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A mediados del siglo XIX, 1850, poco después de la independencia y en pleno auge del rosismo,
Buenos Aires va sufriendo una modificación sustancial en su población, que trae consigo un nuevo
estilo de vida, una nueva cultura, y por supuesto una nueva forma y estilo coreográfico y musical
de interpretar los bailes del país.
A los criollos que ya habitaban Buenos Aires y sus aledaños, se les suman: gauchos desplazados
del campo abierto convertidos en matarifes y troperos o reseros, carreros o mayorales, del abasto
o del transporte; gauchos convertidos en soldados de caballería; negros y pardos libertos,
transformados en soldados de infantería, imprescindibles para atender las guerras civiles casi
continuas. Así se entremezcla un mundo dominantemente integrado por hombres, varones
enfermos de soledad, sin mujer propia, sin pago, sin hogar, sin patria.
Las reuniones sociales de ésta nueva población tenían lugar en algún rancho de candil, pulpería, o
su anexa casa de trato, más tardes llamadas academias de baile, que no era otra cosa que
prostíbulos con su cohorte de mujeres de airada vida, más que libres de costumbres. Mujeres que
iban y venían, de uno a otro lado, enganchadas, vendidas, alquiladas, sin educación, sin oficio,
flagelo contra el que aún se lucha en nuestros días, la trata de personas para la explotación
sexual.
Allí se tocaba música y se bailaban aquellas mismas piezas de expresión campesina y formas de
salón de origen europeo, pero con un acento muy diferente, con una expresión sensual, pícara,
desgarrada, trazando dibujos, arabescos imaginarios en el piso de tierra aprisionada. Los bailes
podían ser sueltos, enlazados y por momentos abrazados, pero siempre los versos intencionados
y picantes acrecían el carácter de las expresiones coreográficas y contribuían al color del
ambiente.
Es así como nace una nueva especie coreográfico musical, el tango, apoyado en las tradiciones
culturales de los bailes de contenido erótico de origen hispano e hispanoamericano, como el tango
andaluz y la milonga, con la renovada y acentuada intromisión y contacto con elementos de raíz
cultural negroide y afroamericana, como la del candombe.
Hacia 1880 se produce lo que se define como urbanización de Buenos Aires, debido a tres
elementos que caracterizaron esta etapa: la definición de Buenos Aires como capital de la
república, el crecimiento demográfico y el gran crecimiento tecnológico.
La definición de Buenos Aires como capital de la república: hace que inmigrantes con la
desculturación del anónimato, comiencen a identificarse con las características propias que
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ASSUNCAO, Fernando; FERNANDEZ LATOUR DE BOTAS, Olga; DURANTE, Beatriz. Bailes criollos
rioplatenses. Capítulo 8: Bailes de pareja abrazada
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Universidad Nacional de la Matanza.
A su vez se produce un gran crecimiento tecnológico: tranvías, ferrocarriles, agua corriente, gas,
electricidad, telégrafo, tecnificación del agro, alambrado de los campos, etc. Los instrumentos
musicales son cada vez más accesibles para las clases media y baja, y dejan de ser privativos sólo
de la alta burguesía, lo que de modo fulminante completa la tarea de la difusión a pasos
agigantados de la música tanguera.
También podemos citar dentro de ésta nueva forma de vida, nuevas manifestaciones culturales
contemporáneas al Tango: el teatro, el circo, la literatura, otros netamente lúdicos y populares
fueron el Fútbol de la mano de los ingleses, la pelota paleta con los vascos, las bochas
provenientes de italianos. A su vez surgieron en esta etapa innumerables personalidades cada
uno figura referente en su quehacer, como Mitre, Sarmiento, Latorre, Roca, Lugones,
Hernández, Quiroga, Almafuerte, Gardel, entre muchos otros. En relación a la democratización
de la educación se promulga la Ley 1.420, garantía de educación común, laica y gratuita.
Éstas casa de trato de las pulperías, pasarían a llamarse luego casas o academias de baile,
peringundines, lupanares, bailetines, casitas, quecos, quilombos, que seguían siendo todos
sinónimos de prostíbulos, provenientes de los lunfardos de las diferentes lenguas de los
inmigrantes.
Luego de la trágica y repentina desaparición de Carlos Gardel aparecen en los años 1940:
Discépolo, Manzi, Castillo, Troilo, Pugliese, entre otros, y más tarde en los años 1960 Piazzolla,
quienes mantienen viva en nuestra cultura tanguera.
Jóvenes y adultos, nativos y extranjeros, lo bailan y mantienen vivo. Turistas de paseo por la
Meca del Tango, no pueden dejar nuestra ciudad sin, aunque sea, haber aprendido algún que
otro pasito en bares y calles de San Telmo, La Boca, Caminito…
Clasificación 2
Características propias 3
Antes de realizar una descripción de la técnica corporal, es conveniente aclarar que todos los
movimientos en ésta danza no tienen razón de ser sino existe una comunicación corporal fluida
entre los bailarines, quienes adoptarán uno el rol de la dama y el otro el rol de caballero.
El contacto corporal y visual entre ellos, es clave para el desarrollo con éxito de la coreografía.
