencias. En el siguiente, profundizaremos en la economía como disciplina
científica enclavada en el ámbito de las ciencias sociales.

Si comparásemos las ciencias sociales con ciencias de la naturaleza como la física,


química o biología, veríamos que las primeras tienen una serie de particularidades que
las distinguen de las segundas:

1. La obtención de leyes generales resulta compleja principalmente por la dificultad de


realizar ensayos controlados. En las ciencias naturales las experimentación se lleva a
cabo generalmente en laboratorios en los que se pueden controlar las circunstancias y
condiciones en que tenga lugar el fenómeno estudiado. En las ciencias sociales, la
experimentación se complica e imposibilita en la mayoría de los casos, pues
experimentar supondría, por ejemplo, la posibilidad de reproducir un fenómeno social
determinado.

2. El hombre forma parte de la sociedad sobre la que actúa, lo que implica un


dinamismo y un cambio continuo en la misma.

3. Por último, los individuos normalmente están influidos por las circunstancias de las
sociedades a las que pertenecen, por lo que a veces es difícil ser objetivo y liberarse de
los juicios de valor.

Estas características especiales llevan a Blaug (1985, pág. 66) a plantearse el siguiente
interrogante: “¿Existe un método científico aplicable a todas las ciencias, sea cual sea
el tema de que se ocupen, o deben las ciencias sociales emplear una lógica de
investigación especial y propia?”. La respuesta es claramente positiva, la mayoría de
los científico y filósofos de la ciencia son partidarios de que todas las ciencias sigan la
misma metodología, sin embargo, también se señalan las particularidades de las
ciencia sociales y los requerimientos especiales para la validez de las explicaciones de
estas ciencias. De este principio, denominado “monismo metodológico” (Blaug, 1985,
pág. 66), se muestran partidarios inminentes científicos entre lo, pág. s que podemos
señalar al mismo Popper (1957): “Todas las ciencias teoréticas o generalizadoras
deberían hacer uso del mismo método, tanto si se trata de ciencias naturales como de
ciencias sociales”. Sin embargo, Popper reconoce las particularidades de las ciencias
sociales a raíz de lo que prescribe un principio de “individualismo metodológico” al
comentar que la tarea de las ciencias sociales consiste en construir y analizar nuestros
modelos sociológicos “en términos de los individuos”.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 77


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Por su parte, Gibson (1982, pág.129) hace una interesante comparación entre el objeto
de las ciencias sociales y las de naturaleza: “Las ciencias sociales se ocupan de los
hombres, no de las cosas. Del mismo modo que los átomos y otras partículas
materiales individuales constituyen los elementos del estudio físico, los seres humanos,
sus experiencias, sus actitudes y su comportamiento, constituyen los elementos del
estudio social”. Este autor deja constancia de que la única diferencia entre ciencias
sociales y de la naturaleza radica en las peculiaridades del objeto de estudio,
mostrándose partidario, implícitamente, del monismo metodológico y criticando
enérgicamente las posturas anticientíficas en torno a la investigación social.

En contra de la doctrina del monismo metodológico se alzan dos tipos de objeciones:

• Una objeción antigua sostenida por algunos filósofos alemanes del siglo XIX,
miembros de la escuela neokantiana.

• Otra nueva que emana de algunos de los trabajos del filósofo Wittgenstein.

Los primeros proponen su punto de vista en torno al vocablo alemán “Verstehen”, que
significa comprensión por medio de la intuición, como opuesto al conocimiento a través
de la observación y el cálculo. Según estos autores, los científicos de las ciencias
naturales carecen de este tipo de conocimiento de participante, de primera mano,
porque les es imposible imaginar lo que es ser átomo o molécula. Pero los científicos de
las ciencias sociales, al estar interesados en el comportamiento humano, pueden
colocarse en el lugar de los agentes humanos que analizan.

La objeción reciente al monismo metodológico ha sido sostenida enérgicamente y se


relaciona con algunas de las ideas de Max Weber sobre metodología, especialmente
con el concepto de “tipos ideales” que incorpora el significado que los agentes sociales
atribuyen a sus propias acciones. El punto central de esta corriente de pensamiento
considera que el significado no es una categoría abierta al análisis causal y que la
explicación en ciencias sociales deberá discurrir, no en términos de una causalidad,
sino en términos de las motivaciones e intenciones de los individuos.

Ambas objeciones en contra del monismo metodológico están sujetas a las mismas
críticas, “ya que no ofrecen método alguno de contrastación interpersonal con el que
validar las proposiciones referentes al comportamiento gobernado con normas” (Blaug,
1985, pág. 69).

Blaug reafirma el principio del monismo metodológico, aunque no pretende negar la


relativa inmadurez de todas las ciencias sociales, incluida la Economía, en relación con
al menos algunas de las ciencias físicas. Darnell y Evans (1990, pág. 5) entienden que
la distinción entre el científico social y de la naturaleza, considerando sus respectivas
capacidades para la repetición de experimentos “es una cuestión de grado y no de
sustancia”. A este respecto, y volviendo de nuevo a Blaug, este autor señala que
incluso admitiendo que la distinción entre ciencias físicas fuertes y ciencias sociales
débiles es tan sólo una cuestión de grado, hay que reconocer que tales diferencias de
grado pueden ser de considerable importancia (Blaug, 1985, pág. 72).
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 78
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Por último, no queremos finalizar este apartado sin enfatizar –a la vista de las opiniones
expuestas- que aunque el ideal de ciencia es el monismo metodológico, es imposible
abstraerse de las particularidades propias de las ciencias sociales, motivadas
básicamente por la dificultad de realización de experimentos controlados y por las
características especiales de su objeto de estudio.

La estructura de un cuerpo científico.

Aún cuando actualmente, a los filósofos de la ciencia les preocupa más el


desenvolvimiento de los procesos de investigación científica conducentes a la obtención
de explicaciones, retrospecciones y prospecciones, que la estructura lógica del cuerpo
de conocimientos científicos, no por ello ésta carece de importancia en aras a la
necesaria demarcación de los mismos.

La estructura de un sistema científico viene caracterizada por la existencia de un


conjunto de hipótesis que formen un sistema deductivo. Siguiendo a Braithwraite
podemos distinguir en la misma entre:

1. Hipótesis básicas: Se consideran de orden superior y en ellas se apoyan las


conclusiones de un nivel intermedio.

2. Hipótesis intermedias: Premisas que conducen a un nivel inferior.

3. Hipótesis inferiores: Proposiciones contrastables con la realidad.

Por tanto, como afirma Braithwraite (1965), el sistema científico estará integrado por
hipótesis “de tal modo que tomando alguna de ellas como premisa se siga lógicamente
todas las demás como conclusiones”. De esta forma, las proposiciones de un sistema
deductivo estarán situadas en “una serie de niveles, de suerte que las del nivel supremo
aparecerían exclusivamente como premisas del sistema, las del nivel ínfimo sólo como
conclusiones del mismo y las de los niveles intermedios serían las que puedan aparecer
como conclusiones de deducciones procedentes de hipótesis de nivel más elevado y
servir como premisas para deducciones que conduzcan a hipótesis de nivel inferior”
(Braithwraite, 1965).

Al respecto, considera el profesor Requena (1986) que todo cuerpo científico vendrá
definido por aquel “conjunto de conocimientos, expresados a través de proposiciones
que forman un sistema deductivo, destinado a proporcionarnos retrodicciones,
explicaciones y predicciones respecto del conjunto de fenómenos que constituyen su
dominio de aplicación, en cuya consecuencia, su estructura vendrá configurada por la
articulación lógica de los argumentos contenidos en sus enunciados”.

Un cuerpo científico, por tanto, debe poseer capacidad explicativa, predictiva y


retrodictiva, respecto del conjunto de fenómenos que constituyen su campo de
actuación. Para ello, se requieren tres tipos de conceptos: los inobservables que
“caracterizan ciertas entidades dadas por supuestas, invocadas por la teoría y las leyes

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 79


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

a las que se supone que se ajusta... Otros representan fenómenos empíricos


observables cuya explicación, predicción o retrodicción se pretende llevar a cabo; y
finalmente, para que tales propósitos sean plausibles, se requiere un tercer tipo de
ellos, cuya función tiene por objeto establecer la adecuada relación entre los dos
anteriores” (Requena, 1986).

En este sentido (Carnap, 1969), parece que no es posible definir de una forma
totalmente precisa los citados conceptos de observable e inobservable, toda vez que
forman parte de un continuo que comienza por las observaciones sensoriales directas y
termina con observaciones altamente complejas. De ahí la práctica imposibilidad de
establecer una división entre ellos de una manera definitiva y tajante, por ser
circunstancia una cuestión de grado. Como afirma Bunge (1972), la dicotomía no es
estricta, sino que más bien ofrece cierto margen para que esas categorías de transición,
y en cualquier caso, la noción de observable no deba tomarse excesivamente al pie de
la letra.

Como principios empíricos, por consiguiente, podrían considerarse aquellos que


contengan términos, bien directamente observables, o bien, medibles con técnicas
relativamente simples. Por su parte, los principios teóricos, serán los que contengan
procesos básicos supuestos. Asimismo, los principios empíricos de un cuerpo científico,
dado su carácter de observable, podrán ser justificados por observaciones de hechos
particulares, mientras que los principios teóricos no gozarán de tal circunstancia, ya que
las entidades contenidas en los mismos son inobservables (Requena, 1986).

En un intento de matizar más la delimitación de los términos anteriores, Carnap


distingue entre leyes empíricas y leyes teóricas. Las primeras son aquellas que
contienen términos directamente observables, y las segundas son aquellas abstractas y
no se refieren a observables. No obstante, como afirma el referido autor (Carnap,
1969), puede resultar una simplificación excesiva el hecho de considerar que las leyes
empíricas se deducen de las leyes teóricas, pues mientras que éstas sólo contienen
términos teóricos, las empíricas están integradas por observables. Por ello -expone
Carnap- toman especial relevancia las reglas de correspondencia en la construcción de
un cuerpo científico.

Estas reglas de transformación o de correspondencia reciben la denominación de


principios puente por parte de Hempel (1973), y su particular función es la de vincular
los términos inobservables de un enunciado teórico con la base de las leyes empíricas,
es decir, con los términos observables. Sin tales principios puente, los enunciados
teóricos no conducirán a implicaciones contrastadoras y las teorías adolecerán de
poder explicativo, dado que mientras que esas implicaciones contrastadoras deben
expresarse en términos directamente medibles u observables, los enunciados teóricos
responden a entidades supuestas que no pueden ser medidas ni contrastadas*.

2.2 CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 80


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Desde la antigüedad, especialmente con Platón y Aristóteles, se intentó formular una


teoría de la ciencia, una Epistemología caracterizada por un tipo de saber universal y
necesario. En el siglo XVIII la Epistemología recibe un gran impulso con la obra
“Discurso Preliminar a la Enciclopedia” de DÁlembert. En el siglo XIX, aparece Dugald
Stewart, con su obre filosofía del espíritu humano. En la misma forma el Discurso de la
filosofía positiva de Augusto Comte, y el discurso preliminar al estudio de la filosofía
natural de John Herscharl. Posteriormente aparece la obra de Berhard Bolzano,
relativa a las ciencias formales, la lógica y la matemática, la “Wisseschartsll” (1837) y la
obra de William Whewell, relativa a las ciencias naturales, titulada la filosofía de las
ciencias inductivas, (1840). Ya hacia el año de 1900, aparecen ciertas posturas críticas
ante lo que fue la ciencia clásica, lo cual originó un movimiento de gran importancia
cuyo fin era hacer una fuerte “crítica de las ciencias” centrado en las investigaciones
físicas y contra lo que pudiera ser la “ciencia dogmática”. Tale por ejemplo: H.
Poincaré, P. Deum, G. Milhaud y E. Le Roy, Peirce, K. Pearson. Otros como los
matemáticos se preguntaban por los principios de la matemática, tal G. Frege en
Alemania y B. Russell en Inglaterra. Con todos estos esfuerzos la Epistemología se
constituía como una disciplina de suma importancia y cobraba así un carácter definitivo.

En esta forma la Epistemología se orientaba de hecho al conocimiento científico, al


análisis lógico de la ciencia, dejando a un lado las otras teorías, precisamente por no
ser científicas. L. Rougier, elabora al respecto una obra: Tratado del conocimiento, o
Estructura del conocimiento científico, donde sostiene que no hay más que un tipo de
conocimiento: el científico. Con esto se daba por establecido que es la misma ciencia
la que debe establecer sus propias fronteras, y justificar sus propios fundamentos. Con
esta actitud se rechazaba la pretensión de la filosofía de legislar para todas las ciencias
y se formulaba la posibilidad de una indagación respecto de otras formas de
conocimiento que estrictamente no son científicas. La teoría del conocimiento o
gnoseología quedaba así separada de a epistemología.

Así planteadas las cosas, la Epistemología tiende a convertirse en una ciencia con
sus propias especialistas, es un disciplina que se va desprendiendo de a filosofía para
caer en manos de los científicos. La Epistemología, tendrá que resolver todas las
dificultades internas que se presentan en los distintos campos de las ciencias
particulares. Esto no significa en ningún momento, que la Epistemología, vaya a
abordar problemas relativos a una filosofía de la ciencia, porque al lado de los
problemas propios de las ciencias subsisten problemas que atañen a todas las ciencias
en general, de esos problemas, como veremos, se ocupará la filosofía de las ciencias.

Jean Piaget considera que la Epistemología puede dividirse en tres grandes grupos
cada uno de ellos con orientaciones definidas:

a. Epistemologías Metacientíficas.
Son todas aquellas teorías que se han formulado partiendo sobre el modelo de
una ciencia en desarrollo y que luego aspiran a convertirse en una teoría general
del conocimiento. Trata de demostrar con esto, que las formulaciones hechas por
las grandes teorías del conocimiento desde la antigüedad se montaron sobre el

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 81


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

modelo de una ciencia y luego quisieron hacer válida esa teoría para todas las
ciencias. Platón, estructurado en la matemática, que era un conocimiento que
demostraba necesidad, universalidad e inmutabilidad, levantó su teoría de la
ciencia y la generalizó. Tiene la convicción de que las estructuras matemáticas
preexisten o que los entes matemáticos subsisten, no en lo sensible, sino en lo
inteligible, es decir, en el mundo de las ideas. Todo conocimiento, debe tener
necesidad, inmutabilidad, universalidad, pero estas características no pueden
provenir del mundo sensible que es sombra, apariencia, mutabilidad; lo único que
garantiza un tipo de conocimiento de tal naturaleza son las “ideas” que son
inmutables y eternas. Aristóteles establece su teoría del conocimiento basándose
en la Lógica y en la Biología. Las ideas o los conceptos, se explican a partir de
las percepciones que tenemos de los objetos. Las ideas son como las “formas”
del conocimiento, pero el mundo real también se especifica en formas que son las
que dan las características y cualidades propias de cada cosa. Se hace
indispensable que en todo conocimiento disociemos las formas de los contenidos.
Las formas o estructuras de la mente son aptas para recibir cualquier contenido.
Pero las formas son también las que sirven para la organización de los mismos
cuerpos, la diferencia entre los distintos seres se establece a partir de las formas,
tal como sucede en los seres vivos.

Descartes, aspira a fundamentar la Filosofía sobre una base firme, sólida, que
sea capaz de resistir la duda más radical; para ello, cree que el método más
apropiado es el racional-deductivo, que es el utilizado por las matemáticas. La
matemática y la geometría analítica son el fundamento de la Epistemología
moderna. Descubre la existencia del yo cognoscente (el sujeto que es fuente de
construcciones) e introduce en conexión con la geometría analítica un paralelismo
entre extensión y pensamiento. Las verdades matemáticas son las únicas que
ofrecen universalidad y necesidad y solo se pueden justificar desde la razón y no
de la experiencia. Kant, toma como modelo de su teoría del conocimiento, la
física de Newton, está convencido de que las ciencias deben estructurarse en
principios necesario y universales, pero esa necesidad y universalidad no hay que
buscarla en la experiencia sino en las estructuras puras a priori del sujeto
cognoscente. Leibnitz, fuertemente influenciado por la lógica, la matemática, el
cálculo y el álgebra, aspiraba a construir una ciencia a priori, independiente de la
experiencia. Todo consistiría en un catálogo de nociones fundamentales,
simples, evidentes y expresadas por símbolos de los cuales, combinándolos entre
sí, podrían deducirse todas las ideas y todas las ciencias. La lógica sería, pues,
una álgebra del pensamiento, un arte de invención o combinación. Todas las
ciencias no serían más que ramas de la matemática y ésta se convertiría, en una
especie de filosofía perennis o ciencia fundamental.

b. Epistemologías Paracientíficas.
Se originan en una crítica fuerte al conocimiento científico, a su método y a la
pretensión de ser el único tipo de conocimiento válido, objetivo. Establecen por
tanto, un método diferente para llegar a la obtención de conocimientos, es el
método o la vía de la intuición, tal como lo proclaman H. Bergson, E. Husserl,
Jean Ravaisson, Etienne Boutroux.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 82
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

b. Epistemologías científicas.
Nacen de la reflexión sobre las ciencias. Explican el conocimiento científico, sus
problemas internos. Tienden hacia una especialización del conocimiento, antes
que a una generalización de una teoría. Tal, por ejemplo, las corrientes
positivistas, que buscan delimitar las fronteras de la ciencia contra toda incursión
de carácter metafísico. Su intención es fijar los principios y métodos de la ciencia.
Esta era la intención de A. Comte, creía erróneamente que la ciencia solo se
ocupaba de los fenómenos y no de la naturaleza de las cosas. En la misma
forma, pensaba que la ciencia produce leyes e ignora por otra parte, la
producción o causalidad de esas leyes. También se colocan en esta corriente el
neopositivismo de Mach, con el fenomenismo sensorial y Scjlick con el logicismo.
El primero basado en la percepción y el segundo basado en la lógica matemática.
También representan avances, los trabajos de Antoine A. Cournot, filósofo de las
ciencias, quien distinguió en la jerarquía de los conocimientos, la interpretación
probabilística como fundamento de la inducción, y la demostración formal,
producto solo de la lógica. León Brunchvicg, nos habla de las etapas de la
filosofía de la matemática, en función de su desarrollo mismo, a la vez que, hace
un análisis de las raíces de la verdad aritmética, algebraica, geométrica, en el
terreno de la psicología del sujeto. E. Cassirer, realizó trabajos sobre el
conocimiento físico, matemático, químico, teniendo en cuenta el alcance de las
teorías einsteinnianas en el campo epistemológico. Emil Mayerson, elaboró
trabajos, sobre la discordancia entre la ciencia real y el positivismo, sobre la
necesidad de la explicación causal y de la deducción, así como, sobre el papel de
la identificación en la causalidad y en la deducción misma. G. Bachelard,
sobresale por sus estudios en torno de la Física y la filosofía. Koyre, hombre de
estructura matemática y además, gran historiador de las formas de pensamiento.

La reflexión epistemológica en el interior de las ciencias, se presenta como un


hecho nuevo e interesante en la Epistemología contemporánea, en efecto, en las
ciencias, en su desarrollo se presentan ciertas crisis como consecuencia de la
interpretación de los datos experimentales o por las mismas construcciones
deductivas, ello obliga, a una crítica de los conceptos, métodos, principios, para
determinar su valor epistemológico. En estos casos la crítica es instrumento de
progreso científico. Se pretende así la organización de los fundamentos por as
mismas personas que los están utilizando.

Esta reflexión, crítica, interesa, a todas las disciplinas científicas o, por el


contrario, puede ser de índole subjetiva, como cuando se presentan
contradicciones entre el trabajo científico y la filosofía propia del investigador. La
Epistemología interna a las ciencias, destinada a esclarecer los problemas
fundamentales del conocimiento científico tiene un gran incremento en las
matemáticas, especialmente, con Davi Hibert, Paul Bernays, Wilhelm Ackermann
y Lutzen Brouwr. Esta epistemología matemática nació de los progresos de la
logística y de los esfuerzos de los lógicos por reducir la matemática a una lógica,
especialmente Frege, Whitehead y B. Russell. Como reacción a este propósito
de reducción se levantó H. Poincaré y Ferdinand Gonseth.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 83
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

 La física también hizo logros en el campo epistemológico, al tratar de resolver


problemas interno, propios de una ciencia en desarrollo; tal como los problemas
que surgieron con la teoría de la relatividad, lo mismo que los análisis de los
fenómenos microfísicas, donde los conceptos habituales, como el continuo
espacial y temporal, permanencia de los objetos, la causalidad determinista y
hasta la objetividad en general, se vieron totalmente cuestionados. El mundo
microfísica parece regularse por normas muy distintas a las que rigen para el
mundo macrofísico. Los problemas epistemológicos de la biología van surgiendo
en la medida en que esta ciencia enfrenta los grandes problemas como los
mecanismos de evolución, las relaciones entre el sujeto (biólogo) y el objeto
(organismo) y las interacciones entre el organismo y el medio. En la misma
forma se presentan problemas como la organización vital o fisiológica y su
relación con la organización mental del sujeto cognoscente. Las ciencias
humanas, por su parte, plantean grandes problemas, epistemológicos,
especialmente en lo que atañe a los tipos de conocimientos propios de cada una
de ellas. Así, como las relaciones entre la deducción y la experiencia, los
modelos abstractos de esas disciplinas, los modos posibles de la adquisición del
conocimiento por el sujeto en cada una de las etapas del desarrollo o como un
sujeto socializado. En la misma forma otro de los grandes problemas es la
sociología del conocimiento, donde se pretende explicar las estructuras mentales
siempre con un fundamento de carácter social.

2.3 MÉTODOS DE LA EPISTEMOLOGÍA.

La ciencia se nos presenta como un cuerpo de conocimientos respecto del mundo y de


los hechos sociales. Se caracteriza por el empleo de un proceso investigativo, de una
búsqueda progresiva de la verdad, y en esta forma viene a constituir una estructura en
los conocimientos, provocada por la acumulación de verdades fundadas. En este
sentido, las ciencias no solamente son un medio de conocimiento sino también un
cuerpo de presuntos conocimientos. La importancia de la epistemología nace
precisamente de ese hecho, porque ella tiene que referirse a los instrumentos que
hacen válida la adquisición y convalidación del conocimiento científico a todos los
medios de que se vale el científico para llegar al establecimiento de la verdad. Ella está
interesada en mostrar el papel de la observación, del experimento, de la descripción y
clasificación, el papel del razonamiento en la ciencia, la misma naturaleza de las
hipótesis, el papel de las teorías y de las leyes, las condiciones y características del
descubrimiento científico. “La búsqueda de la verdad entraña también la eliminación de
la falsedad. En este sentido, la ciencia es un quehacer crítico no dogmático, que
somete todos, sus supuestos a ensayo y crítica. Concebidas de modo amplio, las
condiciones para originar y poner a prueba los presuntos conocimientos de la ciencia
caen dentro del ámbito de la Epistemología de la ciencia” 16.

16
Wartofsky, Marx. Introducción a la filosofía de la Ciencia. Editorial Alianza, Madrid.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 84


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Las diferentes epistemologías en alguna u otra forma, siempre han surgido de la


reflexión sobre algún modelo de ciencia como es el caso de las teorías epistemológicas
que han surgido en el campo de la Filosofía (metacientíficas) o, por el contrario, una
epistemología puede desprenderse de las necesidades propias de una ciencia, de sus
problemas internos, de la revisión de sus principios, de sus métodos y técnicas. De ahí
que algunos escritores como Piaget, piensen que la Epistemología puede integrarse al
sistema de la ciencia, porque ella posee sus métodos propios y tiende a delimitar sus
problemas en tal forma que pueda tratarlos con procedimientos deductivos o
experimentales, si quiere adquirir algún rasgo de objetividad. Las epistemologías
filosóficas tienen un carácter reflexivo pero dan posibilidad a una demasiada
intervención del aspecto subjetivo, mientras que las epistemologías nacidas de la
necesidad de las ciencias, deben ajustarse a las condiciones del método científico.

Ya hemos dicho que la Epistemología trata del conocimiento válido y que su función es
la de ser una ciencia interdisciplinaria en cuando que aborda problemas de hecho y de
validez de diferentes ciencias. Pero en Epistemología no puede darse por válido un
método, una técnica o unos principios sino dentro de las necesidades de cada disciplina
o, mejor, dentro de las necesidades propias planteadas por la región de lo real que
manipula el investigador. Desde luego, que en todos estos planteamientos va implicada
la Lógica pues de ella sería imposible prescindir ya que tiene que abordar problemas de
validez formal y dificultades de carácter fáctico.

Jean Piaget ha distinguido los siguientes métodos de la Epistemología:

a. Método del Análisis Directo.


Empleado para determinar las condiciones de conocimiento en determinados
acontecimientos por medio de análisis reflexivo. Consiste en aplicar a un hecho
determinado, la reflexión, para ver las condiciones de conocimiento que ese hecho
como tal exige. Es así como se pueden plantear problemas al sujeto que conoce, a
la experiencia y a las construcciones deductivas. El método directo ha sido
empleado por las epistemologías clásicas, o sea, las epistemologías de carácter
filosófico, en las cuales se presentan problemas formales y materiales. Con este
método se tiende a prolongar la actitud tradicional de reflexión sobre determinados
modelos de ciencias para constituirlos luego en Teoría General del Conocimiento.
Estudia la ciencia desde un punto de vista estático, sincrónico, no tiene en cuenta la
dimensión temporal.

b. Método Epistemológico Formalizante.


Se refiere al análisis directo de los conocimientos para determinar condiciones
formales y su relación con la experiencia. Por ejemplo, ¿el concepto de causa será
una construcción puramente deductiva o engloba elementos de experiencia? Todo
proceso de conocimiento supone un proceso de pensamiento, un razonamiento.
Podemos estudiar el conocimiento bajo el aspecto de los juicios y razonamientos que
lo han hecho posible, lo cual es una tarea de la Lógica.

c. Método Epistemológico Genético

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 85


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Tiende a explicar el conocimiento en función de su propio desarrollo. En este caso


podemos hablar de:

1. El método histórico-crítico.
El cual parte de un cuerpo de doctrinas determinado al estudio retrospectivo que
lo ha hecho posible. Le interesa una doctrina, pero en las causas que la hicieron
posible; su interés está más en el desarrollo histórico que en los aspectos formales.
Lo primordial es determinar la forma como procedieron los inventores de principios o
la forma como llegaron a preparar un descubrimiento. Procura reconstruir los pasos
que dieron los investigadores para llegar a postular determinada doctrina o teoría.
Se hace pues importante saber determinar las experiencias a las que ellos
acudieron, la forma como interpretaron los hechos y esto no es posible sino
acudiendo a la Historia. Este método ha sido vigorizado con los aportes de Pierre
Deum, Gaston Milhaud, Pierre Boitroux, León Brunschevucg, Emile Meyerson, Arnold
Reymond, Alexandre Koyré, Gaston Bachelard, ha sido empleado en todos los
campos, especialmente en Matemáticas y en Biología.

