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El agua y las sales minerales son absorbidas por las raíces a nivel de la zona pilífera.
Estos nutrientes son absorbidos a través de unas células especializadas, que son los
pelos absorbentes, que se encuentran en la zona pilífera de la raíz
En las plantas también hay un sistema circulatorio que le permite transportar los nutrientes
y otras sustancias. Las plantas como los helechos, las gimnospermas y las angiospermas
poseen un conjunto de vasos a través de los cuales se transportan las sustancias nutritivas.
Los tejidos conductores de las plantas superiores, están situados en la raíz, en el tallo y en
las nervaduras de las hojas.
El proceso de circulación en las plantas tiene varias etapas en las que intervienen diversas
partes de ellas, el proceso de absorción se inicia con el ingreso de sales minerales y agua a
través de las raíces, gracias a los pelos radicales, también llamados pelos absorbentes. De la
raíz esta mezcla llamada savia bruta pasa al tallo para ser transportado hasta las partes altas
de las plantas gracias al fenómeno de la capilaridad.
Cuando la savia bruta llega a las hojas, entra a los cloroplastos de las células y éstos utilizan
el CO2 del aire (que entra a través de los estomas) y la energía lumínica (que proviene del
sol) para transformarla, a través del proceso de fotosíntesis, en savia elaborada (glucosa),
que luego se distribuirá por todas las partes de la planta a través de otros vasos
conductores.
2-
Los cuatro componentes principales del suelo son los minerales, la materia
orgánica, el agua y el aire. Éstos se combinan en cantidades bastante variables en
los diferentes tipos de suelo y a diferentes niveles de humedad. Un suelo
representativo de la región occidental de los Estados Unidos de América con un
contenido ideal de humedad para el crecimiento de las plantas, exhibe una
cantidad casi igua de materia sólida y espacio de poros, con respecto al volumen.
El espacio poroso contiene cantidades casi iguales de agua y aire.
Textura del suelo
Los suelos están compuestos de partículas que poseen una variedad infinita de
tamaños y formas. Con base en su tamaño, las partículas minerales individuales
se dividen en tres categorías, a saber, arena, limo y arcilla.
La descripción de las clases de textura del suelo revela los tipos de interacciones
que se pueden dar entre éste y las plantas, dado que las propiedades físicas de
los suelos son determinados en gran parte por la textura. En los suelos minerales,
la capacidad de intercambo (capacidad para retener elementos nutritivos de las
plantas) está estrechamente relacionada con la cantidad y tipo de arcilla que
existe en el suelo. La capacidad de retención de agua está determinada en gran
medida por la distribución del tamaño de las partículas. Los suelos de textura fina
(con alto porcentaje de limo y arcilla) retienen más agua que los suelos de textura
gruesa (suelos arenosos). Con frecuencia, los suelos de textura más fina son más
compactos, muestran menor movimiento de agua y aire y pueden ser más difíciles
de trabajar.
Desde el punto de vista del crecimiento de las plantas, los suelos de textura
mediana, como los francos, francos arenosos y francos limosos, se acercan a una
condición ideal. Sin embargo, las relaciones que se establecen entre las clases de
textura del suelo y la productividad del mismo no pueden aplicarse en forma
general a todos los suelos, puesto que la textura es sólo uno de los muchos
factores que influyen sobre la producción de los cultivos.
La estructura del suelo influye en el crecimiento de las plantas, sobre todo porque
afecta las relaciones de humedad, aireación, transferencia de calor e
impedimento mecánico al crecimiento de la raíz. Por ejemplo, la estructura
granular fina constituye un medio ideal para la germinación.