El abrazo supone un encuentro, un matiz afectivo, un cortejo amoroso que le da el sentido a ésta
danza.
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BERRUTI, Pedro. Pág. 14
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Apuntes de cátedra de Tango I y II, de la Licenciatura en Folklore. IUNA.
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Universidad Nacional de la Matanza.
La coreografía se compone de pasos y/o figuras que cada pareja ejecutará en forma improvisada,
ésta se dará por iniciativa y propuesta de quien ocupa el rol de hombre, y el bailarín que ocupa el
de la mujer estará disponible, estableciéndose una comunicación fluida entre ambos como
afirmáramos anteriormente.
Se desplazarán por dónde disponga el hombre, sirviéndose de la visión periférica para un mejor
aprovechamiento del espacio y para evitar roces corporales y/o amontonamientos entre las otras
parejas danzantes.
Cuando el desplazamiento del hombre es hacia adelante, éste se orientará con su frente en esa
dirección, mientras que la mujer orientará a esa dirección su espalda.
Cuando la iniciativa del hombre es realizar un desplazamiento hacia atrás, él orientará su espalda
hacia esa dirección y la mujer su frente.
Una vez iniciada la música cada pareja comenzará a bailar cuando lo desee.
Si bien en adelante se describirá la técnica de los bailarines, a ésta siempre se le debe agregar el
acento socializador de la pareja, es decir el contenido emotivo…
La aproximación entre los bailarines será tal que posibilite el encuentro de la pareja a través del
abrazo.
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Apuntes de cátedra de Tango I y II, de la Licenciatura en Folklore. IUNA
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VEGA, Carlos pág. 26
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Universidad Nacional de la Matanza.
Lado abierto: el brazo izquierdo se flexionará en ángulo recto, con la mano a la altura de una
media entre los hombros de ambos, su codo no sobrepasará la línea de su espalda, la mano
izquierda tendrá la misma dirección que el antebrazo y tomará la mano derecha de la mujer.
Lado cerrado: el brazo derecho abrazará a la mujer por debajo de los omóplatos, esa mano y
antebrazo se apoyará en forma paralela con relación al piso. La mano derecha será quién a través
del contacto con la espalda de la mujer anticipará los movimientos que realizará con los pies
durante los desplazamientos de la danza.
Rol de la mujer:
Lado abierto: el brazo derecho se flexionará en ángulo recto, con la mano a la altura de una
media entre los hombros de ambos, su codo no sobrepasará la línea de su espalda. La mano
derecha tendrá la misma dirección que el antebrazo y se apoyará sobre la mano izquierda del
hombre.
Lado cerrado: el brazo izquierdo de la mujer podrá abrazar desde arriba del codo hasta el cuello
del hombre, tenderá a una curvatura sin bloquear el codo y apoyando sobre el brazo del hombre,
en la medida de lo posible.
La cabeza tendrá una relación armónica con los torsos en movimiento, pudiendo estar separadas
o en contacto entre ellas. La mirada podrá ir desde el lado abierto hasta el lado cerrado de la
pareja, siempre por encima de los hombros de la pareja de baile, en busca de una visión general
de la pista de baile y nunca mirando el suelo.
1. Detención: con respecto a los pies se encontrarán juntos y paralelos con el peso del
cuerpo repartido entre ambos pies, en posición de preacción, el pié derecho de él
enfrentado con el pié izquierdo de ella, el pié izquierdo de él enfrentado con el pié
derecho de ella.
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Universidad Nacional de la Matanza.
3. El pié de esa pierna se proyectará hasta la extensión de la rodilla sin dejar de contactar el
pié con el piso, saldrá en línea recta, con respecto al pié que tiene el peso del cuerpo,
hacia estas tres direcciones posibles:
4. Pasará el peso del cuerpo a ese pie y simultáneamente se acercará la otra pierna a la par
de la que tiene el peso del cuerpo, sin dejar de contactar el pie con el piso, quedando la
rodilla flexionada. Encontrándose en este momento en el movimiento n°2 descripto
anteriormente.
La acción del paso es acompañada por el movimiento natural y anatómico del cuerpo: leves
rotaciones en el eje longitudinal en dirección opuesta al pié que inicia el movimiento, en
consecuencia se adelantará el lado opuesto del torso produciéndose un balanceo de los brazos en
forma pendular adelante-atrás y en oposición a los pies.
Rol del hombre (comunicará a la mujer la intención de las acciones con su mano derecha en
contacto con su espalda y lo complementará con todo el cuerpo)
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Universidad Nacional de la Matanza.
5. Paso atrás con pie izquierdo cruzando por delante del pie derecho: detención con el peso
del cuerpo sobre el pie izquierdo.
Bibliografía
ASSUNCAO, Fernando; FERNANDEZ LATOUR DE BOTAS, Olga; DURANTE, Beatriz. Bailes criollos
rioplatenses. 1° edición. Buenos Aires. Editorial Claridad, 2011.
BERRUTI, Pedro. Manual de Danzas Nativas Argentinas. Editorial Escolar. Buenos Aires, 1987.
VEGA, Carlos. Las danzas Populares Argentinas. Tomo I. Ministerio de Educación y Justicia. Buenos Aires,
1986