2. El método Sicogenético.
Pretende valerse de los aportes de la Psicología. Como la Epistemología trata de
las relaciones de conocimiento entre el sujeto y los objetos, lógico es que se
presenten problemas de validez formal y problemas de orden fáctico relativos al
sujeto. Se sabe que el objeto es conocido gracias a la experiencia, pero esa
experiencia es siempre la de un sujeto. De ahí que lo más importante sea saber
cómo es que el sujeto organiza esa experiencia. De aquí que los servicios que la
Psicología puede prestar a la Epistemología, se basan ante todo en el análisis
genético del desarrollo del pensamiento humano, mostrando en qué forma van
progresando nuestros conocimientos en cada una de las etapas del desarrollo por
las que atraviesa el individuo: desde la infancia hasta la edad adulta.

En el fondo estos métodos plantean la siguiente situación: la ciencia puede


estudiar su estructura actual desde un punto de vista estático (sincrónico) o, por
el contrario, atiende a su formación y desarrollo y en este caso sería diacrónico o
evolutiva. En el primer caso utilizamos el método de análisis directo, en el
segundo, el método histórico crítico que se interesa por el estudio del pasado o
de los elementos que han contribuido al establecimiento de la ciencia. La
Epistemología Genética por su parte, se relaciona con el método histórico-crítico,
ya que busca una explicación causal de las estructuras intelectuales del niño a
través de su proceso de formación, así, la sicogénesis se complementa con la
sociogénesis.

2.4 LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.

La mayor parte de nuestros conocimientos andan en la esfera de la espontaneidad, de


lo sensible. Es el conocimiento de la vida ordinaria, que no obedece a ningún tipo de
control ni de método y que muchas veces no procura establecer conexiones o relaciones

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 86


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entre los distintos acontecimientos que se presentan. El saber científico es el que se ha


obtenido mediante el empleo de un método. Por tanto, es un saber controlado,
organizado. Es un saber de relaciones entre los distintos fenómenos de la naturaleza o
de los procesos sociales. Este saber puede someterse a prueba, y se va superando
paulatinamente por medio de la investigación. La ciencia es un tipo de conocimiento
que todos los días se renueva a medida que surgen nuevos problemas y se buscan
nuevas soluciones. La ciencia aborda problemas que de ninguna manera se plantean a
quien vive de la experiencia vulgar, tal por ejemplo, la constitución del mundo
microfísica, la naturaleza de las partículas elementales, los mecanismos de la evolución,
la constitución de los cuerpos, etc.

A nivel de la experiencia existen una serie de creencias que carecen de fundamento


real. Por el contrario, en el camino científico se aspira a ser racional y objetivo. Se
somete a prueba lo que se afirma y se procura someterse siempre a los hechos,
controlando así la subjetividad y las especulaciones que se realizan sin un fundamento
real.

Los enunciados de la ciencia tienen que ser coherentes, bien fundados, y capaces de
permitir la confrontación con los hechos. Esto sólo se consigue cuando se supera los
límites de un conocimiento espontáneo. Para lograr ese objetivo la ciencia requiere de
medios, de procedimientos adecuados, de organización y sistematización. En el
conocimiento científico se procura eliminar toda interpretación que no esté dada por el
hecho observado, es decir, cuando se hace ciencia se ha de acomodarse sólo a lo que
los fenómenos ofrecen. No se permite buscar explicaciones que no estén contenidas en
la experiencia. Se busca poner freno a especulaciones de carácter subjetivo, o a los
prejuicios que tienen los investigadores, o a las influencias de la tradición o teorías
diferentes al hecho científico.

Pero, ¿qué es lo que distingue de hecho un conocimiento del sentido común, de un


conocimiento científico? “Si la sustancia (objeto) no puede ser lo distintivo de toda
ciencia, entonces tiene que serlo la forma (el procedimiento) y el objetivo: la peculiaridad
de la ciencia tiene que consistir en el modo como opera para alcanzar algún objetivo
determinado, o sea, en el método científico y en la finalidad para la cual se aplica dicho
método”17.

Charles Pierce y Mario Bunge, afirman que, frente al método científico, quedan sin valor
una serie de método que son utilizados a nivel del conocimiento ordinario, pero que en el
fondo sus postulaciones jamás se han sometido a una verificación para determinar la
objetividad de sus planteamientos. Bunge nos dice que el método de los gustos como
criterio de verdad, el dogmático, el método de las evidencias, el de la autoridad o el de
utilidad, carecen de valor objetivo. En efecto, para algunos no hay más verdad que
aquella que sea del agrado, del gusto de un individuo. Otros deciden el valor de un
enunciado acudiendo a la autoridad. Generalmente, si un gran personaje hizo tal
afirmación, es porque así debe ser, no queda más remedio que aceptarla. Los
dogmáticos postulan verdades que deben ser así y que no requieren más que

17
Bunge, Mario. L investigación científica. Editorial Ariel. Barcelona.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 87


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

aceptación. La evidencia es criterio de objetividad para aquellos que creen que las
cosas son así porque sí las aprehendemos o las intuimos. Para otros, lo verdadero es
sinónimo de último.

Charles Pierce nos habla del método de la tenacidad, donde los individuos se aferran a
ciertas creencias porque piensan que siempre han sido verdaderos aunque la ciencia
demuestre su carácter contradictorio. M. Cohen y E. Ángel, en su libro “Introducción a la
Lógica y al Método Científico”, nos hablan del método intuitivo, donde basta que las
verdades aparezcan como evidentes, sean racionales, para deducir su objetividad.
Muchas veces, aunque la experiencia diga lo contrario, lo que es evidente racionalmente
puede que no lo sea realmente.

Todos estos métodos carecen de rigor en sus apreciaciones, de suerte que, no queda
sino el método científico, que tiende a no aceptar nada como objetivo, aunque parezca
evidente, mientras no haya sometido a prueba los enunciados y una vez contrastados,
los da por válidos o los rechaza.

“Obsérvese que no pretendemos que el pretendemos que el conocimiento científico, por


contraste con el ordinario, el tecnológico, o el filosófico, sea verdadero. Ciertamente lo
es con frecuencia, y siempre intenta serlo más y más. Pero la veracidad, que es su
objetivo no caracteriza el conocimiento científico de manera tan inequívoca como el
modo, medio o método por el cual la investigación científica plantea problemas y pone a
prueba los soluciones propuestas” 18. Lo que le importa al método científico no es
descubrir verdades a todo momento sino, más bien, cuál ha sido el procedimiento para
comprobar que un enunciado es así.

a. Concepto de método científico.


El método científico es nada más que un procedimiento, controlado, por medio del
cual llegamos a saber plantear problemas científicos, formular las respectivas
hipótesis frente a esos problemas y a comprobar o verificar dichas hipótesis. Es
decir, que hecha una hipótesis, se requiere inmediatamente su sometimiento a
prueba, a confrontación con los hechos. Si una hipótesis hace referencia objetos
ideales, su prueba se estructura en la coherencia que posea respecto de
determinados principios, axiomas. Si se refiere a hechos, su prueba estará
determinada por la confrontación a través de la experiencia.

Cada ciencia requiere de un método especial, de acuerdo a la naturaleza de los


hechos que estudia. Pero los pasos que se han de dar están regulados.

El punto de partida del método científico está en saber formular problemas: se parte
siempre de un examen detenido de hechos, es decir, de un cuerpo de conocimientos.
Dentro de esos hechos se descubre alguna incoherencia o dificultad. Se busca
entonces formular esa incoherencia a nivel de problema. Luego viene la invención
de hipótesis centrales, es decir, suposiciones o conjeturas acerca de los nexos entre
distintos fenómenos; formuladas las hipótesis, se les buscan bases tanto racionales

18
Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Ediciones Siglo XX. Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 88


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

como empíricas. Se pone la hipótesis a prueba (aquí entran en juego observaciones,


experimentos, mediciones, diseños, etc.), se clasifican, ordenan los datos, se
levantan estadísticas. Se contrasta la hipótesis con los resultados obtenidos, hasta
elaborar los nuevos conocimientos.

Lo anterior puede ser diagramado sencillamente, así:

Conjunto de conocimientos Se plantea Se formula Se buscan


existentes. Hechos. el la fundamentos
Lagunas o incoherencias. problema. Hipótesis. racionales y empíricos.

Conocimiento Valoración de la Se prueba


obtenido. hipótesis, con los la
(lagunas) resultados obtenidos. hipótesis.

Mario Bunge trae el siguiente esquema del Método Científico:

Cuerpo de
conocimiento
disponible Hipótesis

PROBLEMA

Consecuencias
contrastables. Nuevo cuerpo de
conocimiento
Estimación
de NUEVO
Hipótesis. PROBLEMA
Técnica de
Contrastación. Evidencia.

En el método científico no está permitido hacer formulaciones de tipo general sino


que es necesario delimitar bien los problemas, especificarlos. En la misma forma, las
hipótesis no son caprichosas, sino que deben tener algún fundamento, deben
establecer relaciones precisas dentro de determinadas variables. Las hipótesis
exigen una verificación fuerte y objetiva para que realmente se excluyan otras
probabilidades.

El método científico no pretende otra cosa que lograr eliminar toda apreciación
subjetiva en el conocimiento del mundo y de los procesos sociales: “El método
científico es un rasgo característico de la ciencia, tanto de la pura como de la
aplicada: donde no hay método científico, no hay ciencia. Pero no es infalible ni
autosuficiente. El método científico es falible: puede perfeccionarse mediante la
estimación de los resultados a los que llega mediante el análisis directo. Tampoco
es autosuficiente, no puede operar en un vacío de conocimientos, sino que requiere
algún conocimiento previo que pueda luego reajustarse y elaborarse, y tiene que

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 89


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

completarse mediante métodos especiales adaptados a las peculiaridades de cada


tema”19.

Esto nos da a entender que el método de la ciencia no es de por sí, seguro, sino más
bien progresivo, sometido a renovaciones en la medida en que el mismo se corrige.

Bertrand Rusell nos dice al respecto del método científico: “Para llegar a establecer
una ley científica existen tres etapas principales: la primera consiste en observar
hechos significativos; la segunda en sentar hipótesis que, si son verdaderas,
expliquen aquellos hechos; la tercera, es deducir de estas hipótesis consecuencias
que puedan ser puestas a prueba por la observación. Si las consecuencias son
verificadas se acepta provisionalmente la hipótesis como verdadera, aunque
requerirá ordinariamente modificación posterior, como resultado del descubrimiento
de hechos ulteriores”20.

En la ciencia, ni lo hechos ni las hipótesis están aislados sino que se dan en el


mismo cuerpo del conocimiento científico. Un hecho adquiere valor en la ciencia, en
cuanto apoya o destruye una ley, pues aunque la ciencia parte de hechos, no queda
ligada a ellos sino que procura explicar el comportamiento de esos hechos mediante
leyes.

Lo que importa del método científico es su independencia respecto de aquello


(material), que se estudia. Cada ciencia tendrá sus propios problemas y para ello
debe utilizar prácticas o técnicas que se acomoden al objeto de estudio. Por
ejemplo, un historiador tendrá que emplear recursos especiales para hacer su
estudio. Pero si pasamos esas técnicas al matemático o al físico no le van a servir
de nada. No obstante, todos ellos emplean el método científico. La finalidad de toda
ciencia es encontrar estructuras generales o leyes en los casos particulares.

Visto así el método científico, se llega a considerar que es la técnica o el


procedimiento más adecuado, y desde luego, más seguro para penetrar en el
conocimiento de las cosas y llegar a establecer teorías más o menos estables. El
método científico rechaza o elimina todo procedimiento que busque manipular la
realidad en una forma caprichosa, tratando de imponer prejuicios, creencias o
deseos que no se ajustan a un control adecuado.

El método científico se basa en los hechos, parte de ellos. Pero no se queda en ellos
sino que los interpreta en forma conceptual hasta llegar a establecer pautas o leyes
que sean capaces de explicar los fenómenos o los hechos en forma objetiva. Ahora,
partir de los hechos no es como piensan algunos, que sea un simple contacto de los
sentidos con la realidad: El fundamentar el conocimiento científico es un conjunto de
sensaciones. Por el contrario, el método científico para entrar a justificar un
conocimiento objetivo empieza por cuestionar y analizar detenidamente el material
que suministran los sentidos. Por eso, cuestionando, llega a estructurar problemas y
con base a éstos busca hechos que se conecten o se relacionen adecuadamente.
19
Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel. Barcelona.
20
Rusell, B. La perspectiva científica. Editorial Ariel. Barcelona.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 90


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Prácticamente, los hechos de los que parte el método científico son proposiciones
que pueden ser susceptibles de verificación o de pruebas. Estructurando un
problema se empieza por sugerir soluciones que se convierten en hipótesis. Toda
hipótesis es sugerida por una observación en los campos de la especialidad del
investigador. Las hipótesis son la guía de la investigación pues una vez que éstas se
han formulado, se buscan los soportes empíricos o racionales para llegar a
establecer su respectiva prueba.

Se puede observar que el método científico realiza un cuestionamiento de los hechos


metódicos, sistemático y si en el desarrollo del procedimiento necesita abandonar
una teoría lo hace con la convicción de que se está progresando en la búsqueda de
soluciones. El ideal de la ciencia es, pues interconectar los hechos para, luego,
establecer una conexión lógica a nivel de los juicios.

La sistematización y la corrección continua son dos características de la


investigación o método científico. Con ellos se supera todo dogmatismo o
subjetivismo. El conocimiento sí visto no es más que un proceso dialéctico, donde
los últimos hallazgos contienen mucho de los datos anteriores pero, a la vez, los
superan porque logran una mejor adecuación del pensamiento con lo real.

Se hace indispensable aclarar la significación del os términos empleados en los


pasos del método científico:

b. ¿Qué es el PROBLEMA?
La ciencia no se puede reducir a colección de hechos. Se hace indispensable
seleccionar esos hechos, organizarlos, relacionarlos, buscarles cierta consistencia.
Hay conocimiento científico cuando a través del método científico se ha logrado
acumular nuevos conocimientos, nuevas experiencias. La ciencia avanza en la
medida en que logre plantearse y resolver problemas. Es más, el proceso del
conocimiento se da en la medida en que se descubren, se aclaran y se resuelven
nuevas dificultades. Ahora, la investigación no es otra cosa que problematizar
aquello que para la mayor parte de las gentes, es de hecho aceptado. Un problema
es una dificultad que se presenta en un cuerpo de conocimiento dado y que requiere
de investigación para clararlo, para explicarlo.

Generalmente el problema se formula en forma de interrogación. Tratando de


establecer relaciones de dos o más variables. Todo problema debe ser formulado en
forma exacta, precisa, dejando a un lado toda ambigüedad o toda imprecisión. En la
misma forma, al formular un problema, el científico detecta las posibilidades de que
tenga una explicación a través de la experiencia. “Las tareas del investigador son:
tomar conocimiento de problemas que otros pueden haber pasado por alto;
insertarlos en el cuerpo del conocimientos e intentar resolver con el máximo de rigor
y, primordialmente, para enriquecer nuestro conocimiento… La selección del
problema coincide con la elección de la línea de investigación puesto que investigar
es investigar problemas. En la ciencia moderna, la elección de grupos de problemas
o de líneas de investigación está, a su vez, determinada por varios factores, tales
como el interés intrínseco del problema según lo determina el estadio del
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 91
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

conocimiento en cada momento, o la tendencia profesional de los investigadores


afectados, o la posibilidad de aplicaciones, o las facilidades instrumentales y de
financiación. Las necesidades prácticas son una fuente de problemas científicos.
Pero el insistir exageradamente sobre la aplicación práctica (por ejemplo, la industria
o la política) a expensas del valor científico intrínseco, es a largo plazo esterilizador;
y el plazo largo es lo que cuenta en una empresa colectiva como la ciencia. En
primer lugar, porque los problemas científicos no son propiamente problemas de
acción, sino de conocimiento; en segundo lugar, porque no puede realizarse trabajo
creador más que con entusiasmo, y el entusiasmo puede fácilmente faltar si la línea
de investigación no se elige libremente movidos por la curiosidad. Por eso la primera
consideración a la hora de elegir líneas de investigación debe ser el interés del
problema o de mostrar que es irresoluble contando con los medios disponible” 21.

El problema, por tanto, es fundamental en el método científico porque, una vez


planteado, conduce a la investigación y ésta ha de dar con la solución y así el
conocimiento está en un proceso ascendente.

Nuevos
conocimientos,
aquí se responde
Problema. Investigación. Resultado. a la causa que
engendró el
problema.

c. La Hipótesis.
Junto con el problema, las hipótesis constituyen la base de la investigación científica.
Una vez que se ha determinado un problema, se intenta, desde luego, encontrar una
solución de acuerdo a la naturaleza de ese problema.

La hipótesis no es más que una salida tentativa de aclaración entre dos variables y
que es posible comprobarla a nivel de la experiencia. Es una solución provisional,
posible, ante el problema que se ha planteado. Por ello habrá que mostrar la verdad
o la falsedad de dichas hipótesis. Generalmente una hipótesis requiere de la ayuda
de teorías para poder llegar a su comprobación. Hay que tener en cuenta que toda
hipótesis requiere de datos, que acumulados, permiten mostrar la factibilidad de
determinada hipótesis. Esto de las hipótesis nos muestra como aquellos pensadores
que suponían que la verdad es una adecuación entre el pensamiento y el objeto y
que creen que la realidad está ahí como dada, sufrieron cierta equivocación porque
el proceso hipotético tiende a la interpretación real de los problemas sin la pretensión
de llegar a un ajuste definitivo en el planteamiento de las dificultades; es decir,
aunque encontremos soluciones a unos problemas, inmediatamente el proceso
continúa al revertir en nuevas dificultades. La hipótesis es siempre un “supuesto”,
premisas que se utilizan con una gran probabilidad de explicar adecuadamente un
21
Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel. Barcelona.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 92


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

fenómeno o un problema, sólo el proceso demostrativo o de verificación nos dirá si


eran objetivas o estaban mal planteadas.

“En la ciencia se imponen tres requisitos principales a la formulación (que no es sin


más la aceptación) de las hipótesis: (I) la hipótesis tiene que ser bien-formada
(formalmente correcta) y significa (no vacía semánticamente); (II) la hipótesis tiene
que estar fundada en alguna medida en conocimiento previo; y si es completamente
nueva desde ese punto de vista, tiene que ser compatible con el cuerpo del
conocimiento científico; (III) la hipótesis tiene que ser empíricamente contrastable
mediante los procedimientos objetivos de la ciencia, o sea, mediante, la comparación
con los datos empíricos controlados a su vez por técnicas y teorías científicas” 22.

Esto significa que las hipótesis no se formulan caprichosamente sino que debe existir
cierta lógica en su planteamiento, lo mismo en la viabilidad de su comprobación o
contrastación con la realidad o con los datos empíricos.

Las hipótesis se formulan con base a relaciones que el individuo establece frente a
los datos que rodean un problema dado, ya sea por un proceso inductivo
(generalizando casos), por un proceso deductivo (de axiomas, teoremas, etc.), por un
proceso analógico (correlación entre los hechos), intuitivas (sin preparación, proceso
espontáneo). Esto es lo que le da contextura y legitimidad a una formulación
hipotética pues una hipótesis no se puede lanzar por puro capricho sino que hay
ciertos fundamentos para ello.

d. La Ley.
Cuando se llega a la comprobación de una hipótesis podemos hablar de ley en el
sentido de que toda ley obedece a hipótesis plenamente comprobadas, justificadas,
verificadas, empíricamente. El significado de ley: “En estos campos ley cubre los
siguientes conceptos: (I) esquema objetivo; (II) fórmula que intenta reproducir un
esquema objetivo; (III) fórmula que se refiere a un esquema objetivo y a la
experiencia; (IV) metaenunciado que se refiere a un enunciado legaliforme; y (V)
regla basada en un enunciado legaliforme” 23.

La ley, de todas maneras, está indicando una especie de relación constante; ya sea
en los fenómenos de la naturaleza, en los del comportamiento en los sociales. El
sentido de la ley es permitirnos representar a nivel intelectivo la norma a que
obedecen los diferentes fenómenos del universo. Descubrir las leyes de los
fenómenos naturales es hacer ciencia. Los antiguos pensaban que podíamos hablar
de ciencia, cuando, a nivel intelectivo, nos representábamos las esencias de las
cosas, es decir, aquellos modos de comportamiento que son comunes a muchos
seres. Hoy la aspiración del científico es explicar los fenómenos mediante la ley o la
pauta que los regula: “una hipótesis científica (una fórmula fundada y contrastable)
es una fórmula de ley si y sólo si, es general en algún aspecto y con algún alcance
dominio, y pertenece a algún sistema científico” 24. Toda ley debe generalizar de
22
Bunge Mario. Op. Cit.
23
Bunge, Mario. Op. Cit.
24
Idem.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 93


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

modo alguno ya que el científico no se puede quedar sólo en la enumeración de


casos o hechos particulares. Sino que mediante la ley nos manifiesta la forma como
los hechos particulares en su forma de manifestarse pueden ser unificados en leyes
que expresan precisamente eso: pautas generales. Ahora, la ley, para formularse
necesita de una corroboración empírica; pero esto no significa que con posterioridad
otros hechos puedan hacer indispensable su modificación.

e. Teorías.
La ciencia no es caótica; todo lo contrario, plantea problemas, fórmula hipótesis,
busca interpretar los fenómenos en leyes para terminar en la elaboración de teorías,
es decir, conjunto de ideas sistematizadas, coherentes, relacionadas y que, como ya
se ha dicho, son contrastables con la realidad. Las teorías realmente tienden a
establecer relaciones entre las diferentes síntesis hipotético-deductivas. “A medida
que se desarrollo la investigación se descubren o inventan relaciones entre las
hipótesis antes aisladas y se introducen hipótesis más fuertes que no sólo contienen
las viejas sino que dan de sí generalizaciones inesperadas, como resultad de ello se
constituye uno o más sistemas de hipótesis. Estos sistemas son síntesis que
incluyen lo conocido, lo meramente sospechado y lo que puede predecirse acerca de
un tema dado.

Tales síntesis, caracterizadas por la existencia de una relación de deductibilidad


entre alguna de sus fórmulas, se llaman sistemas hipotético-deductivos, modelos o
simplemente teorías. Por ejemplo, de teorías científicas son la mecánica de Newton,
la teoría evolucionista de Darwin y la teoría conductista de Hull” 25.

La ciencia debe ser sistemática. Establece vínculos entre las distintas hipótesis hasta
formar un cuerpo unitario de interrelaciones entre hipótesis y principios más
generales.

La finalidad de las teorías la podemos resumir así: “(I) Sistematizar el conocimiento


estableciendo relaciones lógicas entre entidades antes inconexas; en particular,
explicar las generalizaciones empíricas derivándolas de las hipótesis a nivel superior.
(II) Explicar los hechos por medio de hipótesis que impliquen las proposiciones que
expresan dichos hechos. (III) Incrementar el conocimiento derivando nuevas
proposiciones (por ejemplo, previsiones) de las premisas, en conjunción con
información relevante. (IV) Reforzar, la contrastabilidad de la hipótesis
sometiéndolas al control de las demás hipótesis del sistema. (V) Orientar la
investigación, ya: a) mediante el planteamiento o la reformulación de problemas
científicos fecundos, ya, b) mediante sugerencias sobre la recolección de nuevos
datos que serían inimaginables son la inspiración de la teoría, ya c) inspirando
nuevas líneas enteras de investigación. (VI) Ofrecer un mapa de un sector de la
realidad, esto es, una representación o modelo (generalmente simbólico), de objetos
reales, y no un mero sumario de datos y un procedimiento para producir datos
nuevos (previsiones)”26.

25
Bunge, Mario. Op. Cit.
26
Bunge. Mario. Op. Cit.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 94


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Como se ha venido manifestando, el conocimiento nunca es un hecho definitivo, en


la misma forma las teorías tendrán reajustes, son susceptibles de renovación,
caracterizada por la misma actitud de la ciencia de ser investigación abierta siempre
a nuevas posibilidades. El progreso de la teoría va naciendo de su misma
confrontación con la realidad. Lo que importa de la teoría es que con ella se intenta
dar una explicación más o menos adecuada de una parte de la realidad desde luego
que esa explicación no puede estar en contradicción con las leyes lógicas sino que,
por el contrario, ellas es un cuerpo unitario y coherente. Los conceptos están
conectados, no son ideas sueltas. En definitiva, la teoría se está nutriendo
constantemente de datos empíricos y, a su vez, ella vuelve sobre esa realidad para
interpretarla o hacer sus respectivos ajustes.

Datos = Mundo externo → Problemas → Hipótesis → Leyes → Teorías.

Toda teoría pretende explicar un fenómeno real o, mejor, una parte de lo real. Pero
en la misma forma en que procura interpretar la realidad se convierte en elemento
que permite prever situaciones y, por lo tanto, lleva a la acción al individuo. Cuando
se está en capacidad de una predicción a través de la ciencia podemos decir que se
anticipa a un nuevo conocimiento y, por tanto se puede llegar a estar preparado para
actuar:

Teoría → Realidad → Acción

“Es posible, pues, apreciar dos puntos de vista distintos: por una parte, las teorías se
conciben a veces como leyes de gran generalidad de las que pueden deducirse leyes
de menor generalidad por un método de inferencia; por otra parte se distinguen
netamente las teoría de las leyes en virtud de las aseveraciones existenciales de las
primeras. Según el primer punto de vista las teorías son cómodos resúmenes de
leyes empíricas, que también sirven para revelar que más habrá de cumplirse si se
cumplen las leyes empíricas. Por ejemplo, puede ocurrir que, a partir de una
generalización a un alto nivel, un conjunto de leyes, que por lo demás se distingan
empíricamente resulten distintas descripciones posibles de un mismo dominio
empírico, que la teoría permita concebir como referencia común de las distintas
leyes. La teoría haría explícito, o revelaría, que entre las leyes particulares existe un
isomorfismo, en función del cual pueda postularse que la inavariancia común indica
un objeto común… El otro punto de vista distingue netamente entre leyes, de
cualquier nivel de generalidad, y teorías porque estas últimas hacen la adicional y
peculiar suposición (o conjetura) existencial (u ontológica) de que existen entidades
de cierto tipo, a las que se referirían los términos teoréticos. El sentido en el que
tales entidades teoréticas existan, atañe, pues, a una presunción ontológica, ausente
en el otro punto de vista acerca de las teorías como leyes de nivel superior” 27.