El movimiento del agua y del aire a través del suelo depende de la porosidad del
mismo, caracaterística que está determinada en gran medida por la estructura. La
estructura granular proporciona la porosidad adecuada para la buena infiltración
del agua y un excelente intercambio de aire entre el suelo y la atmósfera. Esto
crea un medio físico ideal para el crecimiento de las plantas. Sin embargo, en los
casos donde existe formación de costras en la superficie, capas de arcilla
compactas u otro tipo de capas endurecidas superficiales, el crecimiento de las
plantas se ve obstaculizado debido a una porosidad restringida. La aplicación de
prácticas de manejo adecuadas puede mejorar la estructura del suelo y, por ende,
crear mejores condiciones para la producción de cultivos.
pH
Temperatura
Irradiación
Aireación
El suministro a las raíces del oxígeno disuelto en la solución del suelo es esencial
para la respiración celular que es la fuente de energía metabólica utilizada en los
procesos activos de transporte de nutrientes a través de la membrana y para el
mantenimiento de la integridad de ésta. La concentración de oxígeno en la
atmósfera edáfica modifica la tasa de absorción de nutrientes, observándose
diferencias específicas en cuanto a sensibilidad a este factor. Concentraciones por
debajo del 3% producen reducciones muy pronunciadas en la absorción por parte
de las raíces de cebada, mientras que las raíces de arroz pueden continuar
absorbiendo con una velocidad casi óptima, aún cuando la concentración de
O2sea cercana a 0%. La textura y la estructura del suelo, el tipo de labores que se
practican, el drenaje y las precipitaciones, son todos factores que pueden alterar
en forma más o menos profunda la aireación del suelo, pudiendo determinar en
algunos casos el fracaso de una siembra por restricción en la absorción de
nutrientes por las plántulas.
Rizósfera
Es la zona de suelo que se encuentra íntimamente en contacto con la raíz que se
caracteriza por ser un microambiente que se diferencia del resto del suelo. Su
tamaño no es estático sino que varía en el tiempo y en el espacio. En la misma se
producen las interacciones de las raíces con el medio biótico (microflora y fauna
benéfica o patógena) y abiótico. Las diferencias con el resto del suelo están dadas
en la composición de iones inorgánicos, por ejemplo se produce en la misma una
disminución en la concentración de fosfato debida a su rápida absorción por la
raíz. En el caso del calcio que se mueve por flujo masal hasta la raíz en la
rizosfera puede producirse acumulación del mismo. También existen diferencias a
nivel de pH, en la rizosfera puede medirse variaciones entre 1 y 2 unidades
debidos a excreciones desde la raíz de HCO 3- y H+, también existen efectos
debidos a las fertilizaciones nitrogenadas. En suelos con problemas de drenaje se
encuentran diferencias en los niveles de O 2 y de CO2 con respecto a suelos bien
aireados. También las raíces con exudados o secreciones de compuestos
orgánicos (azúcares, aminoácidos, ácidos orgánicos, hormonas, mucílagos)
participan en la formación de este microambiente.
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ABSORCIÓN DE NURIENTES EN
LAS PLANTAS
¿Qué tiene que ver la absorción de nutrientes con las
actividades diarias en el campo?
Existen 13 nutrientes que son vitales (nutrientes esenciales), para que las plantas crezcan y
prosperen (Tabla 1). Estos se pueden dividir en macronutrientes (elementos que las plantas
requieren en grandes cantidades), y micronutrientes (elementos que las plantas requieren en
pequeñas cantidades). Un micronutriente aunque sea requerido en pequeñas cantidades no
es menos importante para el crecimiento de las plantas.
Macronutrientes Micronutrientes
Nutrientes Primarios :
Hierro (Fe), Boro (B), Cobre (Cu), Cloro (Cl),
Nitrógeno (N), Fósforo (P), Potasio (K)
Manganeso (Mn), Molibdeno (Mo), Zinc (Zn)
Nutrientes Secundarios:
Calcio (Ca), Magnesio (Mg), Azufre (S)
Tabla 1. Nutrientes de las plantas
La disponibilidad y movilidad de los nutrientes esenciales en el suelo y en la propia planta es
muy variable, lo cual tiene implicaciones directas en el manejo de la nutrición vegetal y riego.
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Aprovechamos para dar una breve reseña sobre las principales relaciones entre elementos
nutritivos a tener en cuenta, tanto por su interacción negativa (antagonismos) como
positivas (sinergias).
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