27
Cohen, M y E., Ángel. Introducción a la lógica y el método científico. Amorronú Editores. Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 95


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

En muchas cosas las teorías son la forma adecuada de llegar a hacer comprensibles
las leyes, es decir, a dar de ellas una explicación o interpretación adecuada. Por eso
recibe el nombre también de modelo, marco conceptual o teoría propiamente dicha.
En estos modelos teóricos para unos hay un conocimiento del modo de ser de las
cosas reales, son maneras de captar los fenómenos naturales o sociales y por eso
son susceptibles de confrontación; para otros, las teorías son construcciones ideales
en cuanto guían la actividad imaginativa del hombre. Pero lo cierto es que la razón
de ser de las teorías son los hechos reales porque de ellos son expresión. Es decir,
que así como las leyes no se las damos a la realidad sino que ésta viene
estructurada en pautas o normas y que, aunque no las conociéramos no por eso
dejarían de funcionar, en la misma forma las teorías como explicativas de la forma
como se comporta una determinada región de lo real tienen que tener un
fundamento. Por eso la relación estrecha que existe entre teoría y práctica. Lo que
sí debemos aceptar es que las teorías no son definitivas como no lo es nada en el
conocimiento sino que esos marcos teóricos se renuevan continuamente a medida
que la realidad va siendo conocida en una mejor forma.

La teoría es el resultado de todo un proceso y, a la vez, el punto de iniciación de


nuevas experiencias en el campo del conocimiento.

f. Concepto de ciencia.
Ahora conviene explicitar el concepto de ciencia después de haber demostrado en
forma rápida el proceso que sigue el método científico. La precisión, claridad, la
coherencia, el mismo orden, son el producto de un método, el científico. Este es el
método que pretende liberar al conocimiento de la subjetividad, de la simple creencia
espontánea, para poner en una relación objetiva nuestra persona y el mundo que nos
rodea. Es el método que concibe el conocimiento como algo progresivo y no como
un estadio definitivo.

Algunos definen, la ciencia mirando exactamente a lo que la ciencia hace. Por tanto,
sería un tipo de conocimiento en el que se experimenta, se controla, se formula
problemas se hacen hipótesis, se elaboran leyes y se establecen teorías. Aunque
esto es cierto, sin embargo, se entremezclan el método y la ciencia propiamente
dicha.

La ciencia es el resultado de la actividad del hombre pero no de cualquier tipo de


actividad sino de una actividad ordenada (metódica) por medio de la cual se persigue
el conocimiento objetivo del mundo. Ese conocimiento no es la simple experiencia ni
los simples datos de los sentidos (aunque se acepten como punto de partida) sino
que es un conocimiento intelectivo (racional) donde tienen vigencia las leyes y los
principios generales, con lo cual se trata de un conocimiento coherente (sistemático),
pero eso sí, con posibilidad de rectificación continua a medida que progresan los
métodos de investigación. No cabe duda que la ciencia es un cuerpo de
conocimientos que reproducen las leyes de los procesos naturales y sociales y que
como expresión de ellos. La ciencia es susceptible de confrontación con esos
mismos procesos. Esto es lo que le da carácter objetivo a la ciencia: su exactitud
frente a tantos otros tipos de conocimientos que no gozan del rigor del método
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 96
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

científico. “Lo que afirma la ciencia es: (I) que es más verdadera que cualquier
modelo no-científico del mundo; (II) que es capaz de probar, sometiéndola a
contrastación empírica, esa pretensión de verdad; (III) que es capaz de descubrir sus
propias deficiencias, y (IV) que es capaz de corregir sus propias deficiencias, o sea,
de construir representaciones parciales de las estructuras del mundo que sean cada
vez más adecuadas”28

Con esto, se desvirtúa la concepción que elaboraron los griegos de ciencia, como un
conocimiento absoluto, necesario, universal e inmutable de las cosas. Este sería el
concepto estático de ciencia frente al concepto de ciencia moderna que es
profundamente dinámico, progresivo, ajustable a los nuevos descubrimientos. No es
posible pensar en elaborar un concepto de saber completo acerca de lo real, sino,
más bien, los diferentes enunciados científicos pueden poseer un grado de verdad y
a medida que existan métodos más adecuados de investigación, se podrá intentar
una mayor profundización en aquello que estudiamos.

“La sistematización como ideal de la ciencia: el ideal de la ciencia es lograr una


interconexión sistemática de los hechos. Las proposiciones aisladas no constituyen
una ciencia. Son meramente una oportunidad para hallar su conexión lógica con
otras proposiciones.

1. El sentido común se contenta con una variada colección de informaciones. Como


consecuencia, las proposiciones que afirma son frecuentemente vagas, se ignora
el ámbito de su aplicación y su compatibilidad suele ser muy discutible. Las
ventajas de descubrir un sistema entre los hechos resultan obvias. Una condición
para obtener tal sistema es introducir exactitud en las afirmaciones. De este
modo queda bien definido el límite dentro del cual las proposiciones son
verdaderas. Además, se eliminan de manera gradual las contradicciones
interproposicionales, porque aquellas proposiciones que forman parte de un
sistema deben apoyarse y corregirse mutuamente. Aumenta así la amplitud y la
exactitud de nuestra información; de hecho, en estas dos características radica la
diferencia entre el método científico y otros métodos.

2. Cuando una ciencia abandona una teoría para adoptar otra, como sucede con
frecuencia, es un error suponer que ha entrado en “bancarrota” y que es incapaz
de descubrir la estructura del dominio que estudio. Tales cambios indican, más
bien, que la ciencia va concretando progresivamente su ideal, pues son el
resultado de la corrección de observaciones o razonamientos anteriores, lo cual
indica que poseemos hechos más confiables.

3. El ideal de construir un sistema exige que las proposiciones cuya verdad se


afirma se vinculen entre sí sin introducir otras proposiciones que cuenten con
elementos de juicio escasos o nulos a su favor. En un sistema, el número de
proposiciones inconexas, y el de las que están sustentadas por elementos de
juicio son mínimas; por consiguiente, se satisfacen en alto grado los requisitos de

28
Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel. Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 97


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

la simplicidad tal como lo expresa el principio de la navaja de Occam. Este


principio establece que no deben multiplicarse las entidades más allá de lo
necesario. Se lo puede interpretar como la exigencia de probar todo aquello que
puede ser probado; y esto es lo que exige el ideal de la sistematización.

4. Los elementos de juicio a favor de proposiciones que forman parte de un sistema


se acumulan más rápidamente que los elementos de juicio a favor de
proposiciones aisladas. Los elementos de juicio a favor de una proposición
pueden provenir de sus propios casos verificadores o de los casos verificadores
de otras proposiciones vinculadas con la primera dentro de un sistema. Este
carácter sistemático de las teorías científicas es lo que da probabilidades tan
elevadas a las diversas proposiciones individuales de una ciencia.

Naturaleza autocorrectiva del método científico: La ciencia no desea convencer


de la verdad de sus proposiciones de cualquier manera y a cualquier precio. Las
proposiciones deben tener el apoyo de elementos de juicio lógicamente
aceptables, valoradas cuidadosamente y puestas a prueba por los cánones
conocidos de los inferencia necesaria y la inferencia probable. Se sigue de esto
que el método de las ciencias es más estable y más importante para los hombres
de ciencias que cualquier resultado particular logrado por su intermedio.

1. En virtud de este método, la empresa científica es un proceso


autocorrectivo. No apela a ninguna revelación o autoridad especial cuyos
dictámenes sean indudables y definitivos. No pretende poseer
infalibilidad, sino que se basa en las técnicas apropiadas para desarrollar
y poner a prueba hipótesis con el fin de lograr conclusiones seguras. Los
cánones mismos de la investigación se descubren en el proceso de
reflexión y, en el transcurso de aquella es posible modificarlas. Gracias a
su propia aplicación continua, el método permite la observación y
corrección de errores”29.

Si se trata de precisar un poco más el concepto de ciencia se podría hacer de la


siguiente manera:

La ciencia es un conjunto de conocimientos que se formulan a nivel de ideas, juicios y


raciocinios, plenamente organizados, coherentes, que se caracterizan por su objetividad
y que a la vez son, susceptibles de ser confrontados con los hechos reales pero que en
ningún caso, son conocimientos definitivos.

“La ciencia es una actividad humana y posee sus raíces en las capacidades humanas
corrientes que todos compartimos. Con todo lo familiar y obvio que esta verdad es, su
importancia suele desdibujarse en muchas de nuestras definiciones de la ciencia y en
nuestra actitud hacia ella.

29
Cohen, M y E., Ángel. Op. Cit.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 98


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Según un punto de vista corriente y, en general, acertado, la ciencia constituye un


cuerpo organizado o sistemático de conocimientos que hace uso de aquel tipo de
conocimiento acerca del cual puede alcanzarse un acuerdo universal por parte de los
científicos que comparten un lenguaje (o lenguajes) y unos criterios comunes para la
justificación de presuntos conocimientos y creencias” 30.

Por su parte, Mario Bunge nos dice lo siguiente en lo que respecta a la ciencia:

“Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo
y, sobre la base de su inteligencia imperfecta, por perfectible del mundo, el hombre
intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso, constituye
un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado “ciencia”, que puede
caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por
consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado
una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y
exacta. Un mundo le es dado al hombre; su gloria no es soportar o despreciar este
mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amansa y remoldea la
naturaleza sometiéndola a sus propias necesidades; construye la sociedad y es a su
vez construido por ella; tratando luego de remoldear este ambiente artificial para
adaptarlo a sus propias necesidades animales y espirituales, así como a sus sueños:
crea así el mundo de los artefactos y el mundo de la cultura. La ciencia como actividad
–como investigación- pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento
de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y
culturales, la ciencia se convierte en tecnología. Sin embargo, la ciencia se nos parece
como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la cultura cuando la
consideramos como un bien por sí mismo, esto es, como un sistema de ideas
establecidas provisionalmente (conocimiento científico), y como una actividad
productora de nuevas ideas (investigación científica)” 31.

Es de suma importancia la consideración de la ciencia como un producto social porque


realmente en el proceso investigativo está patentado el esfuerzo colectivo de los
hombres que buscan, no solamente hallar la verdad de las cosas, sino que una vez
hallada ésta, debe tener una relación inmediata con el mejoramiento de las condiciones
de vida del hombre. Esto hace que los mismos científicos comprendan la
responsabilidad social, en el sentido de cooperación en los planes por la estructuración
de una sociedad cada vez más equilibrada, más justa, donde el hombre pueda vivir
dignamente, es decir, como hombre, como ser de derechos y no esté sometido a
condiciones infrahumanas, muchas veces con la indiferencia de quienes pudieran
resolver estas anomalías. La ciencia no puede convertirse en propiedad de una
minoría, separándose de su verdadero sentido que es la superación del hombre en
todos sus aspectos.

El esfuerzo humano continuo, es el que le da a la ciencia el carácter de desarrollo


permanente, donde las experiencias, las ideas, los esfuerzos pasados son el elementos
básico sobre el cual ha de construirse la nueva interpretación. “La ciencia es un cuerpo
30
Wartofsky, Marx. Op. Cit.
31
Bunge Mario. La ciecnia su método y su filosofía. Ediciones Siglo XX. Buenos Aires.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 99


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

de conocimientos en constante desarrollo formado por fragmentos de las reflexiones y


las ideas, pero en grado mayor de la experiencia y de las acciones, de una amplia
corriente de trabajadores y de pensadores. No es suficiente conocer lo que ya es
conocido: para que un hombre pueda ser calificado de científico es necesario que
añada algo propiamente suyo al fondo común. La ciencia es, el cualquier momento, el
resultado total de la ciencia habida hasta ese instante. Semejante resultado, sin
embargo, no es algo estático. La ciencia consiste en algo más que en la reunión
completa de todos los hechos conocidos, de todas la leyes, de todas las teorías. En
realidad un descubrimiento constante de hechos, leyes y teorías nuevas que critica y
con frecuencia destruye mucho de lo construido. El edificio del saber científico no se
detiene jamás en su crecimiento. Podríamos decir que efectúa reparaciones
constantemente, pero que nunca deja de utilizarse” 32.

Se ha descartado la posibilidad de que la ciencia sea interpretada simplemente como


acumulación de hechos, de datos. Por el contrario, la ciencia como instancia crítica-
racional tiende a ordenar y sistematizar el saber en forma coherente, lógica.

Esquema sobre el concepto de ciencia:

La ciencia es:

Un cuerpo → Unidad coherente, interrelacionada.


De conocimientos Racionales: se da a nivel de
→ Conceptos, juicios, raciocinios.
Organizados . → Sistematizados.
Objetivos. → Controlables con lo real.
Ampliativos. → Se renuevan continuamente.
De lo real. → De la naturaleza y hechos sociales.
En el que se indican. → Precisan.
Las pautas generales. → Leyes.
De los fenómenos naturales y sociales. → De lo real.

g. División de la ciencia.
Toda clasificación de las ciencias tiende a buscar los vínculos entre las diferentes
formas del saber, establece nexos con base a principios lógicamente
fundamentados. Esto implica el objeto propio de cada ciencia y sus relaciones con
otras áreas; el método o las condiciones que exige cada ciencia al enfrentar su
objeto y, los propósitos para los cuales produce el hecho de investigación. En la
antigüedad se dividían las ciencias de acuerdo al objeto de estudio, se habló
entonces de la Física, que estudiaba la naturaleza; la Ética que estudiaba la
sociedad, la Lógica que hacía referencia al pensamiento. Aristóteles fue el primero
en intentar una clasificación de las ciencias: tomó como punto de partida lo que cada
ciencia se proponía: ciencias teóricas que se ocupan del a verdad: Física,
Matemática, Metafísica; ciencias prácticas que establecen pautas de
comportamiento: Economía, Política, Moral, ciencias poéticas cuyo fin es la

32
Bernal, John. Historia social de la ciencia. Ediciones Península. Barcelona.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 100


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

creatividad: Poesía, Literatura, Retórica, Dialéctica. Tanto la Edad Antigua como la


Medieval, consideran la Filosofía como la ciencia fundamental de todas las ciencias
particulares.

A partir del Renacimiento hasta el s. XVIII, comienza la independización de las


ciencias, cada una cobra cuerpo aparte de la Filosofía, establece su método y su
objetivo. Se habla de la Matemática, de la Astronomía, de la Física. Francisco
Bacon, hace una clasificación tomando como base las facultades del hombre, con lo
cual le da un carácter subjetivo a las ciencias: ciencias de la memoria (historia),
ciencias de la imaginación (poesía, épica, dramática), ciencias de la razón (filosofía).
En el s. XIX Ampére hace una clasificación con base al objeto de cada ciencia:
ciencias cosmológicas (estudian la materia) y ciencias zoológicas (estudia el
espíritu), subdividen cada una de ellas en diferentes partes de acuerdo a la
estructura de la materia (orgánica, inorgánica) o del espíritu (individual o colectivo).
Augusto Comte demuestra como las ciencias dependen unas de otras, llegando a
establecer una jerarquía entre las distintas ciencias, de acuerdo a su mayor o menor
grado de complejidad y dependencia: Matemática, Astronomía, Física, Química,
Fisiología,, Sociología; la matemática sería el fundamento de todas las ciencias por
se la más simple y universal de todas las ciencias. Las ciencias formales son base
de las ciencias fácticas, idea que predominó en toda la Filosofía moderna. Hegel,
hará una clasificación de acuerdo a las exigencias del espíritu absoluto: la Lógica
(ser en sí para sí), la Naturaleza (alienación del espíritu) y la Filosofía del Espíritu
recobrado para sí).

Marx, al considerarse como el descubridor de las leyes de la dialéctica, que para él


son las leyes más generales de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento,
establecía el fundamento teórico de las ciencias: Ciencias de la naturaleza, ciencias
de la sociedad y ciencias del pensamiento.

En la actualidad Mario Bunge, ha establecido la siguiente clasificación de las


ciencias, basándose en el objeto de estudio de cada ciencia; según esto, hay
ciencias que se dedican al estudio de relaciones lógicas y reciben el nombre de
ciencias formales, o, por el contrario, estudian los hechos reales y reciben el nombre
de ciencias fácticas:

Lógica.

Formal.

Matemática.

Ciencia.
Física.
Natural. Química.
Biología.
Psicología individual.

Factual. Psicología social.


Psicología.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE.
Economía. 101
Ciencia política.
Cultural Historia material
Historia de las ideas.
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Las ciencias formales se interesan por entres ideales, así se trate de abstracciones
que se realicen a partir de lo real. La matemática y la Lógica, no se interesan por el
estudio de cosas, de situaciones, de hechos sino por las formas y en tal sentido esas
formas se pueden aplicar después de cualquier tipo de contenido. Las ciencias
fácticas, por el contrario, se preocupan de hechos, de cosas reales, de procesos y
debido a esto requieren de la experiencia y del experimento para comprobar sus
hipótesis. Las ciencias formales acuden a la lógica, pero no requieren de la
experiencia, utilizan la deducción, buscan la coherencia de los enunciados con
principios previamente establecidos. Las ciencias fácticas deben verificar, contrastar
lo que dicen. Sólo los hechos pueden aprobar o descartar una hipótesis.

M. B. Kedrov y A. Spirkin nos ofrecen una clasificación más amplia de las ciencias:

Ciencias filosóficas:
 Dialéctica.
 Lógica.

Ciencias matemáticas:
 Matemática práctica. (cibernética)
 Lógica matemática.

Ciencias naturales y técnicas:


 Mecánica.
 Mecánica aplicada.
 Astronomía.
 Astronáutica.
 Astrofísica.
 Física.
 Física técnica.
 Fisicoquímica.
 Química física.
 Química y ciencias químico-tecnológicas.
 Metalurgia y minería.
 Geoquímica.
 Geología.
 Geografía.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 102


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

 Bioquímica.
 Biología y ciencias agropecuarias.
 Fisiología y ciencias médicas.
 Antropología.

Ciencias Sociales:
 Historia.
 Arqueología.
 Etnografía.
 Geografía económica.
 Estadística económica-social.
 Política.
 Economía.
 Jurisprudencia.
 Lingüística.
 Psicología y ciencias pedagógicas.

Pablo Tillic elaboró una clasificación en: Sistema de las ciencias, según los objetos y los
métodos. Las ciencias en forma general serían o del pensamiento (ideales), o de lo real
(existenciales), o de lo espiritual (normativas).

Ciencias del pensamiento:


 Lógica.
 Matemática.

Ciencias reales (existenciales).


 Ciencias legales.
- Física – matemática.
- Mecánica – dinámica.
- Química – mineralogía.
- Geología.
- Geografía.

 Ciencias de las formas.


|- Orgánicas.
- Biología.
- Psicología.
- Sociología.
- Técnicas.
- Técnicas formativas
- Física.
- Química.
- Mineralogía.
- Farmaceútica.
- Técnicas evolutivas.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 103


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

- Medicina.
- Veterinaria.
- Pedagogía.
- Políticas.

 Ciencias de las consecuencias.


- Historia.
- Etnología.
- Lingüística.
- Filología.

Ciencias espirituales o normativas.


 Teóricas.
- Teoría del conocimiento.
- Estética.
- Metafísica.
 Prácticas.
- Jurisprudencia.
- Ética.
- Filosofía de la religión.

Augusto Messer hace una clasificación dividiéndolas en ciencias ideales, ciencias


reales, dentro de las cuales encontramos las ciencias naturales y sociales, para
terminar en la metafísica.

Ciencias ideales.
 Lógica.
 Matemáticas.
 Ética (formal).
 Estética (formal).

Ciencias reales.
 Ciencias naturales.
- Física, astronomía.
- Geología.
- Geografía.
- Paleontología.
- Biología.
- Botánica.
- Zoología.
- Antropología.
- Psicología aclarativa.

 Ciencias sociales.
- Psicología comprensiva.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 104


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

- Sociología.
- Jurisprudencia.
- Ciencias políticas.
- Economía.
- Historia.
- Etnología.
- Etnografía.
- Ciencias lingüísticas.
- Ciencias literarias.
- Ciencias del arte plástico y de la música.
- Ciencias de la religión.

 Metafísica.
- Ontología.
- Teoría del conocimiento.
- Filosofía natural.
- Filosofía cultural.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 105


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

EVALUACIÓN

PREGUNTAS.

1. ¿Qué diferencias puede hallar entre las teorías filosóficas del


conocimiento y una teoría científica del conocimiento?
2. Diferencia las Epistemologías metacientíficas, paracientíficas y
científicas.
3. En su concepto, ¿qué es lo que distingue un conocimiento
espontáneo de una científico?
4. ¿Cuáles son los pasos del método científico?
5. Mediante un ejemplo, trate de explicar en qué consiste el
problema, la hipótesis, la ley y la teoría.
6. Describa lo que caracteriza a la ciencia.
7. ¿Cuáles son los métodos de la Epistemología?
8. ¿Cómo podríamos dividir las ciencias?

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 106


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

RESUMEN

Ciencia es el intento de hacer que la caótica diversidad de nuestra experiencia


sensorial se corresponda con un sistema de pensamiento lógicamente uniformado.......
Las experiencias sensoriales son la materia dada al sujeto, pero la teoría que las
interpretará es una construcción del hombre..." (Einstein, 1940).

El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que se


sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se suele
decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de unos
enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se infieren
enunciados particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las premisas de
partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no demostrables, o
hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son hipótesis contrastables.

Este enfoque inductivo de ciencia empezó a derrumbarse gradualmente en la segunda


mitad del siglo XIX bajo la influencia de los escritos de Match, Poincare y Duhem, a
principios de nuestro siglo empezó a tomar una visión prácticamente opuesta en los
trabajos del Círculo de Viena. Algunos autores contemporáneos han criticado
duramente esta metodología (Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar, 1969, pág.40)
argumentando una serie de cuestiones que ponen en duda su eficacia, como la
imposibilidad de recopilar todos los hechos relacionados con el fenómeno en el que
estamos interesados o el hecho de que la experimentación sea sólo utilizada como un
simple procedimiento para generar información.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 107


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

LECTURA

LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA.

Tras el rico período del Renacimiento, durante el cual Europa entró en contacto con la
ciencia de la Antigüedad, la primera mitad del siglo XVII es de una importancia capital
en la historia del pensamiento científico pues ve nacer una nueva ciencia, moderna,
experimental y cuantitativa, que se desarrollará en los siglos siguientes. Los progresos
realizados en las matemáticas son importantísimos: nacen o se renuevan el álgebra, la
teoría de los números, el cálculo de probabilidades, la geometría proyectiva y el cálculo
infinitesimal. Las matemáticas se aplicarán a las diversas ramas de las ciencias físicas:
a la dinámica, constituida en ciencia autónoma desde Galileo a Newton; a la mecánica
celeste, cuyos principios fundamentales formularon Kepler y Newton con los
precedentes copernicanos, y a la óptica. En el campo experimental se produjeron
también enormes progresos gracias a la invención de las lentes y del microscopio, al
descubrimiento de las leyes de la óptica geométrica y al estudio de fenómenos
magnéticos y eléctricos. En medicina se descubre la circulación mayor de la sangre y
se desarrolla la anatomía microscópica. Durante el siglo XVII se sustituyó la física de
las cualidades por la física cuantitativa, el cosmos jerarquizado y cerrado por un
Universo indefinido y el mundo sentido de la percepción inmediata por el mundo
pensado del matemático. Todo eso era nuevo entonces y para descubrirlo era
necesario que se produjera una verdadera revolución, mirar el mundo con ojos nuevos.
En efecto, estos progresos no se entenderían sin la profunda transformación de las
mentalidades y los métodos científicos y sin la participación de investigadores audaces,
todos ellos creadores de la ciencia moderna: Kepler, Galileo, Malebranche, Fermat,
Leibniz, Newton, Bacon, Harvey, Napier, Pascal, Descartes, Gassendi, Torricelli y otros.
El gran mérito de esos científicos fue que descubrieron y establecieron los principios y
las bases de la ciencia moderna. En el terreno de los descubrimientos su aportación fue
impresionante: las leyes de Kepler, la mecánica de Galileo, el sistema circulatorio de
Harvey, la geometría de Descartes, la geología de Stenon, la óptica astronómica de
Newton, etc. ¿Cómo se lograron esos resultados? La solución consistía en derrocar la
idea de investigación y de ciencia que reinaba desde Aristóteles, atacar directamente su
doctrina, sustituir el milagro griego por una nueva forma de contemplar la Naturaleza.
La nueva ciencia fue instaurada al margen de la enseñanza oficial. Esto puede
apreciarse, en primer lugar, en la diversidad de ocupaciones y en el origen social de los
científicos y, en segundo lugar, en las condiciones en que llevaron a cabo su labor
científica. Los críticos de la situación en que se encontraba la enseñanza científica a
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 108
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

principios del siglo XVII coinciden en gran medida en el diagnóstico de sus dolencias. El
crítico más sistemático fue Francis Bacon. En su obra "Advancement of learning" (1605)
y más tarde en su "Novum organum" (1620), así como en el prefacio de la "Instauratio
magna" (1620), ofrecía un diagnóstico mediante la interpretación de la historia del
movimiento científico. En su opinión, sólo habían existido tres sociedades en las cuales,
durante un corto espacio de tiempo, las ciencias progresasen: Grecia, Roma y la
Europa de su tiempo. Pero aún en esos períodos favorables los avances habían sido
vacilantes. Propugnaba como método de investigación una indagación de la naturaleza
de tipo experimental. El fracaso de las ciencias teóricas para acrecentar sus
conocimientos mediante la investigación lo comparaba Bacon al fracaso del sistema
universitario de su época. Científicos como Descartes y Torricelli urgían, por su parte, a
que se procediese a una mayor extensión de los estudios científicos en las
universidades y a una mayor dotación económica a los investigadores. Sin embargo, y
pese a los críticos del sistema educativo universitario, los grandes hombres de ciencia
fueron, sin excepción, graduados universitarios. Fueron las instituciones educativas
tradicionales las que formaban a los hombres. De los estudios obligatorios de la lógica
de Aristóteles y su física aprendieron los elementos de un sistema teórico científico,
adquirieron una experiencia técnica y desembocaron en una nueva filosofía. Si es
verdad que los graduados universitarios adquirieron una formación técnica fuera de la
universidad, fue la formación universitaria recibida la que les hizo comprender la
importancia de crear no sólo una tecnología científica, sino una nueva filosofía
experimental. La ciencia teórica mantenía aún su estructura tradicional en el
"quadrivium" (aritmética, música, geometría y astronomía) para formar a la juventud en
la virtud por medio de las humanidades, que se enriquecían con algo de óptica. Se
estudiaba también medicina y física. La enseñanza tradicional de estos contenidos se
reducía a la lectura y comentario de las obras de Euclides, Tolomeo, Aristóteles, Galeno
y, cuando las circunstancias eran propicias, de autores más recientes. En 1650 ninguna
universidad se había reorganizado conforme a los deseos de los innovadores. Las
aportaciones oficiales se redujeron a la creación de nuevas cátedras y de algún material
(físico, astronómico o botánico).

FUNDAMENTOS DE LA NUEVA FILOSOFÍA.

En su "Saggiatore" (1623) Galileo escribía lo siguiente: "La Naturaleza está escrita en


lenguaje matemático". La fórmula es realmente revolucionaria, pues el concepto antiguo
de Naturaleza como organización de sustancia, de formas y de cualidades, es sustituido
por uno nuevo: la Naturaleza como conjunto coordenado de fenómenos cuantitativos. Y
no sólo se modifica el concepto acerca de la Naturaleza, sino también el de
investigación científica de la misma. En efecto, uno de los cambios de actitud más
característicos de la nueva investigación científica fue el de buscar la comprensión de la
Naturaleza no por la observación inmediata, sino por las subyacentes estructuras
matemáticas y mecánicas, tratando de descubrir, mediante análisis teóricos
sistemáticos y cuantitativos, la auténtica estructura del mundo real. Para Galileo y sus
coetáneos, la física aristotélica, todavía dominante en los círculos universitarios a
principios del siglo XVII, no sólo era inexacta sino errónea. Y por ello tomaron la
decisión de rechazarla. Las palabras de Galileo podrían ser propiedad de cualquiera de
aquellos científicos: "la ciencia está escrita en el más grande de los libros, abierto
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 109
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

permanentemente ante nuestros ojos, el Universo, pero no puede ser comprendido a


menos de aprender a entender el lenguaje y a conocer los caracteres con que está
escrito. Está escrito en lenguaje matemático y los caracteres son triángulos, círculos y
otras figuras geométricas, sin las que es humanamente imposible entender una sola
palabra; sin ellas uno vaga desesperadamente por un oscuro laberinto...". Una vez que
se aceptó esta propuesta de Galileo nació la nueva física, como el estudio de las
propiedades primarias y reales, matemáticas y mecánicas, en profundo contraste con la
física aristotélica. Al formular explícitamente el programa metodológico de la nueva
física, entendida como búsqueda de leyes primarias de la Naturaleza y de los procesos
subyacentes que producen las apariencias de las cosas, la nueva filosofía científica
introducía un cambio sistemático en los interrogantes planteados a la Naturaleza y en
los criterios para aceptar las conclusiones. La novedad, por consiguiente, de la nueva
filosofía radicaba en el intento de utilizar los éxitos del análisis experimental,
matemático y cuantitativo, como el único criterio para decidir sobre las conclusiones
acerca de la naturaleza de las cosas. Esto cambió la imagen, no sólo del Universo, sino
de sus partes. En lugar del modelo orgánico del cosmos aristotélico, con partes
relacionadas con el todo, el Universo era contemplado como una gran máquina
automática. "Lo que yo pretendo -escribía Kepler- es demostrar que la máquina celeste
no debe compararse a ningún ser viviente de carácter divino, sino a un aparato de
relojería... porque casi todos sus movimientos tienen lugar merced a una simple fuera
magnética, del mismo modo que en un reloj todo depende de un simple peso. Además,
yo demuestro que estos conceptos físicos pueden expresarse a través del cálculo y de
la geometría". Las "Dioptrice" de Kepler (1611), los "Discorsi" de Galileo (1638), el
"Horologium oscilatorium" de Huygens (1673) y los "Principia matemática" de Newton
(1687), son ejemplos sobresalientes de tratados presentados en estilo geométrico que,
partiendo de una serie de primeros principios -axiomas, definiciones, postulados e
hipótesis-, abordaban resultados eficientes. El problema residía en descubrir estos
principios en las relaciones causales de las propiedades primarias y en que las
especulaciones a priori no se contradijesen con los datos de la experiencia. Los autores
de la época vieron en este proceso de investigación (por el que el Universo observado
era primero anatomizado y después racionalmente reconstruido de acuerdo con los
principios descubiertos) una estructura definida, a la que Galileo y Castelli llamaron
método resolutivo y compositivo, que derivaba de la lógica que se enseñaba en Pisa y
en Padua en el siglo XVI. Descartes, después, aplicó los términos de análisis y síntesis.
Dicho de otra manera, se partía del análisis del problema objeto de estudio antes de
abordarlo experimentalmente. A la luz de este análisis teórico antecedente, podían ser
individualizadas posibles situaciones experimentales en las que, modificando uno a uno
los factores causales considerados esenciales, se forzaba a la Naturaleza a responder
a preguntas que la simple observación no habría podido resolver. El objetivo común de
los científicos era, en consecuencia, demostrar cómo podían determinarse relaciones
causales irrefutables entre los distintos fenómenos, considerando que las causas eran
la estructura abstracta subyacente bajo las propiedades primarias. De ese modo, Bacon
hizo una importante contribución a la lógica de la investigación con la sistemática
exposición de su método de eliminación en el "Novum Organum" (1620). La verdadera
inducción de Bacon se basaba en reunir ejemplos de un determinado fenómeno (en su
caso, el calor), que clasificaba en tablas (de ausencia y presencia, de desviación o
ausencia en la proximidad y de grados de comparación). La inducción consistía en el
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 110
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

rechazo de una relación causal entre fenómenos que no estuviesen a la vez ausentes o
presentes. Por su parte, la contribución hecha por Descartes difirió bastante de la
realizada por Galileo o Bacon. El pensamiento de Descartes representó un gran
impacto para sus coetáneos, de influencia duradera gracias a la publicación de su
"Principia philosophiae", en los que intentó una reducción completa de todas las formas
del cambio físico a una sola: el movimiento. La base de la reducción de Descartes
estribaba en la división del mundo creado en dos esencias o naturalezas simples
mutuamente excluyentes: la extensión y el pensamiento. Puesto que el mundo material
no es más que extensión, de la que el movimiento es un modo de ser que se presenta
en diversos estados de complejidad, las leyes de la Naturaleza se identifican con las
leyes del movimiento. La nueva filosofía de Galileo, Kepler, Bacon y Descartes liberó a
las ciencias naturales de sus antiguas ligaduras y las sometió a los hechos y a un
mayor rigor en la apreciación de la exactitud matemática como algo distinto de la
argumentación teórica. Esto condujo a poner cada vez más énfasis en a precisión, tanto
en el cálculo como en la observación, y a enriquecer los sentidos con instrumentos u
órganos artificiales. A este respecto, la primera mitad del siglo XVII estaba destinada a
revelar el latente poder de tales instrumentos más que a aplicarlos. Así, en 1610 se
usaba una especie de microscopio; en 1603 Galileo ideó un termómetro de aire y
perfeccionó el telescopio; hacia 1640 el barómetro tuvo una notable importancia y el
péndulo fue incorporado hacia 1656 por Huygens.

CONDICIONES DE TRABAJO.

En cualquier caso, la situación era muy distinta según los países. Hasta mediados del
siglo XVII la primacía la tuvieron las ciudades italianas, que conservaban la hegemonía
a la hora de ofrecer la más acabada formación científica en sus instituciones y en
donde, desde el siglo XVI, una rica y emprendedora burguesía estaba interesada en los
progresos de las ciencias. Más que en ningún otro lugar, las ciudades y las
universidades italianas de vieja tradición autónoma como Padua, Pisa, Bolonia, Pavía y
Florencia intentaban acaparar para sí los sabios de mayor renombre que hubiese en
Occidente, atraídos, además, por príncipes y mecenas laicos y eclesiásticos. El italiano
y el latín eran consideradas, de esta manera, las primeras lenguas científicas, de tal
manera que los científicos franceses, alemanes, holandeses e ingleses las conocían y
sus impresores las utilizaban en las ediciones de mayor difusión. Fuera de Italia, las
universidades que más cultivaron las ciencias fueron las holandesas Leiden y Utrecht.
En España, la universidad de Salamanca, que durante el siglo XVI había estado a la
cabeza de la enseñanza de la anatomía y de la astronomía de Copérnico, pareció
perder el interés y se refugió en la tradición escolástica. En Francia, sólo la universidad
de Montpellier aceptó la nueva ciencia, pues la Sorbona parisina seguía dominada por
la teología y aferrada al escolasticismo, superada por el "Collége Royal", que acogió a
Gassendi y a Roberval. Por el contrario, fueron mecenas particulares estimulados por la
tradición italiana, como Peiresc, un consejero del Parlamento de Provenza, o como el
cardenal Mazarino, apasionado bibliófilo, los que junto a las grandes ciudades de
provincia favorecieron a los primeros grupos científicos franceses. También en
Inglaterra se favoreció la ciencia desde instancias docentes oficiales, sobre todo en el
"Gresham College" de Londres, que fue el núcleo que, hacia 1660, daría paso a la
constitución de la "Royal Society". La principal crítica que los científicos hacían a las
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 111
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

universidades era que, incluso en las circunstancias más favorables, se limitaban a


hacer sitio a la nueva filosofía dentro del marco de los viejos métodos y estructuras, y
que tal adaptación no correspondía a los nuevos planteamientos científicos, que muy a
menudo tenían que emprenderse fuera de los recintos universitarios. Tras la condena
de Galileo en 1633, las medidas administrativas tomadas en los países católicos contra
el copernicanismo se endurecieron y las ideas mecanicistas de Descartes fueron
rechazadas por católicos y protestantes. Así pues, con todo esto, no debe extrañar que
la investigación tuviera que empezar al margen de los claustros universitarios y que
cuando se organizó y reconoció lo fue en instituciones de nuevo cuño, como las
sociedades científicas que se crearon durante el siglo XVII por todo el Occidente. La
mayoría de ellas nacieron como la sanción oficial de los patrocinios privados que
habían mantenido las investigaciones científicas al margen de las universidades y como
agrupaciones de personas eruditas e interesadas en determinados temas. En Italia,
bajo los auspicios del príncipe Federico Cesi, se constituyó en Roma, en 1603, la
primera academia científica bajo el nombre de "Accademia dei Lincei", de la que
formaría parte Galileo. Medio siglo más tarde, el gran duque de Toscana, Fernando II,
quiso tener en Florencia su grupo de sabios, para lo cual fundó en 1657 la "Accademia
del Cimento" en donde se encontrarán Sténon, Borelli, Redi, etc., entre 1657 y 1667. En
Francia, Colbert creó en 1666 la "Académie des Sciences", aunque mucho antes, Marin
Mersenne, religioso mínimo, preocupado por el aislamiento y la soledad de los
científicos y dispuesto a establecer la costumbre de que los científicos trabajasen y
discutiesen en común había fundado, en 1635, la "Academia parisiensis", que se
proponía agrupar a sabios de todas las ciencias. En Inglaterra se levantó, en 1660, la
"Royal Society" en el seno del "Gresham College". En Alemania, la división territorial,
las condiciones sociales y económicas y la guerra de los Treinta Años retrasaron los
progresos científicos y redujeron la eficacia de sus escuelas y universidades que eran
numerosas y excelentes. La primera sociedad científica que se fundó en Alemania fue
la "Academia de los Investigadores de la Naturaleza", la "Academia Naturae
Curiosorum", en 1652. Se trataba de una sociedad de médicos, cuya única función era
publicar las colaboraciones de sus socios en un volumen anual titulado "Miscellanea
curiosa", que tuvo una buena reputación. Pero la creación de una sociedad científica
nacional, semejante a las ya existentes en Francia e Inglaterra fue obra de un solo
hombre, el filósofo, matemático y diplomático Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716),
que encontró en Federico I de Prusia el patrocinio económico y político para crear, en
1700, la Academia de las Ciencias de Berlín, una ciudad en la que aún no existía
universidad. El fin perseguido por las academias no era otro que la difusión de la
ciencia y el fomento de los intercambios de puntos de vista entre científicos. Tales
propósitos se lograron también con la valiosa aportación de las revistas que, nacidas al
amparo de las academias, contribuyeron poderosamente a difundir por todo el
Continente y a todos los eruditos e investigadores las nuevas ideas y los nuevos
descubrimientos. Los servicios que prestaron fueron importantísimos por su elevado
nivel científico. Desde 1665 aparecieron en Francia y en Inglaterra el "Journal des
Savants" y el célebre "Philosophical Transactions", respectivamente. Más tardía (1682)
fue, en cambio, la publicación del primer número de las "Acta eruditorum" editadas en
Leipzig, que recogían reseñas de libros y artículos, aunque gozó de un prestigio enorme
entre los científicos, pues, no en vano, Leibniz era uno de sus cofundadores.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 112


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

La Ciencia y el Método
Científico.

Unidad 3
PRESENTACIÓN

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 113


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Toda investigación científica se organiza en torno de objetos construidos que no


tienen nada en común con aquellas unidades delimitadas por la percepción ingenua. La
epistemología empirista concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y
sociología como conflictos de límites, porque se imagina la división del trabajo como
división real de lo real. En la presente unidad abordaremos todos estos temas dando
respuestas a dudas que no nos han resuelto en nuestros años de estudio.

OBJETIVOS

Al finalizar el estudio de esta unidad el alumno:


 Disertar sobre algunas de las principales cuestiones Epistemológicas.
 Se fortalecerá en el conocimiento científico, con el concepto de ciencia y
con la clasificación de las ciencias.
 Sabrá sobre los paradigmas de Khun y sus aportes.

DINÁMICA PARA CONSTRUIR


EL CONOCIMIENTO

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 114


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

ACTIVIDAD PREVIA: (Trabajo independiente).

 Lea detenidamente la Unidad 3 de manera individual.


 Responda de manera escrita la Evaluación Inicial de la Unidad 3, Atrévete a
opinar.

 Haga un resumen concreto sobre toda la Unidad 3. Este resumen le ayudará a


profundizar sobre el tema.

 Una vez terminado el resumen, debe elaborar un análisis general sobre toda la
Unidad para que afiance lo leído. El análisis debe ser objetivo y discutido con
sus compañeros de CIPA una vez se reúna con ellos.

ACTIVIDAD EN GRUPO (CIPAS).

 Reunidos en sus grupos de estudios (CIPAS), lean nuevamente la Unidad 3.


 Una vez leída la Unidad 3, socialicen los resúmenes elaborados de manera
individual e independiente.

 Socialicen las respuestas de la Evaluación Inicial, Atrévete a Opinar. Estas


respuestas deben ser discutidas en el grupo.

 Desarrollen los ejercicios que se encuentra al final de la Unidad 3 y discútanlos


en el grupo de estudios. Estos ejercicios deben ser socializados en la sesión
junto con todos los compañeros de grupo y entregados al tutor.

ATRÉVETE A OPINAR

_______________________________________________
1
Epistemología; ¿Cuáles son sus principales cuestiones,
_______________________________________________
qué es?
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 115
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

2
¿Qué es ciencia, cómo la clasificaría usted?

_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
3
¿Sabe algo sobre los paradigmas de Khun?, explique sí
sabe.

_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________

3.
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________
_______________________________________________

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 116


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

UNIDAD 3.
3. LA CIENCIA Y EL MÉTODO CIENTÍFICO.

3.1 CUESTIONES EPISTEMOLÓGICAS.

Este apartado pincela el panorama del estado epistemológico contemporáneo en las


ciencias sociales, enfatizando de manera especial en la construcción del objeto de
estudio, la falsa neutralidad de las técnicas, los obstáculos epistemológicos, la vigilancia
epistemológica y los paradigmas contemporáneos. Bourdieu, Bachelard, García, De la
Garza, Popper, Kuhn, Gutiérrez y Sierra son los principales contribuyentes en el
desarrollo de esta exposición.

1. La construcción del objeto de estudio.

El hallazgo de un trozo de cerámica puede despertar diferente interés en el alfarero, el


pintor, el historiador, el antropólogo y el arqueólogo. A partir de este mismo objeto
empírico, pueden ser construidos diversos objetos de estudio. Si consideramos con de
Saussure (1985) que "el punto de vista crea el objeto", entonces una ciencia no podría
definirse por un sector de lo real que le correspondería como propio, ya Marx señaló
que la totalidad concreta, como totalidad del pensamiento, como un concreto del
pensamiento es, in fact, un producto del pensamiento y de la concepción (Bourdieu y
otros, 1990).

Toda investigación científica se organiza en torno de objetos construidos que no tienen


nada en común con aquellas unidades delimitadas por la percepción ingenua. La
epistemología empirista concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y
sociología como conflictos de límites, porque se imagina la división del trabajo como
división real de lo real. No será posible construir el objeto de estudio sin abandonar la
investigación de esos objetos preconstruidos, hechos sociales demarcados, percibidos
y calificados por la sociología espontánea, o "problemas sociales" cuya aspiración a
existir como problemas son tanto más grandes cuanto más realidad social tienen.

Un objeto de investigación, por más parcial y parcelario que sea, siempre tiene que ser
definido y construido en función de una problemática teórica que permita someter a un
sistemático examen todos los aspectos de la realidad puestos en relación por los
problemas que le son planteados. Por eso es importante no perder de vista que lo real
no tiene nunca la iniciativa puesto que sólo puede responder si se lo interroga.
Bachelard y Piaget ya postularon que el vector epistemológico va de lo racional a lo real
y no a la inversa.

En esta reflexión resulta interesente la aproximación a los "Conceptos básicos para el


estudio de sistemas complejos" de Rolando García. La postura epistemológica obvia de

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 117


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

García es construccionista. Afirma que "ningún sistema global está dado en el punto de
partida de la investigación. El sistema no está definido, pero es definible. Una definición
adecuada sólo puede surgir en cada caso particular en el transcurso de la propia
investigación" (García, 1986: 46), esta afirmación antiempirista niega que las
características del sistema estén dadas y sean accesibles a la experiencia directa de
cualquier "observador neutro".

Rolando García advierte que antiempirista no significa antiempírica. El tipo de ciencia


del cual nos ocupamos es empírico. El empirismo es una teoría según la cual hay
observables que: a) constituyen el punto de partida de todo conocimiento, b) se dan
directamente en la percepción; c) son "neutros", es decir, los mismos para todos los
individuos y comunes a todas las disciplinas. La crítica a dicha posición gira en torno a
los términos "observables" y "hechos", que tomadas en sentido literal, las afirmaciones
empíricas son insostenibles, porque no existe "observables" asequibles a la
"experiencia directa", no existe una "lectura directa" de la experiencia, porque ésta
siempre está cargada de teoría. Como observó Piaget, no hay observables puros; es
decir, todo observable supone una previa construcción de relaciones por parte del
sujeto.

Conocer significa establecer relaciones entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible,


en una materia prima que provee la experiencia, pero cuya organización depende del
sujeto. Lo anterior excluye que el conocimiento de la realidad se genere por
observaciones y por generalizaciones inductivas a partir de aquéllas. Esto no significa
caer en el apriorismo ni idealismo. Tampoco supone sostener el subjetivismo en
ninguna de sus variantes, en tanto se considera el conocimiento como un fenómeno
social y, por consiguiente, intersubjetivo.

La posición enunciada conduce a establecer distinciones importantes entre datos,


observables y hechos. Los observables son datos de la experiencia (elementos de
información) ya interpretados. Los hechos son relaciones entre observables. De ahí
resulta que cuando un investigador registra hechos, no es ni puede ser un observador
neutro. Sus registros tendrán dos componentes: serán representativos de una "realidad
objetiva", pero corresponderá a sus propios esquemas interpretativos. Este último
componente habrá funcionado en tres momentos distintos: a) en la búsqueda y
selección de los datos; b) en la interpretación de esos datos, es decir, en aquellos que
registre como observables; c) en las relaciones que establezca entre dichos
observables, para señalarlos como hechos.

La afirmación según la cual no hay observables puros puede reformularse en los


siguientes términos: cuando un investigador se aboca al estudio de un problema, no

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 118


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

parte de cero sino que pone en juego un conjunto de teorías o teorizaciones, que
constituyen un corpus de conocimiento a partir del cual abordará dicho problema. La
identificación y la selección de datos, que proveerá el soporte empírico de su estudio,
estarán determinadas por dos elementos: a) cómo define los objetivos de su
investigación orientados fundamentalmente por el tipo de preguntas a las cuales intenta
responder el investigador; b) cómo delimita el campo empírico, es decir, aquellos datos
de la experiencia que serán privilegiados o puestos prominentemente de relieve por la
investigación, en virtud de su relación con el paradigma que sustenta el investigador.

Rolando García denomina marco epistémico al corpus de conocimiento y dominio


empírico a la identificación y selección de datos. Las definiciones que adoptan en el
marco epistémico y el dominio empírico se adoptan, explícita o implícitamente, en el
punto de partida de la investigación y determinan en buena medida su derrotero.

Esta lógica epistémica ayuda a la identificación del papel que desempeñan las teorías
con relación a los observables y los hechos. Su función consiste en tornar inteligibles
los hechos, organizarlos, jerarquizarlos y explicarlos. Todo ello implica necesariamente
establecer relaciones causales entre ellos. Las relaciones causales aparecen, desde
esta perspectiva, como una atribución a la realidad empírica, de relaciones expresadas
desde el punto de vista de necesidad lógica y de coherencia en el seno de la teoría.

2. La falsa neutralidad de las técnicas

Bourdieu y otros (1990) han fundamentado que las técnicas de acopio de información
no son neutrales. Cada técnica tiene implícita una concepción de la realidad. Durante la
construcción de las técnicas es preciso evitar el etnocentrismo metodológico, lingüístico
y ético, que podría llevarnos a introducir categorías ficticias, dictadas por nuestra propia
terminología y nuestros propios criterios axiológicos, entonces sólo crearíamos
artefactos obscurecedores de la construcción del objeto científico.

La ilusión positivista que las técnicas son neutrales limita la crítica del trabajo
sociológico al examen de sus supuestos ideológicos y al de sus valores, apartándose
(por efecto de desplazamiento) del examen crítico del conocimiento sociológico.

La entrevista no dirigida rompe la reciprocidad del diálogo e incita a los sujetos a


producir un artefacto verbal, esto se agrava si no hay empatía de los mapas cognitivos,
por lo demás desigualmente artificial según la distancia entre la relación con el lenguaje
favorecido por su clase social y la relación artificial con el lenguaje que se exige de
ellos. Las técnicas de encuestas son también técnicas de sociabilidad socialmente
calificadas. La observación etnográfica hace notar el carácter ficticio y forzado de la
mayor parte de las situaciones sociales creadas por un ejercicio rutinario de la
sociología.

Si no hay registro neutral tampoco hay pregunta neutral. El sociólogo que no somete
sus propias interrogaciones a cierta dosis de vigilancia epistemológica, no podría hacer
un análisis verdaderamente neutral de las respuestas que provoca. Por ejemplo, la
concepción del tiempo y espacio varía entre los campesinos y los urbanitas, entre el
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 119
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

creyente del mito y el profano, entre el ágrafo y el no-ágrafo. Entonces una


interrogación al respecto no puede ser neutral y tener la misma validez para ambas
sociedades. Una pregunta que no sea transparente para el que la hace puede
oscurecer el objeto que construye.

"Dado que se puede preguntar cualquier cosa a cualquiera y que casi siempre alguien
tiene buena voluntad para responder cuando menos algo a cualquier pregunta, aun la
más irreal, si quien interroga, carente de una teoría del cuestionario, no se plantea el
problema del significado específico de sus preguntas, corre el peligro de encontrar con
demasiada facilidad una garantía del realismo de sus preguntas en la realidad de las
respuestas" (Bourdieu y otros, 1990: 63). Hay que evitar el etnocentrismo lingüístico y
será posible liberarse de las pre-construcciones del lenguaje más que estableciendo la
dialéctica que lleva a construcciones adecuadas por la confrontación metódica de dos
sistemas de pre-construcciones. Igual vigilancia se debe tener con las conductas y
actitudes estudiadas en determinadas coyunturas, las encuestas están expuestas a
captar sólo las actitudes u opiniones que no valen más allá de los límites de esta
situación. Habrá que remitirse a la historia para descubrir las constantes (sí es que
existen) de reacciones a situaciones nuevas.

"El cuestionario, lejos de constituir la forma más neutral y controlada de la elaboración


de datos, supone todo un conjunto de exclusiones. Para saber qué se puede hacer con
los hechos que produce, hay que saber lo que hace el cuestionario y lo que no puede
hacer. Se induce a invertir la relación que ciertos metodólogos establecen entre el
cuestionario, simple inventario de palabras, y la observación de tipo etnográfico como
inventario sistemático de actos y objetos culturales: el cuestionario no es nada más que
uno de los instrumentos de la observación, cuyas ventajas metodológicas, como por
ejemplo la capacidad de recoger datos homogéneos igualmente apreciables por un
análisis estadístico, no debe disimular sus límites epistemológicos; de manera que no
sólo no es la técnica más económica para captar las conductas normalizadas, cuyos
procesos rigurosamente ‘determinados’ son altamente previsibles y pueden ser en
consecuencia captados en virtud de la observación o la interrogación sagaz de algunos
informantes, sino que se corre el peligro de desconocer ese aspecto de las conductas,
en sus usos más ritualizados, e incluso, por un efecto de desplazamiento, a
desvalorizar el proyecto mismo de su captación" (Bourdieu y otros, 1990: 67).

No hay una operación por más elemental y automática que sea de tratamiento de la
información que no implique una elección epistemológica e incluso una teoría del
objeto. Del mismo modo, el principio de la neutralidad ética paradójicamente puede
incitar al error epistemológico que aspira prevenir. El investigador que se propone
ignorar las diferencias de valores que los sujetos sociales establecen entre obras
culturales, realiza una transposición ilegítima, en tanto incontrolada, del relativismo al
cual se ve obligado el etnólogo cuando considera culturas correspondientes a
sociedades diferentes. En consecuencia habrá que evitar el etnocentrismo ético.

La renuncia pura y simple ante el dato de una práctica que reduce el cuerpo de
hipótesis a una serie de anticipaciones fragmentarias y pasivas condena a las
manipulaciones ciegas de una técnica y genera automáticamente artefactos,
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 120
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

construcciones vergonzosas que son la caricatura del hecho metódica y


conscientemente construido, es decir, de modo científico.

Olvidar que el hecho construido puede no ser otra cosa que un artefacto, es admitir la
posibilidad de aplicar las técnicas a la realidad del objeto al que se las aplica. No es
sorprendente que los que sostienen que un objeto que no se puede captar ni medir por
las técnicas disponibles no tiene existencia científica, se vean llevados, en su práctica,
a no considerar como digno de ser conocido más que lo que puede ser medido, o peor,
a conceder sólo la existencia científica a todo lo que es pasible de ser medido.

3. Los obstáculos epistemológicos.

Bachelard ha postulado que "cuando se investigan las condiciones psicológicas del


proceso de la ciencia, se llega muy pronto a la convicción de que hay que plantear el
problema del conocimiento científico en términos de obstáculo" (1990: 15). Los
obstáculos epistemológicos son todos los elementos o procesos extra-científicos que,
interviniendo en el interior de una práctica científica, frenan, impiden o desnaturalizan la
producción de conocimientos (Castells y de Ipola, 1983). El conocimiento científico
nuevo avanza en contra de un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal
adquiridos, superando aquellos que obstaculizan a la espiritualización.

En la formación del espíritu científico, el primer obstáculo es la experiencia básica, es la


experiencia colocada por delante y por encima de la crítica, que, ésta sí, es
necesariamente un elemento integrante del espíritu científico. El espíritu científico debe
formarse en contra de la Naturaleza, en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros,
impulso y enseñanza de la Naturaleza, en contra del entusiasmo natural. El espíritu
precientífico quiere siempre que el producto natural sea más rico que el producto
artificial.

El conocimiento común es inconsciencia de sí. Pero esta inconsciencia puede captar


también pensamientos científicos. Hay que reanimar entonces la crítica y poner al
conocimiento nuevamente en contacto con las condiciones que le dieron nacimiento,
volver sin cesar a este "estado naciente" que es el estado de vigor psíquico, al instante
mismo en que la respuesta ha surgido del problema. Para que se pueda hablar
verdaderamente de racionalización de la experiencia, no es suficiente que se encuentre
una razón para un hecho. La razón es una actividad psicológica esencialmente
polítropa: ella quiere invertir los problemas, variarlos, injertar unos en otros, hacerlos
proliferar. Una experiencia, para ser verdaderamente racionalizada, debe insertarse en
un juego de razones múltiples.

En el conocimiento vulgar, los hechos se implican demasiado pronto en razones. Del


hecho a la idea, el circuito es demasiado corto. Para que un hecho sea definido y
precisado, es necesario un mínimo de interpretación. Y si esta interpretación
corresponde a un error fundamental, ¿qué queda del hecho?

"Nada ha retardado más el progreso del conocimiento científico que la falsa doctrina de
lo general que ha reinado desde Aristóteles hasta Bacon inclusive, y que aún
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 121
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

permanece, para tantos espíritus, como una doctrina fundamental del saber. [...] Hay en
efecto un goce intelectual peligroso en una generalización precoz y fácil. Un
psicoanálisis del conocimiento objetivo debe examinar cuidadosamente todas las
seducciones de la facilidad. Es con esta condición que se llegará a una teoría de la
abstracción científica verdaderamente sana, verdaderamente dinámica" (Bachelard,
1990: 66).

Por ejemplo hay que tener cuidado de las generalidades inadecuadas, se describe la
caída de los cuerpos y se concluye: "todos los cuerpos caen". Sin embargo, Aristóteles
enseñó que los cuerpos livianos, humos y vapores, fuego y llama, encontraban en el
empíreo su lugar natural, mientras que los graves buscaban naturalmente la tierra.

Habría que someter los conceptos primitivos a un proceso de deformación o


deconstrucción y estudiar las condiciones de su aplicación en el sentido mismo del
concepto. Es en esta última necesidad donde reside el carácter dominante del nuevo
racionalismo que corresponde a una sólida unión entre la experiencia y la razón. El
concepto científico que corresponde a un fenómeno particular es el agrupamiento de las
aproximaciones sucesivas bien ordenadas. La conceptualización científica necesita una
serie de conceptos en vías de perfeccionamiento para recibir el dinamismo que
tenemos en vista, para formar un eje de pensamientos inventivos. Esta
conceptualización totaliza y actualiza la historia del concepto.

Los hábitos puramente verbales son obstáculos del pensamiento científico. La simple
palabra esponja permite expresar los fenómenos más variados. "Esos fenómenos se
expresan: se cree entonces explicarlos. Se les reconoce: se cree entonces conocerlos.
Sin embargo, en los fenómenos designados por la palabra esponja, el espíritu no es la
víctima de una potencia sustancial. La función de la esponja es de una evidencia tan
clara y distinta que ni se siente la necesidad de explicarla. Al explicar los fenómenos
mediante la palabra esponja, se tendrá pues la impresión de caer en un
substancialismo oscuro; tampoco se tendrá la impresión de que se está haciendo
teorías puesto que aquella función es totalmente experimental" (Bachelard, 1990: 88).

Réaumur considera el aire como esponja, y mucho más esponjosa que todos los demás
cuerpos o reunión de cuerpos con los que se pueda comparar. Se comprime, puede ser
enrarecido. Así esta metáfora se aparta de la verdad. Ahí hay una apariencia engañosa.
No es tan fácil desterrar a las metáforas en el exclusivo reino de las expresiones.
Quiérase o no, las metáforas seducen a la razón. Son imágenes particulares y lejanas
que insensiblemente se convierten en esquemas generales. Un psicoanálisis del
conocimiento objetivo debe pues aplicarse a decolorar, sino a borrar, estas imágenes
ingenuas. En la mentalidad científica la analogía desempeña su papel después de la
teoría. En la mentalidad precientífica lo hace antes.

El conocimiento unitario pragmático es otro obstáculo para el conocimiento científico.


Sin duda, todo autor está animado por el deseo de valorizar el tema que ha elegido.
Quiere mostrar, desde su prefacio, que tienen un tema. Pero los actuales
procedimientos de valorización son más discretos; están íntimamente vinculados con el
contenido de la obra.
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 122
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Para el espíritu precientífico la unidad es un principio siempre deseado, siempre


realizado con poco esfuerzo. No hace falta más que una mayúscula. No se puede
concebir que la experiencia se contradiga y tampoco que se separe en
compartimientos. Lo que es verdad para lo grande debe ser verdadero para lo pequeño
e inversamente. Frente a la menor dualidad se sospecha un error. Esta exigencia de
unidad plantea una cantidad de falsos problemas. Las analogías paracélsicas entre los
astros y los metales, entre los metales y las partes del cuerpo, establecen una especie
de triángulo universal que une el Cielo, la Tierra y el Hombre, y genera
correspondencias ultrabaudelerianas donde las fantasías precientíficas se transponen
sin fin. Esta trilogía es tan convincente que se llega hasta confiar en ellas para el
tratamiento de las enfermedades. Obviamente, tales analogías no favorecen ninguna
investigación científica, al contrario, ellas conducen a fugas del pensamiento.

El obstáculo sustancialista se compone de la reunión de las intuiciones más alejadas y


hasta las más opuestas. El espíritu precientífico centra sobre un objeto todos los
conocimientos en los que ese objeto desempeñe un papel, sin preocuparse por las
jerarquías de los papeles empíricos. Une directamente a la sustancia las distintas
cualidades, y sean estas profundas o superficiales, manifiestas u ocultas. Podría, sin
embargo, distinguirse un substancialismo de lo oculto, un substancialismo de lo íntimo,
un substancialismo de la cualidad evidente. Pero, una vez más, tales distinciones
conducirán a olvidar el carácter vago e infinitamente tolerante de la sustancialización;
conducirán a descuidar ese movimiento epistemológico que va alternativamente del
interior al exterior de las sustancias, prevaliéndose de la experiencia exterior evidente,
pero alojando la crítica en las profundidades de la intimidad.

La idea sustancialista es ilustrada frecuentemente mediante una simple presentación.


Es necesario que algo encierre, que la cualidad profunda sea encerrada. Para el
espíritu precientífico, la sustancia tiene un interior, o mejor aún, la sustancia es un
interior. La sustancialización de una cualidad inmediata, captada en una intuición
directa, da lugar a una explicación breve, perentoria y carece del rodeo teórico que
obliga el espíritu científico a criticar a la sensación. En efecto, para el espíritu científico,
todo fenómeno es un momento del pensamiento teórico, un estadio en el pensamiento
discursivo, un resultado preparado.

La sustancialización lleva por ejemplo a considerar que los cuerpos livianos se adhieren
a un cuerpo electrizado, he ahí una imagen inmediata de ciertas atracciones. De esta
imagen aislada, que no representa sino un momento del fenómeno total o que debiera
ubicarse en una descripción correcta sin fijar bien su lugar, el espíritu precientífico hará
un medio absoluto de explicación, y, por tanto, inmediato. Dicho de otro modo, el
fenómeno inmediato será tomado como el signo de una propiedad sustancial:
enseguida toda investigación científica será detenida, porque la respuesta sustancialista
sofoca todas las preguntas, se emprende un mal camino donde los falsos problemas
auscultarán experiencias sin valor, cuyo resultado negativo carecerá hasta de papel
advertidor.

En el espíritu precientífico, la necesidad de sustantificar las cualidades es tan grande


que cualidades puramente metafóricas pueden llegar a ser planteadas como
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 123
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

esenciales. Es así que Borhaave no titubea en atribuir al agua, como cualidad primaria,
la suavidad; en contraste, para Pott, no es la suavidad, sino la dureza, la cualidad
esencial del agua.

Otro síntoma de la seducción sustancialista es la acumulación de adjetivos para un


mismo sustantivo. En cambio el progreso del pensamiento consiste en disminuir el
número de adjetivos que convienen a un sustantivo. Para el pensamiento precientífico,
el aguardiente de ginebra tiene 17 propiedades farmacéuticas, en cambio la ciencia
farmacéutica moderna ve, en la sustancia, una cualidad y una sola: El ideal es el
remedio monofuncional, el sustantivo provisto de un solo adjetivo. Vale decir que,
mediante la sustancia, se tiende a realizar un atributo bien definido.

Así como los obstáculos descritos hasta aquí, la libido, los conocimientos cuantitativos,
el mito de la digestión y otros también se comportan como causas de estancamiento y
hasta de retroceso del conocimiento científico, en consecuencia, debemos inducir a que
durante el proceso de construcción de conocimientos científicos se debe aplicar
constantemente una buena dosis de vigilancia epistemológica.

4. La vigilancia epistemológica.

La vigilancia epistemológica ha sido reflexionada por Bourdieu y otros (1990), cuyos


postulados centrales exponemos. El método no puede ser disociado de la práctica. No
existe el método por el método. La enseñanza de la investigación requiere, de quienes
la conciben y de los que la reciben, una referencia directa y constante a la experiencia
en primera persona de la práctica. Se debe inducir una constante vigilancia
epistemológica en la práctica investigativa que permita ubicar el error y los mecanismos
que tiendan a superarlo.

La epistemología se esfuerza por captar la lógica del error para construir la lógica del
descubrimiento de la verdad como debate contra el error y como esfuerzo para someter
las verdades próximas a la ciencia y los métodos que utiliza a una rectificación
metódica y permanente. El investigador puede encontrar un instrumento privilegiado de
vigilancia epistemológica en la sociología del conocimiento, como medio para
enriquecer y precisar el conocimiento del error y de las condiciones que lo hacen
posible.

Bourdieu y otros (1990) reflexionan sobre toda práctica, buena o mala, y de concretar
en preceptos prácticos el principio de vigilancia epistemológica. Luego intenta la
definición de la función y las condiciones de aplicación de los esquemas teóricos para la
construcción del objeto de estudio. Los conceptos y los métodos podrán ser utilizados
como instrumentos que se abren a nuevos usos. Sus reflexiones los llevan a proponer
que el problema de la filiación de una investigación sociológica a una teoría particular
acerca de lo social, la de Marx, la de Weber o la de Durkheim por ejemplo, es siempre
secundario respecto del problema de la pertenencia de esta investigación a la ciencia
sociológica: el único criterio de esta pertenencia reside en la aplicación de los principios
fundamentales de la teoría del conocimiento sociológico que de ningún modo separa a
autores a los que todo aleja en el plano de la teoría del sistema social. Aunque la
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 124
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

mayoría de ellos han llegado a confundir su teoría particular del sistema social con la
teoría del conocimiento de lo social que abrazaban, por lo menos implícitamente en su
práctica sociológica, el proyecto epistemológico puede permitirse esta distinción
preliminar para vincular autores cuyas oposiciones doctrinarias ocultan el acuerdo
epistemológico.

A la tentación de transformar los preceptos del método en recetas de cocina científica o


en objetos de laboratorio, sólo puede oponérsele un ejercicio constante de la vigilancia
epistemológica que proscriba la comodidad de una aplicación automática de
procedimientos probados y señale que toda operación debe repensarse a sí misma y en
función del caso particular.

Hay necesidad de desarrollar los medios para adquirir una disposición mental que sea
condición de la invención y de la prueba. "Si va de suyo que los automatismos
adquiridos posibilitan la economía de una invención permanente, hay que cuidarse de la
creencia de que el sujeto de la creación científica es un automaton spirituale que
obedece a los organizados mecanismos de una programación metodológica constituida
de una vez para siempre, y, por tanto, encerrar al investigador en los límites de una
ciega sumisión a un programa que excluye la reflexión sobre el programa, reflexión que
es condición de invención de nuevos programas" (Bourdieu y otros, 1990: 18).

La mayoría de los errores a los que se exponen la práctica sociológica y la reflexión


sobre la misma radica en una representación falsa de la epistemología de las ciencias
de la naturaleza y de la relación que mantiene con la epistemología de las ciencias del
hombre. El dualismo de Dilthey piensa la especificidad del método de las ciencias del
hombre oponiéndole una imagen de las ciencias de la naturaleza originada en la mera
preocupación por diferenciar. El positivismo está preocupado por imitar una imagen de
la ciencia natural fabricada según las necesidades de esta imitación. Ambos ignoran la
filosofía exacta de las ciencias exactas. El carácter subjetivo de los hechos sociales y
su irreductibilidad a los métodos rigurosos de la ciencia conforma una constante en la
historia de las ideas que la crítica del positivismo mecanicista sólo reafirma. Durkheim
refutaba: "la sociología nació a la sombra de las ciencias de la naturaleza y en contacto
íntimo con ellas [...]. Es natural que algunos de los primeros sociólogos se equivocaran
al exagerar este acercamiento hasta el punto de desconocer el origen de las ciencias
sociales y la autonomía que deben disfrutar respecto de las otras ciencias que las han
precedido. Pero esta exageración no debe hacer olvidar toda fecundidad de los
orígenes más importantes del pensamiento científico" (citado por Bourdieu y otros,
1990: 20).

Para superar las discusiones académicas y las formas académicas de superarlas, es


necesario someter la práctica científica a una reflexión que, a diferencia de la filosofía
clásica del conocimiento, se aplique no a la ciencia hecha, sino a la ciencia que se está
haciendo. Tal tarea epistemológica consiste en descubrir en la práctica científica,
amenazada por el error, las condiciones en las cuales se puede discernir lo verdadero
de lo falso, de un conocimiento menos verdadero a otro más verdadero, a un saber
aproximado o rectificado.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 125


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

El conocer –postula Bachelard- debe evolucionar junto con lo conocido. Lo que equivale
a afirmar que es inútil buscar una lógica anterior y exterior a la historia de la ciencia que
se está haciendo. Para captar los procedimientos de la investigación es necesario
analizar como operan en lugar de encerrarla en la observancia de un decálogo de
procedimientos que quizá no deban parecer adelantados respecto de la práctica real
sino por el hecho de que son definidos por adelantado. La fascinación por el hecho de
que en matemáticas evitar el error es cuestión de técnica, se pretende definir la verdad
como el producto de una actividad intelectual que responde a ciertas normas. La
exhortación insistente por una perfección metodológica puede provocar un
desplazamiento de la vigilancia epistemológica. El ritual de procedimientos es la
caricatura del rigor metodológico y es opuesto a la vigilancia epistemológica.

Bachelard ha establecido que el hecho científico se conquista, se construye y se


comprueba. Lo anterior implica rechazar al empirismo que reduce el acto científico a
una comprobación y el convencionalismo que sólo le opone los preámbulos de la
construcción. La comunidad sociológica persiste en olvidar hoy la jerarquía
epistemológica de los actos científicos que subordina la comprobación a la construcción
y la construcción a la ruptura.

Bourdieu comenta sobre los tres grados de la vigilancia de Bachelard: El primero, como
espera de lo esperado o aun como atención a lo inesperado, es una actitud del espíritu
empirista. Segundo, supone la explicitación de los métodos y la vigilancia metódica
indispensable para la aplicación metódica de los métodos; en este nivel se implanta el
control mutuo del racionalismo y el empirismo mediante el ejercicio de un racionalismo
aplicado que es la condición de la explicitación de las relaciones adecuadas entre la
teoría y la experiencia. Tercero, aparece la interrogación propiamente epistemológica,
la única capaz de romper con el "absoluto del método" como sistema de las "censuras
de la Razón", y con los falsos absolutos de la cultura tradicional que puede seguir
actuando en la vigilancia del segundo grado. La libertad, tanto respecto de la cultura
tradicional como de la historia empírica de las ciencias, obtenida por esta "crítica
aguda", conduce a un "pragmatismo sobrenaturalizante" que busca en una historia
recompuesta de los métodos y las teorías un medio para superar los métodos y las
teorías. Así, la sociología del conocimiento y de la cultura y la sociología de la
enseñanza de las ciencias, es un instrumento casi indispensable de la vigilancia del
tercer grado.

Es de considerar también la propuesta de Ganguilehm (ver Bourdieu y otros, 1990) con


relación a los siguientes axiomas: a) Principio teórico del error: La verdad sólo tiene
pleno sentido al cabo de un debate. No podría haber aquí una verdad primera. Sólo hay
errores primeros. Una verdad sobre un fondo de error, tal es la forma del pensamiento
científico. b) Depreciación especulativa de la intuición: Las intuiciones son muy útiles:
sirven para ser destruidas. Este axioma se convierte en norma de confirmación según
dos fórmulas: en toda circunstancia, lo inmediato debe dar lugar a lo construido, y todo
dato debe ser reencontrado con un resultado. c) Planteamiento del objeto como

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perspectiva de las ideas: Comprendemos lo real en la misma medida en que la


necesidad se organiza. Nuestro pensamiento va hacia lo real, no parte de éste.

5. Principales paradigmas metodológicos contemporáneos.


1. El racionalismo bachelardiano.

Usualmente se identifica al racionalismo con la concepción idealista, porque sostiene


que el origen del conocimiento es la razón. Sin embargo, hay matices en esta corriente.
Bachelard se abocó a su rescate, para él las generalidades de la filosofía impiden el
conocimiento fáctico, el conocimiento de los hechos en su particularidad. Si un filósofo
habla de conocimiento, lo quiere directo, inmediato, intuitivo. Si habla de la experiencia,
se trata de su propia experiencia, su visión del mundo, describe su visión personal y la
filosofía contemporánea se convierte en una borrachera de personalidad.

El conocimiento científico supera la nebulosidad de la filosofía, porque identifica las


particularidades de los objetos. El conocimiento filosófico especulativo. El pensar
científico está dirigido hacia un objeto; por tanto, es una fuerza que actúa y no una
sustancia que sólo existe. Así entendida la ciencia, puede ser verificada.

El realismo y el racionalismo forman parte de la acción científica. El quehacer científico


requiere de una constante renovación metodológica. El nuevo espíritu científico es
dinámico y debe tener un ímpetu inagotable en el que las herencias, las tradiciones, los
esquemas, los métodos, no se asuman como dogmas, sino que se rehacen, modifican
o adecuan, de conformidad particular sobre el objeto investigado (Bachelard, 1990).

El proyecto es el a priori intelectivo para que el científico se involucre con el objeto


particular de su atención. Por tanto, cada proyecto responde a un objeto y de cada
objeto se debe hacer una investigación particular. En cada caso, conceptos, las
categorías y los métodos son instrumentos heurísticos.

El método es flexible y dinámico e instrumental. Cuando se observa no hay que confiar


nada a los hábitos. El método es un cuerpo con su aplicación. Los métodos generales,
únicos, son contrarios al espíritu científico. La vigilancia debe ser una norma entre
método usado y objeto estudiado. Debe darse una metodología del método particular;
éste sería una metodología de ruptura con las formas de conocimientos dogmáticos y
tradicionales.

Bachelard ha influido, entre otros, en Althuser, Bourdieu, Chamborendon y Passeron.


Así, el obstáculo epistemológico entre las concepciones tradicionales y la razón
innovadora, la realización de la ruptura, la negación del empirismo y la aplicación del
racionalismo, son fundamentos básicos de El oficio del sociólogo.

El método abstracto, el método como discurso es sometido a crítica. El método no es


un catecismo. El metodólogo tampoco es un sumo sacerdote. Los teóricos y
metodólogos que se dedican al ejercicio de la teoría por la teoría misma, o de la
metodología por la metodología misma, pierden en sus exámenes el objeto de estudio y
sus razonamientos son estériles e infructuosos. Hay necesidad de rescatar la
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investigación empírica y vincularla con la reflexión teórico-metodológica para hacer de


la actividad sociológica una práctica científica.

La práctica científica es la ciencia que se construye, la ciencia que se hace en el trabajo


diario y sometida a la reflexión epistemológica. La práctica científica tiene como
finalidad el conocimiento del objeto, el conocer cómo se conoce el objeto y el proceso
del conocimiento, es decir, la construcción científica. La esencia de la epistemología es
captar la lógica del error para construir la lógica del descubrimiento de la verdad como
debate contra el error y como esfuerzo para someter las verdades próximas a la ciencia
y los métodos que utiliza a una rectificación metódica y permanente.

2. El racionalismo crítico popperiano.

Popper es antimarxista y califica al marxismo como dogmático y pseudocientífico.


Popper critica a los filósofos que se sustraen a la discusión racional: Dios se habla a sí
mismo, porque no tiene a nadie a quien valga la pena de hablar, pero un filósofo
debería saber que no es más divino que los demás hombres.

El tema es el conocimiento y el cómo se conoce, por tanto, es un problema


epistemológico. Según Popper "cabe abordar el problema de la epistemología por dos
lados distintos: 1) como el problema del conocimiento del sentido común u ordinario, y
2) como el del conocimiento científico" (Gutiérrez, 1986: 105). Los problemas más
importantes y más activos han de ser completamente invisibles para el primero. El
proceso del conocimiento es único, tanto para el conocimiento científico como para el
ordinario, la diferencia radica en que el primero es una ampliación del segundo. La labor
de la epistemología popperiana es identificar el conocimiento científico. Su centro de
estudio es la lógica del conocimiento o los sistemas de enunciados que intentan ser
reflejo de la realidad exterior en el sujeto cognoscente. "La realidad solamente se puede
representar por medio de enunciados; el objeto, la cosa, solamente la representamos
en nuestro conocimiento como objetos y cosas pensadas, y esas representaciones son
enunciadas" (Gutiérrez, 1986: 105).

La metodología de Popper implica tener una posición crítica para reconocer que los
enunciados son teorías, y éstas, no dejan de ser meras conjeturas; verificar la solidez
de una teoría por medio de la contrastación deductiva y su acercamiento a la verdad
mediante la demarcación y la falsificación o contrastabilidad. El procedimiento del
conocimiento es el método de ensayo y eliminación de error. Para Popper, la
metodología será científica si el proceso de conocimiento se desarrolla en la tríada:
problema-conjetura-refutación (crítica).

El conocimiento de la realidad se basa, según Popper, en cuatro puntos fundamentales:


1) Se acepta la existencia de un mundo real independientemente de las experiencias
subjetivas; 2) La existencia de lo real no puede ser demostrada subjetivamente, pero se
acepta el realismo como doctrina que afirma la existencia del mundo real no subjetivo;
3) Los conocimientos son intentos de los sujetos por descubrir el mundo real; y 4) Los
sujetos nunca podemos estar ciertos de que nuestro conocimiento es verdadero, pero

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en algunas ocasiones nos podemos dar cuenta que el conocimiento que se tienen de la
realidad va aumentando.

El realismo es una evidencia intelectual y sensible en la que se basa el valor de todo el


conocimiento. Toda afirmación sobre las realidades es meramente una proposición y
como tal, el conocimiento no tiene ninguna base infalible ni en los sentidos ni en la
razón, por lo tanto, el conocimiento avanza mediante la elaboración de hipótesis a
priori, las cuales deben ser audaces e ingeniosas. La hipótesis ha de estar presente
antes que la observación o percepción. La cotidianidad nos da el conocimiento innato,
con él elaboramos nuestra hipótesis que nos permiten exponer nuestras teorías sobre
la realidad. Si no se puede alcanzar certeza, todo nuestro conocimiento es conjetural.
Se supone que la realidad es una forma determinada, pero no hay certeza de ello, por
tanto, no hay una teoría verdadera.

No obstante, algunas teorías son admitidas como enunciados verdaderos, para verificar
esa afirmación se requiere hacer una contrastabilidad por medio de: 1) La comparación
lógica de las conclusiones unas con otras (verifica la coherencia interna del sistema); 2)
El estudio de la forma lógica de la teoría (para determinar su carácter empírico o
científico); 3) Comparación con otras teorías para examinar si la teoría es un adelanto
científico; 4) Contrastarla por medio de la aplicación empírica.

La inducción no es convincente para Popper. Se debe utilizar una metodología


deductiva. Al rechazar el método de la inducción, priva a la ciencia empírica de lo que
parece ser su característica más importante; esto quiere decir que hace desaparecer
las barreras que separan la ciencia de la especulación metafísica. La razón para
rechazar la lógica inductiva es que no proporciona un rasgo discriminador apropiado del
carácter empírico, no metafísico, de un sistema teórico; es decir, que no proporciona un
criterio de demarcación apropiado.

El criterio para delinear la demarcación entre ciencia y pseudociencia (metafísica) él la


encuentra en la falsación frente a la verificabilidad. Para Popper, la falsación es el
procedimiento inverso para corroborar la solidez de una teoría calificada como
científica. La corroboración se hace por medio de la verificabilidad (o la comprobación).
Ninguna teoría científica es sacrosanta. Ninguna teoría puede ser tenida por acabada.
Las teorías tienen validez histórica que explican los fenómenos de conformidad con el
grado de avance de la ciencia vigente. Pero cualquier teoría, sólo podrá mantener su
validez, si en vez de verificarse, la sometemos a un riguroso proceso de falsación.

La ciencia progresa mediante su falsación. Se dice que una hipótesis está falsada si
fueron aceptados los enunciados básicos que la contradigan. La falsación es aceptada
sólo si se propone y corrobora una hipótesis empírica y se la denomina hipótesis
falsadora. El requisito de que la hipótesis falsadora ha de ser empírica y, por tanto,
falsable, quiere decir exclusivamente que debe encontrase en cierta relación lógica con
respecto a los posibles enunciados básicos, así pues, lo que exigimos atañe sólo a la
forma lógica de la hipótesis.

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La falsación implica que puede ser refutada experimentalmente. La falsabilidad puede


ser formulada en forma de prohibiciones (o enunciados existenciales negativos), como
por ejemplo: "No existe un sistema físico cerrado, tal que la energía cambie en otra
parte" (primera ley termodinámica). O, "no existe una máquina con una eficiencia del
100 por 100 (segunda ley). Se puede mostrar que los enunciados universales y los
existenciales son lógicamente equivalentes. Esto nos permite formular todas las leyes
universales del modo indicado; es decir, como prohibiciones.

En el conocimiento científico la falsación no cumple únicamente el papel de negar, sino


de exponer nuevas hipótesis que corroboren la teoría falseada. La falsación permite
identificar la validez de los enunciados con la que aprehendemos la realidad, y nos
permite, además, contrastar la veracidad de esa relación. La falsación permite descubrir
y eliminar errores, es decir, se trata del método de ensayo y error.

Si encaramos con un problema que no comprendemos, hay que intentar resolverlo


criticando él mismo su solución o haciendo que otros le critiquen. Así se localizará la
dificultad y daremos un paso para la comprensión del problema. Cuando hayamos
fracasado 100 veces nos habremos vuelto expertos en ese problema en particular.

El método de Popper es de ensayo y del error, de la conjetura y la refutación de


proponer teorías intrépidamente; de hacer todo lo posible por probar que son erróneas;
y de aceptarlas tentativamente, si nuestros esfuerzos críticos fracasan.

Entre varias teorías, estos son los criterios para preferir unas frente a otras: Sólo hay
preferencia cuando existen teorías rivales que ofrecen soluciones a los mismos
problemas. Debe interesarse por la falsedad. Si supera el enunciado falso se aproxima
más a la verdad. Aún cuando no se refute la nueva teoría por una nueva contrastación
se le considerará superior a su antecesora. Considerar posible la falsedad de cualquier
teoría. Construir una ley falsadora. El sistema de eliminación de teorías nos llevará
hacia la verdad (aproximativa). La existencia de varias teorías reinicia el proceso. La
teoría nueva contiene la vieja. Este es un método crítico.

3. Las revoluciones científicas.

Thomas S. Kuhn (1995), físico e historiador de la ciencia, se preocupa


sobre los elementos psicosociales de la comunidad científica: lo
sociológico de la praxis científica y su influencia sobre la aceptación de
teorías de la ciencia; se esfuerza por comprender las condiciones de la
actividad científica en los diversos momentos históricos.

Kuhn define la "ciencia normal" por el consenso prevalescente entre los


miembros de una comunidad científica con respecto a los conceptos y
teorías utilizadas, pero en su preocupación no eran estos consensos los
que andaba buscando. Kuhn introduce el concepto de paradigma como
"una forma estandarizada de resolver problemas científicos que se
aceptaban por una comunidad científica determinada, así entendido, el
paradigma venía a equipararse con la "ciencia normal".
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La ciencia no se desarrolla por acumulación de conocimientos, sino que


es una actividad histórico social desarrollada por una comunidad de
científicos. La ciencia puede ser "normal" o "extraordinaria". La ciencia
normal contextúa a la investigación basada en una o más realizaciones
científicas, realizaciones que alguna comunidad científica particular
reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento de su práctica
posterior.

La práctica científica adoptada para resolver todo tipo de problemas es a


lo que Kuhn llama paradigma (término muy ligado a la "ciencia normal").
Los hombres cuya investigación se basa en paradigmas compartidos
están sujetos a las mismas reglas y normas para la práctica científica. La
"ciencia normal" es la continuación de una tradición particular de la
investigación científica. Ninguna parte de la "ciencia normal" está
encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos (a los fenómenos que
no escapan en su esquema ni siquiera lo ven), tampoco tienden a
descubrir nuevas teorías. Son intolerantes con los cambios teóricos
metodológicos y en determinadas circunstancias pueden convertirse en
obstáculos, cuya superación puede llevar a una revolución científica.

La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir


una nueva tradición de ciencia normal, está lejos de ser un proceso de
acumulación al que se llegue por medio de una articulación o una
ampliación del antiguo paradigma. Es más bien una reconstrucción del
campo.

El paso de un paradigma a otro es la revolución científica. Es un


desarrollo científico no acumulativo en que un paradigma es reemplazado
por uno nuevo. El nuevo paradigma expone su teoría, método y fórmulas
de experimentación y comprobación hasta convertirse en una nueva
tradición de ciencia normal.

Entonces el cambio de paradigmas de la ciencia normal del primer


paradigma se convierte en "ciencia extraordinaria". El nuevo paradigma
debe ser capaz de resolver un problema que de ninguna otra forma pudo
solucionarse, y debe preservar una parte de la habilidad para la solución
de problemas que la ciencia ha adquirido a través de sus paradigmas
anteriores.

4. La hermenéutica.

La hermenéutica es el arte de interpretar y comprender. Se trata de


interpretar el sentido de un fenómeno y realizar la comprensión del mismo.
Inicialmente la hermenéutica fue aplicada a la poética, después fue
ampliando su campo de intervención a la filológica, como un arte de
recensión de textos, de crítica superior, de interpretación y valoración
fundada en la comprensión íntima del idioma. La hermenéutica en la
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teología interpreta la Biblia como texto y busca develar su significado


yacente. La hermenéutica jurídica es un medio para subsanar ciertas
deficiencias de la dogmática jurídica. La hermenéutica lingüística busca
entender el sentido de las expresiones lingüísticas de acuerdo con el
contexto histórico y las formas de comportamiento de los individuos en
sociedades, asimismo busca lo no-manifiesto, lo intencional como lo no-
intencional.

La hermenéutica psicoanalítica es considerada como el método de


investigación del inconsciente, método mediante el cual las regiones más
íntimas y ocultas del espíritu pueden ser puestas en evidencia y
estudiadas. El método de Freud es la interpretación realizada a partir de
una serie de elementos disociados que se van integrando paulatinamente
por medio del cuestionamiento y la atención a las respuestas para
entrelazar las ideas e interpretarlas. El método de Freud hace descubrir
que un fenómeno significa aquello que parece dar a entender, pero que
también puede expresar su negación. La interpretación se convierte así en
el método del psicoanálisis, el cual tiene una fuerte presencia en los
procesos del conocimiento contemporáneo. Por último, la hermenéutica
filosófica como método general es enfatizada especialmente en su
componente de comprensión (Gutiérrez, 1986).

Desde la antropología simbólica, la cultura es vista y analizada como un


conjunto de formas simbólicas. Clifford Geertz (1987), creyendo que el
hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha
tejido, postula que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura
ha de ser, por tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino
una ciencia interpretativa en busca de significaciones.

No obstante, es de reconocer también el aporte de Iuri Mijailovich Lotman


y la Escuela de Tartu con respecto al análisis simbólico de la cultura. En
Lotman la más habitual idea del símbolo está ligada a la idea de cierto
contenido que, a su vez, sirve de plano de expresión para otro contenido,
por lo regular más valioso culturalmente. En el símbolo siempre hay algo
arcaico que es la capacidad de conservar en forma condensada textos
extraordinariamente extensos e importantes. El símbolo puede no
incorporarse a ninguna serie sintagmática, y si se incorpora a ella,
conserva su independencia de sentido y estructura. Pero puede entrar a
otro entorno textual. Nunca pertenece a un solo corte sincrónico de la
cultura, siempre atraviesa ese corte verticalmente, viniendo del pasado y
proyectándose al futuro. En este sentido, el símbolo representa uno de los
elementos más estables del continuum cultural. Transporta textos,
esquemas de sujet y otras formaciones semióticas de una capa de la
cultura a otra. En consecuencia, el símbolo tiene una doble naturaleza: es
a la vez invariante, de ahí que actúe como algo que no guarda
homogeneidad con el espacio textual que lo rodea, un mensajero de otras
épocas culturales, como un recordatorio de los fundamentos antiguos de
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la cultura; pero al mismo tiempo es variante, se correlaciona activamente


con su contexto cultural, se transforma bajo su influencia, y a su vez, lo
transforma (Lotman, 1993).

5. La metodología en el marxismo.

Los principios del método marxista son conocer y comprender la realidad


como praxis, no detenerse en las apariencias sensibles sino buscar las
esencias subyacentes, la praxis entendida como criterio de verificación, la
unidad de la teoría y la praxis, estudio del objeto de investigación en sus
formas más perfectas y aspectos dominantes y comenzando por la célula
más simple, enfoque de la realidad en su génesis y movimiento histórico y
en su concatenación dinámica, enfoque totalizador del objeto de estudio,
consideración de las ideas como expresión de las relaciones sociales y
éstas como expresión del modo de producción y de las fuerzas
productivas, en fin, la dialéctica como ciencia de las leyes del movimiento
y evolución de la naturaleza, sociedad y pensamiento (Sierra, 1984).

El procedimiento de la actuación en el método marxista comprende: 1) El


método de investigación que consiste en el paso de lo concreto sensible
hacia la abstracción como negación de lo inmediato, que significa el
análisis conceptual y la asimilación en detalle y descubrimiento de los
nexos internos y las formas del desarrollo. 2) El método de exposición que
consiste en el paso de lo abstracto a lo concreto pensado y expone el
movimiento real de los fenómenos estudiados. En consecuencia, el
método marxista se puede denominar como "el método del concreto-
abstracto-concreto", a condición de entender al primero como lo concreto
sensible y a lo último como concreto pensado (De la Garza, 1988).

Por último, los rasgos del método marxista son: 1) analítico, porque
abstrae los aspectos más relevantes, 2) histórico: explica las diversas
formas de desarrollo, y 3) estructural, pretende descubrir la estructura
interna o sistema de vínculos.

6. La metodología como negación del método.

Gutiérrez (1986) expone que Paul Feyerabend elabora la idea de negar el método como
método. Feyerabend postula que la negación también se constituye en un método.
Desarrolla la idea de un método que contenga principios científicos, inalterables y
obligatorios que entra en dificultades al ser confrontada con los resultados de la
investigación histórica. Encuentra que no hay una sola regla que no sea infringida en
una ocasión o en otra. Esas infracciones no son accidentales, sino necesarias para el
progreso. La revolución copernicana o el surgimiento del atomismo ocurrieron fuera de
las reglas o porque las violentaron. Resulta, pues, sugestiva la idea que los avances se
han realizado porque no se respetaron los métodos rígidos. El "todo vale" es el único
principio de la metodología anarquista.

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El planteamiento anarquista elabora y programa hipótesis inconsistentes, sugiere


proceder contrainductivamente además de proceder inductivamente, elabora o inventa
teorías que sean inconsistentes con el punto de vista común, conserva la libertad de
creación para descubrir y cambiar las propiedades del mundo, y está en favor de una
metodología pluralista.

Epistemológicamente, el planteamiento anarquista recomienda no trabajar con


conceptos estables, no eliminar la contrainducción y no dejarse seducir pensando que
se ha encontrado la descripción correcta de los hechos.

3.2 BREVE EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CIENCIA.

En el siglo XIX se produce un gran desarrollo de las ciencias , en el que se detectan


influencias del materialismo procedente de la etapa anterior y de una cierta
cientifización (que lleva a intentar explicar todo, incluso el mundo social, en clave
científica), y en el que se sientan las bases epistemológicas de modelos posteriores*.
Hegel (1770-1831) establece las bases de la dialéctica; Comte (1798-1857), al proponer
el positivismo, tienen un gran impacto en la filosofía de la ciencia (cuyos efectos se
sienten en la actualidad) y lleva a sus extremos el reduccionismo empirista, que genera
gran confianza en conseguir un conocimiento “científico”; Marx (1818-1883) realiza
contribuciones que propician un reduccionismo materialista al que se le reconoce fuerte
influencia sobre economía y sociología, y que puede servir de fundamento a una
economía que, más allá del interaccionismo, resalte el papel activo del sujeto (dado que
en la filosofía de Marx se resalta que la persona es un producto sociohistórico tanto
como la sociedad y la historia es una producción de la persona).

Hay que resaltar a Dilthey (1833-1910) y su distinción entre ciencias comprensivas (o


del espíritu) y ciencias explicativas (o de la naturaleza). Considera a la economía como
ciencia de la naturaleza. El filósofo alemán Windelband (1848-1915) acuñó los términos
de nomotético e idiográfico, para resaltar las dos orientaciones metodológicas básicas
de las ciencias sociales, y que sientan las bases para una de las polémicas clásicas de
la economía: el estudio de lo general (o de leyes generales) o de la individualidad
(encaminados a resaltar la naturaleza única del individuo).

3.3 CARACTERÍSTICAS DE LA CIENCIA MODERNA.

El gran éxito de la ciencia consistió en dividir los problemas complicados en partes


sencillas, más fáciles de estudiar. Así, por ejemplo, Gregor Mendel, fundador de la
Genética (1863), no se dedica a hacer consideraciones generales sobre los parecidos
entre padres e hijos, sino que, cultivando guisantes en el jardín de su monasterio, se fija

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en caracteres muy concretos: el color de las semillas, o el color de las flores, y estudia
como se hereda esa única característica. 

La segunda gran aportación de la ciencia moderna es describir los fenómenos con un


lenguaje matemático. Mendel cuenta el número de guisantes verdes y el número de los
amarillos y saca sus conclusiones con el dato de las probabilidades de cada color. 

De esta forma se consigue conocer la realidad con una gran eficacia y se han podido
desarrollar las tecnologías que tan profundamente influyen en nuestra forma de vivir.

Qué es la Ciencia.

La palabra Ciencia (del latín scientia) significa conocer o discernir. Indica lo que se
conoce a través de la observación, el estudio y la experimentación. Francis Bacon, uno
de los fundadores de la ciencia moderna, al meditar sobre lo que era el conocimiento y
como adquirirlo propuso la siguiente regla: observa, mide, explica y luego verifica. 

 Se usa el término "ciencia" con dos significados algo distintos que conviene distinguir.
Por un lado para designar el conjunto de conocimientos adquiridos a través de la
observación, el estudio y la experimentación; y, por otro, para llamar al método por el
cual obtenemos estos conocimientos.

El conocimiento científico.

Las proposiciones que hace la ciencia deben tener una serie de características. Deben
poseer precisión y objetividad; usar un lenguaje abstracto especializado; y ser el
resultado de un análisis disciplinado y concienzudo de la experiencia.

Hasta épocas recientes la ciencia se ha interesado, especialmente, en buscar


explicaciones de los fenómenos naturales, haciendo preguntas del tipo de cómo se
originan las mareas o los eclipses o el arco iris. Pero a partir del siglo XIX se inició el
estudio de fenómenos que eran producidos por el mismo científico, como la electricidad
o el electromagnetismo. El dominio de estos fenómenos artificiales llevó a las
aplicaciones técnicas e industriales de la ciencia. Hoy en día las actividades
industriales, y muchas que no lo son, dependen de unos conocimientos tecnológicos
aportados por la ciencia, lo que ha convertido a esta en un importante poder dentro de
nuestra sociedad.

Planteamiento de hipótesis y trabajo científico

El comienzo de una investigación científica es un trabajo muy creativo que suele partir
de una suposición, un presentimiento o una idea de como pueden ser las cosas. El
científico convierte esta idea previa en una hipótesis, es decir, un problema que se
pueda investigar con los medios de que dispone. En muchas ocasiones el éxito de su

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investigación dependerá de que sea capaz de inventar aparatos de medida o técnicas


de trabajo nuevas que le permitan enfrentarse con el problema. Como dice Peter
Medawar, ganador del premio Nobel: "Los buenos científicos estudian los problemas
que creen poder resolver".

El científico no sólo está condicionado por las limitaciones de los equipos de


experimentación y los instrumentos; por ejemplo, por el aumento de los microscopios.
Los condicionamientos sociales son también muy importantes. Las opiniones de los
colegas y, sobre todo, el pensamiento dominante de la sociedad en ese momento,
marcan de forma muy importante el tipo de preguntas que el científico se plantea y las
respuestas que encuentra. 

Una vez que el científico comienza a trabajar en un problema la inspiración debe estar
acompañada de un trabajo sistemático y cuidadoso. Para lograr resultados buenos
hace falta una combinación compleja de razonamientos y experiencia.

Validación y difusión de un hallazgo científico

Los conocimientos científicos se tienen que poder comprobar y verificar. Por eso tienen
que ser observaciones o experimentos que otros científicos puedan repetir para
confirmar la exactitud de lo observado o medido. 

Todo hallazgo o trabajo científico debe ser publicado para que sea analizado y
contrastado por otros investigadores. 

La publicación se hace en revistas científicas. Antes de que un trabajo sea aceptado en


estas publicaciones lo suelen revisar otros científicos independientes para aprobar o no
su edición o devolverlo para correcciones. Hay más de 30 000 revistas científicas en el
mundo y se llegan a publicar miles de páginas de cada ciencia. Por ejemplo, al año se
publican más de 15 000 páginas de química. 

La mayor parte de los artículos publicados no tendrán ninguna relevancia. Porque no


aportan nada nuevo, o es demasiado nuevo y nadie lo entiende; o porque rápidamente
es superado por otros descubrimientos mejores en el mismo campo, o porque es citado
y tenido en cuenta durante un cierto tiempo pero pronto se descubre que lo que aporta
o sugiere no es totalmente cierto o no sirve para lo que se propone por lo que, muy
pronto, es olvidado. Sólo unos pocos hallazgos científicos pasan a la categoría de
permanentes y constituyen el conocimiento científico más valioso.

Es importante resaltar que el aprecio o desprecio de un resultado comunicado por un


científico debe ser hecho exclusivamente teniendo en cuenta su calidad, sin que
importe nada la personalidad, raza, religión o ideología política del autor. Aunque esta
ética científica es imprescindible para la ciencia, no siempre es fácil de vivir, sobre todo
ante presiones políticas o económicas o ante la división de los científicos en escuelas
que se aferran en el mantenimiento de determinadas posturas por motivos ideológicos,
de orgullo o por intereses personales.

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Ciencia y técnica

La ciencia y la técnica están estrechamente relacionadas entre sí, pero son dos cosas
distintas. 

La ciencia se dedica primordialmente al saber, mientras que la técnica es el arte del


hacer. Las dos se asemejan en que ni el conocimiento científico ni el hacer técnico son
espontáneos, sino que los dos son resultado de un aprendizaje logrado a base de
reflexionar sobre la realidad siguiendo un sistema concreto, muy parecido en las dos.

Ciencia y técnica están tan relacionadas entre sí que se pueden considerar


inseparables. La ciencia necesita de instrumentos y manipulaciones técnicas. Por
ejemplo, se puede estudiar científicamente el problema del ozono estratosférico gracias
a que existen dispositivos técnicos que nos permiten medir sus concentraciones y
porque disponemos de un sistema de satélites con los que podemos hacer esas
mediciones con facilidad y eficiencia. La técnica, por su parte, se aprovecha del avance
científico para sus innovaciones.

Cada vez más los avances técnicos condicionan el progreso de la ciencia y la forma de
vida de nuestras sociedades. Es claro, por ejemplo, que el desarrollo de ordenadores
cada vez más potentes ha hecho posibles investigaciones científicas y trabajos
matemáticos imposibles hasta hace unos años.

Aspectos sociales y políticos de la ciencia y la técnica

La decisión sobre qué temas se van a investigar y que tecnologías nuevas se van a
desarrollar no es algo que esté en manos de los científicos solamente. En la actualidad
los programas de investigación exigen inversiones tan fuertes que sólo con la
colaboración de los poderes públicos y de las grandes empresas se pueden llevar a
cabo. Esto significa que, en nuestra época, las decisiones políticas y los intereses
sociales condicionan la ciencia y la tecnología de forma casi total.

Por otra parte el efecto que producen la ciencia y la tecnología en la sociedad es tan
importante que influyen dramáticamente en lo que será el futuro de la humanidad. Hay
que procurar que la ciencia que se haga sirva para progresar, no para retroceder o
destruir. Por esto es muy importante que todos los ciudadanos conozcan los
fundamentos de la ciencia y la técnica moderna y sus repercusiones, para que puedan
juzgar con acierto e intervenir en la selección de los campos de investigación que
deben ser potenciados. 

En ocasiones una novedad con efectos muy positivos tiene efectos secundarios no
deseables. A veces se puede determinar que los efectos negativos son suficientemente
reducidos como para admitirlos. Esto es muy frecuente en el caso de algunos
contaminantes. Por ejemplo, si no quisiéramos que hubiera óxidos de azufre o de
nitrógeno de origen artificial en la atmósfera, tendríamos que renunciar a todos los
automóviles y a la energía que se obtiene por procesos de combustión. Obviamente
eso sería una exageración desproporcionada. Lo que hacemos es procurar que sea
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 137
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

mínima la contaminación pero haciéndola compatible con seguir disfrutando de la


energía de los carburantes.

En otras ocasiones usamos productos que presentan grandes ventajas pero que, con el
paso del tiempo, se descubre que producen efectos secundarios tan indeseables que
llevan a dejar de usarlos. Ha sido el caso, por ejemplo, de los CFC, productos
formidables por muchas de sus propiedades, pero de los que se descubrió al cabo del
tiempo que causaban la destrucción de la capa de ozono. Su fabricación se ha
paralizado y se han buscado otras alternativas para sus aplicaciones.

Aspectos éticos de la ciencia y la técnica. 

Conforme la ciencia y la técnica van aumentando su poder es más importante que se


usen con buen fin, porque empleadas sin principios éticos pueden ser muy dañinas.
Campos como el desarrollo de nuevas armas o la ingeniería genética nos enseñan el
poder que está adquiriendo el hombre con la ciencia moderna.

3.4 CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: EL


MÉTODO.

"Las teorías son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos "mundo":
para racionalizarlo y dominarlo. Y tratamos de que la maya sea cada vez más fina" (La
lógica de la investigación científica, Popper, 1959)

A la hora de conocer la realidad, "aquello que llamamos mundo" (Popper, 1959) (o la


parcela de éste que se esté abordando), si se quiere evitar que la "construcción"
resultante responda a la "caótica diversidad de nuestra experiencia sensorial"(Einstein,
1940), hay que procurar que ésta se corresponda con "un sistema de pensamiento
lógicamente uniformado" (Einstein, 1940). En, y para, esta uniformidad lógica resulta
fundamental operar de modo ordenado y regulado, conforme a pautas que suelen
concretarse en lo que se denomina método, y constituyen las “finas mallas” (Popper,
1959) con las que se apresa la realidad.

La palabra "método" tanto en griego (méthodos) como en latín (methodus) alude a


camino, que se puede entender, en sentido figurado, como sendero o vía que lleva a
algún lugar. La definición que recoge el Diccionario de uso del español de María Moliner
(1996) es coherente con estas raíces clásicas, ya que define método como "la manera
sistemática de hacer cierta cosa". Por tanto, cuando se procede de modo metódico al
aproximarse a lo que se pretende estudiar o entender, se ordenan sistemáticamente
actividades, pasos, tareas, procedimientos en suma, que darían como resultado
pronunciamientos teóricos sobre la parcela de la realidad bajo estudio.

Es por tanto claro que el concepto método, lo definiremos con carácter general, como el
camino para alcanzar cierto fin o un procedimiento para tratar un conjunto de

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 138


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

problemas. En el terreno científico será un camino definido por unas reglas que
utilizamos para el descubrimiento de una verdad que desconocemos. Podemos
delimitar aún más esta idea y definir el método científico como el conjunto de
procedimientos de investigación de conceptos, teorías y principios de razonamiento
utilizados en una parte concreta del conocimiento humano. Más formalmente, Machlup
(1978, pág. 54) lo define de la siguiente forma: “La metodología es el estudio de los
principios de discriminación que guía a los investigadores a decidir si se aceptan o
rechazan ciertas proposiciones como una parte de un cuerpo de conocimiento”. Para
Oscar Lange (1966, pág. 94): “El método en las ciencias es un caso particular del
método comprendido en sentido amplio, en efecto, la investigación científica es la
acción humana que tiene un fina definido y que tiende a conocer la realidad y las leyes
que la rigen”. Para Bunge (1985, pág.29): “El método científico y la finalidad a la cual se
aplica constituyen la entera diferencia que existe entre la ciencia y la no-ciencia.

En la economía científica hay que proceder de modo que se pueda llegar a


conclusiones con ciertas garantías, por tanto hay que operar bajo la óptica científica, y
el método hipotético-deductivo es un modo ampliamente utilizado para elaborar teorías
en ciencias.

Gibson (1982, pág. 15) define el método de investigación como científico si posee las
siguientes características:

1. Abstracción. El método científico implica una abstracción, necesaria para entender el


funcionamiento de la realidad. En el proceso de abstracción omitimos detalles y
establecemos hipótesis y esquemas lógicos que permiten relacionar los hechos.

2. Generalidad. Se trata de un método que, además de buscar la descripción de las


cosas en particular, elabora afirmaciones de tipo general.

3. Evidencia Experimental. Es un método que utiliza la observación experimental par


apoyar las afirmaciones elaboradas.

4. Neutralismo ético. Se ajusta a los hechos, omitiendo juicios de valor.

5. Objetividad. Es un método objetivo, nadie puede estar influido por las circunstancias
generales en que se desenvuelve la investigación cuando se elaboran afirmaciones
que se deducen de la experiencia.

Resumiendo, diremos que el método científico es la estrategia de la investigación


científica, afecta a todo el proceso de investigación y es independiente del tema que se
estudia. Sin embargo, cada disciplina científica tiene unas características propias, por lo
que los instrumentos a emplear en cada caso diferirán en mayor o menor medida.

El conocimiento para poder ser considerado como científico debe reunir al menos dos
rasgos singulares mínimos, tal y como genéricamente viene afirmando la doctrina
(Bunge, 1973) que son las características de objetividad y racionalidad. No obstante,

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 139


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

esto no significa que el conocimiento ordinario carezca de tales atributos, ya que tanto
el sentido común como la ciencia son críticos y aspiran a ser coherentes, y a no
efectuar especulaciones sin control, intentando adaptarse a los hechos.

Pero, a pesar de la aparente similitud, tales características revisten diferente alcance en


uno y otro conocimiento. Así, mientras el concepto de racionalidad -viene a decir Bunge
(1980)- suele encontrarse como mera acumulación de información en el conocimiento
común, en el científico surge mediante teorías sistematizadas sobre la base de
postulados contrastables, fundados y realizados con una perspectiva provisional e
incierta.

En este sentido, los enunciados científicos, a juicio del citado autor, son opiniones
fundadas y contrastables, a diferencia de las de la experiencia común que no son
susceptibles de contrastación o prueba, ya que rara vez resultan dignos de duda, y de
ahí que sean científicamente irrelevantes.

Por ello, desde el punto de vista de la racionalidad, y como consecuencia de la


vigilancia crítica, el conocimiento científico adquiere una dimensión provisional e
incierta, jugando un papel fundamental la duda filosófica. En este sentido, apunta
Fernández Pirla (1983) citando a Ranzoli, “la ciencia tiene como condición la duda
filosófica, o sea el espíritu de examen, y, en efecto, para que el pensamiento progrese
en la posesión de la verdad es necesario que no se contente con las apariencias y las
someta a examen, es decir, las interprete con la razón; que la observación de los
hechos quede sometida a la crítica y que las doctrinas admitidas sean abandonadas
cuando ya no proporcionen una explicación de los datos de la experiencia”.

Según Bunge (1973) el concepto de racionalidad se concreta en:

“a) Que está constituida por conceptos, juicios y raciocinios, y no por sensaciones,
imágenes pautas de conducta, etc.”.

“b) Que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas
lógicas, con el fin de producir nuevas ideas. Estas no son estrictamente nuevas desde
un punto de vista lógico, puesto que están implicadas por las premisas de la deducción;
pero son gnoseológicamente nuevas, en la medida en que expresan conocimientos de
los que no se tenía conciencia antes de efectuarse la deducción”.

“c) Que esas ideas no se amontonan caóticamente o, simplemente, en forma


cronológica, sino que se organizan en sistemas de ideas, esto es, en conjuntos
ordenados de proposiciones”.

En cuanto a la objetividad, podríamos apuntar, como señala Bunge (1980), que viene
caracterizada por una construcción de imágenes de la realidad que sean verdaderas e
impersonales, de tal forma que los enunciados científicos han de ser contrastables
intersubjetivamente. A este respecto Popper (1973) cuestiona estos matices
asegurando que toda persona es una víctima de su propio sistema de prejuicios, de
manera que difícilmente un investigador, a título individual, puede ser objetivo. La
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 140
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

objetividad -viene a decir el citado autor (Popper, 1982) - se encuentra ligada al aspecto
social del método científico, al hecho de que la ciencia y la objetividad científica no
resultan de los esfuerzos de sólo un hombre de ciencia individual por ser objetivo, sino
más bien de la cooperación de muchos hombres de ciencia. En el mismo sentido se
manifiesta Kant al asegurar que la objetividad de los enunciados se encuentra
estrechamente ligada con la construcción de las teorías de forma tal que, cuando algo
es válido para quien esté en uso de razón, entonces su fundamento, además de
suficiente, es objetivo.

Así, el profesor Álvarez Melcón (1978a) considera que las características principales del
conocimiento científico se concretan en su aspecto crítico intersubjetivo y basado en la
experiencia, poniendo mayor acentuación en uno u otro sentido según las diferentes
concepciones epistemológicas. De ahí que -apunta el mencionado autor- llegue a una
cierta ambigüedad respecto al sentido que recibe el quehacer científico. Parece
oportuno, por tanto, la existencia de una opción colectiva en relación con lo que se
entiende por ciencia, aunque reconoce que tal circunstancia sólo es posible mediante la
adhesión a un propósito de convención como consecuencia de un estudio
epistemológico normativo o proyectivo.

Por su parte, Bunge (1980) considera que la verdadera diferencia existente entre la
ciencia y la no-ciencia se encuentra en el método científico y la finalidad a la cual se
aplica, asegurando que “donde no hay método científico, no hay ciencia”.

En este sentido cabe resaltar la propuesta o criterio de demarcación formulado por


Popper, quien distingue entre el proceso de concebir una idea y entre los métodos y
resultados de su examen, agregando que la tarea de la lógica del conocimiento
consiste, exclusivamente, en la “investigación de los métodos empleados en las
contrastaciones sistemáticas a que debe someterse toda idea nueva antes de que se la
pueda sostener seriamente” (Popper, 1980).

Por ello, es precisamente la actitud crítico-interpretativa de los hechos lo que distingue


a la ciencia de las nuevas creencias; aunque estas también pretendan una
interpretación de esos hechos, su explicación carece de los atributos propios de
aquélla. Esto justifica la consideración generalizada sobre los primeros filósofos griegos
como fundadores de nuestra tradición científica, a pesar de que, ciertamente, no fueran
quienes primero intentaran comprender los fenómenos de la naturaleza, que ya, de otra
forma, venían siendo objeto de interpretación primitiva en función de nuevas creencias
y mitos. Introdujeron una nueva forma de pensar: la actitud crítica, característica del
pensamiento científico, y, con ella, la evidencia de que la ciencia no sólo resuelve
problemas sino que, al hacerlo, plantea otros.

Para Popper, la actitud crítica es un requisito del científico puro, entendiendo que el
trabajo del científico consiste en proponer teorías y en contrastarlas (Popper, 1980). A
su entender (Popper, 1967), las teorías científicas no son simplemente los resultados
de la observación. La ciencia -es cierto- no encuentra su origen en la observación, pero
conduce a nuevas observaciones, cumpliendo su cometido pleno tan sólo en el

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 141


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

rechazo, la eliminación y la crítica de las teorías, cuyo estímulo nos conduce a otras
nuevas.

Wartofsky (1973), por su parte, afirma que la característica más importante del
conocimiento científico se concreta en ser explícito y rentable, además de concebir la
crítica como algo natural. Para que exista esa crítica es necesario que el “objeto de la
misma se articule, de modo muy claro, como objeto de reflexión consciente y deje de
ser tácito. Ser crítico con respecto a la experiencia requiere formularla de tal modo que
pueda pasar a constituir objeto de reflexión”.

De todo lo anterior parece deducirse que la ciencia, como conocimiento, se compone de


conceptos, leyes, teorías, métodos e instrumentos que, combinados de acuerdo con
una serie de reglas lógicas, generan nuevos conceptos, leyes, teorías, métodos e
instrumentos que previamente no existían. La ciencia se constituye como tal y se
distingue de las demás formas de conocimiento por la utilización del método científico.
Sin embargo, es preciso reconocer que no existe un consenso sobre la naturaleza o
existencia de un único método científico, habiéndose producido una serie de
controversias entre los pensadores de la filosofía de la Ciencia, cuyas concepciones
pasamos seguidamente a analizar.

3.5 EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.

Atendiendo al significado etimológico del término ciencia como “saber” en general,


encontramos dos acepciones: una como saber científico y otra como saber vulgar.
Cuando mencionemos este vocablo a lo largo del trabajo estaremos haciendo
referencia a la primera. Tomando como válida esta idea inicial, podemos aceptar la
siguiente definición de ciencia: “Un modo de conocimiento que aspira a formular,
mediante lenguajes rigurosos y apropiados, en lo posible con el auxilio del lenguaje
matemático, leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos. Estas leyes son de
diversos órdenes. Todas tienen varios elementos en común: ser capaces de describir
series de fenómenos, ser comprobables por medio de la observación de los hechos y
ser capaces de predecir acontecimientos futuros” (Ferrater, 1965, pág. 284). A partir de
esta definición podemos extraer tres características básicas que identifican a toda
ciencia: la formulación de leyes con capacidad de descripción, posibilidad de
contrastación y oportunidad para la predicción.

Bunge (1975, pág. 9) nos proporciona varias definiciones y descripciones que nos
aproximan al concepto de ciencia. Así, entiende que la ciencia puede caracterizarse
como “conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y, por consiguiente,
falible”. Considera que ciencia es “un bien por sí mismo, esto es, como un sistema de
ideas establecidas provisionalmente –conocimiento científico-“. Más recientemente,
Bunge (1985, pág. 10) la define como “el estudio de la realidad por medio del método
científico y con el fin de descubrir las leyes de las cosas”.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 142


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Otros autores más próximos a la disciplina que nos ocupa, prefieren entender la ciencia
como “Cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos para
perfeccionarlo” (Schumpeter, 1982, pág.41), en el mismo sentido es posible aportar otra
definición de ciencia debida al Profesor Castañeda (1968, pág. 11): “Una ciencia es,
pues, un conjunto sistemático de cuestiones y proposiciones referentes a un objeto y
elaboradas con criterios de verdad y certeza”.

La búsqueda de respuestas a todos los acontecimientos que inciden en la vida real del
ser humano ha originado, desde siempre, la continua preocupación de éste por el saber
y la verdad, esto es, por los términos caracterizadores de la ciencia. El hombre ha
sentido, desde sus orígenes, la necesidad de comprender, cuando el conocimiento
sobre algún hecho alcanza un grado de interés generalizado; “...a la confianza con lo
habitual, en las cosas en que no se repara, sucede la desconfianza, la desorientación...”
(Ortega y Gasset, 1966a).

Tradicionalmente, y hasta el siglo pasado, era mantenida por gran parte de los filósofos
la convicción casi generalizada de la validez incontestable de las teorías, de ahí que la
mera aceptación de un conocimiento como válido podía hacer pensar en el método que
lo había permitido alcanzar.

Tal idea es posible que se derive de la interpretación etimológica del término, como el
camino que ha de recorrer la mente en la búsqueda de la verdad, "como si se tratara de
una vía ineludible que necesariamente hay que recorrer en la elaboración de un cuerpo
de conocimientos para que su estructura merezca la calificación de científica" (Carreras
Artau, 1955).

Pero de la validez absoluta del conocimiento se pasa, posteriormente, a un nuevo


planteamiento basado en una relativa aceptación de la teoría en función de su
refutación al contrastarla con la realidad.

En la actualidad, prevalece la proposición de hipótesis y teorías que posteriormente


serán contrastadas o refutadas. Al respecto apunta Wartofsky (1973), la ciencia
“experimenta; descubre; mide y observa; inventa técnicas y herramientas; propone y
dispone, hace hipótesis y ensaya; hace preguntas a la naturaleza y obtiene respuestas;
hace conjeturas, refuta, confirma o no confirma; separa lo verdadero de lo falso, lo que
tiene sentido de lo que no lo tiene; nos dice como llegar donde queremos llegar, como
hacer lo que queremos hacer”.

Posiblemente, como afirma Lákatos (1975), durante siglos, el conocimiento fue


entendido como conocimiento demostrado, ya fuese por la evidencia o por el poder del
intelecto, aunque la integridad de éste exigía abandonar las afirmaciones no
demostradas.

Ahora bien, es oportuno distinguir en la ciencia entre el trabajo o investigación, y su


resultado final: el conocimiento. De alguna manera, así lo expresa Wartofsky (1973)
cuando afirma que “la ciencia es un modo de conocer el mundo y también un cuerpo de
conocimiento. Cabe caracterizarla en función de un proceso de investigación, de una
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 143
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

búsqueda de la verdad, y es posible caracterizarla también como la estructura o cuerpo


formado por la acumulación de las verdades fundadas, o presuntas verdades, que tal
búsqueda haya originado”.

De lo anterior se puede deducir, por tanto, que la ciencia implica conocimiento. No


obstante, hay que tener presente que no todo conocimiento puede recibir el calificativo
de científico, por lo que habrá que señalar que atributos deben reunir aquel para ser
tipificado como tal. En este sentido, Bunge (1980) distingue entre dos formas de
presentarse el conocimiento: común y científico, señalando, al respecto, que “parte del
conocimiento previo de que arranca toda investigación es conocimiento ordinario, esto
es conocimiento no especializado, y parte de él es conocimiento científico, o sea, se ha
obtenido mediante el método de la ciencia y puede volver a someterse a prueba,
enriquecerse y, llegado el caso, superarse mediante el mismo método. A medida que
progresa, la investigación corrige o hasta rechaza porciones del acervo del
conocimiento ordinario. Así se enriquece este último con los resultados de la ciencia:
parte del sentido común de hoy día es resultado de la investigación científica de ayer”.

En lo que se refiere a su clasificación, muchos han sido los intentos de ofrecer una
tipología de las mismas. Una primera clasificación general discierne entre ciencias
humanas y ciencias de la naturaleza. Particularmente nos sentimos atraídos por la
clasificación del Profesor Bunge, distinguiendo entre ciencias formales y ciencias
factuales o empíricas: “La diferencia primera y más notable entre las varias ciencias es
la que se presenta entre ciencias formales y ciencias fácticas, o sea, entre las que
estudian ideas y las que estudian hechos. La lógica y la matemática son ciencias
formales, no se refieren a nada que se encuentre en la realidad, y por tanto, no pueden
utilizar nuestros contactos con la realidad para convalidar sus fórmulas. La física y la
economía se encuentran en cambio entre las ciencias fácticas, se refieren a hechos que
se supone ocurren en el mundo, y, consiguientemente, tienen que apelar a la
experiencia para contratar sus fórmulas” (Bunge, 1985, Pág.38).

La ciencia formal, por tanto, estudia las ideas y utiliza como principios de razonamiento
las reglas de la lógica y las matemáticas. La lógica sirve a las demás ciencias para
aclarar y analizar las verdades propias de su objeto, proporciona un método para
analizar las estructuras de las ciencias, sus conocimientos principales, así como para
ver la manera de relacionarlos y resumirlos hasta llegar a sus conclusiones. Las
Matemáticas proporcionan el instrumento de formalización decisivo, con el que las
ciencias resultan más comprensivas y universales. La ciencia factual o empírica es
aquella que analiza los hechos, la relación entre los fenómenos que se observan, trata
de explicar la realidad y predecir los acontecimientos. Bunge (1975, pág. 15) establece
un amplio abanico de características de las ciencias factuales y de los elementos que
identifican al conocimiento científico*:

1. El conocimiento científico es fáctico: “parte de los hechos, los respeta hasta cierto
punto, y siempre vuelve a ellos”. Toda ciencia empírica comienza con una observación
de los hechos y fenómenos que le interesan y los estudia sin modificarlos, si ello no es
posible, los cambios serán objetivos, nunca arbitrarios.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 144


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2. El conocimiento científico transciende los hechos: “descartar los hechos, produce


nuevos hechos y los explica”. Una vez descritos los fenómenos procedemos a su
clasificación. Pero no sólo seleccionan y controlan los hechos los científicos, sino que
siempre que se pueda se reproducen e incluso se obtienen hechos nuevos. Además, el
conocimiento científico racionaliza la experiencia en lugar de limitarse a describirla. Es
decir, la ciencia no se limita a la mera clasificación de los fenómenos, sino que los
explica formulando hipótesis y teorías.

3. La ciencia es analítica. La investigación científica, al estudiar los objetos los


descompone para ver claramente sus elementos integrantes y sus interdependencias.
Pero esta división debe hacerse de tal manera que no se pierda la visión de totalidad
del objeto estudiado (“Lejos de disolver la integración, el análisis es la única forma
conocida de describir cómo emergen, subsisten y se desintegran los todos. La ciencia
no ignora la síntesis, pero rechaza la pretensión irracionalista de que la síntesis pueden
ser aprendidas por una intuición especial, sin previo análisis”).

4. La investigación científica es especializada. La ciencia está dividida en sectores, en


cierta medida independientes. Pero a pesar de esta especialización, existe unidad
metodológica. Además, superando esta especialización, hay áreas de la ciencia que
son interdisciplinarias, como por ejemplo la Bioquímica, la Investigación Operativa, la
Psicología Social, por poner solo algunos.

5. El conocimiento científico es claro y preciso. Evita, en la medida de lo posible, la


vaguedad, la inexactitud y la superficialidad. En aras de la precisión y de la exactitud, la
ciencia realiza una formulación clara de los problemas, define claramente los
conceptos, respeta esas definiciones. La ciencia utiliza lenguajes artificiales y
simbólicos. La ciencia busca la medición de los hechos.

6. Un requisito esencial del conocimiento científico es su verificabilidad. Con el fin de


explicar un fenómeno, el científico aventura conjeturas que deben ser puestas a prueba
de forma empírica para probar su veracidad.

7. La investigación científica es metódica (“no es errática, sino planeada. Los


investigadores no tantean en la oscuridad sino que saben lo que buscan y cómo
encontrarlo”).

8. El conocimiento científico es sistemático (“Una ciencia no es un agregado de


informaciones inconexas, sino un sistema de ideas conectadas entre sí de un modo
lógico”).

9. El conocimiento científico es general (“Ubica los hechos singulares en pautas


generales y los enunciados particulares en esquemas amplios”). Al científico no le
interesan los hechos aislados si no es para generalizarlos, para hallar características
comunes, las cualidades esenciales y las relaciones con marchamo de uniformidad.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 145


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10. El conocimiento científico es legal, se esfuerza en descubrir y aplicar leyes. La


ciencia (“encuentra la esencia en las variables relevantes y en las relaciones invariantes
entre ellas”).

11. La ciencia es explicativa (“Intenta explicar los hechos en términos de leyes y las
leyes en términos de principios”). Los científicos, además de saber como son los
fenómenos buscan sus causas.

12. El conocimiento científico es predictivo (“Transciende la masa de los hechos de


experiencia, imaginando como ha sido el pasado y como puede ser el futuro. La
predicción se fundamenta sobre leyes y sobre informaciones específicas fidedignas
relativas al estado de cosas actuales o pasado”).

13. La ciencia es abierta. El acervo de los conocimientos científicos no es irrefutable,


cerrado y concluido, por el contrario, el conocimiento científico puede ser siempre
refutado y así, hasta el principio más sólido puede ser sustituido. El progreso científico
se debe, entre otros factores, a que en la ciencia no hay dogmatismo y todo está abierto
a la controversia.

14. La ciencia es útil (“Busca la verdad y por ello la ciencia es eficaz para proveer
herramientas para el bien o para el mal”).

Atendiendo a la finalidad perseguida por nuestra investigación, estaremos en presencia


de ciencia factual pura o ciencia factual aplicada. Si perseguimos un fin puramente
cognitivo, hablaremos de ciencia factual pura, por ejemplo. La biología, cuando la
finalidad es práctica estaremos en el campo de la ciencia factual aplicada, por ejemplo,
la economía, “El objeto central de la investigación en la ciencia factual pura es, por
definición, mejorar el conocimiento que tiene el hombre de los hechos, y el de
investigación científica aplicada es mejorar el control del hombre sobre los hechos”
(Bunge, 1985, pág. 44). La ciencia factual pura tiene por objeto describir y analizar los
fenómenos del mundo con la finalidad del enriquecimiento del saber. En contraposición
a las ciencias puras, las ciencias aplicadas tienen por fin la preparación de
conocimientos y procedimientos para hacer posible y facilitar la obtención de los objetos
y servicios más deseados de la vida.

Las ciencias factuales o empíricas se pueden clasificar en tres grandes grupos: ciencias
de la materia, biológicas y humanas. Las dos primeras son ciencias naturales y por
tanto son empíricas y experimentales. Un ejemplo de una ciencia experimental es la
química. Los datos químicos provienen de un modelo teórico cuidadosamente
especificado y se corresponde con el establecimiento de un experimento controlado.
Las ciencias sociales son las que tienen por objeto el estudio de los fenómenos en lo
que intervienen las personas actuando en grupos organizados. Dentro de las ciencias
sociales Jean Piaget considera cuatro grandes grupos de materias realizadas por el
hombre dentro de la sociedad (Piaget, 1973)):

• Ciencias Nomotéticas

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 146


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• Ciencias Históricas

• Ciencias Jurídicas

• Ciencias Filosóficas

Las ciencias históricas del hombre son “aquellas disciplinas que tienen por objeto
reconstruir y comprender el desarrollo de todas las manifestaciones de la vida social a
través del tiempo” (Piaget 1973, pág. 47).Las ciencias jurídicas se dedican al estudio de
las normas, esto es, del debe ser. Finalmente, las disciplinas filosóficas, intentan
alcanzar “una coordinación general de los valores humanos” (Piaget 1973, pág. 51).

Las denominadas ciencias nomotéticas las define como: “Aquellas disciplinas que
intentan llegar a establecer leyes en el sentido, algunas veces de relaciones
cuantitativas relativamente constantes y expresables en forma de funciones
matemáticas, pero también en el sentido de hechos generales o de relaciones ordinales
de análisis estructurales, etc., traduciéndose por medio del lenguaje ordinario o de un
lenguaje más o menos formalizado” (Piaget, 1973, pág. 46). Piaget destaca como
características principales de las ciencias nomotéticas las siguientes (Piaget, 1973,
pág.47):

1. La elaboración o búsqueda de leyes.

2. La utilización de métodos, ya sean de experimentación estricta o de experimentación


en sentido amplio

3. La tendencia a dirigir las investigaciones sobre pocas variables a la vez.

El objetivo e estas clasificaciones, parece claro que la economía es una ciencia social,
ya que tiene por objeto el estudio de los fenómenos en los que intervienen las personas
actuando en grupos organizados y, como analizaremos más adelante, sigue un método
científico. Además, los rasgos de nuestra ciencia son los señalados para las ciencias
nomotéticas en general, sin embargo, retomando otra clasificación de las ciencia entre
experimentales y no experimentales (categorización que refleja los diferentes caminos
para la obtención de los datos y que tiene gran relevancia sobre todo en la forma en
que los datos se utilizan para investigar cuestiones de interés y realizar inferencias
sobre el mundo real), quedaría enclavada, además, dentro de las ciencias no
experimentales.

3.6 LA FILOSOFÍA HERMENEUTICA DE HANS-GEORG GADAMER.

 Si bien la filosofía gadameriana es difícil de sistematizar en tanto que no brinda


respuestas definitivas, es posible de realizar y pasible de ejecutar la dilucidación de un
abánico de generalidades que permitan -utilizando un término propio del autor en

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 147


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cuestión-, una "fusión de horizontes" con respecto a su propuesta. Es así que a título de
comienzo podemos indicar que entabla un debate contra el cientificismo, a través del
cual lucha contra el positivismo ingenuo (y por que no también, ingenuo positivismo).
Este debate se sustenta sobre una serie de pilares tales como: el fenómeno de la
comprensión como modo de ser en el mundo y en la historia; el carácter
irreductiblemente lingüístico de nuestra relación con el mundo y con los demás; la
conciencia de la fínitud tanto de la voluntad como de la comprensión.

Pero, ¿cuál es su propuesta? Gadamer intenta rescatar un modo de saber moral


aristotélico, un "¡¿qué hacer con nuestras vidas!?". También busca una recuperación
del diálogo humano y del debate público sobre diferentes cuestiones, es decir, intenta
recuperar el juicio reflexivo. En este orden de cosas se busca rescatar un saber pre-
científico entendiendo éste como un determinado saber del hombre que incluiría la
posibilidad de que los hombres hagan ciencia.

Realiza un serio diagnóstico de la situación actual destacando que la praxis ha sido


olvidada. El dominio de la tecnología, en tanto que "know-how" basado en la ciencia
("tecnociencia" podríamos decir si se nos permite el neologismo). Es así que cuanto
más crece la tecnología, más decrece el ejercicio del juicio propio del hombre en tanto
esta dirige todo lo que antes pertenecía a otros dominios.

En conjunto, la propuesta de este filósofo se basa en la "filosofía práctica", postulando


la necesidad de salir del contextualismo típico de nuestra época sin caer en un
objetivismo, y de esa manera ver a qué tipo de universalidad podemos llegar. Como él
mismo afirma, "... no está en cuestión lo que hacemos ni lo que debiéramos hacer, sino
lo que ocurre con nosotros por encima de nuestro querer y hacer". (1)

Lo anteriormente expuesto es la mínima gestalt a que puede llegarse en la realización


de una síntesis de su trabajo. Pero, ¿cómo opera el contenido de su obra "Verdad y
método" en y para el despliegue de su filosofía? Dejemos que él mismo lo explique: "La
presente investigación trata del problema hermenéutico". (2)

"La cuestión que nosotros planteamos intenta descubrir y hacer consciente algo que la
mencionada disputa metodológica (hace referencia a la disputa metodológica entre las
ciencias del espíritu y la moderna ciencia natural), acabó ocultando y desconociendo
algo que no supone tanto limitación o restricción de la ciencia moderna cuanto un
aspecto que le precede y que en parte la hace posible". (3) (el paréntesis es mío).

De esta manera va a manifestar que la verdad es tanto ocultación como des-ocultación


del logos, además, en tanto la develamos (a la verdad), se mantiene una cierta tensión
interna, lo que a su vez conlleva a investigar sobre la capacidad interpretativa
generadora de sentido y la conciencia de la alteridad radical.

El problema del conocimiento.

Dice Gadamer-. "...la comprensión no es uno de los modos de comportamiento del


sujeto, sino el modo de ser del propio estar ahí". (4) "Comprender no quiere decir
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 148
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

seguramente tan sólo apropiarse una opinión trasmitida o reconocer lo consagrado por
la tradición. Heidegger, que es el primero que cualificó el concepto de la comprensión
como determinación universal del estar ahí, se refiere con él precisamente al carácter
de proyecto de la comprensión, esto es, a la "futuridad del estar ahí". (5)

Teniendo una raíz heideggeriana, la proposición anterior da cuenta de que el "Dasein"


en tanto que "ser en el mundo" implica una facticidad que no es susceptible ni de
fundamento ni de deducción, sino que va a ser base ontológica de todo planteamiento
fenomenológico.

En este sentido, la experiencia humana en el mundo es conciencia de finitud y es un


irreductible que no necesita de fundamento por parte de la reflexión. La experiencia
humana en el mundo es la base de toda reflexión.

Es así que reconoce junto a Heidegger que la realidad es condición de ser existente,
pero también reconoce que la adecuación cognoscente-conocido, es decir, entre el que
conoce y lo que es conocido tiene un peculiar modo de ser que es común a ambos. De
este modo, la relación con el mundo no la comprende ni desde un punto de vista
objetivista ni subjetivista; ni subsumiendo el objeto al sujeto ni el sujeto al objeto.

Volviendo a la frase del comienzo, podemos afirmar que en tanto que seres "arrojados"
al mundo, nuestro modo de ser en el mismo implica que este se nos presente como un
obstáculo, una resistencia que nos obliga a comportarnos como seres que
comprendemos, y comprender no es tan sólo un tipo de actividad propia que
desarrollemos sino que es parte constitutiva de nuestra existencia.

El mundo en que vivimos, el "lewensfeld" husserliano -que está pre-dado y que es base
para toda praxis-, se nos presenta así como lo otro que nos enfrenta a nuestra
conciencia de la finitud de la experiencia humana en tanto que constantemente está
poniendo límites que es necesario trascender, superar. Esta conciencia de la finitud es
el resultado de la experiencia humana en el mundo y es además, un irreductible del
análisis al cual llegamos a través de la limitación de toda previsión humana. En este
sentido, para Gadamer la conciencia humana es limitada. La existencia del hombre es
entonces el mundo, pero además, el mundo es un otro que se nos presenta como
interpelación y como obstáculo.

Ahora, ¿cómo se desarrolla para Gadamer el proceso de la comprensión en tanto que


seres en el mundo enfrentados a él? Para él comprender es comprender el proceso de
fusión de horizontes que se da en el dominio de la tradición, entre personas, entre
culturas.

El concepto gadameriano de horizonte refiere al "...ámbito de visión que abarca y


encierra todo lo que es visible desde un determinado punto". (6) Y qué tipo de horizonte
es: "El horizonte es más bien algo en lo que hacemos nuestro camino y que hace el
camino con nosotros. El horizonte se desplaza al paso de quien se mueve...
Comprender una tradición requiere sin duda un horizonte histórico". (7)

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 149


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

"Ganar un horizonte quiere decir siempre aprender a ver más allá de lo cercano y de lo
muy cercano, no desatenderlo, sino precisamente verlo mejor integrándolo en un todo
más grande y en patrones más correctos". (8)

"Comprender es siempre el proceso de fusión de estos presuntos "horizontes para sí


mismos""(9)

"La fusión tiene lugar constantemente en el dominio de la tradición; pues en ella lo viejo
y lo nuevo crecen siempre juntos hacia una validez llena de vida, sin que lo uno ni lo
otro lleguen a destacarse explícitamente por sí mismos". (10)

Sí bien ésta fusión de horizontes tiene lugar en forma constante, debemos tener
presente que cada vez que comprendemos lo hacemos de modo diferente, es decir,
comprendemos desde nuestra "actualidad", pero también es menester tener en cuenta
que la conciencia de la finitud pone límites a la experiencia humana y del mundo, y que
por ende, no podemos abarcar ni comprenderlo todo. "La experiencia es pues, una
experiencia de la finitud humana". (11)

En este sentido podemos afirmar que no se conoce la "cosa en sí" sino que lo que se
logra con la comprensión es una unidad de sentido que se da en base a acuerdos, es
decir, no hay fenómenos sino interpretaciones de los fenómenos.

Esto nos conduce a considerar al hombre también como un "ser histórico", en tanto que
en el proceso y experiencia del comprender no se participa acríticamente como meros
espectadores sino en tanto que partícipes ubicados en la historia. Y esto es lo que
Gadamer denomina "historia efectual", es la estructura de la comprensión y que
predispone la apertura del mundo, es decir, se comprende siempre desde y dentro de
determinado contexto. Historia efectual en tanto que siempre la experimentamos desde
adentro y siempre nos encontramos en la historia, la cual transcurre permanentemente
y es parte constitutiva de nuestra historia personal en tanto que seres en el mundo. Es
algo que nos precedió y de lo cual no podemos escapar.

La conciencia de la historia efectual es la fuerza operativa de la tradición que opera


sobre quienes pertenecen a dicha tradición, estando condicionados por ella sin
posibilidad de escape, y en tanto somos seres históricos no podemos nunca agotarnos
en el saber ni en el saberse.

¿Y qué es la tradición? Dice Gadamer: "...la tradición no es un simple acontecer que


pudiera conocerse y dominarse por la experiencia, sino que es lenguaje, esto es habla
por sí misma como lo hace un tú". (12)

La tradición es esa "historia" dentro de la cual nos encontramos inmersos, la cual nos
constituye y a la cual constituimos a través de un proceso dialéctico continuo y
dinámico.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 150


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

De esta manera llegamos a comprender -en el sentido gadameriano del término-, que
podemos hablar del mundo y de nosotros de múltiples maneras; el problema es que lo
que se dice ha de permanecer en una forma predecible pero no definida en cuanto a su
relación con lo dicho, es decir, no todo se dice y no todo se comprende.

Para finalizar este introito a la obra de Gadamer en lo que refiere al problema de la


comprensión digamos que, la comprensión que nosotros seres finitos podemos realizar
de la realidad infinita que es la alteridad toda (el todo que se construye con palabras y
que está dado por ellas), y siendo el lenguaje el lugar en que el yo y el mundo se
encuentran, es donde ambos aparecen en su unidad originaria, superándose así la
dualidad sujeto-objeto. También se salva así a lo otro en tanto que diferente, como
"alteridad" pues es la lingüisticidad de nuestra experiencia en el mundo la que nos
permite comprender y/o interpretar a lo otro.

Nada queda explicado sino tenemos en cuenta la comprensión lingüística. El lenguaje


pone así una dimensión completamente nueva. No nos libramos del horizonte ni
adoptamos un horizonte libremente, sino que estos horizontes forman un lenguaje que
nos constituye y que nos permite comprender significados.

Lenguaje y comprensión son entonces aspectos inseparables del ser en el mundo. "...
esta fusión de horizontes que tiene lugar en la comprensión es el rendimiento genuino
del lenguaje". (13)

"El acuerdo en la conversación no es un mero exponerse e imponer el propio punto de


vista, sino una transformación hacia lo común, donde ya no se sigue siendo el que se
era". (14)

El ser que puede ser comprendido es lenguaje. Todo comprender es interpretar y toda
interpretación se da en medio del lenguaje que se abre a lo otro, en una palabra, la
realidad no está a espaldas del lenguaje. Y en este sentido, tener lenguaje es tener
mundo porque no lo dominamos como la ciencia a los objetos y además, no lo creamos
conscientemente (al mundo), sino que ya estamos en él. Tener mundo es comportarse
con respecto al mundo en el mundo. El lenguaje no es así un instrumento sino el mundo
en que vivimos desde el comienzo.

3.7 LOS PARADIGMAS DE KHUN.

Los problemas para falsar concluyentemente una teoría, ya que los enunciados
observables dependen de la propia teoría, así como la dificultad de progreso científico
si se aplica de forma radical el falsacionismo, llevaron a algunos investigadores a
meditar sobre la resistencia al cambio en las teorías científicas por el hecho de que no
se encuentran aisladas sino que funcionan como estructuras organizadas. Entre estos
autores, y dentro de la denominada escuela histórica, destaca Kuhn, quien en su obra

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 151


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

La estructura de las revoluciones científicas postula una concepción discontinuista del


proceso de desarrollo científico.

Kuhn ha pretendido un planteamiento superador de Popper con su teoría de ciencia


normal y revoluciones científicas que alteran esa situación normal para retornar a una
nueva normalidad.

Kuhn señala que las ciencias progresan cíclicamente comenzando por un paradigma
aceptado por la comunidad científica e investigado durante un período de ciencia
normal. La ciencia normal intenta adecuar la teoría a la práctica, pero pueden existir
ciertas discrepancias. Estas discrepancias si no son resueltas se convierten en
anomalías, y si éstas se acumulan se produce una crisis que conlleva la caída del
antiguo paradigma, y el surgimiento de una revolución científica en la que el antiguo
paradigma es reemplazado por uno nuevo incompatible con el anterior. Por tanto, para
este autor, la ciencia no se desarrolla por medio de la acumulación de descubrimientos
o inventos individuales, sino que se forma como proceso de ruptura con lo anterior. En
el proceso de traslación -nos recuerda Wells (1976) - del viejo conjunto de ideas al
nuevo, la comunidad de científicos sigue un número de pasos determinados:

1. Reconocimiento de las anomalías.

2. Período de inseguridad.

3. Desarrollo de grupos de ideas alternativos.

4. Identificación de escuelas de pensamiento.

5. Dominación de las nuevas ideas.

En cualquier caso, las teorías articuladas no dejan de ser científicas por el hecho de
que hayan sido descartadas. Sin embargo, es difícil poder considerar el desarrollo como
un proceso de acumulación. La investigación histórica misma, que muestra las
dificultades para aislar inventos y descubrimientos individuales, proporciona las bases
para abrigar dudas profundas sobre el proceso de acumulación, por medio del que se
creía que había surgido esas contribuciones individuales a la ciencia (Kuhn, 1971).

Es evidente que los criterios de demarcación científica derivados de la falsación,


aunque críticos con la metodología tradicional, se mantienen en su misma línea. En
cambio Kuhn, con su libro “La estructura de las revoluciones científicas” explica el
comportamiento científico por las aportaciones críticas que se les hacen a la teoría.
Kuhn indica que cuando las teorías no logran superar una prueba, no son rechazadas y
sustituidas por otras, sino que se introducen modificaciones o bien se ignoran las
anomalías. Una de sus características más destacables es su rechazo frontal al punto
de vista de la metodología inductivista.

La aportación de Kuhn gira en torno a los siguiente conceptos:

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 152


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Paradigma, Ciencia Normal y revoluciones científicas. Kuhn entiende el concepto de


paradigma en dos sentidos (Pheby, 1988, pág. 37), primero significaría un éxito que se
considera tan importante que es capaz de atraer a un grupo de científicos que ejercen
una actividad en competencia y, segundo, se entiende como un paso en el desarrollo
científico que es capaz de dar solución a problemas no resueltos. Si atendemos a su
definición literal, los paradigmas son:

“Realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo,


proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica” (Kuhn,
1971, pág. 13).

El concepto de paradigma perfila la escena para la siguiente etapa del esquema de


Kuhn, el concepto de ciencia normal. Para Kuhn existen periodos alternativos de ciencia
normal y periodos de crisis. En la fase de ciencia normal, en la que se acepta un cuerpo
esencial de teoría, van surgiendo situaciones que no pueden explicarse de forma
convincente y que reciben el nombre de anomalías. Cuando las anomalías aumentan
se produce un proceso insostenible en torno a la ciencia normal, lo que da lugar a la
aparición de nuevas teorías o, dicho de otra forma, un paradigma es sustituido por otro.

Por comunidad científica, entiende Kuhn el órgano a un consenso, que reúne a un


grupo de individuos que colaboran entre ello, a los que se les considera los únicos
responsables de la persecución de objetivos científicos en su especialidad.

La amplitud del concepto de paradigma hace que Kuhn admita la imprecisión del
término y posteriormente lo sustituya por el de “matriz disciplinaria” (disciplinaria,
porque se refiere al patrimonio común de los que practican una disciplina, y matriz,
porque alude a un conjunto ordenado de elementos de diversa naturaleza que
requieren especificación adicional): “Una matriz disciplinar está compuesta de
paradigmas, partes de paradigmas que constituyen una unidad y funcionan
conjuntamente” (Katouzian, 1982, pág. 123).

El proceso de sustitución de unos paradigmas por otros, puede resumirse en las


siguientes etapas:

• Ciencia normal, compuesta por los paradigmas aceptados.

• Pequeños fenómenos inexplicados, con respecto a los cuales los sostenedores de la


ciencia normal confían en explicarlos sin cambio de paradigmas.

• Forzar la teoría par incluir dichos fenómenos inexplicados.

• Periodo de confusión

• Periodo de innovación y oposición

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 153


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• Nuevamente ciencia normal, integrada por los nuevos paradigmas aceptados, con lo
que el proceso dialéctico inicia un nuevo ciclo.

Cuando se produce la sustitución de un paradigma por otro nos encontramos ante lo


que Kuhn denomina “revolución científica”.

La tesis de Kuhn se basa, pues, en tres conceptos fundamentales: paradigma, ciencia


normal y revolución científica. El primero queda definido (Kuhn, 1971) como aquello que
comparte una comunidad científica, entendiéndose ésta, a su vez, como el conjunto de
hombres que comparten un paradigma. Las definiciones anteriores dejan patente el
carácter circular de la conceptuación.

Por lo que respecta al segundo de los conceptos mencionados -ciencia normal-, es


considerado por el mencionado autor como “investigación basada firmemente en una o
más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica
particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior”
(Kuhn, 1971).

Por último, Kuhn considera revolución científica a “la transición de un paradigma en


crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición de ciencia normal” (Kuhn,
1971).

El camino abierto por Kuhn apunta, pues, no sólo a una concepción diferente a la
popperiana de progreso científico y de racionalidad científica, sino que también propicia
cierta reflexión sobre la finalidad de las ciencias, las responsabilidades de la praxis
científica y, encontrando una perspectiva hacia la epistemología social de la ciencia
(Mardones y Ursa, 1982).

Según el profesor Gonzalo Angulo (1983), la visión de Kuhn sobre la evolución


científica puede recogerse en las siguientes etapas: preciencia, ciencia normal, crisis,
revolución, nueva ciencia normal y nueva crisis. En el estado primitivo, apunta el citado
autor, una ciencia encuentra un cierto número de teorías rivales, las que intentan
superponerse. Cuando una de ellas lo logra, y es aceptada por la comunidad científica,
comienza una etapa de ciencia normal. En ella el científico trabaja confiado en su
paradigma aún admitiendo que ciertas observaciones estén sin resolver.
Posteriormente, un nuevo paradigma, en alternativa al existente, se arraiga en la
comunidad. Comienza así el período de crisis, el que finaliza cuando los científicos se
adhieren a ese nuevo paradigma y abandonan el viejo. De esta forma, en un tiempo no
determinada, el nuevo paradigma se va instalando, comenzamos así un nuevo período
de ciencia normal.

Kuhn ofrece una teoría del progreso científico en la que la ciencia normal es lo habitual
y la revolución lo excepcional, realizándose la aceptación de la falsación por parte de la
comunidad científica con carácter extraordinario.

No obstante, aunque el período de ciencia normal parece que no queda caracterizado


por aportaciones creativas de cierta importancia, tiene un gran interés en la evolución
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 154
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

científica por cuanto en él producen precisiones en torno al paradigma vigente, lo que


constituye, en gran parte, el principal quehacer de numerosos científicos.

La visión del desarrollo científico en Kuhn se caracteriza, pues, por un proceso en el


que se suceden en el tiempo períodos de ciencia normal y períodos de ciencia
extraordinaria o de crisis.

A lo largo de un período de ciencia normal, las teorías y principios que dan lugar a un
paradigma son aceptados de forma indiscutida en la comunidad científica, originándose
un proceso de perfeccionamiento del mismo. Como afirma el profesor Quintanilla
(1976), “la actividad científica en estas épocas se limita a ser una tarea de resolver
rompecabezas más o menos nuevos con ayuda de los instrumentos tradicionales. Se
trataría, en cierto modo, de un proceso en el que lo único que acontece es que aumenta
el campo de las experiencias a las que se aplican unas teorías y procedimientos
dados...”. Y como indica Schwartz (1972), durante las épocas de ciencia normal “la
comunidad científica trabaja sobre la base de un paradigma o teoría común indiscutida;
los científicos se ocupan principalmente de resolver los acertijos que plantea tal
paradigma. Lejos de querer refutarlo buscando contraejemplos fácticos, los científicos,
en épocas normales, consideran los hechos que no corresponden a lo predicho por el
paradigma como anomalías que, o se resuelven, o se archivan, o se toman como
muestra de la incapacidad del experimentador. La acumulación de anomalías, sin
embargo, crea un ambiente de crisis en la comunidad científica; cuanto más se
prolongue la crisis, más probable es la aparición -a menudo simultánea en varios
lugares distintos- de un nuevo paradigma, que resultará en otra época de ciencia
normal. Lejos de abandonar, pues, sus teorías a la primera señal de refutación, los
científicos tienden a mantenerlas contra las anomalías hasta tanto no tienen otro
paradigma más satisfactorio al que acogerse”.

Kuhn (1971) señala, por su parte, que “el descubrimiento comienza con la percepción
de la anomalía, o sea, con el reconocimiento de que en cierto modo la naturaleza ha
violado las expectativas inducidas por el paradigma, que rige a la ciencia normal”. Esta
sustitución de paradigmas tiene lugar cuando la energía de una crisis y un paradigma
alternativo se satisfacen. Ese es el punto donde la resistencia al cambio se debilita y
acaba por derrumbarse.

De esta forma, con el establecimiento del nuevo paradigma se consigue cumplir tres
importantes exigencias (Katauzian, 1982): “Ofrece una solución a la crisis científica;
proporciona una nueva visión del mundo; y finalmente ofrece una agenda de
investigación alternativa sobre la que los científicos trabajen”.

De otro lado, cabe señalar que la tesis defendida por Kuhn estaba dirigida, en cierto
modo, a criticar la metodología de Popper. Como es sabido, este autor niega la
existencia de todo procedimiento de verificación, y en su lugar hace hincapié en la
importancia de la falsación, esto es de la prueba que, debido a que su resultado es
negativo, hace necesario rechazar una teoría establecida. En este sentido, Kuhn (1971)
señala “el papel que en este ensayo atribuimos a las experiencias anómalas; o sea, a
las experiencias que, al provocar crisis, preparan el camino hacia una nueva teoría. Sin
EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 155
Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

embargo, las experiencias anómalas no pueden identificarse con las de falsación. En


realidad, dudo mucho que existan estas últimas”.

Además, Kuhn sostiene -afirma Losee (1981) - que la construcción lógica de la


proposición de falsación de Popper no es aplicable al caso del rechazo de un
paradigma, por cuanto éste no se invalida por comparación de sus consecuencias con
los elementos de juicio empírico, sino que el rechazo de un paradigma es más bien una
relación triangular en la que se encuentran implicados un paradigma establecido, un
paradigma rival y los elementos de juicio observacionales. La ciencia, pues, entra en
una etapa revolucionaria en cuanto surge un paradigma alternativo prometedor.

No obstante lo anterior, la interpretación de Kuhn en torno a las discontinuidades en el


desarrollo de la ciencia, son explicadas sobre la base de su concepción de revolución
científica, no era tan diferente a la popperiana. Como posteriormente escribe el propio
Kuhn (Lákatos y Musgrave, 1975), refiriéndose a Popper, “... sus puntos de vista acerca
de la ciencia y los míos son muy aproximadamente idénticos. Ambos estamos
ocupados más con la dinámica del proceso mediante el cual se adquiere el
conocimiento científico que con la estructura lógica de los productos de la investigación
científica. Dada esta ocupación, ambos ponemos énfasis, como datos legítimos, en los
hechos y también en el espíritu de la vida científica real, y ambos a menudo nos
volvemos a la historia en busca de ellos.

A partir de este fondo de datos comunes, extraemos muchas conclusiones idénticas.


Ambos rechazamos el punto de vista de que la ciencia progresa por acumulación; en
lugar de ello ambos ponemos énfasis en el proceso revolucionario mediante el que una
vieja teoría es rechazada y sustituida por una nueva incompatible con ella, y ambos
subrayamos con fuerza el papel que en este proceso juega el eventual fracaso de la
vieja teoría en hacer frente a los desafíos que le dirigen la lógica, la experimentación o
la observación. Por último, Sir Karl y yo estamos unidos en oposición a algunas tesis
más características del positivismo clásico”.

Cabe añadir, que la principal novedad aportada por este autor es, en opinión de Medina
(1989), el concepto de paradigma, y que las principales diferencias que lo separan de
los positivistas se encuentran en la sustitución del individuo por la comunidad científica
y la teoría por el paradigma, así como la eliminación de la acumulación lineal de hechos
y teorías por las fases normales y revolucionarias en la ciencia (Medina, 1989).

Por último, señalar, que motivado por las críticas recibidas por la imprecisión del
concepto de paradigma, Kuhn (1971) sugiere la utilización del término “matriz
disciplinar” en sustitución de este último, porque se refiere a la posesión común de los
practicantes de una disciplina particular y está compuesta por elementos ordenados de
varios tipos. Estos elementos serían los que a continuación se exponen:

1. Generalizaciones simbólicas: son componentes generalmente aceptados por el grupo


y fácilmente representados de forma lógica.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 156


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

2. Acuerdos o modelos de grupo: son creencias que proporcionan al grupo analogías y


metáforas preferidas o permisibles. Ayudando a determinar lo que será aceptado tanto
como una solución a enigmas, e inversamente, ayudando a la determinación de la lista
de enigmas sin solución y en la evolución de la importancia de cada una de ellas.

3. Valore: son los elementos que más hacen en pro de considerar a la comunidad
científica como un todo. Su importancia particular surge cuando los miembros de una
comunidad científica deben identificar las crisis o, posteriormente, elegir entre teorías.

4. Ejemplares: son acuerdos compartidos respecto de soluciones a problemas


concretos que se consideran de interés por la comunidad en el campo de investigación
propio de la misma.

En un sentido más restringido un paradigma es similar a este último elemento, que en


principio fue definido por Kuhn (1971) como “las realizaciones científicas
universalmente reconocidas, que durante cierto tiempo, proporcionan modelos y
soluciones a una comunidad científica”.

Como conclusión podemos señalar que la metodología kuhniana propugna que el


progreso científico no se puede establecer en términos de búsqueda de la verdad
última, sino en sucesivas sustituciones de paradigmas, o revoluciones, que se dan en el
transcurso del tiempo. Idea contraria a Popper, en el sentido de que para éste último, la
historia de la ciencia es la historia de continuas “conjeturas y refutaciones”, por lo que
ésta se encontraría en un estado de revolución permanente. Para ilustrar esta idea
podemos citar las siguientes palabras de Katouzian (1982, pág. 126): “Mientras Popper
argumenta que el proceso de investigación científica consiste en continuos intentos de
falsar hipótesis refutables. Kuhn mantendría que el progreso científico tiene lugar sólo
en ocasiones, cuando esas mismas hipótesis refutables se encuentran en crisis y
cambian a través de una revolución, esto es, la comunidad científica acepta la falsación
sólo en circunstancias extraordinarias”.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 157


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RESUMEN

Conocer significa establecer relaciones entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible,


en una materia prima que provee la experiencia, pero cuya organización depende del
sujeto. Lo anterior excluye que el conocimiento de la realidad se genere por
observaciones y por generalizaciones inductivas a partir de aquéllas. Esto no significa
caer en el apriorismo ni idealismo. Tampoco supone sostener el subjetivismo en
ninguna de sus variantes, en tanto se considera el conocimiento como un fenómeno
social y, por consiguiente, intersubjetivo.

En el siglo XIX se produce un gran desarrollo de las ciencias , en el que se detectan


influencias del materialismo procedente de la etapa anterior y de una cierta
cientifización (que lleva a intentar explicar todo, incluso el mundo social, en clave
científica), y en el que se sientan las bases epistemológicas de modelos posteriores*.
Hegel (1770-1831) establece las bases de la dialéctica; Comte (1798-1857), al proponer
el positivismo, tienen un gran impacto en la filosofía de la ciencia (cuyos efectos se
sienten en la actualidad) y lleva a sus extremos el reduccionismo empirista, que genera
gran confianza en conseguir un conocimiento “científico”; Marx (1818-1883) realiza
contribuciones que propician un reduccionismo materialista al que se le reconoce fuerte
influencia sobre economía y sociología, y que puede servir de fundamento a una
economía que, más allá del interaccionismo, resalte el papel activo del sujeto (dado que
en la filosofía de Marx se resalta que la persona es un producto sociohistórico tanto
como la sociedad y la historia es una producción de la persona).

La conciencia de la historia efectual es la fuerza operativa de la tradición que opera


sobre quienes pertenecen a dicha tradición, estando condicionados por ella sin
posibilidad de escape, y en tanto somos seres históricos no podemos nunca agotarnos
en el saber ni en el saberse.

La principal novedad aportada por Khun es, en opinión de Medina (1989), el concepto
de paradigma, y que las principales diferencias que lo separan de los positivistas se
encuentran en la sustitución del individuo por la comunidad científica y la teoría por el

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 158


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

paradigma, así como la eliminación de la acumulación lineal de hechos y teorías por las
fases normales y revolucionarias en la ciencia (Medina, 1989).

EVALUACIÓN

PREGUNTAS.

1. De la Epistemología enuncie y explique las que a su juicio son las


principales cuestiones.
2. ¿Cuáles son los obstáculos epistemológicos?
3. Enuncie al menos uno de los paradigmas metodológicos contemporáneos,
explíquelo.
4. ¿En que se caracteriza la ciencia moderna?
5. De su concepto de ciencia.

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LECTURA COMPLEMENTARIA

Conocimiento científico y diversidad cultural.


La expansión de la ciencia moderna occidental pone en peligro la supervivencia de los
conocimientos indígenas y locales. Esta dinámica comporta un empobrecimiento del
conocimiento humano, lo cual, además de ser peligroso, resulta poco rentable para la
mayoría de los países del mundo.

Protagonistas como Christine Müller o Josep M. Basart opinan que la ciencia moderna
occidental parece haber desplazado a un segundo plano el conocimiento local y la
ciencia indígena. Es importante recuperar los conocimientos ancestrales y no
occidentales para poder mezclarlos y, tal vez, investigar estas mezclas para conseguir
remedios y curas más eficaces para muchos problemas que en la actualidad cuesta
resolver.

Combinar ambas visiones del conocimiento otorgará una perspectiva más amplia y
diversa que pondrá de manifiesto que no siempre existe un único camino. En muchos
casos, los conocimientos locales e indígenas parten de planteamientos más
respetuosos con el medio ambiente, es decir, más sostenibles.

Aplicar esta combinación de conocimientos occidentales y no occidentales, modernos y


premodernos puede resultar de gran utilidad en campos que van desde la agricultura
hasta la medicina y, además, puede reducir sensiblemente el gasto público, sobre todo
en los países más subdesarrollados.

Conviene tener en cuenta la cooperación horizontal entre ambas disciplinas, una


cooperación que debe fomentar una convivencia armónica de ambos tipos de
conocimientos como vía de cooperación y enriquecimiento mutuo para contribuir al
progreso de la humanidad.

Esta propuesta se ha llevado a la práctica en varias experiencias en Australia, Tailandia


y Uganda.

Problemática:
Al tercer mundo le resulta sumamente difícil acceder a la maquinaria y los recursos
sanitarios del primer mundo y, por otro lado, se está perdiendo la cultura tradicional que
hasta ahora servía para hacer frente a los problemas vitales. No existe una convivencia
armónica entre ambas formas de conocimiento, sino una supeditación de la sabiduría
basada en la experiencia al marco científico-técnico. Asimismo, en el desarrollo del
conocimiento científico y técnico se utilizan esquemas lógicos desligados, en muchos
casos, del contexto social y cultural.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 160


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

Propuesta:
Recuperar el conocimiento indígena y tradicional para poder investigarlo y aplicarlo, y
combinar las curas ancestrales con la ciencia del primer mundo. También se registra la
necesidad de democratizar la convivencia entre el conocimiento indígena y el
conocimiento científico a través de la escucha y el respeto.
Posturas:
Importancia de revalorizar y recuperar el valor del conocimiento ancestral. Christine
Müller afirma que no existe una dicotomía entre ambas formas de conocimiento, sino un
intercambio mutuo y una convivencia que comporta una interacción recíproca. Josep M.
Basart sostiene que es fundamental alcanzar un respeto que hasta la fecha no existe.
Buenas prácticas

Exposición en Australia de las tradiciones curativas ancestrales. Convivencia en los


hospitales de Tailandia de las dos medicinas posibles, según las preferencias del
público. Combinación de los distintos tipos de agricultura en Uganda.

Conclusiones:

Es preciso potenciar la cooperación entre el saber indígena y el científico en el plano


horizontal, a través del respeto mutuo. Existe un consenso final sobre la
responsabilidad de la participación social en contribuir a corregir el desequilibrio actual.
La visión del futuro es esperanzadora.

BIBLIOGRAFÍA

BACHELAR, Gaston. Epistemología. Editorial Guadammarra. 1982.

BUNGE, Mario. La Ciencia, su Método y su Filosofía. Barcelona. }


Editorial Ariel. 1975.

BUNGE, Mario. La investigación Científica. Barcelona.


Ediciones Ariel. 1972.

EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 161


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

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EPISTEMOLOGÍA - CORPORACIÓN UNIVERSITARIA DEL CARIBE. 162


Teorías Filosóficas del Conocimiento. - Unidad 1.

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